El Observador de la Actualidad 769

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4 de abril de 2010 AÑO 15 No. 769 $8.00 Fundado en 1995

DE LA ACTUALIDAD

«¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí. Resucitó» (Lc 24, 5-6)

¾ PÓRTICO

CÓMO NO TE VOY A QUERER

POR JAIME SEPTIÉN / jaimeseptien@gmail.com

La Resurrección Algunas ideas para celebrar la Pascua en familia ................ p. 4 No se es cristiano si no se cree en la Resurrección de Cristo....... p. 4 Teorías alternativas que ofrecen los no creyentes .................... p. 5 «Yo he vencido al mundo» .... p. 6 Cristo resucitado se apareció a su Madre ................................... p. 7

Abres la puerta que cerró el pecado, derrotas a la muerte, traes la Vida al alma esclavizada, envilecida, ¡la salvación eterna es tu legado! Eres el Hijo, el Bienaventurado, tu deidad ha quedado esclarecida. ¡Te pedimos perdón por tanta herida, por haberte, Señor, crucificado! Muerte y Resurrección es tu doctrina, evangelio de la felicidad que en la noche al espíritu ilumina.

¡Bautízanos al sol de la divina palabra que amanece en caridad y a disfrutar del bien nos encamina! Emma Margarita R. A. Valdés

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le desea a usted y a los suyos la mayor dicha en esta Pascua de Resurrección, la fiesta de las fiestas de los verdaderos cristianos

Periodismo Católico

Cómo no te voy a querer, Iglesia mía, una y santa, una y católica, una y apostólica, si tú me has dado sentido y pertenencia; si tú me has llenado el corazón de ganas de perdonar; si tú conmemoras, a diario, en cada rincón de mi Patria, el sacrificio puro y santo de Jesús por el perdón de mis pecados. Cómo no te voy a querer si desde donde sale el sol hasta el ocaso ofreces, en el altar, el memorial sin mancha que dignifica mi vida, reúne a mi familia en torno a Jesús y, al mismo tiempo que anuncias su muerte, proclamas su gloriosa resurrección que es, también, la certeza de mi propia resurrección. Cómo no te voy a querer, si te veo en los ojos alegres de tantos sacerdotes, diocesanos y religiosos, ministros de la felicidad eterna, vocaciones sublimadas, padres espirituales del mundo para que el mundo conozca a Jesucristo y encuentre en su Palabra el camino, la verdad y la vida. Cómo no te voy a querer, si en las religiosas alimentas el reencuentro del «hágase en mí según tu palabra» de María, y esa disposición encuentra en el camino al leproso, al enfermo de SIDA, al encarcelado, al solitario moribundo, al pobre, al desnudo, al hambriento, para ponerlo bajo tu custodia. Cómo no te voy a querer si me enseñaste a orar, a juntar las manos y pedirle a Dios no por mis flaquezas para que las cure, sino por la conversión de mi corazón y por que esa conversión tenga una dimensión de amorosa solicitud, de ayuda, a quienes sufren al lado mío. Cómo no te voy a querer si me has enseñado a no quedar indiferente ante el dolor, ante la tristeza, ante la desesperanza y el abandono; si me empujas, con mano firme, a no perder mi alma por ganar al mundo, a no dejarme arrollar por los peligros del demonio, a no dejar de orar a tiempo y a destiempo. Madre Iglesia, hoy el Vicario de tu Esposo, el Papa Benedicto XVI, enfrenta el lodazal, la inmundicia de quienes quieren asegurarse que el pecado es lo único que habla en la tierra. Soy muy mal hijo tuyo, pero —mira qué cosa curiosa— hoy te quiero mucho más. Esos dardos envenenados me abren el deseo mayúsculo de conocerte, de servirte, de anunciarte. Aquí estoy, madre mía, reflejo y suma de mi propia madre y de la Madre de todos los hombres. Aquí estoy, para lo que se te ofrezca.


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ALACENA

4 de abril de 2010, AÑO 15, No. 769

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«Todos estamos en la misma barca: cada uno tenemos una misión que cumplir» El presbítero Miguel Miró, vicario general primer secretario de la Orden de Agustinos Recoletos, habla sobre algunas realidades y retos de la Iglesia en el siglo XXI POR OMAR ÁRCEGA E.

¿Cómo se puede interpretar el crecimiento que ha experimentado la Iglesia? «A partir del concilio Vaticano II se impulsa la conciencia de una Iglesia de comunión en donde laicos, sacerdotes y religiosos tienen su propia vocación. Es importante que los laicos asuman su responsabilidad, es el momento y la hora de ellos, porque desde la familia, la política, los medios de comunicación, pueden dar testimonio de la fe que viven. Esto no menoscaba la vida democrática de las naciones, sino al contrario, la enriquece». ¿Cuáles son las principales dificultades para que los laicos se incorporen a la dinámica eclesial? «Los problemas se dan en dos ámbitos: el primero tiene que ver con algunos sacerdotes, pues les da la impresión que van a perder autoridad, que no van a ser reconocidos en su función propia. Este es un comportamiento lamentable. Pero por parte de los laicos veo cierto temor a asumir su compromiso, en parte por no estar lo suficientemente formados para mostrar los criterios cristianos en el ámbito de la educación, la política, la bioética, las comunicaciones etc.».

¿Qué debemos aprender los latinoamericanos de la experiencia de la Iglesia en Europa? «En Europa se quiere dar una imagen de que somos los más demócratas, los más ricos; pero padecemos una descristianización y una pérdida de valores y esto repercute en el bien de la sociedad; suele haber más agresividad, cada vez menos tolerancia, un materialismo voraz. Afortunadamente en América aún no se llega a estos niveles pero es una forma de pensar que ya está cobrando sus primeras víctimas en este continente. «En sentido positivo, en algunos países de Europa (Italia, Francia, España) los laicos asumen un fuerte compromiso. Aquellos que quieren vivir su fe se apoyan y se

manifiestan con fuerza y cada vez con mayor frecuencia. De esto deberían aprender los hermanos de América. Tomar postura en temas políticos y sociales. El camino no sería hacer partidos católicos sino

ser coherentes en aquello que piensan, lo que expresan y cómo lo viven». ¿Cómo debe ser la formación del religioso de vida activa del siglo XXI?

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«Hay que formar con una espiritualidad firme. La fe no debe ser una teoría, sino que algo que asumimos y marca nuestro comportamiento. «La espiritualidad debe ir acompañada de estudios teológicos sólidos y todo esto en una dimensión de Iglesia. Se es llamado a ser religioso, a ejercer una función dentro de la Iglesia. No estoy para «hacer lo que a mí me parece» o «yo creo»; en la formación se debe remarcar el sentido eclesial. «Por lo tanto, la vivencia espiritual de la fe, la formación intelectual teológica, un mayor compromiso con el pueblo de Dios y un sentido de Iglesia deben ser los rasgos necesarios para la formación de los religiosos de este siglo».

¿Qué implicaría un mayor compromiso con el «Pueblo de Dios»? «Dar confianza a los laicos, hacerlos que sean corresponsables, protagonistas de la vida eclesial, no simplemente los que son conducidos; su opinión es importante. Dar continuidad a los procedimientos pastorales; saber entender los sufrimientos del pueblo, sobre todo las situaciones de injusticia y atropellos. Vemos que hay mucha gente que sufre y debemos ser capaces de trasmitir una palabra de esperanza no para quitar el sufrimiento, sino para darle sentido e integrarlo; ésta es condición indispensable para vivir en paz. Ante la situación de injusticia, tener libertad para denunciar aquello que no esta bien». ¿Hay algo que desee agregar a los lectores de El Observador? «Asuman su responsabilidad con esperanza. Hay que potenciar la vida de familia. Que la relación con de la pareja se haga fecunda en la formación de los hijos y, con esto, dar un testimonio ante la sociedad. Recordar que todos estamos en la misma barca: cada uno tenemos una misión que cumplir».


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RESURRECCIÓN DE CRISTO

¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados?

Alégrense, por fin, los coros de los ángeles, alégrense las jerarquías del Cielo, y por la victoria de Rey tan poderoso que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la Tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero. Ésta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo. ¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados? ¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo! ¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos. Ésta es la noche de la que estaba escrito: «Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mí gozo». (Extracto del Pregón Pascual)

¿POR QUÉ NADIE NOS CREE QUE LA PASCUA ES LA MÁXIMA FIESTA? POR EL P. LUIS CARLOS BERNAL, O: P. / jesuitasuruguay.org

Si la gente nos creyera a pie juntillas, pensaría que los cristianos somos los seres más festivos de la Tierra. Nuestro calendario está plagado de fiestas; decimos que la Eucaristía y la celebración de los sacramentos son una fiesta; que el domingo, el Día del Señor, es la «fiesta primordial», e incluso que vivir en comunidad es también una fiesta. La verdad es que, a menudo —aun siendo todo ello verdad, de hecho—, es una pura apariencia. No solemos ser tan festivos como decimos. Sin embargo, así debiera ser porque tenemos muchos motivos para festejar. No obstante, carecemos frecuentemente del talante festivo y, como la mayoría de la gente, somos torpes para festeCarecemos jar. He afirmado que los cristianos tefrecuentemente nemos muchos motivos para festejar. del talante En realidad, esos «muchos» se concentran en «uno». El gran motivo de festivo y, festejo de los cristianos es la Pascua como la de Jesús. De hecho, durante el primer siglo, nuestros hermanos sólo celemayoría de la braban el domingo, el Día del Señor; gente, somos celebraban al Kyrios Resucitado. Por eso, el concilio Vaticano II llama al dotorpes para mingo «la fiesta primordial» (Sacrofestejar. sanctum Concilium, 106). Luego, en el siglo II, se comenzó a celebrar la fiesta anual de Pascua. El insigne benedictino Odo Casel afirmó intuitivamente pero con rigor científico: «Pascua es la fiesta de las fiestas, la fiesta más grande, solemnitas solemnitatum et festum summum; estrictamente hablando, es la única fiesta de los cristianos en el sentido pleno de la palabra y en la antigüedad se la llamaba simplemente ‘la fiesta’».

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RESURRECCIÓN DE CRISTO

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Algunas ideas para celebrar la Resurrección en familia ¡Cristo ha resucitado! Llevemos esta alegría al seno familiar, con esto también catequizamos a nuestros seres más cercanos. Debemos abrir nuestros ojos y despertar todos nuestros sentidos para mirar y ver. Y escuchar y tocar y gustar y oler el misterio de la Vida que se hace presente y real en los signos de la luz que ilumina, del agua que empapa y limpia, del pan que alimenta, del vino que alegra, del aceite que marca y sella. Con esto en mente proponemos algunas actividades. 1. El cirio pascual de la familia: Una vela grande, más grande que lo común. La decoramos con papelitos de colores, corazones que representen a cada uno de los miembros de la familia. Le ponemos una cruz en el centro. Y en cada uno de los lados de la cruz, el número que representa el año: 2010. Este cirio lo encendemos la noche de la Pascua, y puede acompañar nuestra mesa familiar a lo largo de toda la octava de Pascua.

2. Signos de fiesta: Globos, guirnaldas, carteles en la puerta de casa, letreros, etc. 3. La mesa familiar: Durante ocho días se viste de fiesta. Con las mejores cosas, las que ponemos para cuando vienen invitados importantes: manteles, flores, copas...

4. Huevitos de Pascua: No hace falta «indigestar» a nuestros niños el Domingo de Pascua. La Pascua dura 8 días, y sería muy lindo poder comer algo bien rico en cada una de las comidas de esos días: huevos de chocolate, postres especiales, golosinas, etc.. Nuestros hijos saben que cuando hay fiesta hay cosas ricas en la mesa. ¡Seamos creativos en preparar

algo rico para cada día de esta fiesta! 5. Saludos y bendiciones: Para cada día, podemos preparar tarjetitas con algún saludo o bendición especial para cada uno. Las ponemos en la canasta del cirio pascual, o en el plato de cada uno. Pueden ser deseos, o textos cortos de los evangelios de la Resurrección. También pueden ser intenciones, deseos o propósitos a cumplir en este tiempo pascual. 6. Gesto solidario: aprovechemos este tiempo de Pascua para pensar en familia algún gesto solidario que podamos hacer en favor de los más necesitados, de Caritas parroquial, o de algún vecino o miembro de la familia que está necesitando nuestra ayuda. La Pascua siempre nos pone en camino hacia el hermano, y es bueno que podamos concretar este festejo con un gesto de solidaridad. 7. Asamblea familiar: Sería buenísimo que dentro de la octava de Pascua nos tomemos un tiempo para reunirnos en una asamblea familiar y reflexionar juntos sobre la vida que compartimos. Con estas acciones mostramos la alegría por el tiempo que vivimos y catequizamos con el método mas eficaz: el ejemplo y el cariño. Fuente: Centro de Espiritualidad Santa María, Argentina.

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CREDO DE LA RESURRECCIÓN Porque Cristo resucitó y es la Vida, creemos en la vida y no en la muerte. Porque Cristo resucitó y es la Luz, creemos en la luz y en la belleza. Porque Cristo resucitó y está en camino, creemos en el futuro y no en el miedo. Porque Cristo resucitó y está llagado, creemos en el amor y no en el odio. Porque Cristo resucitó y está en la orilla, creemos en Él, que espera y no abandona. Porque Cristo resucitó y se apareció a Pedro, creemos en la Iglesia confiada a hombres pecadores. Porque Cristo resucitó y nos da su Espíritu, creemos que somos hijos amados para siempre. Autor anónimo

«No se es cristiano si no se cree en la Resurrección de Cristo» Habla el padre Cantalamessa, predicador del Papa «En el momento de la muerte de Jesús los discípulos se dispersaron; su caso se da por cerrado: ‘Esperábamos que fuera Él...’, dicen los discípulos de Emaús. Evidentemente, ya no lo esperan. «Y he aquí que, de improviso, vemos a estos mismos hombres proclamar unánimes que Jesús está vivo; afrontar, por este testimonio, procesos, persecuciones y finalmente, uno tras otro, el martirio y la muerte. ¿Qué ha podido determinar un cambio tan radical, más que la certeza de que Él verdaderamente había resucitado? No pueden estar engañados, porque han hablado y comido con Él después de su resurrección; y además eran hombres prácticos.

« Los que no creen en la realidad de la Resurrección siempre han planteado la hipótesis de que se haya tratado de fenómenos de autosugestión; los apóstoles creyeron ver. «Pero esto, si fuera cierto, constituiría al final un milagro no inferior al que se quiere evitar admitir. Supone, en efecto, que personas distintas, en situaciones y lugares diferentes, tuvieron todas la misma alucinación «Todos creen que Jesús ha muerto, también los paganos y los agnósticos. Pero sólo los cristianos creen que también ha resucitado, y no se es cristiano si no se cree esto». Zenit-El Observador


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Teorías alternativas a la Resurrección que ofrecen los no creyentes para contradecir la fe cristiana POR MARK SHEA

«Jesús vino a darnos una guía moral, y para demostrar que hablaba en serio, se dejó matar y se dejó ver después de muerto, para que le escuchásemos y fuésemos buenos». No habiendo sido educado en ninguna religión particular, tardé mucho en descubrir que esta visión de la muerte de Jesús y su Resurrección (que conocí por mi abuela) tenía más en común con la película de ciencia ficción El Día que Paralizaron la Tierra (1951) que con la fe histórica del cristianismo. Pero esta visión de Jesús como si fuese el extraterrestre Klaatu, impresionando a los patanes con trucos espiritualistas para que escuchen su predicación, no es sino una de las muchas visiones «alternativas» de la resurrección de Cristo. En esta visión no es especialmente importante si Jesús resucitó corporalmente, con tal de que sus discípulos supiesen que Él estaba «realmente vivo». Para otros no es importante si Jesús está vivo, con tal de que «viva en los corazones de sus paisanos». Ésta es, más o menos, la posición de supuestos «teólogos cristianos». Hay otros que resuelven el problema de la Resurrección no dejando que Jesús muera. En esta visión, otra persona es crucificada en Viernes Santo (alguien que realmente lo mereciese, como Judas Iscariote), mientras Jesús se va a una jubilación bien ganada en algún sitio. Dependiendo de qué leyenda o libro impactante elijamos, ese «algún sitio» puede estar en cualquier lugar desde Japón a Francia. En lugar de ahorrarle del todo la crucifixión, algunas variantes admiten que fue crucificado pero insisten en que sólo se des-

mayó (posiblemente con la ayuda de un poco de vino drogado) y recobró la conciencia más tarde. Otros, a menudo involucrados en el movimiento de la Nueva Era, solucionan el problema diciendo que Jesús sólo era un espíritu (divino o angélico, dependiendo de la preferencia del autor) que parecía ser un hombre. Esto resuelve el problema de su muerte haciendo de ella una ilusión. Mientras tanto, otros tienen explicaciones más crudas: los discípulos robaron el cadáver, mintieron y fundaron un culto para su propia ganancia y por poder. Un poco más amable que ésta es la Teoría de Alucinación Histérica, que dice que los bienintencionados apóstoles «alucinaron» la Resurrección. Unos dicen que fue una generación posterior de cristianos la que añadió la Resurrección al Nuevo Testamento; o que san Pablo supuestamente transformó a aquel rabino judío corriente en una figura del Cristo Cósmico. Las teorías alternativas no encajan

Una de las dificultades obvias de todas estas teorías es que no encajan bien entre ellas. Si tenemos que echarle la culpa a las generaciones posteriores de importar mitos sobre la Resurrección, no podemos culpar a las primeras. Si todo es culpa de Pablo, entonces no es de Pedro. Si los Once son ladrones de cadáveres, entonces no son alucinadores bienintencionados, y viceversa. No es de extrañar, ya que estas «explicaciones alternativas» son todas mucho más difíciles de creer

que la explicación cristiana de la Resurrección, que es bien resumida por san Pablo en I Corintios 15, 1-14: «Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os prediqué, que habéis recibido y en el cual permanecéis firmes, por el cual también sois salvados, si lo guardáis tal como os lo prediqué... Si no, ¡habríais creído en vano! Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día,

según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron..... Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vacía es nuestra predicación, vacía también vuestra fe». ¿San Pablo se inventaba cosas?

Muy bien, no podemos culpar a «generaciones posteriores» por inventarse la historia de la Resu-

rrección. Por lo tanto, dicen algunos, echémosle la culpa a Pablo. El problema de esta teoría es que el mismo Pablo, y los testigos que conocen a Pablo (como Lucas), así como testigos no influenciados por Pablo (como Mateo y Juan) parecen tener la impresión de que el núcleo básico de la historia que cuenta Pablo no es invención de Pablo: «Os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí», o más prosaicamente, «os estoy dando la Tradición que me enseñaron». ¿Que le enseñó quién? En el caso de Pablo, los apóstoles (cfr. Gálatas 1, 18-21) y la catequesis primitiva normal, que se impartía en lugares como la Iglesia de Antioquia, donde Pablo vivió muchos años antes de empezar misión alguna (cfr. Hechos 13). Pablo dice este tipo de cosas continuamente y parece que da por hecho no solamente que lo que tiene que decir sobre Jesús es conocimiento común a todos los cristianos (no sólo aquellos que él ha convertido) sino que ninguno de los otros apóstoles que se paseaban por el Mediterráneo —y ninguna de las iglesias que ellos fundaron— iban a pelearse con él por decir que Cristo ha resucitado. Si Pablo se hubiese inventado el mito del Cristo Resucitado mientras el resto de los apóstoles vagaban de aquí para allá compartiendo anécdotas sobre su Amigo el Mártir Nazareno, podríamos pensar que alguien se habría dado cuenta. La tumba vacía, ¿no sería otra tumba?

Otra de las teorías favoritas es que los discípulos fueron a la tum-

ba equivocada y llegaron a la conclusión de que Cristo había resucitado. Uno no puede sino preguntarse: ¿de qué creen estos teóricos que está hecha la gente? Que los apóstoles concluyan que Jesús es el Señor Resucitadocon base en tal pifia requeriría una estupidez sobrenatural no solamente por su parte sino por parte de las autoridades de Jerusalén. Aunque toda la Iglesia primitiva fuese tan obtusa que no pudiese encontrar el lugar de reposo final del Hombre que era el foco de su devoción, seguro que alguien en la élite de Jerusalén opuesta a la secta creciente de los nazarenos podría haber dicho: «Aquí está el cadáver. Estabais mirando en el lugar equivocado. La próxima vez preguntad para no perderos». José de Arimatea podría haber sido de ayuda aquí. Y también las mujeres, que vieron dónde se Le ponía. La teoría de las alucinaciones masivas

«Vale, de acuerdo —dice el escéptico—. Jesús murió. Y los discípulos no robaron el cuerpo y no mintieron. Simplemente alucinaron. Juntos. Los quinientos. Durante cuarenta días». La alucinación de masas es sumamente rara. Tan rara, de hecho, que se invoca normalmente sólo para explicar cosas como, ¡vaya!, la Resurrección. El resto del tiempo, cuando 500 personas dicen que vieron a alguien y hablaron con él, los creemos, especialmente cuando no tienen nada que ganar con ello… o cuando por decirlo se les condena rutinariamente a muerte. Además, ¿qué alucinación se puede tocar y come pescado? Resumido de Apologetica.org


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RESURRECCIÓN DE CRISTO

«YO HE VENCIDO AL MUNDO» POR WALTER TURNBULL

Por alguna razón que nosotros jamás compren- ralismo, metafísica, ilustración, deremos, Dios, en un momento dado de su perfecta estoicismo, nihilismo, cientificisvida trinitaria, decidió por amor compartirla con un mo, hedonismo, naturismo...— y ser de carne y hueso; y, más sorprendente aún, con verá que cae dentro de una de estas tres. un ser libre, con «derecho a decidir» si le corres«Cuanto aventajan los cielos a la tierra, así pondía o lo despreciaba, a elegir entre la vida y la aventajan mis caminos a los suyos y mis pensamuerte, y por lo mismo capaz de alcanzar la plena mientos a los suyos» (Is 55, 9). Dios tiene una idea felicidad y también de experimentar el sufrimiento. mejor, originalísima, brillante, absurda para los saEsta libertad del hombre es para Dios sagrada, y no bios de este mundo: El pecado, el sufrimiento y la puede —porque no quiemuerte no pueden ser elimire— hacer nada por el hom- Ahora el hombre puede volver nados, tienen que ser enfrenbre sin la participación y la tados y vencidos. Y es así voluntad del hombre. «El a Dios, porque un Hombre ya que «Cristo, siendo de conque te creó sin ti no te sal- fue digno de hacerlo. Ahora dición divina, no retuvo ávivará sin ti» (San Agustín). damente el ser igual a Dios, Inmenso y profundo miste- Dios tiene que abrir de nuevo sino que se despojó de sí rio. mismo, tomando condición el Paraíso a la humanidad, Y el hombre decide rede siervo, haciéndose semebelarse contra Dios —como porque su Hijo es parte de ella jante a los hombres y apaDios ya se lo esperaba— y reciendo en su porte como el mundo se vuelve un «valle de lágrimas», un lu- hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasgar de limitaciones, contrariedades, absurdos e in- ta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2, 6-8). Decide justicias. Aparecen tres formidables enemigos de acompañarnos en nuestra condición y nuestro sula felicidad primera: el pecado, el sufrimiento y la frimiento. Y ahora está sentado a la derecha del Pamuerte. Ahora Dios se propone hacer que el hom- dre y nos ha preparado un lugar, para que donde bre abandone los apegos a este mundo precario y está Él, estemos también nosotros. Y nos ha mosse decida a volver a Dios, y que pueda encontrar el trado el camino (cfr. Jn 14, 2-4). Él es el camino. camino en medio de todos esos abatimientos y liAhora el hombre puede volver a Dios, porque mitaciones. Que descubra el amor verdadero. Y todo un Hombre ya fue digno de hacerlo. Ahora Dios eso sin violentar la libertad del hombre. tiene que abrir de nuevo el Paraíso a la humanidad, ¿Qué pensamos nosotros que Dios debería ha- porque su Hijo muy amado es parte de ella. ber hecho? Eliminar la muerte y hacer la vida precaJesús no nos ha aislado del pecado, del sufriria pero eterna. Terminar con el sufrimiento y hacer miento y de la muerte: los ha enfrentado y los ha al hombre incapaz de distinguir el bien del mal, o de vencido. «Les he dicho estas cosas para que tenanhelar una vida plena. Impedir el pecado y con- gan paz en mí. En el mundo tendrán tribulación, vertir al hombre en una marioneta. Piense en una pero ¡ánimo!, Yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33). solución humana —socialismo, libre mercado, libe¡Aleluya!

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Llevar la Pascua a nuestras vidas Presentamos estas reflexiones de monseñor Ricardo Faifer, obispo de Goya; nos exhorta a que la Pascua no sea sólo algo vivido a nivel litúrgico sino que la llevemos al diario caminar de nuestras existencias, que la llevemos a nuestras vidas y así construyamos un mundo menos injusto y más humano. Queridos hermanos, manifestemos la Pascua en el paso: © de la vieja levadura de la prescindencia cotidiana de Dios al pan nuevo del reconocimiento filial y confiado de su Providencia; © de la vieja levadura del individualismo que olvida y excluye al hermano al pan nuevo de la comunión fraterna que se acuerda del hermano y lo incluye; © de la vieja levadura del disfrute egoísta y del consumismo avasallador al pan nuevo del compartir solidario y de la sabia sobriedad en el uso de los bienes; © de la vieja levadura del atropello a la naturaleza al pan nuevo del razonable respeto al bosque nativo, al agua y a la tierra; © de la vieja levadura del voto cautivo en el clientelismo al pan nuevo del voto responsable y sanamente crítico; © de la vieja levadura de quien sólo exige derechos al pan nuevo del ciudadano que también cumple sus deberes; © de la vieja levadura del desenfreno de una sexualidad irresponsable y violenta al pan nuevo de una sexualidad responsable y casta al servicio del amor y de la vida; © de la vieja levadura de la indiferencia y la pereza al pan nuevo del compromiso y la laboriosidad; © de la vieja levadura del facilismo, el robo y la corrupción al pan nuevo del esfuerzo personal y colectivo, de la honestidad y de «las manos limpias»; © de la vieja levadura de la mentira y del ocultamiento al pan nuevo de la verdad y de la transparencia.


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RESURRECCIÓN DE CRISTO

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Cristo resucitado se apareció a su Madre, aun cuando la Biblia no lo refiere

La muerte ya no tendrá la última palabra

La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos. San Máximo de Turín ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

¡Anuncien con valentía que Cristo, muerto y resucitado, es vencedor del mal y de la muerte! Juan Pablo II ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Les mostró las manos y los pies. En los que vieron claramente los vestigios de los clavos; y, según san Juan, también les enseñó el costado que había sido abierto con la lanza, para que, viendo las cicatrices de las heridas, pudiesen curar las heridas de sus dudas. Y no quiso curar estas señales; en primer lugar, para confirmar en sus discípulos la fe de la Resurrección; en segundo lugar, para poder enseñárselas a su Padre cuando intercediese por nosotros, manifestándole la clase de muerte que por nosotros había sufrido; en tercer lugar, par demostrar siempre a los redimidos con su muerte el gran amorque con ellos empleó, presentándoles las señales de su pasión; finalmente, para probar el día del Juicio la justicia con que serán condenados los impíos. San Beda

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Extracto de la catequesis de Juan Pablo II en la audiencia general del 21 de mayo de 1997

Frente a la Resurrección se hallan nuestras respuestas. Hermano Roger de Taizé ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Cristo pasa de la muerte a la vida y nos abre así el camino a nosotros que creemos en la resurrección para que pasemos también nosotros de la muerte a la vida. San Agustín ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Pascua del Señor, Pascua; lo digo por tercera vez en honor de la Trinidad: Pascua. Es, para nosotros, la fiesta de las fiestas, la solemnidad de las solemnidades, que es superior a todas las demás, no sólo a las fiestas humanas y terrenales, sino también a las fiestas del mismo Cristo que se celebran en su honor, igual que el sol supera a las estrellas. San Gregorio Nacianceno ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Un periodista ha escrito que quien crea en la resurrección de Cristo también está obligado a

creer en Aladino y «Las mil y una noches». No tengo ni idea de lo que pretende decir con eso, y supongo que él tampoco. Porque hay una razón clara y concreta para considerar verdadero el milagro del Evangelio (o, al menos, que con esa intención ha sido narrado), y una razón clara y concreta para apreciar que el famoso cuento árabe no sólo no es verdadero, sino que ni siquiera tiene intención de serlo. G. K. Chesterton ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Si Cristo hubiese dicho: «Yo soy la resurrección», sin prometer la vida espiritual y eterna, sólo habría significado que prometía sucesivas reencarnaciones en una vida miserable. Si hubiera dicho: « Yo soy la vida», sin decir también: « Yo soy la resurrección», no tendríamos más que la promesa de nuestro perpetuo descontento. Pero, al combinar ambas cosas, afirmó que en Él hay una vida que, al morir, se eleva a la perfección; por lo tanto, la muerte no era el fin, sino el preludio de una resurrección a una vida nueva y cabal. Era otra manera de combinar la cruz y la gloria, que corría como una antífona a través del salmo de su vida. Mons. Fulton J. Sheen

1. Después de que Jesús es colocado en el sepulcro, María es la única que mantiene viva la llama de la fe, preparándose para acoger el anuncio gozoso y sorprendente de la Resurrección. La espera que vive la Madre del Señor el Sábado Santo constituye uno de los momentos más altos de su fe: en la oscuridad que envuelve el universo, ella confía plenamente en el Dios de la vida y, recordando las palabras de su Hijo, espera la realización plena de las promesas divinas. Los evangelios refieren varias apariciones del Resucitado, pero no hablan del encuentro de Jesús con su Madre. Este silencio no debe llevarnos a concluir que, después de su resurrección Cristo no se apareció a María; al contrario, nos invita a tratar de descubrir los motivos por los cuales los evangelistas no lo refieren. Suponiendo que se trata de una «omisión», se podría atribuir al hecho de que todo lo que es necesario para nuestro conocimiento salvífico se encomendó a la palabra de «testigos escogidos por Dios» (Hch 10, 41), es decir, a los Apóstoles. Antes que a ellos, el Resucitado se apareció a algunas mujeres fieles. Si los autores del Nuevo Testamento no hablan del encuentro de Jesús resucitado con su Madre, tal vez se debe atribuir al hecho de que los que negaban la resurrección del Señor podrían considerar ese testimonio demasiado interesado y, por consiguiente, no digno de fe. 2. Los evangelios, además, refieren sólo unas cuantas apariciones de Jesús resucitado, y ciertamente no pretenden hacer una crónica completa de todo lo que sucedió durante los cuarenta días después de la Pascua. San Pablo recuerda una aparición «a más de quinientos hermanos a la vez» (1 Co 15, 6). ¿Cómo justificar que un hecho conocido por muchos no sea referido por los evangelistas, a pesar de su carácter excepcional? Es signo evidente de que otras apariciones del Resucitado, siendo hechos reales y notorios, no quedaron recogidas. ¿Cómo podría la Virgen, presente en la primera comunidad de los discípulos (cfr. Hch 1, 14), haber sido excluida del número de los que se encontraron con su divino Hijo resucitado de entre los muertos? 3. Más aún, es legítimo pensar que verosímilmente Jesús resucitado se apareció a su Madre en primer lugar. La ausencia de María del grupo de las mujeres que al alba se dirigieron al sepulcro (cfr. Mc 16, 1; Mt 28, 1), ¿no podría constituir un indicio del hecho de que ella ya se había encontrado con Jesús? Por último, el carácter único y especial de la presencia de la Virgen en el Calvario y su perfecta unión con su Hijo en el sufrimiento de la cruz, parecen postular su participación particularísima en el misterio de la Resurrección. Un autor del siglo V, Sedulio, sostiene que Cristo se manifestó en el esplendor de la vida resucitada ante todo a su Madre. 4. Por ser imagen y modelo de la Iglesia, que espera al Resucitado y que en el grupo de los discípulos se encuentra con Él durante las apariciones pascuales, parece razonable pensar que María mantuvo un contacto personal con su Hijo resucitado. En el tiempo pascual la comunidad cristiana, dirigiéndose a la Madre del Señor, la invita a alegrarse: «Regina caeli laetare. Alleluia». «¡Reina del cielo, alégrate. Aleluya!». Así recuerda el gozo de María por la resurrección de Jesús prolongando en el tiempo el «¡Alégrate!» que le dirigió el ángel en la Anunciación para que se convirtiera en «causa de alegría» para la humanidad entera.


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RESURRECCIÓN DE CRISTO VÍGÍA

¿POR QUÉ ESTA NOCHE…?

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LOS VALORES DE MÉXICO

¿QUÉ ES EL BIEN?

POR JAVIER ALGARA / San Luis Potosí

POR ANTONIO MAZA PEREDA / amaza@att.net.mx

El Seder, el ritual de la celebración de la pascua maná, las codornices, las murallas de Jericó, David judía, tiene un momento muy hermoso. Los niños ante Goliat y quién sabe cuántas cosas más. ¿Pero más pequeños de la familia cantan un estribillo, di- nosotros? ¿Qué podemos contar? ¿Tendríamos rigido a sus papás: «¿Por algo que narrarles a nuesqué esta noche me dejas En la pascua judía los padres tros niños acerca de lo que despierto hasta tan tarde, Dios ha hecho en nuessi todas las otras noches deben responder a sus niños por tras historias personales? me mandas a dormir tem- qué esa noche es distinta. ¿Qué Cuando nos vemos forzaprano? ¿Por qué esta nodos a hablar de ello nos che es distinta de todas las pasaría si los cristianos concentramos en lugares otras noches?» Al término lleváramos a los pequeños a la comunes, los dones padel canto, el padre de fatentes que Él nos da: la milia debe responder a esa celebración cristiana de la Pascua, vida, la familia, el trabajo. pregunta; darles razón de a la Vigilia Pascual? ¿Si los Pero nada que tenga sela grandeza de esa noche, mejanza con las maravillas explicándoles las maravi- mantuviéramos despiertos esa de Dios hacia Israel: libellas que Dios ha hecho so- noche, a diferencia de las ración de la esclavitud, bre el pueblo de Israel. Claguía en el desierto, etc. ro, el padre que responde ordinarias? ¿Sabríamos dar Tampoco con la resurrecasume que él mismo y su ción del Señor. Nosotros responder por qué esa noche es familia son parte de ese no hemos sido esclavos pueblo, y consecuente- diferente de las demás noches? y obviamente no hemos mente beneficiarios de muerto; Dios no ha teniesas maravillas. do que operar una hazaña sorprendente a favor ¿Qué pasaría si también los cristianos llevára- nuestro. O por lo menos eso pensamos. Pero, ¿de mos a nuestros pequeños a la celebración cristia- verdad no habrá hecho Dios nada en nuestras vina de la Pascua, a la Vigilia Pascual? ¿Si los man- das que merezca ser narrado a los pequeños? Si tuviéramos despiertos esa noche, a diferencia de eso es así, ¿valdrá la pena celebrar la Pascua? las noches ordinarias? ¿Si nos preguntaran por Curioso, ¿verdad?, que sólo veamos a Dios como qué en esa noche no se tienen que ir temprano a la creador omnipotente; que no pensemos, por ejemcama? ¿Sabríamos dar razón cabal? Probablemen- plo, en lo asombroso que es que nosotros podamos te algunos, los que no se hubieran dormido du- creer que un crucificado resucitó, cuando muchos rante la prolongada liturgia de la Palabra, podrían se ríen ante esa idea; que jamás se nos ocurra pennarrar la historia de la salida de los hebreos de sar en lo sorprendente que es que pertenezcamos a Egipto, incluyendo las plagas y el ángel extermi- la Iglesia en la que Él sigue hablándonos; que nunnador. Y estarían dando a los niños una buena ca reflexionemos en lo grandioso que es que Él nos explicación. Otros más atinarían a describir la re- haya sacado de la muerte del pecado. ¿Qué es más surrección del Señor; la sorprendente tumba va- impactante y más salvífico: que el Mar Rojo se divicía. Y eso sería aún mejor. Unos cuantos hasta da o que mis pecados sean perdonados en el bauencontrarían la relación entre ese acontecimiento tismo? ¿Y que Dios siga perdonándome mis reiteray los sacramentos de la Iglesia. Todavía mejor. das traiciones en la confesión? ¿No es inmensamente Pero, ¿cuántos podríamos vernos a nosotros mis- maravilloso que podamos librarnos de la esclavitud mos en todo ello? ¿Cuántos podríamos relacionar del pecado que nos incapacita para amar? todo eso con nuestra vida? Los judíos bien pueVale la pena quedarse despierto. Es la Pascua de den contarles a sus hijos todo lo del Mar Rojo, el Cristo, el libertador, vencedor de nuestra muerte.

Es una pregunta difícil. Una que da dolores de cabeza a filósofos y teólogos. Una que es difícil de responder en la práctica diaria de la sociedad, pero que, a la vez, es de la mayor importancia. No podemos, como sociedad, simplemente renunciar a responderla o dejarla a merced de una mera opinión. El concepto de Bien depende de nuestro concepto de la persona humana. Si entendemos como Bien todo aquello que nos lleva a perfeccionar nuestra naturaleza, nuestra idea de Bien será diferente si consideramos al ser humano como un mero animal un poco más evolucionado, que si lo consideramos como un espíritu encarnado, que tendrá una vida eterna. Las consecuencias son claras: si sólo somos un animal más, el bien será todo lo que nos dé la mayor suma posible de placer. Si somos un ser llamado a la vida eterna, el Bien será todo aquello que nos acerque a la Vida que no se acaba. Las consecuencias para la sociedad son muy diferentes. Una sociedad que sólo ve esta vida y el placer como único bien, solo puede ser una dominada por la búsqueda frenética, angustiosa del placer. A cualquier precio. Sin importar qué o quién se nos atraviese en el camino. Una sociedad temerosa de envejecer, de perder la capacidad de placer. ¿Le recuerda usted algo esta clase de vida? ¿La ha visto, por ejemplo, en nuestro país, en nuestra ciudad? ¿La ve, acaso en su familia, en usted mismo? En cambio, una sociedad que cree que existe una vida eterna no vive con esa angustia de tener la máxima cantidad de placer antes de que todo se acabe. Es una sociedad en la Cristo resucita para que los demás importan, en que el sacrificio se ve como que también algo temporal, porque hay algo resucitemos. Para que mucho mejor que nos espera al final de esta vida. O, si lo pre- confiemos en que el fiere, al inicio de la eternidad. Bien no está en las ¿Quién define lo que es el Bien? Claramente, quien defi- cosas que se acaban, ne cuál es nuestra naturaleza. Y no somos nosotros: es nues- sino en las etermas. tro Creador. Nos hizo para vi- Y, con esa vir para siempre. Y al darnos esta naturaleza, el Bien depen- convicción, podamos de de la Vida que no se acaba. ser dichosos. Ése es el gran mensaje de la Pascua. Cristo, nuestro Rey, dio su vida para que tengamos vida eterna. Resucita para que podamos tener la certeza de que nosotros resucitaremos. Para que tengamos la confianza de que el Bien no está en las cosas que se acaban. Y, con esa convicción, podamos ser dichosos. ¡Felices Pascuas!


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PALABRAS

ENSAYOS CRISTIANOS

EL RABINO Y LA SERPIENTE POR EL PADRE JUAN JESÚS PRIEGO / San Luis Potosí

Cuenta una leyenda jasídica que, una vez, uno de poderoso y poner en movimiento, por decir así, al mismo sus discípulos se quejó así a Rabí Simjá Bunam: que hizo los cielos y la tierra. — ¿Por qué se lee en la Escritura que Dios maldijo a El castigo de la serpiente consistió en negarle la posibila serpiente condenándola a comer polvo? ¿Es esto real- lidad de dirigirse a Dios. ¿Lo tiene todo?; pues bien, que le mente una maldición? Me atrevo a hacer esta pregunta aproveche. Al hombre, en cambio, hay cosas que le faltan porque, si bien se piensa, más que maldecirla la bendijo, para que, con confianza de hijo, pueda pedirlas a su Padre pues en cualquier lugar podrá ésta encontrar su subsis- cada vez que le hagan falta. Y si a veces se siente pobre y tencia. El maestro vio con atención el rostro des- Adán es pobre concertado de su discípulo y sonrió por lo bajo, pensando: «¡Caray, qué alumno más inteligente porque tiene que tengo aquí!». Pero no dijo nada, al menos en ganarse el pan de voz alta, y se puso a pensar concentradamente en la cuestión. En efecto, aquello era verdad: cada día; pero es ¿cómo es que nunca antes había meditado en rico porque puede ello? El Señor dijo a la serpiente tras haber hecho caer a Adán: «Sobre tu vientre caminarás y hablar con Dios. La polvo comerás todos los días de tu vida» (Gé- serpiente, en cambio, nesis 3,14). Sí, eso exactamente había dicho el Señor, bendito sea. Ahora bien, ¿dónde estaba nada necesita, pero la maldición si, a partir de entonces, todos los en su riqueza es más problemas alimenticios de aquella sabandija quedaban resueltos de antemano? ¡Dios mío, pobre que Adán, ya qué legítima era la preocupación del muchacho! que le ha sido El maestro se quedó pensativo durante algún tiempo; finalmente, rompió el silencio para prohibido levantar la hablar de la siguiente manera: vista al cielo — Dios dijo al hombre: «Con el sudor de tu frente comerás pan; pero, si careces de pan, podrás pe- desamparado, que se acuerde que no es un animal, pues le dirme ayuda». También dijo a la mujer: «Con dolor pari- fue dada la palabra para que levante la voz al cielo; y aun rás; pero si tus dolores son insoportables, podrás pedir- cuando la mudez se apoderara de él y ya no le sea posible me ayuda». En cambio a la serpiente, causante del mal, articular sonido (como sucedió con Zacarías mientras espeDios le otorgó lo que necesita de una vez por todas para raba el nacimiento de Juan), que sepa que un grito de su que jamás pueda pedirle nada. corazón es más potente ante Dios que el rugido de los océaY concluyó el maestro: nos. — Siempre el Señor provee al indigno de abundanDice C. S. Lewis (1898-1963), el famoso autor de las Crótes riquezas. nicas de Narnia, que los hombres hemos nacido para supliAsí debió ser, en efecto, pues el que lo tiene todo, car, y que no es otro nuestro destino en la tierra; dice tam¿por qué ha de pedir?, y el que nada necesita, ¿para qué bién (y véanse, si no, sus Cartas a Malcolm) que «nuestras va a tener que suplicar? El castigo de la serpiente con- plegarias son escuchadas no sólo antes de que las hagasistió, pues, en privarla del mayor de los dones: el don mos, sino antes incluso de que hayamos sido creados». de la plegaria. «Se le dio todo para que nada pidiera». Esto lo explica diciendo que si Dios es eterno —para él no No, el hombre no es rico porque todo lo posea, sino hay pasado, ni futuro, sino un largo, infinito presente llamaporque puede pedir confiadamente lo que le falta; es do eternidad—, ¿cómo va a haber para él un antes y un grande no porque no carezca de nada, sino porque su después? De esta consideración deduce él que nuestras voz es escuchada con atención cabe el trono del Todo- súplicas han sido ya atendidas incluso desde antes de que

nosotros existiéramos para expresarlas. Por eso, concluye nuestro autor, al hombre habría que definirlo como el ser que nació para recibir y a Dios como Aquél que está en el cielo para dar. Adán es pobre porque tiene que ganarse el pan de cada día; pero, al mismo tiempo, es rico porque puede hablar con Dios. La serpiente, en cambio, nada necesita, pero en su riqueza es más pobre que Adán, ya que le ha sido prohibido levantar la vista al cielo, pues le fue dicho también: «Sobre tu vientre caminarás». Siguiendo la enseñanza del rabino hay, pues, una riqueza que es más bien pobreza: aquella que nos hace olvidar que hay un Dios que gobierna cielo y tierra, y una pobreza que es riqueza: aquella que nos hace pensar en Él y llamarlo para que venga en nuestro auxilio. «Señor, date prisa en socorrerme»: así gemía el salmista en un momento de extrema aflicción. «Date prisa». ¡Cómo! ¿Se vale hablarle a Dios así? Claro que se vale. Lo que no se vale es ignorarlo creyendo que no se puede contar con Él. ¿Somos acaso de los que creen que Dios nos puso en este mundo para luego desentenderse de nosotros? ¡Si así fuera, Dios no sería entonces muy diferente a uno de esos padres desnaturalizados que engendran hijos y luego los echan a la calle para que se las arreglen como puedan! Pero no. Si Dios nos hizo nacer y venir a este mundo tan complicado es porque Él se ha comprometido a estar siempre con la mano tendida hacia nosotros. Y creer que esto es así, y creerlo con toda el alma es a lo que yo llamaría realmente tener fe. Una mujer me dijo un día: «¿Sabe? Yo no me desespero ni aun cuando siento que las aguas me llegan al cuello, pues no fui yo quien pidió venir a este mundo. Ahora bien, si fue el Señor el que me quiso aquí, Él verá cómo le hace, pero me ayudará. ¡Tiene que hacerlo!». ¡Bendita simplicidad! Al escucharla me dieron ganas de decirle lo que Jesús a aquella pagana del Evangelio: «¡Mujer, qué grande es tu fe! Que se haga como has creído». «Siempre el Señor provee al indigno de abundantes riquezas». Sí, la riqueza puede ser causa de perdición. Por eso, en uno de sus sermones, preguntó una vez san Agustín: «Pobre, ¿qué es lo que te falta si tienes a Dios? Rico, ¿qué es lo que tienes si a Dios no tienes?».

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TEMAS DE HOY

HOMBRE NUEVO

CURANDEROS POR JOSÉ MANUEL OTAOLAURRUCHI, L.C. / Venezuela jmotaolaurruchi@legionaries.org

El paganismo trae consigo el incremento de la superstición, los agüeros, la brujería y, desde luego, los curanderos. La gente acude en masa a las sesiones de sanación y liberación. ¿Realmente curan? Comencemos por decir que existen muchos tipos de curanderos. Cuando un doctor no atiende bien al enfermo, éste busca apoyo en la medicina alternativa, ocasión propicia para que el curandero aparezca con placebos sin mayor efecto que la sugestión psicológica que la misma persona se aplica con bastantes buenos resultados. Los tratamientos sugestivos también son eficaces y eliminan dolores y trastornos corporales. Un curandero le pidió la foto de los ojos a una persona que vivía en otro país pues le resultaba muy difícil viajar para ser atendido; éste le recetó su remedio contra el mal del riñón y lo curó cobrando su respectiva consulta. Es cierto también que hay curanderos que tienen conocimientos en traumatología y saben cómo reducir una fractura o luxación, pero siempre se corre el riesgo de hacerlo empíricamente y sin las garantías que ofrece la medicina científica. No hay como confiar en la protección de Dios, aceptar las enfermedades con resignación y someterse a la recuperación con paciencia y perseverancia.

CONTRACULTURA

MUJERES

EXAGERADAS POR IGNACIO NAVARRO VALLE / Zapopan, Jal. innavalle@hotmail.com

«Ningún pesimista descubrió jamás los secretos de las estrellas, o exploró una tierra no cartografiada, o abrió ningún cielo nuevo para el espíritu humano» (Helen Keller, 1880-1968. Escritora sordomuda e invidente estadounidense). Graciela Mier, Gloria Velasco, Sandra Ruelas, Cony Hernández, Leyda Cortés y Marina Nava, son sólo cinco ejemplos «anónimos» de mexicanos triunfadores (no pagan a los medios de comunicación ni son invitadas por ellos. ¡Vamos!, quizá ni se enteren de este comentario), de lo que muchas mujeres y hombres vienen haciendo en el país, y que venimos identificando y recomendando para cada unos de nosotros: exagerar en nuestras ideas y acciones para bien, pues tienen un efecto multiplicador real y positivo. Otra manera, me parece, de denominar a la tantas veces recomendada —por los expertos en negocios— fórmula para ganar, ganar. Estas excelentes mujeres hace años vienen ejerciendo un emprendurismo comercial sumamente benéfico para el país, no sólo porque les reporta recurso económico sino porque —al margen de que en algunos casos estas estupendas mujeres estaban desempleadas o recibían bajos salarios o modestas pensiones— hoy comercializan en donde radican (Zacatecas, Querétaro, Coatzacoalcos, entre otros sitios) productos alimenticios en redes de distribución. Ellas admiten que esta aventura no sólo les permite tener suficientes ingresos, con lo cual abandonaron para siempre el círculo perverso del empleo mal pagado, el subempleo o de plano el desempleo, sino que, con su familia, clientes y amigos, provocan diferentes y sanas relaciones. Sí, estas mexicanas, con su exagerado y positivo emprendurismo, me confirman aquello que en el libro Mexicanos al grito de esfuérzate se dice: «La mujer es el mejor amigo del hombre».

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RESUELVE TUS DUDAS

Diversas versiones del cambio climático Pregunta: He escuchado versiones de que lo del cambio climatico en el mundo es una cosa política meramente, y chantaje de nuestros representantes de la ONU. ¿Puedes orientarme al respecto? Verónica Respuesta: No existe un acuerdo general sobre la existencia o la peligrosidad del cambio climático. Sin embargo, el consenso abrumadoramente mayoritario apunta a que sí existe y que sí es peligroso, incluso para la generación actual. Entre ellos —los que dicen que sí es peligroso— están Juan Pablo II y Benedicto XVI, que gozan de mi absoluta confianza tanto en la sinceridad de sus declaraciones como en su capacidad para leer la realidad. En su reciente mensaje para la celebración de la XLIII Jornada Mundial de la Paz (1/enero/2010), Benedicto XVI mencionó el cambio climático como «manifestación de una crisis que sería irresponsable no tomar en seria consideración». La existencia de un complot por parte de la ONU o de los poderosos o de la ultraderecha es posible, pero en este caso parece poco probable; en primera, porque los países que resultan más comprometidos son Estados Unidos y China, que son los eternos protegidos de la ONU y los principales colegas de los poderosos; y, en segunda, porque los datos que se manejan son hechos objetivos, como el incremento en la temperatura, el aumento de gases de efecto invernadero, la disminución de los hielos permanentes, la deforestación,

el recrudecimiento de los desastres naturales, la intensificación de las sequías y las lluvias torrenciales, la elevación del nivel de los mares, etcétera. La lógica y el instinto de supervivencia definitivamente nos invitan a un decidido cambio económico: cambiar nuestros hábitos de vida, evitar el desperdicio, evitar el uso de energéticos, cambiar

¿SINCERIDAD

O PEREZA?

fuentes de energía contaminantes por fuentes limpias, evitar el uso de materias dañinas por parte de los individuos, las empresas y las naciones, y apoyar en nuestra medida los programas de preservación ambiental que estén a nuestro alcance. Por su parte, nuestros brillantes Papas nos ponen un requisito más. En 1990 Juan Pablo II senten-

ció que la crisis ecológica tiene un carácter predominantemente ético, y propuso la urgente necesidad de una nueva solidaridad. Benedicto XVI señala que este llamamiento es hoy todavía más apremiante, y nos reitera que las situaciones de crisis por las que atraviesa la humanidad en el fondo son crisis morales que nos obligan a un modo de vivir caracterizado por la sobriedad y la solidaridad, con nuevas reglas y formas de compromiso. Cuando se respeta la ecología humana en la sociedad —nos dice— también la ecología ambiental se beneficia. Es definitivamente importante un cambio en el cuidado de la naturaleza, pero requiere también de un cambio en la actitud hacia el prójimo, que a su vez deriva de una adecuada relación con Dios. Yo me atrevería a decir que si se dieran estas dos últimas (el temor de Dios y el amor al hombre), tal vez la primera (el cuidado de la naturaleza) sobrevendría por añadidura. Walter Turnbull

POR FERNANDO PASCUAL

La sinceridad está en alza, es cotizada en muchos Tampoco es una excusa para secundar explosiones corazones. Porque la hipocresía resulta detestable, y de ira o para albergar odios malignos, ni debe conporque nos gusta encontrar en el otro a alguien abier- vertirse en un atenuante ante la propia conciencia y to, confiado, sin engaños. ante amigos sinceros que denuncian aquellos males Pero a veces nos excusamos en la sinceridad para y pecados profundos que nos destruyen y que daencubrir la propia pereza, para pactar con los defec- ñan a quienes viven a nuestro lado. tos, para justificar los males que cometemos. La verdadera sinceridad nos lleva a denunciar sin Es entonces cuando escuchamos o decimos fra- miedo que el pecado es pecado, a decir que lo que ses como estas: «Sé que el tabaco hace daño, pero hago consciente y libremente está mal si va contra nace de mí el seguir fumando». «No puedo negar que Dios y contra los hombres. Esa sinceridad se conviermiento en ocasiones, pero es parte de mi psicolo- te, entonces, en un estímulo que arranca perezas, que gía». «Dejaría de ser yo mismo si cumpliese mis pro- busca extirpar las raíces del mal en la propia vida, que mesas; me sentiría como un lanza al corazón a dejar modos palo de luz sin sentimientos». «Sé que el tabaco hace de pensar y de actuar que nos «La espontaneidad es parte de destruyen. daño, pero nace de mí el mi vida: no me pidas una consVale la pena no abusar de tancia que anularía mi espíritu seguir fumando». «No palabras como «autenticidad» aventurero». «Me sentiría un o «sinceridad» para convertirhipócrita si dejase de decir lo puedo negar que miento en las en excusas con las que manque pienso de los demás. Sé que ocasiones, pero es parte de tenemos comportamientos equihe dañado mucho a algunos, vocados. pero no puedo almacenar en mi mi psicología». La Será posible entonces recopecho lo que pienso sobre los sinceridad no es un nocer las propias faltas, denundemás». ciar honestamente el pecado en Con la excusa de la sinceri- pasaporte para vivir según la propia vida y romper con pedad, con una pantalla de trans- caprichos del momento rezas que paralizan. parencia y de honestidad, acepSobre todo, será posible tamos y pactamos con modos incorrectos de ser, de pedir perdón a Dios a través de una confesión bien pensar y de actuar, incluso cuando reconocemos hecha, desde la que pondremos en marcha propósitos que vivimos mal, que dañamos a otros, que hemos sinceros, que asuman en serio principios éticos y que llegado a violar normas elementales de justicia y de orienten nuestros pasos hacia el bien verdadero, en la convivencia. Pero la sinceridad no es un pasaporte propia vida y en las relaciones con quienes viven a que sirve para vivir según caprichos del momento. nuestro lado.


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MEDIOS DE COMUNICACIÓN

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La película La resurrección de EL BESO DEL Cristo se prepara para el 2011 SAPO CON PERMISO

POR MIGUEL ARANGUREN / www.miguelaranguren.com

La productora independiente de Bill McKay tiene en fase de desarrollo una película titulada The Resurrection of the Christ ( «La resurrección de Cristo»), cinta que se espera pueda ser estrenada la Semana Santa del año 2011. Sin ser una continuación del filme de Mel Gibson, lo cierto es que su argumento comienza donde aquel otro filme termina: empieza con la sepultura de Cristo y termina con la gloriosa Ascensión del Señor. El trabajo se enfoca de manera especial en los tres días de angustia que vivieron los Apóstoles, así como las intrigas en el palacio de Herodes y los hechos que acaecieron el domingo de Resurrección.

La producción contempla que el rodaje, que comenzará en julio de este año y que se estima requerirá de unas diez semanas de actuaciones, habrá de consumir un presupuesto de veinte millones de dólares. Dan Gordon, guionista de las cintas Pasajero 57, Huracán carter y Homicidio en primer grado, está escribiendo el guión enfocandose en el poder, la avaricia y la ambición de aquellos involucrados en la crucifixión, es decir, en Poncio Pilato, Herodes, Caifás y Judas. La originalidad de la película en proyecto radica precisamente en que el cine se ha enfocado muy poco —prácticamente nada— en

el triunfo de Jesucristo sobre la muerte. Así pues, el guión de esta cinta abarca un lapso temporal hasta ahora muy poco explotado en los numerosos filmes que se han producido en torno a la figura de Jesús. Jonas McCord, quien dirigió las películas Pregúntale al viento, The Body y Malicia, estará encargado de la dirección de The Resurrection of the Christ. Las localizaciones escogidas se sitúan en Israel, Marruecos y Europa. Explica el productor Bill McKay: «Queremos traer la dimensión tipo Gladiador sobre el primer siglo y las situaciones políticas de la época».

Walt Disney es una compañía con fuerza para cambiar la tradición, que es el cobijo de los cuentos que pasan a la historia de la cultura popular. Los tres cerditos dejaron buena parte de su sabiduría por los recortes que exigió el guión de aquel corto que se llevó un Oscar. Nadie puede pensar hoy en los cochinillos anónimos sin las vestimentas con las que les disfrazaron los mercachifles de los estudios californianos. No fueron los únicos: La sirenita perdió buena parte de la melancolía propia de las criaturas marinas al ponerse dos caracolas a modo de bikini y enamorarse de un príncipe que parecía anunciar dentífrico. Exigencias del guión, claro, como a exigencias del guión se debe la pérdida de la inocencia de algunos de los personajes del nuevo largo de la factoría, Tiana y el sapo. Tenemos a otro príncipe, asalta alcobas, que no esconde sus pulsiones por el sexo opuesto, y a la protagonista, una niña negra de Nueva Orleáns, que pega unos besos de aquí no te menees, «besos de amor y en la boca», como los catalogó mi hija en la sala de proyección, capaces de dejar sin aire al más pintado. Tengo claro que Disney no se escapa al sino de los tiempos. Factura sus largometrajes con el propósito de gustar al mayor número de personas, papás y mamás incluidos, aunque echo en falta un poco más de intuición para llegar a quienes de verdad le importan, los niños, que son su público objetivo, aquel que después solicita con frenesí todos los cachivaches del merchandising que acompaña a cada película (y que me empuja a A exigencias del guión odiarlas, por empacho). Entretener, divertir, hacer reír o se debe la pérdida de provocar las lágrimas de un niño es la inocencia de algumucho más complicado de lo que pu- nos de los personajes. Tenemos a un príncipe diera parecer. Son un público pequeasalta alcobas, y a una ño pero exigente. Quiero decir que tie- niña que pega unos nen claro que los morreos de los mo- besos... nigotes de Tiana y el sapo les provocan una risa despectiva, como si sus héroes de pronto cayesen en las debilidades de esos adultos a los que tantas veces no comprenden.


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CONTEXTO ECLESIAL

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La Sábana Santa, prueba La verdadera meta fehaciente de la Resurrección POR SERGIO ESTRADA / Corresponsal de El Observador en la ciudad de México

Con miras a la próxima exhibición de la Síndone (Sábana Santa) el 10 de abril de este 2010 en Turín, Italia, el físico Adolfo Orozco Torres, presidente del Centro Mexicano de Sindonología en la ciudad de México, dictó la conferencia intitulada «Un documento para los creyentes y los escépticos del siglo XXI», en la cual presentó las investigaciones más importantes sobre la sábana que cubrió el cuerpo inerte de Jesús luego de su ejecución según los evangelios. Absolutamente compatible con el Evangelio

En su presentación en la curia arzobispal capitalina, el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México reveló: «Esta sábana de lino se encuentra actualmente en la ciudad de Turín, Italia, y mide aproximadamente 4.36 m de largo por 1.10 m de ancho, en donde están grabadas las imágenes frontal y dorsal del cuerpo de una persona cruelmente martirizada, con manchas oscuras de sangre compatibles con las torturas, que representan, fidelísisimamente, lo que los evangelios relatan sobre la pasión y muerte de Jesucristo». En la presentación, el científico también explicó que en la Sábana Santa aparecen múltiples golpes en el rostro y una flagelación de más de cien golpes, además de un casco de espinas. El hombro derecho magullado por un objeto de más de 40 kg de peso y las muñecas y los pies atravesados por clavos. También se puede apreciar, agrego, la herida de la punta de una lanza en el costado derecho entre la quinta y sexta costilla, que produjo una efusión de suero pericárdico y sangre. El doctor Pierre Barbet, médico francés, relató sus investigaciones: aseguró que no existe ninguna duda de que, desde el punto de vista fisico-patológico, esta persona sufrió todos y cada uno de los tormentos que los evangelios relatan sobre la pasión de Jesús. No hay, en la Sábana Santa, un solo dato que éste en desacuerdo con lo que relatan los evangelios, y viceversa, corroborado con la ciencia y la medicina del siglo XX, informó, el especialista. Las investigaciones continúan

Sin embargo, el físico Orozco Torres puntualizo que continúan las investigaciones a la Sábana Santa por científicos, agnósticos, ateos, judíos, católicos y de otras religiones que aceptan a Cristo, con el objetivo de demostrar la legitimidad de esta reliquia cristiana. Estos estudios se han basado en dos afirmaciones y una interrogación: 1) La tela proviene de la Palestina del siglo I de nuestra era, 2) Hay sangre humana en la Síndone y 3) ¿Por qué mecanismo físico se transfirió la imagen a la tela?

En cuanto al origen de la tela, afirmó el científico, provino del Medio Oriente debido a que en esa zona se teje con algodón, lo que no ocurre en telares europeos que tejen lino y lana, además de que en la tela se encontraron 58 clases de polen, muchos provenientes de la zona de Jerusalén; también se encontró una moneda de las emitidas por Poncio Pilato en el año 28 de nuestra era. En conclusión, tras lo anterior sobre el origen de la Síndone, el especialista calificó que la pieza sí proviene de la región de Palestina durante el tiempo en que

En el morir Contigo, cuánta vida, y en el vivir sin Vos, ay, cuánta muerte; y en el perder las cosas por tenerte cuánta ganancia hermosa y desmedida. En el olvido de la propia vida cuánta memoria de la eterna suerte, y en el cerrar los ojos para verte, ay, cuánta luz aguárdame encendida…

Porque contradictoria es esta vida, y no gana quien gana la partida sino quien pierde el juego por buscarte. No hay que correr detrás de la salida, sino volver al punto de partida para nacer de nuevo y encontrarte. Francisco Andrés Flores

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Resurrexit sicut dixit (Jn 20, 1-9) POR EL PADRE UMBERTO MARSICH, M.X. / umbertomarsich@hotmail.com

fue gobernada por Poncio Pilato y Tiberio era el emperador romano. De acuerdo con el investigador, la sangre que se ha encontrado en la Sábana Santa es de tipo AB, y se identificó la presencia de porfirina (sustancia que sólo se encuentra en la sangre humana), además de un pH muy bajo, de 5.0, indicando una carencia extremada de oxígeno debida al proceso de crucifixión. Todas estas afirmaciones están basadas en estudios de especialistas, entre ellos hematólogos y forenses. No fue hecha con un trabajo humano

En suma, el investigador de la UNAM dio a conocer sus conclusiones, y entre ellas destacan: no se trata de una imagen hecha por el ser humano; la imagen se ve porque las fibrillas de lino sufrieron un proceso químico de oxidación y deshidratación que alteró su estructura molecular y hace que reflejen el color sepia más que el espectro luminoso; no se estampó con una pintura o por contacto o por reacciones químicas del sudor u otros compuestos químicos; tampoco es una imagen formada por calor o porque la tela haya envuelto a una estatua caliente. «La única hipótesis sostenible con los datos es que se trata de una imagen producida por algún tipo de radiación que brotó del cuerpo y alteró la estructura molecular de las fibrillas superficiales; sin embargo, hoy en día la ciencia no conoce ningún mecanismo natural que permita explicar cómo un cadáver pueda emitir una radiación con estas características».

No hay fecha que no se cumpla. Y, finalmente, hoy, se cumple lo que se había anunciado. Por lo tanto, es inútil buscar entre los muertos al que está vivo. Nuestra esperanza ha llegado a su cumbre. Sabíamos que el Mesías, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, no podía morir para siempre. En efecto, hoy ha resucitado para nunca morir. No se trata de una resurrección más, de las que nos había acostumbrado presenciar el Señor en su tránsito por este mundo. Todos esos resucitados volvieron a morir. Él no. Su resurrección es para siempre y lo será para todos los que creemos en Él. Nuestro Señor, además, cumple sus promesas: Resurrexit sicut dixit, es decir, «ha resucitado como nos lo había dicho». No podía haber muerte definitiva para el Hijo de Dios; no podía habernos engañado Aquel que entregó vida y derramó sangre por la salvación del hombre. Grandiosa noticia la de hoy, porque la muerte fue vencida. Nada ha terminado. Al contrario, todo comienza. Jesús está vivo y para siempre. Después del trauma de la pasión, lo que estamos invitados a presenciar hoy constituye un bocado de aire fresco. El primer día después del sábado

La Resurrección aconteció el primer día de la semana: «Estando todavía obscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba». María había ido simplemente a visitar el sepulcro, pues en el evangelio de Juan el cuerpo de Jesús ya había sido amortajado con cien libras de mirra y áloe. La mujer a quien todo el mundo había despreciado; la que lavó los pies del Maestro con sus lágrimas; la que lo untó con el per-

fume más precioso, había sido escogida para ser la primera testigo de la resurrección de Jesús. ¡Qué hermosa suerte! ¡Qué dicha! De veras, la predilección de Jesús no tiene límites cuando se trata de amar. Sin embargo, la magnitud del misterio no pudo ser captado de inmediato por la dichosa mujer. Corriendo inquieta, llegó a la casa de los amigos del Señor, de Pedro y Juan, y dio la noticia: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto». Santa inocencia de humilde mujer, todavía dudosa. No había comprendido aún que Jesús había

resucitado. Inexplicable misterio éste de la resurrección de un muerto. En efecto, todavía hoy hay quienes dudan de ello.

Los lienzos puestos en el suelo, que los amigos de Jesús encontraron, reforzaron el anuncio de la mujer. Los ladrones, normalmente, no se quedan con un cadáver, sino con lo que lo reviste ricamente. Pero en esta ocasión todo estaba allí, ordenadamente: «Contempló —Pedro, el último llegado al sepulcro— los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte». Demasiados son los signos que, aun sin hablar, revelan la presencia de un gran misterio: la resurrección de un muerto. Juan, delante de tanta elocuencia visual, «vio y creyó». No era para menos. Además, se acordaron de las Escrituras «según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos». Sin embargo, la fe de Juan no nace de las Escrituras, sino de la vista de la tumba milagrosamente abierta y vacía. Su testimonio no deja de ser contundente. Que Juan, más joven y más veloz, deje entrar primero a Pedro no es cuestión de respeto sino de reconocimiento del papel primario que el mismo Jesús le había otorgado a su tiempo. Ahora, también sobre la autoridad de los dos apóstoles, de los cuales Pedro es la cabeza, y no únicamente sobre el testimonio de la mujer, reposará la certeza de la tumba vacía.

Los lienzos puestos en el suelo

La resurrección es para todos.

También Pedro y Juan, después de una veloz carrera, llegan al sepulcro y constatan la verdad del testimonio de aquélla. A las mujeres tampoco en los tiempos del Señor se les prestaba fe a lo que decían. Si alguien quería engañarnos, desde luego no iba a utilizarlas para convencernos acerca de la autenticidad de un hecho tan trascendente.

Nosotros creemos en Jesús resucitado a través de la fe de los discípulos y del testimonio de aquellos y aquellas que lo han visto, que han hablado y comido con Él. La Resurrección es como la raíz y la razón de nuestra fe. Ahora nos corresponde a nosotros imitar a los discípulos, dando testimonio, con nuestra vida nueva, de que Jesús no ha muerto, sino que vive.


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OBRAS Y RAZONES

BENEDICTO XVI, LA

VERDAD COMO CAMINO DE REFORMA POR JORGE E. TRASLOSHEROS / jtraslos@hotmail.com

Benedicto XVI dio a conocer una car- del abuso y maltrato a menores. Parece que ta dirigida a la Iglesia de Irlanda, lastima- desde dentro y fuera de la Iglesia se le quida por los gravísimos pecados y críme- siera hacer fracasar. Sin embargo, de una nes cometidos por algunos sacerdotes y cosa podemos estar ciertos: Ratzinger no religiosos en perjuicio de menores de se detendrá. edad. Su talante, calidad y profunda huLa carta marca un camino para la manidad me recuerIglesia de Irlanda, y da las cartas de San El camino escogido por el en ella para la Iglesia Pablo a los CorinUniversal, de peniPapa es la penitencia, que tios, aquella comutencia, conversión y nidad que había ex- parte del reconocimiento del purificación en la vertraviado el camino dad para alcanzar juspecado, la reparación y de la vida cristiana. ticia. La verdad es un Si bien los destina- justicia para las víctimas, y método de vida cuya tarios son irlandees el reconola reconciliación. Cualquiera premisa ses, sus palabras alcimiento de la realicanzan a toda la que se haya acercado al dad. Así, en Irlanda – Iglesia dolida por como antes en Estaconfesionario conoce su cuanto ha sucedido dos Unidos-, se prono sólo en aquella enorme poder liberador cedió a realizar una isla. Es un docuinvestigación altamento llamado a ser pieza importante en mente profesional en la cual participaron la vida de la Iglesia en las centurias por las víctimas de los abusos, autoridades civenir, por lo que resulta imposible apurar- viles y eclesiásticas, jueces civiles y eclele de un sólo trago. Habrá que analizarle siásticos, más académicos independientes. con tiempo y tiento. En el caso de Irlanda se condensan en el La carta confirma el camino de refor- Informe Ryan y en el Informe Murphy. ma eclesiástica emprendido por el actual El camino escogido por el Papa, que es Papa, voluntad que ha marcado su vida la purificación en la verdad, remonta sus desde su juventud como teólogo en el orígenes a la predicación y testimonio de Concilio Vaticano II, como arzobispo y Cristo. Es la ruta de la penitencia que parte después como prefecto de la Sagrada Con- del reconocimiento del pecado —que en gregación para la Doctrina de la Fe. Una este caso también es un crimen gravísimo vocación que le ha valido la incompren- según el Derecho Canónico—, la reparasión de diversos sectores de fieles y cléri- ción y justicia para víctimas y agresores, el gos en todo el espectro eclesial, más la cambio radical de vida (conversión) y la inquina de no pocos intelectuales, perio- reconciliación que es la reconstrucción de distas y medios de comunicación en occi- una comunidad de hermanos. Cualquier dente. Baste recordar el caso de los se- católico que se haya acercado alguna vez guidores de Lefebvre que, incluso, requi- al confesionario conoce muy bien de su rió de una dura y bella carta del Papa, o enorme poder liberador y transformador. bien el de los anglicanos, por no mencioLa verdad primero duele, después purinar el discurso de Ratisbona y sus pro- fica y nos libera y nos transforma. El planpuestas sobre liturgia. Lo cierto es que, teamiento del Papa es muy sencillo: por la conforme sus pasos reformadores avan- verdad volver a Cristo, pues Él es el camizan, los ataques se hacen más virulentos no, la verdad y la vida. Los males en la Iglee injustos y no solamente en el álgido tema sia proceden de su abandono.

CORRESPONDENCIA

Mi experiencia en el encuentro de fraternidades franciscanas

Tuve la dicha de asistir a la convivencia de fraternidades y comunidades franciscanas que organizaron los frailes del Convento de la Santa Cruz de los milagros en la ciudad de Santiago de Querétaro. Se dio una charla sobre la fraternidad, un pilar de la vida franciscana. Después inició una actividad titulada «Algo más», en la cual un integrante de cada comunidad debía pasar al frente para narrar alguna anécdota divertida relacionada con su andar franciscano; así los hermanos y los laicos de las distintas asociaciones tuvieron oportunidad de reírse un rato y de mostrar la alegría que les producía saberse herederos de la espiritualidad franciscana. Este momento en particular me permitió reflexionar un poco sobre ese prejuicio tan arraigado en algunos hombres amargados que se empe-

ñan en ver todo color gris y en negar que Dios es, ante todo, alegría y regocijo. El momento crucial fue la Hora Santa, pues no puede haber una verdadera fraternidad sin que se dé un encuentro completo con el Señor. Espero en verdad poder tener la oportunidad de volver a ir a un encuentro de este tipo, pues la verdad ese sábado me di cuenta de que la Gracia divina sigue operando en el mundo a través de cientos de hombres y mujeres humildes, pero sobre todo a través de esta fraternidad que, siguiendo el ejemplo de su santo fundador, nos sigue recordando que para seguir a Cristo es preciso hacerse pobre, tomar una cruz y amar a nuestro prójimo como Cristo nos amó en un sentimiento de verdadera fraternidad. David Martínez

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Una Goretti entre nosotros La muerte de María Isabel Mondragón Arriaga ocurrió un Viernes Santo (Primera parte) POR GILBERTO HERNÁNDEZ GARCÍA / www.gillher.wordpress.com

El 4 de abril de 1980 fue Viernes Santo. Y ese día, como hace más de dos mil años, murió asesinada una víctima inocente: María Isabel Mondragón Arriaga, una joven de 21 años, oriunda de Maravatío, Michoacán. Aquel día, Isabel y su hermana Salud se apresuraron a terminar las tareas que tenían asignadas en la casa donde, apenas el lunes de esa semana, habían ido a emplearse como trabajadoras domésticas. En la mañana habían pedido permiso a sus patrones para salir temprano y poder acudir a la representación de las tradicionales «Tres caídas» por las calles del pueblo, sin siquiera imaginar que en esta ocasión les tocaría cargar una tremenda cruz, y a Isabel entregar la vida. Los preparativos del Viacrucis

Como en la mayoría de los pueblos de México, con las raíces de la religión profundas, casi la totalidad de los habitantes de Maravatío —en el oriente de Michoacán—, mucho antes del medio día, se volcaron a las céntricas calles del pueblo por donde pasaría la representación de las «Tres caídas». Desde muy temprano las señoras salieron a regar y a barrer las calles. Con esmero y con ayuda de la familia, se colocaron los altares que señalan cada una de las catorce estaciones del Viacrucis. Imágenes de la Dolorosa o del mismo Crucificado fueron colocadas en el centro de la mesa, flanqueadas por velas y flores. Banderas de papel picado, en color morado, adornaron las fachadas de las casas. Es un día importante. Las mujeres visten en riguroso negro, cubierta la cabeza con una mantilla, en señal de luto; los hombres con sus ropas más sobrias. Los «actores» del Viacrucis, después de haber ensayado durante un par de meses, daban los últimos toques a sus vestuarios y utilería para representar lo mejor posible su papel y esperaban ansiosos la hora de iniciar. Cerca del medio día las hermanas Mondragón salieron de la finca «Las Huertas», donde trabajaban, para dirigirse al centro de Maravatío. Caminaron a un costa-

do de la carretera. Aunque el tramo que tenían que recorrer no era muy largo, apresuraron sus pasos porque se hacía tarde y no querían faltar a aquella devoción. Culmen de la Cuaresma

Había pasado la Cuaresma con sus promesas de «guardarse de algo» que los fieles suelen hacer en ese tiempo. Había pasado ya la semana de ejercicios cuaresmales, con las largas prédicas y sermones de los sacerdotes sobre los peligros que las almas corren en estos tiempos modernos, y sobre las postrimerías del hombre y el destino final que tarde o temprano llega para todos. Las confesiones sacramentales eran la consecuencia lógica de la asistencia a aquellas tandas de pláticas. No porque los padrecitos las impusieran a sus feligreses, sino porque, con el alma contrita, después de escuchar los terribles tormentos que le esperan a aquellos que no quieren enmendarse, los pies se dirigían casi por sí mismos al confesionario, y la lengua se soltaba espontánea para traslucir, con amargura, todo aquello que se llevaba cargando en el corazón. Había pasado también el Jueves Santo. Los fieles de Maravatío habían participado devotos en

el memorial de la Cena del Señor. En la Misa, habían volteado la cabeza para ver la procesión de entrada y averiguar quiénes eran, en esta ocasión, los elegidos para representar a los Apóstoles de Nuestro Señor, a los que, luego, les tocaría que el señor cura les lavara los pies. Terminada la Misa de Jueves Santo, luego de la solemne reserva del Santísimo en el «monumento» eucarístico, los fieles habían cumplido con la tradicional visita a las «siete casas», en recuerdo del trajín que vivió Jesús cuando lo iban a enjuiciar. Camino a su propio calvario

Todo eso y con iguales sentimientos lo habían vivido Isabel y Salud Mondragón, las hijas de don José y Virginia. Pero ya es Viernes Santo, el día de mayor reverencia. No se oye música alguna por las escasas viviendas que hay por la carretera. Hasta los animales, los pájaros, los perros, las vacas, parecen guardar un silencio reverente, como si supieran que es el día en que Jesús de Nazaret derramó su sangre para bien de muchos. O tal vez porque ya vienen presintiendo que Isabel y Salud están recorriendo el camino hacía su propio calvario.

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La Virgen de Guadalupe, símbolo de libertad y respeto de los derechos humanos POR SERGIO ESTRADA

La Universidad Intercontinental, de la ciudad de México, a través de la coordinación del área de teología a cargo del presbítero Javier González Martínez, llevó a cabo su XVIII edición de la semana de teología llamada «Guadalupe: identidad y liberación, lectura histórica y teológica», en donde se dieron a conocer aspectos relativos a la identidad de la Virgen de Guadalupe con el pueblo de México, a través de sus raíces históricas, en la cultura, la política, la sociedad y la religión. Estructurada en tres días de trabajos, se tocaron temas como el proceso de identidad nacional y el hecho guadalupano en la época de la Colonia, así como en el proceso de la Independencia y Reforma y en el mundo contemporáneo. En la universidad fundada por los Misioneros de Guadalupe, los especialistas, investigadores y académicos se sujetaron a los temas relacionados con los festejos de los 200 años de la Independencia y los cien años de la Revolución Mexicana, según el padre Javier González, coordinador del evento y encargado del área de teología de la UIC. El objetivo de las ponencias — enmarcó el presbítero— fue generar la reflexión a los asistentes sobre el acontecimiento guadalupano, y adquirir mayor compromiso con la justicia y los valores en nuestro país, que mucho se requieren en estos momentos de convulsiones sociales, políticas y culturales. «En estos días de reflexiones se tocaron los temas del acontecimiento guadalupano sobre la génesis en el siglo XVI en los procesos de identidad y religión, además de estos procesos en el marco de la Independencia de nuestro país y su impacto sobre la política, la economía y la sociedad», informó, en entrevista, el coordinador del área de teología de la UIC. La Virgen de Guadalupe en los procesos de identidad de México

El padre Miguel Concha, de la Orden de Predicadores y profesor de la UNAM; el padre Miguel Álvarez, misionero de San Carlos Escalabrinianos y profesor de la UIC, y el padre Sergio Cesar Espinosa, profesor de la UIC y ex rector de esta casa de estudios, coincidieron en señalar que la Virgen de Guadalupe es un códice de liberación y de identidad del pueblo de México fundado en dos culturas diferentes. En primera instancia, dejaron en claro que la Virgen de Guadalu-

pe es símbolo de la defensa y promoción de los derechos humanos colectivos e individuales, y del primer derecho de todos que es la vida (debido a que Juan Diego tenía una personalidad individual y colectiva), manifestados en la fe de los pueblos. También concluyeron que muchos especialistas católicos y no católicos hablan de los relatos de las apariciones de la Virgen morena como un «paradigma de inculturalidad».. En su panel, los investigadores expresaron que a través de la imagen de Guadalupe no se le debe restringir a nadie la práctica de los derechos humanos; no debe haber discriminación étnica, cultural social o religiosa, porque el estandarte de la Virgen morena representa el derecho a la religión a la igualdad y el derecho, a ser iguales siendo diferentes. Los sacerdotes expusieron que a través de la Virgen del Tepeyac se confirma la mezcla de culturas que se desarrollaron en nuestros antepasados, además de que la Virgen al mismo tiempo viene como la madre del verdadero Dios por quien se vive, y destacaron cómo la Guadalupana vino a cerrar miserias y dolores de los pueblos confirmando el derecho al pensamiento y la conciencia. Ante un auditorio concurrido, los académicos aseguraron que otros derechos a que nos hace partícipes la Virgen del Cielo es el

derecho a la sobrevivencia, a la vida, a la salud, a contruir nuestro destino, a la libertad y a la soberanía, porque Juan Diego no es esclavizado. «Se le invita a ser cristiano y a hacer un ejercicio libre de su soberanía», apuntaron los exponentes. Luego de lo anterior, los especialistas concluyeron que el Tepeyac se volvió el centro del mundo donde se cruzan los caminos de Dios y del ser humano en beneficio del indio pobre que muestra su miseria: ¡Soy un hombre pisoteado¡, según la mentalidad náhuatl, y aquí se muestra la presencia de la Virgen, completa y total.


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-INSERCIÓN PAGADA-

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NIÑOS

4 de abril de 2010, AÑO 15, No. 769

El Observador

¿Qué tanto sabes del misterio Resurrección de nuestra salvación? Responde este pequeño cuestionario 1) ¿Para qué el Hijo de Dios se hizo hombre? A) Para poder jugar al futbol B) Para salvarse C) Para salvarnos 2) ¿De qué nos salvó Jesús? A) De las guerras mundiales B) Del pecado C) Del dolor 3) ¿Cómo nos salvó Jesús? A) Luchando contra los malos B) Con sus súper poderes C) Muriendo en la cruz 4) ¿Cuál es el mandamiento nuevo que nos deja Jesús? A) No peleen con sus hermanos B) Ámanse los unos a los otros como Yo los he amado C) Siempre después de comer lavense los dientes 5) ¿Cómo llamamos a los amigos de Jesús? A) Discípulos B) Camaradas C) Compañeros de aventuras

¡Bienvenido, Jesús! Hoy estamos contentos. ¡Estas vivo, has resucitado...! Pascua es la gran fiesta de los cristianos, ya estás para siempre con nosotros y lo recordamos cada domingo en la Eucaristía. Ya no hay oscuridad, ni tristeza en la tierra. Todo está lleno de luz. Señor, vale la pena estar Contigo, vale la pena ser como Tú, porque Tú eres el Hijo de Dios, el enviado del Padre para salvarnos a todos. ¡JESÚS, VIVES PARA SIEMPRE ENTRE NOSOTROS! COMPROMISO: Como buen misionero quiero transmitir la alegría de la Resurrección a mis amigos. Fuente: www.domund.org/OMP/formacion/ninos/

María Magdalena encuentra la tumba vacía

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6) ¿Qué amigo de Jesús lo traicionó? A) Judas Tadeo B) Juan C) Judas Iscariote

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El diablo estaba llorando en el Infierno. Entonces llega uno de sus demonios y le pregunta por qué. El diablo contesta: «¡Lo que pasa es que los cristianos siempre me echan la culpa de todo!».

7) ¿A cambio de qué lo traicionó? A) De dos relojes nuevos B) De 30 monedas de plata C) De seis lingotes de oro

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8) ¿Qué oración nos enseñó Jesús? A) El credo B) El Padre Nuestro C) El pésame 9) ¿Cuál de los siguientes es un milagro que hizo Jesús? A) Multiplicó los panes B) Destapó las cañerías de Jerusalem C) Levantó un camión con el dedo pulgar Fuente: www.infancia-misionera.com

El jefe ordena a su secretaria escribir una nota, citando a reunión con todo el personal para el día viernes. La secretaria pregunta a su jefe: —¿Cómo se escribe viernes, con v o b? El jefe responde: — Este... ¡Mejor cambie la reunión para el lunes!

RESPUESTAS: 1) C, 2) B, 3) C, 4) B, 5) A, 6) C, 7) B, 8)B, 9)A.


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