775 El Observador de la Actualidad

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El Observador

AÑO 15 No. 775 $10.00 Fundado en 1995

DE LA ACTUALIDAD

«La mayor persecución a la Iglesia no viene de enemigos de fuera»: BXVI

AFP PHOTO - HO / MIGUEL A. LOPES

16 de mayo de 2010

Benedicto XVI ha visitado Portugal con la finalidad de participar en las celebraciones del aniversario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima a tres pastorcitos y el décimo aniversario de su beatificación. Ha realizado diversas declaraciones en el marco de su visita a Portugal. Una de las más significativas es la identificación del mayor enemigo de la Iglesia: los propios pecados de los hombres y las mujeres que la formamos. Los católicos, individual e institucionalmente, debemos responder con oración, penitencia, fe, esperanza y caridad. Debemos emprender un camino de purificación, “aprender el perdón, pero también la necesidad de justicia. El perdón no sustituye a la justicia”, afirmó el Papa en alusión a los casos de abusos. Frente a las autoridades civiles refrendó el compromiso de la Iglesia de trabajar con todos los sistemas políticos que no marginen la religión; mencionó que el mundo plural en el que vivimos es una magnífica oportunidad para que los católicos volvamos al núcleo de nuestra fe “para reforzar la calidad del testimonio hasta la santidad”; religión y sistema político no son enemigos, sino deben colaborar para el bien de los seres humanos. A su llegada oró en el Monasterio de los Jerónimos, uno de los símbolos de Portugal, y posteriormente se reunió con el Presidente de la República. Recordó el gran acontecimiento de Fátima, una oportunidad de esperanza para Portugal y para la humanidad. “La Virgen María vino del Cielo para recordarnos verdades del Evangelio que constituyen para la humanidad, fría de amor y sin esperanza en la salvación, fuente de esperanza”, una esperanza que se basa en la relación “vertical y trascendente” del hombre con Dios.

Segundo mandamiento de la Iglesia ¿Quién instituyó la Confesión? ... p. 3 Benedicto XVI habla del sacramento de la Reconciliación .................. p. 3 Cuando confesarse molesta ....... p. 4 Ocho razones para confesarse ... p. 4 Píldoras de la Confesión ............ p. 4 Cinco actos que se requieren para hacer una buena confesión ...... p. 5 Entender el propósito de enmieda ................................................... p. 5 Sugerencias para relizar un examen de conciencia ............................ p. 5 Lo que siempre quisiste preguntar sobre el sacramento de la Confesión .................................................... p. 6

Periodismo Católico

¾ PÓRTICO

HARTAZGO POR JAIME SEPTIÉN / jaimeseptien@gmail.com

Me trae a mal traer (perdón por la primera persona del singular) la insistencia de algunos medios «progres» de México y el mundo sobre «el fin de la Iglesia católica» tras los escándalos de bien pocos (y bien malvados) sacerdotes pederastas. Me trae a mal traer que el señor Marcial Maciel haya mentido y violado hasta el hartazgo la dignidad de un sacerdote tanto como el humanismo de un ser humano, y que su conducta eche sombra sobre el proceso de canonización de Juan Pablo II. Me traen a mal traer las estupideces que ateos como el divulgador de la ciencia inglés, Richard Dawkins (quiere meter al Papa Benedicto a la cárcel «por encubrimiento» y por «crímenes de lesa humanidad»), están realizando para «quitarle la máscara» (según dicen) al único –sí, el Y repito lo del único- líder espiritual reconocido por todo el mundo. apóstol: si no Me traen a mal traer las es a Ti, Señor, excusas sin sustento de quienes quieren defender lo ¿a quién indefendible, con el argumento de que «son seres iremos? humanos» aquellos malos Escucho sacerdotes que abusaron con violencia sexual, física opciones… o psicológica de los preferidos de Jesús: los niños. Esos tales tienen que pagar ante Dios y ante la justicia de los hombres. Nadie los quiere ver sueltos, molestando la inocencia, metiendo en el fango lo sagrado. Me trae a mal traer la memez de muchos católicos que, con la boca abierta, papando moscas, se tragan la basura mediática, la falsificación constante de que «todos los curas son iguales y lo mejor que se puede hacer es que se casen». Si así fuera, todos los que estamos casados seríamos modelos de fidelidad, de respeto a la vida de pareja, de reconocimiento al otro… En fin, me trae a mal traer que seamos bien pocos (de nuevo, perdón por la intromisión del yo) quienes nos sintamos orgullosos –digo como laicos— de pertenecer a la Santa Madre Iglesia Católica. Lo único que les puedo decir (y que les digo a los amigos que se encuentran dentro de estos dimes y diretes, alimentados por la industria del consumo y la pornografía) es: ustedes se lo pierden. Este gozo del esplendor de la verdad no se apaga por más que haya algunos que quieran abusar de los interruptores que la libertad de Dios les da. Y repito lo del apóstol: si no es a Ti, Señor, ¿a quién iremos? Escucho opciones…


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ALACENA

M iniglosar io iniglosario Pecado: Es el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios. Es decir: hacer, pensar o desear algo contra los mandamientos de la Ley de Dios o de la Iglesia, o faltar al cumplimiento del propio deber y a las obligaciones particulares.

C o n c i l i o : Asamblea de obispos convocada para debatir asuntos importantes referentes a la doctrina y disciplina de toda la Iglesia o de parte de ella.

Opus Dei: Instituto perteneciente a la Iglesia católica, fundado en 1928 por san José María Escrivá de Balaguer. Está gobernado por un prelado y compuesto por los sacerdotes que forman el clero propio de la prelatura y, en su mayoría, por fieles laicos. Su misión consiste en difundir el mensaje de que el trabajo y las circunstancias ordinarias son ocasión de encuentro con Dios, de servicio a los demás y de mejora de la sociedad.

Didaché: Libro escrito entre los años 65 y 90 de nuestra era. Es el primer catecismo escrito que conocemos. Por este documento sabemos cómo los primeros cristianos interpretaban las enseñanzas de los Apóstoles y las vivían.

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

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«Eliminar la parte enferma y rescatar a las personas» Jorge Traslosheros reflexiona sobre el futuro de los Legionarios de Cristo POR JAIME SEPTIÉN

a seguir dando testimonio de su «Una vez fundida, será posife. En suma, que los visitadores se ble refundarla. Será necesario rehan encontrado con un gran dolor definir el carisma de la congregaque se abre a la esperanza, pues ción; revisar el ejercicio de la autohay conciencia de que no se es- ridad que es su gobierno; revisar cogió seguir a un líder carismáti- el proceso formativo, que es perco, sino a Jesús de Nazaret. manente, a través del cual el caris«En la segunda parte se anali- ma y la autoridad se hacen parte za la persona de Maciel y su fu- de cada miembro de la congreganesto legado ción. Como es que provocó fácil darnos ‘serias conse- Joseph Ratzinger, cuenta, todo se cuencias en la desde hace más de una juega en estos vida y estructutres elementos». ra de la Le- década, se ha gión», lo que empeñado en sacar la ¿Cómo se hace imperioso mira a Marcial un camino de suciedad de la Iglesia Maciel en este «profunda revidocumento? sión’ y de purificación que sólo «Entendamos que Maciel perpuede darse en la verdad, en el re- virtió el carisma misionero y de acconocimiento de la perversidad de ción apostólica (militia Christi) una ‘vida carente de escrúpulos y identificándolo con el ‘eficientisde auténtico sentimiento religioso’, mo a cualquier costo’, con un maasí como de la red de complicida- quiavelismo extraño al testimonio des y silencios que tejió a su alre- cristiano; que Maciel practicó la audedor y que posteriormente entor- toridad como el culto a su persona peció el camino hacia la verdad y rodeándose de un halo de ‘fundala justicia. dor carismático’ y santidad, en de«En su tercera parte habla de trimento de la conciencia de los redefinir su carisma, revisar el ejer- miembros de su congregación incicio de la autoridad, así como el cluso ante el pecado y el crimen, proceso de formación de las ac- una autoridad ejercida en el polo tuales y futuras generaciones de opuesto del Evangelio según el legionarios y seminaristas, siem- cual ésta debe ser un ‘auténtico pre viendo a los ojos a las vícti- servicio eclesial’. mas». ¿Es posible vislumbrar el ca¿De qué se trata; de redefinir mino que recorrerá el Papa Beneel carisma o de refundar la orden? dicto XVI con respecto a esta que «Los Legionarios de Cristo se- muchos califican como la misión rán sometidos a un proceso de más delicada de su pontificado? «En el documento se anuncian fundición para su refundación. La congregación será puesta en el cri- tres acciones para llevar adelante sol, será fundida para eliminar su el proceso, si bien se aclara que lo parte enferma, lo que para el Papa específico será dado a conocer por implica su necesaria confrontación el Papa en el momento adecuado. con ‘todos aquellos que, dentro y Primero, el nombramiento de un fuera de la Legión, han sido vícti- delegado apostólico que tomará en mas de los abusos sexuales y del sus manos el destino de la congresistema de poder puesto en prácti- gación lo que debe implicar, de entrada, el cese y sustitución de ca por el fundador’.

En días pasados la Santa Sede dio a conocer un comunicado sobre el futuro de los Legionarios de Cristo, tras las visita de cinco comisionados por el Papa para revisar a fondo a la Legión en todo el mundo. En México, país donde se fundó la Legión, los resultados de la Comisión y las estrategias propuestas hacia el futuro de los Legionarios de Cristo, han motivado muy diversas reacciones en la prensa y en los medios electrónicos de comunicación. En ese sentido, El Observador ha entrevistado al doctor en historia y miembro del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jorge Traslosheros Hernández. ¿Qué hay detrás del documento y de los siete puntos que se destacan como futuro de los Legionarios de Cristo? «El documento nos revela un plan estratégico, cuyo fin es la refundación de la congregación para dignificar a las víctimas de Marcial Maciel y sus cómplices, eliminar su parte enferma y rescatar a todas esas personas que con sinceridad y entrega prestan un servicio a su prójimo, de manera muy especial a los miembros del movimiento de laicos ‘Regnum Christi’». ¿Qué podemos identificar como partes esenciales del documento conclusivo de la visita a la Legión en todo el mundo? «Podemos identificar tres partes en el documento. En la primera se nos informa sobre quiénes hicieron la visita apostólica y de qué modo fue conducida. Se da cuenta de la existencia de «religiosos ejemplares, honestos, llenos de talento» y de un movimiento de laicos comprometidos dispuestos

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su cuerpo directivo. Segundo, la formación de una comisión para el estudio de las Constituciones de los Legionarios de Cristo, en el entendido de que éstas son el documento en el cual se plasma el carisma, el sistema de autoridad y el proceso de formación permanente de sus miembros. Por último, se anuncia una visita apostólica a los consagrados del movimiento ‘Regnum Christi’, que, estoy cierto, habrá de ser un consuelo y un acompañamiento en este duro proceso de purificación». ¿Es posible tener una idea más o menos clara de lo que va a pasar a partir de ahora? « Sería un error pensar que de ahora en adelante todo será coser y cantar. Tengo la impresión de que esto apenas empieza. La red de complicidades tejidas por Maciel dentro y fuera de la Iglesia está muy lejos de haber desaparecido. Maciel no actuó solo y su red va más allá de las fronteras eclesiales. Quienes están involucrados en esta red perdieron esta batalla por el amor a la verdad de un puñado de hombres que fueron escuchados por Joseph Ratzinger quien, en clara desventaja política y contra todo cálculo ‘prudente’, desde hace más de una década se ha empeñado en sacar la suciedad de la Iglesia reformando lo necesario, y no sólo por lo que toca a los Legionarios, como queda claro. Este hombre, ‘humilde siervo de la viña del Señor’, en tributo a la Verdad con mayúscula —porque Jesús es la Verdad—, ha preferido someter la fe de millones de católicos a una muy dura prueba, que dejar sin justicia a las víctimas. No son vanas sus palabras de gratitud para ‘todos aquellos que, inclusive en medio de grandes dificultades, han tenido el valor y la constancia de exigir la verdad’».


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16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

¿Quién instituyó la Confesión? POR OMAR ÁRCEGA E.

Arnulfo llevaba diez años sin conceder en nombre de Dios el fesado vuestros delitos, para que confesarse, algo de lo cual se jac- perdón de los pecados. Esta pro- sea puro vuestro sacrificio» (Ditaba ante sus amigos: «Miren, sigo viene del mismo Cristo, quien con- daché, n. 14). Los testimonios no vivo, así que no ha de ser tan im- firió esta facultad a sus apóstoles terminan aquí. Por esa misma époportante» y terminaba con una so- al decirles «‘La paz con vosotros. ca san Ireneo, en el siglo II, refiere nora carcajada. Lamentablemente, Como el Padre me envió, también que algunas mujeres que habían este es el pensar de musido seducidas por el chos católicos. Con esta hereje Marco, al conactitud faltan al segunvertirse, confesaron do mandamiento de la sus pecados e hicieron Iglesia, el cual manda penitencia pública (Adconfesar los pecados versus Haereses, Libro mortales al menos una 5, capítulo 13). vez al año, y en peligro Es importante tener de muerte, y si se ha de claro esto pues algucomulgar. nos afirman que la Arnulfo, al no confeconfesión no se instisarse, también se apartatuyó hasta el s. VI, con ba de recibir la Comulo cual pretenden desnión. Con ello ponía en acreditar este sacrariesgo su vida sacramenmento. tal, ese apoyo que teneDistintas formas de mos para vivir con más confesar energía nuestro ser catóLo que sí ha existilicos. do son distintas forCon la finalidad de mas de practicar la tener mayor claridad de Confesión. En los prila importancia de cumplir este mandamiento de la Jesús dijo a los Apóstoles: «A quienes meros años del cristianismo la penitencia se Iglesia, dedicaremos vahacía de forma pública. rios artículos de este nú- perdonéis los pecados, les quedan El pecador se inscribía mero a explorar la forma perdonados; a quienes se los retengáis, en la lista de los penicorrecta y el valor de la les quedan retenidos» (Jn 20, 23) tentes; era separado Confesión. de la comunión con la Viejo y Nuevo Testamento Yo os envío’. Dicho esto, sopló Iglesia y excluido de la participaEn el libro del Levítico nos en- sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el ción en la Eucaristía. A partir del siglo XII se realiza contramos con que Dios exigía un Espíritu Santo. A quienes perdosacrificio ceremonial por los peca- néis los pecados, les quedan per- la penitencia tal como la conocedos cometidos. El sacrificio se rea- donados; a quienes se los reten- mos en la actualidad. lizaba en el Tabernáculo (luego en gáis, les quedan retenidos’» (Jn Confesión instituida por Cristo el Templo) y delante de los sacer- 20, 21-23) Como podemos ver, el acto de dotes, lo cual en sí es una pública confesar los propios pecados tieexpiación de las culpas. El animal Por las veredas de la historia que se sacrificaba moría en lugar Desde los primeros años del ne sus raíces en el Antiguo Testadel pecador. El modo de ejecución cristianismo la Confesión fue una mento, y en el Nuevo, el Señor le de dichos sacrificios es un equi- práctica común. En el libro conoci- confiere un sentido novedoso. A valente del sacramento de la Re- do como la Didaché (año 98-120), lo largo de la historia de la Iglesia, conciliación que no se puede ne- uno de los libros más antiguos del la forma externa de la Confesión gar y en el que tanto el sacerdote cristianismo, encontramos un pa- ha sufrido cambios, pero el núcleo como el fiel tienen una participa- saje donde se menciona la acción antropológico y teológico sigue ción claramente definida. de confesar: «El día domingo, al re- siendo el mismo. Es parte de la traEl Nuevo Testamento habla de unirnos, fraccionad el pan y dad dición judaica, pero Jesucristo le la facultad que tiene la Iglesia para gracias, después que hayáis con- da un nuevo sentido.

LA CONFESIÓN

Benedicto XVI habla del sacramento de la Reconciliación «Tenemos necesidad de estar preparados, de ser purificados. Ésta es nuestra esperanza: a pesar de la inmundicia que haya en nuestra alma, al final el Señor nos da la posibilidad, nos lava finalmente con su bondad, la cual viene de su cruz. De este modo, nos hace capaces de estar eternamente con Él. «Me parece también una demostración de la verdad de la fe, de la necesidad de seguir la senda de los mandamientos, de los cuales debemos hablar más. Éstos son realmente indicadores del camino y nos muestran cómo vivir bien, cómo elegir la vida. Por eso debemos hablar también del pecado y del sacramento del perdón y de la reconciliación. Un hombre sincero sabe que es culpable, que debería recomenzar, que debería ser purificado. Ésta es la realidad maravillosa que nos ofrece el Señor: hay una posibilidad de renovación, de ser [hombres] nuevos. El Señor comienza con nosotros de nuevo, y de este modo nosotros podemos recomenzar también con los otros en nuestra vida. «Este aspecto de la renovación, de la restitución de nuestro ser después de tantas equivocaciones, después de tantos pecados, es la gran promesa y el gran don que ofrece la Iglesia, y que la psicoterapia, por ejemplo, no puede ofrecer. La psicoterapia está hoy tan difundida y es también tan necesaria frente a tantas psiquis destruidas o gravemente heridas. Pero las posibilidades de la psicoterapia son muy limitadas: solamente puede buscar equilibrar un poco al alma desequilibrada, pero no puede ofrecer una verdadera renovación, una superación de estas graves enfermedades del alma. Por eso permanece siempre como una solución provisoria, jamás es definitiva. «El sacramento de la Penitencia nos da la ocasión de renovarnos a fondo con la fuerza de Dios —ego te absolvo— que es posible porque Cristo ha cargado sobre sus espaldas estos pecados y estas culpas. Me parece que esto es hoy justamente una gran necesidad: que podamos ser sanados nuevamente. Las almas que están heridas y enfermas, como lo constata la experiencia de todos, tienen necesidad no sólo de consejos, sino de una verdadera renovación que sólo puede venir del poder de Dios, del poder del Amor crucificado. Me parece que éste es el gran nexo de los misterios que en definitiva inciden realmente en nuestra vida. Nosotros mismos debemos volver a meditarlos y, de este modo, hacerlos llegar de nuevo a nuestra gente».

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LA CONFESIÓN

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Ocho razones para confesarse

Cuando confesarse molesta Cada día las filas para comulgar son mucho más largas que las de los confesionarios. Esto significa la pérdida de conciencia de la importancia que tiene el sacramento de la Reconciliación. Cada vez un mayor número de católicos no encuentra sentido en acudir ante al sacerdote a confesar las propias faltas. A la larga este comportamiento genera hombres y mujeres cuya percepción del pecado es distorsionada y, por lo tanto, todo lo posible está permitido. Los motivos

Esta situación se da por varias razones: 1) Muchas personas, por ignorancia o porque se les ha presentado una visión errónea de Dios, tienen una idea equivocada sobre quién es Él. Para muchos, Dios es un inspector que se dedica a contar los pecados de los hombres, un juez implacable que espera el momento en que hagamos algo malo para dictar su sentencia. Esta imagen distorsionada de Dios no resulta atractiva y ocasiona que las personas se alejen de Él y no hagan nada para volver a Él. 2) El concepto de «pecado» parece haber desaparecido en la sociedad. Vemos que la palabra «pecado» se menciona lo menos posible. Aparentemente, ya nadie comete pecados; cuando mucho, se habla de cometer «errores», o de tener «malos hábitos». Esto lleva a una tolerancia excesiva de los malos actos y a una deformación de las conciencias. Prohibir realizar ciertas acciones es sinónimo de opresión, de minusvalorar la libertad y la conciencia de los individuos. 3) El materialismo y el hedonismo están en el mundo a la orden del día. En la actualidad se busca hacer un cristianismo a la medida. Se acepta el plan de Dios, siempre y cuando no nos moleste o nos incomode. De ahí surgen expresiones cómo: «todos lo hacen», o «yo hago lo que quiero mientras no moleste a nadie». Es más cómodo seguir viviendo como hasta ahora, aunque nos sintamos mal con nosotros mismos, que pensar en convertirnos, ya que la verdadera conversión implica un esfuerzo y el abandono de costumbres o estilos de vida arraigados. El reto

Debemos redescubrir a Dios como lo que es: nuestro Padre, Aquél que nos ama a pesar de nuestros defectos, nos ama tal como somos. Tanto nos ama y es tan paciente con nosotros que es Él mismo quien nos ofrece el perdón para que tengamos vida eterna, pidiéndonos un cambio de vida. No revanchismo justiciero, es perdón amoroso; no se complace en nuestras caídas, se regocija con nuestra plenitud. Debemos recuperar la noción de «pecado», es decir, faltas cometidas por no seguir los diez Mandamientos y los preceptos de la Iglesia. Es necesario desechar la idea de un Dios a la medida. Las exigencias del catolicismo tienen una razón: llevar al ser humano a la plenitud. Pues no es libre quien hace lo que quiere, sino quien realiza acciones que lo humanizan y santifican. Volvamos al sacramento de la Confesión. Invitemos a nuestros hermanos de fe a redescubrir el perdón amoroso de Dios. Con información de Catholic.net

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POR OMAR ÁRCEGA E.

1) Jesús dio a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados. Al resucitar, es una de las primeras cosas que dice: «Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados, a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar» (Jn 20,22-23). Los únicos que han recibido este poder son los Apóstoles y sus sucesores. 2) En la Confesión el encuentro es con Cristo. Esto debido a que es uno de los siete sacramentos instituidos por Él mismo para darnos la gracia. Te confiesas con Jesús, el sacerdote no es más que su representante. 3) En la Confesión te reconcilias con la Iglesia. Resulta que el pecado no sólo ofende a Dios, sino también a la comunidad: tiene una dimensión vertical (ofensa a Dios) y otra horizontal (ofensa a los hermanos). 4) Necesitamos vivir en estado de gracia. Sabemos que el pecado mortal nos quita la gracia; para recuperarla, tenemos la Confesión. Estando en gracia es posible comulgar: Jesús nos dice que quien lo come tiene vida eterna y quien no lo come, no la tiene. Pero no olvides que, para comulgar dignamente, debemos estar libres de pecado mortal. 5) Dejar el mal que hemos hecho. El reconocimiento de nuestros errores es el primer paso de la conver-

sión. Sólo quien reconoce que obró mal y pide perdón, puede cambiar. Es un hecho que una persona, después de confesarse, se esfuerza por mejorar y no cometer pecados. A medida que pasa el tiempo va aflojando, se «acostumbra» a las cosas que hace mal, o que no hace, y lucha menos por crecer. Ya lo decía san Agustín: «El principio de las buenas obras es la confesión de las malas». 6) Necesitamos paz interior. El reconocimiento de nuestras culpas es el primer paso para recuperar la paz interior. Negar la culpa no la elimina: sólo la esconde, haciendo más penosa la angustia. Sólo quien reconoce su culpa está en condiciones de liberarse de ella. 7) Necesitamos saber que hemos sido perdonados. Una cosa es pedir perdón y otra distinta ser perdonado. Necesitamos una confirmación exterior, sensible, de que Dios ha aceptado nuestro arrepentimiento. Esto sucede en la Confesión: cuando recibimos la absolución sabemos que el sacramento ha sido administrado, y, como todo sacramento, recibe la eficacia de Cristo. 8) Necesitamos recibir consejo. Mediante la Confesión recibimos dirección espiritual. Para luchar por mejorar en las cosas de las que nos confesamos, necesitamos que nos ayuden.

PÍLDORAS DE LA CONFESIÓN POR EL P. MIGUEL RIVILLA

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Si doliese el alma como nos duele el cuerpo, habría largas colas en los confesonarios. Si fuera tan fácil salir de prisión como confesar los pecados, las cárceles se vaciarían. Si fuera tan fácil dormir en paz como decir los pecados, sobrarían los barbitúricos. Si la gente sintiese vergüenza de confesarse a un hombre, sobrarían las televisiones. Si los confesores fuesen ángeles, no nos entenderían y se extrañarían de nosotros. Si al obrar el mal no sintiésemos remordimiento, la Tierra sería ya el Infierno. Si confesando el mal volvemos a caer, sin confesarnos nunca nos levantaríamos. Si los ateos tuviesen un gramo de fe, inventarían algo parecido a la confesión. Si alguien se gloría de sus pecados, es que nunca miró a los ojos a Jesús crucificado. Si hay pecadores insensibles al perdón, es porque nadie les abrazó con amor en su vida.


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LA CONFESIÓN

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

Cinco actos que se requieren para hacer una buena confesión Realizar el sacramento de la Confesión de forma adecuada requiere de todo un proceso. A continuación se explica brevemente Examen de conciencia

Se ha de pensar en las faltas cometidas (pensamientos, palabras y obras), sobre todo las mortales, a partir de la última confesión bien hecha. Se puede examinar la propia vida a la luz de los diez Mandamientos, del mandamiento del amor al prójimo, de los preceptos de la Iglesia, de los pecados capitales y de los deberes del propio estado (familia, profesión, etc.). Un consejo práctico es que las faltas se analicen a la luz de los diez Mandamientos. Dolor de los pecados cometidos

Tras realizarse el examen de conciencia, se ha de pedir a Dios la gracia de tener un vivo y profundo dolor de todos los pecados cometidos, sobre todo de los mortales que han ofendido a Dios. El dolor puede ser perfecto o contrición: es el dolor de los propios pecados cometidos, por constituir una ofensa a Dios. Este dolor, unido a la voluntad de ir a confesarse cuanto antes en la primera ocasión, justifica al pecador: le concede la gracia santificante y, si muere, se salva aun antes de

que se realice realmente la confesión sacramental. Pero tiene la obligación de manifestar al sacerdote confesor los pecados mortales cometidos (Lc 7,47) El dolor puede ser imperfecto o atrición : el dolor que se tiene es debido a los castigos eternos o temporales; es suficiente para el perdón de los pecados en el sacramento de la penitencia. Propósito de no cometerlos más

Ha de ser firme, eficaz y universal (que abarque a todos los pecados cometidos, sobre todo los mortales). Debe ser una intención

nacida de un verdadero arrepentimiento; éste se consigue al tener conciencia del dolor o daño ocasionados.

Entender el propósito de enmienda POR ANTONIO RIVERO, LC / Catholic.net

Es una firme resolución de nunca más ofender a Dios. Y hay que hacerla antes de confesarse. Jesús a la pecadora le dijo: «Vete y no peques más» (Jn 8,11). Esto es lo que se propone el pecador al hacer el propósito de enmienda: no quiero pecar más. Si no hay verdadero propósito, la confesión es inválida. No significa que el pecador ya no volverá a pecar, pero sí quiere decir que está resuelto a hacer lo que le sea posible para evitar sus pecados. No se trata de la certeza absoluta de no volver a cometer pecado, sino de la voluntad de no volver a caer, con la gracia de Dios. Basta estar seguro de que ahora no se quiere volver a caer. Lo mismo que al salir de casa no sabes si tropezarás, pero sí sabes que no quieres tropezar. Este propósito no debe ser solamente negativo: no hacer esto, no decir aquello... También hay que hacer propósitos positivos: rezaré con más atención, seré más amable con todos, hablaré bien de los demás, haré un pequeño sacrificio en la mesa o en el futbol, callaré cuando esté con ira, seré agradecido, veré sólo buenos programas en la televisión, hablaré con aquella persona que tanto me cuesta, etc.

Confesión y satisfacción

La satisfacción es la penitencia impuesta por el confesor al penitente para expiar las penas temporales que han quedado después de la remisión de las culpas y de la pena eterna merecida por quien ha cometido pecados mortales. Debe haber voluntad de aceptar y cumplir la penitencia implicada en la confesión (pero si no se puede realizar por olvido, etc, el sacramento no deja de ser válido). Con información de Catholic.net

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Sugerencias para realizar un examen de conciencia POR EL P. DOMINGO VÁZQUEZ MORALES / Vivenciasjuveniles.com

Hay diversos caminos para realizar un análisis de nuestras faltas, sin importar qué estrategia se use; lo vital es hacerlo con conciencia y minuciosidad. El examen de conciencia que sigue más abajo tiene por objetivo ayudarte a saber si te has mantenido fiel a la llamada del Señor a tener valor y firmeza, o si has preferido buscar tus propias soluciones y por qué. Ve a un lugar tranquilo, ponte en oración y reflexiona en estas preguntas que sugerimos a continuación. Pídele al Espíritu Santo que te indique de qué necesitas arrepentirte: Amor a Dios (Mc 12, 28-30; Jn 14,23-24) ¿Qué estoy haciendo para poner a Dios antes que nada en mi vida? ¿Dedico tiempo en el día para orar en su presencia? ¿Guardo respeto y gratitud a la Iglesia de Dios y sus leyes? Amor al prójimo (Lc 10, 25-37; Jn 13, 12-15) ¿Recuerdo alguna ocasión en la que yo haya atendido o cuidado a las personas que Dios ha puesto en mi vida? ¿Ha habido veces en las que me he resistido a hacer algo para atender a sus necesidades antes que a las mías? ¿Recuerdo alguna ocasión en que yo no haya tratado a alguien con el respeto y la dignidad que merece un hijo de Dios? Misericordia (Mt 18, 21-35; Jn 8, 2-11) ¿Hay situaciones en las que se me haga difícil perdonar a alguien que me haya ofendido o perjudicado? ¿Hay personas o grupos a quienes yo considere inferiores o indignos por su condición social, su raza o su aspecto? ¿Hay ocasiones en las que me cueste aceptar que Dios me perdona y por lo tanto me cueste perdonar a los demás? Humildad (Mc 10, 13-16; Flp 2, 6-11) ¿Cuan a menudo caigo en cuenta de que los talentos y dones que tengo provienen de Dios? ¿He tratado a las personas con quienes me cruzo regularmente como hijos de Dios, sin fijarme en su condición o posición en la vida? ¿En qué grado confío en el Señor y en su gracia y su poder durante el día? Generosidad (Mc 6, 32-24; Lc 6,38) ¿Con qué facilidad comparto mi tiempo y mis dones con los demás? ¿Soy generoso con las instituciones de caridad que dan refugio y ayuda a los pobres y necesitados? ¿Hasta qué punto confío más en el Señor que en los bienes materiales que tengo para sentirme tranquilo y seguro? Valentía (Jos 1, 7-9; Jn 16,33) ¿Recuerdo situaciones en las que debí haber dicho la verdad con amor y no lo hice? ¿Estoy haciendo todo lo que puedo para combatir las injusticias y proteger a los no nacidos, los pobres y los indefensos? ¿Ha habido ocasiones recientes en las que no haya perseverado para resolver alguna dificultad? Estas preguntas te dan una visión desde la cual analizar tu comportamiento. Esperamos verte pronto en tu confesionario más cercano.


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LA CONFESIÓN

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

El Observador

Lo que siempre quisiste preguntar sobre el sacramento de la Confesión — La Iglesia declara que todo sacerdote que oye confesiones está obligado a guardar un secreto absoluto sobre los pecados que sus penitentes le han confesado, bajo penas muy severas. Tampoco puede hacer uso de los conocimientos que la confesión le da sobre la vida de los penitentes. — ¿No hay excepciones? — El secreto de confesión no admite excepción. Se llama «sigilo sacramental» y consiste en que todo lo que el penitente ha manifestado al sacerdote queda «sellado» por el sacramento. Un sacerdote no puede hablar a nadie sobre lo que se le dice en confesión. Aun cuando él supiera la identidad del penitente y posteriormente se encontrara con él no puede comentarle nada de lo que le dijo en confesión, a menos que sea el mismo penitente quien primero lo comente. Entonces y sólo entonces, puede discutirlo sólo con él. De lo contrario debe permanecer en silencio. — ¿Qué puede hacer entonces un sacerdote si alguien le confiesa un crimen? Si bien el sacerdote no puede romper el sello de la confesión al revelar lo que se le ha dicho ni usar esta información en forma alguna, sí está en la posición —dentro del

confesionario— de ayudar al pe- como fue el caso de san Juan Nenitente a enfrentar su propio peca- pomuceno. Aquí debe tenerse firdo, llevándolo así a una verdadera me lo que afirmaba santo Tomás: contrición y esta contrición debe- «lo que se sabe bajo confesión ría conducirlo a desear hacer lo es como no sabido, porque no se sabe en cuanto hombre, sino en correcto. — ¿Las autoridades judiciales cuanto Dios», (In IV Sent., 21,3,1). — ¿Y si otra persona oye o podrían obligar a un sacerdote a graba la confesión y la revela? revelar un secreto de confesión? — La Igle—En el Códisia ha precisago de Derecho do que incurre Canónico la cuestambién en extión está clara: el comunión sigilo sacramenquien capta tal es inviolable. mediante cualEl confesor que quier instruviola el secreto mento técnico, de confesión ino divulga las curre en excomupalabras del nión automática. confesor o del Esta rigurosa protección del si- El sacerdote debe someterse penitente, ya gilo sacramental incluso al martirio antes que sea la confequebrantar el secreto de consión verdadera implica también fesión o fingida, propara el confesor la exención de la obligación de res- pia o de un tercero. — ¿Y en el caso de que el saponder en juicio «respecto a todo lo que conoce por razón de su mi- cerdote no haya dado la absolunisterio», y la incapacidad de ser ción? testigo en relación con lo que co— El sigilo obliga a guardar noce por confesión sacramental, secreto absoluto de todo lo diaunque el penitente le releve del cho en el sacramento de la consecreto «y le pida que lo manifies- fesión, aunque no se obtenga la absolución de los pecados o la te» (cánones 1548 y 1550). Obliga incluso a soportar el confesión resulte inválida. martirio antes que quebrantarlo, Con información de Fe y Familia


El Observador

DEBATE

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

«No hay conexión directa entre PROSTITUCIÓN porcentaje de muertes maternas SAGRADA y despenalización del aborto» POR WALTER TURNBULL

La doctora Rosario Laris, médica cirujana, maestra en salud pública y doctora en bioética, comenta a El Observador los mitos sobre el aborto y los riesgos que éste implica para las mujeres y la sociedad. POR OMAR ÁRCEGA E.

¿Cuáles son los mitos sobre el aborto? «Hay cuatro principales: uno, legalizar el aborto va a reducir la mortalidad materna. La realidad es otra; actualmente el 25% de las muertes maternas de todo el mundo sucede en la India, un país que desde 1972 tiene despenalizado el aborto. Otro ejemplo nos lo dan Rusia e Irlanda. En el primero de esos países la proporción de muertes maternas es 6 veces mayor que en Irlanda; Rusia tiene despenalizado el aborto e Irlanda no. Ahora comparemos este último país con los Estados Unidos. Allí hay 16 muertes de mujeres por cada cien mil nacidos vivos; en Irlanda sólo cinco. Pero vámonos a países más cercanos: Chile tiene una menor proporción de muertes maternas que Cuba, donde el aborto está permitido. Con esto podemos establecer que no hay conexión directa entre porcentaje de muertes maternas y despenalización del aborto. Lo que sí reduce el número de muertes maternas son los servicios de salud de calidad. «Dos, se cree que en México hay un número muy alto de mujeres que mueren por el aborto. La realidad es otra. Los datos que nos proporcionan el INEGI o la Secretaría de Salud son que en todo el país los casos de muerte por cuestiones relacionadas con el aborto

son muy escasos. La mortalidad de mujeres embarazadas se debe principalmente a problemas de hipertensión, no a los abortos clandestinos. «Tres, al legalizar no se promueve, eso es una mentira. Vemos el caso de Reino Unido y de España. En España se despenalizó el aborto hace 20 años y aumentado el 200%, el día de hoy uno de cada 6 embarazos en España termina en aborto. Otro caso a resaltar es Polonia. Allí durante décadas se permitió el aborto y el número era muy alto. Al penalizarse, éste bajó a menos del 1% del total de embarazos. Por eso debemos tener claro: despenalizar es promover el aborto. «Y cuatro, no hay repercusiones en la salud de las mujeres. Está comprobado que en las abortantes es mayor la propensión a sufrir depresiones, ansiedad e ideas suicidas que en las mujeres que llevan su embarazo a la conclusión natural. Hay un estudio que se hizo en Nueva Zelanda, donde se dio seguimiento a 630 pacientes desde su nacimiento hasta los 25 años. Algunas se embarazaron y, de esas, algunas abortaron y su propensión a depresiones fue del 50%, contra un 25% de las que no lo habían hecho. Hay diversos estudios, en distintas partes del mundo, y los resultados son los mismos: aumentan las

ideas suicidas y el consumo de drogas en las mujeres que han abortado. «No debemos confiar en las cifras que se nos dan y hay que tener en cuenta las repercusiones físicas y psicológicas». ¿Cuáles serían las políticas públicas ideales para evitar que una mujer llegue a abortar? «Debería estar legislado un apoyo mayor a las mujeres embarazadas, un apoyo económico por parte del Estado, atención en servicios de salud de calidad; que la mujer vea un futuro para ese hijo, pues muchas veces la madre se angustia al darse cuenta de que su hijo no tendrá un futuro real. «Se necesitan licencias maternas con mayor tiempo para el mejor cuidado de los vástagos. Pero el apoyo no debe venir sólo del gobierno, sino también de la sociedad». Hay quienes basan su aprobación del aborto en la existencia de conexiones neuronales. ¿Qué opina al respecto? «El considerar esto implica que quien padece alzheimer deja de ser persona. Habría que preguntarle a los parientes de un enfermo con alzheimer si lo consideran persona o no. A algunas familias este problema les ha servido para fortalecer su unidad. Las características de una enfermedad no nos quitan el rango de personas; los daños físicos tampoco. Este era un argumento utilizado por los nazis. Cuando no consideramos a un niño de menos de 28 semanas o al enfermo de alzheimer como personas, estamos discriminando».

Escucho de pasada la noticia sobre un proyecto que se cocina en las tristemente famosas cortes del Distrito Federal. No nos podían fallar. Se trata de contratar prostitutas profesionales para servir como instructoras en educación sexual. No capté si se haría en las escuelas, en las clínicas de salud o en locales especializados; tampoco entendí si las clases se darían desde los 10 años, como la cartilla de salud reproductiva, o a petición del beneficiario; no sé si serían gratuitas y laicas, como la educación oficial, o si requerirían una aportación voluntaria, como la mayoría de los servicios en la educación oficial, y no supe si serían obligatorias u optativas. Creo que todo eso estaría por definirse. Hasta ahorita sólo es un proyecto, según este noticiario. Los que sí sé es que la imagen me resulta escalofriantemente familiar. La Biblia y la historia no mencionan al D.F., sino a Babilonia y a Cananea; no nos hablan de legisladores liberales, sino del rey Acab, de su amante Jezabel y sus sacerdotes, y nos hablan del ídolo Baal, el dios falso que Se cocina en el Distrito exigía sacrificios de niFederal un proyecto que ños y para ganar su fase practicaba la prosbusca contratar prostitutas vor titución sagrada. No era una prostitución cualcomo instructoras en quiera: se trataba de pros«educación» sexual. Esto titutas que ejercían para dar culto y majestad a su se va a parecer a lo que dios. ¿A qué dios? Yo habla la Biblia sobre el qué sé: liberalismo, laicismo, feminismo, hedoídolo Baal, a quien se le nismo, lobby gay, Plandaba culto mediante la ned Parenthood, ONU, revolución, promiscuiprostitución sagrada. Y dad, liberación sexual, izhoy hay muchos Baales quierda, racionalismo... es lo de menos: parece que Baales había muchos. La similitud es fuerte: el sacrificio de niños se viene realizando desde hace tiempo para saciar la sed de los dioses... lo que faltaba era poner también la prostitución al servicio del ídolo. «Así dice Yahvé Sebaot, el Dios de Israel: He aquí que yo traigo sobre este lugar una desgracia, que a todo el que la oyere le zumbarán los oídos... han construido los altos de Baal para quemar a sus hijos en el fuego, en holocausto a Baal... los hijos de Israel y los hijos de Judá no han hecho otra cosa sino lo que me disgusta... Yo les adoctriné asiduamente, mas ellos no quisieron aprender la lección... Porque han abandonado a Yahvé para dedicarse a la prostitución». Como chiste es ingenioso e irreverente, como todos sus chistes; como realidad sería un peligro terrible. Ojalá que todo quede en un infantil y malicioso intento.

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CULTURA

CON PERMISO

JOSÉ TOMÁS Y GUADALUPE POR MIGUEL ARANGUREN / www.miguelaranguren.com

Méjico no se entiende sin Guadalupe porque, frente a otros países, el hecho fundamental de su existencia está enraizado en aquella Virgen india que se apareció a Juan Diego pocos años después de que los españoles pacificaran el Nuevo Mundo. Más allá de los misterios que encierra la impresión de la reliquia en el poncho del indiecito, o de los milagros de fe y salud que han jalonado los siglos de su veneración, Guadalupe es una advocación que remueve el alma de quien la contempla. San Josemaría falleció, en su despacho romano, pocos instantes después de dedicarle una mirada enamorada. Y con el santo aragonés, millones de mejicanos a quienes siempre acompaña la estampa de esa Madre que tiene un rostro mucho más enigmático que el de la Gioconda: uno no se cansa de observarla con el propósito de entender cómo es posible que su aparente seriedad regale tantos gestos de misericordia. La Guadalupana despierta una especial devoción entre los toreros que cruzan el charco hacia los ruedos del país azteca. Enrique Ponce, nada más bajarse del avión en el D.F., lo primero que hace es dirigirse al cerro de Tepeyac para postrarse a los pies de la tilma. Mientras su automóvil avanza por el tráfico denso de la ciudad, no deja de repetir piropos a la que considera la mujer más bella del mundo. No en vano, el propio Ponce fue testigo de una curación milagrosa en el camarín de la Señora, pero eso es otra historia que debería narrar el propio torero. José Tomás, que aparenta ser distante y frío, se acercó a los micrófonos apostados en el hospital de Aguascalientes, en cuya plaza ha estado a punto de rendir la vida, para agradecer no sólo a los médicos que le salvaron de las garras de la parca y a los aficionados que donaron generosamente su sangre para que se la transfundieran, sino para mentar a la Virgen de Guadalupe y agradecer su intercesión, como agradeció también la de tanta gente que ha rezado por su restablecimiento. Me conmueve semejante muestra de fe por parte del héroe. José Tomás se ha convertido en un referente de autenticidad en estos tiempos en los que todo lo grandioso parece llevar la mentira del cine en tres dimensiones. Por este motivo, su devoción mariana adquiere una dimensión distinta, sorprendente, ejemplar.

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

El Observador

DE CARA A LA VIDA ETERNA POR ANTONIO MAZA PEREDA / amaza@att.net.mx

Hace algunos días murió, en un absurdo accidentodo se pasa, Dios no se te, un amigo mío, muy querido. Más joven que yo. muda…». Porque lo fundamental de nuestro pensaBrillante. Capaz. Bondadoso y con una enorme fortamiento católico y cristiano es que la vida presente leza de espíritu. Con una gran cantidad de amigos y es sólo el inicio de otra vida, la definitiva, la que no muy apreciado por sus muchos clientes. En la tarde, se acaba, la que no cambia. Que todo en esta vida, era una promesa cumplida. Para la noche, ya no estasalud o enfermedad, riqueza o pobreza, placer o doba con nosotros. Así de simple. lor, todo, todo se pasa. Todo El dolor de su padre, ya se acabará. Prestigio o difamamayor, y que ya ha sepultado a Lo fundamental de nuestro ción, popularidad u olvido, sosu esposa y a su otro hijo, me pensamiento cristiano es que ledad o compañía, todo eso se llevó a reconsiderar nuestra vimuda, a veces de la noche a la sión de la muerte y de la vida. la vida presente es sólo el mañana. Hubo quienes dijeron, como su inicio de otra vida, la Lo único estable es Dios, padre: ya está mejor que nosoes nuestro Padre, es Jesús tros. Otros, comprensiblemen- definitiva, la que no se nuestro hermano que nos está te, se rebelaban ante el hecho: acaba, la que no cambia. preparando nuestra morada ¡No merecía haber muerto así! eterna. Vivimos esta vida sólo ¡Tenía tanto que dar! ¡El mundo Que todo en esta vida, salud como la preparación para esa se empobrece sin él! vida que no se acaba. Si no es o enfermedad, riqueza o En el fondo de nuestra reacasí, la vida tiene otro sentido, ción, sin duda, está el modo pobreza, todo, todo se pasa uno de desesperanza, de incomo vivimos la vida. La viviutilidad, de vacío ante el mal y mos de cara a esta vida o la vivimos de cara a la vida la muerte. Una vida que se vive ansiosamente, poreterna. O, la mayoría de nosotros, un poco de ambas que pensamos que, en cualquier momento, se puemaneras. Pero claramente, alguno de los dos modos de acabar. de vivir predomina. Cuando vivimos, mayormente, ¿Cómo vives tu vida, amiga, amigo? ¿De cara a la de cara a la vida eterna, nuestro modo de ver todo eternidad? Dale gracias a Dios. Ese es un don inaprecambia radicalmente. ciable. Y muchos no lo han recibido. ¿No la vives así? Quien vive de cara a la eternidad puede decir, Pide a Dios ese regalo, uno de los más valiosos que con santa Teresa: «Nada te turbe, nada te espante, puedes recibir.

LUCES Y AMORES

LA

SOCIEDAD CRISTIANA Y SUS ENEMIGOS (II) POR ALEJANDRO SORIANO VALLÈS

Seguimos analizando el texto de Soledad Loaeza. dad y el equilibrio de la vida humana. Loaeza, en efecDecíamos que erraba al tachar de «antiguos» los vato, hace trampa cuando, para explicar los riesgos que lores cristianos que humanizaron la sociedad romaella ve en «la ofensiva de la Iglesia contra la sociedad na. Pugna por un mundo donde prime la tolerancia. moderna», remite a la novela Persépolis. Haciendo ¿Con qué cara, efectivamente, se habla de «tolerangala de «modernidad», argumenta que los católicos cia» si no se soporta el pensamiento de alguien? Loaequieren hacer lo mismo que «los mullahs» de la obra: za, en su afán por desprestigiar «echar para atrás el reloj y oblia los católicos, lejos de «tole- Soledad Loaeza debería gar a mujeres y hombres a [cerarlos» los acusa calumniosañirse] a los códigos morales y mente de fomentar la ignoran- repasar la historia para de relación social» de su fe. Ya cia. Expresiones como «es gran- entender que si la civilización vimos quién quiere, en realide el número de los que defiendad, «echar para atrás el reloj» den los valores de la sociedad occidental existe es gracias a y obligarnos a vivir según los secularizada, en primer lugar, la la preocupación milenaria de «códigos morales y de relación libertad de conciencia, y luego, social» del pasado pagano. la necesaria separación entre el la Iglesia católica por la Porque la «tolerancia» que Estado y la Iglesia», son de una pregona desaparece al inteneducación y la cultura clase de reacción decimonónitar, a golpe de difamaciones, ca de tal envergadura que paresilenciar a los católicos, price increíble que puedan seguirse formulando en la vándolos de su libertad de conciencia y constriñénactualidad. Tal vez Loaeza debería repasar la historia dolos a regirse, «modernamente», por las leyes genepara entender que si la civilización occidental existe radas del «empobrecimiento que acarrea el pensaes gracias a la preocupación milenaria de la Iglesia miento único» impuesto por las autoridades «ciegas por la educación y la cultura. Que sin ella, los logros y sordas» del DF. ¡Pobre ideología ésta, «que neceside la antigüedad grecolatina se habrían perdido en el ta del aparato estatal para hacerse escuchar»! olvido. Que si alguien defendió inicialmente la sepa«Es posible que haya entre nosotros núcleos inración de la Iglesia y el Estado, fue precisamente la tegristas, probablemente todos ellos anidados en Iglesia, y que la libertad de conciencia (ésa que, cuanLeón, Guanajuato, pero no todos somos de allá, ni de do la practican los católicos con la lucha a favor de Guadalajara o de Querétaro», dice Loaeza. Pasando sus puntos de vista, no sólo torna intolerante a Loaepor alto la contradicción existente en que si todos za, sino la escandaliza) únicamente existe gracias a la están en León no tiene para qué mencionar ni Guadaindependencia espiritual conquistada por el Evangelajara ni Querétaro, digamos que, a pesar de los «núlio. Por eso decía arriba que para derrotar a un enemicleos integristas» liberales que hay entre nosotros go hay que conocerlo. en la ciudad de México, ni «todos» los mexicanos Las argumentaciones de la articulista, lejos de viven aquí ni «todos» concordamos con ellos, y que, minar los cimientos de la Iglesia católica, los fortalepor consiguiente, la argumentación de la articulista cen. Cualquiera con un poco de conocimiento e intevuelve a ser intolerante, pues niega el derecho de los rés por la verdad descubrirá el abismo existente entre habitantes cristianos de esos lugares a pelear por la sociedad surgida de la revolución iraní, que «en sus creencias al querer imponerles las de esos mis1979 [...] se lanzó contra todo lo que era occidental», mos grupos «posmodernos» fundamentalistas «aniy el esfuerzo cristiano por hacer respetar la racionalidados» en el Distrito Federal.


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PALABRAS

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

ENSAYOS CRISTIANOS

CELESTE Y SUS HERMANOS POR EL PADRE JUAN JESÚS PRIEGO / San Luis Potosí

Unos esposos amigos míos tienen tres hijos: uno de 20 años, Luis; otro de 17, Juan; y una de 9, Celeste. Los tres son simpatiquísimos, pero Celeste lo es mucho más. Una noche en que mis amigos me invitaron a cenar en su casa, a la hora del postre precisamente, la conversación dio un salto inesperado y de girar en torno al calentamiento global, la caída de la bolsa de Nueva York, el alza inexplicable del dólar y el nuevo par de zapatos de Paris Hilton, fue a parar —como un balón que nadie pudiera detener— a lo caro que se había puesto todo. La madre, por lo pronto, hacía cuentas: restaba, dividía —nada de sumas ni de multiplicaciones—, hasta que por último exclamó: — ¡Si hubiéramos tenido sólo dos hijos, no lo pasaríamos tan mal! Y los tres jovencitos, al escuchar tan terribles palabras, se lanzaron miradas escrutadoras. Yo quería morirme allí mismo de la pena, pues aquellas palabras impensadas eran un mensaje dirigido a sus hijos, una flecha apuntada al centro mismo de su corazón. Yo sé que la buena señora no había medido el alcance de lo que acababa de decir, pero sus palabras, aun para un interlocutor poco inteligente, no podían significar más que esto: «Uno de ustedes, hijitos míos, está de más. Hay aquí, en esta mesa, por lo menos uno que sobra, uno que nunca debió nacer». Los muchachos guardaron durante un buen rato un silencio casi luctuoso. Y así se hubieran quedado el resto de la noche si Celeste no se hubiera levantado de la silla para decir: — Mamá, supongamos que hubieras tenido sólo dos hijos; supongamos que así hubiera sido; pero, entonces, ¿qué hubiera sido de Luis? ¿Qué habría pasado con Juan? Uno de los dos no estaría aquí. ¡Y yo los quiero mucho, mamá! Todos nos reímos: la situación estaba salvada. Y todo por la ingenuidad de esa niña, Celeste, que, como quiera que sea, se apuntaba en la lista de los vivos. A la pobre ni siquiera le pasó por la cabeza que la ausente eterna bien hubiera podido ser ella, y que lo hubiera sido con toda seguridad, pues el orden de los nacimientos lo exigía así. De no haber habido un tercer hijo, ella hubiera tenido que pagar los platos rotos. ¡Qué bueno que sus papás decidieron tener tres hijos en vez de dos! Aquella cena me hizo pensar en lo paradójicos que son los hombres de esta época que, por un lado, dicen

amar a los niños y hasta redactan declaraciones para defender sus derechos, pero que, por otro lado, los odian al grado de no querer ya tenerlos; por un lado todos confiesan adorarlos, pero por otro lado se hace todo lo posible para evitarlos. — Es que la vida es muy cara —dicen unos. — Es que no hay tiempo para cuidarlos como se debe —dicen otros.

¿Cómo hacían los hombres y las mujeres del pasado para tener muchos hijos? ¿Es que eran más ingenuos que los hombres y las mujeres de hoy? Y, sin embargo, casi sin saber cómo, salían adelante. Hoy en muchos hogares me ha tocado ver niños jugando solos porque papá y mamá han decidido no tener más hijos porque «la vida es muy cara y muy difícil, cariño» Pero, uno se pregunta, ¿cómo hacían entonces los hombres y las mujeres del pasado para tener hasta cinco o seis?, ¿cómo se las arreglaban para vestir, calzar y dar de comer a tanta panza aventurera? ¿Es que eran más ingenuos que los hombres y las mujeres de hoy? Y, sin embargo, casi sin saber cómo, estos pobres salían adelante.

En muchos hogares me ha tocado ver niños jugando solos, hablando con el aire, conversando con entes imaginarios, sólo porque papá y mamá han decidido no tener más hijos («La vida es muy cara y muy difícil, cariño»). Me pregunto si esa multiplicación de enfermedades mentales a la que estamos asistiendo no se deberá, más que a otra cosa, a la soledad en la que están creciendo los niños de hoy. He aquí, por ejemplo, lo que un gran historiador del siglo XX, Pierre Chaunu (1923-2009), profesor durante muchos años en la Sorbona, escribió en el libro de sus Memorias: «La infancia sola con adultos es triste. El único regalo válido que se le puede hacer a un niño es el de darle hermanos y hermanas». Más que cosas con qué jugar, lo que el niño necesita es un compañero con quién estar; ¿y qué mejor compañero que un hermano? Quien no ha tenido hermanos ni hermanas —explica Chaunu— no podrá más tarde ni nunca relacionarse con los otros de manera adecuada y desenvuelta. «No se recalcará jamás bastante el papel de la fratría. Me basta comparar este recuerdo con el espectáculo que me ofrecen cotidianamente mis hijos. Yo no he conocido la fratría. Huérfano de madre a los nueve meses, recogido por un matrimonio cuadragenario, sin hijos, una tía y un tío político, he tenido una pequeña infancia feliz, pero una infancia que no me preparaba para el encuentro con los otros». El historiador no había tenido hermanos, y ya en la vejez los echaba de menos, reconociendo con honestidad que la niñez sola con adultos es una niñez desdichada. La inquietud de Celeste, mi amiga, era, pues, legítima: ¿qué hubiera sido si en vez de tres hijos sus padres sólo hubieran tenido dos? Beethoven, según dicen sus biógrafos, se interrogaba a menudo acerca del misterio de su nacimiento de la siguiente manera: «Dado el caso de una familia cuyo padre es sifilítico, el primer niño ciego, el segundo cojo, el tercero tuberculoso, el cuarto disminuido mental... ¿Hay que suprimir al quinto que se anuncia?». — Sin duda —le respondió una vez un médico amigo suyo. — Entonces —respondió el artista— habréis suprimido a Ludwig van Beethoven. Elocuente respuesta.

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TEMAS DE HOY

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

EL SACERDOTE EN LA NOVELA MEXICANA

HOMBRE NUEVO

LA

GRATITUD

POR JOSÉ MANUEL OTAOLAURRUCHI, L.C. / Venezuela jmotaolaurruchi@legionaries.org

¡Cuántos viejos que otrora fueron ilustres y respetados personajes, acaban sus días abandonados! ¿Qué generación recibe con responsabilidad el legado de sus antecesores? ¡Cuántos son removidos o ascendidos por las antipatías o simpatías que causan en los jefes! Me da la impresión de que padecemos amnesia histórica. Una de las virtudes más hermosas es, sin duda, la gratitud. La gratitud es expresión de magnanimidad, de nobleza y señorío. La gratitud es una flor exótica que escasea en los labios de las personas. Sólo agradece quien no se siente con el derecho de ser servido. En ocasiones resulta más fácil ser atentos, amables y refinados con los extraños que con los de casa que nos sirven a diario, ¡auténtico crimen de ingratitud! En la pared de un colegio estaban enmarcadas dos frases que decían: «La ingratitud humana es más grande que la misericordia divina», lo cual me pareció una terrible exageración, pero a continuación estaba esta otra: «Aquél que no tiene la fuerza para soportar la ingratitud, es mejor que no haga el bien». Esta última me pareció más realista, pues es verdad que muchas de las rencillas o susceptibilidades tienen su origen en la falta de reconocimiento por los favores que prestamos.

CONTRACULTURA

EXAGERACIÓN

El Observador

Y

DISCRECIÓN

POR IGNACIO NAVARRO VALLE / Zapopan, Jal. / innavalle@hotmail.com

«Si quieres que la gente sepa que has hecho algo bueno, entonces es que hay algo malo en lo bueno». Confucio (551– 479 a. C.) Frecuentemente ocurre, cuando decidimos pensar y actuar no sólo bien sino exageradamente bien —como vengo invitando a hacerlo—, que busquemos que quienes estén cercanos a nosotros no sólo lo perciban inmediatamente, sino que, además, nos lo reconozcan, diciéndonoslo y repitiéndonoslo hasta el cansancio. Aquí está lo malo de nuestro actuar ante los demás. Me explico: Stephen Covey (1932- ), estadounidense escritor de Los siete hábitos de las gentes altamente efectivas, señala como uno de los grandes dilemas con que nos enfrentamos a diario —frecuentemente cancelando nuestras acciones a favor de lo mejor— el «lucir o influir». Que los demás nos aplaudan, reconociéndonos nuestras «buenas» acciones, buscando escondidamente la fama y dejando ir con esto —según Covey— las mayoría de las veces lo valioso de las acciones: la influencia positiva; que pasa muchas veces inadvertida; esto es, sin reconocimiento (aquí lo desalentador para actuar bien) y por ello sin el glamour de la adictiva —si nos descuidamos— fama. Ya lo advierte también el autor rumano E. M. Cioran: «Si cada uno de nosotros tuviera que confesar cuál es nuestro deseo más secreto, qué es lo que inspira... todas nuestras acciones, tendríamos que decir: ‘Quiero ser elogiado’». ¿Realidad o ficción? Sin pretender encontrar la respuesta cabal a lo que quizá experimentamos cotidianamente muchos de nosotros, conviene practicar, por lo menos, dos acciones: 1.- Reconocer que buscar, pensar y hacer cosas buenas no nos protege contra nuestro egoísmo permanente; y 2.- Meditar ante cada uno de nuestros pensamientos y acciones positivas lo aconsejado en ese sabio refrán popular español de que «el bien no hace ruido y el ruido no hace bien».

El padre Matías en Canek, de Ermilo Abreu Gómez RESEÑA DE UN ARTÍCULO DEL PADRE JUAN MANUEL GALAVIZ HERRERA

«Canek es la historia de un indio maya: es la historia de un héroe que emerge de la injusticia del pasado y se hace presente en la injusticia de hoy, con la razón y la esperanza. Es la historia de rebeldía y de amor». Señala el padre Juan Manuel Galaviz que «en toda la obra solamente cinco veces se habla del padre Matías; bastan esas cinco menciones para que advirtamos que la vida del sacerdote corre pareja con la del protagonista, Jacinto Canek, de quien es gran amigo. Lo mismo que el indio maya, el padre Matías posee un alma de poeta. De poeta trágico, pues así se lo imponen las circunstancias de opresión y desamparo en que se encuentran los indígenas de su parroquia». Y cita el pasaje: El padre Matías decía misa por las tardes. Además, todas sus misas eran con sermón. En los sermones no hablaba de la doctrina ni de los milagros; prefería explicar cosas relativas a la injusticia de los hombres. La iglesia donde oficiaba se llenaba de gente; es decir, de indios. Los ricos se quedaban en casa murmurando (p. 32). En ese texto el padre Galaviz descubre un rasgo muy importante del padre Matías: «la figura de un revolucionario». Y señala que «su conducta puede ser discutible si se quiere, pero resulta más explicable si se toman en cuenta las circunstancias en que desempeña su ministerio. Además, tiene el mérito de ser coherente con lo que enseña. Las limosnas que recibe las reparte entre los indios, siguiendo así sus convicciones más íntimas: el padre Matías le dio permiso al padre Matías para hacer la caridad del mejor modo posible» (p. 32). Luego presenta cómo «queda perfectamente trazada su imagen de sacerdote reaccionario y comprometido con los pobres»: El padre Matías conoce la maldad de los hombres y la dulzura de los animales. De su religión no ha hecho un oficio, sino una alegría. En Cisteil, donde vive, viste sayal franciscano y calza sandalias de cuero. Está al tanto de lo que acontece: regaña a los malos y bendice a los buenos. Algunas veces, sin revelar su secreto, desliza palabras que ha oído de Canek (p. 114). Según el padre Juan Manuel Galaviz, «el error del padre Matías consiste en su partidarismo radical. A los indios los protege y defiende como a ovejas que

necesitan del pastor, no interesándole si son buenos o malos; en cambio, a los blancos los señala indistintamente como lobos, y no hace el menor esfuerzo para buscar su conversión». Y cita al padre Matías, que así se expresa: Un pastor no distingue a las ovejas buenas de las malas. Por eso no pregunta a nadie cómo son sus ovejas, antes de lanzarse contra el lobo. Así hay que defender a los indios buenos y malos contra los blancos: lobos de estas tierras (p.114). Esta actitud radical acabará siendo contraproducente, ya que en nada beneficiará a los pobres indios y él mismo pagará en carne propia su arrojo reaccionario: Aún no era el alba cuando repicaron en la iglesia de Cisteil. El padre Matías se incorporó sorprendido, se calzó las alpargatas, se ciñó la sotana y salió a la calle para ver qué era aquello. Cuando llegó a la iglesia, se encontró con un nuevo párroco posesionado del lugar. El sacristán sonreía. El nuevo párroco, rollizo, de acento cerrado, explicó que el señor Obispo ya no quería tolerar los desórdenes de la iglesia de Cisteil. El sacristán sonreía. Quebrado por el canto de los gallos se oía el repique de las campanas. El padre Matías huyó a Sibac y Canek lloró su ausencia (pp. 120-121). Juan Manuel Galaviz afirma que «este pasaje encierra una denuncia contra los que prefieren una iglesia sin problemas, acomodada al amparo de los ricos, benevolente con los opresores; una iglesia de párrocos rollizos, conformistas, interesados. El padre Matías no era de esa categoría; él era de la estirpe a que habían pertenecido los primeros misioneros evangelizadores de Yucatán, esos cuyos nombres mencionaba Canek con veneración». «Aunque parezca irreverente, el libro está inspirado en la religiosidad más auténtica; por eso denuncia acremente la corrupción de la verdadera fe; con especial vehemencia condena la hipocresía y el interés mezquino». El artículo completo puede leerse en www.gillher.wordpress.com

Fallece Carlos Llano, católico ejemplar y primer rector de la Universidad Panamericana El 5 de mayo murió en Miami, EU, el doctor Carlos Llano Cifuentes, distinguido miembro numerario del Opus Dei. Fue el primer rector de la Universidad Panamericana y presidente fundador del IPADE (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas); igualmente se destacó como formador de muchas generaciones de profesionistas y empresarios. Doctor en filosofía por la Universidad de Navarra, fue miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y autor de más de 20 títulos filosóficos sobre antropología y empresa. Su personalidad era la de un hombre de fe, coherente y emprendedor.

«Carlos vivió un rasgo singular que a nadie dejó indiferente: era un hombre de una alegría notoria y contagiosa. Encontrarse con el doctor Llano era sucumbir a esa sonrisa espontánea que, acompañada de una mirada traviesa, nos dejaba sonriendo extrañamente, como quien ha sufrido un inesperado hechizo.» Su última obra literaria fue Ser del hombre y hacer de la organización, que analiza y describe cómo la acción del hombre surge de lo más íntimo y sostiene que el nuevo modo de hacer las organizaciones requiere un nuevo modo de ser del hombre. Llano Cifuentes presentaría su último libro el próximo 26 de mayo.

Murió como hubiera querido hacerlo: en una jornada de trabajo. «Una de sus grandes preocupaciones era la ética en los negocios, la congruencia de las empresas y la rectitud en todas las funciones del director. Su espíritu, cuando se fundó el IPADE era dar al empresario un espíritu de responsabilidad social y de responsabilidad con los demás. No era hacer mejores empresarios, sino mejores personas», afirmó el actual rector de la Universidad Panamericana. Descanse en paz este formador de conciencias, de hombres y de mujeres comprometidos con su tiempo; un discípulo que anunció el Evangelio con sus obras y su vida.


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ALACENA

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GENTES CON NOMBRE POR MARÍA ÁNGELES FERNÁNDEZ / Toledo (España)

Conocer el significado auténtico, profundo, original, de las palabras nos ayuda a hablar con propiedad y corrección, obviamente. Pero, además, creo que ensancha nuestra vida, nos abre a realidades que tal vez desconocíamos. En definitiva, nos hace mejores. ¡Qué instrumento tan poderoso nos regaló Dios! ¡Podemos hacer con él tanto bien...! Y, si es importante usar las palabras con propiedad, es decir, nombrar cada cosa, cada realidad, correctamente, ¡cuánto más lo será llamar a cada persona por su nombre! Sí, se que también puede parecer otra obviedad, pero, queridos lectores, les voy a explicar por qué digo esto. El otro día, después de algunos años, volví a escuchar una canción que se llama Historia de Lucía. La Historia de Lucía es la historia de una mujer a la que Luis veía todos los días viviendo bajo el techo de un puente cercano a su casa. Su único cobijo eran unos cartones que había conseguido en la calle y que le servían como refugio del frío y, puede que también, de la vida. Luis pasaba cada día junto a ella, como cada uno de nosotros pasamos cada día al lado de personas cuyo único techo es el cielo. Un día Luis se acercó a ella, quiso saber cómo se llamaba y quiso conocer su historia: Lucía, de joven, tenía, tenía una vida corriente, y ahora la ves escondida debajo de un puente. Cada día mueren en el El mismo que cruza Lucía, la niña del barrio de enfrente, que sólo le mundo unas 25 mil pide a la vida un poquito de suerte… personas porque no Como les contaba, hacía tiemtienen un trozo de pan po que no escuchaba esta canción que llevarse a la boca ni que, siempre que la oigo, me interpela. Con esa composición descuun vaso de agua que brí, por fin, que todas esas miraalivie su sed. ¿Por qué das de las que les hablaba antes, eran las miradas de unas personas esto no nos impacta? que tienen nombre. ¡Qué ignorancia la mía! Luis Guitarra, con esta Tampoco de ellos canción, nos recuerda de un modo conocemos ni su sencillo lo que con frecuencia olvidamos: que cada uno de nosonombre ni su historia tros somos únicos e irrepetibles, que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios y que cada uno de nosotros, para Él, somos lo más importante… aunque nadie más sepa nuestro nombre. Esto me lleva a otra reflexión. Cuando conocemos, a través de los medios de comunicación, el número de víctimas causadas por un desastre natural o por una guerra, nos conmueve la cantidad, pero pocas veces llegamos a conocer qué había detrás de cada una de esas personas y cuáles eran sus nombres. En el mundo, por ejemplo, cada día mueren 25 mil personas porque no tienen un trozo de pan que llevarse a la boca ni un vaso de agua que alivie su sed. ¿Por qué esto no nos impacta tanto? ¿Quizá porque cada uno de ellos muere en la soledad de su pueblo o aldea, acompañado sólo por sus seres más queridos que, como nosotros, no llegan nunca a acostumbrarse a la muerte? ¿Tal vez porque los medios de comunicación no informamos de esta realidad cada día? Tampoco de ellos conocemos ni su nombre ni su historia. Sin embargo, ahí está Dios, acogiendo con el mismo amor infinito al hombre víctima de una guerra, a la mujer que quedó sepultada bajo los escombros de su casa tras el terremoto, al niño al que ni la leche del pecho de su madre conseguía alimentar o al anciano que muere en su hogar tras una vida larga y plena. Esta es nuestra alegría, no somos anónimos para Dios, Él nos conoce por nuestro nombre… y nos llama. Tal como pasa con el oficio de vender, cualquiera puede enseñar a otro. Es curioso que desde nuestra infancia pasemos por experiencias de aprendizaje con nuestros hermanos o con nuestros cuates, quienes nos permitieron aprender a jugar a las canicas, a jugar coladeras en la calle, a tirar pases, o con los juegos digitales modernos. Y en la adolescencia aprendimos de nuestros compañeros de aventuras y parrandas. ¿Cuántas cosas aprendimos de los abuelos? ¿Cuántas cosas aprendimos de un jefe en un trabajo? Por ello, cuando reflexionamos en el rol de un maestro en la sociedad, se habla de una de las vocaciones más exigidas en cualquiera de los niveles educativos de que se trate. Fácilmente se

Sin la Iglesia no se entiende la Independencia Crónica de la IV Jornada Iglesia e Independencia POR EL P. JOEL OLVERA

No se puede comprender la independencia de México sin la participación de la Iglesia. Ésta fue una de las conclusiones de la IV Jornada Académica Iglesia e Independencia, organizada por la Conferencia del Episcopado Latinoamericano y la arquidiócesis de Guadalajara, y que tuvo lugar en el Instituto Cultural Cabañas.

Fueron dos días de intenso trabajo en donde reconocidos investigadores expusieron la participación de la Iglesia en la gesta independentista. El doctor Emilio Martínez de Albesa expresó la necesidad de tomar la historia con una perspectiva más amplia y ver los acontecimientos de lunga durata, de larga duración, y no como los presenta la historia oficial.

Derecho a conocer la historia

En la inauguración, el cardenal Juan Sandoval, arzobispo de Guadalajara, se pronunció a favor de que el pueblo mexicano conozca su historia verdadera, con sus luces y sombras. Pidió que las investigaciones que realizan las diversas instituciones e historiadores, así como las que realiza el episcopado mexicano en estas Jornadas, contribuyan a presentar la historia nacional en su verdadera dimensión, para que se colabore en la reconciliación y la integración que conduzcan a la paz. Por su parte, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez, presidente del comité episcopal para los festejos de los centenarios, dijo que los creyentes estamos llamados a interpretar la historia mediante la razón en constante diálogo con la fe.

Por su parte, la doctora Pilar Gutiérrez habló de la participación de la Iglesia en la Constitución de Cádiz de 1812 como determinante para asegurar su juramento. El doctor Arturo Camacho Becerra, al hablar del retrato del cura Hidalgo, indicó que no hay una imagen verdadera y fiel del prócer, puesto que no se retrató en vida. El doctor Jaime Olveda recordó la importante participación de las mujeres en la independencia. Para terminar, el presbítero licenciado José G. Miranda Martí-

DILEMAS ÉTICOS

EDUCAR

CON DISCIPLINA

POR SERGIO IBARRA / situacional@infosel.net.mx

les descalifica, igual se les critica y se les hace a un lado. Es claro que, con esto de que cualquiera enseña y ante la creciente demanda de maestros que nuestro país ha tenido en los últimos 20 o 30 años por el crecimiento poblacional, hay muchos casos de personas que con muy

buena intención han intentado formar a sus semejantes, pero la formación académica exige no solamente la intuición que cualquiera tiene; también exige nobleza, preparación, dedicación y pasión. La presencia de un maestro en un salón de clase se convierte a la

vista de los demás en una autoridad. Justamente a quien se le asigna el rol de maestro se le da un poder para ser ejercido y por el cual hay que rendir cuentas. La más delicada es formar en la asignatura correspondiente, pero también debe educar en otras formas. Por ejemplo, cuando el maestro entra al salón los alumnos deberían ponerse de pie o al menos guardar silencio, y lo segundo debe aplicarse hasta en los niveles de posgrado. ¿Por qué? Porque el maes-

nez habló de la participación de los obispos de la entonces provincia eclesiástica de México ante la emancipación. Aunque algunos aspiraban y apoyaban una cierta autonomía, no se pronunciaron abiertamente por motivos pastorales y por salvaguardar la paz. Otras actividades

En el marco de esta IV Jornada se presentó el documental La Isla de Mezcala, sobre el famoso sitio contra los indígenas insurgentes de esa isla del Lago de Chapala. También se presentó el Diccionario de Eclesiásticos en la Insurgencia de México, editado por el Departamento de Estudios Históricos de la arquidiócesis de Guadalajara. El arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, clausuró la IV Jornada Académica pidiendo mirar objetivamente nuestro pasado para comprender la identidad nacional. Se trata de un proceso doloroso aunque no acabado, con luces y sombras, pero con el cual se reafirman los ideales de justicia y libertad. La próxima cita será en la ciudad de Monterrey, el 12 y 13 de octubre. El tema para esa V Jornada Académica será Revolución e Iglesia. tro es una autoridad. El gran dilema es encontrar el balance entre la disciplina, que naturalmente debe exigir, y la necesaria libertad en la que hay que dejar al alumno para que conquiste el conocimiento y lo haga suyo. La vocación al magisterio es una de las más complejas; se trata, ni mas ni menos, que de enseñar y formar a nuestros semejantes, quienes ponen en sus manos su confianza para ser guiados hacia nuevos puertos, no para fracasar. Y quizás es éste el más doloroso momento que pasa un maestro, cuando hay que imponer disciplina, recordar que hay reglas y hacerlas cumplir. Ser maestro es también ser un juez. A todos los maestros les saludamos y felicitamos en su día.


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CONTEXTO ECLESIAL

REFLEXIONES

EL MATRIMONIO ES

UNA VOCACIÓN PORL EL P. NICOLÁS SCHWIZER

Las páginas más hermosas de la Biblia son las que relatan los distintos llamados de Dios (Éxodo 3, Isaías 6, Jeremías 1, entre otros). «Yo te he llamado por tu nombre», le dice a Isaías. Así también fue Dios el que despertó el amor entre los matrimonios. Fue Jesucristo que como a sus Apóstoles les decía «Ven y sígueme», así también los matrimonios fueron llamados a seguirle. La diferencia es que fueron llamados de a dos. Todo llamado implica que Dios es el que elige y destina a una tarea determinada en beneficio de otros. Dios los ha llamado a ser imagen del Amor de Cristo a los hombres, a ser el canal por el cual ese amor llegue al cónyuge, a los hijos y al mundo entero. Desde siempre Él los pensó unidos (cfr. Jer 1, 5). Todo llamado es gratuito. No por mérito propio. Dios elige a los pequeños para grandes tareas. Así también somos conscientes de nuestra pequeñez y nuestras limitaciones para que nuestro amor conyugal sea reflejo del amor de Cristo hacia su Iglesia. También vemos nuestras limitaciones en la tarea de educar y conducir, como sacerdotes, a nuestros hijos hacia Dios. «Yo te alabo, Padre, porque has ocultado estas cosas a sabios y prudentes, y se las has revelado a los pequeños» (Mt 11,25). En todo llamado hay un encuentro personal con Aquél que llama (cfr. Jn 1,35-51). Quizás en el momento de nuestro casamiento no sabíamos de este llamado ni conocíamos a Aquél que nos llamaba. Solamente veíamos al cónyuge. «Venid y lo veréis» (Jn 1,39). Quizás con el pasar de los años hemos descubierto con más profundidad a Cristo o intuimos la inmensidad del amor de Dios en nuestras vidas. A todo llamado hay una respuesta sin perder tiempo (cfr. Mt. 21,22), ya no hay excusas; de repente no coincide con nuestros planes (cfr. Mt 19,16-26 el pasaje del joven rico). Todo llamado implica una respuesta radical e incondicional. Donde está la elección está también la gracia. Todo llamado trae consigo una promesa. La condición para la realización de la promesa es la fidelidad en las pruebas y dificultades. Escuchamos al ángel en la anunciación: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios». Lo que pasa es que muchas veces no confiamos y no solicitamos esa gracia sacramental de nuestro matrimonio. El matrimonio es un llamado a la santidad de a dos. «Ven y sígueme». El padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, nos invita a desarrollar una espiritualidad laical en el camino a la santidad en donde la vida conyugal, la sexualidad, el trabajo y la educación de los hijos tengan un lugar particular. El matrimonio es una «escuela superior de amor» y se debería dar como una sana competencia entre consagrados y casados a ver quién llega antes a la santidad y a la plenitud del amor. Todo en el matrimonio puede ser camino a la santidad.

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Un sacerdote mexicano, pieza clave contra la pederastia Pocos han escuchado hablar de Pedro Miguel Funes Díaz. Es un sacerdote mexicano, miembro de la Sociedad de Vida Apostólica «Cruzados de Cristo Rey». Experto en derecho canónico, lidera la lucha del Vaticano contra la pederastia. Encabeza la oficina encargada de investigar, llevar a juicio y condenar a los clérigos responsables de abuso contra menores. Es una pieza clave en la política de «tolerancia cero» contra los religiosos abusadores, adoptada por el Papa Benedicto XVI. Su prestigio y calidad como oficial de la Curia Romana lo preceden. Nació en la ciudad de México en 1958. Hizo estudios eclesiásti-

cos en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Cursó también en la Universidad Pontificia de México y en el Seminario Conciliar de Toledo (España). Ejerció su ministerio sacerdotal como párroco en la diócesis de Ciudad Juárez, Chihuahua, y más tarde se trasladó a Roma, donde se especializó en patrística y derecho canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana. En 2001 ingresó a trabajar en la «sección disciplinar» de la Congregación para la Doctrina y la Fe como «ayudante de estudio». Tan positivo fue su desempeño que el 31 de enero de 2009 el Papa Benedicto XVI, quien fue por años su

jefe como prefecto de la Doctrina de la Fe, lo promovió a capoufficio, es decir, jefe de esa sección. De 2001 hasta la fecha, la oficina en la que trabaja Funes ha estudiado unos tres mil casos de sacerdotes diocesanos y religiosos concernientes a actos cometidos en los últimos 50 años. Desde su puesto contribuyó en la resolución de la crisis por los abusos sexuales en Estados Unidos, que explotó en los años 2003 y 2004, acaparando la atención de los jueces del Vaticano. Además, colaboró con el mismo Charles Scicluna en la investigación en torno al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. En los últimos años, Pedro Miguel Funes y su equipo han estudiado anualmente un promedio de 250 acusaciones de diversos países del mundo.

La Ascensión del Señor (Lc 24, 46-53) POR EL P. MARTÍN ALONSO ARIAS

La fiesta de la Ascensión del Señor nos hace pensar en tres elementos que son fundamentales para nuestra fe y reflexionar en ellos con la convicción de que todos los días nuestra tarea de cristianos bautizados tiene que ser la de actuar como colaboradores de la obra salvadora de Jesús. 1. Fue Jesús quien nos llamó a salir de las tinieblas —como dice el Evangelista— para entrar en su luz maravillosa, participando así de su gloria. Es el mismo Señor quien nos envía todos los días a amar, a luchar por un mundo más justo, a perdonar y a ser solidarios. Quienes seguimos a Jesús sabemos que no debemos quedarnos simplemente mirando al cielo, sino que la vida, enmarcada en la caridad y el amor fraterno, ha de ser modelo de gracia y de bendición para el mundo. 2. La Ascensión debe ser considerada como una profunda y nueva forma de presencia de Jesús entre nosotros. El Señor, en el acontecimiento de la Ascensión, en vez de abandonarnos, ha empezado a animar-

nos, a fortalecernos y a impulsarnos para vivir con nuevo ardor el mensaje auténtico de la salvación. Él siempre está a nuestro lado, buscando la apertura de cada corazón, afirmando a la Iglesia en este gran acontecimiento en el que es elevado al Cielo, dándonos su protección y su cariñosa cercanía con la presencia del Espíritu Santo. 3. La misión del anuncio, del testimonio y de la caridad es encomendada ahora a la Iglesia. La gran familia eclesial comienza a dar de lo que ha recibido. La Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio dan razón de todo lo que ella ha recibido a través de los siglos y que llega hasta nosotros haciendo que contemplemos con gozo la gloria del Resucitado que nos espera en el Cielo. Jesús nos invita a estar con Él; nuestra meta no está en la Tierra, caminamos hacia aquella felicidad que el Señor nos va mostrando y que espera experimentemos todos en el Cielo, es decir, en la perfección cristiana y la santidad.

La mayor persecución de la Iglesia no viene de enemigos de fuera: BXVI El papa Benedicto XVI comenzó el 11 de mayo su visita de cuatro días a Portugal. En el avión que lo llevó contestó preguntas de los periodistas. Ante ellos declaró: «La mayor persecución de la Iglesia no viene de enemigos de fuera, nace del pecado de la Iglesia. La Iglesia tiene una profunda necesidad de aprender la penitencia, de aceptar la purificación, de aprender el perdón y la necesidad de justicia». También se le preguntó sobre la secularización, a lo que contestó que el gran desafío actual es unir fe y razón. Sobre la crisis económica insistió en que no se puede olvidar el componente ético y comentó que se vive en un puro pragmatismo económico que prescinde de la realidad del hombre y que no dará frutos, sino que creará problemas. La visita de Benedicto XVI a Portugal estuvo centrada en las conmemoraciones del aniversario

de las apariciones de Fátima e incluyó varias Misas multitudinarias en espacios abiertos. Carteles gigantes con la foto del Pontífice y las leyendas «Bem-Vindo» o «Papa Bento XVI» tapizaron las calles de la capital portuguesa. Miles de personas lo recibieron en las calles, y los medios de comunicación dieron especial relevancia a su visita. Al llegar al aeropuerto internacional de Portela, Lisboa, en presencia del presidente de Portugal, el Papa pronunció un discurso en el que manifestó el carácter especialmente mariano de su visita apostólica: «Vengo como peregrino de la Virgen de Fátima, investido de lo Alto en la misión de confirmar a mis hermanos que avanzan en su peregrinación hacia el Cielo».

Habló del valor de las apariciones celestiales ocurridas en aquella nación: «La Virgen María vino del Cielo para recordarnos verda-

des del Evangelio que constituyen para la humanidad, fría de amor y sin esperanza en la salvación, fuente de esperanza». El Pontífice visitó el complejo monumental formado por el Mo-

nasterio de los Jerónimos y la Torre de Belem, dos importantes símbolos de Lisboa y de la historia ultramarina de Portugal. Ahí tuvo un encuentro con las autoridades civiles de aquella nación. El día 12 se realizó en Lisboa un encuentro del Papa con los obispos, y la tarde del mismo día Benedicto XVI se trasladó en helicóptero al santuario mariano de Fátima, donde celebró vísperas con sacerdotes, religiosos, seminaristas y diáconos en el templo de la Santísima Trinidad; además, recordó el atentado que sufrió Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. Por la noche descansó en el mismo santuario, específicamente en la casa de Nossa Senhora do Carmo, en el segundo piso, exactamente en las mismas habitaciones que acogieron a su predecesor Juan Pablo II en el año 2000. Se trata de un apartamento sencillo, compuesto por un dormitorio, un

baño, un pequeño despacho y una salita. El día 13 no sólo se celebró un aniversario más de las apariciones de la Virgen María, sino que coincideron, entre otras cosas, la celebración de la gran fiesta de la Ascensión del Señor y el décimo aniversario de la beatificación de los videntes Jacinta y Francisco Marto. También se recordó el 5º aniversario de la muerte de sor Lucía Dos Santos, y el centésimo aniversario del tránsito de Jacinta. El Papa permaneció en el santuario de Fátima hasta la mañana del 14 de mayo, cuando se despidió de la ciudad. Éste fue el décimo quinto viaje internacional del Pontífice, y el noveno que realiza a un país europeo. Benedicto XVI es el tercer Papa que viaja a Portugal. Pablo VI lo hizo en 1967, y Juan Pablo II viajó allá en tres ocasiones.


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MEDIOS DE COMUNICACIÓN 13

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Redes sociales, nuevo escenario El cine puede ayudar a educar a los niños de la violencia escolar POR MARÍA VELÁZQUEZ DORANTES

POR GILBERTO HERNÁNDEZ GARCÍA / www.gillher.wordpress.com

Mucho se ha hablado en los últimos años acerca de la violencia escolar ejercida entre compañeros, aunque desde siempre esta práctica ha formado parte del día a

nible en las redes sociales y escolares; inclusive llegan a crear cuentas o perfiles falsos para hacerse pasar por el afectado. Otra táctica común es realizar

El acoso escolar, conocido como bullying, ha alcanzado nuevos niveles debido a que la tecnología permite a los agresores trascender las aulas y llevar sus ataques a otros terrenos, como el internet.

día en los salones de clases. Sin embargo, según estudios de la UNAM, este fenómeno, conocido como bullying, ha alcanzado nuevos niveles debido a que la tecnología permite a los agresores trascender las aulas y llevar sus ataques a otros terrenos, como el internet.

«encuestas» para que sus compañeros voten y elijan a la persona más «tonta» o «fea» de la escuela

González Contró explica que, a pesar de la angustia emocional y la preocupación que generan estos hechos, la vergüenza y el temor hacen que los niños no pongan un alto a los ataques, amenazas, insultos o burlas de un abusador. Y abunda: «el hecho de que haya maestros que toleren la violencia escolar representa un problema serio, porque si en estos espacios (donde se supone que existen figuras de autoridad encargadas de mediar en la interacción entre los pequeños) se presentan estas situaciones, evidentemente el asunto se recrudece en el ciberespacio, donde no hay normas que frenen las agresiones». Agresiones alentadas desde las aulas escolares

La especialista señala que el bullying en el ámbito escolar, de alguna forma, es alentado por aquella sentencia que reza: «la le-

Babe, el puerquito valiente (1995)

A la granja de Hoggett ha llegado un simpático cerdito llamado Babe. Pronto traba amistad con los animales de la granja, quienes le enseñan que en ese lugar hay dos clases de animales: los que sirven al amo y los que se sirven en la mesa del amo. Decidido a pertenecer a la primera clase, Babe comprende rápido: su única esperanza es convertirse en el primer cerdo pastor de ovejas. Esta comedia, protagonizada casi enteramente por animales, parecía ser dirigida al público infantil, pero tiene calidad suficiente para ser disfrutada por gente de todas las edades. El cielo no puede esperar (2001)

En algún lugar del universo, las almas de los bebés esperan el momento de nacer. Elizabeth y Kevin esperan un hijo al que ya han puesto de nombre Milo. Pero Milo, justo antes del parto, se asusta y decide que no quiere bajar a la tierra. Esto pone en peligro de extinción la raza humana. El ángel guardián Elmore se encargará de dar la oportunidad a Milo de conocer lo maravillosa que es la vida en Nueva York, donde viven sus futuros padres. En menos de 24 horas ha de conseguir que Milo pronuncie las palabras mágicas: «quiero nacer».

Tácticas agresivas en la red

Se sabe que para un creciente número de niños y adolescentes es común el uso del internet, de las redes sociales, del chat, y de los mensajes vía celular, con el fin de mantener el contacto con su círculo de amistad. Es aquí donde, como lo asegura la investigadora Mónica González Contró, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, los usuarios, esperando hallar gestos amistosos, lo que encuentran son actitudes hostiles y groseras, porque «el ciberbullying tiene por fin denigrar a un joven en específico frente a sus compañeros de colegio». La investigadora refiere que una de las prácticas más usadas por los ciberagresores consiste en «subir» fotos o información comprometedora de la víctima, dispo-

Una de las funciones del cine como medio de comunicación es educar, aunque casi nunca se ve como oferta de consumo cultural. Sin embargo, como espectadores, padres de familia y maestros no pueden dejar pasar una de las oportunidades que el cine brinda para que los niños puedan aprender a través del entretenimiento. Los niños son como grandes esponjas que absorben un cúmulo de conocimientos. Explotar el potencial formativo del cine es una de las estrategias de la actualidad para educar a los niños, e incluso a los adultos. De la inmensa lista de filmes que hay para pequeños, se encuentra una selección que, además de brindar diversión, tiene un mensaje propositivo y alentador para la vida en un mundo que a veces se ve caótico.

Buscando a Nemo (2003)

Una de las prácticas más usadas por los ciberagresores consiste en «subir» fotos o información comprometedora de la víctima, disponible en las redes sociales y escolares; inclusive llegan a crear cuentas o perfiles falsos para hacerse pasar por el afectado.

o clase, o que, a través del correo electrónico, el chat o mensajes telefónicos, amenacen e intimiden a los compañeros.

Los usuarios, esperando hallar gestos amistosos, lo que encuentran son actitudes hostiles y groseras, porque «el ciberbullying tiene por fin denigrar a un joven frente a sus compañeros de escuela

tra con sangre entra», y que liga violencia y educación. Esta convicción permite que maestros y padres de familia justifiquen el castigo corporal como medio educativo. En este sentido entran comportamientos asumidos por los profesores, como la descalificación, que es otra forma de violencia. Por eso, cuando un mentor expone a un alumno frente a sus compañeros, lo expulsa del salón o le dice que «es un burro», en realidad lo está agrediendo. Estas condiciones de hostilidad al interior de los colegios se presentan porque «no existe una cultura de respeto a los derechos de los niños y adolescentes; pese a que existen instrumentos jurídicos, aún se aprecian grandes deficiencias en la materia», asegura la investigadora.

La película cuenta el increíble periplo de dos peces, Marlin y su hijo Nemo, que se ven obligados a separarse en la Gran Barrera de Coral, ya que Nemo es capturado por un buceador. El pobre termina en la pecera de la consulta de un dentista desde la que se divisa el puerto de Sydney. Marlin, con la ayuda de un simpático pero despistado pez llamado Dory, se embarca en un peligroso viaje. El precavido padre acaba convirtiéndose en el héroe de una verdadera epopeya cuyo fin es rescatar a su hijo, que por su parte ha urdido un descabellado plan para volver sano y salvo a casa. Cómo entrenar a tu dragón (2010)

La historia se centra alrededor de un vikingo adolescente llamado Hipo que vive en la isla de Berk, donde luchar contra dragones es un modo de vida. Su sabiduría juvenil y su especial sentido del humor no sientan demasiado bien a su tribu y a su jefe que, además, es su padre. Sin embargo, cuando su entrenamiento con otros vikingos adolescentes va a comenzar, Hipo ve la oportunidad de demostrar a su padre y a su tribu su valía. Pero cuando encuentre y, en definitiva, se haga amigo de un dragón herido, su mundo se volverá del revés, y lo que empezó como una prueba para Hipo se convertirá en una oportunidad para cambiar el futuro de toda su tribu.


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MISCELÁNEA

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SOSPECHA PATOLÓGICA NI BUENISMO INGENUO POR FERNANDO PASCUAL, L. C. / Roma

Ciertos pensadores, maestros de la sospecha, se cia manifiesta, hay latente una buena intención, un caracterizan por encontrar en todo lo humano inten- deseo sincero por avanzar hacia lo bueno, distorsiociones torcidas, maldades camufladas, perversiones nado por errores estructurales o coyunturales que revestidas de terciopelo. llevan a realizar lo malo cuando se buscaba lo bueno. Piensan que todos (o casi todos) los actos que Ante la complejidad propia del mundo humano, realizamos encierran una gran dosis de egoísmo, de vale la pena recordar un viejo adagio: de lo que ocusensualidad, de ambición, de odio, y que nadie (o casi rre en el interior de cada uno, ni siquiera la Iglesia, ni nadie) escapa a una ley universal de maldad que atra- el Estado, ni ninguna institución o persona concreta, pa en lo profundo a cada ser humano. pueden emitir un juicio. Porque los que pensamos Otros, maestros del «buenismo», llegan a defen- malos a veces no son tan malos, o los que pensamos der lo opuesto: el ser humano es siempre (o casi siem- buenos a veces no son tan buenos. pre) bueno, abierto a lo Hemos de reconocer noble, a lo grande, a lo La victoria del bien inicia allí donde, que existen fuerzas hermoso. Incluso cuan- con la ayuda de Dios, denunciamos opuestas que luchan do comete errores, cuancontinuamente dentro do daña a sus semejan- tantas tendencias desordenadas. Y de nosotros. La victoria tes, está simplemente esa victoria sigue allí donde reconodel bien inicia allí donde manifestando deseos miramos al propio coraprofundos de autorreali- cemos que también hay propósitos zón y, con la ayuda de zación, que nacen de su buenos, sentimientos nobles Dios y de buenos amisana tendencia a congos, denunciamos tantas quistar sus propias meintenciones torcidas, tas. Los «errores» serían, tantas tendencias desorsimplemente, el resultadenadas que nos acerdo de una mala informacan al abismo del mal, del ción, de un influjo negapecado, de la injusticia. tivo de la sociedad, o del Y esa victoria sigue allí choque entre dos interedonde reconocemos que ses legítimos y buenos también hay propósitos que no pueden ser satisbuenos, sentimientos fechos simultáneamente. nobles, impulsos e insEntre estas dos visiopiraciones de Dios que nes antitéticas existe una teoría que reconoce en cada nos llevan a la humildad, al servicio, a la acogida, a la ser humano la mezcla y la lucha interior entre dos fuer- entrega sincera a quienes viven a nuestro lado y eszas. Una nos lleva hacia lo bueno, hacia lo verdadero, peran un poco de amor y de esperanza. hacia lo justo, hacia el altruismo. Otra nos arrastra Más allá de las sospechas patológicas y de buehacia lo malo, hacia lo falso, hacia lo injusto, hacia el nismos baratos, la religión cristiana abre los ojos ante egoísmo. el mal que hiere nuestras almas (la herencia del pecaExisten, como piensan los maestros de la sospe- do original nos toca a todos) y hacia la presencia cha, palabras y acciones que parecen buenas y que continua de un Dios que ama eternamente a cada uno esconden un poso de mentira y de traición que enga- de sus hijos. ñan al incauto y que llevan al perverso a victorias Con la ayuda de Dios podremos mirar a los demás aparentes. Al revés, como dicen los «buenistas», tam- con ojos de misericordia, sin ignorar los defectos bién ocurre que, tras un acto equivocado, una injusti- objetivos y sin sospechar torcidas intenciones. El «Sábado de Gloria» de 1980 seguía sumergido en silencio, y el recogimiento respetuoso debido a la celebración de la muerte de Jesucristo, tal y como se experimenta entre la gente sencilla y religiosa del noreste michoacano. Así era el ambiente en San José del Rodeo. Junto a la espera de que se «abriera la Gloria», los esposos Mondragón aguardaban ansiosos el retorno de sus hijas, después de haber trabajado los días santos en la casa del licenciado Caso. Una larga y pesada espera

El día se tornó todavía más pesado. Don José Mondragón, papá de Isabel, estaba cerca de la casa, en un baldío, cuidando el ganado desde temprano. A unos pasos de ese lugar se ubicaba la casa de otro de sus hijos, Ulibaldo, quien era trabajador de la finca Las Huertas, donde Isabel y Salud habían estado trabajando. Un día antes él había salido temprano del trabajo y no sabía nada de lo ocurrido con sus hermanas. Alrededor de las tres de la tarde llegaron dos hombres en una camioneta. En Maravatío habían encontrado a dos sobrinos de don José que se ofrecie-

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos advierte la pérdida de libertades en Venezuela Denuncia «serias restricciones» en los derechos humanos bajo el régimen de Chávez, quien anuncia que abandonará ese organismo La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha publicado un informe en el que señala cómo se están restringiendo las libertades bajo el régimen de Hugo Chávez en Venezuela. La Comisión critica la falta de una efectiva separación de los poderes públicos y la utilización del poder del Estado para intimidar o sancionar a los adversarios políticos del gobierno. Chávez calificó el informe de «ignominioso» y anunció que Venezuela abandonará la adscripción a la CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA). En sus conclusiones, la comisión detecta graves fallos en: Elecciones. Los opositores al gobierno encuentran graves obstáculos para poder participar. Libertad política. Aquellos que expresan su descontento con el gobierno sufren «de represalias, intimidación, descalificación, exclusión, discriminación laboral y, en algunos casos, incluso son perseguidos y privados de su libertad». Libertad de expresión. «Se han adoptado importantes reformas al marco jurídico existente que tienden a cerrar y no a promover el debate público». Los periodistas que critican al régimen sufren persecuciones. Acceso a la información pública. Los mecanismos existentes no satisfacen el acceso de los ciuda-

Una Goretti entre nosotros La muerte de María Isabel Mondragón Arriaga ocurrió un Viernes Santo (Séptima parte) POR GILBERTO HERNÁNDEZ GARCÍA / www.gillher.wordpress.com

ron a traerlos hasta su rancho. En el trayecto les habían preguntado: «¿Han tenido alguna novedad en la familia?». Como ellos respondieron que no, continuaron el camino en silencio. Cuando se estacionaron cerca de la tienda de Ulibaldo le solicitaron a éste unas cervezas pero él les dijo que por ese día estaba cerrado y no podía vender. Entonces los hombres se dirigieron a donde estaba don José. Al llegar a su presencia lo empezaron a insultar. Según la señora Virginia, «aquellos hombres eran hermanos de una ingrata mujer que tanto daño había hecho» a la familia Mondragón. Con ella don José había tenido una relación amorosa pero hacía tiempo había terminado definitivamente con ella y se había reconciliado con la familia. Ese era

el problema por el que Isabel tanto rezaba y por el cual ofreció su primera peregrinación a pie al Tepeyac. La solución de esa situación fue «el milagro recibido en la segunda peregrinación, en 1978». Aquella despechada mujer –a decir de doña Virginia– no perdonó esa afrenta y buscaba venganza. Así que ese día, luego que don José no respondiera los insultos y diera la espalda a sus agresores para continuar sus trabajos, uno de ellos sacó la pistola dispuesto a dispararle. La esposa de Ulibaldo vio la escena y puso en alerta al muchacho quien salió, también pistola en mano, a defender a su padre. «No seas traicionero», le espetó al hombre, «Si mi padre ya no quiere seguir ese camino, ¿quién eres tú para obligarlo?», y acto se-

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guido le disparó a los pies. «El hombre guardó su pistola y, temblando de miedo, se cubrió detrás de su hermano». Años después doña Virginia sigue preguntándose qué relación tuvo ese pleito con la muerte de Isabel. Empieza la búsqueda

Atraídos por la noticia del incidente, llegaron otros de los hijos de los Mondragón. Genaro, uno de ellos, preguntó por sus hermanas; la señora Virginia le comunicó que no habían regresado. Fue a Maravatío, a la finca de Las Huertas para informarse. Genaro se dio cuenta que el Viernes Santo sus hermanas no habían regresado a la casa de Las Huertas. El sábado, al enterarse de la situación, regresó el licenciado

danos a la información gubernamental. Impunidad. «Los actos de represalia contra el disenso, los ataques contra los defensores de derechos humanos y los periodistas, la represión de la protesta pacífica, los abusos de la fuerza estatal (...) se caracterizan en Venezuela por los altos grados de impunidad». Poder judicial. No existe independencia del poder judicial con respecto al presidente de la república, con lo cual se imparte justicia con base en criterios polìticos. Derechos económicos, sociales y culturales. La CIDH reconoce los logros del Estado en cuanto a «la erradicación del analfabetismo, la reducción de la pobreza, y el acceso a servicios básicos como la salud». Pero resalta que, en aras de esos derechos económicos, «no puede sacrificarse la vigencia» de los derechos humanos. Derechos humanos. Venezuela no ha aceptado que una comisión de derechos humanos visite su país, ni ha hecho caso de las recomendaciones internacionales. La CIDH elaboró este informe sin haber podido realizar una visita de observación a Venezuela debido a la negativa de Chávez. La Comisión está integrada por siete miembros que no representan a ningún país en particular y que son elegidos por la OEA. Caso, dueño de la finca Las Huertas y patrón de Isabel y Salud. «Yo me fui a México con la idea de que se habían regresado a su casa, que sus papás ya no las habían dejado venir», dijo. Don Sabino García, velador de la finca, dio su testimonio: «Ellas no regresaron ya el Viernes Santo. Iban a regar unas plantas y el licenciado les dijo que se fueran ya a las Tres Caídas, porque a lo mejor ya no alcanzaban a ver nada». El licenciado Caso se comprometió a ayudar a la familia en la búsqueda. El domingo por la mañana Ulibaldo habló con sus papás; con lágrimas les dijo: «Las muchachas están perdidas, no se las llevaron a México y nadie sabe nada de ellas». «Faltaban unas cuantas horas para que se cumplieran diez días de que mis hijas desaparecieron. Se estaba cumpliendo la voluntad de Dios. La santísima Virgen y el señor Santiago, apóstol de Cristo, estaban en su compañía», dice doña Virginia. Al día siguiente sabrían qué pasó, en qué consistía «la voluntad de Dios».


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FAMILIA

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

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Rabietas ante grandes cambios en EN VIDA, la vida de un niño HERMANO, PINCELADAS

POR YUSI CERVANTES LEYZAOLA

Soy una madre sola. Tengo un hijo de 10 años a quien amo demasiado, pero estamos pasando por una situación muy grave. Su padre y yo nos separamos hace dos años, aunque tenemos una muy buena relación de amistad para que el niño no sufra. Hace cuatro meses me fui a radicar a otra ciudad por cuestiones laborales; sin embargo, el padre del niño viaja constanA una gran pérdida, la de la separación de sus papás, se suma otra: la separación de su casa, su ambiente, su escuela y la mayor distancia respecto a su padre. Una mudanza implica dejar de ver a familiares y amigos, significa ya no poder refugiarse entre las paredes de la casa conocida, tener que pasar por el proceso de conocer otra escuela, otros compañeros, otros maestros. Sobre su padre, no es lo mismo que éste vaya a ver a su hijo con frecuencia a que el chico sepa que puede llamarlo en cualquier momento y que si lo necesita con urgencia su papá va a estar con él en unos minutos. Es normal que el chico resienta

estos cambios, son en verdad difíciles. Esas rabietas son manifestación de esto. Lo cual no significa que usted deba permitirle la grosería o la agresión. En

cambio, sí hay que ayudar al niño a expresar sus sentimientos, sin restarles valor, sin minimizarlos. Es probable que él mismo no se esté dando cuenta de qué es lo que verdaderamente le ocurre. Comparta también con el niño

temente para estar pendiente de él. Desde que nos trasladamos el niño se ha vuelto grosero y malcriado conmigo; cuando lo castigo se me iguala y quiere pegarme; le dan unas rabietas horribles, pero al cabo de cinco a diez minutos se queda como si no hubiera hecho nada y vuelve a ser el niño cariñoso de siempre. sus sentimientos, pues para usted también debe ser difícil el cambio; pero, al final, explíquele claramente las razones por las que deben estar ahí, las ventajas de este cambio, y manifieste, sin sombra de duda, su confianza en que van a estar bien y que este cambio es bueno para ustedes. Claro, esto debe ser cierto, usted debe de creerlo, porque si no, lo que hará es generarle más dudas y desconfianzas. ¿La separación de su esposo es definitiva? ¿En verdad hicieron todo lo posible por defender a su familia? ¿No serán posibles el perdón y la reconciliación? Puesto que escribe a El Observador, asumo que recibieron el sacramento del Matri-

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monio. Si es así, el lazo que los une es para toda la vida, aunque estén separados. Pero, también, la gracia del sacramento puede ayudarles a reconstruir su matrimonio, si así lo buscan con sinceridad y valentía. Si pueden ser amigos y si los une el gran amor que tienen a su hijo, creo que es posible un reencuentro entre ustedes. Tal vez con ayuda profesional y espiritual. Sé de muchos casos en los que esto ha ocurrido. El mayor regalo que podrían dar a su hijo es ser nuevamente una familia integrada y feliz. La psicóloga Cervantes responderá por este medio las preguntas que le envíen a El Observador: Reforma 48, Santiago de Querétaro, Qro. C.P. 76000; o al correo electrónico cervleyza@msn.com. Citas al teléfono 403 29 43

EN VIDA

POR EL PADRE JUSTO LÓPEZ MELÚS

Un hombre es maduro, decía un psicólogo, cuando ha pasado por un infarto y preferentemente por dos. Pero, ¿por qué esperar a tener un infarto para madurar y progresar en la bondad? Nada debe empujarnos tanto a vivir apasionadamente —gritaba Martín Descalzo en sus últimos escritos— como la certeza de que la vida será corta. ¡Hay que quererse de prisa! ¡Hay que quererse ahora, en estos pequeños, cortos años! Si quieres hacer feliz a alguien, sé bondadoso hoy. En vida, hermano, en vida. Si deseas dar una flor, mándala con amor hoy. En vida, hermano, en vida. Si deseas mostrar amor a los de tu casa, a los de lejos, hazlo hoy. En vida, hermano, en vida. No esperes a que se muera la gente para quererla. No visites panteones, ni llenes tumbas de flores. Llena de amor corazones; en vida, hermano, en vida.

NIÑAS SEÑORAS POR MAYELA FERNÁNDEZ DE VERA

Es sumamente triste ver cómo van vestidas muchas niñas, como señoras chiquitas, con uñas pintadas, rayitos en el pelo, y maquillaje. Caminan algunas como galli-

nitas, con sus pies metidos en zapatos de tacón. Por supuesto, muchas jugábamos a ser mamás y nos vestíamos así, pero, después del juego, volvíamos a ser las mismas, no formábamos parte del conjunto de consumidoras incondicionales de la moda y sus exigencias, no nos convertíamos en adultas presas de las pasarelas y de las revistas de chismes y vanidades. Supe de una niña que iba con frecuencia a una estética y siempre lloraba porque le tiraban del pelo para planchárselo, mientras le hacían manicure y le depilaban con cera el bigote «para estar bonita para el kínder», al que asistía diariamente. Tenía cuatro años de edad. La mamá había sido modelo en su juventud y decía que estos arreglos de belleza le gustaban a la niña, «que era feliz». Muchos padres cargan sus deseos, sueños y frustraciones vivenciales sobre los hombros inocentes de los hijos. Los niños están manipulados por la misma televisión que ha manipulado a sus padres. Se busca en la vida la rea-

Causa repugnancia, pero es una verdad dolorosa. Sin embargo, con menos televisión, mucha atención y amor de parte de los padres, las niñas pueden volver a ser niñas y no niñas señoras. lidad que impone la televisión, y el sentido de ésta tiene como referencia los valores que imprimen los

programas que nutren su mente y su imaginación. Todos los días los niños escuchan que el dinero lo es todo, que la belleza del cuerpo es lo único que cuenta en una pareja, que debemos parecernos a las modelos de las revistas, que no hay bien ni mal, que la Iglesia es una patraña que inventaron algunos locos, que el placer es lo único importante en la vida de los jóvenes... Causa repugnancia, pero es una dolorosa verdad, que los propios padres entreguen a sus hijos al materialismo, hedonismo y estilo consumista que dicta la televisión, esa tendencia moderna que los conducirá al vacío existencial, y que puede llevarlos a las drogas y al suicidio. El cuidado en la selección de los programas de TV que ven los niños puede hacer que encuentren un verdadero sentido de la vida. Con menos tele, hay más tiempo para la convivencia familiar; así los padres y abuelos pueden mostrarles, con su ejemplo, que hay muchos horizontes para vivir, más allá del la pantalla del televisor.

Con menos tele, mucha atención y amor, las niñas pueden volver a ser niñas y no niñas señoras.


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NIÑOS

16 de mayo de 2010, AÑO 15, No. 775

Subió a los Cielos Ilumina esta escena de la Ascensión

Fuente: Amigos de Jesús y María

C

p s i h

s a it

Los avisos al final de la Misa: — Y no se les olvide que el próximo domingo es jueves de la Ascensión.

¿Cuál es el colmo de un médico? Que una de sus hijas se llame Dolores y la otra se llame Remedios. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

El capitán ordena: — ¡Tiren anclas! Y los marineros replican: — ¡Pero, capitán, son anclas nuevas!

El Observador

¿Qué camino debe tomar Juan para despertar a Toño?


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