1898-El Gran Ă lbum de Punta Alta-1941
Antonio Crespi Valls
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El Gran Álbum de Punta Alta 1898-1941
Su significación
Cuando anunciamos la intención que abrigaba la editorial "Sureña" de preparar un Álbum de Punta Alta, no fueron ciertamente estímulos los que recibimos. Por el contrario: si no hubiéramos estado avezados a trabajos de esta índole, jamás nos habríamos atrevido a poner manos a la obra, confesándonos vencidos antes de comenzar la tarea, que chocaba desde el comienzo con intereses creados. No se nos oculta, en manera alguna, que el libro no contiene todo lo que de representativo y relevante tiene Punta Alta: el pueblo hecho ciudad de un día para otro. Tampoco pretendimos ni anunciamos jamás lograr tal cosa. La unanimidad es imposible de conseguir y la importancia de un Álbum está en consonancia directa con la acogida que halle entre el comercio, la industria y la sociabilidad. Podemos declarar, en justicia, que no hemos mezquinado actividad ni tiempo para allegar al Gran Álbum de Punta Alta, la mayor suma de adhesiones, simpatías y buena voluntad departe del vecindario, así de la planta urbana como de la zona, Bajo Hondo, Paso Mayor y Calderón, que le es anexa.
Estos tamariscos rodearon la primitiva casilla del Telégrafo, en Arroyo Pareja, primera construcción levantada para el Puerto Militar, origen de Punta Alta.
Durante todo un año hemos procurado, secundados por eficaces colaboradores, llevar al ánimo público el convencimiento de la utilidad de nuestra obra y de su honrada y seria finalidad. Lo que hemos logrado conseguir en comprensión apoyo y ayuda, reflejado queda eternamente en las paginas del Álbum. Todo lo que falte en él, y es bastante, falta por diversos factores: oposición encubierta y por la crisis sobre todo.
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Ha sido la socorrida crisis el obstáculo invencible que se presento en el camino. La crisis cierta o la crisis como justificación de la negativa en ocupar espacio. De todas maneras las numerosas personas y entidades que figuran en el Álbum se adhirieron por espontánea decisión, complacidos de auspiciar una noble iniciativa. A todos ellos, instituciones y particulares y a quienes, deseándolo sinceramente no pudieron hacer lo mismo, les queda el Álbum reconocido y obligado. Ellos han hecho posible que Punta Alta cuente con un volumen descriptivo de la ciudad y la zona, como nunca se editó anteriormente. Y, se puede afirmar sin jactancia, transcurrirá mucho tiempo antes de que el Gran Álbum de Punta Alta pueda ser superado, en su contenido y en sus páginas. Abrigamos el convencimiento de haber cumplido nuestras promesas y estamos persuadidos que muchos de nuestros comentarios históricos son absolutamente inéditos. Informes, noticias, datos y fechas, han sido escrupulosamente verificados y controlados. Podemos atestiguar que de todo lo que insertamos existe la fehaciente prueba, no solamente oral, sino escrita.
Carpa en que se instaló a su llegada el Ingeniero Luis Luiggi junto con su esposa e hijos, que lo acompañaron al entonces desierto medanoso.
Podrá aumentarse o disminuirse su valor, según sea quien las juzgue; pero en estas escuetas notas esta encerrada la pequeña historia de Punta Alta, del médano que floreció en ciudad, y que maravilla a quienes la conocen por vez primera. Cuantos más años pasen, mayor importancia adquirirá el texto del Gran Álbum de Punta Alta y a sus paginas acudirán los historiadores tal como nosotros acudimos a los archivos, colecciones y bibliotecas, en procura de material informativo fidedigno. Terminamos estas palabras de presentación, dando las gracias a todos nuestros favorecedores echando al olvido las decepciones experimentadas y deseando para la progresista Punta Alta el más elevado de los destinos dentro de nuestra hermosa y amada Argentina.
ANTONIO CRESPI VALLS Director de “Sureña”
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La costa atlántica "Bahía Blanca" No deja de ser curioso el hecho de que, cuando los navegantes europeos descubrieron América e intentaron dar la vuelta al mundo, ya reconocieron en la "bahía blanca" un paraje ideal para refugiar las naos y carenarlas. Nada menos que la primera nave que dio la vuelta a la tierra, la “Victoria”, entró en el estuario, y fondeó en el paraje denominado ahora Arroyo Pareja o en sus inmediaciones. Nos proponemos reseñar brevemente la historia de los descubrimientos y relevamientos de la costa atlántica, próximos a Punta Alta, y para ello nada mejor que utilizar inteligentes trabajos ya publicados por autoridades históricas y náuticas. Hernando de Magallanes, en 1519, dice el marino argentino Héctor R. Ratto, fue el primero en bordejear a lo largo de nuestro litoral marítimo, reconociendo en la costa bonaerense las puntas que ahora denominamos: San Antonio, Médanos y Mogotes, que entonces nombraron: San Antón, Santa Apolonia y Punta de las Arenas, respectivamente. Barajando su tramo oeste trataron de internarse en el "rincón" de Bahía Blanca, haciendo proa al sud después que la "Victoria" varara en uno de los bancos próximos a los canales de acceso a Puerto Belgrano. La expedición de Magallanes salió de San Lúcas de Barrameda el 20 de septiembre de 1519 y el día 10 de febrero de 1520 se toma la altura meridiana en 62 grados 1 | 3° y donde la costa "corre este-oeste y es muy linda para correr". EI día 11 de febrero después de mediodía se encontraban barajando la parte de costa comprendida entre Tres Arroyos y Punta Asunción que los obliga a enmendar el rumbo más al sud, encontrándose a mediodía del día 12 al este de la posición del faro Recalada a Bahía Blanca. Es de suponer que la decoloración del agua, que allí es ya notable, les hiciera disminuir el paño a estos eximios navegantes, porque a las doce de esa noche, extremando las precauciones, habían fondeado dos veces en 9 y 13 brazas respectivamente. Al día siguiente, 13 de febrero, el piloto de la "Victoria", Francisco Albo, escribe que avistaron tierra y más adelante dice: "que hicieron la vuelta del norte" ¿Que tierra fue la que avistaron? No lo dice, pero es lógico suponer fuera la del oeste, ya que la del norte la venían barajando desde varios días atrás. Según sabemos, esa costa, aunque baja, es visible desde las proximidades del actual faro flotante. Por otro lado, como tenían constatado ya de sobra que la costa, en términos generales tiraba al oeste, al avistar tierra en dirección perpendicular a aquella, debe, necesariamente, haberlos instado a internarse en el “rincón”. El riesgo que se corre cuando se pasa al norte de la latitud 39° 11’ es conocido por la quilla de muchos buques; ocurre lo que a la “Victoria”. Albo lo experimentó: “hicimos, dice, a la vela la vuelta del norte, y esto fue a los trece días del dicho, y en la mañana, en derecho a los bajos, la "Victoria" dio muchas culadas". Queda establecido de modo terminante, que Hernando de Magallanes antes de invernar en San Julián, había explorado la "bahía blanca". Es posible que el celebre piloto y sus capitanes hayan contemplado los médanos de la costa y quizás ya alguno de ellos, aunque Pigafetta, el geógrafo de la expedición no lo nombra, haya designado a uno de ellos con el nombre de punta alta. Pasan muchos años antes de que sean levantadas cartas exactas de la costa atlántica del sud. Los primeros trabajos científicos fueron realizados por los buques de S. M. Británica “Beagle” y “Adventure”, que efectuaron levantamientos hidrográficos en las costas meridionales de América, de 1826 a 1830 y de 1830 a 1836. Cuando el 12 de agosto de 1828 muere el comandante de la expedición, asume el mando el capitán Fitz Roy. Entre las instrucciones que había dado el Almirantazgo ingles, figuraba el siguiente párrafo: “Las porciones de costa que parece requerirán especial examen son: desde Monte Hermoso hasta Río Colorado, incluyendo el gran saco de Bahía Blanca, del cual existen tres manuscritos que difieren en todo menos en el nombre”. Para el levantamiento que se practicó al sud de Bahía Blanca, Fitz Roy contrató dos embarcaciones menores: "La Paz", de 15 toneladas y "La Liebre", de 9, que no era otra que la
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falúa de la fragata de guerra brasileña “Ipiranga”, perdida en Patagones, a la que se le había levantado la obra muerta y colocado una cubierta. Bajo la dirección del teniente J. Nickan, las dos lanchas se carenaron en la playa de Arroyo Parejas y se procedió al relevamiento de la costa desde Bahía Blanca a Puerto Deseado. Por su parte el historiador Paul Groussac, dice que "la existencia geográfica de la "bahía blanca" en la costa patagónica no lleva mucha anterioridad al primer establecimiento que se fundó el 11 de abril de 1828, como último fuerte de la nueva línea defensiva contra las invasiones de los indios.
Hernando de Magallanes. El descubridor del estrecho que lleva su nombre en el primer viaje alrededor del mundo, iniciado en Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519.
Los antiguos mapas de aquella costa, hasta fines del siglo XVIII, no traen mención alguna de dicha bahía, como que se limitan a seguir casi sin inflexión ni denominación de accidentes litorales, la línea sudoeste desde el cabo de las Corrientes hasta el golfo de San Matías. Este rehundimiento de la costa, entrado ya el siglo decimonono, se confundía vagamente en las cartas marinas con la "bahía anegada". Fue entre los años de 1810 a 1820 cuando la bahía blanca asomó en uno que otro croquis procedente de algunos navegantes costeros del litoral patagónico, quienes, por otra parte no arribaron jamás a esta embocadura del río Sauce Chico. El nombre de la bahía procede evidentemente de las eflorescencias salinas, visibles a gran distancia, cuyas capas blanquecinas revestían sus barrancas así como el suelo de las inmediaciones. Cierto capitán Morrell, que relevó esta parte de la costa en 1822, coloca exactamente a la bahía blanca hacia 39° 5' de latitud, lo que la separa definitivamente de la bahía Anegada, situada al sur del río Colorado, por los 40° 10'. En diciembre de 1823, el gobierno designó en comisión a don José Valentín García para que, con el personal necesario, fuese a reconocer por agua la bahía blanca y estudiar el punto de la costa que le pareciese más adecuado para la habilitación de un puerto. El informe de dicho comisionado fue elevado al gobierno el 6 de febrero de 1824 y se publicó en el Registro Estadístico de la Provincia de Buenos Aires. Es un documento interesante por lo prolijo de los estudios y los sondajes realizados en la bahía y los canales de acceso, así como por ciertos datos relativos al litoral, especialmente en las embocaduras y riberas de los ríos Sauce Chico y Sauce Grande. Es sabido que el ingeniero Parchappe y el coronel Ramón Estomba comandaban las dos expediciones encargadas de fundar un fuerte en las proximidades de la bahía blanca, y que los grupos expedicionarios que partieron en diferentes fechas y rumbos, debían unirse en la costa de la bahía. Parchappe, que fue el primero en partir hacia su destino en el desierto, emprendió la marcha desde el Fuerte Independencia (Tandil) a mediados de marzo de 1828, con 25 coraceros mandados por el teniente coronel Morel, y una partida de 30 indios con su cacique.
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El 21 se detuvieron a orillas del río Sauce Grande, y luego de una marcha de unas diez leguas al sudoeste, alcanzaron unos elevados médanos desde donde, por fin, descubrieron el océano. Parchappe encontró fondeada en la bahía la goleta que traía desde la boca del Salado los primeros materiales indispensables para la fundación. El día siguiente, acompañado del teniente coronel Morel, recorrió la playa a caballo para ver el barco divisado la víspera. Lo descubrieron desde lo alto de un médano, encallado en un arroyo dejado en seco por el reflujo de la marea. Encontraron a bordo a su patrón don Enrique Jones y a su piloto y otros seis marineros franceses que formaban la tripulación de una ballenera destinada al servicio de la bahía. En los primeros días de abril fueron desembocadas y transportadas a orilla del arroyo las maderas de construcción traídas por el buque, que fue inmediatamente despachado a Carmen de Patagones, en procura de otros materiales y provisiones. El 9 de abrir, Parchappe salió al encuentro de Estomba que avanzaba con su escuadrón de caballería, y dos días después, el 11 de abril de 1828, se suscribía el acta de fundación de la Fortaleza Argentina, futura ciudad de Bahía Blanca y de su hija mayor: Punta Alta. Treinta años mas tarde el señor Augusto Bravard fue designado pare levantar un mapa geológico y topográfico de los alrededores de Bahía Blanca, dando término a su misión en el año 1857, figurando en su detallado y minucioso mapa todo el estuario de la bahía ostentando el nombre general de Puerto Belgrano. Las características de la costa y de la bahía próximas a Punta Alta, son, según el "Derrotero Argentino", las siguientes: El Rincón esta formado por el rápido cambio de dirección de la costa, de cada lado de Bahía Blanca. Faro Recalada, llamado popularmente de Monte Hermoso, por estar en las cercanías del conocido balneario, está en la posición lat. 39° 00 S.; long. 61° 16' W. Exhibe su luz a 74 metros de elevación desde una torre de hierro de 63 metros de altura, pintada a franjas rojas y blancas. La torre se levanta sobre una playa baja rodeada de medanos. A 4,5 millas del Faro Recalada Bahía Blanca, se halla a pique en 23 pies, 7,4 metros de agua, el pailebot "Alberto". A unas 17 millas hacia el SSW del Faro Recalada se halla fondeada una boya faro, pintada a fajas verticales blancas y negras. Esta provisto de silbato automático aéreo. Los vientos del S. E. hacen recalar mucha mar al Rincón, soplando generalmente en verano. Son de corta duración y no alcanzan gran fuerza. Si durante una "sudestada" el viento rondara al S. W. pasando por el S. es seguro indicio de que seguirá el mal tiempo. Las corrientes de marea son fuertes y muy influenciadas por el viento. Dentro de las 10 millas de la costa o de los bancos, tiran con una velocidad hasta de cuatro millas por hora y entre las 10 y 20 millas su velocidad es solo de media a dos millas por hora.
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Mapa geológico y topográfico de los alrededores de Bahía Blanca, levantado por orden del Superior Gobierno, por Augusto Bravard, del Instituto Histórico y Geográfico de Buenos Aires. Año 1857. Ya aparece el nombre de Arroyo Pareja, Punta Alta, Puerto Belgrano, etc. El Monte Hermoso verdadero, lugar donde Ameghino descubrió sus interesantes yacimientos de fósiles, esta situado a la latitud 38° 59, S. y long. 61° 41' W. Tiene una farola que exhibe su luz a 53 metros de elevación, desde un armazón cuadrangular de hierro, de 23 metros de altura que se levanta en la cima de Monte Hermoso. Desde Monte Hermoso hasta Arroyo Pareja, hacia el S. la costa es baja, constituida por una serie de medanos parcialmente cubiertos por arbustos y pastos. A seis millas al W. de Monte Hermoso está Punta Tejada y a 10 millas de esta se encuentra Punta Ancla, que sólo se nota por su altura de 15 metros. Desde unas 15 millas al W. de Punta Tejada hasta Arroyo Pareja, se ven grupos de árboles, mástiles de señales y la colina llamada Cepo de Ancla. Esta última aparece a las 15 millas al W. de Monte Hermoso, tiene 17,5 metros de altura, y es la mas alta y puntiaguda de la serie de montículos que se ven al oeste de aquel Monte. En Punta Tejada se levanta un armazón cuadrangular de hierro de 21 metros de altura y 27 de elevación. A unas 4,2 millas de la anterior existe otra baliza llamada Chica, constituida por un armazón cuadrangular de hierro. Tiene 14 metros de altura y 32 de elevación. A unas 2,2 millas de esta última se encuentra la baliza Trípode, formada por un armazón cuadrangular de hierro de 13 metros de altura. Esta baliza tiene una elevación total de 35,5 metros. En Punta Cigüeña exhibe su luz a 16 metros de elevación una farola. El Arroyo Pareja desemboca a unas 1,5 millas al WNW de Punta Cigüeña. La llamada costa sud esta constituída por las islas Trinidad, Bermejo, Embudo y demás tierras pantanosas que siguen hasta frente a Cuatreros, por ese lado de la bahía. Las dos islas primeramente nombradas están separadas entre sí por el canal Bermejo, cuya entrada es practicable en marea baja para buques de 15 pies (4,6 metros) de calado. El arroyo Laborde separa la isla Bermejo de la del Embudo y esta ultima esta separada de tierra firme por el canal del mismo nombre. Todas estas islas están formadas por terrenos bajos, pero que sólo se inundan en mareas excepcionales y al aproximarse desde el mar es difícil verlas a gran distancia, pero en la isla Trinidad existen un eucaliptus muy notable y una baliza, muy visibles desde afuera. Ambos elementos constituyen dos excelentes puntos de marcación. Hay balizas en Punta Lobos de isla Trinidad; canal Sud de isla Bermejo; en el arroyo Laborde y en Punta Pipas, que es la boca del canal Tres Brazas. Se considera fondeadero de buques de guerra nacionales exclusivamente, el canal balizado y sus inmediaciones, entre las boyas Nos. 11 y 12, de la rada de Puerto Belgrano. Pueden fondear en las proximidades de la boya No. 11 los buques con destino a Arroyo Pareja o Puerto Belgrano únicamente. Puerto Arroyo Pareja. — En la desembocadura del arroyo del mismo nombre existe el puerto Pareja, compuesto de un espigón de 300 metros de muelle con 15 pies (4,6 metros) de profundidad al pie.
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La expedición de Magallanes. Mapa del cartógrafo Pigafetta, donde aparece ya la entrada de la "bahía blanca". Puerto Belgrano, o sea el puerto militar, está formado por dos largas escolleras, entre cuyas cabeceras hay una entrada de 150 metros de ancho, y esta compuesto del antepuerto y la dársena. La expedición de Magallanes. Mapa del cartógrafo Pigafetta, donde aparece ya la entrada de la "bahía blanca". El antepuerto tiene unos 500 metros de largo por 400 de ancho y está separado de la dársena por los muelles transversales que dejen un pasaje de 120 metros. La dársena tiene una superficie total de 234.000 metros cuadrados. Las islas que en alta marea sobresalen en las aguas del estuario, son: el grupo de las Zoraidas, compuesto por la Bermejo al norte y la Trinidad al sud, cuya prolongación al sudeste forma un extenso banco de arena, que era antigua y preferida guarida de lobos marinos, hoy desaparecidos por completo; más al sud están las islas Ariadna, Monte, Leones y Carancho. Más al sud se encuentra la Península Verde, que estaba anteriormente clasificada como isla. Frente a Puerto Belgrano está la Golfada Grande y más al norte se hallan las islas del Embudo.
El Precursor:
FELIX DUFOURQ
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Capitán de navío. Félix Dufourq, quien presentó planos para las obras militares del Puerto Belgrano, siendo premiados por el Ministerio y por el Estado Mayor General en el concurso del Certamen anual del Centro Naval, el 25 de Mayo de 1894.
En base a nuestras búsquedas en archivos y bibliotecas, podemos rectificar algunos errores que se han generalizado y que se repiten siempre que se trata de historiar la fundación del Puerto Militar Belgrano y por extensión de Punta Alta, en lo relativo a quién corresponde el merito de haber elegido a la "bahía blanca" como lugar apropiado para apostadero de la escuadra. Es grato al sentimiento nacional, establecer, de una vez por todas, que el ilustre ingeniero italiano que ejecutó las obras navales, el señor Luis Luiggi, no hizo otra cosa, en lo que al emplazamiento del puerto se refiere, que coincidir con las conclusiones a que habían arribado, con mucha anterioridad, varios ilustres y capacitados marinos de nuestra Armada, que habían recorrido, en todos sus accidentes geográficos, la costa atlántica. Es muy elogioso para nuestro patriotismo, el poder afirmar que, mucho antes de la llegada al país del constructor del Puerto Militar Belgrano, la visión certera de los marinos argentinos, había elegido ya el sitio estratégico en que debían tener su apostadero las naves de guerra de alta mar. Muchos fueron los marinos de nuestra Armada que estuvieron acordes en señalar al llamado Puerto Belgrano, como el mejor amarradero que pudiera encontrarse para la escuadra. Puede afirmarse que casi todos los marinos que hicieron su carrera naval a bordo de los navíos y no en las oficinas burocráticas, tenían por nuestra “bahía blanca” una verdadera preferencia. Entre estos precursores, queremos destacar por sus meritos sobresalientes, al capitán de fragata señor Félix Dufourq, por ser el que más brego pare que el proyectado puerto militar tuviera su realización en Puerto Belgrano. El capitán Dufourq fue quien trazó los primeros proyectos de puerto militar en Bahía Blanca; quien vulgarizó su idea por la prensa y la sostuvo con calor; quien contendió con muchos intereses creados y quien, por fin, tuvo la satisfacción de ver que el ingeniero Luiggi compartía su tesis. Es, pues, al capitán Félix Dufourq a quien en realidad corresponda el título de fundador del Puerto Militar Belgrano. Si Punta Alta es hija del puerto militar, nacida a su calor y protegida por su poderosa influencia, el capitán Dufourq es también, el verdadero fundador de Punta Alta. No importa que no lo fuera materialmente, pues siempre la idea es anterior a la acción.
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Punta Alta está en deuda con el capitán Dufourq que tanto hizo pare que naciera. Ningún paraje, ninguna calle lo recuerda. Los más antiguos vecinos no saben de su paso ni de su empeñosa acción. Pero algún día el nombre del capitán Felix Dufourq será debidamente apreciado en Punta Alta y recibirá el homenaje recordatorio a que es acreedor en justicia. El "Gran Álbum de Punta Alta" siente un justificado orgullo al poder atestiguar que nuestros marinos fueron los primeros en elegir el sitio apropiado para el puerto militar. De la amplia documentación que poseemos al respecto, destacamos unos cuantos concretos para que queden como constancia de que los grandes navegantes, tanto extranjeros como argentinos, destacaron desde antiguo las ventajas que, en comodidad y amplitud ofrecía para los barcos la "bahía blanca". El capitán Fitz-Roy, que comandaba el navío inglés “Beagle”, en que realizó su viaje alrededor del mundo el sabio naturalista Darwin, sondeó las aguas de la bahía en el año 1833 y estableció que: “aunque 40 veces más chica que el Río de la Plata, esta bahía tiene sin embargo una hondura, término medio, dos veces mayor que la de éste". El ingeniero Carlos E. Pellegrini, que visitó la bahía como presidente de la Comisión Científica Exploradora del Sud del Estado, nombrada por el gobierno de Buenos Aires en 1859, dice que: “en el llamado apostadero de Puerto Belgrano pueden moverse cómodamente 250 de los buques más grandes que puedan construirse”. El capitán don Martín Rivadavia, en un informe presentado al ministro de Marina el 25 de septiembre de 1888 sobre las condiciones del puerto de Bahía Blanca, decía: “Merece que se establezca en Puerto Belgrano una estación marítima para nuestra armada, en la que los buques que recorran la costa puedan aproximarse y repararse sin necesidad de regresar a la capital”. En noviembre del año 1893, el Ejecutivo Nacional nombra una comisión técnica compuesta por el teniente de navío Félix Dufourq, teniente de fragata José Mascarello y alférez de navío Esteban Fernández, para el estudio del puerto de Bahía Blanca, y en caso de ser favorables, las condiciones, decretar el establecimiento de un puerto militar. El presidente de la República, doctor Luis Sáenz Pena, visita el 16 de abrir de 1894 al crucero "Patagona" fondeado en Puerto Belgrano. Acompaña al presidente el capitán Félix Dufourq, quien hace las siguientes manifestaciones para la prensa: "Los hombres entendidos y anhelosos de nuestra marina nacional, aquellos que han estudiado prácticamente nuestro puerto, como la parte pensadora y dirigente de nuestra escuadra, están unánimes en pensar que el puerto "Belgrano" de Bahía Blanca, es el único que en la República puede responder a sustentar el puerto militar de nuestro país, por razones estratégicas y las comerciales ya existentes en toda la rice zona en que se halla abierto. "En cuanto a las condiciones hidrográficas del Puerto "Belgrano" de Bahía Blanca, reúne todas las exigencias esenciales de un puerto militar por tener quince millas de extensi6n y tres mil metros de ancho, las aguas profundas de 30 a 60 pies de hondura y abrigado a todos los vientos". También el experimentado merino Howard, en su informe establecía: "El puerto de Bahía Blanca, por sus condiciones, su fácil acceso, su profundidad en los 30 pies y las fortificaciones y grandes diques que en él podrían hacerse y que serian hechos, esta por su naturaleza llamado a ser el gran puerto, o mejor dicho, el mejor de los puertos argentinos en la costa sud sobre el Atlántico". El capitán de navío señor Vicente E. Montes, jefe de Puerto Militar en el año 1910, a raíz de la inauguraci6n de la línea férrea de Rosario a Puerto Belgrano, dijo en un discurso: "Que al egresar de la Escuela Naval hacia 25 años (1885) había formado el concepto, bajo la sabia direcci6n del eminente profesor Boef, de que Puerto Belgrano era el sitio de la costa atlántica mas apropiado y más ventajoso pare fundamentar un gran puerto. Lo hecho hasta hoy en esos parajes, completamente desiertos y olvidados hace 25 años, importan una justificación completa a aquellos pensamientos y a las atinadas observaciones de la Escuela Naval". Cuando se construyó la batería N° 3, en Punta Sin Nombre (Punta Congreso) el ingeniero Luis Luiggi dedic6 una fotografía de ella al capitán de fragata Félix Dufourq y escribía de su puño y letra: "Al señor capitán de fragata Don Félix Dufourq, el primero que concibió la idea de un gran puerto militar en Bahía Blanca y perseveró hasta obtener la victoria, ofrece este recuerdo de la primera obra de defensa del puerto, su afectísimo Luigi Luiggi".
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Queda demostrado, pues, que el propio ingeniero Luiggi otorga a Dufourq el titulo de precursor y sostenedor de la construcción del puerto militar en la "bahía blanca". El capitán Félix Dufourq para quien reivindicamos el honor que le corresponda en la fundación de Punta Alta, era un marino muy apreciado en la Armada Argentina. Nació en Concordia el 25 de junio de 1860 ingresando en la Marina el 10 de mayo de 1877, egresando de la Escuela Naval el 24 de enero de 1881 con el grado de Alférez de Fragata. De Aspirante en la cañonera "La Uruguay", prestó protección a los colonos del Chubut contra los sublevados de Punta Arenas en 1878. También de Aspirante y en la misma cañonera, estuvo en 1879 en Río Negro y Santa Cruz con la escuadra del coronel Luis Py, para afirmar la soberanía nacional. En los años 1893 y 1894 en el transporte "Azopardo", fue presidente de la Comisión Hidrográfica para situar el faro en Bahía Blanca. Con la cañonera "Paraná", realizó en 1896 el rebalizamiento del puerto de Bahía Blanca. Fue comandante de la fragata "Presidente Sarmiento" buque-escuela de los alumnos del 5° año de la Escuela Naval, desde el 6 de abrir de 1902 al 1° de febrero de 1903, en el tercer viaje de la fragata a aguas europeas. En el año 1882 contribuyó al salvamento de la barca inglesa "Norworth" que el 23 de octubre se encontró abandonada en situación peligrosa sobre los bancos de la Bahía Falsa, procedente de Liverpool, con cargamento de materiales para la Compañía del Ferrocarril del Sud. Después de un viaje de estudio a Europa, presentó proyectos con pianos para las obras militares del Puerto Belgrano, siendo premiados por el Ministerio y por el Estado Mayor General en el concurso del certamen anual del Centro Naval, el 25 de mayo de 1894. El capitán de navío Félix Dufourq, falleció en Buenos Aires el día 19 de mayo de 1909, cuando tenía 32 años de servicios efectivos en la Marina y 26 años, 11 meses y 27 días de embarque.
8 de marzo de 1902. Visita al Puerto Militar. Aparecen en el grupo el Presidente Julio A. Roca, el Ministro de Marina, Comodoro Martín Rivadavia, el diputado E. Garzón, el Dr. Rossi, Guillermo White, Ingeniero Luiggi y demás comitiva.
El EJECUTOR:
LUIS LUIGGI 11
Ingeniero Luis Luiggi, cuando era cenador del Reino de Italia. – Fotografía tomada en Buenos Aires en 1928. La ley 3450 del 2 de diciembre de 1896, autorizó al Poder Ejecutivo a construir un Puerto Militar en Bahía Blanca, fijando los gastos a efectuarse en diez millones de pesos oro. Previamente el gobierno nacional había contratado en Italia, a un técnico especializado en obras militares marítimas. Era este el ingeniero Luis Luiggi. La designación de este técnico que tenia en su haber la ejecución de obras similares en su país y que venia rodeado de un gran prestigio como proyectista y director, motivó serias resistencias en diversos círculos argentinos, algunos de los cuales se sintieron preteridos por el nombramiento de un extranjero para planear y ejecutar las Instalaciones del primer puerto militar de la nación. Sin embargo, la preparación y capacidad del ingeniero Luiggi, pronto fueron generalmente reconocidas y apreciadas y el técnico contó con todas las facilidades y autoridad del Poder Ejecutivo para cumplir su cometido. No tan solo debía el señor Luiggi planear las obras del puerto y su defensa costera, sino que tenia a su cargo el elegir el sitio mas adecuado para ello, en nuestra costa atlántica, para lo cual la recorrió en casi toda su extensión, estudiando las características de la misma relacionadas con una máxima eficiencia militar. Naturalmente que el acuerdo de habilitar un puerto militar en Bahía Blanca, había de despertar un inmenso interés en el vecindario de la población y repercutir en la prensa. Será de esta de la que entresaquemos los pormenores de la estada del ingeniero Luiggi en la zona. Los diarios bahienses siempre trataron al señor Luiggi con toda simpatía y gran respeto, defendiéndolo a menudo de ataques metropolitanos, por lo cual el distinguido técnico correspondió a las demostraciones de efecto, escribiendo en la prensa local interesantes comentarios y estudios sobre la zona. Ya en enero de 1896, la prensa bahiense anunciaba que: "El Gobierno Nacional, aprovechando el amable ofrecimiento del señor Ministro de Italia de ponerlo en relación con el ingeniero Luiggi,
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especialista en fortificaciones marítimas, había obtenido los servicios de este señor para estudiar y proyectar las defensas necesarias en nuestras costas y puertos. El contrato celebrado tendrá una duración de dos años y podrá ser renovado de común acuerdo entre las partes. El precio estipulado es de 30.000 francos para gastos de viaje, instalación, etc., y 1.000 pesos oro mensuales de sueldo". El ingeniero Luiggi llegó por primera vez a Bahía Blanca, en cumplimiento de su misión, el día 29 de febrero de 1896 y en Puerto Nuevo se embarca a bordo de la caza torpedos "Espora" en compañía del capitán de fragata señor Scott Brown, y recorre el puerto y la bahía. El 1° de marzo, a objeto de inspeccionar la escuadra, anclada en Punta Pipa, y a la vez acompañar al ingeniero Luiggi en su viaje de recorrido de la bahía, llegó el Ministro de Guerra y Marina ingeniero Villanueva. Una semana después Luiggi da a conocer sus impresiones sobre la zona mostrándose muy satisfecho del puerto así como de la flora regional Que estudió detenidamente en las quintas de Bahía Blanca, conjuntamente con el capitán Scott Brown. Siendo previa el hallazgo de agua potable, la que se encontró de muy buena calidad en las depresiones de los médanos, el ingeniero Luiggi hizo nombrar de inmediato como jefe de perforaciones y nivelaciones al ingeniero señor Julio B. Figueroa, quien al finalizar marzo ya actuaba en sus funciones practicando perforaciones en los médanos. En el mes de julio de 1896, el ingeniero Luiggi eleva su informe al Ministerio de Marina. Es un copioso documento que consta de 300 páginas tamaño oficio, al que acompañan planos y mapas. En opinión de su autor, el puerto militar debía construirse en Puerto Belgrano. En acuerdo de Ministros celebrado en agosto del mismo año, se aprobaron los planos, aceptándose definitivamente el lugar de su emplazamiento, y el 21 de septiembre, la Comisión de Guerra del Senado estudia el proyecto, ahora ampliado con la incorporación de la parte relativa a la artillería de costos, a cargo del mayor Villavecchia. Apenas es conocido del publico la elección del lugar hecha por Luiggi, empieza un desfile de propietarios de tierras por el despacho del subsecretario de Marina señor Bustos Morón, prometiendo ceder los terrenos necesarios para la base naval. El día 21 de enero de 1897, llega nuevamente el ingeniero Luiggi acompañado del mayor Villavecchia, los ingenieros Piaggio y Godio y los agrimensores Musso y Aliotti. Trae consigo el ingeniero Luiggi todos los instrumentos para mensurar y delineaciones. Llega además el primer contingente de peones y quede al frente de las obras preliminares el ingeniero Molina. El Ministro Villanueva, con una nutrida comitiva, arriba el 27 de enero a objeto de conocer el lugar exacto elegido para el emplazamiento del Puerto Militar y resolver con el gerente del Ferro Carril del Sur, señor Barrow, la inmediata construcción de un ramal férreo que partiera de Grunbein y terminara en las obras. La comitiva visitó en la ocasión al flamante acorazado "Garibaldi" anclado en Puerto Belgrano desde su llegada de Europa. Aceptado por el Ministro el emplazamiento del puerto militar, empiezan de inmediato los trabajos en gran escala, bajo la celosa vigilancia del ingeniero Luiggi, que dio una muestra acabada de su competencia profesional y de su amor al país que le había conferido el honor de tan elevado cargo. Cabe, pues, al ingeniero Luis Luiggi la prioridad en la ejecución del puerto. En consecuencia a el corresponde en justicia el título de fundador real de Punta Alta, que nació al conjuro de las obras de la base. Sin embargo, el ingeniero Luiggi no creía en la formaci6n de una población civil importante cerca del puerto militar, y así lo confesó a algunos de los antiguos pobladores. No conocía la facilidad con que en la Argentina nacen y progresan núcleos de población: estimaba que con la terminación de las obras, la población obrera se desparramaría y únicamente quedarían en el paraje las instituciones armadas. A pesar de su creencia, antes de dar por terminadas sus actividades, ya le fue dable observar cómo se agrupaba una población, alambrada por medio de la zona militar.
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Quizás fue en mérito de esta primitiva agrupación de pobladores civiles, que el ingeniero Luiggi patrocinó la erección de la primera escuela "Humberto 1°" y de la primera capilla, tomando parte muy activa en distintas iniciativas vecinales. El ingeniero Luiggi es conocido solamente por su dirección de las obras de Puerto Militar Belgrano, pero es justo recordar que a él se debe un estudio completo de irrigación y provisión de aguas corrientes para Bahía Blanca y Puerto Belgrano, captando el líquido del Sauce Grande, exactamente como debía hacerse años mas tarde. No tan sólo se le deben a Luiggi los planos de las obras militares, sino muchas otras civiles, entre ellas la recomendación de tender un cable submarino para la extensión del telégrafo desde Punta Loyola hasta el Cabo de las Vírgenes, cuando se tendió en 1898 la línea nacional telegráfica al Sud Quedó el ingeniero Luis Luiggi tan arraigado con la sociabilidad argentina, que en el año del Centenario de la Independencia, el gobierno de su país lo nombró comisario general para las exposiciones italianas en Buenos Aires, y visitó a Punta Alta el día 21 de julio de 1910. En esta ocasión, ante el progreso vecinal confesó sinceramente que sus presunciones sobre el progreso de la población habían sido completamente equivocadas. Cuando era ya senador del reino de Italia, en 1928, volvió a la Argentina como delegado del gobierno italiano al acto de inauguración de la estatua del general Belgrano erigida en Rosario. Invitado y como huésped de honor de la comuna de Bahía Blanca, visitó a Punta Alta el día 29 de septiembre del mismo año, asistiendo a diversos actos de homenaje, entre ellos el descubrimiento de una placa fijada en la calle que lleva su nombre. Con motivo de los agasajos se pronunciaron diversos discursos, de los cuales reproducimos unos párrafos salientes. El presidente de la Sociedad Italiana, señor Antonio S. Cartolano, dijo: "Habéis venido a ver una vez mas aquellos áridos médanos, desolados campos, deshabitadas playas, convertidas hoy en hermosas praderas, elevadas torres, grandes talleres, confortables viviendas, modernas industrias, todo lo que ha llegado a ser una base naval, orgullo de nuestra querida nación" Por su parte el periodista señor Estanislao L. Boffi, en representación de la Sociedad de Fomento, dijo: "La circunstancia de haberse construido el puerto en este paraje, provocó como consecuencia la fundación de este pueblo. Y esta tan directamente ligado al desarrollo de Puerto Militar el desenvolvimiento de Punta Alta, que su vecindario, recientemente en magna asamblea pública, ha declarado que el día de la fundación del pueblo ha sido el 2 de julio de 1898, día en que se plantó el primer pilote de las obras de construcción del Puerto Militar". El señor Juan Yulita en su disertación estableció: "Habéis observado en la placa que se ha descubierto y en que, por tiempo indefinido figurará vuestro nombre, un recuerdo imperecedero: existe una silueta del edificio que comúnmente se llama Óptica, el que fue construido en el lugar en que, en lontananza, se divisaba una punta. De inmediato se dio nombre de Punta Alta; este pueblo lo tomó por suyo y hoy lo ostenta con orgullo".
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8 de marzo de 1902. El presidente de la república, Teniente General Julio A. Roca, descansando en la casa del Ingeniero Luiggi.
FECHA DE FUNDACIÓN Los pueblos que no han sido creados, a lo menos metafóricamente, por un decreto Oficial, no tienen fecha exacta de fundación. Es lo que ocurre a la mayoría de los centros poblados bonaerenses, en los cuales se toma como fecha inicial la que resulta de la venta de los primeros terrenos, aunque en muchos de ellos los pobladores ya habían formado antes núcleos de vecindad. En lo referente a Punta Alta, no cabe discusión alguna, pues no hubo agrupación de habitantes hasta que se iniciaron las obras del Puerto Militar, en su faz constructiva, lo que aconteció el día 2 de Julio de 1898. Este acontecimiento, pues, debía marcar la fecha real de la fundación del pueblo de Punta Alta, aunque en aquella fecha la mayoría de los vecinos se había reunido casi exclusivamente para emplearse en las construcciones, como antes lo habían hecho en La Ensenada, el puerto de La Plata, llevado a cabo por la misma empresa concesionaria. Cuando los pueblos crecen, quieren tener historia, y esta debe iniciarse con el data de su creación. Así un periodista tesonero, don Juan J. Gómez, se propuso señalar una fecha de fundación de Punta Alta y brego por ello hasta que logro ser secundado por la Sociedad de Fomento, y formar ambiente alrededor de su interesante iniciativa. Escuchada la opinión de distintos pobladores, en una asamblea de carácter popular, el señor José Pedro Varela, a quien el propio ingeniero Luiggi otorgo el título de primer residente de Puerto Belgrano, propuso designar el día 2 de Julio de 1898 como la fecha mas apropiada para el caso, ya que en tal ocasión se clavo el primer pilote de las obras proyectadas.
1 – Colocación del primer pilote en Puerto Militar, día 2 de Julio de 1898. 2 – El acorazado Garibaldi en el dique de carena, el 8 de marzo de 1902. El señor Varela, elegido concejal del Concejo Deliberante de Bahía Blanca, tuvo a su cargo la tarea de establecer y oficializar la fecha de fundación de Punta Alta. A tal objeto presento un proyecto de ordenanza que fue aprobada sin modificaciones, la que esta concebida en los siguientes términos: "Bahía Blanca, octubre 15 de 1928.—El Honorable Concejo Deliberante, en uso de sus facultades, resuelve: Articulo 1°— Reconócese como fecha oficial de la fundación del pueblo de Punta Alta, el 2 de Julio de 1898.—Articulo 2°—Designase con el nombre de "2 de Julio" a la calle cortada que existe en el pueblo de Punta Alta, entre las de Irigoyen y Urquiza".
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Fue así que, por la idea de un periodista secundado por un laborioso concejal de Punta Alta, nuestra ciudad logró tener como sus hermanas, una fecha de fundación. De ella, parte, en principal manera, la historia de su maravilloso desenvolvimiento.
DÍA 2 DE JULIO DEL AÑO 1898
La Punta Alta, al empezar las obras del puerto, el 2 de junio de 1898.
AUTORIDADES
1-Comisario de la Base Naval, Señor Julio F. Levalle. 2-Señor Roberto J. Patrignani, Delegado Municipal.
Y FUNCIONARIOS
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1-Señor Nicolás P. Vecchino. Comisario de Policía.2-Don José Pedro Varela. Alcalde.3-Señor Roberto E. Gómez. Sub-Comisario de Policía.
1-Prebítero Dr. Eugenio Bosetti. Cura Párroco.2-Auxiliar de Policía de la Base Naval, señor Francisco Cuevas.
Don Romeo
Ferrandi
"EL RETIRO"
1-Don Romeo Ferrandi.2Doña Rosa Laureri de Ferrandi.
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En todas las poblaciones argentinas, existe una especie de patriarca civil que, por imperio de las circunstancias, de su capacidad o de sus entusiasmos y medios se constituye en el centro de inúmeras actividades y cuyo nombre está íntima e indisolublemente ligado al progreso y desenvolvimiento de los pueblos, en la etapa de su fundación. En Punta Alta, esta personalidad es, sin disputa alguna, la del señor Romeo Ferrandi. Siendo la historia de su vida proficua en acontecimientos, luchas y aportes al adelanto colectivo en todas sus manifestaciones, nos limitaremos a reseñar en forma sintética su actuación, sin detenernos a analizarla en detalle, dejando establecido que no existe iniciativa alguna de progreso en Punta Alta que no haya contado al señor Romeo entre sus más entusiastas propulsores. Don Romeo Ferrandi nació en Italia el día 21 de octubre de 1865, contando pues en la actualidad 76 años de edad. Muy niño aún, en 1868, fue traído por sus padres a este país que debía ser el escenario definitivo de su laboriosidad y de sus éxitos. Concretándonos a la historia local el señor Ferrandi llegó a la zona en el año 1888, en la plenitud de sus años mozos, actuando primeramente en la ciudad de Bahía Blanca, de cuyo comercio, entonces en plena ebullición formó parte, figurando entre otras en aquella vieja y prestigiosa firma que se llamo Ferrandi y Tellarini. Hombre de largas vistas, tuvo la sensación anticipada del porvenir que aguardaba a la incipiente Punta Alta y fue así que ya en 1902 extendió sus actividades a esta ciudad en la que se radicó definitivamente. Fue tan exitosa su actuación comercial en este medio, que llego a constituir la mas alta entidad en ese orden en el ambiente regional. Enamorado de la pequeña población, puso en ella todos sus afanes, sus esfuerzos y sus esperanzas, y, con rara perseverancia, proclamó sin desmayos el alto porvenir de Punta Alta, frente al pesimismo o las dudas de quienes, en ciertas circunstancias, imaginaron un pueblo estacionario. Después de una vida activísima de la que tienen recuerdo cuantas personas desfilaron o vivieron en Punta Alta hasta el año 1924, el señor Ferrandi, en ese mismo año se retiró de los negocios a su residencia de "El Retiro". En ella, lejos de la fiebre mercantil diaria, consolida su situación económica y pasa a disfrutar de la apacible tranquilidad de un hogar que constituye una hermosa tradición en Punta Alta. Desde el año 1902 hasta el presente, no ha habido obra o gestión de progreso para esta ciudad, en la que no fuera destacada la intervención y el apoyo moral y material de este caballero intachable que hizo de su vida un ejemplo de altísima moral. Fue así que su casa fue el punto de reunión y de homenaje de cuantas personalidades visitaron a Punta Alta en tan largos años, y el señor Romeo Ferrandi y su esposa doña Rosa Laureri de Ferrandi, tuvieron como huéspedes de su mansión hasta a los primeros Magistrados de la Nación y altos dignatarios de la Iglesia. Punta Alta, con su respeto y consideración, sanciona de continuo esas hermosas cualidades que hicieron la personalidad del señor Ferrandi, habiéndole convertido en su patriarcal vecino y teniéndolo como figura consular en su digna ancianidad. Don Romeo Ferrandi no supo sino sembrar afectos sin despertar jamás la enemistad o el encono; hay para él el cariño de todo un pueblo que sabe puede presentarlo como una historia viviente de su desenvolvimiento y como una enseña de hombre de bien. Detallar su obra seria enumerar cuanto acontecimiento se produjo en Punta Alta desde su llegada y puede concretarse sencillamente con decir que don Romero Ferrandi ocupó siempre un lugar de primera fila en los esfuerzos y en las obras colectivas. Su señora esposa, doña Rosa Laureri, digna compañera de tan esclarecido vecino, fue y es la dama distinguida a quien, las exigencias de la sociabilidad y la beneficencia no impidieron, sin embargo, que fuera la esposa ejemplar y las madre virtuosa que supo levantar un lindísimo hogar rodeado de afectos.
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Don Carlos
M. Bergamini
1-Don Carlos Bergamini y su esposa doña Irene Virginia Fossetti. 2-Señor Alber M. Bergamini.
M.
Don Carlos M. Bergamini, es un ejemplo de la atracción que hacia Punta Alta sienten muchos de los marinos de nuestra armada, que tras actuar por años y años en los buques de guerra, en constante vinculación con nuestra ciudad, terminan por encariñase con ella, avecindándose en la misma y contribuyendo de manera efectiva a su embellecimiento urbano y engrandecimiento, colectivo. Nació nuestro biografiado en Santa Teresa, provincia de Santa Fe, el día 1° de diciembre de 1887, siendo sus progenitores don Valentín Bergamini y doña Raquel Mauro, matrimonio italiano. Desde su infancia el señor Bergamini sintió pasión por la mecánica y la navegación, por lo que, atendiendo a su marcada predilección, entró en la Escuela de Mecánica de Buenos Aires, donde curso el aprendizaje teórico y práctico para embarcarse en los buques de guerra. Egresó del establecimiento educacional en el año 1910 y de inmediato se embarcó en el transporte "Guardia Nacional", con el que realizó innumerables travesías, entre ellas las de Liverpool y Londres.
El joven matrimonio Bergamini-Manara. En el año 1914, fue a Francia cuando se envió a Europa la comisión encargada de adquirir y vigilar la entrega de buques de guerra para nuestra Marina .
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Fue alrededor del año 1916 que se le destinó a la Base de Puerto Belgrano, y desde entonces data su más intima convivencia con Punta Alta. Estuvo a bordo de la torpedera "Py", monitor "Andes" y "El Plata", crucero "Buenos Aires”, destroller “Catamarca”, crucero acorazado “Garibaldi”, ”S. Martín”, “Pueyrredón”, "Belgrano", transporte "Pampa" y en el acorazado "Rivadavia". En todos ellos puso en evidencia sus amplios conocimientos de mecánica y su correcto desempeño del cargo de maquinista le valió repetidas muestras de aprecio y distinción por los superiores jerárquicos. En el año 1923 el aviso "Azopardo" fue embestido en el puerto de la capital por el transatlántico "American Legion", hundiéndose y el Sr. Bergamini tuvo a sucargo las tareas inherentes a su reflotamiento. Fue a raíz del éxito logrado en los trabajos de salvamento del Azopardo, que se ordenó inscribir en la foja de servicios del señor Bergamini la siguiente disposición que enaltece su actuación: "Acorazado Belgrano. Exp. B. 15810. Se ordena tomar nota de la comisión que desempeño con buen resultado del salvataje del transporte “Azopado”. Noviembre 23 de 1922. Agregado al Exp. 10180 de 1924. Bs. Aires junio 11 de 1924. Firmado: Arana, capitán de fragata, jefe del personal subalterno”. Retirado del servicio activo el señor Bergamini se instaló definitivamente en Punta Alta, haciendo edificar el hermoso chalet que ilustra la fotografía y que sin discusión, es una de las obras particulares destinadas a vivienda, que más se destacan en la ciudad, no sólo por su moderna arquitectura, sino también por la distribución y comodidades interiores de que está provista la amplia finca de la calle Rivadavia 464.
1-En detalle de la residencia Vergamini-Fossetti.2-La espléndida mansión. Además de su mansión individual, el señor Bergamini ha colaborado al progreso edilicio de Punta Alta, edificando otras propiedades en distintas calles que ha destinado a renta. Contrajo matrimonio el señor Carlos M. Bergamini el día 28 de mayo de 1913, en Bueno Aires, con doña Irene Virginia Fossetti, hija de don Ultimo Fossetti y doña Rosa Guio. De la unión antedicha nacieron los hijos: René, casada con el señor Luciano Manara, y Alberto, estudiante actualmente de ingeniero químico industrial agrícola, en la Universidad del Litoral. Socialmente el Sr. Bergamini y su distinguida familia ocupan un lugar destacado, y don Carlos forma parte de innumerables asociaciones e instituciones benéficas y culturales de Punta Alta.
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BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA
Personal de la sucursal local del Banco de la Nación. En ángulo el gerente señor Ernesto V. Ghione. La estación de crédito oficial, Banco de la Nación Argentina, es la única institución bancaria que tiene en Punta Alta el asiento de una sucursal, en edificio propio. No deja de ser ello algo extraño, pues poblaciones de mucha menor importancia que Punta Alta han atraído la atención de instituciones bancarias oficiales o privadas, incorporándose a su movimiento comercial e industrial. El hecho anotado, es de por si bastante explicito para comprender que el monto de operaciones que realizan el Banco de la Nación es importantísimo, pues por él pasa la mayor parte del movimiento bancario local. Antes de instalarse la sucursal, la casa de comercio de los señores Ferrandi y Briatore actuaba como corresponsal de la entidad oficial, y es a iniciativa, en primer término del señor Ferrandi, que se logró conseguir para Punta Alta una sucursal, en marzo del año 1909. Abierta la sucursal a las actividades públicas el 27 de dicho mes y año, trajo a Punta Alta la prestigiosa institución la enorme influencia de su acción económica-financiera. Con el apoyo de sus recursos creditorios y de sus servicios, se creó un puntal efectivo del progreso de Punta Alta, cuya población ha llegado a sentirse identificada con la expectable entidad bancaria que actúa en su medio desde hace 32 años. En septiembre de l922 inauguró su hermoso edificio propio que puso, en el ambiente edilicio, la nota mas alta del momento. Al iniciarse esta sucursal bancaria se constituyo con el siguiente personal: Gerente-contador, Sr. Antonio R. Viñas; auxiliar-tesorero: Sr. Raúl N. Ferrandi. Después, y sucesivamente, fueron sus administradores los señores: Eduardo M. Lagos, Miguel Caballero, Luis Lombrán, Rómulo Patrón Bians, Julio N. Moreyra, Jacinto P. Castilla y actualmente el señor Ernesto V. Ghione. Colaboran con el titular de la gerencia, el personal siguiente: Contador: Sr. Héctor Temperley; Tesorero, Sr. Martín G. Robledo y los auxiliares Sres.: Julio C. Ayala Torales, Florindo Di Carli, Emilio P. Camusso, Juan P. Lerchundi, Miguel B. Inda, Pablo R. Benitez. y Amilcar S. Zonzo.
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Fotografía tomada el 27 de marzo de 1909, al inaugurarse la sucursal del Banco de la Nación Argentina. Aparecen en la de navio Thwaites, el sr. Romeo Ferrandi, el Sr. José Coelho, el Sr. Antonio S. Viñas, y numerosos vecionos, de Punta Alta en plena formación. La sucursal ha venido progresando en forma intensa, hasta movilizar actualmente una suma de capitales no inferior a los doscientos millones de pesos anuales, con un movimiento aproximado de 25.000 operaciones de giros generales por valor superior a los treinta millones. El crédito que otorga la institución oficial, contribuye en forma cierta y práctica al progreso de la ciudad, incluso al edilicio, desde que se financia con él buena parte de las construcciones locales. Su acción abarca todos los sectores de la población y beneficia a una numerosísima clientela constituida por comerciantes, industriales y trabajadores. Como nota recordatoria, demos los nombres de los primeros depositantes del Banco de la Nación Argentina, sucursal Punta Alta, al iniciar sus operaciones: fueron, en cuenta corriente: Sres. Ferrandi y Briatore, Contaduría Principal de Puerto Militar, Viuda e hijos de V. de la Fuente, M. Raggio Carneiro. En caja de ahorros: Enrique A. Gonella, Diego F. Fernández, Ramón M. Luján Sanabria y Hortensio Thwaites.
Edificio del Banco de la Nación Argentina.
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Dr. Leon Silbering
Doctor León Silberin, su esposa, señora Ema Gelman y sus hijos: Héctor Leonardo y Magda Susana. Nuestro biografiado, el doctor León Silbering, cursó sus estudios primarios y secundarios en la vecina ciudad de Bahía Blanca y con entera vocación siguió sus estudios en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires, graduándose en el año 1927. Durante su carrera ocupó diversos cargos en el Hospital Torcuato de Alvear, siendo sucesivamente practicante menor, mayor y médico agregado. Después de un año de ejercicio profesional y perfeccionamiento, abandonó la capital para radicarse en nuestra ciudad, llevando, en consecuencia 13 años de residencia. En nuestro medio, entregóse de lleno a su profesión con el beneplácito general del vecindario. El estimado facultativo no sólo se limita a la atención constante de su consultorio médico, sino que cumple una fecunda labor pública y social. En el año 1929 fue designado jefe de la sala de Primeros Auxilios que dirigió durante seis años con todo celo y aplauso vecinal, llevando a esta repartición sanitaria a un plano de progreso. Por su iniciativa constituyóse la primer comisión vecinal para dotar de la ambulancia a la Estación Sanitaria. Fue fundador y primer presidente de la Comisión Cooperadora de la Sala de Primeros Auxilios. Fuera de la esfera profesional participa en las actividades sociales y culturales y en toda obra de bien colectivo. Fue fundador y presidente de la Biblioteca Juan B. Alberdi, Circulo de Ajedrez y Club Social. Pertenece al Directorio de la Escuela Industrial. Señalamos especialmente su labor de divulgación médica, que cumple dando ciclos de conferencias en los establecimientos educacionales, como asimismo sus colaboraciones en el periodismo sobre temas de higiene y profilaxis.
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Don Antonio Ederra
Don Antonio Ederra y su esposa doña Basilisa Nicolau.
Este antiguo y apreciado vecino de la zona, actualmente radicado en Punta Alta, es uno de los hijos del matrimonio formado por don Manuel Ederra y doña Eulalia Usoz, que allá por el lejano año de 1885 arrendó una extensa fracción de campo entre Punta Alta y Bajo Hondo y se dedicó a la industria agropecuaria. Siendo el señor Manuel Ederra uno de los adelantados de la explotación de tierras con ganadería, especialmente la cría de ovejas, inculcó a sus hijos el mismo interés y amor hacia el campo, teniéndolos a su lado y haciéndolos compartir todos los trabajos del establecimiento. Fue así que don Antonio siguió las huellas del padre, y al fallecer éste, en 1909, continuó las mismas actividades en el propio campo. Dado el cambio originado en la región que de la cría exclusiva de ovejas pasó en gran parte a la explotación agrícola con la siembra de cereales, el señor Ederra destina parte de sus 400 hectáreas a la agricultura, contando para ello con los implementos necesarios. Nació el señor Antonio Ederra el día 18 de octubre de 1887 en Bahía Blanca y contrajo matrimonio el 14 de noviembre de 1925, también en la vecina ciudad, con doña Basilisa Nicolau, de origen español. Fue en el transcurso del año 1928 que el señor Ederra decidió construir una casa propia en Punta Alta para que le sirviera de residencia, y levantó la cómoda vivienda de la calle Rivadavia número 263, convirtiéndose así en uno de los propulsores del progreso edilicio de nuestra ciudad. Además de la citada propiedad, el señor Ederra posee algunas casas de renta también ubicadas en Punta Alta. Del matrimonio del señor Ederra con doña Basilisa Nicolau, nacieron los hijos Eulalia y Antonio Basilio.
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Punta Alta en la Actualidad
Aquellos que desde sus principios vivieron y actuaron en Punta Alta, testigos y artífices de su maravillosa transformación, y aquellos otros que conocen el desenvolvimiento histórico de Punta Alta, de un modo verídico y documentado, no salen de su asombro ante el adelanto urbano que ha experimentado el, hace escasos años, incipiente núcleo de población.
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Hay quienes, conociendo el origen del Puerto Militar desconocen, en cambio, el de Punta Alta, y confunden en un mismo significado a ambas realidades geográficas y económicas: la Primera Base Naval y la ciudad de Punta Alta. Punta Alta, para ser diferente a las demás Poblaciones bonaerenses, no tuvo traza de pueblo. Si es cierto que fueron muchos los proyectos de fundar una ciudad en el paraje: Ciudad Atlántida, Nueva Bahía Blanca, Punta Alta, etc. lo real es que los habitantes, se adelantaron a cualquiera de los proyectos, basados todos en un espíritu de especulación desenfrenada. Fueron pues los vecinos, antes que los agrimensores o los dueños de tierra, quienes fundaron la ciudad frente a la bahía. Levantaron sus endebles viviendas con toda clase de materiales primitivos: maderas, chapas, terrones de césped, paredes de barro. Todo parecía planeado para que, una lluvia o un vendaval, arrasara con el conjunto y volvieran al dominio de la arena los espacios cerrados por los alambrados o las cercas de los primeros Pobladores. El vendaval o la lluvia torrencial que desplomara el incipiente pueblo como si se tratara de un castillo de naipes, podía ser, y muchos consideraban que así sucedería, la terminación de las obras del Puerto Militar, que al dejar sin ocupación estable a miles de obreros, los desparramaría por todos los ámbitos, regresando muchos a sus patrias de origen: Italia en primer termino; España en segundo lugar.
Es que no se contaba con la atracción que el paraje había ejercido sobre estos rudos y esforzados trabajadores. Sentados sus modestos hogares en las casas desparramadas por la llanura, circundada de médanos por sus costados y con el mar enfrente, estos primeros vecinos de un pueblo que no existía aun, resolvieron arraigarse en el suelo, levantar de la nada, por sus esfuerzos tesoneros, una nueva ciudad Argentina. Y como lo pensaron lo hicieron.
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Es lógico que, creciendo el núcleo primitivo de pobladores, debieron sujetarse las construcciones y la división de las parcelas a un trazado regular y a niveles técnicamente estudiados. Pero todas estas cosas, necesarias en una ciudad bien concebida, vinieron mas tarde y como añadidura de la Población emplazada, en forma inconexa y arbitraria, por los iniciales Pobladores. Queda establecido, pues, que a diferencia de la mayoría de sus hermanas, trazadas antes sobre el papel que en la tierra, Punta Alta nació a la vida real años antes de que nadie tuviera noción de su existencia. Aquellas calles primeras, mejor espacios enormes entre una y otra construcción, fueron estrechándose, cuadrándose, achicándose. Los cálculos mas optimistas de los agrimensores y de las autoridades municipales, demostraron pecar por insuficiencia. En realidad, las calles de Punta Alta fueron diseñadas para un tráfico reducido y para una población estable muy inferior a la que, en solo unos años, debía convertir a una aldea confusa y extendida, en una ciudad abigarrada y moderna
Resultó así que creció la ciudad y no sus calles, encerradas entre hileras de edificación. Pero si las calles de Punta Alta, especialmente las del centro urbano, resultan ya angostas para el tráfico que sostienen, han sabido hermosearse en el aspecto arquitectónico y edilicio. Unas han pasado, en un salto, del pavimento natural al asfalto. Otras irán del granito, también al pavimento liso tan necesario en una ciudad de intenso movimiento, y complemento obligado de los pueblos en donde el valor de los solares adquiere proporciones elevadas, que constituyen una de las mejores inversiones de renta. Las calles de Punta Alta, cobran un inusitada animación en las horas de la tarde. Vehículos y personas llenan calzadas y aceras, y las calles Bernardo de Irigoyen y Humberto 1º, comerciales por excelencia, toman el a aspecto que caracteriza a ciudades laboriosas y de población numerosa y compacta. Quien visite a Punta Alta por primera vez y contemple sus modernizadas calles centrales y sobre todo observe el movimiento incesante que bulle en ellas, no podrá menos que recibir la impresión exacta de que Punta Alta, la ciudad creada en la tierra y no en el papel, es una población que vive y progresa.
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SOCIEDAD PRO EDUCACIÓN INDUSTRIAL
El Directorio en el año 1941.
Esta sociedad fue fundada el 13 de Abril de 1919, en Punta Alta, con el auspicio de varios señores Jefes y Oficiales de la marina de guerra, cuya iniciativa secundaron numerosos vecinos de esta ciudad. En los 22 años de existencia, la entidad ha tenido desenvolvimiento normal, actuando siempre dentro de un ritmo regular, contando para ello con personería jurídica otorgada en el primer año de su constitución.
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Su administración y dirección ha estado a cargo de jefes y oficiales de la marina y vecinos civiles, que han dedicado en todos los ejercicios singular celo y actividad en procura del mantenimiento y adelanto de la Sociedad. LA ESCUELA.— Sostiene la Sociedad una Escuela donde la enseñanza es completamente gratuita y ella se cumple bajo el aspecto teórico-profesional habiendo salido de sus aulas centenares de alumnos de ambos sexos, a los que se dota del diploma respectivo. En este ejercicio de 1941 asisten a los cursos nocturnos de varones 345 alumnos en su totalidad hijos de obreros, empleados y personal subalterno de la armada. De estos alumnos, el 85 por ciento son aprendices de los talleres navales y la acción de la escuela esta coordinada con la enseñanza práctica que se suministra en dichos talleres, rigiendo este aspecto de acuerdo con un decreto en vigencia dado por el Ministerio de Marina según orden general número 124 del año 1937. Entre otras cosas se establece en este decreto, que para ser aprendiz en los talleres navales, es indispensable ser alumno regular de la Escuela Industrial. Por otra parte, las clasificaciones que obtienen los aprendices en la Escuela, sirven para considerar el ascenso de los mismos dentro de aquellas actividades.
Frente del local que ocupa la Escuela Industrial. En los cursos en vigencia se dictan las siguientes materias: Aritmética, geometría del espacio, historia, geografía, instrucción cívica, dibujo, física, geometría, arquitectura naval, mecánica, electricidad, sociología y legislación del trabajo. Estos cursos son atendidos por once profesores. Funcionan en horas diurnas los cursos de corte y confección atendidos por tres profesoras a los cuales asisten 120 alumnas. Ejerce la subdirección de la Escuela el señor Juan Oleaga. Para el sostenimiento de la Escuela que demanda ingentes gastos, solo se cuenta con $ 5.4OO anuales como subvención del S. Gobierno de la Nación y con $ 960 anuales como ayuda de la Municipalidad de Bahía Blanca. Tiene la entidad unos seiscientos socios que aportan cuotas desde 0.50 centavos mensuales, lo que permite reunir los fondos necesarios para complementar la suma de gastos generales que insume anualmente cerca de los 15.000 pesos. Se cuenta también con la ayuda positiva del Centro de Ex-Alumnos de la Escuela, que por medio de festivales que siempre alcanzan éxito pronunciado, reúne fondos que destina al sostenimiento de la Escuela, acción ésta sumamente meritoria y que ha conquistado justicieros elogios. También se cuenta con una subvención de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares con destino a la biblioteca social. Es justo dejar constancia de que en todo momento se ha contado con la eficiente cooperación de elementos de la Base Naval, lo que evitó por cierto erogaciones de importancia. El capital social de la institución alcanza a la suma de pesos 68.718.26 al 31 de Marzo de este año, figurando en este capital la propiedad social que es amplísima y cuyo valor neto se calcula en $ 43.978.35. El rubro inmuebles, durante este ejercicio se ha visto notablemente acrecentado, por la donación de una propiedad sobre la calle Rosales lindando por su fondo con el edificio de la institución y de un terreno situado en Arroyo Pareja, valiosa donación que recientemente hizo el ingeniero electricista retirado don Carlos A. Croxatto, residente en Buenos Aires y a quien el
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Directorio le hizo llegar las pruebas de reconocimiento por su loable gesto. El valor de los inmuebles donados se calcula en unos 17.000 pesos.
Cuerpo
de profesores del
establecimiento. ACCION EDUCACIONAL, CULTURAL Y PATRIOTICA.— Bajo estas finalidades tan nobles y dignas se desarrolla la acción escolar en este establecimiento. En todos los días recordatorios de las epopeyas históricas que dieron nombre y personería a la Patria, el alumnado y el profesorado de la Escuela Industrial, ha formado en primera fila dando un ejemplo ponderable de respeto y veneración a quienes nos legaron ésta patria libre e independiente. Esta escuela está arraigada en el ambiente de Punta Alta y Puerto Belgrano. El pueblo la quiere por todo el bien y la instrucción que se imparte en sus aulas y la Marina le dispensa acendrado cariño porque todos los jefes que han tenido actuación en Puerto Belgrano, desde el año 1919 a la fecha, han aportado su loable contributo en pro de la Escuela. Ese ejemplo de los señores Jefes ha sido siempre seguido por otros distinguidos oficiales y miembros del personal de suboficiales, de manera que a la cooperación de la marina se debe en buena parte, la obra eficiente cumplida. En una palabra, diremos, que la Sociedad Pro Educación Industrial, constituye motivo de honra y prez para Punta Alta y Puerto Belgrano. El Directorio actual está constituido por los señores: Presidente: Ingeniero Especialista Principal D. Félix A. Duperrón; Vice presidente: Estanislao L. Boffi; Secretario: Elías D. Nelson; Pro secretario: José Merino; Tesorero: Mario Mariuzzo; Pro tesorero: Ángel J. Cossú; Vocales: Ingeniero Especialista de la. Eugenio Panzeri, Victor Macor, Ingeniero Maquinista de la. Juan Parodi, Juan Yulita, Francisco Gallo, Juan Lecco, Hermenegildo González, Eugenio Álvarez, Dosindo Guerra, Antonio Munafó, Manuel Vigil, Eugenio Álvarez, Ubaldo G. Macedo, José Góngora y Roberto Patrignani.
Nomina de Presidentes de la Institución de su fundación hasta la fecha
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Contraalmirante Ramón Gonzáles Fernández. Capitán de Navío Arturo Cueto. Ingeniero Maq. Ispector Juan L. de Bertodano. Contraalmirante Aureliano Rey. Vicealmirante Enrique G. Fliess. Almirante Juan A. Martín. Vicealmirante Carlos G. Daireaux. Capitán de Navío Jose I. Cross. Vicealmirante Enrique G. Plate. Vicealmirante Gonzalo D. Bustamante. Ingeniero Maq. Inspector Zacarías Vallacian.
Contraalmirante Osvaldo Repetto. Teniente Coronel Juvenal Muños. Señor Estanislao L. Boffi, en varios períodos. Capitán de Fragata Silvio J. Leporace. Ingeniero Elec. Subinspector Emilio J. Dagassan. Capitán de Navío Mario Cesari. Capitán de Fragata Juan M. Carranza. Capitán de Navío Alfredo Fernández. Ingeniero Torp. Subinspector Juan Caretti. Ingeniero Esp. Principal Félix P. Duperrón.
"El primer poblador efectivo"
Don José Pedro Varela.
Don José Pedro Varela. Siendo Puerto Belgrano el fondeadero elegido para la escuadra en sus recorridas de la costa atlántica, necesitaba perentoriamente estar en comunicación rápida y directa con las altas autoridades del Ministerio de Guerra, especialmente en momentos en que la cuestión internacional estaba preñada de dificultades artificiosamente creadas, y que podían degenerar en un conflicto, situación que motivó la rápida construcción del ferrocarril estratégico al Neuquén. Ello sucedía en los primeros meses del año 1896, pocos días después de que el ingeniero Luis Luiggi, a bordo de la “Espora”, llegó al apostadero para estudiar la costa en vista a la instalación de un puerto militar marítimo de aguas profundas. Toda la información, copiosa y delicada, tenía que cursarse a la capital por telegrama, debiendo los despachos ser enviados a la cabecera de Bahía Blanca.
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Esta demora indujo al comandante de la escuadra, comodoro Atilio S. Barilari, a intentar, por medio de señales, enviar los despachos a Monte Hermoso. Aprovechando su viaje a Buenos Aires, hizo algo mejor: pronto se anunciaba que había quedado definitivamente resuelta la construcción de un ramal telegráfico de Bahía Blanca a Arroyo Pareja. Aunque las noticias de tal carácter siempre llegaban con atraso a los diarios bahienses, que por lo común las tomaban de los diarios metropolitanos, ya el 11 de marzo de 1896 se anuncia la llegada de los materiales para la línea a Pauta Cigüeña, y el 15 dice “El Porteño:” “Ayer se ha dado principio a la construcción del ramal telegráfico que partiendo de la oficina de esta ciudad, terminará en Punta Cigüeña. En la construcción trabaja el batallón de infantería de Marina, al mando del capitán de fragata señor José E. Durán, Jefe de Inspección de electricidad de la Armada, que trabaja activamente para que la línea pueda ser librada al servicio en la mayor brevedad”. El 10 de mayo, a bordo del vaporcito “Bahía Blanca”, que llevaba los víveres al fondeadero de la escuadra, regresaban a Bahía Blanca los soldados pertenecientes al batallón de Marina, luego de terminar con el tendido de la línea. El 13 del mismo mes, el capitán Durán, que actuaba como inspector de electricidad, comunica que la línea está lista para trabajar, y que tanto el personal como los materiales para el telégrafo han sido suministrados por la Marina de Guerra. Después de la inspección efectuada el 22 de mayo, quedaron aceptados todos los trabajos del telégrafo a Arroyo Pareja ( Puerto Belgrano ), y se informa a la superioridad que el montaje de la línea y la estación respectiva, insumieron 30 días de labor y un desembolso no mayor de diez mil pesos. Esta fue la primera manifestación práctica y real, de que el espléndido Puerto Belgrano, que incluía Arroyo Pareja, iniciaba la evolución que debía llevarlo a su actual grandeza. La obra sillar fue pues, el tendido del telégrafo a Punta Cigüeña, en la cual tomó parte activa el señor José Pedro Varela, que debía quedar a su frente como jefe y telegrafista. Tócale pues al telégrafo ser el punto de partida de las obras de Puerto Belgrano y al jefe del mismo, señor Varela, el título de primer poblador arraigado en la zona de Arroyo Pareja, ya que su estadía no fue meramente accidental, sino voluntaria y definitiva. El señor Varela estuvo siempre en íntimo contacto con Puerto Militar y Punta Alta. Vio nacer y crecer a ambas paralelamente y fue artífice, en una y otra de su encumbramiento. Aún, pleno de energías desempeña sus actividades en Punta Alta y a él acuden en demanda de recuerdos y fechas cuantos sobre Punta Alta tienen que escribir. El Álbum encontró en el señor Varela un buen e inteligente amigo y se complace en hacer público su agradecimiento. Como una prueba palpable de la intensa actuación del señor Varela, nos complacemos en reproducir algunos documentos que hemos tenido ocasión de revisar y de los mismos se desprende la vinculación que mantuvo con la Armada nacional durante muchos años. El primer documento es un telegrama y dice así: “Telegrafista Varela. Puerto Belgrano. 23 de diciembre de 1896. Oficial. Concedido permiso. Jefe del Estado Mayor me encarga manifestarle está muy satisfecho de sus servicios.—Navarro Viola”. Siguen después los siguientes que dan idea del concepto que sus condiciones merecían a sus superiores: “Buenos Aires, marzo 9 de 1898. Al señor telegrafista de Puerto Belgrano, don José P. Varela. — Comunico a usted que ha sido designado por esta Inspección para llevar a cabo la construcción de unas líneas telefónicas, que le serán indicadas por el señor Ingeniero de las obras de Puerto Militar en Puerto Belgrano, para cuyo fin se le envían dos telegrafistas y mandando poner también bajo sus órdenes ocho soldados y un clase del Batallón de Infantería de Marina. Llevará usted a cabo esos trabajos con toda prontitud y esmero, poniéndose de acuerdo con el señor Ingeniero antes mencionado y comunicando a esta Inspección la época en que comiencen los trabajos y la marcha que sigan en adelante. Saluda a usted José E. Durand”. “Estado Mayor General de Marina. Dirección de Electricidad. Buenos Aires mayo 12 de 1898. Señor Telegrafista D. José P. Varela. Adjunto le remito los pasajes que ha solicitado, y debo felicitarlo por la buena manera con que ha procedido en la ejecución de la comisión de líneas
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telefónicas que se le ha encomendado. Todos los jefes de los trabajos del Puerto Militar me han informado de que los trabajos hechos por usted están muy bien ejecutados. Lo saluda. José E. Durand”. “División Bahía Blanca. Puerto Belgrano, mayo 5 de 1899. Señor Encargado de la estación telegráfica de Puerto Belgrano, don José P. Varela. A sus efectos comunico a usted que por resolución fecha 15 del mes ppdo. se ha dispuesto hacer entrega a la Dirección General de Correos y Telégrafos de la Nación, de la estación telegráfica de Puerto Belgrano. El personal que presta sus servicios en esa estación debe ser trasladado a la Oficina Telefónica-Teleóptica de Punta Alta. Dios guarde a usted. — Emilio V. Barilari”. Foja de servicios del señor José P. Varela, de acuerdo a cuyo cómputo de años se tramitó el pedido de jubilación: Marzo de 1896. — Telegrafista de la Armada (asimilado ayudante electricista 1°.). Inspección de Electricidad. Octubre de 1897. — Telegrafista de Estado Mayor en Puerto Belgrano (Arroyo Pareja ). Marzo 9 de 1898. — Jefe de la construcción de líneas telefónicas en toda la zona de Puerto Militar hasta Punta Tejada (Las Baterías). Inspección de Electricidad. Noviembre de 1898. — Telegrafista Militar en Puerto Belgrano. Mayo 3 de 1899 .— Encargado de la estación Oficina Telegráfica, Teleóptica y Telefónica de Punta Alta (Puerto Militar ). Julio de 1901.— Encargado de la Oficina Telegráfica Telefónica del Faro Punta Mogotes. Marzo 13 de 1903. — Baja de Telegrafista Militar. Marzo 14 de 1903.— Encargado del lavadero del Hospital Naval de Puerto Militar. Marzo 7 de 1907. — Baja como encargado del lavadero del Hospital Naval de Puerto Militar. Marzo 7 de 1907. — Ecónomo de la Sección Sanidad y Hospital Naval de P. Militar. En el pedido de retiro recayó la siguiente resolución: Ministerio de Marina.— El suboficial principal furriel, José Pedro Varela, enrolado en el Distrito Militar N.° 24, matrícula individual N.° 1427933 de la clase de 1875, ha sido declarado en situación de retiro, por Superior Decreto de fecha 17 de noviembre de 1927, de acuerdo con el art. 3 (inc. 1) y 12 del Título III de la Ley N.° 4856, habiendo alcanzado el cómputo de sus servicios a treinta años, un mes y ocho días, y para que conste se expide el presente Certificado de Retiro en Buenos Aires a 21 de noviembre de 1927. Los datos personales y la actuación privada y pública en Punta Alta de don José Pedro Varela, son, a grandes rasgos, los siguientes: Nació en Montevideo el día 31 de enero de 1875 siendo sus padres don Mateo Varela y doña Filomena Abal, quienes se trasladaron a Buenos Aires a los pocos meses de nacer nuestro biografiado. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Catedral al Norte, teniendo como profesores a don Pablo Pizurno, Terrile y La Madrid, grandes educadores argentinos. A los trece años se radica en Cañuelas y se inicia como practicante en el Ferro Carril Provincial, escalando posiciones en el telégrafo de la Provincia de Buenos Aires, hasta llegar a ocupar el cargo de jefe de turno en la oficina central del mismo telégrafo en la capital federal, sita en la calle Piedad de aquellos tiempos, cuando apenas contaba 19 años de edad. En procura de mejoras pasa como telegrafista al Departamento de Policía de la Capital. En el mes de febrero de 1896 logra por concurso un puesto de telegrafista militar en la Armada y llega a su destino Puerto Belgrano (Arroyo Pareja, mejor dicho) el 5 de marzo del mismo año o sea 1896. Su actuación oficial en la Armada, ya queda reseñada anteriormente. Desde los primeros tiempos de la fundación del poblado de Punta Alta ( Uriburía), puede afirmarse que no existe progreso o iniciativa pública o social en la que don José Pedro Varela no haya tomado parte activa. Fue presidente de la Sociedad Española; presidente de su comisión de romerías; iniciador, socio fundador y presidente de la Sociedad Argentina de Protección y Ayuda Mutua; miembro de las comisiones directivas de innumerables instituciones, presidente del Centro de Martilleros de Bahía Blanca y actualmente actúa de presidente del Directorio de la Cooperativa Eléctrica de Luz y Fuerza de Punta Alta.
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Llevó por dos períodos la representación de Punta Alta como concejal en el Concejo Deliberante, siendo suyas muchas de las iniciativas edilicias en pro de Punta Alta, entre ellas la fijación de la fecha de fundación de Punta Alta, obras del pavimento asfáltico, depósito municipal y otras más que se han ejecutado o están en proyecto. En la actualidad desempeña el cargo de Alcalde de la Sección tercera. Tal es, a grandes pinceladas, la actuación y la biografía de don José Pedro Varela, a quien se puede considerar con toda justicia y mérito el primer poblador efectivo de Punta Alta.
ACTIVIDADES PRIMITIVAS E INICIALES Es común creer que las actividades industriales en la zona de Punta Alta se iniciaron con las obras de Puerto Belgrano, y que antes el paraje era un completo desierto, sin habitantes ni movimiento alguno. Ello no es cierto, pues las actividades industriales florecían en ella desde hacía tiempo. A los esforzados criadores de ovejas que tenían sus majadas en las cercanías, desde que rompiendo el cerco de la Fortaleza Protectora Argentina se desparramaron por la región, había que agregar los núcleos de indígenas adaptados a la civilización que, en sus ranchos rudimentarios, poblaban las tierras costeras al Atlántico y que traficaban con Bahía Blanca mucho antes de que se eligiera a la bahía para asiento de un puerto militar. Puede afirmarse que, aparte de las labores de carena que se hacían cómodamente a los buques en las playas arenosas, aprovechando las mareas, la primera actividad industrial y comercial fue la corta y venta de leña. En efecto, las islas del estuario, pobladas de chañares y piquillines, proporcionaban a los barcos un combustible abundante y barato. Tan barato que por muchos años no pagaron nada al fisco por su explotación, hasta que ya en 1894 se les hizo abonar, cuando se podía percibir, el diez por ciento de su valor, como aporte al Estado, dueño de las islas. También, aprovechándose de la escasa vigilancia que podían practicar los cutters de la Sub prefectura, floreció un movimiento bastante intenso de contrabando. Los buques descargaban sus mercaderías sin pago de derecho en las cercanías de Punta Alta, y los contrabandistas por tierra, las distribuían haciendo su buen negocio. Por otra parte, la industria pesquera se había desarrollado ya con cierta capacidad, y forzosamente las aguas que utilizaba para tender sus redes eran los riachos fronterizos a Punta Alta y Arroyo Pareja, donde se guarecían y recalaban las embarcaciones. No se suponga que se trataba de modestos pescadores, pues aparte de estos, italianos la mayoría, actuaba en las aguas de la bahía una fuerte empresa pesquera, quien en el año 1891 gozaba de una amplia concesión otorgada por el presidente, Juárez para pescar en la bahía. Se trata de la compañía Eusebio Lúpez y Cía., que con su intento de monopolio promovió serios conflictos con los demás pescadores. Pero lo que se ignora por muchos, es que en Arroyo Pareja se instaló y prosperó una industria que se establecía por primera vez en el país: la cría artificial de ostras, y que ello ocurrió a mediados del año 1894. En agosto de este año, circuló la noticia de que se instalaría una gran explotación de ostras en la bahía, en las proximidades de la llamada Punta Alta, y que las instalaciones y casillas necesarias para alojamiento de los empleados se estaban levantando en el paraje citado, que luego resultó ser Arroyo Pareja. La empresa constituida para el fin indicado, giraba con la razón social de Eugenio Pinsolles y Cía. El señor Pinsolles era francés y se proponía dar gran incremento a la cría de ostras. Se concedió tanta importancia a la radicación de la nueva industria, que el señor Carlos A. Mansilla, al elevar el informe de la Subprefectura marítima de la capital al Senado nacional, decía en septiembre 18 de 1894; que era de todo punto digna de protección la empresa Eugenio Pinsolles y Cía., haciendo ver que su implantación suponía ingentes gastos, ya que para el criadero artificial de Bahía Blanca se debían introducir las ostras madres que servirían de semilla, e intentar su adaptación a las aguas de la bahía.
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La aclimatación de las ostras prosperó en cierto grado, pues en junio de 1896 el criadero tenía ya unas cien mil ostras preparadas pare el consumo. Posiblemente las fuertes corrientes del canal, las mareas, y mas que todo el restringido consumo, hizo que fracasara la cría de ostras, y terminara por perderse hasta su memoria de que existiera algún día en las márgenes de Arroyo Pareja. Por el mismo año 1896, estaba instalada en Arroyo Pareja una fábrica de pescado en conserva que beneficiaba el producto de la pesca en la bahía y que desapareció años mas tarde. Por lo que hemos podido averiguar, estas son las manifestaciones más antiguas de las actividades industriales en Punta Alta. !Las demás ya derivan del establecimiento de las obras del puerto militar, y son, podría decirse, de reciente data.
Doña Catalina Lupi de Arnaldi
1-Don
Felipe Fallecido el 3 de diciembre de 1933. 2-Doña Catalina Lupi de Arnaldi.
Arnaldi,
En su amplia mansión de la calle Irigoyen 442, vive la señora Catalina Lupi de Arnaldi en compañía de su hija la señora Virginia Arnaldi y su esposo señor Vicente Ludovico. Es doña Catalina la viuda del señor Felipe Arnaldi que falleció el día 3 de diciembre de 1933, luego de una larga vida de actividad en la zona de Punta Alta, que se remonta nada menos que al año 1891, cuando esta región era solo asiento de algunas grandes estancias y de las últimas tolderías de indios, con quien alternó muchos años don Felipe, manteniendo con ellos relaciones de buen vecino y atrayendo su respeto. Nació don Felipe en Toscana, el día 18 de octubre de 1870, y luego de contraer matrimonio con doña Catalina Lupi el 6 de septiembre de 1890, emprendió viaje a nuestra patria. El día 6 de enero de 1891, estaba el matrimonio ya en Bahía Blanca, la gran aldea, futura ciudad. De inmediato el señor Arnaldi se ocupó en los trabajos de la ganadería, arrendando una fracción de campo del establecimiento conocido por de "Los Ferreteros", parte del cual llegó a ser de su propiedad años mas tarde al subdividirse. Pobló el campo con hacienda vacuna y lanar, en tiempos en que a nadie se le ocurría hablar de agricultura por estas zonas. Fue así que ellos vieron subdividirse las grandes extensiones y empezar el cultivo de cereales en la zona de Bajo Hondo y Punta Alta.
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Siempre dedicándose a la ganadería con preferencia, don Felipe adquirió una fracción de campo en la llamada “La Nueva Bahía Blanca”, de 400 hectáreas de tierra, que fue aumentada paulatinamente con otras compras sucesivas. Ya deseoso de retirarse a la ciudad, hizo edificar la casa habitación de Punta Alta, así como otras propiedades que destinó a renta. Fue don Felipe miembro distinguido y entusiasta de numerosas asociaciones de Punta Alta y Bahía Blanca y su fallecimiento provocó una sentida sensación de pesar. Del matrimonio de Don Felipe con doña Catalina existen los hijos: Domingo, casado con doña Carolina Cicarelli; Juan, casado con doña María Vilar, y Virginia, casada con don Vicente Ludovico.
Don Fernando Mussini
Grupo de familia del señor Mussini. Es ampliamente conocida la razón social “Musini Hermanos”, que en Punta Alta explota diversidad de negocios, y que, además, ha contribuido con las obras levantadas al mejoramiento estético y edilicio de la población. Sin embargo, esta crónica está destinada al señor Fernando Musini, jefe de la familia, hombre de trabajo y de amplia visión que supo inculcar en sus descendientes el amor al trabajo y al progreso, levantando sobre tales sólidos cimientos nuevos hogares en la Argentina. Llegó don Fernando a nuestro país en el año 1893 y, como tantos otros italianos, arribó a Punta Alta en 1898 para emplearse en las obras de construcción del puerto militar. A la terminación de las mismas, conocedor experto de su oficio fue incorporado al personal de los flamantes talleres navales, y le tocó ser el primero que actuó como fraguador en la base naval, siendo el decano de los operarios de dichos talleres, hasta el año 1936 en que decidió retirarse de su ocupación para dedicarse con mas asiduidad a las actividades, ya iniciadas, de sus hijos. Don Fernando, dentro de la esfera que le tocó actuar en Punta Alta, ha sido uno de los artífices de su progreso y grandeza, pues fue de los que formaron en el grupo de los italianos que de tal modo se encariñaron con los médanos de Punta Alta, que jamás abandonaron la zona, convirtiendo, en pocos años, una región desolada y estéril en una ciudad pulcra y hermosa. Para lograr semejante transformación, invirtieron aquí capitales, tiempo, y entusiasmos. Su acción magnífica está esparcida y diluida en infinidad de iniciativas y obras, cada una de las cuales resultó un jalón nuevo para el adelanto de Punta Alta.
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Tal vez la obra mejor de este antiguo poblador y fundador de numerosas instituciones, este en haber formado una numerosa familia a su semejanza, inculcando en sus hijos el enorme valor de la unión y del amor fraternal. Quizás en estos vínculos, fuertes y poderosos, es donde hay que buscar, en primer término, la razón de los éxitos que acompañan en sus empresas a los señores Mussini Hermanos. Don Fernando Mussini contrajo enlace con doña Corina Possenti, y nacieron del matrimonio los siguientes hijos: Duilio; Dante, casado con doña Lidia Mingucci; Abramo, casado con doña Delia Mendiguren; Vicente, prematuramente fallecido y cuya desaparición causó hondo sentimiento de pesar en Punta Altar; María Elena, casada con el señor Adone Modesti; Adela, casada con el señor Tomás Zuázaga y Clorinda, casada con el señor Roberto De Lucas.
Don Estanislao L. BOFFI
Señor Estanislao L. Boffi.
Es, ante todo, el señor Boffi, un periodista de alma. Jamás en sus múltiples actividades dejó de practicar el periodismo, ya estuviera al frente de publicaciones o actuara como redactor o colaborador. Desde que llegó a Bahía Blanca, en la primera década del siglo, nunca guardó su pluma. Ella ha escrito un valioso capitulo de la historia de Punta Alta, en donde actúa desde el lejano año de 1916. Y cosa rara, el señor Boffi, periodista de fibra, no se encerró en los limites estrechos de la sala de redacción, sino que tomó su parte, efectiva y afectiva, en cuanta iniciativa de trascendencia social tuvo por escenario a Punta Alta. Nacido en Buenos Aires, se radicó en Bahía Blanca en el año 1909 y formó parte del cuerpo de redacción del diario "El Tribuno", batalladora hoja, de la cual se retiró para entrar en "El Censor" y posteriormente pasó a ejercer como redactor en el periódico "Pringles", de Coronel Pringles. Regresa nuevamente a sus antiguos lares y viendo un porvenir en Punta Alta, cuyo maravilloso progreso intuyó su espíritu observador y analítico, adquiere el día 10 de junio de 1916 la imprenta y el periódico "Nueva Época", a cuyo frente se coloca y cuyos editoriales escribe personalmente hasta que lo enagenó, junto con el establecimiento tipográfico, a la firma Prieto y Morresi, en marzo de 1926.
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Nostálgico de la tinta de imprenta, funda el 5 de septiembre de 1928 un nuevo periódico al que titula "La Nueva Comuna", nombre simbólico de las aspiraciones de autonomía de Punta Alta, y obligado por sus ocupaciones lo traspasa en marzo de 1939 a los señores Rapanelli y Macedo, continuando, empero, su regular colaboración en las columnas del periódico. En relación con la prensa desempeña el cargo de corresponsal de "La Nación" y de la Agencia periodística "Andi". De su larga labor es índice elocuente el hecho de que, el 5 de septiembre de este año 1941, cumplirá treinta y dos años de actuación consecutiva en el periodismo de la zona. Actuó en todas las asociaciones de prensa que se fundaron en Bahía Blanca y fue tesorero del Círculo de la Prensa del Sur y actualmente su revisador de cuentas. En su vida pública, intensa y continuada, el señor Boffi desempeñó diversos cargos electivos y administrativos, habiendo sido electo concejal ante el Concejo Deliberante de Bahía Blanca por tres períodos, o sea desde 1921 a 1926. Reelecto para el mismo cargo en el año 1928, el en aquel entonces Intendente Municipal doctor Florentino Ayestarán, le confirió la Delegación Comunal en Punta Alta, por lo que renunció a su puesto electivo. Su actuación al frente de la Delegación, cuyos problemas y soluciones conocía como ninguno, fue en extremo proficua para la localidad, durando desde 1928 hasta febrero de 1932, siendo motivo de una demostración de evidente estima a su labor, por parte del vecindario, al abandonar el puesto. Nuevamente en 1935 el Intendente seño Martín Dithurbide le confirió el honroso cargo de Delegado, que desempeñó hasta el 13 de mayo de 1940, habiendo en esta ocasión desarrollado una eficiente transformación edilicia. Por lo que toca a su participación en las instituciones privadas , de beneficencia y de cultura pública, en Punta Alta, difícilmente pueda ser equiparada a ninguna otra. Fue presidente de la Sociedad Argentina, en varios períodos, habiendo dado a la misma un vigoroso impulso. Por su iniciativa fueron adquiridos los primeros terrenos de la institución y edificada la sede social, y lo propio ocurrió con el hermoso salón de actos que es hoy un merecido orgullo de la Sociedad Argentina. En la Sociedad Pro Educación Industrial ha desarrollado una amplia y meritoria labor, habiendo desempeñado los cargos de presidente y vice de la misma, con general beneplácito, siendo actualmente vicepresidente, en ejercicio de la presidencia. En su actuación cultural fue el primer presidente de la Cooperadora de la Escuela 99, entidad de su género que fue la iniciadora en Punta Alta, luchando en sus principios en un medio indiferente o de oposición por quienes no estimaban sus elevados propósitos. El mismo cargo de presidente tuvo en la Cooperadora de la Escuela 4 y vocal de la Cooperadora de la Escuela 8. Miembro de los primeros momentos de la Asociación Cultural "Juan B. Alberdi", es integrante de su Jurado, como lo es también de la Sociedad Italiana "Unión y Progreso", en la cual actuó repetidamente en su Comisión Directiva, en la comisión de fiestas y en la comisión administradora del Teatro Colón. Como presidente del Club Rosario Puerto Belgrano, se debió en buena parte a su entusiasmo e iniciativa, el levantamiento de la actual tribuna del campo de deportes. En el campo cooperativista actúa como pro secretario del Directorio de la Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica. Designado por el capitán Godoy, comisionado de la Intervención Federal ante el Municipio de Bahía Blanca, inspector general de la Municipalidad, llegó al elevado cargo en mérito a sus reconocidas dotes de honradez y cumplimiento del deber que le distinguieron siempre a través de su larga trayectoria. Hemos dejado para el final de la sintética crónica, el consignar que el señor Estanislao L. Boffi ha sido el mejor amigo del Gran Álbum de Punta Alta, habiéndonos ayudado y secundado en toda forma, personal, literaria y proporcionándonos datos e ilustraciones de verdadero interés, por lo que le estamos sinceramente reconocidos.
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Plaza General Belgrano, urbanizada y hermoseada mientras el señor Boffi ocupaba la Delegación Municipal.
Doctor Enrique J. Bianco
Doctor Enrique J. Bianco
Uno de los profesionales, hijos de Punta Alta, que cursaron estudios universitarios graduándose en una carrera y se establecieron en la ciudad de su nacimiento, es el doctor Enrique J. Bianco, que tiene su consultorio médico en la calle Urquiza 243. Nació el doctor Bianco el día 10 de junio de 1903, en la zona militar de Puerto Belgrano, siendo sus padres el señor Juan Bianco y doña Ángela Bulgheriní, matrimonio de antiguo arraigo en la zona. El señor Juan Bianco prestó largos servicios a la Armada nacional, hasta que se acogió a los beneficios de una bien ganada jubilación. Después de cursar sus estudios primarios en Punta Alta y los secundarios en el Colegio Nacional de Bahía Blanca, el futuro medico siguió los curves de la Facultad de Medicina en la Universidad de Buenos Aires, recibiendo su titulo en el año 1929. Después de practicar en distintos establecimientos sanitarios de la capital, estuvo un año en el Hospital Alvear. Llevado por sus inclinaciones de investigación, actuó durante seis años como preparador de bacteriología en la Facultad de La Plata, renunciando al puesto para establecerse en nuestra ciudad, lo que ocurrió en el ano 1930, fecha en que abrió su consultorio.
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El doctor Bianco no tan solo atiende su consultorio particular, sino que ejerce con toda dedicación y constancia la dirección de la Sala de Primeros Auxilios de Punta Alta, y es además medico de numerosas sociedades de beneficencia y de socorros mutuos locales.
Don Juan Bianco.
Doña Ángela Billar de Alberti Obstétrica
Doña Ángela Billar de Alberti
En la calle J. Passo 551, tiene su consultorio de obstetricia la señora Ángela Villar de Alberti, distinguida profesional que en sus años de actuación en Punta Alta ha sabido rodearse de general consideración y aprecio. Cursó sus estudios doña Ángela Villar en la Escuela de Parteras de la Plata, donde actuó como interna de la Maternidad. Italiana de origen, llegó a la Argentina en el ano 1908 y se recibió de partera en diciembre de 1926. Pocos meses después de conquistar su título, se radicó en Punta Alta, donde atiende las consultas profesionales, tanto de la ciudad como de Puerto Belgrano, Paso Mayor y Bajo Hondo. De espíritu progresista, en los últimos meses del año pasado hizo construir un hermoso y moderno edificio en la calle J. J. Passo 551, donde habita y atiende las consultas profesionales.
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DON BENITO MARCALAIN
DON BENITO MARCALAIN Esta a cargo del Registro Civil de Punta Alta y del registro de contratos, el escribano público señor Benito Marcalain, de actuación destacada en los círculos sociales de la localidad. Nació el señor Marcalain en Coronel Suárez, siendo hijo de don Cipriano y de doña Ubalda Irurzun. Cursó sus estudios secundarios en la ciudad de La Plata y se recibió en Sta. Fe en el año 1926. Poco después de recibir su titulo se instaló en P. Alta, abriendo su escribanía publica y tomando a su cargo la oficina de Registro Civil en el año 1930. Alternando el ejercicio de su profesión con las exigencias de la vida colectiva, el señor Marcalain desempeñó puestos directivos en distintas instituciones locales , tanto sociales como benéficas, entre ellos presidente de la Asociación Española de Socorros Mutuos y miembro de sus comisiones directivas; presidente de la Biblioteca Publica “Juan R. Alberdi”, y en la actualidad desempeña el cargo de presidente de la institución Club Social. Contrajo matrimonio el señor Marcalain con doña Alcira Donato, que falleció dejando los hijos: Nelly Esther y Elsa Mabel, casándose en segundas nupcias en el año 1940, con doña Elida Cortina. La escribanía del señor Benito Marcalain esta instalada en el moderno y amplio edificio de la calle Irigoyen 476.
PUERTO BELGRANO
Este monticulo que se interna en la playa, marca el paraje donde se inició Punta Alta. Abril de 1897. No corresponde a nuestro Álbum el reseñar con detenimiento la historia del Puerto Belgrano, en su carácter militar, porque la obra se limita a Punta Alta y alrededores, en su calidad de núcleos de población civil.
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Hay que reconocer el hecho de que la existencia de Punta Alta se debe al establecimiento de la estación naval y por lo tanto la historia de su desenvolvimiento esta íntimamente ligada a aquella. Pero no hay que olvidar que los fundadores de la nueva ciudad, fueron elementos civiles que permanecieron en el paraje, ocupados en sus diversas actividades durante y después de los trabajos de construcción de Puerto Militar, muchos de los cuales pasaron a desempeñar sus tareas embarcándose en los buques de la Armada, pare radicarse con sus familias en la zona libre de la autoridad naval, o sea el antiguo pueblito de Uriburía.
Así estaban las obras de Puerto Militar a los cinco meses de iniciadas, octubre de 1898
En mérito, pues, a lo expuesto, nos limitaremos a detallar escuetamente los antecedentes mas importantes de la fundación del Puerto Belgrano, y nada encontramos mas apropiado que publicar los párrafos siguientes: La ley 3450 del 2 de diciembre de 1896, disponiendo la construcción de un Puerto Militar en Bahía Blanca autorizo al P. E. a gastar en esta obra hasta diez millones de pesos moneda nacional oro sellado. La construcción del puerto militar fue empezada bajo la administración del Ministerio de Guerra y Marina, encargándose de ella el Ministerio de Obras Públicas en abril de 1899 en virtud de la ley 3727. Reclamada con urgencia la necesidad de proveer al país de un puerto militar para refugio y reparación de los buques de la armada, y descartado el puerto de La Plata ante la necesidad de ofrecer profundidades superiores a 30 pies para los cruceros acorazados tipo “Garibaldi”, se contrató en Italia al ingeniero Luis Luiggi para que presentara un proyecto de puerto militar en las costas atlánticas. El ingeniero mencionado presentó el anteproyecto general de las obras al Ministerio de Guerra y Marina en junio del año 1896. Sancionada la ley 3450 y promulgada en diciembre de 1896, se dio principio a los estudios terrestres y marítimos los que fueron divididos en dos grandes grupos: a) Puerto Militar, que comprendía: Dársena a marea, dique de carena, arsenal de la armada ferrocarril estratégico y obras de defensa. b) Obras accesorias: Telégrafo estratégico, faros y semáforos. El proyecto definitivo que debía servir de base a la licitación entre casas especialistas en obras hidráulicas, fue presentado al Ministerio de Guerra y Marina a mediados del año 1897 y en agosto de dicho año se dio principio a los preliminares de la licitación. Después de varias prórrogas, el 29 de enero de 1898, estudiadas las propuestas por el ingeniero Luiggi, éste aconsejó la presentada por los señores Dirks, Dates y Van Hattem. Aceptada esta propuesta el contrato respectivo fue aprobado por el Poder Ejecutivo el 28 de abril de 1898, encomendándose al ingeniero Luiggi la dirección técnica y administrativa de las obras, con amplias facultades. A mediados de mayo de 1898, la empresa constructora empezó a acopiar los primeros materiales, construyendo el Ferrocarril del Sud una línea Férrea desde su estación Grünbein hasta la de Punta Alta, hoy Puerto Belgrano, inaugurada el 30 de agosto de 1898 y entregada al servicio público en noviembre de 1898. Simultáneamente se construyó por el Estado la prolongación del ferrocarril estratégico para el transporte de armamento destinado a las baterías.
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En el proyecto del Puerto Militar estaba incluido el gran dique de carena. Para su construcción se emplearon como 80 mil metros cúbicos de hormigón incluyéndose los muros laterales, el pozo de bombas y como 4.000 metros cúbicos de granito y sienite para el revestimiento. El cubo máximo de hormigón colocado en obra, en un mes, fue de 8.000 metros cúbicos trabajando día y noche, con excepción de los domingos. Una particularidad de estas obras era la rapidez con que fueron ordenadas, estudiadas, contratadas y ejecutadas, a pesar de que la localidad en donde fue ubicado el Puerto Militar era un arenal completamente desierto, distante 30 kilómetros del mas cercano pueblo, que es Bahía Blanca y mas de 700 kilómetros desde Buenos Aires. El 2 de julio de 1898 se clavo el primer pilote del cofferdam, cuando aun no llegaba el ferrocarril a las obras; un año después, junio de 1899 se empezó la excavación del dique tras del cofferdam; el 25 de julio de 1900 se colocó la primera zorra del hormigón y el 2 de enero de 1902 entraba al dique el primer acorazado el “San Martín”, bajo el mando del Contralmirante Atilio S. Barilari y del capitán de navío D. Hipólito Oliva. El día 8 de marzo de 1902, S. E. el Presidente de la Republica, Teniente General D. Julio A. Roca, que desde un principio siempre siguió con el mayor interés el desarrollo de las obras del Puerto Militar, desde a bordo del acorazado “Garibaldi”, que se encontraba en seco en el dique, declaraba inaugurado oficialmente el dique de carena. Así las obras fueron estudiadas, contratadas y ejecutadas en unos cinco años. A este satisfactorio resultado contribuyó la buena voluntad que demostraron los señores Ministros que tuvieron intervención en las obras, Teniente General Levalle, Comodoro Rivadavia, doctor Civit y Capitán de Navio Betbeder. Autorizada la construcción del Puerto Militar y habilitado para el servicio a que fuera destinado, el primer plan de organización del Arsenal fue formulado por su entonces jefe, contraalmirante Atilio S. Barilari, distinguido marino de destacada actuación en los círculos de Bahía Blanca.
Como éstas eran las casillas construidas en Punta Alta, en 1897. La actual zona fue en su iniciación Puerto Militar y luego Arsenal del Puerto Militar, a raíz del decreto del superior gobierno de la Nación, sancionado en fecha 22 de marzo de 1905. Posteriormente en el mismo año, se decidió la habilitación del Puerto Militar para operaciones comerciales, sin que ello significara que su carácter esencialmente militar se afectara en lo mas mínimo en los principios para que fuera creado. La organización definitiva del puerto en Base Naval, data del 1° de agosto de 1923, fecha en que el Poder Ejecutivo aprobó el reglamento general, modificando así su condición de la Región Militar, bajo cuya denominación se hallaba habilitado desde mayo de 1923. Estos son, en síntesis, los antecedentes que ilustran sobre diversas fases por que ha pasado la Base Naval de Puerto Belgrano, hasta llegar definitivamente a adquirir la actual situación que ocupa dentro de la organización naval del país. El radio total que ocupa la zona militar, incluido baterías, alcanza a una superficie de unas tres mil hectáreas cuadradas. En el mismo Registro Nacional, se confunden los nombres dados primitivamente al lugar donde se emplazaron las obras navales militares. Tan pronto se dice Puerto Militar de Bahía Blanca, como Puerto Belgrano o Puertos de Punta Alta y Punta sin Nombre. Mas usual fue la designación de Puerto Militar hasta que por decreto del 22 de marzo de 1903 se le llamó Arsenal del Puerto Militar y mas adelante Base Naval de Puerto Militar. Por
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reglamentación de 1° de agosto de 1923, quedó su nombre tal como está al presente: Primera Región Naval de Puerto Belgrano. Sin embargo, en el conocimiento popular, sigue llamándose como en su creación: Puerto Militar, como la ciudad entrevista por Luiggi a la que bautizó con el apellido del presidente de la República: “Urriburía”, sigue llamándose el nombre original del lugar: Punta Alta.
Inauguración del Ferrocarril Estratégico, el 30 de agosto de 1898. En la foto aparece el Ministro de Guerra y Marina. Teniente General Nicolás Lavalle.
El presidente doctor Uriburu y el Ingeniero Luiggi, en una de las baterías. Además de las obras principales para el Puerto Militar, se iniciaron las obras complementarias a lo largo de las costas del Atlántico de acuerdo al proyecto estudiado por el ingeniero Luiggi. Con este objeto fueron adquiridos los materiales para la línea telegráfica estratégica al Sur, iniciándose la primera sección del mismo hasta el Chubut. Se estableció también un telégrafo óptico entre la costa y los buques fondeados en el Puerto Militar.
El acorazado San Martín, atracado en Puerto Militar.
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Fue autorizada la construcción de los dos faros y semáforos para indicar la entrada del Puerto Militar y de algunos faros para la costa Sur, esto es, los de la isla Penguin, de la isla Año Nuevo, del Río Chubut, del Río Negro, etc. El Ministro de Marina, Comodoro Martín Rivadavia, emitió su opinión en la memoria elevada al H. Congreso de la Nación, donde entre otros párrafos establecía que: “Las fuerzas combinadas de mar y tierra con su artillería ligera de campaña, que tendrá su asiento en este importante centro militar, cabeza de varias líneas estratégicas y comerciales que lo unen a toda la República, lo harán inexpugnable una vez terminado el plan que sigue el P. Ejecutivo para la defensa de ese punto”. La primera batería que estuvo completamente artillada y en condición de combate, fue la número 3, ubicada en Punta Congreso (antes Punta Sin Nombre) y fue experimentada el día 9 de mayo de 1899, en presencia del Ministro de Guerra General Luis María Campos, cuya halagüeña opinión al respecto está resumida en el telegrama que dirigió al Presidente de la República, Tte. Gral. Julio A. Roca el mismo día de la prueba, y en algunos de cuyos párrafos dice: “Acabo de visitar las obras del Puerto Militar y las defensas. El día espléndido ha favorecido la excursión. La impresión que causa el estado general de las obras es enteramente favorable. En estos lugares, antes desiertos y silenciosos, reina una animación extraordinaria. Los médanos y la costa están llenos de construcciones, de talleres, de plantaciones y el ferrocarril militar que pone todas las obras en comunicación está en pleno movimiento. He visitado detenidamente la batería 3, que está terminada. Naturalmente, las defensas del puerto tendrán toda su máxima eficacia con los fuertes que se construyan sobre el Banco Toro, de acuerdo con el programa trazado de antemano. Se realizaron las experiencias de tiro con las cuatro piezas de 24 centímetros de 35 de calibre de la batería citada. Estuvieron bajo la dirección de Los comandantes Dufourq y Mallo. Se hicieron 12 disparos con granadas de 215 kilos y carga de 25 kilos pólvora Macarroni. Estos disparos fueron muy buenos en dirección y distancia. Ya de noche nos dirigimos a la batería número 5, en construcción la que fue bautizada cabiéndome el honor de ser su padrino y la de colocar la mezcla que sostendrá el escudo nacional, que será seguramente bien defendido el día de la prueba. El señor ingeniero Luiggi, llena debidamente la misión difícil de que está encargado”. La artillería que se emplazó en las baterías para defensa del Puerto Militar, fue adquirida por el general Domingo Viejobueno, en el año 1889, en las usinas Krupp, de Alemania. Los veinte cañones de las baterías fueron trasladados desde el Arsenal de Zárate, donde estaban depositados, y habían costado la suma de un millón de pesos oro.
El presidente Uriburu, con el Ingeniero Luiggi, se dirigen a Baterías, en el Ferrocarril Estratégico. Creemos hacer un acto de justicia mencionando los nombres de las personas que, por su cargo, mas influyeron para realizar las obras del Puerto Militar. Son ellas: Teniente General Julio A. Roca, Presidente de la República, que en calidad de presidente del Senado e interinamente Presidente de la República, por enfermedad del doctor Uriburu,
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autorizó en 1895 la adquisición de los primeros buques de la flota atlántica y ordenó los estudios del Puerto Militar. Doctor José Evaristo Uriburu, durante cuya presidencia fueron concluidos los estudios del Puerto Militar y sancionada la Ley N° 3450 que autorizó las obras. Ingeniero don Guillermo Villanueva, Ministro de Guerra y Marina cuando fue estudiado el proyecto y sancionada la ley del Puerto Militar, en diciembre del año 1896. Teniente General don Nicolás Levalle, Ministro de Guerra y Marina, cuando fueron empezados los trabajos de las baterías y contratadas las demás obras, en febrero y abril de 1898. Comodoro don Martín Rivadavia, Ministro de Marina y que estaba al frente del Estado Mayor General de la Armada, cuando principiaron los trabajos.
El primer dique. Se distinguieron también por su apoyo a las obras, en los diferentes aspectos de las mismas, el capitán de navío don Manuel José García, los comandantes Félix Dufourq, Beccar, Scott Brown, mayor Villavecchia, etc.
Líneas Ferroviarias
Vías del Ferrocarril del Sud.
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La construcción de Puerto Militar exigía de inmediato enormes cantidades de materiales, los que, en parte eran transportados en las bodegas de los buques, pero otra gran cantidad debía ser conducida par tierra. Se necesitaba de urgencia el tendido de una línea férrea de Bahía Blanca a Puerto Militar, y el ferrocarril del Sud, accediendo a la indicación del Poder Ejecutivo, emprendió su trazado. Nada más elocuente al respecto que reproducir un comentario del diario “La Nueva Provincia”, que escribía, en octubre 9 de I898: “Uno de los meritorios triunfos alcanzados por la Empresa del Ferrocarril del Sud, ha sido proporcionado sin duda alguna por la construcción de la línea militar estratégica de Grünbein a Punta Alta. La Empresa del Sud fue encargada de construir esa línea férrea en circunstancias que apremiaban al Gobierno Nacional, y al mismo tiempo que se tiraban los rieles para la vía al Neuquen. Ambas líneas se consideraban de vital importancia para la defensa nacional, en momentos en que las relaciones con el país vecino amenazaban llegar a hacerse difíciles. Se encomendó al Ferro Carril del Sud que no se omitiese sacrificio alguno para que la vía a Puerto Militar fuera terminada dentro del reducido plazo de sesenta días. El día 7 de junio de 1898 se inauguraron los trabajos, empleando 350 obreros, estando las obras bajo la dirección, de los ingenieros señores Mellamn y Kno-Little. El día 24 de julio, es decir, a los 48 días de comenzada la obra, se colocaba el último riel en el punto estratégico donde se levantó la estación que tomó el nombre que tiene hoy la ciudad: Punta Alta. Se habían construido 18 1/2 kilómetros de terraplén y de vía férrea, pasando sitios salitrosos, húmedos y arenosos”. El ramal férreo se libró al servicio de cargas públicas el día 26 de septiembre de 1898, y el 1° de noviembre se inauguró el servicio regular, estableciéndose un tren diario que partía de Bahía Blanca a las 9 de la mañana y tardaba una hora y veinte minutos en llegar a Punta Alta. Regresaba a Bahía Blanca en la tarde, partiendo de Punta Alta a las 4 y 10 minutes. Con la construcción de este ramal, Punta Alta no sólo quedaba ligada a Bahía Blanca, sino a toda la red general del Ferrocarril del Sud y bien pronto el aumento de pasajeros y carga obligó a la Empresa a aumentar el número de los viajes diarios. Por ley sancionada el día 16 de diciembre de 1903, y que lleva el número 4279, se acordó al señor Diego de Alvear la concesión de una línea férrea con terminales en Rosario de Santa Fe y Punta Alta. Dos años más tarde, el 5 de diciembre de 1905, la concesión fue transferida a la llamada Compañía Francesa, la que libró la explotación al servicio, público el 17 de diciembre del año 1910. Con motivo de la llegada del primer convoy a la estación Almirante Solier, procedente de Rosario, se organizó un programa de festejos, presidido por el señor Romeo Ferrandi. La comisión entregó medallas conmemorativas al señor Diego de Alvear y a los ingenieros señores Eduardo Otten y Francisco Sisqué. El entonces Jefe de Puerto Militar, capitán de navío don Vicente E. Montes, pronunció con motivo de la inauguración del ferrocarril un elocuente discurso que terminó saludando a la laboriosa población de Punta Alta “génesis ahora de la futura ciudad marítima del Atlántico”. Resultando un serio inconveniente el que el recorrido del Ferrocarril Rosario Puerto Belgrano terminara en Almirante Solier, en vez de Bahía Blanca, punto troncal de líneas férreas, la empresa tramitó con empeño la extensión de sus rieles hasta la ciudad, lo que consiguió finalmente, inaugurando el nuevo trecho de vía el día 3 de marzo de 1923, y dotando con ello a Punta Alta de un nuevo servicio de transporte.
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Vías del Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano.
Mirada Retrospectiva Allá por el año1895,nuestro país, sintió la imperiosa necesidad de poseer un puerto militar, de acuerdo con los últimos adelantos de la ciencia portuaria, defensas fijas, diques y arsenales, para poder resguardar cómodamente sus grandes naves de guerra, que debieran incorporarse oportunamente a nuestra Armada Nacional, causa mas que suficiente para que el Superior Gobierno de la Nación se interesara con la urgencia debida la designación el personal especializado en la materia, a cuyas comisiones científicas de Ingenieros Civiles y marinos argentinos, se incorporó como director técnico de las mismas el aventajado Ingeniero del genio civil italiano San Luis Luiggi, — contratado al efecto con la autorización del gobierno de su nacionalidad — a fin de determinar el paraje apropiado sobre nuestras extensas costas del Océano Atlántico, done se podrían realizar las obras del puerto mencionado. Después de los estudios y observaciones efectuados sobre el terreno — desde el punto de San Borombon hasta las lejanas costas de San Cruz —en el año 1896, ya se tenia técnica y estratégicamente la seguridad de su ubicación; resolviéndose por lo tanto efectuar algunos trabajos primordiales por administración: la construcción de líneas telegráficas militares y oficina para la misma, que empezó a prestar servicios en los primeros días del mes de Mayo del mismo año en Puerto Belgrano, del otro lado de Arroyo Pareja, instalándose al mismo tiempo algunas comisiones de estudios a lo largo de la costa, desde Punta Tejada hasta Colina Doble —cuyo personal se alojaba en carpas de campaña. Posteriormente, el año 1897, bajo la dirección del activo y no menos inteligente ingeniero uruguayo Don Antonio Piaggio, se da comienzo con toda premura a la construcción de las baterías III y IV. Seguidamente se trazó la línea del ferrocarril estratégico, tendiéndose los rieles desde Punta Alta basta dos kilómetros más allá de Punta Sin Nombre: línea que cruzaba Arroyo Pareja por medio de un puente construido con pilotes de madera dura.
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Espéndida vista panorámica de Punta Alta, tomada desde los médanos, en el año 1907, por el fotógrafo Alfredo Martín.
LOS PRIMEROS PUEBLOS PUERTO BELGRANO: Sobre la margen izquierda del Arroyo Pareja, en el foco de las primeras actividades en materias de obras en construcción; grupos de empleados, obreros y comerciantes con sus familiares, arman sus viviendas y se forma un núcleo de población, dotado de Oficina de Telégrafo estafeta de Correos, Delegación de la Armada (proveeduría) Escuela Particular, comercio de comestibles, fondas, carnicería, peluquería y mercería; son sus primitivos pobladores (detallaremos por orden de presentación) Varela, Cotarelo, Devoto, Gazzola, Maydagna, Carminatti, Ferro, Torrontegui, Manzini, Gennari, Ruiz, García del Real, Palaci y otros. CIUDAD ATLÁNTIDA: Adquiridas estas tierras por los señores, Raggio Carneiro y Pedriel (las que fueron del Cacique Ancalao) subdivididas en solares, quintas y chacras por el ingeniero Jacmenson de la Presilla; se formó otro pequeño núcleo de población —allá por el año 1898—. Son sus primeros pobladores Juan Colla con un pequeño almacén, Francisco Zanotti con panadería, la primera y única en su género en aquellos tiempos, Juan Scolla con sastrería, Italo D´Aste, Cornellio Van Rees, J. Chaves, L. Malvides, con sus familias y algunos otros. URIBURIA: Así fue, como lo designara en sus planos definitivos el eminente Ingeniero Jefe de las obras del Puerto Militar, Don Luis Luiggi —Llamémosle el fundador del pueblo, que hoy le decimos Punta Alta; sólo a él le corresponde ese honor. Mermadas las actividades en las proximidades de los ya citados pueblos Puerto Belgrano y Ciudad Atlántida, estos van dejando de serlo paulatinamente; oficinas, proveeduría, y otras dependencias son trasladadas como también su personal, a la zona donde dan principio las grandes obras militares en el paraje denominado Punta Alta (Hoy Puerto Militar). Este fue el motivo original de que surgiera nuestro pueblo, se levantaron modestas construcciones que ocuparon los obreros, empleados del puerto en construcción e incorporándose luego personas dedicadas al comercio y a la industria, sumándose también los que procedían de los pueblitos en decadencia, debido a las causas enumeradas. Fueron sus primitivos habitantes, Manzoni, Malerva, Salomón, Bolevele, Barrios, Constantini, Pinzon, Luna, Nardini, Menicucci, Menéndez, Montero, Torresi, Mussini, Mora , Bianchi, Abrichaca, D´Angelo, Ferrandi, Caseras, Tonelli, Vilar, Magdalena, Del Alamo, Reimondi, Piselli, Ferreti, Verdini, Sartori, Diez, Melchori, Junco, Razo, García, Bidini, Chiodi, Goñi, Pirrera, Merino, Balbín, Patrignani, Vertí, Azarini, y muchos otros que fueron llegando y que en este instante escapan a mi memoria. Esos hombres veían en su imaginación, la futura grandeza y prosperidad de un pueblo, nacido al calor del Puerto Militar, el que hoy a alcanzado un lugar preponderante en el concierto de sus similares, por cuya causa sus habitantes reclaman, con sobrada justicia, que llegue el loado día que se incorpore para siempre como un partido autónomo, y que sus autoridades
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comunales nazcan del seno de sus pobladores, hombres bien intencionados, amantes de la grandeza y del progreso del pueblo, al que han dedicado los mejores años de su juventud, formando aquí sus hogares y entregando sus hijos al servicio de la Patria.
Don Felix Merino Hernández “El Progresor”
Don Félix Merino Hernández y su familia. Quizá no podía encontrar el señor Merino Hernández un nombre más simbólico para ostentar al frente de sus múltiples actividades como el que eligió ya hace muchos años: "El Progreso". Y ello porque desde su radicación en Punta Alta el señor Merino ha ido de progreso en progreso. Es un ejemplo palpable de lo que puede hacer una decidida voluntad puesta al servicio de un objetivo determinado y de las oportunidades que la Argentina ofrece a los espíritus emprendedores. El señor Félix Merino Hernández nació el día 20 de noviembre de 1881, en Valdelacasa, provincia de Salamanca, España, siendo sus padres don Antolín Merino y doña Florencia Hernández. El 25 de febrero de 1908, desembarcaba en el puerto de Buenos Aires y unos días después se radicaba ya en Punta Alta, trabajando en su oficio de herrero, en un taller que tenia establecido uno de sus familiares, don Francisco .Merino, taller de herrería que fue uno de los primitivos del pueblito en formación. Como primer paso de su propia independencia, instaló un taller de herrería y carpintería de carruajes y carros en la calle Urquiza, en el año 1912, al que puso ya el nombre de "El Progreso". Ocho años después, hace levantar un edificio propio en la calle Rota, donde traslada su industria, considerablemente agrandada y a cuyo frente permanece pordos años más. En 1922 decide aunar la industria y el comercio, y establece su negocio de ferretería, pinturería, corralón de artículos de construcción, artículos sanitarios, carpintería, etc. A partir de este momento la casa va tomando un empuje gradual, y el señor Merino, hombre practica y de amplia visión comercial , va invirtiendo sus energías y posibilidades en una nueva actividad, que redunda en inmediato beneficio de Punta Alta. Construye edificios y más edificios especiales para empleados y obreros, y los vende a los interesados a cuotas convencionales, permitiendo así que muchos resuelvan el problema de la casa propia.
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Un rincón de "El Progreso". La atención que el señor Merino prestó y presta a esta actividad lo demuestra el hecho de pasar de cincuenta las casas levantadas conforme a su plan y que están ubicadas en distintos barrios de Punta Alta. Aparte de tales construcciones, posee propiedades que dedica a renta, lo que significa que deja a beneficio del engrandecimiento de Punta Alta gran parte de lo que la población le dio.
Moderno frente del negocio. Contrajo matrimonio el señor Félix Merino Hernández, en España, con doña Aquilina Hernández, el día 11 de noviembre de 1906, y antes de embarcarse para América había nacido la hija Juliana. En Punta Alta nacieron los demás hijos o sean: Maria, Juana y Gerónimo, este último casado con doña Elsa Mendolia. Todos los hijos del matrimonio han realizado estudios en distintos institutos, siendo dos de las hermanas, Maria y Juana , maestras así como el hijo Gerónimo. Este es maestro en Baterías y la hija Maria ejerce en la escuela Humberto 1º, la primera con que contó Punta Alta, en Puerto Belgrano. Deseoso de ver a sus familiares, el señor Merino Hernández realizó un viaje a España en el año 1939, regresando nuevamente a nuestra ciudad. Sus actividades comerciales e industria]es no le impidieron a don Félix tomar parte en las cuestiones colectivas, habiendo actuado en la Asociación Española, Comisión de Fomento, Liga de Defensa Comercial, etcétera.
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Historia de Punta Alta I AÑO 1827 El Registro Oficial publica un decreto, fecha agosto 16 de 1827 encargando al coronel don Juan Manuel de Rosas la celebración y conservación de la paz con los indios y autorizándolo para hacer los preparativos tendientes a asegurar la extensión de la frontera Sud y el fomento del Puerto de Bahía Blanca. Firman el citado decreto Dorrego y Manual Moreno
AÑO 1829
*** Se nombra Comandante General de la Frontera Sud, al Coronel don Ramón Estomba.
AÑO 1852
*** El marino Lorenzo Mazscarello surca nuestra bahía en barcos de vela, iniciando un activo comercio y balizando en forma adecuada el canal para poder atracar en las márgenes del Maldonado. AÑO 1857
*** En el mapa geológico y topográfico de los alrededores de Bahía Blanca, levantado por orden del Superior Gobierno, por Augusto Bravard, del Instituto Histórico Geográfico, Buenos Aires año 1857, se hace una descripción de la bahía y estuario, que lleva los siguientes nombres, empezando desde el Atlántico: Monte Hermoso, Punta Tejada, Punta Sin Nombre, Médano del Ancla Rota, Punta de la Cigüeña, Arroyo Pareja, Esqueletos de Ballena, Médano de Punta Alta, Puesto de Ancalac, Casco “Paulista”. Entre los Canales del Norte y del Sud ubica los bancos de Punta Tejada, del Gaucho, Bajo del Toro y Alto del Toro. Señala ya las boyas colocadas en el canal en el año 1856. Como se ve la mayoría de las designaciones topográficas de entonces son las mismas que subsisten hoy. Con respecto al Casco “Paulista”, su nombre está unido íntimamente a la historia de Bahía Blanca. Este nombre que le da Bravard a un punto de la bahía corresponde al lugar donde naufragó el barco “Paulista”, que llevaba las armas y bagajes de la expedición del coronel Silvino
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Olivieri, el comandante de la Legión Italiana, que llegó a Bahía Blanca el 5 de febrero de 1856, un año antes de la visita de Bravard.
Año 1896 . Este estaba habitado por los Indios Ancalao, en los medanos del norte.
Al referirse a las tierras que rodean a la actual ciudad de Punta Alta, decía Bravard: “Montículos de arena con algunos cubiertos de yerba y arbustos, pero con más frecuencia completamente estériles”. AÑO 1870 *** El día 25 de agosto de 1870, en las primeras horas de la mañana, una invasión de indios atravesó el Arroyo Pareja y arrebató una gran cantidad de hacienda en las estancias cercanas. El comandante don José 0. Llano, con soldados y vecinos de Bahía Blanca, persiguió a la indiada, recuperando los animales y matando al cacique jefe de la invasión.
Viviendas de los primeros tiempos.
Litoral atlántico, desde Punta Asunción a Punta Laberinto. 53
AÑO 1882 *** El primer barco a vapor penetra en la bahía.
AÑO 1888 *** El 20 de septiembre de 1888, el señor Francisco Zanotti fundó la primera panadería de l zona, en la actual Ciudad Atlántida, proveyendo a los barcos de la flota de guerra. El establecimiento se titulaba: “Panadería Garibaldi”. AÑO 1894 *** Al principio del año 1894, un súbdito francés de apellido Pinsolles, obtuvo autorización para instalar un criadero de ostras en Arroyo Pareja, y levantó las instalaciones necesarias, importando las ostras madres.
AÑO 1895 *** El diario bahienses “El Porteño”, en su edición del 4 de julio de 1895, afirma que el promotor de la idea de la creación de un puerto militar en Bahía Blanca, se debe a su ex director y fundador, señor Mariano Reynal. Este periodista, en efecto, escribió distintos artículos abogando por la creación de un puerto en Bahía Blanca.
AÑO 1896 *** El día 2 de marzo de 1896, el ministro de Guerra, ingeniero don Guillermo Villanueva ordenó al ingeniero Luis Luiggi los estudios preliminares sobre el Puerto Militar. *** Por decreto de marzo 20 de 1896, el Gobierno Nacional nombró al personal para la Comisión de Estudios de Puerto Militar. Designó para nivelaciones y perforaciones al ingeniero don Julio B. Figueroa, a don Juan Alliotti y a don Eduardo Burbridge. *** El día 21 de junio de 1896, el ingeniero Luiggi presentó el proyecto y estudio preliminar de las obras de Puerto Militar. *** La ley No. 3450, promulgada el día 2 de diciembre de 1896, dispuso la construcción de un Puerto Militar en Bahía Blanca, autorizándose un gusto total de diez millones de pesos oro sellado. Esta ley está, hasta el presente, mantenida en secrete. AÑO 1897 *** En este año se instaló la primer carnicería de Punta Alta, propiedad del señor Antonio González. *** En agosto 21 el Registro Nacional de la República Argentina, por intermedio del Ministerio de Marina, inserta una resolución ordenando a la Intendencia de la Armada que a contar desde el mes de julio del mismo año, provea mensualmente al racionamiento en especie que solicite el Director de las Obras de Puerto Militar, para el personal de ingenieros, ayudantes y obreros que trabajan en los puertos “Punta Sin Nombre” y “Punta Alta”. *** En octubre 8, se resuelve que la Intendencia de la Armada provea en lo sucesivo racionamiento al personal de la O. Telegráfica de P. Belgrano y a la familia del jefe.
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Los pilotes que quedan de lo que fue el primer muelle para operaciones de Arroyo Pareja.
Señores
Salvador y José Maio
1-Señor Salvador Maio. 2-
Señor José Maio.3-Señor Hoffmann. Esta firma es ampliamente conocida en Punta Alta par sus extensos negocios en carnicerías pues sus locales se encuentran en todos los barrios de la localidad, constituyendo una verdadera cadena de casas vendedoras, directamente al público. La primera de las carnicerías fue abierta en el año 1914 en la calle Bernardo de Irigoyen 240, poniéndose a su frente el señor Salvador Maio. Desde entonces el volumen de las ventas fue en constante aumento y de un modo tan rápido, que obligó a la apertura sucesiva do otros locales, hasta sumar el sumar de diez, que están actualmente en funcionamiento en Punta Alta. Es difícil encontrar muchos ejemplos similares, pues por lo regular cuando el monto de las transacciones se eleva, las firmas suelen convertirse en sociedades anónimas y con capitales ajenos. En el caso presente, los hermanos Maio han venido entregando en progreso a Punta Alta, los beneficios que conseguían con suactividad y espíritu de iniciativa, manteniendo siempre su nombre al frente de la razón social. Además de su importante negocio de abastecedores, los señores Maio se dedican también a la explotación de la agricultura y la ganadería, para lo cual tienen diversas extensiones de campo en las proximidades de Bajo Hondo. Desde hace muchos años secunda con toda eficiencia a los señores Maio, el señor Alejandro Hoffmann, que está al frente de la administración general, en el escritorio que la firma tiene instalado en su local propio de la calle 25 de Mayo 331.
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Si a las actividades ya anotadas se agrega que los señores Maio se dedican, por relación estrecha con su negocio, a la compra y venta de haciendas en general es fácil darse cuenta que el giro anual de casas se eleva a cantidades apreciables que la colocan entre los establecimientos de primera fila de Punta Alta. La casa central es la situada en Bernardo de Irigoyen 112, de la cual publicamos una vista interna, tomada hace algún tiempo, y las demás están ubicadas en las siguientes direcciones: Luiggi 581; Irigoyen 799; Roca 639; Pellegrini 190; Rosales 500; Rosales 201; San Martín 399 y Urquiza 354.
Interior de una de las carnicerías que posee la firma.
Señor Julio Sandrini
Señor Julio Sandrini. Es la sencilla y escueta biografía de don Julio, la de uno de esos italianos de temperamento enérgico y emprendedor que llegaron a nuestro país a principios del siglo y que, dedicados al trabajo, lograron montar o instalar una industria a fuerza de iniciativa y esfuerzos. En efecto, el señor Julio Sandrini, nacido el 11 de noviembre de 1889 en Pontagna, provincia de Brescia, hijo de don Pedro Eustaquio y doña Magdalena Marchione, llegó a la Argentina el año 1905, cuando apenas contaba 16 años. Procedía el señor Sandrini de una familia en que era tradicional el oficio de maestro de obras o constructor. Conocía los secretos de la edificación y sabía lo suficientemente el dibujo, para progresar de inmediato en una región como la de Bahía Blanca, en que todo estaba en fiebre de ebullición constructiva.
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Asistentes de la inauguración de la mina, el día 19 de mayo de 1927.
Fue así, como casi de inmediato entró de albañil, y más tarde capataz con la Empresa del Ferrocarril al Pacífico, que tendía sus líneas secundarias y levantaba estaciones en La Pampa. Actuó en todo el tramo desde Nueva Roma a Huinca Renancó, conquistándose ascensos y simpatías en el cuerpo de ingenieros que dirigían las obras, que hallaron en él a un elemento comprensivo y eficaz, a pesar de su extrema juventud. Ya conocedor de las características del país, se radicó en la capital federal, actuando como constructor y en especialidad contratando la ejecución de frentes en edificios de importancia. Regresó a su antiguo escenario de Bahía Blanca en 1915 y decidió encaminarse hacia la industria, siempre en conexión con la construcción de viviendas. Para ello tomó a su cargo la explotación de una mina de arena en la cercanías de Maldonado, una de las primeras que se industrializó de manera activa. Ya encaminado en este campo de actividades, siguió buscando buenos depósitos de arena y fue él quien en 1922 inició la extracción del producto en la mina de Grunbein. Mientras pasaban los años, fue extendiendo de manera tal sus negocios y fue tan requerido el producto por los constructores, que tuvo que ampliar decididamente su explotación. Adquirió, pues, en compra, una fracción de 40 hectáreas, frente a Los Polvorines, e inició de inmediato el trabajo de extracción. La superficie comprada es ahora la mayor mina de arena que existe en los alrededores, no sólo de Punta Alta sino de Bahía Blanca. Baste decir, como ejemplo de la naturaleza de la arena que de la mina “Puerto Belgrano” se extrae, que es de uso obligado para las grandes obras que se levantan en una amplia zona. Ha sido el señor Sandrini proveedor del material, para las obras de pavimentación de Bahía Blanca y Punta Alta, camino asfaltado a Punta Alta, elevadores de Ingeniero White, Puerto Nacional, pavimentación de Tres Arroyos, González Chaves, Azul, Bolivar, 25 de Mayo y muchas más. Tal intensidad de explotación hizo necesario disponer de desvíos ferroviarios propios, lo que consiguió el señor Sandrini del Ferrocarril Sud, cuyos ingenieros recordaban bien al antiguo capataz de líneas ferroviarias. La arena y el pedregullo de la mina “Puerto Belgrano”, son productos aprobados por todos los departamentos técnicos nacionales, provinciales y municipales. El señor Sandrini, en su tierra de la chacra No. 16, una vez extraída la arena, convierte la superficie en una hermosa quinta. Ha plantado frutales, olivos, alfalfa, todo en un árido médano. Para realizar el milagro, hizo perforar un pozo adecuado que provee de agua para regadío a la quinta. Cuanta iniciativa de bien público necesita el apoyo de don Julio, lo consigue de inmediato. Su aporte, jamás se mezquinó en este sentido y en Punta Alta y Bahía Blanca se tienen repetidas pruebas de su desprendimiento y generosidad. Actuó el señor Sandrini y sigue actuando en las instituciones de Punta Alta, ya que reside en la localidad en su amplia casa habitación de la calle J. J. Passo número 776. Don Julio contrajo enlace el día 5 de febrero de 1920, con doña Benita Carli, habiendo del matrimonio los hijos: Aldo, que secunda activamente al padre, PerIa, estudiante de quinto año del Colegio Nacional, Flora y Julio César.
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Espléndidas vista panorámica de la explotación de arena.
Señor Benito Lorenzo
1-Señor José Lorenzo.2-Don Benito Lorenzo 3-Señor Benito Lorenzo (h.) Este nombre designa a una de las firmas constructoras que mayor cantidad de edificios han levantado en la planta urbana de Punta Alta. especialmente en los últimos tiempos, y casas de renta y particulares de verdadero interés estético y arquitectónico han sido diseñadas por esta empresa constructora.
Durante muchos años, desde 1906 hasta 1940, estuvo al frente de la misma el señor Benito Lorenzo, hasta que sus hijos estuvieron en edad de tomar sobre sí las responsabilidades del negocio, siendo entonces que el señor Lorenzo dejó la dirección de las obras a cargo del hijo José, pero continuando siempre el mismo rubro de la casa, es decir: Benito Lorenzo. Nació el señor Lorenzo en Santa Cruz, provincia de Orense, España, el día 15 de agosto de 1880, llegando a la Argentina en 1906 y radicándose en Punta Alta. desde 1907. Fueron sus padres don Andrés Lorenzo y doña Dolores Calvo. Poco después de su llegada a Punta Alta el señor Lorenzo empezó a actuar en nuestro medio como constructor, y debido a su competencia y exactitud en los convenios, bien pronto logró que su nombre fuera extensamente conocido y apreciado y afluyeran a él los propietarios deseosos de levantar sus moradas en Punta Alta. En Los primeros años, fueron tan requeridas sus actividades que tenía que atender las obras en la ciudad y en distintos lugares de la campaña. Sus muchas ocupaciones no impidieron que el señor Benito Lorenzo prestara el calor de su apoyo a toda iniciativa beneficiosa para la población, formando parte de diversas instituciones
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sociales y benéficas, siendo en distintos períodos miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Española. Nuestro biografiado se casó el día 3 de abril de 1903 con doña Amalia Durán, y de dicha unión nacieron los hijos Manuel, casado a su vez con doña Leticia María Diez; José, casado con doña Maria Pascual; Benito casado con doña Vicenta Pasto. y Dolores, casada con el señor Julio Garaventa . La casa paterna, asiento de los negocios de la firma formada por los tres hermanos: Manuel, José y Benito, es en la calle Luiggi 15, donde el señor José Lorenzo atiende todo lo concerniente a las obras en ejecución y prepara planos, proyectos y presupuestos.
1-Casa destinada a comercios, levantada por esta firma constructora. 2-Uno de los hermosos edificios contruidos por la firma.
Como una demostración acabada de lo que decimos anteriormente, basta citar algunos de los edificios levantados en Punta Alta por la firma constructora Benito Lorenzo, de algunas de las cuales publicamos una fotografía. Son entre otras: el local ocupado por la tienda y mueblería “La Florida”, la Cooperativa Eléctrica, las casas de los señores Arnaldo Mora, Veremundo Álvarez, Juan Pons, etc. El cumplimiento de la empresa constructora ha sido siempre tan exacto que goza del mejor concepto en todos los círculos de la localidad, tanto en su faz económica como en la capacidad profesional. El señor Benito Lorenzo no tan sólo ha construido propiedades para otros, sino que supo también invertir sus beneficios en levantar casas de renta, habiendo así contribuido por partida doble en el mejoramiento edilicio de Punta Alta.
Señor Manuel Lorenzo.
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Señor Manuel García Ballesteros
El señor Manuel García Ballesteros con su señora esposa e hijitas.
El señor Manuel García Ballesteros, hombre dinámico y decidido, posee en Punta Alta una de las casas mejor montadas y surtidas, en los ramos de rotisería, fiambrería, fábrica de pastas y productos porcinos que adquirió ya en un estado floreciente y que con su dedicación e iniciativa ha logrado no tan sólo mantener, sino aumentar la extensa clientela del negocio, ubicado en Humberto 1o 472. Nació el señor García Ballesteros el día 20 de octubre de:1909, en la localidad de General Conesa, en el territorio de Río Negro, y es hijo de don Baldomero García, antiguo y acreditado comerciante de aquella región, y de doña Dolores Ballesteros, siendo tanto el padre como la madre de origen español. Luego de terminar sus estudios, el señor García Ballesteros aprendió la práctica del comercio al lado de su señor padre, pero pronto sus inclinaciones personales debían desviarlo de estas actividades y llevarlo a radicarse en la capital federal. En efecto, el señor García Ballesteros, que posee espléndidas condiciones de dibujante comercial y pintor, desarrolladas en los ratos de descanso, quiso poner a prueba su capacidad de inventiva publicitaria, y lo hizo audazmente en un medio como Buenos Aires, donde el dibujo comercial es altamente cotizado por las fuertes firmas industriales y gráficas. Su técnica y su concepción moderna del dibujo para anuncios y afiches, no tardó en llamar la atención y es así como estuvo durante dos años como dibujante en la importante casa Feit y Olivari, de renombro nacional, puesto que abandonó obligado por razones de salud. Fue por tal motivo que regreso a sus lares y se decidió a reincorporarse al comercio, pero sin dejar jamás el cultivo de su pasión por el arte, al que dedica los ratos de ocio que le permite sus extensas actividades.
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Vista parcial del interior del comercio. Eligió para establecerse a Punta Alta, comprando la casa de antigua data "Mora", continuando explotando los mismos renglones de fiambrería, rotisería, fábrica de pastas frescas, y anexando la elaboración de factura y productos porcinos, con lo que dio un nuevo y mayor impulso a las ventas del establecimiento. El señor García Ballesteros, que atiende y dirige personalmente su negocio, provee a los buques de artículos comestibles, teniendo reparto establecido tanto en Punta Alta como en Puerto Belgrano. Nuestro joven biografiado contrajo enlace el día 8 de enero de 1938, en Punta Alta, con doña Pura Thenis López, hija del señor Jesús López y de su esposa doña Teodora Carrizo. Del matrimonio nacieron las hijas: Marta Olga y Elsa Cristina, cuyas fotografías aparecen en nuestra Galería Infantil. Ilustramos esta crónica con una vista de las modernas e higiénicas instalaciones del comercio que nos ocupa, y además una fotografía del frente del negocio, ubicado como queda dicho en Humberto 1ro. 472.
Frente del moderno local que ocupa el negocio.
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Señores Serpilli y Corinaldesi
1-Señor Constantino Corinaldesi. 2-Señor Eugenio Serpilli. Los señores que forman la firma que nos sirve de epígrafe, tienen instalada en la calle Rivadavia 280, un negocio de broncería artística, artículos funerarios y construcción de obras panteones, placas, fotografías sobre porcelana etc. con destino a la necrópolis. De su capacidad para la concepción de los planos y la ejecución de las obras que se le encargan son una prueba acabada los numerosos monumentos recordatorios que han levantado en el cementerio de Punta Alta, la mayoría de los cuales se distinguen por la sobriedad de su estilo y lo correcto de sus líneas arquitectónicas, como es dable observar por los grabados que de algunos de ellos insertamos en esta página. Además de estos trabajos especializados, en los que los señores Serpilli y Corinaldesi han puesto de relieve sus condiciones creadoras, han levantado también en Punta Alta algunas casas particulares, ya que ambos son eficientes conocedores del ramo de la construcción. En efecto, ambos socios vinieron a Punta Alta en calidad de obreros albañiles y frentistas y bien pronto tomaron a su cargo la contratación de los frentes constituyendo una sociedad que debía perdurar hasta nuestros días, sin otra variación, que convertirse de contratistas en dueños de su propia industria de construcciones. El señor Eugenio Serpilli nació en la provincia de Ancona, Italia, el día 5 de febrero de 1910 siendo hijo de don Oreste Serpilli y de su esposa doña Leonilda Corinaldesi, embarcándose para la Argentina en el año 1928, radicándose en Punta Alta en el transcurso del mismo año, dedicándose, como queda dicho, a efectuar trabajos de albañilería.
El señor Constantino Corinaldesi, nació el día 11 de septiembre de 1908 en Bahía Blanca, siendo sus padres don Augusto Corinaldesi y doña Oda Cesaretti, habiendo aprendido el oficio de albañil y frentista en la vecina ciudad. En el año 1933 se radicó en Punta Alta formando la sociedad con el señor Serpilli. El escritorio de la firma Serpilli y Corinaldesi esta instalado en la calle Rivadavia 280, donde también tiene en exposición la colección de placas recordatorias en mármol y bronce, artículos afines, etc., y donde atienden la confección de planos, proyectos y presupuestos
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Culto Católico
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Monseñor Terrero bendice el templo el día de su inauguración.2- Estado de la construcción de julio de 1941.
Con los primeros pobladores de Punta Alta, se iniciaron también las actividades religiosas de esta ciudad, aunque en forma sumamente precaria, concurriendo periódicamente un sacerdote Salesiano, desde Bahía Blanca, allá por el año 1901, debiendo oficiar los actos del culto en residencias particulares. En esa misma fecha se iniciaron las gestiones para levantar la actual iglesia parroquial que posteriormente fue parcialmente ampliada. El archivo parroquial comienza el año 1909 figurando, como primera acta matrimonial, la del Sr. don José P. Varela con doña Celina Paz. Los libros de Bautismo registr4aron como primera acta la de la niña Amalia Victoria Sánchez Fernández. asentada el 1ro de enero de 1909. Aparecen firmando los libros del archivo parroquial, los siguientes Capellanes Vicarios por orden cronológico: Ernesto De Bonis, Ramón Gavernet, Eulogio Fernández, Aurelio Alcoba, Marcelino Herrero, Jorge Roca y Dionisio Pio: hasta que por decreto del Obispado de La Plata, de mayo de 1934, se eleva a Parroquia la hasta entonces Capilla Vicaria de Punta Alta. Figura como primer Cura Párroco, el Pbro. Dionisio Pio, a quien sustituyó en el cargo, el actual Cura Párroco y Vicario Presbitero Doctor Eugenio Bossetti, con fecha 3 de febrero de 1935.
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Presbítero Dr. Eugenio Bosetti, Cúra Párroco. Las instituciones parroquiales establecidas en la Parroquia con vida floreciente, son: Apostolado de la Oración, Hijas de María, Virgen de Lujan, Virgen del Carmen, Virgen de Pompeya, Virgen María Auxiliadora, San Antonio de Padua, San Luis Gonzaga, y Coro de Ángeles; y además dos Comisiones Pro Templo. Año tras año ha ido en constante aumento la intensificación del movimiento religioso, como lo deja traslucir elocuentemente el siguiente dato: de 4.600 comuniones habidas durante todo el año 1934, se pasó a 15.000 el año 1940. La iglesia actual resulta extremadamente pequeña para sus fines pertinentes, por lo que el año 1935 se planeó y se llevó 3 cabo un gran movimiento ;pro construcción de una nueva iglesia, habiéndose creado dos Comisiones Pro Templo, la de Damas que actualmente preside la señora Elisa A. de Marseillan, y la de Caballeros que Preside el señor Antonio S. Cartolano; habiendose reunido en el primer año la cantidad excepcional de $ 24.000, entre las familias del pueblo exclusivamente. Después de adquirir un magnifico terreno, que demandó laboriosas gestiones durante tres años ante la Municipalidad de Bahía Blanca, el 19 de Marzo de 1930, se colocaba, en acto solemne la piedra fundamental del nuevo Templo que fue bendecida por el Excelentísimo Sr. Obispo de Bahía Blanca Mons. Dr. Leandro B. Astelarra.
Una visita del Obispo Diocesano Monseñor Leandro B. Astelarra, a la Igesia de Punta Alta. (Foto de Paolis y Migones). Iniciados los trabajos de construcción del Templo N. S. de Luján, de tres naves, de elegante estilo, neogótico, de 20 metros de ancho por 55 de largo, se ha llegado ya a la altura del techado, habiéndose invertido la cantidad de 46.000 pesos reunidos exclusivamente entre el vecindario de Punta Alta. La situación actual ha constituido un poderoso impedimento para la ayuda prometida por los Poderes Públicos, lo que ha motivado la momentánea Paralización de la obra. Entre tanto, las comisiones no descansan en su desempeño de reunir fondos para continuar los trabajos. La iglesia de Punta Alta, que con el tiempo, como queda dicho anteriormente resultó insuficiente para las necesidades religiosas de la población, fué planeada por el arquitecto Sr. José Bauerle, que antes de radicase en B. Blanca fue empleado de la empresa constructora del Puerto Militar y el templo estaba en construcción en el año 1904. En diciembre de 1903 circuló entre el escaso vecindario la siguiente nota:
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”Aproximándose las grandes fiestas de la Iglesia, el día de la Inmaculada, en que por primera vez será administrada la Comunión de los niños de Puerto Militar, el día de Navidad, el primero de año y la Pascua de Reyes, y deseando que nuestra capilla provisoria estuviera arreglada dignamente para estas ceremonias, hemos resuelto dirigirnos a nuestros convecinos rogándoles quieran cooperar según sus medios a este piadoso fin. - Eulalia P. de Forat; Sarah H. de Guilley. La suscripción, a la que contribuyeron las dotaciones de los buques de la escuadra, alcanzó un total de $ 312.15.
Maquete del nuevo Templo
La comisión de Damas y Caballeros Pro Templo, en el solar donde se construye la nueva Igesia. (Foto de Paolis y Migones).
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Señor Antonio S. Cartolano
Señor Antonio S. Cartolano
Este apreciado vecino de Punta Alta, nació en Juárez, y llegó a Punta Alta en el ya lejano año de 1909, en el mes de marzo. Desde entonces ha actuado intima y eficazmente en distintas actividades económicas, políticas y sociales, de las que haremos una escueta reseña. Ocupó la secretaria del Juzgado de Paz en los años 1918 y 1919, y desde este ultimo año hasta 1923, fue Valuador de Rentas de la Provincia. Editó en Punta Alta desde 1908 a 1910 el periódico "El Independiente". Fue secretario de la primera Comisión Pro Autonomía, el año 1911. Durante once años seguidos fue presidente de la Sociedad Italiana Unión y Progreso, y bajo su presidencia se construyó el actual Teatro Cine Colón. Fue también presidente fundador de la Sociedad Argentina de Protección y Ayuda Mutual. Fundador y presidente de la Cooperadora de la Escuela 99. Desde 1930 es presidente de la Cooperadora de la Escuela 20. Actúa como Presidente de la Comisión Administradora del Cine Teatro Co1ón; como presidente de la Comisión Pro Templo y tesorero del club Social. En el año 1939 fue condecorado con la distinción mas alta acordada por el Centro de Martilleros de Hacienda y Bienes Raíces de la Capital Federal, con una medalla de oro y diploma de honor, por haber cumplido 35 años en la profesión, con toda honestidad y corrección. En política milita desde el año 1913 en la U. C. Radical, teniendo el No. 853 del Registro del C. de Bahía Blanca, y ha desempeñado los cargos de Secretario General en los años 1916 a 1920, vice presidente en el año 1925 del sub comité local, y convencional del C. de Bahía Blanca para la 6a. sección. Se casó en 1906 con doña Antonia Matilde Moronell, de la localidad de Juárez, y son sus hijos: Ismael Antonio, doctor en odontología y Néstor Hugo, estudiante en la actualidad de 7o. año de medicina.
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Doctor Ismael A. Cartolano
Doctor Ismael A. Cartolano
En la calle Irigoyen 173 tiene abierto su consultorio de odontología el Cirujano dentista doctor Ismael A. Cartolano, a quien se puede incluir entre los profesionales hijos de Punta Alta, pues a pesar de haber nacido en Bahía Blanca reside en la localidad desde su infancia. Es hijo don Ismael del apreciado matrimonio constituido por don Antonio S. Cartolano y doña Antonia Matilde Moronell, habiendo nacido el 7 de febrero de 1909. Realizo sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Bahía Blanca y entro en la Universidad Nacional del Litoral, Facultad de Medicina de Rosario, donde siguió los cursos de Odontología, egresando con el titulo de cirujano dentista en el mes de marzo do 1937. Poco después decidió abrir su consultorio en Punta Alta para lo cual adquirió las instalaciones mas modernas y apropiadas par a la profesión, iniciando el ejercicio de su carrera el 11 de Octubre de 1937. Además de una clientela propia que ha sabido formarse el doctor Ismael A. Cartolano, atiende a numerosos asociados de instituciones benéficas y mutualistas, como ser: Sociedad Argentina, Sociedad Italiana, Centro de Retirados de la Armada, Asociación de Maestros de la Provincia, Asociación Nacionalista de Maestros, etc. Nuestro biografiado contrajo enlace el 27 de enero de 1940 en Punta Alta, con doña Julia Haydée Liberatore, naciendo la hijita Ana Maria.
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LIGA DE DEFENSA COMERCIAL E INDUSTRIAL
La Comisión Directiva del ejercicio 1940.
Es esta una entidad local que trata de ir cumpliendo su cometido con toda dedicación y en defensa de los intereses colectivos del comercio y de la industria. El origen de la fundación de esta institución, se remonta al año 1924 y fue el 27 de Abril de ese año, en que se reunió un grupo de vecinos comerciantes en el ramo de almacén, en el local del Restaurant “La Pilarica”, que fuera de don Frutos García y en cuyo acto, se esbozó la necesidad de formar una entidad que tendiera a la defensa de los intereses comunes, quedando formada la sociedad con esta denominación. Liga de Defensa Comercial de Punta Alta, Sección Almaceneros Minoristas. Se nombró la primera junta directiva que resultó integrada así: Presidente, Eugenio Aniello; vice-presidente, Francisco Párraga Perales; tesorero, Ulpiano Zapico; secretario, Isidro Calvo; pro-secretario, Oreste Guerino; vocales: Santiago González, Manuel Vigil, Arsenio Romero, Serafín Fernandez y Leoncio Gómez. Esta sociedad actuó hasta el día 30 de Abril de 1930 en cuya fecha se reunió la comisión directiva y varios comerciantes, bajo la presidencia del señor Higinio Fernández en cuya reunión se determinó reorganizar la entidad bajo fines mas amplios a efectos de que pudieran asociarse los comerciantes e industriales de todos los ramos, a cuyo, efecto se procedió a reformar el estatuto. determinándose convocar a una asamblea general para el día 14 de Junio del mismo año. Esta asamblea que fue bastante numerosa aprobó todo lo actuado, quedando resuelta la constitución de la nueva sociedad bajo la denominación de "Liga de Defensa Comercial e Industrial" de Punta Alta, quedando también resuelta la modificación de los estatutos sociales y eligiéndose la comisión directiva en la siguiente forma: Presidente, Emilio Alvarez; vice, Pablo Alvarez; secretario, Cándido Unamuno; pró-secretario, Raimundo del Río; tesorero, Isidro Calvo: pro-tesorero, Pio Rossi; vocales: Higinio Fernández, Domingo Ferro y Salvador Maio. La institución entró de lleno en su labor y realizó distintas gestiones en beneficio de los asociados. Se sucedieron nuevos ejercicios que fueron presididos por los señores Estanislao L. Boffi y Cipriano Sarasola y en todos ellos hubo preocupación por el cumplimiento de la acción que debía realizar la institución, lográndose bastante éxito en todas las gestiones desenvueltas, el que no pudo ser mayor a causa del escaso entusiasmo demostrado por buena parte de los propios interesados y ante la incomprensión de los poderes públicos, que siempre ven en el comercio y en la industria al contribuyente y no a la fuerza viva que impulsa el adelanto de los pueblos. La comisión que preside dio en el año 1940 los destinos de la Liga que estaba integrada así: Presidente, Cipriano Sarasola: vicepresidente, Luis Masserini; secretario, Jaime Pujol; prosecretario. Manuel Vigil: tesorero Emilio, Alvarez; pro-tesorero Pedro del Río; vocales: Claudio Rodríguez, Alfredo Palermo, Florentino Rubio y Antonio Monjas; suplentes: José Tulli Angelini y Tomás Souza.
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Si los señores comerciantes e industriales se compenetraran bien de la conveniencia que les reportaría el mantenerse unidos y compactos en esta Liga, inmensos serían los beneficios que lograrían en el desarrollo de sus actividades. Todo trace creer, que este convencimiento se irá acentuando y ello será bien para los asociados y para el comercio en general.
Historia de Punta Alta II
1-El primitivo hospital naval y la torre de vigilancia.2- Las primeras casillas de maderas de las obras de Puerto Militar. Año 1897 *** En la Guía Comercial de Bahía Blanca, editada por Royquaud y Cía. octubre de 1897, aparece el señor Varela como telegrafista en Puerto Belgrano teniendo a sus órdenes a guarda hilos. *** En noviembre, la mensajería "La Argentina del Sud", de los señores Mora y Hervitt, tenía servicio de diligencia a Puerto Belgrano y Arroyo Pareja. Salía de Bahía Blanca de la calle O'Higgins 35 a las 7 a. m. y partía de regreso de Arroyo Pareja a las 2 p. m. Por viaje directo se cobraba 4 pesos y 6 para ida y vuelta. La tarifa para encomiendas y correspondencia era convencional.
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1-La escuela Humberto 1o. tal como fue constuída inicialmente. 2- El primer depósitos de las aguas corrientes. 3- La primera de correos y telégrafos de Puerto Militar. 4- La contrucción de esta casas se inició en 1898. Año 1898 *** El contrato por cuatro millones de pesos oro sellado, firmado por el Gobierno Nacional con los señores Dirks, Dates y Van Hattem, fue aprobado el 28 de abril de 1898. *** EI día 2 de, julio de 1898, se clavó el primer pilote del cofferdam, en las obras de Puerto Militar. *** Ocupándose de las obras en Puerto Belgrano, un diario bahiense escribió en octubre de 1898: "Hay en Punta Alta mas de 30 casillas de madera, algunas construidas con todo costo y chic, como el chalet del ingeniero Luiggi. Estas construcciones forman la actual ''ciudad'' de Punta Alta., sin contar las muchas carpas que constituyen las viviendas de los trabajadores" "La casa de negocio, mas antigua de Punta Alta, dentro de su categoría, es la de 1os señores Tunessi, Lavarello y Chianda, proveedora de la empresa constructora de Puerto Militar" "La población de Punta Alta es el plantel de una futura ciudad". *** Gacetilla publicada por "La Nueva Provincia" en diciembre: "En Punta Alta acaba de instalarse una fabrica de soda y demás aguas gaseosas, establecimiento que esta a cargo del industrial señor Alfredo Caselli. También se está construyendo en aquel paraje un gran edificio en donde se instalará el hotel que hoy esta en un local provisorio. Con motivo de los diques que allí se construyen, notase un gran movimiento de operarios cuyo numero aumentará en pocos días mas cerca de los dos mil. Desde hace poco tiempo hanse instalado en dicho punto un regular número de casas de negocio. Todo esto será un motivo para que en breve Punta Alta sea un pueblito de importancia pues desde ya notase bastante movimiento".
ANO 1899
*** En su edición del 17 de enero de 1899, el diario de La Plata, "El Día", se ocupaba de Punta Alta en las siguientes líneas: ” La población de la Liverpool Argentina se ha duplicado, especialmente desde que la construcción del puerto militar llevó a ese punto millares de obreros, empleados, negociantes, etc.
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La circunstancia de que este puerto este a una hora de viaje de la ciudad, hace que como en La Plata, o con mas motivo que aquí, surja otra ciudad frente a la antigua. tan populosa como cosmopolita, la que se agrupa alrededor del puerto. Entre uno y otro punto hay dos trenes de ida y otros dos de vuelta, los que llegan hasta Punta Alta, el límite extremo de la línea que conduce al Puerto Militar. Los señores W. A. J. Dates, Pedro J. Dirks y M. van Hattem, constructores del ultimo, bajo la dirección del ingeniero Luiggi, han conducido los materiales que sirvieron para la construcción del puerto de La Plata. Muchas de las personas que vinieron a residir a La Ensenada en aquella época, se han trasladado a Bahía Blanca donde el porvenir es mas risueño”. *** "COSAS DE PUNTA ALTA. UN ESTADO APARTE". - La confusión que desde un principio provocó la construcción del Pto. Militar sobre donde empezaba y terminaba la jurisdicción militar y civil, o la nacional y la provincial y municipal, dio origen a serios inconvenientes y a multitud de abusos. Uno de los mas típicos es el que denuncia “ La Nueva Provincia", en febrero del año 1899 y que con los subtítulos de esta noticia, escribe: "Algo extraño es lo que pasa con la organización pública, podemos decir, de la zona de Punta Alta. Todos los moradores de allí, grandes y chicos, ricos y pobres, se creen con derecho de mirar como intrusos a todos los que tienen necesidad de llegar, por cualquier causa, a la zona Punta Alta. El comercio establecido allí se niega a pagar derechos e impuestos municipales, los abastecedores a abonar los derechos de tablada, etc., y como si esto fuera poco hasta se niega la entrada a delegados del gobierno municipal por creérseles que no tienen velas en este entierro. Y hay mas todavía. Se prohíbe el acceso a la estación ferroviaria de ca-
CASA BARGUEÑO
1-Señor Isidoro Bargueño. Gerente Honorario.2- Señor Obdulio Bargueño. Socio gerente.3- Señor Marcos E. Andrade. Socio.4- Señor Antonio Monjas. Sub-gerente.5Señor Manuel Malpartida. Sub-gerente.6- Señor Fabián García. Socio.
Esta importante casa de comercio, dedicada a los ramos de vestir y al adorno del hogar, constituye en Punta Alta una verdadera tradición, habiendo logrado alcanzar en sus muchos años de actuación correcta y atenta, el lugar de preferencia entre sus similares. 72
Sus fundadores, antiguos comerciantes de la zona, instalaron una sucursal en Punta Alta en el año 1910. Eran sus dueños los señores Isidoro, Obdulio y José Bargueño. Las sucesivas transformaciones seguidas por la primitiva tienda estuvieron en paralelo con el progreso de punta Alta y así como el ámbito de la ciudad fue extendiéndose de continuo, también las instalaciones y surtidos de la ''Casa Bargueño" tuvieron que ir ampliándose en consonancia con las nuevas necesidades de su vasta y constante clientela. No es posible, en reducido espacio, hacer la historia detallada del desenvolvimiento de esta casa de negocio. Pero cabe destacar que en su incesante superación, influyó en grado principal la moralidad comercial de los señores Bargueño. En efecto, sin falsos egoísmos supieron hacer de sus colaboradores los mas grandes amigos, siguiendo la vieja y ya casi abandonada costumbre argentina, de habilitar en el negocio a sus expertos y asiduos empleados. De esta unión y comprensión nació la poderosa fuerza impulsiva que a través de tres décadas convirtió a una pequeña sucursal en un negocio de gran giro y de crédito acrisolado. Como un ejemplo de lo dicho, basta el detalle de que, quienes se hallan actualmente al frente del negocio, son los mismos que se iniciaron modestamente como empleados hace años y que han sabido asimilar y practicar las normas de elevada ética que impartieron los señores Bargueño. Nos complacemos en insertar las fotografías de los principales factores que dirigen las distintas secciones de la “Casa Bargueño” en cada una de sus especializaciones.
Señor Roberto J. Patrignani
Señor Roberto J. Patrignani, su esposa e hijita. Uno de los hijos del matrimonio Patrignani-Semorile, es el señor Roberto J., que actualmente esta al frente del negocio de sastrería que fundó su señor padre don José, y que tiene el merito de ser la primera sastrería que se estableció en Punta Alta con carácter estable y definitivo. Nació don Roberto el día 27 de julio de 1902 en Bahía Blanca y a los pocos meses sus padres se radicaron en Punta Alta. Al tiempo, y cuando ya el hijo estaba capacitado para quedar al frente del negocio y de la sastrería, don José se retiró a descansar y ello ocurría en el año 1930 y desde este momento fue el señor Roberto J. Patrignani quien tomó a su cargo el giro del negocio, instalado en la calle Bernardo de Irigoyen 36 al 42, o sea en el propio centro de la ciudad, y de cuyo frente damos una vista. Espíritu progresista y amante del adelanto de Punta Alta, el señor Patrignani a actuado y actúa en distintas instituciones, tanto política como benéficas y económicas. En el momento de escribir estas líneas desempeña con eficacia y dedicación el delicado cargo de delegado municipal en Punta Alta, puesto que le fue conferido el día 13 de mayo por el comisionado señor Harrington, y en el cual ha puesto de manifiesto su cariño por la localidad, teniendo distintas iniciativas en pro de su progreso edilicio.
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Es actualmente tesorero del Club Rosario Puerto Belgrano, vocal de la Cooperativa Eléctrica, presidente de la Comisión de Festejos Patrios, tesorero de la escuela 4, etc. Políticamente es afiliado a la U. C. Radical, y ya desde joven desempeño el cargo de secretario del comité local. Se casó el día 26 de Abril de 1924 con doña Irene Magdalena Fratti, hija de don Primo y doña Julia Berini, antiguos pobladores, y del matrimonio nació la hijita Elsa Nair. Nos es grato consignar que el Álbum de Punta Alta halló en el señor Roberto J. Ptrignani, un excelente amigo y colaborador, por lo que le quedamos reconocidos sinceramente.
Frente de la sastrería.
Don Florentino Rubio “LA MARINA”
1-Don Florentino Rubio.2- Edificio de "La Marina".
Uno de los mas caracterizados y antiguos comerciantes de Punta Alta que aun sigue al frente de su negocio, es sin duda alguna el señor Florentino Rubio, que ha logrado, con su actuación ininterrumpida de tantos años, así en el comercio como en la sociabilidad, un lugar destacado.
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Nació el señor Rubio el 16 de octubre de 1884, en León, España, siendo hijo de don Manuel Rubio, y doña Fermina Gutiérrez. Contaba poco mas de veinte años cuando en 1905 llegó a Punta Alta, iniciándose como asistente del capitán Félix Ponsati, en Baterías. Al poco tiempo entró como empleado de comercio, en la casa González para pasar mas tarde a la del señor Gregorio Brieva. Dispuesto a independizarse lo hace por primera vez al hacerse cargo de la cantina del acorazado "Pueyrredón", lo que ocurre en el año 1909 y la mantiene hasta el año 1916, en que decidió instalarse en Punta Alta. Lo hace así, poniendo al frente de su negocio de almacén y anexos el nombre de “La Marina”. Al mando de la nueva casa así como en todas sus actividades anteriores, se manifestó el espíritu emprendedor y progresista del señor Rubio, llevando en poco tiempo a "La Marina" a figurar en primer termino entre los negocios similares de la localidad. Dispuesto a dotarla del local moderno y apropiado para la casa, levantó un hermoso edificio en la esquina de la calles Bernardo de Irigoyen y Roca, una vista de cuyo exterior reproduce el grabado de esta crónica. Siguiendo la práctica antigua de ayudar a sus colaboradores, don Florentino decidió incorporar a dos de ellos al negocio, lo que hizo el 1o. de febrero del año actual, creando la razón social Rubio y Cia.. Esta la forman don Florentino y los señores Elías Rubio y Manuel Vega. Don Florentino actuó repetidamente y con gran entusiasmo en el seno de la colectividad española, de cuya Asociación de Socorros Mutuos fue presidente en diversos periodos, así como un gran animador de las Romerías Españolas. Como enamorado del Progreso de Punta Alta, perteneció y pertenece a cuantas instituciones laboran por la ciudad, habiendo sido presidente de la Sociedad de Fomento en distintos periodos, ocupando igual cargo en la Confederación de Sociedades de Fomento del Partido.
Señor Moisés Aisenberg ”LA FLORIDA” El señor Aisenberg, dueño de uno de los negocios de tienda y mueblería mejor montados y surtidos de Punta Alta, es un antiguo vecino de la ciudad a la que llegó cuando recién se iniciaba el pueblo, en el año l907. Estuvo empleado en el comercio local, donde hizo sus primeras armas en el ramo de tienda, lo que le facultó para que, ya en 1921 abriera un negocio de tal índole, en compañía de un hermano, y poniéndole el sugestivo nombre de "La Florida".
Vista parcial del salón de ventas de "La Florida".
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Disuelta la sociedad, quedó el señor Aisenberg solo al frente de la casa en el año 1928. Desde tal fecha, "La Florida", cuyo nombre quedó imborrable al frente del negocio, ha sufrido sucesivas ampliaciones y mejoras, incorporando nuevos renglones y modernizando sus instalaciones. En la actualidad ocupa un hermoso edificio de dos plantas y subsuelo, ubicado en uno de los lugares mas céntricos de Punta Alta, como es la esquina formadas por las calles Irigoyen y Roca. En los salones del amplio local, que ya resulta casi reducido debido al enorme stock de mercadería en él acumulada, está instalada la sección tienda con todo sus anexos de lencería, tejidos, mercería, confecciones y modas. En la parte alta, destinada casi exclusivamente a exposición de mueblería pueden verse todos los estilos de la moda en relación con la industria del mueble, así sean estilos clásicos o contemporáneos y tapicería. El señor Aisenberg contrajo enlace el año 1927 en Coronel Suárez con doña Flora Sejzer, de cuya unión nacieron los hijos: Maria Elisa; Olga y Rubén. Insertamos el interesante grupo que forman el dueño del negocio y sus inmediatos colaboradores en "La Florida".
Don Antonio Liberatore
Don Antonio Liberatore
En la calle Roca 383, tiene abierta su escribanía el señor Antonio Liberatore, profesional de hondo arraigo en Punta Alta, ya que al margen de sus actividades puramente profesionales supo siempre acercar su entusiasta apoyo a cuantas manifestaciones culturales y deportivas se iniciaron en la localidad. Nació el señor Liberatore en Coronel Pringles el día 19 de mayo de 1888, siendo hijo de don Domingo y doña Catalina Caputo. Realizó sus estudios en Buenos Aires y recibió su titulo de Escribano Público en La Plata, el 14 de julio de 1914, Empezó a ejercer su carrera en Morón en el año 1922 y se trasladó sucesivamente a Punta Alta, Victorica, Pehuajó y Bahía Blanca, para radicarse definitivamente en Punta Alta en 1933. En su carácter de escribano público, el señor Liberatore esta a cargo del Registro Civil en el pueblo de Cabildo. Nuestro biografiado ha desempeñado los delicados cargos de presidente de la Sociedad de Fomento, de la Confederación de Sociedades de Fomento, del Club Social y del Club Náutico, formando parte de infinidad de instituciones. Se casó el señor Liberatore en Buenos Aires el año 1912, con doña Julia Croci, naciendo los hijos: Julia Haydée, casada con el doctor Ismael A. Cartolano; Maria Esther, que estudia en la actualidad cuarto año de farmacia; Nélida Rosa, estudiante de la Escuela Normal.
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Señor Juan E. Compagnucci
Señor Juan E. Compagnucci.
En la calle Humberto 1º. número 188, tiene su estudio el señor Juan E. Compagnucci, que posee el titulo de contador público nacional, y que además de su especialidad actúa como agente judicial, siendo en la localidad el representante del estudio de abogado del doctor Colapinto. El señor Compagnucci es hijo de Punta Alta, habiendo nacido el 14 de septiembre de 1911, siendo sus padres el señor Carlos Compagnucci y doña Josefa Raschia, matrimonio italiano de antigua data residente entre nosotros. Después de cursar sus estudios primarios y secundarios en Bahía Blanca, el señor Compagnucci se recibió de contador público nacional en La Plata, el año 1934, y de inmediato se incorporó al escenario local, hasta que en 1936 abrió su oficina propia en la que atiende los asuntos de una numerosa clientela. Contrajo matrimonio en el año 1935, con doña Aurelia de Caso, habiendo nacido el niño Ruben Héctor. Aficionado a las prácticas del deporte, el señor Compagnucci, en su calidad de vice presidente le tocó desempeñar la presidencia del Club Rosario Puerto Belgrano, en el año 1940, desempeñando el delicado cargo con entera dedicación.
Nombres que se RECUERDAN
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1-Don Mateo Varela y doña Filomena Abal de Varela. Llegados en octubre de 1896 a Arroyo Pareja.2-El señor Mariano Linares, unos de los primeros pobladores del lugar
Cuando se hace una lista de pobladores de una región, se incurre siempre en inexactitudes y omisiones, ya sea por insuficiente documentación o por involuntarios errores. Para no incurrir en este caso en semejantes descuidos, nos atendremos, en parte, a lo que otros han dicho, con anterioridad, sobre los primitivos pobladores de la región que actualmente incluye a Punta Alta. Reproducimos pues, párrafos atingentes al tema, entresacados del importante trabajo “Álbum Revista, Punta Alta ayer y hoy”, que publicó en 1931 el señor José M. Rodríguez: "Pasado el año l880 es cuando realizan excursiones a estos lugares algunos comerciantes, los "mercachifles", para realizar compras y ventas a los naturales que acampaban en estas inmediaciones. Se cree que varias personas levantaron campamento entre los que se puede contar a don José Nardini, como uno de estos. Los Linares, hijos del cacique Linares, acampaban por la batería séptima. En el campo denominado Ciudad Atlántida, estaban los Ancalao, descendientes del cacique del mismo nombre. Los Antenao, lindaban con los Ancalao, situados en el campo de Santamarina. El "criollo". Molina, acostumbrado a vivir entre los naturales, tenía el habito de vestirse con plumas y picles, simulando ser un cacique. Frente a Polvorines, vivía un indio solitario, llamado Pinto. En Arroyo Pareja habitaba el santiagueño Collares. José Nardini, apodado José el alto, por su elevada estatura, es posible que haya venido antes del 1885, juntamente con José Sardi, instalándose en los fondos del pueblo, barrio llamado en la actualidad "del castillo". En el centro de lo que es hoy la población, existía un ranchito de hojas y yuyos, donde habitaba un tal Ángel García. Felipe Zelaya, Marcelina Cruz, Manuel Díaz, Juan Laffalle, Pedro Hilario y algunos pocos mas, residían también por estos lugares. Tan escasos pobladores tenían los infaltables boliches, uno del vasco Istueta y otro del italiano Juan Colla. Los fundadores que se encariñaron con estas tierras y pusieron todo lo dable para que germinara un pueblo, son los siguientes: José Nardini, Pedro Luna, .Juan Devoto, Jacinto López, Alejandro Chiodi, Daniel Menendez, Antonio Villar, Felipe Arnaldi, José Bianchi, Luis Mallzoni, Antonio Malerba, Mateo Barela, José P. Varela, José García del Real, Juan Cavallo, Antonio Reimondi, José García Puig, Celso Mussini Antonio Giudicelli, Rafael D'Angelo, Pedro Avichacra, J. Pinzón, A. Contadini, Victorio Piselli, Juan Mora, Ageo Ferretti, Luis Zicarelli, Máximo Mussini, Sandalio Carminatti, Domingo Melchori, Francisco Zanotti, José Cerva, José Torresi, Pedro Barrios, José Antonio Díaz. etcétera."
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Señores Vigil Hnos. y Cía.
1-Señor Manuel Vigil. 2-Señor Cipriano Vigil.
Los señores Manuel y Cipriano Vigil, están al frente de la importante casa de negocio "La Estrella", ubicada en la esquina de Urquiza y Humberto 1o. Nacieron ambos en Oviedo, siendo sus Padres don José Vigil y doña Valentina Álvarez . En el año 1909 llegó don Manuel, radicándose en Coronel Pringles, empleándose en la casa de los señores Francisco Izarra y Cía. Con su entrada en la. importante firma, encontró el señor Vigil su senda trazada, pues sus dotes de trabajador activo, merecieron la ayuda deferente del señor Izarra, a cuyo lado se formó y cuya escuela de honestidad comercial formó la base de su prosperidad. En efecto, en la firma citada desempeñó distintos cargos en las diversas sucursales, las que ratificaron la confianza del señor Izarra y en 1917 el señor Izarra y don Manuel formaron una sociedad titulada Manuel Vigil y Cia., para explotar "La Estrella", en Punta Alta, siendo el primero comanditario de la casa. El año 1920 llegó el señor Cipriano Vigil y estuvo cerca del hermano hasta que en 1927 entró también en la razón social que se transformo en la actual o sea Vigil Hnos. y Cía. Desde su fundación “La Estrella” ha ido escalonando posiciones en Punta Alta, hasta el punto de colocarse en primera fila entre las casas de negocios de la ciudad. Además de los numerosos renglones de almacén, bazar, fiambrería, conservas, etc., la firma Vigil Hnos. y Cía. es representante exclusivo de la nafta "Pam-Am", de la International Harvester y de los neumáticos "Good-Year". Don Manuel Vigil ha dado siempre su apoyo a cuanta iniciativa cultural o benéfica se ha desarrollado en Punta Alta, actuando como presidente de la Liga Comercial, de la comisión de Romerías de la Sociedad Española, de la Comisión Directiva de la misma, etc. En el año 1919, el 25 de octubre don Manuel contrajo enlace en Punta Alta con doña Aquilina Merino, hija del matrimonio formado por don Francisco, y doña Maria Nicto, antiguos y apreciados pobladores de Punta Alta. De la unión Vigil-Merino, nacieron los hijos: Celia, casada con el ingeniero de la Marina don Teodoro Kreckler: Valentina; Maria Olivia y Francisco José. Las dos primeras son recibidas de maestras normales, Maria Olivia es actualmente estudiante de cuarto año de la Escuela Normal, y el varón Francisco José cursa sus estudios de primer año en el Colegio Nacional.
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Don Cipriano Vigil se casó el día 9 de marzo de 1931, también en Punta Alta, con doña Nieves Torrontegui, naciendo los hijos: María Mercedes y Ricardo Alberto. Además del negocio, en plena marcha, los señores Vigil son dueños de distintas casas de renta en Punta Alta y se dedican a diferentes actividades comerciales.
Señora Magdalena P. de Ilacqua En la esquina que forman las calles Colón y Rivadavia, desde hace largo tiempo esta instalado un negocio y taller de bicicletas, accesorios y anexos que figura entre los mas importantes de Punta Alta, donde la bicicleta ha tomado un poderoso incremento, ya como vehículo de paseo o medio de transporte para los obreros de la base naval. La "Casa Ilacqua", fue fundada por el señor Santos Ilacqua en el año 1923, y desde su iniciación supo imprimirle una expansión continua, agregando a las representaciones de las mas conocidas marcas de bicicletas, un bien montado taller de reparaciones y un surtido completo de repuestos. Agrego luego el renglón de motocicletas y mas recientemente, con el auge de la radiotelefonía, incorporó la venta de aparatos receptores de marcas de responsabilidad. El señor Santos Ilacqua era italiano de origen, habiendo nacido en el año 1891, llegando a nuestro país en el transcurso del año 1907, radicándose de inmediato en Punta Alta donde trabajo hasta que resolvió independizarse en 1923 quedando al frente del negocio, acaecida la muerte del señor Santos, su señora esposa doña Magdalena Páez, con la que contrajo matrimonio el día 21 de junio de 1919 en Punta Alta. Del matrimonio Ilacqua-Páez nacieron los hijos: Nélida , Araceli, casada con el señor Mc. Coubrey , Celia y Héctor Santos. La señora Viuda de Ilacqua vive en la casa de su propiedad de la calle Rivadavia, contigua al negocio.
1-Señor Santos Ilacqua.2-Vista parcial del salon de ventas.
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Señora Viuda de ROMERO e HIJOS
1-Señor Arsenio Romero y su señora esposa.2-La señorita Natividad Gómez y los hermanos Arsenio Vicente, Alberto Rubén y Vicente Oscar Romero. El fundador de esta casa de comercio fue el señor Arsenio Romero, persona ampliamente vinculada en todos los centros comerciales y sociales de Punta Alta y que falleció prematuramente el 22 de noviembre de 1940, cuando tenía en proyecto la ampliación y mejora de su casa. Nació el señor Romero en Logroño, España, en el año 1893 y llegó a la Argentina a la edad de 17 años. Actuó como empleado en la casa de negocio del señor Ferrandi, durante muchos años y llegando por su capacidad y contracción a ser encargado de 1a misma. Al independizarse lo hizo en unión de otros familiares, estableciendo un almacén con el simbó1ico nombre de "Los Unidos", y que actuó por algún tiempo. Ya en posición ventajosa para hacerlo, resolvió fundar una casa propia, lo que hizo en el año 1928, creando el negocio que dirigió hasta su deceso y que continúan su esposa e hijos. El almacén y fiambrería esta instalado en la esquina de las calles Mitre y 26 de Mayo, ocupando un local propio levantado al efecto y en el cual se edificaron las comodidades necesarias para la vivienda familiar. El señor Romero fue miembro destacado de numerosas instituciones locales, especialmente del Club de Cazadores "Diana", destacándose en el deporte del tiro, logrando conquistar señalados trofeos. Se casó el señor Romero el día 17 de Agosto de 1918 con doña Teresa Fontferrer, en Punta Alta y nacieron los hijos: Arsenio Vicente, Alberto Rubén y Vicente Oscar, quienes siguen las huellas del padre en cuanto a laboriosidad y actuación ciudadana. En el hogar de la señora de Romero vive, como una hija mas, su sobrina señorita Natividad Gómez, que aparece en el Grupo familiar.
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La instalación de la sección fiambrería.
Señor LEONCIO GOMEZ
Señor Leoncio Gómez, en compañía de los suyos.
Es don Leoncio Gómez uno de esos temperamentos decididos que al emigrar a nuestro país lo hicieron con el objeto no tan solo de conquistar un bienestar material, sino de formar un hogar argentino y quedarse aquí para siempre. Nació el señor Gómez en Valdefuentes, provincia de Salamanca, España, el 28 da junio de 1892, siendo sus padres don Manuel y doña Josefa Bernal. Se dirigió a la Argentina en el año 1912, llegando el 20 de octubre directamente a Punta Alta. Entró en la Armada nacional y como mayordomo estuvo en diferentes barcos de guerra, entre ellos el "San Martín", a cuyo bordo estuvo unos cuantos años. Realizó uno de los viajes de instrucción en el buque escuela "Presidente Sarmiento", y formó parte del contingente que fue mandado a Norte América para hacerse cargo y conducir al país al acorazado "Moreno,'. Dejó su puesto en la Armada en el año 1922 para instalarse con el almacén “Del Norte”, abriendo el negocio en Roca y Pellegrini, donde atendió a su numerosa clientela durante 10 años. Fue entonces que edificó su nueva casa en la calle Pellegrini y Rodríguez Peña, trasladando su almacén y conservando siempre el mismo nombre primitivo. El surtido fue ampliado anexándole bazar y ferretería, vinos, conservas, forrajes, etc. Don Leoncio Gómez contrajo matrimonio el día 4 de Noviembre de 1920, en Punta Alta, con doña Anunciación Romero, hija de don Inocencio y de doña Teodora Torres. Del matrimonio nacieron las hijas: Elisa Aurora y Dora Josefa. Con el apreciado matrimonio vive, como una hija mas, la señorita Aurelia Dora Gómez Romero.
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Propiedad de renta del Señor Leoncio Gómez.
Además de la propiedad de la casa que ocupa el negocio y la familia, el Sr. Gómez es propietario de varios edificios de renta en nuestra ciudad.
ASISTENCIA PÚBLICA Por el doctor León Silbering
Doctor León Silbering, autor de este trabajo. Hasta el año 1925, Punta Alta carecía de una repartición sanitaria que prestara asistencia a la población indigente y dispusiera de elementos indispensables para heridos o accidentados. Solo a mediados de ese año y a raíz de donaciones privadas habilitóse una salita para curaciones que funcionaba en el mismo local de comisaría, sita entonces en la calle J. J. Passo. En la comisaría, como es de imaginar, solo se podía efectuar la primera cura de algún lesionado antes de disponer su traslado a un hospital si el caso lo requería. Cuatro años mas tarde, toma recién intervención la Comuna de Bahía Blanca, adquiriendo un consultorio medico e instrumental y librando al servicio público una Sala de Primeros Auxilios en la calle Rivadavia 45, dependiente del Hospital Municipal. El medico de policía quedó encargado de la atención diaria de un consultorio externo para los enfermos sin recursos. Bien pronto, con el crecimiento de la población, se puso en evidencia la necesidad de ampliar sus funciones y dar cumplimiento a los deberes inherentes de carácter profiláctico: vacunaciones, desinfecciones, etc.
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Un año después se crea —por gestiones del entonces medico municipal, doctor León Silbering— un consultorio obstétrico y asistencia de partos a domicilio. Por otra parte y haciendo honor a la benemérita Sociedad de Beneficencia se construye con sus propios recursos un edificio destinado al funcionamiento de la Sala de Asistencias Pública, mientras una comisión vecinal se constituye para arbitrar los medios para la adquisición de una ambulancia. Ambas comisiones se ven coronadas con el más franco éxito y en brillante ceremonia y auspicio popular se inaugura el edificio y entra en funciones la primer ambulancia el 15 de Octubre de 1933. La Sala de Primeros Auxilios iba perfilándose como un pequeño nosocomio y con justas y 1ógicas aspiraciones al Hospital propio. Han transcurrido ocho años y Punta Alta que ha alcanzado categoría de ciudad y cuyo progreso se manifiesta diariamente en forma pujante y vertiginosa, siendo la necesidad. de bastarse con sus propios medios en ese aspecto sanitario creando el Hospital vecinal para nuestra localidad y zona que comprende. Ya resulta insuficiente la asistencia prestada por el consultorio externo de clínica general y obstétrico, ambulancia y curaciones. Debe ampliar sus servicios en consonancia con sus necesidades. Una Sala de cirugía y sus anexos de esterilización. El cuerpo medico local en mutua colaboración sabremos realizar una intervención de urgencia, evitando muchas veces enojosas consecuencias por la demora de tiempo al tener que remitir un enfermo a la vecina ciudad. Una Sala de Maternidad para que las mujeres pobres en el último trance de la gestación encuentren un ambiente de higiene suficiente que sea una garantía la atención obstétrica y si la paciente lo requiere la intervención médica. Situaciones de apremio que atendidas de inmediato pueden significar la salvación de dos vidas. No debe faltar tampoco una sala de infectocontagiosos. Hemos sido testigos de epidemias locales de gravedad que, para conjurar el peligro de contagio y difusión, era menester aislar los enfermos y tender cordones sanitarios y no poder llevar a cabo esas medidas de higiene por falta de comodidades. Nos evitaríamos así tener que improvisar lazaretos como debió hacerse hace algunos años, frente a una epidemia de triste recordación. Reconocemos una causa muy fundamental para comprender la trayectoria algo lenta de nuestro organismo sanitario. Seguramente que la necesidad nos hubiera aguijoneado para procurarnos los medios en la protección de nuestra salud, si no hubiera sido —lo recalcamos— por la ilimitada ayuda que nos ha dispensado siempre el hospital Naval. Ya tendríamos el hospital local si no pudiésemos derivar nuestros enfermos para una intervención de urgencia al hospital de la Zona; y la ambulancia de la Sala de Primeros Auxilios se hubiera adquirido años antes si no se contara con la de esa dependencia. Punta Alta políticamente esta fuera del territorio de la Primera Región. Además nos separa su condición militar y civil nuestra población. Pensemos que si por circunstancias fortuitas 1a ayuda de la Marina a Punta Alta quedara restringida y hasta interrumpida, nos veríamos privados de su valioso auxilio. Considerando, pues, estas posibles circunstancias debemos subsanar y completar la estación sanitaria. Estos sanos propósitos en favor de nuestro Hospital propio son perfectamente realizables. Punta Alta goza de fama bien ganada de conseguir lo que quiere y para esa repartición sagrada, cuyos Beneficios se reparten por igual a todos los habitantes, no faltarán generosos aportes y abnegados sacrificios para una institución de bien público. La adquisición de la nueva ambulancia para reemplazar a la existente, que ha cumplido un servicio inestimable, podría ser el comienzo del nuevo capitulo de progreso en la historia de nuestra Asistencia Pública.
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Pobladores Antiguos
1-Señor Francisco M. López. Llegó a Bajo Hondo en el año 1880. 2-Señor Pedro J. Barrios. Vecino Primitivo. 3-Señor Domingo Gennari. Navegaba las aguas de nuestra bahía en el año 1897.
Señor Dante Patrignani "Arquitecto"
Arquitecto Dante Patrignani.
Es don Dante Patrignani, hijo del apreciado matrimonio y antiguos pobladores de Punta Alta, formado por don José, ya fallecido y doña Natalina Semorile.
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Nació en Punta Alta el 30 de junio de 1914 y luego de cursar sus estudios primarios, en la localidad, pasó, al Colegio Nacional de Bahía Blanca, a objeto de prepararse para seguir la carrera de su predilección: la arquitectura. Inscripto en la Universidad Nacional del Litoral. egreso de la facultad de Ingeniería con su titulo de arquitecto nacional el día 23 de diciembre del año 1938. Tiene la satisfacción el señor Patrignani de ser el primer profesional de su especialidad nacido en Punta Alta y que se instaló en el lugar de su nacimiento. Lo hizo abriendo su estudio en julio de 1939 y desde el principio logró rodearse de un bien merecido prestigio. En efecto, ya la construcción moderna, con su distribución interna y el aprovechamiento del espacio, necesita de un profesional capacitado para diseñar los proyectos, habiendo ya pasado al olvido la época en que los propios constructores eran a la vez los encargados de proporcionar los planos. Llegado en esta era de transición, el señor Patrignani vio facilitado su cometido, y de su estudio han salido innumerables planos y proyectos, cuyos edificios adornan las calles de Punta Alta. Bastaría para demostrar su gusto estético y su capacidad creadora, el hermoso edificio de la Cooperativa Eléctrica, si otros muchos no confirmaran lo expuesto. El señor Patrignani es un hábil dibujante, siendo además un buen aficionado a la escultura y a la pintura. Tiene su estudio en la actualidad en la calle Irigoyen 23, altos.
Señor Juan Merino Hernández
1-Señor Juan Merino Hernández, rodeado de su esposa e hijos.2-Vista parcial del interior del negocio. En la calle J. J. Passo 237, en un local propio, levantado exprofeso, el señor Juan Merino Hernández tiene instalado un moderno negocio de ferretería, artículos sanitarios y bazar, que goza de mucha clientela en Punta Alta. Nació el señor Merino Hernández. en Val de la Casa, provincia de Salamanca, el día 27 de marzo de 1897, siendo sus padres don Antonio y doña Florencia . Se casó en su pueblo natal con doña Luciana Rodríguez, hija de don Juan y de doña Juana Iglesias. El joven matrimonio ya había decidido radicarse en la Argentina en busca de amplios horizontes, y se embarcó a los quince días de casados, en el mes de noviembre de 1922. Hábil herrero, el señor Merino desempeñó su oficio en casa de un hermano establecido en la localidad, hasta el año 1931 en que decidió empezar a luchar por su cuenta.
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Instaló un taller de herrería dispuesto a abrirse camino en el trabajo que mas conocía, pero pronto se dio cuenta que con el auge del automóvil estaba en decadencia su oficio, decidiéndose luego iniciarse en el negocio de ferretería. Paulatinamente, a medida que iba conquistando una clientela, atraída por su atención y la de doña Luciana, que atienden por igual el negocio, fue ampliando el giro de su comercio, edificó un cómodo y amplio local para el mismo, que permite una adecuada exhibición de las mercaderías, y que tiene las construcciones necesarias para residencia familiar. Del matrimonio del señor Merino Hernández con doña Luciana Rodríguez nacieron los hijos Antolín, Juan y Florencio, que secundan al padre en la atención de la casa. Es don Juan amante de prestigiar todas las elevadas iniciativas de bien colectivo, siendo socio de la Sociedad Española, Liga de Defensa Comercial y de la Sociedad de Fomento.
Historia de Punta Alta III
1-Inauguración de las instalaciones provisorias para proporcionar agua potable a los buques de la Armada. Está presente el subsecretario de Marina, Capitán de Fragata Juan A. Martín. Junio de 1898 (Cortesía Boffi).2-Visita a las obras de Puerto Militar por el doctor José E. Uriburu, ex-presidente de la Republica. Lo acompañan el ex Ministro de Guerra y Marina, Ingeniero Guillermo Villanueva y los ingenieros Castro, White, Brian, señor Barrow y otros, Noviembre 29 de 1898 (Cortesía Boffi). AÑO 1899 rruajes y carros que no sean de una determinada empresa que ha monopolizado el comercio de transportes, no sabemos con qué derecho. De suerte que el pasajero que llegue con carga, tiene que salir con esta hombro hasta unos 300 metros y recién usar de sus propios elementos, carros o carruajes para transportar su carga y su propia humanidad al término de su viaje. Y para colmo de todos estos males, hasta se han comenzado a dictar ordenes de "destierro". Hace varios días se presentó en Punta Alta un vendedor de diarios, revistas, billetes de lotería, lápices, etc. y particular —que no sabemos que pito “diplomático” toca en esa "republiqueta”—, tomó preso al honrado vendedor. Después de algunas horas de capacha o "secuestro", no sabemos cual de los nombres será más oportuno, se le puso en libertad con la condición de no debía pisar mas en Punta Alta. Pero el
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hombre en cuestión, el vendedor que cree que la libertad civil, política, económica, etc., no son un mito, tuvo la ocurrencia de volver a los tres días posteriores. Más bien no lo hubiera hecho... En cuanto puso el pie en el andén de la estación, se dio con el personaje sus aventuras y zás! lo metió preso otra vez. Y lo tuvo 24 horas! Ahora preguntamos nosotros, con que razón y con que derecho se ha procedido a tal prisión y en un terreno público como es la estación? Aceptamos que se prohíba la entrada a la zona donde se practican las obras del Puerto Militar, que se establezca vigilancia y se haga salir a los intrusos que vayan a meterse dentro de esa zona, pero no que se mortifique a los transeúntes, comerciantes y viajeros en la forma que dejamos expuesta". *** Naturalmente que con la llegada del ferrocarril, construido desde Grunbein, los comerciantes aceptaron el cómodo sistema de transporte que evitaba el largo y penoso camino por los medanos, hasta las casas mayoristas de Bahía Blanca. Pero, un monopolio injustificado les prohibía la entrada con sus vehículos hasta la estación. Sus mercaderías tenían que ser descargadas al hombro, hasta una distancia de varias cuadras, si no se sujetaban a determinados pagos. Sobre la exacción protestó el comercio local con la siguiente nota, que lleva fecha 11 de febrero de 1899: "Al señor Intendente Municipal don Miguel Morixe. Los que suscriben, vecinos y dueños de negocios establecidos en Punta Alta, se presentan al señor Intendente y exponen: Que se nos prohíbe la entrada a la plazoleta de la estación del F. C. del Sud, con carruajes para pasajeros como también con carros para transportar las mercaderías de la estación a nuestras casas de negocio que tenemos allí establecidas pues la única entrada esta al lado del Departamento de Fuerzas Nacionales y no se nos permite el paso por allí. Por lo tanto pedimos al señor Intendente quiera tomar las medidas que crea convenientes para que se nos permita la libre entrada con carruajes y carros para la conducción de pasajeros, cargas y descargas, ordenando la apertura de una calle hasta la estación. Hacemos presente al señor Intendente que los únicos carros y carruajes que se les permite la entrada son los de Rivata. Cuanto dejamos expuesto en la presente lo ha podido constatar el Inspector General señor Alonso, el día 5 del corriente febrero. (Firman la nota los señores: Carlos Manzano; Carlos Rospi; Serafino Defabian, Antonio Malerva, José Pujol, José Baca; Juan Coqnoy; Santiago Pulini, Juan B. Lespade, Pedro Aguirre; José Guzman; Emilio Ferrari; Palmirio Penei; Antonio Duri; S. Casas; Manuel Carmona, Francisco Palerzzi; Antonio Burrattini; Domongo Delaspresa; C. Sivaneti; José Moglie; Federico Hanidor; Enrique Termani; Francisco Zanotti)”. *** El día 4 de abril se resuelve que, como prueba, se hagan tres disparos con cada pieza de 24 centímetros, de la Batería No. 3, del Puerto Militar. *** Con fecha 18 de abril se resuelve que los cañones Krupp, de 24 centímetros, que había depositados en Zarate. se transporten a Punta Alta. *** El día 9 de mayo de 1899 el Ministro de la Guerra, General Campos, acompañado de los ingenieros Luiggi y Vila y por los capitanes de fragata Barilari, Quiroga y Beccar, visitó las obras de Puerto Militar. Fueron objeto de especial atención los trabajos llevados a cabo para obtener agua filtrada, purísima, del filtro natural que constituyen los medanos, a través de cuyo conglomerado calcáreo se abrieron tres túneles de 1 .80 metros de altura por uno de ancho y 10 de largo, reunidos en un pozo, de donde la tomaba una poderosa bomba depositándola en los tanques. En general Campos probó el agua y la declaró superior a laque se consumía en capital.
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Pergamino que recuerda la fijación en la Batería III, primera defensa de Puerto Militar, del Escudo de la Nación, esculpido en granito del Tandil . Agosto 29 de 1898. (Cortesía Boffi).
Doña Oliva C. de Dalmasso
Don Octavio Dalmasso y su esposa doña Oliva Caprin.
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He aquí dos esposos que han evidenciado todo lo noble y positivo que se puede alcanzar cuando se emprende una labor tesonera y persistente en el campo del trabajo, ejercido a base de corrección y de confianza. Don Octavio Dalmasso y doña Oliva Caprin contrajeron enlace en Italia, país de su nacimiento, el 29 de Marzo de 1910 y de inmediato se embarcaron en el "Principessa", con destino a la Argentina, cumpliendo así la luna de miel mientras navegaban. Arribaron a Buenos Aires el 22 de Abril del mismo año y permanecieron cerca de un mes en la ubre porteña, lo que les permitió ser testigos de los grandes actos que se realizaron en homenaje del primer centenario de vida libre e independiente de este suelo, que supo acoger, como a otros a estos esforzados luchadores que venían a nuestro país en procura de trabajo, de sosiego y de bienestar. De inmediato vinieron a Punta Alta y las primeras actividades de don Octavio fueron dedicadas a la explotación de un. horno de ladrillos, en el que trabajó hasta 1914, para después abrir un comercio de almacén y ramos generales en la calle Luiggi 755, comercio que pronto adquirió renombre por la seriedad de sus actividades, dando margen a que se viera preferido por gran cantidad de clientes. Este matrimonio tuvo los siguientes descendientes: Myriam Inés, casada con el señor Arnaldo Mora; Irma Luisa que contrajo matrimonio con el suboficial aviador Pedro Fanducci; Orelio; Adelia, hoy esposa del suboficial Dante Peters; Sofía Inés y Elisa. Fruto de un esfuerzo continuado en la labor es la situación económica holgada de este hogar, al que pertenecen varias propiedades. Solo es de lamentar que la parca inexorable haya tronchado la vida de su jefe, don Octavio, espíritu caritativo y bondadoso que entrego su alma al Señor el día 27 de Septiembre del año 1939. Dona Oliva, ejemplo ponderable de energía y de constancia, prosigue las huellas de su larga trayectoria de labor y continua al frente de su negocio, secundada por sus familiares. Esta acción no es óbice para que tan apreciada señora dedique muchos de sus afanes al culto católico siendo componente de la Comisión Pro Templo, Apostolado de la Oración y Congregación de la Virgen de Lujan donde se distingue por su actividad. Cuatro nietitas, con sonrisa angelical, alegran este modesto hogar, que puede presentarse como ejemplo de laboriosidad, tesón y bondad.
Señora Catalina P. de Salvá
El matrimonio Salvá-Pizá.
Es doña Catalina la viuda del que fuera apreciado vecino e industrial, señor Rafael Salvá, que después de muchos años de residir en Punta Alta falleció el día 22 de agosto de 1934.
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Nació don Rafael Salva en Lluchmayor, Islas Baleares, España, y como muchos de sus compatriotas se dirigió a nuestro país para desarrollar aquí sus energías. Sucedió ello en 1905, radicándose a su llegada en Bahía Blanca, dedicándose a las tareas del campo. Se avecindo en Punta Alta alrededor del año 1920, instalando la primer mueblería, propiamente dicha, que existió en la localidad. Mas tarde adquirió una panadería convirtiéndose en industrial del ramo, edificando para el negocio un local apropiado en la esquina de las calles Espora e Irigoyen, donde sigue actualmente el establecimiento, a cuyo frente se halla doña Catalina P. de Salva, teniendo además adjunta la casa de familia. El Sr. Rafael Salvá, llegó a la Argentina ya casado con dona Catalina Pizá, nacida también en Mallorca, y de dicho matrimonio nacieron los hijos: Matías, casado con doña Adela Aizcorbe, Francisca Ana y Juanita, casada con don Pedro Montserrat. Perteneció el señor Salva a numerosas instituciones culturales y benéficas de Punta Alta y formó parte de la Comisión de la Sociedad Española.
Señor Ziskind Aizenberg En el local de la calle Humberto 1ro. 437, el señor Aizenberg tiene abierto su negocio de artículos de caballero, bajo el nombre do "New Hollywood" desde el año 1935 que se radicó en Punta Alta, ocupando un lugar destacado en el comercio del ramo. La casa se dedica en especial a sastrería y ofrece un surtido fino de artículos para hombre, habiendo implantado para beneficio de su clientela el cómodo sistema de créditos mensuales. El señor Aizemberg nació en Polonia el día 30 de mayo de 1900 y llegó a la Argentina en 1926, dedicándose en Buenos Aires a las actividades comerciales hasta que, en el año 1935, decidió trasladarse a Punta Alta e instalarse en el local que actualmente ocupa. Su actividad y conocimiento del negocio de sastrería y anexos, hizo bien pronto que conquistara una clientela amplia tanto en Punta Alta como en la base naval, lo que se traduce en un intenso movimiento de la casa “New Hollywood”. El señor Aizenberg contrajo matrimonio con doña Hela K. de cuya unión nacieron los hijos: Sara, David y Samuel, este ultimo nacido en Punta Alta.
Un ángulo del negocio.
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Señor Antonio Giuliano
El señor Giuliano, esposa e hijitas.
En un hermoso edificio de reciente construcción, tiene instalado su moderno e higiénico negocio de carnicería, el señor Antonio Giuliano, y esta ubicado en la céntrica esquina de Humberto 1º. e Ingeniero Luiggi. El señor Giuliano nació en Punta Alta el 13 de septiembre de 1908 y es hijo del matrimonio formado por don Carmelo y doña Anita Ballatti. Después de sus estudios primarios siguió en la Escuela de Comercio recibiendo el titulo de perito mercantil, y ya en posesión del mismo se empleó en el comercio local durante una cantidad de años. Hombre joven y de espíritu emprendedor, resolvió abrirse sus propios horizontes, y se independizó dedicándose al negocio de carnicería, la que instaló en el año 1937. Conociendo las tendencias modernas en cuestión de higiene la alimentación y con una preparación cultural capacitada, dotó a su comercio de cuantos elementos son necesarios para una conservación y protección adecuada de la carne destinada al consumo, y fue así que en poco tiempo logró rodearse de una asidua clientela, tanto en Punta Alta misma como en Puerto Belgrano y Arroyo Pareja. El señor Giuliano se casó el día 22 de diciembre de 1933 con doña Victoria Ferrero, hija de don Tirso y doña Genoveva Rodríguez, naciendo los hijos: Anita Etelvina y Marta Amalia.
Interior del establecimiento.
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Señores Cutropia y Mallemaci
1-Señor Santos Cutropia.2-Señor José Mallemaci. En la calle Rivadavia 246, los señores Santos Cutropia y José Mallemaci, fundaron el día 16 de febrero de 1928 un taller mecánico especialmente montado para la reparación y ajuste de automóviles, y en el correr de pocos años lograron llevar a su establecimiento a ocupar uno de los lugares mas destacados de la industria mecánica en Punta Alta. Para ello, ambos socios, que trabajaron primitivamente en los talleres de la base naval, no repararon en gastos para munirse de una maquinaria especializada y costosa, para efectuar los distintos trabajos en los automóviles. principalmente en los motores. Poseen implementos de gran precisión para rectificar cilindros válvulas, para soldadura autógena, para fabricar y rectificar asientos de válvulas, máquinas calibradores micrométricas, tornos, etcétera. De la exactitud de los trabajos que se realizan en el taller, tajo la dirección inmediata de ambos socios. es una prueba terminante el que hasta se le encomiendan la rectificación de cilindros para los aparatos de la aviación naval. Además de los trabajos propios para su clientela, el taller realiza ajustes de precisión para otros talleres del ramo que no poseen las maquinarias adecuadas para efectuarlos. La sección de piezas para automóviles es cuidadosamente mantenida y vigilada por los señores Cutropia y Mallemaci, y posee un surtido extenso y bien seleccionado de repuestos e implementos. En el año 1932 adquirieron un local propio en la calle Roca 627 donde actualmente tienen el taller y el que esta en vías de ampliación por resultar ya insuficiente. El señor Cutropia, nacido en Italia, contrajo matrimonio con doña Anunciata Mallemaci, naciendo los hijos: Angelita. Pepe, Pepita y Fortunato. El señor Mallemaci es también de origen itálico, casado con doña Beatriz Del Valle, existiendo los hijos: Fortunato, Nicolas Pedro, Josefa, Salvador, Felipe, María Nora y Victoria.
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Una vista de la sección repuestos.
Señor Antonio Pérez "El Positivo"
Don Antonio Pérez y familia. En la esquina formada por las calles Urquiza y J. J. Passo, tiene instalada su casa el señor Antonio Pérez, con el nombre de Almacén "El Positivo".
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Hombre decidido y de iniciativa, el señor Pérez ha desempeñado diversas actividades en Punta Alta y Buenos Aires, antes de abrir su almacén "El Positivo", al que anexó una sección de fiambrería, despacho de bebidas y verdulería. Nació el señor Pérez el día 27 de junio de 1903, en La Coruña, España, siendo sus padres don José Maria Pérez y su esposa doña Teresa Dios. Buscando nuevos horizontes, salió de su provincia en 1923 y se dirigió directamente a Punta Alta. Entró en la Armada Argentina donde estuvo un corto tiempo, para hacerse luego cargo de la cantina del transporte “1º. De mayo” Abandonó la cantina para abrir un restauran en Buenos Aires estando por algún tiempo al frente del mismo. Atraído nuevamente por Punta Alta, en el año 1930 abrió una peluquería para, mas adelante, ya en el año 1932, instalar el negocio que actualmente posee y que ilustra la fotografía. Para sede de "El Positivo", construyó un moderno y adecuado edificio en la esquina de J. J. Passo y Urquiza, dotado de amplias vidrieras, y con todas las comodidades necesarias para casa habitación de la familia.
Frente de "El Positivo". El señor Antonio Pérez contrajo matrimonio el día 16 de octubre de 1929, en Buenos Aires, con doña Maria Hernández, española, hija de don Gregorio Hernández y doña Catalina Rodríguez. Del matrimonio nacieron los hilos José Maria y Elba Esther.
”RENACIMIENTO”
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Vista parcial del salón de ventas. En la calle Humberto 1º. número 449, de Punta Alta, esta instalado uno de los negocios mas importantes en la localidad, en los ramos de bazar, artículos para regalos, juguetería, adornos, etcétera, bajo el nombre de "Renacimiento". La casa fue fundada en agosto de 1936, como sucursal de la firma de Bahía Blanca, formada por los señores Sica y Rodríguez Venegas. Al retirarse el ú1timo de los nombrados, el negocio quedó al cargo exclusivo del señor Sica, que imprimió a la sucursal de Punta Alta un gran incremento, obligando a la ampliación del local y al aumento continuo del surtido de mercaderías. Desde el año 1938 actúa como gerente en la casa de Punta Alta, el señor Pedro Moreno quien ha sabido rodear a la misma de un elevado prestigio, preocupándose para interpretar los gustos e inclinaciones de la extensa clientela con que cuenta dicho negocio. Un motivo de atracción permanente lo constituye la exposición adecuada de los surtidos que recibe "Renacimiento", entre los que figuran en modo especial infinidad de artículos y objetos de arte seleccionados para obsequios y regalos, los que se renuevan periódicamente de acuerdo a la fabricación de nuevos modelos y estilos. Insertamos una vista parcial del interior del salón de ventas de "Renacimiento", por la cual es dable formarse clara idea de la importancia de la casa que nos ocupa, que se destaca por una atención delicada y esmerada del público.
Señor Amador Fernández Moro "EL GAUCHO"
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Señor Amador Fernández Moro en compañía de su familia. El señor Fernández Moro es asturiano de origen, habiendo nacido en La Felguera en 1893, siendo sus padres don Placido y doña Gumersinda Moro En el año 1912 llegó a Punta Alta y se dedico al trabajo de albañilería que dejó poco después para iniciarse en el comercio como repartidor de mercaderías. En esta labor estuvo en las casas del señor Unamuno, Vigil Hnos., Riganti y Reimondi, lo cual significa que conoció ampliamente toda la clientela de Puerto Belgrano y Punta Alta. El señor Reimondi al establecer una casa de negocio en Villa Ballester lo llevo al señor Fernández como empleado y allí estuvo por espacio de seis años, regresando a Punta Alta en 1929.
Edificio que ocupa el negocio. Fue entonces cuando abrió el actual almacén "El Gaucho", que logro en escaso tiempo conquistarse las simpatías del público lo que obligó a sucesivas ampliaciones en el edificio propio que ocupa situado frente al camino a Ciudad Atlántida y a Bajo Hondo. El almacén "El Gaucho", tiene como asociado a sus negocios a la firma local Vigil Hnos. y Cia., lo que robustece la potencialidad de la casa. El señor Fernández Moro se caso el día 24 de noviembre de 1917 en Bahía Blanca con doña Margarita Quiñones, española, hija de don Ceferino y doña Manuela Prada, existiendo los hijos: Gumersinda, Amador y Rubi del Carmen. En la foto familiar que insertamos, aparecen además de la familia del señor Fernández, su señora madre doña Gumersinda y el señor Tomás Serra.
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Señor PAPKEN ZOVIKIAN
Señor PAPKEN ZOVIKIAN El señor Papken Zovikian, que actúa como agente judicial en Punta Alta, esta al frente del estudio jurídico "López Camelo", en que figura como abogado el doctor Gustavo Perramón. La dedicación constante y eficiente del señor Zovikian, ha hecho que en contados años haya logrado merecer la confianza de la clientela, en especial del comercio, ya que nuestro biografiado es apoderado de las mas importantes firmas de la localidad. Nació el señor Papken en Sivas, Armenia, el día 15 de abril de 1911 y llegó a la Argentina en el año 1927, radicándose en Punta Alta. Mientras cumplía sus obligaciones de empleado, estudiaba activamente la asignatura de perito mercantil por correspondencia, conquistando el diploma habilitante de las Escuelas Sud Americanas. En 1932 quedó al frente del estudio, iniciándose como agente judicial y mas tarde agrego a sus actividades las de martillero Publico estando matriculado para ejercer sus funciones. El señor Zovikian contrajo matrimonio el día 17 de septiembre de 1939 con doña Custodia Giménez habiendo nacido el hijo Rubén Gustavo. El estudio jurídico "López Camelo" esta instalado en la calle Humberto 1º. Nº. 772.
Señor Alberto E. Mugione
Señor Alberto E. Mugione y esposa.
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La mas antigua de las fabricas de mosaicos y anexos que existe en Punta Alta, es la que en la actualidad tiene en funcionamiento el señor Alberto E. Mugione, en su local propio de Rivadavia y Espora. En efecto, la casa fue fundada por el señor Remondi quien la traspasó al señor Nicolas Mugione, haciéndose cargo de la misma en el año 1928, el señor Alberto Mugione, hermano del anterior. Des de que quedó al frente del establecimiento nuestro biografiado, ha introducido varias innovaciones en los artículos que produce, destacándose en especial la fabricación de planchas de mármol reconstituido, para revestimiento de zócalos, cocinas y muebles, utilizando mármoles argentinos, combinados y pulidos, los que resultan una verdadera novedad en la industria de la construcción y se destacan por su duración y belleza. Para revestir las paredes de los cuartos de baño, fabrica planchas reconstituidas con conchillas y caracoles marinos, lo que les da el brillo y la nitidez del nácar. El señor Mugione nació en La Plata en el año 1900 y contrajo matrimonio en 1923 con doña Encarnación Vergara. Espíritu culto y progresista, el señor Mugione ha tomado activa participación en las lides ciudadanas y fue electo miembro del concejo Deliberante de Bahía Blanca puesto que desempeño con singular dedicación desde el año 1932 hasta 1937.
Estación de servicio “Pan – Am”
El hermoso edificio de la estación de servicio. Don Manuel Vigil, cuya biografía se hace en lugar adecuado, poseía un amplio lote de terreno en la esquina Roca Y Urquiza. Allí estuvo instalado muchos años una de las principales fabricas o herrerías de carros, cuyo negocio decayó con los nuevos vehículos mecánicos. El señor Vigil intuyó que si una industria moría, otra nacía. Decidió dedicar el sitio tan bien ubicado, para el servicio del automóvil, Y en el mismo instaló un pequeño taller mecánico, en el año 1930, que duró hasta 1934.
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Señor Tomás Di Pietro. Señor Carlos Di Pietro.
Decidido a levantar una moderna estación de servicio, no quiso que fuera una mas sino que encargó los planos arquitectónicos al arquitecto señor Gatamorta, quien proyectó un hermoso edificio de estilo morisco, que al par de contener las instalaciones necesarias para su objeto, constituye un adelanto estético para Punta Alta, como puede verse en la fotografía que reproducimos. La citada estación de servicio, la primera que con su amplitud e importancia fue instalada en Punta Alta, esta explotada directamente por los señores Tomas y Carlos Di Pietro, quienes alquilaron las instalaciones el 4 de diciembre de 1937. Desde entonces los citados hermanos han dado un impulso poderoso a las actividades de la estación, no solo en la venta de nafta y lubrificantes, sino en los repuestos para automóviles, de los que poseen un gran surtido. Además han logrado que el taller mecánico anexo a la estación haya adquirido un elevado prestigio entre los automovilistas, por el cuidado y prolijidad en que se efectúan las reparaciones de motores y coches. Al frente de la administración general de la estación se halla el Sr. Tomas Di Pietro, teniendo la sociedad establecido también el negocio de compra venta de automóviles.
Señor Santiago Labarrére
Señor Santiago Labarrére
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El señor Labarrére, progresista vecino de Punta Alta, es oriundo del departamento de los Altos Pirineos, en Francia, y nació el día l5 de abril de 1883, siendo sus padres don Domingo y doña Francisca Lalanne. En el año 1911 resolvió dejar su patria para buscar en la Argentina un nuevo horizonte, y llego el 27 de marzo a Bahía Blanca empezando inmediatamente a trabajar, pasando a Punta Alta el 20 de septiembre de 1915 para embarcarse en el "San Martín", en calidad de cocinero para los oficiales, cargo en el que estuvo por siete años consecutivos. Del buque pasó a cocinero particular del jefe de la base, almirante Montes, a la vuelta de un viaje al Perú para asistir a las fiestas del centenario de la independencia de la republica hermana . Mas tarde, ya en 1926, pasó como cocinero principal a la escuela de aviación y un año después, en 1927, se acogió a los beneficios del retiro jubilatorio. El señor Labarrére, una vez desembarcado, se dedicó con ahínco y entusiasmo a nuevas actividades, en las que continua sin descanso y que son un motivo de adelanto edilicio de Punta Alta. En efecto, a su acción se debe en primer termino que las manzanas 26 y 33 de esta localidad, se hayan poblado de viviendas confortables en poco tiempo. El señor Labarrére ha invertido su tiempo y su dinero en modificar completamente aquellos medanos antiguos, y en la actualidad han ocupado el sitio de las arenas, hermosas casas para empleados y obreros, que el señor Labarrére construye y, en muchos casos, vende a los interesados con grandes facilidades. Así ha convertido el barrio Sarmiento en un conjunto de viviendas que atrajo a un elevado numero de habitantes. Por su parte el señor Labarrére vive en su casa propia de la calle Colón 1051, y goza de general estima en Punta Alta.
Conjunto de edificios de renta.
Señora Eufrasia G. de Gutiérrez
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Señor Teodoro Gutiérrez García. En la calle Murature 740, la señora Eufrasia G. viuda de Gutiérrez, tiene instalado su negocio de almacén, bazar, forrajes, etc., al frente del cual está doña Eufrasia en persona, desde el lamentado fallecimiento del fundador, señor Teodoro Gutiérrez García. Don Teodoro nació en León, España, el día 30 de enero de 1891 y vino a la Argentina a probar su suerte, en el año 1906, cuando apenas tenía l5 años. Llegado a Bahía Blanca, entró de inmediato a trabajar de empleado en la fabrica de "La Scandia" y allí permaneció por espacio de unos cinco años. Resuelto a radicarse en Punta Alta, el año 1911 entró en la casa de los señores Del Río Hno. Transcurrido un tiempo, asociándose con el señor García decidieron adquirir el negocio de panadería "El Sol", durando la sociedad hasta el año 1925 en que el señor Gutiérrez decidió traspasar su parte para dedicarse al comercio de almacén. Fue así que en el año aludido, compró un almacén instalado en la calle Pellegrini, propiedad del señor Morelli, el que pronto logró rodear de una numerosa clientela, ampliando el giro del negocio. Para mejor instalar su almacén, en el año 1930, hizo edificar el local propio en la calle Murature 740, donde se trasladó de inmediato, agregando nuevas secciones a su negocio. El señor Gutiérrez contrajo matrimonio el día 18 de agosto de 1923, en Punta Alta, con doña Eufrasia Gómez, nacida en Zamora, e hija de don Eulogio y doña Tomaza García, y residente en Punta Alta desde la temprana edad de seis años.
Señora Eufracia Gómez de Gutiérrez y sus hijos. Del matrimonio nacieron los hijos: Alberto, Haydéee y Abel. El señor Gutiérrez falleció en Bahía Blanca el día 18 de septiembre de 1937, causando su deceso penosa impresión en cuantos tuvieron oportunidad de conocerlo y tratarlo.
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Señor Luis Fermani
Edificio propiedad del señor Luis Fermani. El señor Luis Fermani tiene instalada una cochería con el nombre de "Londres", en la calle Irigoyen 246, de Punta Alta. Nació el señor Fermani en Fermo, provincia de Ascoli Piceno, Italia, y es hijo de don José y doña Maria Sgatoni. Llegó a la Argentina en 1908, trabajando en Bahía Blanca y tres años mas tarde se radicó en Punta Alta, adquiriendo la cochería que desde entonces explotó directamente. La misma esta instalada en un edificio propio dotado de las instalaciones necesarias, y además posee en la localidad otras fincas de renta, una de las cuales reproduce el grabado. Don Luis se casó el año 1923 con doña Isidora Asera, hija de don Silvestre y doña Rosalía
Señor Salvador La Marchina
Señor Salvador La Marchina.
El señor Salvador La Marchina tiene instalado en la calle Juan José Passo No. 669, un negocio de almacén, despacho de bebidas y una cuidada cancha de bochas. Nació el señor La Marchina el 10 de febrero de 1900 en Caronia, provincia de Messina, Italia, y es hijo de Salvador y Libela Ángela.
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Llegó el 21 de noviembre de 1925 a Punta Alta y trabajo en el comercio por un tiempo .En 1928 se instaló con el negocio que posee actualmente el que dirige personalmente. Es edemas concesionario exclusivo de Empresas Eléctricas de Bahía Blanca para la venta de hielo en Punta Alta y Puerto Belgrano, lo que significa un renglón de gran actividad. El espíritu progresista del señor La Marchina le lleva a prestar su apoyo a las instituciones locales y es así como fue miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Italiana, y de la Cooperadora Escolar de la Escuela N.° 99, perteneciendo al presente a la directiva del importante Club Sporting. Este vecino contrajo matrimonio en Punta Alta, el día 2 de junio de 1928, con doña Josefa Cutropia, habiendo nacido los hijos Salvador y Angelita que aparecen en la Galería Infantil Para instalar su negocio levantó una amplia casa propia, habiendo destinado los altos a vivienda particular, en la calle Juan José Passo 669.
SEÑORES LAFFAILLE y SORICHETTI
Señor Vicente Laffaille.
Señor Ernesto Sorichetti.
Con el nombre "Del Pueblo", los señores Laffaille y Sorichetti tienen instalado en la calle Ingeniero Luiggi 436, un bien montado taller de herrería de obras y carpintería mecánica. Ambos socios en plena juventud y llenos de entusiasmo en su profesión, han logrado en poco tiempo rodear a su taller de un señalado prestigio debido en primer lugar a la escrupulosidad que ponen en sus trabajos y al hecho de realizar la mayoría de los mismos en forma personal. El taller, que esta instalado en un edificio de propiedad de la firma, se dedica en especial a fabricar cortinas metálicas, celosías, verjas, puertas de zaguán, portones, vestíbulos; cabriadas y todo elemento moderno que entra en la nueva arquitectura, en que la madera tiende a ser sustituida por el uso del hierro. Además poseen equipos adecuados para la soldadura autógena y eléctrica. Entre las obras metálicas realizadas por la firma, figuran distintas casas edificadas por el constructor señor Abbate, y las de los señores Serra, Ortega, Manuel González, etc.
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Un detalle del taller. El taller fue instalado el día 2 de julio de 1936, en el local que actualmente ocupa, y de cuyo interior insertamos una vista. El socio señor Vicente Laffaille nació el día 12 de enero de 1918 en Punta Alta, siendo hijo de don Vicente y doña Maria Rodríguez, vecinos antiguos de la ciudad. El señor Ernesto Sorichetti, nació también en Punta Alta el día 28 de marzo de 1917, hijo de don Mariano y doña Natalia Giulietti, matrimonio establecido en Punta Alta desde hace muchos años.
Señor Abdón Martín El grabado que ilustra esta crónica reproduce el interior del almacén "La Parada", que el señor Abdón Martín tiene instalado en su edificio propio, situado en Bernardo de Irigoyen y Espora. Nació el señor Martín en Salamanca el día 1º. de noviembre de 1895 y llegó con sus padres a Bahía Blanca en 1907, dedicándose al comercio.
Interior del negocio. En Punta Alta trabajó con el señor Ferrandi en el año 1914 y tres años después se independizó estableciéndose con un almacén en sociedad, quedando solo ya en 1921. En este mismo año contrajo enlace con doña Eloísa Palomo, naciendo la hija Amelia, que aparece en la Galería Juvenil. El señor Abdón Martín es un espíritu progresista y forma parte de muchas instituciones de Punta Alta, siendo entre otras asociado de la Liga de Defensa Comercial y de la Sociedad de Fomento.
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Señor Albino Stortoni Este activo industrial nació en Macerata, Italia, en el año 1897, siendo hijo de don Víctor y doña Ángela Sciponi. Desde el año 1910 está radicado en Punta Alta, habiéndose iniciado como empleado de comercio y de la industria de bebidas, en que actuó por varios años, estableciendo luego un negocio propio. Fue ya en el año 1934, cuando instaló la fábrica de soda y aguas gaseosas que posee en la actualidad en la calle Pellegrini 228, y que ha sido montada de acuerdo a las exigencias de la higiene y con la maquinaria mas moderna.
Istalación de la fábrica. Se casó el señor Stortoni en el año 1923 con doña Pascuala Julietti, hija de don Antonio y de doña Antonia Santamaría, habiendo del matrimonio los hijos: Hilda, Edualdo y Héctor. El señor Stortoni es concesionario de la “Nueva Cervecería Argentina” y tiene también la cerveza malta “Mamita”, así como depósito de vinos.
Historia de Punta Alta “IV” AÑO 1899 *** En junio de 1899, se empezó la excavación del futuro dique de Puerto Militar. *** El día 2 de junio de 1899, las autoridades nacionales estuvieron representadas en la colocación del escudo nacional en el coronamiento de la 7a. batería. *** Por resolución del lo. de julio, se aprobó el cambio de denominación de la estación "Punta Alta", del F. C. S., ramal de Grünbein a la base naval, por la de "Puerto Militar". *** En septiembre la casa de negocio "La Escuadra Argentina", establecida de algunos meses atrás en Arroyo Pareja por el señor de León, es vendida a los comerciantes señores Ernesto Varela y Antonio Mórtola. *** En el mes do setiembre de 1899 ya existía en Punta Alta la casa de comercio de la firma Manzoni y Cía.
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*** Para mantener el orden y realizar la vigilancia policial, era necesario dotar a Punta Alta de una sub comisaría, lo que no era tarea may fácil por la carencia de local apropiado. En diciembre de 1899, se pudo proceder a la instalación de la sub comisaría por haber facilitado el señor Miguel Rivata el local necesario. AÑO 1900 *** Conseguido el local para la policía, no tardó en instalarse la sub comisaría, y escribe un diario bahiense con fecha enero 6 de 1900: "Por datos que nos transmite nuestro corresponsal en Puerto Militar, sabemos que la sub comisaría de policía recientemente instalada en aquel punto y a cuyo frente está el joven Adam F. Giménez, se encuentra en las mas pésimas condiciones, no sólo en lo que se refiero a la comodidad, sino también en lo que atañe a la instalación misma de la oficina. Los agentes, por ejemplo, están obligados a vivir en una carpa de lona facilitada por un vecino, la que sirve también de depósito de pasto. La oficina pobrísimamente instalada, es una bohardilla de paredes de barro y aspecto miserable, impropio bajo todo concepto para tal fin; más que oficina parece, vista desde el exterior, el rancho de algún indio civilizado. Finalmente sabemos también que el sub comisario Giménez, como los tres agentes a sus órdenes, tropiezan con múltiples inconvenientes debido a las deficiencias apuntadas". *** La primera autoridad policial que tuvo Punta Alta, radicada en la localidad, fue el señor Adam F. Giménez, que supo ganarse la simpatía de los vecinos, puesta de manifiesto en una nota elevada por los pobladores al señor jefe de policía de La Plata, señor Juan B. Ocampo, y cuyo tenor es el siguiente: "Abril 1o. de 1900. — Los firmantes, comerciantes, propietarios y vecinos de las poblaciones de Puerto Militar, Puerto Belgrano, Ciudad Atlántida y zona nacional, en conocimiento de que se trata de separación del sub comisario don Adam F. Giménez, a cuyo celo, carácter y elevado criterio se debe haber logrado en un lapso brevísimo de tiempo la implantación de una verdadera policía aquí donde ésta era desconocida, se complacen en dirigirse a V. E. solicitándole la no remoción del distinguido empleado, en obsequio a los mas altos intereses públicos y privados de cada uno. Carlos Manzoni, jefe de correos; Juan Malani, concesionario, Santiago Canessa, proveedor de la armada; Ricardo Pereira Iraola, comerciantes: Julio Protto, Antonio Malerva, David Magdalena, Domingo Carestía, Sebastián Contadini, José V, Mendizabal, Carlos Testa, Sebastián Picoletti, Juan Cagnone, Roberto Morelli Pellegrino Vitale, Alfredo Sterzio, Sebastián Arcidiacono, Domingo Parodi, Aquiles Malerva, Gerónimo Danzini, Antonio Garófoli, Juan Raso, Manuel Gulias, Pedro Bartoletti, Carlos Pivanesi, César Manchini, Hipólito Giménez, Luis Abelli, Eugenio López, José Cortalezzi, Manuel Cressi, Cándido Fosser, Enrique Torresi, Juan Rubado, capitán de la armada, E. Garda, C. L. Chaves, C. Ferré, S. Carminatti, M. Gómez, Pedro Barrios, concesionario de la zona militar, Tulio Bond, José Cimadamore, Ramón Ducca, Eugenia Courriel, Luis Manzoni, Josefina Rossi de Testa, Miguel A Cranford, María Orfer, F. Handorf, Rosa Giménez Morris, Miguel Antonelli, Victorino Paz". *** El médico de la Facultad de Kiel, Alemania, doctor Arnaldo Ebeling, fue autorizado por el Poder Ejecutivo para ejercer durante un año su profesión en Puerto Belgrano. Esta noticia la da el diario bahiense "La Opinión", en el mes de junio, y el doctor Ebeling, seria en tal caso el primer médico particular que se estableció en la zona de las obras con carácter estable. *** La primera zorra llena de hormigón con destino al dique, fue ,volcada el día 25 de julio de 1900.
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*** El señor Juan B. Tunessi que tenia a su cargo la proveeduría de las obras del Puerto Militar y los señores Juan A Canessa y Norero, propietarios del Mercado "Belgrano", fusionaron sus negocios constituyendo la firma Tunessi y Canessa que operó a contar de noviembre.
Pergamino firmado además asistentes Escudo Nacional en Batería VII, en Punta (Cortesía Boffi).
por los ministros y a la colocación del el coronamiento de la Ancla. Junio 2 de 1899.
AÑO 1901 *** En enero de este año, el comodoro Martín Rivadavia Ministro de Marina, encomendó al director de paseos de Buenos Aires, señor Thays, la remisión de miles de pinos marítimos con destino a las arboledas de las baterías. *** El comodoro Rivadavia falleció el día 14 de febrero, y decía "El Porteño", de Bahía Blanca: "Aparte de las ,notables condiciones de marino que le adornaban, de los muchos e importantes servicios prestados al país en su larga carrera militar, el comodoro Rivadavia reunía títulos especiales a la consideración y el cariño de Bahía Blanca, pues él y el capitán de navío señor Félix Dufourq, fueron los más entusiastas defensores de la idea de que el puerto militar debía construirse en las inmediaciones de esta ciudad".
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*** E1 23 de febrero, se anunció que, a iniciativa del ingeniero Luiggi secundado por un grupo de marinos se pensaba erigir en Punta Alta un monumento en honor del comodoro Rivadavia, cuya inauguración se señalaba para el día en que se inaugurara el dique de carena. Los gastos del monumento se cubrirían con el importe de un día de sueldo de los organizadores. *** Al finalizar febrero se inició frente a la estación del ferrocarril y dentro del perímetro alambrado del puerto militar, la erección de un edificio con destino a hotel, el cual fue habilitado por el señor Ángel Tassoni, propietario del "Restaurant Social". *** En abril se informó que la Oficina Telegráfica que estaba al servicio exclusivo de la Armada, pasaba a depender de la Dirección General de Correos y Telégrafos, aumentándose la oficina para el servicio general postal y atendiendo las estafetas. *** En las noches del 25 y 26 de abril se realizó un gran simulacro de bloqueo y defensa de puerto militar en Puerto Belgrano. La flota estaba al mando del capitán de fragata Belisario Quiroga. *** El redactor de "El Diario", decía el 5 de mayo de 1901: "Desde la Torre de Vigilancia, contemplo los 16 barcos de la escuadra. A lo lejos veo el grupo regular del pueblo de Punta Alta, que arrancó una exclamación de sorpresa a un jefe de barco: ¿Qué es aquello? Se creyó desorientado. Hacia un año había mirado aquel valle y solo había en él la estación que hoy sirve a1 núcleo de 300 casas". *** Para presenciar un simulacro de desembarco en Puerto Belgrano, llegó el 17 de mayo el presidente General Roca Desfilaron frente a el los barcos de guerra: Brown, Garibaldi, Pueyrredón Belgrano, San Martín, Espora, Patria, 25 de Mayo, 9 de Julio y Buenos Aires. Al día siguiente 18 de mayo, inauguró el Presidente la 5a. batería, acompañado de los ministros Betbeder y Ricchieri. *** Con fecha 8 de julio, la Dirección General de Salubridad comunicó al Registro Civil de Bahía Blanca, que había reconocido como médico con jurisdicción en la zona de Puerto Militar, al doctor Carlos Tisina. *** En el certamen del Centro Naval, del 25 de julio, sobre "Sistema de balizamiento del canal principal de Bahía Blanca", ganó el premio de honor el teniente de navío José Moneta. Para estudiar el balizamiento y la iluminación del canal de acceso a Puerto Militar fue nombrada una Comisión compuesta por el comodoro Manuel José García, capitán de navío Guillermo J. Nuñez y los capitanes de fragata Juan P. Sáenz Valiente y Guillermo Mac Carty.
Señores Gennari & Cía.
Señor José Gennari y su esposa doña Rosa Fasano.
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Esta firma industrial es una de las más importantes que en Punta Alta se dedica al ramo de carpintería, y de la casa han salido infinidad de los talleres que actualmente hay establecidos en la localidad, lo que indica que es uno de las primeras establecidas. La firma actual está formada por los señores José, Emilio José y Juan Gennari, y está instalada la casa en el local propio de la calle Ingeniero Luiggi 347. Don José Gennari, instaló la carpintería en el año 1910 y alternó su explotación con diversas etapas en las cuales estuvo trabajando en la base naval en su especialidad.
Interior del taller. Es hijo don José del antiguo capitán don Domingo Gennari, uno de los primeros marinos que comerció en nuestras costas con buque de vela, llevando mercaderías y trayendo cartón desde Montevideo, trabajando más tarde a las órdenes de los constructores del Puerto Militar, transportando en sus bodegas casi todos los materiales empleados en la 3a. batería, que fue la primera que se construyó.
Señor Juan Gennari.
Señor Emilio J. Gennari.
No es raro que los hijos heredaran el espíritu del padre y fue así que el apellido Gennari se destacó en Punta Alta por su afán de innovadores y entusiastas de cuanto significara una conquista de la ciencia mecánica; aún de las más expuestas. En el campo de la aviación, cuando aun estaba en pañales, y en el no menos importante de la radiotelefonía, los hijos del antiguo marino han dejado su nombre ligado de manera imperecedera a su introducción y progreso en el sur argentino. En su estudio y adelanto invirtieron dinero, capacidad y tiempo. Don José contrajo matrimonio el año 1903 con doña Rosa Fasano, existiendo los hijos: Domingo, Emilia A. y Emilio. En su industria consiguió un primer premio en la Exposición del Centenario de Bahía Blanca, y es el único fabricante local de las cortinas de madera enrollables.
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Señor Manuel Muradás
Señor Manuel Muradás EL señor Muradás es un temperamento verdaderamente múltiple, ya que ha dedicado y dedica sus actividades a diferentes esferas comerciales e industriales en Punta Alta, desde que llegó a nuestra población en el año 1907. Nació el señor Muradás en Orense, España, el día 30 de setiembre de 1888, siendo sus padres don Ramón y doña Ana Maria Calvelo. En 1905 dejó 1a madre patria para dirigirse al Brasil, donde residió escaso tiempo en Río de Janeiro, para trasladarse en 1906 a Rosario, en nuestro País, y posteriormente a Punta Alta, donde actúa desde el año 1907.
Hermoso chalet construido por el señor Muradás. Establecido en nuestro pueblo, trabajó en la construcción de los primeros polvorines, como albañil, y meses más tarde se independizaba, empezando a levantar edificios como constructor, tarea a la que está aún íntimamente ligado. Tantos años de efectuar trabajos del ramo, lo señalan como a uno de los albañiles que mayor número de casas ha construido en Punta Alta, y entre ellas se destacan edificios de verdadera valía, como por ejemplo los de los señores: Florentino Rubio, Inocencio Mezquita, Banco de la Nación, el hermoso Teatro Español y la primera escuela de aviación, en Puerto Belgrano, además de muchas otras. No satisfecho con sus actividades de constructor, fue empresario de espectáculos públicos, teniendo a su cargo el Cine La Marina y el Teatro Español. Más tarde, en 1930, decidió entrar en el negocio de almacén y lo instaló en su casa propia, ubicada en la esquina de las calles 26 de Mayo y 9 de Julio, levantando actualmente lindera con el negocio, una casa de tres pisos, destinada a renta.
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Un frente de estilo ejecutado por el señor Muradás. Actuando en diversas instituciones, locales, fue tesorero de la Cooperativa de Consumos en los tiempos de su fundación, y accionista fundador de la Cooperativa Eléctrica. Contrajo enlace en Bahía Blanca el día 7 de julio de 1907, con doña Perfecta Rivas, española, naciendo los hijos: Carmen, casada con el señor Ángel Mussini; Rosa, casada con el señor Ignacio Alberto, Fernández; Amalia, casada con el señor Enrique Donato, Manuel, Ana Maria, Celia Leonor y Ada Elionor.
Señor Ernesto Crotti
Señor Ernesto Crotti. Una de las mas antiguas herrerías y carpinterías metálicas de Punta Alta, es sin duda alguna la que posee; en la calle Rivadavia 435, e1 señor Ernesto Crotti, ya que primera iniciación tuvo lugar el año 1909, cuando sólo había en la localidad otro taller del ramo. Nació el señor Crotti el 30 de marzo de I882, en Regio Emilia, Italia y llegó a la Argentina en el año 1907, radicándose en Ingeniero White donde abrió un comercio de vinos. De oficio herrero, el año 1909 decidió instalarse con taller en Punta Alta lo que hizo la calle Mitre para trasladarse más tarde a J. J. Passo 451. Buscando nuevos horizontes se estableció con su taller en 1a estación Calvo con fábrica de carros y herrería, regresando a Punta Alta en el año 1921, en el mismo local propio de la calle Passo, donde estuvo el taller por espacio de dieciocho años, hasta que en el año 1939 edificaron
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1a nueva casa de la calle Rivadavia 435, que además de amplias comodidades para la industria, posee las necesarias habitaciones para residencia de la familia.
Interior del taller. El señor Ernesto Crotti se casó en Italia, en el mes de noviembre de 1907 con doña María Boni, saliendo poco después para América, donde nacieron los hijos: Julio, que esta al frente del taller secundando al padre; Dea, casada con el señor Francisco Pichel, y Aldo, que también esta en la industria paterna.
Hermoso frente del edificio. El señor Crotti ha realizado importantes obras metálicas en Punta Alta, figurando entre ellas las de la Cooperativa Eléctrica: Teatro Español, Carlos Bergamini, Vermundo Álvarez, Vda. de Álvarez, etc. El taller ocupa de continuo unos veinte obreros, lo que dice bien a las claras de su importancia. Don Ernesto es uno de los fundadores de la Sociedad Italiana, habiendo sido miembro de su Comisión directiva en distintos periodos.
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Señor Juan Karytár CIUDAD ATLÁNTIDA
El Señor Korytár, rodeado de los suyos. Del espíritu progresista que anima al comerciante señor Juan Korytár, es una prueba palpable el hecho de que acaba de levantar el más amplio y costoso edificio de material existente en la Ciudad Atlántida, en la continuación de la calle Espora, en el paso a nivel del ferrocarril. Don Juan no ha titubeado en invertir un buen capital en el edificio y la instalación de su negocio de almacén y despacho de bebidas, convencido de que Ciudad Atlántida ha de ir continuamente en aumento tanto en población como en mejoramiento edilicio, ya que hasta la luz eléctrica a hecho su aparición en el lugar, hecho que contó entre sus mas decididos propulsores al señor Korytár. El comerciante que nos ocupa es oriundo de Checoslovaquia donde nació el día 14, de Octubre del año 1900. Fue en el transcurso del año 1927 que llegó a nuestro país, trabajando en Choele-Choel por corto espacio de tiempo, pues ya en 1928 llega a Punta Alta, empleándose en el comercio. De temperamento decidido y dispuesto a abrirse camino independientemente, al año siguiente se instala con un bar en el edificio del mercado, que vende en el año 1934 para abrir su negocio de almacén en la calle Rosales 894, donde estuvo hasta mayo último que se trasladó a su moderno y propio edificio de Ciudad Atlántida. Debido a la cordialidad y atención que caracteriza a don Juan, bien pronto su primitivo almacén logró rodearse de una buena clientela, la que con toda seguridad aumentará en su nuevo local ubicado en una situación inmejorable. Don Juan se casó en Punta Alta el día 17 de octubre de 1929, con doña Ana Lubska, de cuya unión nacieron los hijos: Marta y Juancito.
El nuevo edificio antes de su inauguración.
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Señores Muñiz y Cía. ”La Adelina”
Señor Rogelio Muñiz. Con el nombre de "La Adelina", los señores Muñiz y Cía. tienen instalada en Bernardo de Irigoyen No. 101, la sucursal de su casa central de Buenos Aires, sita en Talcahuano 74. "La Adelina", fundada en Buenos Aires el año 1888 por el señor Ángel González, se dedica a los renglones de sastrería moderna, camisería, sombrerería y novedades para caballero, y cuenta en Punta Alta con una selecta y nutrida clientela, En el año 1916 la firma González, Muñiz y Cía. se hizo cargo de la casa central y el señor Rogelio Muñiz, socio de la misma, se trasladó a nuestra ciudad abriendo la sucursal en Humberto 1o. No. 365. Nuevamente se modificó la razón social en 1928, entrando a la misma el hermano del señor Muñiz don Ángel y convirtiéndose en la firma Muñiz y Cía. Don Rogelio nació en Asturias el día 3 de febrero de 1888 y llegó a la Argentina en el año 1908, dedicándose sin interrupción al comercio. El edificio que ocupa "La Adelina" en una de las esquinas más céntricas de Punta Alta es local propio edificado de exprofeso, y el señor Muñiz posee además diversas propiedades de renta. El señor Rogelio Muñiz fue vice presidente de la Sociedad Española y su desinteresada colaboración es continuamente requerida para cuanta iniciativa surge en beneficio de Punta Alta.
Señor Jesús Saavedra ”EL SIGLO”
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Señor Jesús Saavedra. El almacén "El Siglo", establecido en Murature y San Martín, es propiedad del señor Jesús Saavedra, quien está al frente del mismo desde hace muchos años. En Puebla de Burón, provincia de Lugo, España, nació don Jesús, siendo hijo de don José y doña Ana Gómez, el día 12 de noviembre de 1888. Llegó a la Argentina el año 1905 dirigiéndose a Coronel Suárez donde trabajó durante años en casa de don José Quintela, perfeccionándose en el comercio de almacén, pasando más tarde a Dolores para llegar a Punta Alta en 1913 como empleado de la case Brieva, llegando a ser encargado de la misma. En 1920 se independizó estableciendo el almacén "El Siglo", que ocupa actualmente un edificio propio. Se casó don Jesús en el año 1919 en Punta Alta con doña Ramona Martínez, que falleció el 21 de julio de 1929, habiendo nacido los hijos: José Antonio, casado con doña Rosa Zaragoza, Enrique y Jesús, quienes secundan al padre en las actividades del negocio.
Señor Bernardo Villalvilla
Señor Bernardo Villalvilla y su familia. En la calle Mitre 544 en un edificio de su propiedad, el señor Villalvilla posee un negocio de mercería, perfumería y juguetería, que atiende las necesidades de una extensa clientela, y a cuyo frente esta doña Melchora G. de Villalvilla. Don Bernardo nació el 10 de marzo de I893 en Burgos. siendo hijo del señor Natalio y de la señora Maria Alonso. Llegó a la Argentina en el año 1911 y entrado en la Armada, le tocó en el año 1915 ser mandado a Norte América para regresar abordo del acorazado "Moreno", donde permaneció durante seis años como mayordomo.
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Obtuvo distintos pases a buques de guerra y transportes, siempre en su misma condición de mayordomo, y realizó dos viajes a las islas Orcadas, en los años 1923 y 1924, a bordo del barco "Guardia Nacional", de cuyos viajes guarda imperecedero recuerdo. El señor Villalvilla se acogió a los beneficios de la jubilación en el año 1933, pero persona de temperamento activo, abrió una cantina en Polvorines, que atiende personalmente. Se casó el día 14 de enero de 1925 con doña Melchora García, hija de don Casiano y doña Restituta Díaz, española y su más eficaz colaboradora. Del matrimonio nacieron los niños: Elba Edith y Norberto Julián.
Señor Juan Albanesi
Señor Juan Albanesi, rodeado de su familia. El señor Juan Albanesi está establecido con negocio en la calle 25 de Mayo No. 518. Nació el señor Albanesi en Apiro, Macerata, Italia en el año 1888 y llegó a la Argentina el 7 de enero de 1899 y poco después ya actuaba en Bahía Blanca en la casa de comercio de los señores Ferrandi y Cía. El 1° de enero de 1902 vino a Punta Alta como empleado de los señores Ferrandi y Briatori, pasando luego a la casa de don Daniel Menéndez. Posteriormente y hasta 1917 actuó en la casa de don Francisco Reimondi. Fue en 1917 que instaló el depósito de forrajes que posee en la actualidad, al frente del cual permanece, secundado por sus hijos. El señor Albanesi se casó el 12 de mayo de 1917 con doña Carmen Carod, naciendo del matrimonio los siguientes hijos: Alberto, Celina, Adela y Oscar.
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Bosques en el médano
Estos médanos estériles y... La cortina de verde que señala la extensión de las baterías costeras y recuadra el inmenso terreno de Puerto Belgrano, es completamente artificial y debida al cariño acendrado que el ingeniero Luis Luiggi sentía por los árboles. A él se le debe que las arenas cálidas del médano de la Punta Sin Nombre y de Punta Alta, hayan florecido, surgiendo avenidas y bosques que han cambiado totalmente, hermoseándola, la característica adusta de las anteriores dunas. El ingeniero Luiggi gustaba de incitar a los pobladores a la plantación de árboles, y refiriéndose a sus trabajos en Puerto Belgrano escribió los siguientes párrafos el año 1900: "Gracias a todos estos esfuerzos combinados, las desiertas tierras de Puerto Belgrano, donde tres años hace no había sino dos sauces cerca del rancho del indio Linares y unas plantas de cinacina cerca del rancho de Ancalao para una zona de más de 30 ki1ómetros, desde Punta Congreso (antes Punta Sin Nombre) hasta Colina Doble, hoy día presentan dos grandes oasis de árboles, que desarrollándose convenientemente contribuirán a hace menos desagradable la vida en aquel paraje desamparado, a los marinos,. militares que deberán tener allá su residencia". En el mismo trabajo, titulado: “Plantaciones para consolidación de los arenales alrededor de las obras de Puerto Militar”, dice el ingeniero: "Las condiciones pluviométricas de Puerto Belgrano, según resulta de veinte años de observaciones del señor Caronti, de diez años de la Sub Prefectura Marítima de Bahía Blanca y de tres años de observaciones personales, son que en término medio caen anualmente 407 milímetros de lluvia. Hubo años que llovió mas, por ejemplo en 1872 que cayeron 660 milímetros y 671 en 1887. Pero se han tenido años de gran sequía: en 1897 sólo cayeron 311 milímetros y en 1898 solamente 378 milímetros.
esta lujuriante vegetación.
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Los vientos son muy fuertes en Puerto Belgrano alcanzando hasta 85 kilómetros de velocidad por hora, verdaderos huracanes que destrozan las plantitas. Además en 65 días sobre 100 estos vientos soplan del Noroeste, o sea del lado de la Pampa, muy cálidos y muy secos, causando una evaporación notable. Hubo dos días en 1890 en que el evaporímetro de las obras marco hasta l0 milímetros de agua evaporada. En estas condiciones las arenas se ponen sumamente calientes y la capa superficial de arena alcanza una temperatura hasta de + 65° c. Varias veces se cocieron huevos simplemente enterrándolos en la arena superficial por 12 a 15 minutos. Los cambios bruscos de temperatura en un mismo día son también notables: por término medio en verano desde + 33º c. a la tarde, la temperatura baja a + 80 c. por la noche, o sea una diferencia de 259 c. en un mismo día. Resulta además de las observaciones en las obras, temperaturas de — 42º c. en verano y noches del invierno de 1898 con — 10° c." Con estas condiciones de irregularidad y escasez de lluvias, sequedad del clima y fuertes vientos, no es de extrañar que la vegetación se desarrolle muy difícilmente. El primer experimento de fijación de médanos en las arenas por medio de las plantaciones, se hizo en el invierno de 1897, eligiendo dos localidades muy distintas, una en Punta Alta que es el centro de las obras marítimas y la otra en Punta Congreso, antes Sin Nombre, que es el centro de las obras de defensa y donde no hay más que arena pura. En Punta Alta se plantaron unos miles de estaquillas de tamariscos, formando cerco. Además se pusieron pinos, eucaliptos y aguaribays. Las plantas se desarrollaron bien, particularmente los tamariscos. En 1898 se volvieron a plantar como 100.000 podos de tamarisco a lo largo de los caminos que cruzan los terrenos del Arsenal Naval de Punta Alta. Un caso curioso fue que los tutores de álamo criollo, puestos para sostener a los álamos carolina, brotaron perfectamente y sustituyeron espontáneamente a las plantas que debían tutelar, que se secaron. En el invierno de 1899 se empezó a revestir los taludes de las fortificaciones y los médanos cercanos con tamariscos de raíz, sacados de los almácigos de Punta Alta, día a día. Los encargados de las plantaciones fueron los señores Beleredi y Frigotto, tomando parte activa con sus conocimientos el señor Vicente Peluffo, a quien debe Puerto Militar y Bahía Blanca lo mejor de sus plantaciones. Relacionándose con la plantación de árboles, es un orgullo consignar que si Corrientes fue ]a primera en instituir el Día del Árbol, Bahía Blanca fue la segunda ciudad que lo tuvo, el 15 de agosto de 1900. Sin embargo, es al Puerto Belgrano a quien corresponde la primacía en Bahía Blanca, aunque no de manera oficial. En efecto en 1898 se efectuó una fiesta similar a ella donde la única diferencia estribaba en que en lugar de niños de escuela, fueron personajes nacionales quienes plantaron los primeros árboles en Punta Alta.
estos cangrejales hediondos, se cubrieron de. . .
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La primer planta fue colocada por la señora East de Luiggi y otras lo fueron por el presidente de la República, por los ministros, por el ingeniero Luiggi y por cuantos visitantes distinguidos llegaron en aquellos días a Puerto Belgrano, en misión oficial o particular. Una muestra de la forma en que se deseaba dotar de bosques artificiales a Puerto Belgrano, se ve en la factura pagada por la Intendencia de la Armada en noviembre 13 de 1897 a los señores Peluffo y Cía., por pesos 956.35, en concepto de provisión efectuada de semillas y plantas. Hoy la Base Naval aparte de sus hermosos montes forestales que le dan sombra, amparo contra los vientos y belleza, ostenta espléndidos jardines que constituyen una maravilla para quienes los ven por primera vez. El médano, como quería Luiggi, ha florecido.
Puerto de Arroyo Pareja
Vista general del Puerto de Arroyo Pareja. En la desembocadura misma del arroyo Pareja, y en la zona comprendida entre el Puerto Militar y las baterías próximas a !a desembocadura del estuario, el Gobierno Nacional acordó una concesión para la construcción de un gran puerto comercial y sus anexos compuestos de cinco secciones. La principal comprendía el puerto dotado de una esclusa de entrada y no sujeto, por lo tanto, a las fluctuaciones de las mareas, provisto de cuatro grandes espigones y de un sistema completo de líneas férreas, depósitos y zonas especiales para la descarga de petróleo y de carbón. Las obras se iniciaron en 1912 de acuerdo a la ley 5774 para luego ser suspendidas . En 1917 se reanudaron los trabajos de la primera sección consistentes en la construcción de mil metros de muelles de atraque en la margen derecha del Arroyo Pareja, y junto a la desembocadura, con una profundidad de 9.50 metros en marea baja. Bajo la presidencia del doctor Quintana, el Gobierno Nacional designó una comisión encargada de estudiar la mejor ubicación de un nuevo puerto comercial sobre el Atlántico. De esa comisión formó parte el ingeniero Abel Pagnard. El Poder Ejecutivo, por rezones de diverso orden, abandonó luego el propósito de realizar la obra y entonces el mencionado ingeniero sobre la base de los estudios que hizo en su carácter de comisionado, gestionó y obtuvo autorización para llevarla a cabo. Por la ley respectiva de fecha 15 de setiembre de 1908 se le concedió derecho a construir y explotar por el término de sesenta años, un puerto comercial en la desembocadura del Arroyo Pareja, cerca del Puerto Belgrano y con una profundidad de treinta pies en mareas bajas. La ley de
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concesión expresaba que el concesionario quedaba autorizado por la ley 3908, a construir y explotar elevadores de granos, formando éstos parte integrante del puerto. El contrato fue firmado el 28 de julio de 1911.
Estibas de cereal en las playas del Puerto de Arroyo Pareja. Después de varias transferencias e incidencias motivadas por la guerra del año 1914, el puerto fue a pasar a manos de la Compañía Puerto Comercial de Bahía Blanca - Puerto Belgrano . Por la ley 10242 se aceptaron modificaciones para poner en forma un muelle de 300 metros con depósitos y aparatos. La parte habilitada tiene galpones y cinco guinches. La superficie es de 3.150 metros cuadrados. La vía férrea une los FF. CC. del Sud y Rosario Puerto Belgrano. Durante años, el Puerto Comercial de Arroyo Pareja, tuvo un movimiento de importación y exportación sumamente reducido, ya que sus facilidades de embarque, especialmente de cereales , eran escasas , y sin parangón posible con las de Ingeniero White y Puerto Galván.
En estos cangrejales se levanto un gran puerto de aguas hondas
Debido al auge cada vez mayor del transporte automotriz, que va a buscar las mercaderías de exportación en el campo y las deja al pie de la bodega, vino para Arroyo Pareja una época de intenso movimiento, y llegan diariamente a sus playas de estacionamiento y descarga, centenares de camiones atiborrados de bolsas, lo que ha motivado la radicación en el paraje de numerosas familias y negocios, perfilándose ya el núcleo de población de Arroyo Pareja, como un futuro pueblo que estará asomado a las aguas del Atlántico.
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Cuando puedan resolverse en definitiva los problemas que afligen a la zona, propiedad de los terrenos, agua corriente, luz, nivelación, etc., florecerá alrededor del puerto de aguas hondas una nueva población obrera que constituirá otro exponente de actividad y energía y que aumentará y se engrandecerá a la par que se intensifique el movimiento portuario de Arroyo Pareja. A pesar de las búsquedas en distintas fuentes, no fue posible hallar el por qué de la designación de Arroyo Pareja que distingue al lugar donde se fundó el primer muelle en la zona. según referencias proporcionadas por un vecino, parece que se debe al siguiente hecho: Un práctico de mar estaba encargado de hacer fondear en la bahía a1 primitivo barco de guerra "Belgrano". Este práctico se llamaba Joaquín Pareja y extravió el rumbo del canal, por lo cual tuvo que ir sondeando continuamente, hasta que fondeó cerca de la entrada de un brazo de mar que se internaba tierra adentro. Por hacer burla del práctico que había demostrado tan escasa pericia, se bautizó al fondeadero con el nombre de Pareja. Esta es la tradición que se tiene respecto al lugar, y si no es cierta, cabe decir como del conocido cuento: que es bien hallada.
Darwin y Ameghino
Carlos Darwin, naturalista que visitó a Punta Alta en 1833.
Muy a menudo se habla del naturalista Carlos Darwin, en relación con sus visitas a la zona medanosa de Punta Alta y a que el empleaba ya este nombre para designar el lugar. Pero jamás se relatan las referencias que el ilustre viajero inglés hizo en su famosa obra "Mi viaje alrededor del mundo" Nosotros queremos que en el GRAN ALBUM DE PUNTA ALTA, queden grabadas las expresiones del gran sabio, por lo que reproducimos algunas de sus observaciones, primero con respecto al lugar y luego refiriéndonos a su gran descubrimiento de fósiles en Punta Alta y Monte Hermoso, detalle importantísimo que pasa inadvertido para los cronistas de Punta Alta, y que hizo conocer este nombre en todos los centros científicos del universo, por el año 1840. Habiendo salido Darwin de Patagones o El Carmen, a orillas del río Negro, el día 24 de Julio de 1833 cruza todo el extenso valle, a caballo, entrevistándose con Rosas en su campamento en las márgenes del Colorado, siguiendo viaje pare Bahía Blanca, donde ya estuviera por primera vez en setiembre de 1832. A mediados de agosto llega a Bahía Blanca por el paraje que él ya llama Cabeza de Buey, extenso pantano salitroso frente al actual Villarino Viejo, y cuyo nombre dado quizás por los primeros soldados de la Fortaleza Argentina, se conserva todavía. Darwin debía buscar el barco "Beagle''', en la bahía, al mando de Fitz-Roy para embarcarse y dice:
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"La parte del puerto donde el "Beagle" debía anclar estaba a 25 millas de distancia; el comandante de la plaza me concedió un guía y caballos para ir a ver si había llegado. Al abandonar la llanura de verde césped, que se extiende por las márgenes de un riachuelo ( el Napostá ), entramos bien pronto en un vasto llano donde sólo vemos arenas, charcas saladas o barro. Algunos matorrales achaparrados brotan más allá; en otros sitios el suelo está cubierto de esas plantas vigorosas, que sólo alcanzan todo su desarrollo donde abunda la sal. Aunque el país es muy árido, hallamos bastantes avestruces, ciervos, agutís y armadillos". Como el "Beagle" no había llegado a la cita, Darwin y su acompañante vuelven al Fuerte. Dos días después regresa al puerto y es entonces cuando por primera vez el naturalista bautiza el lugar con el nombre de Punta Alta. Darwin dice así: "Dos días después me encamino de nuevo al puerto . Nos dirigimos sosegadamente a PUNTA ALTA, eminencia poco elevada, desde donde, sin embargo, podíamos descubrir casi todo el inmenso puerto de Bahía Blanca." "El agua está cortada por numerosos diques de barro, llamados cangrejales por los habitantes, a causa de la grandísima cantidad de cangrejitos que allí hay." El "Beagle" llega por fin el 24 de agosto, y Darwin logra permiso del capitán Fitz-Roy, para regresar a caballo a Buenos Aires, con objeto de estudiar las llanuras bonaerenses. Pero antes de que el célebre naturalista y viajero abandonara el paraje de Punta Alta y Bahía Blanca, debía efectuar un descubrimiento que constituiría una verdadera revolución en la ciencia antropológica, y que llevaría a Punta Alta a los ámbitos de la fama. Desde las edades prehistóricas habían permanecido ignorados los grandes acumulamientos de animales fósiles en las arenas y barrancas de Punta Alta y Monte Hermoso Carlos Darwin los descubrió por primera vez y dio así nombradía mundial a Punta Alta. En su tomo 19 de "Mi viaje alrededor del mundo", refiere sus importantísimos hallazgos en estas palabras: "En Punta Alta se ve un corte de una de esas pequeñas llanuras recién formadas, de sumo interés por el número y el carácter extraordinario de los restos de animales terrestres gigantescos allí sepultos. Estos restos han sido descriptos detenidamente por el profesor Owen en la "Zoología del viaje del Beagle", y están depositados en el Museo del Colegio de Medicina." "Encontré los restos de esos nueve cuadrúpedos, así como muchos huesos sueltos en la costa en un espacio de unos 200 metros cuadrados. Es muy notable el hecho de encontrarse juntas tantas especies diferentes; por lo menos esto constituye una prueba de la multiplicidad de las antiguas especies habitantes en el país. A más de treinta millas de Punta Alta (Monte Hermoso, junto a la actual baliza), hallé en un acantilado de sierra roja, muchos fragmentos de huesos, gran parte de los cuales tenían también dimensiones grandísimas. " Los restos de Punta Alta estaban sepultos en un pedregal estratificado y en un barrizal rojizo, parecidísimo a los sedimentos que el mar podría formar actualmente en una costa poco profunda." El sabio naturalista argentino, nacido en Luján, está íntimamente vinculado a la nombradía de Monte Hermoso y también de Punta Alta. El fue quien, siguiendo las huellas de Darwin, exploró minuciosamente los yacimientos de fósiles antidiluvianos, elevando a la ciencia argentina a su mas alto nivel. Dice Ameghino en un opúsculo firmado el 4 de marzo de 1887, refiriéndose a sus búsquedas en Monte Hermoso, lo siguiente: "Después de casi un año de vida sedentaria, aburrido del trabajo de laboratorio, decidí ausentarme para el campo unas semanas, si no para tomar descanso, por lo menos para variar de ocupación. ¿Dónde dirigirme? Aún no conocía la parte central de la provincia de Buenos Aires y sus formaciones geológicas me eran absolutamente desconocidas. Además por ese lado, no muy lejos de Bahía Blanca (once o doce leguas) existe un punto llamado Monte Hermoso donde Darwin hizo algunos de sus más notables descubrimientos paleontológicos, olvidado desde entonces por los hombres de ciencia, hasta que volvió a sonar
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últimamente con ocasión de una visita que a él hizo el joven Carlos Burmeister, hijo del ilustre Director del Museo de la Capital Federal, anunciando que en ese paraje había hecho el hallazgo de algunos fósiles de importancia, atractivo este último que cual poderoso imán me condujo a Monte Hermoso. ¡Monte Hermoso. . .! Para la generalidad sólo tiene de hermoso el nombre. Es una serie de colinas de arena semimovible de unos treinta y tantos metros de elevación, en la más alta de los cuales hay un faro destinado a evitar en lo posible los siniestros que con tanta frecuencia ocurren en esta costa. Es una localidad árida y solitaria, abrasada por el sol y barrida por los vientos que azotan el rostro con la arena ardiente, sin agua y sin pasto, y, si los hay, duro y punzante como agujas de colchonero. Por un lado está limitada por una barranca acantilada de entre doce y catorce metros de alto y de unas veinte cuadras de extensión, cuya base, batida por las olas, ora mansas, ora furiosas del Océano, está acribillada de cuevas y hendiduras, derrumbándose en grandes trozos, que caen, enterrándose en la arena, semejando grandes monolitos, que luego son poco a poco destrozados por las aguas. Por el otro lado, a la espalda, está aislada por una serie de médanos accidentados, ya en forma de cuchillas largas y angostas, ya cónicas o circulares, formando una faja de un par de leguas de ancho; región casi intransitable en la que sólo se mueven a la vista del hombre avestruces y gamas en vertiginosa carrera. Pero este punto aislado de todo centro civilizado, enclavado en una región poco menos que inhabitable, es para el naturalista, si no un monte hermoso, un monte de oro, un monte de vida hasta ahora desconocida, muerta si se quiere, pero que revive ante nuestros ojos, a los golpes de pico aplicados a la barranca. ... Llevo ya recogidos los restos de unas 25 especies de mamíferos... Pero lo que aumenta extraordinariamente la importancia del yacimiento de Monte Hermoso, es la presencia del hombre conjuntamente con esa fauna singular, revelada tanto por algunos pedernales y huesos toscamente labrados, cuanto por la existencia de antiguos fogones en distintos niveles de la barranca, engastados en caras de arcilla, de la que con trabajo he podido al arrancar fragmentos para llevarlos al Museo de la Provincia, en La Plata." Más adelante, en junio de 1888, a raíz de la exploración efectuada en los yacimientos de Monte Hermoso por el hermano del sabio, Carlos, describe Florentino Ameghino 58 especies de mamíferos fósiles hallados en Monte Hermoso y vuelve a ocuparse del hombre al decir: "Pero lo que indudablemente es mucho más notable y sorprendente, es encontrar en Monte Hermoso, junto con esa antiquísima fauna que ha desaparecido, no por modificaciones sino por completa extinción, vestigios atribuibles a la acción de un ser inteligente: el hombre o a su precursor." Cuando empezaron las grandes obras de excavación en los medanos de Puerto Belgrano, se pusieron al descubierto interesantes fósiles. Avisado el Museo de La Plata designó al hermano del naturalista, Carlos Ameghino, su mejor colaborador, y al señor Emilio Guemigniani para que se hicieran presentes en las excava clones. Fue así que en junio de 1904 tuvieron la satisfacción de realizar muy interesantes hallazgos paleontológicos.
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Señor Pío Rossi “LAS MERCEDES”
Grupo familiar.
En esta hermosa residencia, edificada a todo costo en las proximidades de Punta Alta, cercana a la carretera y frente a Los Polvorines, vive el señor Pío Rossi con su familia. Escondida la case y sus jardines en el declive de antiguos médanos, convertidos hoy en tierras feraces de producción, no se adivina su existencia desde la carretera, por lo que al llegar a ella causa asombro lo que puede lograr la voluntad del hombre cuando es constante y bien orientada. El señor Pío Rossi es italiano, de la Provincia de Aquíln, habiendo nacido el 7 de marzo de 1891, siendo sus progenitores el señor Vicente Rossi y su esposa doña Dominga Bucheri. Fue en el año 1906 que el señor Rossi, en compañía de su padre y de un hermano, embarcaron para la Argentina, radicándose en su llegada en La Plata, donde se dedicaron al comercio, iniciándose así en el ramo de proveeduría de la Armada, en la Base de Río Santiago.
El hermoso chalet de "Las Mercedes"
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Ya conocedor del negocio de proveeduría a la marina de guerra, en combinación con uno de sus familiares, se trasladó don Pío a Punta Alta en el año 191 3, a objeto de atender con mayor atención la entrega de las mercaderías a la Base de Puerto Belgrano. Fue así uno de los primeros comerciantes en los ramos de verduras y papas que tuvo por largos años las licitaciones de la base naval, atendiendo las vastas necesidades de los barcos y del Personal de tierra. Además de sus negocios en Puerto Belgrano instaló un comercio de frutas y verduras en el pueblo, en Humberto 1° y Urquiza en el año 1914, un año después, inaugurado el mercado, se instaló en él en sociedad con un familiar, dedicándose al mismo comercio, en calidad de mayorista y minorista. fue en el año 1927 que compró una fracción de 16 hectáreas de tierra frente a Los Polvorines, donde está edificada "Las Mercedes". El terreno no era otra cosa que un inmenso médano, donde las arenas volaban al menor viento. El señor Rossi, dispuesto a transformar el paraje, no cejó hasta ver su deseo convertido en realidad. Convenientemente cercado el terreno con tupidas plantaciones de tamariscos y álamos, a su amparo niveló la arena y formó una espléndida quinta, que constituye una verdadera muestra del tesón que lo animaba y lo guía. En estas tierras sus quinteros han conseguido cultivar toda clase de verduras y frutas, demostrando que la arena también florece cuando se la sabe conquistar. Para ello, lo primordial estribaba en conseguir agua en abundancia. El señor Rossi hizo perforar el primer pozo surgente de los alrededores, de propiedad particular. Llegó la perforación a los 196 metros de profundidad, y de allí brotó un caudal de agua que permitió el regadío de las eras y canteros, conducidos por canales de ladrillo. Así se logró convertir un médano estéril en un hermoso jardín, monte frutal y quinta de gran extensión. Una vez realizada la transformación, el señor Rossi consideró llegada la hora de establecerse en ”Las Mercedes”, y en el año 1938 edificó la amplia casa en que habita. Construida con todos los adelantos modernos y sin detenerse en gastos constituye sin duda alguna una de las edificaciones rurales mas hermosas de cuantas rodean a Punta Alta. El señor Pío Rossi contrajo enlace el día 20 de mayo de 1920 en Punta Alta, con doña Rosa Bossi, siendo la esposa argentina. Del matrimonio nacieron los hijos: Vicente Primo, Irma Dominga; Carlos Alberto; Ricardo Víctor; Aída Enriqueta; María Angélica; Oscar Víctor; Néstor Raúl; Mario Rubén y Pedro Ortiz Guido, este último apadrinado por el señor Presidente de la República. El señor Rossi, que ha logrado conquistarse una saneada posición, posee cases de renta en Bahía Blanca y en Punta Alta y es persona vastamente conocida y apreciada.
Una vista de los jardines con la amplia glorieta.
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Señor Guillermo Dinger Bar “Gambrinus”
El señor Guillermo Dinger, rodeado de su familia. Sin dude alguna, el negocio de bar, cervecería y fiambrería que está instalado en la calle Humberto 1o. No. 310 a cargo del señor Guillermo Dinger, es uno de los más preferidos por el público de Punta Alta, y no solamente de la ciudad sino de la base naval y de Bahía Blanca. Efectivamente son numerosas las familias que acuden al Gambrinus, atraídas por las comodidades que brinda el establecimiento y la atención esmerada que reciben, y que han rodeado a la casa de un bien ganado prestigio.
Detalle del salón de familias. A las amplias salas destinadas a bar y cervecería y al salón reservado para familias, debidamente decorado e instalado, se une una hermosa terraza en que, en época estival, se congregan numerosas familias deseosas de pasar unos momentos agradables al aire libre.
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Local donde está instalado el Bar "Gambrinus". Como es natural, tratándose de un establecimiento de tal índole, en el Bar Gambrinus se sirven en especialidad un rico chopp, buenos sandwiches y fiambres confeccionados al estilo alemán, los que gozan de gran predilección entre el público asiduo al Gambrinus. El señor Dinger es de origen alemán criado en Suiza donde pasó un largo tiempo, lo mismo que en Italia y años más tarde lo encontramos en la capital de Grecia, radicándose unos años después en la Argentina actuando en el Hotel Atlántico en Bahía Blanca y pasando luego a Punta Alta.
Vista del mostrador del establecimiento. Don Guillermo Dinger se casó en el año 1925 con doña María Kaspar, naciendo los hijos Otto Guillermo y Rodolfo Ernesto. Las fotografías que insertamos en esta crónica, dan una idea de la amplitud de las instalaciones del negocio, especialmente de la sección bar y cervecería propiamente dicha y del salón de familias.
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Instalación para juegos de bolos.
Señor Licinio Martínez “ El Luchador “
El señor Licinio Martínez rodeado de su familia. Este sugestivo nombre, que indica de por si un temperamento enérgico, de trabajo y de lucha, es el que el señor Licinio Martínez puso al frente de su negocio de Almacén y anexos, en la esquina de las calles 25 de Mayo e Ingeniero Luiggi. Es don Licinio Martínez uno de esos temperamentos leoneses, que tanto abundan en nuestro país, que al abandonar a España hacen de la Argentina su segunda patria y son un ejemplo de laboriosidad.
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Nació el señor Martínez el día 6 de noviembre de 1904 en el pueblo de Campazas, provincia de León, España, siendo sus Padres don Silvestre Martínez y doña Paula Domínguez, ambos residentes entre nosotros.
Una vista del interior del importante comercio. Don Silvestre, en procura de más anchos horizontes y posibilidades, dejó a su pueblo natal y se embarcó para la Argentina en el año 1911, llegando al país el 3 de diciembre. Formándose una rápida composición de lugar, se empleó en el campo como jornalero, en una época en que las tareas agrícolas precisaban de muchos brazos. Como había dejado a sus familiares en León, don Silvestre fue enviando a España el fruto de sus ahorros, y se reunieron con él los hijos y la esposa, formando ya su hogar en América. Fue en el año 1924 que llego el señor Licinio y se inició trabajando como empleado de comercio en la localidad de Coronel Pringles, donde residía su padre. Conocedor ya de las modalidades del negocio de almacén, se instaló en Coronel Pringles en compañía de su padre, manteniéndose al frente de la casa hasta el año 1934. Dispuesto siempre a probar nuevos horizontes, se trasladó a Punta Alta en el citado año de 1934 ya con la idea de abril un almacén en nuestra progresista ciudad.
Frente del local donde está instalado "El luchador". Llevó a cabo su pensamiento instalando "El Luchador", casa a la que imprimió su activa dirección y que pronto logró rodea. de una numerosa clientela, atraída por el trato cortes de los señores Martínez, padre e hijo, ya que don Silvestre sigue al lado del hijo como en los tiempos de su iniciación.
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La casa, situada como queda dicho en la esquina de las calles 25 de Mayo e Ingeniero Luiggi, teniendo el teléfono No. 8 se dedica en especialidad a 1os renglones de comestibles y combustibles, teniendo un amplio reparto tanto en la planta urbana como en la zona y Puerto Belgrano. También tiene como un importante agregado el renglón venta de bebidas, exclusivamente al por menor. El Sr. Licinio Martínez se casó en C. Pringles, el día 27 de octubre de 1934, con doña Dominga Vitali, nacida en Italia, e hija de don Luis Vitali y su esposa doña Teresa Fideli. Del joven matrimonio nacieron las hijas Teresita y Marta, de las cuales insertamos la fotografía en la Galería Infantil.
Señor Silvester Martínez y su esposa señora Paula Dominguez. Las fotografías que ilustran esta crónica, ponen de relieve el inmenso surtido que posee el almacén "El Luchador", y a la gran cantidad de mercaderías así como a los métodos progresistas de propaganda que emplea el señor Licinio Martínez, se debe en buena parte el éxito que ha logrado en tan breve espacio de tiempo en Punta Alta.
Señor José Gronda “La unión” Villa del mar
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Don José Gronda. Lindando con la zona de la base naval, en Los Polvorines y en el paraje denominado balneario "Villa del Mar", desarrolla sus actividades ganaderas e industriales el señor José Gronda, desde hace ya una porción de años. El señor Gronda nació en el pueblo de La Ensenada, cercano a La Plata, el día 10 de abril del año 1887 siendo sus progenitores don Damián Gronda y doña Rosa Panzaraza. Fue en el transcurso del año 1912 que se avecindó en Punta Alta trabajando como empleado en el comercio local. Transcurrido un tiempo, ya en 1924, decidió emprender sus propias actividades y se inició arrendando una fracción de campo de 150 hectáreas en el lugar que ya hemos indicado y en el que permanece en la actualidad.
Una vista parcial de la importante mina de arena que explota el señor José Gronda, frente a los polvorines.
Estableció un tambo con el nombre de "La Unión", al mismo tiempo que desarrollaba un reparto de leche en Punta Alta, y se dedicaba a la cría de hacienda. Existiendo en el campo que ocupa importantes y ricas minas de arena para construcción y pedregullo, el señor Gronda emprendió la explotación de las mismas en una forma intensiva y continua, abasteciendo de arena y pedregullo a muchos constructores de Punta Alta, Bahía Blanca y Puerto Belgrano.
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Parte de las vacas lecheras en el corral.
Para los trabajos de la mina cuenta con los elementos necesarios y el transporte del material lo realiza en camiones propios. Aunque el señor Gronda vive actualmente en Punta Alta, edificó sin embargo un hermoso chalet en el balneario Villa del Mar, siendo el suyo uno de los primeros edificios de material que se levantaron en la citada playa, y del cual insertamos una fotografía en esta página. En el año 1927 adquirió don José una quinta en Villa Arias, la que por lo regular arrienda, contando la misma con regadío. En el año 1925 contrajo matrimonio don José Gronda con doña Maria Altamira, celebrándose la ceremonia en La Plata. Las fotografías que ilustran esta crónica muestran algunas vistas de la mina de arena y de la casa e instalaciones del tambo "La Unión".
La primera casa de material en Villa del Mar.
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Señor José M. Larrea.
Señor José Miguel Larrea. Allá por el año 1898, fundación de Punta Alta, llegaron a la estación San Román dos "vasquitos", dispuestos a trabajar. Uno de ellos, de 17 años, era don José Miguel Larrea. Es hijo de don Juan Domingo y doña Josefa Izaguirre, habiendo nacido el día 11 de enero de 1881, en San Sebastián. Al día siguiente de su llegada, empezó a trabajar como ovejero en "El Deseo", de Hardoy, donde estuvo por espacio de ocho años, llegando a ser habilitado en la majada. En 1909 se trasladó a Punta Alta iniciando un reparto de leche en el pueblo. Al año adquiría ya el tambo con todas sus existencias propiedad de Speroni, y se dedicó sin interrupción a la explotación de la industria lechera, en que continua como gran productor, teniendo siempre un importante reparto en Punta Alta. Como fruto de su trabajo y de su virtud de ahorro, adquirió un campo de 203 hectáreas que formaba parte del antiguo establecimiento de Santamarina, donde edificó de inmediato la casa habitación y levantó todas las instalaciones necesarias para facilitar el desarrollo de su industria de tambo. Más tarde compró otra fracción de tierra de 300 hectáreas, ubicadas precisamente en el lugar donde se había proyectado, con miras a la especulación que siguió a la fundación de Puerto Militar, la creación del pueblo Belgrano. No tan sólo dedica don José sus energías a la explotación del importante tambo que cuenta con cerca de 160 vacas lecheras, sino que destina parte de sus tierras a la siembra de cereales y a la formación de pastos finos para la hacienda. Aparte de los campos que logró adquirir a través de tantos años de trabajo y esfuerzo, el señor Larrea es propietario de varias casas de renta y terrenos ubicados en las calles Brown, Pellegrini y Rosales, de Punta Alta.
Un lote de vacas lecheras en el corral.
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Señor Antonio García
Señor Estéban García. Señor Antonio García.
Es uno de los hijos del matrimonio formado por don Esteban García y doña Fulgencia Carrasco, españoles, que se establecieron en Punta Alta por el año 1911. Fue don Esteban un temperamento emprendedor e incansable, que luchó sin desmayo en procura de un mejor bienestar y al que solo la muerte, ocurrida en 1940, pudo vencer en su actividad. El señor García, después de trabajar como jornalero en las obras de Puerto Militar y Arroyo Pareja, empezó a independizarse modestamente, iniciándose en la compra venta de hacienda porcina. Poco a poco sus transacciones fueron adquiriendo mayor importancia, hasta que ya en el año 1930 instalo un criadero de cerdos en la calle Mitre, en las afueras de la población. El terreno que ocupa el criadero, en el que se levantaron todas las instalaciones necesarias para tal industria, está ubicado en la quinta N.° 20, y fue comprado al señor Santiago Labarrére en el propio año de 1930.
Un lote de cerdos en el chiquero preparados para engorde. Al fallecer el activo don Esteban, quedó al frente de la explotación porcina el hijo señor Antonio García, hecho en la escuela de actividad del padre, y que ha dado al negocio un nuevo y más intenso empuje, secundado por su hermano Juan. En efecto, con el camión especial para el transporte de cerdos, el señor Antonio García recorre los establecimientos del campo adquiriendo animales escogidos, que luego son sometidos a un adecuado tratamiento; de engorde en el criadero, hasta prepararlos para su venta directa a los frigoríficos para ser faenados. También se dedica el criadero a la producción de lechones, de los cuales coloca en el mercado considerables cantidades durante el año, tanto para el consumo local como regional.
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Señor Juan Vaquer “La Unión”
Señor Juan Vaquer y señora esposa Colomba Amengual. El señor Juan Vaquer, dueño del almacén "La Unión", puede en realidad ser considerado como el primer poblador efectivo de Villa General Arias, donde reside desde el año 1911. Nació el señor Vaquer en las Islas Baleares, pueblo de Porreras, España, el día 2l de julio de 1880 y es uno de los innumerables mallorquines que en la Argentina han desarrollado sus actividades y sus iniciativas. Sus padres fueron don Pedro Vaquer y doña Micaela Carbonell. Llegado al país en 1908, se dirigió a Saliqueló trabajando durante dos años en el campo. Es en 1911 cuando viene a Punta Alta. Es designado de inmediato encargado del campo del señor César Martelli y la señora Amalia Belli, en que está enclavada Villa Arias, y que por aquel entonces se presentaba como una zona de gran porvenir y progreso. Estuvo en su cargo hasta que los dueños traspasaron sus tierras y derechos al Banco Español del Río de la Plata. Ya durante el año 1912 había comprado una fracción de una hectárea, con pozo surgente, y edificó su case que fue la primera que se levantó en Villa General Arias por un poblador, cabiéndole así el honroso titulo de fundador de la misma. En el año 1919 instaló el almacén "La Unión", que fue el segundo establecido en el paraje y ha seguido a su frente ininterrumpidamente desde entonces, por lo cual es ampliamente conocido del vecindario entre el que ha logrado conquistarse merecido prestigio. El señor Juan Vaquer contrajo matrimonio el año 1904, en Porreras, con doña Colomba Amengual, naciendo en España las hijas Micaela, casada con el señor Bautista Bernard; Catalina, casada con el señor Severino Regui, y en la Argentina las restantes, o sean: Colomba, que fue la primera criatura nacida en Villa General Arias, casada con el señor Secundino Arias, y Francisca, casada con el señor Julián Fernández El nombre del señor Vaquer está íntimamente unido a cuanta iniciativa progresista ha surgido en Villa General Arias desde su fundación.
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La casa de Villa Arias.
Señor Enrique Más
El matrimonio Más-Pérez. Foto sacada en 1914. En una de las quintas de Villa Arias, vive el señor Enrique Más en compañía de su familia, muy estimada y apreciada en la zona. Es don Enrique valenciano, habiendo nacido en Real de Gandia, el día 9 de agosto de 1887, hijo de don Salvador y doña Josefa Linares. Contrajo enlace con doña Concepción Pérez, hija del señor Atanasio y su esposa doña Antonia Mico, el día 13 de septiembre de 1910. Cuatro años después el nuevo matrimonio se embarcaba rumbo a la Argentina, y el señor Más entró a trabajar en las obras de construcción del dique de Puerto Belgrano, donde permaneció por un tiempo. Ya en 1926 adquirió una de las quintas situadas en Villa Arias, consistente en una cuadra cuadrada de terreno, y gozando los beneficios del riego, plantó frutales, en especial un hermoso monte de membrillos, que actualmente está en plena y lozana producción, como puede verse por la fotografía que insertamos.
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El espléndido monte de membrillos. De inmediato levantó su casa habitación en la quinta de Villa Arias, dotándola de las instalaciones exigibles para una vida cómoda y sencilla. El señor Más, espíritu emprendedor y lleno de energías, cuando se extendió el transporte automotriz, adquirió un camión con acoplado y se dedicó a la conducción de cereales a los puertos y barracas, así como al acarreo de mercaderías, habiendo conseguido por su preocupación y cumplimiento rodearse de un bien ganado prestigio. Del matrimonio de don Enrique Más con doña Concepción Pérez, nacieron los hijos Enrique, que vive en España, Concepción, casada con el señor Daniel Reinafé, y Rosita. Esta última, dedicada a las fines y delicadas labores del bordado, consiguió el diploma que la señala como a una distinguida y capacitada profesora de bordado.
Casa en Villa Arias.
Señor José Martínez
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El señor José Martínez, rodeado de su numerosa familia. Es don José Martínez otro de los leoneses que vinieron a Punta Alta hace años y que con su espíritu emprendedor lograron abrirse paso y labrarse un bienestar. Nació en León, el día 15 de diciembre de 1884, y fueron sus padres don Juan y doña Manuela Valle. Vino al país en el año 1907 y después de una temporada en Buenos Aires se trasladó a Bahía Blanca trabajando en el comercio, y en el año 1908 está ya radicado en Punta Alta, abriendo un despacho de bebidas en la antigua calle Transvaal, ahora Irigoyen. Hace un viaje al Brasil y a España, y a su regreso, en 1910, se dirige a Quilmes y de ahí nuevamente a Punta Alta, donde debía radicarse definitivamente. En efecto, el año 1911 abre su restaurant "San Martín" y tres años más tarde pasa a ocupar su edificio propio levantado en Humberto 1o y Rosales , inaugurando la sección almacén, permaneciendo hasta 1934 al frente del negocio, fecha en que lo enajenó y volvió nuevamente a realizar uno de sus habituales viajes a Europa. En 1937 edificó en Arroyo Pareja, abriendo su almacén con el mismo nombre "San Martín", que gira con la firma de Martínez y Ríos, y que es sin duda alguna el primero que en la zona abarcó una numerosa clientela, debido en primer lugar al carácter comunicativo y afable del señor Martínez.
Almacén "San Martín", en Arroyo Pareja. Se casó el señor Martínez en España con doña Josefa San Martín, naciendo del matrimonio los siguientes hijos: Marcelino, casado con doña Magdalena Vidal; Maria, viuda del señor Francisco Soria; Juan, casado con Dª Emilia Cano; Filomena, casada con D. Francisco Valerio Ríos; José, casado con Dª Rosa Giorgetti; Antonio, casado con Dª Elena Ballecci y Guillermo. Aparte del almacén, el señor Martínez posee distintas propiedades en P. Alta, las que destina a renta.
Señor Senén Gómez
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Vista de la edificación. Nació el señor Gómez en León, España, en el año 1890 y fueron sus padres don Mariano y doña Claudia, habiendo llegado a la Argentina en el año 1910. Después de trabajar en Buenos Aires, entró como empleado en uno de los establecimientos del General Roca, "La Larga", en el partido de Caseros, donde durante 4 años aprendió las características de la explotación de estancias, actuando en el escritorio como ayudante del contador. Pasó ya en calidad de segundo mayordomo a otro campo propiedad de la misma familia, en Córdoba, donde estuvo unos dos años, hasta que decidió hacer un viaje a España para visitar a sus familiares, lo que ocurrió en 1919. De vuelta al país, fue designado mayordomo de "La Mancha Verde" en Cabildo, donde estuvo otros dos años, hasta que en 1921 empezó su negocio de compra y venta de haciendas, arrendando unas 400 hectáreas de campo en las proximidades de Villa Arias. En 1927 se instaló con el criadero de cerdos que actualmente posee, en donde levantó las instalaciones necesarias para dedicarse a la industria a que nos referimos, en las cercanías del camino a Arroyo Pareja. De su unión con doña Amalia Campelo, nacieron los hijos Héctor Argentino y Hebe Ida.
Parte de las instalaciones.
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RESEÑA EDILICIA Por Estanislao L. Boffi
Invitado gentilmente por "Editorial Sureña", a colaborar en esta obra, accedí sin titubeos a tan cortés deferencia, y pensé, que mi modesta contribución debía concretarse a exponer una reseña, aunque sucinta, de la labor edilicia, oficial registrada entre nosotros, porque consideré que correspondía a una obra de tal importancia, dejar establecida esa acción cumplida por las autoridades. Por otra parte, la índole también histórica del Gran Álbum de Punta Alta, debía obligar igualmente, a estacar ese aspecto del desenvolvimiento puntaltense, máximo por la circunstancia de que esta ciudad, prosigue activamente su marcha ascendente bajos diversos factores inherentes a todo centro urbano en continuada ruta e progreso, marcha que habrá de acelerarse a través del tiempo, si es que los gobiernos presentes y los que han de sucederles, se proponen estar a no y accionar paralelamente al portentoso adelanto que se constata bajo faz comercial, industrial, cultural, social y deportiva, esto, aparte del pronunciado afán de superación, colectiva e individual que se nota en sus entidades y vecinos.
Punta Alta en 1905. He de referirme especialmente, a la obra edilicia llevada a cabo por los gobiernos que se sucedieron en la comuna de Bahía Blanca, de la que depende este centro, que es el mas importante de los que integran el partido. Fue en 1912, cuando siendo Intendente el Dr. Valentín Vergara se resolvió la construcción del adoquinado en 26 cuadras de la localidad, siendo lógicamente las favorecidas con la mejora las mas centrales, cuyas calzadas de arena liviana ofrecían aspecto lamentable. La construcción de este pavimento se inició rápidamente y finazo en el año 1912, cuando era jefe de la comuna el señor Rufino Rojas. Pasaron varios años sin que la acción oficial se hiciera presente con alguna otra obra reclamada por la población, y finalmente, en el año 1921, actuando de Intendente el doctor José D. Espeche, se efectuó otra mejora edilicia de suyo importante. Fue el canal de desagüe hasta el mar cuya tubería de metros 120 x 0.80 de diámetro, arranca en la esquina de las calles Colón y Villanueva. Hasta ese año y en ocasión de registrarse cualquier precipitación un tanto copiosa, buena parte de las arterias centrales quedaban totalmente anegadas, convertidas en verdaderos canales venecianos. Se recuerdan escenas pintorescas con ese motivo, pues había vecinos, como
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Don Carlos Strauss, que poseían botecitos los que se utilizaban para pasearse por sobre las calzadas de las calles Urquiza y Humberto 1º. y Colón y por esta última hasta Alberdi. Las aguas permanecían estancadas hasta tres y cuatro días después de las lluvias ofreciendo inconvenientes mayúsculos al tránsito de peatones y tráfico de rodados. Hasta 1927, en nuestra población, hacía las veces de matadero, un galpón ruinoso y maloliente, existente en la manzana que hoy ocupa la plaza de ejercicios físicos. Era un verdadero foco de infección y puede imaginarse en qué condiciones de higiene se faenaban las reses destinadas al consumo público. Se dispuso en ese año la construcción de un edificio para matadero en un terreno donado por los señores Maio Hermanos, y el doctor Carlos E. Cisneros, que desempeñaba el cargo de Intendente, inició sin pérdida de tiempo la obra, la que fue finalizada y habilitada en 1929, cuando era Intendente el Dr. Florentino Ayestarán. Y fue durante la administración de éste, que se construyó el edificio para depósito municipal que está en funcionamiento, con lo que se logró hacer desaparecer el rancho de construcción inferior, verdadera tapara, que hasta ese año venía llenando esas funciones. Con el nuevo matadero y el depósito, se logró extirpar a dos exponentes reveladores de la incuria y desidia del gobierno municipal, en lo que concernía a la preocupación que debía merecer Punta Alta. En 1929, estando en la jefatura de la comuna, el Dr. Ayestarán, se dispuso por ordenanza sancionada por el H. Concejo y a iniciativa del entonces concejal don José P. Varela, la construcción de cinco pórticos en la Plaza General Belgrano, los que, años después, fueron demolidos para dar lugar a la total modernización de dicho paseo. El Concejo, sancionó en ese año, la ordenanza de pavimentación de asfalto que alcanzó a Punta Alta, finalizando esta obra edilicia mientras era Intendente el señor Agustín de Arrieta. El Pavimento en esta ciudad se hizo sobre 75 cuadras y esta obra reportó intenso progreso, pues la edificación privada se expandió por todos los lados en forma realmente sorprendente. También durante esta administración, de común acuerdo con la empresa constructora del camino pavimentado a Bahía Blanca, se convino que el pavimento sobre la Avenida Colón, desde las calles San Martín hasta Alberdi, se hiciera en todo el ancho de la calzada, estando a cargo de los propietarios el importe de la diferencia que alcanzaba a cerca de dos metros lineales sobre el frente. Durante los años l937 al 1939, correspondió al intendente señor Martín Dithurbide, la ejecución de las siguientes obras: Construcción de la primera sección de nichos en el cementerio; perforación a 270 metros y construcción de un tanque australiano con capacidad para 300.000 litros de agua; construcción del parque y recreo infantil sobre una manzana de la chacra N° 1 y finalmente, la modernización de la plaza General Belgrano comprendiendo nuevo trazado de canteros, construcción de veredas diagonales y perimetrales, plantaciones abundantes, etc. obra ésta que dio margen al impulso extraordinario del radio céntrico de la ciudad y cuyos beneficios se intensifican sorprendentemente.
Punta Alta en 1949.
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Entre las obras que urge realizarse están las siguientes: Entubamiento de las zanjas de desagüe de las calles Colón, Villanueva y Murature, cuyo estado pone de relieve un espectáculo ingrato que no guarda relación con el ritmo del. progreso local; construcción de un hospita1 en el terreno de la Sociedad de Beneficencia donde funciona la Sala de Asistencia Publica construida por dicha entidad; mejoramiento general del cementerio con la construcción del cerco perimetral y de una sala para administración y depósito; abovedamiento de las calles con calzada de tierra y su pronta pavimentación en gran parte; repavimentación económica del radio adoquinado y ampliación de algunas de sus calles en las calzadas extendiéndoles hasta 10 metros; construcción del edificio para la Oficina Municipal y otras dependencias públicas: arreglo del suelo en 1a Avenida Sarmiento que va a Arroyo Pareja, y así otras diversas obras que vienen, siendo exigidas por el portentoso adelanto local. Nos hemos referido a la acción edilicia comunal y justo es consignar que en el orden Provincial contamos con el edificio de la Comisaría y el de la Escuela No. 8, “Leonardo Rosales”, como también con el antiguo edificio de 1a Escuela No. 20, "Domingo F. Sarmiento". Y bajo la faz nacional, pronto contaremos con el flamante edificio de la escuela 99 ''Ricardo Gutiérrez", cuya construcción está en plena marcha. Si se aprecia la obra cumplida, se llegará a la conclusión de que Punta Alta merece mucho mas que lo hecho. Contribuye con 270 mil pesos anuales a las áreas comunales y con 180.000 a las de la Provincia, es decir, 450.000 pesos, en cifras redondas, y una ciudad que aporta suma tan fabulosa en concepto de patentes e impuestos, es acreedora a que la labor oficial se manifieste con mayor eficiencia e intensidad, en lo que se refiere a procurar su mejoramiento y progreso edilicio. Muchas consideraciones podrían hacerse sobre este aspecto de la cuestión, pero, ellas escapan a1 objetivo del Gran Álbum de Punta Alta. Sólo diremos que, la acción de los gobiernos han sido suplida en gran parte por las entidades locales que han levantado y creado obras de mérito, y también, en grado sumo, al esfuerzo de innumerables vecinos, que han construido viviendas amplias y modernas, de confort positivo, todo lo cual, permite a Punta Alta presentarse como, un centro Urbano, con características tan propias como nítidas y enaltecedoras, construyendo una prueba irrefutable de lo que pueden lograr los pueblos, cuando sus vecinos se encariñan con el lugar y dedican sus afanes y energías a propulsar todos los factores que pugnan y tienden a un mayor bienestar y progreso de la colectividad.
Señora Juana Etchaide
Señora Juana Etchaide y su hija Modesta.
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Si algo en realidad caracteriza a doña Juana Etchaide, es su constancia en el trabajo y su gran esfuerzo de voluntad puesto al servicio de su explotación. El nombre, pues, "La Verdadera Constancia", está bien elegido y ha logrado imponerse en Punta Alta y las Baterías donde se colocan los productos del tambo que nos ocupa.
Vista de la casa. Nació doña Juana en Bayona, Francia, y contaba menos de dos años cuando sus padres, don Juan Etchaide y doña Estefanía Laport, decidieron cruzar el océano y radicarse en la Argentina. Llegados al país se dedicaron a las tareas agrícolas, estableciéndose primeramente en el territorio de La Pampa para dirigirse más tarde al partido de Coronel Pringles, en el establecimiento “Los Piquillines”. Junto a los padres, doña Juana les secundó en la explotación rural y es así que, más adelante, estuvo ampliamente preparada y capacitada para seguir en los negocios, bajo su sola e inmediata dirección. Fue alrededor del año 1909 que se traslado doña Juana Etchaide a las cercanías de Punta Alta, estableciendo su industria principal, la explotación de un tambo, en las proximidades de la zona llamada Baterías.
Parte de la hacienda en el corral. Ya en plena marcha su negocio, decidió adquirir una fracción de tierra en propiedad, lo que hizo en el año 1915 comprando una superficie de 120 hectáreas en el cuartel octavo de nuestro partido, o sea enfrente mismo de las baterías número 6 y 7 de las defensas costeras del puerto militar. De inmediato, al adquirir el campo, lo hizo alambrar, dividir en potreros y levantó la casa habitación, de material, amplia y bien distribuida, y de la cual reproducimos algunas vistas. Al mismo tiempo hizo construir todas las instalaciones necesarias para un tambo moderno, mientras poblaba el campo con gran cantidad de hacienda lechera y para cría.
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Detalle de la casa. No alcanzándole la superficie de tierra que le pertenece, doña Juana Etchaide arrienda, lindando con el suyo, dos lotes más que suman 150 hectáreas. No tan solo se dedica a la producción de leche, que sus repartidores colocan en la planta urbana de Punta Alta y en la zona de las Baterías, sino que destina una parte del campo para la agricultura, en especial la siembra de cereales forrajeros. Para las labores agrícolas posee la caballada necesaria y las máquinas e implementos modernos que la misma exige. Puede decirse, sin temor a exagerar, que el tambo "La Verdadera Constancia", del cual publicamos en esta crónica varias fotografías, es uno de los más importantes de la zona de Punta Alta, y también de los más antiguos y acreditados, pues desde hace treinta años doña Juana Etchaide ha hecho cuanto ha estado en su mano para satisfacer las exigencias de su extensa clientela. Debemos agregar de paso, que el tambo esta enclavado en uno de los lugares más pintorescos de Punta Alta, en una zona de médanos fijos, de ondulaciones y a poca distancia del océano Atlántico, junto a la vía del ferrocarril estratégico a las Baterías, lo que acrecienta su valor.
Máquinas agrícolas y parvas de pasto.
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Historia de Punta Alta "V" AÑO 1901 *** En agosto se dio fin al cuartel provisorio para alojamiento del batallón de artillería de costas, que estaba al mando del coronel Allaría. *** Quedó al frente del destacamento policial de Punta Alta, el oficial José Morales que sustituyó al oficial Rudecindo F. Thuron. *** El día 17 de agosto, los diputados Mariano J. Machado y Palacios, presentaron a la Cámara un proyecto de expropiación de los terrenos ocupados por los vecinos de Punta Alta, con el fin de venderlos al precio de costo a sus ocupantes. El proyecto fue aprobado en general el 28 de agosto y el 30 de octubre en particular, convirtiéndose en ley. Las disposiciones de la misma jamás se aplicaron. *** La compuerta de entrada al dique de carena, fue colocada el día 6 de noviembre de 1901. E1 28 del mismo mes, la draga cortó el muro de contención que interceptaba el canal de acceso al dique. Hubo 10 metros de agua en el umbral del dique con una marea alta de 3.50 metros. *** E1 13 de noviembre se designó al comisión de las Romerías Españolas de Punta Alta, a celebrarse el 5 de enero. Formaron la comisión los señores. Nemesio Llorens, G. Iglesias, Diego Gallardo, Ramón Pujadas, Francisco Fariña, Francisco Caride, Manuel Pechel, José Cortezo, Eugenio López, Salvador Irosman y Luciano García.
Limpieza de los cañones de la Batería III, después del fuego. Está presente el ingeniero don Lorenzo Tortarolo, encargado de la tercera división de las obras del Puerto Militar. (Cortesía Boffi). AÑO 1902 *** El 2 de enero de 1902 se inauguró el dique de carena, entrando a las 12 m. la nave capitana de la división del Atlántico, acorazado "San Martín". Remolcaron a la nave los vaporcitos "Fueguino" y "Tehuelche". Estaban a bordo el jefe de la división, comodoro Barilari, el comandante del buque coronel Hipólito Oliva y otros jefes. En esta ocasión los obreros italianos del dique, obsequiaron al ingeniero Luiggi con una placa de oro, en recuerdo del acontecimiento. El obsequio fue entregado por una comisión integrada por: Villa, Bellagamba, Cereza, Durandetti, Jacomassi y Belletti.
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*** A moción del concejal señor Bonifacio Vallejos, el Concejo Deliberante, con fecha 14 de enero, resolvió hacer acuñar una medalla de oro y obsequiársela al ingeniero Luiggi, en prueba de afecto y gratitud de la Comuna por la terminación de1 primera parte de las obras de Puerto Militar. *** Es poco conocido el dato de que en enero de 1902, trabajaban en las obras de baterías y la Comandancia, 50 presidiarios provenientes de la Penitenciaria Nacional y la cárcel de Viedma. *** A principios del año, el señor Sebastián Contadini instaló en Punta Alta un lavadero a vapor, teniendo el lavado de la ropa de la escuadra. ** El correo a caballo que repartía la correspondencia desde Punta Alta a Arroyo Pareja, y Ciudad Atlántida, fue suprimido, motivando numerosas peticiones de los interesados para que fuera repuesto. *** El día 4 de febrero llegó el sabio naturalista Spegazzini, para estudiar la invasión de la planta llamada cardo ruso en la zona de Puerto Belgrano. Luiggi pasó nota al Ministerio de Agricultura, diciendo que esperaba poder combatir la especie en corto tiempo. Sin embargo ello no pudo ser logrado. Como curiosidad, se exhibía una mata de cardo ruso en la Intendencia Municipal de Bahía Blanca. *** En marzo 8, el presidente Roca visitó la población de Punta Alta, y Puerto Belgrano desde a bordo del "Garibaldi", declaró oficialmente inaugurado, el dique de carena. *** También en marzo se formó el "Centro Recreativo Puerto Militar" nombrándose una comisión compuesta por: Juan B. Tunessi, José Bianchi, David Magdalena, Juan C. Bevilacqua, Ambrosio V. López, Miguel Littieri, Próspero Pángaro, Vicente Maghetti, Eduardo Abalo, Rafael Bertoni, José Fariña, Juan Capurro, Juan Marzi, Domingo Bruno, Clemente Longue, José J. Balitini, Juan Salpe, Juan Moglia, Francisco Calderoni y Lorenzo V. López. *** E1 15 de abril de 1902 la Municipalidad, en un acto público, hizo entrega al ingeniero Luiggi de una medalla recordatoria, de oro. *** El primer viaje en automóvil desde Bahía Blanca a Punta Alta fue efectuado por el doctor Adrián M. Veres, acompañado del señor Braulio Bilbao, el 20 de abril Este debió ser el primer auto que recorrió las calles de la población. *** En mayo 12 fueron sancionadas dos ordenanzas municipales, una prohibiendo la crianza de cerdos en las propiedades urbanas de Punta Alta y la otra estableciendo el alumbrado público y la recolección de basuras. *** Por resultar ya insuficiente el antiguo y primitivo cementerio de Colina Doble, el jefe del Puerto Militar pide el 12 de mayo al Concejo Deliberante que instale otro cementerio en Punta Alta. *** La Municipalidad en su repartición de sanidad pública, designó el 14 de junio de 1902 sin médico para atender a la población de Punta Alta. *** El 19 de junio llegó a Puerto Belgrano el acorazado "Buenos Aires" conduciendo al delegado británico Sir Thomas Holdich y el perito argentino Dr. Francisco P. Moreno. Visitaron la escuela Humberto lo, y ambos personajes plantaron un árbol en el patio del establecimiento *** Con fecha 27 de junio, quedó convertido en ley el proyecto de expropiación de los terrenos de Punta Alta.
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Inspección de los cañones antes de empezar las pruebas de la Batería III. Están presentes el Ministro de Guerra General Luis Maria Campos, el general Reinolds, el intendente general de Guerra señor Secher, los coroneles Day, Rhode, Sarmiento, Belisle; los capitanes de fragata Dufourq, Becar, Cardoso, Astorga y los tenientes Coroneles Selström, Aguirre, Baldrich y Mallo. Día 9 de Mayo de 1899. (Cortesía Boffi). *** En diciembre de 1902 el ingeniero Guillermo Villanueva elevó el informe relativo al estudio de traída de aguas del Sauce Grande para Bahía Blanca y Puerto Militar, y al referirse a la población civil de Puerto Belgrano, la denomina "pueblo Uriburía". *** En el año 1902 se radicó en Punta Alta la primera imprenta, donde su dueño, señor Juan Junco, creó y editó el periódico "Nuevo Pueblo", el primero compuesto e impreso en la localidad. *** Don Aquilino del Álamo, de origen español que actuara muchos años en la profesión farmacéutica en el pueblo de Adrogué, fue quien instaló la primera farmacia en Punta Alta. Se le recuerda como un espíritu delicado, abierto y desinteresado que puso al servicio del pueblo en formación todo su saber y su gran corazón. Don Aquilino del Álamo hizo las veces de médico de primeros auxilios cuando no existían profesionales radicados en Punta Alta y atendió con gran humanidad el lazareto de viruela que la epidemia del año 1904 obligó a improvisar en Arroyo Pareja. AÑO 1903 *** Con asistencia del ingeniero Luiggi, comandante Allaria, coronel Maurette, mayor Silveyra y otros jefes de la Armada, el 15 de febrero de 1903 la empresa constructora hizo entrega definitiva de las obras efectuadas en Puerto Militar. *** La escuela No 8, de Punta Alta, tenia como maestra a la señorita Eudoxia Figares, y el Concejo Deliberante votó una subvención para sufragar el alquiler del local que ocupaba el colegio . *** En marzo de 1903 se empezaron las obras de la capilla, en un baldío de la calle Comodoro Rivadavia. Un cura salesiano se encargó de recolectar fondos para la iglesia. *** Con fecha 19 de mayo, el Consejo Nacional de Educación, dirigió al jefe de Puerto Militar la siguiente nota: "Señor Capitán de navío D. Luis Maurette. Tengo el agrado de comunicar a usted y por su intermedio a la Comisión y suscriptores del edificio de la Escuela Humberto 1o. de ese Puerto, que la corporación que presido en sesión de la fecha 6 del corriente ha resuelto aceptar la donación que por su intermedio hace a este Consejo de dicho edificio la asamblea de contribuyentes verificada el 15 de marzo bajo las condiciones de que sólo sirva en el porvenir para escuela de ambos sexos
El Ministro de Obras publicas, doctor Emilio Civit, visita las obras de Puerto Militar, en compañía de los señores; Ernesto Tornquist, Prefecto general de Puertos, Luis García,
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Intendente general de la Armada, Alberto Casares el doctor Arata, el Coronel Day, los ingenieros White y Brian, el señor Peluffo y otros. Mayo 30 de 1899. (Cortesía Boffi).
Señores Farroni hermanos
Grupo familiar del señor Alberico Farroni. Un ejemplo de lo que puede el esfuerzo y la voluntad puesta al servicio de un objetivo noble y progresista, lo ofrecen los señores Farroni Hermanos, quienes en la. actualidad tienen en explotación dos líneas de ómnibus, o sea las números 14 y 15. Más destacado es, sin duda, el que los señores Farroni, tres hermanos, han trabajado y trabajan en una mancomunidad de acción y propósitos que ha logrado vencer los obstáculos y triunfar allí donde otras actividades fracasaron, como un testimonio práctico de lo que se puede conseguir con una unión fuerte y una comprensión íntima entre los distintos factores de una empresa de verdadera utilidad pública. La sociedad Farroni hermanos está integrada por los señores Alberico, David y Pedro Farroni, italianos, de la provincia de Macerata, en Italia.
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Grupo familiar del señor Pedro Farroni. El primero en cruzar el Atlántico para radicarse en la Argentina fue el hermano mayor, señor Alberico, quien lo hizo en el año 1910, dirigiéndose a Bahía Blanca en cuyos talleres del Ferro Carril Pacífico trabajó en su delicada profesión de oficial cobrero, hasta el año 1912 en que abandono aquella ocupación para entrar en el mismo carácter en los talleres de la base naval, puesto que sigue ocupando a pesar de sus otras actividades particulares. El segundo en dirigirse a nuestras playas, fue el señor David quien lo hizo en 1914, ingresando de inmediato en los talleres de Puerto Belgrano, en su calidad de mecánico, trabajando en la base hasta el año 1928 que cesó en el puesto. El año 1918 llego el tercer hermano, señor Pedro Farroni, y actuó también como obrero en los talleres oficiales.
El grupo familiar del señor David Farroni. David estuvo empleado en la primera empresa que realizaba viajes en ómnibus desde Punta Alta a la base, en 1924, empresa que no pudo seguir en sus actividades, dejando el campo a la similar Gambrinus, que también se retiró del negocio de transporte por resultar de escaso rendimiento económico. Sin amilanarse por estos fracasos en la línea a Puerto Belgrano los hermanos Farroni decidieron probar sus energías y capacidad, y en el año 1926 pusieron en servicio el primer ómnibus, del cual reproducimos una fotografía, y que fue carrozado en Bahía Blanca especialmente para el servicio que debía cumplir. El costo del vehículo, que pasó de los siete mil pesos, demuestra que los señores Farroni tenían una verdadera esperanza Dos años después añadieron a la línea más coches, extendiendo sus recorridos, al extremo de que en la actualidad la empresa es dueña de un verdadero capital en ómnibus, poseyendo siete coches en los servicios de las líneas 14 y 15 y dos de gran capacidad incorporados a la línea No. 9, o sea de Bahía Blanca a Punta Alta y que trabajan bajo el nombre de Compañía "La Acción". Los recorridos de los vehículos son los siguientes, a parte de dos de Bahía Blanca: línea No. 15, de Punta Alta a Puerto Belgrano; línea N.° 15, de Punta Alta a Arroyo Pareja.
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Moderno edificio propiedad de los señores Farroni Hnos. en salir airosos del negocio, para lo cual contaban con su competencia y energía de trabajo.
El coche mas moderno puesto en servicio por la empresa Farroni Hnos. Los tres hermanos se han dividido los trabajos de la empresa en forma de que cada, uno de ellos rinde el máximo de su capacidad en los diferentes servicios, estando al frente de la administración general el hermano mayor, actuando como jefe de explotación de las líneas el señor David y quedando a cargo del hermano menor los trabajos a realizarse en los coches y su vigilancia y mantenimiento en debidas condiciones.
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Parte del personal que actúa en la empresa. Para realizar las reparaciones y arreglos en los coches, la empresa tiene instalado un taller mecánico propio, que cuenta con los elementos apropiados para efectuarlos con rapidez y precisión. El depósito de los coches así como el taller mecánico, está instalado en el amplio local, propiedad de la firma Farroni Hermanos, ubicado en la calle Rosales 165 al 171, y que se comunica por los fondos con una espléndida propiedad de renta. edificada en la calle Roca, edificio de dos pisos y de arquitectura moderna, cuya fotografía publicamos en esta crónica. Como se ve por la crónica que antecede, los esfuerzos de los hermanos Farroni han tenido la debida y justa compensación, siendo de notar que cuantos beneficios han percibido en sus años de labor, han sido invertidos continuamente en Punta Alta, propendiendo a su engrandecimiento edilicio y constituyendo una empresa de transportes que hace honor a Punta Alta y a sus dueños.
El primer ómnibus, puesto en servicio en 1826. El señor Alberico, contrajo matrimonio en Punta Alta con doña Melania del Fiori, y de la unión nacieron las hijas: Mary, Elsa, e Irma. Por su parte don David se casó con doña María Graciosi, argentina, también en Punta Alta, teniendo la desdicha de perder a la esposa que falleció en el año 1937, existiendo los hijos: Augusto, David y Nélida.
Coches, con sus conductores y guardas, antes de salir a la línea. Don Pedro Farroni se unió en matrimonio con doña Laura Salvi, italiana, celebrándose la ceremonia en Punta Alta, habiendo nacido los hijos: Augusta, Alberto, Domingo y Oscar. Ilustramos esta reseña de la empresa "Farroni Hermanos", con los grupos familiares de los tres hermanos, además del primer coche que fue base de su actividad, un moderno ómnibus actual y
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una fotografía del personal empleado por la empresa, así como del conjunto de los coches actualmente en servicio. Algunas de las fotografías han sido sacadas en el día 1.° de Mayo, fecha en que la empresa, anualmente, obsequia con motivo de la Fiesta del Trabajo con una fiesta general, en que participan las familias de los señores Farroni y las de sus empleados, en un acto de camaradería.
Señor José Ruf
El señor José Ruf y su familia. Uno de los principales establecimientos de carpintería mecánica de Punta Alta, es sin duda alguna el que posee en la calle Ing. Luiggi No. 430, el señor José Ruf, y de cuyo taller insertamos una vista parcial en esta crónica. El señor Ruf nació el día 21 de julio de 1891, en Alemania y llegó con sus padres a la Argentina en 1904, radicándose la familia en Punta Alta de inmediato, donde su progenitor trabajó como carpintero en las obras del puerto militar, estableciéndose más adelante con negocio de bar, el que liquidó para regresar a su país natal. Fue durante esta estada en Alemania, que don José Ruf se unió en matrimonio, en el año 1921, con doña Maria Faigle, de cuyo enlace nacieron las hijas Irma y Wanda, ambas nacidas en Alemania. El señor Ruf actuó como capataz de la compañía que construyó el dique grande de Puerto Belgrano y tomó también a su cargo diversas contratas de obras. En el año 1924 arrendó el taller de carpintería que tenía instalado el señor Dileto Gaudino, y luego lo adquirió quedando a su frente y ampliando las instalaciones y maquinarias, de acuerdo a los numerosos trabajos que le en cargaron y siguen afluyendo a su taller. Entre las obras más destacadas que ha construido el señor Ruf, en su especialidad de carpintería, figuran las contratas para casas de empleados y el antiguo Casino de Puerto Belgrano, que levantó la compañía alemana, además de otros muchos trabajos en la base naval. En Punta Alta y Cabildo, se deben a su competencia los trabajos en madera de los edificios de la Sociedad Argentina, Sociedad Española, Dr. Aguirre, señor Larrea, el teatro de la Sociedad Italiana de Cabildo, casas de los señores Balut, Fernández, doctor Saint Paul, estancia Iturrioz y otros muchos tanto en la ciudad como en Puerto Belgrano. El señor Ruf pertenece a diversas instituciones locales y ha sido miembro largo tiempo de la comisión del Club Rosario.
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Interior del taller.
Señores A. Tappatá y Cía. “La central”
Frente de la central. Los señores A. Tappatá y Cía., tienen abierta una de las confiterías mejor instaladas y surtidas de Punta Alta, de cuyo establecimiento insertamos, a modo de ilustración, algunas vistas. "La Central" fue inaugurada en el mes de mayo de 1932, y están al frente del negocio, tanto en la venta como en la moderna fábrica de masas y dulces, los hermanos señores Alfredo y Santiago Tappatá, personas de amplia práctica en el comercio y que han sabido, en los años transcurridos, colocar a su establecimiento en primera línea entre sus similares, y atraer para el mismo a una selecta y amplia clientela. La confitería "La Central", que ocupa el céntrico local de la calle Bernardo de Irigoyen No. 142, donde esta instalado el salón de ventas y la fabrica, tiene el teléfono N.° 10. Para la fabricación de los productos de confitería que expende "La Central", ha montado en su fábrica las maquinarias más modernas y eficientes, contando con personal especializado en el difícil arte de la repostería.
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Interior de la fábrica. Al mismo tiempo todo el proceso de fabricación, en el cual se emplean materias primas de alta calidad, se realiza rodeado del más escrupuloso cuidado y bajo la vigilancia continua de los señores Tappatá, quienes han dotado a su establecimiento de las máximas garantías de higiene.
Historia de Punta Alta VI AÑO 1903 y en ningún caso darle otro destino, que a su frente quede siempre el nombre de Humberto 1o. y que si hubiera Consejo Escolar, uno por lo menos de sus miembros pertenecerá a la colectividad italiana". Firman la nota los señores J. M. Gutiérrez y A. Helguera Sánchez. *** Al finalizar el mes de mayo, la Sociedad Rural Argentina, en sus "Anales", propicia por vez primera que en Puerto Belgrano se cree una sección destinada a las operaciones comerciales. Ello motiva la presentación al Congreso de un proyecto del diputado señor Francisco Seguí, con este articulado: Art. 1o. — El P. E. hará construir las obras necesarias en el Puerto Militar de Bahía Blanca, Puerto Belgrano, que lo habiliten para efectuar operaciones comerciales sin perjuicio de su carácter esencial. Art. 2o. — Las líneas férreas de servicio y terminales de acceso hasta el límite que el P. E. indique, serán construidas también por cuenta de la nación, quedando el P. E. autorizado para conceder los empalmes a todas las empresas de ferrocarriles que lo soliciten. Art. 3o. — Para el cumplimiento de esta ley, autorizase el gasto de un millón de pesos oro, que se incorporará al presupuesto nacional a razón de doscientos cincuenta mil pesos oro anuales. Art. 4o. — El P. E. dará preferencia inmediata a esta obra sobre toda otra en el Puerto Militar de Bahía Blanca”. *** En su sesión del 8 de junio de 1903, el Concejo Municipal acordó exonerar de impuestos a la construcción de la capilla de Punta Alta y votó doscientos pesos como contribución a las obras. *** La Unión Telefónica inauguró los servicios en Punta Alta el día lo. de agosto, siendo jefe de la oficina el señor José García. La tarifa para familia era de 14 pesos mensuales. *** Aunque los muros ya estaban a más de un metro de altura, el día 15 agosto se cumplió la ceremonia bendecir la piedra fundamental de la capilla de Punta Alta. Actuaron de padrinos el presidente del Concejo Deliberante, señor Ramón Olaciregui y su señora esposa Inés Mañalich. Representó al Obispo de La Plata monseñor Juan Nepomuccno Terrero, el director del colegio "Don Bosco", P. Félix Guerra. Ofició la misa de campaña el sacerdote salesiano Soldano. El presidente de la Comisión constructora don Romeo Ferrandi y demás asistentes, colocaron bajo la
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piedra fundamental monedas y medallas además de ejemplares de "La Nueva Provincia" y "El comercio”.
Batería III, en Punta Sin Nombre, hoy Punta Congreso. Aparecen el ingeniero don Antonio Bargoni encargado de la segunda división de las obras del Puerto Militar, y señores Velar, Solveira y otros. Mayo 29 de 1899. (Cortesía Boffi). *** El 29 de noviembre se realizó la primera fiesta religiosa, en la capilla, impartiéndose la comunión a un grupo de niños y niñas preparadas por la señorita Ángela Pángaro. AÑO 1904 *** El príncipe Luis de Saboya, duque de los Abruzzos, visitó a Puerto Militar en febrero de 1904, comandando el crucero italiano "Liguria". Al zarpar, la nave encalló entre Punta Ancla y Punta Trípode, perdiendo una de sus anclas y averiando la hélice. *** A fin de solucionar un estado de cosas que originaba rozamientos , el Ministerio de Marina puso en conocimiento del jefe del Puerto Militar, capitán de navío señor Luis Maurette el siguiente decreto: "Abril 11 de 1904. — Atento a las dificultades surgidas en la aplicación de la ley de Registro Civil dentro de la zona de Puerto Militar, que por ser territorio federal escapa a la jurisdicción de las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, y a fin de evitar que en cada caso ocurrente sea indispensable la intervención de los jueces para su aplicación, se hace necesaria la creación de una oficina con aquel objeto, dependiente de las autoridades federales, cuya dirección por sus responsabilidades inherentes y exigencias reside inmediatamente en la persona llamada a desempeñarla, debe encomendarse a la primera autoridad de Puerto Militar, designación que a la vez de llenar aquellas exigencias no es onerosa. para el estado nacional, el Presidente de la República, decreta: Art. 1o. — Créase una oficina de Registro Civil para la zona del Puerto Militar, bajo la dirección de la misma, quien haga sus veces, debiendo proceder en un todo de acuerdo con la ley 1565 de creación del Registro del Estado Civil. — ROCA. Onofre Betbeder". *** A fin de abril, el coronel Luis Maurette, primer jefe de Puerto Militar, entregó la jefatura al coronel Belisario P. Quiroga. El coronel Maurette balizó y triangulizó la bahía, desde el faro hasta el Puerto Militar, instaló los talleres navales y organizó la policía del puerto. *** En la noche del día 8 de abril, se practicaron por primera vez ensayos de transmisión de códigos marítimos por medio de reflectores, entre el acorazado "Pueyrredón", anclado en Puerto Militar y el transporte "Pampa", fondeado en Puerto Comercial. Los haces de luz del sistema Muscari, hicieron escribir a los periodistas bahienses, que ignoraban tales ensayos, "que había aparecido un cometa en dirección a Punta Alta" en la noche del 8 de abril. *** El ingeniero Luiggi inspeccionó en los primeros días de mayo, el lugar más adecuado para erigir el faro de entrada a Puerto Militar, al que se dio el nombre de Recalada.
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Vista general del parapeto de las Baterías. Están presentes el Teniente Coronel Carlos Mallo y el Ingeniero Manuel A. Vila, ingeniero jefe de la primera división de las obras de Puerto Militar. (Cortesía Boffi). *** En su edición del día 5 de mayo, el diario "El Comercio" escribe: "A pesar de la numerosa población, no existe médico municipal ni de policía en Punta Alta. Atiende a los enfermos y accidentados de la empresa constructora, el doctor Mario Vigo, que se traslada desde Bahía Blanca", Por su parte el doctor Laspiur, que actuaba como médico municipal de Bahía Blanca, acudía una vez por semana a Punta Alta al primordial objeto de practicar revisaciones de carácter higiénico. En vista de la ausencia de servicio médico continuado en Punta Alta, el Gobierno Nacional autorizó oficialmente al director del Hospital Naval, doctor Marco Cornero, para instalar un consultorio médico gratuito para atender a los enfermos civiles. *** El 9 de mayo de 1904 se instaló en Punta Alta la "augusta y respetable Logia "Bernardo de Monteagudo 2a." bajo los auspicios del Gran Oriente Argentino del Rito Azul", en un local propio de la calle Progreso. *** La literatura apareció en Punta Alta desde los primeros tiempos de su fundación. Reproducimos un hermoso soneto debido al señor Atilio S. Piazzi, publicado el 8 de julio de 1904. A UNA ROSA MARCHITA En capullo, cubierto de ambrosía, A mis manos viniste, flor hermosa. Derramando tu esencia deliciosa, En el ambiente de la vida mía. Mi pecho amante, triste presentía Tu fin cercano, purpurina rosa, No obstante que mi mano cariñosa Con perlas de rocío te cubría. Imagen de mis dichas que pasaron, De las horas felices que corrieron, Cual veloces al mar corren los ríos, Tus pétalos así se deshojaron; Un instante no más, bellos vivieron, Como en la vida los placeres míos!
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*** E1 16 de julio el naturalista Dr. Germán Lahille por encargo del Ministerio de Agricultura, intentó la aclimatación en Puerto Militar de ostras norteamericanas. A pesar del cuidado puesto en su conservación al mes habían muerto todas, inculpando del fracaso a las corrientes que cubrieron los cajones con limo y arena. *** Para iniciar la construcción del Faro Recalada, en Punta Catanga, salió de Puerto Belgrano el 30 de julio el aviso "Tehuelche", con el personal y materiales necesarios. Fue encargado de los trabajos de erección del faro el mayor Adolfo O'Connor según el proyecto del ingeniero Luiggi. El faro tiene 70 metros sobre el nivel del mar y su luz primitiva, a kerosene, era visible a 30 millas mar adentro. *** El primer barco mercante que obtuvo autorización del Ministro de Marina Betbeder para realizar operaciones de carga y descarga en Puerto Militar, fue el "Galicia", de la Pacific Steam Navigation Co. que entró por primera vez al puerto en agosto 7 cargado con capones consignados al frigorífico "Cuatreros", de Sansinena, y procedente de Puerto Madryn. *** Al finalizar diciembre, el Ministro de Obras Públicas dispuso que al 31 de marzo de 1905, cesara en sus funciones el personal técnico y administrativo empleado en la construcción de Puerto Militar, incluso el director ingeniero Luiggi.
AÑO 1905 *** El 1o. de enero, el ingeniero Luiggi quiso recompensar al maestro de Obras señor Juan Ceresa, quien le secundó en la construcción del puerto de Génova y Puerto Militar, y le obsequió como testimonio de consideración una placa de oro cincelada. *** Para tender la línea del telégrafo desde la oficina La Sirena al faro Recalada, en construcción, fue comisionado el inspector señor Carlos Maclada, en febrero. *** E1 22 de marzo, el señor Simón Baueche, solicita permiso al Concejo Deliberante para instalar el primer kiosco de periódicos y libros en la vía pública de Punta Alta. *** Con fecha 31 de marzo de 1905, el ingeniero Luis Luiggi publicó la Orden general No. 141, algunos de cuyos párrafos dicen: "Señores ingenieros, ayudantes, empleados de inspección de obras de la Dirección y de la empresa constructora: En el día de hoy terminan mis relaciones oficiales con las obras del Puerto Militar. Pero no terminará nunca mi recuerdo cariñoso de estas obras a las cuales he consagrado los mejores años de mi vida. En este último día de mi actuación en las obras; pienso con sentimiento y envío un saludo respetuoso a los cooperadores modestos, pero activos y meritorios que duermen el sueño eterno a la sombra de "Colina Doble" (el primitivo cementerio de Puerto Militar) y otro saludo cariñoso envío a los demás cooperadores, que habiendo ya concluido su misión aquí, están aplicando sus energías a otras obras públicas en diferentes regiones del país. A todos ustedes repito mis mejores y más expresivas gracias pero no les digo adiós, sino más bien "arrivederci", según nos recuerda el lema de Puerto Militar: "La mar no divide, une".
Señor Felipe Nieto
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Señor Felipe Nieto y su esposa doña Victoria Rodríguez. El señor Nieto es español de origen, oriundo de la provincia de Salamanca, en cuya localidad de San Medel nació el día 4 de septiembre del año 1878. Dejó a su país para radicarse en la Argentina en el año 1906, en que llegó a Punta Alta, trabajando en la armada hasta el año 1913, en su calidad de cocinero, desempeñando sus tareas en el "Pueyrredón" y el "San Martín". Fue en el mismo año 1913 que pensó en emprender sus propios negocios, instalando en la calle Pellegrini una carnicería y venta de productos porcinos, al mismo tiempo que se dedicaba al tráfico de frutos del país. Para ampliar sus actividades, estuvo en Goyena y en Santa Rosa de Toay, dedicado a la agricultura y ganadería, durante un tiempo. Reintegrado a Punta Alta instaló un criadero de cerdos en las cercanías de Arroyo Pareja, levantando las instalaciones y corrales necesarios, en una amplia fracción de tierra, parte de la cual destina a la formación de alfalfares para alimento de los animales. El señor Nieto, muy conocido en toda la región, adquiere en los establecimientos los animales porcinos que luego prepara en su criadero con una alimentación adecuada, para su venta directa a los frigoríficos. Los conocimientos que de su industria posee a través de muchos años el señor Nieto, han hecho que sus productos sean altamente solicitados, lo que se traduce en un aumento constante de su criadero. El señor Nieto vive con su familia en su casa propia edificada en la calle Rivadavia 486, y atiende directamente el desarrollo de su industria. Se casó don Felipe en España, con doña Victoria Rodríguez, en el año 1903 y de esta unión nacieron los hijos: Salustiano, casado con doña Margarita Larreu; Segundo, casado con doña Julia Pérez: Aurora, casada con el señor Raúl Giménez; Cecilio, casado con doña Alicia Richard: Dolores casada con el señor Jaime Riabó, y Faustino. Es el señor Nieto socio antiguo de la Sociedad Española y miembro de la mayoría de las instituciones de Punta Alta.
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Un rincón del criadero.
Señor Atanasio Fernández
El señor Atanasio Fernández rodeado de sus familiares. Nació el señor Fernández el día 15 do febrero de l891, en la localidad de Vequellina de Fondo, provincia de León, España. Se dirigió a la Argentina en el año 1908, radicándose en Carlos Tejedor, donde se ocupó en las tareas agrícolas para dirigirse pronto a !a capital federal, donde actuó como empleado en distintas ocupaciones. En el año 1914 se trasladó a la localidad de Huanguelén, donde ya en camino de independizarse, abrió un comercio de venta de verduras y frutas, que tuvo por varios años. Fue en Huanguelén donde contrajo matrimonio con doña Octavia Berta Gómez, argentina, de cuya unión nacieron los hijos: María, Atanasio y Cándida. Allá por el año 1925 resolvió probar sus actividades en Punta Alta, y en el mes de marzo de dicho año abrió un bar, restaurant y cancha de bochas, en el local de la calle Bernardo de Irigoyen número 421. Hombre de iniciativa y de energía, al propio tiempo se dedicó a la industria de la edificación, instalando un horno de ladrillos, de cuyas instalaciones publicamos una vista en esta crónica.
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Vista del horno. Desde entonces ha venido explotando el horno de ladrillos, ocupando una superficie de terreno en la llamada Ciudad Atlántida. Muchos de los edificios de Puerto Militar y de Punta Alta se han levantado con los materiales que suministró el señor Atanasio Fernández a través de su ya larga actuación industrial. Secunda en gran manera al Sr. Fernández en la dirección y organización de los distintos trabajos, el señor Nicolás Fernández, o sea su hermano. Don Atanasio vive en una case de su propiedad, ubicada en la calle Rivadavia 773, de Punta Alta.
El pueblo de Bajo Hondo Bajo Hondo nació, como tantos otros pueblos, al conjuro del ferrocarril y como una necesidad de establecer en la inmensa llanura estaciones que sirvieran de punto de embarque, en especial, de los frutos del país. Es el 1° de julio de 1897 cuando se empieza a hablar de la formación del pueblo de Bajo Hondo, anunciándose que para tal fin se ha subdividido una fracción de 2734 hectáreas en chacras, quintas y solares para formar el egido de un nuevo núcleo de población. En el remate de chacras efectuado sobre las mismas, en agosto 14 del mismo año, se vendieron 32 fracciones, alcanzándose un promedio por hectárea de 33.78 pesos. Los primeros adquirentes fueron los señores M. Coria, T. Ferrandi, Luis Longhi, F. Aldaluz, M. Aspilla a, R. Castro, A. Augier y A. Matilhe. El primer anuncio de venta de las tierras de Bajo Hondo, empezó a publicarse en julio de 1897 y decía así: "Agricultores, Ganaderos. Terrenos en la misma estación Bajo Hondo, del F. C. Sud. Vía Tres Arroyos Escriturado a favor de los señores Deytieux y Vidal, y puestos en posesión del terreno que tiene por centro a la estación Bajo Hondo, y conocido hasta la fecha por de don Augusto Flouron, pongo en conocimiento de los gremios ganadero y agrícola, que dichos señores, persuadidos de lo espléndido de estas tierras, ya sea para ganadería o agricultura, así como por lo próximo y potable de sus aguas, han resuelto ponerlas en venta, fraccionadas y al alcance de todos los bolsillos. Los señores que tengan interés en adquirir alguna chacra o fracción de terreno, diríjanse a mi casa, Estomba 93, donde se le darán todos los datos y se le dirán las condiciones de pago. — Juan Rufrancos." Por su parte los señores Deytieux Hermanos, anunciaban: "Solares, quintas y chacras en la colonia Bajo Hondo, estación Ferro Carril Sud. Sin base, por cualquier precio. En Bahía Blanca, el domingo 31 de octubre de 1897, a las 3 y 30 de la tarde, en el gran salón del Hotel Liverpool, donde estará nuestra bandera, daremos principio a la venta absolutamente sin base y al mejor postor, de los terrenos que formarán la gran Colonia Agrícola de Bajo Hondo y que tiene por centro
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la estación del F. C. S. a Bahía Blanca, que lleva ese nombre, según puede verse por los planos en circulación. Situado a cuatro leguas de Puerto Belgrano y cinco del gran Puerto Mercantil de Bahía Blanca, lo que hace que sus productos se transporten casi de balde. Se recomienda además por la feracidad de sus tierras y lo próximas y potables de sus aguas, cosas todas sobre las que llamamos la atención de los agricultores y especuladores en general. Las condiciones de pago son: 25 por ciento al firmar el boleto de compra y el resto en dos partes iguales a seis y doce meses de plazo con pagaré hipotecario, sin interés. Por planos e informes ocurran lo s interesados a nuestra casa en Chasmcomús. Los títulos son de primer orden." Los terrenos de Bajo Hondo fueron delineados y amojonados en noviembre de 1897 por el agrimensor señor Fernández, y desde la misma fecha entraron en posesión de sus lotes los compradores. Ya en este año de 1897 figura el lugar de Bajo Hondo, paso obligado para Tres arroyos, con dos negocios, los de los señores Francisco López y Francisco Sabrí. Como una demostración de que los campos cercanos a Bajo Hondo estaban suficientemente poblados, baste señalar que en el año mencionado para la subdivisión de los solares, existía la escuela provincial No. 12 que en el mes de octubre estaba a cargo del maestro señor Juan B. Elósegui, que en 1900, era la N°. 15 y tenía una inscripción de 37 alumnos. El día 6 de abril de 1910, los señores Guerrico y Williams vendieron en su casa de remates de Buenos Aires, 60 quintas, divididas en 276 lotes sobre la estación Bajo Hondo, en 60 mensualidades. Anunciaban que con pesos ocho mensuales se podía adquirir una quinta de 10.000 varas cuadradas. La base de venta era cinco centavos la vara. Las tierras próximas a Bajo Hondo fueron prontamente reconocidas por su feracidad y en ellas los agricultores y ganaderos hallaron una compensación a sus esfuerzos. Poco a poco se formó un núcleo de población agrupada alrededor de la estación, y si no logró un crecimiento rápido fue debido a causas diversas en la venta de la tierra y a su proximidad con Bahía Blanca y Punta Alta, sobre todo esta última que absorbió una gran parte de su actividad comercial e industrial. Como un recuerdo a los antiguos pobladores de Bajo Hondo, reproducimos algunos párrafos relativos a los mismos entre los cuales merece especial mención el señor Gustavo Coulembier. Fue allá por el año 1882 cuando el señor Coulembier llegó de Bélgica, su país natal . Apenas desembarcado en Buenos Aires, volvió a embarcarse nuevamente en uno de los barcos que hacían la carrera a Bahía Blanca. Ya llegado a Bahía Blanca, monta a caballo con unos compañeros y se dirige hacia el Sauce Grande. No conociendo el país ni el idioma, anduvieron tres días perdidos por la llanura hasta que pudieron orientarse convenientemente. Sin embargo el paraje llenaba las aspiraciones del señor Coulembier, quien un año después de su llegada adquirió la primera superficie de tierra argentina, pagando por ella la suma de pesos 15 la hectárea, suma muy elevada en aquel entonces en que se desconfiaba de que los campos de la zona sirvieran para algo más que para criar ovejas. Ya en 1904 "La Sidonia", la estancia del señor Coulembier, estaba dividida en cuatro lotes, alambrados, y dedicados a la agricultura en primer término. Eran arrendatarios de su campo los señores Lorenzo Aguirre, Augusto Montero y Andrés Larrañaga hermanos. En el mismo año la cosecha se vendió así: trigo ruso, $ 7.10; trigo barleta, pesos 7.35; cebada, $ 4, y las arvejas a $ 20 los cien kilos. Los ganaderos y agricultores que estaban radicados en los alrededores de Bajo Hondo, eran en el año 1900, los siguientes: Niel Black, que arrendaba 5 leguas de campo a Juan Hampson; Tomás Werley Birch, con 2 leguas propias; y una y media arrendadas a Bernasconi; Vareia y Linares, que arrendaban una legua y media; Manuel Ederra e Ignacio Zemborain arrendatarios de tres cuartos de legua a Santamarina; Viuda de Pablo Doglioli y Manuel Pasin, arrendatarios de tres cuartos de legua; Agustín Lafontaine, propietario de tres cuartos de legua, Jorge Moore, propietario de dos leguas y media, de quien era administrador el señor Arturo Wats, y que poseía animales de gran refinamiento; Ángel Bilbao, arrendatario de tres cuartos de legua, Juan Parodi, propietario de tres cuartos de legua; José Fiadarón, propietario de tres cuartos y arrendatario de dos leguas más;
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Manuel Castro, propietario de tres cuartos y arrendatario de una legua; Juan Orfila y Compañía, arrendatarios de seis leguas propiedad de Joaquín Amado y que criaban animales finos; Diego González, propietario de una legua y arrendando una y media; Diego Mac Corquodale, propietario de tres leguas; Diego Carruttecher, arrendatario de tres cuartos de legua; Pedro y Miguel Carmody, arrendatarios de una y media legua, Antonio Echarrain, propietario de tres cuartos de legua; Agustín G. Vera propietario de tres cuartos de legua; Antonio Goicoechea, propietario de un cuarto de legua; Miguel Osafrain, propietario de un cuarto de legua; Francisco López, propietario de media legua y Beltrán Salanove, propietario de tres cuartos de legua. Como agricultores figuraban en el mismo año, los siguientes: Descampes y Hequet, 250 hectáreas; Rodolfo Roldán, 450; Francisco González 200; Pedro Poggi 400; Agustín Vera 230; Antinori y Ferrari 280; Luis Debates 250; José Pelais 250; Ángel Bilbao 150; Calabrés y Caravagno 400; Pedro Bassavella 450; José Odasso 400; Pellegrini y Alimenti 150; Fortunato López 50; Augusto Montero 300; Martín Iriarte 180; Mocken Hnos. 500; Francisco López 300, Gustavo Coulembier 200; Lorenzo Aguirre 250; Andrés Larrañaga 400; Antonio Goicochea 150; Juan Hampson 300. Las casas de negocio que surtían a esta floreciente colonia, eran las de los señores Francisco Sabin, Frentzel Beyme, Francisco López y José Caviglia. Con el transcurso de los años las grandes extensiones fueron parcelándose y mientras disminuían en cantidad los rebaños, aumentaban en la misma proporción las tierras destinadas al cultivo de cereales, siendo notables algunas de las cosechas levantadas en los campos de Bajo Hondo.
Doña Eulalia U. de Ederra
Don Manuel Ederra con el traje tipico de antaño.
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Doña Eulalia U. de Ederra.
Con justo titulo de primeros pobladores y adelantados de la colonización en la zona de Punta Alta y Bajo Hondo, puede designarse el apreciado matrimonio español formado por don Manuel Ederra, ya fallecido, y doña Eulalia Usoz, que sigue con su temple enérgico y bondadoso viviendo en el mismo campo donde pasó la mayor parte de su fecunda existencia. En efecto, el señor Manuel Ederra espíritu fuerte y audaz, nacido en Izaba, Navarra, llegó a la Argentina cuando ésta ofrecía a los temperamentos arriesgados y trabajadores una cantidad ilimitada de posibilidades de progreso, siempre que dejaran las molicies de las ciudades para internarse en el campo. Ya en 1880, don Manuel se inició con una majada de ovejas, principal industria agropecuaria de aquel entonces y a la que permaneció fiel toda su vida. Por su parte doña Eulalia, también navarra, de Linzuain, llegó a nuestro país el año 1885, directamente a Bahía Blanca, donde residían algunos familiares. El matrimonio de doña Eulalia con don Manuel se efectuó en Bahía Blanca un año después, o sea el 17 de marzo de 1886, en el antiguo templo. Desde un año antes, 1885, el señor Ederra ya se estableció en el paraje situado entre Bajo Hondo y Punta Alta o sea el campo de Santamarina donde arrendó una superficie de 2.000 hectáreas, poblándola con ovejas y mejorando continuamente los pastos silvestres de aquel entonces, constituidos en gran parte por el olivillo. De su apego al campo que arrendó en la zona, da buena prueba el hecho de que lo ocupó por espacio de treinta años consecutivos y cuando se fraccionó, la familia adquirió una buena porción del mismo.
Don Manuel Ederra (h.).
Señora Basilisa Conget de Ederra.
Al establecerse en un campo bruto, abierto por todos los rumbos, tuvo que levantar las instalaciones, alambrar, etc. dando así un ejemplo de laboriosidad y de perseverancia que fue prontamente imitado por otros criadores de ovejas. Fue don Manuel un gran amigo de los indígenas que poblaban la zona, Ancalao, Linares, etc. quienes encontraron en el carácter franco, honrado y noble de don Manuel a un verdadero consejero, a quien apreciaban y respetaban. Cuando, andando los años, penetró la agricultura en los campos de Bajo Hondo, también don Manuel se dejó atraer por el arado y dedicó una parte de sus tierras a la siembra de cereales, pero siendo siempre su ocupación predilecta la cría de lanares. Al subdividir el campo en el año 1916, ya fallecido don Manuel, su esposa doña Eulalia y sus hijos adquirieron parte del campo que ocupaban, donde tenían su propia casa habitación, consistente en una fracción de 400 hectáreas, convirtiéndose así de arrendatarios en propietarios de una tierra que habían trabajado por espacio de treinta años seguidos.
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Vista de la casa habitación. Don Manuel Ederra falleció rodeado de la consideración y del aprecio general, en Bahía Blanca el día 5 de julio de 1909, tras una vida de verdadero provecho para si, su familia y el país al que tan noblemente ofrendo lo mejor de sus energías. Del matrimonio de don Manuel Ederra con doña Eulalia Usoz, nacieron los hijos: Antonio, casado con doña Basilisa Nicolau; Tomás, casado con doña Isaura Ederra; Manuel, casado con doña Basilisa Conget; Josefa, casada con don Alfredo Crespo; Maria, casada con don Demetrio González; Eulalia, casada con don Adolfo Gallego y Modesto, casado con doña Felisa Sarrube. A la hora de escribir esta crónica, doña Eulalia tiene el gusto de poder contar un total de 21 nietos que la rodean y quieren. Está al frente de la explotación agrícola ganadera, el hijo señor Manuel Ederra, que hecho en la escuela de laboriosidad del padre, sigue sus huellas y forma parte de cuanta iniciativa útil se promueve en beneficio de Bajo Hondo, siendo asociado de "El Porvenir" y de la Sala de Primeros Auxilios.
Señor Francisco M. Reimondi ”La Guaraní”
Doña Dorotea Bruchou de Reimondi. Don Francisco JI. Reiniolldi.
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El establecimiento "La Guaraní", esta lindando casi con el con el mismo pueblo de Bajo Hondo y es la residencia temporaria de don Francisco M. Reimondi, caballero de larga y fecunda actuación en las esferas del comercio y la industria bahiense. Nació don Francisco en Bahía Blanca, el día 3 de junio de 1877, siendo sus padres don Antonio y doña Teresa Ybaldi, matrimonio establecido en la cecina ciudad, siendo su progenitor uno de los más antiguos y acreditados constructores con que contó Bahía Blanca cuando comenzó su expansión edilicia. Dispuesto a abrirse su propio camino, hizo sus primeros ensayos en el comercio en el año 1898, instalándose en la esquina de Soler y Alsina, en Bahía Blanca. Estando en plena fiebre de construcción la base naval y viendo perspectivas de nacimiento de una vigorosa ciudad , el señor Reimondi. se traslada en 1901 a Punta Alta, abriendo un almacén y depósito de forrajes en la intersección de Roca e Irigoyen. Años más tarde, en 1907, transforma el negocio en ferretería y corralón de materiales de construcción, estando a su frente hasta el año 1925 que decidió convertirse en industrial, montando una fábrica de aguas gaseosas y bebidas sin alcohol. que en poco tiempo tomó gran impulso. Era al mismo tiempo representante general de la Cervecería Quilmes en la localidad. Don Francisco M. Reimondi logró escalar importantes posiciones en la citada compañía cervecera, pues desde 1912 a 1914 estuvo al frente de la sucursal bahiense de la Quilmes, en 1926 y 1927 fue inspector de sus sucursales y además tuvo la representación de la misma para la venta en San Martín, Villa Ballester y San Miguel, cerca de la capital federal, siendo en la actualidad socio de la firma Reimondi y Aguirre de San Martín. Durante un periodo de algunos años se dedicó al negocio de cría y colocación de haciendas, en “La Carolina”, y en el año 1929 se estableció en "La Guaraní", destinando parte de sus tierras a la ganadería y otras a la siembra de cereales, mientras otra importante fracción es arrendada a distintos colonos, que tienen en don Francisco a su mejor consejero. En "La Guaraní" se modificó completamente la población dotándola de todas las comodidades apetecibles y trazando una hermosa quinta y monte frutal que está en plena producción. Las instalaciones agropecuarias son completas y diseñadas del modo más moderno y sin fijarse en gastos. En la vida de la comunidad el nombre del señor Reimondi está ligado a todas las obras de progreso de Punta Alta, y se recuerdan muchos de sus rasgos de generosidad y ayuda, aunque él en su innata modestia trata de restarle importancia a sus acciones benéficas. Contrajo enlace don Francisco en Montevideo el día 12 de julio de 1906 con doña Dorotea Bruchou, uruguaya, que ha sido y es su compañera ejemplar. Políticamente la actuación del señor Reimondi ha sido destacada e intensa y fue así como durante el periodo 1921 y 1922 actuó como concejal en el Concejo Deliberante de Bahía Blanca, llevado por el Partido Radical. Es uno de los fundadores de la Sociedad Italiana de Punta Alta, a pesar de ser argentino de nacimiento, y forma parte de todas las asociaciones de bien colectivo. Es socio de número de la Sociedad Rural Argentina, socio activo del Automóvil Club, socio y protector de la Sala de Primeros Auxilios de Bajo Hondo y miembro de la Cooperativa "El Porvenir". Espíritu inquieto y con alta preparación, el señor Reimondi efectuó en 1926 un largo viaje de recreo y estudio por Europa, en cuya circunstancia visitó Italia, España, Alemania y Francia, habiendo además recorrido la mayor parte de nuestro país. Es, en definitiva don Francisco M. Reimondi, uno de esos temperamentos que hacen honor al lugar de su nacimiento: B. Blanca.
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Señor Federico Gonzáles Diez
Doña Maria Teresa Coulembier de González Diez.
Don Federico González Diez.
En la zona en que actúa el señor Federico González Diez, o sea en Paso Mayor, ha logrado conquistar un prestigio y un ascendiente que dice bien a las claras de su temperamento trabajador, de su cultura y de su carácter franco y bondadoso. Es el señor González Diez español de origen, nacido en Burgos el día 25 de enero de 1879, hijo de don Cesáreo y de doña Maximina Diez. Cuando llegó a la Argentina, en el año 1894, se dirigió directamente a Puán, donde ejerció el comercio en la casa de don Plácido García durante dos años, adquiriendo los conocimientos y modalidades de los negocios de campaña, lo que le facultó para trasladarse luego a Coronel Suárez y posteriormente a Buenos Aires con la firma Costa y Rayo, donde actuó ya en el comercio mayorista e importador. Dispuesto a abrirse camino en el interior, luego de permanecer dos años en la capital federal se dirigió a Bahía Blanca, entrando a formar parte del personal de la casa Duprat y Aguirrezabala, firma que lo designó más tarde empleado de su gran sucursal en Río Colorado que giraba bajo la denominación de Marcelino Gutiérrez y Cía. Don Federico quedó como dueño de la citada casa en el año 1904, lo que demuestra cuánta era su capacidad de trabajo y su contracción a las tareas del comercio de ramos generales. Mantuvo el negocio hasta 1908 en que resolvió trasladarse a Bajo Hondo, entonces en sus orígenes instalando con dos de sus hermanos una casa de negocio bajo el rubro de González Hermanos, casa que pronto logró afianzarse en la zona. Abandonó la misma en 1916, dejando a sus hermanos que continuaran los negocios y por su parte emprendió negocios ganaderos, en Bajo Hondo y en González Chaves. En 1920 arrendó parte del campo "La Sidonia", que fue del señor Gustavo B. Coulembier, y que, al casarse con doña María Teresa Coulembier Rogg, vino a corresponderle a la esposa por partición de herencia. En este campo don Federico edificó un hermoso chalet, dotado de cuantas comodidades pueden desearse, rodeándolo de un espléndido jardín y monte que lo recuadra en un marco de verde y sombra. En el año 1932 adquirió el señor González Diez otro campo de 100 hectáreas cerca de Cabildo, en “La Crisantema”, que explota directamente bajo la vigilancia de uno de sus hijos.
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Señor Raúl González Coulembier.
Señor Abel González Señor Federico González Coulembier. Fallecido el 11 de Coulembier. marzo de 1939.
En "La María", posee don Federico hacienda vacuna y lanar, teniendo también tambo y granja. Nada escapa a la previsión del señor González que no escatima esfuerzo para que su explotación sea realizada sobre bases lógicas y diversificadas. Es un hábil criador de la raza lanar "Caras Negras" y sus carneros puros por cruza, a campo, obtienen en las exposiciones rurales muy altos precios. Es uno de los más destacados criadores de tales animales en la zona y sus envíos a los mercados obtienen siempre una colocación fácil y remuneradora. En la agricultura se especializa en la formación de tipos aclimatados puros, de semilla de trigo, muy solicitados en la región. De sus cualidades de sembrador, da cuenta el hecho de que en el año 1934, fue premiado en el Concurso del Ministerio de Agricultura con un diploma, dos argentinos oro y un Pasaje ida y vuelta a Buenos Aires, por una de sus muestras de trigo Kanred. Es digno de mencionar que en el acto de discernimientos de los premios efectuado por el ingeniero Duhau, la única señora presente era la esposa de don Federico, que fue felicitada por el ministro. Del matrimonio de don Federico con doña Maria nacieron los hijos: Federico, Raúl y Abel. Este último contrajo una enfermedad en Comodoro Rivadavia donde prestaba su servicio militar, a consecuencia de la cual falleció, sumiendo en dolor a su hogar.
Un lote de carneros “Caras Negras”, en el corral.
El hermoso chalet de “La María”.
Don Federico fue presidente de la Sala de Primeros Auxilios, y actualmente socio honorario de la misma, en mérito a sus donaciones para la construcción y mantenimiento de la hermosa obra benéfica.
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Señor Manuel Freire
Señor Manuel Freire.
Señora Pastora Días de Freire.
Es don Manuel oriundo del norte de España, de donde vinieron a la Argentina tan gran número de emigrantes, muchos de los cuales permanecieron en Buenos Aires mientras otros, más audaces, se internaron ,en las provincias buscando más amplios horizontes para sus iniciativas. Es hijo don Manuel de don Antonio Freire y doña Ramona Fernández, siendo nacido el día 26 de noviembre de 1878, en Fonsagrada, provincia de Lugo. Contaba veinticuatro años cuando, decidió trasladarse a la Argentina, llegando a la capital el 19 de marzo de 1902 y seguidamente a la localidad, entonces en principio de formación, de Punta Alta, el 26 del mismo mes. Sin pérdida de tiempo entró a trabajar en el hotel que el señor Luis Manzoni tenía en las calles Irigoyen y Colón. Avido de progresar, entró en la armada donde estuvo hasta el año 1905, tocándole en esta ocasión realizar el célebre viaje del presidente Roca a bordo del "San Martín", cuando la entrevista del citado mandatario con el Presidente chileno Errázuriz, que puso fin a un periodo de mala inteligencia entre las repúblicas hermanas. Contrajo matrimonio el día 25 de julio de 1905 con doña Pastora Díaz, nacida en Bahía Blanca e hija del señor Juan Francisco Díaz y de doña Juana Lamoth.
Matrimonio Freire-Peigna. Del matrimonio Freire-Díaz nacieron los hijos: Elvira, casada con el señor José Gallego; Manuel, casado con doña Laura Peigna; Pilar, Máximo, Antonio, Emilio, Primitiva, Aurora, casada con el señor Ramón Pérez, Florinda y Armonía. Las fotos de las señoritas Freire se insertan en nuestra Galería Juvenil.
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Al decidirse a emprender su propio camino, el señor Freire instaló en Punta Alta un negocio, de hotel, que pronto logró acreditar por sus condiciones y trato amable, dedicándose luego al comercio de acopiador de frutos del país en la zona, actividad que desarrolló hasta el año 1915.
Matrimonio Gallego-Freire. Conocedor ya de las posibilidades que ofrecía la agricultura a quienes a ella se dedicaran, arrendó una fracción de campo de 300 hectáreas en el establecimiento "La Carolina", que dedicó a la siembra de cereales, por espacio de cuatro años, o sea hasta 1919.
Señor Antonio Freire. Una vez dejado este campo, se radicó en el conocido por "Los Cuervos", o sea en el mismo lugar donde se pretendió trazar el pueblo, y cuyas tierras fraccionadas fueron objeto de una venta especulativa. Allí, donde posee una fracción de 85 hectáreas, levantó de inmediato la casa habitación, galpones, corrales, instalaciones y demás, pues el señor Freire explota en forma mixta la tierra, o sea con agricultura y ganadería.
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Matrimonio Pérez-Freire. Para la primera posee todos los elementos mecánicos necesarios, entre ellos arados, rastras, sembradoras, cosechadoras, etc. elementos que manejan sus hijos bajo la dirección del padre. Como la tierra de su propiedad es poca para sus actividades, tiene el señor Freire en arrendamiento un lote de 270 hectáreas en el campo del señor de Andrés Varela, que también destina a agricultura y ganadería. En su vida ciudadana, el señor Freire ha tomado y toma parte activa en cuantas manifestaciones sociales y benéficas se desarrollan en Bajo Hondo y su zona. Posee el número 15 de los asociados de "El Porvenir" institución a la que presta siempre sus entusiasmos localistas.
Señor Emilio Freire. El señor Freire es uno de los elementos desinteresados y decididos que un día se propusieron dar cima a la creación de una Sala de Primeros Auxilios en Bajo Hondo y no pararon hasta conseguirlo, aún venciendo la Primitiva indiferencia de muchos. Es así que la iniciativa que tuvo lugar por primera vez el 18 de abril de 1936, le contó a él en primera fila, y desde la primera Comisión de la Sala viene desempeñando el puesto de Pro tesorero.
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Señor Máximo Freire. Esta es, a grandes rasgos, la biografía de don Manuel Freire, que ha formado en Bajo Hondo un numeroso hogar rodeado de simpatías y afectos.
Señor Ismael Fernández “La Delia”
Foto de casamiento del señor Ismael Fernández En la zona de Bajo Hondo y Bahía Blanca, es ampliamente conocido el señor Ismael Fernández, hombre de gran actividad y de iniciativa que ha logrado hacer conocer en muchas partes los reproductores Shorthorn que cría en su acreditada cabaña. En efecto, los productos de "La Delia", han conseguido en distintos certámenes ganaderos de la capital federal y de Bahía Bianca, señaladas distinciones , entre ellas el ambicionado título de Campeón.
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Nació el señor Fernández en Burgos, España, el día 7 de enero de 1897, siendo sus padres don Antonio y doña Amalia Ruiz. Llegó a la Argentina en el año 1912 y dispuesto a labrarse un porvenir en el campo, entró como caballerizo en el establecimiento del señor Francisco M. Mata, en Jacinto Arauz donde paulatinamente fue ejerciendo todas las ocupaciones de la estancia, tanto en agricultura como en ganadería. Su contracción al trabajo hizo que entrara en calidad de socio en la misma explotación y en tal carácter permaneció por espacio de dos años, hasta 1922, fecha en la cual decidió trasladarse a la zona de Bajo Hondo, arrendando 500 hectáreas de campo, y poblando de inmediato el mismo con haciendas. No bastándole la superficie arrendada, la aumentó con una fracción de campo de 2.000 hectáreas perteneciente a la estancia “Santa Teresa”. En el año 1930 adquirió por compra una fracción de 527 hectáreas de tierra, que es donde tiene su casa habitación y las principales instalaciones de su cabaña. Sus entusiasmos le llevaron a implantar una cabaña para la producción y cría de toros Shorthorn de gran refinamiento, adquiriendo reproductores de pedigree de la cabaña Imaz hijo, en Cañuelas, y de David Planterosse de Guatraché, pagando por tales ejemplares elevados precios.
“San Ramón Grandchild Lovely”. H. B. A. 153862. Entre los toros de la cabaña "La Delia", figuran animales como "San Ramón Grandchild Lovely", H. B. A. 153862, de la cabaña "San Ramón", de López Lecube, nacido el 14 de abril de 1931 y que fue Campeón en la Exposición de Villa Bordeu en el año 1932. Una de las madres de pedigree del establecimiento "La Margarita 8 Discreta 3 ", nacida el 4 de septiembre de 1925, fue adquirida en la cabaña "La Margarita", en Córdoba, del señor Edelmiro Castro, y su numeración del H. B. A. es 0107737. Aparte de tan elegidos ejemplares, la cabaña ha tenido y tiene siempre en su plantel a los animales de más pura sangre y mejores características dentro de la raza. Es así como los productos de "La Delia" han conseguido nombradía en las Exposiciones a que se han presentado. Además de la cría de toros, a los cuales presta el señor Fernández sus mayores entusiasmos, dedica parte de su actividad a la ganadería en general y a la agricultura. Para la siembra de cereales destina una fracción de 700 hectáreas que explota directamente. Para el eficaz laboreo de la tierra posee en gran cantidad los implementos más modernos entre ellos tractor y cosechadoras.
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Toritos de un año, en el corral de “La Delia”. Tiene también en plena producción un buen tambo, para el cual ha seleccionado animales de gran calidad. Don Ismael Fernández es una persona siempre dispuesta a secundar cuantas obras se inicien en beneficio de Bajo Hondo y su zona, por lo cual es extensamente conocido y apreciado.
Arando con un tractor de ruedas neumáticas. Contrajo enlace el día 28 de marzo de 1919 con doña Josefa, española, la que falleció en Bajo Hondo el día 23 de febrero de 1939, existiendo de dicho matrimonio los hijos: Roberto, Obdulio y Delia Amalia, que secundan al padre en los múltiples trabajos de "La Delia". Ilustramos esta breve crónica con algunas fotografías tomadas en el establecimiento del señor Ismael Fernández, con destino al Álbum.
“Margarita 8 – Discreta 3”. H. B. A. 0107737.
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Señor Simón Martínez.
Don Simón Martínez.
Señor Fidencio Martínez.
Es don Simón Martínez, antiguo vecino de la zona de Punta Alta y Bajo Hondo, uno de esos hombres que son fruto de sus propias obras, ya que todo lo deben a su esfuerzo y trabajo continuado en las actividades agropecuarias. Nació el señor Martínez en Arellano, pueblo de la provincia española de Navarra, siendo sus padres don Anselmo y doña Aniceta Abarzuza.
El hermoso chalet levantado en el campo. Apenas contaba dieciocho años de edad cuando decidió trasladarse al Nuevo Mundo en busca de propicios horizontes en que desarrollar sus entusiasmos y fe en el trabajo. Fue ello en el año 1906, e inmediatamente de desembarcado se dirigió a la zona de Bajo Hondo, en aquella época en plena prosperidad agrícola, pues los campos de la región habían sido desviados parcialmente de la ganadería para colonizarlos, roturarlos y sembrarlos con cereales. Empezó desde abajo, colocándose en calidad de jornalero en el antiguo establecimiento "Los Molinos", donde estuvo por espacio de dos años familiarizándose con los métodos argentinos de cultivo. Dos años más tarde, en 1908, quiso probar sus fuerzas, y en compañía de su hermano Alejandro arrendaron una superficie de 350 hectáreas de tierra perteneciente a la sucesión Bartoli,
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campo que explotaron durante cierto tiempo, primero en comunidad y luego separándose ambos hermanos para continuar cada uno independientemente. Como en el caso de tantos extranjeros que llegaron a nuestra patria decididos a labrarse un honroso porvenir el señor Martínez con el correr de los años compró una buena parte del campo que arrendó por primera vez, adquiriendo la fracción de 208 hectáreas que posee actualmente, arraigándose así en forma definitiva al progreso y a la prosperidad de Bajo Hondo. Como la parcela propia es insuficiente para sus energías y capacidad de trabajo, arrendó distintas superficies, entre ellas una de 250 hectáreas al señor Francisco Reimondi, lote que linda con su campo, lo que facilita en gran manera su cultivo. Hombre sumamente cuidadoso en todas sus cosas, don Simón ha levantado una hermosa casa habitación dotada de toda la amplitud y comodidades que es posible exigir para una vida agradable en el campo. Con luz eléctrica, jardín y monte forestal que la rodea resguardándola de los vientos. Para los elementos agrícolas, arados, rastras, sembradora, cosechadora, camión, etc., ha construido depósitos y galpones adecuados resguardando así tan costosas herramientas de la acción destructora del tiempo.
Parte de la majada del establecimiento. Hombre que recuerda los días de su infancia en Arellano, ha querido imitar en algo los cultivos de Navarra y ha plantado en su hermosa quinta una extensión de viña de. distintas variedades y además ha puesto plantas de olivo. Unas y otros están en completo proceso de crecimiento y sin duda han de dar abundantes frutos. El señor Martínez desde hace muchos años practica la explotación mixta del campo, alternando los cultivos con la cría y engorde de haciendas, vacunas y lanares, reproduciendo en una de las fotos un lote de lanares y en otra el espléndido bañadero que tiene como fondo la quinta. Dispuesto don Simón a prestar su apoyo a todas las iniciativas de bien colectivo, fue componente del núcleo fundador de "El Porvenir", la cooperativa de seguros que tanto brillo y renombre ha dado a Bajo Hondo. En la institución local fue miembro de su Comisión y en el directorio desempeñó el cargo de tesorero durante varios periodos. No olvidando su origen navarro y español, es socio desde mucho tiempo de la Asociación Española de Punta Alta. El señor Simón Martínez se casó el día 8 de enero de 1918 con doña Felisa Arguiñarena, argentina, hija de don José María y de doña Macedonia Torres, habiendo nacido los hijos: Angelita, Pilar, Emma y Fidencio.
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Vista del moderno bañadero de ovejas.
Señor José Bonora
Don José Bonora y su esposa doña Práxedes Vergara.
Allá por el año 1882, llegaba a Buenos Aires, procedente de Génova, el famoso puerto italiano, la familia Bonora, cuyo jefe era don Juan, dispuesta a labrarse con su trabajo, un bienestar en América. Hombre práctico, don Juan vislumbró de inmediato que el mejor porvenir en la Argentina estaba en la explotación de la tierra, y por ello se trasladó a las islas de San Fernando, llegando a adquirir una regular extensión de tierra con frente al arroyo Carabelas. Terrenos especiales y con abundancia de agua, sirvieron al señor Bonora para instalar una productiva quinta, plantando además montes de frutales y dedicándose también a la explotación forestal, leña y madera, poblando las márgenes del arroyo de álamos, sauces y mimbrales. Tras una vida de actividad ejemplar, don Juan Bonora falleció en el mismo San Fernando a los 20 años de su llegada al país. Al lado de su padre don José Bonora aprendió las tareas rurales y a ellas decidió dedicarse en adelante. Nació don José en Génova, el día 9 de octubre de 1876, contando apenas seis años cuando desembarcó en nuestra patria, por lo cual puede ser considerado como verdadero argentino.
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Preparado para luchar por la vida por sus propios medios, dejó los hermosos parajes de San Fernando y se internó en la provincia, trabajando en Aparicio y más tarde en la estancia "La Carlota", donde delineó y plantó el espléndido monte que la destaca. Empezó a arrendar alguna fracción de campo en "La Carlota" y más tarde trabajó 160 hectáreas de tierra alquiladas en la estancia "Loma Amarilla", de Carabassa. Se casó don José el día 2 de septiembre de 1911 en Coronel Dorrego, con doña Práxedes Vergara, hija del matrimonio español formado por don Blas Vergara y doña Magdalena Erostarbe, ambos oriundos de Oñate, en el norte de España.
La población del campo.
De este matrimonio de activos trabajadores de nuestro agro, nacieron los hijos: Juan, Antonio Cecilio, Manuel y Amelia, todos los cuales secundan a los p0adres en las labores diarias. La foto de la Srta. Amelia aparece en la Galería Juvenil. En la zona de B. Hondo, el señor José Bonora arrendó campo perteneciente a Rricchieri, durante dos años. En el que ocupa actualmente lleva nada menos que 26 años, lo cual indica sin otros comentarios, que el señor Bonora es uno de los antiguos agricultores de nuestro medio. El lote en que levantó su casa habitación, fue adquirido por el señor Bonora y tiene una superficie de 170 hectáreas, contando con todas las instalaciones necesarias para ganadería, incluyendo un criadero de aves que el señor Bonora cuida con toda dedicación.
Señores Antonio, Juan y Manuel Bonara. En herramientas agrícolas la chacra esta ampliamente surtida, ya que posee tractor, arados, rastras, sembradoras, cosechadoras Deering y demás implementos. Uno de los hijos de don José, Manuel, al tocarle el servicio de las armas estuvo en Bariloche formando en el primer contingente del Batallón 6º. de Comunicaciones que se estableció en el Sud argentino cuando la expansión militar a aquellas regiones.
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Además de la explotación de siembra de cereales, el señor Bonora tiene también ganadería, en especial una majada de animales lanares. Por su afabilidad y trato sencillo, los esposos Bonora-Vergara son extensamente conocidos y estimados tanto en Bajo Hondo como en Punta Alta y la vecina ciudad de Bahía Blanca.
La cosechadora en el rastrojo.
Señor Adolfo Gallego
Doña María Domalain de Gallego.
Don Agustín Gallego Vera.
Es nuestro biografiado, uno de los verdaderos y antiguos pobladores de Bajo Hondo, ya que nació en la zona, en el campo en que actuaba desde años su señor Padre y siempre ha mantenido contacto con la región, en sus actividades agropecuarias y en su actuación en las instituciones. Nació el señor Adolfo Gallego el día 1º de agosto de 1895, en el establecimiento "La Delicia", siendo hijo de don Agustín Gallego Vera y doña Maria Domalain, antiguo y apreciado matrimonio que supo rodearse de generales simpatías, tanto en la región de Bajo Hondo como en la sociedad de Bahía Blanca.
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El señor Agustín Gallego Vera, español de origen, llegó al país en el lejano año de l871, después de un viaje de tres meses a bordo de un velero. Del puerto de Buenos Aires se dirigió directamente a Bahía Blanca. Joven audaz y enérgico, trabajó en cuantas ocupaciones se presentaron, siempre en vista a labrarse un porvenir. Fue albañil, empleado de comercio, y más tarde, se inició en las tareas del campo. Figura el señor Gallego Vera entre aquellos hombres que hace setenta años empezaron a labrar la grandeza de Bahía Blanca y el esplendor de la zona, cuando aún la ganadería y la agricultura estaban poco desarrolladas. Verdaderos adelantados del trabajo y la colonización, no titubearon en internarse en los campos en que aún la vida era problemática y expuesta a infinidad de sobresaltos y peligros, y allí levantaron sus hogares, trabajaron y constituyeron una familia que perpetuara las tradiciones paternas. Fue en el transcurso del año 1890, cuando el señor Gallego Vera, ya bien provisto de los conocimientos y la experiencia necesaria para independizarse, resolvió adquirir tierra propia, comprando una fracción de 525 hectáreas en el cuartel 10, tierra que trabajó por espacio de largos años, y que no salió ya mas del dominio familiar. Al adquirir su campo, lo pobló de inmediato, desarrollando la ganadería, exclusiva industria campera de aquel entonces, y pasados los años, ya en 1904, fue de los iniciadores de la siembra de cereales en la zona. Formados a su semejanza y en la escuela de laboriosidad y honradez, sus hijos trabajaron junto al padre hasta el año 1920 en que el señor Gallego Vera, entendiendo ya afianzada su explotación, resolvió radicarse en Bahía Blanca, para acogerse a un bien merecido descanso. Para ello traspasó a sus hijos las haciendas y demás, y en el año 1921 los hermanos Adolfo, Francisco y Carlos Gallego, tomaron a su cargo las tareas agropecuarias, formando una sociedad fraternal que duró unos años. El señor Agustín Gallego Vera, falleció en Bahía Blanca, el día 9 de enero de 1934, a los 82 años de edad, y su esposa, la señora Maria Domalain, el día 5 de junio de 1941, a los 81 años, siendo ambos fallecimientos profundamente lamentados por sus extensas amistades y por la ciudad, ya que con ellos desaparecían antiguos y laboriosos pobladores y vecinos muy arraigados y apreciados.
Don Adolfo Gallego, junto con su señora esposa e hijos. Fue en el año 1925 cuando el señor Adolfo Gallego decidió desenvolverse por su exclusiva cuenta, y además de la parte correspondiente del campo familiar, arrendó una porción de 550 hectáreas de tierra en la misma zona, continuando la explotación de la ganadería y la agricultura. Don Adolfo Gallego, puede decirse que es uno de los exponentes del progreso y desenvolvimiento de Bajo Hondo, cuyas vicisitudes ha sufrido paso a paso, desde que, niño, acudía a la escuela N° 12, de aquel celebrado maestro, Juan B. Elósegui, a quien tanto debe la instrucción en la zona, y para quien guarda el señor Gallego un recuerdo afectuoso e imperecedero.
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En el año 1935, el señor Gallego, siguiendo las huellas del padre, adquirió también una superficie de tierra propia, consistente en 785 hectáreas, en los alrededores de Bajo Hondo y que es conocida con el nombre de "Las Horquetas". Contrajo enlace el señor Gallego el día 6 de noviembre de 1924, en Bahía Blanca, con doña Eulalia Hederá, una de las hijas de aquel matrimonio de antiguos pobladores que figuran entre los primeros de la región, constituido por don Manuel Ederra y doña Eulalia Usoz, entroncándose así dos apellidos de gran arraigo en Bajo Hondo. Con el primordial objetivo de poder proporcionar a los hijos una esmerada educación, el señor Adolfo Gallego resolvió trasladarse a la ciudad, edificando una moderna casa habitación en la calle España 75, donde actualmente reside. Los hijos del matrimonio Gallego-Ederra, son: Adolfo, nacido el día 7 de agosto de 1925 y Elba, nacida el 15 de agosto de 1928. A pesar de habitar en Bahía Blanca, el señor Gallego no ha dejado jamás sus actividades en el campo, y sobre todo profesa un cariño entrañable por la tierra en que nació en que todo recuerda la labor y el paso de sus progenitores. En otras esferas de actividad, el señor Adolfo Gallego es uno de los mas entusiastas y desinteresados propulsores de la entidad local "El Porvenir". Fue en el año 1928 cuando entró a formar parte por primera vez de su Directorio, en calidad de vocal, para ser designado tesorero en el año 1932. De su capacidad, para el cargo basta decir que lo retuvo hasta el año 1939, en cuya asamblea correspondiente al ejercicio de 1940, fue nombrado presidente de la institución, cargo que sigue ocupando en la actualidad, por haber sido reelegido. El Sr. Gallego ha puesto al servicio de la sociedad "El Porvenir", que es orgullo para Bajo Hondo, todo su entusiasmo, conocimientos y su gran capacidad de trabajo.
Señor Italo M. Donato
Señor Italo M. Donato Desde hace tiempo actúa en los medios comerciales de Bajo Hondo, el señor Italo M. Donato, desempeñando un elevado cargo en la casa cerealista del señor Mario Civetta, de arraigada vinculación en la zona. Es el señor Donato uno de los hijos de aquel apreciado vecino de Bahía Blanca don Marino Donato, que falleció el día 4 de Julio de 1939, después de actuar durante muchos años en las esferas comerciales, culturales, sociales y públicas de la región, y que por sus relevantes condiciones personales supo conquistar un elevado prestigio en los círculos bahienses que testimoniaron su pesar con motivo de su lamentado deceso.
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Nació nuestro biografiado en Bahía Blanca, donde realizó sus estudios y atraído por la música se dedicó con ahínco al arte, llegando a distinguirse como un hábil intérprete del piano, demostrando sus exquisitas condiciones en cuantos actos y conciertos tomó parte. Fue en el año 1933 que se radicó en Bajo Hondo, luego de haber explotado la agricultura en Calderón. Al frente de la sucursal de la casa del señor Civetta en la localidad, ha puesto de relieve sus aptitudes y conocimientos, relacionándose grandemente con los agricultores, y conociendo como pocos las necesidades y exigencias de la agricultura en la zona. Se casó el señor Donato el año 1934 con doña Amelia Lucrecia Barbosa, de cuyo matrimonio nacieron las hijitas Amelia Martha y Elsa Lucrecia.
Vista parcial del interior de la casa. Doña Amelia Lucrecia Barbosa es hija de don Mariano Barbosa y doña Clara Álvarez, matrimonio que la sociedad pampeana y bahiense recuerda con toda su simpatía. Fue en efecto el señor Barbosa un fuerte terrateniente de la Pampa. que ya en el lejano año de 1890 plantó una de las estancias más prósperas de aquel territorio, vinculándose a todos los adelantos de las industrias agropecuarias e interviniendo en el campo de la política, y dando su esfuerzo, entusiasta y sostenido, para todo aquello que constituyera un progreso cultural, económico o social. Su esposa, la señora Clara Álvarez, proveniente de Balcarce, aportaba el apellido y la tradición de una de las familias más antiguas de aquel partido. que fue durante mucho tiempo la avanzada de la civilización en las llanuras bonaerenses.
La señora Amelia L. de Donato, junto a sus dos hijitas.
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La. señora Amelia Lucrecia Barbosa de Donato, cursó sus estudios en la Escuela Normal de Bahía Blanca, recibiéndose con las mejores clasificaciones en el año 1927, luego de haberse distinguido especialmente en el campo de las matemáticas. Ya con su título ingresó en la escuela 39 de Villa General Arias, donde estuvo seis años, pasando luego a la escuela 37, de Calderón, y de ahí en ascenso a la escuela 30 de Villa Rosas. Permutó su puesto en esta escuela para la No. 36 de Bajo Hondo en el año 1934, con objeto de formar su hogar en este pueblo, en cuya escuela actúa desde entonces. En la esfera de la sociabilidad de Bajo Hondo, la señora de Donato desempeñó el cargo de vice presidenta de la Sala de Primeros Auxilios y el de asesora de la Biblioteca Mariano Moreno. Además nunca se negó a prestar su colaboración en festivales y veladas de beneficencia, y en funciones escolares, así como en todos aquellos actos que elevaran el ambiente espiritual y cultural. Aparte de ello, la señora de Donato ha escrito regularmente en la prensa bahiense, habiéndose también dedicado a componer piezas de teatro infantil, fruto de sus inquietudes A simple título de información, reproducimos algunos párrafos del informe de la inspectora señora Lía T. de González, referente a la señora Amelia Lucrecia Barbosa. Dice así: "En escritura revelan un marcado adelanto; no hay más que mirar los cuadernos de deberes para darse cuenta de la preocupación de la señora de Donato en esta asignatura. En idioma nacional, lo mismo. Las preguntas formuladas de las otras asignaturas fueron contestadas con seguridad: es que la señora de Donato sabe preguntar. "En resumen, el estado de preparación de los alumnos revela la labor eficiente de la Sra. Maestra, su vasta preparación y dedicación constante a las tareas escolares, la destacan con caracteres propios e inconfundibles". Este informe elevado por la Sra. inspectora a la Superioridad, y que califica a la Sra. de Donato con 10 puntos, lleva fecha de septiembre 5 de 1935 y constituye sin duda para la interesada un motivo de legítima satisfacción.
Frente del moderno edificio.
Señor Romualdo Haag Nació el señor Romualdo Haag, el día 4 de febrero de 1895, en Rusia, siendo hijo del matrimonio formado por don José Haag y doña Catalina Minor. La reseña de la actuación de los padres del señor Haag, es la de tantos emigrantes europeos que vinieron a la Argentina dispuestos a laborar de firme, contribuyendo así, no tan solo a su progreso personal sino al engrandecimiento de la industria agropecuaria nacional Llegó el citado matrimonio en el transcurso del año 1898, y dirigiéndose al campo, se estableció en el partido de Tres Arroyos, en donde actuó el señor Haag como peón de campo, mientras iba aprendiendo el idioma y adaptándose a las costumbres y hábitos argentinos.
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Don José Haag.
Doña Catalina Minor de Haag.
Señor Romualdo Haag. Ya en el año 1903 se trasladé a Coronel Dorrego, arrendando una fracción de tierra de 100 hectáreas, iniciándose así en la explotación de la agricultura por cuenta propia, y empezando el camino de su ulterior expansión. Cuatro años más tarde se radicó en Loma Amarilla, arrendando por espacio de tres años una superficie de 130 hectáreas. Pasó a diversos campos, aumentando continuamente la extensión sembrada con cereales, e introduciendo ya la explotación de la ganadería. Fue en el año 1916 que como corolario de sus esfuerzos y trabajos, pudo comprar campo, consistiendo éste en un lote de 180 hectáreas en Bajo Hondo. A este primer pedazo de tierra propia, fue agregando paulatinamente otros más, hasta totalizar una superficie de 500 hectáreas, que trabajó intensamente en agricultura y ganadería, secundado eficazmente por sus hijos, hechos en la escuela de laboriosidad paterna.
Señor Alejandro Haag.
Señora Juliana Hirsch de Haag.
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Señor Romualdo Haag (h.).
Este matrimonio europeo que tan hondamente se identificó con el agro americano, tuvo los siguientes descendientes: Mariana, Romualdo, Bárbara, Andrés, Enrique, Juan, Catalina, José. La madre falleció en marzo de 1937, y el padre vive rodeado del aprecio de sus familiares y del afecto de sus amistades. El hijo Romualdo, se independizó de la tutela paterna en el año 1919, empezando por arrendar una fracción de 120 hectáreas de tierra en Bajo Hondo y Calderón. Pasó en 1920 a Chasicó, trabajando 275 hectáreas y cinco años mas tarde regresa a la zona de Bajo Hondo, arrendando ya una fracción de 450 hectáreas. Actualmente sigue dedicándose a las labores agrícolas y ganaderas, en las cuales le secundan activamente sus hijos, poseyendo para las labores del campo todos los implementos modernos y eficaces. Reside el señor Romualdo Haag en la fracción de terreno de 40 hectáreas que le correspondió al fallecimiento de su señora madre, y en ellas ha edificado su casa habitación, levantando; las instalaciones y depósitos necesarios para su explotación. Se casó el señor Romualdo Haag el día 2l de noviembre de 1910, en Bahía Blanca, con doña Juliana Hirsch, nacida también en Rusia. De este matrimonio existen los hijos: Alejandro, Maria, Romualdo, Adolfo, Gerónimo, los cuales siguen en la casa paterna. Es el señor Haag uno de los entusiastas asociados de la sociedad local “EI Porvenir”, y actúa en ella como tasador de siniestros, debido a su ecuanimidad y conocimientos, adquiridos a través de su larga experiencia en la siembra de cereales.
Vista de la casa. Es además socio de la Sala de Primeros Auxilios de la localidad de Bajo Hondo, y presta siempre su eficaz concurso, así como sus hijos, a cuanta iniciativa en pro del adelanto social o público de Bajo Hondo se emprende.
Señor Antonio Barrera
El señor Antonio Barrera, y su señora esposa junto a sus hijos.
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Es don Antonio Barrera hijo del matrimonio español formado por el señor Luis Barrera y la señora Dolores Sánchez, ambos oriundos de Sevilla y que llegaron a Bahía Blanca alrededor del año 1890, dedicándose a las tareas del campo en el establecimiento del señor Fiadaron. Nació el señor Antonio Barrera el día 29 de marzo de 1896, en Bahía Blanca y desde su más tierna edad se ocupó ya de trabajos agropecuarios, pues apenas contaba trece años cuando ya se empleaba como esquilador, caballerizo, emparvador, recorriendo los campos de la zona que circunda a Bahía Blanca.
Parte de la majada.
Empezó a independizarse en el año 1918, cuando en sociedad con su hermano Luis decidieron arrendar 360 hectáreas de tierra en el establecimiento Salanove, iniciándose en la agricultura y la ganadería. La sociedad duró hasta el año 1926 en que el señor Barrera continuó por su exclusiva cuenta la explotación de la fracción de campo referida, siguiendo con los cereales hasta que en el año 1932 una granizada acabó con las sementeras. Sin dejarse abatir por la pérdida, comenzó de nuevo en 1934 arrendando un lote de 400 hectáreas en el propio lugar donde habita actualmente, dedicándose con preferencia al cultivo de cereales, destinando parte del campo a la cría de lanares. Persona de elevados sentimientos hacia la comunidad, es uno de los fundadores de la Sala de Primeros Auxilios, y ella lo contó desde sus principios como un entusiasta propagandista y sostenedor de la benéfica institución, en la cual ocupa desde su iniciación el cargo de vocal de su Comisión. Fue asimismo uno de los que constituyeron la Cooperadora Escolar de la Escuela N°. 36. Don Antonio Barrera se casó el día 14 de enero de 1928, en Punta Alta, con doña Dionisia Costa, hija de don Genaro y doña Peregrina Herrera,. y nacida en Olavarría . Del matrimonio nacieron los hijos: Elba Nelly, Elma Nidia, Elsa Inés y Lidia Gladys.
Señor Andrés Haag
Señor Andrés Haag.
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Nació el señor Haag en Coronel Dorrego el día 11 de junio del año 1900, y es otro de los hijos del antiguo matrimonio formado por don José Haag y doña Catalina Minor. Junto a los padres aprendió los rudimentos y trabajos de la agricultura y ganadería, y en el año 1923 decidió ya iniciarse por cuenta propia en las mismas actividades rurales. Empezó arrendando una fracción de campo en Calderón, que sembró por espacio de unos tres años.
La casa del señor Haag tomada desde el jardín.
Fue en el transcurso de 1926 que se trasladó a Bajo Hondo, al propio campo de su propiedad en que actualmente reside, arrendando además una superficie de l80 hectáreas. Construyó la casa habitación y todas las dependencias en su lote propio, adquiriendo las maquinarias necesarias para sus trabajos, ya que el señor Andrés Haag es un agricultor progresista y cuidadoso, que labora sus tierras en forma racional. Contrajo matrimonio el señor Haag el día 16 de marzo de 1920, en la localidad de Juan N. Fernández, con doña Teresa Fuhr, nacida en Tres Arroyos, con la que formó un hogar que ha dado ya al país los hijos siguientes: Luis Rogelio, José Ernesto, Eduardo Andrés, Mercedes Inés, Adela Teresa, Catalina Irma, Nelia Esther y Mirta Alicia. Las actividades privadas del señor Andrés Haag, no le han impedido el tomar parte destacada en el movimiento social y económico de Bajo Hondo. Espíritu preparado y abierto a las iniciativas de progreso local y colectivo fue requerido en el Directorio de la Sociedad "El Porvenir", y debido a sus condiciones fue designado para el delicado cargo de Tesorero, que ha desempeñado y desempeña con la dedicación que el mismo exige. Los hijos mayores del señor Haag, hechos a la escuela de trabajo del padre, le secundan en las tareas agrícolas y ganaderas.
Señor José Fagiani
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Foto del matrimonio Fagiani-Briganti, sacada en el año 1925. Es el señor Fagiani otro de estos emigrantes italianos, que en la zona de Bahía Blanca impulsaron la explotación agrícola, intensificando la siembra de cereales en primer ternino, y que han venido dedicándose a la agricultura año tras año, sin dejarse vencer por los malos tiempos, los bajos precios y las pérdidas de cosecha.
Cuatro de los hijos del matrimonio. Como muchos de los colonos de la zona de Bajo Hondo nació en Ascoli Piceno, Italia, en donde vio la luz primera el día 25 de junio de 1893 siendo sus padres el señor Antonio Fagiani y la señora María Moricchetti. Fue en el transcurso del año 1912 que decidió dirigirse a nuestro país en procura de formarse un bienestar y labrarse un porvenir asentado en el trabajo y la actividad. Durante los primeros tiempos se ocupó de jornalero en Buenos Aires y ya en el año 1915 se orientó hacia el sud de la provincia, dirigiéndose a Bajo Hondo, iniciándose en las tareas rurales cerca de uno de sus parientes, don Nicolás Fagiani, en el campo de la Carolina, en donde estuvo por espacio de unos 11 años. Ya conociendo las modalidades de la explotación agrícola, arrendó una fracción de tierra por primera vez en el año l924, siendo ella una superficie de 160 hectáreas en el establecimiento del señor Patrón Costas la que .sembró por plazo de cuatro años. Más tarde, ya en 1928, pasó a ocupar él campo donde está actualmente, propiedad del señor Varela, donde arrendó al principio una extensión de 500 hectáreas, procediendo a levantar la población en que vive así como las instalaciones necesarias para su industria rural. Al reducir la superficie del campo a 375 hectáreas, arrendó otro lote en Falcón, consistente en 420 hectáreas, que dedicó por mitades a la agricultura y la ganadería, ya que el .señor Fagiani entiende que la única forma de poder desenvolverse en la explotación rural consiste en diversificar los esfuerzos, sembrando y criando hacienda. Para las tareas rurales, posee el señor Fagiani cuantos implementos hacen más fácil y rápida la roturación, siembra y levantamiento de la cosecha. En sus depósitos existen tractor, arados, sembradoras, cosechadoras, etc., no faltando el camión propio para el acarreo de los productos, cosa por otra parte fácil, ya que la chacra de don José está a sólo unos kilómetros de la estación Bajo Hondo. Se casó el señor Fagiani el día 19 de septiembre en 1925 en Bahía Blanca, con doña María Briganti, hija del señor Domingo Briganti y de la señora Josefa Scultor, y en quien el señor Fagiani halló a una eficaz compañera y colaboradora en las tareas de su industria.
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Población del la chacra.
Del matrimonio nacieron los hijos: Antonio, Carlos, Aurora, Humberto y Elena. El señor José Fagiani contribuyó y contribuye desde el principio a la formación y sostenimiento de las instituciones locales, El Porvenir, Sala de Primeros Auxilios, Cooperadora de la escuela 36, etc. y todas las obras de utilidad pública encuentran en él a un entusiasta propulsor. Ilustramos esta crónica con algunas fotografías de la chacra de Bajo Hondo y de los familiares del señor Fagiani.
Vistas de los depósitos y galpones.
Señor José Tulli Angelini Es el señor José Tulli Angelilli uno de los industriales que en Punta Alta se dedican, de tiempo atrás, a la fabricación y venta de soda y bebidas sin alcohol, teniendo su establecimiento instalado en la calle Pellegrini 1122. Nació el señor Tulli el día 10 de febrero de 1891, en la provincia de Ascoli Piceno, Italia, siendo sus padres el señor Rómulo Tulli y la señora Adelaida Angelini. Llegó a la Argentina en el año 1911 y desde Buenos Aires se dirigió a Bahía Blanca donde trabajó como empleado del Ferro Carril al Pacífico. En 1915 regresó a su país de origen donde residió hasta 1921 en que decidió radicarse definitivamente en la Argentina. Fue en este año que se estableció en Punta Alta, actuando como empleado civil en las oficinas de la Armada por espacio de nueve años. Antes de renunciar a su puesto ya había establecido en la localidad su fábrica de soda, empezando a producir en el año 1927 en la propia calle Pellegrini.
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El año l930 decidió dar todas sus energías a la industria que explotaba, ampliando sus instalaciones y abarcando nuevos ramos en el negocio de bebidas sin alcohol. dando mayor empuje a la fábrica. Actualmente sus hijos mayores le secundan en los trabajos de producción y reparto, que se extiende no tan solo a Punta Alta sino a la zona de Puerto Belgrano y Arroyo Pareja. El señor Tulli se casó en el año 1921 con doña Anastasia Tomasini en Bahía Blanca, habiendo nacido los hijos: Alecio, Nazareno, Adelaida, Rubén y Rómulo. Además de sus especialidades, el señor Tulli posee la representación para la localidad del producto “Vascolet" de la fábrica "La Vascongada", que goza de gran prestigio por su buena calidad.
GRÁFICAS
Estación Grümbein, del F. C. Sud. De aquí partió la primera línea férrea a Punta Alta.
La estación de Calderón.
La Escuela de Arroyo Pareja. Estibas y vagones de cereal en la playa de la estación de Bajo Hondo.
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Señor Santiago Gago “La Atlántida”
Señor Héctor Santiago Gago. Señor Santiago Gago. El señor Santiago Gago es ampliamente conocido y apreciado en la zona de Punta Alta, en donde vive y actúa desde muchos años, habiéndose dedicado con ahínco a la industria lechera y a la cría de hacienda en los campos que rodean a nuestra ciudad. Nació el señor Gago el día 27 de marzo de 1894 en Manzanal del Barco, provincia de Zamora, España, siendo hijo de don Santiago y doña Maria Fidalgo. Preparado para ensayar sus fuerzas y su suerte en la Argentina, llegó al país en el año 1912, empleándose de inmediato en Punta Alta como dependiente de comercio, puesto que desempeñó por escaso tiempo, pues sus ideas eran emanciparse lo más pronto posible. Así lo hizo un año después, adquiriendo un reparto de leche en el pueblo, y poniéndose al frente del mismo. Dos años más tarde, en 1915, ya se decide a comprar hacienda lechera y arrienda una superficie de 300 hectáreas en la colonia de Ciudad Atlántida, parte de las cuales con el correr del tiempo adquirió en compra. La ubicación de estas tierras hace que el señor Gago denomine a su establecimiento y tambo "La Atlántida". En el año 1928, ya en franco tren de progreso y adelanto, compra una fracción de campo compuesta por 200 hectáreas en el campo de Santamarina, y edifica más tarde la moderna casa que ilustra el grabado que acompaña la crónica, y que cuenta con amplias comodidades, luz eléctrica inclusive, y que hace la vida agradable a sus moradores.
Ordeñando en el corral, al amparo del monte de tamariscos.
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La casa habitación, levantada en el propio campo.
Paralelamente levanta las instalaciones necesarias parA su explotación lechera y agrícola, consistente en galpones, depósitos, corrales y demás, rodeando todo el perímetro con cerco de tamarisco y forestales que al crecer en la misma arena han formado un abrigado reparo contra los vientos.
Hacienda de uno de los corrales. Uno de los toros, en primer término. Fue en el transcurso del año 1936 que adquirió nuevamente campo, consistente en una superficie de 150 hectáreas, precisamente en el mismo lugar donde arrendó por primera vez. A más de su explotación de tambo, uno de los más importantes de la zona, y para el que cuenta con un plantel de animales de gran producción y calidad, el señor Gago dedica parte de sus actividades a la agricultura y cría de hacienda. Siguiendo los dictados de una explotación racional, la hacienda vacuna que pasta en el establecimiento "La Atlántida", cumple dos misiones: proporcionar leche para la venta al mismo tiempo que las crías destinadas a venta son corpulentas y de mucha carne. Para lograr este resultado: carne y leche, el señor Gago ha ido adquiriendo reproductores de elevado precio y de gran calidad, con los cuales mejora continuamente sus animales. Además, como complemento de la siembra de cereales, se dedica a la producción de alfalfa, cuya semilla trilla anualmente, consiguiendo una simiente de gran calidad y completamente adaptada a la zona. Para todas las labores de la tierra, posee el señor Gago los elementos necesarios, convenientemente resguardados en galpones y depósitos. Mantiene en Punta Alta un extenso reparto de leche, el que, como queda indicado, inició en el lejano año de 1913
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Ha sido nuestro biografiado secretario y presidente en varios periodos de la Sociedad Lecheros Unidos de Punta Alta, a cuya institución prestó todo su concurso, siendo también uno de los antiguos asociados de la Sociedad Española. Se casó el señor Santiago Gago en Punta Alta, el día 19 de junio de 1920, con doña Paula Pastor, hija del apreciado matrimonio formado por el señor Francisco Pastor y su esposa doña Maria Moral, ambos españoles. Del matrimonio Gago-Pastor nacieron los hijos: María Paula, Delia Blanca, maestra recibida en la Escuela Normal de Bahía Blanca, y Héctor Santiago, quien secunda y ayuda eficazmente al padre en las múltiples tareas de la chacra y el tambo. El señor Gago, posee algunas propiedades de renta en el radio de nuestra ciudad.
Parte de las vacas lecheras, con sus crías.
Señor Acisclo López Panadería “La Hermosura” En la calle Rosales, ocupando la propiedad números 45O al 460, tiene su industria de panadería el señor Acisclo López, casa que designó con el nombre de "La Hermosura". Nació el señor López en Ejea de los Caballeros, provincia de Zaragoza, España, el día 9 de marzo de 1891, siendo sus padres don Juan y doña Juana Comin. Corría el año 1904 cuando don Acisclo embarcó para la Argentina, radicándose en Bahía Blanca empleándose en las tareas comerciales, hasta 1910 en que fundó la panadería "El Centenario", en la vecina ciudad, que explotó por espacio de un tiempo. El año 1913 se traslado a .Punta Alta actuando en el establecimiento de los señores Del Río Hermanos y más tarde en la Base. Volvió a establecerse por cuenta propia, esta vez con negocio de almacén, el año 1916, comercio que vendió para reintegrarse a las labores panaderiles, abriendo la panadería en la calle :Humberto 1º., ya con el sugestivo nombre que aún ostenta la casa. Se trasladó a la calle Rosales en su local propio, durante el año 1924, habiendo dotado a la propiedad de las comodidades para su industria y casa de familia. A más de su ocupación principal, también actuó en el ramo de forrajes al por mayor, habiendo sido proveedor de la Base, de la Municipalidad, etcétera. Sus actividades lo llevaron a adquirir campo, siendo dueño de una fracción de 682 hectáreas de tierra en el paraje "La Carolina". Actuó intensamente don Ncisclo en las instituciones sociales y económicas de Punta Alta, habiendo sido presidente de la Asociación de Propietarios de Panaderías de la cual es actualmente secretario, antiguo miembro de la Asociación Española, secretario de la entidad defensora del
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comercio y la industria, y asociado de innumerables asociaciones de Punta Alta. El señor Acisclo López contrajo matrimonio en Pullta Alta el día 1º. de octubre de 1914, con doña Crecenciana Iglesias, hija de don Julián y de doña Francisca García. De dicha unión nacieron los hijos: Juanita, Pascual, Francisca Ofelia y Acisclo.
Gráficas
La plaza para ejercicios físicos, en Punta Alta.
La estación Almirante Solier, del F. C. Rosario a Puerto Belgrano.
Depósito y tanque con capacidad para 300.000 litros. El agua surge de un pozo perforado a 260 metros.
La estación Puerto Belgrano, del F. C. Sud.
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GALERIA INFANTIL
Eduardo Carlos Guido Boffi.
Mabel Irene Crillini Arias.
Calalina Irma y Nelia Esther Haag.
Gladys Noemí Crillini Arias.
Emilio Oscar Cabrera Rodríguez.
Corina Margarita, María Cristina y Joaquín Francisco Pablo Porcelli Filippini.
Rosita Hebe Musumeci Hemmingsen.
Nilida Norma Cabrera Rodríguez.
Claudio Stellino Ferraris.
Elsa Inés Barrera Costa.
Dora Delma Molini Coulembier.
Dorita Alicia Musumeci Hemmingsen.
Mercedes Inés Haag.
Elma Nidia Barrera Costa.
Abel Néstor Taffetani Pereira.
Betty Mercado.
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Walter Gilberto y Marcelo Rodrígues Rallo.
Armando Pidal Santiago.
María Isabel Tobares Carrá.
Esther, Manuel Carlos, Irma y Ernesto Enrique Ederra Cnget. Salvador y Angelita La Marchina Cutripia.
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Elina Azucena, Lilian Nancy y Miriam Aurora Gallego.
Martha Olga y Elsa Cristina García López.
María Mercedes y Pablo Ricardo Alvarez Sanz.
Teresa y Marta Martínez Vitali.
Elba Edith y Noberto Julián Villalvilla.
Alalia Soledad Ludovico
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Nelly Esther y Elsa Mabel Marcalain
Arnaldi.
Monona Sandrini
Elsa Nair Patrignani
María Mercedes Bustos Cornejo.
María Puy y Regina Hilda Chocarro Echabarren.
Hécor A. y Hebe Ida Gómes Campelo.
Oscar Angel Araiz Malparlida.
Horacio Néstor Andrade.
Julio Cesar Sandrini
Néstor Hugo Fernández Nondeden.
Noemí Elsa Josefa Dumrauf Haag. Fernández Nondedeu
198
Domingo Alberto Molini Coulembier.
Adelina Josefina Larrea Andrada.
GALERIA JUVENIL
Amelia MartĂn Palomo.
Irma Rossi Migucci.
Olivia Vigil.
Elvira H. Boffi.
199
Dora ,Josefa Gómez Romero.
Valintina Vigil.
Natividad Gómez Romero.
Gumersinda Fernández Quiñones.
200
MarĂa Dumrauf Haag.
Florinda Freire.
Catina Pastor.
Margarita Pastor.
201
María Amalia Turi Acera.
Haydée Durán Barrera.
Amalia M. Bonora Vergara.
Cármen Esther Salaberry.
202
Primitiva y Pilar Freire. María del Cármen Mezquita.
Camelia Nuñez García.
María Haag Hirsch.
203
Blanca Dora y Laura Eva Harris Nocetti.
Teresa Bartel Fuhr.
Celina y María Rodríguez Alonso. Elba Nelly Barrera Costa.
204
Nelly Esther Carrá Jharguren.
Aurelia Dora Gómez Romero.
Esperanza, M. Elena y Angelita Celia Brugaletta. Rosita Más Pérez.
205
Carmen y Adela Albanesi Carod. Armonía Freire.
Felisa Aurora Gómes Romero.
Haydée Gutiérrez Gómez.
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Colaboradores y Amigos
Señor Estanislao L. Boffi, a quien se debe en gran parte la edición del Álbum, por su valioso concurso.
Señor Antonio Crespi Valls, director de la Editorial “Sureña”.
Es una costumbre arraigada que quienes escriben o realizan una obra literaria, histórica o simplemente descriptiva dejen constancia de sus nombres. No podían pues éstos faltar en el Gran Álbum de Punta Alta, ya que entre los colaboradores que ha tenido el volumen, sería ingratitud no recordar a algunos de los que aparecen en esta página con sus retratos. En primer término, la dirección de la Editorial Moderna "Sureña", debe hacer llegar su reconocimiento al señor Estanislao L . Boffi. Cuando se tuvo la idea de iniciar los trabajos preliminares para el Gran Álbum de Punta Alta, fue a dicho periodista y vecino entusiasta a quien se acudió en procura de orientación local. Desde el primer momento prestó toda su ayuda. Eficaz, desinteresada y definitiva en muchos casos. acompañó a los representantes de "Sureña", escribió reseñas y crónicas, proporcionó datos y gráficos de verdadero valor histórico y documental. Jamás estovo ausente de nuestra obra. La secundó con toda su adhesión y a sus esfuerzos en beneficio de la misma se debe una buena parte del éxito que coronó los trabajos. Fue el señor Estanislao L. Boffi quien primero publicó una obra ilustrada de Punta Alta, en sus albores de ciudad: es también ahora, quien sin egoísmos interesados, ayudó al Gran Álbum de Punta Alta a dar cima a su empresa. Y la Editorial “Sureña” se hace un deber en hacerle llegar públicamente, su gratitud.
El señor Juan Carrá que tanta vinculación tiene en Punta Alta y sus alrededores, ha sido el acompañante incansable del director de la obra. Siempre dispuesto, recorrió la ciudad y la zona, en
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procure de adhesiones hacia el Álbum. Tomo con empeño su misión al extremo de que abandonó en ocasiones sus propias tareas, para ayudar a las nuestras. Le pertenece una buena parte de la satisfacción que a los editores les produce el que el Gran Álbum de Punta Alta haya podido llegarse a plasmar en una hermosa realidad.
Señor Juan Carrá, activo colaborador del Álbum.
Señor Emilio Cabrera. Fotógrafo oficial del Álbum.
El señor Emilio Cabrera fue el fotógrafo oficial designado por "Sureña" para tomar las vistas destinadas a la obra, así retratos como interiores y paisajes. Estuvo siempre dispuesto a trasladarse con su maquina a cualquier parte donde era llamado. Muchas veces descuidó las necesidades de su negocio para atender los requerimientos del Álbum. Muchas de las hermosas ilustraciones del volumen, son obra suya. Otros colaboradores tuvo el Gran Álbum de Punta Alta, entre ellos la señora Amelia Barbosa de Donato, de Bajo Hondo, el señor José Pedro Varela, los periodistas de Punta Alta y de Bahía Blanca. Otros amigos anónimos también ayudaron a los trabajos. A todos ellos "Sureña, por intermedio de su director, les agradece profundamente su concurso.
El periodismo en Punta Alta. No podía ser extraña al desenvolvimiento acelerado de nuestra ciudad, la contribución del periodismo factor que eleva el grado de cultura de los pueblos y máxime, cuando éstos marcan rumbos en su constante desarrollo y que se mantienen siempre dentro de un ritmo de progreso, venciendo dificultades de todo orden, manteniendo la fe y confianza en el porvenir.
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Nueva Época Una voz puntaltense al servicio de la verdad.
Señor Manuel Prieto, director de “Nueva Época”.
Correspondió el primer lugar en la brega periodística al semanario que vio la luz en la naciente Punta Alta y que se titulaba "El Ideal''. Quizá debido a su escasa vida pasó desapercibido para la mayoría de los cronistas locales. "El Ideal", emotivo nombre con que entraba Punta Alta en la escabrosa senda del periodismo, apareció el día 22 de julio del año 1900, siendo su fundador y director el señor H. Monighetti, que desempeñaba a la vez los cargos de corresponsal de los diarios metropolitanos "El País" y "La Nación".
El Regional Una voz valinte y sincera del pueblo y para el pueblo.
Señor Alfredo Palermo, director del diario “El Regional”.
"El Ideal" avisaba a sus lectores, el día 8 de septiembre del mismo año, que dejaba de aparecer por un tiempo, para introducir mejoras en su presentación. Posiblemente el .semanario no volvió a resurgir jamás. El segundo periódico del que haya exacta constancia, apareció en Punta Alta en octubre de 1901 y llevaba por título "El Defensor", saliendo los domingos. Estaba destinado preferentemente a abogar por la expropiación de los terrenos de Punta Alta, por medio de una ley provincial. Dejó de aparecer en febrero de 1902 reanudando su salida en abril, intentando conseguir el apoyo del vecindario. Su primitiva administración estuvo a cargo del señor L. V. López, a quien sucedió el señor Juan Junco.
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Pocos años después, cuando ya Punta Alta empezaba a diseñarse como un centro de población llamado a tener mayor amplitud, el señor Juan Junco editó un periódico de formato reducido y ostentaba el acertado título de "Nuevo Pueblo". Esta publicación, poco tiempo después, pasó a ser propiedad del señor Berecondo Salcedo quien le impuso un nuevo nombre: "La Época", cambio de nombre que volvió a suceder en Junio del año 1916, cuando el señor Estanislao L. Boffi adquirió en propiedad la imprenta y periódico que fuera del señor Salcedo, pues se dio a dicha publicación el nombre "Nueva Época", órgano éste que continúa editándose y que en 1926 el señor Boffi vendió a la firma Prieto y Morressi.
La Nueva Comuna Fundador: Estanislao L. Boffi.
Señor Ubaldo G. Macedo, al frente de “La Nueva Comuna” desde el 1º. de marzo de 1939.
Fueron muchos los periódicos que desde 1908 aparecieron, teniendo algunos de ellos vida por lapsos de tiempo regulares, y otros, apenas efímera. A la sazón recordamos los siguientes: "La Autonomía", "El Independiente", “El Infierno”, "El Porvenir", "La Semana", "La Democracia", "El Imparcial", "La Reforma", "Sarmiento", "Helios", "El Momento" "El Yunque", "Mercurio", "Autonomía" "El Demócrata", el diario "La Verdad" y las revistas "La Juventud", "Antena" "Punta Alta,", y con seguridad algún otro que escapa a nuestro recuerdo. Actualmente la prensa local está representada por el diario "El Regional" y los bisemanarios "Nueva Época" y "La Nueva Comuna". También aparecen hojas de publicidad que son boletines mensuales de la Cooperativa Obrera de Consumos y del Centro del Personal Civil Nacional. El diario "El Regional", fue fundado, como periódico, en el año 1924 por el señor Santos Malvino y en 1930 lo adquirió la firma Cecchini y Palermo, continuando después solo el señor Palermo quien en Enero 1º. del año que corre, decidió hacerlo diario vespertino en cuyo sitial se halla. En cuanto a "Nueva Época", como ya se dice anteriormente, tuvo su origen en ".Nuevo Pueblo", que después fue "La Época" y que en 1916 se convirtió en "Nueva Época", al ser adquirida la empresa por el señor Boffi, que la dirigió durante 11 años para después transferirla a los señores Prieto y Morressi. Actualmente la firma propietaria está formada por los señores Manuel Prieto y José Rodríguez. Finalmente tenemos "La Nueva Comuna", publicación que fue fundada en septiembre de 1928 por el señor Boffi, quien transfirió su propiedad en 1939 hallándose actualmente a cargo del señor Ubaldo G. Macedo. Deben ser consignadas como notas destacadas en la evolución del periodismo local dos iniciativas de dar a la localidad un órgano diario. La primera fue en el año 1918 en que “Nueva Época”, apareció diariamente y a los dos meses volvió a aparecer como bisemanario, pues la cooperación vecinal era exigua y no era posible afrontar con ella los egresos que demandaba la publicación cotidiana de tal órgano de publicidad. La segunda iniciativa correspondió al señor Elías Luaiza quien en 1938 empezó a editar el diario de la tarde "La Verdad", que a los dos meses pasó
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a poder del señor Ubaldo G. Carestía, quien lo mantuvo algún tiempo más para después cesar en la tarea. Y por último hubo una tercera tentativa de dar a Punta Alta un órgano diario. Correspondió al señor Alfredo Palermo que dispuso editar diariamente a “EI Regional”, que ya venia apareciendo como trisemanario. Este diario inició su aparición el 1 de enero de este año y va manteniéndose firme en su trayectoria en la que ha de seguir siempre dado que ha encontrado en el seno del vecindario amplio apoyo. Las tres publicaciones que aparecen actualmente ofrecen amplia información y en sus columnas se tratan con altura de miras y propósitos, todos los problemas vinculados al adelanto puntaltense. Campea en sus columnas el más alto espíritu de colaboración en todo cuanto signifique propender a dar un paso más en el sentido del desenvolvimiento local. Como escuela y ejemplo de cultura, la prensa lugareña se destaca nítidamente, revelando las direcciones que poseen concepto acertado sobre lo que debe ser la ética periodística. Las pocas y escasas notas en que se constatan agresividades, se ven dilatadas frente al aspecto general de la prédica que en conjunto evidencia la realización de una acción periodística certera y bien intencionada. En efecto, los problemas fundamentales, de la vida comercial, industrial, portuaria, social, cultural, deportiva, etc., tiene en los tres órganos una tribuna levantada y dignísima.
La primera linotipo que se instalo definitivamente en Punta Alta. Taller de “El Regional”.
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Cooperativa de Luz y Fuerza
Frente del edificio de la Cooperativa Luz y Fuerza. Esta institución constituye un verdadero símbolo para la ciudad de Punta Alta. Le corresponde este honor por la circunstancia de haber sido la primera cooperativa de luz y fuera puesta en marcha en el escenario de nuestro país. 1a reunión preparatoria en que quedó acordada la fundación del organismo se realizó el 4 de Julio de 1926, en el local de la Sociedad de Fomento y asistieron a la misma unos cuarenta vecinos. Expuesto el objeto de convocatoria quedó constituida la comisión provisoria con la presidencia del señor José Turi, confiándose la secretaria al señor Juan Yulita. Realizándose después varias reuniones tendientes a ir concretando seriamente la iniciativa y finalmente, el 11 de Septiembre del mismo año, se reunió el primer directorio definitivo quedando constituido en la siguiente forma: Presidente, Raimundo del Río, vicepresidente Pablo Imaz: secretario, Calixto Barbieri: pro secretario, Manuel Vigil: tesorero, Cipriano Sarasola; pro tesorero, Emilio Álvarez. Vocales: Carlos Balbin, José Turi, Víctor Macor, Domingo Ferro, Juan J. Castro, Higinio Fernández, Jaime Hamicha, Eduardo Hartkoff, Arnaldo Fabio, Florentino Rubio y Luis Masserini. Trabajó activamente éste Directorio, secundado eficazmente por las comisiones técnicas y de hacienda y así el 8 de Diciembre del mismo año se entró de lleno a considerar la adquisición de los primeros motores, mientras se estudiaba el levantamiento del edificio para sala de máquinas y administración. En Marzo de 1927 se resolvió la compra de los motores y en Abril el edificio estaba ya listo. Finalmente el 25 de Septiembre se comenzó el suministro de corriente eléctrica con una tarifa única de 0.25 centavos el kvt. Esta tarifa rigió hasta el 1° de mayo de 1931, en que fue disminuida a 0.20 m\n. y el 1° de Enero de 1934 fue nuevamente reducida a $ O.15 ctvs. el kwh. que es la que rige actualmente. Esta tarifa rige sin limitación de consumo y sin pago de conexión, vale decir con solo el pago de la primera cuota de una acción. El patrimonio actual de la sociedad se aproxima a los 500.000 pesos. Hay 3559 asociados y 2635 accionistas. La planta de producción ha ido aumentando constantemente y hoy hay en funcionamiento 6 motores con fuerza total de 1.340 HP.
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Ha sido construido un nuevo edificio para administración, gerencia y sala de sesiones del Directorio, en cuya obra se invirtió unos 35.000 pesos. El directorio que actualmente dirige los destinos sociales está integrado así : Presidente, José P. Varela ; vicepresidente, José Diez Terreros; secretario, Higinio Gallego; pro secretario, Estanislao L. Boffi, tesorero, Enrique Moretti; pro tesorero, Modesto Guimarainz; Vocales: Antonio de la Cruz, Julio Maydagán, Hilario Cecchini, Félix Retenaga, Martín Pavletich, Bicardo Alti, Antonio Garí, Roberto Patrignani, Znivich Martoovich, Pedro Mendolia y Bernardo García. Desempeña la gerencia el señor Víctor Macor que desde el comienzo de la actividad de la Cooperativa, fue siempre uno de sus puntales y más eficaces colaboradores.
Vista parcial de la sala de máquinas.
Historia de Punta Alta VII
AÑO 1905
*** Antes de abandonar Puerto Militar, el ingeniero Luis Luiggi y su esposa señora Annie Eats de Luiggi hicieron donación a la Biblioteca Rivadavia de unos 200 volúmenes, la mayoría ingleses. *** El 30 de abril, se dió en el Hotel Londres, de Bahía Blanca, un banquete de despedida y agradecimiento al ingeniero Luiggi. *** El 19 de junio la comisión pro templo de Punta Alta solicita una subvención de 1.500 pesos al Concejo Deliberante, para terminar las obras de la iglesia local. *** El 19 de junio, la corporación municipal acuerda designar a una calle de Bahía Blanca con el nombre de Luis Luiggi, y le comunica a éste lo resuelto, enviándole un cablegrama a Lincoln, Inglaterra, donde residía. *'* El día 19 de julio, entró el primer buque mercante al dique de carena de Puerto Militar, para reparar averías. Fué la barca inglesa "Poseidón". *** No se hace lugar por el Concejo Deliberante, en su sesión del 24 de julio a la subvención de 1 .500 pesos con destino a la capilla de Punta Alta.
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*** En octubre se concedieron dos concesiones para ferrocarriles que debían llegar a Puerto Belgrano y que jamás se construyeron: una a los señores Urdaniz para un ferrocarril desde Buenos Aires a Puerto Belgrano con ramal a La Plata y otra al señor Juan de la Cruz Puig, para un ferrocarril de Córdoba a Puerto Belgrano. *** El 15 de octubre el F. C. Sud estableció un tren diario directo entre Ingeniero White y Punta Alta *** El 17 de noviembre se dió un decreto creando una proveeduría para el personal de Puerto Belgrano. *** Con fecha 26 de noviembre de 1905, el rematador señor Gregorio Rebello, inició la venta en subasta pública de todas las existencias, maquinarias, materiales, la balandra "Dálmata" e infinidad de casillas, galpones y depósitos, de la empresa constructora de Puerto Militar. En Arroyo Pareja se vendieron el varadero, los pilotes y galpones. El primer día se vendió por valor de 41.000 pesos y el segundo por valor de pesos 26.500. *** En el año 1905 la Armada Argentina estaba constituida por los siguientes buques: Acorazados: Almirante Brown, botado en 1880; El Plata, en 1874; Garibaldi, en 1896; General Belgrano, en 1898, General San Martín, en 1897, Independencia, en 1891; Libertad, en 1890; Los Andes, en 1875 y Pueyrredón, en 1898. Cruceros: Buenos Aires, lanzado en 1895, Espora, en 1890, 9 de Julio en 1892; Patagonia, en 1885; Patria en 1893 y 25 de Mayo en 1890. Además existían la fragata escuela Presidente Sarmiento, botada en 1897 y el torpedero Maipú en 1897. Aparte de algunos buques menores, destructores y torpederos, estaban en servicio los transportes Pampa y Chaco, de 8.700 toneladas, el Guardia Nacional, de 6.500 y los pequeños transportes lo. de Mayo, Ushuhaía, Piedra Buena y el buque hidrógrafo Uruguay.
Colocación del Escudo Nacional sobre la Batería VII. Asisten los ministros Rivadavia, Civit, Frers, senadores, diputados e invitados que inauguraron el ferrocarril al Neuquén. Junio 2 de 1899. (Cortesía Boffi).
AÑO 1906
*** A principios de enero llegaron unas familias del Brasil, entre las cuales se declaró la viruela. Una comisión de vecinos los instaló en un lazareto improvisado y fueron atendidos por el farmacéutico señor Aquilino del Alamo con la misma preocupación y desinterés que puso en evidencia en la primera epidemia de viruela, el año 1904. Falleció una enferma y tuvo que ser trasladada al cementerio de Bahía Blanca porque no había cementerio civil en Punta Alta.
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*** Con fecha 24 de febrero, el Ministerio de Obras Públicas comunica al de Hacienda que han quedado terminadas las vías férreas en la zona comercial de Puerto Belgrano y que se puede habilitar el puerto para operaciones mercantes . *** El 8 de marzo aparece un decreto del Ministerio de Hacienda, habilitando la rada de Puerto Belgrano como estación carbonera general. *** Decreto publicado el 28 de febrero A partir desde el lo. de marzo próximo, queda habilitado el Puerto Militar de Bahía Blanca para operaciones de descarga de maderas y artículos denominados de corralón, que sean de despacho forzoso. — Figueroa Alcorta. - J. A. Terry. *** El 10 de abril visita a Puerto Belgrano y Punta Alta el doctor Carlos Pellegrini . *** El 27 de abril se nombra el primer personal civil para la aduana, depósitos y guinches para la zona comercial del Puerto Militar. *** El 14 de mayo visita Puerto Militar el Ministro de Marina contraalmirante Onofre Betbeder, revisando el San Martín en el dique seco. Fué a baterías en carruaje, dado que no estaban terminadas las obras de desviación del ferrocarril estratégico, en Arroyo Pareja . *** Con motivo de la llegada de Betbeder, el citado Ministro se decide a disponer la construcción de casas habitación en la zona militar, para los empleados y el personal do maestranza. *** El día 28 de junio, los señores Adolfo Bullrich y Cia., remataron las chacras de Punta Alta correspondientes a los autos de doña Josefa Díaz de Bartoli. La superficie total de los bienes testamentarios a venderse era de 805 hectáreas, dividida en lotes. *** Con fecha 23 de agosto, el rematador señor Gabriel Scannapieco, remató 16 quintas en Punta Alta. Cada una abarcaba una superficie de 10.000 varas cuadradas y tenían por base cinco centavos la vara. *** En su sesión del 14 de agosto, el Concejo Deliberante, a petición del P. Félix Guerra, aprobó un subsidio de dos mil pesos para la capilla de Punta Alta. *** Los señores Francisco Nocito y Eliseo Casanova, en representación de don Carlos B. Bartoli, se presentaron el día 10 de setiembre al Concejo Deliberante, haciendo donación de los terrenos necesarios para la construcción de corrales de abasto, iglesia y oficinas públicas en Punta Alta, solicitando al mismo tiempo la aprobación de los planos de subdivisión de la planta del pueblo. El Concejo aceptó la donación y aprobó la traza de Punta Alta en su sesión de fecha 21 de setiembre. *** Durante los meses del año 1906, se efectuaron numerosos remates y ventas de sierra en Punta Alta y Ciudad Atlántida. Para ilustración reproducimos algunas ventas y precios obtenidos: Manzana 60, compuesta de 1.480 varas vendida al señor Romeo Ferrandi, en $2.500; manzana 41, 1.125 varas, comprador B. Velázquez, $ 2.125; manzana 25, 720 varas, con edificación antigua, $ 6.500, a Manuel Biseti, manzana 24, 474 varas, a Félix Sacré, en $ 2.100; quinta 16, 14.000 varas, a Yañez y Cia., en 7.000 pesos. Manzana 39, 1.500 varas, a Maria Barandier de Fournier, en $ 2.500, manzana 24, 680 varas en 1.400 pesos, a José Gandino; manzana 52, 940 varas, a Arsenio Linares, en $ 1.000; quinta 86, 5.000 varas en $ 2.250, a Eugenio D' Angelo. El rematador Carlos A. Pronsato, el 14 de octubre vendió porciones de las quintas 28, 29 y 36 a 25 centavos la vara, y solares de la manzana 39, a $ 1.60 la vara. *** Monseñor Juan N . Terrero, arzobispo de La Plata, bendijo la capilla. de P. Alta el día 23 de setiembre de 1906. Actuaron de padrinos del templo la señorita Dorotea Mañalich y el señor Baldomero Mañalich, en representación del señor Ramón Olaciregui y señora; fueron padrinos del altar el señor Romeo Ferrandi y esposa. El prelado fué obsequiado con un banquete en la residencia del señor Ferrandi. El templo se entregó oficialmente al culto, el día 9 de diciembre del mismo año.
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El Ministro de Guerra, General Luis María Campos, inspeccionando el parapeto de la Batería III, acompañado del General Reynolds y el Coronel Day. (Cortesía Boffi).
*** En setiembre 24 de 1906, la Logia Masónica elevó al Concejo Deliberante de Bahía Blanca la siguiente nota: "Llenando uno de los deberes propios de la institución que tengo el honor de presidir, me complazco en dirigirme a V. H. a fin de poner de manifiesto, una vez más, la verdadera incuria que la Municipalidad de Bahía Blanca observa en cuanto se refiere a la solución de los importantes problemas edilicios de la pequeña comuna de Punta Alta. Me permito singularizar "los importantes problemas" porque en su fondo son tales para la modesta población que representamos; son de aquellos nimios y fáciles de resolver para toda administración inspirada en principios de equidad y justicia. No ha mucho esta Logia llamó la atención de ese H. C. sobre la urgencia de dotar a este pueblo de una zona adecuada para enterratorio. Nuestra petición fué fundamentalmente desoída, no obstante encarar el muy leal propósito de mejoría común. Reiteramos, pues, aquel pedido, significando su oportunidad desde que en breve debe elevarse a escritura pública una donación de tierras que hace el señor Bartoli, oportunidad que permitiría condiciones ventajosas para la adquisición de tal zona; beneficiaria al pueblo con un nuevo factor de progreso general y economizaría a 1a edilidad misma las erogaciones que frecuentemente ha tenido que hacer a titulo de "pobreza de solemnidad", por la carencia de un cementerio local. — Manuel Rey ven. - José P. Varela, secretario".
AÑO 1907
*** Don Carlos A. Pronsato remató el 3 de marzo las manzanas de Punta Alta números 17 y 18, obteniendo un promedio de dos pesos la vara y un total de 85.460 pesos. *** Con fecha 13 de marzo se elevó un pedido de licencia al jefe de Puerto Militar capitán de navío Eduardo O' Connor, para establecer la primera línea de ómnibus entre el Puerto, Punta Alta y la estación del ferrocarril. *** El día 20 de marzo fué nombrado médico municipal de Punta Alta el doctor Leónidas Facio. *** En mayo el ingeniero Abel Pagnarg solicita una concesión por 60 años para construir y explotar un puerto en Arroyo Pareja. *** Por intermedio del escribano señor Casanova, se vendieron el 8 de mayo tierras en Ciudad Atlántida por valor de 157 .000 pesos. *** El 14 de mayo el buque auxiliar "Bermejo", de larga historia en el balizamiento y sondaje de nuestra bahía, naufrago al este de Monte Hermoso.
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Señores Turi Hermanos
Señor José Turi
Señor Roberto Turi
La antigua casa que nos ocupa, y que gira actualmente bajo la firma Turi Hnos. fué establecida por uno de los vecinos más progresistas y emprendedores de Punta Alta don José Turi, quien actuó intensamente en los círculos de nuestra ciudad. Don José nació en Bari, Italia, el día 11 de mayo de 1880, siendo sus padres don Leonardo y doña María Sportelli. Tenía apenas quince años, cuando en 1895 desembarcó en Buenos Aires. Abriéndose camino en la lucha por la vida, se inició en las actividades comerciales que desarrollo en distintas localidades, ya como empleado o como dueño. Ya bien experimentado en las transacciones y negocios, inició sus operaciones en Punta Alta, en el año 1914, como proveedor de los buques de la Armada, realizando tales operaciones comerciales por casi quince años consecutivos. Al propio tiempo instaló su casa de negocio en la localidad, con depósito de papas, maíz. forrajes, carbón, compra venta de cereales etc., la que actualmente ocupa el edificio y corralón propio en la calle Mitre 115 . El señor Turi, no se limitó a sus actividades puramente lucrativas. Fué en todo momento un espíritu abierto que consideraba una obligación ineludible el prestar apoyo material y moral a cuanta iniciativa de bien colectivo se exteriorizara en Punta Alta. Fué miembro prominente de la Sociedad Italiana, de la que era presidente cuando la visita del ingeniero Luiggi a Punta Alta, en ocasión de colocarse la placa recordatoria. Durante un largo tiempo, en unión de otras personas, estuvo al frente de todas las salas de espectáculos de Punta Alta, y las instituciones benéficas recuerdan aún el desprendimiento del empresario señor Turi al ceder sus salones para actos caritativos y filantrópicos. En unión del contraalmirante señor Glonzález Fernández, iniciaron la suscripción pro adquisición del terreno donde levanta la escuela N° 8, suscripción que sobrepasó los diez mil pesos. Ellos mismos tramitaron del entonces gobernador señor Vergara, en La Plata, la construcción del moderno edificio. También don José Turi tuvo ocasión de ser presidente del primer directorio de la Cooperativa Eléctrica y prestar a la misma, en sus primeros tiempos, muy importantes servicios.
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Se casó el señor Turi en Coronel Suárez en septiembre de 1910, con doña Angela Acera, de cuya unión nacieron los hijos: Leonardo, José Orlando, Roberto, María Yolanda y Amalia.
Frente del edificio que ocupa Turi Hnos.
Los señores José Orlando y Leonardo Turi, son representantes en Bahía Blanca de fuertes productores y consignatarios de papas, y venden grandes cantidades al por mayor, actuando en la respectiva Cámara en Bahía Blanca. Por su parte la señorita Amalia Turi, es una distinguida docente que egresó con notas sobresalientes de la Escuela Normal y perfeccionó sus estudios superiores en la Escuela de Lenguas Vivas, de la capital federal. Actualmente la casa Turi Hnos. se dedica a la explotación y venta de numerosos productos, siendo distribuidores exclusivos en Punta Alta y Puerto Belgrano de la Cervecería Azul, de la bebida Sacic y de la similar Fruydor. El señor José Turi en forma imprevista, pagó su tributo a la muerte. En efecto, el día 8 de julio de 1941, se produjo su deceso que causó en Punta Alta una profunda consternación, pues el señor Turi había conquistado un lugar destacado en el aprecio de la población.
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Señora Viuda de Alvarez e Hijos
"Los Deportes"
Don Pablo Alvarez. Falleció el 30 de septiembre de 1932. Una de las más modernas y bien instaladas casas de negocio de la calle Bernardo de Irigoyen, en Punta Alta, es sin duda la conocida con el nombre de "Los Deportes", situada en el número 118 de dicha arteria y que tuviera por fundador al malogrado y antiguo vecino señor Pablo Alvarez, que alcanzó destacada actuación en nuestro medio comercial y social. Como tantos otros antiguos pobladores de nuestra ciudad, don Pablo Alvarez que llegó a Punta Alta al correr el año 1905, estuvo en la base naval desempeñando sus funciones y llegando a suboficial, separándose del cargo en el año 1918 en que decidió radicarse definitivamente en Punta Alta, dedicándose al comercio.
Aspectos del interior del salón de exposición y venta. Fue con tal objeto que adquirió una reducida casa de ciclismo, que perteneció al señor Miguel Goldestein, y que estaba instalada en el propio solar donde se levanta actualmente el amplio edificio de "Los Deportes".
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Si se compara el modesto principio de la casa que nos ocupa hasta llegar al negocio presente múltiple y modernamente instalado, es fácil darse cuenta de la suma de energía y labor puesta en juego por don Pablo Alvarez para lograr tamaño resultado. Pero, don Pablo, tuvo en sus hijos sus mejores y más asiduos colaboradores. En unión de esfuerzos y propósitos, el antiguo ciclismo fué incorporando a la casa nuevas y mas extensas y provechosas actividades, que pronto hicieron reducido e impropio el viejo local. Ya debidamente encaminada la marcha de la casa, el señor Alvarez pagó tributo a la muerte, falleciendo el 30 de setiembre de 1932, rodeado del aprecio general de la población. La trayectoria emprendida continuó en ascenso, ahora bajo el rubro de Viuda de Alvarez e hijos, y bien pronto demandó ampliaciones y mejoras de local. Fué en los primeros meses del año 1940 que se inauguró el nuevo local, levantado en el propio solar del antiguo, y del cual insertamos algunas vistas parciales.
Frente del moderno y amplio edificio ocupado por el negocio.
La firma está constituida por la madre, señora Aurelia G. de Alvarez y los hijos Pablo, Aurelio y Roberto. El hijo mayor, Pablo, está casado con doña Josefina Sanz y nacieron del matrimonio los hijos: Maria Mercedes y Pablo Ricardo. "Los Deportes" es en la actualidad representante de las famosas marcas de bicicletas ”Peugeot” y “Bianchi”, poseyendo un taller montado especialmente para el arreglo de las máquinas. En otras actividades, la casa tiene una amplia sección de materiales para electricidad, al por menor y mayor, siendo a su vez representante de los aparatos de radiotelefonía de la acreditada marca "R C. A. Victor", de fama mundial. También para el ajuste y rectificación de aparatos de radio, "Los Deportes" tiene instalado un moderno y eficiente equipo. Por lo descripto y por las fotografías que publicamos, se demuestra palpablemente que la casa "Los Deportes", dentro de sus especialidades, ocupa uno de los lugares destacados del comercio del ramo en Punta Alta.
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INSTRUCCIÓN PUBLICA
Profesor señor Julio A. Rocha, Comisionado Escolar. parece que la primera iniciativa de carácter escolar, debió tener lugar en la agrupación de casillas de Arroyo Pareja, en el año 1899, ya que el señor José M. Rodríguez, al que se le deben muchos datos interesantes sobre la historia de Punta Alta, asegura que por el citado año funcionó en el paraje citado una escuela particular, con asistencia de buen número de niños, la que tenía por maestra a doña Emilia Varela. Aparte de el lo , la primera manifestación organizada de la instrucción pública, fué dada cuando se lanzó la meritoria idea de abrir una suscripción popular y levantar una escuela en el radio del Puerto Militar Ya en diciembre de 1899, varios padres de familia piden la instalación de una escuela infantil en Arroyo Pareja, porque hay numerosos analfabetos que necesitan la instrucción primaria. Se incita a la buena voluntad del Consejo Escolar para satisfacer los deseos de los padres a la brevedad posible. La escuela en Arroyo Pareja no tuvo éxito, pero en cambio empezó a surgí la idea de fundarla en Puerto Militar. En efecto, el 30 de abril de 1900, se dirigieron a Puerto Militar los miembros del Consejo Escolar señores Eliseo Casanova, José Lamberti y Jorge Liddle, acompañados del Inspector de Escuelas señor Etcheverry y del secretario del Consejo señor Zurita, a objeto de elegir un local aparente para instalar la primera escuela fiscal. Sin embargo, debía corresponder al ingeniero Luiggi el honor de llevar a la práctica el establecimiento de la escuela. No podía el ilustre ingeniero mostrarse ajeno a las necesidades espirituales de una población que él mismo estaba formando a orillas de la bahía y con el mismo tesón que ponía en todas sus obras, se abocó a realizar la construcción de un edificio para escuela.
La Escuela Humberto 1o. tal como fue construida inicialmente.
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En agosto de 1900, los diarios bahienses escribían: "Se puede decir que la escuela Humberto Io que resolvió levantar la población de Puerto Belgrano, es un hecho. Lo que hace quince de imposible realización, es hoy una garantida realidad, gracias a las donaciones hechas, a las suscripciones y al empeño decidido de la comisión compuesta de personas respetables . De aquí a varios días los visitantes de Puerto Militar tendrán a la vista otro modesto pero útil edificio que demostrara que también en este destinado a un gran porvenir, no se olvida que la civilización tiene su base en la educación del pueblo". La escuela se levantó en la Avenida de la Estación, cerca del molino de viento, en uno de los sitios más pintorescos de Puerto Belgrano. La comisión que tuvo a su cargo la construcción de la escuela, lanzó una suscripción entre el vecindario, cuya lista de donaciones la encabezó el ingeniero Luiggi con la suma de 100 pesos y su esposa doña Ana Eats de Luiggi, con 50 Las contribuciones afluyeron en cantidad apreciable, y en menos de quince días se recolectaron más de 3.000 pesos, sin contar las donaciones hechas espontáneamente, entre ellas 25.000 ladrillos por el señor Vicente Gingarra; 50 toneladas de piedra de los señores O' Connor, Pons y Cia., 10 barricas de cemento, del señor Andrés V. Hartag y la conducción gratuita de todos los materiales, hecha por el señor Pedro J. Barrios.
Profesor León Saulnier. Secretario del Consejo Escolar. La escuela se decía "beneficiará a toda la población de Puerto Belgrano, porque aunque situada dentro de la zona militar tendrán. fácil acceso todos los niños, por la ventajosa ubicación que se le ha dado . La tramitación oficial del establecimiento de la escuela, surge de este decreto del Gobierno Nacional que lleva fecha de agosto de 1900 y que dice: Vista la note precedente de una comisión de vecinos de Puerto Militar, elevada por el director general de las obras ingeniero don Luis Luiggi, por la que se solicita autorización para ocupar una Pequeña fracción de terreno dentro del ejido del Puerto Militar destinada a levantar un edificio que sirva de escuela al núcleo de población de esa zona. Atento lo manifestado por el director general de las obras del Puerto, de lo que resulta que la autorización que se solicita no afecta en nada el servicio de defensas de las mismas y de conformidad con el deseo expresado por los recurrentes de que la futura escuela se denominara Humberto 1.°, se resuelve: Acceder a lo solicitado, debiendo la Dirección del Puerto Militar determinar la zona de terreno donde se levantará el edificio que se proyecta y el radio de sus dependencias. Hágase saber a quien corresponda. — Roca. - Civit. La Comisión que se formó para habilitar el establecimiento estaba integrada por: socios protectores: Ingeniero Luis Luiggi Ingeniero Pedro J. Dirks. Presidente, Manuel Moneta; vice, Andrés Kartog; tesorero, Celestino Villa; secretario, Miguel A. Crawford; vocales: Juan A. Canessa, Francisco Marti, Juan B Tunessi, Constantino Benvenuto, Rafael Bertoni y Luis Manzoni.
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Empezó a funcionar como escuela particular bajo la dirección del señor G. Gigola en 1902 y tenia una inscripción de 55 niños . Fué por especial empeño del doctor Mario Cornero, que se obtuvo la ampliación de la escuela, construyéndose dos alas laterales y dotando al establecimiento de mayores comodidgades.
Edificio de la escuela "Leonardo Rosales".
Escuela N°. 99
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Escuela No. 8
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Edificio de la escuela.
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Escuela No. 20
Escuela No. 4
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Escuela No. 31
Izando la bandera en la Escuela 36, en Bajo Hondo.
Frente del edificio de la Escuela Industrial.
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Electricidad en Punta Alta Al igual que sucedió en Punta Alta con los niveles de las calles y los cordones de las aceras problemas que siempre estaban en atraso con el adelanto de la incipiente población ocurrió con el alumbrado, deficiente y malo, en lo que a la iluminación pública se refiere. Cuando la Municipalidad se aventuraba dotar a Punta Alta de algún farol a kerosene, ya la edificación se había extendido, y así el servicio no estuvo jamás en consonancia con las necesidades hasta que se instaló la primera usina eléctrica, que vino a terminar con un estado de cosas que perjudicaba en gran manera el adelanto del pueblo, tanto en su faz privada, en materia de iluminación, como en la industrial, va que la provisión de energía eléctrica para fuerza motriz hizo más fácil y posible la radicación de industrias en la localidad. Sin embargo, antes que la corriente eléctrica fuera en Punta Alta una realidad, debieron sortearse innumerables obstáculos, pues no fueron pocas las empresas o personas que intentaron la instalación de usinas, y que, por una u otra causa, no pasaron de proyectos bien intencionados, pues pronto se echaba de ver que los ingresos y las utilidades eran por demás problemáticas. Se necesitaba un espíritu audaz emprendedor, que, más que al presente, mirara hacia el futuro, estando dispuesto a montar una instalación costosa y eficiente. La primera iniciativa de que tengamos constancia cierta fue la de los señores Pedro J. Barros y Luis Ciniselli, quienes el día 21 de julio del año 1908 solicitaron al Concejo Deliberante la concesión para explotar durante veinte años una usina eléctrica en Punta Alta. Casi un año después, el 16 de febrero de 1909, el señor Gregorio A. Moreira pide a su vez un permiso para proporcionar corriente eléctrica al pueblo, proyecto que trata el Concejo Deliberante el día 4 de agosto concediendo el permiso solicitado.
Vista general de la Usina, tomada desde la playa de los antiguos elevadores de granos del F. C. Sud.
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Mientras tanto, se habían presentado también los señores Pío C. Biava y Cía. y J. R. Torres y Cía., solicitando ambas empresas la concesión, y en vista de tantos interesados, el Concejo Deliberante acordó en su sesión de fecha 23 de setiembre de 1910, sacar a licitación pública el alumbrado eléctrico de Punta Alta. En la sesión del Concejo Deliberante de fecha 23 de junio del año 1911 son los señores A. Parcus y Cia. quienes solicitan la disputada concesión y se accede a su solicitud en la sesión del 23 de setiembre. Nuevamente se presentan los señores Juan B. Torres y Cía. el 4 de Octubre de 1912, pidiendo una concesión para establecer una usina eléctrica en Punta Alta y el 20 de diciembre del mismo año el Concejo Deliberante acuerda acceder a la solicitud, concediendo la concesión, por un periodo de 20 años, a los citados señores. A pesar de que el Concejo Deliberante concedió permiso de instalación y explotación, pasan años sin que se emprenda de un modo regular el suministro constante de energía eléctrica, no pudiendo tenerse como tal a la Fábrica de Luz y Fuerza, a la cual el Concejo Deliberante retiro su permiso y exigió su clausura el 23 de agosto de 1918. La misma empresa Juan R. Torres y Cia., por una u otra causa, deja transcurrir el tiempo sin instalar la Usina obligada por la concesión. y a fin de que ésta no cayera en mora solicita y obtiene el 26 de julio de 1918 una prórroga por el término de un año para cumplir con las obligaciones del contrato. De inmediato se inician las obras de la nueva usina y a fines de diciembre del mismo año ya habían levantado las columnas de sostén de las redes de las calles centrales.
Sala de turbinas, con los dos tirbo-grupos, de 7.500 kw. Sin embargo, el verdadero factor que debía llevar la luz y la fuerza motriz en forma continuada y permanente a Punta Alta, fué un entusiasta y dinámico periodista y hombre de iniciativas múltiples. Nos referimos al señor Juan G. Franzetti, quien coordino los trabajos ya realizados y consiguiendo
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la concesión correspondiente organizó la sociedad Cattáneo y Franzetti, que inauguró el servicio de fluido a la población en el año 1919.
Extendidas las redes, que cubrieron la mayor parte de la población, y establecido un eficiente servicio de alumbrado público que vino a terminar con los antiguos y anacrónicos sistemas de alumbrado en vigor, la Usina fué tomando incremento e invirtiendo capitales para estar siempre a tono con las necesidades cada vez más imperativas, de la industria, del comercio y de los hogares. Como la forma más conveniente de proveer energía deriva de la fabricación y distribución desde amplias centrales dotadas de los más modernos sistemas técnicos y con elevada capacidad de producción, al constituirse en Bahía Blanca la Sociedad titulada "Empresas Eléctricas de Bahía Blanca”, que adquirió las instalaciones y derechos que poseía la antigua "Compañía de Luz y Fuerza", decidió alargar sus líneas a los distintos núcleos de población que rodean la ciudad. Fue así que compró la usina de Punta Alta y procedió suministrar la energía eléctrica a dicha población desde su Usina de Ingeniero White, mediante un sistema de cables subterráneos de alta tensión tendidos desde la misma. Ilustramos esta crónica de la historia de la electricidad en Punta Alta, desde sus comienzos a través de las diferentes concesiones, con algunas vistas del edificio y de la sala de máqui1las de la Usina “lngeniero White", de Empresas Eléctricas de Bahía Blanca, Usina que constituye una de las instalaciones más modernas del país y que por sus características de eficiencia y seguridad está a la altura de las grandes usinas que proveen de energía eléctrica a la Capital Federal.
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La valorización de las Tierras Posiblemente en ninguna otra parte como en Punta Alta se intentó o se especuló tan enormemente con las tierras, llevándolas de la noche a la mañana de un precio bajísimo, de médanos y salitrales, a un valor exagerado y ficticio de ciudad en plena evolución. Para evitar en lo posible errores y redundancias, nos limitaremos a reproducir noticias e informes producidos en la cuestión de los terrenos, designando al mismo tiempo quienes fueron los primeros compradores de tierra, según los testimonios de aquellos años. Como no podía menos de suceder, ya en abril de 1899 las grandiosas obras del Puerto Militar valorizaron tierras arenosas, marismas y cangrejales, que anteriormente no significaban ningún valor. Cuando los trabajos estuvieron muy adelantados, se presentaron demandas contra el ingeniero Luiggi, acusándolo de haber ocupado tierras que no habían sido expropiadas por el Estado. Es decir, se pretendía responsabilizar a un empleado del Gobierno de las órdenes de que era simple ejecutor. Como detrás de las demandas se veía la desmesurada idea de lucro, el Gobierno tomó cartas en el asunto, mientras las obras continuaban sin atender a los interesados reclamos, que incluían una superficie aproximada de 600 hectáreas, a las cuales sus propietarios, por medio de sucesivas transferencias y ventas, achacaban un valor exagerado. Las demandas de los propietarios de tierra afectados a las obras de defensa, siguieron su curso y el Ministro de Obras Públicas comunicó al inspector de la construcción del Puerto Militar, el decreto dictado en el juicio de interdicto promovido por él por la supuesta ocupación indebida de terrenos de propiedad particular.
La primera casa que se construyó con ladrillo cocido, en Arroyo Pareja. Son blancos por la tierra salitrosa.
Previene la parte dispositiva del decreto que debe limitarse a hacer conocer las rezones tendientes a demostrar que la nación es la única titular de los derechos posesorios que se pretenden discutir como igualmente que los demandantes nunca han estado en posesión legal de la tierra, asesorándose para el efecto del letrado representante del Gobierno, Dr. Luis María Drago. La resolución antedicha es la siguiente: Registro Nacional de la Republica Argentina. — Ministerio de Obras Públicas. Buenos Aires, julio 14 de 1899. — Atento a lo informado por el Director General de las obras del Puerto Belgrano, relativamente a la demanda que contra él ha entablado D. Miguel de la Barra sobre interdicto posesorio y considerando:
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Que la posesión de los terrenos ocupados por el Puerto Militar no ha sido pedida por el ingeniero Luiggi, ni acordada a éste, sino requerida Por el Gobierno de la Nación a su propio nombre: Que esa posesión ha sido conferida al Gobierno Nacional por auto del Juez Federal de fecha 28 de abril de 1898, que consta en el expediente de expropiación seguido por el Fisco Nacional contra la sucesión de D. Luis Bartoli, el presidente de la República, decreta: Hágase saber al ingeniero Director de las Obras del Puerto Militar, que en el juicio de interdicto promovido contra él debe limitarse a hacer valer las rezones consignadas en el presente decreto y todos los que concurran a demostrar que la Nación es la única titular de los derechos posesorios que se pretenden discutir, como también que los demandantes no han estado nunca en posesión legal de la tierra. El 28 de septiembre de 1900, regresaron a la capital Federal los doctores Isaac Godoy, Juez Federal de la Provincia Tomás García Vieyra y el ingeniero Carlos Albarracín que pasaron varios días en Puerto Militar ocupados en el estudio topográfico y productivo de los terrenos que el Gobierno Nacional expropió para las obras del Puerto Militar, expropiaciones que dieron lugar a un juicio con la mayoría de los propietarios interesados. Para que se vea la discrepancia sobre el valor que se atribuía a dichos terrenos, es ilustrativo el hecho de que mientras uno de los lotes en litigio fué tasado por el perito del Gobierno en 200 pesos la hectárea, precio de por sí exorbitantes, el perito del propietario lo justipreció en 5.000 pesos la hectárea. Trazado el perímetro de la zona militar, quedaron fuera de la misma numerosas viviendas levantadas por los moradores, quienes en esta forma ocupaban los solares en calidad de intrusos, invadiendo una propiedad ajena y expuestos, por lo mismo, al desalojo inmediato.
El Intendente Municipal de Bahía Blanca, señor Rufino Rojas, inaugurando las obras de pavimentación en las calles Rivadavia y Humberto 1o.
Para evitar los perjuicios que ello atraería a los pobladores, la legislatura provincial, a moción del señor Tomas López Cabanillas, aprobó un proyecto de expropiación de 200 hectáreas de sierra en Punta Alta, para, una vez expropiada, vendérsela a los ocupantes. La operación estaba llena de dificultades, por lo cual la Provincia traspasó a la. Municipalidad de Bahía Blanca los derechos para realizar tal expropiación. El asunto durmió casi un año entero en la Comisión respectiva, hasta que el 16 de mayo de 1904, la Municipalidad se expidió
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rechazando la cesión del presente griego provincial, "por no encontrarse el erario municipal en condiciones de hacer frente a una operación de tal magnitud". La ley de expropiación, repudiada por la Municipalidad, fue por fin derogada con fecha julio 25 de 1904 por el P. E. con la siguiente resolución: Art. 1. —No se llevará a cabo la expropiación de que se ha hecho mérito. Art. 2. — Volver estos antecedentes a la Municipalidad de Bahía Blanca para que haga saber lo resuelto a los recurrentes con el fin de que obtenga, libre de gravamen, la escrituración de los terrenos destinado para usos públicos. Saldías. Ángel Etcheverry. Mientras tanto llegaba a su término el juicio seguido por doña Josefa Díaz de Bartoli, contra don Miguel de la Barra sobre propiedad de los terrenos de Punta Alta. Los Tribunales declararon el pleno dominio de los terrenos a favor de don Carlos Roque Valerio Bartoli. El juicio se inició cuando en 1902 se presentaron en Punta Alta los señores Tomás Santa Coloma y Ramírez, para proceder a la venta de los terrenos en su carácter de apoderados de don Miguel de la Barra. Este señor, en un momento lúcido de su verdadero propietario, don Carlos Valerio Bartoli, había adquirido en compra los terrenos. La parte adquirida por don Miguel de la Barra, forma una extensión de 1.356 hectáreas, 13 áreas y 71 centiáreas sea parte de la propiedad Bartoli, que constaba primitivamente de 2.314 hectáreas, 13 áreas y 71 centiáreas, de cuya superficie el Gobierno Nacional expropió 958 hectáreas, tramitándose el juicio ante el Juzgado Federal de La Plata. Inmediatamente de tomar posesión del campo la señora Viuda de Bartoli, por haber sido su hijo privado de la administración por taras de "imbecilidad", confirió poder a don Francisco Nocito para arreglar la venta de los terrenos. Este señor avisó que los que se consideraran con derecho adquirir los lotes que ocupaba, deberían hacer valer sus derechos hasta el 30 del mes de junio, debiéndose limitar a adquirir las porciones de terreno que venían ocupando. Los terrenos se entregaban debidamente amojonados por el agrimensor señor Leone, de acuerdo al plano de subdivisión firmado por el ingeniero señor Otamendi, cuya aprobación se solicitó de la Municipalidad. Por el mismo se dejaban reservas para plaza, escuelas, oficinas públicas y se donaba el terreno que ocupaba la capilla ya en construcción en la fecha, junio del año 1504. Los terrenos se dividieron en seis categorías, a saber: Primera categoría: Comprendía las manzanas numero: 23, 24, 25, 26, 35 y 36, y su precio era de 0.50 centavos el metro cuadrado. Segunda categoría: Manzanas 13, 22, 27, 34 y 38, a $ 0.40. Tercera categoría: Manzanas 38 y 39, a $ 0.35 Cuarta categoría: Manzanas 12, 47 y 48, a $ 0.30. Quinta categoría, comprendía a 35 manzanas, a $ 0.25 el metro cuadrado. El resto de la planta urbana se vendía a $ 0.20 y los terrenos de quinta a 3 centavos el metro cuadrado. Una parte de los pobladores se manifestaron conformes con la tasación, mientras otros se dirigieron al gobernador Ugarte pidiendo la vigencia de la Ley de expropiación de las 200 hectáreas. Lo cierto es que, a partir de este momento, pudieron los intrusos convertirse en reales propietarios de los terrenos ocupados en Punta Alta. En una época en que la especulación en las operaciones de tierras era la más fácil y rápida manera de hacer fortuna, nada de extrañar tiene que alrededor de una obra del Estado de la magnitud de Puerto Belgrano, se intentaran fundar pueblos y ciudades sin otro propósito que dividir la sierra en parcelas y solares y vendérsela a quienes desconocían la ubicación de las mismas. En enero de 1897, ya anunciaba un diario de Buenos Aires que, en la ciudad de Bahía Blanca sobre el Arroyo Pareja, paraje conocido por Puerto Belgrano y en donde se tiene el pensamiento de construir el puerto militar, se formará un nuevo pueblo que llevara el nombre de Belgrano y para
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cuyo efecto su iniciador el señor Nicanor Méndez ha tenido autorización del Gobierno de la Provincia para proceder a su formación, habiendo sido al efecto aprobada la traza proyectada . Las calles del nuevo pueblo tendrán el ancho siguiente: la Avenida General San Martín, sobre la costa del mar, 35 metros; la avenida General Belgrano, sobre el Arroyo Pareja y las calles Spurr y 9 de Julio, 20 metros y las demás 15 metros Se han reservado las áreas necesarias con destino a escuelas, templo, municipalidad, policía y cementerio. Decía "El Deber", de enero 25 de 1897: Ha llegado a esta localidad el señor Eduardo Perdriel, representante de la casa del señor M. Raggio Carneiro, a fin de efectuar las ventas de las tierras que posee dicha casa sobre el Arroyo Pareja, la situación más ventajosa de las tierras ofrecidas en venta en Puerto Belgrano. Hemos tenido oportunidad de conversar con el señor Perdriel y ver los planos de la Ciudad Atlántida y convencernos de que la situación de las tierras no puede ser mas ventajosa y de mas grande porvenir. La casa Raggio Carneiro se propone levantar en los hoy incultos campos de Ancalao, una gran ciudad, para cuyo fin se ha puesto en relación con importantes capitalistas de Inglaterra, los que no solamente comprarán extensos lotes de esas tierras, sino que enviaran hombres de trabajo para que se establezcan allí, con casas de comercio y de industrias. En febrero de 1897 llegaron los agrimensores señores Inurrigano y Jameson de la Presilla, a delinear y amojonar la nueva Ciudad Atlántida, cuando ya se habían vendido lotes y quintas en la misma.
En mayo del mismo año había ya más de cien compradores de tierras en la Ciudad Atlántida. A más de los compradores de la capital federal, entre los de la localidad figuraban los adquirentes: Juan Colla, V. Paz Francisco Zanotti; Juan Dominici; Natalio Clerici; Antonio Causich, Lorenzo Taverna; Antonio Reyna; Juan Erise; Bartolomé L. Costa, Genaro Schiaffino, Roque
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Zambaro. Tcodoro Dell'Orfano; Francisco Lattanzio; Bautista Marcos; Antonio Muñoz; Ingeniero Bianchi. El aviso del remate efectuado el día 23 de mayo de 1897 de los terrenos de la Ciudad Atlántida, estaba redactado así: "Mobre y Brunel — Atlántida. Colosal remate de tierras de la Ciudad Atlántida, en Puerto Belgrano . El puerto militar de la República, que abarca desde Punta Alta hasta Punta Sin Nombre viniendo a quedar la Atlántida en el mismo centro de las construcciones y lindando también con el importante Arroyo Pareja . Excepcional remate por cuenta y orden de los señores Saturnino Perdriel y Cia. de Buenos Aires, quienes han donado al Gobierno de la Nación 50 hectáreas de sus terrenos para las obras que se ejecutarán. Tierras de inmenso porvenir, por ser un hecho la instalación allí del puerto militar, como lo demuestran las palabras del mensaje presidencial leídas recientemente en el Congreso y que dicen: "Están terminados en todos sus detalles los estudios, proyectos, planos y presupuestos relativos al Puerto Militar de Bahía Blanca y de las obras complementarias del mismo, habiéndose iniciado ya algunas obras preliminares. El gobierno espera un momento a otro recibir propuestas de varias casas muy importantes para la construcción del Puerto Militar, cuya necesidad es cada día más premiosa" Como se ve, el Gobierno está firmemente decidido a la construcción del Puerto, el que a más es urgentemente reclamado por las necesidades de nuestra poderosa escuadra. El ferrocarril del Sud tiene la concesión para una línea férrea, la que se empezará de momento a otro. Y por su parte los señores Saturnino Perdrie y Cia. han solicitado del Gobierno una concesión para el puerto comercial. Es incalculable el número de operarios que tendrán que establecer allí su residencia. La intendencia de Marina esta trasladando actualmente sus dependencias al Arroyo Pareja, a pocas varas de los terrenos que vamos a rematar y en los cuales no tardará en establecerse una cacería perteneciente a dicha repartición . Venta liberal, sin base, al mejor postor. Solares grande y chicos. La Ciudad Atlántida ha sido dividida y perfectamente amojonada por los ingenieros de la Presilla e Inurrigano y a todo comprador se le entregará la tierra, para cuyo fin se fijará oportunamente el día. Es sabido que los señores Mora y Hervitz, tienen establecida una mensajería directa a Puerto Belgrano, que hace el viaje de ida y vuelta en pocas horas los que tengan interés por lo solares que vamos a remata o quieran conocerlos, pueden solicitar de nosotros pasajes, los serán gratis. El remate tendrá lugar el domingo 22 de mayo a las tres de la tarde en el Hotel de Londres. Por más detalles y planos dirigirse a nuestro escritorio San Martin y Lavalle. Condiciones venta: 20 % como seña al firmar el boleto y el resto al escriturar, que lo será dentro de 15 días mas o menos de efectuado el remate. Los interesados pueden revisar los títulos en la oficina del escribano Sr. Eliseo Casanova”.
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Historia de Punta Alta VIII AÑO 1907
*** La concesión Alvear, para el F. C. Rosario a Puerto Belgrano adquirió en julio, varias hectáreas de tierra en Arroyo Pareja y Ciudad Atlántida $ 2.60 el metro, tierras que unos años antes se ofrecían a cuatro centavos el metro. *** En agosto el mismo ferrocarril solicitó permiso para cruzar las calles de Punta Alta, y la Municipalidad exigió presentación previa de los pasos a nivel. *** El doctor Ignacio D. Irigoyen, ,gobernador de la provincia, visitó Puerto Militar y Punta Alta el 19 de septiembre. *** En septiembre se despachó un proyecto de vía férrea solicitada por el doctor Carlos M. Larrazábal, de Puerto Belgrano a Mendieta, Jujuy. Se acordó también otra concesión al señor Miguel Mahón, para explotar una línea desde Buenos Aires a Puerto Belgrano, pasando por Lobos, Rocha y Pringles. Ninguna de estas líneas pasó de proyecto. *** Los terrenos rematados el 29 de septiembre por el señor Carlos A. Pronsato, alcanzaron la suma de $ 123.200 resultando un promedio de $ 2.90 la vara. *** Como muestra de la desenfrenada especulación de terrenos, en noviembre e anunció la instalación de un gran balneario en la costa de Arroyo Pareja con hoteles, playas arboladas, paseos, etc. para lo cual se formaría una sociedad con capital de tres millones de pesos. *** El 14 de noviembre llegó a Puerto Militar el vapor "Montevideo", que trajo las tres primeras locomotoras y 40 vagones para el Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano. *** E1 28 de noviembre, el rematador F. de la Fuente tramitaba la venta de 25 manzanas de terreno en la Ciudad Atlántica, por la fabulosa suma de 700.000 pesos. *** Según el "Álbum-revista", aún en el año 1907 el único representante de la ciencia médica que atendía a los enfermos, era el doctor Sixto Laspiur. que viajaba dos veces por semana desde Bahía Blanca, teniendo su consultorio instalado en la farmacia del señor Aquilino del Álamo. En este mismo año se radicó en Punta Alta el doctor Ramón Ayala Torales, médico a quien corresponde la honra de haber sido el primero que se instaló definitivamente en el pueblo, cuyas vicisitudes ha seguido paso a paso.
Una de las baterías. Foto tomada en 1905.
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AÑO 1908
*** Al principiar el año 1908, el Poder Ejecutivo Nacional había acordado nada menos que catorce concesiones para líneas férreas con arranque en Puerto Belgrano y Bahía Blanca. *** E1 29 de febrero, la Comisión de Construcciones Militares saca a licitación, por primera vez, un grupo de casas en Puerto Belgrano, para vivienda del personal. La licitación constaba de doce casas, y el proyecto incluía la construcción de doscientas. *** En su sesión de fecha 23 de marzo, a moción del señor Patricio Harrington, se nombra una comisión para estudiar los nombres a dar a las calles de Punta Alta. *** El rematador Benito E. Velazco vendió en junio 46 lotes de la quinta 16, a un promedio de $ 3.80 el metro. *** La Intendencia Municipal en cumplimiento de la ordenanza de 6 de junio, con fecha 18 de junio, llamó a licitación, por primera vez, para el abovedamiento de las calles de Punta Alta y la construcción de cordones de granito en las aceras. La licitación efectuada el 7 de agosto, resultó desierta, por lo cual hubo que modificar las bases de la misma. Las obras comprendían 30 cuadras. *** Con fecha 21 de julio, los vecinos de Punta Alta, señores Pedro J. Barros y Luis Ciniselli, solicitaron una concesión por veinte años, para instalar y explotar una usina eléctrica en el pueblo. *** El 28 de agosto, el señor Ricardo Ciniselli se presenta al C. Deliberante pidiendo concesión para construir y edificar un mercado de abasto en Punta Alta. Pide en cambio exoneración de impuestos por veinte años. No se hizo lugar a la exoneración pedida. *** El 2 de septiembre la Cámara de diputados y el 15 la de senadores, aprueban la autorización pedida por el ingeniero Abel J. Pagnard, para construir el Puerto Comercial en la desembocadura del Arroyo Pareja, con profundidad de 30 pies en mareas bajas. *** En septiembre, el vecindario de Punta Alta pide al representante de la Empresa de Aguas Corrientes, señor Harding Green, que luego de proveer de agua a Bahía Blanca, extienda sus cañerías a Punta Alta. La empresa promete satisfacer el pedido cuando se surta de agua corriente a Puerto Militar. *** El 13 de septiembre, llegó el Ministro de Marina Betheder, acompañado del capitán Félix Dufourq y las comisiones de armamentos de la Cámara de diputados y senadores, para estudiar las obras de ampliación. *** El 16 de septiembre se remato una fracción de campo en la llamada Colonia Puerto Belgrano, en las tierras que fueron de Linares. Se vendió un lote de 56 hectáreas, por el martillero Publio C. Massini, en pesos 10.000. La base era solo de $ 1.500. Fue comprador el señor Carlos Silva Garreten y vendedora, judicial, la sucesión de doña Carmen Lergia Maluenda de Atencio.
El crucero acorazado "General Belgrano", fondeado en la rada del Puerto Militar, de vuelta de los mares del Sud, con el Presidente de la República Teniente General Julio A. Roca. (Cortesía Boffi).
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*** El 10 de octubre escribía un diario: "La filantrópica actitud del doctor Mario Cornero, jefe del hospital naval de Puerto Militar y médico municipal de Punta Alta, ha empezado a dar sus frutos. El doctor Cornero, con un desprendimiento que le honra, fue dejando acumular los emolumentos que le pertenecen como médico municipal, 150 pesos mensuales, a beneficio de una sala de primeros auxilios en aquel importante centro de población, prometiendo sostenerla en parte, una vez creada. Pues bien; la sala de primeros auxilios, es un hecho. Se encuentra instalada en un edificio de construcción moderna y consta de excelente material quirúrgico, estufas esterilizadoras, dotación completa de medicinas con su botiquín seleccionado, mesa de operaciones y dos camas. Al frente de la sala estará un practicante permanentemente." *** El escribano Eliseo Casanova y el señor Francisco Nocito, regalaron un terreno a beneficio de la sala de primeros auxilios. El rematador Carlos A Pronsato lo subastó, comprándolo el señor Joaquín Merel. El importe se destino a la creación de una sala de maternidad, que se inauguró con una cama para parturientas necesitadas, el día 25 de diciembre.
AÑO 1909
*** El 21 de enero se publica la estadística de dos meses correspondiente a la Sala de Primeros Auxilios de Punta Alta. De su necesidad da cuenta el hecho de haberse atendido 1.300 pacientes. *** El día 29 de enero llegaron de Europa las doce boyas luminosas destinadas al balizamiento del canal de entrada a Puerto Militar. *** Con fecha 16 de febrero, otro interesado, el señor Gregorio A Moreira, pide permiso para instalar una usina eléctrica en Punta Alta. *** El 24 de marzo el intendente señor J. Moore, visitó a Punta Alta, decidiendo extender el alumbrado y proceder al arreglo de calles. Visitó el cementerio, al que era casi imposible llegar por efecto de los médanos que obstruían la calle. *** En marzo 27, se inauguró la sucursal del Banco de la Nación en Punta Alta. Fue su primer gerente el señor Antonio R. Viñas. Los señores Ferrandi y Briatore habían sido hasta entonces los corresponsales de la institución. El señor Oscar Silva, en el acto de la inauguración entregó en nombre de la población medallas de gratitud al señor José Coelho, gerente del Banco en Bahía Blanca y a los señores Viñas y Ferrandi. Los primeros depósitos se hicieron el mismo día de la inauguración por los Sres. Ferrandi y Briatore, la Contaduría del Arsenal de Puerto Militar y la casa de la Viuda de la Fuente e hijos. *** El 17 de abril el Ministerio de Marina nombró en comisión al capitán de navío Luis Maurette y a los ingenieros Eduardo Huergo y Lorenzo Amespil, para estudiar el emplazamiento del segundo gran dique seco en Puerto Militar, según el proyecto ya presentado por el ingeniero Luiggi. *** Con fecha 4 de mayo, el Concejo Deliberante acuerda crear la oficina de Registro Civil en Punta Alta. *** En mayo 29 llegó a Punta Alta el presidente de la República José Figueroa Alcorta. Prometió disponer la pronta conducción de agua corriente al pueblo. *** El primer proyecto sobre cercos y veredas en Punta Alta se presentó el día 15 de junio. *** La directora de la escuela No. 8 señorita Eudoxia Figares, junto con los alumnos de su escuela y de la número 20, organizó la primera Fiesta del Árbol, en Punta Alta, el día 27 de junio. Se plantaron árboles en la plaza del pueblo. La directora de la No. 20 era la señorita Victorina Paz.
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*** El 27 de junio, los señores Martelli y Cía. solicitan una concesión para construir una línea férrea de Villa Mercedes, San Luis, hasta la ensenada de Puerto Militar y con estación en Punta Alta. *** En la sesión celebrada el día 4 de julio, por el Concejo Deliberante de Bahía Blanca, se dio entrada al despacho de la comisión respectiva, la que es favorable al proyecto de cercos y veredas en Punta Alta. *** El inconveniente mayor para nivelar y desaguar las calles de Punta Alta, estribaba en la zanja que debía cruzar terreno nacional para volcar sus aguas al mar. Tramitado el correspondiente permiso, fue concedido con fecha julio 18, lo que permitiría a la Intendencia abovedar y nivelar las calles de la población. *** En la sesión celebrada en el día 4 de agosto por el Concejo Deliberante se dio entrada a una solicitud del señor Gregorio A. Moreira, para instalar una usina eléctrica en Punta Alta.
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“El Porvenir de Bajo Hondo Lda.” COOPERATIVA
Pude decirse, sin temor a pecar de exagerados, que la institución de que nos ocupamos en esta crónica, ha hecho más por el buen nombre y conocimiento de la localidad de Bajo Hondo, que cualquier actividad desde que llegó el ferrocarril a este bajo hondo, por donde corría antiguamente el agua y que ahora está casi seco. Efectivamente, una sociedad cooperativa contra el peligro; del granizo, fundada en una población de núcleo reducido, con esfuerzo propio, con capacidad propia y hombres del lugar, es fácil de fundar. Lo difícil es llevarla adelante. Este es principalmente, el motivo de satisfacción que rodea a "El Porvenir de Bajo Hondo". Debido a los esfuerzos de sus fundadores y continuadores, apoyándose en el cariño de sus asociados, verdaderos agricultores, la entidad ha podido sortear todos los Obstáculos a través de casi veinte años, robusteciéndose, afianzándose y sirviendo de ejemplo a otras iniciativas similares. Surgida al conjuro de un anhelo común de unión y ayuda mutua, ha cumplido su trayectoria con brillantez y seguridad, demostrando que los trabajadores del agro, cuando se lo proponen de verdad, pueden emprender y llevar a cabo las iniciativas más provechosas para su desenvolvimiento y defensa común. En esta crónica, reducida por cuestión de espacio, nos limitaremos a reseñar a grandes rasgos la historia de "El Porvenir de Bajo Hondo Ltda." que en sus comienzos se llamó Sociedad Cooperativa de Seguros Mutuos Contra el Granizo, " El Porvenir" de Bajo Hondo. Después de algunas reuniones preliminares para sentar las bases de la entidad en provecto, ésta quedó formada el día 4 de octubre de 1923, siendo los asistentes a la asamblea de constitución los señores: Miguel Cemino, Emilio Gallego, Florencio A. Bustos, Saturnino Aguirre, Pedro y Juan Zuwdyck, Isidro Goycoechea, Miguel Cemino ( h. ), Eugenio Fernández, Nicolás Rossi, Salvador B. Cemino, B. Ceneglia, Santiago Bartel, Higinio Moretti, Nicolás Briganti, Salvador Antenori, Primitivo Azpilicueta, Francisco Cabrera, Manuel Freire, Nicolás Fernández, Ceferino Busto, José Gutiérrez, Enrique Zola, Valerio Arce, Delfín Pérez, Jorge Vegel, Francisco Palma, Apolinar Fernández, Agustín Alimenti, José Duran, Juan Schiebelbain, José Pascual, Diego Fernández, Enrique Strack, Pedro Martínez, Luis Rossi, Primo F. Fernández, Simón Martínez, Rufino Gelos, Juan Dietrich, Jorge Vogel Stork, Martín Aguirre, José G. González, Ismael Fernández, Enrique Paoloni, Jaime Rostoll, Nicolás Fagiani y José Elicabe Urrios.
El espléndido edificio de la instalación.
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El primer directorio que dirigió los destinos de la novel entidad, estuvo constituido por los señores: Nicolás Fagiani, Martín Aguirre, José Caviglia, Diego Fernández, Florencio A. Bustos, Nicolás Rossi, Pedro Zuwdyk, Saturnino Aguirre, Eugenio Fernández, Silvio Mochen, Higinio Moretti y José Pascual, todos, los cuales aparecen en la fotografía que insertamos del primer directorio.
El primer directorio. – Año 1924. El actual, correspondiente al ejercicio 1940, está integrado por los señores: Adolfo Gallego, presidente; A, Julio Moretti, vice; Pedro J. Razquin, secretario; Domingo Molini, pro; Andrés Haag, tesorero; José E. Insausti, pro, vocales: Ignacio Fernández, Pedro Santiñan, Andrés Dumrauf, Andrés Pérez, Ramón J. Aldazabal, Antonio Durán Barrera, vocal suplente: Manuel; Romero; síndico, Eugenio Fernández; síndico suplente, Primo E. Fernández. Desempeña la gerencia el señor Guerino L. Alimenti y es secundado por el contador señor Augusto F. Escot.
El directorio actual. – Año 1940 Como una demostración de la forma cómo se ha desarrollado la entidad, insertamos un cuadro estadístico, que es de por sí lo suficientemente ilustrativo, para no necesitar de comentarios.
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HECTAREAS ASEGURADAS POR LA COOPERATIVA ”EL PORVENIR DE BAJO HONDO LIDA.” EJERCICIOS 1923 /24 - A 1940/41 INCLUSIVE, Y SINIESTROS PAGADOS Ejercicio Hectáreas Primas Siniestros Aseguradas $ Pagados $ 1923/24 1924/25 1925/26 1926/27 1927/28 1928/29 1929/30 1930/31 1931/32 1932/33 1933/34 1934/35 1935/36 1936/37 1937/38 1938/39 1939/40 1940/41
15.228 12.975 22.088 29.044 26.558 32.154 47.038 32.154 21.060 36.962 28.741 48.620 25.621 41.551 56.255 22.690 51.192 57.728 607. 659
21.032.25 19.674.25 39.227.75 52.802.77 48.705.75 57.717.75 77.517.61 49.442.17 31.181.— 50.339.50 36.859.— 62.823.— 30.114.50 54.953.75 81.227.25 26.463.25 70.320.25 75.500.50 885.902.30
—.— —.— —.— 19.104.50 3.105.— 8.764.41 4.948.53 76.751.84 7.267.10 8.726.63 318.— 43.564.10 2.237.50 11.468.53 —.— —.— 3.809.12 24.386.25 214.451.51
Señor Nicolás Fagiani
Don Nicolás Fagiani y su esposa doña María Tafetani. Foto sacada hace unos años.
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Nació el señor Nicolás Fagiani, el día 5 de diciembre del año 1883, en Monte Giorgio, provincia de Ascoli Piceno, Italia, siendo sus padres don Carlos y doña Maria Marcialetti. Sus ansias de progreso en la lucha por la vida, indujeron a don Nicolás, allá por el año 1906 a seguir las huellas de tantos de sus paisanos que emigraban para América, y eligió para sus actividades a nuestro país, llegando en el citado año a la ciudad de Bahía Blanca, en donde se orientó de inmediato. Entró como jornalero en las obras que en aquel entonces realizaba el ferrocarril del sud, en un ramal que partía de Defferrari. Poco tiempo después, ya habituado a los trabajos de las cuadrillas ferroviarias, pasó al Ferro Carril Rosario a Puerto Belgrano, tomando trabajos por contrata, hasta el año 1912, habiendo contribuido así a que un nuevo ferrocarril llegara a la zona donde desde tantos años desarrolla sus actividades agrícolas.
El galpón depósito en la chacra.
Fue en el año 1913 en que abandonó las otras ocupaciones para dedicarse de lleno a la agricultura, arrendando una fracción de campo de 350 hectáreas en "La Carolina". Desde entonces extendió cada vez sus actividades, al extremo de que el nombre de don Nicolás significa en una amplia zona del partido de Bahía Blanca la de uno de los principales agricultores, especialmente en la región de Bajo Hondo. Para consolidar más su actuación progresista e incansable, el señor Fagiani se propuso adquirir tierra en propiedad, lo que hizo en el año 1928 cuando compró una extensión de 1.000 hectáreas en el paraje denominado las Obscuras, calle en medio con el Sauce Grande, y que vendió la sucesión Vidaurre. Dicho lote lo explota directamente, dedicándole no sólo a la siembra de cereales sino a la cría de hacienda, tanto vacuna como lanar.
Una vista de parte de las maquinarias agrícolas.
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Aparte de su campo, arrienda diversas fracciones de importancia entre ellas 760 hectáreas en "La Salada", qua ocupa con su casa habitación desde hace muchos años, y 400 más en el campo de Biocca. Para trabajar tanta extensión de tierra, de un modo racional y moderno, está demás decir que se necesitan innumerables caballadas y máquinas herramientas. De ambas posee en abundancia don Nicolás, siendo un detalle interesante consignar que para levantar con la rapidez requerida las cosechas, posee ocho cosechadoras Deering, además de todos los implementos necesarios. Se casó don Nicolás el día 18 de febrero de 1922, en Bahía Blanca, con doña Maria Taffetani, hija de don Antonio y de doña Virginia Viroccesi, ambos italianos, y nacida doña Maria en la Argentina. El hogar de los esposos Fagiani-Taffetani, es un símbolo de la hospitalidad, pues en él es siempre bien recibido y obsequiado el huésped que llega, como hemos tenido ocasión de experimentarlo nosotros mismos en diversas oportunidades, quedando por ello muy reconocidos y obligados.
Doña Virginia Viroccesi de Tafetani, falleció el 28 de diciembre de 1938, años 80 años de edad.
En Bajo Hondo, el señor Fagiani es siempre requerido para prestar su concurso a todas las obras de bien colectivo. Jamás ha rehusado su apoyo a las mismas y forma parte de la mayoría de las instituciones, habiendo formado ya en la primera comisión directiva de "El Porvenir" a la que prestó sus valiosos conocimientos de agricultor progresista en gran escala. Respecto a la Sala de Primeros Auxilios, en cuya comisión actúa al presente, ha sido uno de sus más decidirlos partidarios y sostenedores, convencido de la obra altamente social que desempeña y de la necesidad que su creación significaba para Bajo Hondo y su zona. En síntesis, es la personalidad de don Nicolás Fagiani, dentro de su llaneza y modestia, una de las que se destacan en la industria rural de Bajo Hondo.
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Don Florencio A. Bustos
Don Florencio A. Bustos y su señora esposa. Evocativa fotografía tomada en 1904. Hablar del Sr. Bustos en la zona circundante de Bahía Blanca, es referirse a un poblador que por espacio de muchos años actuó en las actividades regionales, rurales, económicas y sociales, desarrollando su capacidad de trabajo y su amplia cultura. Nació el Sr. Florencio A Bustos en Carmen de Areco el día 16 de marzo del año 1871, siendo sus padres don José Andrés Bustos y doña Ignacia Goldriz. Carmen de Areco fue el "pago" de donde salieron los personajes camperos, sencillos y dignos, que inmortalizó la literatura argentina en tipos inmortales. El padre de don Florencio, podría figurar sin mengua en cualquiera de los libros que dignifican a aquellos criollos, mayordomos y capataces de estancia, que cuidaban grandes intereses ajenos y que se desvivían para dar cumplimiento cabal a sus obligaciones. Hogares que formaban en el respeto a los mayores y en el culto a las tradiciones, inculcando en sus hijos las sencillas pero elevadas máximas de la hombría y el bien. Cerca de su padre, mayordomo de la estancia "Averías", en cuyos campos próximos a Chascomús tuvieron lugar algunos encuentros en la libertadora Revolución de Los Libres del Sud, en el año 1839, don Florencio aprendió las tareas rurales, desde el puesto más humilde: el de peón.
La edificación del campo.
Dotado de una inteligencia lúcida, el joven Bustos se instruyó por sí solo. Devorando libros y manuales, a la luz de las velas de sebo, en las interminables noches del campo, se hizo de una preparación y un saber que, bien pronto, debían llevarlo a él también a ocupar puetos de confianza en la dirección de los establecimientos rurales de importancia. Habiendo empezado como peón con el sueldo entonces corriente, de dos pesos mensuales, ascendió la escala hasta llegar a
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capataz con la asignación de 18 pesos por mes, el máximo de lo que los estancieros pagaban en aquel entonces. A los 21 años administraba un establecimiento en Junín y luego pasó a la estancia de los señores Carabassa y Marco del Pont. A la zona de Bahía Blanca llegó el señor Florencio A. Bustos en el año 1909, para hacerse cargo del establecimiento "San Ignacio", en el cual estuvo por espacio de muchos años, pasando luego a actuar por su cuenta, comprando una fracción de campo y levantando en el año 1932 la casa habitación que ilustra la fotografía, en el lote de tierra que explota, con agricultura y ganadería, en Paso Mayor, secundado por sus hijos. Cuando se trató en Bajo Hondo de fundar una cooperativa de seguros contra el granizo, se acudió a la capacidad de don Florencio para organizarla. El dirigió la asamblea de constitución y presidió por espacio de 9 años sucesivos la sociedad "El Porvenir", de la que, andando el tiempo, ocupo el cargo de gerente por un período de siete años. Fue el señor Bustos de los organizadores mas entusiastas de la Sala de Primeros Auxilios desempeñando la vice presidencia por tres años, tocándole a él, en ejercicio de la presidencia, levantar el edificio que ocupa la sala. Actualmente es presidente de la benemérita institución, orgullo de Bajo Hondo. Necesitando una escuelita en el paraje de Paso Mayor, se formó una comisión que recaudó fondos entre el vecindario. Donado el terreno y conseguido el dinero, se levantó la escuela N° 43, hace siete años, a la cual ha dado desde su iniciación el señor Bustos buena parte de su tiempo y esfuerzos. Es presidente de la Sociedad Cooperadora que trata de mejorar continuamente la escuelita. Además no existe en la zona ninguna obra de verdadero interés colectivo a la cual no haya prestado, don Florencio, antes y ahora, el fruto de su dedicación material y moral. El señor Bustos contrajo enlace el día 21 de mayo de 1904, en Junín, con doña Sofía M. González, argentina, de cuya unión existen los hijos: Ignacia Sofía, casada con el señor Aurelio Fernández; Esther Guillermina, casada con el señor Pedro Centoya; Florencio Alejo, casado con doña Ana Mercedes Conejo; Irma: Herminia; Jacinta Silvia; Julio Argentino; Abel Oscar; Dafne Amalia; Nora Ofelia y José Andrés. Insertamos la fotografía de don Florencio y su esposa, sacada hace muchos años, en una juventud, que debía ofrendar a la patria una numerosa descendencia.
Señor Valerio S. Coulembier ”La Sidonia”
Señor Valerio S. Coulembier
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Es el señor Valerio S. Coulembier, uno de los hijos de aquel adelantado de la colonización en los campos de Bajo Hondo, que se llamó don Gustavo Coulembier, fundador de una familia que ha sabido seguir sus luminosas huellas, roturando y sembrando los campos que aquel comprara, cuando muy pocos creían en el porvenir de las tierras de la zona.
Don Gustavo Coulembier. Faleció el 5 de julio de 1930.
En esta página, como un recuerdo eterno, insertamos la fotografía de don Gustavo Coulembier y reseñaremos a grandes rasgos su personalidad, para que ella no desaparezca en el ingrato olvido, en que se pierden tantos nombre, que debieran merecer gratitud y aprecio de las generaciones que les sucedieron. Don Gustavo Coulembier, de nacionalidad belga, decidió poner a prueba sus energías en tierra de América, y se embarcó para la Argentina en el lejano año de 1882. Despreciando las comodidades de la capital y atendiendo a su espíritu aventurero y decidido, tomó un velero y desembarcó en el puerto de Bahía Blanca. Buscaba un campo donde instalarse y empezar su vida de estanciero argentino. Ya en el año 1883, paga quince pesos la hectárea por su superficie que compra. Esta fracción constituyó el casco de estancia de "La Sidonia". Fue también don Gustavo uno de los primeros pobladores de la zona que se dejó tentar por la siembra de cereales, diversificando su explotación hasta entonces únicamente ganadera. A principios de siglo inicia la roturación de los campos y además de los cereales, cultiva en sus tierras, en gran escala, las arvejas, legumbre que, en aquellos años, conseguía una alta cotización.
Enrique Coulembier Rogg.
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Después de una vida de actividad ejemplar, el señor Gustavo Coulembier falleció el día 5 de julio de 1930, motivando su desaparición una sentida demostración de dolor colectivo. Como queda dicho, don Valerio es uno de los descendientes del matrimonio Coulembier-Rog y nació el día 8 de septiembre de l887 en Bahía Blanca.
Señora María Magdalena Rogg de Coulembier y su hija Celina.
Actuó junta con el padre en los campos de "La Sidonia", hasta el fallecimiento de la madre, a raíz del cual el padre entregó a sus hijos la parte correspondiente de campo, para que cada uno se abriera camino por sus propios medios. A don Valerio le correspondió el lote en que estaba edificada la antigua estancia "La Sidonia", casa construida de piedra y que aún se conserva. Junto con la casa paterna, figuró una fracción de tierra de 331 hectáreas, que se dedicaron a la explotación ganadera y agrícola. Resultando ya por demás anticuada la habitación, el señor Coulembier hizo edificar la nueva casa, cuya fotografía reproducimos, y que sigue ostentando el mismo nombre primitivo: "La Sidonia", nombre que es toda una tradición en Bajo Hondo. La construcción se realizó en el año 1929, y ella fue dotada de todas las comodidades exigibles a una vida moderna en el campo, que no excluye las exigencias del buen gusto y la estética.
"La Sidonia".
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Don Valerio contrajo matrimonio el día 9 de octubre de 1926, en Río Colorado, con doña Maria Magdalena Rogg, hija a su vez de doña Maria y don Federico. Del matrimonio nacieron los hijos: Enrique Valerio, Medardo y Celina, cuyas fotografías insertamos en esta crónica. El señor Coulembier, que ha estado constantemente al frente de su industria rural, es un espíritu abierto a las iniciativas de elevación cultural y colectiva, aportando su apoyo a las diversas manifestaciones de progreso de Bajo Hondo. Ha sido así miembro del Directorio de "El Porvenir" y fundador de la Sala de Primeros Auxilios, de cuya comisión administradora formó parte.
Medardo Coulembier Rogg.
Don Valerio posee algunas propiedades en Bajo Hondo y en Bahía Blanca, siendo muy estimado en las esferas comerciales y sociales de esta última ciudad.
Señor Ludovico B. Coulembier “La Margarita”
Señor Ludovico B. Coulembier
Doña Sidonia Rogg de Coulembier. Falleció el 23 de enero de 1925.
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Don Ludovico es otro de los hijos del matrimonio formado por don Gustavo Coulembier y doña Sidonia Rogg, que se radicaron en la zona en las postrimerías del siglo pasado, y a quienes, en justicia, corresponde el honroso título de primeros pobladores de la región. No en balde vivieron en ella par espacio de muchos años, sin abandonarla jamás, y vieron todas sus transformaciones y sucesivos progresos. El apreciado matrimonio que llegó a Bajo Hondo cuando las grandes extensiones eran destinadas únicamente a la cría de vacunos y lanares, vivió la era de transición, al subdividirse los grandes latifundios y surgir en la 'región una colonia agrícola que cambió radicalmente la economía rural. Dado que en la página anterior insertamos el retrato de don Gustavo, en ésta. perteneciente a su hijo don Ludovico, reproducimos el retrato de doña Sidonia Rogg, inteligente y eficaz compañera que supo levantar un hogar basado en el cariño y en el respeto, inculcando en sus descendientes las virtudes de la laboriosidad y la honradez que tanto distinguieron al fundador de la familia. Doña Sidonia, cuyo nombre llevaba en su totalidad la estancia, antes de su fraccionamiento, falleció el día 26 de enero de 1925 y su muerte causó un hondo pesar en cuantos tuvieron ocasión de aquilatar los bellos sentimientos que la adornaban. Doña Sidonia Rogg con la delicadeza que la caracterizaba y su exquisita cultura, había hecho de "La Sidonia" una casa cordial y amable, en donde el viajero era siempre bien recibido y atendido. Nuestro biografiado don Ludovico, nació en Bahía Blanca el día 24 de agosto del año 1894 y fue el menor de la familia aprendiendo al lado del padre los conocimientos de la industria rural, hasta que, muy joven aún, intentó independizarse y emprender la lucha por la vida con sus propias fuerzas.
La Dionisia Cavigila de Coulembier, junto con sus hijos.
Tal cosa ocurrió al contraer matrimonio, el día 20 de marzo de 1919, con doña Dionisia Caviglia, hija de un antiguo y muy estimado matrimonio radicado en Bahía Blanca, y formado por don José Caviglia y doña Micaela Ochotorena. Fue entonces que decidió arrendar una fracción de 330 hectáreas en la estancia, justamente en el lugar donde está actualmente La Margarita y que le vino a quedar como parte hereditaria. En el año 1928 edificó la casa habitación que ilustra el grabado. Verdaderamente se trata de una vivienda en la que no se escatimó ni espacio ni dinero para su construcción. Amplia, moderna, luz eléctrica, llena de comodidades, rodeada de jardín, quinta y huerta, "La Margarita" es una de las mejores construcciones que se encuentran en la zona de Bajo Hondo y dice bien a las claras del criterio estético que presidió su diseño y es una muestra palpable de que la vivienda rural, en campo propio, puede contener todos los adelantos y comodidades de la edificación urbana. Además de la fracción de tierra donde está la hermosa estancia, el señor Coulembier posee otra superficie, lindante, de 331 hectáreas, y una y otra las destina a la agricultura y la ganadería. Para las tareas rurales posee una colección completa de implementos mecánicos, incluyéndose tractor, cosechadoras, camión, etc. En su campo existen amplios galpones e instalaciones adecuadas donde se guardan maquinarias y productos, al abrigo de la intemperie.
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"La Margarita".
No siendo suficiente para sus energías de trabajo el campo de su propiedad, arrienda una fracción de 1300 hectáreas en las proximidades de 1a estación Paso Mayor, parte de las cuales subarrienda, explotando directamente el resto, secundado ya eficazmente por su hijo mayor. Como ya queda dicho, el señor Coulembier contrajo enlace con doña Dionisia Caviglia, y de 1a unión nacieron los hijos siguientes: Renéc, Héctor, Ema y Sidonia Betty, todos los cuales aparecen en la foto familiar que reproducimos. El señor Coulembier es asociado de las instituciones de Bajo Hondo y de muchas de B. Blanca ciudad en la cual posee propiedades y en donde es ampliamente conocido y apreciado, ya que está en contacto continuo con el comercio bahiense.
Señores González Hnos.
Señor Demetrio Gonsález con su esposa doña María Ederra y su hijo Ricardo.
Los hermanos González, han sido de los primeros comerciantes de Bajo Hondo donde se instalaron, por primera vez, en el año 1907, cuando los cuatro hermanos en unión de esfuerzos y de esperanzas, abrieron la primitiva "Casa González", cuyo nombre aún perdura al frente del importante comercio.
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Actualmente la razón social está formada por los señores Demetrio y Emilio González, nacidos en Burgos, España, siendo hijos de don Cesáreo González y doña Maximina Diez. EI primero de los nombrados, don Demetrio, llegó a la Argentina en el año 1903 y se inició en el comercio en Puán y Coronel Suárez, pasando luego a Buena Parada, hoy Río Colorado, de donde en combinación con sus hermanos pasó a Bajo Hondo en el año 1907 como queda referido. Se casó en el año 1916 con doña Maria Ederra, apellido de antiguo arraigó en la zona de Bajo Hondo, y del matrimonio nació el hijo Ricardo, a quienes sus inclinaciones llevaron a la aviación naval incorporándose a la Escuela de Aviación de Puerto Militar. Es don Demetrio la historia viva de Bajo Hondo. Conoce a fondo los pormenores de la formación de este núcleo de población y estuvo en íntimo contacto con todos los antiguos pobladores de la región, gustando de recordar las anécdotas y los principios difíciles de muchos de los hombres que iniciados en los campos de Bajo Hondo como arrendatarios y ovejeros, llegaron a labrarse un porvenir y adquirir en propiedad la tierra que ocuparon. Espíritu abierto a todas las nobles causas, don Demetrio ha prestado y presta su apoyo a las iniciativas en pro de Bajo Hondo, habiendo sido fundador y presidente por tres periodos de "Brisas" y fundador y actual vicepresidente de la Sala de Primeros Auxilios. Don Emilio González, llegó al país en el año 1901 y junto con don Demetrio atiende los variados negocios de la firma que comprenden compra de cereales, almacén, ferretería, máquinas agrícolas, etc.
Señor Antonio Aguilera Goya.
Señor Antonio Aguilera.
Con el nombre de "La Porteña", el señor Antonio Aguilera Goya tiene abierta en Bajo Hondo, desde el año 1910, su casa de comercio que comprende los renglones de Almacén, ferretería, corralón de madera, máquinas agrícolas, repuestos, cereales, bolsas, etc. Don Antonio nació en Santander el día 8 de octubre de 1886 siendo sus padres don Laureano y doña Serafina Goya.
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En el año 1903 llegó a la Argentina, radicándose en Buenos Aires como empleado de la importante casa importadora de mercería, López Goya. En 1908 decidió conocer el interior del país y entró como empleado de comercio en una casa de Bajo Hondo donde estuvo hasta que, ya en 1910, decidió independizarse y establecerse por cuenta propia, dedicándose en modo intensivo a la compra de cereales. La casa de material que sustituyó a la primitiva de chapas, fue edificada en 1918 y es sin duda, par su amplitud, depósitos y anexos, una de las principales de Bajo Hondo. Para extender más sus operaciones, en el año 1924 abrió en Tornquist una sucursal de "La Porteña" que permanece bajo su inmediata dirección. Se casó don Antonio el 24 de mayo de 1913, en Bahía Blanca, con doña Maria Aguirre, naciendo los hijos Celia, Nélida y Laureano. Las dos primeras actúan en el magisterio y el último es en la actualidad estudiante de tercer año de ingeniería en la Universidad de La Plata. El señor Aguilera Goya es socio fundador de "El Porvenir", tesorero de "Brisas" durante ocho años, y miembro de la comisión de la Sala de Primeros Auxilios. Actualmente está a su cargo la estafeta de Correos de Bajo Hondo. La familia está radicada en Bahía Blanca, en su casa particular de la calle O`Higgins número 345.
Señor Dionisio García Pérez
Señor Dionisio García Pérez y su familia.
El señor García Pérez es leonés de origen, pues nació en San Miguel del Camino, León, España, el día 11 de abril de 1904 hijo de don Isidoro y su esposa doña Jacinta Pérez. Llegó a Punta Alta en el año 1923 donde actuó en el comercio, trasladándose luego a los territorios del sud. De regreso, arrendó en "Santa Teresa" en el año 1927 una fracción de campo iniciándose así en la agricultura y ganadería. El año 1937 arrendó el campo de 200 hectáreas que ocupa en la actualidad en Calderón, habiendo agregado a sus actividades la explotación de un tambo.
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Se casó el día 18 de febrero de 1927 con doña Luisa Durán, hija de don José y doña Isabel Barrera, vecinos muy apreciados de Bajo Hondo. Del matrimonio han nacido los siguientes hijos: Aurora Hermosinda, Aldo Héctor y Edgar Dionisio.
Señor José Durán
Señor José Durán
Don José Durán, que se desempeña como agricultor desde hace muchos años en la zona de Bajo Hondo, es español de la provincia de Badajoz en realidad son muy contados los hijos de aquella comarca española que emigran de ella, y menos todavía los que se radican en la Argentina. Nació el señor Durán en Calera de León, el 24 de junio de 1879, siendo sus padres don Faustino y doña Francisca Corona. Junto con el padre llegó a nuestro país el año 1898, yendo a Tornquist, donde trabajaron de jornaleros, actuando luego en la zona en distintas ocupaciones, hasta que en 1900 entró en los campos de Fiadarón y Castro, donde estuvo por espacio de catorce años. En 1914 se independizó para dedicarse a la siembra de cereales. Para tal objeto arrendó una fracción de campo de 700 hectáreas a la señora Pastora de Beice, superficie que ha venido explotando regularmente desde tan larga data. Además, habiéndose agregado a la agricultura la ganadería, arrendó una extensión de 200 hectáreas en Coronel Falcón y también 580 más en Paso Mayor. Para tan extensa explotación agrícola, el señor Durán cuenta con todos los implementos necesarios, arados, rastras, sembradoras, cosechadoras, etc. y es secundado en las distintas actividades par sus hijos, los que se han formado en la escuela paterna de laboriosidad y honradez El señor Durán se casó el 24 de noviembre 1901, en Bahía Blanca, con doña Isabel Barrera, también española, naciendo los siguientes hijos: José, casado con doña Joaquina Flores; Manuel, con doña Sara Tesone; Antonio, con doña Rosalía González; Miguel, Rogelio, Alfredo; Francisca, viuda del señor Segundo Costa; Dolores, casada con el señor Gonzalo Barrera; Luisa, con don Dionisio García; Delia, con el señor Vicente Fuster; América y Haydée. Es don José Durán socio fundador y entusiasta de "El Porvenir de Bajo Hondo" y de la Sala, de Primeros Auxilios.
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Señora Isabel Barrera de Durán, con su nieto José Haroldo.
Señor Severiano Chocarro.
Señor Severiano Chocarro y su esposa.
En las proximidades de Bajo Hondo, desempeña sus actividades agropecuarias, desde hace muchos años, el señor Severiano Chocarro, vecino conocido y apreciado en la zona. Nació don Severiano en la localidad de Gallipienso, Navarra, España, el día 8 de noviembre de 1886, siendo sus padres don Diego y doña Dámasa Castillo. Llegó a la Argentina en el año 1904, radicándose en Pigüé, en donde actuó por espacio de dos años como jornalero en el campo, pasando más tarde a Coronel Pringles, donde estuvo tres años y seguidamente a Coronel Dorrego.
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Fue en el transcurso del año 1913 que se estableció en la zona de Bajo Hondo, con tropa de carros, acarreando cereales y frutos del país, ocupación a la que se dedicó por algún tiempo. Dispuesto a emprender la agricultura, arrendó por primera vez una fracción de campo de 200 hectáreas y actualmente ocupa una extensión de 280 que dedica a la siembra de cereales especialmente.
Máquina cosechadora.
Para las distintas labores del campo tiene las máquinas agrícolas e implementos necesarios, incluso máquina cosechadora, y ha levantado las instalaciones apropiadas, realizando la mayoría de los trabajos de la explotación en forma personal. El señor Chocarro contrajo matrimonio con doña Maria Echabarre, española, nacida en Estela, habiéndose celebrado la ceremonia el día 28 de agosto de 1928. Del matrimonio nacieron los hijos: Maria Puy, Regina Hilda, Francisco y Diego, La fotografía de las dos primeras se inserta en la Galería Infantil. El señor Chocarro es socio de "El Porvenir" desde hace años.
Señor ANDRES DUMRAUF
Grupo de familia del señor Andrés Dumrauf.
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El apellido Dumrauf es ampliamente conocido en las actividades agrícolas del sud de nuestra provincia, en donde han sido activos trabajadores del campo, en la agricultura y la ganadería. Don Andrés nació el 24 de enero de 1887 en Olavarría, siendo hijo del matrimonio formado por don Guillermo Dumrauf y doña Elisabeth Iperingen, que llegaron al país en el lejano año de 1879, cuando se fundó en el Azul una de las más prósperas colonias agrícolas. El matrimonio trabajó en Azul, Tres Arroyos, Aparicio y Guisasola, por muchos años. Ya en condiciones para ello, don Andrés se inició por su cuenta en el año 1919, sembrando en Guisasola 140 hectáreas con cereales. En el año l921 llegó a la zona de Bajo Hondo, adquiriendo una fracción de 200 hectáreas de tierra en el campo de Dufaur. De inmediato levantó un hermoso chalet para vivir la familia, el que está dotado de cuantas comodidades pueden exigirse en el campo. Además de la superficie de campo que le pertenece, arrienda otra fracción de 342 hectáreas en las cercanías de Calderón que explota también en forma mixta o sea ganadería y agricultura, contando para el laboreo de la tierra con las máquinas más apropiadas y eficientes, entre ellas una cosechadora Deering.
Casa habitación del señor Andrés Dumrauf.
Don Andrés contrajo enlace el día 10 de agosto de 1916, en Guisasola, con doña Bárbara Haag, hija de don José Haag y doña Catalina Minor, antiguos y esforzados pobladores de la zona, que desde su establecimiento en la misma se dedicaron con ahínco a las tareas rurales preparando a sus hijos para seguir sus pasos. Del matrimonio de don Andrés Dumrauf con doña Bárbara Haag, nacieron los hijos: Emilio, Maria, Herminia, casada con el Sr. Enrique Ullmann, Regina, Rufino, Rogelio, Josefa y Raúl. Don Andrés es antiguo asociado de "El Porvenir" y persona muy apreciada en toda la zona.
Señora SOFIA N. de HARRIS
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Señor Alfredo Enrique Harris.
Señor Adolfo Ernesto Harris.
Esta señora cuyo establecimiento agrícola ganadero está situado en las proximidades de Calderón, es viuda de don Alfredo Enrique Harris, que tuvo muy destacada actuación en la zona. Don Alfredo nació en Chascomús el día 15 de octubre de 1890 siendo hijo del señor Carlos Harris y de doña Salustiana Arrué. El Padre era de ascendencia inglesa. Llegó a nuestra región, en el año 1917 y por sus amplios conocimientos agropecuarios desempeñó, hasta que falleció, el cargo de encargado de la estancia "Las Lagunitas", de la compañía Guatraché Land. Contrajo matrimonio el Sr. Harris el día 4 de octubre de 1918, en Macachín, con doña Sofía Nocetti, uruguaya, hija a su vez de don Benito Nocetti y de su esposa doña Eva Del Prato, matrimonio uruguayo establecido en nuestro país con explotación agrícola. Fallecido don Alfredo el 13 de agosto de 1924, rodeado del aprecio y la consideración general, su esposa doña Sofía compró 170 hectáreas de campo en el propio establecimiento y se puso, con toda energía y capacidad, al frente de los trabajos en la chacra. Edificó la población que actualmente ocupan y se dedicó con ahínco a dar a sus hijos una esmerada educación y preparación. Son los hijos Blanca Dora, casada con el Sr. Miguel Rodríguez; Adolfo Ernesto y Laura Eva. La primera es profesora de corte y confección, el segundo trabaja personalmente el campo adquirido y otras superficies en medianería y Laura Eva es una aventajada estudiante de arquitectura. Además de la agricultura y parte de ganadería, la Sra. Sofía Nocetti de Harris ha establecido un tambo como agregado a la explotación. Poseen la colección completa de implementos para laborar la tierra, incluyéndose un moderno y poderoso tractor, cosechadoras, arados de discos, sembradoras, etc. El apellido Harris es ampliamente estimado y apreciado en toda la zona de Calderón y B. Blanca.
Señora Sofía Nocetti de Harris y sus dos hijas.
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“Sala de Asistencia Pública de Bajo Hondo”
Doctor Enzo Testoni.
Fue el 31 de mayo de 1936, cuando cristalizaron en Bajo Hondo la idea y los esfuerzos que, desde tiempo atrás venían realizando algunos vecinos entusiastas y bien intencionados, para dotar al pueblo de una sala de primeros auxilios que permitiera realizar intervenciones de urgencia en los enfermos y lograra para Bajo Hondo la presencia de un facultativo, aunque no fuera con carácter permanente. Se reunió el día indicado una asamblea convocada para llevar a la práctica la iniciativa de construir una "Sala de Primeros Auxilios". La concurrencia fue numerosa y la comisión que de ella surgió puso manos a la noble tarea, sin dejarse amilanar ni vencer por los obstáculos que se presentaban ni por los titubeos o incredulidad de quienes creían irrealizable la humanitaria tarea.
Edificio de la sala. La primera comisión, la organizadora, estuvo integrada así: Presidente, Francisco Alonso y Alonso; vice, Serafín Santiago; tesorero, Antonio Aguilera Goya; pro, Manuel Freire, secretario, Ángel V. Matiello; pro, Leónidas Morales; vocales: Miguel Pérez, Valerio Coulembier, Antonio Barrera y Luis Lamelza, vocales suplentes: Florencio A. Bustos y Emelino Zapico. Revisadores de cuentas: David Zapico y A. Parco. El entusiasmo venció todos las dificultades económicas y hasta de carácter científico, contándose de inmediato con la presencia de un médico joven, formado en las disciplinas de la
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moderna medicina y asistencia social. Festivales, donaciones y cuotas, fueron formando un fondo social que permitió encarar la construcción de una sala en la que debía funcionar el consultorio. En terreno donado al objeto por el señor José de Andrés Varela, bien pronto surgió el hermoso edificio, sencillo en sus líneas pero majestuoso en su significado, que ilustra el grabado. Debido a gestiones continuas y a presentaciones fundadas, la Municipalidad de Bahía Blanca incorporó a la Sala de Primeros Auxilios a la Asistencia Pública, consultorios externos, . y designó jefe de la sala al doctor Enzo Testoni. Justo reconocimiento a los méritos adquiridos par este facultativo bahiense , que fue quien, desde sus comienzos, acudió periódica y puntualmente a Bajo Hondo, atendiendo en la Sala a quienes acudían al consultorio. Ya levantado el edificio y contando con la ayuda de la Municipalidad, la comisión de la Sala de Primeros Auxilios siguió su misión de protectora de la misma, esforzándose para que ella disponga cada vez en mayor escala da las comodidades y servicios necesarios, para lo cual no escatima esfuerzos e iniciativas, realizando festivales, colectas y suscripciones que engrosan sus fondos, que son de inmediato invertidos en nuevas mejoras.
Señor Basilio Cirio.
La Sala está dotada con capacidad para 5 camas, contando con tres pequeñas salas y un consultorio con el instrumental necesario. Como ya se ha dicho, atiende a los pacientes el doctor Enzo Testoni y ocupa el puesto de encargado de la sala el señor Basilio, Cirio, de antigua experiencia en el cargo, pues actuó en el Hospital Municipal en carácter de cabo enfermero. La comisión que actualmente se desvela para mantener la noble obra, motivo de satisfacción para Bajo Hondo, está constituida por los señores: Presidente, Florencio A. Bustos, vice, Demetrio González; secretario, Fernando Taffetani; pro, Antonio Aguilera Goya; tesorero, Serafín Santiago; pro, Manuel Freire ; vocales: Antonio Barrera, Nicolás Fagiani, Modesto Martínez, Valerio Arce, vocales suplentes: Pedro Razquin y Pedro Santiñan. Revisadores de cuentas: Diego Llorens y Fernando Frascarelli.
Señor Fernando Taffetani
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Señor Fernando Taffetani y su señora esposa.
Contaba muy pocos años el señor Taffetani cuando, junto con su familia, abandonó Macerata, Italia, donde había nacido, para trasladarse definitivamente a la Argentina. Es hijo de don Antonio y de su esposa doña Virginia Viroceesi, habiendo nacido el 15 de mayo de 1891, y llegado a la zona de Bahía Blanca en el año 1900. El padre explotó el cultivo de quintas en Bahía Blanca, y en 1905, se radicó en la zona de Bajo Hondo sembrando cereales en el campo Varela.
Gloria Argentina, Celia Irma y Américo Fernando Taffetani.
Ya bien preparado para ello, don Fernando se independizó al correr el año 1925, empezando par arrendar una fracción de campo de 750 hectáreas que dedicó a la agricultura conjuntamente con la ganadería. A ambas actividades sigue contraído en la actualidad, en las cuales le secunda su hijo mayor, Américo, que sigue las huellas honrosas del padre. Se casó el Sr. Fernando Taffetani, el día 1o. de marzo de 1916, en Punta Alta, con doña Eufemia Pereira, argentina, hija del matrimonio de don Cecilio Pereira y doña Gregoria Bustamante, de antigua ascendencia criolla. Los hijos habidos son los siguientes: Américo, Gloria, Celia y Abel. Para los trabajos agropecuarios, posee el señor Taffetani todos los implementos e instalaciones adecuadas, incluyéndose cosechadora Deering.
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La cosechadora en el rastrojo.
La intensa actividad de don Fernando no le ha privado de dar su aporte a las obras de bien colectivo. Ha sido y es uno de los más entusiastas propulsores de la Sala de Primeros Auxilios, obra que par sí sola significa un orgullo para Bajo Hondo y sus sostenedores, ya que más que primeros auxilios desempeña funciones de verdadero hospital. Debido a sus esfuerzos y a los de sus compañeros de comisión y asociados, ha sido posible ofrecer un ejemplo tan elevado de amor al prójimo, amparándole en sus dolencias. Don Fernando ocupa un lugar destacado entre los iniciadores de la Sala y ha sido y sigue siendo actualmente su dinámico y eficiente secretario, sobre el que descansa una gran parte de la labor social.
Señor Ignacio Fernández
Señor Ignacio Fernández y su señora esposa. Es don Ignacio Fernández uno de los hijos del apreciado matrimonio, tan arraigado y conocido en la zona de Bajo Hondo, compuesto por don Eugenio Fernández y doña Dolores Barrera, esta última fallecida cuando se preparaba para disfrutar de un merecido descanso rodeada del cariño de sus descendientes y de la estimación general. Nació nuestro biografiado en Coronel Dorrego el día 2 de marzo del año 1905 y cerca de sus padres aprendió las tareas agrícolas y ganaderas, pues trabajó bajo la dirección del jefe de familia hasta que, ya en la plenitud de sus energías, decidió emprender la explotación de la tierra por cuenta propia. Ello ocurrió en el año 1934, precisamente en la época que formó su hogar.
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Vista de la casa.
Empezó arrendando una superficie de 380 hectáreas en el conocido establecimiento "Las tres banderas", dedicándose con entusiasmo a la agricultura y la ganadería, actividades que sigue desarrollando en la actualidad. Estas tareas no le impiden dar parte de su tiempo a otras de carácter muy distinto, y es así como desempeña el delicado cargo de corresponsal del diario "La Nueva Provincia" en Bajo Hondo, desde el año 1929 y gozo del aprecio y la estimación del director del diario, don Enrique Julio, por su dedicación al cargo y su corrección informativa. Contrajo matrimonio el señor Fernández el día 28 de Julio de 1934 en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en B. Blanca, con doña Josefa Nondedeu, hija del estimado hogar formado por don José Nondedeu y doña Francisca Llorens. Del matrimonio Fernández - Nondedeu, nacieron los hijos Néstor Hugo el día 25 de octubre de 1936 y Noemí Elsa el 20 de noviembre de 1940, que aparecen en la Galería Infantil.
Parte de la majada en el corral.
De su espíritu progresista y de su afán de secundar todas las iniciativas y obras que redunden en prestigio o beneficio de Bajo Hondo y su zona, es una muestra evidente el que son muchas las comisiones directivas que han tenido al señor Fernández como uno de sus miembros. Es así que ha actuado en el directorio de "El Porvenir de Bajo Hondo" en distintos períodos, estando incluido en el mismo al escribir estas líneas. Fue también durante un tiempo secretario de la Asociación Cooperadora de la Escuela No. 36, situada en Bajo Hondo. Pero donde debía poner de relieve sus dotes de iniciador, fue en la constitución del centro "Brisas del Sud". Le toca al señor Ignacio Fernández el haber sido el verdadero promotor de la idea de dotar a Bajo Hondo de una institución de carácter social que pusiera una nota agradable en el ambiente y fuera como un vínculo de atracción entre las familias de la región. Las invitaciones que se cursaron a mediados del año 1928 llamando a una reunión al vecindario, llevaban ya su firma, y en la asamblea realizada el 17 de junio del mismo año, ya le tocó formar parte de la Comisión Directiva con el cargo de pro-secretario.
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Con pequeños intervalos de descanso, ha seguido actuando en la simpática institución que tantas fiestas y actos sociales ha organizado en los años transcurridos, y en la actualidad desempeña el delicado cargo de secretario de la Comisión Directiva.
Una de las estibas de trigo en la última cosecha.
Durante su actuación fue levantado el amplio y hermoso edificio que posee "Brisa del Sud", y que es, aparte de sede social, un exponente de progreso edilicio, como puede verse por las fotografías que se insertan en el lugar pertinente. En lo tocante a sus actividades agropecuarias, el señor Fernández posee todos los elementos más modernos necesarios para la explotación de la tierra, contándose, arados, rastras, sembradoras, cosechadora Deering, de último modelo y demás implementos, que resguarda de la intemperie bajo depósitos y galpones.
“ Brisa del Sud ”
Comisión directiva de "Brisas del Sud".
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La Institución social por excelencia de Bajo Hondo, a cuyo alrededor se agrupa el vecindario del pueblo y de la zona circundante, es sin disputa alguna la designada por el poético nombre de "Brisas del Sud". Las comisiones que se han sucedido a su frente, han rivalizado en su afán de rodear al centro de un ambiente de cultura y distinción y sus esfuerzos han logrado que las fiestas organizadas par la asociación constituyan señalados éxitos sociales ya que sus reuniones cuentan con una crecida asistencia, no sólo de Bajo Hondo sino de Punta Alta y Bahía Blanca. El historial de "Brisas del Sud", se inicia con el acta que lleva fecha de 17 de junio de 1928, en la cual una reunión de vecinos, invitados al efecto por los señores Ignacio Fernández y Manuel Casanueva (h.), firmantes de la nota de invitación, resolvió fundar un centro de carácter local y de ambiente social. Fue el señor Martín Aguirre quien explicó a los asistentes el motivo de la convocatoria, y luego de un amplio cambio de ideas y propósitos se nombró la comisión directiva en esta forma: Presidente, Martín Aguirre ; vice, Florencio Bustos (h.); secretario, Vicente López; pro, Ignacio Fernández; tesorero, Manuel Casanueva (h.); pro, Ricardo Santiago ; vocales titulares : Lionel Lejárraga, Enrique Alimenti, Orlando Moretti y Andrés Pérez; vocales suplentes: Eulogio Vázquez, Lorenzo Aguirre. Revisadores de cuentas: Alejandro Alimenti y Tomás Pascual.
Edificio social.
Son innumerables los actos sociales y artísticos realizados des de su fundación por "Brisas del Sud", a los que no han sido ajenos los de carácter patriótico y benéfico, motivando su realización un merecido orgullo para Bajo Hondo y los asociados de la institución. La Comisión actual del centro, o sea la que ejerce sus funciones en el año 1941, está constituida por las siguientes personas: Presidente, Ignacio Fernández; vice, Andrés Pérez; secretario, Modesto Martínez; pro, Fernando Frascarelli, tesorero, Ricardo Santiago; pro, Manuel Freire (h.); vocales titulares: José Haag (h.), Antonio Durán, Luis Fernández y Pedro J. Razquin; vocales suplentes: José Cemino y Antonio Orozco. Revisadores de cuentas: Agustín Antinori e Isidro Zapico. Ilustramos esta breve reseña con la fotografía de la comisión directiva y el frente del amplio edificio que en su interior tiene todas las comodidades inherentes para la realización de sus festivales y reuniones.
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Vistas de Bajo Hondo
Vista de una calle.
Estación Bajo Hondo del F. C. Sud
La primitiva edificación del estabecimiento del señor Coulembier.
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Estación Bajo Hondo del F. C. Rosario a Puerto Belgrano.
Señores DOMINGO MOLINI E HIJOS
El señor Domingo Molini, rodeado de su familia. Fotografía sacada algún tiempo.
Esta crónica, en lugar de ser individual' para el señor Domingo Molini, debía ser. y es, en realidad, la crónica de un joven matrimonio italiano que vino a la Argentina dispuesto a trabajar en unión y con el mayor entusiasmo para formar un hogar en tierra americana y consolidarlo sobre la base del cariño y el trabajo fecundo y creador y perpetuar sus virtudes en los descendientes. Así, pues, de la mancomunidad del esfuerzo del matrimonio surgió con el tiempo no tan sólo la formación de un hogar argentino, sino también la consecución de un relativo bienestar asentado en la actividad diaria, propia y de sus hijos, realizando así el sueño y las esperanzas que abrigaron allá por el año 1905 una pareja de italianos recién casados que, sin temor al porvenir ni a lo desconocido, emprendieron la ruta de América, sabiéndose fuertes en sus deseos y en sus afectos.
La amplia casa, rodeada de hermoso monte, en Bajo Hondo.
Fue así que en el citado año de l905 llegaron a Bahía Blanca el señor Domingo Molini y su esposa doña Josefa. Nació el señor Molini en Pausula, Macerata, Italia, el día 11 de febrero de 1881, siendo hijo de don Marone Molini y doña Maria Berdini. Su esposa dona Josefa, es a su vez
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hija de don Pascual Pompei y doña María De Angeli. El matrimonio se efectuó en la misma localidad de Pausula, el día 31 de enero y al poco tiempo de la boda los flamantes esposos se embarcaron para la Argentina.
Vista parcial de los galpones y depósitos.
El señor Molini, hábil oficial de tonelería, se encontró a su llegada a Bahía Blanca que su oficio tenía muy poca demanda en la ciudad, pero buen carpintero en trabajos generales, entró de inmediato en los talleres de los señores Duprat y Aguirrezabala que poseían aserradero y fábrica de artículos rurales en especial. Luego de unos años de actuar en dicho taller y conseguir escalar puestos de responsabilidad, cambió de establecimiento dedicándose a la carpintería hasta el año 1915. Sus observaciones le habían hecho ya comprender que el verdadero camino para una independencia rápida estribaba en dedicarse al ejercicio de las tareas rurales, y sin titubear el año 1915 decidió abandonar las herramientas de su oficio para empuñar el arado y la sembradora.
Señor Aurelio Molini.
En efecto, empezó por arrendar en el campo San Antonio una fracción de 300 hectáreas e iniciarse e el cultivo de cereales, a lo que agregó ya más adelante la cría de hacienda. Es un índice de su actividad y de su comportamiento, que la primera fracción de tierra que alquiló continuó ocupándola por el largo plazo de 24 años. Dado que su capacidad de trabajo necesitaba de más amplia superficie, arrendó otras parcelas de campo en distintos parajes, y entre ella en Bajo Hondo, donde ya se estableció en el año 1916. Desde este lejano año, jamás
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Parte de la majada, en los campos de Bajo Hondo. abandonó la región y todos sus esfuerzos e han concentrado en la misma, en la que luego había de adquirir campo propio. Ello aconteció primeramente en el año 1930, en que compró un campo de 100 hectáreas en el llamado establecimiento de Calderón, a las que, diez años más tarde, en 1940, añadió otras 100 hectáreas, lindantes con la anterior, y que forman la parcela que ocupa actualmente, de su propiedad, en donde tiene su casa habitación. Esta se encontraba ya levantada en el campo, y el señor Molini la refaccionó y mejoró de acuerdo a sus necesidades, levantando las instalaciones pertinentes para depósitos y corrales. El señor Molini y su esposa son sumamente apreciados en toda la zona de Bajo Hondo, y don Domingo está siempre presente en cualquier llamado que constituya un progreso para el pueblo o un beneficio para la colectividad. Es así que desde los comienzos de su actuación como agricultor ha dado sus energías al adelanto de las instituciones locales, entre ellas a la Cooperativa.
El señor Domingo Molini (hijo), su esposa señora Dora Coulembier y su primer hijito.
El Porvenir, de cuyo Directorio ha formado parte en seis períodos consecutivos, con general beneplácito, y de cuya sociedad es actualmente pro-tesorero. Dijimos al principio de la crónica que ésta era la de un matrimonio italiano venido a la Argentina. Ahora vemos cómo, a través de 36 años, aquellos jóvenes pletóricos de ilusiones y entusiasmos que atravesaron el Mediterráneo y el Atlántico buscando un porvenir halagador, lo hallaron en nuestros campos. Ciertamente para ello lucharon de firme años y años, ahorrando y laborando sin descanso. El premio de sus afanes y de su unión lo palpan ahora, cuando rodeados del respeto y el afecto general han logrado formar una familia argentina nacida y criada en media de la honestidad y el amor. El matrimonio cuya biografía. acabamos de esbozar, tiene los siguientes hijos: Mercedes, casada con el señor José Eleuterio Insausti; Obdulia, casada con el señor Basilio Ciconi; Marone; Domingo, casado con doña Dora Coulembier, y Aurelio.
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Como la parcela de propiedad de don Domingo Molini es insuficiente para los elementos de trabajo de que dispone, tiene en arrendamiento otra fracción de 330 hectáreas en Bajo Hondo, propiedad del señor Varela.
Señor Marone Molini.
Por su parte, los hijos Domingo y Marone, en sociedad fraternal, explotan una chacra de 400 hectáreas en las cercanías de Calderón, tierra de propiedad del Banco Hipotecaria. Alquilaron dicha fracción en el año 1938, ampliando la casa habitación ya existente y levantando las instalaciones necesarias para la siembra y cosecha de cereales y la cría de hacienda.
La casa de Calderón.
Espíritus emprendedores, realizan personalmente todas las tareas de la chacra y han adquirido los elementos más modernos en maquinaria agrícola, la fotografía de algunos de los cuales insertamos en esta crónica. Como decimos ya anteriormente, uno de los dos hermanos, Domingo, se casó el día 23 de julio de 1938 con doña Dora Coulembier, hija de don Luis Adolfo y doña Feliciana Damboreana, naciendo del joven matrimonio el hijo Domingo Alberto el día 14 de julio de 1939 y la hija Dora Delma el 29 de abril de 1941, publicando la fotografía de ambos en la Galería Infantil.
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Ambos hermanos son muy apreciados en Bajo Hondo y Calderón por su temperamento cordial y afectuoso y han formado parte de cuantas instituciones inició la juventud especialmente del antiguo y ya desaparecido Club Atlético Independiente, de la que el señor Marone fue presidente y su hermano Domingo tesorero.
Maquinaria agrícola de la chacra de calderón.
Señor PEDRO FLORES
Señor Pedro Flores.
En el año 1898, cuando contaba apenas veinte años, en plena juventud y pletórico de energías para el trabajo, llegó a Buenos Aires el señor Pedro Flores. Hijo de don Juan Andrés y de Doña Justa Lazcoz, nació en Arbizu, Navarra, España, el día 2 de febrero del año 1878. Como tantos de sus paisanos, enseguida de desembarcado se empleó como jornalero en los tambos de las cercanías de Buenos Aires, dedicándose a la industria lechera en que tantos vascos hallaron en nuestro país el medio de labrarse un porvenir y desarrollar su capacidad de acción. Después de pasar un año en el propio barrio dé la Boca, decidió internarse en la provincia de Buenos Aires en busca de más amplias oportunidades y se dirigió a Bahía Blanca donde estaba ya
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en el año 1901. Entró como empleado de la casa de ramos generales de los señores Duprat y Aguirrezabala, actuando como encargado de los depósitos por espacio de unos cuatro años, hasta que, ya resuelto a independizarse y con el producto de sus ahorros, frutos de su economía. Adquirió un reparto de leche en Bahía Blanca. Se inició con el reparto, comprando un lote de vacas lecheras y arrendando una superficie de 60 hectáreas de campo en las inmediaciones de Villa Bordeu. Este fue el origen de su desarrollo ulterior, y el tambo ocupó sus actividades por espacio de unos quince años consecutivos, agrandando su reparto de leche y aumentando la cantidad de animales, al extremo de que llegó a colocar diariamente en la ciudad unos 150 litros de leche, toda proveniente de su propio tambo.
Señor Juan Valentín Flores.
Señor Pedro Flores (h.)
Vendió este reparto en el año 1920, ya dedicado de lleno a otras actividades rurales. En el año 1912 se trasladó a la zona de Bajo Hondo, arrendando una fracción de 736 hectáreas en el campo de Elías Romero. No siéndole suficiente este campo, arrendó otro de 800 hectáreas en las Martinetas, en las proximidades de Punta Alta. El señor Pedro Flores llegó a tener en tan grande extensión de campo, más de mil animales vacunos, en su casi totalidad lecheros. La primera vez que adquirió campo, fue en el año 1926 que compró una fracción de 306 hectáreas en Paso Mayor, propiedad de la viuda de Carrain. A esta superficie la destinó por partes iguales a la explotación agrícola y ganadera. Tres años mas tarde, en 1929, adquirió otra porción de tierra consistente en 786 hectáreas, del antiguo establecimiento del señor Miguel López Aberastury, campo que añadió a su explotación, sembrando cereales y criando hacienda, vacuna y lanar.
Parte de la caballada en el corral.
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Para la debida preparación y cosecha de sus tierras, el señor Pedro Flores posee todas las herramientas necesarias, y es eficazmente secundado por sus hijos varones a quienes ha iniciado en sus propias huellas, encaminándolos a las tareas rurales. El señor Flores fue uno de los más entusiastas iniciadores de la institución El Porvenir, y luchó para que la sociedad tuviera el carácter de asociación local. De que estuvo en lo cierto al proyectar este temperamento, lo prueba el que hoy El Porvenir de Bajo Hondo ha hecho conocer este nombre por el país, destacándolo como una zona en que los agricultores supieran unirse y formar una cooperativa que defiende sus intereses morales y materiales, sin ingerencias extrañas. Por otra parte el señor Flores y sus hijos han prestado siempre todo apoyo a las obras en pro de la elevación cultural y benéfica de Bajo Hondo, formando parte como asociados de todas Las instituciones.
Máquinas agrícolas y galpones.
Se casó el señor Flores el día 27 de junio de 1916, en Bahía Blanca; con doña Joaquina Flores, hija de don Valentín y doña Maria Flores, de cuya unión nacieron los hijos: Pedro, Maria, Juan Valentín, Carmen, Serafina y Joaquina.
Señor JOSE OTEIZA
Señor José Otieza.
Cuarenta años lleva el señor Oteiza en la zona que rodea a Bahía Blanca y por lo tanto ha presenciado la mayoría de sus transformaciones y ha tomado parte en muchas de ellas.
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Oriundo de Betelu, Navarra, nació el año 1882 siendo sus padres don Martín José y doña Dominica Soti. Preparado para luchar con sus propias fuerzas, llegó a la Argentina en el año 1901, dirigiéndose de inmediato a la zona de Bahía Blanca.
La casa habitación.
Entró a trabajar en el tambo del señor Agustín Artola, en campo de don Fermín Muñoz, y después estuvo con Maliza en la misma industria. En el año 1904 ya actuó como habilitado del señor Hugo Reid, en "Los Mirasoles", teniendo un reparto de leche a la ciudad, que atendió durante seis años. Ya en 1912 arrendó el casco de la estancia aludida, junto con 235 hectáreas que explotó con tambo, manteniendo el reparto de leche hasta 1920, año éste en que extendió sus actividades, alquilando una fracción de 800 hectáreas en "La Salada", poblándolas con hacienda. Compró campo por primera vez en el año 1916 , consistente en 114 hectáreas de "Los Mirasoles", donde pobló de inmediato levantando todas las instalaciones necesarias para la industria lechera y la cría de hacienda. En 1925 adquirió otra facción de 196 hectáreas lindando con la anterior y separadas por la vía del ferrocarril. En este año se inició en la agricultura y compro los implementos necesarios para su explotación racional, entre ellos tractor y cosechadora Mac Cormik. El señor Oteiza es uno de los fundadores de la sociedad "Tambos y Ganados" y ha formado parte de su Directorio . Es socio de la institución Laurak-Bat y de otras instituciones benéficas y culturales.
La cosechadora en plena tarea.
En el año 1925 hizo un viaje de placer a Europa, visitando España y Francia, estando en la actualidad radicado en Calderón, en su campo, aunque posee propiedades de renta en Bahía Blanca.
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Señor EUGENIO ARRUEBO
Vista parcial de la chacra.
Nació el señor Eugenio Arruebo en Villanueva, provincia de Huesca, España, el día 28 de noviembre de 1871, hijo de don Eugenio y doña Isabel Viñau. Llegó a la Argentina el año 1895, desembarcando en Buenos Aires de donde pasó a Mar del Plata. Tres años después, en 1898, está ya en Bahía Blanca. Espíritu emprendedor y decidido, comprende que la inauguración de los trabajos en Puerto Belgrano era una gran oportunidad para él, y de inmediato se traslada a Punta Alta, donde ya existían legiones de peones dedicados a los trabajos militares. Dispuesto a abrirse camino en el comercio, levanta un rancho de barro, y establece un modesto almacén, que pronto es favorecido par los pobladores. No sólo trabajadores de las obras, sino los propios indígenas. Por su carácter franco y abierto, de verdadero aragonés, el señor Arruebo se capta el aprecio del cacique indio que vivía en el paraje, Rafael Ancalao, quien le ayuda en todo y con el cual y su tribu establece negocios de compra de productos del país.
Un rincón de la esquila.
Transcurridos cinco años, establece una de las primeras fondas que existieron en Punta Alta, en la esquina de Humberto 1º. y Urquiza, a la que denomina “Fonda Española” y que explota durante ocho años.
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Atraído por los negocios rurales, arrienda una extensión de tierra en el paraje de Arroyo Pareja y lo puebla con ganadería, a la que más tarde se une la siembra de cereales. Adquiere todos los elementos necesarios para una explotación racional de la tierra como ser, caballada, arados, rastras, sembradoras, cosechadora, etc., además de las instalaciones propias para la cría de hacienda. Desde el año 1931 arrienda 363 hectáreas, la mayor parte destinadas a la ganadería. Don Eugenio, uno los más antiguos y caracterizados pobladores de Punta Alta a justo titulo, se casó con doña Tomasa Bezos, española, hija de don Evaristo y doña Teodora Escudero. Doña Tomasa falleció en Punta Alta en 1930. Del matrimonio nacieron los hijos: Evaristo, casado con doña Elvira Mugnini; Isabel, casada con don Francisco Pérez; Pilar, casada con el señor Alduvino Rossi; Eugenio, Carmen, Teodora, Olga y Tomás.
Señor MIGUEL RODRIGUEZ
Señora María Alonso de Rodríguez.
Señor Miguel Rodrígues
Don Miguel Rodríguez es, especialmente es, en la zona donde residió durante largos años y en que actúa todavía, Calderón, uno de los que más se han distinguido por su labor constante en la industria agropecuaria, principalmente en el ramo de lechería, a que viene dedicándose desde hace mucho tiempo. Nació el señor Rodríguez el día 8 de mayo del año 1893, en el pueblo de Villalón de Campos, provincia de Valladolid, España, y fueron sus padres don Lucio Rodríguez y doña Trinidad Blanco.
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Frente de la amplia casa habitación.
Junto con sus familiares, llegó el señor Rodríguez a Bahía Blanca, directamente desde el viejo mundo, en el año 1906, y de inmediato entró a trabajar en la Compañía de Aguas Corrientes que en este entonces tendía sus cañerías desde el Sauce Grande. Dispuesto a emprender por su cuenta la lucha por el porvenir, compró en el año 1908 un reparto de leche en Bahía Blanca, consistente en ochenta litros, reparto que fue aumentando paulatinamente hasta el año 1914 en que se decidió ampliar sus actividades dedicándose a la ganadería. Para ello empezó por arrendar 63 hectáreas de tierra perteneciente a D. Luis Godio, situada en el mismo lugar donde se levanta en la actualidad el H. Policlínico. Años más tarde, en 1924, aumenta la extensión arrendada, que llega a 250 hectáreas, situadas en Aldea Romana iniciándose ya en la siembra de cereales sin dejar por ello de seguir con la cría de hacienda vacuna.
Parte posterior de la vivienda.
Dejó el citado campo en el transcurso del año 1933, para ocupar una fracción de campo de 700 hectáreas, en Calderón, que es en donde actualmente reside, tierra propiedad de la señora Emilia T. de Tomasini. Prosiguiendo sus actividades iniciales, tiene el señor Rodríguez establecida en forma moderna la explotación de tambo, para lo cual cuenta con una gran cantidad de hacienda altamente seleccionada para la producción lechera, y puede decirse en la zona es uno de los principales propulsores de tan provechosa industria. La producción de su tambo es entregada directamente a la sociedad "Tambos y Ganados", de la cual el señor Rodríguez es accionista fundador y miembro del Directorio de la misma. Para la siembra de cereales, que insume la mitad del campo, o sea unas 360 hectáreas, posee don Miguel las herramientas e implementos agrícolas más modernos, contándose entre ellas
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tractor, arados, rastras, sembradoras, cosechadoras, etc. También cuenta con una buena y numerosa caballada que utiliza en las labores del campo. La casa que habita el señor Rodríguez, en las proximidades de Calderón, es amplia, cómoda y con todo el confort necesario para una vida agradable, y el edificio principal está dotado de un hermoso mirador, al estilo de los que solían verse antiguamente en las estancias argentinas. Secundan a don Miguel en todas sus múltiples actividades, su señora esposa y sus numerosos hijos, todos los cuales se han formado a su lado, aprendiendo y practicando una escuela de laboriosidad y honradez que es lema heredado por el señor Rodríguez de sus mayores.
Un detalle de los galpones.
Nuestro biografiado contrajo enlace el 12 de diciembre de 1911, en Bahía Blanca, con doña Maria Alonso, hija de don Federico Alonso y de su esposa doña Mónica García, ambos españoles y española doña Maria misma. De este matrimonio existen catorce hijos, lo que significa un aporte valioso para su patria de adopción. Son ellos: Trinidad, casada con el señor Leonelo Evangelista; Julia, casada con el señor Eduardo Bonazzi; Celina, casada con el señor Guerino Trellini; Matilde, casada con el señor Oscar A. Di Crocce; .Miguel, Federico, Maria, Lucia, Mónica, Leonor, Roberto, Pedro, Amelia y Teodosio. Es don Miguel uno de los antiguos asociados de “El Porvenir” de Bajo Hondo, en donde asegura habitualmente. En Bahía Blanca posee casas de renta situadas en las calles 19 de Mayo y en la Avenida Pringles.
Señor Benito Antonio Porcelli
El señor Benito Antonio Porcelli y su esposa señora María Filippini.
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Entre los negocios dedicados al ramo de joyería, relojería y óptica establecidos en Punta Alta, sobresale con relieves especiales el que posee el señor Porcelli en la calle Bernardo de Irigoyen 162. La casa fue fundada por el señor Joaquín Porcelli, padre del actual dueño del negocio, y que es uno de los más antiguos pobladores de la zona. En efecto, don Joaquín llegó a Punta Alta como un obrero para trabajar a las órdenes del ingeniero Luiggi, desempeñó entre otros el puesto de maquinista de una de las máquinas excavadoras y dragadoras que abrieron los primeros cimientos de Puerto Belgrano. Terminadas las obras del puerto militar, el señor Porcelli se quedó en el lugar, siendo de aquellos esforzados trabajadores que fundaron la ciudad de Punta Alta, donde antes no existía otra cosa que arena, matorrales y vizcachas. Como tantos otros de los primeros vecinos, prestó sus servicios especializados en la base naval durante largo tiempo, hasta que en el año 1933 se acogió a la jubilación.
Frente del local que ocupa la joyería y el instituto óptico.
Ya muchos años antes había fundado la casa que lleva su apellido, y que estaba destinada a ser engrandecida y ampliada por su hijo. Este es uno de 1os vecinos nacidos en Punta Alta, habiendo visto la luz el día 14 de marzo de 1903 siendo su madre doña Nicolina de Martino. El señor Benito Antonio Porcelli residió en Italia durante unos años, estudiando y perfeccionándose en los conocimientos del grabado, la óptica y la relojería, al lado de expertos artífices y cinceladores italianos. Al regresar a Punta Alta, lo que ocurrió en el año 1922,.él señor Porcelli quedó al frente del negocio que ya había establecido poco antes su señor padre. Espíritu de iniciativa y con los entusiasmos de la juventud, el señor Porcelli logró rodear a la casa de un bien ganado prestigio y hacerse de asidua clientela. Ya en el año 1930 el padre se retiró del negocio que desde entonces gira bajo el nombre del señor Benito Antonio Porcelli. A partir de esta fecha se fueron introduciendo ampliaciones y agregados en el negocio, extendiendo cada vez más su radio de acción. Como se indica al principio de esta crónica, la "Casa Porcelli" se dedica a los ramos de joyería, relojería y óptica.
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Un detalle del interior, con las modernas instalaciones.
El señor Porcelli tiene montado un taller para fabricación de joyas, ya que es un experto cincelador y además se dedica a compostura de toda clase de relojes. La seccón óptica que anexó a su establecimiento el Sr. Porcelli, es una de las más acreditadas de la localidad, y está a cargo directamente del propio dueño, ya que se trata de una actividad delicada y que exige en sus cultores la posesión de conocimientos adecuados. El señor Porcelli contrajo matrimonio con doña María Filippini, también nacida en Punta Alta, e hija del matrimonio italiano constituido por don Santiago y doña Margarita De Poll. Los hijos de nuestro biografiado, segunda generación nacida en Punta Alta, se llaman: Corina Margarita; Joaquín Francisco Pablo y Maria Cristina, y publicamos sus retratos en la galería infantil.
Señor Tomás Serra
El matrimonio Serra-Iglesias, rodeados de sus hijos y nietos.
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Es don Tomás Serra uno de los industriales progresistas de Punta Alta, donde reside desde hace años, y a cuyo adelanto edilicio ha contribuido edificando para sede de su negocio un amplio y moderno edificio en la calle Espora 722, contiguo al local que ocupó durante macho tiempo en la calle Ingeniero Luiggi 718. Es don Tomás oriundo de Campos del Puerto, Islas Baleares, España, y nació el día l4 de marzo de 1894, siendo sus padres don Tomás y doña Margarita Oliver. Acompañado de su progenitor, que hizo un viaje de recreo a la Argentina en el año 1910, el señor Serra se quedó en el país para desarrollar aquí sus energías y capacidad de trabajo. Hábil panadero, se empleó inmediatamente en Bahía Blanca en las tareas de su oficio, y años después, en 1912, decidió trasladarse a Punta Alta, donde trabajó en su especialidad hasta el año 1920. Ya preparado para ello, en dicho año decidió independizarse, lo que hizo instalando una panadería con el nombre de "El Pueblo", en la calle Humberto 1o y que tuvo durante cierto tiempo. Ya en el año 1924, volvió a abrir un negocio de panadería y para ello edificó un local apropiado en la calle Ing. Luiggi 718, logrando en poco tiempo conseguir una constante clientela, y anexando a su panadería una sección de artículos de almacén. Permaneciendo al frente de su industria y conocedor de la técnica del oficio, el señor Serra ha ido desenvolviendo sus negocios cada vez en mayor escala conquistando una destacada actuación. Se casó el señor Serra el día 8 de mayo de 1915, en Punta Alta con doña Estefanía Iglesias, hija de don Julián y doña Francisca García, y del matrimonio nacieron los hijos: Margarita, casada con el señor Manuel González; Francisca, Tomás, Estefanía y Julián. El matrimonio Serra Iglesias tiene ya las nietitas Margarita Gladys y Haydée Manuela, que aparecen en la fotografía. El Sr. Serra forma parte de gran cantidad de instituciones benéficas, culturales y económicas, y es por su carácter franco y optimista, generalmente apreciado.
Señor Enrique A. Donato
Señor Enrique A. Donato
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Con el título de Contador Público Nacional actúa en nuestro medio y en Bahía Blanca, el señor Enrique A. Donato, que cursó sus estudios en al Escuela de Comercio continuándolo; en la Universidad de La Plata donde se recibió el año 1932. Nació nuestro biografiado en Bahía Blanca el día 14 de octubre de 1906, siendo hijo del matrimonio formado por don Domingo Donato y doña Ángela Lamaro. Ya desde el año 1930 abrió su estudio en Punta Alta, atendiendo asuntos judiciales, civiles y comerciales, en combinación con el bufete de abogado del Doctor Lejarraga. El estudio del señor Donato tiene representantes especiales en Buenos Aires, La Plata, Rosario, Córdoba y en todos los departamentos judiciales de la Provincia, lo que le permite atender con rapidez y eficacia los intereses de sus clientes. El señor Donato no se limita a ejercer su profesión, sino que dicta cátedras en la Escuela de Comercio de Bahía Blanca, siendo profesor de Contabilidad. Contrajo matrimonio el señor Donato el día 21 de diciembre de 1936, en Punta Alta, con doña Amalia Muradás, de cuya unión nacieron los hijos: Amalia Ángela; María Esther y Enrique Pedro.
Señor Bernardo Aisemberg
Señor Bernardo Aisemberg
Este vecino reside en nuestra localidad desde el año 1912, y es hijo de don José y doña Lola Rosen. Alternando su, actividades en el comercio con sus inquietudes espirituales, inauguró en el año 1935 las transmisiones radiales sobre tópicos de interés para Punta Alta, irradiando una audición por la onda de L. U. 7, Radio General San Martín, que denominó con el expresivo título de "Hora Autonomía". Por dicha audición desfilaron muchos de los valores artísticos con que cuenta Punta Alta, y se trataron una inmensidad de tópicos relacionados con las necesidades y el progreso de la población por lo cual merecieron el aplauso del vecindario. El señor Aisenberg contrajo matrimonio con doña Berta Raskin, naciendo el hijito José.
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Historia de Punta Alta IX AÑO 1909
*** Con fecha primero de septiembre, los señores Pío C. Biava y Cía. piden una concesión para instalar una usina eléctrica en Punta Alta y el Concejo Deliberante destina la petición a su comisión de Obras Públicas, la que se expide sobre la misma y la similar de los señores J. R. Torres y Cía. aconsejando que se llama a licitación por dicho servicio de alumbrado, por el Poder Ejecutivo. *** No era muy apacible la vida del periodista en Punta Alta, pues el 14 de septiembre el director de “La Época” señor Berecondo Salcedo, fue agredido de dos balazos por un cabo de policía de la zona. Resultando ileso, el periodista despojó del arma al agresor y la entregó a las autoridades de la zona. *** Con fecha 15 de octubre se acuerda el permiso al señor Gregorio A. Moreira para instalar una usina eléctrica en Punta Alta.
Inauguración del Banco la Nación Argentina, el día 27 de marzo de 1909. Nótese el farol del alumbrado público, a petróleo.
*** En octubre la Dirección General de Correos autoriza el que el personal de Punta Alta conste de dos carteros y un valijero. Se anuncia que para el 1o. de enero de 1910 se proyecta agregar a la oficina local el servicio de telégrafos. *** El 23 de octubre se presentan al Ministerio de Marina los planos definitivos para el gran dique de carena con capacidad para buques de hasta 20.000 toneladas, cuyo costo se presupuesta en cinco millones.
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*** Sustituyendo al primer escribano a cargo del Registro Civil, señor Eustaquio Jáuregui, el 28 de octubre es nombrado jefe de la oficina de la tercera sección, el escribano señor Nicolás Marcalain. *** Como una resultante de la impresión causada por el fusilamiento en España del profesor Francisco Ferrer, 400 vecinos de Punta Alta solicitan del Concejo Deliberante que la calle Progreso, cambie su nombre por el de Francisco Ferrer. *** Al finalizar octubre un inmenso incendio de campo amenaza destruir las casas y otras instalaciones de Puerto Militar. Las dotaciones de los buques de guerra lograron dominar la quemazón . *** El vecindario de Punta Alta empieza a preocuparse de la estética del pueblo, y con fecha 30 de noviembre se dirige al delegado municipal señor Eduardo M. Zelaya, pidiéndole que se hagan desaparecer los inmensos pantanos de aguas pútridas de las calles y que se haga cumplir sin más dilación la Ordenanza del 22 de julio de 1909, referente a la nivelación del pueblo y la construcción de cordones en las aceras. Firman la petición los señores: Ferrandi y Briatore, Nicolás M. Marcalain, A. R. Viñas, M. Raggio Carneiro, Lucuano A. García, José Lamosa, Félix Darroqui, Dr. Ramón Ayala Torales, Oscar B. Silva, Atilio Canessa, Felipe Bonacorso y Domingo Donato.
AÑO 1910
*** El día 2 de enero, un violento ciclón ocasionó muchos daños en Punta Alta y provocó el derrumbamiento de la torre de la iglesia. *** El 6 de enero, el teniente de fragata señor José R. Salvá, elige el lugar apropiado para instalar la primera estación inalámbrica de chispa sonante en Puerto Militar, la que debía tener un alcance mínimo de 500 kilómetros. *** Las cañerías del agua corriente provenientes de Grünhein, quedaron conectadas con las de Colina Doble, el día 12 de enero, dando el agua de1 Sauce Grande para los buques de la armada y el arsenal. *** El ingeniero Sr. Ernesto Roth, instaló la estación de telegrafía sin hilos, y las pruebas se hicieron el día 28 de febrero. *** El día 10 de marzo, se unieron las dos secciones de rieles del Ferrocarril Rosario y Puerto Belgrano en el pueblo de Huanguelén. *** La primera piedra de la estación Almirante Solier se colocó, motivando una hermosa fiesta, el día 20 de marzo. *** En la sesión celebrada por el Concejo Deliberante el día 4 de mayo, la comisión especial designada con anterioridad para dotar de nombre a las calles de Punta Alta, se expide aconsejando esta nomenclatura que fue aprobada: Calle No. 1, Avenida Colón, 2, 9 de Julio, 3, Humberto 1o., 4, General San Martín; 5, Presidente Roca, 6, Presidente Pellegrini, 7, 25 de Mayo, 8, Ingeniero Luis Luiggi, 9, Juan José Passo; 10, Presidente Mitre; 11, Almirante Brown, 12, Comodoro Rivadavia, 13, Caronel J. Murature, 14, Bernardo de Irigoyen; 15, Coronel Espora, 16, General Urquiza, 17, Buchardo, 18, Rosales; 19, Presidente Avellaneda; 20, Juan Bautista Alberdi, 21, General Pueyrredón; 22, Ministro Guillermo Villanueva, 23, Nicolás Rodríguez Peña, 25, Presidente Uriburu, 27, Presidente Sáenz Peña; 28, 7 de Marzo; 29, Presidente Sarmiento; 30, Patagones; 31, Presidente Quintana, 32, Plaza General Belgrano, dejándose sin nombre a dos calles por su escasa importancia. Informó la conveniencia de tales designaciones el concejal señor Speratti Villamayor.
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Uno de los cañones de la defensa costera. Aparece en la foto de P. Guerra.
*** La celebración del Centenario de la Independencia, el 25 de Mayo de 1910 motivó diversos actos populares en Punta Alta. La Escuela No. 20 organizó una velada literaria musical en el teatro Colón. El presidente de la Comisión Popular de Festejos, señor Pedro Barríos., entregó en aquel acto una hermosa bandera a la escuela. *** El 21 de julio, llegó a Punta Alta el ingeniero Luis Luiggi, visitando la población y el Puerto Militar. *** En vista de las continuas demandas de concesión para instalar en Punta Alta una usina eléctrica, el Concejo Deliberante acuerda con fecha 23 de septiembre, sacar a licitación el alumbrado eléctrico del pueblo. *** Para deslindar completamente la zona militar de la civil, el jefe del Arsenal de Puerto Militar, Vicente E. Montes, con fecha octubre hizo saber que: "Habiendo dispuesto la Superioridad, a pedido del que suscribe, que la Jefatura del Puerto Militar ejerza la policía de la playa entre este puerto y las Baterías en toda la región de jurisdicción nacional, se hace saber que toda persona que se crea con derechos a ejercer algún comercio o industria en dicha región, debe presentar a esta jefatura los títulos que le acrediten este derecho, pues desde esta fecha se prohibirá todo aquello que no haya sido autorizado o ratificado”. Entre lo prohibido figuraba la extracción de arena de la playa. *** El 30 de noviembre, el delegado municipal de Punta Alta señor Eduardo M. Zelaya, dio curso a una nota en que el vecindario pedía la nivelación de las calles y la construcción de cordones en las aceras. *** El día 17 de diciembre se inauguró el servicio del Ferro Carril Rosario a Puerto Belgrano.
AÑO 1911
*** El día 3 de febrero, el concejal Linares propone que se cree en Punta Alta una comisión vecinal administradora y de fomento. *** El señor Francisco de la Fuente tramitó la venta, el 21 de febrero, de una fracción de tierra lindante con Puerto Militar, operación que se elevaba a la fantástica cantidad de pesos 1.200.000, y aparecía como comprador el señor Antonio Sanguinetti.
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*** La primera escuela de la Ley Láinez fundada en Punta Alta, la 99, empezó la inscripción en marzo de l911, siendo su directora la señorita Esther Crisce. La creación de la escuela se debió en buena parte a los empeños puestas por el vecino señor Nicolás Pichel. *** El 21 de marzo el intendente doctor Valentín Vergara visitó a Punta Alta y ordenó que el ingeniero señor Delpech y el agrimensor señor Barbieri levantaran el plano de nivelación del pueblo y establecieran la línea de edificación. El jefe del Arsenal coronel Montes, ofreció al intendente la donación de 20.000 plantas con destino al arbolado de la plaza y las calles de la población. *** En el día 6 de mayo de 1911, la empresa del Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano ofrece en venta el muelle que tenia en construcción dentro de la zona militar, comprometiéndose a construir otro similar en Arroyo Pareja.
Señor Salvador Abbate
El matrimonio Abate-Sansón.
El apellido Abbate se ha distinguido en Punta Alta en el ramo de la construcción, siendo muchas las propiedades que se han diseñado y edificado bajo los planos y vigilancia de los señores Abbate, así del padre como del hijo. El señor Salvador Abate, que tiene su escritorio en la calle San Martín 477, nació el día 6 de mayo de 1919 en Schenetady, Estados Unidos de N. América, donde residían sus padres, el señor José Abbate y su esposa señora Maria Capellano, matrimonio que desde Italia se había dirigido a los Estados Unidos como tantos de sus compatriotas, en procure de más propicios campos de actividad.
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Poco después del nacimiento del hijo Salvador, el matrimonio regresó a Italia, y tras de una residencia de cinco años en su patria, en el año 1925 resolvieron nuevamente cruzar el Atlántico, pero esta vez en dirección al sur, y llegaron a la Argentina. Ya en el país, estando en proceso de febril actividad la zona de Punta Alta, el señor Abbate se radicó en nuestra localidad, iniciándose en los trabajos de albañilería y construcciones. Pueblo el nuestro que surgió de la nada a su actual esplendor en poco tiempo, necesitaba de muchas mano obreras que levantaran viviendas y los baldíos fueron poblándose de casas y edificios, simples y carentes de comodidades los primeros, más complicados y costosos los últimos. Los albañiles tuvieron que evolucionar a la par de las ideas modernas en materia de construcciones y fue así como el hijo del señor Abbate, Salvador, se inició en el estudio de los rudimentos necesarios para tal arte.
Algunos edificios realizados por la firma contructora.
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Ya con los conocimientos necesarios en arquitectura, dibujo y construcción, se matriculó como profesional en la Municipalidad de Bahía Blanca y empezó a desempeñarse en el ramo en nuestra localidad . El señor Abbate, que es un experto conocedor de su trabajo, se dedica también a la preparación de planos, proyectos y presupuestos para toda clase de edificios, ya sean de planta baja o de varios pisos. Durante la actuación de los señores Abbate, padre e hijo, se han levantado en Punta Alta innúmeros edificios, de algunos de los cuales insertamos como ilustración la fotografía del frente. Se destacan entre otras residencias, las propiedades construidas para los señores: Juan Pugliesse, Ángel Munafó, Pedro Marcelli, Alberto Perret, Ventura Rosales, etc.
El señor Salvador Abbate contrajo matrimonio el día 27 de abril de 1940, con doña Carmen Sansón, nacida en Baterías, e hija del señor Miguel Sansón y de su esposa doña Ana Nardulla. Como proyectista, el señor Abbate se especializa en la preparación de planos de residencias modernas, las que se distinguen por unas fachadas armoniosas y sencillas, y unos interiores dotados de todas las exigencias para hacer agradable la estada en ellas.
“La Acción” COMPAÑÍA DE ÓMNIBUS
Relacionado con el transporte de pasajeros por medio de líneas de automotores, puede afirmarse que Punta Alta posee uno de los servicios más eficaces, bien organizados y constantes de todo el Sud de la Provincia de Buenos Aires. Dentro mismo del radio de Bahía Blanca, la compañía de ómnibus "La Acción" se destaca por la eficiencia de su organización y el cumplimiento estricto de los horarios, habiendo conseguido en los años que lleva de actuación, conquistar la confianza de las poblaciones de Bahía Blanca y Punta Alta. Los servicios del consorcio que nos ocupa, se iniciaron bajo los más promisorios auspicios el día 15 de octubre del año 1932, fecha en la cual fueron destinados al transporte de pasajeros en la línea Bahía Blanca - Punta Alta, seis coches automóviles. Del desarrollo de la citada empresa da buena cuenta el que en la actualidad tiene en permanente servicio en dicha línea 18 unidades,
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algunas de las cuales, como la que ilustra el grabado, son la última palabra en lo relativo a comodidad del pasajero, seguridad general y número de pasajeros que pueden transportar en cada viaje. El consorcio dueño de la compañía de ómnibus "La Acción", está dirigido y administrado por los socios señores León Virkel y Martín Urrionabarrenechea, los cuales han impulsado poderosamente el continuo progreso y eficacia pública de la compañía.
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Historia de Punta Alta X AÑO 1911
*** El 21 de mayo visitó a Punta Alta en su calidad de Intendente Municipal de Bahía Blanca, el doctor Valentín Vergara, quien frente a la desidia y abandono de las calles del pueblo, ordenó al jefe de la oficina técnica, ingeniero Jorge Delpech y al agrimensor señor Barbieri, que iniciaran de inmediato la nivelación y abovedamiento de las calles, dando al mismo tiempo la línea de edificación, lo que motivó que algunas construcciones quedaran fuera de línea. De inmediato se licitó la provisión de 12.000 metros de cordón de granito para las aceras. En este mismo mes se reúnen los vecinos de Punta Alta y acuerdan peticionar para que la . Municipalidad adoquine las calles Bernardo de Irigoyen, Rivadavia y Humberto 1o. *** El Gobierno Nacional por intermedio del Ministerio de Marina, acuerda adquirir el muelle del Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano, el día 6 de junio de 1911. *** En la sesión del Concejo Deliberante celebrada el día 23 de junio, tiene entrada una solicitud de los señores A. Parcus y Cía., pidiendo autorización para explotar una usina eléctrica en Punta Alta.
Monseñor Terrero y comitiva, visitando la residencia de señor Romero Ferrandi.
*** En la misma sesión, los señores Martelli y Belli, solicitan se les conceda una concesión por espacio de veinte años para instalar un tranvía a vapor, desde Puerto Militar a Punta Alta y Villa General Arias, la subdivisión de cuyos terrenos solicitan también con destino a la fundación de una villa. *** El contrato para la construcción de un nuevo puerto de aguas hondas en Arroyo Pareja, es firmado el día 27 de julio de 1911. *** En el mes de julio se colocaron las placas de nomenclatura y numeración en las calles de Punta Alta.
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*** Los trabajos para el nuevo dique de carena se iniciaron el día 25 de julio. *** El día 26 de julio se firmó el contrato de concesión del puerto de Arroyo Pareja, entre el Poder Ejecutivo y el ingeniero Abel J. Pagnard. Existía el propósito de designar al nuevo puerto con el nombre de Atlántida. *** La primera oficina de enrolamiento en Punta Alta inició sus tareas el día 14 de septiembre.
Inauguración del edificio conocido por "El Catillo".
*** En su sesión del 23 de septiembre, el Concejo Deliberante acordó la concesión a los señores A. Parcus y Cía. para instalar una usina eléctrica en Punta Alta, y a los señores Martelli y Belli para construir y explotar una línea económica de tranvías entre Puerto Militar, Punta Alta y Villa General Arias. *** El 3 de diciembre de 1911 el señor Carlos A. Pronsato remató 140 lotes de terreno de la subdivisión de la quinta 7, con frentes a la plaza General Belgrano y estación Almirante Solier. Se vendieron 84 lotes, consiguiendo un promedio de pesos 4.31 la vara cuadrada. El precio superior lo marcó el lote 32 de la manzana B. con 11 pesos la vara. E1 total de la venta llegó a 203.744.50 pesos.
AÑO 1912
*** El 25 de enero la Intendencia Municipal expide un decreto ordenando que toda nueva construcción a erigirse en Punta Alta, debía sujetarse al plano general de línea y nivel dado por la oficina técnica. *** El 23 de febrero se cargó el primer vapor con cereales en el muelle del Puerto Comercial de Puerto Militar. Fue cargado por la casa exportadora Bunge y Born, siendo el nombre del buque "Fernand". *** El Concejo Deliberante en su sesión del 17 de mayo, trata la solicitud elevada por el vecindario de Punta Alta, pidiendo la pavimentación con adoquines de granito de 16 cuadras del pueblo. *** En su sesión del 1o. de junio el Concejo Deliberante aprueba una ordenanza cuyo articulo 1o. establece: "Decláranse extensivas al pueblo de Punta Alta, dentro del perímetro formado por las calles Colón, Bartolomé Mitre, Murature y Urquiza, las disposiciones de la Ordenanza general de afirmados del 4 de diciembre de 1908".
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Vistas de las baterías.
*** El 14 de este mismo mes, se inician las obras del Puerto Pagnard (Arroyo Pareja). *** El domingo 8 de junio, el rematador señor Carlos A. Pronsato, vendió en lotes las manzanas 16 y 7 de Punta Alta. La primera está formada por las calles Urquiza, Rosales, 25 de Mayo y J. J. Passo. La segunda está circunscripta por las calles Rosales, Alberdi, Murature y Brown. Damos a continuación la nómina de compradores y el precio pagado por metro cuadrado de terreno: MANZANA 16: Pesos Ángel y A. J. Giandana ............ 8.76 Juan del Valle ......................... 13.16 Eduvigis I. de Campo ............... 6.07 Antonio Puga .......................... 5.81 Juan A. Massa ........................ 6.07 Higinia Massa ......................... 6.07 Doctor Ángel Brian ...…............ 8.10 N. de Tomaso ......................... 7.26 Domingo Jorgevich .................. 6.86 Rafael Garifalo ........................ 6.77 Vitalini Venafi ......................... 7.11 B. Prada ................................ 8.10 Juan B. Assosagaray ............. 13.76 Manuel P. Tobia ..................... 5.44 Pedro B. Colombo ................. 10.90 Juan Lusantos ....................... 9.10 Antonio Merenti ..................... 6.16 Pedro Sato ........................... 9.30 Francisco García ................... 9.30 Eugenio Nogueira .................. 9.30 Total vendido en la manzana número 16, pesos 89.940 m\n.. a un promedio de $ 7.12 el metro cuadrado.
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Vista general de Puerto Militar Belgrano en 1905.
MANZANA 7: Pesos Juan Catany ............................ 7.75 Luis Laime .............................. 7.20 Enrique Stortoni ....................... 6.10 J. García ................................. 5.40 Miguel Alabreu ........................ 5.00 Pedro M. Segovia .................... 4.75 S. Boneti ................................ 6.40 Bartolomé Veñi ....................... 7.50 Francisco Stortoni ................... 8.20 Antonio Del Piero .................... 9.00 E. R. de Miguel ....................... 6.50 Olga Peters .......….................. 5.40 Jorge Vera ...........…………...... 7.00 Enrique Massini ...................... 6.10 Juan B. Assosagaray .............. 10.20 Mateo Moscone ...................... 6.80 Juan Canteriño ........................ 5.10 Antonio F. Cerutti .................... 5.50 Miguel Senosky ...................... 6.50 Gabriel Blanck ........................ 7.60 Francisco Galán ..................... 8.20 Luciano Locola ....................... 6.30 Francisco Paoletti ................... 5.60 Juan D. Lucero ....................... 5.10 Nicolás M. Marcalain .............. 5.90 Alejandro Ostolani .................. 6.50 Jesé Asemberg ...................... 7.90
Total vendido en la manzana número 7, pesos 89.060 m\n . a un promedio de $ 6.11 por metro cuadrado. *** El día 4 de octubre se da entrada a una solicitud nueva de los señores Juan B. Torres y Cía. solicitando concesión por 20 años para establecer una usina eléctrica en Punta Alta. *** En la sesión del día 20 de diciembre se aprueba la concesión de un usina eléctrica a los señores Juan E Torres y Cía., por 20 años.
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Señor Aldo Stellino
El hermoso frente del nuevo edificio.
Con el nombre de "Cervecería y Bar Florida", el señor Aldo Stellino acaba de instalar en la calle Humberto 1º. numero 354, uno de los establecimientos mejor montados de nuestra ciudad, y que ha de convertirse rápidamente en sitio de reunión familiar Conocedor a fondo del negocio, el señor Stellino hizo reformar completamente el local que ocupa y lo amuebló de acuerdo a las nuevas tendencias de higiene, comodidad y estética, dándole al salón un atractivo y alegre aspecto, en consonancia con la excelencia del servicio y de las instalaciones, en las cuales se han empleado las máquinas más modernas. En la Cervecería y Bar Florida, además del despacho de bebidas, café, etc., se ha montado una bien atendida sección destinada al servicio de lunchs despedidas y demostraciones, así como al servicio de comidas frías, lo que sin duda alguna viene a llenar una necesidad en nuestro ambiente social.
Elegante y estético interior.
El señor Stellino nació en Italia, llegando a la Argentina en el año 1911. radicándose en Buenos Aires para, ya en el año 1937, venir a Puerto Belgrano. Sus condiciones y capacidad en el ramo de
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hoteles, ya demostradas en su actuación en la capital federal, hizo que fuera designado administrador del Hotel de Puerto Belgrano, cargo que desempeñó hasta el mes de mayo de 1941, abandonándolo para instalarse por su cuenta en Punta Alta. Eligió el lugar más céntrico que le fue posible hallar, y abrió la cervecería y bar Florida en la importante calle Humberto 1°. En sus actividades del establecimiento, es ampliamente secundado por su señora hermana, doña Carmen viuda de Macerano, que ha impreso al salón las huellas de su buen gusto y amabilidad. El señor Stellino se casó con doña Rosa Ferraris, y del matrimonio nacieron los hijos Leo y Claudio.
Señores Arrigoni y Pucci
Edificio ocupado por la familia Arrigoni y Pucci, en Punta Alta.
Los señores Guido Arrigoni y Lorenzo Pucci, fundaron en Bahía Blanca, por el año 1909, un taller mecánico dedicándose principalmente al ramo de bicicletas, entonces tan en auge como ahora. De Las bicicletas al automóvil no había más que un paso, y al introducirse este nuevo vehículo en la región, los señores Arrigoni y Pucci fueron unos de sus primeros impulsadores. En efecto, ya en 1910, cuando la empresa involucraba una serie de inconvenientes grandes, establecen una línea regular de transporte en automóvil desde Bahía Blanca al lejano Patagones. Ya iniciados en el comercio del automóvil, se dedicaron de lleno al mismo y de su casa han salido muchísimos de los vehículos que se colocaron en nuestra ciudad a través de tantos años, siendo representantes en la actualidad de los automóviles "Hudson" y "Willys-Americar". Para la debida atención y reparación de los coches, tiene la firma instalados modernos talleres en la calle Donado 70 al 74, ocupando el frente del edificio los salones de venta y exposición. En el año 1938 entraron a formar parte de la firma antiguos colaboradores de la casa, siendo ellos los señores: José Maria Torrea, Luis P. Dominella y Ulpiano R. Sánchez, formados en la tradición de actividad y cortesía que los señores Arrigoni y Pucci supieron inculcar a su empleados. La fotografía que insertamos corresponde a la agencia de Punta Alta, instalada en la calle Rosales 99, que está a cargo del señor Pedro González Blanco, que con su actuación y dinamismo ha sabido rodearse de generales simpatías en nuestra ciudad.
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ESTACIÓN DE SERVICIO
Y. P. F.
Vista general de la estación Y. P. F.
En la esquina que forma la Avenida Colón y la calle Rosales, o sea en uno de los lugares de mayor tránsito de Punta Alta, esta instalada la Estación de servicio "Y. P. F." de la cual acompañamos una fotografía en esta breve reseña. Diseñada la estación de acuerdo a las nuevas modalidades y exigencias del automovilismo, ocupa una amplia superficie y su estilo y edificación constituye un motivo estético para la ciudad, pues es mantenida continuamente en su más atractivo aspecto, prestándose a su cuidado una atención esmerada. Dotada de los elementos más eficientes en maquinarias de venta de esencia, engrase, lubrificación, limpieza, etc., la estación de servicio "Y. P. F.", ha logrado en poco tiempo atraer una numerosa clientela, no sólo de Punta Alta sino de Puerto Belgrano y la zona. El orden y la diligencia que en sus trabajos impera en la estación que nos ocupa, es resultado de las normas que impuso la dirección de la misma, normas que han sido eficazmente comprendidas y ejecutadas par un personal especializado y elegido, que cumple sus tareas con dedicación y entusiasmo. De esta mancomunidad de esfuerzos ha derivado la confianza de los automovilistas hacia la estación "Y. P. F." y de ahí su cada día mayor ascendiente y clientela en nuestra ciudad, donde gran cantidad de coches consumen los productos nacionales de yacimientos Petrolíferos Fiscales.
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Villa Arias Hermoso chalet en Villa General Arias.
Arroyo Pareja
Pescadores en Arroyo Pareja.
Villa del Mar Chalet en Villa del Mar. Chalet en Villa del Mar.
Chalet en el valneario Villa del Mar.
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Señor Antonio Nuñez
El señor Antonio Nuñez, esposa e hijos.
En la hermosa provincia española de Sevilla, nació el señor Antonio Nuñez el día 16 de marzo de 1890, siendo sus padres don José y doña Dolores González . En el año 1909 llegó el señor Nuñez directamente a Punta Alta, entonces en los orígenes de su desenvolvimiento edilicio, y se empleó en las obras del puerto militar, para más tarde iniciarse en la agricultura, en Puán. Nuevamente decidió regresar a Punta Alta, entrando en los servicios de la armada, como mayordomo, actuando en los buques “Pueyrredón”, “Garibaldi”,”Moreno” y otros, durante siete años consecutivos, hasta el año 1916. Fue en esta época que se hizo cargo de la cantina del "Garibaldi", la que tuvo hasta 1920, para luego seguir con negocio similar en la base naval. En el año 1925 decidió arrendar campo, haciéndolo con una superficie de trescientas hectáreas en Paso Mayor, que dedicó a ganadería y agricultura durante cinco años. Adquirió tierra propia en el año 1936, en el cuartel 8, parte del establecimiento "La Carolina", consistente en 600 hectáreas, parte de las cuales explota directamente. Se casó el señor Nuñez en el año 1919, en Punta Alta, con doña Micaela García, naciendo del matrimonio los hijos: Antonio, Enrique y Camelia. El señor Nuñez ha sido y es uno de los socios destacados de la Sociedad Española, habiendo desempeñado cargos en la comisión directiva entre ellos los de presidente y vice. Estaba al frente de la benemérita institución, cuando se resolvió la refacción del local social, levantando las instalaciones nuevas, cuya fachada es un motivo de orgullo edilicio para Punta Alta. Muchas de las iniciativas sociales y económicas de nuestra población han contado al señor Nuñez como uno de sus entusiastas y decididos colaboradores.
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Señor FELIPE RUBIO
El señor Felipe Rubio, rodeado de su familia.
En la esquina que forman las calles Urquiza y Buchardo, tiene instalada su casa de comercio, en los ramos de almacén, bazar, forrajes, etc., el señor Felipe Rubio, de larga actuación en nuestra ciudad, ya que llegó a Punta Alta por el año 1921. Nació el señor Rubio el día 11 de abril de 1897 en León, España, siendo sus padres don Manuel y doña Fermina Gutiérrez. Llegado a la Argentina, se radicó en Punta Alta ocupándose en las tareas del comercio hasta el año 1928. Fue en esta fecha que decidió independizarse lo que puso en práctica instalando un comercio de almacén en la esquina de 25 de Mayo y Rivadavia, negocio que mantuvo por espacio de unos dos años.
Local que ocupa el negocio.
En el año 1930 resolvió trasladarse al local que ocupa actualmente adquiriendo previamente la propiedad y efectuando en la misma las ampliaciones y refacciones necesarias para instalar su negocio y además para vivienda familiar. Debido a que el señor Rubio, secundado diligentemente por su señora esposa, atiende directamente el giro de su casa, ha conseguido rodearse de una nutrida clientela, tanto en Punta
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Alta misma como en la zona portuaria, clientela con la que se ha mantenido en continuo contacto por muchos años. El señor Felipe Rubio contrajo enlace el día 27 de noviembre del año 1926, con doña Leonila Álvarez, hija de don Anastasio Álvarez y doña Rosa Rubio. Del matrimonio aludido nacieron los siguientes hijos: José Oscar, Elba e Irma, todos ellos nacidos en Punta Alta.
Señor Inocencio Mezquita
Señor Inocencio Mezquita El señor Inocencio Mezquita, radicado desde largos años en Punta Alta, constituye un ejemplo palpable de las perspectivas de progreso que ofrece nuestro país a las personas de temperamento emprendedor y decidido, que saben sobreponerse a todas las vicisitudes y obstáculos sin desmoralizarse y puesta la mirada en una clara finalidad. El señor Mezquita que se inició en Punta Alta corno un jornalero, ha llegado a crear una industria rural de vastas proporciones lo que le permitió labrarse una posición desahogada y cómoda, sin que jamás olvidara par eso sus principios trabajosos. Al contrario, ha sabido inculcar en sus descendientes el mismo amor a la actividad y al trabajo, como la base más segura de vencer en la lucha por la vida. Nació el señor Mezquita en el pueblo de Carvajales de Alba, en la provincia de Zamora, el día 28 de julio de 1876, siendo hijo de don Manuel Mezquita y de doña Andrea Olivera. Una vez casado, en procura de un horizonte más promisor, se embarcó rumbo a nuestras playas, tierras de esperanza en que tantos españoles habían logrado forjarse una fortuna. Llegó a Punta Alta el día 4 de noviembre de 1907, o sea en los principios de nuestra ciudad, cuando recién el pueblo estaba tomando forma y denunciando lo que sería más adelante, debido sobre todo al esfuerzo de emprendedores vecinos. Se colocó el señor Mezquita como trabajador en el campo “La Aurora” del señor Ignacio Goñi. Cerca de un año estuvo allí y otro tiempo igual con don Manuel Prada. El temperamento del señor Mezquita no era para seguir como subordinado de nadie, y ya conociendo las características de la población, intento su independencia, iniciándose el 15 de septiembre de 1909, con un modesto reparto de leche en el pueblo. Para cumplir las exigencias de exigua clientela, le bastaban unos diez litros de leche, que adquiría en los tambos ajenos.
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Un grupo familiar interesante, del señor Inocencio Mezquita y los suyos, sacada en el año l917.
Pronto aumentó su reparto debido a la atención esmerada que ponía en servir a los clientes. La ampliación de la demanda hizo que se decidiera a instalar un tambo propio. Adquirió las primeras vacas en el año 1910, en el mes de junio, y las colocó en pastoreo en el campo de "La Margarita". Tres años más tarde, en 1913 ya se decidió a arrendar campo directamente, haciéndolo con una superficie de 100 hectáreas en el campo de Bustillo, arrendándolo por espacio de unos cinco años. Como tanto la venta de leche como el número de animales iba en continuo aumento, agrandó la fracción que tenía, y en 1917 ocupó en "La Nueva Bahía Blanca“ una superficie de 145 hectáreas que sigue explotando en la actualidad . Ya en posesión de los ahorros necesarios, frutos de su economía y laboriosidad, el señor Mezquita compró campo por primera vez en el año 1926, adquiriendo una fracción que puso en venta la " Guatraché Land” cerca del actual Harding Green. La cantidad de hectáreas adquiridas sumo 442 de las que más adelante traspasó casi la mitad al Gobierno Nacional. En efecto, cuando se trató de la instalación del aerodro mo "Comandante Espora", como base ad-
Amplio edificio para renta.
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yacente a la aviación de Puerto Belgrano, por su altitud e inmejorable ubicación fueron elegidas las tierras cercanas a Harding Green, siéndole compradas al señor Mezquita 200 hectáreas de campo.
Señora María Fuentes de Mezquita.
Los negocios del tambo, con el correr de los años, resultaron insuficientes para las actividades e iniciativa del señor Mezquita, y por lo demás fueron pasándolo a manos de los hijos, hechos en el mismo yunque de laboriosidad. Fue en tales circunstancias que al señor Mezquita actuó en el negocio de compra vena de hacienda vacuna y cría de la misma. Tras una vida de ardua labor, el señor Mezquita resolvió levantar en Puna Alta una casa habitación, moderna, lo que hizo en la calle Bernardo de Irigoyen 433, donde reside con sus familiares.
Señor Jose Mezquita. Señor Angel Mezquita.
Espíritu de amplia visión y enamorado del porvenir de Punta Alta, el señor Mezquita no titubeo en invertir en bienes raíces parte de sus caudales, adquiridos par lo demás en la misma población, y edificó y compró distintos edificios de renta, de algunos de los cuales insertamos en estas páginas la fotografía del frente. El señor Mezquita se casó en segundas nupcias el día 16 de enero de 1902 en Carvajales de Alba, con doña Maria Fuentes, que llegó a la Argentina para reunirse con su esposo, dos años más tarde que él, o sea en 1909 . Desde entonces compartió con el señor Mezquita todos sus trabajos y triunfos, formando una numerosa familia.
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Señor Manuel Mezquita.
Señor Manuel Mezquita.
Del primer matrimonio del señor Mezquita existe la hija existe la hija María Cruz casada con el señor José Gervás, y del segundo, los hijos que siguen: José, casado con doña Inés Pastor; Ángel, casado con doña Josefa García; Manuel, casado con doña Rosario Bara; Ramón, Francisco, Antonio, Ricardo, Pedro, Maria y Nicolasa.
Señor Antonio Mezquita.
Los hijos varones, al tiempo que se hallaban capacitados para ello, fueron encaminados a sus propios negocios y a su independencia y es así que, aunque bajo la vigilancia y experiencia del padre, coda uno de ellos sigue su propia senda de laboriosidad. Como se ve par los hechos expuestos, la personalidad del señor Mezquita, es un ejemplo de lo que puede hacer una persona cuando se propone aplicar todas sus energías a un fin determinado, y demuestra que estuvo en lo cierto cuando, allá en España, decidió cruzar el Atlántico para labrarse entre nosotros una posición. El señor Mezquita, aunque sin participar abiertamente en ellas, ha sido un cooperador constante de cuanta iniciativa provechosa para Punta Alta tuvo efecto desde su ya larga actuación en la localidad.
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Propiedad cĂŠntrica , destinada a locales comerciales.
Punta Alta ArquitectĂłnica
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Señor Santos Rodríguez
El señor Santos Rodríguez, su señora esposa e hijos.
El señor Santos Rodríguez, espíritu emprendedor y dinámico, tiene instalado un moderno taller de carpintería en la calle Urquiza Nro. 732, el que dirige y atiende personalmente. Es nuestro biografiado, uno de los hijos de don Marcelo Rodríguez, y doña Eulogia Nieto, y nació en Val de la Casa. provincia de Salamanca, España, el día 15 de agosto de 1906, y reside en nuestro país desde el año 1925. Su padre, don Marcelo, residía en Punta Alta desde el año 1912, y durante un viaje realizado a España resolvió regresar junto con la familia para radicarse ya definitivamente en la Argentina. Ya de vuelta, entró a emplearse en el cuerpo de policía de Puerto Belgrano, pasando luego a prestar servicios en la policía bonaerense en la comisaría de Punta Alta, donde lleva largos años cumpliendo honesta y puntualmente con sus deberes, lo que le ha valido el aprecio de la población y de sus superiores.
Don Marcelo Rogríguez y su señora Eulogia Nieto.
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El señor Santos Rodríguez, que había aprendido con dedicación el oficio de carpintero, lo ejerció primeramente en la ciudad de Tres Arroyos durante un tiempo, para entrar luego en uno de los primeros talleres establecidos en Punta Alta, para trabajar la madera, el del señor José Gennari, en cuya casa actuó como oficial por espacio de siete años. Teniendo el señor Santos ideas y propósitos de progreso, cuando se sintió capacitado para ello, decidió independizarse lo que hizo en el año 1932, instalando un taller propio de carpintería, dotándolo de las maquinarias necesarias para un mejor y más rápido trabajo.
Casa de familia y local donde está instalada la carpintería.
Adquirió el local necesario para montar el taller, y al frente edificó una hermosa y amplia casa para habitación de la familia, de la cual publicamos una vista. También reproducimos la fotografía del edificio que actualmente tiene en construcción en la Ciudad Atlántida, lo que pone de manifiesto el ánimo progresista del señor Rodríguez que invierte en propiedades sus recursos. Cumplidor y hábil en los trabajos de carpintería, a él se le deben muchas obras ejecutadas en Punta Alta, en lo relativo a la industria de la construcción.
Interior de la carpintería.
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Pero no sólo se dedica a la obra blanca, sino que el señor Rodríguez es un concienzudo fabricante de muebles por encargo, y además un experto instalador de negocios, estanterías, vitrinas, mostradores, etc, debiéndose a el muchas decoraciones de Punta Alta, entre ellas las de la zapatería "Amarillo", panadería "Baliño", y otras muchas. Contrajo enlace el señor Santos Rodríguez, en Punta Alta, el día 7 de septiembre de 1935, siendo su esposa doña Maria C. Rallo, hija de don Juan y doña Josefa Martínez, ambos españoles y antiguos y apreciados pobladores de Punta Alta. Del joven matrimonio nacieron Los hijos: Walter Gilberto. el día 15 de agosto de 1937 y Marcelo el día 28 de marzo de 1939.
Edificio actualmente en construcción en Ciudad Atlántida.
Club Rosario
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Paisajes de la zona
Vista panorรกmica del valle del Sauce Grande.
El paraje "Las Obscuras".
El Asilo de Calderรณn.
Club Sporting.
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Señor Rafael Nicoliche
Señor Rafael Nicoliche.
Con el nombre de "Bar Player", el señor Nicoliche posee en Arroyo Pareja un hermoso bar y restauran, que no tan sólo es el iniciador de las actividades en aquella zona, sino también el mejor instalado al objeto. Nació el señor Nicoliche en el antiguo reino de Montenegro en el año 1888 y llegó a Punta Alta en el año 1912. Luego de actuar como empleado en la base naval, se instaló en la ciudad con negocio de fotografía, óptica y joyería en el año 1920, casa que mantuvo abierta en la calle Irigoyen por espacio de quince años.
Vista parcial del salón.
Viendo un porvenir con la afluencia de actividades en el puerto Arroyo Pareja, decidió trasladarse a aquella casi abandonada zona en el año 1937, empezando por abrir su casa y seguidamente haciendo levantar una serie de adecuados chalecito que destinó a renta los que desde el primer año contaron con inquilinos deseosos de instalarse cerca de la playa. El actual negocio, de cuyo exterior reproducimos una foto, fue inaugurado en 1939, habiéndose convertido en lugar de afluencia de viajeros, vecinos y camioneros que actúan en Arroyo Pareja, así como de familias de Bahía Blanca que acuden al hermoso paraje. Como una muestra del espíritu progresista que anima al señor Nicoliche, es suficiente decir que en estos momentos termina la construcción de una casa en la que instalará la primer panadería de A. Pareja, cuyo funcionamiento empezará dentro de poco. En cuanto a sus actividades sociales, han sido múltiples y variadas. Al señor Nicoliche se le reconoce como el iniciador de la hoy pujante Cooperativa Eléctrica de Punta Alta, habiendo dada su aporte material y moral a muchas instituciones y obras colectivas.
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Edificio donde está instalado el negocio.
Tocante a la zona de Arroyo Pareja, no ceja un momento en sus intervenciones ante las autoridades pertinentes, para conseguir para el pueblito en formación las comodidades necesarias, y a su actuación se debe en gran parte la traída de aguas corrientes, funcionamiento de la escuela y demás progresos que hoy exhibe Arroyo Pareja.
Señor Claudio Rodríguez
Señor Claudio Rodríguez y su familia.
Cajo la denominación de "La Deportiva", el señor Claudio Rodríguez tiene abierto un almacén en la calle Humberto 1o. número 37, teléfono 165. Es don Claudio un vecino antiguo de Punta Alta, ya que llegó a nuestra localidad en el transcurso del año 1914, habiéndose dedicado casi continuamente a la práctica del comercio. Nació en Valdelacasa, provincia de Salamanca, España, el día 30 de octubre de 1896 y es hijo de don Santiago y doña Venancia García. Llegó a la Argentina en 1914 y actuó en un negocio de restauran por espacio de seis años. en Punta Alta. Entró luego en la casa del señor Félix Merino, estando en ella como empleado durante ocho años. Fue en el año 1934 que instaló el actual negocio de almacén en una casa de su propiedad, negocio que atiende personalmente y que ha logrado un amplio reparto.
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Se casó el señor Rodríguez el día 23 de mayo de 1925, en Punta Alta, con doña Rosa Pombo, hija de don Manuel y doña Silvana Islas. Del matrimonio nacieron los hijos: Alfredo y Ofelia Haydée.
Señor Luciano Pidal
Señor Luciano Pidal y su señora esposa.
Bon el título de "Aviación", tiene instalado un hotel en la céntrica calle Bernardo de Irigoyen 43 al 47, el señor Luciano Pidal que actúa en Punta Alta desde hace muchos años. Nació el señor Pidal en Gijón, Asturias, el 1 de marzo de 1889, siendo hijo de don Manuel y doña Isabel Morán. En el año 1908 llegó a Punta Alta, empleándose en el comercio por un tiempo. Luego dedicó sus actividades a la agricultura, arrendando una fracción de campo en La Carolina, hasta que, años más tarde, decidió nuevamente ejercer el comercio. Para ello, en el curso del año 1922, instaló el moderno negocio de hotel, al que bautizó con el nombre de "Aviación", y que pronto logró contar con las preferencias de una vasta clientela. Al frente del establecimiento permanece actualmente don Luciano secundado eficazmente por su señora esposa. Contrajo matrimonio el señor Pidal el día 31 de agosto de 1933, con doña Isabel Santiago, de cuya unión nació el hijo Armando, cuya fotografía aparece en la Galería Infantil. Don Luciano en sus años de Punta Alta formó parte de diversas instituciones comerciales y benéficas y presta su concurso para el progreso de nuestra ciudad a la que está ligado por una actividad de tantos años.
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Señor Emilio Cabrera
Grupo integrado por las familias de Cabrera. Bonacroso y Doval.
El señor Cabrera ha tenido a su cargo las tareas de fotógrafo del presente ALBUM, y a las mismas ha dedicado su mayor voluntad y su conocimiento del arte fotográfico. Es hijo el señor Emilio Cabrera del apreciado matrimonio formado por el señor Francisco Cabrera y doña Ana Sánchez, que se radicaron en Punta Alta por el año de 1909. Desempeñó don Francisco sus tareas en la base naval por muchos años, y a su espíritu cordial se debió que fuera altamente apreciado en Punta Alta, donde falleció hace años. Se recuerda todavía entre los que fueron sus amigos la verídica anécdota de que, al fallecer, un perrito que había cuidado siguió los restos al cementerio local, se instaló cerca del sepulcro y no se apartó jamás de allí, muriendo en el sitio, cerca de su amo, lo que constituye el más alto ejemplo de fidelidad que pueda concebirse. Después de actuar en diversas actividades, el señor Emilio Cabrera se dedicó al arte fotográfico alrededor del año 1928, abriendo un estudio fotográfico al que dedicó todas sus energías y cuidados, logrando rodearse de una asidua y numerosa clientela. Actualmente el estudio fotográfico está instalado en el céntrico local de la calle Bernardo de Irigoyen 18, teniendo el título de "Foto Ideal". Además de los trabajos de galería, aire libre, encargos, etc., la casa tiene anexado un laboratorio para revelaciones, copias y ampliaciones, donde los aficionados encuentran todas las facilidades necesarias para realzar sus trabajos. El señor Cabrera se casó el día 28 de marzo de 1934 en Punta Alta con doña Benigua Rodríguez, naciendo del matrimonio los hijos Nilda Norma y Emilio Oscar.
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ASPIRACIÓN Hasta aquí, el GRAN ALBUM DE PUNTA ALTA se ha limitado a reseñar hechos. Reales, concretos, exactos, verídicos. Se apartó de la hipérbole y de la fantasía. Como cuadra a una obra que se propone ser imparcial, descriptiva y veraz . En Las propias biografías de los pobladores, verdaderos factores del progreso local, ha sido parco en adjetivos encomiásticos, porque entiende que si elogios merecen las personas, ellos deben derivarse de los hechos por las mismas realizados. Cosa igual sucede con las instituciones. A través de las páginas del GRAN ALBUM DE PUNTA ALTA, quedan expuestos una cantidad de factores que han coadyuvado a la formación espiritual y material de la ciudad. Se han reproducido, originales los más, copiados otros, infinidad de datos históricos sobre la fundación y desenvolvimiento de Punta Alta. Del examen de todos esos factores puede extraerse una lógica y justa apreciación para establecer la parte que a cada cual le cupo en el desenvolvimiento prodigioso de Punta Alta, hasta llegar a lo que actualmente es. Pero, las ciudades como los individuos no pueden vivir únicamente de pasado y presente. Necesitan proyectarse sobre el futuro, porque sólo en él, en lo que vendrá, prosigue la existencia. Ya que el presente muere en el instante mismo en que se vive. Por lo tanto, el GRAN ALBUM DE PUNTA ALTA, pone término aquí a lo real para ocuparse un poco de la ilusión. Esta, en lo tocante a gran parte de la Población de Punta Alta, está encerrada, momentáneamente, en una aspiración: conseguir la autonomía municipal. El desenvolvimiento rápido de Punta Alta ha creado problemas de carácter comunal y urbano, que esperan y necesitan adecuadas soluciones. Entienden los propulsores de la autonomía que nadie más capacitado para resolverlos que los propios habitantes de la ciudad. Que, tanto en potencia económica como en población, ha llegado, hace tiempo, a su mayoría de edad. Esta, pues, en situación de emanciparse y administrar sus intereses como mayor convenga al bienestar colectivo. Campañas populares, políticas y periodísticas se han emprendido en procura de tal finalidad. El tema apasionó en ciertas épocas a distintos sectores de la opinión y ha tenido y tiene fervientes sostenedores y acérrimos opositores. El tiempo dirá de qué lado se inclinará la solución. Por de pronto es una aspiración de Punta Alta que tiene la virtud de aglutinar los pensamientos y las ideologías en vista a una emancipación política que permita a Punta Alta gobernarse por sí misma. Posiblemente, tarde o temprano, por imperio de las circunstancias, llegue la descentralización y se convierta Punta Alta en cabeza de un nuevo Partido bonaerense. Mientras se espera, es altamente satisfactorio que Punta Alta tenga una inquietud de este cariz. Porque las ilusiones mantienen encendida la antorcha de las esperanzas y las aspiraciones comunes son las que impulsan, en grado sumo, el progreso de las colectividades humanas.
Señor Nazareno Trillini El importante taller metalúrgico de Punta Alta, "Arias", está actualmente bajo el exclusivo nombre del señor Nazareno Trillini, luego de muchos años de figurar como socio de la firma. Fue instalado el taller par el señor Luis Arias, hombre de amplia visión y de energías siempre renovadas, que en el año 1913 decidió dotar a Punta Alta de una casa de mecánica que pudiera realizar toda clase de trabajos par difíciles y de precisión que fueran. Así se montó el taller que a su sección de mecánica agregó más tarde la fundición, la herrería y la calderería. Fue tal el
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Familia Arias-Trillini. incremento y la prolijidad de los trabajos efectuados, que bien pronto la mayoría de las reparaciones de cascos de buques, calderas y motores, fueron encargados a la casa, que atiende actividades en todos los puertos de Bahía Blanca. El señor Trillini nació en Italia el día 12 de octubre de 1905, siendo hijo de don Constantino y doña Violante Santoni. A su más tierna edad fue llevado a Punta Alta, ya que ello ocurría en el año 1906. Su padre entró a trabajar en las obras militares. El año 1919 el señor Trillini entró de aprendiz en el taller del cual es ahora dueño, entrando a formar parte de la firma en el año 1932, constituyéndose la razón social Luis Arias y Compañía, que perduró hasta mediados del año actual.
Señor Luis Arias.
El señor Trillini, hábil mecánico, es muy requerido para realizar reparaciones en los buques que tocan los puertos bahienses, y bajo su dirección se han realizado y realizan trabajos de urgencia y de mecánica complicada. Contrajo enlace en Punta Alta en marzo de 1930, con doña Josefa Arias, y del joven matrimonio nacieron las hijas Gladys Noemí Y Mabel Irene.
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Señores Gaetani Hermanos
Señor Aquiles Gaetani.
Señor Alecio Gaetani.
Los señores Aquiles y Alecio Gaetani, trabajan en sociedad en Punta Alta, un horno de ladrillos, desde hace muchos años, ya que se instalaron en la localidad en el transcurso del año 1910. Estos industriales son de origen itálico, pues nacieron en Ascoli Piceno, siendo sus padres el señor José Gaetani y la señora Ángela De Pascuali. Dispuesto a labrarse un porvenir en el trabajo, en el año 1906 llegó al país el señor Aquiles Gaetani, dirigiéndose a Bahía Blanca donde se empleó como jornalero. Tres años más tarde, en 1909 llegó a su vez el señor Alecio, y ya conocedores ambos del ambiente en que debían actuar, se dirigieron a Punta Alta, en aquel entonces en plena fiebre de progreso y edificación. Ya en la localidad, instalaron de inmediato un horno de ladrillos en los terrenos de Ciudad Atlántida, y desde entonces han venido dedicando a su industria todos sus esfuerzos Además tienen otro hermano, señor Juan Gaetani, que también instaló un horno de ladrillos en Villa Regina, colonia del Alto Valle del Río Negro, de seguro y rápido porvenir. Los trabajos del horno, acarreo, etc., están dirigidos personalmente por ambos hermanos, los que en la unión han hallado el mejor sistema de progresar, siendo secundados en la fabricación de ladrillos por un personal numeroso.
Una vista del horno. Han contribuido también al progreso de Punta Alta, pues poseen algunos edificios lo mismo que una superficie de terreno en Ciudad Atlántida. Reproducimos las fotografías de los dos hermanos, y una vista de las instalaciones del horno de ladrillos.
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POBLADORES DESTACADOS
Señor José Patrignani.
Señora Natalina Semorile de Patrignani.
Es singularmente curioso el constatar como muchos de los primitivos pobladores, que, por una u otra razón, llegaron a la zona de Punta Alta en los albores de su fundación, se encariñaron de tal suerte con el ambiente y con la región que aquí terminaron par formar su hogar, siendo origen de los apellidos más apreciados y antiguos de la población. Aunque carente de toda atracción y hasta huérfana de las más elementales comodidades, la proyectada aldea de "Uribururía", empezó a contar con un núcleo de matrimonios, que abandonaron las facilidades de otros lugares, para edificar para sí la grandeza de Punta Alta.
Señor Romeo José Zanotti.
Señora Lucía Panales de Zanotti.
Si Los hombres llegaron atraídos por las facilidades del trabajo y del comercio, las mujeres vinieron a establecerse en medio de los médanos, para que el hombre permaneciera en el lugar. Levantar la casa propia y construir el hogar en algo parecido a un desierto arenoso, era la única manera de conseguir que el hombre no emigrara, una vez terminadas o reducidas las obras del puerto militar. Fué así en realidad, por el sacrificio y el aporte generoso de la mujer, de la madre y de la esposa que el trabajador se arraigó en la tierra y, en escasos años, levantó una hermosa y populosa ciudad.
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De Los primitivos matrimonios, unos desaparecieron en la muerte, y otros subsisten, pero todos ellos forman el grupo de los apellidos de Punta Alta que se recuerdan con cariño y admiración, porque ellos pusieron los cimientos de cuanto ahora existe.
Señor Salvador Brugaletta Mas de treinta años hace ya que reside en nuestro país el señor Salvador Brugaletta, ya que llegó a Buenos Aires en el año 1910, dispuesto a labrarse un porvenir a costa de laboriosidad e iniciativa. Nació el señor Brugaletta en Ragusa, el año l890 siendo sus padres don Carmelo y doña Ángela Chessari. Llegado a la capital Federal, se empleó en una fábrica de tejidos, y un año más tarde ya se dispuso a internarse en la provincia, dirigiéndose directamente a Punta Alta. Trabajo en las obras del dique militar y terminadas éstas, ya radicado en el lugar, entró como foguista en la armada, puesto que desempeñó escaso tiempo, ya que sus ilusiones eran independizarse, como lo hizo al adquirir un coche de alquiler que tuvo par unos seis años. Fué en el año 1920, que viendo una posibilidad de iniciarse con éxito en la industria, instaló en las tierras de Ciudad Atlántida su primer horno de ladrillos, y desde entonces perseveró en la fabricación de los mismos, siendo en la actualidad uno de los industriales que más producen en el citado renglón.
Una vista del horno en Ciudad Atlántida.
Además de estas actividades principales, ya que dispone para ello de los camiones y vehículos necesarios, practica también el transporte y acarreo de arena, pedregullo y otros materiales afines a la construcción. El señor Brugaletta reside en Punta Alta, habiendo hecho construir la casa sita en Alberdi 453 en el año 1935 y que ocupa con su familia. Además posee otras propiedades en la ciudad que destina a renta. Se casó don Salvador en Buenos Aires en el año 1911 con dona Margarita Battisti, existiendo los hijos: Carmelo, Juan, Ángela, Elena, Esperanza y Enrique, que está en la actualidad en la Escuela de Mecánica.
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PUERTO BELGRANO
Nuestra obra fue planeada con vistas a resaltar los progresos experimentados por Punta Alta y dejar gráficamente expresado en la forma más completa que nos resultara posible, su historia. Pero ya se sabe que Puerto Belgrano no puede estar ausente, aunque sea en forma sumaria, de cuanto se relacione con Punta Alta.
Sería redundancia repetir aquí tópicos ya divulgados sobre el tema, pero cabe expresar que si la una es consecuencia del otro, Puerto Belgrano y Punta Alta, son sin embargo dos entidades distintas y ajenas una a la otra. En efecto: Puerto Belgrano es esencialmente militar, Punta Alta puramente civil, sin que cambien para nada estos términos, ni la proximidad ni la vinculación
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familiar, afectiva y económica, entre ambas denominaciones geográficas, por lo cual hemos considerado ilustrativo publicar algunas vistas de Puerto Belgrano, aunque sólo sea a simple título de ilustración.
Puerto Belgrano, no es extrictamente hablando, una rígida base naval en que los barcos de la armada tengan su apostadero y las dependencias de la Marina hayan levantado cuarteles, talleres y arsenales con exclusión de todo lo que no sea militar.
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Es, también, una verdadera ciudad, en la que vive una población numerosa, formada por marinos y sus familiares. Una población con barrios residenciales modernísimos y amplios, jardines, avenidas, plazas y paseos, a cuyo cuidado se han dedicado siempre los mejores esfuerzos de los paisajistas.
Cuando el ingeniero Luiggi plantó los primeros árboles en Puerto Belgrano, para que alegraran algo la monotonía triste y pesada del lugar, no pudo adivinar con cuánta rapidez aquel páramo se convertiría en un vergel.
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Pocos, en nuestro propio paĂs, supusieron que encerrada en el perĂmetro de una dependencia militar, pudiera levantarse una ciudad jardĂn, porque esto es, en realidad, la zona que rodea las instalaciones navales y militares de la Primera Base Naval.
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Nada se ha omitido para hacer de Puerto Belgrano, un hermoso lugar de residencia para marinos y funcionarios.
Y cuando Los visitantes discurren por sus avenidas bordeadas de vegetación, espléndidos edificios y barrios majestuosos de chalets individuales, tan diferente a los severos cuarteles, les cuesta hacerse a la idea de que se encuentran en terreno militar, donde, según extendida creencia popular, no han de verse más que centinelas, armas y uniformes.
Es que, desde su fundación, Puerto Belgrano, el primer apostadero naval de nuestra República, no hizo más que seguir la tradición brillante de nuestras fuerzas armadas que es de absoluta compenetración con el pueblo y por ello levantó, al lado de un arsenal militar, una hermosa ciudad.
Y en un paraje, hace cuarenta años completamente inhóspito, nacieron dos ciudades: Puerto Belgrano y Punta Alta. Cada una de las cuales tiene sus propios horizontes, sus grandes finalidades y sus entusiastas propulsores.
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INSTITUCIONES
Frente del local de la Asociación Bomberos Voluntarios.
Admira en Punta Alta, al menos observador, la enorme cantidad de instituciones, sociedades, centros, círculos, mutualidades, que existen. Sería difícil hallar otra ciudad en que su número fuera tan elevado en relación a la cifra de sus habitantes y a sus posibilidades económicas. Hay épocas en que las veladas, festivales, bailes, funciones teatrales, romerías, kermesses, se multiplican en forma tal, que denuncian en el vecindario un espíritu de iniciativa y un afán de divertirse tan arraigado, que sólo puede comprenderse y más aún, sostenerse, en un ambiente
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donde reine la seguridad económica de los hogares y el deseo de expansión tras la provechosa labor.
Edificio que ocupa la sala de Primeros Auxilios de Punta Alta.
Es ahí, posiblemente, donde radique el origen de la mayoría de las instituciones sociales de Punta Alta. En que la población se compone de trabajadores. Los hogares de Punta Alta descansan sobre el producido del trabajo. Los que lo realizan aún, activamente, y los que gozan de una jubilación, pensión o retiro.
Sala de lectura de la Biblioteca Alberdi.
Provenientes todos los vecinos del noble campo del trabajo, en cada una de sus manifestaciones, particulares o del Estado, no existen castas ni clases privilegiadas. Ciudad nueva, donde la vida de relación ininterrumpida ha creado vínculos familiares y afectivos entre muchos de sus pobladores, nada más natural que procuren unirse, formando asociaciones de ayuda mutua,
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artísticas, culturales, deportivas, de defensa gremial, que pronto adquieren importancia y se suman al movimiento progresista local. Si por el monto y poderío social y financiero de las instituciones populares se mide, en gran parte, el adelanto social de un pueblo, no cabe duda que Punta Alta ha llegado a ocupar un lugar de preeminencia entre las poblaciones bonaerenses.
Edificio de la Sociedad Italiana.
Los hombres que actúan en las instituciones de Punta Alta, llevan al seno de las mismas su entusiasmo, su disciplina y sobre todo su capacidad de trabajo. De este trabajo que aprenden y practican desde su juventud. De este trabajo alegre y optimista, que ha hecho en unas décadas la grandeza de Punta Alta. De este trabajo sobre el cual, en definitiva, se asienta el progreso y la civilización.
FIN
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