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Durante su arresto, el acusado decía: “si soy inocente, por qué he de temer”, a lo que Cara de Ángel, abyecto y servil esbirro de El señor presidente, en la novela de Miguel Ángel Asturias, premio Nobel de literatura, le contesta: “no se pregunte si es culpable o inocente, pregúntese si cuenta o no con el favor del amo, que un inocente en mal con el gobierno es peor que si fuera culpable”. “De nada le serviría ser inocente, de nada”.

Las dictaduras, cuando todos los organismos y poderes del Estado están al servicio del señor Presidente, como sucedió durante los 22 años del gobierno de Manuel Estrada Cabrera, reflejan “las dinámicas disfuncionales de una sociedad con un pasado histórico de gobiernos autoritarios, aliados con intereses económicos de grupos particulares y marcados por la intervención del gobierno de los Estados Unidos”, como señala Anabella Acevedo, escritora y crítica literaria, al final de la edición (2020) de la galardonada novela, patrocinada por la Asociación de Academias de la Lengua Española.

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Y aunque la historia patria nos recuerda épocas poco democráticas y menos republicanas, también observamos episodios de desarrollo económico y social en que ha prevalecido la inspiración de la Constitución Política de la República y el Estado ha sido “responsable de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de legalidad, seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz… donde gobernados y gobernantes procedan con absoluto apego al Derecho”. de la Salud, Guatemala se encuentra a la zaga en la entrega de servicios y una causa vital es la atomización de entidades que los prestan. Estamos lejos de la universalización de la salud.

Con 30 partidos políticos y 23 binomios presidenciales (dos adicionales fueron descalificados por el sistema), pareciera que los ciudadanos tendremos suficientes opciones para elegir, pero sólo una será la que gozará de la preferencia del electorado y asumirá el gobierno central. Lamentablemente, en un ambiente de polarización, corrupción, frustración, incredulidad, desesperanza, descalificaciones y ataques mutuos, exacerbación y violencia, estribillos, regalitos, mucho circo e increíbles ofertas de campaña.

Una vez superada la contienda electoral, el principal desafío del jefe de Estado en el próximo gobierno será propiciar, recuperar y representar la unidad nacional, debiendo velar por los intereses de toda la población, muy por encima de intereses sectarios, políticos, económicos y sociales espurios, locales o extranjeros, alejado del crimen nacional y transnacional y de los aviesos intereses de grupos antagónicos extremistas, que quisieran prevalecer a cualquier costo sobre la mayoría de guatemaltecos.

Los preciados valores democrático-republicanos, las libertades, derechos y obligaciones ciudadanas, deben ser los cimientos para construir un país nuevo y diferente. Ojalá, por el bien de Guatemala.

Pandemia, pandemonium y salud

¿Cómo enfrentar la pospandemia? El diseño institucional es uno de los desafíos cruciales, para el sector privado, para las entidades sin fines de lucro, y las estatales. El pasado lunes apareció publicado en el Diario de Centroamérica el Acuerdo Gubernativo 59-2023 que se refiere al Reglamento Orgánico Interno del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social: un verdadero aeroplano, como dicen los expertos en administración cuando al diseñar el organigrama –que no aparece en el Reglamento– se presentan los viceministerios, las direcciones, los departamentos, así como otras figuras sui géneris como el denominado Centro Regulador de Urgencias (CRU), la Unidad de Asuntos Internos, el Comité de Operaciones de Emergencia, el Comité Técnico Financiero y de Control Interno y de Gestión de Riesgos entre otros. He sido ponente en diversos espacios, de urgir la puesta en marcha del Observatorio de la Seguridad Social, y ahora insisto más en la auditoría social que debe existir en todo el sector sanitario. ¿Por qué? Acudiendo a las estadísticas de la Organización Panamericana

Un reglamento normativo de tal naturaleza debiera motivar a discusiones importantes, al menos con centros de pensamiento, usuarios organizados y entidades componentes del sector sanitario, antes de ser aprobado. El reglamento indicado le da vida a una serie de feudos burocráticos que han sido totalmente inefectivos y que urgen de su reforzamiento regulatorio, como es el caso de una dirección creada: de Agua Potable, Saneamiento, Salud y Ambiente, institucionalizando un departamento clave que es el de la Regulación del Agua Potable y el Saneamiento.

Dos grandes lagunas encuentro en el diseño de tal Reglamento: la primera reside en el ejercer la rectoría sanitaria a nivel nacional; no encuentro los órganos que deben forjar los enlaces con IGSS, UNAERC, Unidad Nacional de Oftalmología, INCAN, UNOP y la gran cantidad de gallos gallina que ejercen desconcentradamente funciones sanitarias específicas y se alimentan de recursos públicos. La otra falla es colocar dentro de los planificadores a las unidades que diseñan y ejecutan infraestructura, siendo ello un desfase que se observa también en el IGSS. Los planificadores se mantienen en la estratósfera, mientras la ingeniería civil de construcción hospitalaria es un tema mundano de primer orden.

Inteligencia Artificial y empleo

realizaban manualmente o con la ayuda de mano de obra humana”. Mientras que las aumentadoras de trabajo, según esta misma fuente, “complementan y mejoran las capacidades y la productividad de los trabajadores humanos, en lugar de sustituirlos… están diseñadas para mejorar la calidad y la eficiencia de la mano de obra humana”.

Según Noam Chomsky, el famoso lingüista estadunidense, la Inteligencia Artificial –AI, por sus siglas en inglés–, en la forma específica de ChatGPT, no es más que una forma de “plagio altamente sofisticado” y una “manera de evitar aprender”. Según este brillante pensador, el uso intensivo de este tipo de tecnologías por parte de los estudiantes es “una señal de que el sistema educativo está fallando… [si] no tiene atractivo para los estudiantes, no les interesa, no les supone un reto, no les hace querer aprender, encontrarán formas de escapar”, tal como muchos estudiantes han hecho antes utilizando tecnologías más rudimentarias. La importancia económica de esta discusión radica en el impacto que tal tipo de tecnología tiene sobre la generación de empleo: ¿ahorran o aumentan trabajo? Según ChatGPT, las tecnologías ahorradoras “ayudan a reducir la cantidad de trabajo humano necesario para realizar una tarea o proceso específico. Estas tecnologías están diseñadas para aumentar la productividad y la eficiencia, automatizando tareas que antes se

Según ChatGPT, la AI tiene el “potencial de automatizar muchas tareas rutinarias, repetitivas y predecibles. En consecuencia, los empleos que implican este tipo de tareas son los que corren un mayor riesgo de verse afectados por la IA. Estos trabajos suelen requerir habilidades cognitivas de bajo nivel”. En descargo, dice esta fuente, “a pesar que la IA puede automatizar determinadas tareas de un puesto de trabajo, es poco probable que lo sustituya por completo. En cambio, es más probable que transforme los puestos de trabajo, exigiendo a los trabajadores que adquieran nuevas habilidades y asuman nuevas funciones”. Entre estas nuevas habilidades, destacan una “combinación única de capacidades técnicas, analíticas, creativas e interpersonales, así como un compromiso de aprendizaje continuo y adaptabilidad”. En ese sentido, la preocupación de Chomsky sobre el impacto que la AI pueden tener sobre la forma en que se construyen las capacidades de razonamiento crítico, investigación y expresión escrita entre los jóvenes tiene una importancia fundamental para el futuro del trabajo. El uso inadecuado de este tipo de herramientas podría debilitar aún más la precaria situación del sistema educativo nacional y complicar todavía más la difícil transición a lo que ChatGPT llama “futuro basado en AI”.

Lionel Toriello

Guerra de espejismos

“...Y ES QUE EN EL MUNDO TRAIDOR NADA HAY VERDAD NI MENTIRA; TODO ES SEGÚN EL COLOR DEL CRISTAL CON QUE SE MIRA”. – RAMÓN DE CAMPOAMOR (1817-1901), ESCÉPTICO POETA Y POLÍTICO ASTURIANO DE “LA ESPAÑA DISMINUÍDA”, ESA QUE SURGIÓ TRAS LA INDEPENDENCIA DE AMÉRICA.

Me llegó hace unos días, por WhatsApp, un corto “video” de un evento proselitista a favor del candidato oficial, Meme Conde, en Puerto Barrios. A juzgar por las imágenes, goza de una popularidad arrasadora. ¿O no? Tomando en cuenta lo que “revelan” las pocas encuestas que he visto y otras fuentes de “inteligencia electoral”, pronto llegué a la conclusión de que lo que sí demostraba “el clip” era:

(i) el indiscutible poder de convocatoria del dinero en este pueblo deliberadamente empobrecido y (ii) la evidente habilidad del potencial alcalde porteño para “crear imagen”, aunque a veces se recurra, inconfesadamente, “al Photoshop”. Pero que aquello, a la hora de la verdad, se convierta en una votación multitudinaria a favor del candidato presidencial de “Vamos”, son otros diez pesos. Cuántos de aquellos alegres “manifestantes” le van a dar su voto secreto “al Negro”, es materia, como dicen los comentaristas deportivos, “de pronóstico reservado”. Probablemente, muchos sí votarán por el candidato a la alcaldía que tan seductoramente los llevó allí (hubo gorritas, playeras, bebida, alimento y uno que otro regalito, o sea, casi “de todo” lo que un acarreado “que se respete” pueda esperar). Aunque falta por ver qué llevarán otros candidatos del pisto malhabido... Pero el tema de fondo es que la historia electoral del último medio siglo no puede darle muchas esperanzas al candidato oficial para la Presidencia, no importa cuántas veces insista en repetir “que lo bueno (¡!) siga” o “cambiar por cambiar... es ir para atrás” (¡¿?!). La apuesta oficialista, no obstante, es que al crear la imagen de “caballo ganador”, la supuesta debilidad mental de nuestro pueblo conducirá a que gruesos contingentes del electorado, contra viento y marea, “se subirán” al “carro del vencedor”...

Lo cual me lleva, inexorablemente, al tema de las encuestas; cuya manipulación forma parte esencial del “arsenal eleccionario” de todos nuestros partiduchos tercermundistas (“vamos ganando, mano, no tirés tu voto con los perdedores”). Empiezo mi análisis concediendo que es un hecho científico plenamente confirmado, que es posible inferir las carácterísticas de un “universo” grande, mediante la disección de una “muestra” diminuta en número, y con un alto nivel de confiabilidad. Para ello, no obstante, hay que lograr estructurar una muestra estadísticamente representativa.

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