El Observador de la Actualidad 756

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El Observador

3 de enero de 2010 AÑO 15 No. 756 $8.00 Fundado en 1995

DE LA ACTUALIDAD

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«Si quieres la paz, protege la creación»: mensaje de Benedicto XVI P. 12

PÓRTICO

PAZ Y MEDIO POR JAIME SEPTIÉN / jaimeseptien@gmail.com

El mensaje de la Jornada Mundial de la Paz —que publicamos íntegro en este número— es un llamado, uno más, del Papa Benedicto XVI para que los seres humanos abramos los ojos (nos hagamos como niños) y veamos la magnificencia y la delicadeza de la casa común que es la Tierra, la creación toda. Con enorme intui- La Tierra se está ción, el Papa liga la paz con el respeto al volviendo vieja, medio ambiente. Se acabada, exhausta; ha dicho, hasta el no por los años cansancio, que quizá las próximas guerras que tiene sino por no sean por cuestio- la avaricia y el nes territoriales o de hegemonía política, egoísmo con que sino por el acceso a la hemos tratado bienes comunes pero escasos, malamente gestionados y distribuidos, como el agua. Garantizar el acceso de todos a los bienes de todos: ¿no es eso trabajar por la paz? Alguno dijo: “si quieres la paz prepárate para la guerra”. Cinismo tan lejano al pensamiento cristiano no puede haber. Para quienes hemos decidido —con la fe y la razón— imitar a Jesús, la paz es resultado de la justicia. Y la justicia lo es del amor. Recuperar la juventud del mundo, desacelerar su deterioro y llevar a efecto un modelo de acción que, verdaderamente, revolucione la desertificación de los campos, la pérdida de los bosques, el calentamiento global, la disminución de la biodiversidad, la contaminación de agua, aire y tierra; en fin, que logre una vida mejor para la presente y las futuras generaciones, tiene una sola vía: Cristo (incluso para quienes no conocen a Cristo). El padre Jean Daniélou afirmaba que «el cristianismo es la eterna juventud del mundo». Por su parte, el Papa Benedicto XVI señalaba al principio de su pontificado que la Iglesia tiene y transmite la juventud de Cristo, que es «eternamente joven». La Tierra, insisto: nuestra casa común, se está volviendo vieja, acabada, exhausta, derrengada, agujerada, rota y desequilibrada, no por los años que tiene de existir, sino por el odio verdadero (asociado a la avaricia, al egoísmo, la irreverencia, el poder, el dinero, el placer) con el que la hemos tratado los hombres. En materia de ecología urge reintegrar a Cristo al debate y a las soluciones de fondo. Sin Él nos seguiremos asfixiando en la modorra del cálculo y del dolor ajeno.

SOBRE LA MARCHA 2010 trae malos presagios, tambores de guerra, de insu- México —y consagrémonos nosotros— a Cristo Rey y a rrección, de levantamientos populares. A nosotros nos co- Santa María de Guadalupe. Hagamos la guerra a la guerra con rresponde la otra cara de la moneda: apaciguar con amor las el amor inmenso del Hijo y de su Santa Madre, verdadera encrespadas aguas de una nación malherida. Consagremos a «novedad» de la Patria. Santiago Norte

Periodismo Católico


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MIRADAS

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

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«La bioética no puede poner en discusión principios básicos de la vida social» POR JAIME SEPTIÉN

El padre Fernando Pascual L.C., profesor de filosofía y de bioética en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma), acaba de publicar un libro sobre bioética, titulado Valores, bioética y vida social. Un punto de encuentro (El Arca, México DF 2009). En esta entrevista concedida a Zenit-El Observador ofrece algunas ideas sobre el sentido de esta publicación así como de las principales materias que toca, convirtiendo este texto en un verdadero vademécum de los problemas y las reflexiones a las que se enfrenta la bioética en general y el pensamiento cristiano, en particular ¿Qué se propone con este nuevo volumen? «Este libro quiere ser un ‘punto de encuentro’ y de diálogo en los debates sobre temas de bioética que continuamente se producen en los parlamentos, en los medios de comunicación social, en las universidades y en las familias». Los debates sobre aborto, eutanasia, legalización de droga, sentido de la sexualidad humana, ¿no crean divisiones insuperables? «Los temas que más afectan nuestra vida no pueden ser tratados sin pasión. Pero en cada debate se necesita poner en claro los principios que están en juego. Cuando discutimos sobre temas como el aborto o la eutanasia tocamos los fundamentos mismos de la sociedad. Un estado que permite el crimen de inocentes como algo legal se destruye a sí mismo». Una afirmación como la que acaba de hacer, ¿no implica caer en una actitud intolerante? Como

en su libro hace notar, existen muchos puntos de vista en bioética… «Hay que entender bien que hay ciertos temas en los que nadie debería transigir. Por ejemplo, exis-

ralista, y las religiones deberían limitarse al ámbito de lo privado, según nos dicen, ¿no es así? «El pluralismo es legítimo en aquellos temas en los que las distintas alternativas no imningún daño a Hay que hacer todo lo plican inocentes. Pero el pluraposible para vencer la lismo no debería ser perrespecto de los mentalidad a favor del mitido derechos humanos funaborto y la eutanasia, damentales. La verdadera bioética no puede poy, sobre todo, para ner en discusión principroponer una cultura pios básicos de la vida social, como por ejemplo de la solidaridad. el que nos lleva a defender la vida de los más déte un consenso social muy amplio biles e indefensos entre los seres contra las posiciones racistas; por humanos. Las religiones no pueeso casi nadie consideraría la lu- den callar cuando hay grupos de cha contra el racismo como sinó- presión que defienden leyes connimo de intolerancia. Algo pareci- tra la vida o la salud de otros». do debería ocurrir respecto al aborto o a la fecundación artificial: conEn esa línea, ¿qué pretende denarlas como prácticas injustas usted al publicar Valores, bioétino significa ser intolerantes, sino ca y vida social? defender principios fundamentales «El subtítulo lo dice: busco de la vida social». ofrecer un ‘punto de encuentro’ a través de algunas reflexiones soMuchos dirán que ese es el bre importantes temas de la bioétipunto de vista de la Iglesia católi- ca, de forma que puedan ser afronca o de otros grupos religiosos. tados de modo correcto en la vida Pero hoy vivimos en un mundo plu- pública. Una de las tareas más ur-

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gentes de la bioética consiste en promover una cultura de la vida (como explicaba Juan Pablo II y como sigue proponiendo Benedicto XVI), desde la cual será posible contrarrestar una ‘anticultura’ de la muerte». ¿Y desde qué valores se hace posible proponer la bioética en la vida social? «Desde aquellos valores que garanticen el respeto a toda vida humana, desde su concepción hasta su muerte. Es una idea constante en la doctrina católica, pero es también uno de los principios básicos que está detrás de los derechos humanos. Decir que todos somos iguales ante la ley tiene sentido si el derecho básico de la vida está garantizado de modo efectivo para todos, sin discriminaciones».

¿Por lo tanto, habría que prohibir el aborto, la fecundación artificial y la eutanasia en todo el mundo? «Efectivamente. Hay que hacer todo lo posible para vencer la mentalidad a favor del aborto y la eutanasia, y, sobre todo, para proponer una cultura de la solidaridad. Esta última idea brilla, con especial fuerza, en la encíclica que Benedicto XVI publicó este año 2009, Caritas in veritate, que toca con profundidad varios temas de bioética. Si trabajamos en serio por defender la dignidad de cualquier ser humano, será posible construir un mundo más incluyente y abierto a la vida de todos, especialmente de los seres humanos más débiles e indefensos: los hijos antes de nacer, los pobres, los enfermos y los ancianos».


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LA DIVINA PROVIDENCIA

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

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La Divina Providencia: no perdamos de vista que Dios no aparta su misericordia de sus criaturas POR OMAR ÁRCEGA E.

A todos nos ha tocado vivir de hacer lo correcto o de pecar. «La so, y, especialmente, según la prealguna semana o algún día espe- Divina Providencia sigue el ritmo destinación en Cristo». Se habla cialmente desastroso, ese cúmulo del hombre en la historia y se adap- de que Dios tiene un plan para el de acontecimientos desafortuna- ta a sus leyes de desarrollo. La au- ser humano. Los actuales desarrodos que nos hace exclamar: ¡Me toridad de Dios respeta plenamen- llos de la civilización forman parte levanté con el pie izquierdo! En te la libertad humana (expresión de de la voluntad divina. Sin embaresos momentos alguna vez nos la libertad divina)». Dios sostiene go, estos adelantos traen contranace expresarnos como lo hizo Cris- nuestra existencia pero nos da su- dicciones y desequilibrios. «La Dito: «Eli, Eli lama sabactani» ficiente espacio para que como vina Providencia viene al encuen¡Dios mío, Dios mío, por qué me hombres y mujeres libres optemos tro del hombre, también en el dehas abandonado! sarrollo del mundo de hoy, para por nuestros propios caminos. En medio de esa desesperación asistirle y ayudarle». se nos olvida que Dios esta siem- El mal Los rápidos avances científiLa existencia de la maldad en la cos, la sensación de un cada vez pre a nuestro lado. Perdemos de vista su presencia amorosa, pero Tierra hace dudar a muchos de la mayor y más preciso control sobre Él no aparta su misericordia de la Providencia de Dios. Porque, si la naturaleza, han creado una culDios nos cuida y sostiene, ¿por tura de la soberbia, en donde el ser creación, de sus creaturas. Esto es precisamente humano se erige su prolo que festejamos al cele- Es fácil ceder al deslumbramiento de pio dios. «Es fácil ceder brar la Divina Providencia. una pretendida autosuficiencia, hasta al deslumbramiento de Hablar de Dios providenuna pretendida autosufite significa que la luz de olvidarse de Dios o ponerse en su ciencia, hasta olvidarse de su amor permanentemenDios o ponerse en su lulugar; incluso, pensando que Él es te nos ilumina, que por Él gar. Hoy esta pretensión nos encontramos en este obstáculo en nuestro «progreso» llega a algunos ambientes mundo, no estamos en la en forma de manipulación tierra a la deriva, a merced de los qué permite la existencia de indivi- biológica, genética, psicológica». ventarrones de la historia. Dios, duos que dañan a sus prójimos? Esto lleva a pensar que Dios es como Padre omnipotente y sabio, Aquí conviene recordar que una obstáculo en nuestro «progreso». está presente y actúa en el mundo, forma de expresión del Amor Divi- Nada más falso: la libertad del homen la historia, en cada criatura, so- no es la libertad. Por otro lado, nos bre encaja, se acrisola, en el Plan bre todo en el hombre, que, guia- recuerda Juan Pablo II parafrasean- Divino. do por Él, debe llegar a la meta fi- do a san Agustín: « La Divina Pronal: la vida eterna. Juan Pablo II lo videncia, no queriendo el mal, lo Dios provee En algún momento de nuestra expresa magistralmente: «La Pro- tolera, en vista de un bien mayor. videncia significa la constante e En Jesucristo, Dios saca bien del vida experimentaremos una intenininterrumpida presencia de Dios mal. Cristo confirma con su propia sa amargura, desánimo y decepcomo Creador en toda la creación: vida que Dios está al lado del hom- ción, pero, aun en estas contrarieuna presencia que continuamente bre en el sufrimiento; lo toma so- dades, podemos y debemos vivir crea y continuamente llega a las bre Sí y revela que ese sufrimiento al Dios Amor. Es válido que griteraíces más profundas de todo lo posee un valor y un poder reden- mos: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué tor y salvífico. La verdad de la Pro- me has abandonado?», pero desque existe». videncia adquiere así, mediante el pués de esa descarga emocional Divina providencia y libertad poder y la sabiduría de la cruz de no debemos olvidar que la ProviEstar bajo el cuidado y la pro- Cristo, su sentido escatológico de- dencia Divina nos acompaña y se tección de Dios, significa no estar finitivo». conduele, es decir, se duele con en el mundo simplemente «arrojanosotros. En lo más profundo de dos» sino arropados, no implica La Divina Providencia, hoy nuestro dolor, Dios nos brindará En el concilio Vaticano II se algo provechoso para nuestro creque el ser humano pierda su libertad. Ciertamente hay un destino, habla de la Divina Providencia cimiento. Providencia significa un plan que Dios ha pensado para como «plan eterno de Dios en la «prevención que mira o conduce ti y para mí, pero tenemos un gran Creación, como realización de ese al logro de un fin». Dios conduce regalo: el libre albedrío. Tenemos plan en la historia, como sentido a cada ser humano a nuestro fin: la la capacidad de aceptar o rechazar, salvífico y escatológico del univer- comunión con Él.

UN AÑO MÁS... POR ANTONIO MAZA PEREDA

Empezamos un año nuevo civil, nuevecito. Dios Nuestro Señor nos ha concedido un nuevo espacio de vida. Y eso, sin duda, nos alegra. Celebramos, recordamos, hacemos planes, albergamos nuevas esperanzas. Dios nos ha dado un año más. Recibimos un regalo, el más maravilloso que una criatura puede recibir. Porque ese regalo es el principio de todos los demás. Si no hubiéramos recibido el regalo de la vida, de nada servirían todos los demás dones que Dios Nuestro Señor nos ha dado. Un año más. Por supuesto, estamos alegres. Pero, amigas y amigos: ¿qué vamos hacer con este nuevo regalo? ¿De qué manera lo vamos a aprovechar? ¿Para qué queremos usar este don? Imaginemos, sólo por un minuto, que cada año tuviéramos que presentarnos ante nuestro Padre y tuviéramos que negociar con Él un año más de vida. ¿Qué razones podríamos dar para convencerlo de qué nos lo merecemos? ¿Cuáles serían los planes que estaríamos presentando para lograr que nos diera un año más? ¡Imagínense la angustia, el terror que sentíamos todos de tener que justificar ante nuestro creador que merecemos un año más de vida! Qué bueno que sólo estamos fantaseando. Dios, que nos quiere tanto, no nos sujeta a esa angustia. Pero nos toca descubrir qué quiere Dios de nosotros en este año. ¿Qué vamos hacer con él? Cuando este 2010 termine, ¿qué cuentas le rendiremos a nuestro Padre del uso que hicimos de ese tiempo? Sí, hay muchos motivos para estar agradecidos. Y hay muchas razones para agradecer ese regalo que nos ha concedido la santísima Trinidad. ¿Cómo vamos a corresponder? No podemos devolverle a Dios algo más grande que el don que nos está dando; no le podemos dar un regalo con un valor equivalente. Sólo hay un modo de demostrar agradecimiento: haciendo el mejor uso que nos sea posible de ese precioso tiempo que nuestro Padre nos ha regalado. Que así sea, amigas y amigos. Feliz Año Nuevo.


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LA EPIFANÍA DEL SEÑOR Y LOS MAGOS DE ORIENTE

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

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Los Reyes Magos, ¿secuestrados? POR FEDERICO FERNÁNDEZ DE BUJÁN / Alfa y Omega

La tradición de los Magos de Oriente, de tanto sabor religioso, popular e infantil, parece que en los últimos decenios viene siendo objeto de secuestro por el fenómeno creciente de un consumismo convulsivo. Es como si los Reyes sólo se redujeran a traer a los niños y a los adultos todas las mercaderías del mundo, con las que los hombres, pequeños y grandes, pretenden alcanzar la felicidad. Dicha reducida a placer y felicidad reducida a tener. El mercado, cada vez más agresivo y trepidante, manipula la figura de los Reyes Magos y los convierte en instrumentos de su febril actividad. Así, una empresa de transportes proclama en España: «Transporte oficial de los Reyes Magos». Una firma de telefonía móvil anuncia: «El regalo estrella». Y una marca de camisas dice: «Si no te la regala Santa Claus, pídesela a los Reyes Magos». Creo que es una gran responsabilidad, de padres y educadores, recordar la misión de los Magos, rememorar su llamada, recrear su camino y contemplar, junto con las nuevas generaciones, su encuentro con ese Niño —el Verbo encarnado—, sin el cual nada de lo que celebramos estos días de Navidad tiene sentido ni fundamento. Se hace, pues, necesario tomar las aguas desde arriba, para ir al origen de nuestros queridos Reyes y descubrir su auténtico significado. Sólo el evangelista san Mateo narra la Adoración de los Magos. A pesar de la magnificencia de la escena, su relato es sobrio. Los detalles cronológicos, en los tiempos del rey Herodes, y geográficos, llegaron a Jerusalén, nos sitúan ante la crónica de un hecho. Cristo, que ha nacido en una época y en una tierra, es un ser histórico. Dice Mateo que llegaron del Oriente. Es una formulación vaga. Podrían ser oriundos de la Media, de Caldea, Persia o Arabia. ¡Qué más da! En todo caso, vinieron de lejanas tierras. Más allá del Jordán. ¿Vinieron solos, o con séquito? ¿A caballo, en carroza o en camello? ¿Los tres juntos, o por separado? Nada sabemos. El evangelista los denomina Magos —del griego mágos—. Este término se refería a una casta sacerdotal de la religión de Zarathustra, en la Media. Se les admiraba por su saber religioso, sus dotes adivinatorias y sus conocimientos científicos. Lo único cierto es que seguían la estela de una estrella. Un día la vieron salir y sintieron una fuerza irrefrenable que les impulsaba a seguirla. Dios les llama a través de una estrella. Consultarían sus saberes. Indagarían su causa... Y, al final, como un resultado buscado por un camino y descubierto por otro, encontrarían el Misterio: la Estrella anunciaba un gran nacimiento. Su razón les im-

pulsaba a descubrir el arcano, aunque parecía inescrutable. No importa. Lo que la cabeza no alcanza lo rebasa el corazón. Y cuando la razón, asentada en la fe, comprende el misterio, los tres Magos están prontos para la partida. Recorren un largo camino, hasta que, de repente, la estrella desaparece, misteriosamente, como había surgido. Su dicha se torna tristeza. Pero los Magos no dejan de recorrer su nuevo camino. Se

nado no es sólo el Mesías, Salvador de Israel, es también el Rey del Universo y, por ello, se va a manifestar en los Magos a todos los pueblos. Los Magos representan ahora a reyes, o sabios, o sacerdotes. Personajes importantes, cultos o poderosos, quizá ricos. Dios no es de nadie en exclusiva. Dios se da a todos. Los Magos han sido, pues, los primeros misioneros. Regresaron a sus lejanos países y predicaron la

todo. En el siglo XII san Beda ofrece la primera descripción de los Magos: Melchor viejo, cano, de barba y cabellos largos; Gaspar joven, imberbe, rubio; y Baltasar de raza negra y muy barbado. Esta visión del Venerable es la que perdurará en épocas posteriores, y así llega hasta nuestros días en bellísimas representaciones pictóricas de todos los tiempos. El título de Reyes es muy temprano. La cristiandad quiso ver en

Campaña en apoyo de los Reyes Magos «Marginados y olvidados», dice un manifiesto que circula en internet Circula por internet una campaña para salvar a los Reyes Magos del acoso de figuras inventadas por la publicidad y el consumismo que está llevando a que sean «marginados y olvidados» Según el manifiesto, hecho con humor por estos defensores de la iconografía y de las tradiciones navideñas cristianas, los «tres venerables ancianos» «están sufriendo una agresión que amenaza con destruirlos». Reivindican la imagen de los Reyes Magos porque, afirman, entre otras cosas, «son un símbolo de la multirracialidad y nunca han tenido problemas de inmigración» (El texto puede leerse en la página 15 de este número de El Observador). «Empecemos la campaña en pro de nuestros queridísimos y antiquísimos Reyes Magos, que acercan a Jerusalén y preguntan. En la capital cundió el desconcierto. Unos, perplejos; otros, admirados; los más, incrédulos. Herodes convoca el Consejo. Los escribas recitan al rey el pasaje del profeta Miqueas: Y tú, Belén de Éfrata... Herodes recibe a los Magos y, urdido su plan, los envía a Belén. Al partir, vuelven a ver la estrella que, de nuevo, es para ellos guía para llegar al Sol. Pronto la estrella desciende y se detiene en una pequeña casa. Entraron y vieron a un Niño con su Madre. No fue preciso ver más. Ese Niño pequeño parecía ignorante —nada sabía—, indefenso —nada podía— y pobre —nada tenía—, pero sólo con verlo supieron que era el Rey del Universo, y que sólo Él podía llenar de felicidad sus vidas. La Epifanía

La fiesta de los Magos es también la fiesta de la Epifanía (manifestación). Aparición inesperada y bienhechora de Dios. Viene a la Tierra y se manifiesta a los hombres. Primero a los suyos, al pueblo elegido, a través de unos pastores, a la gente humilde, a la necedad del mundo. Pero Dios encar-

vuelvan a aflorar las tradiciones con arraigo milenario...», dicen estos propagandistas de los Sabios de Oriente que figuran en todos los nacimientos de origen mediterráneo y obras de arte que representan la Epifanía. Según los defensores de los Reyes Magos, los niños sufren «una manipulación de las mentes», por obra de un invento «de la multinacional más multinacional de todas las multinacionales»: una rechoncha figura enfundada «en un atuendo con los colores corporativos» de la compaía refresquera. «Desde entonces —concluye el manifiesto—, generaciones de tiernos infantes de medio mundo han sido machacadas por la publicidad». «¡Basta ya!, ¡reivindiquemos nuestras señas de identidad! ¡Vivan los Reyes Magos!»

Buena Nueva que habían visto y adorado. Una piadosa tradición los venera como obispos, ordenados por el apóstol santo Tomás y, además, mártires. Un poco de historia

Del relato de Mateo ya hemos visto que no es posible extraer muchos datos de estos misteriosos magos. La tradición cristiana se ha encargado de ir entretejiendo su intrahistoria. Orígenes es el primero que habla de tres, aunque en las primitivas comunidades el número fluctúa. En las catacumbas romanas hay varias representaciones de la Adoración de los Magos. En la mayor parte de ellas aparecen tres personajes, si bien en algunas aparecen dos. Algunos explican esto invocando razones artísticas, buscando la simetría. Muy pronto el número de tres, coincidente con el de los presentes, se impone. La primera vez que se les da nombre es en un códice del siglo VII conservado en París. ¡Nos era tan necesario tener un nombre para llamarlos! Melchor, Gaspar y Baltasar. Nombres fantásticos. A su conjuro, la imaginación lo invade

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su llamada una manifestación del sometimiento de todo reino a la realeza de Cristo. Un nuevo Rey acababa de nacer, pero su Reino era universal. Así, se aplicaron a la venida de los Reyes páginas del Antiguo Testamento, como las del salmo 71: Los reyes de Tarsis le ofrecerán dones, los reyes de Arabia y Sabá le traerán presentes. El primero de los Padres de la Iglesia que afirma su realeza es Cesareo de Arlés, en el siglo VI. En la Edad Media, que fue muy devota de las reliquias de santos y mártires, aparecen las que se cree son de los santos Reyes, y se custodiaron en Milán, hasta que en el siglo XII fueron expoliadas y trasladadas a Colonia, en cuya catedral se conservan en una arqueta. Desde entonces, allí se veneran en una larga tradición de piedad popular. La Magos de Oriente en la literatura

El viaje y la Adoración de los Magos han sido también fuente de inspiración permanente en la literatura española. Están ya en Berceo y en Juan Manuel. Una de las piezas más célebres es el Auto de los Reyes Magos, que es el primer

drama castellado del cual hay noticia. Se contiene en un manuscrito del siglo XII de la catedral de Toledo, España, y hoy se conserva en la Biblioteca Nacional. Consta de 147 versos. La representación de este auto llega hasta nuestros días. Junto a este famoso auto, recientemente, la profesora Teresa Herrera, filóloga de la Universidad de Salamanca, España, descubrió en el fondo universitario un manuscrito anónimo del siglo XV, con el título Historia de los Reyes Magos. La estudiosa cree que su autor sería un judío converso, debido a que pone toda su erudición en las citas del Antiguo Testamento, en defensa de la fe en la revelación cristiana. La curiosidad de este escrito es la descripción de las tentaciones que el demonio va presentando a los Magos en su camino a Belén, así como las refutaciones de éstos. Sería imposible seguir describiendo la multitud de escritos de ensayistas, dramaturgos y poetas, aparte de escritores sagrados que han dedicado bellas páginas literarias a esta adorable escena de los Magos de Oriente. La carta a los Reyes

Afortunadamente, los Reyes no están todavía en el espacio cibernáutico. Tampoco tienen Emailo fax. Ni siquiera se les puede llamar por teléfono y dejarles un mensaje en su contestador automático. Es una bendición del cielo que, al menos para esta circunstancia, no se haya perdido tan maravillosa costumbre. Toda carta es algo cálido e íntimo. ¡Qué pena que sólo recibamos ya cartas estereotipadas o publicitarias! Además, en la carta de los niños a los Reyes no sólo les piden regalos, sino que también, y aun antes, deben exponer sus razones por las cuales los Reyes pueden traérselos. La tradición de los regalos

La historia de los Magos y el encuentro con el Niño, el homenaje que aquéllos hacen a Éste con sus presentes, es la causa de que los Reyes Magos vuelvan de nuevo cada año a ponerse en camino. El regalo es expresión del cariño. Es, por ello, bueno. Los dones de los Magos fueron aceptados por la Sagrada Familia. Todo esto no puede perderse. Lo malo es que el regalo sea lo único. Que se desvincule de su causa. Recapitulando, la fiesta de los Reyes, tan nuestra, debemos defenderla, no sólo de influjos extranjeros, sino también del secuestro material que de ella hace el mercado. Los Magos nos enseñan una respuesta, arriesgada e incierta, a la llamada divina a través de una Estrella. Nos aleccionan a no desanimarnos ante las dificultades, y a recordarnos que, para llegar a Dios, sólo hay un camino.


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LA EPIFANÍA DEL SEÑOR Y LOS MAGOS DE ORIENTE

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

Juan Pablo II y la Epifanía Fragmentos de la homilía del domingo 6 de enero del 2002 Hoy, solemnidad de la Epifanía, que significa «manifestación», se propone de nuevo con vigor el tema de la luz. Hoy el Mesías, que se manifestó en Belén a humildes pastores de la región, sigue revelándose como luz de los pueblos de todos los tiempos y de todos los lugares. Para los Magos, que acudieron de Oriente a adorarlo, la luz del «rey de los judíos que ha nacido» (Mt 2, 2) toma la forma de un astro celeste, tan brillante que atrae su mirada y los guía hasta Jerusalén. Así, les hace seguir los indicios de las antiguas profecías mesiánicas: «De Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel...» (Nm 24, 17).

¡Cuán sugestivo es el símbolo de la estrella, que aparece en toda la iconografía de la Navidad y de la Epifanía! Aún hoy evoca profundos sentimientos, aunque como tantos otros signos de lo sagrado, a veces corre el riesgo de quedar desvirtuado por el uso consumista que se hace de él. Sin embargo, la estrella que contemplamos en el belén, situada en su contexto original, también habla a la mente y al corazón del hombre del tercer milenio. Habla al hombre secularizado, suscitando nuevamente en él la nostalgia de su condición de viandante que busca la verdad y anhela lo absoluto. La etimología misma del verbo desear -en latín, desiderare- evoca la experiencia de los navegantes, los cuales se orientan en la noche observando los astros, que en latín se llaman sidera. ¿Quién no siente la necesidad de una «estrella» que lo guíe a lo largo de su camino en la tierra? Sienten esta necesidad tanto las personas como las naciones. A fin de satisfacer este anhelo de salvación universal, el Señor se eligió un pueblo que fuera estrella orientadora para «todos los linajes de la tierra» (Gn 12, 3). Con la encarnación de su Hijo, Dios extendió luego su elección a todos los demás pueblos, sin distinción de raza y cultura. Así nació la Iglesia, formada por hombres y mujeres que, «reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido el mensaje de la salvación para proponérselo a todos» (Gaudium et spes, 1).

LA SABIDURÍA DE LOS PADRES DE LA IGLESIA

Dios se ha mostrado, la salvación ha llegado Sermón 3 de la Epifanía del Señor elaborado por san León Magno, obispo y doctor de la Iglesia Que todos los pueblos vengan a incorporarse a la familia de los patriarcas, y que los hijos de la promesa reciban la bendición de la descendencia de Abrahán, a la cual renuncian los hijos según la carne. Que todas las naciones, en la persona de los tres Magos, adoren al Autor del universo, y que Dios sea conocido, no ya sólo en Judea, sino también en el mundo entero, para que por doquier sea grande su nombre en Israel. Abrahán vio este día, y se llenó de alegría, cuando supo que sus hijos según la fe serían benditos en su descendencia, a saber, en

Cristo, y él se vio a sí mismo, por su fe, como futuro padre de todos los pueblos, dando gloria a Dios, al persuadirse de que Dios es capaz de hacer lo que promete. También David anunciaba este día en los salmos cuando decía: «Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor; bendecirán tu nombre»; y también: «El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia». Esto se ha realizado, lo sabemos, en el hecho de que tres magos, llamados de su lejano país, fueron conducidos por una estrella para conocer y adorar al Rey

del cielo y de la tierra. La docilidad de los magos a esta estrella nos indica el modo de nuestra obediencia, para que, en la medida de nuestras posibilidades, seamos servidores de esa gracia que llama a todos los hombres a Cristo. Animados por este celo, debéis aplicaros, queridos míos, a seros útiles los unos a los otros, a fin de que brilléis como hijos de la luz en el reino de Dios, al cual se llega gracias a la fe recta y a las buenas obras; por nuestro Señor Jesucristo que, con Dios Padre y el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos.

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«Los Magos se dejaron guiar por las Sagradas Escrituras» Palabras de Benedicto XVI

Queridos hermanos y hermanas: La solemnidad de la Epifanía celebra la manifestación de Cristo a los magos, acontecimiento al que san Mateo da gran importancia (cfr. Mateo 2, 1-12). Narra en su Evangelio que algunos «magos» —probablemente jefes religiosos persas— llegaron a Jerusalén guiados por una «estrella», fenómeno luminoso celestial interpretado por ellos como un signo del nacimiento de un nuevo rey de los judíos. En la ciudad, nadie sabía nada; es más, el rey en el trono, Herodes, se quedó muy turbado por la noticia y concibió el trágico plan de la «matanza de los inocentes» para eliminar al rival recién nacido. Los Magos, por el contrario, se dejaron guiar por las Sagradas Escrituras, en particular, por la profecía de Miqueas, según la cual, el Mesías debería nacer en Belén, la ciudad de David, situada a unos diez kilómetros al sur de Jerusalén (cfr. Miqueas 5, 1). Siguiendo esa dirección, vieron de nuevo la estrella y, llenos de alegría, la siguieron hasta que se detuvo encima de una cabaña. Entraron y vieron al Niño con María; se postraron ante Él y, en homenaje a su dignidad regia, le ofrecieron oro, incienso y mirra. ¿Por qué es tan importante este acontecimiento? Porque con él comenzó a realizarse la adhesión de los pueblos paganos a la fe en Cristo, según la promesa que Dios había hecho a Abraham, a la que hace referencia el libro del Génesis: «Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra» (Génesis 12, 3). Así como María, José y los pastores de Belén representan al pueblo de Israel que acogió al Señor, los Magos son las primicias de los gentiles, llamados también a formar parte de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, que ya no se basa en la homogeneidad étnica, lingüística o cultural, sino únicamente en la fe común en Jesús, Hijo de Dios. Por este motivo, la Epifanía de Cristo es, al mismo tiempo, epifanía de la Iglesia, es decir, manifestación de su vocación y misión universal. En este contexto, con alegría dirijo mi cordial saludo a los queridos hermanos y hermanas de la Iglesias orientales, que siguiendo el Calendario Juliano, celebran mañana la Santa Navidad: con afecto les deseo abundancia de paz y de prosperidad cristiana. Me gusta recordar, además, que con motivo de la Epifanía, se celebra la Jornada Mundial de la Infancia Misionera. Es la fiesta de los niños cristianos que viven con alegría el don de la fe y rezan para que la luz de Jesús llegue a todos los niños del mundo. Doy las gracias a los niños de la «Santa Infancia», presente en ciento diez países, pues son preciosos cooperadores del Evangelio y apóstoles de la solidaridad cristiana a favor de los más necesitados. Aliento a los educadores a cultivar en los pequeños el espíritu misionero para que surjan ente ellos misioneros apasionados, testigos de la ternura de Dios, y anunciadores de su amor. Mensaje del Papa del 6 de enero de 2007


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LA EPIFANÍA DEL SEÑOR Y LOS MAGOS DE ORIENTE

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

El Observador

CARTA A LOS REYES MAGOS

EL CAMELLO COJITO

Queridos Reyes Magos: Otro año más, os escribo mi carta con todos los regalos que quiero que nos traigáis. Este año no he sido muy bueno. Es la verdad, a vosotros no puedo engañaros, porque, como estáis en el Cielo, lo sabéis todo. Sí, me he lavado las orejas. Y me he lavado las manos: demasiadas veces, antes de comer, antes de cenar, y casi siempre que había que hacer algo de importancia, cuando había que defender a los no nacidos y a sus madres, cuando había que decir que la paz se construye dentro del corazón de cada uno para que cada uno aporte su paz a la sociedad y la haga pacífica, cuando había que decir que la verdad sí existe, y que no es definible por los políticos de turno. También he sacado Me he lavado las buenas notas, he estudiado mucho... la forma manos... cuando de evitar compromisos debía defender a que puedan identificarme como raro, he medido mis los no nacidos. palabras para no ofender He estudiado a nadie de mi entorno, aun perjudicando a mucho... la forma otros, he analizado cómo de evitar evitarme malos ratos, he potenciado mi inteligen- compromisos. He cia, pero no al servicio de ayudado mucho a la verdad. He ayudado mucho a los demás a... los demás a... pensar pensar bien de mí bien de mí, a quedar bien, a parecer lo máximo..., mientras hay millones de hermanos que no son nada, a los que tenemos por nada. Por ello tengo que pediros mucho carbón. Sí, ya sé que el carbón está mal visto porque contamina este hermoso mundo que hemos destrozado los ricos (y que ahora se lo ponemos difícil a los pobres, no vayan a fastidiar nuestro estado de bienestar). Sí, quiero toneladas de carbón para meter fuego a los

POR GLORIA FUERTES

corazones de todo el mundo. Que ardan, de una vez, de amor por los demás, que queme nuestros idolillos de vanidad, de egoísmo, de ambición, que arrase nuestras ciudades donde se superpone la opulencia con la soledad, la tristeza con el vicio, el primero con el cuarto mundo... Un fuego que purifique, que arrase el mal, que nos iguale a todos en saber que todos somos inmensamente amados por un Padre maravilloso, que lo que a unos nos sobra (de alegría, de salud, de dinero, de felicidad) es porque a otros les falta. Que este fuego nos deje de nuevo pobres y desnudos, para que tengamos que volver a abrazarnos para no pasar frío, a mirarnos a los ojos del alma como quien descubre un tesoro en el corazón del vecino, como el primer día de la creación, cuando vio Dios que todo era muy bueno. Jesús nace una vez más, un año más, hasta el fin de los tiempos. Nace para darnos otra oportunidad; quien le deje el sitio en su corazón, sólo un poquito de paja limpia y mucho amor, será re-creado en amor desde dentro. Queridos Reyes Magos, ya veis, a mis 53 años sigo creyendo en vosotros y sé que no me vais a defraudar. Que el día 6 por la mañana habrá hombres y mujeres con fuego en el corazón y luz en los ojos y la sonrisa, que se habrán dejado cautivar por la pequeñez de un Niño y que ellos mismos, adoptando la pobreza como compañera de viaje, contagiarán ternura a la vez que, sin miedo a perder nada, proclamarán la verdad sin temor, allá donde haga falta. Antonio Marín Fuente: Alfa y Omega

El camello se pinchó con un cardo del camino y el mecánico Melchor con buen tino le dio vino.

Y a las tantas ya del alba ya cantaban pajarillos; a la puerta de Belén el supremo Rey estaba.

Baltasar fue a repostar más allá del quinto pino mientras intranquilo Melchor consultaba su Longinos.

Los tres reyes se quedaron boquiabiertos e indecisos, oyendo hablar como a un hombre a un Niño recién nacido.

«¡No llegamos, no llegamos, y el Santo Parto ha venido!». Son las doce y tres minutos y tres reyes se han perdido.

«No quiero oro ni incienso ni esos tesoros tan fríos, quiero al camello, le quiero. Le quiero», repitió el Niño.

El camello cojeando, más medio muerto que vivo, va espeluchando su felpa entre los troncos de olivos.

A pie vuelven los tres reyes cabizbajos y afligidos, mientras el camello echado le hace cosquillas al Niño. Fuente: Amorpostales.com

Acercándose a Gaspar, Melchor le dijo al oído: «Vaya birria de camello que en Oriente te han vendido». A la entrada de Belén al camello le dio hipo. ¡Ay qué tristeza tan grande en su belfo y en su hipo! Se iba cayendo la mirra a lo largo del camino, Baltasar lleva los cofres, Melchor empujaba al bicho.


El Observador

LA EPIFANÍA DEL SEÑOR Y LOS MAGOS DE ORIENTE

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

La Estrella de Belén, evidencias astronómicas POR OMAR ÁRCEGA E. / cracox2001@yahoo.es

El director del observatorio astronómico Ilalux, padre Reynaldo Huerta, habla a El Observador sobre la «Estrella de Belén» y las evidencias astronómicas que existen sobre ella ¿Hay evidencia científica de que la estrella que guió a los Reyes Magos fue un evento astronómico? «Existe, sí, evidencia científica de algunos fenómenos astronómicos que sucedieron en el tiempo en el que nació Jesucristo y que, por lo tanto, deben ser tomados en cuenta como posibles candidatos para ser nombrados como la Estrella de Belén».

pero sólo desde la perspectiva del planeta Tierra en ese momento». De ser así, ¿cómo se explica? «Una conjunción es un fenómeno astronómico por el que podemos ver las luces de dos o más astros aparentemente unidas, formando un solo conjunto. También se le llama conjunción cuando las luces de los astros en cuestión

¿Fue un cometa? «Por supuesto que hubo cometas muy notables en ese tiempo. Por ejemplo, el cometa Halley fue visto en el año 11 a.C., pero casi es seguro que ninguno de ellos pudo tener el privilegio de ser la la Estrella de Belén» . ¿Por qué no pudo ser? «La razón estriba en que los astrónomos de la antigüedad los consideraban como señales de infortunio, y, bajo esta perspectiva, es poco probable que alguno de ellos fuera considerado como la señal celeste del nacimiento del Salvador de los hombres». ¿Fue la conjunción de varios planetas? «La conjunción, como fenómeno astronómico, es lo más aceptado por los científicos modernos para ubicar como tal, a la Estrella de Belén. De haber sido así, no fueron varios planetas; a lo más pudieron haber sido tres, de hecho fueron dos. No hay que confundir ‘alineación de planetas’ con una conjunción. En una conjunción los planetas sí pueden estar alineados,

están relativamente cerca. Las conjunciones pueden ser entre planetas entre sí, entre planetas y la Luna, entre la Luna y estrellas, entre planetas y estrellas, y otras combinaciones posibles. Entre más cerca, relativamente hablando, se presenten los astros, mayor expectación causan, siendo las conjunciones de 0° las más notables y las que más admiración despiertan. Precisamente una de éstas últimas tuvo que ser la denominada Estrella de Belén». ¿En qué años sucedió exactamente? «El caso más probable de conjunción que pudo haber sido La Estrella de Belén, fue entre los planetas Júpiter y Saturno. Esta conjunción se verificó tres veces en el año 7 antes de Cristo. La primera el 29 de mayo, la segunda el 30 de septiembre y la tercera el 5 de diciembre —según Astronomy, libro

de Roen Kelly—. Esta circunstancia le da a la conjunción un mayor grado de probabilidad, ya que, según el relato bíblico, en el caso del astro que guiaba a los Magos, éste aparecía y desaparecía, para luego volver a aparecer, como fue el caso de cuando llegaron a la ciudad de Jerusalén, que ya no la vieron, y luego cuando salieron de ella, que la volvieron a ver, llenándose de gran alegría». ¿Puede volverse a repetir este fenómeno? «Naturalmente que sí. La mencionada conjunción se ha repetido varias veces, y se repetirá en lo sucesivo, no cada año, porque los planetas, al girar alrededor del Sol, lo hacen con velocidades diferentes, y por ello pueden pasar décadas y a veces siglos para que se repitan. No siempre son tan notables porque la inclinación de las órbitas de los planetas a veces es mayor o menor, según sea el caso». . Algo que desee agregar para los lectores de El Observador «Dos cosas. Primero: El hecho de que el fenómeno no haya ocurrido el año 1 de nuestra era, sino en el año 7 a. C. se debe a que, en el siglo IV, Dionisio el Exiguo se equivocó al calcular el año en que nació Jesucristo. Él lo situó en el año 753 de la fundación de Roma, cuando debió haberlo hecho en el 746, ya que, por error suyo, no tomó en cuenta los años en los que César Augusto reinó con el nombre de Octavio. En la nueva cuenta hecha en tiempos modernos, sabemos que Jesucristo nació en el año 7 a. C. Y segundo: desear a los amables lectores y usuarios de el Observatorio Ilalux un próspero año nuevo 2010».

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¿MAGOS, REYES O REYES MAGOS? POR FRAY EULALIO HERNÁNDEZ RIVERA, OFM

El día 6 de enero celebramos, popularmente, la adoración del Niño Jesús por los tres reyes magos: Melchor, Gaspar y Baltasar. Día alegre para todos, especialmente para los niños. Pero, ante esta celebración, debemos hacernos preguntas como las siguientes: ¿Quiénes eran? ¿Cuántos eran? ¿De dónde venían? ¿Cómo se llamaban? ¿Cuál era la intención de su viaje? ¿Qué enseñanza nos dan? Respecto a la primera pregunta, la narración del hecho que nos da san Mateo en su Evangelio (capítulo 2, versículos del 1 al 12) nos dice que «unos magos (Magoi), que venían de Oriente, llegaron a Jerusalén», de modo que los llama magos a secas; ni en este versículo ni en ningún otro del relato los llama reyes. Entonces, preguntará alguno: ¿dónde tuvo origen el llamarlos reyes? Del el salmo 72 (71 de la traducción latina), versículo 10, que dice: «Los reyes de Tarsis y de las Islas le pagarán tributo; los reyes de Saba y de Arabia le ofrecerán sus dones», y el 11 añade: «Ante Él se postrarán todos los reyes». Aún podemos preguntar: ¿qué son los magos? Eran individuos con algunos poderes extraordinarios como convertir una vara en serpiente (¿hechiceros o prestidigitadores?). Interpretar los sueños y visiones, adivinar lo oculto y predecir el futuro. Además, entre los medos y persas formaban una clase sacerdotal, y entre los babilonios, cultivaban la astrología y la astronomía. Véase, por ejemplo, el libro de Daniel, capítulo 1, versículos 17 al 20 y capítulo 4, versículos 1 al 4. ¿Cuántos eran? La narración evangélica no hace referencia al número de ellos. Únicamente, en el versículo 11, describe los regalos que le ofrecieron al Niño Dios: «Oro, incienso y mirra», como de tres clases y de allí dedujeron que podrían haber sido tres. ¿De dónde venían? San Mateo sólo dice, en el versículo 1, que venían del Oriente, esto es, que eran extranjeros, que no pertenecían al Pueblo de Dios. San Beda el Venerable (c. 672-735) fue el primero que sabemos que opinó al respecto y los hizo imaginarios de los continentes Europeo, Asiático y Africano; opinión evidentemente muy convencional. El texto sagrado parece sugerir, si atendemos a la clase de regalos que presentaron al Divino Niño, que son árabes, pues esos regalos son muy característicos de Arabia. Pero, por otro lado, si atendemos a que una estrella les dio a conocer el nacimiento de Jesús y los guió hasta Belén, se nos sugiere que, por sus conocimientos de astronomía, eran babilonios. Los israelitas (los del reino del norte) habían sido deportados por el rey de Asiria; y los judíos (los del reino del sur) lo fueron a Babilonia, reino éste que posteriormente fue hecho tributario de Asiria, por lo que Nabucodonosor II permitió a los judíos volver a Judá y reconstruir el templo de Jerusalén, en tanto que el reino del norte se extinguió. Estas deportaciones pudieron ser la razón de que los deportadores conocieran las profecías mesiánicas del libro de los Números, capítulo 24, verso 17, a saber: «La veo pero no ahora; la contemplo pero no cerca, se alza de Jacob una estrella», y la de Isaías, capítulo 60, versículo 6: «Te cubrirán muchedumbres de camellos, de dromedarios de Madián y de Efa. Todos vienen de Saba trayendo oro e incienso»: la primera, unida a sus conocimientos astronómicos hizo posible a magos babilonios conocer el nacimiento de Cristo y ser guiados por una estrella, hasta Belén. La segunda les hizo posible saber el tipo de regalos que podían ofrecerle. Y los nombres. ¿Se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar? No sabemos en qué se inspiraron quienes sugirieron que esos podían ser los nombres de los Magos; lo que sí sabemos es que son nombres de uso muy posterior y que se empezaron a usar en el siglo VIII. Resumido de la revista Santa María de El Pueblito, enero 2006 (www.santamariadelpueblito.org)


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CULTURA

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

EL PRIMERO DE ENERO

CON PERMISO

NÁUFRAGOS

El Observador

DE

MÚSICA POR MIGUEL ARANGUREN / www.miguelaranguren.com

Viven ajenos al mundo, embutidos en una banda sonora constante, insensibles al ruido de la gran ciudad, al del tráfico, a las conversaciones en el autobús y en el metro. Apenas se despiertan, atrapan el aparatito que dejaron cargando por la noche, se colocan los cascos, seleccionan la ristra de temas y le dan al play antes de tomarse el café o los cereales bajo los ritmos atronadores de cualquier melodía moderna. Con música se visten y con música estiran las sábanas de la cama. Con música salen de casa, ajenos al saludo de la portera y al ladrido del perro faldero al que acaban de dar un pisotón. Con música se dirigen a la parada del transporte público sin dedicar ni un brevísimo «buenos días» a los pasajeros con los que todas las mañanas recorren parte de la urbe. Esa misma música les impide saludar al revisor, al conductor, al bedel del instituto, de la facultad o del trabajo. El sonido melodioso les ha abducido a una suerte de El show de Truman que en vez de cámaras tiene altavoces omnipresentes, un tema tras otro, sin solución de continuidad, una pesadilla orwelliana en la que los hombres entregan su capacidad de pensar, su raciocinio, a una espiral de canciones que, en muchas ocasiones, ni siquiera el sueño pone freno, ya que son muchos los que duermen con los auriculares puestos, confundiendo la etapa REM con una balada o con el aporreo frenético de una batería. Dicen que la crisis de la industria de la música hunde sus raíces en las descargas ilegales en internet. Pienso que es peor el soporte que guarda, clasifica y ofrece esos archivos sonoros. Del I-pod al MP3, del MP3 al MP4 y tiro porque me toca hasta que todos tengamos la biblioteca infinita de la historia del ruido, incluidas las jotas con las que se inauguró aquella vetusta Televisión del Paseo de la Habana. Es el precio de la era de la información, en la que hemos cedido la selección —el criterio más importante para ser auténticamente libre— a cambio del contenido en masa, de almacenar lo bueno y lo horrible sin ningún criterio estético, de coleccionar todas y cada una de las combinaciones posibles de las notas musicales, hasta que estallemos en un bombazo de corcheas. Ni siquiera Dickens, maestro en la descripción de los males de la sociedad industrial, la prehistoria de las grandes ciudades, llegó a imaginarse la soledad acompañada de este principio de milenio. Los escenarios de sus grandes novelas presentan un mundo apestoso y deshumanizado en el que, sin embargo, hasta los personajes tristes, esas sombras de humanidad, encuentran el refugio de un tugurio, de un orfanato, de una pensión, para llorarse las penas mutuamente. En sus callejones velados de niebla y vapor de col hay un resquicio para la amistad y, por tanto, para la esperanza. Y es que sus niños, a los que las circunstancias empujaban a una maduración acelerada, compartían sus desgracias y el anhelo de un mañana mejor. Y cantaban —¡claro que cantaban!— unidos en melodías de taberna, sonsonetes infantiles y ecos de marineros, nada que ver con esos marcianos que van de acá para allá sin siquiera tararear lo que les colma los oídos, la cabeza, escuchadores pasivos de una caterva capaz de taladrar la masa gris del más pintado. La lluvia omnipresente de música, la multiplicación exponencial de una canción tras otra, la costumbre de prescindir de los demás en el disfrute del placer sonoro, la adaptación de los reproductores electrónicos y de los cascos a todas y cada una de las actividades habituales unida a la posibilidad de vivir sin intercambiar apenas palabras con nuestros semejantes, están configurando una nueva sociedad en la que el hombre, en efecto, se convierte en esclavo de la máquina, en un consumidor compulsivo de sonidos que le aíslan como al náufrago en un océano de gente.

POR GILBERT K. CHESTERTON *

Los Años Nuevos y otras cosas por el estilo son un Año Nuevo no es que tengamos un nuevo año. Es extraordinariamente valiosos. Son divisiones arbitraque tengamos una nueva alma y una nueva nariz; rias del tiempo; son un corte repentino e incesante pies nuevos, espina dorsal nueva, ojos nuevos, oídel tiempo en dos. Cuando tenemos una serpiente dos nuevos. Es para que miremos por un instante sin fin delante de nosotros, ¿qué podemos hacer, sino hacia una tierra imposible; para que consideremos cortarla? El tiempo es en apariencia infinito, y sin extrañísimo que el pasto sea verde en lugar de ser duda alguna es una serpiente. La verdadera razón de razonablemente púrpura; para que nos parezca casi por qué nacieron las épocas y las temporadas y las ininteligible el que haya una cantidad de árboles recfiestas y los aniversarios es que, si no, esta serpiente tos que brotan de una tierra redonda, en lugar de ser arrastraría su cuerpo largo y lento por sobre todas una cantidad de tierras redondas las que broten de nuestras impresiones y no existiría ninguna oportulos árboles rectos. El objetivo de las frías y duras nidad de comprender con nitidez el cambio de una definiciones del tiempo es casi exactamente el mismo impresión a otra. Así pues, lejos de ser que el de las duras y frías definiciones las interrupciones malas por naturale- La muerte es un de la teología: despertar a la gente. Si za para nuestros sentimientos estétiun hombre cualquiera no tomara resocos, una interrupción es buena por na- límite del tiempo, luciones de Año Nuevo, no tomaría turaleza. Sería algo extraordinariamen- pero difiere en resolución alguna. Si un hombre no te benéfico que tuviéramos constanpuede empezar todo de nuevo, no hay muchas formas del temente delante de nosotros el terror duda de que no hará nada efectivo. Si a tal interrupción mientras estamos día de Año Nuevo. un hombre no parte del extraño postudisfrutando de algo. Sería bueno que lado de que no ha existido nunca anLas divisiones del esperáramos oír una campana al térmites, es indudable que nunca llegará a no de una puesta de sol. Sería bueno tiempo adoptadas existir después. Si un hombre no pueque creyéramos que el reloj podría por los hombres son de volver a nacer, no entrará de ninsonar mientras estamos sumidos en el gún modo en el Reino de los Cielos. placer perfecto de contemplar el cielo una suave mortalidad De estos dramáticos renacimieny el mar. Esa conmoción brusca llevatos, el Año Nuevo es el mayor ejemría todas nuestras impresiones a un ritmo intenso y plo. Por cierto que esta división del tiempo puede disfrutable, haría del vasto cielo un solo zafiro, y del calificarse de artificial; pero también puede describírvasto mar una sola esmeralda. Después de largas exsela, más correctamente —y así debería describirse periencias sobre la gloria de las sensaciones, los homsiempre una cosa artificial— como una de las granbres descubren que es necesario imponer a nuestros des obras maestras del hombre. El hombre, como he sentimientos este perfecto límite artístico. Y al cabo insistido en el caso de la religión, ha percibido sus de otro poco tiempo experimentando, descubren que propias necesidades con una tolerable exactitud. Ha el Dios en quien apenas creen, ha puesto, como pervisto que tendremos que cansarnos de los esplendofecto artista que es, el límite artístico perfecto: la muerres más perdurables, y que una marca de nuestro cate. lendario, o quizá un batir de campanas a medianoche, La muerte es un límite del tiempo, pero difiere en nos recuerda que hemos sido creados sólo recientemuchas formas del día de Año Nuevo. Las divisiones mente. Tomemos resoluciones de Año Nuevo, pero del tiempo que han adoptado los hombres son, en no sólo resoluciones de ser buenos. También resolucierta manera, una suave mortalidad […] ciones como la de fijarnos en que tenemos pies, y Las divisiones del tiempo están ordenadas de agradecerles —con una venia cortés— el que nos manera que podamos sufrir un sobresalto o una sorlleven a cuestas. presa cada vez que se reanuda el asunto. El objeto de * Gilbert K. Chesterton, El revés de la locura. Extractado por Juan Jesús Priego.

CONFESIÓN «EGOCÉNTRICA» Y CONFESIÓN «TEOCÉNTRICA» POR FERNANDO PASCUAL

En un libro titulado Meditaciones sobre la fe, el padre Tadeusz Dajczer distingue dos tipos de religiosidad. La primera es egocéntrica. La segunda, teocéntrica. En la religiosidad egocéntrica, según el padre Dajczer, «el hombre centra su atención en sí mismo. No toma en consideración a Dios y lo que tiene en cuenta es su propia situación». En esa religiosidad egocéntrica, un bautizado va a la Confesión para purificarse, «para estar bien delante de Dios», como quien recibe una aspirina o un calmante que «permite recuperar el buen estado de ánimo». La situación es muy diferente en la religiosidad teocéntrica. En ella, el hombre «no se fija tanto en sus propios pecados, sino que toma el pecado como punto de partida para que a través de la fe, descubra la misericordia de Dios». La Confesión se vive, entonces, de una manera muy profunda y hermosa. El hombre teocéntrico, «al acudir al confesonario piensa, ante todo, en que hirió a Cristo; y quiere renovar la amistad que hirió voluntariamente. Quiere, con su arrepentimiento, darle a Cristo la posibilidad de perdonar, y con esto darle alegría». Como explicaba el cura de Ars, citado por el padre Dajczer en su libro, con el pecado «crucificamos a

Cristo, pero cuando vamos a confesarnos, vamos a liberarlo de la cruz». El sacramento de la Confesión es un encuentro de amor. El penitente acude al mismo con el dolor de su pecado. Pero ese dolor puede ser pobre, incluso egoísta, como quien busca simplemente un poco de alivio. Dios, en cambio, desea acoger al pecador con un amor inmenso, desproporcionado, paterno. Recibe al hijo como hijo, lo rodea de gestos de cariño, desea perdonar los pecados, grandes o pequeños, para así eliminar los obstáculos que nos impiden amar. Si dejamos de lado la mentalidad egocéntrica y penetramos en la visión teocéntrica, la Confesión se convierte en un momento especial de alegría, de gozo, de paz. En lo más íntimo de nuestra conciencia, desde las palabras de un sacerdote que nos acoge como ministro de la Iglesia, podremos escuchar la voz de Cristo que nos recibe, que nos limpia, que nos rescata, que nos viste con el traje de fiesta, que nos abraza mientras susurra: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más» (Jn 8,11). Las citas del P. Tadeusz Dajczer están tomadas de «Meditaciones sobre la fe», San Pablo, Madrid 1994, 6ª ed., pp. 101-102.


El Observador

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

«EL CIRCO DE LA MARIPOSA» (THE BUTTERFLY CIRCUS) Otro agasajo de Eduardo Verástegui POR WALTER TURNBULL

La película de corto metraje junta a dos grandes de la promoción de la dignidad humana. Uno es Nick Vujicic, el admirable joven australiano nacido sin brazos y sin piernas cuyas noticias en internet han dado la vuelta al mundo como un ejemplo del descubrimiento del tesoro de la vida aun en medio de adversidades e impedimentos. El otro es Eduardo Verástegui, el exitoso actor mexicano que se propuso no filmar en adelante nada que atentara contra la fe, la familia o la imagen de la comunidad iberoamericana. Y también aparece un escritor y director, Joshua Weigel, perfectamente desconocido para un ignorante como yo, pero evidentemente un gran director y escritor. El argumento, no necesariamente verosímil, nos presenta a un circo ambulante formado por un grupo de rechazados y unido en una inusual amistad, que recorre las tierras desoladas durante la Gran Depresión trayendo esperanza a sus tristes habitantes. Nos recuerda el realismo fantástico, pero con revestimiento de moral y buen gusto. Hace unas semanas, el cortometraje recibió el primer premio en el concurso de «The Doorpost Film Project», una agrupación dedicada a promover a cineastas visionarios que a través del cine descubran y publiquen la verdad sobre el hombre, con la exhibición de valores como la esperanza, el perdón, la humildad, la alegría, la libertad y la redención. Aunque el corto está catalogado como película de esperanza, en realidad promueve muchísimos valores como el respeto, la correcta autoestima, la confianza en uno mismo, el esfuerzo y la audacia en la consecución de metas, la promoción del otro a través del aprecio, la creencia en un futuro cuando todo parece perdido, la fraternidad solidaria... y aunque la película no menciona a Dios, sabemos que ambos protagonistas son creyentes convencidos y que los valores que reflejan son los del cristianismo. Vemos a Eduardo Verástegui una vez más obteniendo un rotundo éxito con un filme de valores que refleja su vida. En «El Circo de la Mariposa» representa a un hombre que, con mucho amor, creatividad y sabiduría, devuelve la dignidad a personas. Un gran cortometraje, sin duda alguna: bello, edificante, motivador. Veinte minutos repletos de arte y promoción humana.

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Cine familiar para año nuevo POR MARÍA VELÁZQUEZ DORANTES / mvdorantes@yahoo.com.mx

Uno de los propósitos para año nuevo podría ser una tarde de cine familiar, alrededor de una buena cinta que reafirmara los valores familiares. Recuperemos las historias cinematográficas que contribuyen a que la familia, los esposos, los hijos y los amigos se mantengan más unidos. El listado puede ser enorme, pero algunas de ellas ya son imposibles de conseguir debido a su antigüedad; sin embargo, sí existen otras al alcance de todos. Plácido (1961)

La historia acontece durante la tarde de un día de Navidad en una ciudad de provincias. Los pudientes del lugar han organizado grandes festejos bajo el lema «siente un pobre a su mesa». Los actos incluyen una gran cabalgata con actrices llegadas de Madrid, y un sorteo promovido por la marca Cocinex. La idea es promover entre los ciudadanos que ese día la caridad ha de reinar en cada hogar. Entre toda la gente implicada destacan Quintanilla, encargado de la organización, y Plácido, un transportista que anda de un lado para otro intentando pagar la primera letra de su carricoche recién adquirido. Mientras dormías (1995)

Una joven taquillera de metro que está secretamente enamorada

de uno de los pasajeros al que ve todos los días. Un día éste sufre un grave accidente y Lucy le salva la vida. En el hospital, los padres del accidentado la toman por la novia de su hijo. Pero, poco a poco, Lucy se enamorará del hermano del herido y la vida se le complicará cuando éste salga del coma y todo tenga que ser aclarado. Oratorio de Navidad (1996)

Solveig es una enamorada de la música y de Bach, y su gran sueño es interpretar el Oratorio de Navidad. Cuando se dirige al ensayo sufre un accidente, y con su pérdida todas las ilusiones que vivían en ella se hacen presentes en la vida de su marido e hijo que no la olvidan mientras la música viva en ellos. Emotivo film sueco basado en una novela de Göran Tunström. Tokyo Godfathers (2003)

Una fría noche navideña. Tres vagabundos hallan a un bebé en un con-

tenedor de basura. En uno de ellos se despiertan los instintos maternales, y comienzan sus averiguaciones para resolver el enigma de quién es la pequeña y por qué ha sido abandonada. Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario (2005)

El film arranca en plena Segunda Guerra Mundial. Los aviones alemanes castigan duramente a Londres con sus bombas, hasta el punto de que la señora Pevensie decide enviar a sus cuatro retoños a una tranquila casa de campo, habitada por un viejo profesor. Peter es el mayor, y como su padre está en el frente, se siente de algún modo cabeza de familia, y responsable de sus hermanos. La segunda, Susan, tiene desarrollado vivamente su instinto maternal. Edmund, celoso de su hermano mayor, siempre anda enfurruñado. Y Lucy, la más pequeña y dulce, posee una imaginación desbordante. Por eso, cuando Lucy se esconde dentro de un armario, jugando al escondite en el enorme caserón, la gran experiencia que vive en su interior, y que cuenta luego a sus hermanos, es recibida con incredulidad.


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DEBATE

3 de enero de 2010, AÑO 15, No. 756

¿Es verdad que en 2012 es el fin del mundo? POR JOSÉ ANTONIO CABALLERO / jem@arcol.org (Artículo extractado)

Hacia mediados del mes de septiembre de este año 2009, se me acercó confiadamente una persona para decirme que la Biblia nos exhortaba al discernimiento sobre el fin del mundo, y que, por lo tanto, ella estaba convencida de que el mundo terminaría para el año 2012, fecha por lo demás confirmada por la conclusión del calendario maya. No es ésta una cuestión aislada, sino que ha de inscribirse dentro del marco «cultural», que se ha ido formando a partir del año 1999. La historia de los hombres nos enseña que varios personajes del pasado ya han querido vaticinar el fin del mundo y que sus predicciones han constituido siempre un resonante fracaso. La Biblia habla del fin del mundo, sí, pero nunca nos ha dicho cuándo será. Por otro lado, ni los mayas ni ningún otro vidente de cualquier época de la humanidad han podido jamás decirnos cuándo será el fin del mundo.

J.F. Rutherford sucedió a Russell y propuso el año 1925 como la fecha final. Luego sus seguidores hicieron correr la voz de que el año tan esperado sería 1975. Un personaje reciente ha sido David Koresh, quien se auto constituyó líder religioso de los davidianos. Había anunciado un final cercano de los tiempos, basándose en el combate final de Ap 19,1921; 20,7-10… ¿Qué tienen que ver los mayas con el año 2012? Hagamos primero una distinción. Hay dos tipos de calendario maya. El así llamado «Calendario mágico» o «Cuenta larga» y el «Calendario cotidiano» o «Cuenta corta». El que se relaciona con el año 2012 es la «Cuen-

Milenarismo, fracaso tras fracaso

Este deseo de predecir la inminencia del fin del mundo fue catalogado desde tiempos antiguos como «milenarismo». Este surge de modo resuelto hacia el siglo II d.C. con los montanistas. Reaparece en la Edad media con ciertas interpretaciones basadas en el texto del Talmud. Hallan en Joaquín de Fiore (siglo XII) un ferviente promotor. Rebrota durante la revolución francesa con ocasión del encarcelamiento del Papa Pío VI por parte del ejército francés. El milenarismo se populariza posteriormente con las prédicas de personajes como Johan Petri, William Miller y Jonas Wendell. Charles Taze Russell, antecedente de los testigos de Jehová, dijo que en 1914 tendría lugar el final del mundo de los gentiles. Como nada de esto ocurrió, Russell apostilló que se trató de la Primera Guerra Mundial, y luego, que Jesús había diferido la espera durante algún año más por motivos misteriosos. John Rick Miller es un laico comprometido, dedicado al servicio de la Iglesia desde hace veintiún años. En 2007 inició con la Orden Palotina, en la India, un plan para construir santuarios católicos en honor de la Santísima Virgen en lugares que antes eran paganos. Consagrados al Corazón de Jesús

En el 2008, Miller viajó a muchas partes del mundo donde predicó sobre el retorno de la gente a un estilo de vida según el querer de Dios, como individuos, familias, comunidades y naciones, consagradas al Sagrado Corazón de Jesús y al Doloroso e Inmaculado Corazón de María. El primer país en aceptar esta misión fue Colom-

ta larga»; ésta inicia el 11 de agosto del 3114 a.C. El fin de dicho calendario será el 21 de diciembre del 2012, fecha del solsticio de invierno. La fecha del final de los tiempos coincidiría para algunos «con el hecho de que la elipsis del sol pasará por el centro ecuatorial galáctico». Los mayas, en su universo politeísta, veían en ello que el dios Sol o Pacal renacería. La última vez que esto ocurrió fue hace más de 26,000 años. La perspectiva católica

¿Qué podemos decir ante todo esto? No me cabe la menor duda de que se han de recordar las palabras que Jesús dirige a sus discípulos en el Evangelio de Mateo (en 24, 36): «Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre». Y cuanto se nos refiere al inicio de los Hechos de los

Apóstoles (1,6-8): «No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad». Por lo tanto, preguntémonos, si Cristo no lo sabía, ¿hemos de suponer que los mayas sabían más que Cristo? Claro que no. Tampoco es verdad que la Biblia habla de una fecha precisa para el fin del mundo. Por otro lado, el Apocalipsis de Juan y Daniel no se compusieron para infundir miedo, sino esperanza. En cuanto a la cifra de mil años del Apocalipsis, tal vez el Salmo 90, 4 pueda sernos de ayuda: «Pues mil años son a tus ojos como el día de ayer que pasó; como una vigilia en la noche». Algo similar viene a decir la segunda carta de Pedro en 3, 8: «Carísimos, no se os oculte que delante de Dios un día es como mil años, y mil años como un solo día». Los mil años no coinciden con la duración real de nuestro tiempo, sino que más bien denotan una cifra del todo imprecisa. El poco tiempo de que goza el demonio tampoco está precisado; lo que sí queda claro es su limitación y debilidad. Por lo tanto, la historia de la salvación tendrá una duración imprecisa pero real. La fuerza victoriosa de Cristo estará siempre presente. La fuerza del demonio, además de limitada, es del todo efímera. Por eso los mil años ante Dios no se comparan con ningún tiempo contemporáneo. En definitiva, el final de los tiempos (la parusía o segunda venida de Cristo) no será en el 2012. Ni la Biblia lo dice, ni el calendario maya, que ciertamente termina en esa fecha, lo cual se explica por el simple hecho de que a la llegada de los españoles a México los mayas dejaron de seguir elaborando sus cálculos, no porque fueran unos «súper» sabios (más que Cristo). Cristo dijo que no lo sabía. ¿Cómo es que ha habido gente que decía saberlo y se ha equivocado? ¿No nos estaríamos equivocando de nuevo como ya pasó a partir del siglo II d.C.?

AL MARGEN…

CALUMNIAS EN EL ÁGORA POR JUAN CARLOS MORENO ROMO / juancarlosmorenoromo@gmail.com

Una película cuesta millones de dólares, y quienes invierten en ellas no lo hacen nada más porque sí. Cuando no esperan cuantiosas ganancias con las entradas, lo que principalmente buscan es la propaganda: la imposición alevosa de las ideas que el poder político, o el poder económico (si difieren) quieren —harto democráticamente, claro está— que todo mundo tenga. El cine no es un ágora en la que todos podamos opinar, y en la que, cuando se ofrece, podamos replicar a las mentiras o a las calumnias que con demasiada frecuencia, por desgracia, ahí se prodigan. En la «pantalla grande» sólo se expresan «los de arriba», los que tienen la sartén por el mango. Por lo general, el cine comercial y de propagando miente sobre la naturaleza humana, sobre lo que son el amor, la virtud y la felicidad. Pero de tiempo en tiempo hay películas más «francas», o más descaradas, en las que el anticristianismo no se maquilla de esta o de aquella forma, y no nos oculta su rostro. Ese es el caso de la película Ágora, del realizador español Amenábar, al menos en su primer plano, que es el que naturalmente más le interesa a la propaganda. Bien «leída», o bien «vista», es decir, bien analizada, esa variación o imitación (transpuesta del Islam al cristianismo) de la harto más lograda película El Destino, del desaparecido realizador egipcio Youssef Chahine, en la que el protagonista no era la alejandrina Hipatia, sino el gran filósofo cordobés Ibn Rush o Averroes, y en la que quien financiaba era el gobierno francés y no el español, lo que a fin de cuentas viene a sostener es exactamente lo mismo que el Papa Benedicto XVI afirmó en su controvertida conferencia de la Universidad de Ratisbona: que la fe sin filosofía, la fe «fideísta» de quienes creen de espaldas a la razón, fácilmente degenera en el fanatismo ciego, y termina por desencadenar la intolerancia y la violencia. ¿Por qué esta tesis es escandalosa cuando quien la enuncia es el Papa, y es perfectamente «ortodoxa» cuando se la enuncia como si se tratara de un «valiente» ataque contra la Iglesia? Mal vista —y mucho me temo que ésta, como en general todas las películas de su género, esté hecha sobre todo para ser mal vista—, esta curiosa Ágora en la que no hay ninguna ágora en la que Sócrates desarme las sutiles y engañosas trampas de los sofistas (y en la que, si algo hay de filosofía, ésta se reduce a un cursillo elemental y anacrónico de astronomía), la película de Amenábar representa a los cristianos, que acaban de dejar de ser perseguidos, como a unos despiadados perseguidores de los pobres corderitos que se han vuelto los últimos representantes de la cultura pagana, y de los judíos de paso, a los que la película tampoco los trata muy bien que digamos. No les recomiendo que vayan a verla, pero, si lo hacen, los invito a verla bien, y a constatar lo que salta a la vista: que estamos ante una persecución política y cultural, o ideológica, que Dios quiera que no pase de ahí, pero que, como la propia película nos muestra, si la vemos desde otro ángulo, no es algo que se suela quedar ahí. Nuestros hermanos judíos nos pueden dar lecciones sobre cómo habría que actuar, urgentemente, al respecto. Si la van a ver y logra despertar en ustedes una legítima curiosidad sobre sus temas históricos, astronómicos y filosóficos, les recomiendo un excelente libro: La sabiduría del mundo, de Remi Brague, publicado muy recientemente en español por la editorial Encuentro.

Un camino de oración y conversión para México REDACCIÓN DE EL OBSERVADOR

bia, donde se aprobó en 2008 como «Colombia en los Corazones de Jesús y de María». En el 2008 se fundó la organización «Por el Amor de Dios en Todo el Mundo», cuya misión es supervisar las organizaciones específicas que se están formando en cada país. Hasta ese año la lista incluía Colombia, Venezuela y Polonia. En 2009 se extendió a Panamá, Ecuador, México, Perú, Estados Unidos y Canadá. Una opción para México

Esta propuesta de consagración ha llegado a México en un mo-

mento particularmente grave: la violencia se ha extendido por diversas regiones del país, la cultura de la muerte gana cada vez más adeptos, y existe una desensibilización social respecto a la dignidad de las personas, que ocasiona un incremento de las injusticias, de la pobreza y una corrupción. Un grupo de católicos ha decidido contribuir a paliar estas situaciones con el método para iluminar corazones y convertir almas: la oración. Argumentan que «cada uno tiene el poder para detener la avalancha de mal que padecemos, mediante el compromiso personal

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para cambiar las cosas, comenzando por uno mismo, en la convicción de que, si no actuamos rápidamente, la situación de deterioro pronto llegará a ser irreversible» Siguiendo la intuición de Miller se ha iniciado en México, con la aprobación de diversos cardenales y autoridades diocesanas, la campaña de oración por la conversión y la paz de México. La meta es tener por lo menos cien mil personas comprometidas en la consagración personal y familiar, y en la oración diaria de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario. También, si es posible, una vez por se-

mana, en grupos de oración. Adicionalmente, Miller propone unas breves pero esenciales oraciones matutinas en las que cada uno renueva su consagración al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado y Doloroso Corazón de María. Esta iniciativa ya está dando pasos concretos. El 19 de diciembre se realizó en la ciudad de Santiago de Querétaro una consagración familiar y personal al Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. Días antes se realizaron actividades similares en parroquias del Distrito Federal y del estado de México. Es que la oración es un poderoso recurso para convertir lo imposible en realizable.


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ANÁLISIS

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2009, un año agitado para el Papa y la Iglesia POR GILBERTO HERNÁNDEZ GARCÍA / gilberto@elobservadorenlinea.com

Ya desde los albores del 2009, el Papa Benedicto XVI nos había invitado a los cristianos a «no tener miedo» a pesar de las dificultades que se veían venir. Si bien es cierto, Su Santidad se refería a la crisis económica mundial, a la cuestión del cambio climático y otros tópicos mundiales, la Iglesia — en su papel de conciencia de la humanidad— también tuvo que sortear otro tipo de dificultades: una serie de ataques debido a sus firmes posiciones en temas capitales como la defensa de la vida, la moral, los derechos humanos y las relaciones internacionales. Después de todo, como alguna vez dijera Rafael Navarro Valls —antiguo vocero vaticano—, es natural que «los oleajes mediáticos golpeen con fuerza sobre el Vaticano», ya que la autoridad moral del Papa se ha globalizado de tal forma que se ha convertido en el primer referente espiritual en la Tierra, y con sus mensajes «ha demostrado ser un experto en humanidad».

Volver los ojos a los pueblos sedientos de justicia y paz

Durante el 2009, la paz, la reconciliación, la solidaridad concreta con los pueblos en desarrollo, el respeto a los derechos humanos —entre ellos la libertad re-

ligiosa—, la lucha contra el hambre, el respeto a la creación, fueron los temas que con más insistencia trató Benedicto XVI, vicario de Jesucristo.

En el memorable viaje que realizó a África en marzo de este año, Benedicto XVI invitó a la comunidad mundial dirigir los ojos a África, ese «gran continente, tan lleno de esperanza, pero que todavía sigue tan sediento de justicia, de paz, y de un desarrollo sano e integral, que pueda asegurar a su pueblo un futuro de progreso y de paz», porque «nuestro corazón no puede quedarse en paz mientras haya hermanos que sufren por falta de comida, de trabajo, de una casa o de otros bienes fundamentales», afirmó. En abril el Papa estuvo en Tierra Santa; ahí deploró «la intensa violencia desatada en la franja de Gaza, en respuesta a otra violencia», y afirmó que «también la violencia, también el odio y la desconfianza son formas de pobreza –quizás más tremendas– que combatir». El pontífice mostró su convencimiento del «profundo deseo de vivir en paz que sube al corazón de la gran mayoría de las poblaciones israelí y palestina, una vez más puestas

en peligro por la intensa violencia». Mientras tanto, en su visita a la República Checa –uno de los países más secularizados– en septiembre, exhortó a la vieja Europa a retornar a sus raíces más profundas, donde el cristianismo es fundamento y principio de identidad. El objetivo de su visita fue dar esperanza ante el desencanto que la vida sin Dios ha traído al mundo moderno. Economía con rostro más humano

En el escenario mundial, Benedicto XVI continuamente alzó la voz a favor de los más pobres de la tierra. Con ocasión de la reunión del G-8, en Italia, el Papa «quiso ofrecer una contribución a la reflexión sobre los temas del encuentro». «Se impone la urgencia de un sistema comercial internacional equitativo» donde se evite la especulación crediticia y se garantice el crédito público y privado al servicio de la producción y del trabajo, especialmente en los países y en las regiones más desfavorecidas», dijo en esa ocasión. Pero, sin duda alguna, la mayor contribución que Benedicto XVI ha hecho para la superación de la crisis y para el apuntalamiento de una economía global más justa y solidaria, fue la encíclica Caritas in veritate. El documento, que plantea el camino de la ética y la solidaridad como camino, ha sido acogido con optimismo por muchos expertos en el tema económico. Aun hay mucho que descubrir sobre esta reflexión que propone. Renovación espiritual de la Iglesia

A nivel Iglesia, destaca la apertura del Año Sacerdotal con el que

ha querido «contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo», en un tiempo en el que el ministerio sacerdotal y la actividad de la Iglesia son denostados en muchas partes del planeta. Sin embargo, uno de los acontecimiento que más ha atraído la atención en los últimos meses ha sido la publicación de la constitución apostólica Anglicanorum coetibus de Benedicto XVI, disponiendo algunas medidas de acogida de los anglicanos que han pedido ser recibidos en la Iglesia católica, y que responde a la gran preocupación del Papa por la unidad cristiana como Pastor de la Iglesia universal. Agenda 2010

El año que apenas despunta se ve complicado para Su Santidad Benedicto XVI y para toda la Iglesia de Jesucristo. El Papa deberá hacer frente a ataques cada día más orquestados contra la autoridad moral que sin duda la Iglesia ejerce. La cuestión de la libertad religiosa en un mundo que se empeña en vivir como si Dios no existiera, será también uno de los temas más recurrentes en los próximos meses del año. La unidad de los cristianos, el esfuerzo por consolidar la paz y el entendimiento entre los pueblos, la protección a la infancia para asegurarle una vida plena, la erradicación de la pobreza y la vida digna para todos, son temas que ya se han puesto en la agenda 2010 de Su Santidad, el Papa.


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Si quieres la paz, protege la creación Mensaje del Papa Benedicto XVI para el 1º de enero de 2010, Jornada Mundial de la Paz 6. ¿Acaso no es cierto que en el origen de lo que, en 1. Con ocasión del comienzo del año nuevo, quisiera llamar la atención con energía sobre la relación entre el Creadirigir mis más fervientes deseos de paz a todas las comuni- dor, el ser humano y la creación. En 1990 Juan Pablo II habló sentido cósmico, llamamos «naturaleza» hay «un designio dades cristianas, a los responsables de las naciones, a los de «crisis ecológica» y, destacando que ésta tiene un carác- de amor y de verdad»? El mundo «no es producto de una hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo. El ter predominantemente ético, hizo notar «la urgente necesi- necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar [...]. tema que he elegido para esta XLIII Jornada Mundial de la dad moral de una nueva solidaridad» [vii]. Este llamamiento Procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer Paz es: Si quieres promover la paz, protege la creación. El se hace hoy todavía más apremiante ante las crecientes ma- participar a las criaturas de su ser, de su sabiduría y de su respeto a lo que ha sido creado tiene gran importancia, pues- nifestaciones de una crisis, que sería irresponsable no to- bondad»[ix]. El libro del Génesis nos remite en sus primeras to que «la creación es el comienzo y el fundamento de todas mar en seria consideración. ¿Cómo permanecer indiferentes páginas al proyecto sapiente del cosmos, fruto del pensalas obras de Dios» [i], y su salvaguardia se ha hecho hoy ante los problemas que se derivan de fenómenos como el miento de Dios, en cuya cima se sitúan el hombre y la mujer, esencial para la convivencia pacífica de la humanidad. En cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida creados a imagen y semejanza del Creador para «llenar la efecto, aunque es cierto que, a causa de la crueldad del de productividad de amplias zonas agrícolas, la contamina- tierra» y «dominarla» como «administradores» de Dios mishombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al ción de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la mo (cfr. Gn 1,28). La armonía entre el Creador, la humanidad auténtico desarrollo humano integral —guerras, conflictos biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, y la creación que describe la Sagrada Escritura, se ha roto internacionales y regionales, atentados terroristas y viola- la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales? por el pecado de Adán y Eva, del hombre y la mujer, que ciones de los derechos humanos—, no son menos preocu- ¿Cómo descuidar el creciente fenómeno de los llamados pretendieron ponerse en el lugar de Dios, negándose a repantes los peligros causados por el descuido, e incluso por «prófugos ambientales», personas que deben abandonar el conocerse criaturas suyas. La consecuencia es que se ha el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales ambiente en que viven —y con frecuencia también sus bie- distorsionado también el encargo de «dominar» la tierra, de «cultivarla y guardarla», y así surgió que Dios nos ha dado. Por este motiun conflicto entre ellos y el resto de la vo, es indispensable que la humanicreación (cfr. Gn 3,17-19). El ser humadad renueve y refuerce «esa alianza no se ha dejado dominar por el egoísentre ser humano y medio ambiente que mo, perdiendo el sentido del mandato ha de ser reflejo del amor creador de de Dios, y en su relación con la creaDios, del cual procedemos y hacia el ción se ha comportado como explotacual caminamos» [ii]. dor, queriendo ejercer sobre ella un 2. En la encíclica Caritas in veritadominio absoluto. Pero el verdadero te he subrayado que el desarrollo husentido del mandato original de Dios, mano integral está estrechamente relaperfectamente claro en el libro del Gécionado con los deberes que se derinesis, no consistía en una simple convan de la relación del hombre con el cesión de autoridad, sino más bien en entorno natural, considerado como un una llamada a la responsabilidad. Por don de Dios para todos, cuyo uso lo demás, la sabiduría de los antiguos comporta una responsabilidad común reconocía que la naturaleza no está a respecto a toda la humanidad, espenuestra disposición como si fuera un cialmente a los pobres y a las genera«montón de desechos esparcidos al ciones futuras. He señalado, además, azar»[x], mientras que la Revelación bíque cuando se considera a la naturaleLa armonía entre el Creador, la humanidad y la creación que blica nos ha hecho comprender que la za, y al ser humano en primer lugar, simdescribe la Sagrada Escritura, se ha roto por el pecado de Adán y naturaleza es un don del Creador, el cual plemente como fruto del azar o del deha inscrito en ella su orden intrínseco terminismo evolutivo, se corre el riesEva, del hombre y la mujer, que pretendieron ponerse en el lugar de para que el hombre pueda descubrir en go de que disminuya en las personas Dios, negándose a reconocerse criaturas suyas. La consecuencia es él las orientaciones necesarias para la conciencia de la responsabilidad [iii]. «cultivarla y guardarla» (cfr. Gn 2,15)[xi]. En cambio, valorar la creación como que se ha distorsionado también el encargo de «dominar» la tierra, Todo lo que existe pertenece a Dios, un don de Dios a la humanidad nos de «cultivarla y guardarla», y así surgió un conflicto entre ellos y el que lo ha confiado a los hombres, pero ayuda a comprender la vocación y el no para que dispongan arbitrariamenvalor del hombre. En efecto, podemos resto de la creación. te de ello. Por el contrario, cuando el proclamar llenos de asombro con el Salmista: «Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, nes— a causa de su deterioro, para afrontar los peligros y hombre, en vez de desempeñar su papel de colaborador de la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre, las incógnitas de un desplazamiento forzado? ¿Cómo no Dios, lo suplanta, termina provocando la rebelión de la napara que te acuerdes de él, el ser humano, para darle po- reaccionar ante los conflictos actuales, y ante otros poten- turaleza, «más bien tiranizada que gobernada por él»[xii]. der?» (Sal 8,4-5). Contemplar la belleza de la creación es un ciales, relacionados con el acceso a los recursos naturales? Así pues, el hombre tiene el deber de ejercer un gobierno estímulo para reconocer el amor del Creador, ese amor que Todas éstas son cuestiones que tienen una repercusión responsable sobre la creación, protegiéndola y «mueve el sol y las demás estrellas» [iv]. profunda en el ejercicio de los derechos humanos como, cultivándola[xiii]. 7.Se ha de constatar, por desgracia, que numerosas per3. Hace veinte años, al dedicar el mensaje de la Jornada por ejemplo, el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud sonas, en muchos países y regiones del planeta, sufren creMundial de la Paz al tema Paz con Dios creador, paz con y al desarrollo. toda la creación, el Papa Juan Pablo II llamó la atención 5. No obstante, se ha de tener en cuenta que no se pue- cientes dificultades a causa de la negligencia o el rechazo sobre la relación que nosotros, como criaturas de Dios, te- de valorar la crisis ecológica separándola de las cuestiones por parte de tantos a ejercer un gobierno responsable resnemos con el universo que nos circunda. «En nuestros días ligadas a ella, ya que está estrechamente vinculada al con- pecto al medio ambiente. El concilio ecuménico Vaticano II aumenta cada vez más la convicción —escribía— de que la cepto mismo de desarrollo y a la visión del hombre y su ha recordado que «Dios ha destinado la tierra y todo cuanpaz mundial está amenazada, también [...] por la falta del relación con sus semejantes y la creación. Por tanto, resulta to ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos» debido respeto a la naturaleza», añadiendo que la concien- sensato hacer una revisión profunda y con visión de futuro [xiv]. Por tanto, la herencia de la creación pertenece a la cia ecológica «no debe ser obstaculizada, sino más bien del modelo de desarrollo, reflexionando además sobre el humanidad entera. En cambio, el ritmo actual de explotación favorecida, de manera que se desarrolle y madure encon- sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus pone en serio peligro la disponibilidad de algunos recursos trando una adecuada expresión en programas e iniciativas disfunciones y distorsiones. Lo exige el estado de salud naturales, no sólo para la presente generación, sino sobre concretas» [v]. También otros predecesores míos habían ecológica del planeta; lo requiere también, y sobre todo, la todo para las futuras[xv]. Así pues, se puede comprobar hecho referencia anteriormente a la relación entre el hombre crisis cultural y moral del hombre, cuyos síntomas son pa- fácilmente que el deterioro ambiental es frecuentemente el y el medio ambiente. Pablo VI, por ejemplo, con ocasión del tentes desde hace tiempo en todas las partes del mundo resultado de la falta de proyectos políticos de altas miras o octogésimo aniversario de la encíclica Rerum Novarum de [viii]. La humanidad necesita una profunda renovación cul- de la búsqueda de intereses económicos miopes, que se León XIII, en 1971, señaló que «debido a una explotación tural; necesita redescubrir esos valores que constituyen el transforman lamentablemente en una seria amenaza para la inconsiderada de la naturaleza, [el hombre] corre el riesgo fundamento sólido sobre el cual construir un futuro mejor creación. Para contrarrestar este fenómeno, teniendo en de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación». para todos. Las situaciones de crisis por las que está actual- cuenta que «toda decisión económica tiene consecuencias Y añadió también que, en este caso, «no sólo el ambiente mente atravesando —ya sean de carácter económico, ali- de carácter moral»[xvi], es también necesario que la activifísico constituye una amenaza permanente: contaminacio- mentario, ambiental o social— son también, en el fondo, dad económica respete más el medio ambiente. Cuando se nes y desechos, nuevas enfermedades, poder destructor crisis morales relacionadas entre sí. Éstas obligan a replan- utilizan los recursos naturales hay que preocuparse de su absoluto; es el propio consorcio humano el que el hombre tear el camino común de los hombres. Obligan, en particular, salvaguardia, previendo también sus costes —en términos no domina ya, creando de esta manera para el mañana un a un modo de vivir caracterizado por la sobriedad y la soli- ambientales y sociales—, que han de ser considerados como ambiente que podría resultarle intolerable. Problema social daridad, con nuevas reglas y formas de compromiso, apo- un capítulo esencial del costo de la misma actividad econóde envergadura que incumbe a la familia humana toda ente- yándose con confianza y valentía en las experiencias posi- mica. Compete a la comunidad internacional y a los gobierra» [vi]. tivas que ya se han realizado y rechazando con decisión las nos nacionales dar las indicaciones oportunas para contra4. Sin entrar en la cuestión de soluciones técnicas espe- negativas. Sólo de este modo la crisis actual se convierte en Continúa en la página 13 cíficas, la Iglesia, «experta en humanidad», se preocupa de ocasión de discernimiento y de nuevas proyecciones.


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Si quieres la paz, protege... (Viene de la página 12) rrestar de manera eficaz una utilización del medio ambiente planetaria de los recursos energéticos, de manera que tam- desarrollo humano integral. Se trata de una dinámica imque lo perjudique. Para proteger el ambiente, para tutelar los bién los países que no los tienen puedan acceder a ellos» prescindible, en cuanto «el desarrollo integral del hombre recursos y el clima, es preciso, por un lado, actuar respetan- [xx]. La crisis ecológica, pues, brinda una oportunidad his- no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad» do unas normas bien definidas incluso desde el punto de tórica para elaborar una respuesta colectiva orientada a cam- [xxiv]. Hoy son muchas las oportunidades científicas y las vista jurídico y económico y, por otro, tener en cuenta la biar el modelo de desarrollo global siguiendo una dirección potenciales vías innovadoras, gracias a las cuales se puesolidaridad debida a quienes habitan las regiones más po- más respetuosa con la creación y de un desarrollo humano den obtener soluciones satisfactorias y armoniosas para la bres de la tierra y a las futuras generaciones. integral, inspirado en los valores propios de la caridad en la relación entre el hombre y el medio ambiente. Por ejemplo, 8. En efecto, parece urgente lograr una leal solidaridad verdad. Por tanto, desearía que se adoptara un modelo de es preciso favorecer la investigación orientada a determinar intergeneracional. Los costes que se derivan de la utiliza- desarrollo basado en el papel central del ser humano, en la el modo más eficaz para aprovechar la gran potencialidad de ción de los recursos ambientales comunes no pueden dejar- promoción y participación en el bien común, en la respon- la energía solar. También merece atención la cuestión, que se a cargo de las generaciones futuras: «Herederos de ge- sabilidad, en la toma de conciencia de la necesidad de cam- se ha hecho planetaria, del agua y el sistema hidrogeológico global, cuyo ciclo tiene una importancia neraciones pasadas y beneficiándonos del de primer orden para la vida en la tierra, y trabajo de nuestros contemporáneos, estacuya estabilidad puede verse amenazada gramos obligados para con todos y no podevemente por los cambios climáticos. Se han mos desinteresarnos de los que vendrán a de explorar, además, estrategias apropiadas aumentar todavía más el círculo de la familia de desarrollo rural centradas en los pequehumana. La solidaridad universal, que es un ños agricultores y sus familias, así como es hecho y beneficio para todos, es también preciso preparar políticas idóneas para la un deber. Se trata de una responsabilidad gestión de los bosques, para el tratamiento que las generaciones presentes tienen resde los desperdicios y para la valorización de pecto a las futuras, una responsabilidad que las sinergias que se dan entre los intentos incumbe también a cada Estado y a la Code contrarrestar los cambios climáticos y la munidad internacional» [xvii]. El uso de los lucha contra la pobreza. Hacen falta polítirecursos naturales debería hacerse de modo cas nacionales ambiciosas, completadas por que las ventajas inmediatas no tengan conun necesario compromiso internacional que secuencias negativas para los seres vivienaporte beneficios importantes, sobre todo a tes, humanos o no, del presente y del futumedio y largo plazo. En definitiva, es necero; que la tutela de la propiedad privada no sario superar la lógica del mero consumo para entorpezca el destino universal de los biepromover formas de producción agrícola e nes [xviii]; que la intervención del hombre industrial que respeten el orden de la creano comprometa la fecundidad de la tierra, ción y satisfagan las necesidades primarias para ahora y para el mañana. Además de la de todos. La cuestión ecológica no se ha de leal solidaridad intergeneracional, se ha de afrontar sólo por las perspectivas escalofrianreiterar la urgente necesidad moral de una tes que se perfilan en el horizonte a causa renovada solidaridad intrageneracional, esEn efecto, entre las causas de la crisis ecológica actual es del deterioro ambiental; el motivo ha de ser, pecialmente en las relaciones entre países importante reconocer la responsabilidad histórica de los sobre todo, la búsqueda de una auténtica en vías de desarrollo y aquellos altamente solidaridad de alcance mundial, inspirada en industrializados: «la comunidad internaciopaíses industrializados. No obstante, tampoco los países los valores de la caridad, la justicia y el bien nal tiene el deber imprescindible de enconmenos industrializados, particularmente aquellos emergentes, común. Por otro lado, como ya he tenido trar los modos institucionales para ordenar ocasión de recordar, «la técnica nunca es sólo el aprovechamiento de los recursos no reestán eximidos de la propia responsabilidad respecto a la técnica. Manifiesta quién es el hombre y cuánovables, con la participación también de creación, porque el deber de adoptar gradualmente medidas les son sus aspiraciones de desarrollo, exlos países pobres, y planificar así conjuntapresa la tensión del ánimo humano hacia la mente el futuro» [xix]. La crisis ecológica y políticas ambientales eficaces incumbe a todos. Esto superación gradual de ciertos condicionamuestra la urgencia de una solidaridad que podría lograrse más fácilmente si no hubiera tantos cálculos mientos materiales. La técnica, por lo tanto, se proyecte en el espacio y el tiempo. En se inserta en el mandato de cultivar y guarefecto, entre las causas de la crisis ecológiinteresados en la asistencia y la transferencia de dar la tierra (cfr. Gn 2,15), que Dios ha confiaca actual es importante reconocer la respondo al hombre, y se orienta a reforzar esa aliansabilidad histórica de los países industrialiconocimientos y tecnologías más limpias. za entre ser humano y medio ambiente que zados. No obstante, tampoco los países menos industrializados, particularmente aquellos emergentes, biar el estilo de vida y en la prudencia, virtud que indica lo debe reflejar el amor creador de Dios» [xxv]. 11. Cada vez se ve con mayor claridad que el tema del están eximidos de la propia responsabilidad respecto a la que se ha de hacer hoy, en previsión de lo que puede ocurrir deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada creación, porque el deber de adoptar gradualmente medidas mañana [xxi]. y políticas ambientales eficaces incumbe a todos. Esto po10. Para llevar a la humanidad hacia una gestión del uno de nosotros, los estilos de vida y los modelos de condría lograrse más fácilmente si no hubiera tantos cálculos medio ambiente y los recursos del planeta que sea sosteni- sumo y producción actualmente dominantes, con frecueninteresados en la asistencia y la transferencia de conoci- ble en su conjunto, el hombre está llamado a emplear su cia insostenibles desde el punto de vista social, ambiental e mientos y tecnologías más limpias. inteligencia en el campo de la investigación científica y tec- incluso económico. Ha llegado el momento en que resulta 9. Es indudable que uno de los principales problemas nológica y en la aplicación de los descubrimientos que se indispensable un cambio de mentalidad efectivo, que lleve que ha de afrontar la comunidad internacional es el de los derivan de ella. La «nueva solidaridad» propuesta por Juan a todos a adoptar nuevos estilos de vida, «a tenor de los recursos energéticos, buscando estrategias compartidas y Pablo II en el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz cuales, la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así sostenibles para satisfacer las necesidades de energía de 1990 [xxii], y la «solidaridad global», que he mencionado en como la comunión con los demás hombres para un desarroesta generación y de las futuras. Para ello, es necesario que el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2009 [xxiii], son llo común, sean los elementos que determinen las opciones las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispues- actitudes esenciales para orientar el compromiso de tutelar del consumo, de los ahorros y de las inversiones» [xxvi]. Se tas a favorecer comportamientos caracterizados por la so- la creación, mediante un sistema de gestión de los recursos ha de educar cada vez más para construir la paz a partir de briedad, disminuyendo el propio consumo de energía y de la tierra mejor coordinado en el ámbito internacional, so- opciones de gran calado en el ámbito personal, familiar, comejorando las condiciones de su uso. Al mismo tiempo, se bre todo en un momento en el que va apareciendo cada vez munitario y político. Todos somos responsables de la proha de promover la búsqueda y las aplicaciones de energías de manera más clara la estrecha interrelación que hay entre Continúa en la página 14 con menor impacto ambiental, así como la «redistribución la lucha contra el deterioro ambiental y la promoción del


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CONTEXTO ECLESIAL

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Si quieres la paz, protege...

Los milagros de Juan Pablo II POR PABLO GINÉS / La Razón

(Viene de la página 13) tección y el cuidado de la creación. Esta responsabilidad no tiene fronteras. Según el principio de subsidiaridad, es importante que todos se comprometan en el ámbito que les corresponda, trabajando para superar el predominio de los intereses particulares. Un papel de sensibilización y formación corresponde particularmente a los diversos sujetos de la sociedad civil y las organizaciones no gubernativas, que se mueven con generosidad y determinación en favor de una responsabilidad ecológica, que debería estar cada vez más enraizada en el respeto de la «ecología humana». Además, se ha de requerir la responsabilidad de los medios de comunicación social en este campo, con el fin de proponer modelos positivos en los que inspirarse. Por tanto, ocuparse del medio ambiente exige una visión amplia y global del mundo; un esfuerzo común y responsable para pasar de una lógica centrada en el interés nacionalista egoísta a una perspectiva que abarque siempre las necesidades de todos los pueblos. No se puede permanecer indiferentes ante lo que ocurre en nuestro entorno, porque la degradación de cualquier parte del planeta afectaría a todos. Las relaciones entre las personas, los grupos sociales y los Estados, al igual que los lazos entre el hombre y el medio ambiente, están llamadas a asumir el estilo del respeto y de la «caridad en la verdad». En este contexto tan amplio, es deseable más que nunca que los esfuerzos de la comunidad internacional por lograr un desarme progresivo y un mundo sin armas nucleares, que sólo con su mera existencia amenazan la vida del planeta, así como por un proceso de desarrollo integral de la humanidad de hoy y del mañana, sean de verdad eficaces y correspondidos adecuadamente. 12. La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y se siente en el deber de ejercerla también en el ámbito público, para defender la tierra, el agua y el aire, dones de Dios Creador para todos, y sobre todo para proteger al hombre frente al peligro de la destrucción de sí mismo. En efecto, la degradación de la naturaleza está estrechamente relacionada con la cultura que modela la convivencia humana, por lo que «cuando se respeta la ‘ecología humana’ en la sociedad, también la ecología ambiental se beneficia» [xxvii]. No se puede pedir a los jóvenes que respeten el medio ambiente si no se les ayuda en la familia y en la sociedad a respetarse a sí mismos: el libro de la naturaleza es único, tanto en lo que concierne al ambiente como a la ética personal, familiar y social [xxviii]. Los deberes respecto al ambiente se derivan de los deberes para con la persona, considerada en sí misma y en su relación con los demás. Por eso, aliento de buen grado la educación de una responsabilidad ecológica que, como he dicho en la encíclica Caritas in veritate, salvaguarde una auténtica «ecología humana» y, por tanto, afirme con renovada convicción la inviolabilidad de la vida humana en cada una de sus fases, y en cualquier condición en que se encuentre, la dignidad de la persona y la insustituible misión de la familia, en la cual se educa en el amor al prójimo y el respeto por la naturaleza [xxix]. Es preciso salvaguardar el patrimonio humano de la sociedad. Este patrimonio de valores tiene su origen y está inscrito en la ley moral natural, que fundamenta el respeto de la persona humana y de la creación. 13. Tampoco se ha de olvidar el hecho, sumamente elocuente, de que muchos encuentran tranquilidad y paz, se sienten renovados y fortalecidos, al estar en contacto con la belleza y la armonía de la naturaleza. Así pues, hay una cierta forma de reciprocidad: al cuidar la creación, vemos que Dios, a través de ella, cuida de nosotros. Por otro lado, una correcta concepción de la relación del hombre con el medio ambiente no lleva a absolutizar la naturaleza ni a considerarla más importante que la persona misma. El Magisterio de la Iglesia manifiesta reservas ante una concepción del mundo que nos rodea inspirada en el ecocentrismo y el biocentrismo, porque dicha concepción elimina la diferencia ontológica y axiológica entre la persona humana y los otros seres vivientes. De este modo se anula en la práctica la identidad y el papel superior del hombre, favoreciendo una visión igualitarista de la «dignidad» de todos los seres vivientes. Se abre así paso a un nuevo panteísmo con acentos neopaganos, que hace derivar la salvación del hombre exclusivamente de la naturaleza, entendida en sentido puramente naturalista. La Iglesia invita en cambio a plantear la cuestión de manera equilibrada, respetando la «gramática» que el Creador ha inscrito en su obra, confiando al hombre

El Observador

el papel de guardián y administrador responsable de la creación, papel del que ciertamente no debe abusar, pero del cual tampoco puede abdicar. En efecto, también la posición contraria de absolutizar la técnica y el poder humano termina por atentar gravemente, no sólo contra la naturaleza, sino también contra la misma dignidad humana [xxx]. 14. Si quieres promover la paz, protege la creación. La búsqueda de la paz por parte de todos los hombres de buena voluntad se verá facilitada sin duda por el reconocimiento común de la relación inseparable que existe entre Dios, los seres humanos y toda la creación. Los cristianos ofrecen su propia aportación, iluminados por la divina Revelación y siguiendo la Tradición de la Iglesia. Consideran el cosmos y sus maravillas a la luz de la obra creadora del Padre y de la redención de Cristo, que, con su muerte y resurrección, ha reconciliado con Dios «todos los seres: los del cielo y los de la tierra» (Col 1,20). Cristo, crucificado y resucitado, ha entregado a la humanidad su Espíritu santificador, que guía el camino de la historia, en espera del día en que, con la vuelta gloriosa del Señor, serán inaugurados «un cielo nuevo y una tierra nueva» (2 P 3,13), en los que habitarán por siempre la justicia y la paz. Por tanto, proteger el entorno natural para construir un mundo de paz es un deber de cada persona. He aquí un desafío urgente que se ha de afrontar de modo unánime con un renovado empeño; he aquí una oportunidad providencial para legar a las nuevas generaciones la perspectiva de un futuro mejor para todos. Que los responsables de las naciones sean conscientes de ello, así como los que, en todos los ámbitos, se interesan por el destino de la humanidad: la salvaguardia de la creación y la consecución de la paz son realidades íntimamente relacionadas entre sí. Por eso invito a todos los creyentes a elevar una ferviente oración a Dios, Creador todopoderoso y Padre de misericordia, para que en el corazón de cada hombre y de cada mujer resuene, se acoja y se viva el apremiante llamamiento: Si quieres promover la paz, protege la creación. Vaticano, 8 de diciembre de 2009 BENEDICTUS PP XVI NOTAS: [i] Catecismo de la Iglesia Católica , 198. [ii] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2008, 7. [iii] Cfr. n. 48. [iv] Dante Alighieri, Divina Comedia, Paraíso, XXXIII, 145. [v] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 1. [vi] Carta apostólica Octogesima adveniens, 21. [vii] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 10. [viii] Cfr. carta encíclica Caritas in veritate, 32. [ix] Catecismo de la Iglesia Católica , 295. [x] Heráclito de Éfeso ( 535 a .C. ca. – 475 a .C. ca.), Fragmento 22B124, en H. Diels-W. Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker, Weidmann, Berlín 19526. [xi] Cfr. carta encíclica Caritas in veritate, 48. [xii] Juan Pablo II, carta encíclica Centesimus annus, 37. [xiii] Cfr. Carta encíclica Caritas in veritate, 50. [xiv] Constitución pastoral Gaudium et spes, 69. [xv] Cfr. Juan Pablo II, carta encíclica Sollicitudo rei socialis, 34. [xvi] Carta encíclica Caritas in veritate, 37. [xvii] Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, 467; cfr. Pablo VI, carta encíclica Populorum progressio, 17. [xviii] Cfr. Juan Pablo II, carta encíclica Centesimus annus, 30-31.43. [xix] Carta encíclica Caritas in veritate, 49. [xx] Ibíd. [xxi] Cfr. Santo Tomás de Aquino, S. Th., II-II, q. 49, 5. [xxii] Cfr. n. 9. [xxiii] Cfr. n. 8. [xxiv] Pablo VI, carta encíclica Populorum progressio, 43. [xxv] Carta encíclica Caritas in veritate, 69. [xxvi] Juan Pablo II, carta encíclica Centesimus annus, 36. [xxvii] Carta encíclica Caritas in veritate, 51. [xxviii] Cfr. ibíd., 15.51. [xxix] Cfr. ibíd., 28.51.61; Juan Pablo II, carta encíclica Centesimus annus, 38.39.

Karol Wojtyla fue, probablemente, el hombre más público de la historia: ningún otro ha sido más fotografiado, retransmitido, filmado que él. Por sus audiencias de los miércoles pasaron más de 18 millones de personas. Sin embargo, su actividad taumatúrgica, hacedora de milagros, fue discreta, aunque no escasa, a la luz de los testimonios que se acumulan en la causa de beatificación y en libros de vaticanistas como Andrea Tornielli (Santo subito) o el polaco Pawel Zuchniewicz (Miracles of John Paul II). Hace pocos días, el cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue su secretario durante años, admitió que el Papa hizo muchos milagros en vida: «No podíamos hablar de ello, nos estaba prohibido, pero ahora que está muerto, hay muchas cosas que se están registrando y documentando», declaró. Una madre con cáncer

Quizá el primer milagro de Karol Wojtyla como Papa fue el de la inglesa Kay Kelly en marzo de 1979. Madre de tres hijos y enferma de cáncer, rezando ante una imagen de la Virgen sintió que tenía que ver al nuevo Papa. Le llegaron unos billetes para Roma, regalo de los Caballeros de Colón por sus esfuerzo en colectas contra el cáncer. En Roma participó en una reunión semiprivada con el Papa y otros enfermos. Hablaron, él le firmó una foto para su hijo, la abrazó y le dijo: «Estoy muy orgulloso de ti, eres una madre maravillosa». Cuando volvió a Liverpool, su cáncer había desaparecido. Adiós linfoma en una audiencia privada

El 1 de julio de 2004 el Papa recibió a Rafal, un chico polaco de 16 años, de Lubaczow. Su linfoma incurable desapareció justo después de su audiencia privada. Una adolescente, también con cáncer

En la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, en 2002, el Papa rezó por Angela Baronni, de 16 años, con cáncer de huesos; le impuso las manos y le hizo la señal de la cruz. Desapareció todo rastro del cáncer. El hombre de la parálisis cerebral

En 1980, el australiano Emil Barbar, de 29 años, con una parálisis cerebral que le impedía caminar y le dificultaba el habla, llamó la atención de Juan Pablo II durante una audiencia con enfermos en la plaza de San Pedro. El Papa le besó en la cabeza. Su madre lloraba. «Llévale a Lourdes, verás que camina», le dijo el Pontífice, y les regaló una cruz y un rosario. Emil se bañó en la piscina de Lourdes y seis semanas después caminaba. Mujeres que lograron ser madres

Hay varios testimonios de mujeres que dicen que la oración del Papa les ayudó a concebir o dar a luz. Una católica china afincada en Vancouver, Canadá, la señora Lieu, acudió como peregrina a Roma después de haber sufrido tres abortos naturales. En una audiencia le contó al Papa su problema. Él le dijo que tendría un hijo y trazó la señal de la cruz en su cabeza. Al volver a Canadá, comprobó que estaba embarazada, el niño nació bien y se llamó Juan Pablo Lieu. El hijo de un político

En México es muy conocido el caso de Heron Badillo, hijo del político izquierdista Felipe Badillo. Tenía cinco años y estaba enfermo de leucemia cuando lo presentaron al Papa en Zacatecas, el 12 de mayo de 1990. Él se apartó de su ruta para imponerle las manos y lo besó. El niño, después de 15 días de rechazar alimentos, empezó a comer, desaparecida su enfermedad. Una monja y un cardenal

El cardenal italiano Francesco Marchisano, amigo personal del Papa desde 1962, apenas podía hablar en el año 2000 por un error al operarse de la carótida. El Papa le acarició en la zona operada. «El Señor le devolverá la voz. Yo rezaré por usted», le dijo. Poco después quedó curado. Otro caso documentado es el de la monja colombiana Ofelia Trespalacios. Sufría desde los 20 años una enfermedad que le producía desmayos y parálisis. En 1984, en una audiencia en Roma, el Papa puso las manos sobre la cara de la religiosa y oró por ella. La enfermedad de la mujer desapareció por completo.


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JÓVENES

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Joven católico es considerado «Héroe del año» por la CNN La cadena de noticias CNN eligió a un joven católico filipino como ganador en la categoría principal del premio el Héroe del Año

2009. Se trata de Efrén Peñaflorida, quien a sus 28 años de edad lidera una iniciativa para salvar a los niños pobres de la delincuencia a través de la educación. Efrén, hijo de un conductor de triciclo y un ama de casa, creció cerca del basural de la ciudad de Cavite al sudoeste de Manila, Filipinas. Ahí decidió muy joven que no integraría una pandilla —como la mayoría de sus vecinos— y que

superaría la pobreza de su hogar con la educación. A los 16 años de edad prometió ayudar a que otros niños tomaran la misma decisión, por lo que creó un programa que ofrece tutoría y libros a los menores que viven en barrios pobres y en las calles.

En este tiempo, su organización llamada Dynamic Teen Co. e integrada por voluntarios, ha podido mejorar las condiciones de lectu-

Taizé: treinta mil jóvenes europeos reflexionan sobre la «Carta de China»

ra, escritura y salud de unos mil 500 niños. Efren se ha convertido en uno de los modelos de la Jornada Juvenil Asiática organizada por la Iglesia en el país. Según monseñor Joel Baylon, presidente de la Comisión Episcopal de Juventud, Efrén es un mo-

delo inspirador para los jóvenes locales y el premio comprueba que se puede marcar la diferencia en la vida cotidiana. Fuente: Aciprensa

Campaña a favor de los Reyes Magos Empecemos la campaña en pro de nuestros queridísimos y antiquísimos Reyes Magos, que vuelvan a aflorar las tradiciones con arraigo centenario... Todos los años por estas fechas sufrimos una agresión globalizadora en la forma de un tipo gordinflón. Ese adefesio carente del más mínimo sentido de la elegancia en el vestir, con aspecto de dipsómano avejentado y multirreincidente en el allanamiento de morada por el método del escalo, es un invento de la multinacional más multinacional de todas las multinacionales, Coca-Cola. Desde entonces, generaciones de tiernos infantes de medio mundo han sido machacadas por la publicidad, alienándose hasta tal punto que piensan que un mamarracho publicitario representa todo lo bueno del ser humano. ¡Basta ya!, ¡reivindiquemos nuestras señas de identidad! ¡Abajo Santa Claus y vivan los Reyes Magos! Reivindico la figura de los Reyes Magos porque: + Los Reyes Magos son un símbolo de la multirracialidad y nunca han tenido problemas de inmigración. + Los Reyes Magos son fashion total, su elegancia en el vestir no ha pasado de moda en dos milenios. + Si no existiesen los Reyes Magos, las vacaciones se acabarían el 2 de enero. + Los Reyes Magos son ecológicos, utilizan vehículos de tracción animal que con su estiércol

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contribuyen a fertilizar el suelo patrio (nada de trineos volando ni tonterías que no existen...) + Los Reyes Magos generan un montón de puestos de trabajo entre la gente que participa en la cabalgata. + De Santa Claus puede hacer cualquiera, pero para hacer de Reyes Magos se necesitan al menos tres. + Los Reyes Magos fomentan la industria del calzado y enseñan a los niños que los zapatos se deben limpiar al menos una vez al año. Por contra, el gordinflas exige que se deje un calcetín, prenda proclive a servir de acomodo de la mugre. + Los Reyes Magos planifican concienzudamente su trabajo y se retiran discretamente cuando acaban la función. + Santa Claus vive en el Polo Norte y por eso es un amargado, los Magos son de Oriente, cuna de la civilización y por ello de una elegancia no decadente. + Los Reyes Magos tuvieron un papel destacado en la Navidad, Santa Claus es un aprovechado que trata de apropiarse del negocio y que no participó en nada en los acontecimientos de la Navidad. + Los Reyes Magos lo saben todo. Santa Claus no sabe otra cosa que agitar una campanita. + Sin los Reyes Magos no se habría inventado la rosca de Reyes. + Finalmente, Santa Claus se pasa la vida diciendo «¡Jo, jo, jo!». Risa forzada y sin sentido. Señal de estupidez. Anónimo.

Treinta mil jóvenes de toda Europa y de otros continentes se reunieron en la ciudad polaca de Poznan, entre el 29 de diciembre de 2009 y el 2 de enero de 2010, convocados por la comunidad de Taizé para celebrar el 32º Encuentro Europeo de Jóvenes. El encuentro, el tercero de este tipo que acoge Polonia, se celebró en Poznan por invitación del arzobispo y de los responsables ecuménicos de la ciudad. Durante este encuentro en Polonia, por la mañana los jóvenes compartieron su fe y experiencias en 150 parroquias de las diócesis de Poznan y de Gniezno. Por la tarde se reunieron en el parque de exposiciones de la ciudad para la comida, las oraciones comunes y los talleres sobre cuestiones sociales y de la vida interior. En algunos talleres los testimonios de compromiso en favor de la justicia, de la solidaridad y la paz en el mundo permitieron a los participantes prepararse para asumir responsabilidades una vez que estén de regreso en sus países respectivos. Reflexión sobre la libertad

Uno de los talleres de reflexión trató el tema de la libertad, «libertad por la que muchos han luchado en el siglo XX y que parece hoy tan natural a aquellos que tienen menos de 25 años», indicaba el comunicado oficial del encuentro. Otro de los temas que se invitó a abordar a los jóvenes fue: Hoy en Europa, como en el resto de los continentes, ¿reflexionamos sobre el sentido que se da a la libertad? Durante la oración de cada noche, el hermano Alois, prior de Taizé, sucesor del hermano Roger, ofreció una meditación. La «Carta de China»

Con motivo del encuentro de Poznan, el hermano Alois publicó la «Carta de China», que ha sido traducida a una cincuentena de lenguas y que los jóvenes recibieron al llegar a Polonia. Taizé mantiene relaciones con la Iglesia en China desde hace veinte años. Como signo de amistad, la comunidad, a través de la «operación esperanza», imprimió en 2009 un millón de Biblias en chino y las distribuyó a lo largo de todas las

regiones del país. Justamente el hermano Alois viene de concluir un periplo de tres semanas en la China continental. De ello habló en Poznan. «¡Qué dinamismo el de la fe entre los cristianos de este país! —escribe— Estamos admirados de su perseverancia y de su fidelidad». Y continúa: «Muchos de ellos nos han relatado los sufrimientos que sus padres y abuelos han padecido por la fe. Nos hemos encontrado con creyentes que, desde su humilde posición, tienen un papel activo en la construcción del futuro de su país». «En la provincia de Sichuan, por ejemplo, tras el gran terremoto de 2008, algunos fueron a socorrer a las víctimas y todavía permanecen allí, siendo muy apreciados por la población», añade. Los encuentros, desde 1978

Estos encuentros europeos de cinco días de duración, animados por los hermanos de Taizé, se celebran desde el año 1978. Han tenido lugar en París, Barcelona, Londres, Roma, y también en Praga, Viena, Munich, Budapest, Milán, Lisboa, Zagreb, Ginebra y Bruselas. Después de Poznan, la «peregrinación de confianza» tendrá dos etapas más en febrero de 2010: una en Asia, en Manila, y otra Ibérica, en Oporto. Palabras del hermano Alois

El hermano Alois ha dirigido a estos jóvenes estas palabras: «Al entrar en la edad adulta, los jóvenes pierden su conexión con la comunidad cristiana. A menudo esto no es una decisión madura, sino una cadena de circunstancias que conducen a la fe a la parte inferior de la escala de prioridades...». «Una fe que permanece en el nivel de las expresiones que se aprenden durante la infancia tiene dificultades para hacer frente a las cuestiones de la edad adulta», indica. Y concluye: «Podemos alegrarnos de profundizar en nuestra comprensión del misterio de la fe en cada etapa de nuestra vida... ¡Alegrémonos por la sed que Dios ha depositado en nosotros! Ella da una vitalidad renovada a toda nuestra vida». Zenit-El Observador


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NIÑOS

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El Observador

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Le pregunta la mamá al hijo acerca de sus pruebas escolares de mitad de año escolar: — ¿Cómo te fue? — Los exámenes fueron orales, y los maestros que me evaluaron eran muy religiosos. — ¿Por qué muy religiosos? — Es que cada vez que yo daba una respuesta ellos decían: «¡Ay, Dios mío!», «¡Santo Cristo!», «¡Madre de Dios!».

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Ilumina a los Reyes Magos

En el examen, el profesor le dice al alumno que no ha sabido contestar a ninguna pregunta: — Le haré una última pregunta. Si sabe, le aprobaré. Conteste lo siguiente: ¿Cuántos pelos tiene la cola de un caballo? — Treinta mil quinientos ochenta y tres. — ¿Y cómo lo sabe? — Perdone, profesor, pero esa ya es otra pregunta.

Los Magos de Oriente supieron del nacimiento del Salvador del mundo gracias a la aparición de una estrella. Es que Dios, cuando realiza las más grandes obras de su amor, hace uso de los fenómenos de la naturaleza. Piensa, por ejemplo, en la crucifixión de Jesús: aunque era de día vino la oscuridad sobre la región, y después hubo un gran temblor. ¿Por qué no todos los sabios y reyes fueron a adorar al Niño Dios? Porque no todos vieron la estrella. Herodes era rey, pero no vio la estrella; tampoco los sumos sacerdotes ni los escribas; de ahí que se sobresaltaron mucho cuando los Magos dijeron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque hemos visto surgir su estrella». Para ver la estrella hacía falta estar atento. Y aun poniendo mucha atención a veces la estrella se pierde de vista, como le pasó a los Magos. Sólo cuando ellos otra vez «se pusieron en camino» la pudieron encontrar. «Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría». Finalmente la estrella los guió hasta el Niño. Abre bien los ojos para que tú también lo encuentres y lo adores.


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