6 minute read

Cuidado de los pies

CUIDADO

DE LOS PIES

Esta parte muchas veces olvidada del cuerpo también requiere sus cuidados.

Los pies están más expuestos que nunca al sol y otros factores externos que pueden afectarles negativamente, llegando a poder contraer infecciones y alguna que otra patología que puede afectar a nuestra salud. Así que con sandalias o sin ellas, le invito a seguir leyendo para terminar con unos pies llenos de salud que le eviten una inesperada visita al podólogo.

CALISOS, ¿SÍ O NO?

Por supuesto que sí, pero con limitaciones. Son un calzado perfectamente válido para proteger nuestros pies de contagios en zonas húmedas o en los espacios donde suele haber agua encharcada, como zonas de duchas comunes, vestuarios, accesos a piscinas... Pero su abuso no es bueno. Si las utilizamos para caminar trayectos largos, no sería raro que acabásemos sufriendo patologías como la fascitis plantar o esguinces por su poca sujeción del pie y la inestabilidad que generan en la marcha.

LOS PIES TAMBIÉN SE HIDRATAN

Es algo que no debemos olvidar, pero debido a las altas temperaturas lo aconsejable es hacerlo por la noche, antes de dormir. Por ejemplo, mientras vemos esa serie de televisión justo antes de irnos a la cama, es el momento perfecto para aplicar (o que nos apliquen) una crema hidratante en los dos pies dando un pequeño masaje durante unos minutos. Recuerde no cubrir después los pies con calcetines.

PROTECCIÓN SOLAR

Sí, aunque los veamos ahí abajo medio enterrados entre la arena de la playa a los pies también hay que protegerlos del sol. De hecho, sufrir quemaduras solares en el empeine es algo bastante habitual porque tendemos a olvidarnos de ellos...nos acordamos después cuando intentamos calzarnos, sentimos dolor y descubrimos una quemadura solar.

OJO CON LAS HERIDAS

Al caminar descalzos por la playa es relativamente frecuente que suframos pequeñas heridas al pisar trozos de conchas o al tropezar con esa roca que no esperábamos encontrar semienterrada en la arena. Para la mayor parte de las personas esas pequeñas heridas sin importancia se quedan en eso, en una lesión en la epidermis que en unos días desaparece con unos cuidados básicos de higiene y desinfección, pero para las personas con diabetes o con problemas vasculares pueden suponer un problema importante si no les prestan la atención adecuada desde el primer día.

CUIDADO CON LOS HONGOS...

Existen principalmente dos infecciones por hongos en los pies, pie de atleta y tiña de los pies, pero la que es más probable que nos llevemos de regalo si no nos protegemos bien es el pie de atleta. Suele aparecer justo debajo de los pies y hay que decir a su favor que no es algo grave, pero sí muy molesta por el picor que nos produce y que puede llegar a traducirse en dolor si la piel acaba agrietándose. La mejor prevención: un par de chanclas en la zona de la piscina y vestuarios y un buen secado a conciencia de los pies.

... Y TAMBIÉN CON EL PAPILOMAVIRUS

Puede que esté pensando, ¿pero el Virus del Papiloma Humano (VPH) no es una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS)? Y está en lo cierto, pero es que el VPH es en realidad una familia de más de 200 tipos de virus que pueden causar verrugas en diferentes partes del cuerpo, unos son de alto riesgo y pueden llegar a causar cáncer y otros no. Afortunadamente cuando afecta a los pies se queda en una verruga plantar, sin peores consecuencias, pero que sí nos puede causar dolor especialmente al caminar. Contagiarse con el VPH en vestuarios o piscinas es muy fácil. La mejor prevención es utilizar siempre chanclas, evitar compartir calzado y toalla y mantener los pies limpios y secos.

ENFERMEDADES AUTOINMUNE

Una enfermedad autoinmune es una condición patológica en la cual el sistema inmunitario se convierte en el agresor que ataca y destruye a los propios órganos y tejidos corporales sanos.

Normalmente, el sistema inmune distingue lo propio de lo extraño y nos defiende de agentes externos como los virus o bacterias. En las enfermedades autoinmunes, existe una respuesta inmune exagerada que destruye los propios órganos y tejidos corporales sanos. El sistema inmune deja de reconocer lo propio y genera un auto-ataque de los constituyentes del individuo, actuando como si estos fueran agentes extraños al mismo.

El nombre o tipo de enfermedad autoinmune dependerá del órgano o sistema afectado. Cuando la pérdida de la tolerancia inmunológica genera un daño puntual, los autoanticuerpos o las células autoinmunes destruyen sólo un tipo celular. Esto sería lo que ocurre en las células beta del páncreas, en pacientes con diabetes mellitus tipo 1. El ataque puede ser general como ocurre en el lupus eritematoso sistémico donde las manifestaciones clínicas son múltiples.

¿HAY FACTORES DESENCADENANTES PARA PADECER UNA ENFERMEDAD AUTOINMUNE?

Existe un componente hereditario (ciertas combinaciones genéticas) y factores ambientales que son desencadenantes para activar finalmente el sistema inmunitario. Estos son muy variados e incluyen: infecciones, fármacos, vacunas o inmunizaciones, alimentación, deficiencias nutricionales, toxinas como el tabaco o agentes químicos, factores psicológicos, hábitos higiénicos, socioeconómicos, sanitarios, cambios hormonales y factores climáticos, entre otros.

¿CÓMO DETECTARLAS?

Las enfermedades autoinmunes se identifican con la presencia de manifestaciones clínicas anormales persistentes características, y la realización de estudios complementarios orientados según la sospecha diagnóstica.

Los síntomas varían ampliamente dependiendo del padecimiento del individuo, la agresividad de la enfermedad, la localización de la respuesta inmunitaria y la tendencia genética del paciente. En muchos casos los primeros síntomas son el dolor articular y muscular, la febrícula, la fatiga, el malestar general, entre otros.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

Para diagnosticar una enfermedad autoinmune en general se requiere de la demostración de autoanticuerpos. Sin embargo, la mera presencia de autoanticuerpos no necesariamente establece una relación causa-efecto. Por dicho motivo es fundamental conocer las manifestaciones clínicas que caracterizan a cada patología y los grupos etarios mayormente afectados, para poder definir junto con la historia clínica y los antecedentes familiares, el grado de sospecha diagnóstica previo a la solicitud de estudios (alta, media o baja probabilidad de padecer una determinada enfermedad). Esto será entonces complementado con la solicitud de estudios clínicos pertinentes, conociendo de antemano la utilidad de los mismos (posibilidad de falsos positivos).

¿CÓMO SE TRATAN?

Las enfermedades autoinmunes, son en su mayoría enfermedades crónicas, esto significa que deberán tratarse durante toda la vida.

Aun no se ha encontrado cura para este tipo de patologías, por lo que el tratamiento estará dirigido a reducir y controlar los síntomas, la progresión de la enfermedad y las incapacidades que ésta pueda generar: el objetivo final es controlar al sistema inmunológico. Al tratarse de enfermedades distintas y específicas el tratamiento varía para cada una de ellas. Los medicamentos utilizados incluyen una variedad de compuestos inmunomoduladores, entre los que están incluidos los corticoides. Estos medicamentos se deben administrar con precaución y bajo control médico estricto, ya que tienen efectos secundarios importantes.

This article is from: