Ropajes p.2
Historia de Capetillo p.3
Feria Calle Niñxs p.4
Galería Guatíbiri celebra medio siglo de expresión artística
Durante cinco décadas
Rubén Darío Malavé
Rodríguezylagalería
Guatíbiri han sido baluarte de la cultura en lazonariopedrense.
Por: Vicente Toledo Rohena
Platicar con Rubén Darío Malavé Rodríguez es un viaje retrospectivo en el tiempo, que te va llevando hasta el presente y continúa por senderos de sacrificio, pasión y determinación. Es un andar colosal para un amante del arte y cultura que no se rinde ni entrega sus creencias: un Quijote desde muchos frentes y luchas.
La galería riopedrense Guatíbiri es un ícono artístico-cultural de la zona, que por 50 años ha marcado pautas de las expresiones en las bellas artes y ha visto desaparecer un gran número de negocios en el centro de Río Piedras, convirtiéndose en ejemplo de perseverancia, a pesar de las inclemencias económicas. Ha logrado reinventarse y proseguir la marcha sin sacrificar sus propuestas y propósito cultural.
Sentado en su escritorio, y con el deseo de entrar en una tertulia sin la más mínima prisa, Rubén Darío ofreció un viaje retrospectivo capaz de abarcar medio siglo de autogestión cultural.
“Un día decidí tener mi propio taller. Recuerdo que, a mis hijas y niños del vecindario, les entregaba papel de construcción y crayones para que hicieran sus obras de arte. Me disfrutaba pegarlas en las paredes porque parecía una galería infantil. Pensando en lo que deseaba desarrollar, me pregunté: ‘¿Por
qué no pongo una galería?’ Mientras, mi otro yo me contestó: ’Tú no sabes nada de eso’. Pero tampoco sabía nada de ebanistería y salí en un momento determinado a flote con ella. Pues, ¿dónde está el secreto? En donde pones la energía… hacia donde quieras llegar”, expresó el creador de Guatíbiri.
El empresario y gestor cultural recordó que siempre deseó que su galería estuviera cerca de la Universidad de Puerto Rico por la proximidad a los estudiantes y por el lado cultural. Tras insistir en ver un edificio abandonado, rápidamente quedó conquistado por el local, en especial por las losas del piso que le recordó a su crianza en Yauco, la cuna de su nacimiento. En ese espacio, desde el 23 de marzo de 1973, la galería Guatíbiri ha sido sede de expresión
artística que expone a quienes llegan hasta allí a la sensibilidad y la apreciación de las bellas artes.
Rodeado entre gigantes del arte puertorriqueño
“Una persona muy especial se enteró de que esto sería una galería, entró y se presentó…
Esa persona fue Antonio Martorell. Bajaba todos los miércoles a entregar ilustraciones a la Editorial Huracán, que quedaba frente a frente con la galería. Hicimos buena amistad y, cuando ya marchaba todo en la galería, me dijo: ‘Ve a la Escuela de Artes Plásticas y pregunta por los profesores Lorenzo Homar y José Alicea. Dile que vas de mi parte, háblale del proyecto y ellos te van a ayudar’”, recordó con entusiasmo. Precisamente, así fue. Recibió mucha ayuda. Para ese tiempo, estaba bien
de moda y pegado el grabado. Malavé Rodríguez señaló que Guatíbiri estuvo un periodo de 30 años aproximadamente en la onda del grabado. Dijeron presente estudiantes emergentes en el arte del grabado y artistas establecidos como Martorell, Carlos Raquel Rivera, Myrna Báez y Rafael Tufiño.
“Cuando viví en Nueva York, era un vagabundo de las galerías. Desde pequeño, con 12 años, en Yauco, había una escuelita de arte [Marichal] y mi hermana me enviaba $20 de Nueva York y estudiaba con Marichal. Fui adentrándome en el arte, pero nunca pensé involucrarme en el mundo del arte”, dijo Malavé Rodríguez, quien de joven ganó una beca para el Colegio de Mayagüez — en aquel momento Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas — donde estudió ingeniería. Posteriormente, forjó también estudios en la Universidad de Puerto Rico.
“Con mis ideas socialistas, fui creando conciencia. Necesitaba aprender de arte, rápido. Martorell me invitaba a su taller y fui aprendiendo con él. Tenía que saber sobre mi trabajo y me relacioné con los generales. De primera intención, no cobré comisión a los artistas. Mi pensamiento socialista no me lo permite. Lo que hice fue vivir de lo que hago, que es el enmarcado y laminado.
Compromiso con talento emergente El empresario realiza exposiciones de arte cada dos semanas, en las que enfatiza los nuevos talentos. “Las galerías comerciales ofrecen oportunidad al artista que creen que les va a dejar más comisión. En mi caso, no hay dinero envuelto. Todo el mundo tiene espacio”, señaló el también productor de conciertos y actividades culturales, quien manejó la carrera del inolvidable Daniel Santos durante los últimos años y llevó a José Luis Moneró al Festival de Bolero de Oro, en Cuba.
“Les consigo préstamos y becas a los jóvenes. Soy gestor, no dueño de galería… esto les pertenece a todos. Una galería al servicio del pueblo. Como no hay dinero envuelto, todos se convierten en aliados de Guatíbiri. Tengo muchos mecenas que cooperan conmigo por amor, pura relación. Eso ha hecho que la gente coopere con la galería”, concluyó Malavé Rodríguez.
enero 2023 a febrero 2023 / Núm. 20
¡Celebramos nuestra vigésima edición!
Rubén Darío Malavé Rodríguez frente a la exposición de 20 años de Matotumba, en la galería Guatíbiri, frente a la fundación Centro para Puerto Rico. Foto: Comité El Roble Río Piedras
Índice
Portada.... 1
Piénsalo.... 2
Nota editorial.... 2
Ropajes... 2
Historia de Capetillo.... 3
Fiesta Calle Niñxs.... 4
Piénsalo...
Nota editorial
con apoyo comunitario
Hacer techos bajo el sol caribeño es, sin duda, una tarea ardua. No obstante, más fuertes son las decenas de aprendices que solicitan trimestralmente al programa de entrenamiento de PRoTechos, una organización enfocada en la misión dual de capacitar personas que aprenden el oficio de la carpintería y brindan viviendas seguras de forma gratuita a familias en necesidad.
Por los pasados cinco años, PRoTechos ha colaborado con diversas agencias y organizaciones comunitarias en la reconstrucción de techos de madera en viviendas unifamiliares, que representan la inmensa mayoría de la población socioeconómica de menores recursos en Puerto Rico.
Su programa de reconstrucción y entrenamiento dio sus primeros pasos en la comunidad Buen Consejo, en colaboración con estudiantes y profesores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico. Aprendiendo sobre la marcha, comenzaron a desarrollar un currículo enfocado en la reconstrucción de techos que apoya el proceso de aprendizaje de los estudiantes participantes para que puedan adquirir un empleo en la construcción.
Al poco tiempo, diversas entidades sin fines de lucro comenzaron a solicitar sus servicios para completar proyectos colaborativos en municipios a través de todo el archipiélago de Puerto Rico. 145 techos más tarde, impactaron comunidades en 25 municipios, incluyendo a Vieques, Río Grande, Loíza, Toa Baja, Santa Isabel, Peñuelas, Cabo Rojo y Maricao. Durante la primera semana de abril y la primera semana de julio, comenzaremos los entrenamientos en el área oeste y en el área metro paralelamente. Los pueden conseguir al (787) 946-3163 o siguiéndoles por las redes sociales y, de esta forma, ser parte de los próximos proyectos de PRoTechos. Un techo a la vez trabajamos por un país más digno. ¡Apóyalos!
aludos, lectores! Comenzamos por celebrar la vigésima edición de El Roble Río Piedras. Agradecemos el apoyo de la comunidad por los pasados cuatro años. Para nosotros, y todas las personas que han colaborado con el periódico, ha sido un voluntariado, experiencia de crecimiento y de gestión de amor por nuestra comunidad. Un legado de veinte ediciones que confiamos serán parte de la historia que forjamos por un mejor Río Piedras. El comité editorial de El Roble Río Piedras se dedicó a entregar un periódico impreso cada dos meses a los residentes de las comunidades, que cumple con tres principales objetivos: visibilizar las comunidades de Río Piedras, divulgar logros de los proyectos comunitarios y alentar a los residentes a participar de sus actividades, así como la publicación digital del periódico para ampliar el alcance de las historias riopedrenses. Con la aportación de trabajadores sociales de Cauce y voluntarios independientes, las veinte ediciones cumplieron con el propósito del periodismo comunitario, que busca crear un sentido de unificación y pertenencia entre sus miembros. Continuamente estuvimos a la disposición de la comunidad, ofreciéndoles espacios a sus residentes y las organizaciones que componen la Ley 75 para publicar sus ideas, opiniones y escritos en nuestras ediciones, para ampliar los ideales riopedrenses. Con esta edición especial, celebramos lo trabajado y logrado por los pasados cuatro años. ¡Agradecidos!
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Vilma Martínez eligió a Río Piedras hace 19 años como sede de sus sueños
Por: Adriana García
Conocemásdeestagranhistoriadeladiseñadoraymaestrademodapuertorriqueña.
Vilma Martínez es hija de camuyanos nacida en Río Piedras, pero criada en Camuy, donde estudió algunos de sus grados primarios, la escuela intermedia y superior en el sistema público. Regresó a Río Piedras, donde obtuvo un bachillerato en Humanidades, con concentración en Drama en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP). También cuenta con estudios graduados en diseño de vestuario de Waltham University y una maestría en Estudios Puertorriqueños del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Actualmente, Vilma vive en Carraízo, Trujillo Alto, y se dedica a la enseñanza de diseño y confección de ropa, además
de ser diseñadora de vestuario para teatro, cine y espectáculos. Además, es profesora en el Departamento de Modas de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño.
En el 2004, comenzó Ropajes, que se dedica a la educación en el área del diseño y confección de modas y vestuarios de teatro y cine. Contó que eligió a Río Piedras hace 19 años porque “era el lugar donde más tiendas de tela existían para ese momento y donde la transportación pública era la más concurrida”.
“Era un centro cultural vibrante y donde los estudiantes de la UPRRP eran parte de la clientela a la que servíamos”, añadió.
Según la educadora, los primeros dos años fueron de inversión y de mucho esfuerzo. Luego del cierre del gobierno en 2006, Ropajes y los demás comercios riopedrenses fueron golpeados por cambios de gobiernos, sus decisiones erráticas y el descenso del apoyo de estos a la universidad. Los
desastres naturales y la pandemia, expresó Martínez, contribuyeron al estancamiento del desarrollo y, paulatinamente, Río Piedras ha caído en una decadencia sin precedentes. “Todos los componentes de esta comunidad, bien sea comerciantes, residentes, y los mismos estudiantes, hemos estado apagando fuego e inmersos en una dinámica de subsistencia en lugar de ir a un nivel de desarrollo superior”, expuso.
Vilma entiende que, para que Río Piedras se desarrolle, es necesario que la UPRRP “vuelva a ser lo que era antes”, refiriéndose a la necesidad de una mayor matrícula de estudiantes. “Se necesita poblar el casco urbano, iluminar las calles, que haya más actividad cultural y que se den verdaderos incentivos para generar más actividad económica a los comerciantes existentes y para atraer más emprendedores”, aportó.
Para ella, Río Piedras es “el lugar que siempre ha olido a estudiantes, a pueblo, a cultura, a movimiento vibrante, aunque nos lo quieran apabullar. No sé cómo Río Piedras y el comercio se vislumbre en un futuro. Lo que sí quisiera es que los cambios que ocurran sean para el pueblo y no para intereses de pocos”, denunció Martínez.
Contáctanos: elroblerp@gmail.com
El Roble Río Piedras
Grupo editorial del periódico El Roble: Karen L. Ayala Vázquez Rebecca Morales Arzola Joaquín A. Rosado Lebrón José Rodríguez, fotógrafo colaborador
El Roble de Río Piedras - Página 2
Por: Luis René Marrero
PRoTechos: reconstrucción
Vilma Martínez, dueña de Ropajes. Foto suministrada
HISTORIA DE CAPETILLO
POR: MIGUEL ÁNGEL GARCÍA GONZÁLEZ
Trasfondo
Capetillo es parte del casco urbano de Río Piedras en el Municipio de San Juan. Por largas décadas, las tierras que conforman el espacio que llamamos Río Piedras fueron propiedad de grandes terratenientes.
El área de Capetillo no fue una excepción en este proceso histórico. Hoy día, el barrio está delimitado por la Universidad de Puerto Rico y la avenida Ramón B. López al norte, por la calle Marqués de Vallejo y la Escuela República de Colombia al sur, hasta la Plaza de la Convalecencia en el oeste y por la Quebrada de Juan Méndez en el este.
Durante el siglo XVII, la zona donde se estableció el pueblo de Río Piedras se conoció como El Roble y el Valle de las Garzas.
Su poblamiento acomodó a las familias adineradas que, en los veranos, venían de la Ciudad Murada, buscando días frescos en las tierras del río Piedras. También sirvió de escala para los productores y comerciantes que, desde el interior de la isla, hacían el largo recorrido hasta San Juan para vender sus artículos. Además, fue refugio y asentamiento para cimarrones.
Capetillo en el siglo XIX
En 1823, nace formalmente Río Piedras tras la creación del ayuntamiento y la plaza. Su importancia como productor agrícola, sector comercial y sitio de transbordo se puede evidenciar debido al establecimiento de una línea de coches de caballo en 1857 y, después, con
el estreno de una ruta de ferrocarril. En 1880, Pablo Ubarri recibió el permiso de las autoridades españolas para crear el sistema ferroviario a través de la Carretera Central hasta San Juan. Inicialmente, la tenencia de tierras en manos de un puñado de terratenientes limitó el desarrollo del pueblo. Socorro Capetillo y González era una de las grandes terratenientes.
Sus tierras incluían a Capetillo, Buen Consejo y partes del barrio Venezuela y Sabana Llana. En junio de 1890, Diego Fernández Vallejo, Marqués de Vallejo, cuñado de Socorro y tío de Manuel Fernández Capetillo, heredó las propiedades de esta familia, ya que estos fallecieron en España.
El sacerdote Santiago Colón, presidente de la Sociedad Protectora de
Niños de Puerto Rico, convenció al marqués de donar las propiedades a la Sociedad. De este modo, para noviembre de 1891, el millonario Marqués de Vallejo había cedido la herencia a la Sociedad Protectora de Niños. Posteriormente, en diciembre de 1897, se inauguró un asilo para niñas huérfanas bajo el nombre de La Protectora. En este lugar, las monjas de las Siervas de María educaban a las niñas. Los antecedentes de Río Piedras como región educativa se fueron materializando. Además, esta anécdota ilustra el rol prominente de la Iglesia Católica como titular de tierras en Capetillo.
El crecimiento poblacional y el auge de Río Piedras como centro económico desembocaron en la construcción de la avenida José Celso Barbosa. Esto dividió el barrio en Capetillo Arriba y Capetillo Abajo. La consejera Loida González, el líder comunitario, Ángel Guevarez y el fenecido, Tinajón Feliciano coinciden en describir a Capetillo Abajo como un sector marginado. En su libro, los efectos secundarios de la fama, Tinajón describe su crianza en la calle Padre Colón y apoda ‘Uptown Capetillo’ al espacio al este de la avenida Barbosa (Capetillo Arriba). En mi conversación con Loida, la consejera recordó la importancia que tuvo la universidad en el crecimiento profesional de su familia de Capetillo Arriba. También es la primera persona en mencionar la Isla del
Diablo en Capetillo Abajo. No obstante, es Ángel, de la calle 12 en Capetillo Abajo, quien ilustra en detalle al barrio. Expresa la importancia del Paseo de Diego, la Plaza del Mercado, el supermercado Domínguez Domínguez y la calle Dr. Luis Izquierdo Mora como centros comerciales de la comunidad. Comentó que siempre ha habido asociaciones de residentes que organizaban actividades y atendían los problemas de la comunidad. Resaltan los nombres de los líderes comunitarios Digna Estrada, Aida Torres, Elena Resto, María Ayala y Juan Güivas. En el espacio donde se unen la calle 12 con la calle del Parque se encuentra La Isla del Diablo. Cuentan los vecinos que el nombre surgió por un señor que, borracho, cayó por unas escaleras, y eso coincidió con una discusión entre dos mujeres. Esto llevó al señor a exclamar: “¡Esto que hay aquí es la isla del diablo!” Para Ángel, la Isla siempre fue un lugar para jugar. Allí jugaban a esconderse entre árboles y la Quebrada de Juan Méndez. En el pasado, las aguas de la Quebrada
eran limpias y los vecinos se bañaban en ella. Entre el 2002 y el 2004, debido a las inundaciones y las aguas negras, reubicaron a las 32 familias que allí quedaban. La calle del miedo, la calle del contrabando se transformó en bosque.
Capetillo en el presente
Hoy día, en La Isla del Diablo, se encuentra el Huerto, Vivero y Bosque de Capetillo. Desde sus inicios, el Centro de Acción Urbana Comunitaria y Empresarial de Río Piedras (CAUCE) ha apoyado el plan social y de rehabilitación urbana desarrollado por los vecinos. Desde el Huerto, organizaron campamentos de verano, vendieron productos agrícolas, hicieron torneos de dominó, baloncesto y billar y hasta le pagaban a los jóvenes trabajadores. El Huerto sigue en pie. Su historia demuestra que, para encaminar a Río Piedras a la importancia socioeconómica que tuvo en el pasado, hay que contar con el protagonismo de la comunidad.
enero 2023 a febrero 2023 - Página 3
histórico Capetillo en el siglo XX
Mapa de delimitaciones en Río Piedras. Foto suministrada
Letrero en la entrada de Capetillo Arriba. Foto suministrada
Entrada al Huerto, Vivero y Bosque Comunitario de Capetillo. Foto suministrada.
Niñxs acapara Río Piedras
Por: Nicole Pecci Zegri, asistente administrativa de Sierra Club
Feria Calle es un proyecto educativo sobre conciencia ambiental a través de las artes que nació en enero del 2020. Es una iniciativa que apoya a artistas que trabajan con materiales reciclados mientras promueve e inspira a otros a encontrar estas posibilidades dentro de sus prácticas. El proyecto involucra actividades de cine, talleres, charlas, paneles, entre otros. Feria Calle es un proyecto itinerante que empezó en Pública Espacio, Santurce; luego, pasó por Taller Libertá en Mayagüez, y ahora se asienta en Río Piedras para seguir la tradición del Festival Arte Basura. Esperamos que continúe viajando por diferentes rincones de la isla en su carácter personal. En esta sexta edición, se logró añadir una programación especialmente curada para niñxs contando con el apoyo de Sierra Club Capítulo de Puerto Rico. Desde los inicios de Feria Calle, esta programación infantil ha sido una de sus metas principales. La programación fue diseñada con actividades diversas donde les niñxs podían desenvolverse de distintos modos en los temas de reuso, medioambiente y resiliencia. En esta primera edición piloto, hubo lectura de cuentos, biblioteca infantil, manualidades, mural comunitario, comparsa, concierto, talleres de muñecas, historietas, arquitectura, trueque de juguetes, música para bebés, entre otras actividades.
La directora, Daniela Fabrizi, ha trabajado desde aproximadamente 8 años con comunidades a través del arte y la basura. Ella aspiraba impulsar Feria Calle a una nueva etapa en la que involucrar intervenciones artísticas y salir a la calle. Por esto, colaboró con Pablo Varona, quien, junto a Adam Ende, forman un colectivo llamado Junktown Duende. El colectivo se dedica a crear arte a partir de
basura con comunidades, y a contar sus historias. Además, desde la pandemia, Pablo Varona lleva activando un centro comunitario en el Paseo de Diego llamado Paseo 13. De esta manera, surge la idea de unir estos proyectos para reactivar Río Piedras desde su perspectiva de basura y desperdicio. Además, invitó a Helen Ceballos, con sus proyectos Mezcolanza y Plataforma Eje. Por años, Helen ha activado espacios riopedrenses como exdirectora de Casa Ruth y ha realizado actividades callejeras en el barrio de mucho valor para la comunidad. Es así como, finalmente, estos 3 proyectos, Feria Calle, Paseo 13 y Plataforma Eje le dan vida al Festival Arte Basura. Realizar actividades como ésta contribuye al desarrollo comunitario en Río Piedras al brindar un espacio lúdico a la comunidad. Un espacio de ocio y gozo también promueve el encuentro y el diálogo entre la comunidad para así continuar forjando y construyendo el espacio que deseamos. Estas actividades promueven crear vínculos y lazos no solamente entre las diferentes organizaciones que ocupan y habitan el espacio de Río Piedras; sino también entre las personas que viven en estos espacios. De esta manera, continuamos fortaleciendo los vínculos y apoderándonos de nuestros espacios.
El Roble de Río Piedras - Página 4 Feria Calle
Festival de Arte Basura recorrió las calles de nuestro casco urbano. Foto suministrada
Instalación en la entrada para la Feria Calle Niñxs. Foto suministrada