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La clave para tus espacios se expresan por sí solos

La clave para que tus espacios se expresen por sí solos

ARQ. RAFAEL RANGEL

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Los espacios son el reflejo de la personalidad de sus habitantes. Los invitados al entrar a tu hogar tienen una primera lectura, de cuáles son las costumbre o gustos de la familia. Antes de iniciar una propuesta para renovar nuestros espacios, es importante preguntarnos cómo vivimos, el número de personas que habitan el espacio, qué nos gusta, de qué espacios disfrutamos, cuáles son nuestras costumbres, cómo nos vemos proyectados en el futuro. Un autoanálisis, porque tu casa tiene que ser el reflejo de todas esas cosas.

Para plasmar nuestra esencia en nuestros espacios, es recomendable contar con tres elementos bases como son: la luz, el color y los revestimientos, los cuales nos ayudarán a renovar la envolvente del espacio, en el cual coexistimos con todo el conjunto que le dará forma a la decoración.

La luz natural es la pieza que nos dará luminosidad y color al interior de nuestro hogar, tomando como referencia la orientación geográfica de la vivienda y la apertura de los ventanales. Un ventanal orientado al oeste, es ideal para recibir todo el sol de tarde, tornando el espacio mucho más anaranjado o amarillento, en cambio los rayos de sol de la mañana suelen ser más fríos y blancos, es una alternativa de diseño para saber sacar partido del contexto donde se encuentre la vivienda.

El color no existe sin la luz, por lo tanto, sabemos también que los diferentes tipos e intensidades de luz van a generar cambios en la percepción del color. La luz artificial viste. La luz puede transmitir calidez, calma, alegría, sosiego, melancolía, o sensualidad. Tenemos que ser precavidos de las posibles combinaciones de las luces en la vivienda para que puedan acompañar las distintas escenografías de los ambientes.

El color nos da alternativas para expresarnos en nuestros espacios. Una paleta neutra, nos dará una sensación de calma y nos dará ambientes más clásicos y sobrios. Si son de tonos claros, nos aportará luminosidad. En cambio, los tonos más oscuros nos van a sumar un poco de dramatismo, intensidad y, probablemente, también ambientes más cálidos.

Los materiales tienen una estrecha relación con la textura. La textura está asociada al sentido del tacto, pero también la vista percibe diferentes cosas a través de los diferentes materiales. Si queremos nuestro hogar con un ambiente muy natural, tenemos que elegir materiales que vengan de la naturaleza, como la madera, los tejidos, las cañas, las piedras. En lo contario, los materiales más industriales como el acero, el vidrio, las telas sintéticas y los plásticos representan un ambiente moderno.

La representación en los espacios de superficies más lisas y reflectivas, como los espejos, los mármoles, los cromados, los porcelanatos pulidos y las sedas, tienden a materializar ambientes más fríos. En cambio, las superficies más rugosas y absorbentes como las maderas, las piedras, los linos, las panas y las alfombras tienden a hacer mucho más cálidos los espacios.

La clave de la decoración es mantener siempre un buen equilibrio, es decir, no mezclar diseños todo en uno, sino mantener la mesura para llenar cada espacio de buen gusto.

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