El Observador
8 de noviembre de 2009 AÑO 15 No. 748 $8.00 Fundado en 1995
DE LA ACTUALIDAD
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La noticia de muchas décadas: los anglicanos podrán volver a casa
PÓRTICO
RETORNO A ROMA POR JAIME SEPTIÉN / jaimeseptien@gmail.com
El próximo 21 de noviembre, teniendo de fondo al Vaticano y con el gesto ecuménico de abrir puertas a los anglicanos, se reunirán el Papa Benedicto XVI y el arzobispo primado de los anglicanos, Rowan Williams.
SOBRE LA CARTILLA DE SALUD:
«Padres de familia, ¿están de acuerdo en que sus hijos sean mentalizados a tener relaciones sexuales desde los diez años?» Habla monseñor Rodrigo Aguilar P. 11 Martínez SOBRE LA MARCHA ¿Qué significa la noticia? Que el lenguaje no se equivoca, o cuando menos el castellano, donde Roma, dicho de atrás para adelante, es Amor. SANTIAGO NORTE
Periodismo Católico
La noticia fue tan importante que El Vaticano, concretamente el cardenal William Levada, sucesor del cardenal Joseph Ratzinger al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tuvo que usar Facebook para convocar a los periodistas y que no le «ganaran» las interpretaciones espectaculares: los anglicanos podrán volver a Roma, después de casi cinco siglos de separación. Miles de fieles de la Comunión Tradi- La unidad de la cional Anglicana recibieron esta posibi- Iglesia es un lidad con lágrimas de mandato de Cristo. alegría. Lo habían pedido, deseado, Debemos hacer acariciado por lo me- que ese mandato nos hacía cien años. La plena comunión se cumpla. con Roma es su identidad, su raíz. Ahora ya no tendrá que ser una decisión individual traumática (como la del ex primer ministro Tony Blair), sino parte de un acuerdo que privilegia el amor a la verdad por encima de las disputas históricas (introducidas por un rey que quería casarse con quién sabe cuántas señoras). La unidad de la Iglesia es un mandato de Cristo. Y, como explicamos en páginas interiores de este número de El Observador, todos (no nada más el Papa o los obispos) podemos y debemos hacer que ese mandato se cumpla. El abrazo al otro es el principio del ecumenismo «desde abajo» porque, como explica el Papa en la encíclica que preparó este encuentro, Caritas in Veritate, solamente desde el reconocimiento al otro es posible construir en la Verdad del Amor. La llamada «deriva relativista», en la que había entrado en los últimos años la Iglesia anglicana (ordenación de mujeres sacerdotes y obispos; concesión a homosexuales del matrimonio...), fue el inicio de un viraje hacia Roma, hacia el gozo de saberse en roca firme, aunque muchos despistados llamen esto un viraje al «conservadurismo». El catolicismo saldrá fortalecido. Y la sociedad humana, también, porque si dos o más se reúnen en nombre de Jesús, ahí está Él. Y ahí, como en el cuento de Tolstoi, estará también el amor, el cemento que consolida el edificio de la sociedad humana y le da un rostro de salvación a la historia. ¡Bienvenido este encuentro y que sea el inicio de otros muchos que necesitamos en el mundo!