NOTICIARIO CATÓLICO CON SABOR A FE Diez años al aire, un público grande y fiel en toda Hispanoamérica, un constante informar del caminar del mundo y de la Iglesia, un formar en la fe, ésta es la la-
bor que Isabel Álvarez de la Peza realiza desde el noticiero “Novo Millennio”. Nos cuenta sobre este apostolado, sus alegrías y retos. PÁGINA 2
El Observador DE
AÑO 17
4 de septiembre de 2011
No. 843
elobservadorenlinea.com
LA
ACTUALIDAD
Fundado en 1995
$10.00
TEMA DE LA SEMANA
PÓRTICO
LA CORRECCIÓN
jaimeseptien@elobservadorenlinea.com
Por Jaime Septién
FRATERNA
Sin aliento
Una práctica muy común en el cristianismo es corregir al hermano. Lamentablemente no siempre lo hacemos de la manera correcta y por las razones debidas. Te presentamos una serie de pautas para hacerlo. Conocerás los alcances y beneficios de ayudar al prójimo a ver sus errores.
L
PÁGINAS 4-6
97a JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y REFUGIADO
OPINIÓN Tomás de Híjar Ornelas
ESPAÑA, ¿APÓSTATA? PÁGINA 14
Sergio Ibarra
DESCOMPOSICIÓN PÁGINA 2
Cruzan 820 migrantes diariamente por México C
on la finalidad de mejorar sus condiciones de vida, unas 300 mil personas atraviesan nuestro país al año. La mitad son nacionales y la mitad extranjeros. Desafortunadamente son víctimas de grupos criminales y de omisiones culposas o dolosas por
parte de las autoridades. La Iglesia dedica este domingo a recordar a estos hermanos, a formarnos una conciencia sobre la caridad que debemos tener hacia tales prójimos que enfrentan la desgracia de abandonar sus hogares por falta de oportunidades.
PÁGINA 13
13 mil vidas cambiadas Niñas de escasos recursos de todo el país han tenido oportunidad de mejores empleos, una mayor calidad de vida y, sobre todo, una formación cristiana y espiritual, todo esto gracias al esfuerzo de una congregación religiosa y cientos de benefactores. Conoce la Villa de las Niñas. PÁGINA 3
BUSCA PRIMERO EL REINO DE DIOS
o de Monterrey ha sido ya no un timbre de alarma sino el total ulular de las sirenas que anuncian la llegada del terrorismo. Sin fines ideológicos. Un terrorismo difuso, confuso, brutal. Va dirigido a causas diferentes del poder. Va dirigido al mal absoluto que es el desprecio por la vida. Así como hay «precursores» de las drogas de diseño, también hay «precursores» del terrorismo. ¿Cómo no mirar, por ejemplo, la legalización del aborto como una de las causas de la crisis que vivimos en la indiferencia ante la eliminación de los más indefensos? ¿Cómo no generar una sopa nutricia de la granada de fragmentación a la multitud congregada en una plaza pública, o del rociamiento de gasolina a un local con gente dentro, si a diario los niños y los jóvenes mexicanos contemplan en la tele toneladas de violencia? El respeto a la vida es el respeto a la vida. No hay que darle más vueltas. Hemos generado una sociedad esquizofrénica. Por un lado, marchas por la paz; por el otro, la permisividad completa; la pasividad ante el drama de la pobreza, la maldición de una cultura en la que priva el «sálvese quien pueda». Dicho de forma cristiana, una forma de vida basada, esencialmente, en el alejamiento del temor de Dios (y en el acercamiento paulatino al culto del nuevo dios-dinero-lujuria-poder). Aquí y allá formulamos tímidas iniciativas: cadenas de correos electrónicos, mítines con pancartas, un extenso ¡ya basta! dirigido al vacío. Echamos culpas sin asumir compromisos. Nos importa un rábano la Patria mientras a nosotros no nos llegue la ola; mientras estén cuidados los intereses pequeñitos que nos dan seguridad; mientras rindan beneficios a mi entorno las autoridades corruptas… Y los católicos andamos como sin aliento. Elías Canetti señala un horizonte al escribir: «Sería muy importante encontrar una vía para el aprovechamiento de lo malo, de suerte que la maldad de los demás nos volviera por fuerza cada vez mejores». ¿No podríamos tomar ese consejo, sin duda inspirado por el Espíritu Santo? Que el terror me vuelva solidario; que el egoísmo me haga desprendido, que la guerra me convierta en instrumento de la paz. La vía que pide Canetti es el encuentro con Jesús. Un encuentro personal con Él. El único que cambia el corazón; el único que puede transformar el rostro desfigurado de mi Patria.