EN MÉXICO, SIETE AÑOSPÁGINA DE2 ASESINAR INOCENTES
20 de abril de 2014
AÑO 19
PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA
No. 980
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¡Verdaderamente resucitó!
Vana no es nuestra fe, pues Jesucristo venció a la muerte y con ello se afirmó como el liberador del ser humano. La sorpresa de las mujeres que visitaron el sepulcro es nuestra certeza; el desconcierto de ellas, es nuestra confianza plena; la incredulidad de los apóstoles es nuestra máxima alegría. Ahora sólo queda ir tras los pasos del Resucitado. Imitarlo es vivir la caridad,
S
i Cristo hubiera resucitado el día de hoy, los periódicos, las redes sociales, internet ni la tele lo hubieran notado. Fue noticia entonces. Hoy, como el vuelo 370 de la Aerolínea de Malasia, hubiera concitado, quizá, el morbo de la gente, la obsesión por encontrar una «evidencia» de que el hecho, realmente, ocurrió y nada más. Pero, como en el sepulcro nuevo donde pusieron el divino cuerpo de Jesús no había una 'caja negra', queda «a discreción de cada quien» aceptar o no el hecho fundamental de la fe cristiana: que Jesús, verdaderamente, resucitó de entre los muertos. Desde el domingo de la Resurrección hasta hoy hemos querido
PÓRTICO Por Jaime Septién
jaimeseptien@elobservadorenlinea.com
El sepulcro vacío acumular evidencias de que el asunto no fue un invento de los apóstoles o una trapisonda de fariseos. La Sábana Santa es una grande evidencia. Pero no nos basta: queremos «cosas» para tocar. La fe aparece un tanto misteriosa y otro tanto producto de cerrar los ojos y mirar a otro lado. Estamos acurrucados en el cientificismo propalado por el pensa-
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dar el perdón, condolerse con nuestros prójimos; es colaborar para que este mundo sea menos injusto y más amable. Dejemos que resucite en nuestros corazones, que nos libere de nuestros miedos, inseguridades y egoísmos. Simplemente sigamos sus huellas; ese ha sido el secreto de los santos. PÁGINAS 4 Y 5
miento «políticamente correcto»: si algo no se ve, no existe. Una historia que cuentan los filósofos es la de aquel que observa a otro que apunta con el dedo al cielo. Los de pensamiento elevado miran al cielo; los imbéciles se quedan mirando al dedo. El sepulcro vacío, lejos de significar una afrenta al pensamiento profundo (¿por qué no dejó un recado escrito de su puño y letra o, al menos, otra foto más nítida que el santo sudario?), es un acicate. Estudiando con mi mujer la Introducción al Cristianismo de Joseph Ratzinger, leemos esto: «el cristianismo no es un sistema de ideas, sino un camino». Quien se pone en camino busca la verdad. Y quien busca la verdad, en serio, encuentra al Padre.
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Recorre 2 mil kilómetros para la beatificación PÁGINA 6