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ESTAR CONMIGO ES ESTAR SOLO DOS VECES

Estar conmigo - Parafraseo a Fito Páez - es estar solo dos veces”

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César Alberto Aristizábal

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Christian Acuña E n estos días extraños nos hemos dado cuenta que el mundo es corto, estrecho; en cambio la mente se expande y no parece tener límite. Desde siempre me ha causado curiosidad el tema de las enfermedades mentales, tengo personas cercanas con padecimientos de este tipo, lo que me permite tener un punto de observación mucho más cercano. Se ha vuelto un lugar común escuchar: “me siento ansioso, angustiado, bipolar, pandémico, deprimido, orate, bajoneado, low, loco…” y muchas otras que ustedes oyen a diario; esto normaliza o peor, minimiza el hecho de estar luchando con algún problema que la sociedad no entiende o margina.

Veo una burbuja en mis mensajes, es mi amigo, que desde hace mucho tiempo (tal vez a los 7 u 8 años de edad) empezó su ruta por los consultorios de psicólogos y psiquiatras.

Él: Pasé muy mala noche, no dormí bien. Cada vez me cuesta más concentrarme, no sé cómo la gente anda diciendo que se reinventan, escriben libros, aprende tres idiomas, inician dietas, terminan tesis...

A mí este encierro me está estrupando. Estoy roto. nos supera por tanta incertidumbre. La vida es una mierda. Todos sin ganas de parar, sin reflexionar, sólo interesa la producción. Dijeron que íbamos a cambiar, pero al parecer fue pose.

Hablamos mucho rato, una de las conclusiones más llamativas es que el aislamiento va a evidenciar un incremento en los problema mentales de los colombianos. Según el psiquiatra José Posada Villa (2019) en el país se “calcula que el 40 % de la población colombiana adulta ha sufrido, está sufriendo o sufrirá un trastorno mental diagnosticable en algún momento de la vida”. Y esto según expertos, en épocas de problemas de aislamiento social, crisis económicas y cambios bruscos en los estilos de vida se aumenta. Si las cifras anteriores son preocupantes “a todo esto se suma la escasez de psiquiatras en relación con las necesidades de la población. Hoy tenemos unos 1.250 psiquiatras para 48 millones de habitantes, y de estos aproximadamente 450 están dedicados a la clínica. Adicionalmente, el 80% trabaja en las cuatro principales ciudades del país”*. Es decir que estamos enfermos, pero, la gran mayoría, no tenemos alternativas de atención

Yo: Todo es muy complejo, esto

adecuada.

Quiero continuar hablando de mi amigo. Él es un progresista, porque uno de los padecimientos que tiene (de los tantos) aún no se determina si es un posible trastorno, una enfermedad mental o un problema del aprendizaje. Lo denominan de muchas maneras, pero la primera vez que se le nombró de forma científica o rigurosa, en el 2002, fue como ensoñación excesiva; también lo conocen como: ensoñación inadaptada, fantasía compulsiva, exceso de fantasía o soñar despierto. Una de las curiosidades es que se acerca mucho a la esquizofrenia, sólo que en el primero la persona sabe que está creando una realidad alterna o modificando su contexto.

Aquí muchos dirán que es tos por toda la casa. De igual fornormal ensoñar y pensar mil vema, los electrodomésticos se conces cómo le vamos a contestar a vierten en naves interplanetarias y alguien que nos ofendió, de qué alguna vez la lavadora se la imamanera podemos enfrentar un ginó como la Estrella de la Muerte. problema o cómo nos veremos en Aparte de lo anterior, un ejemplo las fotos del último megacelular que me hacía para que entendieque aún no tenemos. Pero se sabe ra era el del tinnitus, que cuando que la ensoñación excesiva va más hay más silencio se aumenta, así allá de esto y que se da, en la maque en la soledad del ailsamienyoría de los casos, para compento todos estos procesos mentales sar la insatisfacción con la realidad se acrecentaron. Sin embargo, los íntima. Los que se vieron la pelídías han ido pasando, cada vez cula “El Laberinto del Fauno” del hay más tedio y podría ser la mendirector mexicano te el único refugio Guillermo del Toro placentero. pueden hacer una vel de angustia, por un lado estaba cómodo con las caricias; pero por otro, no es tan placentero ver a Samara Morgan encima de uno. Ahí no paran las fantasías, cuando se aburre en alguna conversación convierte al interlocutor en caricatura, entonces por un rato está en una película animada. En otras ocasiones ve pequeños marcianiimagen de lo que - Alicia - les estoy contando. Pero un sueño no es la realidad. Deberíamos ver la salud mental como algo de cuiPara ampliar, leamos algunas - Sombrelero - dado, no sabemos en qué momento cosas que le pasan a él: Y, ¿quién te dice cuál es cuál? pasamos un límite que sea sin retorno. Si bien mi pana se

Una vez esco se anima a ver taba con la pareja nuevamente a cualquier psiquiatra y de repente mientras se besan la porque sabe que a veces sólo se empieza a ver como al espanto del va a la medicación y no hay atenfilme “El aro”. Se imaginan el niciones holísticas. siente bien, tampo

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