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Año 5
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abril de
2016
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Amigos invitados ón Martha Riva Palacio Ob Julián Cicero
ejemplar gratuito
CUENTOS DE
PARA
El Tentero está impreso en papel fabricado con envases posconsumo de Tetra Pak® reciclados, elaborado por Papelera San José.
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EDITORIAL
abril de 2016
Editorial Estamos bieeeen contentos por este número especial, es el primerito que está hecho completamente por cuentos escritos por niños. Como sabes, convocamos a nuestro primer concurso de cuento, para festejar el mes del niño. Un montón de amigos respondieron a esta invitación y mandaron muchos cuentos bien divertidos, muy bien escritos, demostrando lo grandes escritores que son. Fue bien difícil seleccionar a los 12 que forman esta edición, pero nos ayudaron grandes amigos: los escritores Martha Riva Palacio y Elman Trevizo, el ilustrador Julián Cicero y el cuentacuentos y escritor Nacho Casas. Ellos tomaron en cuenta muchos factores como el tema, la manera de escribir, la originalidad, la diversión. Agradecemos a los jueces, a los amigos que escribieron y a ti, que estás leyendo esta edición especialísima. Por si fuera poquito, estrenamos la edición digital con más páginas... búscanos en Issuu.
Amigos D irectorio Editor en Jefe R oberto C. M ontero R. Diseño editorial V anessa Á ngel / H ugo L eyva Ilustración Y airo A ragón / H ugo L eyva
a mañana 0 AM
Colaboradores
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El Tentero SC es una Organización de la Sociedad Civil constituida el 30 de agosto de 2013. RFC: TEN 130830 NE 1 CLUNI: TEN 1308300901 T Objeto
social: ser una sociedad civil sin fines de lucro con autorización para recibir donativos deducibles del impuesto sobre la renta, que brinda servicios ya sea por cuenta propia o a través de terceros de consultoría especializada de fomento a la lectura y sus diferentes manifestaciones y maneras de fomentarla: talleres, cursos, eventos, pláticas, difusión, promoción y fomento educativo, cultural, artístico, cívico y tecnológico, a los gobiernos federal, estatales, municipales y distrito federal, organismos no gubernamentales, instituciones públicas y privadas, nacionales o internacionales y aquellas organizaciones autorizadas para emitir recibos de deducibles del impuesto sobre la renta en materia de medios informativos y prensa infantil, para el fortalecimiento, difusión, promoción y ejercicio de los valores humanos, promoviendo la unidad y el desarrollo sociales a través del hábito de la lectura, impulsando el ejercicio de la ciudadanía de niños, niñas y adolescentes a escala federal, estatal, municipal y centro de población. Los fines que desarrollará la sociedad, en consecuencia, no serán preponderantemente económicos ni de especulación comercial, ya que es una sociedad civil e independiente de todo grupo o partido político, religioso, ideológico o economico.
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El Tentero SC, banco Scotiabank cuenta: 00106223699 clabe: 044180001062236991
Texto: Martha Riva Palacio Obón, César Eduardo Robledo Velázquez, Isabella Beltri Cortés, Daniel Márquez Bañuelos, Giorgiana Anette Martínez Ibelles, Jesús Leonardo Muciño Jaimes, Zaire Valadez Olvera, Marcela Gómez Giraldo, Atzin Dziewit Vega, Ámbar Denisse Toribio García, Alejandro Antonio Jerez Mellado, Edson Mauricio Álvarez Remigio, Isis Lakshami. Ilustraciones: Julián Cicero, Josué Arzate, Eduardo Rivas, José Luis Trujillo, Jonathan Raya, Kathia Malacara, Charles Drawin, Marco Vulgo, Marco Antonio Pérez Casimiro, César Montero. El Tentero, Año 5, Núm. 54, abril de 2016, es una publicación mensual editada, impresa y distribuida por El Tentero SC. Isabel la Católica núm. 45, desp. 307, colonia Centro, del. Cuauhtémoc, CP 06010, tel. 5518 1890 / 5518 1894.
eltentero.org.mx / contacto@eltentero.org.mx Editor responsable: El Tentero SC. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2013-100113080400-101, ISSN: 2007-3186, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de Título núm. 15803, Licitud de Contenido núm. 15803, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Grupo Espinosa, S.A. de C.V. Centeno núm. 162, Granjas Esmeralda, del. Iztapalapa, México DF, CP 09810. Tel. 5445 0471. Este número se terminó de imprimir en abril de 2016 con un tiraje de 100 000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del Instituto Nacional del Derecho de Autor.
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EL INVITADO
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Arte Rupestre Pelusa Merluza
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l fuego se había extinguido desde la noche anterior pero aún recordaba haberlo visto palpitar entre los leños al rojo vivo. Memoria de fiesta, humo y brasas. El fuego se había ido pero ahí quedaban los carbones esperando. Millones de años de evolución se condensaron en ese impulso irresistible de tomar uno de ellos y deslizarlo sobre el muro. Una raya negra entre la penumbra. Sonaron los tambores, me convertí en hechicera. Invoqué un caballo que no era como los que había visto antes porque era mi propio caballo y yo lo había dibujado. Este caballo era caballo pero también era viento, línea. A media cabalgata decidí que se convirtiera en un rinoceronte y me hizo caso. Embestimos a media sabana y luego, cuando me aburrí, lo transformé en pirámide, castillo, mastodonte, lobo, balsa tapizada de percebes, iceberg. Punto, raya, círculo, triángulo, sol, tierra, luna, estrellas, planetas, agua, pez, océano, jungla, desierto, duna, árbol,
Martha Riva Palacio Obón (Pelusa Merluza) nos invita a leer su poemario Lunática, editorial FCE.
chango, fogata, noche, día. Amaneció y yo continué revelando al cosmos. Estaba afuera, frente ese muro pero también estaba en medio de una línea infinitamente negra. Cada trazo era un posibilidad. Dibujé el planeta de los pájaros, de las arañas, de los niños que son cuervos y hasta uno con puros mosquitos que se picaban entre sí en vez de a mí mientras dormía. Y aún así, todavía me faltaba mucho que decir. Me dio vértigo. Este muro no sería suficiente para abarcar todo lo que podía dibujar. Decidí no dejar ni un espacio en blanco. Colisión de galaxias y universos. Mis dibujos comenzaron a invadirse entre sí hasta que todo quedó negro. De todos modos seguí pintando sobre el muro, el piso, mi ropa y mi cara. Seguí pintando porque ya no me parecía posible dejar de hacerlo. Porque detrás de todo este cosmos saturado de tizne parecía haber algo más, algo que estaba a punto de vislumbrar y que era el secreto que se esconde al fondo de todos los dibujos que una hace. Una raya más y… -¡¡¡¡¡MAAARTHAAAAAAAAAAAA!!!!! ¡¡¡Te he dicho que no pintes en las paredes!!! ¡¡¡Mira cómo me dejaste la chimenea!!!
Julián Cicero
PRIMER LUGAR
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El castor César Eduardo Robledo Velázquez
10 años, San Luis Potosí
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Josue Arzate
lejandro y Lorenzo eran hermanos, y pasaban mucho tiempo juntos. Alejandro era un niño muy inquieto de 3 años, mientras que su hermano, Lorenzo, tenía 10 años, era más serio y solía burlarse del menor porque todo el tiempo estaba mordiendo cosas con sus dientes nuevos. -Pareces un castor - le decía Lorenzo. Un día Alejandro tuvo la idea de convertirse en un castor; sintió cómo sus ansias por morder crecían y comenzó a morder lo que había a su alcance. Mordió, mordió, mordió. Primero mordió un crayón azul hasta que la boca se le pintó azul; luego mordió uno amarillo, y la boca se le puso verde. Cuando terminó de morder la caja, su boca estaba negra. Buscó algo más que morder, y se encontró con los libros de la escuela de Lorenzo. Mordió, mordió, mordió. Primero mordió el libro de geografía y la boca se le
llenó de mapas. Luego el libro de español y la boca se le llenó de letras. Finalmente, mordió el de matemáticas, con los números escurriéndole de la boca. Aburrido, buscó otra cosa para morder. -¡Lorenzo!- gritó, y fue en busca de su hermano, a quien comenzó perseguir por toda la casa, con la boca negra llena de mapas, letras y números. Cuando lo alcanzó, le mordió el brazo, la pierna y la cabeza, hasta que su hermano, llorando, llamó a su mamá. Su mamá dijo: “a la cama los dos”, y Lorenzo se quejó: “pero no hemos cenado”. A pesar de la queja, la mamá los mandó a dormir a los dos; Lorenzo ya no se burló y Alejandro fue castor sólo en sus sueños.
segundo LUGAR
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Palomitas en París Isabella Beltri Cortés
E
8 años, Ciudad de México
Eduardo Rivas
staban un día dos niñas en su casa cuando encontraron una tarjeta que decía: ‘Gran Concurso de Dibujo’, que iba a ser el siguiente fin de semana. El dibujo más bonito de todos iba a ser el ganador, y el tema era la torre Eiffel de París. Le dijeron a su mamá: ‘¡Mira, mamá, un concurso de dibujo!’ La mamá respondió: ‘Vamos a ese concurso de dibujo. Preparen los colores. Vamos a ganar’. Llegó el día del concurso. Los niños despertaron nerviosos. Cuando llegaron a la escuela, todavía faltaba un rato para que empezara y dieron una vuelta por el lugar. Había puestos de elotes, de bebidas, de aguacates, de mangos, de tacos al pastor y de brochetas. El concurso comenzó. La niña mayor pintaba una torre rodeada de árboles y personas; la menor dibujó, además de la Torre, arbustos y animalitos. Los demás dibujaban sus torres diferentes, y un niño hizo la suya como un monstruo que atacaba la ciudad. Justo cuando terminó el tiempo de dibujar, y los jueces estaban viendo todos, se escuchó un ‘pfffff’ muy fuerte que venía del puesto de los tacos. ¡Era el tanque de gas que iba a explotar! Los niños corrieron a refugiarse y entonces el puesto de tacos explotó junto al puesto de elotes. Los niños que estaban escondidos debajo de las bancas empezaron a escuchar ‘pop’, ‘pop’, ‘pop’, y vieron que empezaban a llover palomitas en toda la ciudad y hasta la torre Eiffel de a deveras, donde los niños de París se preguntaban de dónde habían salido tantas.
Tercer LUGAR
La calavera
Bajo la cama
chef
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Mauricio Regadera
Daniel Márquez Bañuelos
13 años, Ciudad de México
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Yairo Aragón
n el pueblo de Huesitlán había un hermoso y tenebroso castillo en el que vivía una calavera chef; a ella le gustaba cocinar de todo: pasteles, ensaladas y muchas más cosas deliciosas. Por eso había convertido su castillo en un famoso restaurante llamado Calaveritas de Azúcar. Un día fue a su restaurante el mayor degustador de todos… ¡el Diablo!, que le dijo: -Prepárame tu mejor platillo, a ver si es cierto que este negocio es el mejor de todos. La calavera dijo que sí, que le prepararía el pastel más delicioso del mundo, y cuando se fue a trabajar, el Diablo le dijo: -Tienes diez minutos para cocinarlo; si no lo acabas, ¡voy a clausurar tu negocio! Entonces, la calavera decidió hacer su famoso pastel de almitas de chocolate; trabajó a toda velocidad e hizo todo lo que pudo hasta que sonó el reloj: ¡¡¡tic-tac-tiiiin!!! En ese momento, el Diablo le dijo: “¡acabó tu tiempo!, ahora déjame degustar el pastel”. La calavera sudaba huesitos de tanta presión, porque no sabía si al Diablo le gustaría su pastel de almitas. Cuando el Diablo lo probó, hasta se le dilataron las pupilas de tanto sabor y le dijo: “¡¡Estás ascendida a cocinera maestra!!”. Todos celebraron felices: los clientes, la calavera, el Diablo y todo el pueblo; a partir de ese día, todos vivieron felices por siempre y para siempre, degustando los platillos de la calavera en su restaurante.
cuarto LUGAR
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The elephants Giorgiana Anette Martínez Ibelles
12 años, San Luis Potosí abía una vez una familia que hacía canciones y no sabía qué esperar de su nuevo disco. Nadie quería escuchar su música ya, sólo las personas viejas; pero el nuevo disco, estaba dicho, sería un gran éxito, con una canción que se llamaba “The elephants”. El día que salió el disco hubo mucha emoción en la calle, y cuando lo pusieron por primera vez en el radio pasó algo muy malo, pues se abrió un portal del que salieron elefantes verdaderos. Cada que alguien ponía el disco en su casa o en su iPod, salían 100 elefantes del portal, causando destrozos y caos vial. La familia pidió que les regresaran todos los discos y los quemaron. El Gobierno también obligó a la familia a buscar cada elefante y llevarlo a un zoológico de elefantes, donde encontraron trabajo cantando sus canciones a los animales.
Irionik Rotten
H
José Luis Trujillo
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Quinto LUGAR
Dino*docto el oviraptor Jesús Leonardo Muciño Jaimes 5 años, Ciudad de México
E
mpezamos tarareando este magicuento Soy el dinosaurio de la machincuepa Nací en este mundo de pura chiripa Emotivo, evolutivo un tanto hiperactivo Neurótico y estrambótico al jugar. Leo, pienso y creo en el futuro Hace 75 millones de años no me aclimaté Y en un ave metafórica me transformé Fue algo geológico y astronómico. Dicen que soy un lagarto terrible Simpático del periodo Cretácico Más bien sobreviviente de la extinción Un paleontólogo Oviraptor me bautizó En nidos empollábamos Ovíparos* siempre fuimos Siempre los parimos Nunca los comimos Grábate esta nueva idea.
Siempre me da mucha emoción Si buscas en tu imaginación Seguro que en tu mente estaré En tu memoria por inspiración navegaré Tentero te recuerda quién soy Dino-docto con mucha razón Las letras fosilizadas son mi pasión Entra en los mundos de la inspiración. En libros los niños me buscarán Libre en la biblioteca me encontrarán Tan solo te pido que actives tus sentidos Escucha, lee y crea fascinantes historias Escribe tu presente con-ciencia del pasado. Darwin comenzó esta investigación Pues mono eres y en simio te convertirás. ¡Colorado colorín Este cuento llega a su fin! *(del latín ovum, “huevo”, y parire, “parir”).
Jonathan Raya
Mención Honorífica
El señor Pelusa E Zaire Valadez Olvera
10 años, San Luis Potosí
l señor Pelusa es una bola de pelusas que se acumula debajo de mi cama. Siempre come de las pelusas que caen debajo de mi cama. A veces si no estoy, toma todas las pelusas, y no crean que no tiene amigos, casi siempre juega con mis peluches. Es de polvo, tiene diez ojos, come calcetines sucios. Cuando duerme, bosteza ratas sucias; para el desayuno, un susto; para la merienda, dos sustos, y para la cena cinco sustos. Juega con su pelo de algodón sucio. Duerme con él. No le gusta la amistad, le dice que debería ser negra y me hace estornudar.
Mención Honorífica
!Mi querida
Nutela! Marcela Gómez Giraldo
12 años, Ciudad de México
Mi perra se llama Nutela, Ama sacar de mis pantuflas la tela, Corre por toda la casa, subir a la mesa, Adora los armarios, tirar la comida y provocar a mamá dolor de cabeza. Le gustan las mariposas, subir y bajar escaleras, Se roba mis tenis, mi gorra y ayer perdió ¡mis tijeras! Entra a mi cuarto para levantarme, Me llora, me empuja y me lame. Ya que me levanto, Tomo su patita, ella se asusta pues estoy despeinada y soy un espanto Sale corriendo, se esconde en la alacena, Nadie la encuentra, es una pena
Kathia
Mi querida Nutela, te amo como si fueras la única perrita del universo, ¡Solo me salió este verso!
Mención Honorífica
La Navidad
embrujada Atzin Dziewit Vega 10 años, San Luis Potosí
H
Charles Drawin
abía una vez un niño esperando que fuera Navidad, pero esto no pasaría, ya que Santa Claus se hizo malvado; ahora todo lo que hacía eran cosas malas y sus duendes también eran malos y en lugar de hacerte travesuras buenas, te golpeaban con un bate en la noche y los podías ver, aunque eran muy rápidos. La razón para que Santa fuera malo, era que los niños dejaron de creer y empezaron a decir cosas malas de él, y eso afectó a Santa Claus que empezó a sentir odio y se empezó a hacer como de tipo gótico, y en lugar de hacer felices a los niños les hacía sentir miedo y tristeza.
Mención Honorífica
El hombre que
quería volar Alejandro Antonio Jerez Mellado 9 años, Chile
H
Marco Vulgo
abía una vez un hombre que veía a los pájaros y se preguntaba : ¿yo podría volar?; un día tuvo cinco ideas para volar. La primera idea fue: me subo a un pato y eso... no sirvió de mucho porque el pato empezó a volar pero tiempo después el pato se descontroló y se dio vuelta, se cayó y tuvo la suerte de caer en una laguna. La segunda idea fue algo estúpida, de hecho fue tan estúpida que ni quiso hacerla. La tercera fue tirarse de una roca altísima hacia el suelo y rebotar en un trampolín; así llegó tan alto que tomó una nube, pero para la nube él era muy pesado así que lo dejo caer; cuando iba a caer al pasto, apareció un burro y le cayó encima; el burro se asusto y empezó a agitarse, el tipo salió disparado. La cuarta era rebotar en miles de ranas y como son gorditas rebotaría, pero cuando lo hizo, las ranas se hicieron a un lado. La quinta fue tomar muchas plumas, juntarlas y así volar. Al final lo consiguió, pero un hombre bueno le lanzó una roca y el tipo cayó; el hombre le dijo: “eres bueno como eres”, y el tipo aprendió la lección.
Mención Honorífica
Valentina ¿tímida? Ámbar Denisse Toribio García 7 años, Ciudad de México
La sorpresa de Valentina fue grande cuando llegó a un grupo y a la hora de presentarse todos la voltearon a ver y la saludaron con alegría; entonces notó que hablando conseguía amigos y se dio cuenta de lo fácil y divertido que era hablar. Ahora ya nadie podía callarla, hablaba todo el tiempo, creo que habló todo lo que no había hablado en años; por las noches hasta se ponía a contar cuentos que en realidad eran todas las historias que escuchaba cuando no hablaba y sólo se paraba a un lado de todos. Todos quedaban sorprendidos con los cuentos y no se perdían ninguno ¡eran buenísimos!, así es como de ser Valentina la búho tímida, pasó a ser la gran Valentina cuenta cuentos.
Marco Antonio Pérez Casimiro
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abía una vez una búho llamada Valentina que no encontraba amigos; volaba mucho en busca de amigos pero no conseguía ninguno porque no hablaba, ya que era muy penosa, sólo se paraba junto a los grupos de amigos búho pero nadie le hacía caso. Hasta que un día se sintió muy sola y triste y lloró y lloró hasta que se sintió valiente y decidió hablar para reclamarles a todos por que la ignoraban.
El frijolito vengador Edson Mauricio Álvarez Remigio
César Montero
Mención Honorífica
10 años, Ciudad de México
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na mañana de verano el frijolito vengador estaba comprando un buen café para despertar; de repente, apareció una gigantesca araña controlada por el malvado doctor Lucas; la gente gritaba aterrorizada. El frijolito vengador entró al baño a cambiarse, salió con su superdisfraz, y controló a la araña con un buen puñetazo que le dio en los ojos; la araña, noqueada, tropezó, el doctor Lucas salido volando y
cayó en una fuente; las aves que ahí estaban, molestas, lo agarraron a picotazos. El frijolito vengador tomó a la araña y al doctor sacándolos de la ciudad. La gente emocionada aplaudía, echando porras al frijolito que se perdió en el cielo con los villanos, dejándolos en los límites de la ciudad NUESTRO HÉROE FRIJOLITO, FRIJOLITO. Así, el frijolito vengador empezaba su día; regresó por su café, que ya estaba congelado.
Irionik Rotten
Mención Honorífica
El monstruo de mi cuarto Isis Lakshami
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10 años, San Luis Potosí
ólo aparece en la oscuridad. Tiene los ojos rojos, es feo, es horrible, se divide en muchas piezas; es gris y verde. Es malo, me odia, vive en un hoyo muy grande, pero puede estar en cualquier parte, puede transformarse en cualquier cosa, pero un día… me agarró y me comió. Bueno, eso es lo que me imaginaba yo, pero en realidad es muy colorido, ayuda a las personas; es muy suave. Te ayuda y aparece siempre que lo necesitas, también te ayuda a veces con la tarea. Cuando te sientes triste o enfermo, te reanima haciendo una fiesta. Cocina, juega contigo y es muy amigable. Come galletas, leche, dulces, etc. Cuando te da miedo algo, duerme contigo y vigila que nada te haga daño. Dependiendo de su estado de ánimo cambia de color. Te puede hacer creer que estás en alguna aventura como un videojuego. Y esta historia continúa.
ElTentero Hola. Estoy muy contentote porque siempre ando pensando en presentarte cosas diferentes y que te gusten mucho, y hoy te traigo una noticia bien buena: a partir de este número ¡¡El Tentero crece!!: tendrá más páginas en su edición digital, será de 24 páginas y tendrá cositas muy interesantes y divertidas que sólo encontrarás en esta nueva edición digital. Así que ya sabes: además de tu versión impresa, la versión digital te ofrece más diversión, noticias, cultura, arte y un montón de cosas más que mejor ni te cuento. Bienvenido a esta nueva etapa de El Tentero y ya sabes: ¡lee siempre!
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Texto: Eduardo Santos, Elizabeth Ramírez. Ilustraciones: Josué Arzate, Miguel Angelo.
o El Tenter
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La recomendación tentera
El cuaderno de las pesadillas Ricardo Chávez Castañeda ¿Alguna vez has tenido mucho miedito y no sabes por qué? ¿Alguna vez al cerrar los ojos has visto en tu imaginación figuras terroríficas? ¿En tu cuarto descubres monstruos terribles escondidos? ¿Tienes sueños espantosísimos? En este libro encontrarás historias que no se cuentan, historias a las que todos les tenemos miedo pero que nunca las hemos escuchado de alguien más. Son, precisamente, pesadillas que están ahí escondiditas para saltar en cualquier momento. No te puedes perder este maravilloso libro de Ricardo Chávez Castañeda, ilustrado por Israel Barrón y editado por el Fondo de Cultura Económica.
Seres increíbles
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Ave Fénix
e gustan mucho los animales, y a casi todos los considero como mis amigos y no como mascotas. Yo creo que por eso tuve la suerte de que llegara a mi patio, solito, sin que nadie lo obligara y se posó en uno de los árboles del jardín un ave muy grande; parecía un águila pero tenía unos colores muy vivos: plumas anaranjadas, rojas y carmesí intenso. No les podría decir con palabras lo hermosa que era. Lo mejor de todo es que tenía una mirada muy inteligente, como si comprendiera todo lo que le decía; además, era muy fuerte y me seguía por todas partes.
Lo que les quiero contar es que un día que fuimos de día de campo, mi amigo emplumado andaba muy feliz, volaba por todas partes, parecía que reía... de pronto, vi cómo se quedaba muy quietecito, como hipnotizado y se iba derechito una piedra grande y plana... por más que le hablé, no me hacía caso. Se detuvo en la piedrota y... no lo van a creer... de pronto... ¡comenzó a incendiarse!, ¡un fuego intenso cubría todo su cuerpo! Pensé que alguien lo había provocado, pero no, nadie estaba cerca. Muy pronto sólo fue ceniza y yo me acerqué muy triste... ¡pero de entre las cenizas estaba surgiendo de nuevo mi amigo! Se veía más joven y contento. Cómo quiero a mi ave fénix.
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¿A poco no?
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Nunca tuve un perro Lalo Curita
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Josué Arzate
ace muchos años, cuando era niño, solía pedirle permiso a mis papás cada cierto tiempo para que nos dejaran tener un perrito como mascota a mi hermana y a mí. A mi papá le malhumoraban, a mi mamá le daba un poco igual, pero en nuestra familia, si entre ellos no se ponían de acuerdo, no se hacían las cosas. Justo cuando iba a pasar a quinto de primaria, nos dijeron que tendríamos que mudarnos. Yo lo tomé como una oportunidad de pedir permiso otra vez, aparte de que era cuando más falta me iba a hacer, porque nos cambiaríamos de casa y no iba a tener amigos con quienes divertirme. Resultó que nos mudamos a un pequeño departamento lejos de donde vivíamos: “aquí no se permiten mascotas” me dijo mi papá entonces. Me enojé mucho con él porque pensaba que se estaba aprovechando del cambio para negarse una vez más, pero después me di cuenta de que los vecinos de la unidad tampoco tenían mascotas, más que un canario que cuidaba la abuelita del 202. Para entonces estábamos de vacaciones y no quería salir, pues no conocía a nadie, “si tuviéramos perro saldríamos a pasearlo y jugaríamos” pensaba. Le conté a mi hermana y me dijo que mejor saliéramos a jugar entre nosotros; ella creía que nuestros papás podrían tener razón: “no tenemos jardín ni patio como en las casas grandes, no podría correr” me dijo. Con el paso del tiempo hice algunos amigos en la nueva escuela y el nuevo barrio; Jonás tenía un perrito con el que a veces jugábamos, pero se perdió. Como lo queríamos nos dolió mucho y nos preocupaba que hubiera resultado herido, aunque siempre tratábamos de pensar que se lo había llevado alguien cariñoso. Hasta la fecha no he tenido un perro, porque ellos necesitan cuidados y espacio muy particulares con los que no cuento; de habérmelo concedido mis padres, quizá habría sido un perrito infeliz, nervioso y enfermo. Hoy sé que cuidar de una mascota es proveerle la plenitud y salud que merecen, comprendiendo las exigencias de su raza, como el canarito de la abuelita del 2012. Si buscas una mascota, estudia bien tus condiciones de vivienda y luego acércate a un veterinario para elegir lo mejor para tu familia.
19 ¿Estás buscando algún deporte que vaya con tu personalidad?
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Tula
Responde este test y sabrás si eres buen candidato para el parkour ¿Que qué es el parkour? Ah, pues es una actividad física que consiste en utilizar tu cuerpo para sortear obstáculos. Requiere fuerza tanto mental como física, flexibilidad y no se trata de competir. Pero veamos si es lo tuyo. Marca la respuesta que más vaya contigo 5. ¿Te gustan los retos? a) A veces b) Claro, soy buenísimo con los retos c) Sólo para ganarle a mi primo d) No mucho
1. ¿Te gusta saltar en la cama? a) Sólo en la mía b) Sííí, en todas las que veo c) Sólo cuando están mis primos d) No, es peligroso
2. Cuando vas a los juegos del parque, tú prefieres: a) Columpios y resbaladillas Ahora suma las respuestas iguales y busca b) Pasamanos y telarañas de cuerdas tu resultado. c) Llevar un balón de fut d) Sube y baja Mayoría de A 3. ¿Qué tan seguido trepas un árbol? a) De vez en vez b) Cada que me encuentro con uno c) Sólo cuando se queda ahí la pelota d) Casi nunca 4. Tus tíos te dicen “chango” cuando: a) Ando muy greñudo b) Me ven trepar en cualquier lado c) No me he bañado d) Es de cariño
Podrías probar, quizá si te gusta haces un esfuerzo
Mayoría de B
Tienes el perfil perfecto para practicar el parkour
Mayoría de C
Lo tuyo lo tuyo es el fut
Mayoría de D
Te falta ser más intrépido; ánimo, sólo se es niño una vez
Pues bien, recuerda que deporte es salud, practícalo.
Sábados 10 de la mañana RADIO 710 AM Escúchanos en línea www.imer.mx/lanueva710/
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Bruno el payasito Capítulo 1
El pequeño extraño
B
runo el payasito no esperaba el amanecer como otros días, estaba preocupado. No sabía hacia dónde ni con quién se iba a dirigir cuando la mañana estuviera al fin tejida con la luz solar y el ruido que provocaban la gente y los animales al comenzar sus quehaceres cotidianos. Por la noche había llevado a cabo su plan de escapar de “El increíble circo de las maravillas”, la compañía con la que había viajado por todo el continente y de la cual se decía que tenía entre sus atracciones a los mejores payasos, malabaristas y magos que el mundo hubiera conocido. El sol estaba por despuntar, ya podían escucharse las primeras pisadas de los trabajadores que salían de sus hogares en aquella mañana templada. Bruno pensó que no podía andar por la calle con su traje y su cara maquillada, así que con la poca luz que había, buscó algo con qué taparse. Temía que lo reconociesen, pues aún no estaba tan lejos del campamento del circo y la noche previa habían dado un exitoso espectáculo en aquella pequeña ciudad norteña. Con todo su miedo y preocupación, Bruno decidió salir de su escondite. Caminó algunos pasos alejándose del baldío que lo había guarecido
Eduardo Cortés Dedicado a Regina
durante la noche, sin rumbo fijo, caminando en línea recta hacia ningún lugar específico. Los primeros rayos del sol ya lo señalaban, pues su traje con brillos reflejaba en las sombras un vivo color rojo; “debo regresar a esconderme”, pensó, pero al mismo tiempo sabía que no podía hacer eso, porque alguien lo podría descubrir en aquel baldío que no tenía un refugio seguro. Así caminó y se encontró ya con los primeros transeúntes que lo miraban extrañados, algunos perros callejeros le ladraban y el sol amenazaba con iluminar plenamente aquellas desconocidas calles; Bruno encontró un pequeño callejón y se metió, sin pensarlo, pues ya se sentía descubierto por su singularidad. En él encontró algunas sombras que todavía podían ocultarlo un poco. Miró hacia el fondo y tropezó con una mirada fija: un gato lo veía con suspicacia. Con la habilidad que había adquirido en el circo para tratar con algunos otros animales domésticos, Bruno se acerco con cautela. El gato no aceptó su cercanía, pero su actitud no denotaba espanto, más bien parecía que lo instaba a seguirle.
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Historia de las cosas
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Irionik Rotten
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Lucha libre
a lucha libre es un deporte y, al mismo tiempo, es un espectáculo. Muchos dicen que sólo es teatro, actuación; lo que es un hecho es que realizan actos que requieren de entrenamiento y preparación para saber caer, brincar, “volar”, hacer “llaves” (no con las que abrimos las puertas, sino las acciones que hacen los luchadores para inmovilizar o derribar a su rival), realizar un combate cuerpo a cuerpo... en fin, no se puede realizar sin un trabajo físico previo, intenso y dirigido. Hay variantes de la lucha libre. Vamos a ver un poco de la historia de la llamada lucha libre mexicana. La lucha libre mexicana se caracteriza por su gran cantidad de llaves y porque vuelan desde lo alto de las cuerdas para caer encima de los oponentes. Además, se tiene una tradición que la hace única: el uso de máscaras y nombres raros: El Santo, Blue Demon, Máscara Sagrada, Mil Máscaras, Cien Caras... ¡huy, son muchos luchadores! El origen de la lucha libre en México se remonta a 1863, en plena Intervención francesa. En ese año Antonio Pérez de Prian se convirtió en el primer luchador mexicano de la historia.
Doña Purita Remembranza
Una vez que aprendió lo necesario para ser un buen luchador, empezó a incursionar en circos y teatros presentando números acrobáticos y de fuerza. Debutó como luchador profesional peleando contra el fornido y temible norteamericano Henry Buckel. Ganó la pelea y tomó el nombre del Alcides Mexicano, nombre tomado del personaje mitológico, hijo de Perseo y Andrómeda. Don Antonio también fue el primer entrenador en México, enseñaba a lso jóvenes lucha grecorromana y acondicionamiento físico. Después llegó Enrique Ugartechea, que también hacía demostraciones de fuerza, además de luchar en el ring. A partir de entonces llegaron varias empresas de espectáculos que fueron conformando poco a poco la lucha libre mexicana como la conocemos actualmente. Hay controversia en decir quién fue el primer luchador enmascarado: alguno dicen que El Murciélago Velázquez, otros que El Ciclón McKey, algunos más dicen que The Marvel Mask en Estados Unidos. El caso es que las máscaras son inseparables de la idea de la lucha en México. ¿Cuántos luchadores conoces?
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Cerebro y papel
En una encuesta realizada en 2003 en la UNAM, cerca del 80% de 687 estudiantes dijo que preferĂa leer un texto impreso.
o El Tenter
abril de 2016
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Las personas necesitan sentir el papel al leer, el cerebro lo pide inconscientemente. Muchos trabajos hablan de que en pantalla se lee más lentamente y, además, se recuerda menos.
L
a revista Scientifican American publicó un artículo que pretende explicar esta paradoja: en la época de la hiperconectividad, cuando cada vez tenemos más equipos que nos permiten leer y contamos con acceso a bibliotecas enteras en formato electrónico, muchos siguen prefiriendo el papel. El libro tradicional, la revista, el diario, siguen siendo favoritos. Nosotros no hemos nacido con circuitos cerebrales dedicados a la lectura, porque la escritura se inventó hace relativamente poco tiempo en nuestra evolución: alrededor de cuatro milenios antes de nuestra era. En la niñez, el cerebro improvisa nuevos circuitos para leer y para ello usa parte de otros dedicados al habla, a cuya habilidad se suma la coordinación motora y la visión. El cerebro comienza a reconocer las letras con base en líneas curvas y espacios, y utiliza procesos táctiles que requieren los ojos y las manos. Más allá de tratar a las letras individuales como objetos físicos, el cerebro humano puede percibir un texto en su totalidad como una especie de paisaje físico. Cuando leemos, construimos una representación mental del texto. La naturaleza exacta de tales representaciones permanece clara, pero algunos investigadores creen que son similares a un mapa mental que creamos de un terreno, como montañas y ciudades. En paralelo, en la mayoría de los casos, los libros de papel tienen una topografía más evidente que el texto en pantalla. Un libro de papel abierto presenta dos dominios claramente definidos: páginas de izquierda y derecha, y un total de ocho es-
quinas en las que uno se orienta. Al pasar las páginas de un libro de papel se realiza una actividad similar a dejar una huella tras otra por un sendero, hay un ritmo y un registro visible del transcurrir de las hojas. Todas estas características permiten formar un mapa mental, coherente, del texto. En contraste, a pesar de que los libros electrónicos y tabletas replican el modelo de páginas, éstas son efímeras: una vez leídas, esas páginas se desvanecen. Otros investigadores están de acuerdo en que la lectura basada en pantallas puede empeorar la comprensión, ya que es mentalmente más exigente e incluso físicamente más cansado que la lectura en papel. Las pantallas de ordenadores, teléfonos inteligentes y tabletas hacen brillar la luz directamente en los rostros de las personas y la lectura puede causar fatiga visual, dolores de cabeza y visión borrosa. Las investigaciones más recientes sugieren que los niños recuerdan más detalles de las historias que leen en el papel pese a que las digitales están complementadas con animaciones interactivas, videos y juegos, que en realidad desvían la atención lejos de la narrativa. Muchas personas aseguran que cuando realmente quieren centrarse en un texto, lo leen en papel. Por ejemplo, en una encuesta realizada en 2011 entre estudiantes de posgrado en la Universidad Nacional de Taiwan, la mayoría aseguró que navegaba algunos párrafos de un artículo en línea antes de imprimir todo el texto para una lectura más a fondo. Tomado de La Voz.arg
En un experimento realizado en la Universidad de Karlstad en Suecia, quienes tomaron una prueba de comprensión de lectura en un equipo electrónico obtuvieron calificaciones más bajas y tuvieron mayor estrés y cansancio que las personas que la hicieron en papel.