El Observador
22 de noviembre de 2009 AÑO 15 No. 750 $8.00 Fundado en 1995
DE LA ACTUALIDAD
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Se extiende la intención de eliminar los crucifijos de lugares públicos
PÓRTICO
CONTRA
LA CRUZ
POR JAIME SEPTIÉN / jaimeseptien@gmail.com
Símbolo de amor y resurrección, el crucifijo ahora es visto como signo de intolerancia; cambiar esta perspectiva es una de las batallas culturales que debemos librar hoy como Iglesia.
ESPECIAL Las batallas por el crucifijo El verdadero problema no es la cruz sino el crucificado ............................ p. 2 La compulsión por eliminar la cruz de Cristo se está extendiendo ........... p. 3 Los símbolos religiosos no significan opresión sino libertad ............... p. 4 La falacia de una sociedad libre de religiones ................................. p. 4 ¿Persecución religiosa en España?... p. 7
SOBRE LA MARCHA «Peligroso es el momento en que los buenos se cansan», dijo SS Pío XII. A 80 años del «fin» de la guerra cristera, con desánimo vemos que mientras aquellos grandes mexicanos murieron por amor a la cruz, otros cobardes, en Europa y aquí, quieren matar a la cruz. ¿Y nosotros? «Peligroso es el momento…». Santiago Norte
Periodismo Católico
Al principio de su extraordinaria novela La esfera y la cruz, el escritor inglés Gilbert K. Chesterton pone al profesor Lucifer y al monje Miguel en una nave que sobrevuela Londres. Lucifer —el inventor de la nave— va despotricando contra la religión cuando está a punto de chocar contra la cúpula de la catedral de San Pablo, una esfera en cuya cima se ha implantado una cruz. El anciano monje impide la colisión y enfrenta, suavemente, al tal profesor Lucifer —defensor del racionalismo— con argumentos a favor de lo que es la cruz para los hombres (para todos los hombres): el signo del más inmenso amor que ha conocido el mundo. Lucifer quiere acabar con Empiezan la cruz y dejar la esfera. La cruz es para- rompiendo la cruz dójica —dice Luciy concluyen fer—, mientras que la esfera es acabada, destrozando el perfecta, absolutamente normal. Luci- mundo habitable fer quiere que todos vivamos en la locura de la normalidad, mientras que fray Miguel explica que la medida del hombre es la locura de la cruz: la locura del amor total. Y cuenta la historia de un hombre (parecido a Lucifer) que opinaba también «que el símbolo del cristianismo era un símbolo de barbarie y de sinrazón». El hombre del cuento de fray Miguel comenzó por no tolerar el crucifijo en su casa, «ni siquiera pintado, ni pendiente del cuello de su mujer». Después, comenzó a enfermar: «quería derribar los crucifijos de los caminos, porque vivía en un país católico romano». Luego, subió al campanario de las iglesias para derribar las cruces que las presidían y el acabose sucedió cuando una tarde de verano, camino de regreso a su casa en el campo, vio que una cerca de madera muy larga era como «un ejército interminable de cruces, ligadas unas a otras de la colina al valle». El tipo cogió un garrote y derribó el cerco; llegó a su casa, y se dio cuenta que «todas las cosas labradas por el hombre, correspondían con el diseño maldito». Pegó fuego a su casa y se echó al río. «Es la parábola de todos los racionalistas como usted —le dijo fray Miguel a Lucifer—. Empiezan rompiendo la cruz y concluyen destrozando el mundo habitable». Y es lo que está pasando hoy en Europa y en el mundo, porque el odio «racional» a la cruz es el odio real a la vida.
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MIRADAS
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NO ES LA CRUZ, ES EL CRUCIFICADO POR JORGE ENRIQUE MÚJICA / jem@arcol.org
Fue la primera semana de noviembre de 2009 y sucedió en Estrasburgo. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que la presencia de un crucifijo en las aulas de clases es una violación a los derechos humanos. No podía ser para menos. Ahora todo lo que huele a cristianismo es rechazado a priori. La Europa «institucional» contesta su historia e invita con sus actitudes, tantas veces acompañadas por presiones políticas y económicas, a que otros países de raigambre cristiano abdiquen también de ese pasado común. Se descalifica a la fe cristiana por el sólo hecho de ser ella misma, y se evita mirar a ese legado de dos milenios de historia donde, objetivamente, el cristianismo, sus símbolos y sus tradiciones, impregnaron de olor, color y sentido la vida de tantas personas que hoy siguen profesando su creencia en el crucificado de la cruz. La cruz es historia, la historia de la universidad nacida al cobijo del papado y de la Iglesia fundada por el crucificado de la cruz; es recordar que sin monjescopistas la cultura greco-romana sencillamente se hubiera perdido. La cruz es el vivo recuerdo que reivindica verdades como que sin el crucificado no hubieran sido posibles definiciones como la de igualdad entre todos los hombres (bastaría leer el versículo 28, capítulo tercero, de la carta de san Pablo a los Gálatas), persona (nacida de las disputas trinitarias y cristológicas de los Concilios), derechos humanos y derecho internacional (que debemos al fraile dominico Francisco de Vitoria, en el siglo XVI), o la configuración misma de la Unión Europea (debida a tres católicos convencidos: Schuman, De Gasperi y Adenauer). De no ser por la cruz del crucificado que juntó naciones distintas para vencer a los turcos en Lepanto, quizá hoy estaríamos rezando a Alá pidiendo la libertad de pensamiento y auténticas democracias. La cruz es también la historia de una pléyade de intelectuales cristianos que van desde san Anselmo, pasando por Pedro Lombardo, Tomás de Aquino, Hildegarda de Bingen, Roger Bacon, Marin Mersenne, René Descartes, Pascal, Nicolás de Cusa, Galileo, Jean Buridan, Mendel, Leonardo Da Vinci o Miguel Ángel, hasta llegar Edith Stein, Karol Wojtyla, Jerónimo Leujene o Joseph Ratzinger. La cruz, en fin, también abraza el legado recogido en insignias nacionales de países e instituciones (Noruega, Inglaterra, Finlandia, Suiza, por ejemplo, tienen una cruz en sus banderas; la Cruz Roja, la Cruz Verde, hospitales y farmacias usan una cruz como emblema).
La cruz es arte, el arte que elocuentemente grita con pinturas, libros y esculturas una realidad incontestable: que el crucificado de la cruz les dio fondo y forma. ¿Quién es capaz de explicar medianamente bien la literatura occidental sin Las Confesiones de san Agustín, sin la Divina Comedia de Dante o la Suma Teológica de santo Tomás de Aquino? ¿Quién podría entender sin el cristianismo el Cantar del Mío Cid, El Quijote de la Mancha o Los Miserables? ¿Y Lewis, Chesterton y Tolkien qué son si se les vacía de cristianismo? ¿Cómo gustar a Mozart y a Wagner, a Verdi y a Tchaikovsky, a Haendel y a Beethoven sin pensar en el crucificado de la cruz? ¿Qué sentido y explicación a El prendimiento de Cristo, de Giotto; al Llanto sobre Cristo muerto, de Mantegna; a La última cena, de Da Vinci; a la Deposición del Señor, de Rafael? ¿Qué decir sin el crucificado de la cruz para las Lamentaciones sobre Cristo muerto, de Alberto Durero; para El Cristo, de Velázquez; para La deposición del Señor, de Caravaggio; para el Cristo crucificado, de Goya; para la Crucifixión, de Emile Nolde; para la Flagelación, de David Alfaro Siqueiros; o para El Cristo de san Juan de la cruz, de Salvador Dalí? Y en escultura, ¿cómo ilustrar La Piedad, de Miguel Ángel o el Cristo muerto, de Alberto Durero? La cruz es geografía: geografía suavemente dibujada en las cruces esparcidas en las cúpulas de iglesias y catedrales que pueblan la tierra entera: templos hechos de fe, de amor y de misterio; templos que hablan de ese Dios al que están dedicados y que ya románicos, góticos, barrocos o renacentistas refieren la historia de un Cristo humano y a la vez divino; de un Dios cercano y al mismo tiempo inconmensurable. No, no es la cruz, es el crucificado. El crucificado que nos sigue invitando a remar mar adentro, a remar contra corriente, a dar la vida por la verdad, que en definitiva es dar la vida por Él. Muchos no toleran la cruz, como los poseídos que no aguantan verla, porque es el símbolo de la victoria del amor sobre el odio, del bien sobre el mal, de la verdad sobre la mentira. No, en Estrasburgo no rechazaron la cruz. Porque la cruz es mucho más que la unión de una barra horizontal y otra vertical adherida o colgada en un salón de escuela. Rechazaron al crucificado. Y podrán quitarlo de salones y lugares públicos pero está claro –y la historia lo enseña– no de ese pasado que lo proclama a viva voz y menos todavía de los corazones de millones de seres humanos que, ayer como hoy, daríamos la vida misma por Él.
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LAS BATALLAS POR EL CRUCIFIJO
22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
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La compulsión por eliminar la cruz de Cristo se está extendiendo en el mundo REDACCIÓN DE EL OBSERVADOR
«No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia». Mahatma Gandhi Hace unos días, el Tribunal Europeo sobre los Derechos del Hombre falló a favor de una mujer italiana de origen finlandés. La demandante pedía que fueran retirados los crucifijos de las aulas donde asistían sus dos hijos. Hace siete años se inició el camino judicial que llevó a esta decisión. En el 2002 la mujer pidió a una escuela estatal de Padua retirar el símbolo religioso; la dirección escolar se negó al considerar que el crucifijo forma parte del patrimonio cultural italiano. Al no encontrar respuesta, apeló a los tribunales italianos, los cuales dieron una respuesta parecida: este símbolo se podía considerar parte de una identidad nacional. Entonces s decidió ir a cortes internacionales. Es cuando el Tribunal Europeo sobre los Derechos del Hombre emitió su fallo: «La exhibición obligatoria del símbolo de una determinada confesión en instalaciones utilizadas por las autoridades públicas, especialmente en las aulas, restringe los derechos paternos de educar a los hijos en cuanto a sus convicciones». Una petición similiar había sido hecha por un líder religioso musulmán residente en Italia en el año 2003. Respuesta italiana
Esta sentencia generó una ola de reacciones en Italia. «No creo que sea algo malo; no soy religioso, pero estamos en un país católico». En esta frase se expresa el sentir de los italianos considerados católicos no practicantes, es decir, asumen que viven en un país con identidad católica. Entonces, ¿por qué eliminar las expresiones de ese espíritu identitario? La indignación es compartida en las altas esferas del poder y por los ciudadanos de a pie. El ministro italiano para asuntos europeos expresó: «Negar el
crucifijo es negar la raíces cristianas de Europa y de Italia». La ministra de Educación, Mariastella Gelmini, ha mostrado públicamente su rechazo a la decisión del Tribunal y ha señalado que «nadie, aún menos un tribunal europeo impregnado de ideología, logrará arrancarnos nuestra identidad». La ministra, que repudió el fallo, considera que «la presencia de crucifijos en las aulas no significa una adhesión al catolicismo, sino que representan nuestra tradición». Otra respuesta se dio por parte de los alcaldes. El alcalde de Sezzadio en Alejandría, Pier Luigi Arnera, decidió
multar con 500 euros a quien remueva algún crucifijo de un local público. Al mismo tiempo, en Sassuolo y Trapani, las autoridades municipales adquirieron decenas de crucifijos para distribuirlos entre todas las escuelas. En Montegrotto Terme, Padua, los avisos luminosos que suelen reproducir mensajes oficiales lucen ahora un crucifijo con la frase: «Nosotros no lo quitamos», y el alcalde de Asís ha pedido que, además del crucifijo, las oficinas públicas expongan un pesebre. Los eslabones de la cadena
La sentencia sobre eliminar los crucifijos de las escuelas italianas es un hecho sorprendente pero no aislado. Desde hace décadas se alimenta una corriente ideológica, la cual, escondiéndose en el concep-
to de «estado no religioso», se convierte en una tirana para los individuos con convicciones religiosas. Más aún, pretende arrancar de la esfera pública cualquier manifestación de orden religioso; pero veamos algunas de las acciones que ha generado esta forma de pensamiento. Borrar el cristianismo
Uno de los puntos más difíciles de la Constitución europea era introducir el concepto de la Europa cristiana. Se adujo que introducirlo atentaba contra un espirito laico. La respuesta siempre fue:
la cultura cristiana edificó los pilares del mundo occidental. Sin embargo, este argumento no fue considerado en cuenta. En Turquía no hay respeto por las minorías religiosas. Se niega de manera efectiva a los cristianos el acceso a los puestos institucionales civiles y militares, y es prácticamente imposible construir iglesias. En julio de 2007 Andreas Herren, jefe de prensa de la FIFA, anunció que a la prohibición de eslóganes y publicidad religiosa en la vestimenta de los jugadores se añadía ahora la prohibición de cualquier tipo de mensaje religioso en los campos de juego. El jugador que viole la norma será sancionado y también el equipo. De esta forma, la FIFA expulsa a Dios de las canchas.
Eliminar símbolos religiosos
Francia ha experimentado una nueva ola de secularismo, con la puesta en práctica de una nueva ley que prohíbe el uso de símbolos religiosos en las escuelas. Algunas autoridades locales en Alemania han puesto en práctica medidas similares. La facción populista conservadora del parlamento holandés ha propuesto el controvertido proyecto de ley que pretende prohibir el derecho a llevar símbolos religiosos a empleados que desempeñan una función pública. Según este proyecto, ningún empleado público podría presentarse a su lugar de trabajo llevando «un turbante, un velo o una cruz». Los promotores de la ley sostienen que la prohibición «no haría más que consagrar la separación entre las iglesias y el Estado. La ley afectaría absolutamente a todos los símbolos religiosos, sin importar el tamaño. El símbolo de la cruz también ha recibido ataques en Canadá a finales del año pasado. El consejo superior de la Universidad Simon Fraser, en la Columbia Británica, decidió quitar las dos cruces de su escudo de armas, según informó el diario National Post. En Inglaterra sigue el debate sobre los símbolos cristianos. En el 2006 se pidió a una empleada de British Airways que no llevara una pequeña cruz al cuello en su trabajo. A principios de año la Robert Napier School de Gillingham, en Kent, pidió a una de sus estudiantes católicas que se quitara un colgante con una cruz. Su familia protestó rápidamente, observando
que el colegio permite a las alumnas musulmanas usar pañuelos en la cabeza y los estudiantes sikhs van a clase con turbantes y brazaletes En España, en abril de este año, un tribunal falló en contra de un colegio público de Valladolid. La sentencia le obligaba a retirar los crucifijos de las aulas. La demanda fue promovida por la asociación cultural laica de Valladolid. Diversas asociaciones decidieron apoyar a esta escuela pues «la cruz constituye un elemento de identidad del pueblo español, además de ser elemento integrante e integrador de valores culturales del Estado». Una batalla cultural e ideológica
Se ha mal entendido un respeto a la multiculturalidad religiosa con una sociedad sin religión. La coexistencia de cultos garantizada por el Estado no significa que éste tenga la facultad de arrasar con ellos. Finalmente, quienes tienen prácticas religiosas son los seres humanos, personas de carne y hueso a las cuales no se les puede pisotear su derecho a profesar una religión. Por tanto, eliminar los símbolos religiosos de las escuelas «sería como obligar a los ateos a colgar ese símbolo». Tan peligroso es el fundamentalismo antirreligioso como el religioso. Ambos desembocan en un autoritarismo que socava los ideales democráticos de una sociedad y pone en grave riesgo temas tan delicados como los derechos humanos. Hay que decirlo una y otra vez: aceptación de un multiculturalismo religioso no es sinónimo de intolerancia religiosa. Los católicos debemos tener esto muy claro; de no ser así, el espíritu de las persecuciones religiosas de la época romana puede estar a la vuelta de la esquina.
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LAS BATALLAS POR EL CRUCIFIJO
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Crucifijo, más que un símbolo religioso
El Observador
EJERCICIOS DE COMPRENSIÓN
LA FALACIA DE UNA
Carta del arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez Plaza, con motivo de la polémica sucitada por los crucifijos en las aulas de un colegio en el 2008 (carta extractada)
SOCIEDAD LIBRE DE RELIGIONES POR J. JESÚS GARCÍA Y GARCÍA
No estaría de más que algún día los cristianos abriésemos la boca. Ganas no nos faltan, quizás es por respeto o educación. FORO SANTO TOMÁS
No existe ninguna norma que esencia a Europa. No se puede católicos a los que no lo son? prohíba la existencia de crucifijos pensar razonablemente que el cru- ¿Nuestras procesiones, sobre todo en las clases, y si no hay tal prohi- cifijo expuesto en el aula escolar de Semana Santa? Entendemos bición, unos padres católicos, que sea un simple objeto de culto; es que pueda molestar a un sector de tienen el derecho de que sus hijos también un símbolo idóneo para nuestra sociedad que los católicos sean educados según sus convic- expresar el elevado fundamento de quieran mostrar externamente, en ciones, ¿acaso están haciendo que los valores civiles que delinean la la calle y en los lugares públicos donde vivimos, que creela presencia de un crucifimos en Jesucristo y que jo en el aula sea una ame- El crucifijo, además del sentido esta fe es buena para la hunaza para otros niños que manidad. No extorsionano son cristianos o no lo religioso cristiano, tiene otro valor mos a nadie. Nosotros quieran ser? «Es difícil no desdeñable: es símbolo aceptamos otras muestras pensar que un crucifijo de «creencias» y a otros pueda ser una amenaza omnipresente en la historia y en la creyentes no católicos y para la educación y el es- cultura que ha configurado el no cristianos. No nos motado laico», afirmó hace lestan, si son hombres y apenas dos días el servi- Occidente en el que vivimos y los cio de información religio- valores que sostienen la democracia. mujeres de buena voluntad. Sin duda en el caso que sa de la conferencia episcopal italiana. Habla, sin duda, de sana laicidad en el actual ordena- nos ocupa las partes afectadas por la sentencia harán valer sus deremiento jurídico español. una sana laicidad. ¿Por qué, pues, hacer desapa- chos, siempre con procedimientos Y es que el crucifijo, a pesar de la sentencia del juez vallisoletano, recer la imagen del que ha llevado democráticos. Juan Pablo II dijo a tiene, además del sentido religio- a personas concretas, familias y una representación de responsaso cristiano para estos creyentes, pueblos enteros a apostar por el bles, profesores y alumnos de esotro valor no desdeñable: es el sím- bien común, la justicia, el perdón, cuelas romanas: «El crucifijo, prebolo omnipresente en la historia y la ayuda mutua, la solidaridad, la sente en vuestras aulas, es signo en la cultura que ha configurado el fraternidad y la caridad, que es concreto del don de amor de Jesús Occidente en el que vivimos y los amor desinteresado que busca el a todo hombre: ojalá que sea para valores que sostienen la democra- bien de los demás? No parece ra- cada uno de vosotros una invitacia. Pero, sin duda, hay una pérdi- zonable en nuestro entorno cultu- ción a entregarse generosamente, da de memoria respecto a las tradi- ral. ¿A quién se obliga hoy a ser a fin de construir un mundo nuevo ciones y los valores que han dado cristiano, qué imponemos hoy los más solidario y justo».
En materia de emblemas usados por los diferentes grupos humanos podemos remontarnos, por lo menos, hasta el tótem. Éste, como otros elementos simbólicos de posterior aparición, fue la representación que el hombre hizo de un ente superior (o de cualquier ser natural o fenómeno considerado propiciatorio), alguien o algo a quien encomendarse, a quien alabar y agradecer, a quien ofrecer sacrificios, e incluso a quien culpar de que las cosas no salieran como se deseaba. A una comunidad así significada, usted, amigo lector, aunque se llamara Solie Lautsi y contara con el apoyo de toda la burocracia estrasburguesa, no podía llegar y echar abajo el sagrado símbolo prevaleciente, por ser usted minoría; y mientras no cambiara su condición (es decir, que usted, con muchos otros, formara mayoría) tendría que plegarse al gusto y voluntad dominantes. La fe ha estado históricamente ligada a una serie de símbolos significativos. Imposible que usted fuera a un país islámico y quisiera eliminar la media luna como emblema, o a Israel a quitarles la estrella de David, porque, según usted, tales símbolos «ofenden y vulneran sus derechos de padre a educar a sus hijos según sus convicciones». Y esa es la irracionalidad cometida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos: dictar una sentencia contra los países cristianos que en forma distintiva tienen un crucifijo colgado en alguna pared de sus escuelas. Europa tiene una larguísima tradición cristiana, ¿por qué ese afán de quitársela sin mediar plebiscito alguno? Podemos recordar otros episodios de ese intento de arrancar la fe al viejo continente: la pretendida supresión del crucifijo y la Biblia en las tomas de posesión de los cargos públicos, los autobuses ateos de Barcelona, la discriminación a una empleada de British Airways por el delito de llevar un pequeño crucifijo colgado al cuello... en fin, son muchos y de todos los tamaños. Tienen, eso sí, una característica común: están apuntados básicamente contra el catolicismo, el eslabón más débil de la cadena porque habitualmente somos los católicos los que peor nos defendemos.
Los símbolos religiosos no significan opresión sino libertad de creencia Fragmentos de la carta pastoral de monseñor Adolfo González Montes, obispo de Almería, España Se ha emprendido una campaña contra los signos religiosos. ¿Qué sentido puede tener la eliminación de imágenes y signos religiosos en una sociedad que hoy quiere ser abierta y plural? La tolerancia no se construye sobre la previa aniquilación de los signos de la fe, sino sobre su respetuosa aceptación como expresión de las creencias y de la fe religiosa que ha dado vida a la historia de las comunidades de los pueblos y a las naciones. Los monumentos al Corazón de Cristo y a la Virgen María, los miles de cruces que pueblan la geografía española y se alistan junto a las catedrales e iglesias son la expresión de una trayectoria histórica marcada por la fe en Cristo y el amor a la divina persona del Salvador. Contra la ideología del laicismo actual, que se opone tenazmente a la pervivencia de la sim-
bología católica en ámbitos públicos, es preciso reafirmar la libertad religiosa reconociendo lo que significa. Libertad religiosa no sólo es libertad de creencias y convicciones, sino libertad de practicar la religión, que se expre-
sa, ciertamente, en ritos, pero que incluye, además y de forma sustantiva, para poder mantenerse como libertad de religión, modos y maneras de conducta personal y pública que identifican a una colectividad religiosa.
Ignorar que las religiones se manifiestan en ámbitos geográficos que delimitan la historia de las naciones, para poder afirmar que las «creencias y convicciones» han de contar todas con el mismo estatuto, es contrario a la sociología y la historia de los pueblos, porque es ignorar deliberadamente el significado histórico y social de cada religión. Esto va contra la realidad misma de las cosas, mientras la simbología presente en la geografía y en los espacios públicos responda a la implantación objetiva de una fe religiosa viva. No significa negar libertad a las demás confesiones, ni menos todavía los derechos individuales de las personas, sino tratar cada cosa según su realidad. Es preciso tratar del mismo modo realidades iguales, pero no se puede tratar por igual realidades desiguales. Lo pide el sentido de la justicia.
Menos mal que ya se están presentando otros síntomas: el inefable Berlusconi, presidente del gobierno de Italia, ha dado muestras de que también es capaz de gestos bizarros. Ha tachado la sentencia de marras como «totalmente inaceptable», argumentando que «sabemos desde siempre que Italia es un país en el que la historia del cristianismo es su propia historia». Y la ministra de Educación, Mariastella Gelmini, declaró: «Nadie, aun menos una corte europea impregnada de ideología, logrará arrancarnos nuestra identidad. Nuestra Constitución reconoce justamente el valor de la religión católica para nuestra sociedad». Una laicidad positiva se fundaría en la cooperación entre el Estado y las distintas confesiones, no en la supresión de éstas —y menos de sólo una de ellas—, a las cuales debería serles permitida la manifestación de las creencias en la vida pública.
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¿Persecución religiosa en España? EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA LAICIDAD
POR OMAR ÁRCEGA E.
POR LLUÍS MARTÍNEZ SISTACH, CARDENAL ARZOBISPO DE BARCELONA
Revisar cómo se ha generado una serie de acciones contra la profesión de una fe, concretamente contra la católica, en España no es tema menor, pues de los países de Europa éste es con el que tenemos mas referentes culturales. Por tanto, los comportamientos que observamos en la Madre Patria puede ser que se reproduzcan en nuestras naciones latinoamericanas, pues el fantasma de un falso laicismo y de la intolerancia religiosa parece recorrer el mundo. Falso laicismo
A mediados del pasado mes de abril de 2009 la asociación E-Cristians denunció que en un número indeterminado de escuelas públicas de Cataluña, España, se ha suprimido en los calendarios escolares toda referencia a periodos hondamente arraigados en la cultura de aquel país, como la Semana Santa y la Navidad, además de prohibir decoraciones relacionadas con el cristianismo. El presidente de E-Cristians, Josep Miró i Ardevol reivindicó el hecho de que esas tradiciones forman parte de la cultura española. En entrevista concedida a la agencia Zenit, Miró i Ardevol recordó que no conocer la religión
como parte de la propia cultura imposibilita entender el arte e incluso el sentido de algunas expresiones. En esa línea iban las declaraciones de varios profesores recogidas por ForumLibertas.com. Según Teresa Vicens, profesora de iconografía medieval de la Universidad de Barcelona, hay un «descenso en los conocimientos de cultura religiosa por parte de los alumnos que llegan a la universidad. Esa falta afecta negativamente a las posibilidades de aprender algunas épocas y obras, porque es necesario conocer la base religiosa como cualquier otro hecho cultural». El mes de agosto, en España, el letrado sevillano José Antonio Boch presentó una denuncia ante el Tribunal Constitucional, pues considera que el patronazgo de María Inmaculada sobre el Colegio de Abogados de Sevilla vulnera su libertad religiosa y el derecho a la igualdad por parte de otras confesiones religiosas. Intolerancia religiosa
El 26 de abril de 2009 la página de la arquidiócesis de Sevilla sufrió un ataque informático: «El ata-
que ha sido serio y preocupante, no es plato de buen gusto que ocurran cosas así», declaró Pablo Enríquez, portavoz del arzobispado, al diario Público. El intruso logró cambiar la presentación del portal dejando la imagen de una cruz blanca con otra superpuesta indicando prohibición, más la leyenda en inglés «God doesn´t exist». A finales de julio de 2009 grupos anticlericales realizaron pintadas y sabotajes en una veintena de templos en Barcelona, coincidiendo con el primer centenario de la «semana trágica» o revuelta anarquista que decantó en la quema de iglesias y conventos, en 1909. Frases como «la lucha continúa», «la única iglesia que ilumina es la que arde», o barricadas para los que fieles no entraran a las iglesias, fue una constante. El cardenal arzobispo de Barcelona lamentó en un comunicado este tipo de expresiones. En la Sierra Nevada de España una pequeña imagen de la Virgen del Pilar, colocada en la cima de un cerro, fue quemada por vándalos a mediados del mes de agosto de 2009. Es importante tener presentes estos hechos, pues rebasan la mera categoría de anécdotas. Sustentándolos hay una mezcla de ideología y violencia. Si se les deja crecer estamos comprometiendo seriamente nuestra convivencia como sociedad, pues se vulnera uno de los pilares de la democracia moderna: el reconocimiento a la igualdad, y en esa igualdad el derecho de la libertad religiosa.
Hay que tener en cuenta que el concepto de laicidad no es algo extraño y ajeno a la tradición cristiana. Su fundamento se encuentra en aquella famosa sentencia de Jesús: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Esta norma establecida por Jesucristo ha entrado a formar parte del patrimonio de la humanidad en lo referente a la configuración de las sociedades democráticas. El mismo Benedicto XVI, en su visita al presidente de la República Italiana, el 24 de junio de 2005, pronunció estas palabras: «Es legítima una sana laicidad del Estado en virtud de la cual las realidades temporales se gobiernan según las normas que les son propias, sin excluir sin embargo las referencias éticas que encuentran su fundamento último en la religión». Al hablar de laicidad hay que insistir en dos aspectos que considero fundamentales. El primero consiste en la asunción crítica de la modernidad por parte de los cristianos. Esto pide dar importancia al nexo verdadlibertad, pero también a lo que el concilio Vaticano II calificó como «legítima autonomía de las realidades terrenas» y en concreto de Benedicto XVI, en su visita la vida y las instituciones políticas y su dinamismo propio. En al presidente de la segundo lugar, la modernidad ha República Italiana, el 24 de sido concebida a menudo como laica, en el sentido de conside- junio de 2005, pronunció rar la religión como un hecho estas palabras: «Es meramente privado. legítima una sana laicidad Benedicto XVI, en su discurso a los juristas católicos ita- del Estado en virtud de la lianos, les habló del deber de cual las realidades contribuir a elaborar un concepto de la laicidad que, por un temporales se gobiernan lado, «reconozca a Dios y a su según las normas que les ley moral, a Cristo y a su Iglesia, el lugar que les correspon- son propias, sin excluir sin de en la vida humana; y que, embargo las referencias por otro lado, afirme y respete la legítima autonomía de las rea- éticas que encuentran su lidades temporales que tienen fundamento último en la sus leyes y valores propios que el hombre ha de descubrir y or- religión». denar». No hay duda de que el concilio Vaticano II, en general, supuso una apertura del pensamiento católico a la modernidad. Y, sobre todo mediante el reconocimiento del derecho de las personas a la libertad civil en materia religiosa, abrió el camino a un replanteamiento del estatuto público del cristianismo —y en general de todos los grupos religiosos— en las sociedades modernas y a una nueva visión de la laicidad del Estado. La evolución del pensamiento cristiano a que he aludido ha motivado un replanteamiento de la laicidad estatal, que ya no es contemplada como una actitud de estricta indiferencia y neutralidad del Estado ante los grupos religiosos, sino como una recíproca autonomía que se abre a la colaboración en el servicio a las personas en el ejercicio individual y colectivo del derecho a la libertad religiosa, según los criterios del Vaticano II. Retornar al concepto y a la vivencia de la laicidad de comienzos del siglo XX me parece un anacronismo que ya no responde ni a las necesidades de las actuales sociedades democráticas ni a las necesidades de los grupos religiosos en nuestras sociedades religiosamente pluralistas..
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TEMAS DE HOY
22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
HOMBRE NUEVO
DILEMAS ÉTICOS
DIVIDE Y VENCERÁS
INTERESES
POR JOSÉ MANUEL OTAOLAURRUCHI, L.C. / Venezuela jmotaolaurruchi@legionaries.org
Desde los tiempos de los romanos hemos heredado una amplia información sobre técnicas para hacer la guerra. Tal parece que disfrutaban conquistando tierras y sometiendo pueblos. Aníbal, cartaginés, fue también brillante y sagaz pues derrotó varias veces a los romanos usando incluso armas impensables como fue el lanzar vasijas de barro con serpientes venenosas en las batallas navales. De entre las muchas técnicas hay una especialmente malvada y que todos conocemos: «divide y vencerás». Ésta no se refiere a la fracción de los ejércitos, como se podría pensar, sino a la conjura, el sembrar cizaña, levantar falsos testimonios, in-
cordiar. Luis XI, rey de Francia, conocido como el cruel, es ejemplo de un monarca que ganó batallas sin luchar, pero sí enfrentando a sus enemigos a base de intrigas. Era capaz de agrietar las coaliciones de sus enemigos enfrentándolos entre sí y luego atrayéndolos a su propio bando. La hipocresía nunca lo abandonó. Decía: «Quien no sepa simular, no será capaz de reinar». ¿No les parece que esta técnica se sigue utilizando en círculos menores: una oficina de trabajo, en asuntos de amores, entre vendedores, sociedades e incluso entre familiares?
CONTRACULTURA
MADUREZ POR IGNACIO NAVARRO VALLE / Zapopan, Jal. innavalle@hotmail.com
¿Qué tan maduros y preocupados estamos usted y yo? Puede pasar —dependiendo de las reacciones que generemos alrededor— que nuestra conducta la juzguemos madura o inmadura, ocupándonos o preocupándonos, según sea el caso. Creyéndonos con experiencia y sabiduría (respaldándonos en los libros que hemos leído o escrito, en los títulos y diplomas que colgamos con nuestro nombre y en los comentarios positivos que provocamos), podríamos sentirnos maduros. ¡Bien! Pero conviene que no sea lo único que nos motive porque, vea: Con las reacciones negativas, que igual propiciamos (quizá porque la «regamos», o por la fresca y original manera con que abordamos las cosas, etc.),
puede que nos preocupemos, sintiéndonos inmaduros. Aquí no está el problema, me parece, de esa cultura (costumbre) de juzgarnos según las reacciones; sino en la oportunidad de llenar la vida con preciosas ocupaciones, en lugar de preocupaciones. Vivir ocupados, creo, es una inequívoca señal que recuerda el conveniente sentido de aprovechamiento y aprendizaje con que experimentamos cada momento. Alejados —¡por supuesto!— de esa madurez con que ahogamos la valiosa curiosidad infantil (Einstein dixit) y que, hay que admitirlo, a veces huele podrida.
El Observador
POR SERGIO IBARRA / situacional@infosel.net.mx
La palabra interés es una de las muy empleadas en nuestro lenguaje diario. Le damos distintos significados e intenciones. Pero, sea cual sea su uso o aplicación, la interpretación tiene un común denominador: contiene algo que nos atrapa y que hasta pone en juego nuestra voluntad, estado de ánimo y nuestro activo mas valioso: nuestro tiempo. Hay intereses que resultan bastante evidentes; por ejemplo, acreditar los grados de educación o que nos entreguen el auto arreglado, que nos atiendan en un restaurante, que arreglen las calles por los impuestos que pagamos. Existen otros que no son tan evidentes, como cuando nos lanzamos a la conquista de algo. Bien dice la esposa de un amigo que cuando un hombre regala una caja de chocolates…algo se trae. Y aquí nace la reflexión de este dilema. La caja es una evidencia clara; compromete a quien la regala y a quien la recibe. Es muy probable que en nuestras transacciones manifestemos al prójimo nuestros Hay que encontrar intereses y el prójimo nos los manifiesta, de manera que surge un complemento fun- el balance entre los damental de los intereses: las relaciones. nuestros y los de La naciones, los estados y los municipios manifiestan, a través de sus gober- los demás. nantes, intereses; éstos se reflejan en posturas, como, por ejemplo el 11-S: los diputados de aquella legislatura prohibieron al presidente Fox ir a dar pésame al presidente Bush. Los partidos políticos llevan por los menos dos legislaturas dandole vueltas al tema del petróleo y de la energía, «porque no son los tiempos». En cambio, Gorbachov en su momento declaró: «No hay tiempo que esperar, uno hace al tiempo». Es esencial que en la vida de las organizaciones se clarifiquen sus intereses, pues permiten a los dueños y a la gerencia poder conducir con corrección. Sin embargo, en una realidad compleja como la moderna, con el globalismo en pleno desarrollo y las telecomunicaciones «con el mundo al instante», como decía el noticiero que salía en los cortos del cine cuando era niño, no podemos darnos el lujo de actuar como «solecitos» y olvidarnos de que existen los intereses de los otros. El dilema es lograr el balance, la legitimidad y la medida entre los nuestros y los de los demás.
El Observador
DEBATE
22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
Una propuesta para mejorar la cartilla REDACCIÓN DE EL OBSERVADOR
La maestra en salud pública y pasante del doctorado en bioética María del Rosario Laris hace un análisis de la cartilla de salud y presenta una alternativa de cómo debería conformarse el apartado de salud sexual y reproductiva. Las observaciones de la investigadora se sitúan en cuatro puntos: 1. Respecto al inicio de la vida sexual a edades tempranas, desde el aspecto biológico no habría consecuencias negativas siempre y cuando se mantuviera la misma pareja a lo largo de la vida; cuando la vida sexual comienza desde muy jóvenes hay mayores probabilidades de tener varias parejas sexuales; esto ocasiona que se multiplique el riesgo de contagiarse y contagiar el virus del papiloma humano, una enfermedad asintomática en hombres pero que en mujeres puede acarrear la infertilidad. En diversos países se registra un aumento de los contagiados por En-
fermedades de Trasmisión Sexual (ETS); esto a pesar de agresivas campañas del uso del condón y motivado por un abuso de la genitalidad en donde se tienen múltiples parejas. 2. La cartilla hace énfasis en el uso del condón en cada relación sexual, presuponiendo que su eficacia es del 100%. Esto es absolutamente falso. Diversos estudios realizados dan una efectividad de entre el 70 y 90%. Se ha comprobado que protege de manera limitada contra enfermedades trasmitidas de piel a piel, tales como el herpes, sífilis y virus del papiloma humano (VPH). Con respecto al virus del sida, se ha comprobado que éste puede pasar a través de los poros del latex. En un centro de aborto en Inglaterra se registró que en el 40% de los casos atendidos había mediado el uso del condón. 3. Ofertar la pastilla de anticon-
cepción de emergencia a mujeres jóvenes es una verdadera agresión hormonal. Se producen cambios en la pared endometrial. Con microscopio electrónico se pudo observar un «aspecto empedrado y pseudosecretor». 4. Sólo mencionan los métodos anticonceptivos químicos o de barrera pero no informan sobre la anticoncepción natural, la cual no tiene repercusiones agresivas en el cuerpo. Con base en estas observaciones, la doctora ofrece cuatro propuestas: * Eliminar la anticoncepción de emergencia. * Enfatizar que no hay «sexo seguro», pues siempre hay riesgos; la única forma de evitarlos es la abstinencia sexual. * Brindar a los jóvenes una educación sexual integral y una información completa sobre los métodos anticonceptivos naturales. * Proporcionar una posibilidad de reordenar la información vertida en el polémico apartado de reproducción sexual y el cual dimos a conocer en estas páginas, esperando que contribuya a la discusión sobre el tema.
Cartilla de Salud, atentado contra la dignidad Carta al presidente Felipe Calderón Ante la polémica suscitada por la imposición de la Cartilla Nacional de Salud para los individuos entre los 10 y 19 años, de la cual ya hemos hecho mención en El Observador (No. 747), el Consejo Nacional de Laicos ha mando una carta al presidente de México, Felipe Calderón. En ella se hace un extrañamiento por repartir una cartilla que en su apartado de salud reproductiva fomenta en niños de 10 años la práctica de relaciones sexuales. «Esto va en contra de los derechos de los niños y adolescentes... además del derecho como padres a educar a nuestros hijos en sexualidad». En este tema se mencionan los acuerdos internacionales que ha firmado México y que, por lo tanto, comprometen al
gobierno a seguir esta normatividad. También se recuerda al presidente de México de las secuelas que los anticonceptivos generan en el cuerpo de las mujeres y que el uso del condón «no ha disminuido a nivel estadístico ni la tasa de embarazo, ni de enfermedades de trasmisión sexual», pues incita a los jóvenes a colocarse en situaciones de alto riesgo. Mencionan que, ante un tema tan importante, se transforma una auténtica educación en la sexualidad en una mera instrucción referente a la genitalidad. Denuncian una presión extraoficial para llevar al cumplimiento esta disposición. «A título personal, por vía telefónica y sin sustento legal» intentan la activación
de esta cartilla que «confunde y atenta contra la dignidad humana». Piden una cosa muy concreta: retirar la parte de la Cartilla referente a la llamada «salud reproductiva». Afirman sentirse sorprendidos de una decisión de esta naturaleza, pues no se hicieron consultas previas con las diversas asociaciones de padres de familia. La misiva termina con un reconocimiento de la pluralidad del México del siglo XXI, pero recuerdan al Presidente de México que su deber es «salvaguardar los derechos humanos, especialmente el de los más débiles e indefensos» y, como padre de familia, le piden una «firme defensa y cuidado de los niños de nuestro país».
LOS VALORES DE MÉXICO
UN
DIFÍCIL EQUILIBRIO
POR ANTONIO MAZA PEREDA / amaza@att.net.mx
En estos últimos días nos hemos encontrado con un tema que es aparentemente local, pero que tiene realmente un alcance nacional: la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y su sindicato. Lo que lo hace un tema de interés nacional es el papel del sindicato en este conflicto, porque este sindicato es similar en su composición y actividad a otros muchos sindicatos nacionales. Aquí hay un problema de difícil solución. Los sindicatos se crean para que los trabajadores, asociados para negociar sus condiciones laborales, tengan mayor fuerza negociadora frente a las empresas. Un tema muy importante: si no hubiera sindicatos, las empresas podrían abusar de la debilidad de cada trabajaLos sindicatos se crean dor individual. El hecho de que existan sindicatos hace para que los que las empresas moderen su trabajadores, asociados fuerza frente a la debilidad de cada trabajador. Pero es muy para negociar sus difícil mantener un equilibrio condiciones laborales, sano entre la empresa y el sindicato. Si la empresa es detengan mayor fuerza masiado fuerte y «compra» al frente a las empresas; sindicato, podría ocurrir toda clase de abusos en contra de de otro modo éstas los derechos del trabajador. últimas podrían abusar Si el sindicato es muy fuerte por el número sus agremiados de la debilidad de cada o por su fuerza política, puetrabajador individual. de llevar a la empresa al estancamiento y en algunos caPero si el sindicato es sos, no tan raros, a la quiemuy fuerte puede llevar bra. Luz y Fuerza del Centro es un ejemplo claro. Tiene exa la empresa a la ceso de personal, comparado quiebra con cualquier otra empresa de su ramo, y se ha opuesto sistemáticamente a la modernización de las actividades de la empresa, «para proteger la fuente laboral», decía. El resultado es que esta empresa ha estado quebrada por varias décadas. El gobierno federal la subsidia con una cantidad enorme: uno de cada tres pesos recaudados por el IVA se va a subsidios a la electricidad, según el CIDAC (Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C.). Claramente, el tema es cómo llegar a un equilibrio sano en las relaciones entre sindicatos y empresas. Se necesitan sindicatos. Es un hecho. También se necesitan empresas y empresarios que se preocupen por remunerar a su trabajador de una manera cada vez mejor. Y entre ambos deben de buscar la mayor productividad de la empresa y la continuidad rentable de la propia empresa. No se trata de uno por el otro: se trata de un equilibrio. Algo que hoy, desgraciadamente, no tenemos. La solución no es eliminar empresarios, como dicen los extremistas de la izquierda, ni eliminar a los sindicatos, como dicen los extremistas de la derecha. La solución es el equilibrio de ambos. Pero tal parece que en este momento, al menos en nuestro país, ese equilibrio aún está lejano.
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CULTURA
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LUCES Y AMORES
CON PERMISO
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, GLORIA DE MÉXICO Y LA IGLESIA
NOVIEMBRE PARA DELIBES
(Primera de dos partes)
POR MIGUEL ARANGUREN / www.miguelaranguren.com
POR ALEJANDRO SORIANO VALLÉS / aquella_fenix@yahoo.com.mx
México no siempre fue el país derrotado y sin critas; y de nosotros, sagaces descubridores de sus esperanza que conocemos. Hubo una época —lar- engañifas, grandes y perspicaces intelectuales. Comga, más de dos siglos— en que, a pesar de las difi- probemos que si México es actualmente una nación cultades, la alegría, como el vuelo de sus aves, pi- vencida y sin futuro es porque siempre lo fue. Manrueteaba confiada sobre el cielo azul. Fueron tiem- chemos con el lodo de hoy el pasado, y así estarepos mejores, porque sus hombres lo fueron. mos en paz. Comprobaremos que no es posible meAcostumbrados como estamos al individualis- jorar, y así no habrá motivo de cambio. Sin ejemplo, mo y la búsqueda personal del placer y la fama, no no hay virtud. podemos creer que nuestros antepasados realmente Este 12 de noviembre sor Juana Inés de la Cruz se sacrificaran por el bien común. Los mexicanos cumple 358 años de nacida. Gloria de las letras namodernos, sometidos a un sistema enemigo de los cionales, lo es aún más de la Iglesia universal. Quizá modos cristianos, hemos sido aleccionados para semejante afirmación desconcierte al lector, pues la satisfacernos a publicidad y recosta de los deputación de los más. El adoctrienemigos de namiento que Dios que han recibimos (en escrito contra todas partes, de ella dicen lo conla calle a la teletrario. En efecto, visión, pasando innumerables por la escuela) «biografías» y nos empuja a novelas de copensar que el nocidas celebriculto al yo es dades modernatural, que nas repiten a siempre ocurrió coro una misma así. De hinojos y monótona esante nuestros tridencia, aquémiedos, postralla que, presendos ante nuestando a la montro ego, supoja al modo de nemos imposisus autores, ble la superiorimancilla su vedad de los antinerable nombre guos. Esas vietornándola intrijas historias de gante, vengatimártires, asceva, lujuriosa, tas y pobres voambiciosa y luntarios nos quién sabe ofenden. No las cuántas majadetoleramos, porrías más. Tantas que son un recalumnias atenproche al modo tan no sólo conen que vivimos. tra ella, sino Por tanto, hay contra México que desprestiy, principalmengiarlas. No es te, contra la IgleInnumerables «biografías» y novelas de creíble que alsia de Dios. Es guien antepu- conocidas celebridades modernas repiten a una agresión a siera el amor a todos nosotros, coro una misma y monótona estridencia, Dios y al prójidesde que desmo al propio. aquélla que, presentando a sor Juana Inés de la figura un pasaEsos son cuendo lleno de glotos. Si yo no soy Cruz al modo de sus autores, mancilla su ria, haciéndonos capaz de hacer- venerable nombre tornándola intrigante, creer que la exislo, nadie lo es. tencia es terrible Seguramente, vengativa, lujuriosa, ambiciosa y quién sabe porque siempre tales historias cuántas majaderías más. Tantas calumnias lo fue. Nos enencubren algo fanga con la masórdido, porque atentan no sólo contra ella, sino contra México teria del mundo, —lo veo en mi y, principalmente, contra la Iglesia de Dios. Es ocultándonos comportamienque hubo seres to— sórdido es una agresión a todos nosotros con alas capael hombre. ces de dejarla Modelo de su pensamiento, lo sabemos muy muy atrás. Nos deprime y decepciona. Nos quiere, bien, es la vida de muchos. Quien no vive como como con Sor Juana, a su imagen y semejanza. piensa, piensa como vive. Y con ese pensamiento Por ventura, el pasado fue mucho mejor, lo cual juzga las acciones ajenas. Por ello, hay que inter- significa que el presente puede serlo. Si el Señor lo pretar mundanamente las biografías de tantos pro- dispone, más próximos a su natalicio, daré en la sibos del pasado. México no pudo tener hombres guiente entrega algunas de las razones históricas justos, porque hoy no los tiene. Descubramos, en- por las que es necesario y justísimo reivindicar la tonces, detrás de cada acción santa una razón mez- reputación de la heroica Esposa de Cristo, la madre quina. Hagamos de nuestros nobles abuelos hipó- Juana Inés de la Cruz.
El Observador
Me asomo a noviembre y contemplo el paisaje pardo que revuelve el viento frío del norte por el que vuelan, en sacudidas, puñadas de hojas amarillas que forman una espiral que, después de bañarse en el polvo de los muertos, busca un agujero en el cielo vaporoso para alcanzar otro lugar en el que, en vez de invierno, sea cierta la promesa de una nueva primavera. Noviembre es adecuado para meditar sobre las postrimerías y para sentarse a leer a Miguel Delibes. O para hacer ambas cosas, ya que en la prosa de Delibes hay un regusto amargo que observa la muerte con inquietud y cierto hálito de esperanza, ya que nuestro novelista es cristiano viejo, anclado en los ecos de una gélida y sombría iglesia de anchos muros más que en la alegría posconciliar. Miguel Delibes es, definitivamente, el último grande de las letras, pues aún late su corazón cansado sobre la piel de toro, aunque hace años que no ha vuelto a empuñar la pluma para escribir, siquiera, una palabra que complete una obra definitivamente rematada. Pasó a la historia de la literatura universal con «El camino», la tercera de sus novelas, gracias a la que descubrió un manejo delicadísimo del lenguaje, sintético, en el que cada objeto –especialmente las cosas humildes- tiene un sustantivo que lo define y una serie de adjetivos – muy pocos, escogidos- que lo terminan de adornar. Noviembre es un buen mes para releer a Delibes, amante de la naturaleza agreste cuando la sacuden los cierzos, para atreverse con sus obras completas y apreciar en ellas la envidiable evolución de cincuenta años de literatura, los que transcurren entre «La sombra del ciprés es alargada» y «El hereje». El lector confirma, con asombro, lo mucho que ha ganado el español gracias a la capacidad de observación de don Miguel, al que no le pasaron desapercibidos aquellos personajes -ligados muchas veces a un oficio- que se encontraban en peligro de extinción, hasta el punto de haberse convertido en el más eficaz reivindicador de una Castilla a la que ha visto morir, despoblarse, concentrarse en las grandes urbes al tiempo que se deshacía de sus costumbres inmemoriales, de sus pobrezas y de sus grandezas. Sin ínfulas de defensor de las causas prohibidas, ha eternizado a los humildes -con especial brillantez, a cada uno de sus personajes infantiles-, a los débiles, a los artesanos, a los oficiantes de labores que se remontan a la noche de los tiempos y que hablan de hambre, de ingenio, de maestría para que cada noche se guise en la cazuela, aunque sea, un liviano zorzal.
LA SABIDURÍA DE LOS PADRES DE LA IGLESIA
El Reino de Cristo POR ORÍGENES, PRESBÍTERO / De su opúsculo sobre la oración, cap. 25
Si, como dice nuestro Señor y Salvador, «el reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí, sino que el reino de Dios está dentro de nosotros, pues la palabra está cerca» de nosotros, «en los labios y en el corazón», sin duda, cuando pedimos que venga el Reino de Dios, lo que pedimos es que este Reino de Dios, que está dentro de nosotros, salga afuera, produzca fruto y se vaya perfeccionando. Efectivamente, Dios reina ya en cada uno de los santos, ya que éstos se someten a su ley espiritual, y así Dios habita en ellos como en una ciudad bien gobernada. En el alma perfecta está presente el Padre, y Cristo reina en ella, junto con el Padre, de acuerdo con aquellas palabras del Evangelio: «Vendremos a él y haremos morada en él». Este reino de Dios que está dentro de nosotros llegará, con nuestra cooperación, a su plena perfección cuando Cristo, una vez sometidos a Él todos sus enemigos, entregue «a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos». Por esto, rogando incesantemente con aquella actitud interior que se hace divina por la acción del Verbo, digamos a nuestro Padre: «Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino». Si queremos que Dios reine en nosotros, procuremos que de ningún modo «el pecado siga dominando nuestro cuerpo mortal», antes bien, mortifiquemos «todo lo terreno que hay en nosotros» y fructifiquemos por el Espíritu; de este modo, Dios se paseará por nuestro interior como por un paraíso espiritual y reinará en nosotros. Todo esto puede realizarse en cada uno de nosotros, y «el último enemigo, la muerte», puede ser reducido a la nada, de modo que Cristo diga también en nosotros: «¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?».
El Observador
PALABRAS
22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
ENSAYOS CRISTIANOS
RESPETO AL DESTINO POR EL PADRE JUAN JESÚS PRIEGO / San Luis Potosí
Siempre que me toca asistir a una pareja de jóvenes que se casan, a la hora del sermón les hago evocar el día en que se conocieron. ¿Qué día fue ese, de qué mes y año? Es claro que las más de las veces estos despistados no recuerdan la fecha exacta, pero es raro que se olviden de todo lo demás. ¿Fue en una fiesta o en una reunión de trabajo? Y si fue en una fiesta, ¿cómo llegaron a ella, por invitación de quién? ¿O fue más bien en la escuela, a la hora del recreo, o incluso en el salón de clases? Cuando los que están a unos minutos de contraer matrimonio piensan en estas cosas, casi siempre se enternecen a tal punto que los ojos comienzan a brillarles. «¡Ah —parecen exclamar cada uno por su lado o viéndose el uno al otro—, qué suerte haber conocido a esta persona con la que pronto me uniré para siempre!». Después les hago ver que, de haberse buscado, jamás se habrían encontrado. Abandonados a sus propios recursos no hubieran hecho otra cosa que jugar a las escondidas: uno habría caminado por una calle, y el otro por otra, como dos líneas perfectamente paralelas que nunca llegan a tocarse. Pero por fortuna existe la Providencia y ha sido ella la que provocó lo que ninguno de los dos, por sí mismo, hubiera podido producir. Fue Dios, el Señor de la vida, el que los hizo coincidir, luego conocerse y finalmente amarse. Ahora bien, ¿qué se deduce de todo ello? Que si ha sido Él quien provocó el encuentro y el amor, Él bendecirá con mucho gusto su unión. Por último, suelo pedirles que den gracias a este Dios maravilloso que con tanta puntería los llevó el uno hacia el otro, y que hagan todo lo posible para que lo que Él ha querido no lo dejen de querer ellos cuando la rutina los canse y el cansancio los venza. Lo que me propongo al decirles estas cosas es hacerles ver que su amor es un misterio que tiene su origen en el querer divino y que como tal deberá ser siempre tratado, es decir, con respeto y reverencia. Si en el nacimiento de todo amor ha intervenido Dios, si ha sido gracias a Él que estos dos seres han llegado a amarse, entonces hay que quitarse las sandalias y caminar despacio porque la tierra que pisan es sagrada. En más de una ocasión, cuando he tenido que hablar con esposos a punto del divorcio, me he dado cuenta de
que cuando éstos evocan los tiempos y las circunstancias en las que se conocieron, así como los lugares que frecuentaron, los conflictos se suavizan y la tensión aminora. Hay quienes —me consta— han superado sus conflictos yéndose a hospedar al mismo hotel y en la misma habitación en la que se hospedaron veinte años atrás, durante su luna de miel, o volviendo a bailar las canciones que les gustaban cuando eran jóvenes y andaban de novios. ¡Qué misterioso es el poder del recuerdo! Una pareja amiga mía, cuando las cosas andan mal y se descubren concibiendo ideas separatistas, corren inmediatamente al parque en el que se cono-
«De haberte conocido diez años antes... Pero yo ya estoy casado, y llegaste tarde a mi vida. Y si llegaste tarde es porque no estabas destinada a mí. ¡De haber querido Dios que hubiera algo entre tú y yo, Él habría provocado el encuentro en el momento en que amarnos no hubiera sido pecar!» cieron y en el que, a hurtadillas, se dieron su primer beso. ¡Santo remedio! Todo esto viene a cuento porque hace poco, leyendo un libro de Thomas Moore, quedé gratamente sorprendido al leer en una de sus páginas la siguiente expresión que de moderna no tiene nada: respeto al destino. ¡Cómo! ¿Por fin alguien se atrevía a hablar de este modo? ¿Cómo era posible semejante expresión en una época que sólo cree en la soberanía de la libertad? Este autor, psicólogo de profesión, aunque muy poco ortodoxo, dice que, cuando en un matrimonio las dificultades se multiplican, los cónyuges deberían aprender el arte del respeto al destino. «Debemos respetar – dice- el espíritu inexorable que nos reunió en un principio.
Desde el punto de vista del alma, nada ocurre por casualidad. El sino que rodea los comienzos de una relación profunda sugiere una intencionalidad incomprensible para las personas implicadas». Este respeto al destino —continúa Moore— puede y debe convertirse en un elemento fundamental de la espiritualidad de la pareja. Y sólo entonces, «a partir de ahí la relación se puede cimentar sobre una base que no es del todo humana, sobre un fundamento de roca más firme que nada de lo que pueda crear el ingenio humano». Cuando caemos en la cuenta de que no fue el azar el que nos hizo encontrarnos con este ser particular, sino la Providencia —sigue diciendo Moore— sólo entonces podemos crear una intimidad más honda y crear lazos prácticamente indestructibles. El día de su ordenación, casi todo sacerdote piensa —y lo digo con conocimiento de causa— en cómo Dios lo fue llevando hasta ese día sin que él supiera cómo. Toda su historia personal es leída entonces por él en clave de llamada, de vocación, de misión. «¡Cómo fue necesario —dice para sus adentros mientras se postra en el suelo a la hora de la letanía— que sucediera esto y lo otro para que hoy yo estuviera aquí!». De este modo el sacerdote, que se sabe llamado por Dios, ya no tan fácilmente, después, renunciará a ser lo que es. Pues bien, eso es lo que deberían pensar también los esposos, pues su vocación es tan sagrada como lo es la sacerdotal. Desde la perspectiva del respeto al destino todo se vuelve más luminoso. «Dios lo quiso así»: he aquí un pensamiento capaz de hacernos vencer cualquier tentación por grande que sea. Un conocido mío —esposo intachable— era literalmente perseguido por una mujer hasta que éste le dijo con comprensión y amabilidad: — Mira, de haberte conocido diez años antes, tal vez habría habido algo grande y bello entre nosotros. Pero yo ya estoy casado, y esto quiere decir que llegaste tarde a mi vida. Y si llegaste tarde es porque no estabas destinada a mí. ¡De haber querido Dios que hubiera algo entre tú y yo, Él habría provocado el encuentro en el momento en que amarnos no hubiera sido pecar! ¡Ah, si todos los esposos pudieran hablar de la misma manera! Bien, esto es lo que quiere decir, ya en la práctica, ese respeto al destino sin el cual todo se vuelve nebuloso, caótico y problemático.
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MEDIOS DE COMUNICACIÓN
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La música cristiana católica es para evangelizar, para hablar de la Verdad POR SERGIO ESTRADA / Corresponsal en la ciudad de México
En entrevista para El Observador, el cantante chileno Francisco Avello explicó que la música católica cristiana contemporánea tiene un mensaje de gran impacto en la sociedad: «Ya que es un arte y ayuda mucho al corazón porque es una respuesta al llamado de Dios, y tiene una diferencia respecto de la música común porque cambia la vida teniendo un mensaje real». «La música cristiana católica habla de la Verdad, de una experiencia de vida, y esto genera un impacto en el corazón, porque son experiencias hechas canciones: Mi vida no tenía sentido y, después de esta experiencia, me siento mejor. Mi música tiene un mensaje directo de distintas experiencias dirigidas a la adoración, a la alabanza a Dios y dirigidas a la salvación del hombre y a la vez sentirse salvado dando a conocer que Dios es un Dios de amor y misericordia que viene a nuestra vida», sostuvo el cantante chileno.
Francisco Avello aseguró que la música católica sí ha cambiado corazones, porque nadie ha quedado indiferente al impacto que genera Dios en la música que nos ha regalado en el corazón y aclaró que no es la música en sí la que cambia corazones sino que es Dios valiéndose del arte como canal de comunicación; sin embargo, aclaró que hoy en día desafortunamente los medios de comunicación nos alejan de la evangelización viendo solamente lo negativo de la vida. En su mensaje, el cantautor pidió reconocer a los cantantes católicos, porque hay muy buenos y desafortunadamente no hay patrocinadores para dar a conocer su mensaje. En América —reconoció— se esta dando un fenómeno de ganancia y poco a poco este género se está abriendo paso con la aparición de más cantantes católicos esperando la respuesta de la gente en sus corazones.
La santidad llevada al cine POR MARÍA VELÁZQUEZ DORANTES / mvdorantes@yahoo.com.mx
La vida de personajes que han llegado a la santidad ha sido manejada de una manera espectacular en el cine. Existe todo un listado enorme de estas películas; sin embargo, no todas están al alcance porque su distribución, lamentablemente, ha mermado desde el año en que aparecieron. No obstante, podemos acceder a la producción cinematográfica reciente; en ella encontramos la historia de san Maximiliano, el santo de Auschwitz; la de sor Teresa de los Andes; de Santa Rita de Casia; de Clara y Francisco; de san Pedro; en fin, la santidad está reflejada hoy por hoy en el cine. Our God’s Brother (1997)
La película cuenta la historia de san Albert Chmielowski, también conocido como Adam Hilary Bernard Chmielowski, quien nació el 20 de agosto de 1845 en Polonia y falleció el 25 de diciembre de 1916 en Austria Hungría, por causas naturales. Pintor que dedicó su vida a Dios abandonando la pintura y uniéndose a los jesuitas. En 1887 fundo un movimiento jesuita que se pasaría a llamar de los «albertinos». Fue beatificado el 22 de junio de 1983 en Kraków y canonizado el 12 de noviembre de 1989 por el Papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro, del Vaticano. María Goretti (2003)
Santa María Goretti nació en 1890 en Italia. Su padre, campesino, enfermó de malaria y murió. El caso de María Goretti se conoció por todo el mundo. En 1947 el Papa Pío XII la beatificó y en 1950 la canonizó. En la ceremonia estuvieron presentes su madre, de 82 años, dos hermanas y un hermano. Y, aunque parezca increíble, también asistió Alejandro, el arrepentido asesino de la santa. Santa María Goretti fue santa no por el hecho de tener una muerte injusta y violenta, sino porque murió por defender una virtud inculcada por la fe cristiana. A esta santa se la llama la «mártir de la pureza». Sus imá-
genes la representan como una campesina con un lirio en la mano, que es el símbolo de la virginidad, y con la corona del martirio. Teresa de Calcuta (2003)
La India, a finales de los 40. El dominio británico llega a su fin, pero la nueva nación india está agitada. Confrontaciones y matanzas estallan con mayor intensidad en la ciudad de Calcuta, destruida por problemas sociales que abruman a las autoridades. En Calcuta crece la desesperación de los débiles, los enfermos y los desheredados. En medio de todo este sufrimiento hay una monja que sigue su vocación de ayudar a los pobres, curar a los leprosos que mueren en las calles, y a los huérfanos y niños abandonados: Teresa de Calcuta. Esta vocación le acarrea muchos problemas, y Teresa de Calcuta debe desafiar a diversas autoridades, incluyendo a su propia Iglesia. Alberto: ¿Quién sabe cuánto cuesta hacer un ojal? (2005)
Cuenta la historia de san Alberto Hurtado, el segundo santo de Chile. Muestra episodios de la vida del santo desde su juventud hasta la entrada al seminario. En esta cinta se puede conocer un aspecto desconocido de su vida, es decir, cómo encontró su vocación de servicio y de ayuda al más necesitado. Todo transcurre a principios de 1900. Primero se le ve en el campo junto a su familia, luego en la Universidad estudiando derecho y siempre con la sensación de búsqueda, de encontrar un real sentido a su vida. Fray Martín de Porres (2006)
Es un ejemplo de mestizaje entre la España conquistadora, el mundo africano sometido y un nuevo continente, esperanza de nuevo mundo y de nuevo proyecto de ser humano. San Martín tiene muchas características que lo hacen universal y actual. Rompió esquemas durante su vida.
El Observador
El Observador
ALACENA
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JUAN PABLO II A VEINTE AÑOS DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN
VULNERABLES, PERO EN LAS MANOS DE DIOS
POR JORGE E. TRASLOSHEROS / jtraslos@hotmail.com
POR FERNANDO PASCUAL
Los festejos por los veinte años de la caída del ta para sufrir abierto a la esperanza. En su íntima relacomunismo soviético tuvieron un momento cumbre. ción con Dios debemos buscar su valentía para deUn dominó gigante se derrumbó porque Walesa, el nunciar la injusticia y anunciar el mensaje del pobre viejo líder obrero de Polonia, empujó la primera pieza. de Nazaret en los rincones más apartados del planeta. Ese día se extrañó alguna mención al gran protago- Su pasión por Jesús le llevó a poner en el centro de su nista de aquella historia, Juan Pablo II. No podemos programa la promoción de la libertad religiosa y de los olvidar que en enero de 1981 recibió en el Vaticano a derechos humanos. Por eso desconcierta a los conWalesa, que en mayo del misservadores su defensa de los mo año los soviéticos intentapaíses del tercer mundo, su oporon asesinarlo y que ocho años sición a la violencia, a las dictadespués el imperio se colapsó. duras militares en América LatiTodo estuvo vinculado. Es un na, a la guerra, a la pena de buen momento para recordar al muerte; como confunde a los liviejo profeta. berales su oposición al aborto, POR JOSÉ MANUEL OTAOLAURRUCHI Juan Pablo II es difícil de la clonación, la experimentación Acabamos de celebrar el vigésimo comprender para quienes se con embriones, la eutanasia, las aniversario de la caída del «muro de la empeñan en hacer una lectura llamadas dictaduras de izquiervergüenza», en Berlín. Los medios política de sus actos. Resulta da. Y a todos perturba su conaprovecharon para denunciar otros muy avezado para los tradiciodena a la enajenación y el narcimuros que actualmente siguen sepanalistas y tradicional para aquesismo que hoy marcan la culturando pueblos y sembrando divisiones, llos que desean cambios especra occidental. No podemos olcomo el muro que separa a México de taculares en la posición de la vidar que el primer acto de Juan los Estados Unidos o el muro israelí Iglesia ante el mundo: digamos, Pablo II como Papa fue llamar a que aísla a los palestinos. ser consecuente con las modas no tener miedo de creer en JeLos muros tienen dos frentes y ejerdel momento. Por mi parte essucristo y, en coherencia con la cen el mismo efecto hacia ambos latoy cierto que la lectura de Juan fe, anunciar el Evangelio, dedos. El de Berlín dividió a toda Europa, no sólo a Alemania. Un muro represenPablo II debe hacerse desde lo nunciar la injusticia, decir la verta el fracaso de quien no supo convivir que en realidad fue: un líder redad, defender la dignidad de la con su vecino, no supo respetar y muligioso. Sus acciones tuvieron vida. No tener miedo a vivir en cho menos establecer políticas sociaprofundas consecuencias políoración, de sufrir, de enfrentar a les. ticas, como la caída del comulos poderes cuando sea neceEl de Berlín era de piedra, pero exisnismo soviético, pero difícilsario, de defender a los pobres, ten otras barreras capaces de segremente estuvieron inspiradas en a los desamparados, de ser la gar, de excluir y rechazar, como son las el frío cálculo de la técnica del voz de los sin voz. barreras del silencio. La indiferencia poder. Desde la perspectiva reAlguna vez alguien le preprovoca tanto dolor como si existiera ligiosa sus actos nos hablan de guntó sobre el colapso del corealmente una barda de piedra. Salvanuna persona de profunda cohemunismo. Entonces afirmó que do las proporciones, cuántas lágrimas rencia. éste no cayó por alguna conjucausa a los hijos el olvido de los paJuan Pablo II fue un místico ra internacional, sino por su indres o viceversa. ¡Cuántos corazones y un profeta cuya tremenda fuercapacidad para comprender la cruelmente amurallados por el odio inza provenía de la oración. Una grandeza del ser humano. Recapaces de perdonar! No podemos fuerza que se hizo evidente ante sulta que un día alguien decipermitir que se sigan levantando muun cúmulo de enfermedades dió ser consecuente con su fe y ros entre los pueblos o alimentando que le consumieron poco a no tener miedo. Entonces emodios entre las naciones. La peor pripoco sin merma de su entusiaspujó una pieza de dominó. Ese sión, decía el Papa Juan Pablo II, es un mo. Mucha fortaleza se necesifue Juan Pablo II. corazón incapaz de amar.
Somos vulnerables de muchas maneras, ante situaciones diversas, en un mundo complejo y desde nuestro corazón frágil. Somos vulnerables en lo físico. La salud pende de un hilo. Basta muy poco para que inicie una gripe o se produzca un infarto. Los accidentes ocurren en casa, en la escalera, en la calle, en el trabajo. Mil peligros acechan cada día nuestro cuerpo débil y enfermizo. Somos vulnerables en las relaciones sociales. Una palabra mal dicha, un comentario descuidado, un error, un malentendido, un engaño, son suficientes para enrarecer el ambiente en la familia, para dar por terminada una amistad, para crear un clima extraño de silencios en el trabajo, para sentirnos acusados o para caer en la actitud del acusador que busca el momento para la venganza. Somos vulnerables en nuestro corazón, allí donde estamos a solas ante la propia conciencia. Porque hiere descubrir nuestros defectos, porque nos apena reconocer que también otros ya conocen nuestra debilidad, porque nos avergüenza recaer en un pecado constante, amargo, engañoso. Somos vulnerables incluso cuando nos sentimos fuertes, cuando el triunfo parece brillar a nuestro lado. Porque el sentimiento de autosatisfacción y de victoria es engañoso y mudable como el viento. Porque duele mucho más una caída cuando ésta se produce desde lo alto. Hay dos grandes errores en la vida. El primero, vivir engañados en un embriagador sentimiento de invulnerabilidad. El segundo, vivir abatidos y apocados al sentirnos vulnerables, al percibir heridas abiertas en el cuerpo y en el alma. Vale la pena abrir la Biblia para acoger las palabras del Salmista: «He visto al impío muy arrogante empinarse como un cedro del Líbano; pasé de nuevo y ya no estaba, le busqué y no se le encontró» (Sal 37,35-36). La salud, las riquezas, los talentos intelectuales y de carácter son frágiles: no pueden asegurarnos ni un solo día de vida. Invertir las propias energías en lo pasajero es querer construir sobre arena, cuando quizá no llegaremos a ver la próxima salida del sol. «¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?» (Lc 12,20-21). En cambio, empezamos a ser realmente fuertes, llegamos a la paz profunda del alma, si dejamos las seguridades terrenas, si rompemos con los apegos y nos ponemos en las manos de Dios. «A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en lo inseguro de las riquezas sino en Dios, que nos provee espléndidamente de todo para que lo disfrutemos» (1Tm 6,17). En Dios encontramos fuerzas para el camino, paz para el alma, humildad ante las heridas, perdón para limpiar las faltas, misericordia que produce confianza y construye puentes de amor entre los hombres. Tenemos un alcázar en el que Dios tiene ya preparados lugares para la llegada de los hijos (cfr. Sal 71). Con Él podemos vivir, en medio de lo vulnerable, muy seguros, porque estamos bajo su protección.
MUROS DE LA VERGÜENZA
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CONTEXTO ECLESIAL
Caritas mexicana, preocupada y ocupada por los desastres naturales POR SERGIO ESTRADA / Corresponsal de El Observador en la ciudad de México
22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
El Observador
SOLEMNIDAD DE CRISTO REY DEL UNIVERSO
«¿Eres Tú el rey de los judíos?» (Jn 18, 33-37) POR EL PADRE UMBERTO MARSICH, M.X. / umbertomarsich@hotmail.com
Con la participación de once provincias eclesiásticas del país, se llevo a cabo la Segunda Reunión Nacional de los Referentes en Medio Ambiente y Gestión de Riesgos y Emergencias, en las oficinas generales de la Conferencia del Episcopado Mexicano, atendiendo a cuatro objetivos principales sobre emergencias de desastres naturales y prevención de emergencias sociales. Durante tres días de trabajo, el equipo de Caritas México de la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano evaluó, analizó y concluyó las formas de trabajo y organización de la sociedad civil en caso de desastres naturales, como lluvias, huracanes, temblores, ráfagas violentas, etc., que puedan causar desastres en poblaciones. Objetivos
El padre Óscar Arias, coordinador ejecutivo de Caritas México, explicó en entrevista para El Observador que los trabajos de la reunión tuvieron varios objetivos: el primero, la reflexión en torno a las emergencias sobre el contenido social, así como el grado de vulnerabilidad de la población ante los fenómenos naturales que puedan ocurrir. Otro objetivo, mencionó el coordinador de Caritas, fue la revisión de las acciones a partir de las experiencias que se han tenido en estados como Chiapas, Tabasco y Oaxaca en desastres naturales, y atender la forma de actuar en Caritas, así como las prevenciones de estas emergencias. De igual manera el padre Óscar aclaró que Caritas tiene un modelo pastoral con estas etapas: «La
atención a emergencias, la recolección de despensas y llevarlas a las parroquias necesitadas. Incluso hay parroquias que se convierten en albergues, además de que sus voluntariados sirven a los damnificados. Y una vez que haya pasado la emergencia se debe hacer un análisis de la situación para que la gente vuelva a sus lugares y con esto se hace presente la rehabilitación con aseo, con despensas y con higiene para volver a la vida cotidiana». Reconstrucción y prevención
En el tercer piso del edificio de la SEGECEM, el sacerdote manifestó que otra etapa de reconstrucción es la recuperación de la economía del lugar y que las personas regresen a sus hogares, a trabajar y los niños regresen a sus escuelas. El integrante de Caritas indicó que se deben hacer trabajos de prevención no sólo en caso de desastres naturales, sino también para enfrentar situaciones sociales como el sida, el desempleo, la drogadicción, el alcoholismo y otras adicciones que hagan estragos en la sociedad. Una recomendación para la participación de la sociedad civil en estos casos, subrayó el padre Arias, es que la gente se vincule a las comunidades y parroquias, así como a programas gubernamentales y participe en actos de prevención. Para mayores informes sobre estos temas, favor de consultar la página de internet www.cepscaritasmexico.org o llamar al número telefónico 55636543 de la ciudad de México.
El evangelio de hoy, solemnidad de Cristo, Rey del universo, comienza con un interrogatorio de Pilato a Jesús, encaminado a sacar a luz su realeza original e inédita. Pilato entra de nuevo en el pretorio y ordena le presenten el presunto reo para interrogarlo. A su pregunta explícita: «¿Eres Tú el rey de los judíos?», Jesús responde con otra: «¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?». Jesús quiere saber si la pregunta que le ha hecho se basa en lo que él personalmente sabe, acerca de su actividad, o en lo que otros le han atribuido: el delito de pretender ser rey de los judíos. Atrás de Pilato, por cierto, había grupos de poder que odiaban al Señor y que, desde hacía tiempo, buscaban la forma de culpabilizarlo, considerándolo persona políticamente peligrosa. Jesús lo sabía perfectamente bien y, con su contra-pregunta, intenta desenmascararlos. Hoy también, sin lugar a duda, no son pocos los enemigos de Dios y de la religión que intentan renovar, cobardemente y en la oscuridad, el mismo magnicidio. Para comprender el diálogo entre Jesús y Pilato hay que señalar la diversidad de la «frecuencia», o sea, la imposibilidad de entendimiento, puesto que estaban hablando de dos realidades bien diversas. Pilato hablaba de reino en sentido humano y material, mientras Jesús se refería a otro reino más bien de naturaleza espiritual. En efecto, Jesús le aclara a Pilato: «Mi reino no es de este mundo». Prueba de ello es el hecho de que, si su reino fuera de este mundo, dispondría de servidores que lucharían en su favor para evitar que cayera en manos de sus enemigos: «Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos
de los judíos». Y termina replicando: «Pero mi Reino no es de aquí». No olvidemos que la expresión «rey de los judíos» era un modo de expresar, en términos políticos, la idea mesiánica religiosa de «rey de Israel». Repercusiones sociales del Reino de Jesús
La naturaleza decididamente espiritual y moral del Reino del que habla Jesús no significa, desde luego, que no pueda tener ciertas repercusiones sobre lo temporal y algunas incidencias sobre la
historia humana. En efecto, el Reino que Jesús ha anunciado a sus discípulos es un espacio humano e histórico que, por la centralidad de Cristo, se va trasformando en tierra de justicia, fraternidad, solidaridad, paz y amor, y en «realidad social» donde prevalecen los grandes valores sociales, morales y religiosos que la convierten en algo totalmente inédito y diverso de las demás realidades. Se trata de un espacio que inicia en el hoy y aquí de la historia humana y que terminará, en plenitud, solamente al final de los tiempos. De este tipo de Reino universal Jesús es el Rey. Entre su Reino y los demás reinos humanos, que se regían por el ejercicio del poder mediante la fuerza física y la violencia represora, desde luego hay mucha distancia. No es casualidad que Jesús declare la incompatibilidad de su Reino con los demás de la Tierra.
Frente a las respuestas directas y precisas de Jesús, seguramente Pilato se había dado cuenta de la diferencia existente entre el Mesías Jesús y los demás; se había convencido de que los otros mesías, guerrilleros hebreos que él mismo había combatido y derrotado, eran homogéneos al sistema político romano, y que Jesús, por el contrario, no era igual a nadie de ellos. De la misma manera, diferente es también la realeza de Jesús, que no descansa en el poder humano, en el dominio o la violencia, sino en el poder de la justicia y del amor. La realeza de Jesús no tuvo nada que ver con el rey-mesías esperado por Israel, y que habría de humillar a los paganos romanos instaurando, con un golpe militar, el nuevo reino de Israel. La realeza de Jesús responde, más bien, al proyecto de Dios sobre el hombre y la sociedad. Jesús, en efecto, es rey porque alimenta a los hambrientos, tutela a los pobres, sana a los enfermos, devuelve la vista a los ciegos, perdona a los pecadores y libera a los hombres de toda posesión del mal moral. Además, implanta la justicia y promueve la paz verdadera entre todos los hombres de la Tierra. Y su Reino es Reino de la Verdad. Por esta razón, Jesús revela haber venido para ser testigo de la verdad: «Yo nací —declara Jesús a Pilato— y vine al mundo para ser testigo de la verdad». Anuncia, en cuanto enviado de Dios, la verdad de la revelación y llama al mundo a tomar posición en pro o en contra de ella. Y todos aquellos que se dejan guiar por la revelación divina prestan oído a Él y a su mensaje y lo reconocen como enviado de Dios, poniendo en práctica sus palabras de vida y salvación; en fin, son los verdaderos miembros y ciudadanos de su Reino.
Encuentro entre el Papa y el jefe anglicano El papa Benedicto XVI se habrá reunido con el jefe de la iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, en el Vaticano, el día de ayer, por primera vez desde la apertura de la Iglesia católica a los tradicionalistas anglicanos. «La visita a Roma de Rowan Williams ya estaba prevista (...) y es natural que se reúna con el San-
to Padre» en esa ocasión, dijo a la AFP el padre Federico Lombardi, portavoz del Papa, confirmando lo publicado anteriormente por el semanario católico The Tablet. Ese encuentro sería el primero entre los dos dirigentes religiosos tras el anuncio por parte de la iglesia católica, el 20 de octubre pasado, de su apertura hacia los tradicionalistas anglicanos decepciona-
dos por la visión extremadamente progresista de su iglesia. Rowan Williams participaría, además, en la celebración organizada por la universidad gregoriana del centésimo aniversario del nacimiento del cardenal Johannes Willebrands, pionero del ecumenismo católico, quien falleció en el año 2006. Fuente: AFP
El Observador
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22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
INSERCIÓN PAGADA
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JÓVENES
22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
Humor Humor Humor Humor Problema de comunicación Orden inicial del coronel al comandante: «Mañana a las nueve y media habrá un eclipse de Sol, hecho que no ocurre todos los días. Que formen a los soldados en el patio en traje de campaña para presenciar el fenómeno. Yo les daré las explicaciones necesarias. En caso de que llueva, que se formen en el gimnasio». El comandante al capitán: «Por orden del señor coronel, mañana a las nueve y media habrá un eclipse de Sol. Según el señor coronel, si llueve no se verá nada al aire libre; entonces, en traje de campaña, el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días. Él dará las órdenes oportunas». El capitán al teniente: «Por orden del señor coronel, mañana a las nueve y media, en traje de campaña, inauguración del eclipse de Sol en el gimnasio. El señor coronel dará las órdenes oportunas de si debe llover, hecho que no ocurre todos los días. Si hace buen tiempo y no llueve, el eclipse tendrá lugar en el patio». El teniente al sargento: «Mañana a las nueve y media, por orden del señor coronel, lloverá en el patio del cuartel. El señor coronel, en traje de campaña, dará las órdenes en el gimnasio para que el eclipse se celebre en el patio». El sargento al cabo: «Mañana a las nueve y media tendrá lugar el eclipse del señor coronel en traje de campaña por efecto del Sol. Si llueve en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días, se saldrá al patio». El cabo a los soldados: «Mañana, a eso de las nueve y media, parece ser que el Sol en traje de campaña eclipsará al señor coronel en el gimnasio, lástima que esto no ocurra todos los días».
Para mentes V O I DA
M
S
Los cuatro de la familia Éstos son los nombres de cuatro personas de una misma familia. Es muy fácil separar unos nombres de otros mediante tres líneas rectas.
GE RMAN MANUE L MAR I S A I S AB E L Pero, ¿sabrías separarlos con sólo dos líneas rectas? Respuesta en el próximo número.
El Observador
¿Conoces la historia de la Cruz de los Jóvenes? Todos los participantes en las Jornadas Mundiales de la Juventud han visto la Cruz de los Jóvenes, pero pocos conocen las peripecias de sus orígenes. A comienzos del Año Santo extraordinario de 1983/84, el Papa se dio cuenta de que en la basílica de San Pedro faltaba una cruz alta que atrajera la mirada de quien allí rezaba. Hizo, por tanto, colocar en la Confesión un cruz de madera de dos metros de largo. Cuando atravesó por última vez la Puerta Santa, entregó esta cruz a los jóvenes del Centro San Lorenzo y, como si hablara en privado, dijo a los cinco que la recibían: «Al acabar el Año Santo, os confío el signo de este año jubilar: la Cruz de Cristo. Llevadla al mundo como signo del amor de Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo, el Señor muerto y resucitado, hay salvación y redención». Los jóvenes del Centro San Lorenzo tenían la intención de hacerlo; pero, ¿a quién interesaba una simple cruz de madera, aunque hubiera sido alzada en San Pedro en el Vaticano? Hubo que adjudicar
un lugar específico a la Cruz con un acto de culto: una pequeña comitiva salió rezando y cantando por las calles de Roma, dirigiéndose hacia los centros de los diversos movimientos espirituales: Comunión y Liberación, los carismáticos, Camino Neocatecumenal...
Al final de las procesiones se celebraban catequesis, la liturgia y una adoración solemne de la Cruz. En julio de 1984 se hizo un estuche de metal para poder transportar la cruz para llevarla a Alemania. El obispo auxiliar de Baviera, de apellido Tewes, no entendía bien: ¡Traer desde Roma una cruz
de madera! ¿Acaso en Munich escaseaban cruces suficientemente bellas? Pero el Papa había exhortado a los jóvenes a llevarla por el mundo como signo de la salvación que viene de Cristo. Monseñor Tewes sigió dando largas. Entonces los jóvenes se pusieron a recorrer las calles de la capital bávara, armados con un megáfono, rezando y cantando; entonces aquella cruz fue aceptada.. En el encuentro siguiente con el Papa, el cardenal Paul Josef Cordes pude referirle: «Los jóvenes del Centro San Lorenzo han cumplido el encargo recibido de llevar la Cruz del Año Santo por el mundo». Por toda respuesta el Papa dijo: «Entonces llevadla a Praga». No era para nada fácil hacerlo por razones políticas, pero se hizo, y desde entonces en cada importante encuentro eclesiástico juvenil de alcances internacionales la Cruz de los Jóvenes está presente. Junto a ella han rezado jóvenes de todos los continentes, y ¡verdaderamente la Cruz ha sido un signo eficaz de salvación! Con información de Zenit
CURSO DE ECONOMÍA BÁSICA PARA JÓVENES
Última lección: cuando tú apenas vas, tus padres ya vienen No se vale que te pases de listo cuando quieres más dinero. Tus padres se esfuerzan mucho para darte casa, vestido, sustento y educación. Si no te dan todo lo que quieres es porque no tienen suficiente dinero para hacerlo, y, si lo tuvieran, no es nada saludable tener absolutamente todo lo que se desea, pues la vida se volvería terriblemente aburrida, sin nada a qué aspirar.. Cuida el dinero; trata de estirarlo lo más que puedas, empleándolo responsablemente. No te pongas a idear trucos tontos tratando de sacarle más «lana» a tus padres, . Ellos tienen las de ganar —por algo Dios les dio autoridad—, y cuando tú apenas vas, ellos ya vienen de regreso. ¿Qué no? Aquí te damos un par de ejemplos:
El telegrama de los días de la semana Querido papá: Te escribo este telegrama el lunes para que, recibiéndolo el martes, lo leas el miércoles y te enteres de que el jueves ya estaré sin dinero, de manera que me mandes un poco para que me llegue el viernes. Si no, tomaré la bicicleta el sábado
y viajaré desde la universidad hasta la casa para llegar contigo el domingo. Tu hijo que te ama. Y esto respondió el papá: Queridísimo hijo mío: A tu amable telegrama del lunes, recibido el martes, te escribo el miércoles para que te enteres el jueves de que no recibirás más dinero el viernes. Y si tomas la bicicleta el sábado, te llevaras una paliza el domingo. Tu padre que te ama.
Un correo electrónico «subliminal» Querido$ papá y mamá: La univer$idad e$ realmente fantá$tica. E$toy haciendo mucho$ amigo$ y e$tudiando muy duro. Con toda$ la$ co$a$ que traje, $implemente no puedo pen$ar en nada que me haga falta, a$í que, $i quieren, $implemente envíenme una po$tal electrónica con un men$aje, ya que me encantaría tener noticia$ $obre u$tede$. Lo$ quiere $iempre $u hijo. La respuesta vía internet de mamá y papá junto con una linda postal electrónica: Querido hijo: Sabemos que la astroNOmía, la ecoNOmía y la oceaNOgrafía son coNOcimientos que debes adquirir, y son suficientes para mantener a un hoNOrable estudiante ocupado. NO olvides que la búsqueda del coNOcimiento es una NOble causa, y todo lo que estudies nunca es demasiado. Tus padres.
El Observador
FAMILIA
22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
La familia comprometida con la Iglesia, la naturaleza y la sociedad a la luz de Aparecida XIV encuentro iberoamericano del Movimiento Familiar Cristiano REDACCIÓN DE EL OBSERVADOR
Una vez más la ciudad de Santiago de Querétaro fue testigo de un evento internacional. El Movimiento Familiar Cristiano (MFC) realizó su XIV encuentro iberoamericano, el cual se tituló «La familia comprometida con la Iglesia, la naturaleza y la sociedad a la luz de Aparecida». Fueron semanas de preparativos, coordinar la logística, revisar los temas y formas de trabajar, contratiempos de último minuto. Decenas de voluntarios cuidaron hasta el más mínimo detalle. Los participantes, los venidos de tierras lejanas, empezaron a llegar dos días antes del encuentro. Traían a cuestas sus inquietudes y experiencias de la evangelización por y para las familias. Tanto esfuerzo se cristalizó en los actos de este encuentro americano. Éste se realizó del 30 de octubre al 2 de noviembre. Durante cuatro días 500 representantes del MFC provenientes de 20 países, analizaron y discutieron los retos, oportunidades y desafíos del Movimiento en el contexto eclesial, latinoamericano y globalizado. En la ceremonia de inauguración estuvieron presentes diversos obispos, el nuncio apostólico monseñor Christopher Pierre y autoridades políticas. El mensaje fue claro: desearon que el Movimiento vislumbre los oportunidades que tiene en este «cambio de época» para seguir construyendo fa-
milias santas y, con su ejemplo, ser «luz del mundo y sal de la tierra». Hubo cuatro conferencias magistrales. La primera fue impartida por monseñor Rodrigo Aguilar, presidente de la Comisión de la Familia, en donde abordó el tema de la familia y las particularidades de cada etapa. Al final recordó que todo esto se debe ver a la luz de Aparecida. La segunda charla fue impartida por la doctora Ma. Luisa Aspe Armella, conferencista del
IMDOSOC, quien abordó el contexto social en el que se desenvuelven las familias americanas. Exhortó a que, en una cultura poco favorable para la consolidación de familias, se encuentren formas novedosas de trasmitir la riqueza y valores del núcleo familiar. Recalcó que una de las fallas de nuestro ser católicos toca a la preocupación por los temas sociales. Debemos estar en esas ágoras para iluminarles con la riqueza de la doctrina social de la Iglesia. Ese es uno
de los retos que afrontamos en América. En la tercera conferencia se abordó el tema de la familia y la ecología. La cuarta charla fue a cargo de monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Tuxtla. El doctor Rodrigo Guerra versó sobre el relativismo e individualismo, el impacto que tienen estas cosmovisiones en la dinámica de las familias. Se hizo hincapié en no confundir una aceptación de la multiculturalidad con el relativismo. La primera es necesaria para una sana convivencia social y el segundo trastoca las relaciones entre los individuos, pues si todo es aceptado y todo puede ser refutado no hay nada seguro y todo esta permitido; los más vulnerables a este pensamiento son las generaciones más jóvenes, por lo cual se debe apostar por la educación y, sobre todo, por el ejemplo desde el hogar. Al terminar las conferencias magistrales había reuniones en pequeños grupos para discutir y analizar lo mencionado por los expertos ante las realidades propias, con la intención de generar propuestas y líneas de acción. Al final se presentaron las conclusiones, donde se plantearon las directrices y los retos. Se hizo una emotiva ceremonia en vivo en donde se refrendó el compromiso de trabajar en pro de la familia, pues en ello se juega el futuro de la sociedad y el compromiso con ese Cristo vivo y resucitado.
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VÍGÍA
EL DIVORCIO ENTRE CRISTIANOS O EL FRACASO DE LA FE POR JAVIER ALGARA / San Luis Potosí
La historia de la humanidad está formada por las decisiones que cada uno de nosotros toma día a día. Generalmente decidimos basados en un sinfín de criterios posibles: económicos, sociales, familiares, estéticos, eficiencia, etc. Algunas personas incluyen el factor ético. Las decisiones cristianas se toman, por su parte, tomando en cuenta otras dos listas extra de factores: el Decálogo y las Bienaventuranzas, aunque, según Jesucristo, bien podríamos reducirlos a dos: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo». Obviamente, cuando hablamos de amar a Dios no hablamos solamente de sentir cosquillitas cuando nos acordamos de Él. Amar a Dios es creer que Él es perfecto y, por lo mismo, infalible, fidelísimo y todopoderoso; es desearlo sobre todas las cosas porque Él es más deseable que cualquier otra cosa; es reconocer que Él merece toda nuestra atenEn lo que nos ción, adhesión, confianza y dependencia; es saber que podemos entregarnos total- beneficia no mente —en el amor— a los demás en una forma igual a como nos entregamos — tiene límite amamos— a nosotros mismos, sin tener nuestro esfuerzo que preocuparnos por lo que esa entrega nos pueda acarrear de engorroso, peno- y sacrificio so, costoso y doloroso. Amar a Dios, en otras palabras, significa dejar de lado en nuestras decisiones -y en las acciones consecuentes- muchos de los criterios aplicados por la generalidad de la gente y confiar que Él tiene la mejor solución siempre. Quizás por esto Dios siempre ha elegido explicarnos su amor hacia nosotros (que perdona nuestra infidelidad, ingratitud, inestabilidad, etc.) comparándolo con el amor entre los esposos. Éstos se entregan mutuamente en forma total, amándose el uno al otro como cada uno se ama a sí mismo, sin límites; saben que ningún dolor o contrariedad puede mermar ese amor, del mismo modo como nada, por negativo que sea, puede hacer que dejemos de amarnos a nosotros mismos. Evitamos para nosotros mismos sólo lo que nos daña; en lo que nos beneficia no tiene límite nuestro esfuerzo y sacrificio; para vivir plenamente estamos incluso dispuestos a morir; el amante, para vivir él en plenitud evita lo que daña a la amada y no escatima ni su propia vida para hacerla feliz. El perder la vida por amor a la esposa (en tantos detalles de la vida matrimonial en los que se debe decidir entre lo propio o lo de ella) no es en realidad una pérdida, sino todo lo contrario. Y esto es así porque así lo quiere Dios. Él diseñó el amor humano copiando el suyo propio; diseñó nuestra naturaleza copiando la suya propia. Dios, por lo mismo, está siempre del lado de los que deciden vivir la vida matrimonial como Él quiere, en donación total y hasta la muerte. Y eso es amar a Dios sobre todas las cosas en clave esponsal. Eso es creer que Dios puede hacer que los corazones de los esposos en crisis se vuelvan a donar a sí mismos. Es por eso que el divorcio de los esposos cristianos constituye un fracaso de la fe. Es una señal de que esos esposos, agotados de sus fútiles intentos humanos de reconciliación, tampoco creen ya que Dios tenga interés en su amor y pueda salvarlos. El divorcio es una de tantas decisiones, mortales, tomadas sin criterios cristianos.
NIÑOS
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22 de noviembre de 2009, AÑO 15, No. 750
Sopa de letras «Soy Rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz!» J O G I T S E T R S
E O T R O S U V E E
L S O H C I D T S R
S U M O S D O V O V
O Ú C E R D N E O I
Í D S H R E I R T D
D S N E A E Y D A O
U E C U G D V A L R
J A R Y M L O D I E
S J E S Ú S Z E P S
— Perdone, ¿qué hora es? — A ver... Las siete y cuarto. — ¡Vaya! ¡Otravez! — ¿Qué le pasa? — Nada, que me he pasado el día preguntándole la hora a todo el mundo, y nadie se puede poner de acuerdo.
Encuentra estas palabras relacionadas con el Evangelio de este domingo: PILATO JESÚS REY JUDÍOS DICHO OTROS SUMOS SACERDOTES MUNDO SERVIDORES LUCHADO TESTIGO VERDAD VOZ
Escribe a continuación las 21 letras sobrantes y sabrás por qué hoy hay fiesta universal:
R E S P U E S TA :
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___
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JESÚS ES REY DEL UNIVERSO
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C
s i h
pi
s a t
D.R.G.B.
Colorea según el número Donde veas el 7, ilumina de verde; donde haya números 8 ilumina de amarillo; en los 9 pinta de naranja, y en donde diga 10 pinta de café.
— ¡Mamá, mamá, papá está en el teléfono! — ¡Sácalo de ahí, hijo, que debe estar muy incómodo! ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Era tan alto, tan alto, tan alto, que se llamaba Julio y doce días de agosto. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
— ¡Juanito¡ ¿Quién tomó del refrigerador el pastel que iba a compartir en la tarde con las señoras? — Yo, mamá, se lo di a un niño hambriento. — En ese caso... te felicito. ¿Y quién era ese niño, hijito? — ¡Yo, mamá!
El Observador
Oración Jesús, ¡queremos participar en tu fiesta! Tú nos invitas cada domingo a celebrar juntos que tu Reino es amor. Venimos contentos a compartir un tiempo de alegría. Queremos vivir siempre en tu paz. Señor, qué bien me siento a tu lado; ayúdame a estar más atento, a escuchar y a poner en práctica tu mensaje. Yo quiero comprometer mi vida confiando en tu Palabra. Estoy dispuesto a compartir mis buenos momentos y los que no lo son tanto. No estoy solo... ¡Tú eres mi Esperanza!