A N A V A R A C A L A C N A R R A HOY Diversi¬ficar las maneras de comunicarnos ha sido un largo camino desde que arrancáramos nuestro andar hace poco más de 5 años, la búsqueda constante por escapar a los estereotipos de los medios comerciales de “información”, nos han llevado a reflexionar sobre la necesidad de consolidar otros formatos y otros lenguajes, que permitan mantener nuestra propuesta alternativa desde la autogestión, sin perder la seriedad y calidad que hemos buscado construir, en la cual la imagen, el arte, la música han empezado a ocupar espacios signi¬cativos al interior de nuestro proyecto. Hoy retomamos la manera en que los pueblos nómadas se desplazan desde hace siglos para entablar relaciones con otros pueblos y migrar hacia otros territorios; ponemos todos nuestros sentidos para atender a los animales que usan una forma colectiva para desplazarse en busca de alimentos y tierras, y sobre todo reconocemos y aprendemos de las ¬fiestas y alegrías que rodean a cientos de reclamos cotidianos de los pueblos que se lanzan a las calles para exigir condiciones de vida dignas. Retomamos esas formas de “viajar juntos” para proponer otras formas de mirar, leer e indagar nuestras realidades, nuestros pasados, nuestros futuros y los sueños cotidianos que se respiran en Colombia y América Latina. No compramos la idea de que sólo las grandes empresas mediáticas son capaces de Informar y proponer contenidos dignos de comunicar, nosotras le apostamos, desde El Rebelde medios alternativos, a compartir los colores que se respiran en las plazas de mercado, las cumbias, carrangas y currulaos, que se palpan en pueblos y montañas al escuchar los cuentos y leyendas, que efímeras son llevadas por los vientos y que humildemente andan entre los pasos ¬firmes de la gente. Le apostamos también a llevar desde los más inesperados rincones, los andares que se convierten en gritos de esperanza, que son combustible del motor de esta caravana diversa que se alista para andar, que está inquieta, con las ganas puestas y decidida a dar pasos continuos e incesantes.
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Libre Expresión Jorge Soda
Poema a camilo torres En un pequeño y largo viaje se quedo. En pos de la esperanza o de la muerte se fue, vaticinando su final. Un iluminado grito de justicia como eco entre el surco, la lluvia y el arado nos dejo. Fue semilla, con anhelo de ser árbol. No todos los sueños se esfuman; El eco de su grito aún persiste en el tímpano de la historia. Cualquier día se nace y en cualquier parte se muere, en horas de sol o cuando la nube llora su lluvia. Camilo, brillo fugaz, a través de ti, ¡La idea se hizo historia!
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Camilo Vive 50
Camilo Torres (Daniel Viglietti)
Donde cayó Camilo nació una cruz, pero no de madera sino de luz. Lo mataron cuando iba por su fusil, Camilo Torres muere para vivir. Cuentan que tras la bala se oyó una voz, era Dios que gritaba: Revolución! Revisar la sotana mi general, que en la guerrilla cabe un sacristán. Lo clavaron con balas en una cruz, lo llamaron bandido como a Jesús. Y cuando ellos bajaron por su fusil, se encontraron que el pueblo tiene cien mil cien mil Camilos prontos a combatir, Camilo Torres muere para vivir.
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apresuraste tu condena al choque de tu autenticidad contra parodias s贸lo te queda descansar en paz porque con t煤 ejemplo s贸lo nos llevas un paso adelante.
Ismael Chac贸n Berrio 4
Camilo Torres Restrepo
Trocaste la cruz por el fusil como acelerante de justicia en un mundo donde las religiones eternamente han sido concubinas del estado y delinquen a nombre de los dioses
PLEGARIA (ENTRE LA CRUZ Y LA VIDA) A la memoria de Camilo Torres Restrepo de Progreso y Democracia un inefable orden siniestro se maquina en la tierra feraz de mis ancestros la misma de tu siervo Camilo que revive en la memoria de tus hijos olvidados que hoy entierran sus muertos mientras rezan y te aguardan en su fe –qué más les queda- sobre sus huertos sembrados de cruces sin cuenta sin epitafios sin lápidas sin flores con la esperanza de no tener que ser los próximos elegidos por las balas o los inapelables combatientes por la Vida.
cuánto tiempo Señor sin tu presencia en nuestros campos dejados de tu mano cuántos seres huyendo bajo el fuego auspiciado por el imperio y su lacayo será que no escuchas el cotidiano clamor de tu piadoso pueblo al que el Mesías criollo que invoca tu nombre con frecuencia cotidiana sin pudor y sin rubor predica que la libertad es el libre cambio y la soberanía el armamentismo y la patria una bandera que flamea ante nuevos pródigos colonos que presurosos acuden al festín del expolio a la mansalva mientras postulan redimirnos el alma inconcebible de salvajes.
Ismael Chacón Berrio
¿será que al fin la justicia divina se aproxima o será que al fin la justicia humana se perfila? bajo el falaz espejismo de Seguridad de Justicia y Paz
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En un pequeño y largo viaje se quedó. En pos de la esperanza o de la muerte
ualquier día se nace Y en cualquier parte se muere, En horas de sol o cuando la nube
Se fue, vaticinando su final.
Llora su lluvia.
Un iluminado grito de justicia
Camilo, brillo fugaz,
Como eco entre el surco,
¡La idea se hizo historia!
La lluvia y el arado nos dejó.
a través de ti,
Fue semilla, con anhelo de ser árbol.
Por: Jorge Soda
No todos los sueños se esfuman; El eco de su grito aún persiste En el tímpano de la historia.
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Un epitafio que condensaba todo el pensamiento de un pueblo que por segunda vez había quedado huérfano, que por segunda vez había sido dolorosa y salvajemente herido, pero que ya había aprendido a pensar, a responsabilizarse por sus actos, a saber que la esperanza necesitaba un soporte de lucha, la lucha un soporte de perseverancia, la perseverancia un soporte de rebeldía y de soterrado y cotidiano trabajo. En la piedra, alguna mano campesina, alguna mano guerrillera, alguna mano colombiana, había escrito sencillamente
Camilo Torres Restrepo
Se puede matar al hombre. Pero nunca se podrá dar muerte a sus ideas. LA SIEMBRA DE CAMILO
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Los soldados (muchachos campesinos, muchachos del pueblo, muchachos colombianos) mataron a Camilo Torres, en una acci贸n desarrollada contra los guerrilleros (muchachos campesinos, muchachos del pueblo, muchachos colombianos).
camilo
Hay un solo responsable de este fratricidio: el sistema. Y una sola victima:
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Colombia. Contraportada de la novela La Siembra de Camilo de Fernando Soto Aparicio (1971)
Y ya Florentino Sierra sabía que Camilo continuaría vivo, que su muerte le garantizaba la inmortalidad, que no se perderían sus ideas,
(…) Porque Camilo, asesinado, era un reto a Colombia, a América, al mundo
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entero
Misa campal de Camilo Torres El cura bajo sus torres,
para la liberación
tuvo fe en la teología
de aquel cristo maniatado,
de la liberación, y un día
colectivo y explotado,
quiso al pueblo liberar
y explota chispas su voz.
con la justicia cristiana,
Pregonero de verdades
y empuñando su macana,
que están en el testamento.
armó su misa campal.
inició su movimiento
Como acholar de Lovaina
predicando su verdad en el burgo y en la villa y sembró su gran semilla en la mente comunal. La fe con acción se canta en las campanales misas, exponiendo las premisas bajo su luz teologal ante el Cristo de la era que al pueblo raso libera sin rezos, con sólo obrar.
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El cura frente a sus torres.
y desgarra su sotana
por su fervor, no fue rojo,
y fue un cruzado marcial
ni comunista al antojo
cargando su cruz a cuestas
del primate oscuro o gris.
y a la historia de sus gestas
Fue comunero en su lucha
yo las canto cual juglar.
justiciera, y quien lo escucha
Al ser rebelde lo acusa
escucha al Cristo en su lid.
como apóstata, la curia
Torre de torres armadas
por delatar la penuria
de hormigón y de escarlata
que se vive en el país
torres de oro y de plata,
y se toma la palabra
de conquista y heredad.
del Evangelio, y que se abra
Fray Justino escala gradas
la Biblia si no es así.
de las torres consagradas
Su voz define su credo
con su bandera social.
ante el líder doctrinario:
Desciende del altiplano
“Entre Marx y mi breviario,
aburguesado y ladino,
nos separa sólo Dios”
y se consagra al destino
y en el campo justiciero.
de Juan Pueblo, con su grey,
Cristo rojo fue el pionero
bajando a tierra bravía
de su gran revolución.
a extender la teología
Los poderes de la tierra
justiciera por doquier
son de Dios, no son feudales,
El cura se tira al monte
con sus trigos comunales,
con su evangélica diana
de comunión por la paz,
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y la sentencia es propicia:
Gloria al espíritu santo
“sin el pan de la justicia,
y al espíritu del viento
no se puede comulgar”.
que difunde el testamento,
Así predicaba el cura
del cura a la multitud.
en sus misas comunales
Gloria a Dios en las alturas
ante grandes gamonales,
y al Cristo sin ataduras,
terratenientes del sol
liberador con su cruz.
latifundido en sus llanos: “Si somos justos y hermanos, la patria es tierra de amor”. El cura se sube al monte del Gólgota con su cuita, allí muere y resucita predicándole a la grey como cristo comunero que le traza derrotero a la justicia con fe.
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En un pequeño y largo viaje se quedó. En pos de la esperanza o de la muerte Se fue, vaticinando su final. Un iluminado grito de justicia Como eco entre el surco, La lluvia y el arado nos dejó. Fue semilla, con anhelo de ser árbol. No todos los sueños se esfuman; El eco de su grito aún persiste En el tímpano de la historia.
Cualquier día se nace Y en cualquier parte se muere, En horas de sol o cuando la nube Llora su lluvia. Camilo, brillo fugaz, ¡La idea se hizo historia!
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a través de ti, Por: Jorge Soda
al expediente. Ayer mataron al padre Camilo. Inmediatamente le hicieron la autopsia,
Ayer mataron a Camilo.
¡Mas no pudieron encontrar
Cayó como una sombra
el nervio de su grito!
sobre la tierra dura.
Sus restos están sembrados bajo tierra,
Metralletas de odio perforaron su espalda,
mas no se pude revelar el sitio de su huesa,
mientras los buitres fraguaban
porque el gobierno teme que roben su
himeneos diabólicos.
cadáver
Ayer mataron a Camilo Torres.
y lo resuciten en un sindicato o en los laboratorios universitarios.
Cayó como un crepúsculo
Ayer mataron a Camilo.
sobre la negra tarde.
Los hombres comprenden
Bayonetas cobardes desgarraron su frente,
que aquí ya está de noche, y alumbran con su sangre vengadora
mientras los yanquis aplaudían
el rostro comunero
al general gerente.
el rostro guerrillero
Ayer mataron al cura guerrillero.
floreciendo infinitos en el alma del pueblo.
Cayó sin una lágrima
Ayer mataron a Camilo Torres. -Al menos así dice la noticia-.
y el sol se puso negó
Pero el pueblo sabe que Camilo no muere
detrás de campanas.
y esta surgiendo siempre
Como era imposible interrogar el cadáver,
como un camino nuevo, como una estrella siempre nueva
los señores militares
que ilumina la lucha con destellos certeros.
adjuntaron la declaración del fusil
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Y a Camilo, los informantes oficiales le decían bandolero, asaltante, asesino, traidor, usurpador, y ya muerto querían crucificarlo, cortarle la cabeza como a José Antonio Galán, echarlo de bruces sobre el pavimento como a Jorge Eliecer Gaitán, para que el pueblo se diera cuenta de quiénes eran los amos, de que su deber era trabajar, producir, obedecer, sufrir, callarse.
ADELANTE 14
Y ya Florentino Sierra sabía que Camilo continuaría vivo, que su muerte le garantizaba la inmortalidad, que no se perderían sus ideas, que seguirían comentándose, estudiándose (…) Porque Camilo, asesinado, era un reto a Colombia, a América, al mundo entero
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Terminó de pegar los carteles. Se limpio las manos en los pantalones hasta que le quedaron secas. Se inclinó para recoger el balde del engrudo, y cuando iba a echarse la escalera al hombro, lo vió en todo el centro del muro. Tal vez lo pego así por pura coincidencia; quizá subconscientemente, lo destacó sin que el mensaje que contenía el papel llegara a golpear su entendimiento. Pero lo cierto es que allí estaba, rodeado por otros avisos de muertes, de honras fúnebres, de conferencias, de productos lácteos, de protestas estudiantiles, de plataformas filosóficas o políticas, de consignas obreras, de incitaciones a la huelga, de amenazas del gobierno. Allí estaba el cartel, grande, blanco el fondo, con letras das.
negras, solemnes, como catedrales, enluta-
EL PADRE CAMILO TORRES HA MUERTO 16
Lo miró una vez, dos, cinco veces. Lo miró de lejos, de cerca, de más cerca. Y cuando comprendió que era verdad, cuando entendió que el cartel era como una boca blanca de dientes negros que gritaba, sintió como si todo a su alrededor se derrumbara; como si hubiera llegado el último día del mundo. “Camilo ha muerto”. “El padre Camilo ha muerto”, gritaban infinidad de voces perdidas en el aire frío de la madrugada. “Camilo ha muerto”, repetían de un lado a otro. Todas las voces se iban y volvían, y Florentino Sierra era el centro, era como un campanario del que partían los gritos y a donde los ecos regresaban para volver de nuevo hacia la ciudad, hacia el horizonte que agrandaba poco a poco el sol. Entonces, lo comprendió todo. Lo entendió con una repentina claridad brutal y dolorosa. Dejó caer la escalera, el tarro del engrudo, la brocha, y empezó también a gritar. -Camilo!, Camilo!, Camilo! –decía. –Camilo ha muerto! Han matado a Camilo! Asesinaron a Camilo! Y su voz iba precediéndolo y siguiéndolo como una inmensa bandera invisible que agitaba todo en torno suyo.
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Gritó Florentino Sierra y con él gritaron muchos, todos.
Gritaron sobre los surcos campesinos que veían de sol a sol como iba agonizando para ellos la esperanza. Y las mujeres que vivían amarradas a la resignación, con el alma llagada por todos los prejuicios que les legaron las generaciones caducas, con todos los temores que les infundieron los inquisidores y los mensajeros de las tinieblas. Y los niños que no tenían escuela, que vivían en la ciudad disputando a los perros los desperdicios en las canecas de basura y en el campo disputando a los bueyes el derecho a tirar arados. (…) Gritaron todos, alzaron roncas voces de protesta, angustia de pánico, de ira, llenaron las cales con su vocerío ensordecer, hicieron vacilar las viejas estructuras, despertaron de su mullido sueño a los amos del país, ahuyentaron a los tímidos y a los cobardes y a los fariseos. Gritaba Florentino, y Colombia gritaba, y el mundo, pasmado de estupor, estaba presenta coléricamente presente, asombradamente presente, incrédulo, porque se había cometido un crimen monstruoso, porque se había perpetrado un asesinato miserable.
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2 192
En Colombia los adjetivos y sobrenombres han sido el instrumento central de la prensa para marcar socialmente situaciones, lugares, personas, etc. Poca o nula participación tiene allí el análisis profundo y la opción por presentar varias aristas de una misma situación, Camilo Torres Restrepo es una muestra más de tan lamentable realidad, su encasillamiento como “cura guerrillero” ha oficiado como epitafio buscando impedir que hombres y mujeres, niños y viejas se acerquen a la experiencia profundamente humana de un hombre que hizo de su vida símbolo de esperanza para generaciones. El sacerdote, el político, el sociólogo, el académico, el Camilo humano han buscado que quede bajo la lápida del “cura guerrillero”, han tratado con la fuerza de la industria mediática y editorial hacer de estas dos palabras términos peyorativos en la experiencia de un hombre que sin abandonar su vocación sacerdotal optó por la lucha armada como camino para lograr un cambio profundo en la sociedad colombiana. A 50 años de su muerte apostamos por una mirada distinta de la vida del sacerdote quizá más influyente de la política nacional del siglo XX. Intentando abarcar sentires y pensamientos generados por su decisión irrevocable de buscar una Colombia más digna para las mayorías, recurrimos al arte que durante décadas ha encontrado en Camilo una fuente de inspiración o un símbolo digno de ser pintado, recitado, dibujado, fotografiado, esculpido, narrado o cantado. En las expresiones artísticas sin duda no podemos abarcar por completo una historia tan rica como la del hombre muerto en las montañas santandereanas en la década del 60, pero estamos convencidos (as) que es una arista imprescindible en el ejercicio necesario para nuestro país de comprender la dimensión de un hombre que hoy sigue inspirando a millones de hombres y mujeres en toda América Latina en el camino de su liberación. Allí esperamos tener la fortuna de reflejar al Camilo humano, al sacerdote que profesó el amor eficaz como premisa cristiana, al sociólogo que práctico una ciencia comprometida con las problemáticas sociales, al político que lideró grandes procesos de unidad entre colombianos organizados y colombianos no alienados bajo ninguna bandera partidaria, al guerrillero que con la sinceridad juvenil evitó cargos y comodidades para combatir hombro a hombro con campesinos y obreros en las montañas colombianas por alcanzar una sociedad más justa. Nuestro modesto aporte sólo pretende ser eco de las miles de voces y sonrisas que en los lugares más sufridos del territorio colombiano encuentran en Camilo la figura que
20 inspira sus luchas cotidianas.
Camilo 50 años A 50 años de la muerte en combate de nuestro querido Camilo, diferentes sectores y organizaciones recordamos su legado. Más allá de los estereotipos del cura guerrillero, y de las diferentes reflexiones que podrían existir por su mítica vida, queremos evocar aquello que nos deja a las y los jóvenes y a las luchas populares en América Latina. El amor eficaz como piedra angular en su pensamiento ha impregnado plazas, clases y barricadas con un profundo sentimiento por el prójimo: “éste amor, para que sea verdadero, tiene que buscar eficacia. Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado "la caridad", no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías”. Un amor distinto al que se nos ha enseñado, amor profundo por la humanidad, por construir un mundo diferente. El amor eficaz implica relacionarte diferente con tus pares, construir lazos de hermandad, sacrificar comodidades de la vida para la lucha, esa tan necesaria desde sus tiempos e imprescindible en los nuestros, la clave está en amar como iguales, como hermanos, no como si fueramos superiores, no amores verticales. Independientemente de su fuerte convicción cristiana, Camilo jamás creyó ser el responsable de llevar sobre sus hombros el destino de la revolución y la liberación de los pueblos, Camilo Torres era un apóstol con un mensaje y una idea clara, el amor al prójimo tenía que ser algo más que una frase dentro de las muchas que tienen las cartas de San Pablo y debía pasar a la realidad como una acción eficaz para que todas las personas pudieran vivir de la mejor manera. Por ello, Camilo tuvo en cuenta a todos los grupos de personas con las que pudo hablar, pues con su participación organizada, trabajando por un objetivo común en beneficio colectivo, sería posible tejer un sistema orientado realmente por el amor al prójimo. Echando mano de sus múltiples facetas invitó a todos y todas las que pudo a organizarse
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“Cumplir con el deber de amar al prójimo” entendiendo al prójimo como toda aquella persona que requiere de condiciones óptimas para vivir de manera digna. También les habló a los militares rasos, que creen defender una constitución que es irrespetada a diario, y una patria que no es más que el proyecto de vida de unos cuantos a costa de los demás ciudadanos. A los sindicalistas y desempleados se dirigió dándoles la misma importancia dentro de la lucha por una vida mejor, dejando de lado la concepción ortodoxa de la clase obrera como la llamada a construir la revolución. Para el Frente Unido todos y todas eran igual de importantes a la hora de construir la Colombia del pueblo, la de la clase popular. La teología de la liberación ha sido una corriente de pensamiento y de acción, que inspirada entre otros por el mensaje de Camilo anuda la política y la religión. De allí que Camilo se pregunte por las condiciones de explotación, miseria, hambre, discriminación o desempleo en la sociedad Colombiana. Para lo cual, como ya anotábamos, la caridad cristiana resulta insuficiente para atender las realidades vividas, por ello la importancia de proponer verdaderas acciones transformadoras, que no son directivas, se plantean con la comunidad, reconociendo el papel y potencialidad de las gentes y el compromiso y responsabilidad no sólo de la iglesia, sino de cualquier mortal. Éste revolcón que deja Camilo en el clero católico, altera profundamente la cultura colombiana, ya que una iglesia desde y para la comunidad, cuestiona y rompe la estructura jerárquica en el seno de dicha Para Camilo la revolución debía construirse con el pueblo organizado, contemplando plenamente su diversidad, sin la necesaria afiliación o militancia a un partido político, para él todos los inconformes con la situación del país eran indispensables para la conquista del poder por parte de la clase popular, para ello creó el Frente Unido del Pueblo como una plataforma que pretendía ser de carácter horizontal y cuyo fin era agrupar a todas las personas que quisieran un cambio drástico de la situación del país este proyecto resultó atractivo para muchas personas que se alejaron de la izquierda, por el gran sectarismo por el que pasaba ella en aquellos días.
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Por medio del Frente Unido, Camilo le extendió la invitación a todos los partidos políticos que consideraba revolucionarios para unirse en la lucha por la toma del poder y lograr así que las riquezas del país dejaran de estar en manos de una oligarquía que languidecía frente a los Estados Unidos, incapaz de ser actor para la liberación nacional de Colombia. Sin embargo, tras su muerte en combate, la embestida estatal contra el Frente Unido fue contundente, esto, sumado a discrepancias en su interior, produjo que dicho proyecto de unidad popular desapareciera, dejando a la izquierda colombiana en una situación nada fácil. Las lecciónes de Camilo sobre la organización y la unidad popular, son quizás el aporte más importante para la transformación de Colombia, sin embargo, cincuenta años después de su muerte, los pasos en esta dirección han sido bastante débiles. La ética y el método con los que se hace la política validan o invalidan cualquier programa, táctica y partido revolucionario por más acertados que sean, pues es en la lucha que se forjan el hombre y mujer nuevos. No basta hacer llamados a la unidad cuando significan “La unidad en torno a mi propuesta”, de nada sirve hablar por los sectores marginados cuando jamás se ha dialogado con ellos, de nada vale repetir lo mucho que Camilo hizo por los desposeídos de este país, cuando nosotros mismos hacemos oídos sordos a sus palabras, si actuamos así, será un santo más dentro del santoral de mártires de la izquierda, si hacemos de sus palabras mensaje y acción, será legado del pueblo, materia y potencia para su liberación.
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ARTE Vinilo sobre madera. Fernando Rojas. Auditorio CTR facultad derecho UN.
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ya! ya! Zerigrafia. Taller 4 Rojo. 1971. D.Arango-N.Zรกrate
Amor eficaz. Guache
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Homenaje a Camilo.Cuadro de Alejandro Obreg贸n.
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Universidad Distrital
27
Universidad Nacional de Colombia
MURALES
Universidad Distrital camiloen Ca
li. 2009
28
CAMILO TORRES
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Ilustraci贸n de Macondiana para Revista Camilo Simbolo
29
30
El malpensante ilustracion
COMIC-camilo-torres-pequeno. Mardoquea
bipartidismo-camilo-torres. Mardoquea.
31
CAMILO VIVE隆
Ilustraci贸n CTR en revista PLOMO ( Patria Libre o Morir) 4 sept.
32
Ilustraci贸n Camilo vive. Medell铆n
Camilo 50 a
単os de amo
r eficaz.ev ento UD. Co ng
reso de los P
33
ueblos
mural chile FPMR
34
35
Ilustraci贸n Ken Harshfield
Escultura a Camilo Torres del artista Roy PĂŠrez
V de la vĂctor ia Plaza del de scabezado
Oleo de Cadavid.
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Busto de Camilo torres en la Universidad del Valle
Diseño, Edición y Diagramación El Rebelde Medios Alternativos Avril Escobar Mejía Investigación
y recopilación
El Rebelde Medios Alternativos Ilustración de portada Lucas Rodriguez Ilustración de contraportada Ana Mardoquea
Año 1 No. 1 Marzo 2016 elrebelde.rb@gmail.com www.facebook/elrebeldema http://elrebeldemediosalternativos.blogspot.com.co