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Una decisión impensada la entrevista con Mariano Konopka

UNA DECISIÓN IMPENSADA

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“Cuando era chiquito, Polonia no existía en mi vida. Hoy en Polonia me siento feliz” –charla con Mariano Konopka, argentino de raíces polacas, quien emigró a Polonia.

¿Te sentís polaco o argentino? ¿Quién te sentís? ¿Analizás este tema?

Pienso en eso, sobre todo cuando me preguntan por quién voy a hinchar, si hubiese un partido de fútbol Polonia-Argentina. En esos casos respondo que soy 100% argentino y 100% polaco. No me imagino otra respuesta, no me imagino cómo podría dividir mi nacionalidad.

Cuando eras chiquito y crecías en Argentina, ¿qué era Polonia para vos? Pensabas en ella? ¿A qué la asociabas?

Cuando era chico, Polonia no estaba muy presente en mi vida. Esto es lo normal cuando la mayoría de las familias en Argentina, como en mi caso, son familias mixtas. En casa no hablábamos en polaco, aunque en la casa de la abuela algo de Polonia se respiraba. En esa época asociaba a Polonia con el gulasz preparado por mi abuela, y con el idioma, porque la abuela hablaba con mi papá en polaco. A veces mirábamos fotos viejas o escuchábamos a hurtadillas cuando la abuela cantaba en voz baja canciones de su infancia. Recién a los 12 años empecé a interesarme en Polonia y a estudiar el idioma polaco por mi cuenta.

¿Cuándo visitaste por primera vez Polonia? ¿Por qué? ¿Cuáles fueron tus primeras impresiones? ¿Qué sentiste en ese momento?

La primera vez que estuve en Polonia fue en el 2007, cuando tenía 21 años. Gracias al proyecto del club polaco de fútbol Polonia FC tuve la oportunidad de conocer la patria de mis abuelos, haciendo lo que tanto me gusta, es decir, jugando al fútbol. Polonia me produjo una impresión increíble, en realidad igual que al resto de los chicos. Lo primero que nos impresionó fue la gran amabilidad con la que los polacos tratan a los extranjeros que visitan su país.

¿Cuándo pensaste por primera vez en salir de Argentina y “volver” a Polonia?

Justamente esa vez, cuando estuve en Polonia por primera vez. Fueron solo tres semanas, pero logré conocer un poco de Polonia y conocer a parte de mi familia. Al mismo tiempo pude ejercitar el idioma. Pero en seguida me di cuenta de que esas tres semanas eran demasiado poco tiempo.

¿Fue una decisión fácil?

Sí, como toda decisión apresurada (se ríe). Considero que en el caso de dar esos grandes pasos en la vida, cuanto más se los piensa y analiza, tanto más difícil es tomar la decisión. En este caso, me propuse actuar. Empecé a buscar la posibilidad de volver a Polonia, reuní los documentos necesarios y tenía muchos deseos de volar una vez más. Todavía antes de la mudanza definitiva en 2008, me encontré otra vez en Polonia, esta vez en un curso de idioma polaco. En esa época, mis esfuerzos recibieron un gran respaldo de la Embajada de la República de Polonia en Argentina, Stowarzyszenie Wspólnota Polska (institución que desde Polonia se dedica a apoyar proyectos de los polacos fuera del país), Narodowa Agencja Wymiany Akademickiej (asociación que se dedica al intercambio estudiantil), otras organizaciones polacas y representantes de Polonia en Argentina.

¿Cómo te fue en Polonia?

Al principio quería estudiar ingeniería en producción en la Universidad Politécnica de Cracovia. Antes de empezar los estudios tuve que hacer un curso intensivo anual de idioma polaco. Pero durante mis estudios de idioma apareció una inesperada posibilidad de realizar mis estudios con orientación a la aviación y astronáutica en la Universidad Politécnica de Rzeszów. Una vez que completé las exigencias adicionales pude continuar mis estudios después del tercer semestre en la especialidad de pilotaje. No era fácil porque la mayoría de los estudiantes quería estudiar para piloto, donde había cupo solo para los 15 mejores. La calificación se realizó con un promedio entre conocimientos del idioma inglés, test psicotécnicos y experiencia. Tuve suerte y después de varios años de entrenamiento en la aviación en Polonia encontré un trabajo en Polskie Linie Lotnicze LOT (Líneas Aéreas Polacas).

¿Extrañás algo que haya quedado en Argentina?

Extraño el reunirme con los más cercanos, la familia y los amigos. Eso no se puede reemplazar en ningún lugar. Extraño el ir a la cancha de fútbol e hinchar por mi club. En Varsovia vivo muy cerca del estadio del club Legia, aunque no es lo mismo (se ríe). Extraño el asado, a mis amigos.

¿Cuándo aprendiste el idioma polaco? Qué fue lo que más te costó?

Considero que aprendí el polaco bastante rápido. Es un idioma difícil, pero todo depende de la determinación y la meta que uno quiere lograr. Si pasás todo el tiempo únicamente con latinos, podés vivir 10 años en Polonia y nunca vas a aprender a hablar en polaco. Empezando mi segundo año viviendo en Polonia y habiendo empezado mis estudios en Rzeszów, prácticamente tuve contacto solo con polacos. A esto se le sumaban los estudios en idioma polaco. Simplemente tenía que aprender el idioma, no tenía otra salida. La mayor dificultad la tengo hoy con la pronunciación. En el idioma polaco existen ciertos sonidos que no puedo pronunciar. Para lograr esto tendría que practicar duramente mis cuerdas vocales. Para las personas cuya lengua materna es el español esto no es fácil. Por supuesto

que la gramática tampoco es perfecta, pero todos saben que este tema es muy difícil y no me preocupa demasiado. El idioma polaco en varios aspectos es sencillo. Los verbos no tienen muchos tiempos. No existe la forma subjuntivo, no hay acentos diferentes ni dialectos como en el español. El escribir mi maestría en polaco fue una experiencia curiosa. Primero armé el texto en mi cabeza en español, pero después ̶ sobre el papel ̶ resultó que las frases pensadas en polaco son terriblemente largas y pierden el sentido. Tuve que dividir cada oración en dos o tres frases cortas. El español es un idioma muy rico y complejo. En polaco se escribe distinto.

¿Cómo te encontraste en Polonia, cómo te adaptaste? ¿Qué resultó simple y qué complicado?

Me adapté fácilmente. Seguramente ayudó el hecho de que desde el primer día de mi estadía en Polonia tuve qué hacer. Por suerte, durante estos 11 años desde que llegué no tuve ningún “tiempo muerto”. Cuando no se tiene un objetivo concreto que lograr, aparecen las dudas. Aparte de esto desde que estoy en Polonia considero que es el país más latino entre los no latinos. Acá a la gente le gusta reunirse, son serviciales y amistosos.

¿Qué es para vos el fútbol? ¿Qué es el fútbol para los argentinos? ¿De qué club sos hincha en Argentina?

El fútbol es una parte muy importante de mi vida. Siempre repito que tengo tres pasiones –la aviación, el deporte y Polonia. Durante mi niñez, vivía muy cerca del club deportivo del barrio Club Ferro Carril Oeste. Pasaba bastante tiempo allí y probaba mis habilidades en varias disciplinas, jugué al futbol, al voleibol, al tenis y al básquetbol. Me acuerdo que cuando volvía del colegio, siempre agarraba la pelota e iba al club con mamá y con papá a ver los partidos. Finalmente me decidí por el futsal, que se juega en un salón. Defendía los colores de mi barrio por varios años. De hecho sigo hinchando por él hasta hoy día. Ahora en Polonia otra vez tengo la suerte de vivir muy cerca del estadio del equipo Legia Warszawa que tiene los mismos colores en su camiseta que Ferro. Legia es un club extraordinario, que tiene una excelente estructura, personal, etc. Ya estoy analizando la posibilidad de anotar a mi hija a la escuelita de fútbol infantil. Sin embargo, en Legia me falta un poco de vida de club, la posibilidad de pasar un rato en él, hacer asado en el quincho del club. Después de varios años de entrenamiento abandoné la pelota para preparar

los exámenes de ingreso en la Fuerza Aérea Argentina. Pero así es con las pasiones, que aun cuando renuncié a la pelota, más tarde ella sola volvió a mí. Cuando me enteré que en Argentina se formaría el Polonia Fútbol Club, enseguida empecé a jugar allí.

¿Cuáles son tus jugadores preferidos en Argentina y cuáles en Polonia?

Mi jugador argentino preferido es Claudio López, quien ya está jubilado como deportista. Siempre jugué en la posición de delantero, pero al integrar el Polonia FC empecé jugar como defensor derecho. En este club reencontré dos de mis pasiones: el fútbol y Polonia. En Polonia, sin dudas, el mejor es Robert Lewandowski. Es un profesional de los mejores, no hay otro igual. Aunque confieso sinceramente que miro muy pocos partidos de fútbol. Soy fanático del fútbol, pero del juego, no de mirar los partidos. En este aspecto estoy muy lejos del hincha argentino, cuya imagen está tan extendida por el mundo. Gracias al fútbol pudimos crear en Varsovia un estupendo grupo de amigos entre los argentinos. Varios de nosotros vivían en Polonia hace años, pero no nos conocíamos. Desde el momento en el que alguien preguntó en Facebook si quisiéramos jugar a la pelota, empezamos a conocernos mejor. Hoy, jugamos en una liga y nos encontramos con frecuencia en un asado.

¿Formaste una familia en Polonia?

Sí, tengo una esposa polaca y una hija de cuatro años, quien es polaco-argentina.

¿Qué hacés ahora en Polonia? ¿Cuáles son tus planes profesionales?

Todo el tiempo trabajo como piloto en Líneas Aéreas Polacas (LOT). Quiero superarme cada vez más como piloto, esto requiere muchísimos estudios y una incesante acumulación de experiencia.

¿Sos feliz en Polonia?.

Sí.

Con Mariano Konopka charló Jacek Piątkowski

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