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La actividad física y la importancia en nuestras vidas
La actividad física y la importancia en nuestras vidas
Por: Alfred Machado Entrenador Personal Certificado
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Mucho escuchamos a diario del ejercicio, la actividad física y cuan necesario es para la salud de nuestro cuerpo. Ejercicio no es sinónimo de actividad física, pero, para efectos de los beneficios que ambos proporcionan, no voy a entrar en mucho tecnicismo.
Sin importar la edad, el movimiento de nuestro cuerpo sigue siendo necesario a fin de mantenernos en óptimas condiciones para todo lo que hagamos. Desde estudiar, trabajar físicamente, pensar o practicar tu deporte favorito. Nuestro cuerpo, que es una máquina bien compleja, se nutre de energía propiciada por los alimentos que consumimos y es entonces que podemos movernos. Nuestras extremidades son capaces de hacer infinito de movimientos por horas y horas, claro siempre y cuando tenga la suficiente energía almacenada y la condición física para ejecutar dichos movimientos.
En todas las etapas del ser humano el movimiento nos mantiene con salud. Es necesario movernos puesto que la inercia nos va mermando el rango de movimiento, la resistencia muscular capaz de prolongar el trabajo por más tiempo, así como retrasar muchas condiciones musculo-esqueletales.
La funcionalidad del cuerpo humano se ve afectada proporcionalmente al cambio de edad, pero el ejercicio o actividad es vital para permitir que personas de mayor edad puedan hacer actividades que la mayoría a estas edades no harían. El sistema nervioso conecta a todos los demás sistemas y el muscular con sus conexiones al esquelético es el que efectúa los movimientos. Por ende, el levantarse e incorporar alguna rutina diaria de calentamiento y estiramiento es pieza fundamental para la vida útil del cuerpo.
El caminar por algún tiempo prolongado y continuo mantendrá el sistema cardiopulmonar en buen estado. Además de balancear la glucosa en sangre y así controlar o mejorar condiciones como diabetes. Si le añadimos al caminar algo de intensidad, aceleramos el pulso, así la quema de grasa será más efectiva y como consecuencia mantendremos unos niveles de colesterol saludables. Por lo tanto, en la manera que se pueda lograr incorporar esto a nuestro diario vivir, nuestra salud cardiovascular nos lo agradecerá.
Con pequeñas modificaciones como: moverte a cambiar el canal en vez de usar el control del televisor, estacionarte más lejos, pasear más al perro, cortar más la grama, jugar más baloncesto o ir más al gimnasio, veremos cambios permanentes y duraderos. La constancia es necesaria, mantén alguna rutina de movimiento diaria, pues una vez te detienes vas creando una zona cómoda y arrancar será cada vez más difícil. Recuerde, aunque sea un poco, siempre será mejor que nada. Nuestro cuerpo tiene lo que se llama memoria muscular y siempre guardará en el disco duro algo de lo que realices.
La vida nos da la oportunidad de vivirla, decidimos como hacerlo y toda acción tiene consecuencia, positiva o negativa. Vivamos con la seguridad que mañana será mejor que hoy, pero para eso hoy tendremos que hacer algo para mejorar el mañana.