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Reglas para el Celular
Los niños de hoy no piden juguetes, sino Smartphone o tabletas electrónicas, y muchos papás llegan a la conclusión de que un teléfono no hace daño y puede ser vital en caso de una emergencia.
En síntesis, se lo regalan.
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Existen sin embargo algunas medidas que los padres de familia deberían tomar en cuenta al regalarle un celular a sus hijos.
1- En primer lugar, se recomienda planificar la llegada del ‘smartphone’ para que el niño entienda por qué va a tener un dispositivo de estas características y lo que implica. Por tanto, a la hora de dar un móvil la familia ha de valorar el grado de madurez del menor. Incluso se puede firmar un contrato familiar para el buen uso del teléfono, en el que se detalla qué aplicaciones o sitios web podrá utilizar, a quién podrá llamar, el límite de tiempo diario o semanal, etc.
2- En segundo lugar, insisten en la necesidad de supervisar y poner normas y límites, ya que es importante que el móvil no suponga una distracción de otras tareas o actividades relevantes para el menor como son dormir, estudiar o socializar ‘offline’. Para ello, los ‘software’ de control parental son una herramienta útil.
3- También es relevante que los niños comprendan la necesidad de cuidar sus datos en las redes sociales y las posibles consecuencias de no hacerlo. Configurar el perfil de la red social en cuestión para limitar su carácter público, configurar quién puede ver las publicaciones o escoger la información del usuario menor publicada en el perfil, es básico.
4- Interesarse por los videojuegos de los hijos, que es un método de entretenimiento, socialización y aprendizaje. Así, se podrá guiar a los menores a aplicar las mismas precauciones que en las redes sociales convencionales y a escoger juegos adecuados a su edad y madurez.
5- Conocer con quién se comunica el menor a través de los videojuegos o redes sociales. Desde el respeto a la privacidad los padres han de interesarse por esas cuestiones y enseñar que no se debe compartir información ni fotografías personales con desconocidos. Así, se evitarán situaciones de ciberacoso, chantaje o ‘grooming’ -práctica de ciberacoso sexual de un adulto a un menor-.
6- Tampoco se debe compartir la información del lugar de residencia, el centro escolar donde estudian o cualquier otra información que permita localizar al menor en el mundo real.
7- Estimular el sentido crítico de los adolescentes y recordar que las decisiones en Internet también tienen consecuencias en la vida real. Por tanto, se ha de hacer comprender que la información de otras personas no puede ser compartida o utilizada sin su consentimiento.
8- Los padres deben actuar como ejemplo frente a sus hijos comportándose en Internet como desean que lo hagan ellos. También han recordado que responden civilmente por los daños causados por infracciones de sus hijos menores de edad.
9- Garantizar un espacio de desconexión para los niños. Conservar momentos libres de tecnología para beneficiar su desarrollo. Asimismo, es una manera de generar relaciones personales más cuidadas y activas.
10- Observar cómo se siente el menor en su área digital. Por ejemplo, tratar de identificar posibles situaciones que afecten al bienestar físico o psíquico. E