Clave de cuento 2020

Page 1

1


2020


Prohibida la redroducción total o parcial de esta obra por cualquier medio sin permiso del Ente Cultural Santafesino. (c) 2020 Ente Cultural Santafesino www.enteculturalsantafesino.com.ar


PRÓLOGO “Me hierve la sangre al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria”. Manuel Belgrano “Clave de Cuento 2020” llega en su séptima edición homenajeando a uno de nuestros mayores héroes. Niños, niñas, jóvenes de cada rincón de nuestra provincia escribieron, se inspiraron y enaltecieron la figura del gran patriota, en el bicentenario de su fallecimiento. Con una gran emoción y orgullo me toca acompañar y difundir este maravilloso trabajo que recorrerá los caminos que vamos trazando desde el Ente Cultural Santafesino; fortaleciendo estos logros gestados desde las nuevas generaciones de santafesinos y santafesinas que siguen creyendo en un proyecto de pluralidad, federalismo y de mucho amor. Como lo soñaba y ponía de manifiesto el General Belgrano su accionar y sueños serán inspiración y cobijo en estos momentos de incertidumbres y desganos. “Mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella”.

LIC. CLAUDIA GIACCONE


USINA I


María juana


UNA AVENTURA EN LAVARROPAS Mi nombre es Varinea y quiero contarles una historia que sucedió hace mucho tiempo atrás. Aquella fue una aventura maravillosa, tan loca, que es muy difícil de creer. Era un día como cualquier otro, vivía en una comarca fea y vieja llamada Villa Luna. En aquellos días mi maestra de grado me encargó un proyecto de química, el cual tenía que hacer sin ayuda de nadie. Entonces empecé, y mezclando un montón de elementos químicos poderosos, inventé una sustancia inestable, que a decir verdad no sabía bien para qué podía servir. Para guardarla, la vertí en un tubo de ensayo que coloqué en un bolsillo de mi ropa escolar la cual tenía en la cocina bien organizada para el día siguiente. Pero desgraciadamente al despertar noté que ¡No tenía la ropa y tampoco el experimento!. Desesperada busqué la sustancia por todos lados pero no aparecía por ningún lugar, ni la ropa ni el recipiente con el experimento. -¿Mamá por las duda viste mi experimento?-pregunté muy preocupada. -Si-dijo ella mientras me señalaba la ropa sucia que daba vueltas dentro del lavarropas con agua. -¡Pusiste a lavar mi ropa!-exclamé angustiada y me puse a buscar esperando lo peor. Cuando miré dentro del lavarropas, el agua comenzó a brillar con el mismo color de mi experimento. Me asusté y corrí a esconderme, temiendo que aquel líquido hiciera explotar mi casa. Fue en ese preciso instante cuando de su interior emergió un señor vestido muy raro 7


que me miró muy sonriente y me dijo que no me asustara, que su nombre era Manuel Belgrano y que venía a ayudarme. Como pude lo saqué del agua, se lo presenté a mi familia y recorrimos toda mi casa mientras comíamos pan casero que había hecho mi mamá. Nos hicimos muy amigos y me prometió que iba a conseguir un nuevo hogar donde podamos vivir mejor. Y fue así que usamos el lavarropas para viajar, fuimos a África y nos persiguieron rinocerontes, fuimos al fondo del mar y nos persiguieron pulpos. Después, al espacio exterior, quedamos flotando un buen rato hasta que en un momento el lavarropas se descontroló y terminamos en un lugar maravilloso con plazas hermosas, casas de todo tipo y gente muy buena. Recuerdo que había mucha gente en bicicleta aquel día. Venían corriendo una carrera muy importante, se llamaba “La bicicleteada”, se hacía cada año por el aniversario de aquel pintoresco pueblo llamado María Juana. Ese lugar maravilloso, era bastante grande, tenía mucho lugar para jugar, decorado con bellísimas flores de todos colores. Entonces no lo dudamos ni un segundo con mi familia, aquel lugar sería nuestra nueva casa y viviríamos allí. Más tarde Manuel Belgrano, nuestro guía amigo, antes de partir a sus nuevas aventuras me regaló una escarapela con hermosos colores:“blanco y celeste” y desde entonces no me la he sacado de mi pecho, ni esta historia de mi cabeza.

Varinea Hergenreder

7° Grado, Escuela N° 1066 8


EL SUEÑO DE MANUEL Hace mucho tiempo, en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, Manuel Belgrano, un joven abogado que se interesaba por el bien de su patria vivía en una casa muy antigua, junto a sus padres y sus quince hermanos que tenían diferentes profesiones. Era un gran soñador. Un día, después de tanto estudio, el joven estaba muy exhausto por lo que decidió tomarse una siesta. Y ahí comenzó la gran aventura, en un sueño. Su abuelo, llamado Juan Manuel, un 27 de octubre de 1777 decidió abandonar la ciudad para buscar tranquilidad y trabajo en un pueblo santafesino. Eligió la localidad de María Juana, ubicada a más de 500 km. Pero con el paso del tiempo no recibieron noticias de él. Por eso comenzó la búsqueda, muchas preguntas, dudas e inquietudes surgían todo el tiempo. Juntaron datos de conocidos, amigos y allegados que les permitieron organizar el viaje para encontrarlo. Al día siguiente, Manuel y sus padres prepararon los bolsos y partieron hacia aquel pueblo desconocido. Un viaje largo, agotador e incierto los esperaba. Luego de un mes llegaron a María Juana, el silencio, la soledad y la tranquilidad rodeaban el ambiente. Esto los llevó a pensar que era imposible encontrarlo ahí porque no se observaba nada a su alrededor. Buscaron una habitación en el hotel, se acomodaron, cenaron y se acostaron

9


para descansar, ya que a la mañana comenzaba la búsqueda. Recorrieron toda la zona, visitaron casas y campos. Encontraban pistas, pero no la ubicación exacta del abuelo. Él había dicho que venía a trabajar a unos cultivos, pero en ninguno de ellos tenían noticias o rastros. La búsqueda se tornaba fastidiosa y cada día que pasaba no localizaban su paradero. Pero eso no los detuvo, siguieron insistiendo. Un martes, caluroso y de mucha humedad, de camino por el pueblo, mientras volvían al hotel en su carreta, vieron pasar a un hombre y se detuvieron a preguntarle si conocía a Juan Manuel Belgrano, un señor porteño que se mudó al pueblo para trabajar. El hombre quedó asombrado, no sabía qué responder. Primero les preguntó quiénes eran y luego, por qué estaban en el pueblo. La familia contestó que eran parientes de él, que venían a visitarlo porque no tenían información desde hacía mucho tiempo. Durante la charla, Don Domingo, padre del joven, recordó la voz de su padre y le sonaba muy parecida a la del hombre. Le preguntó su nombre y respondió que lo llamaban Juma. Manuel estuvo pensando un largo rato y asoció el apodo con el nombre verdadero de su abuelo. En ese momento, cada uno recordó al otro como parte de su familia y se abrazaron. Fueron juntos a la casa de Don Manuel donde cenaron y trataron de ponerse al día con las noticias. El joven y su familia querían que volviese a la ciudad para vivir con ellos, pero el abuelo respondió que no, que él estaba feliz en María Juana y que su trabajo en la Fábrica de

10


Vagones era muy importante por lo que no podía abandonarlo. Llegaron al acuerdo de que se escribirían todos los meses y una vez por año se visitarían. Finalmente, luego de varias horas de sueño, Don Juan Manuel sube al dormitorio de su nieto para despertarlo de su siesta porque hacía varias horas estaba durmiendo y debía estudiar. Al despertarse se dio cuenta que la historia había sido todo un sueño, fruto de su imaginación.

LORENZO PERUSIA

7° Grado, Escuela N° 1066

11


UNA FALLA MAGNÍFICA Había una vez dos jóvenes llamados Juan y León que vivían en María Juana y eran científicos, ellos estaban obsesionados en realizar un viaje en el tiempo. Un día se les ocurrió juntar dinero para crear una máquina que pudiera servir para cumplir su sueño. Realizaron todo tipo de ventas y sorteos para conseguir la mayor cantidad de dinero posible, era tanto el entusiasmo que tenían, que pasaban todo el día ofreciendo a los habitantes del pueblo los productos que habían seleccionado para vender. Así estuvieron por meses, hasta que juntaron lo suficiente como para pagar los materiales para la construcción de tan ansiada máquina. Todo estaba casi listo, sólo faltaba una última prueba, encender el motor que tanto trabajo les había dado instalar. Se acercaba la hora y los nervios florecían, comenzaron a contar diez, nueve, ocho, y así hasta que luego del uno; Juan el joven más hábil en mecánica, dio vuelta la llave y el motor comenzó a marchar a la perfección. Estaban felices, un golpe de manos selló la alegría del éxito. Los dos estaban de acuerdo en que querían viajar al año 1978, más precisamente al mundial de fútbol de nuestro país, donde Argentina se había consagrado campeón, querían sentirse parte de ese festejo que fue tan importante en esa época de nuestra historia. Los argentinos podían sonreír a pesar de la realidad que los envolvía. Todos los datos estaban cargados en la computadora de la máquina, solo faltaba 12


presionar el botón de mando, y así lo hicieron. Rápidamente comenzó la cuenta regresiva y el año 1978 también pasó. León y Juan se miraron sorprendidos al ver que la máquina no se detuvo en la fecha programada, siguió y siguió bajando hasta llegar al año 1812. Se detuvo justo en el momento exacto en el que Manuel Belgrano estaba izando la bandera a orillas del Paraná. Los jóvenes no podían creer lo que estaban viviendo pero decidieron aprovechar cada instante que se les presentara. Cuando Manuel Belgrano los vio, tuvo una gran curiosidad por conocerlos, se acercó y se presentó muy amable. Les preguntó de dónde eran y que hacían en ese lugar, Juan le comentó su proyecto y León, que era algo impulsivo, lo invitó a subir a su máquina. Instantáneamente obtuvieron un sí como respuesta, Manuel Belgrano y su gran amigo y médico personal se dispusieron a viajar a nuestro pueblo, a nuestra época. Cuando llegaron a la casa de la abuela de Juan, en la cual tenían su taller armado, Manuel Belgrano les preguntó qué es lo primero que tendrían que conocer, sin dudarlo y al mismo tiempo le respondieron “la fábrica de vagones”, y allí lo llevaron. Belgrano estaba sorprendido de ver la primera fábrica de vagones de Latinoamérica, quería saber todo. Luego pasaron por el molino harinero, el prócer y su amigo estaban boquiabiertos de ver tanta tecnología, algo que ellos no tenían idea. Así visitaron además, la plaza, las escuelas, algunos negocios y clubes. Los jóvenes estaban felices de guiarlos pero la hora pasaba y Belgrano tenía que volver a sus que haceres tan importantes. 13


Se despidieron con un fuerte abrazo y Belgrano les dijo: - Viven en un pueblo muy hermoso, deben cuidarlo y amarlo.- y con una risa cómplice agregó: - No he visto ningún busto mío y soy el único que vino a visitarlos. La máquina se encendió y Manuel junto a su médico volvieron al 1812. Los jóvenes no podían sentirse más felices, quedaron pensando en lo dicho por Belgrano y con un fuerte abrazo se alentaron en que las cosas pueden fallar y no salir como se programan pero a pesar de ello, pueden ser magníficas.

BAUTISTA DÍAZ

7° Grado, Escuela N° 1066

14


BELGRANO LLEGÓ A MARÍA JUANA Había una vez un niño llamado Pedro al que le gustaba mucho visitar a su familia. Un día como tantos decidió ir a la casa de su abuela Marta y ella le contó una historia que se llamaba “Belgrano llegó a María Juana”. Hace mucho tiempo atrás Belgrano vino desde muy lejos a visitar una familia que formó parte de su historia. Ellos, los Fernández eran parientes de María Catalina Echevarría de Vidal, quien confeccionó la primera bandera argentina, por eso Belgrano les tenía mucho cariño, ya que además era hermana de un amigo suyo. Pedro escuchaba atentamente… la abuela siguió con el relato. Manuel, el creador, un hombre como cualquiera, inteligente, empoderado, religioso, quiso conocer el lugar donde vivían los familiares de María, esta mujer tan importante para la patria. Entonces una tarde sentados alrededor de una gran mesa de piedras, debajo de un árbol de paraíso con pequeñas hojas verdes, tomando unos ricos mates amargos y comiendo tortas fritas que había hecho doña Fernández; ésta comenzó a contarles la historia de este árbol que fue declarado oficial de María Juana y un ejemplar se encuentra plantado en nuestra plaza pública San Martin, le dijo. En ese instante Belgrano recordó que cuando entró con su caballo al pueblo algo le llamó la atención, era un gran objeto gris con ruedas, en el cual estaba pintada nuestra bandera celeste y blanca. Fue allí cuando la señora le contó que eso era el primer vagón 15


de cargas hecho en nuestro pueblo, ubicado dentro de la fábrica SABBSA. El visitante quedó tan asombrado con lo que le contó que no veía la hora de recorrer la localidad. Al salir de la casa se dirigieron primero hacia la plaza para conocer el paraíso de la historia. Cuando llegaron Manuel se asombró al ver esa bandera enarbolada en el centro, quedó unos segundos mirándola. Siguieron caminando algunas cuadras y él, llevado por su sentimiento hacia la educación y siempre preocupado por los niños, preguntó si tenían escuelas, entonces ella le contestó que sí, que hay Jardines de Infantes, Primarias y Secundarias; él se puso contento. En ese recorrido pasaron también por el Molino Victoria y otros lugares significativos. Al regresar se encontraron con la iglesia, donde Belgrano quiso entrar a rezar. Al salir, estaban cansados, entonces volvieron a la casa con el sol brillando en el horizonte, fue en ese momento que el General recordó sus días de batalla a orillas del Río Paraná. Al volver, emocionado por lo que había conocido, le agradeció por haberlo acompañado. Cenaron y vencido por el sueño quiso ir a dormir, para así al día siguiente a primera hora, regresar lleno de felicidad y alegría. Al despedirse, les regaló una pequeña bandera para que recordaran su visita.

16


Así finaliza la abuela la historia del paso de Belgrano por María Juana. Luego se dirigió hacia un antiguo baúl y sacó de allí una bandera que regaló a Pedro. El niño muy asombrado la abrazo y se fue a su casa.

JAZMÍN RIBOTTA

6° Grado, Escuela N° 1066

17


ALGO MÁS QUE UN LUGAR Hace unos días tendría que haber llegado al río Paraná. Estoy con mis soldados desviando un camino difícil de tomar. La sed, el hambre y el cansancio están tomando las riendas de mi cuerpo, seguramente también la de ellos. Miro hacia la derecha y está mi comandante en jefa, María Remedios del Valle, una mujer que me ha demostrado poder luchar y pensar como cualquier hombre y más. Es la clara imagen de una mujer poderosa que no necesita a nadie para ser alguien en este mundo. La he reclutado hace más de cinco años, me deslumbró con su sexto sentido, por su manera de pensar y me ha acompañado desde ese momento. Siempre me fue fiel, honesta y sincera, aunque de vez en cuando me dice que cosas haría ella que yo no. Atrás mío hay hombres que no planeo decepcionar, pero al parecer lo estoy haciendo. Cabalgamos unos minutos más y no encontré el río Paraná, sino otro territorio. No llego a ver muy bien ya que es de noche, nunca viajo de día, por la gran humedad y soles ardientes. Lo que descubrí es un territorio deshabitado, sin vegetación, sin vida, es como si hubiera algo, pero no lo puedo ver. Estaba amaneciendo así que lo que hice fue ir a recorrer el lugar con María mientras mis hombres descansaban. Caminamos un buen rato y ella se inmovilizó. No sabía lo que le pasaba, pero por juzgar sus ojos salvajes, estaba sospechando. —¿Estás bien? —le pregunto. Asiente con la cabeza. 18


—Mejor vámonos a descan—no termino de completar mi oración cuando ella desaparece. Veo que brilla una cruz roja donde antes estaba María. La llamo por su nombre, pero solo escucho el eco de mi voz. Voy corriendo a buscar ayuda. Mis hombres están muy exhaustos, pero hago lo imposible para que se despierten. Cuando les cuento todo lo sucedido sus caras reflejan como si les estuviera jugando una terrible broma. Siento un murmullo a lo lejos, muchos de ellos piensan que estoy loco por la falta de agua y comida. Presiento que es inútil, me voy antes de lo que seguramente sea una carcajada grupal para burlarse de mí. Llego al lugar donde María desapareció, piso la cruz roja con fe de que vuelva. Estoy a punto de sacar mis pies de allí, cuando me transporto dentro de una burbuja que parece ser invisible, apoyo una de mis manos en su pared y empujo con toda mi fuerza, pero no puedo salir. Parece una barrera de invisibilidad imposible de atravesar. Quedé dentro de ella. Lo que antes parecía un lugar inhumano ahora es el territorio con más vida que he presenciado. Una planicie verde con abundantes pastizales, montes bendecidos con flores de todos los aromas, animales curiosos y escurridizos y zanjones rodeados de eucaliptus con un sinfín de ruidos que parecen cantos de ángeles invitándote a quedarte por siempre. Lo transito con rapidez para averiguar si hay alguna manera de escapar, definitivamente en todos los años de soldado no he visto algo así. Algo me saca por mis pensamientos cuando veo una mujer arrodillada frente una tumba. María. —Manuel—me dice mientras me arrodillo junto a ella. 19


—Hola, ¿tú presentiste algo cuando recorríamos el lugar verdad? —Sí, sentí mucha muerte en ese sitio y cuando vi ese destello a lo lejos quise atravesar esa barrera que no podía ver, pero sabía que estaba allí. Desde niña siempre he tenido este sexto sentido, pero cuando siento tanta muerte cerca de mí eso lo activa. —¿Cómo haces para sentir esa muerte? —le pregunto sin rodeos. —No lo sé, esta es la cuarta vez que me pasa. ¿Te acuerdas cuando te conté sobre el asesinato de mi esposo? ¿Que estaba en casa con mi marido cocinando y entraron tres hombres, le dispararon en el corazón y lo mataron a sangre fría? —Sí, me acuerdo—le dije con tono triste. —Unos segundos antes sentí que me succionaban la vida y me clavaban una espada en el corazón. Todo en mí era oscuridad y terror. Es como si me sacaran todos los recuerdos felices y dejaran tristeza y desesperación. Todo fue igual cuando mataron a mis dos hijos. Supongo que tengo el poder de presentir la muerte. —y en su rostro se forma una sonrisa forzada hacia un lado. —¿Sentiste eso cuando entraste a la barrera? —No, sentí eso antes de que entrara a la barrera. Los dos miramos hacia el tronco caído y añejo que decía “María Juana”. —¿Y ésto? —pregunto. —Supongo que es el nombre de este lugar. —Manuel, ¿tus soldados no te están respetando lo suficiente? —No son tan diplomáticos como yo quisiera y no están muy seguros de pelear por la independencia de este país. 20


—Tienes que dialogar mucho con ellos, después de todo son tu apoyo en cada batalla. Nadie los obliga a sufrir y seguirte en tus ideales. Veo mucha sangre derramada en nuestras batallas y tendrás que sembrar a cada instante la semilla de libertad y patria que tanto nos falta. Serás un hombre exitoso, veo además una creación que nos identificará a cada uno de los que vivimos en estas tierras. Salió corriendo y traspasó la barrera. La seguí y yo también la traspasé. Los dos escapamos. Llegamos para despertar a mis soldados, pero estaban todos dormidos, toco la diana y les ordeno levantar las tiendas. Todos dispuestos nos pusimos en marcha. No sé qué me habrá hecho este lugar. Lo que sé es que María me dejo inquietante, pero a su vez muy seguro de lo que haré. Nada ni nadie tiene que encontrar esta barrera. Esta especie de magia, la barrera de invisibilidad y lo que me transmitió puede ser muy peligrosa en manos equivocadas. Luego de esto seré un hombre diferente, a partir de ahora tomaré el camino de la verdad y la justicia cueste lo que cueste. Seguiré apoyando a las mujeres a ser quienes quieran ser porque son personas y tienen el mismo derecho que los hombres. Seguiré luchando porque me niego a vivir en un mundo ignorante, donde el odio y le rencor gobiernen por

21


encima del amor. Una vez María me dijo: “No soy un pájaro y ninguna red me atrapará, soy un ser libre con un espíritu independiente”. Estoy de acuerdo con ella, no dejaré de luchar por la independencia porque la vida no es nada si la libertad se pierde.

Giovanna Conte

7° Grado, Escuela N° 1066

22


los pensamientos de manuel belgrano En nuestra cruzada saliendo de Santa Fe camino a San Luis, pasamos por un pueblito llamado Garibaldi. Allí pasamos unos días reponiendo provisiones y descansando a nuestras tropas, caballos ya que nuestro camino era largo y difícil de recorrer. La atención de los lugareños fue muy cordial. Pasamos unos lindos días recorriendo el pueblo por sus calles pequeñas, en el centro del poblado una plaza pintoresca y a su alrededor una escuela, la iglesia y en el medio de todo, enarbolada la bandera de Santa Fe. En lo más profundo de mis pensamientos me parecía uno de los lugares más propicios para enarbolar mi bandera celeste y blanca. Con orgullo alisté a nuestras tropas para luchar por nuestra causa contra los realistas y así seguimos nuestra marcha, llevando en mis pensamientos este pueblito, Garibaldi. Hoy me encuentro enfermo con pocas fuerzas rodeado de mis hermanos de sangre, casi con mi último aliento de mi vida, pero nadie borrará lo que hice por mi patria y mi bandera. Orgulloso de ser argentino. ¡Viva la patria!!

Marcos Atahualpa Vasquez

6° Grado, Escuela N° 1066 23


BELGRANO Y MI SUEÑO Esta historia sucedió en un pequeño pueblo llamado María Juana. Ubicado al centro oeste de la provincia de Santa Fe, donde vivían cuatro mil quinientos habitantes. En este estaba la primera fábrica de vagones y un molino harinero, ya que sus pobladores se dedicaban a la agricultura. Bruno, un niño de 9 años, se caracterizaba por su curiosidad en aprender sobre los próceres de su país. Cursaba cuarto grado en la escuela Santa María de los Ángeles. En el transcurso de ese año comenzó a estudiar sobre Manuel Belgrano. Una mañana la maestra les contó muchas cosas sobre el creador de la bandera. Bruno se interesó mucho, tanto que al regresar a su casa siguió investigando sobre este gran hombre y no dejó ni un minuto de pensar en todo aquello que estaba aprendiendo. A la hora de la cena invitó a sus amigos, Pía y Luca ,a comer unas ricas pastas que había preparado su madre con mucho amor. Bruno no dejaba de hablar y comentar lo que sabía sobre su prócer favorito, mientras su padre también comentaba lo que él había aprendido sobre este personaje cuando era niño, Al terminar de comer, Pía y Luca ya cansados de escuchar que Belgrano fue abogado, militar, político, nació un tres de junio y murió un veinte de junio, creó la bandera y muchas cosas más, decidieron dejar la mesa y regresar a sus casas. 24


Al despedirse de su amigo sólo le dijeron: -Bruno, muy buenas las pastas que hizo tu mamá. Pero nos aburriste con tu clase. Sin más palabras Bruno los despidió con un beso en la mejilla. Previo a irse a dormir, se cepilló los dientes y se realizó un peinado muy parecido al que lucía Belgrano, lo había visto en una foto de la revista de su maestra. Cuando logró dormirse, tuvo un hermoso sueño, en éste veía a su papá, su mamá y a Manuel Belgrano planeando el modelo de la bandera. También estaban Pía y Luca, pero se oponían a ese diseño. Después de tantas discusiones, era Bruno el que debía elegir cuál bandera era la mejor. Sin pensarlo mucho, el niño decidió que la de su héroe era la más linda. Ante el enojo de sus amigos, se desató una pelea y fue ahí donde Bruno despertó. A la mañana siguiente le contó a su seño, su sueño, había parecido tan real que sintió que Manuel Belgrano había estado sentado en la punta de la mesa, donde se sienta él.

FELIPE BRODA

6° Grado, Escuela N° 1066

25


CASAS


Un sueño histórico de locos Una noche estaba en mi cuarto, durmiendo, un personaje curioso apareció en mis sueños. Era el General Manuel Belgrano. Él en mi sueño venía a buscar materiales para hacer su bandera. Los habitantes de nuestra pequeña población le ofrecieron el azul celeste del cielo y el blanco de las páginas de nuestra historia sin escribir. Un grupo de niños le dieron un dibujo del sol para que brille en el centro de nuestra bandera. El General muy emocionado y agradecido realizó obras de caridad para nuestro querido pueblo Casas, entrego parte de su sueldo para arreglar la plaza, lo vi feliz y entusiasmado al lado del Presidente Comunal por poder arrancar con los trabajos para terminar la plaza. Finalmente partió hacia Rosario para confeccionar y enarbolar la bandera frente a dos baterías de artillería instaladas para impedir el paso de los navíos realistas por el rio Paraná. Su destino lo esperaba… La alarma de mi celu sonó como un cañón en mis oídos era hora de levantarme para ir a la escuela… Todo había sido un sueño…

Araceli Cecilia Robledo

7° Grado, Escuela Nº 265 27


TORTUGAS


DON BELGRANO Esta es la historia de Don Juan Belgrano, vecino del pueblo de Tortugas, un viejito de casi cien años que vive justo a la vuelta de mi casa, en la calle Santa Teresa. Don Juan es un hombre muy amable al que le gusta contar historias. Una tarde, cuando yo volvía de la plaza, me crucé con él y me dijo: -¿Sabías que yo soy descendiente de Manuel Belgrano? -¡¿En serio?!- le pregunté sorprendida. -¡Sí! ¿Querés que te cuente? Me senté en el pilar de su casa y asentí con la cabeza. “Hace muchos, muchos años, en la época de la guerra de la Independencia, el General Belgrano iba camino a hacerse cargo del Ejército del Norte y combatir en las batallas de Salta y Tucumán y paró a descansar en una posta cerca del Arroyo de las Tortugas. En esa época el pueblo eran unas pocas casitas con huertas y algunos animales de corral. En esa posta lo atendió una bella muchacha, María, de largas trenzas negras y ojos que brillaban como la noche en la pampa. Belgrano se enamoró de inmediato. Ella lo acompañó hasta las orillas del arroyo; llevaron los caballos para que calmaran su sed; Belgrano descansó sus pies en el agua fresquita y curó las heridas del largo viaje desde Buenos Aires con el barro del fondo. Le contó a la joven sus planes para lograr la independencia; le habló de Libertad y de lucha por los ideales. María también se enamoró de inmediato. Pasaron la noche juntos 29


bajo la luna. Ni bien amaneció, Belgrano retomó su camino hacia el Norte a defender la Patria amenazada por los realistas. Al poco tiempo de su partida, la joven se dio cuenta de que estaba embarazada. Al poco tiempo nació mi bisabuelo, Ceferino Belgrano.” Así, sin esperarlo, me enteré de que mi vecino de toda la vida es el tataranieto del revolucionario y creador de nuestra bandera Manuel Belgrano. En lugar de volver a mi casa caminé unas cuadras más y me fui hasta mi querido Arroyo de las Tortugas y lo vi más lindo que nunca. Me di cuenta de que es el habitante más viejo del pueblo. ¿A cuántos y cuántas les habrá calmado la sed y el cansancio con su agua fresquita? ¿Cuántas heridas habrá curado el barro de su fondo? ¿Cuántas historias, como la de Don Juan Belgrano, tendrá para contar?

Sara Cuberlis

7° Grado, Escuela Domingo F. Sarmiento 30


UN VIAJE DISTINTO El 27 de febrero de 1812 una hora antes de que izara la bandera por primera vez, Manuel Belgrano tuvo un extraño viaje en el tiempo. Él tenía varias dudas, pero solo una lo preocupaba… ¿valdrá la pena? Fue en ese momento en que una extraña y brillante luz se desprendió del cielo envolviéndolo de tal forma que lo hizo desaparecer. - ¡Auch! , ¿dónde estoy? ... , ¿y este lugar?? .Exclamó Belgrano. -¡Este lugar es “El Arroyo de las Tortugas” Mi lugar preferido, toda su naturaleza! los puentes hacen que sea un lugar especial. -¿Quién dijo eso? . gritó asustado Belgrano. - ¡Yo! Me llamo Malvina y soy una alumna de séptimo grado. -¿En qué año estamos? . preguntó preocupado Belgrano. -Estamos en el año 2019, ¿me acompañás a dar un paseo así te cuento todo? - ¡Está bien! Exclamó preocupado. De esta manera Manuel Belgrano y Malvina comenzaron la excursión por el pueblo de Tortugas. Belgrano se maravillaba con todo lo que veía: la estación de ferrocarril, los trenes de carga ,el anfiteatro , la plazoleta y sobre todo la tranquilidad del lugar. -¿Y este lugar? - Este lugar es la plaza principal de nuestro pueblo, se llama “San Martín” , acá venimos 31


a divertirnos, pero una de las cosas más importantes que solemos hacer aquí son ¡ los Actos Patrios! - Qué bue… bue… Fue ese el momento donde Belgrano empezó a tartamudear al ver flamear a la bandera que él había creado. - ¡Esa es la bandera que yo creé! - ¡Claro que sí! Y no solo hiciste eso, ¡quiero que veas algo!. -Dijo la niña. Malvina lo llevó a un kiosco donde compró una golosina y pagó con un billete de 10 pesos. Belgrano, lleno de emoción, no podía creer lo que veía. Por las calles también observó que todas las casas tenían la bandera argentina por lo que la niña le contó que Tortugas se viste así todas las fechas patrias. Fue ahí cuando Manuel Belgrano decidió regresar en el tiempo , ya que no tenía dudas que sí, ¡sí valdría la pena!!

Eugenia Garay

7° Grado, Escuela Domingo F. Sarmiento 32


BOUQUET


LOS PATRIOTAS Allá por el año 1812 y en medio de una lucha para lograr la independencia de la Corona Española, comenzó esta historia. Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano era un abogado idealista que se hizo militar para ayudar a su patria y María Remedios del Valle, una enfermera morena y valiente. Si bien no era extraño que hubiera mujeres en los ejércitos, se sabe muy poco de ellas. Unas pocas, como María Remedios, se destacaron en los frentes de batalla y llegaron a ser oficiales del ejército. Las mujeres también fuimos protagonistas de la historia desde sus comienzos. Un día de febrero y a orillas del río Paraná, a Manuel Belgrano, se le ocurrió la idea de crear una bandera para que su ejército la llevara a las batallas y poder diferenciarse de los invasores. Además no estaba de acuerdo con llevar la bandera de España que era la misma que llevarían los invasores realistas. Entonces le pidió a una vecina que se llamaba María Catalina Echevarría, de la población más cercana que era Villa del Rosario, que le confeccionara una bandera que llevase los colores de la escarapela. Así nació la bandera, que luego Belgrano enarbolaría el mismo día que tenía que establecer dos baterías de artillería en las costas del majestuoso río Paraná. Él había pedido permiso al 1° Triunvirato del Rio de la Plata para poder llevarla junto a su ejército, pero no lo autorizaron. Sin importarles esa negativa, Belgrano y su ejército

34


marcharon hacia el Alto Perú con su bandera, que los hacía sentir orgullosos y felices. En el camino, en un paisaje rodeado de montañas con muchos colores, un grupo de españoles espías vieron la bandera y decidieron robarla. El ejército patriota paró a descansar y a alimentarse luego de un largo recorrido. Belgrano se ubicó a la sombra de un árbol y con él fue también la bandera que la puso a uno de sus costados. Los espías vieron eso y aprovecharon que estaba solo y dormido y se robaron a la bandera. Belgrano despertó sobresaltado, se dio cuenta… Entonces María Remedios y él subieron a sus caballos y salieron tras ellos. Llegando a Jujuy, uno de los caballos se quebró una pata y, como por suerte del destino, justo era el del soldado que tenía la celeste y blanca. La pareja de patriotas, le quitó la bandera de las manos y regresó con el resto del ejército. Hubo muchas batallas en las que siempre nuestro símbolo nacional estuvo presente. Algunas se ganaron, otras se perdieron. Un amigo de don Manuel, José de San Martín, se hizo cargo del ejército del Norte y emprendió otro ambicioso proyecto para liberarnos definitivamente de España. Logramos nuestra independencia y la declaramos el 9 de julio de 1816 en el Congreso de Tucumán. Unos días después, para ser más precisos el 26 de julio de 1816, en el Congreso de Tucumán fue oficialmente establecida como símbolo nacional la bandera que creó Manuel Belgrano. ¡Demos gracias a nuestros grandes patriotas!!! Sobre todo, a Belgrano que creó el más hermoso y digno símbolo patrio. Ése que nos une como argentinos: que vemos flamear

35


en los mástiles de las escuelas, que adorna algunos casas en las fechas patrias, que sale a las calles para festejar un partido de fútbol o para que el pueblo haga sentir sus reclamos en una marcha . ¡Viva la celeste y blanca!!!!

Fátima Pregot

6° Grado, Escuela N° 6207

36


Don Manuel en el Siglo XXI Como todos los lunes, Manuel se levantaba a las 8:30 para hacer una videollamada con José de San Martín, que no entendía nada de tecnología. - ¡Hola Manuel! - saludó Mercedita que siempre ayudaba a su padre a conectarse. - ¡Qué complicado es todo esto! ¡En pleno siglo XXI y yo no sé usar estos aparatos! Hablaron de muchas cosas. Belgrano quería liberar a Salta de los españoles. Pero para eso quería contratar un colectivo, hacer barbijos con la bandera argentina y llevar sanitizante para que no se produzcan contagios porque estaban en plena pandemia de una rara enfermedad. En cambio, San Martín, quería que fuera una batalla normal, yendo a caballo y con espadas. Al final ganó la idea de Manuel: era más segura. Ya era 16 de febrero, saldrían rumbo a la zona norte de la ciudad de Salta. Al subir a los colectivos, el general Manuel Belgrano, repartía a sus soldados los barbijos con los colores celeste y blanco y con el nombre y el rango de cada uno bordado. Una vecina rosarina, María Catalina Echeverría de Vidal, se los confeccionó a pedido de don Manuel. También habían diseñado una app que le anunciaba a cada soldado si estaban a menos de 1.5 m de distancia, obra de los ingenieros informáticos del entonces Presidente de la Nación, don Alberto Fernández. Una vez arriba del vehículo, salieron hacia Salta. 37


Llegando a esa provincia, Manuel tuvo que intervenir: -¡Diga usted al policía que se me despedaza mi corazón al ver derramar tanta sangre americana!!!- le ordenó al colectivero. - ¡Generalmente ni una gota de sangre se derrama, mi General!!!!. Es un hisopado porque pasamos de provincia y tenemos que saber si no tienen Coronavirus. Después de un rato lo lograron convencer. Él no estaba muy animado, se quería quedar en Santa Fe. Amaba esa provincia, ese paisaje llano y verde que bordeaba a las aguas marrones del Río Paraná. Le parecía escuchar el canto melodioso de sus pájaros al atardecer cuando el sol teñía de rojo el cielo y se escondía lentamente en el horizonte. Si bien él era bonaerense, Santa Fe era su casa adoptiva. Por fin, luego de varios días, ganaron la tan decisiva batalla y con sólo cuarenta casos de COVID19; pero lamentablemente con 481 muertes y 114 heridos. Como si fuera poco, cuando llegaran a casa se tendrían que quedar aislados de su familia; pero el esfuerzo valió la pena, habían triunfado. Belgrano volvió a Santa Fe, a la ciudad de Rosario, a las costas del Río Paraná, donde un año atrás había creado la bandera argentina. Transcurridos catorce días, lo esperaría su vecina María Catalina para comer unas sabrosas torrejas.

Zoé Vacchieri

7° Grado, Escuela N° 6207 38


CENTENO


EL NIÑO MANUEL Manuel Belgrano era un niño común y corriente, que vivía en Centeno, un pueblo muy pintoresco de la provincia de Santa Fe. Todos sus compañeros lo querían mucho, él era muy amable e inteligente, le gustaba mucho leer y escribir, cuando sea grande él quiere ser periodista. Sus padres estaban separados y él vivía con su madre, pero todos los fines de semana iba a visitar a su padre; su familia no era muy adinerada, pero tenían lo que necesitaban para vivir. Por las tardes siempre iba a un río hermoso el cual llamaba “el río magnífico”, podía apreciar el lugar por horas y horas, el río era muy hermoso y tenía una pequeña cascada por la cual saltaban miles de pececitos. Pero todo cambio el día 19 de marzo, cuando empezaron a decir que había una tal “cuarentena”, Belgrano se preguntaba ¿Qué es eso de la cuarentena? Le fue a preguntar a su mamá y ella le dijo, que la gente tenía que quedarse dentro de sus casas, para no contagiarse del virus - ¿un virus? – dijo Manuel – Sí, un virus que es muy peligroso, pero entre todos lo podemos combatir quedándonos en nuestras casas – le dijo su mamá. Estaba muy triste porque ya no podía ir a la escuela, ni salir a jugar con sus amigos, decidió hacer una videollamada con ellos, para charlar un poco, especialmente, sobre el virus e investigar sobre el mismo. Y así pasaron los días, semanas y meses, hasta que anunciaron que se podía salir a caminar o a juntarse con amigos, con todas las medidas de precaución por el virus, pero 40


solo en el horario 13:00 hs. a 16:00 hs., así que Manuel llamó a sus amigos: Sarmiento, San Martín y Rosas. Pero Sarmiento le dijo no podía porque iba atrasado con la tarea y su mamá le dijo que la tenía que terminar; San Martín no podía porque, tenía que quedarse a ayudar a su familia con las tareas del hogar y Rosas no le contestó la llamada; así que decidió ir su lugar favorito “el río magnífico”. Pasaron 2 días y los amigos de Manuel no podían salir a jugar, como su mamá vio que estaba triste y aburrido, decidió regalarle un perrito mestizo, de unos 3 meses y medio de edad, al verlo se puso muy contento; salieron a pasear y lo llevo a su lugar preferido, el “río magnífico”, al perrito le encantó y chapoteaba por todos lados, con el agua su pelaje se volvía oscuro como el cielo de noche. Así los días pasaron y Manuel decidió ir a dar una vuelta por el pueblo, caminando escuchó gritos de niños, así que como estaba muy solo, decidió ir a ver de donde provenían. Siguiendo los gritos se encontró con Domingo, José y Juan Manuel que estaban jugando a la pelota, se dieron un gran abrazo y lo invitaron a jugar. Pasaron toda la tarde jugando hasta que se hizo tarde y los chicos se tenían que ir a sus casas, así que se despidieron y quedaron de juntarse al día siguiente. Al otro día salieron a jugar de vuelta, y dijeron que iban a salir solo una vez por semana, para no romper tanto con la cuarentena, pasaron los meses y en el mes de agosto, anunciaron que ya se podía volver a la escuela, y Belgrano y sus amigos se pusieron muy felices porque ya podían volver a sus demás compañeros y a

41


sus maestras, que las extrañaban mucho, pero volver a la escuela no era tan fácil, porque todos tenían que ir con tapabocas y todas las medidas de prevención. Con el pasar de las semanas y meses todo esto fue pasando y se pudo encontrar una cura para el virus. Finalizó la cuarentena, pero todo gracias a la gente que cooperaba y se quedaba dentro de sus casas y cumplían con las medidas de prevención.

Eugenia Paoli

7° Grado, Escuela N° 284

42


MANUEL BELGRANO, FIGURA PATRIA Y entonces el general Manuel Belgrano murió de una enfermedad llamada edema, que es la acumulación de líquido en el espacio extracelular. Pero su vida comienza así y nos la relata el mismo Manuel. Yo nací siendo en la ciudad de Buenos Aires, , mi madre María Josefa y mi padre Domingo , al terminar mi novel medio estudié leyes y economía en la facultad de derecho. A los 20 años me creí lo suficientemente maduro y me fui a España. Allí ocurre la Revolución Francesa y “se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad y propiedad”. Después de unos años viajé a Buenos Aires y me nombraron secretario del consulado bonaerense, mirol consistía en desarrollar una actividad en la promoción de la industria colonial. Al poco tiempo de llegar a Buenos Aires en un tiroteo policial recibí un balazo en la mano y dos en la pierna, debido a esto estuve en el hospital Británico (Buenos Aires) y luego con muletas cuatro meses. En 1806 durante la Invasión Inglesa me uní a las milicias criollas para defender la ciudad. Integré mi pasión por la política la economía con una carrera militar. En 1810 me nombraron vocal en la Revolución de Mayo y me encomendaron para la expedición del Paraguay y de inmediato me convocaron para propagar la revolución. 43


Pasados todos los sucesos , en 1812 inspiré al Triunvirato para tener una escarapela que identifique a los que estaban a favor de la revolución y a mis soldados, se me ocurrió crear y enarbolar de los mismos colores de la escarapela “La Bandera Argentina” el 27 de febrero a orillas del río Paraná , en Rosario, en suelo santafesino, un orgullo para todos los que habitan esas tierras. Un año más tarde, en 1813me retiré del Ejército del Norte y en 1816 participé en el Congreso de Tucumán para darle la independencia definitiva a estas tierras. y… como ya conté al principio el 20 de junio de 1820, nuestro querido general Manuel Belgrano falleció a las siete am en buenos Aires y sus últimas palabras fueron “HAY PATRIA MIA”. Este año al cumplirse el bicentenario de su muerte lo recordamos con mucho afecto por ser una de las figuras patrias más importantes.

María Pía Cruciani

7° Grado, Taller literario Biblioteca “Pablo A. Pizurno” 44


Un niño llamado Manuel Había una vez un niño llamado Manuel Belgrano. Él, era un chico muy amigable, valiente, solidario, soñador y con mucha imaginación. Le encantaba ir a la escuela y cada día le gustaba más. Una mañana cualquiera, en la ciudad de Buenos Aires – provincia limítrofe a la nuestra, Santa Fe – salió de su casa para ir a su colegio con sus amigos: Juan, Pablo, Martín y Javier; ellos eran muy unidos. Mientras caminaban hacia la escuela, Juan y Pablo pateaban la pelota de trapo, Martín y Javier utilizaban la gomera y cazaban pajaritos pero Manuel, Manuel iba atrás, imaginando aventuras, como siempre. Aquel día imaginó que se convertía en un guerrero pasando por un camino muy grande, con charcos, flores silvestres y un césped de color verde oscuro; su misión, en su aventura, era derrotar al monstruo que se ubicaba en un castillo enorme y desolado. Ese niño soñador, se dirigía al castillo en un corcel blanco, con armaduras brillantes. En ese preciso momento, sin darse cuenta, Manuel se equivocó de camino. Su destino había quedado unas cuadras atrás; pero él seguía imaginando, imaginaba que estaba llegando al castillo en su caballo, con otros soldados fuertes y grandes. De repente escuchó un sonido lejano; se dio cuenta que era la campana de la escuela que anunciaba la entrada en ella. Empezó a correr hacia allá y cuando llegó, sus compañeros ya habían entrado al aula. Su maestra le recordó que no debía llegar tarde. 45


Manuel nunca olvidaría este día. Años más tarde, muchos años más tarde, en las batallas que tuvo que luchar en los campos verdes del noroeste argentino, se acordó de aquel monstruo cuando vio al Ejército realista y miró a su caballo como aquel corcel, pero al mismo tiempo se dio cuenta que lo que estaba sucediendo no era un juego, no peleaba por un castillo, peleaba y luchaba por La Patria por el Honor y la Libertad.

Violeta Daniela ACHAVA

6° Grado, Taller literario Biblioteca “Pablo A. Pizurno”

46


Las Parejas


Con tan solo una charla Hace varios años un niño llamado Manuel Belgrano leía un libro romántico en la biblioteca de la localidad de Las Parejas. Él soñaba con algún día encontrar el amor de su vida. Este niño vivía con sus padres María Josefa González Caseros y Doménico Belgrano Peri. Ellos eran muy buenos con él porque era un niño obediente a todo lo que le decían, era muy buen estudiante, humilde, sano, imaginativo e inquieto; y a pesar de que no tenían dinero siempre se conformaba con lo que se le daba. Pasaron los años y Manuel Belgrano creció. Un día estaba en el campo con su padre entretenido con los animales hasta que vio a una hermosa campesina. Ella era María Josefa Azcurra, una mujer bella muy bondadosa y de familia humilde también. Manuel se acercó sin pensarlo dos veces a esa mujer que lo había impresionado con su belleza. Al principio se notaban tímidos pero con el correr de las horas que se la pasaron charlando fueron entrando en confianza. A partir de esa charla se dieron cuenta de que eran el uno para el otro y así fue, se casaron. Pasaron los años y tuvieron dos hijos, una niña llamada Manuela Mónica Belgrano y un niño de nombre Pedro Rosas Belgrano. Fueron una familia feliz y unida hasta que un día

48


Manuel y Josefa murieron de un ataque al corazón. Y Manuel en sus últimas palabras les dijo a sus hijos, que ya eran adultos, “Sin educación en vano es cansarse, nunca seremos lo que desgraciadamente somos”.

Delfina Sacco

7° Grado, Escuela N° 6017

49


El joven Manuel Belgrano y su convivencia con el Covid-19 Un día como cualquier otro del mes de marzo en la ciudad de Santa Fe en el año dos mil veinte, se encontraba un joven llamado Manuel Belgrano de tan solo doce años conversando tranquilamente con sus padres Domingo y Josefa, mientras almorzaban y miraban el noticiero como todos los mediodías. De repente el señor presidente de la Nación anunció el comienzo de una cuarentena debido a un virus proveniente del exterior que amenazaba a nuestro país y a todo el mundo. Manuel y sus padres se asustaron mucho por lo que pudiera ocurrir a las personas y sus seres queridos; los días pasaron y los casos fueron cada vez mayores en todo el planeta. El miedo se fue apoderando de la gente ya que este virus llamado Covid 19 era algo desconocido y no se sabía cómo combatirlo. Los meses pasaron y la cuarentena se seguía extendiendo; Manuel había dejado su vida cotidiana de reunirse con sus amigos, de realizar deportes, de ir a la escuela. La ansiedad lo invadía, leía sus libros una y otra vez para ocupar su mente, realizaba sus tareas en forma virtual, pero no era lo mismo, extrañaba mucho el contacto con sus compañeros y a su escuela. Llegó el mes de mayo y de a poco fueron habilitando algunas actividades, una de 50


ellas las reuniones familiares. Manuel se sintió muy feliz al volver a ver a sus seres queridos y poder salir un poco. Todavía la Pandemia no había finalizado pero al menos estaban tratando de controlarla advirtiendo a la gente que se cuidara. Hoy Manuel espera con ansias poder volver a su amada escuela para seguir aprendiendo en forma presencial; ya falta poco para el invierno que aun no llega, solo queda esperar por una vacuna. Se acerca el día de la Bandera, Manuel sigue esperanzado de que pronto todo sea un triste recuerdo para nuestra Argentina.

Fiorela Nardini

7° Grado, Escuela N° 6017

51


RICARDONE


Entre Celeste y Blanca Fue aquel día que todo sucedió. Manuel Belgrano a orillas del río Paraná mirando el horizonte a la espera de las tropas españolas sintió que debía darles la sorpresa a sus soldados, entonces llamo a todos ellos para que se reunieran y allí izó la bandera, y dijo “juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores; y la América del Sur será el templo de la independencia y de la libertad” hasta aquí la historia; pero algo más sucedió aunque los libros de historia no lo cuenten. Fue un sueño que Manuel tuvo el día anterior. En su sueño vio una bandera y escuchó una vos que le decía... -Dale fuerza a tu tropa con esta bandera para que se sientan honrados para luchar, tomadla en tus manos y juradle tú y tus soldados su libertad.Inmediatamente se despertó y se cambio para ir en búsqueda de su caballo y prepararlo. Manuel tenía un gran aprecio por ese animal que tanto lo acompaño en sus batallas, se llamaba Sargento; lo miró, y decidió contarle el sueño a su fiel amigo..., luego sucediólo inesperado, fue Sargento quien le trajo con su boca dos tela, una celeste y otra blanca, y se las arrojo a sus pies; Manuel tomo las telas y decidió realizar su sueño, haciéndolo realidad. Tuvo la idea de escribir una carta al triunvirato para contarles que ¡nació una bandera!

53


Las mujeres del campamento cosían con emoción la primera bandera que anhelaban para una nueva Patria.Fue así como la celeste y blanca unió los sueños de todos aquellos y aquellas que la defendieron y dieron la vida por su libertad.

Antonella Borghi Vincenzetti Escuela N° 220

54


USINA II


FELICIA


El nacimiento de la insignia patria Hace mucho, mucho tiempo nació en Buenos Aires un niño muy simpático que tuvo un nombre muy particular, Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano; pero en la colonia lo conocían cariñosamente como Manuel Belgrano o Manuelito. Al pasar el tiempo Manuel fue creciendo como todos los niños de esa época. Después de mucho tiempo su familia decidió mudarse a otras tierras. Para su padre no era cosa difícil conseguir trabajo porque tenía muchos años de experiencia trabajando con su papá, es decir el abuelo de Manuel Belgrano. Su madre era la modista más famosa de Buenos Aires, diseñaba vestidos con encajes y con las telas más finas y caras que pudieran existir. A la noche hicieron una reunión familiar para poder decidir donde se mudarían. Manuel muy sonrojado y con voz tímida habló con sus padres y les propuso ir a vivir a un pueblo llamado Felicia. Su padre no vio porque no, así que aceptó muy seguro y confiado de que su hijo hubiera elegido el lugar ideal para vivir. Luego de muchos días de recorrido llegaron al tan ansiado destino. Bajaron de sus carruajes, recogieron sus maletas y emprendieron rumbo hacia su nuevo hogar el cual quedaba justo al frente de la biblioteca. Entonces Manuel pasaba todas las tardes en ella leyendo y aprendiendo mucho más acerca de los acontecimientos más importantes

57


sobre su nueva provincia, la provincia de Santa Fe. Con el correr de los años se adaptó muy bien, en la zona tenía muchos amigos de las familias más importantes, y también de las familias de clase media. Él era muy sociable y amigable y eso les agradaba a todos en Felicia, él siempre buscaba el bien de la comunidad. Terminó sus estudios con las más altas calificaciones y prometió que algún día haría algo importante por su patria. Ya siendo un adulto decidió formar parte del Ejército Argentino siendo un gran soldado batallando para defender su honrado país. Al estar en varias batallas, Manuel Belgrano se dio cuenta que nuestro país necesitaba un bandera para distinguirnos de los demás países y que las personas y soldados pudieran portarlas con valor y orgullo. Le contó la idea a su madre y está muy orgullosa de sus logros lo apoyó, además aún conservaba su talento. Habló con sus amigas costureras, les comentó la idea que tuvo su hijo y ellas no tuvieron ningún problema de sumarse a colaborar. Al cabo de una semana finalmente todas llegaron a Felicia. Se reunieron en la casa de Manuel y comenzaron a ver qué modelo podría llevar la bandera. Luego de ver y ver, llegaron al modelo perfecto; este fue del color del cielo con dos franjas celestes, una franja blanca en el medio y en el centro un sol radiante. Empezaron a armarla y estuvieron toda una semana sin parar, hasta que finalmente se

58


confeccionó la primera bandera Argentina. Manuel decidió izarla por primera vez para presentarla en la ciudad de Rosario, a orillas del Río Paraná. Luego de 200 años seguimos conmemorando este histórico hecho Argentino y el fallecimiento de su ilustre creador teniendo como recuerdo de ese acontecimiento el monumento a la bandera que se encuentra en Rosario, justamente en el mismo lugar donde Belgrano la izó con orgullo para su amada patria Argentina.

Josefina Benítez

6° Grado, Escuela N° 6100

59


Ataliva


EL SECRETO DEL COLOR DE MI BANDERA Durante muchos años se creyó que los colores de la bandera Argentina, celeste y blanco; se debían, el celeste al cielo o al manto de la Virgen y, el blanco, a las nubes; porque así lo eligió Manuel Belgrano. Pero no fue así, yo les voy a contar la verdadera historia. Un día, Manuel estaba preocupado porque la bandera era igual a la de España y temía enfrentarlos, él quería su propia bandera para lograr que Argentina sea un país independiente y no seguir siendo gobernado por España. Entonces, comenzó a pensar qué podía hacer para lograrlo. Ya muy cansado de mucho estudio y análisis se quedó dormido sobre un ceibo, a orillas del río Paraná, sus flores rojas, acariciadas por una suave brisa, despertaron en él un sueño. Estaba en una batalla con su ejército, en Tucumán, contra los realistas. Mientras luchaba contra un soldado, otro que estaba detrás lo quiso matar. Pero justo en ese momento apareció una paloma que interrumpió el ataque y salvó a Manuel de que una espada larga y filosa atravesara su cuerpo. Belgrano, notó que esa paloma era de cuerpo blanco y ojos celestes. Al día siguiente, despertó asustado por el sueño y pensando que si no fuera por la paloma él no estaría vivo. Sin dudarlo decidió elegir para la bandera los colores de la

61


paloma, celeste y blanco. Belgrano siendo abogado se puso al frente de su ejército como soldado, cargando su bandera en honor a aquella paloma que lo había salvado. Nadie lo creía, él se ponía muy nervioso, entonces le mostró la bandera a sus soldados gritando ¡Viva la Patria! Y todos respondieron muy contentos ¡Viva! Ahora quedaba un solo paso, que el Triunvirato aceptara el cambio que quería realizar Manuel. Unos días más tarde llegó una carta al Triunvirato, analizaron todos juntos pero no estaban de acuerdo con los colores. Belgrano, sin embargo, la cambió y así poder ser independientes y tener una bandera propia. Pero como todo mito, todos los cuentan… pero nadie sabe.

Sofía Angelina Baccile Miretti

6° Grado, Escuela N° 375

62


PILAR


BELGRANO EL PROFESOR Había una vez un profesor llamado Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, era muy pobre por lo cual trabajaba día y noche para ganar más dinero. Daba clases en una escuela muy chiquita, donde asistían 10 alumnos. Ubicada en la localidad de Nuevo Torino. Este pueblo estaba ubicado entre las localidades de Pilar, Felicia, Humboldt y Bella Italia, era muy pintoresco, con pocos habitantes que se conocían todos entre sí. Llegando las vacaciones de invierno del año 1815, estaba la posibilidad de que trasladen al profesor a una escuela más grande, lo que provoco mucha tristeza a los alumnos, porque lo querían mucho, ya que él era muy bueno con ellos, los atendía con amor, les enseñaba con paciencia. Los chicos decidieron hacer dibujos y cartas pidiendo que el profesor no se vaya. Los que tomaban la decisión, ante esto pensaron y decidieron dejar al profesor en su puesto. Se dieron cuenta que el profesor los preparaba muy bien para la vida, enseñándoles los valores que Belgrano practicaba: libertad, sinceridad, solidaridad, abnegación, valentía, lealtad, respeto, justicia, generosidad, responsabilidad, compromiso, y sobre todas las cosas amor a la bandera que creó.

Julián Daniel Brez

6° Grado, Escuela N° 1051 64


Lehmann


Nace un nuevo sol En una pequeña ciudad llamada Buenos Aires nació Manuel, un niño que tuvo una infancia feliz, colmada de juegos, de tardes junto a buenos amigos, de escondidas y corridas por calles adoquinadas, esquivando carretas y corceles. Cuando era un adolescente, se dio cuenta de muchas de las cualidades que tenía, era muy inteligente y tenía un gran futuro por delante. Pero observó las injusticias que había en sus tierras natales. Se indignaba por los comercios y negocios que hacían los españoles a beneficio de ellos, actividades de contrabando, en las que se apoderaban de tierras y bienes que no eran suyos. Manuel quería hacer algo por su lugar, el espacio que lo vio nacer, pero todavía no sabía qué. Un día tomó la decisión de armar un gran ejército para luchar por la independencia y justicia de su territorio. Fue urgente a la casa de su mejor amigo y le habló sobre el tema. Le propuso ser parte de un ejército y así juntos llevar adelante a Buenos Aires. El amigo primero se negó, pero después, pensó y pensó hasta que se dio cuenta de que Manuel tenía razón. Ambos se pusieron a investigar y saber un poco más de los militares que se encontraban en Buenos Aires y empezaron a contactarse con ellos, algunos quisieron ser parte de la idea que tenía Manuel y otros lamentablemente no… Fue así como armó su ejército e hizo una promesa a sus hombres: “LUCHARÉ POR MI TIERRA Y NO ME DARÉ POR VENCIDO”. 66


Cuando llegó a Salta, en una de sus batallas, vio por primera vez los áridos paisajes puneños, hasta las sabanas chaqueñas. Simplemente, estaba encantado del paisaje y de su cálido clima. Allí consiguió la victoria. Luego, con su ejército, emprendieron el regreso a la capital, había llegado la hora de volver y dar la gran noticia de su triunfo. Pasó con sus soldados por unas tierras llanas, y ya cansados, decidieron detenerse. Manuel se sentó en una imponente barranca, a la orilla de un enorme y correntoso río a descansar. Entonces, se puso a pensar que por más batallas que ganó, nunca iba a poder hacer regresar a los soldados que perdió. El combate más duro fue el que había disputado hacía unos días, ya que tuvo que soportar la lamentable pérdida de su mejor amigo por una emboscada que tramaron los soldados contrarios. Él era su compañero de risas y momentos, meriendas y juegos, travesuras y picardías en la infancia. No encontraba la forma de calmar su dolor. Miró el cielo por un momento, y pensando en su amigo querido, se dio cuenta de los hermosos colores que veía, el celeste, el blanco, y el gran sol brillante que había. Allí, se le ocurrió una gran idea. Decidió hacer un presente a todos los soldados que siempre estuvieron a su lado, luchando y batallando contra militares y enormes ejércitos. Así, creó un estandarte por el honor y la valentía, por los que estaban y por los que se fueron en esas luchas… En ese momento, nacía un nuevo sol…

Guillermina Soledad Ré

7° Grado, Escuela N° 374 67


El Último aliento Era una tarde de frío, el reloj marcaba 3:45pm. Manuel Belgrano se encontraba sentado en el sillón favorito pensando en lo que más le afectaba. Belgrano no estaba pendiente de esto porque tenía problemas más graves que lo atormentaban, sus piernas hinchadas no le permitían pensar en otra cosa y tampoco le permitían caminar, era esa una de las razones por las cuales ya no podía servir a nuestro país. Sus pensamientos llegaron a sus años de juventud, donde se preparó para defender nuestra patria, dio lo mejor de sí en aquellas guerras, vivió tantas cosas y ahora se encontraba inmóvil, sentado en aquel sillón, pensando cuándo sería su final, cuando dejaría de sufrir. Por el momento, se olvidó de todo lo bueno que hizo; todo lo malo robó su concentración, de esa manera logró que la depresión se adueñara de su cuerpo y su mente. De repente, sintió como si todo su mundo se callera abajo… Se abrió la puerta, entró su mujer con el mate, se sentó al lado de él y le cebó su primer mate, pero para su sorpresa Manuel se lo rechazó. Con angustia, ella le preguntó que le está pasando, ella notaba que su enfermedad le estaba afectando pero nunca pensó que llegaría a ese punto. Estaba convencida de que 50 años de vida no era nada, de que superaría su enfermedad y saldría de ese estado y seguiría normalmente con su vida. Creyó que su fe era suficientemente fuerte como para sacarlo adelante. 68


20 de junio, 7de la mañana, fallecimiento del prócer Manuel Belgrano. Ese día fue raro, misterioso. Mientras ella recorría el espacio de su casa donde su esposo más frecuentaba, recordaba todos los logros de Manuel con nostalgia, intentando pesar como sucedió todo eso tan rápido… Y así, revisando su escritorio encontró una carta que decía: Mi querida esposa, estos últimos días estuve prediciendo mi muerte, por eso te escribo esta carta, para decirte que todos mis años de vida fueron aprovechados de la mejor forma. Quiero que sepas que a pesar de que ya no esté contigo te sigo amando como antes. Así que no llores, sonríe porque te estaré observando desde siempre. Manuel Belgrano.

Iván Agustín Rambaudi

7° Grado, Escuela N° 374

69


LA SAGRADA VICTORIA CONTRA FRANCIA Y ESPAÑA Hace algunos años atrás, mi familia y yo estábamos caminando por una de las plazas de Santa Fe Capital. En un determinado momento, me encontré con un hombre muy parecido a Manuel Belgrano y como yo tenía mucha curiosidad le pregunté si era él, de inmediato me respondió: - Pues claro que sí, yo soy Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. ¿Qué te trae por aquí? Muy sorprendida y emocionada le contesté: - Yo me llamo Alice Francesca Giordano, solo estoy paseando por aquí con mi familia. ¿Y tú? – Vine a reunir a mi batallón para luchar contra España y Francia. ¿Quisieras ayudarme? Le respondí que me encantaría ayudar; minutos después empezamos a buscar ayuda sin revelar su identidad. Luego de tanto caminar, por fin pudimos reunir a todos y encontrar un lugar donde conversar. Luego de que Manuel Belgrano nos contara lo que estaba por ocurrir, nos dirigimos hacia el departamento que habíamos alquilado, ya que por el momento no tenía dónde quedarse y oscurecía cada vez más. Al día siguiente, con mi familia alquilamos un galpón para que pudieran entrenar y armar sus planes de combate. Poco a poco la gente se iba enterando de lo que iba a suceder y cada uno de ellos se 70


preparaba para el momento. Luego de tantos planes de combates fallidos, noches sin dormir y mucha práctica, llegó el día esperado. Los barcos enemigos llenos de soldados se veían a lo lejos. Nos despedimos de ellos junto al Río Paraná. Pasaron dos semanas, tres semanas, un mes y medio, y al fin, se comunicaron conmigo a través de un mensajero. ¡Por suerte la gran pelea había terminado! Y estaban todos a salvo. Minutos después nos volvimos a encontrar donde nos conocimos y nos dieron esta noticia: - ¡Estamos a salvo! Nuestros planes funcionaron y por suerte nadie salió herido de gravedad, pero los españoles y franceses seguirán luchando para hallar la forma de apoderarse de nosotros y juraron por la Madre Tierra que volverían. Yo muy segura de lo que se me ocurrió, contesté diciendo: - Si llegan a volver, ya saben a quiénes llamar. Nosotros nos volveremos a nuestro amado pueblo, pero si llega a ocurrir algo grave, en dos segundos estaremos por aquí. Mi familia y yo juramos que nunca revelaríamos lo que pasó, a quién conocimos y cómo sucedió. Y si se lo preguntan, Manuel Belgrano sigue por aquí, él está en nuestras mentes y corazones.

Giordano Alice Francesca

71

6° Grado, Escuela N° 374


USINA III


Álvarez


Belgrano y sus sueños Belgrano, a los 7 años, tuvo un sueño donde él estaba cayendo. Caía, caía y caía, y cuando llegaba al piso, se despertaba pensando en ese sueño. Belgrano soñaba con una bandera blanca y celeste y pensaba que esa bandera podía llegar a ser de un país muy lejano. Manuel, que así se llamaba el niño, soñaba muchas cosas. Otra noche soñó que se caía en un pozo y cuando llegaba al fondo, que estaba cubierto de agua, se despertaba. ¡Qué rayos está pasando aquí! – pensaba en voz alta. Sin darse cuenta volvió meterse en el sueño, y allí caminaba un poco más y otra vez se cayó en un pozo, pero esta vez dentro de su habitación. Volvió a despertarse sobresaltado. ¡Por Dios, qué pasó! – pensaba. El sueño con esa bandera celeste y blanca, era un sueño que cada tanto volvía a tener. Pero Belgrano, seguía soñando un millón de cosas. Una noche soñó con unas flores que caían al piso una y otra y otra vez. Se despertó pero no le dio demasiada importancia, y muy sorprendido, la noche siguiente, volvió a soñar con esas flores. Las flores caían, caían y caían, pero de pronto, dejaron de caer, y quien empezó a caer fue él mismo. Mil cosas le pasaban por la cabeza y en un abrir y cerrar de ojos, él mismo fue quien se convirtió en una de esas flores, y todas las flores empezaron a convertirse en Belgranos. Terriblemente asustado se puso a pensar en qué hacer. 74


¿Correr?, no puedo, entonces voy a seguir cayendo. Y siguió cayendo, cayendo y cayendo. ¿Cuántas veces voy a caer? – se preguntó, y sacudiendo su cabeza, se despertó. Belgrano se puso a recordar el sueño y se dio cuenta que en medio de todas esas caídas y cosas raras que le pasaban, siempre, en algún rinconcito, aparecía esa bandera que muchos años después pasó a ser nuestra querida bandera.

Federico Ferrario 4° Grado

75


Soldini

76


Se le pinchó la rueda a Belgrano Un día caluroso de primavera, Manuel Belgrano y su Hija Manuela, salieron rumbo a Córdoba. ¿Falta mucho, Pa, falta mucho? – insistía la punzante Manuelita. Ya casi llegamos, faltan unos treinta minutos. El viaje no estaba siendo largo ni aburrido, pero la dulce Manuelita no se quedaba quieta y siempre se impacientaba. En medio de las infinitas preguntas de la pequeña, que a papá Manuel le estaban taladrando la cabeza, se escuchó: ¡Pshhhhhh! ¿Qué es ese ruido papá, qué pásó, decime, papá, dale decime, qué pasó, vos también escuchaste ese ruido? Sí, hija, claro que lo escuché, pero si dejás de hablar un poco voy a poder escuchar mejor. Belgrano estacionó el fitito en la banquina, se bajó y dijo: Se pinchó la rueda, Manuelita. ¡No papá!, ¡Qué terrible! ¿Y ahora qué vamos a hacer?, no vamos a llegar nunca más a Córdoba.

77


Belgrano puso las balizas y buscó las herramientas para cambiar la cubierta. De repente, como salido de la nada, se estacionó un auto al lado: ¿Qué hacés acá, Belgrano? La voz le resultaba conocida. Sacó la cabeza del baúl del auto y vio que era Hernán Galdames, su mejor amigo. ¡Hola, Hernán!, me dejé las herramientas en el cabildo y no puedo cambiar la goma. Vos siempre igual, Manuel, tenés la cabeza pensando en la bandera y te olvidás de todo. Hernán descargó su caja de herramientas e invitó a Manuela a que los ayudase así no se movía como loca adentro del auto. Vamos a hacer como si estuviésemos operando, ¿querés? Manuela se rió y le hizo la venia como hacen los militares. Pinza – decía Hernán. Pinza – repetía Manuelita y se la alcanzaba. Así pasaron un rato cambiando la cubierta mientras Belgrano estiraba las piernas y descansaba de las preguntas continuas de su hija. Listo, Manuel, ya está – dijo Hernán. Gracias amigo, me salvaste la vida. Tranqui Manuel, con esto quedamos a mano, yo te debía un asado. Los amigos rieron, se abrazaron y cada uno en su auto, siguieron juntos el camino a Córdoba.

78


¡Wow, no puede ser! – dijo Manuela - ¡Qué lindo que es este lugar!, Mirá toda la gente que hay papá. ¿Me puedo sacar una foto con el cartel?, dale papi porfa, por favorcito. Belgrano estacionó el fitito y le hizo señas a Hernán para que se arrime a sacarse una foto en el cartel que dice: AMO CÓRDOBA La bella Manuelita, con su vestido rojo y flores amarillas, se sentó arriba del cartel para que su papá saque la foto que tanto quería. ¡Nooo!, Alta foto, Pa, ¿puedo subirla a mi FaceBook? Y mientras Belgrano y Hernán se reían, la bella Manuelita se sacó una selfie y subió las dos juntas.

Alma Servan

7° Grado

79


PIÑERO


Mi adolescencia y los caballos Me llamo Belgrano, esta historia comienza en mi adolescencia la cual venía con muchos cambios en mi vida. Algunos físicos y otros emocionales. Después de la pérdida de mi padre, me aferré a la que hoy es mi gran pasión. Los caballos. Esta pasión la descubrí por un vecino llamado Jorge el cual se había mudado al vecindario en estos difíciles tiempos para mí. En ocasiones solía jugar solo en la plaza ya que me costaba relacionarme con los chicos de mi edad a raíz de las cargadas físicas y verbales contra mi cuerpo. Una tarde estaba hamacándome, se acercó mi vecino Jorgito, y ahí comenzamos a hablar. Fue en ese momento en que descubrí que tenemos muchas cosas en común. Más allá de la diferencia de edad. Desde ese día nunca más nos separamos. Mi dolor cesó y su amistad creció día a día al extremo de volvernos inseparables.

Kevin Andrés Cuello

7° Grado, Escuela Nº 1135 81


URANGA

82


Bandera Viajera Hola, soy Manuel Belgrano, pero me pueden decir Manu. Les voy a contar rapidito. Nací el 3 de febrero de 2007, vivo en Garupá, un hermoso pueblo de la provincia de Misiones. En casa están mis papás, mi hermanito y mi abuelo. Voy a la escuela como cualquier chico, pero en mí hay algo que nadie sabe. Soy un viajero, pero no un viajero común, yo viajo en el tiempo, y si quieren les voy a contar cómo fue que todo esto comenzó. Hace más o menos un año atrás, cuando volvíamos con toda mi familia de un campamento, al desempacar, encontré entre mis cosas un extraño reloj antiguo con una carta que decía: PARA VIAJAR EN EL TIEMPO No sabía qué hacer. Por un tiempo estuve muy pensativo, hasta que un día mi abuelo me dijo al oído: - La carta y el reloj te los puse yo, vamos al taller. Mi abuelo siempre jugaba conmigo, siempre me hablaba de esas cosas que solo saben los abuelos, y a mí me encantaba escucharlo.

83


- Manuel – me dijo el abuelo dentro del taller – este debe ser nuestro secreto. Los días siguieron transcurriendo como siempre. De casa a la escuela y de la escuela a casa, hasta que un sábado a la mañana, cuando paseaba con mi abuelo, me dijo: - Va a ser hoy. Me extendió la mano y yo le di el reloj. Tocó unos botones y de repente todo comenzó a vibrar. - Agarrate fuerte y cerrá los ojos – me dijo. Y así lo hice. Cuando los abrí estábamos en un lugar raro, llovía y la gente tenía ropa diferente. - Se abrió el portal – me susurró - estamos en 1905. El abu y yo también teníamos ropas de ese año. - Mezclémonos entre la gente para conocer sus costumbres. Dentro de tres días el portal va a volver a abrirse y podremos regresar, pero no te preocupes que en el 2020 no va a pasar nada de tiempo. Yo escuchaba sorprendido, le hice caso y empecé a caminar. Recorrimos todo el lugar hasta que llegamos a una biblioteca. Entramos y leímos muchos cuentos. Yo estaba tan feliz que no me di cuenta y perdí de vista a mi abuelo. Salí apurado a buscarlo. Caminé, corrí, me desesperé, y cuando me di cuenta, el portal comenzó a abrirse nuevamente. - Tenemos que regresar ya mismo – pensé. Busqué al abuelo por todos lados y no lo pude encontrar. De repente volví a mirar el portal y empezó a cerrarse. - ¡Abuelo! – grité con todas mis fuerzas. - Cruzá antes de que se cierre - me dijo desde lejos con voz desgarradora. 84


Yo me di cuenta que no iba a poder llegar, así que tuve que pensar rápido, y sin dudarlo crucé. En el año 2020 vi la bandera Argentina que teníamos en casa, corrí con todas mis fuerzas y la agarré de una punta y a la otra la tiré del otro lado del portal. Pude ver cómo el abu se estiró y la agarró, y fue en ese instante en que le di un tirón y lo ayudé a pasar a este lado del portal. Llegamos justito. Nos quedamos abrazados en el piso con la bandera cubriéndonos todo el cuerpo. Así fue el primero de mis viajes en el tiempo, viajes que desde ese día los hago llevando la bandera, pero no solo la llevo en las manos, también la llevo en el corazón.

Emilia Fattore 7° Grado, Escuela Nº 6196

Sofía Alsina 7° Grado, Escuela Nº 6196 85


Pérez


Belgrano y un deseo celeste y blanco Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano fue un abogado, economista, periodista, político, diplomático, militar y creador de la bandera de Argentina. Pero también fue viajero en el tiempo. Todo empezó en la madrugada del 26 de febrero de 1812, o el 20 de junio de 2020. La verdad, podría decir que ambas fechas fueron la misma. Belgrano siempre le tuvo mucho amor a su Patria, Siempre tuvo el sueño de hacer una bandera que la representara, una bandera que fuera signo de orgullo argentino, una bandera que nos identificara. El problema estaba en que no tenía idea de que diseño debía tener, pensando en esto se fue a dormir tarde, muy tarde. Se despertó incómodo y se dio cuenta que no estaba en su casa. Estaba en un lugar muy raro. Belgrano estaba en el suelo mirando a su alrededor. Vio un edificio alto con estatuas y cerca una enorme bandera. No tenía la menor idea de dónde estaba y se asustó un poco cuando notó que había muchísimas cosas desconocidas. Había extrañas máquinas con cuatro ruedas desplazándose con personas dentro. Gente caminando con ropa rara y algunas miraban un singular aparato que llevaban en sus manos. Hizo lo primero que se le ocurrió. Se acercó a dos chicas que estaban caminando por ahí, estas como el resto, llevaban vestimenta rara. - Disculpen señoritas, ¿Podrían decirme dónde estoy, que hora y año es? – Las chicas lo 87


miraron confundidas por cómo estaba vestido y por lo que preguntaba, pero igualmente una le respondió. - Estamos en Argentina, en Rosario, para ser exacta en el monumento de la bandera. Es 20 de junio de 2020 y... - sacó uno de esos singulares aparatos de un bolsillo de su pantalón – son las 10:30 de la mañana. Dicho esto, Belgrano, quedó perplejo, y las chicas lo notaron. Se miraron entre ellas como preguntándose qué hacer y rápidamente se fueron. - ¿Monumento de la bandera? ¿2020? ¿Qué estaban diciendo? – pensó Belgrano. - Está bien- se dijo, si quería entender esas respuestas necesitaba calmarse así que tomó aire, suspiró y siguió caminando. Vio a una pareja que estaba sentada cerca de la enorme bandera. Notó un detalle, estos tenían en la ropa una escarapela de los mismos colores que las que se usan en su época. Después de ver esto le prestó atención a la bandera y le pareció verdaderamente hermosa. Pasó un rato sentado observando el cielo y pensando en cómo volver a su época. Algunas personas que pasaban lo miraban como si lo reconocieran de algún lado. - Estás igual que Belgrano, loco – le dijo una chica - Dejame que me saque una foto con vos. Belgrano aceptó que saquen la foto sin saber de qué se trataba todo eso. La chica sacó uno de esos aparatos rectangulares y comenzó a tocar la pantalla. Belgrano solo se limitó a observar hasta que de la nada la chica le mostró la pantalla y había imágenes de él. Se sobresaltó, y en ese instante la chica dijo: 88


- No te la puedo creer, ¡Sos igual! – Dijo la chica – lo googlee a Belgrano y sos igual, dame un minuto que ahora sí pongo la cámara del celu. Después de eso la chica se acercó a Belgrano, volvió a tocar la pantalla y se escuchó un “Click”. La chica miró la cosa rectangular, le agradeció y siguió su camino. Belgrano se quedó quieto preguntándose por qué había imágenes suyas dentro de ese aparato llamado “Celu”. Se sentó de costado y siguió mirando el cielo. - Es tan raro como maravilloso – pensó Belgrano - al parecer estoy en el futuro, pero el cielo sigue siendo igual de hermoso que en el tiempo del que vengo. Quiero que podamos tomar nuestras propias decisiones y que la libertad sea tan infinita como este cielo que siempre hay sobre nosotros. Pasaron algunas horas y tres jóvenes se pararon delante de él. Belgrano se levantó y uno de los chicos le habló medio sonriendo. - ¿Te gusta el futuro? Uno de los jóvenes era una apuesta chica que de un codazo movió al sonriente que había hablado. - Te dije exactamente que no le hicieras una pregunta como esa. - ¿Y qué querías que le pregunte entonces? El tercero de los jóvenes se dirigió a Belgrano, que en este momento estaba totalmente desorientado, con un tono simpático. - Necesitamos hablar con vos, ¿Tenés un ratito? Belgrano se paró con ellos y empezó a caminar. Hablaron lo justo y miraron mucho, en 89


especial Manuel. Se sentaron en una mesa alejada. - Debés tener hambre – le dijo el simpático. Belgrano solo asintió con la cabeza. Toda la situación lo sorprendía y además se sentía raro que unos jóvenes lo tutearan. Uno de ellos apoyó una bandeja con hamburguesas. Manuel miraba sin entender. No sabía qué era eso ni cómo se comía. Esperó que uno de ellos empiece y lo copió. - ¿Te gustó? – Le preguntó la chica. - Si, gracias – respondió educado y expectante. - Bueno... Seguramente tenés algunas preguntas – dijo el simpático - así que voy responder la más obvia primero. No te queremos hacer daño ni nada por el estilo, y además queremos decirte que nosotros sabemos que viajaste en el tiempo. Manuel se quedó quieto como estatua de prócer y preguntó: - ¿Entonces es verdad que viajé en el tiempo? - Sí, Manuel, estamos en el año 2020. Belgrano dejó su hamburguesa a medio comer en el plato y empezó a hacerles miles de preguntas. La tarde se pasó volando, empezaba ya a anochecer, así que despacio comenzaron a regresar hasta llegar de nuevo al monumento a la bandera. - Bueno, esperamos que te haya gustado el futuro – dijeron los chicos - pero hay algo importante que tenés que hacer en tu época. En este momento se le acercaron y hablaron en secreto. No se les escapó ni una palabra, ni un gesto, y la cara de Belgrano se iluminó.

90


- Tenés razón – dijo Manuel – pero antes de hacerlo debo saber cómo voy a hacer para volver. - Eso es fácil – dijeron - pero es algo que no podés saber, solo cerrá los ojos y respirá profundo. Belgrano lo hizo. El último recuerdo es haber cerrado los ojos y caer dormido. Al día siguiente, al despertar, estaba en su casa. Salió e hizo su rutina diaria. Extrañamente era como si el tiempo no hubiera pasado, como si nunca se hubiese ido, como si nunca hubiese viajado... O tal vez no se fue y todo fue un sueño; de todas formas si le preguntaba a alguien puede que pensaran que se había vuelto loco, así que mejor no dijo nada. Volvió a ver el cielo recordando lo que pasó. También reflexionó si lo que había vivido no había sido un sueño, ya que poco a poco estaba olvidando todo. Cómo eran los tres chicos que estuvieron con él, las distintas cosas que había visto. Estaba olvidando detalles, pero recordó algo en especial. Recordó su deseo de crear una bandera, así que se fue y creó el diseño de una para después pedirle a una costurera que la realice. Fue así como el 27 de febrero de 1812 Manuel Belgrano izó por primera vez una bandera color celeste y blanco, como el cielo y la escarapela a orillas del río Paraná, sin saber que desde lejos lo veían tres peculiares chicos con una sonrisa.

Berenice Tavacchi 91

Complejo Educativo Nº 1198


Belgrano de mortal a Dios En el monte Olimpo eran convocados los dioses de cada rincón de la tierra por Zeus, Dios del rayo. El fin de dicha convocatoria era debatir, entre otras cosas, la supervivencia de cada lugar del mundo. La Argentina estaba representada por el prócer Manuel Belgrano quien no era considerado Dios en el Olimpo por su condición mortal. Zeus le impuso a Belgrano ciertas pruebas a cambio de tomar su alma y reconocerlo así, como Dios. La primera era viajar a Atenas. Esta le resultó fácil pues se embarcó a su destino sin dificultad. La segunda era matar a la Hidra de Lerna la cual lo emboscó en pleno océano tragándose la embarcación completa. Belgrano, desde sus entrañas, logró perforarla con cañones y así hundirla. La embarcación logró salir a flote como por arte de Poseidón y él siguió con su destino. La tercera prueba era destruir al Can Cerbero, el perro de tres cabezas de Hades, rey del inframundo. Belgrano no poseía herramientas certeras para dicha prueba, pero se le ocurrió desafiarlo con un acertijo. Cerbero aceptó, sabiendo que si perdía debía autodestruirse. ¿Cuál es el animal que primero camina en cuatro patas, luego en dos y al final de su vida lo hace en tres patas?

92


Cerbero pensó y pensó, pero respondió erróneamente. Ahora tú debes responder – dijo Cerbero enojado, a lo cual, Manuel Belgrano dijo: El ser humano. Y entonces, Cerbero, habiendo sido derrotado, se autodestruyó. La cuarta y última prueba era derrotar a Hades. Para llegar al lugar del encuentro, Belgrano debía cruzar por el lago de las Almas Perdidas. Allí lo esperaba el Barquero quien lo enfrentó e incansablemente luchó y al fin, Juan Manuel, lo derrotó. Hades ansioso aguardaba la llegada de su rival. Te estaba esperando vil mortal – dijo Hades - ¿cómo es que te atreves a desafiarme?, ¿tanto vale para ti esa tierra llamada Argentina? He logrado llegar hasta aquí y no me rendiré hasta lograr la Caja de Pandora – respondió Belgrano. Pues ven a quitármela. Creo que merezco, por mi hazaña, me otorgues un arma. Está bien, elije tú. Las espadas del caos forjadas por mí en el interior del inframundo, el escudo y espada de Perseo que te darán la capacidad divina de hacerte invisible o la lanza y escudo de Deimos, hermano de Cratos, que te harán certero en tus ataques. Piensa rápido o consumiré tu alma antes de que parpadees. Quiero el escudo y la espada de Perseo – respondió Belgrano resuelto – y que empiece la batalla. El enfrentamiento duró horas. Belgrano luchó hasta el cansancio. Cuando sus fuerzas se acababan, alguien le susurró la debilidad del Dios al que se estaba enfrentando. 93


Perséfone – se escuchó entredientes. Belgrano dijo: Conquistaré a Perséfone. Hades, envuelto en la mayor de las iras, gritó: ¡Tonto mortal! Y realizó un gran conjuro. Su ira y su gran magia puestas en una sola fuerza hacían que su esencia divina también forme parte del conjuro. Hades no imaginaba que Manuel Belgrano estaba tendiéndole una trampa. Cuando Hades al fin decidió atacar, Belgrano se protegió con el escudo. Todo el mal se reflejó y volvió hacia el mismísimo Hades multiplicado por la fuerza de él mismo dejándolo totalmente derrotado y quedando Belgrano victorioso y triunfador. Por haber superado las pruebas impuestas por Zeus, a Juan Manuel Belgrano se le otorgó la habilidad de abrir la caja de Pandora y así consagrarse Dios de un rincón de la tierra llamado Argentina.

Santino Peña

6º Grado , Complejo Educativo Nº 1198

94


Wheelwright

95


La Isla Misteriosa Hace mucho tiempo, en la ciudad de Rosario, Santa Fe, vivía un hombre solitario llamado Manuel Belgrano en una casita al lado del río Paraná, su pasión era pescar, y todos los fines de semana recorrían el río con su lancha y su caña. Un día, él salió con su lancha como siempre y fue a pescar a una isla alejada de su casa, cuando llegó, armó su carpa, preparó su caña y decidió pasar el fin de semana pescando en esa isla. El primer día le dio curiosidad ya que nunca había visitado ese lugar; por eso decide recorrer la remota y gigante isla donde había muchísima vegetación. Primero decidió caminar por la costa y luego hasta el interior, era como una selva oscura y profunda pero quería ver si había algo oculto en ella. Después de un tiempo caminando encontró una pequeña cabaña. En ese momento lo invadió el miedo y la curiosidad ya que esa cabaña le recordaba una historia que le contó su padre cuando era pequeño. La misma hacía referencia a una familia, integrada por sus padres y el hijo menor, que vivían feliz en medio de la isla pero un día el niño y el padre fueron a pescar a la orilla de un pequeño río, estuvieron todo el día pescando allí pero cuando cayó la noche, un gran dorado había picado el anzuelo y el niño con una gran emoción recogía la tanza. Era tanta la fuerza que hacía para traer lo que había enganchado que se resbaló con el barro y cayó al agua. El padre se puso muy nervioso ya que el niño no sabía nadar entonces el padre

96


preocupado saltó a rescatarlo pero no lo logró. Fue tal su desesperación por encontrar a su hijo. Fueron muchas las horas de angustia y gritos nadando en la oscuridad. Todo fue en vano. El niño fue encontrado después de varios días en el río. Sus padres no pudieron superar nunca esa gran pérdida y poco se supo que fue de sus vidas. Desde ese momento los pescadores cuenta la historia de ese niño que siempre soñaba con ser un gran pescador del Paraná. Y es por tal razón que cuando las noches son muy buenas y productivas dicen que el Gran pescador los ayuda con su pesca. Manuel se armó de valor y entró a la casa. Las escaleras estaban rotas, la puerta rechinaba, el piso crujía y el techo estaba destrozado. Cuando recorrió un trecho vio las fotos de una familia y en un rincón una foto de un niño con velas apagadas. Manuel pensó que era el niño del cuento. De repente una voz gruesa y tenebrosa dice: - ¡Hola!, Manuel se paralizó del miedo y miró hacia atrás. Y vio a un anciano, Manuel suspiro y dijo: - Hola señor! -Perdón que haya entrado a su casa pero parece estar abandonada. Y el anciano responde: -¡Sí, parece estar abandonada, pero es mi casa. Todos los sábados vengo a esta isla porque aquí murió mi hijo.

97


Manuel se sentó junto al hombre y comenzaron a hablar. – ¡Yo también perdí muchos seres queridos! Fui militar, mis batallas siguen aunque ya no uso fusiles. En la vida todos tenemos nuestras batallas, nuestras derrotas y pérdidas. También tenemos nuestras victorias. La de poder hacer con esas batallas cosas para cambiar o mejorar acciones propias o ajenas, y seguir adelante.

Félix Della Rosa

7º Grado , Escuela Nº 451

98


ACEBAL

99


La Isla Misteriosa Hace mucho tiempo en la ciudad de Buenos Aires vivía un niño llamado MANUEL BELGRANO. A ese niño, como a todos le gustaba jugar con sus amigos, pero también le gustaba estudiar. Al terminar la primaria siguió sus estudios en el Real Colegio de San Carlos. Pero eso no fue todo, decidió seguir estudiando y para eso tuvo que viajar a España en barco, donde se recibió de abogado. En Argentina las cosas no andaban muy bien, ya que nos gobernaba un rey que no era de estas tierras, así que decidió volver para ayudar a nuestra gente. El pueblo quería ser libre, por eso Manuel Belgrano participó de la Primera Junta de Gobierno y realizó muchas tareas importantes. Creó colegios, enseñó al pueblo argentino a cultivar sus tierras para obtener sus propios alimentos. Belgrano ayudó mucho a nuestra patria, tal es así que fue soldado, general y fue a la guerra para defender a nuestro país. Hasta ese momento, las tropas no tenían bandera que los identifique de los demás soldados españoles; fue ahí donde creo nuestra propia bandera, que flameo por primera vez a orillas del río Paraná con sus hermosos colores celeste y blanco.

100


Manuel Belgrano murió pobre y enfermo. Dio todo por su patria, nuestra Argentina. El dinero que ganó en su cruzada decidió donarlo para la creación de escuelas y nos dejó a nuestra bandera celeste y blanca para que la honremos, respetemos y nos identifique como argentinos.

Paulina D’addona

7º Grado , Escuela Nº 74

101


Un Héroe muy especiaL Abuelo…¿Quién es tu superhéroe? Esa pregunta le hacía Francisco, cada vez que jugaba con sus muñecos. Para él, el Hombre Araña, Batman o Superman eran sus preferidos. Su abuelo, bajó su mirada y le comenzó a contar su historia. Hace muchos años, un día frío de junio, nació en Buenos Aires un niño, al que llamaron: Manuel. Sus papás lo educaron con valores. A pesar que era muy difícil ir a la escuela, ellos con mucho sacrificio, lograron que él estudiara y fuese con el tiempo un gran abogado. Fue muy valiente, más que Superman o Batman. Luchó con sus soldados contra los españoles, grandes batallas Fundó escuelas, para que todos los niños pudieran estudiar, ya que era muy difícil en esa época tener acceso a ellas. Siempre con sus ideales celeste y blanco. Fue así como creó nuestra bandera a orillas del Río Paraná; esa que flamea en el patio de tu escuela, la que nos representa en un partido de fútbol y nos hace sentir con orgullo que somos argentinos. Nunca olvides honrarla y cuidarla así como lo hiciera Manuel Belgrano, un superhéroe sin capa ni poderes, pero si con un enorme amor por su Patria.

Emma Foffano

Escuela Nº 74 102


Una antigua escarapela Una mañana fría de junio, el acto por el día de la bandera, se haría al llegar a la escuela y buscando mi escarapela, para usarla en ese momento especial, no la encontré en el lugar que estaba siempre. Quedaba poco tiempo para ir a la escuela, entonces llamé a mi abuela porque sabía que tenía una. Al pasar a buscarla me dijo que la cuide mucho porque esa escarapela estaba hace muchísimos años en la familia; el color blanco estaba un poco amarillento, pero era bonita igual. Al llegar a la escuela todos los chicos estaban con su escarapela y esperando el izamiento de la bandera para comenzar el acto y en ese momento me puse la que me dio mi abuela. De repente pasé, de estar en la escuela con mis compañeros mirando cómo una señorita hacía subir nuestra enseña en el mástil, a ver a un señor, vestido muy elegante y con un sable, haciendo lo mismo que la señorita, pero la bandera, era muy distinta a la que conocemos. Mis compañeros habían sido reemplazados por soldados que estaban en silencio, mirando lo que pasaba. Yo estaba muy desorientado; entonces le pregunté al soldado que tenía más cerca: ---“Disculpe señor, ¿en dónde estamos? y él me respondió: ---“Estamos a orillas del río Paraná”-. Mirando a mi alrededor me di cuenta de que es ese mismo lugar donde hoy está el monumento a la bandera, pero muy distinto y de nuevo le pregunté: ---“¿En qué año estamos y quién es ese señor que está izando esa bandera?, y él me respondió: ---“hoy es veintisiete de febrero del año mil ochocientos doce y ese 103


señor es nuestro general Manuel Belgrano; lo que está izando es el emblema que nos reconoce como patria y nos diferencia de las tropas de España”. Luego de eso no hice más preguntas, porque no quería molestarlo en el acto que se estaba haciendo con mucho respeto, y entendí que había viajado en el tiempo. ¡Estoy viendo a Belgrano izar nuestra primera bandera!, pensé… seguía confundido, pero por respeto me quedé callado hasta que la bandera subió a lo más alto, entonces Manuel Belgrano nos miró a nosotros… yo estaba formado con los soldados y nos gritó con voz muy fuerte: ---“Soldados de la patria, desde este día y para siempre, esta bandera será nuestro emblema, símbolo de independencia y libertad… Quiero que juren defenderla y protegerla”, - y todos dijimos con fuerza: ---“¡Sí juro! ¡Viva la patria!”. Cuando se terminó el acto, no podía perder la oportunidad de hablar con él, así que me acerque y le dije: --- “Manuel Belgrano, mi nombre es Marzio, es un honor estar frente a usted”… él me respondió: --- “¡Hola Marzio!, un gusto conocerte. Qué raro ver un niño con ese uniforme que llevas puesto”- y le dije:--- “Es una larga historia, pero le quería agradecer por crear nuestra bandera y la pregunta que tengo para hacerle es: ¿En que se inspiró?”- y él, sonriendo, me respondió: --- “Bueno, mira el cielo, ¿De qué color es?” y le dije: ---“Celeste Señor”; entonces me dice: ---“Muy bien. Y esa paloma volando en el cielo… ¿de qué color es?”, y yo le respondí: --- “Por lo que puedo ver, es blanca Señor”entonces me responde: ---“Perfecto, y la ves volando libre; eso es lo que me inspiró…,

104


el vuelo libre de una paloma en el gran cielo celeste, es lo que vi en nosotros. Que la libertad nos acompañe hoy y siempre”- y con una cara de sorprendido le dije: ---“Es una gran historia”- me respondió: ---“Muchas gracias Marzio”- y mirando mi escarapela me preguntó:---“Esa antigua escarapela que llevas puesta, ¿Dónde la conseguiste?” - a lo que respondo: --- “Es de mi abuela, ella me contó que hace muchos años que está en mi familia”- él, muy sorprendido me dice:---“Creo haberla visto antes, aunque hoy perdió un poco el color; yo le había puesto mis iniciales atrás a una que perdí”, sacando la aguja que la agarraba a mi guardapolvo, vi que atrás tenía las iniciales MB, entonces pensé…, ¡tiene que ser la suya!, al mirarlo y mostrarle que tenía sus iniciales le dije: ---“Se la devuelvo señor Belgrano, tiene que ser la que perdió”, y el con gran alegría me dijo: ---“Gracias Marzio, la extrañé mucho, es la primera que tuve…, te la acepto, si recibís la que tengo puesta”- y mirando su pecho tenía una muy parecida a la mía, pero con los colores bien claros celeste y blanco, y le respondí sonriendo:---“Sí, estoy de acuerdo”- hicimos el intercambio de escarapelas y de repente, todo se empezó a ver borroso. Cuando volví a ver con claridad, me encontré de vuelta en la escuela, con mis compañeros viendo cómo se terminaba de izar la bandera antes del Acto. Miré en mi pecho y tenía puesta la escarapela que él me había dado, con vivos colores celeste y blanco.

Marzio Carducci

Escuela Nº 74

105


Belgrano y su familia En vacaciones, cuando iba a la casa de mi abuela en Acebal, me contaba esta bella historia. Hace muchos años atrás, precisamente el tres de junio de mil setecientos setenta, nacía un niño llamado Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. De pequeño, cuando jugaba con sus hermanos, él siempre era abogado, periodista y hasta político; esas profesiones le fascinaban. Con el paso de los años, ya hecho todo un hombre, comenzó con su carrera militar; poco tiempo después lo ascendieron a General y se casó con María Mercedes Rosas y tuvieron gemelos llamados Julia Merceditas Belgrano y Benjamín Bruno Belgrano. Vivían en una casita en el Alto Perú y un día al General Manuel le llegó una carta que le decía que tenía que ir a la guerra; con todo el dolor de su corazón los tuvo que dejar. Seis meses después cuando volvió de la guerra no los encontró a ninguno de los tres; junto a los soldados que habían vuelto con él hizo una búsqueda de veinticuatro horas y no los encontró. Cinco días después un soldado le avisó que había encontrado a su familia en el Paraguay. Manuel se montó en su caballo y fue en su búsqueda y cuando llegó se había dado cuenta de que eran esclavos en Paraguay. Manuel negoció y los compró; cuando los gemelitos vieron a su papá lloraron de la alegría. Su esposa no podía creer que se volvió a reencontrar con su verdadero amor.

106


Todos juntos otra vez volvieron a su casita en el Alto Perú y vivieron felices por siempre. No sé si esta historia contada por mi abuelita es cierta, pero me gustaba mucho escucharla por el valor y heroísmo de su personaje.

Albertina Sabia

6º Grado , Escuela Nº 74

107


Belgrano Había una vez un niño llamado Manuel Belgrano, nació el tres de junio de mil setecientos setenta. Estudiaba en el colegio San Carlos y luego en las universidades de Salamanca y Valladolid de España. Un día estaba caminando por los pasillos de la universidad y vio a una chica de la cual se enamoró, él se acercó y le preguntó cómo se llamaba ella le respondió María, la saludó y se quedaron hablando hasta que tocó el timbre. Pasaron unos meses y se convirtieron en mejores amigos, y ella se dio cuenta que sentía cosas por él pero prefirió quedar callada por miedo a que no volvieran a ser amigos, si se lo decía. Faltaban tres días para el baile y él tenía pensado invitarla, entonces se acerca hacia donde está ella, la saluda y le dice tengo una invitación ¿quisieras ir al baile conmigo? Y ella sorprendida porque había pensado que nunca se lo iba a pedir le dijo que sí y lo abrazó. Llegó el día del baile y estaban súper contentos, cuando estaban yendo para la fiesta, en el medio del camino, Manuel Belgrano se detiene y le dice tengo que decirte algo, María le responde ¿qué? y él le dice me gustas, a lo cual ella le responde yo también entonces Manuel se atrevió y le pidió que sea su novia, ella le dijo que sí, súper contentos y enamorados llegaron al baile la pasaron muy bien.

108


Crecieron y Manuel se recibió de abogado, fue designado como el primer Secretario del Consulado en Buenos Aires, creó escuelas, fue vocal de la Primera Junta y protagonista en la Revolución de Mayo. Luego de todo eso tuvieron un hijo y estaban más que felices, pasó un largo tiempo, cuando un veinte de junio de mil ochocientos veinte fallece Manuel Belgrano.

Lucia Cali

Escuela Nº 74

109


Un sueño celeste y blanco Había una vez, una nena muy tranquila, pero curiosa a la vez; su nombre era Irene. Le gustaba leer pero no recordar fechas porque le resultaba algo aburrido. Su abuela le habló un día de Manuel Belgrano porque en la escuela pedían su biografía, le explicó que fue un niño inquieto, que le gustaban las plantas y los animales como a ella, pero lo que más le gustaba era estudiar, no jugaba a la play, ni buscaba información en internet como lo hacemos ahora, pero sí hizo muchas cosas importantes para todo el pueblo argentino. Fue tanto lo que hablaron esa tarde que la niña se quedó dormida y en su profundo sueño Manuel era su amigo, esos que nunca te fallan y te hacen los días coloridos. Después de tomar un té con pastelitos de membrillo, viajaron en un barco hasta España que ellos mismos habían armado con cajas y trapos. De regreso contra viento y marea se les ocurrió escribir palabras sueltas y ponerlas en una botella para no contaminar el agua. Manuel sugirió hacer una receta que nos identifique como argentinos, entre esas palabras estaban: Bandera, Respeto, Orgullo, Honor, Lealtad, Identidad y Patriotismo. - Ya sé! Exclamó Manuel… con todo lo que tenemos te voy a contar una linda historia. Necesitamos colores celestes y blancos extraídos del cielo y un sol brillante para un

110


futuro de esperanza. Le agregamos la lucha de un pueblo trabajador, y le incorporamos grandes cantidades de respeto, orgullo y lealtad. Se sazona con fe, esperanza y amor, cocinamos todo esto con un espíritu libre, logrando una bandera que nos identifique y nos haga encontrar un país más justo para todos los argentinos. Al día siguiente la niña despertó contenta como lo hacía todas la mañanas y se preparó para ir a su querida escuela N° 74 de la localidad de Acebal, ubicada en la provincia de Santa Fe. Le relató a sus maestras y compañeros lo que había soñado la noche anterior y todos juntos realizaron un lindo trabajo sobre el general Manuel Belgrano, conocieron su historia, y se pusieron a decorar con los colores del cielo la escuela para el acto del 20 de Junio como todos los años.

Maraccini Irene

6º Grado, Escuela Nº 74

111


Un sueño casi real Un día más de cuarentena, cuando ya terminé mi rutina me fui a acostar; en eso me veo vestida con un ropaje muy antiguo y bello; entonces me pregunté: ¿dónde estoy? Empecé a caminar y me encontré con un montón de personas aplaudiendo a un hombre con traje muy elegante, como si fuese un general; ahí fue cuando le pregunté a una señora que estaba a mi lado quién era ese hombre y la señora amablemente me contó que se llamaba Manuel Belgrano, que había nacido el tres de junio de mil setecientos setenta, en Buenos Aires; que inició sus estudios en el Real Colegio de San Carlos y luego se trasladó a España junto a su hermano Francisco, para ingresar en la universidad de Salamanca, para estudiar la carrera de Derecho y unos años más tarde tuvo el título de Bachiller en leyes de la universidad Valladolid. Después fue designado presidente de la academia de Derecho Romano y también creó la escuela náutica y de dibujo. En mil ochocientos dos, junto a Hipólito Vieytes, creó un periódico en Buenos Aires que se llamó: “El Semanario de Agricultura, Industria y Comercio”. Entonces le digo a la señora: - ¡cuántas cosas importantes hizo este hombre!, ella me dice: - y falta las más importante de todas, la que no vamos a olvidar jamás; en mil ochocientos doce, en Rosario y a orillas del Rio Paraná, hizo formar a sus tropas frente a una bandera con los colores de la escarapela, siendo ese nuestro símbolo patrio.

112


A lo lejos empiezo a oír la voz de mi madre llamándome para despertar, ¡Uy, se trataba todo de un sueño!... Estaba en mi cama, en mi casa, en mi pueblo Acebal… qué lástima, me hubiese gustado vivir en ese momento para conocer a tan honorable patriota.

BRISA DEL BASSO

Escuela Nº 74

113


Soñando con Manuel Belgrano Había una vez un estudiante de la Escuela Fiscal N°74 en la localidad de Acebal Provincia de Santa Fe, el cual se encontraba con gripe y no podía ir a la escuela; sus compañeros de sexto grado le pasaban la tarea, una de las tareas era redactar la historia de Manuel Belgrano. El alumno Geremías Romagnoli comienza a buscar información, se dio cuenta que le fanatizaba la historia de ese prócer. Pero en ese momento le comenzó a subir fiebre y con el cansancio que tenía se queda dormido. De repente, en ese sueño le aparece Manuel Belgrano. El niño se traslada al año mil ochocientos doce; vestido con la ropa de militar de ese entonces y montando un caballo, al lado de él se encontraba Manuel Belgrano. -Geremías le pregunta: ¿Me puede contar un poco de su vida? -Manuel Belgrano responde: ¡sí! -Manuel Belgrano: nací el 3 de junio de mil setecientos setenta, en Buenos Aires; mis papás eran Domingo Belgrano Peri y María Josefa González Caseros, también tuve once hermanos. Aprendí a leer y a escribir en mi lugar natal. Cuando crecí un poco más, ingresé al colegio de San Carlos, ahí estudié latín, Filosofía, y otras materias como Lógica, Física, Metafísica, Literatura y Ética que formaban parte del plan de estudios de ese entonces. Mis padres al tiempo me enviaron a España. -Geremias: ¿Por qué te enviaron a España? 114


-Manuel Belgrano: a estudiar… En los tres primeros años que estuve allí, me recibí de bachiller; después obtuve el preciado título de abogado; fue una experiencia maravillosa. Cuando nos dimos cuenta estábamos los dos en un pozo profundo que no tenía fin. Geremías se despierta asustado en su habitación preguntándose ¿Qué me paso? ¿A dónde fui? Ahí se da cuenta que todo había sido un sueño.

Romagnoli Geremías

6º Grado, Escuela Nº 74

115


Sueño Cumplido En un pueblo pequeño, pero muy trabajador, con un paisaje muy hermoso hecho de verdes árboles, un ancho río, calles de tierra y casas humildes se desarrolla esta historia. Allí vivía una familia numerosa y muy unida cuyo papá vivía de la pesca y la mamá se dedicaba a las tareas de la casa, hacía pan casero para juntar dinero y así, poder alimentar a sus cinco hijos, el menor de ellos se llamaba Manuel… Manuel Belgrano. Junto con sus amigos se encontraba jugando a la pelota y más de una vez la mamá tenía que salir a buscarlo para hacer la tarea. Él tenía un sueño que no se había atrevido nunca a contarlo: quería formar un club con sus amigos. Así fue que un día ya cansado de jugar con los chicos y mientras tomaban agua bajo una sombra les comentó su sueño. A todos les gustó la idea y se pusieron a opinar sobre los colores de la bandera; así eligieron el celeste por el cielo y el blanco por el color de las nubes, del sol, que les recordaba cada amanecer en el río. Todos estuvieron muy contentos por cómo había quedado la bandera y al club le pusieron de nombre: “Patria”.

Genaro Gillio

6º Grado, Escuela Nº 74 116


SueñOS DE LIBERTAD Allá, en los comienzos del siglo XIX, un joven General llamado Manuel Belgrano marchaba con su ejército de valientes soldados hacia la Villa del Rosario. En todo el camino, que pudo recorrer a su paso, por distintos poblados de la zona, fue fundando escuelas y aportando su gran conocimiento a lugareños a través de libros y manuscritos. Su formación académica europea, era notoria. A pesar de estar al mando de las huestes patriotas, no era lo que él deseaba, ni estaba preparado para ello, pero aun así, supo enfrentar al enemigo en muchas batallas con suerte diferente. En uno de esos pequeños pueblos, se detuvo con todos sus hombres para visitar la escuelita el asombro y la alegría de niños y niñas, incluido el maestro, fue total. Mientras Belgrano caminaba de un lado al otro hablándoles de lo importante que era el aprender y el saber, una niña se le acercó y le dijo: ¡mi general, sus ojos llevan el color del cielo!! Esa frase quedaría grabada en la memoria del joven Manuel… Al continuar su viaje y ya pronto a llegar a las orillas del Paraná, con sus hombres y caballos cansados, decide que su ejército debería embanderarse para ser identificado. Es allí que detiene su marcha, levanta su mirada y ve cruzar una gran nube blanca y, junto a ella, el recuerdo de la pequeña alumna que lo había sorprendido tan gratamente. No

117


dudó en elegir el celeste y el blanco para su bandera. Una vez apostados a la vera del río, enarboló nuestra enseñanza con su pecho inflado de orgullo, recordando la cara de aquella niña y la escuelita de un pintoresco pueblito que al cabo de algunos años se llamaría “Acebal”. Un 27 de febrero de 1812, su creador, y por vez primera, hizo aquel paño flamear… Y llevará siempre consigo, nuestros “ Sueños de Libertad” Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. 3-06-1770/ 20-06-1820 Creador de la bandera argentina Prócer nacional. En el bicentenario de su fallecimiento.

Barbero Ruth

6º Grado, Escuela Nº 74 118


la vida de manuel belgrano Hace mucho tiempo había un niño que se llamaba Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Había nacido en mil setecientos setenta. Era un niño hiperactivo, le gastaba mucho jugar con sus hermanos. Un día jugaban en el patio a las escondidas, uno se escondió en el cuarto, otro en la cocina y él se iba a esconder en el baño; entró apurado y estaba su papá. Dos minutos después el padre, muy enojado, los sentó a todos a estudiar. Gracias a tanto estudio Manuel Belgrano pudo ser abogado, periodista, político, diplomático, economista y militar. Se casó con una joven llamada María Dolores, se conocieron en un baile; él la miró y se enamoró. Después de muchas citas y un casamiento, tuvieron hijos: Manuela, Mónica, José y Pedro Rosas Belgrano. Iban a todos lados juntos, jugaban y se divertían en familia. Pero un día fue llamado a defender a su patria en la guerra de la independencia, debía ir con una batería de soldados, a la costa del río Paraná. Él les hizo usar a sus soldados escarapelas. Luego, con poco tiempo, porque estaba en plena lucha, al mirar al cielo estando a orillas del río Paraná en Rosario, vio una nube ideal para formar nuestra insignia patria, fue ahí donde decidió hacer la bandera. Luego la hermana de su amigo doña María Catalina Echeverría fue la que le daría forma a esa imagen que vio en el cielo cociendo nuestra bandera. Después de largas peleas y trágicas muertes con mucho

119


esfuerzo lograron conseguir la independencia de Argentina. También comandó la victoria en la batalla de Tucumán, que tuvo gran influencia en la declaración de la independencia de Las Provincias Unidas en Sudamérica. Comandó las tropas que participaron en la guerra civil contra los caudillos del litoral. Hizo todo por su patria hasta su muerte, el veinte de junio de mil ochocientos veinte. Es así que se conmemora el día de la bandera, en la fecha de su fallecimiento y no por el día de su creación.

Pablo Emir Aguirre

Escuela Nº 74

120


La pasión por la bandera Manuel Belgrano nació el 3 de junio de 1770 en Buenos Aires, en 1812 creó la bandera Argentina fue abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar. Estudio Derecho en España, Belgrano se convirtió en secretario del consulado de Buenos Aires. El Paraguay y el alto Perú durante las dos primeras década del siglo XIX. Murio el 20 de junio de 1820 a los 50 años en Virreinato del Perú, sus padres se llamaban Domenico Belgrado Peri y María Josefa González Caseros. En 1810 se unió a los patriotas que pretendían la emancipación del demonio Español en Argentina y se convirtió en miembro de la junta del gobierno revolucionario, tras ser nombrado general dirigido a las tropas independentistas frente a los realistas obteniéndo importantes victorias en las batallas de Tucuman en 1812 y Salta en 1813 frente a Juan Pio de tristán y moscoso.

Tomás Marinelli Escuela Nº 74

121


La esfera de Belgrano Un día, allá por 1.807 Belgrano caminaba en la orilla del Río de la Plata cuando encontró una esfera de cristal. Asombrado y curioso la tomó, la frotó y vio cosas asombrosas, como telas celestes y blancas moviéndose, personas gritando “LIBERTAD” y granaderos luchando. Se asustó y la dejó. Después de pensar varias horas, se agrupó con la gente y empezaron a debatir por qué no luchar por independizarse de España. Cinco años más tarde, allá por 1.812, Belgrano estaba en Rosario. Vio los colores del cielo reflejándose sobre el río y se acordó de lo que había visto en la esfera y así se le ocurrió hacer una bandera con esos colores para representar a nuestro país que estaba naciendo.

ROCCO TRAVASSI

6º Grado, Escuela Nº 74 122


LA GRAN TRAYECTORIA Todo comenzó un día en que Dominico Belgrano Pérez y María Josefa Gonzales Caseros dieron a la luz a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano un tres de junio de mil setecientos setenta, en Buenos Aires, Argentina; estudió en el colegio de San Carlos y luego en España donde se recibió de abogado y así fue como transcurrió su vida y llegó a ser economista, periodista, político, diplomático y militar argentino. Participó en la defensa de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, en las invasiones inglesas. Fue uno de los principales patriotas que impulsaron la Revolución de Mayo, fue vocal de la Primera Junta de Gobierno. Luchó en la guerra de independencia de la Argentina, fue jefe de a expedición militar. Manuel Belgrano creó la bandera argentina en 1812 que constaba en dos colores: celeste y blanco, los cuales eligió porque eran los colores de la escarapela ya oficializada de esa época. Ésta constaba de dos franjas de los dos colores la que con el paso del tiempo se fue reformando y luego llegó a ser como es hoy, con un hermoso sol radiante el centro. Dicha bandera fue izada por primera vez a orillas del río Paraná, en donde hoy está la destacada ciudad de Rosario y donde está el monumento en honor a nuestra enseña patria.

Xavier Álvarez

6º Grado, Escuela Nº 74 123


La historia de un gran hombre En Buenos Aires, el tres de junio de mil ochocientos setenta nacía un niño, en su casa paterna, cerca del convento de Santo Domingo. Ese niño fue bautizado en la catedral de Buenos Aires, sus padres le pusieron Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Creció y cursó sus primeras letras en colegio San Carlos de la provincia de Buenos Aires. Entre mil setecientos ochenta y seis y mil setecientos noventa y tres, este adolescente, con solo dieciocho años de edad estudió y se recibió en la carrera de Derecho; se graduó como bachiller en leyes con medalla de oro. Manuel Belgrano fue quien luchó a favor de la independencia argentina y se alzó contra el imperio español, además se impuso en las invasiones inglesas. Uno de los tantos logros de Manuel Belgrano fue crear instituciones educativas, escuela de matemáticas y otras de diseño y de comercio. Otro de sus logros a principios del mil ochocientos, fueron las invasiones inglesas donde despertó en este joven abogado el amor patriótico. Cuenta la historia que Belgrano propuso crear una escarapela nacional, para que el ejército tuviera una insignia en común con los colores blanco y azul celeste; de esta manera, en mil ochocientos doce, diseñó una bandera con los mismos colores, usada

124


por primera vez en la ciudad de Rosario a orillas del rio Paraná, donde el ejército tomó juramento a favor de la libertad y la independencia. Poco antes de la batalla de Salta, Belgrano empezó a sufrir fuertes dolores, nunca gozó de buena salud en su adultez y en la pobreza total el veinte de junio de mil ochocientos veinte...

Federico Falabella Escuela Nº 74

125


LA BANDERA Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús. SÍ, así era su nombre. Un día, a principios de 1812 se le ocurre una idea increíble, crear una bandera celeste y blanca con el sol brillando en el medio como la escarapela. Cuando contó la idea a su pueblo, Franco que era un vecino del barrio no estaba de acuerdo, él quería que la bandera tenga otros colores, proponía que sea roja y blanca. A Manuel le pareció que lo más justo sería que el pueblo eligiese; entonces organizó una votación para que el pueblo señale con qué bandera quería quedarse. Eligió una plaza muy grande como lugar para la elección. Armó dos filas, una con mujeres y otras con hombres. Manuel y Franco estaban analizando la votación; no tenían idea de quién iba a ganar. Cuando comenzaron a contar todos los votos, Franco desaparece. Todo el pueblo lo empieza a buscar para poder dar los resultados, pero él no aparece; buscaron y buscaron, pero nada... Entonces decidieron dar los resultados; ganó la bandera de Manuel. Meses después, aparece Franco; cuenta que se había ido, por la derrota y que dejemos todo como estaba y sigamos adelante. Y es así como hoy tenemos una bandera hermosa que nos representa.

Campos Nosetto Valentina

Escuela Nº 74

126


Quiero ser el niño aquel Quiero ser, el niño aquel que cuenta la historia y que por una bella razón, de él nadie se olvidó. Quiero ser el niño aquel que acunaron los brazos de Doménico Belgrano y doña María Josefa González un tres de junio de mil setecientos setenta. Aquel que dedicó su vida al estudio y logró ser abogado, economista, periodista, político y militar rioplatense. Quiero ser como Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano que llevó los colores del cielo a una insignia que nos representó y representará como Nación por siempre; quien condujo a la independencia de nuestro país en el marco de las luchas por la emancipación sudamericana, cuando estalló la Revolución de Mayo en mil ochocientos diez participó activamente del Cabildo Abierto que derrocó a Cisneros y fue elegido vocal de la Primera Junta de Gobierno; participó de muchas batallas donde le fue bien y en otras no tanto. Un veintisiete de febrero de mil ochocientos doce, a orillas del río Paraná, flameó por primera vez nuestra querida enseña celeste y blanca, los mismos colores que ya habían estado oficializados para nuestra escarapela. Luego de muchos aciertos y desaciertos, de triunfos y frustraciones, después de tanto luchar dejando lo mejor de él, cuando ya la vida le pedía el descanso eterno en medio de

127


la pobreza y en momentos de enfrentamientos entre distintos sectores locales, olvidado por sus contemporáneos y maltratado por las autoridades que le negaron la ayuda que necesitaba, una fría mañana de invierno transitando sus cincuenta años, en este tiempo donde creció, estudió, ayudó, maduró y enfermó, llegaba su vida a la meta final. Después de haber leído tantas biografías quiero llegar a grande e imitarlo dando todo sin pedir nada a cambio, esforzarme por mi gente, y por más que a la hora de la partida de él no se acordaron, por el resto de la historia todos lo vamos a hacer, por eso el veinte de junio estamos orgullosos y no nos olvidamos de nuestro Belgrano que nos dejó físicamente en mil ochocientos veinte, pero sólo su desaparición fue física porque lo admiramos y lo recordamos por su valor y su creación, y de esa manera sigue vivo en nuestra historia. Hoy me considero un niño de once años, pero la lectura me lleva a pensar que también puedo ser en la memoria de la gente un adulto inmortal dejando en mi historia lo mejor que yo pueda dar.

Bautista Pasquarella

6º Grado, Escuela Nº 74 128


Una antigua escarapela Una mañana fría de junio, el acto por el día de la bandera, se haría al llegar a la escuela y buscando mi escarapela, para usarla en ese momento especial, no la encontré en el lugar que estaba siempre. Quedaba poco tiempo para ir a la escuela, entonces llamé a mi abuela porque sabía que tenía una. Al pasar a buscarla me dijo que la cuide mucho porque esa escarapela estaba hace muchísimos años en la familia; el color blanco estaba un poco amarillento, pero era bonita igual. Al llegar a la escuela todos los chicos estaban con su escarapela y esperando el izamiento de la bandera para comenzar el acto y en ese momento me puse la que me dio mi abuela. De repente pasé, de estar en la escuela con mis compañeros mirando cómo una señorita hacía subir nuestra enseña en el mástil, a ver a un señor, vestido muy elegante y con un sable, haciendo lo mismo que la señorita, pero la bandera, era muy distinta a la que conocemos. Mis compañeros habían sido reemplazados por soldados que estaban en silencio, mirando lo que pasaba. Yo estaba muy desorientado; entonces le pregunté al soldado que tenía más cerca: ---“Disculpe señor, ¿en dónde estamos? y él me respondió: ---“Estamos a orillas del río Paraná”-. Mirando a mi alrededor me di cuenta de que es ese mismo lugar donde hoy está el monumento a la bandera, pero muy distinto y de nuevo le pregunté: ---“¿En qué año estamos y quién es ese señor que está izando esa bandera?,

129


y él me respondió: ---“hoy es veintisiete de febrero del año mil ochocientos doce y ese señor es nuestro general Manuel Belgrano; lo que está izando es el emblema que nos reconoce como patria y nos diferencia de las tropas de España”. Luego de eso no hice más preguntas, porque no quería molestarlo en el acto que se estaba haciendo con mucho respeto, y entendí que había viajado en el tiempo. ¡Estoy viendo a Belgrano izar nuestra primera bandera!, pensé… seguía confundido, pero por respeto me quedé callado hasta que la bandera subió a lo más alto, entonces Manuel Belgrano nos miró a nosotros… yo estaba formado con los soldados y nos gritó con voz muy fuerte: ---“Soldados de la patria, desde este día y para siempre, esta bandera será nuestro emblema, símbolo de independencia y libertad… Quiero que juren defenderla y protegerla”, - y todos dijimos con fuerza: ---“¡Sí juro! ¡Viva la patria!”. Cuando se terminó el acto, no podía perder la oportunidad de hablar con él, así que me acerque y le dije: --- “Manuel Belgrano, mi nombre es Marzio, es un honor estar frente a usted”… él me respondió: --- “¡Hola Marzio!, un gusto conocerte. Qué raro ver un niño con ese uniforme que llevas puesto”- y le dije:--- “Es una larga historia, pero le quería agradecer por crear nuestra bandera y la pregunta que tengo para hacerle es: ¿En que se inspiró?”- y él, sonriendo, me respondió: --- “Bueno, mira el cielo, ¿De qué color es?” y le dije: ---“Celeste Señor”; entonces me dice: ---“Muy bien. Y esa paloma volando en el cielo… ¿de qué color es?”, y yo le respondí: --- “Por lo que puedo ver, es blanca Señor”-

130


entonces me responde: ---“Perfecto, y la ves volando libre; eso es lo que me inspiró…, el vuelo libre de una paloma en el gran cielo celeste, es lo que vi en nosotros. Que la libertad nos acompañe hoy y siempre”- y con una cara de sorprendido le dije: ---“Es una gran historia”- me respondió: ---“Muchas gracias Marzio”- y mirando mi escarapela me preguntó:---“Esa antigua escarapela que llevas puesta, ¿Dónde la conseguiste?” - a lo que respondo: --- “Es de mi abuela, ella me contó que hace muchos años que está en mi familia”- él, muy sorprendido me dice:---“Creo haberla visto antes, aunque hoy perdió un poco el color; yo le había puesto mis iniciales atrás a una que perdí”, sacando la aguja que la agarraba a mi guardapolvo, vi que atrás tenía las iniciales MB, entonces pensé…, ¡tiene que ser la suya!, al mirarlo y mostrarle que tenía sus iniciales le dije: ---“Se la devuelvo señor Belgrano, tiene que ser la que perdió”, y el con gran alegría me dijo: ---“Gracias Marzio, la extrañé mucho, es la primera que tuve…, te la acepto, si recibís la que tengo puesta”- y mirando su pecho tenía una muy parecida a la mía, pero con los colores bien claros celeste y blanco, y le respondí sonriendo:---“Sí, estoy de acuerdo”- hicimos el intercambio de escarapelas y de repente, todo se empezó a ver borroso. Cuando volví a ver con claridad, me encontré de vuelta en la escuela, con mis compañeros viendo cómo se terminaba de izar la bandera antes del Acto. Miré en mi pecho y tenía puesta la escarapela que él me había dado, con vivos colores celeste y blanco.

Marzio Carducci

7º Grado, Escuela Nº 74 131


La historia del padre de la patria Hace muuuchos años, exactamente un 3 de junio de 1770, nació un niño llamado Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, en Buenos Aires, era un niño muy inquieto y extremadamente talentoso, a medida que fueron pasando los años Manuel se empezó a interesar en la lectura, es más, en su propia casa había una biblioteca, pero no había libros para niños, entonces, iba a una que estaba cerca de la suya y más adelante empezó a leer libros para gente adulta, le encantaba ir a la escuela, encontrarse con sus compañeros y docentes, y cuándo salían de la escuela invitaba a todos los amigos del salón a su casa; él decía: todos o ninguno!!!. Siempre repartía lo que tenía, quería que todos sus compañeros tengan lo mismo que él, y aunque entendía lo que decían los libros perfectamente, le costaba pensar por qué algunos tenían más y otros menos, Manuel pretendía de muy niño que todos sean iguales y sufría mucho al saber que no era así. Quería ser grande para poder ayudar a que eso ocurra. El tiempo iba pasando y Manuel ya estaba en edad de elegir su carrera de estudio; le gustaban muchas, pero se decidió a estudiar abogacía. Era muy bueno; el mejor de la clase. Llegó el día en que se iba a recibir de abogado; él, su familia y amigos estaban muy orgullosos de que lo lograra tan rápido. Regresaron a su casa que, apropósito, era muy

132


grande y festejaron muy felices. Nunca imaginaban lo que después iba a suceder. Pero al ir pasando los años, cada vez más interesado en la equidad, supo que en la abogacía no iba a lograr nada; entonces fue periodista, político, economista y mercader. Cuando cumplió 25 años logró que le den un trabajo que ganaba mucho dinero y le prometían ascensos y más dinero, pero al contrario de lo que hubiera hecho un hombre de su edad, dejó ese trabajo con la esperanza de poder sacarle al rico para dar de comer a los pobres, que en su país eran muchísimos. Ideó lo que después se conoció como “revolución de mayo”; fue a la casa del virrey con dos amigos y lo obligó a que renunciara. Aunque muchas veces sintió navegar contra la corriente, fue mucho lo que hizo por el país, con su esfuerzo se logró una ARGENTINA independiente, y convirtió los colores del cielo en su BANDERA, con tanto amor por la patria, con tanta pasión… Y aunque los años pasaron y la brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande y dolorosa, podemos entender por qué Manuel Belgrano es el Padre de la Patria, y si cada uno de nosotros tendríamos una pizca de su valor y entereza, capaz algún día, tal vez no muy lejano, podríamos cumplir su sueño de ser TODOS IGUALES.

SANTINO D´ADDONA

7º Grado, Escuela Nº 74 133


LA SUPER MÁQUINA DEL TIEMPO En tiempos de cuarentena mi hermano Lucio y yo hacemos tareas en familia que nos mandan nuestras seños. Ayer leímos sobre Manuel Belgrano. Nacido en Buenos Aires un tres de junio de mil setecientos setenta, estudió en el Colegio San Carlos y en Universidades de España. Fomentó la educación, capacitó a la gente para que aprendiera oficios y los aplicaran en beneficio del país. Político fundamental en la Revolución de Mayo y nada menos que creador de nuestra bandera y escarapela. Como premios de triunfos en batallas Belgrano recibió cuarenta mil pesos de oro, los cuales destinó a la construcción de cuatro escuelas, siempre luchó por merecidas mejoras en la remuneración de los educadores. Su intensa vida nos apasiona pero cuando llegamos al final de ella, nos puso tristes el desenlace. Este gran hombre de la patria murió en la absoluta pobreza un veinte de junio de mil ochocientos veinte y solo un diario se ocupó de su muerte, esta no fue noticia. Entonces, con mi hermanito decidimos ir al garaje donde mi papá guarda sus herramientas y construimos una súper máquina del tiempo! Nos vamos al pasado, tenemos que

134


manifestarle a Don Manuel lo que sentimos, eso sí, llevamos nuestros abrigos así mamá no se enoja… Llegamos en el momento en que sus soldados lo despiden diciendo “Adiós nuestro general, que Dios lo acompañe, le devuelva la salud y le permita volver pronto” Ya en su hogar, muy enfermo Belgrano le entrega su única pertenencia de valor a su médico y amigo como muestra de gratitud por sus servicios y asistencia; un reloj de oro que había recibido de regalo de parte del Rey Jorge III de Inglaterra. En ese momento, Lucio y yo le decimos que él es el espejo en el cual todos deberíamos reflejarnos; llegó a la función pública rico y salió pobre, desinteresado de lo material. Gracias Manuel por haber protegido a los más humildes, a los más necesitados, a ancianos, a las mujeres, a los indios… gracias por impulsar el progreso de la gente, por defender la educación, por la lucha por la igualdad y la libertad. Gracias por la hermosa bandera, por la escarapela, por los valores transmitidos. Él, luego de escuchar nuestras palabras, nos mira, suspira y dice…- Ay patria mía… Y así despedimos a un grande, tal cual lo merece, aunque después, en nuestra súper máquina del tiempo, volvimos a casa, porque al final Lucio y yo nos dejamos nuestros abrigos en el garaje y mi mamá se va a enojar…

ROCCO PETTINARI

6º Grado, Escuela Nº 74 135


Un cuento sin cuentos Acebal, mi pueblo… cuna de virtuosos dice mi abu, cuna como sus brazos y virtuoso como sus relatos. Una vez decía que el padre de la patria era San Martín, y yo dije: “¿Y la madre? ¿No tiene madre la patria? Y ahí arrancó ella a contarme como quien le da cuerda a un juguete… La madre de la patria fue el título que se ganó una mulata argentina, hija de esclavos, llamada Remedios Del Valle nacida en Buenos Aires en mil setecientos setenta y seis. Ella era corajuda y patriota hasta los huesos. En aquella época las mujeres de la alta sociedad donaban sus joyas y dinero para la causa de Belgrano, sin embargo, ésta peleaba en el frente de las batallas a las órdenes del coronel siendo nombrada capitana del Ejército del Norte y madre de la patria, título que se ganó por su entrañable cariño por los enfermos, heridos y mutilados en combate. ¡Era tan brava como samaritana! Cuenta además que el día anterior al avance de las tropas al Alto Perú se presentó ante el general Manuel Belgrano y pidió permiso para atender a los heridos, por alguna razón en esta oportunidad se negó a que aquella los acompañara. Sin embargo ella, a fuerza de arrojo y coraje, se presentó por la retaguardia y luchó como una leona a la par de todos los soldados, ganándose así el respeto y admiración. Definitivamente

136


Belgrano, a pesar de sus creencias religiosas y su disciplina, valoró a esta gran mujer y la tituló verbalmente: “Capitana y Madre de la Patria” ¡Qué importante esto Abu! le dije, y continuó: es muy importante saber sobre la vida de Belgrano y su obra. Él, supo ver en aquella mujer valores de integridad que escaseaban en muchos hombres. La historia nos muestra que la mujer viene luchando por sus derechos, y conquistando sus libertades desde otros tiempos. Él, además de crear la bandera puso a la figura de la mujer en un lugar del que nunca más se correrá. Ya nunca más las batallas serán con armas, ahora las conquistas son a través del poder de la palabra como también decía nuestro general.

Santino Panelli

6º Grado, Escuela Nº 74

137


El sueño de Manuel Belgrano Había una vez hace mucho tiempo en Buenos Aires un niño llamado Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Él era muy feliz a pesar de lo poco que tenía; él y su familia vivían en una casa muy pequeña ya que eran nueve contando a su gran mejor amigo (Pepe). soñaban con viajar por todo el mundo, aunque no podían, pero no les importaba ya que ellos con una caja y su imaginación eran más que felices. Y un día muy extraño Manuel Belgrano apareció en otro lugar, no entendía nada pero sin pensarlo se armó de valor y empezó a caminar. Luego de un rato se dio cuenta que estaba en Italia. Manuel Belgrano estaba muy confundido, el no entendía como pudo llegar hasta ahí. Después de un tiempo le empezó a agarrar mucho hambre y de repente apareció un mago, Manuel Belgrano estaba muy asustado pero el mago le dijo no hay de que asustarse, yo he venido aquí para concederte un deseo. Pero de repente se despertó y se dio cuenta que todo fue un sueño.

LOLA MEO

Escuela Nº 74 138


En el Túnel del tiempo Creo que todos los argentinos conocemos a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano o, como le solemos decir todos, nuestro querido Manuel Belgrano. Es uno de los mayores próceres de Argentina y no por cualquier cosa, sino porque hizo muchas cosas importantes. Para poder dimensionar su figura, le propongo al lector un viaje imaginario a través del túnel del tiempo de la patria para, de forma imaginaria, tener una entrevista con el prócer de carne y hueso. Aquí la misma: BC- Señor Belgrano soy Benicio Comparetto para radio “Escuela Nº74 de Acebal”, me gustaría hacerle unas preguntas con respecto a la creación de la bandera y la Revolución de Mayo. MB- Hola Benicio, encantado de contestarte. ¿Me dijiste radio de Acebal?, ¿no es eso cerca de Carmen del Sauce, que fue posta en 1819 para mi gran amigo Don José de San Martín? Vos estás muy cerca de las barrancas del Río Paraná en Rosario imagino que habrás visitado el monumento. Pregúntame lo que quieras. BC- Por qué eligió Rosario para la creación de la bandera y por qué sus colores?. MB- Antes de marchar hacia el norte el Triunvirato nos ordenó instalar dos baterías de cañón a las orillas del Río Paraná en Rosario, a las cuales decidí llamarlas Libertad e Independencia, por si los españoles que estaban en Montevideo decidían entrar desde el río. La idea de la bandera fue darles a mis soldados un símbolo propio que les dé fuerza y esperanza para luchar por la patria; supuse que ese era un buen lugar y un buen 139


momento para hacerlo, y decidí ponerle los colores de nuestra escarapela. BC- Está usted contento de cómo se lo ha venido recordando hasta el presente?. MB- Sí, nada más gratificante que ser recordado como el creador de la bandera, pero hay ciertas cosas de mi vida que no son del conocimiento de la gente y que me gustaría que lo sean. BC- Como cuáles señor Belgrano?. MB- Muchos de mis pensamientos e ideas que yo entonces creía que eran importantes para la patria, siento que aún persisten sin que se les haya encontrado el rumbo adecuado. BC- Como por ejemplo? MB- Bueno, sería necesario que la gente sepa lo que yo decía en mi época acerca de la repartición de la tierra, la justa distribución de la riqueza del país, el estatuto de los pueblos originarios y el gran valor que yo le otorgaba a la educación de un país. BC- Para terminar nos podría contar alguna anécdota de la Revolución de Mayo. MB- Como anécdota te puedo contar que nunca olvidaré la cara de susto del Virrey Cisneros cuando le dije en el balcón del Cabildo, que si no se retiraba de su puesto, lo iba a tirar del mismo. Por suerte la historia ya es conocida. BC-Bueno Don Manuel le agradecemos esta entrevista que dio a nuestra escuela y prometemos investigar más sobre las ideas y pensamientos que usted nos habló. MB- Bueno Benicio que así sea, saludos a tu escuela de Acebal.

Benicio Comparetto

7º Grado, Escuela Nº 74 140


Un prócer de cuarentena Érase una vez en Acebal, un pequeño pueblo de la Provincia de Santa Fe, en el año dos mil veinte. Todos nos juntábamos en un punto especial: en la esquina de la cancha o en la plaza. Ir a la escuela y encontrarnos con amigos era grandioso, aunque a veces dormir un rato más también era genial… Hoy todos estamos en casa, el pueblo en cuarentena; cuando comenzó todo, con mis amigos festejamos que no había clases, pero enseguida la seño mandó tarea y así pasamos sin olvidar que cada día debemos aprender y practicar los ejercicios, recordando los sucesos más importantes, en especial los patrios y me dije: ¿Qué hubiera hecho Manuel Belgrano? El hubiera armado un ejercito, mandado las tropas en cada entrada, protegido al pueblo de este virus llevando la bandera Argentina en alto, en su caballo, al frente, preparado para cualquier batalla como un gran general y que cada niño se capacite como lo hizo él. ¡Qué grande nuestro general! Como en 1810, él llevaría a nuestro pueblo al triunfo y la victoria.

Áxel Medina

Escuela Nº 74 141


Descubriendo mi identidad Era un día de verano muy caluroso, en Acebal provincia de Santa Fe, en donde el sol brillaba en lo más alto del cielo. Mis amigos y yo decidimos pasar la tarde en el Tiro Federal Argentino que se encuentra en mi pueblo. Disfrutamos y jugamos hasta el cansancio así que me alejé un momento para tomar agua y descansar debajo de un hermoso eucaliptus. Allí me quedé dormido y comencé a soñar. En el sueño me encontraba sólo y perdido en un bosque muy oscuro, cuanto más caminaba más me asustaba, escuchaba ruidos extraños, gritos de guerra y movimientos tenebrosos que se hacían cada vez más cercanos, hasta que de repente comencé a ver muchos colores; me acerqué para observar mejor y en ese momento me di cuenta que eran banderas de todos los países, así que busqué desesperadamente los colores celeste y blanco, los de mi patria, los que me identifican… que me harían sentir como si estuviera en mi hogar, protegido, libre y seguro. Inmediatamente quedé rodeado de una inmensa paz, hasta que muchas cosquillas que venían de mis amigos me despertaron para regresar a casa. Al llegar sólo tenía en mente ese extraño sueño. Corrí a buscar a mi abuelo, que es un gran sabio para contarle lo ocurrido y luego de mi relato comenzó él con una historia mucho mejor......

142


—Tu sueño me recuerda a alguien muy importante. ¿Sabes quién fue El General Manuel Belgrano? - Dijo el abuelo. — ¡No! Respondí — Él era un niño muy valiente igual que vos; nació un tres de junio de mil setecientos setenta, en la ciudad de Buenos Aires. Le gustaba mucho jugar pero también estudiar; hizo sus estudios primarios y a los trece años se fue al Real Colegio de San Carlos; tres años más tarde viajó a España para estudiar Derecho. En Europa presenció la revolución francesa y en mil setecientos noventa y tres se recibió de abogado. Luego regresó a nuestro país y en Buenos Aires fue designado como Primer Secretario del Consulado. Fomentó la educación y creó escuelas. En mil ochocientos diez fue nombrado vocal de la Primera Junta de Gobierno. El pueblo quería ser libre y así se le ocurrió la idea de un pabellón que nos identifique como argentinos. Partió hacia Rosario y a orillas del Río Paraná flameó por primera vez la bandera celeste y blanca. Es por eso que al verla nos llenamos de orgullo, nos vemos libres y seguros, igual que sentiste vos en el sueño… es nuestra insignia nacional, la que nos representa e identifica, es nuestro símbolo de independencia. Este año es el bicentenario de su fallecimiento porque murió un veinte de junio de mil ochocientos veinte, pobre económicamente, pero rico en valores como verdad, honradez, honestidad, patriotismo, justicia, amor al orden y respeto.

143


— ¿Viste cuántas cosas buenas hizo nuestro general? — ¡Sí!!! Gracias abuelo. ¡Estoy deslumbrado! Sin duda esta historia me había dejado sin pestañear. Sabía que mi sueño significaba algo... Gracias Manuel Belgrano!! ¡Viva La Patria!!!

Arago Sassetti Capomaggi 7º Grado, Escuela Nº 74

144


Conociendo a Manuel Belgrano Hace muchos años, un 3 de junio de 1770 en la ciudad de Buenos Aires, nació un niño llamado Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús. Vivía con su mamá María Josefa González Casero, su papá Domingo Belgrano Peri y con muchos hermanos. Estudió en el Real Colegio de San Carlos de Buenos Aires, allí se destacó entre los mejores alumnos de la clase y cuando fue más grande siguió estudiando y por eso viajó a España donde se recibió de abogado y se especializó en Economía Política. Luego regresó para trabajar por la grandeza de su país. Trabajó mucho, mucho; dirigió un periódico, fundó la primera escuela de Dibujo, la escuela Náutica y desarrolló la agricultura y el comercio. También defendió sus tierras durante las Invasiones Inglesas, hasta fue jefe de un ejército. Con sus soldados lucharon y en esas peleas a veces ganaron y otras perdieron, siempre intentando lo mejor para la patria. Fue uno de los principales patriotas que impulsaron la Revolución de Mayo, por la cual se destituyó al Virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros y fue vocal en la Primera Junta de Gobierno el 25 de Mayo de 1810. En 1812 asumió la jefatura del Ejército del Norte y creó y enarboló por primera vez en las barrancas rosarinas del Río Paraná, la bandera celeste y blanca que, hasta hoy, nos identifica como argentinos.

145


Gracias a su inteligencia y a su fuerza de voluntad, alcanzó grandes triunfos, cómo los de Tucumán y Salta, al frente de un ejército improvisado y con armas arruinadas. En 1819 renunció a sus cargos por problemas de salud y regresó a Buenos Aires. Ya muy enfermo, sumido en la pobreza, a pesar de que su familia había sido una de las más acaudaladas del Rio de la Plata, fallece el 20 de junio en 1820. Manuel Belgrano fue uno de esos hombres que le dedicó su vida a la patria, deseaba un país libre e independiente y trabajó incansablemente por conseguirla.

Nicolás Diruscio

7º Grado, Escuela Nº 74

146


Gödeken

147


El largo viaje por el bosque Manuel Belgrano estaba con sus tropas, iban partiendo a Buenos Aires y para poder salir tenían que cruzar un bosque que se parecía a un laberinto y era muy difícil saber de él. Después de un largo tiempo buscando la salida, Belgrano encontró a un hombre que conocía el bosque de punta a punta. Cuando se acercaron y le preguntaron si podían ayudarlos, el hombre pidió dinero para decirles cómo salir. Belgrano no lo dudó, le dio una bolsita llena de monedas y el hombre le dijo que tenía que ir por todos los caminos izquierdos. Le agradecieron por la ayuda y llegaron a la salida del bosque. Luego de mucho andar las tropas le dijeron que no podían más, necesitaban un descanso y acamparon en ese lugar durante dos días, después continuaron su viaje y llegaron a defender las fronteras del norte para evitar el avance de las tropas realistas. ¡Terminaron las guerras y regresaron victoriosos!

Celina Fantasía

6º Grado, Escuela Nº 187 148


Una historia detrás de la vida de Manuel Belgrano Corría el año 1770 cuando Don Domingo Belgrano Peri y Doña María Josefa Gonzales Caseros decidían tener un hijo más. Manuel José Joaquín Del Corazón De Jesús Belgrano, nacía el 3/06 de ese mismo año en la ciudad de Buenos Aires, tenía 5 hermanas y 7 hermanos, ¡eran 13! Un niño para entonces como cualquier otro pero que un tiempo después no iba a ser como cualquier otro… Eran una familia de clase media que vivían bien. Su padre era comerciante, militar y funcionario. Gracias a su trabajo tenían comida sobre la mesa todos los días. Su madre era ama de casa y cuidaba de los niños. Para aquel entonces los padres eran lo más parecido a unos “dueños” de sus familias y decidían muchas cosas, entre ellas los trabajos de sus hijos; a que escuelas irían y con quienes debían casarse sus hijas. Entre 1777 y 1778 Manuel empezaba sus estudios en la escuela del Convento San Domingo, tenía pocos amigos pero con los que tenía le alcanzaba, no era el más social de todos pero siempre tuvo aires de justicia. No era para nada controlador y era muy calmo, algunas de sus maestras lo adoraban por sus buenas notas y su compromiso, siempre estuvo muy contento y no le surgieron problemas en el primario. En 1784 continuó sus estudios en el Colegio Real de San Carlos, en donde las cosas eran distintas, casi ningunos de sus compañeros lo aceptaban ya que su padre había perdido su trabajo por una adicción. Su madre hacía ricas empanadas para vender, pero no era

149


suficiente. Al poco tiempo se dio cuenta de que no estaban en las mejores condiciones económicas. Si bien tenía dos o tres amigos, uno de ellos era muy adinerado, como él en antaño. Este chico logró convencer a su padre de que le pagara una universidad en España para estudiar leyes y abogacía junto a su hermano menor. En un principio, Belgrano porque quería ayudar a su familia. Trabajó como zapatero y le ayudaba a su madre repartiendo empanadas. Todos sus hermanos también lo hacían. Su padre venció la enfermedad y volvió a trabajar. En 1786 Belgrano aceptó la propuesta de ir a España a estudiar leyes y abogacía, pero esta vez solo la universidad sería pagada por el padre de su amigo ya que el suyo decidió hacerse cargo de la estadía. En Europa continuó con algunas ideales de libertad, sostenía que el crecimiento social sólo podía lograrse con una reforma educativa profunda y que la educación debía ser gratuita. Estando ya en España con su hermano menor se dedicó a estudiar y en 1789 se gradúa en leyes justo el mismo año que estalla la Revolución Francesa. Esto despertó absolutamente todos sus ideales de libertad y justicia. En 1793 se gradúa de abogado y en 1794 decidió volver a su ciudad natal, Buenos Aires, para trabajar en el consulado. Él aún creía que el crecimiento social solo podía lograrse con una reforma educativa profunda. Su padre y su familia estaban muy bien económicamente para esos momentos y ya

150


eran prácticamente de clase alta. Pero fue en 1745 mientras Manuel y algunos de sus hermanos estaban trabajando y, ya que su fortuna era lo suficientemente conocida, unos ladrones entraron a robar. Estos tenían pensado llevarse el dinero “inofensivamente” pero sus planes cambiaron al ser descubiertos por Don Domingo Francisco a quién asesinaron al verse en un grave apuro. Tan solo unas horas después ya todos estaban enterados, y Manuel Belgrano ya no se sentía como antes, se propuso cuidar bajo juramento a su país sirviendo como militar, y a su familia, por el nombre de su padre. Esto le enseñó a él, como a muchos otros, que por más dinero que su padre tenía, de nada le sirvió y desde ese entonces dirigió y batalló en guerras sin cesar. Por si estas desgracias no fueran las suficientes, el 1 de agosto de 1799 fallece su madre que había quedado enferma tras la muerte de don Domingo. Este acto colmó de cólera a Manuel ya que no podía soportar nada más, no quería volver a ser como antes, estaba dispuesto a dar hasta su último esfuerzo por la patria. Estos hechos y desgracias le sirvieron como una ayuda o impulso para luchar por la libertad de nuestra nación. En 1806 los ingleses habían notado la debilidad de los españoles sobre los territorios americanos y decidieron atacar, para ese momento Belgrano participaba en la defensa de Buenos Aires, para aquel entonces capital del Virreinato Del Rio De La Plata y tanto en la de 1806 como en la de 1807, los ingleses fracasaron. Por nuestra falta de soldados todas las madres y amas de casa tiraban tanto aceite como agua caliente, y teníamos 151


soldados precarios y casi sin entrenamiento. En 1810 predominaban en muchos lugares los ideales de libertad y por estos motivos en la semana de mayo, más claramente el 25 de mayo se destituye al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y fue reemplazado por la Primera Junta de gobierno. En la cual participó Manuel Belgrano como vocal y también el 18 de diciembre de este mismo año, participó en la Junta Grande. El 20 de junio de 1811 se forma el Primer Triunvirato y el 8 de octubre de 1812, el segundo Triunvirato. Belgrano no participó de ninguno de estos. También en 1812 se creó la escarapela que nos diferenciaba de los realistas para batallar y la bandera argentina, que ambas fueron creadas por Manuel José Joaquín Del Corazón De Jesús Belgrano. El 27 de febrero de 1812 izó por primera vez la bandera albiceleste en Rosario provincia de Santa Fe a orillas del río Paraná, si bien Belgrano envió una carta al Triunvirato del momento, la respuesta de su petición para la bandera, la cual era un rechazo, no llegó a tiempo y Belgrano de igual modo izó la bandera haciendo jurar a sus soldados que la defenderían en todo momento. Para aquel entonces, las rayas de la bandera eran verticales y no tenía el sol en el medio. Con esta creación lo que Belgrano buscaba era ir más allá de una insignia para las guerras, quería un símbolo propio del Virreinato del Río de la Plata que un tiempo después iba a liberarse de toda esclavitud. Además de todos los sucesos ocurridos en 1812 también se dio una de las guerras más importantes de la vida de Manuel Belgrano. En este mismo año ante la amenaza

152


del ejército realista Belgrano con sus tropas en Jujuy, sabiendo que eran muy débil, les ordenó a todos los jujeños que evacúen su provincia y se dirijan hacia Córdoba, no sin antes quemar y destrozar todas sus pertenencias para que el ejército realista no tenga con que abastecerse. Finalmente, en 1816 se formó el congreso y el 9 de julio de ese mismo año se declaró la independencia a la nueva Nación Argentina. Un 20 de junio de 1820, yacía un hombre muy pobre y enfermo conocido como Manuel Belgrano. Él murió orgullosamente ya que estaba muy satisfecho de todo lo que había hecho. Nadie se enteró, el murió en un estado de felicidad por haber creado la Bandera que nos representa. Antes de morir, recordó todo lo aprendido pero lo más importante: “Un bien material no iguala a un bien emocional”, lección de la vida que le dejó la muerte de su padre.

Federico Carpinetti 7º Grado

153


El sueño de Manuel Belgrano Manuel tenía sólo siete años, iba al colegio que pertenecía al Convento de Santo Domingo. Siempre soñó con ser un gran soldado, jugaba con sus amigos a estar en batalla y defender a su país. Un día su sueño se cumplió y logró defender a su país participando de muchas batallas. Creó la escarapela un 18 de febrero de 1812, también la Bandera que la enarboló a orillas del río Paraná un 27 de febrero de ese mismo año. Un gran héroe que nos representa. El 20 de febrero de 1813 obtuvo una de sus victorias, venciendo a los realistas en la batalla de Salta, lo que le permitió marcharse hacia el Alto Perú. Hizo mucho por nosotros y su país. Un 20 de junio de 1820 murió en su casa natal, en la ciudad de Buenos Aires sin recibir en esos momentos el reconocimiento que realmente se merecía.

Fiorella Bevione Fosatti

7º Grado, Escuela Nº 187 154


SANTA TERESA


LOS LIBROS NO MUERDEN Un 2020 el cual me permitió por un poco tiempo arrancar mi sexto grado y disfrutar de la experiencia tan grata de correr por los patios de mi escuela. Los momentos en familia se volvieron algo cotidiano y las visitas a la casa de mi abuela de charlas y de juegos se convirtieron en los recuerdos más extrañados. Ahora le doy la razón a mi abuela que haciéndome una rica taza de café con leche y su rica torta de limón, me contaba las historias más disparatadas sobre esos hombres que hicieron grande a mi país. Yo muchas veces renegaba de sus historias, y tan solo auricular en mano, me conectaba con mi música y su voz sonaba muy lejos hasta que se perdía con los acordes de moda. Un día cansada de jugar sola en el patio, quise recordar por largas horas el apellido de un personaje muy amado por mi abuela, un tal Manu…el que no terminaba de recordar. Una mañana desperté y se me prendió la lamparita, empecé a recordar el sueño que había tenido durante la noche con ese personaje que muchas veces nombro mi abuela. Si pudiera ver mi abuela que empecé a entender su comentario ponete a leer que los libros no muerden. En mi sueño apareció un hombre, una persona que tuvo muchos logros, ayudo a mucha gente, era todo muy raro en este sueño, pero lo que recuerdo muy bien es que termino

156


siendo un prócer. Esa mañana me intereso mucho saber si mi sueño podría llegar a ser real, entonces me dirigí a la biblioteca de viejos libros de mi casa, donde podría llegar a encontrar información sobre la vida de este prócer. Me llevo un gran tiempo buscar entre libros y libros, y de repente una historia me llamo la atención y empecé a leer: Una mañana soleada del día 3 de junio de 1770, nació un niño llamado Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, sus padres se llamaban Josefa y Domingo. Tenia una gran familia de buena posición económica. A este niño le gustaba jugar con sus amigos; y ocupaba gran tiempo en los estudios, cuando creció viajo a España para continuar con sus estudios. En la madre patria se recibió de abogado, pasado un tiempo prudencial volvió al país con principios muy afianzados de amor a la patria. Era tiempo de tomar buenas decisiones. Este hombre ayudo en todo lo que pudo y fue al frente de muchas batallas para defender sus principios de patriotismo. Un día ante el desanimo generalizado de sus soldados, tuvo la idea de enarbolar una bandera que los identificara y fue así que un 27 de febrero de 1812 teniendo por testigo al rio Paraná, dejo flamear por primera vez alta en el cielo los colores celeste y blanco de nuestra enseña patria. Este hombre de grandes valores y principios murió pobre y enfermo, dio mucho mas de lo que podría a su patria, nos lego la bandera que nos representa como hijos de esta nuestra Argentina. Fue así tal cual mi sueño se trataba de un prócer que había luchado por nosotros, 157


por una buena patria, se trataba de Manuel Belgrano creador de la misma bandera que hoy nos representa y una persona con principios y valores tan tenidos en cuenta por mi querida abuela. Espero muy ansiosa el día que se levante la cuarentena para salir corriendo rumbo a la casa de mi abuela y decirle que muchos sueños se vuelven realidad, que en verdad los libros no muerden, y que el sueño de Belgrano se volvió realidad, después de muchos años seguimos celebrando los colores celeste y blanco que flamean en nuestra bandera.

Camila Frank

6º Grado, Escuela Nº 184

158


Pueblo muñoz


BELGRANO MILENIAL Era una noche fría y lluviosa. Ese 19 de junio de 1820, Don Manuel Belgrano, se recostó en su cama dolorido y cansado al igual que las noches anteriores. Al día siguiente despertó escuchando trotes de caballos y marchas militares. Se levantó, se vistió y salió, pero fue muy grande su sorpresa al darse cuenta que había aparecido en un extraño pasillo. Se abrió una puerta. Adentro de esa habitación había una rara caja. A esa caja entró una chica que le hizo señas de subir. Belgrano subió, era muy valiente, y la caja empezó a volar. La extraña caja dio unas vueltas incomprensibles, empezó a hacer movimientos muy difíciles de describir, y desde adentro resultaba imposible darse cuenta por dónde estaba volando. Y de repente, la caja se detuvo y muy lentamente fue descendiendo hasta tocar tierra. Belgrano se quedó mudo mirando todo, la chica se bajó corriendo y se mezcló entre toda esa gente joven que saltaba, bailaba, se vestía mal y lo miraban extrañados. Belgrano miró a esa gente rara que eran miles y tenían en sus manos unos aparatos con música y luces. ¿Qué está pasando acá? – se dijo, y enseguida alcanzó a ver el origen de aquellos lejanos trotes que había escuchado. ¡Son granaderos! – gritó feliz.

160


Saltó de la caja y fue corriendo a su encuentro. Venían a caballo, venían de la guerra le pareció, pero no tenían ni una sola herida. Los granaderos se detuvieron frente a él y le dijeron: ¡Buenos días mi General! Belgrano miró a su alrededor. Había miles de personas con vestimentas raras pero estaba a orillas del mismo rio donde había enarbolado nuestra bandera, esa hermosa bandera que hoy tenía un sol y flameaba en los brazos del Granadero que venía al frente y también en un gigantesco mástil. Belgrano se hizo a un lado para dejar paso a los granaderos y pudo ver un cartel que decía: 20 de junio de 2019.

Agustín José Santiago

7º Grado, Escuela Nº 151

161


USINA Iv


RECREO


Valiente y humilde corazón Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano era un estudiante que debía seguir el trabajo comercial de la familia, muy rica de aquellos tiempos, pero decidió convertirse en militar. Por eso luchó con amor y decisión por la libertad de nuestra patria. El quería cambiar la forma de vida de las personas, veía a todos iguales. Es por eso, que promovió la creación de escuelas gratuitas y propuso la formación de las mujeres. Sostuvo a su ejército con dinero de su propio bolsillo. Leí una anécdota que cuenta que Belgrano le regaló a su médico personal su reloj como gratitud por la atención recibida pos su enfermedad. Pienso que hizo honor a su nombre “del Corazón de Jesús” perdonando la vida a los vencidos a cambio de que juren no volver a luchar en contra de la patria naciente. Defendió sus ideas de justicia e igualdad luchando con sus compatriotas en los ejércitos y pensaba en un futuro de plena libertad para todos. Creó la bandera como símbolo que nos unió en la lucha por la independencia. Bandera que hoy flamea, bella, radiante, en el corazón de nuestra querida escuela “José R. Aldao”.

Morena Encina

6º Grado, Escuela Nº 1277 164


200 años de emoción El general Manuel Belgrano luchó por la independencia de su patria. ÉL pensó que hacia falta una bandera que nos represente y se dispuso a crearla. Le llevó un tiempo decidirse sobre los colores que tendría la misma, pensaba que tenía que ser la más hermosa del mundo, la que genere sentimientos de amor y orgullo. Fue así que observó el cielo y le gustó los colores celeste y blanco, ya estaba lista la bandera. Con tanta emoción Manuel quedó agotado. Entonces se acostó a dormir y de pronto un resplandor lo sobresaltó, se encontraba en un lugar distinto- llamado Recreo- ubicado en la provincia de Santa Fe. Se dio cuenta que era otra época, había calles asfaltadas, edificios muy altos, automóviles de hermosos colores y muchos niños con guardapolvos blancos. Estaba asombradísimo, pero lo que lo maravilló fue que su bandera estaba en todos lados; en los autos que pasaban, colgadas de ventanas y balcones y todas las personas, incluso los chicos, usaban los colores que Él eligió en ropa de vestir. Belgrano escuchó que la gente hablaba de fútbol y de un gran mundial y Él no entendía nada de lo que estaba pasando. De pronto sintió un destello que lo hizo estremecer y nuevamente estaba en su cama. Ya había amanecido, se levantó rápidamente porque era el gran día, en el que Él junto a sus soldados izarían por primera vez la bandera a orillas de las barrancas del Río Paraná.

Conrado Alvarez

165

6º Grado, Escuela Nº 1277


Nace un patriota Manuel era un niño como todos, en los recreos con sus amigos: Juan, Pablo y Domingo jugaban a la guerra, fingían tener armas o sables fabricados con ramas de árboles. A Él no le gustaba hacer la tarea y también su mamá renegaba para que se bañe. Cuando volvía de la escuela se divertía con su perrita Lilita, era una cachorra de dos años, de un hermoso pelaje color blanco y sus ojos marrones resaltaban. Era cariñosa y juguetona. Belgrano era un niño bueno, bondadoso y no toleraba las mentiras. En su juventud fue estudioso, aplicado, gentil y tenía fascinación por la abogacía, soñaba con impartir justicia y trabajar por el bien de otras personas. Anhelaba que en su país no hubiera pobreza, que todos tuvieran trabajo y que no pasaran hambre. En su adultez se transformó en militar por amor a su patria y creó un símbolo que nos identificara de los enemigos. Comenzó a buscar colores para concretarlo, miró el suelo, las montañas y al ver el cielo se imaginó la bandera que hoy en día flamea en lo más alto del mástil del Paseo del Centenario de Recreo como los pájaros volando en libertad.

Bautista Bär

6º Grado, Escuela Nº 1277 166


Carta para Belgrano Querido Manuel: Me presento soy Dulce, una niña de once años, voy a sexto grado y me gustaría entablar una amistad con vos, mi prócer preferido. Para ello te invito a conocer la ciudad de Recreo en la cual vivo y así mantener una relación cordial. Te cuento que el primer lugar que me gustaría mostrarte cuando llegues es mi escuela “José R. Aldao”. Ella está pintada de color amarillo como el sol que ilumina tu bandera, las aulas están siempre adornadas, el lugar tiene mucho color y te cuento que es un orgullo izar por las mañanas nuestro símbolo patrio nacido de tu inspiración. Otro lugar que te llevaría a conocer es “La Casa de la Cultura”. Ese sitio es muy artístico. Es como estar en mi segundo hogar porque ahí, es donde practico ballet, una pasión que llevo en el alma; cuando me pongo las puntas siento que me teletransporto. También iríamos a la vieja estación del ferrocarril porque mi familia me contó que Crespo y Aldao decidieron fundar, al este de dicho lugar, un pueblo y lo llamaron “Recreo”. Además escuché de otros adultos muchas anécdotas de inmigrantes que forjaron estas tierras. Por último, quisiera que conocieras la maravillosa plaza. Allí hay una

167


estatua de tu amigo San Martín, si querés podemos ir a correr el día que decidas venirme a visitar, pero acordate de traer tu barbijo. Me despido con un abrazo a la distancia y espero que me respondas a la brevedad. Dulce Cáceres. unos a otros.

P/D: Recordá que estamos en tiempos de pandemia y debemos cuidarnos

Dulce Mía Cáceres

6º Grado, Escuela Nº 1277

168


USINA v


San Cristobal

170


El sueño de Manuel Belgrano Transcurre un día soleado, los chicos juegan en el patio de la Escuela 409 “Manuel Belgrano” de la ciudad de San Cristóbal y la seño Susana los observa, cuidándolos como es costumbre. Suena el timbre: ¡riiiiiiiinnnn! Nos avisa que el recreo termina y todos regresamos al salón. Trabajando en el área de Lengua, con el libro “La pasión como bandera”, tocan la puerta. - ¿Quién es?, ¿quién es? -dijo la seño. - Soy Manuel Belgrano, el creador de la Bandera Argentina, la que flamea en el mástil, dijo el General. ¡Nos emocionamos muchísimo! Saltamos de alegría, nos asombramos y nos costaba creer. Lo invitamos a pasar a sentarse y Miguelito, nuestro asistente escolar, le sirvió un rico y calentito café. Nos contó su historia desde pequeño: que nació el 3 de junio de 1770, que vivía en Buenos Aires, que su mamá se llamaba Josefa y su papá Domingo. Tenía muchos hermanos, le gustaba jugar con sus amigos e informarse mucho. Estudió en el Colegio

171


de San Carlos y luego viajó a España para estudiar en la universidad. Volvió en el año 1794 con su título de abogado. Nos relató muchas cosas interesantes de su vida: fue intelectual, economista, periodista, político y militar. Pero lo que más nos gustó escuchar es el mayor logro de su vida, cuando creó la Bandera Argentina a orillas del Río Paraná, el 27 de febrero de 1812. No nos cansábamos de escucharlo y queríamos saber todo sobre él. - ¿Por qué volviste de España? -preguntó Yuli. - Para ayudar a nuestro país que necesitaba de hombres con ideas buenas y distintas, respondió el general. - ¿Cuál fue tu misión? -interrogó Clarita. - Participar en la primera junta de gobierno de los criollos y realizar muchas tareas importantes. Fundé muchos colegios para todos los niños. Enseñé al pueblo argentino a cultivar sus tierras. Colaboré en todo lo que pude con nuestra Patria, contestó Manuel Belgrano. De pronto sonó el despertador: ¡Pi pipí pi pipí!!!… me levanté sobresaltada, abrí los ojos asombrada y me di cuenta que había sido sólo un sueño.

Angelina Fabbrica

6º Grado, Escuela Nº 409 172


Cuando el tiempo vale oro A Gabriel, un niño como tantos, de 12 años de edad, recorre los potreros, canchita, baldíos en San Cristóbal en momentos que tiene permiso para jugar. Se encuentra con sus amigos y juegan a la pelota. Los días que su papá lo invita al campo, disfruta mucho porque entre charlas y charlas aprende como así también cuando lo ayuda en las tareas rurales. Era un 20 de junio y aprovechando el feriado, repitió la experiencia con su papá. Al llegar a la tranquera se bajó a abrirla y se quedó solo por un rato esperando que los arrieros acercaran el ganado que habían ido a controlar. Recordando la fecha patria, se le vino a la mente, el nombre del general creador de la bandera. Al mirar hacia el horizonte ve llegar un caballero que dice llamarse Manuel, y le cuenta que está visitando San Cristóbal con su familia precisamente en la estancia que lleva el mismo nombre, “San Cristóbal”. Agrega que allí se informó que su propietario fue Cristóbal Murrieta, un español que recibió un préstamo del gobierno y entonces invirtió en tierras aquí. También le contó que paralelamente se construyeron las vías del ferrocarril para transportar la madera con que se extraía el tanino, venta que se realizaba con buen rédito. Gabriel, lo interrumpe haciéndole notar, que ahí, en se produce desmonte de manera indiscriminada y ve como los inicios al gran problema que estamos sufriendo, el calentamiento global acarreando

173


las alteraciones climáticas que se sufren . Manuel pone también la observación en la construcción, que muestra una fachada de modelo inglés, también le dice a Gabriel, que los peones le cuentan que tienen como gran tarea en cuidar todo lo que es animales y plantas autóctonas, que el lugar pasó a ser una reserva natural, dato que los alegro mucho a los dos. La conversación sigue mientras esperaban que llegara la “tropa”, como se le dice en el campo a la hacienda que se arrea con hombres a caballo y perros que colaboran. Manuel le contaba maravillado la vegetación del lugar, los algarrobos, lapachos, espinillos, talas, entre otras especies que le sirven de cobijo, madriguera o refugio a los animales Le llamaba la atención la frescura que la vegetación produce. Lo que no le gusta mucho a este visitante son los sonidos de la noche, con los ojos asustados cuenta que parece que todos los animales emiten sonidos disparatados. Gabriel se ríe, ya que por frecuentar el campo, sabe qué sonido corresponde a qué animal. Manuel sosrprendido, explica que hay un animalito muy, muy rápido que cruza siempre el campo, que es muy escurridizo y cuando los perros lo corren nunca lo alcanzan, Gabriel le informa que ese animalito se llama liebre y que el hombre la caza para hacer ricas comidas. También salió a la conversación, la vista de unos elegantes animalitos que parecen centinelas y como que se visten de traje, en la risa, Gabi le cuenta que son los teros centinelas de los campos santafesinos.

174


Y así, se quedaron, un largo rato, siguiendo la charla muy interesante descubriendo cada paisaje, cuando Gabriel se da cuenta descansando sobre la gramilla fresca tras el sonido del ganado que llegaba con perros ladrando.Se dio cuenta que tenía la mirada fija en un punto, que nadie estaba con él, que solamente estaba disfrutando del recuerdo de una clase de ciencias sociales y de ciencias naturales puesto en el lugar que estaba. ¡Qué pena, sólo pensó Gabriel, tendría que haberle preguntado tantas cosas más! Un tiempo que valió oro

Gabriel Borgeattino

7º Grado, Escuela Nº 409

175


Cuando pienso en Manuel Belgrano Obviamente cuando piensan en Manuel Belgrano, piensan en un hombre bueno y honesto, ¿pero alguien pensó sus gustos?... Como todos sabemos Manuel Belgrano nació el 3 de junio de 1770, y murió el 20 de junio de 1820. En su vida fue muchas cosas como militar o abogado, pero cuando él era pequeño (y como era un niño con dinero), sus padres no le prestaban demasiada atención, lo que nos lleva a esto es, que básicamente sus decisiones no importaban es como que ya le tenían la vida planeada. El no quería ser abogado o militar, entonces ¿qué quería hacer Manuel Belgrano?... CANTANTE, si, cantante, nunca se le dio la oportunidad de opinar, es decir, que nunca se le dio la oportunidad de ser cantante… Igual no tenía oportunidad de serlo pues cantaba muy FEO… Bueno, siguió estudiando y uno por uno obteniendo títulos, y si ya conocemos el resto, y hoy es el “gran Manuel Belgrano”, pero él nunca estuvo satisfecho, un año antes de su muerte fue ahí que empezó a estudiar si a estudiar después de haberlo hecho por tanto tiempo, y empezó a estudiar Canto, e hizo un largo viaje para estudiar canto en San

176


Cristóbal Santafé, y lo disfruto mucho. Ymurió, allí en San Cristóbal, pero antes de morir cantaba, pues se iba satisfecho sabiendo que cumplió todos sus sueños, incluyendo el canto. Por eso para mí es un día especial, porque él y esta historia nos enseña, ser nosotros mismos, y que tu opinión vale siempre, porque siempre podemos un poquito más.

Zoe Denisse Rojas

7º Grado, Escuela Nº 1096

177


¿SUEÑO O REALIDAD? Se acercaba el 20 de junio de 2020, entonces la seño nos propuso que miremos el video de Zamba sobre la vida de Manuel Belgrano. Así es como comienza, la obra y se sumerge a la máquina del tiempo, y es ahí en ese mismo instante cuando cierro mis ojos y es como si yo estaría con el protagonista.-Sí, estoy sentada en el patio del colegio, más precisamente en el mástil, en el escalón más alto. Escucho al mismo momento el timbre de la puerta de entrada, miro a los costados a ver si vendría Adrián, el portero para atender, pero no lo veo a mi alrededor. A nadie veo, y vuelvo a escuchar el timbre por segunda vez, entonces me dirijo a la puerta para atender. Camino lento hacia adelante y al enfrentarme a la puerta levanto la vista, y qué gran sorpresa! Cierro los ojos, los abro nuevamente por si era un error, pero no, era Él, el protagonista de mi historia: Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, que llegaba. Quedé asombrada casi inmóvil, no sabía si saludar abrir, correr a avisar, qué decisión tomar.Él tan respetuoso se presenta y me cuenta, que viene a contarnos su vida de una forma distinta, auténtica. En ese instante, lo saludo con un abrazo y me presento, soy Alma Ataide estoy en 6° grado “A”. Me pregunta sobre el nombre del colegio, “Santo Domingo N° 1096” le respondo, además le cuento que tiene 84 años de vida y que pertenecemos a la Congregación de la Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario y que la Casa Fundadora se encuentra en Mendoza, Guaymallen. Lo vi taninteresado escuchando cada 178


dato que le contaba, que lo invité a recorrerla: lo primero en presentarle es el añejo palo borracho que está al costado derecho de la puerta de entrada. Se acerca a él, acariciando su corteza y en voz baja dice:- ¡Cuántas anécdotas e historias tendrá! Continuamos observando la hermosa bandera gigante que flameaba en el mástil. Sonriendo le dije: - ¿La conoces? Se le iluminó la mirada, se le llenaron los ojos de lágrimas y dijo: -¡Qué gran símbolo! Es ahí donde aproveché el momento y agradecí enormemente el haber creado tan importante emblema para todos los argentinos. Manuel dice: - era muy importante tener los colores que nos identifique en aquellos tiempos, como también lo es hoy, sigue siendo imprescindible y tenemos que defenderlos. Al bajar la vista de la bandera ve en el fondo del patio, en su lugar a nuestro Santo Patrono, Domingo de Guzmán.. Y me dice: -¿Quién es? Debe ser alguien muy importante ya que ocupa un lugar privilegiado.A medida que nos íbamos acercando le cuento quién es, le comento sobre su predicación, y que también fue un gran estudioso como él. Agrego que dedicó su vida a los pobres y que vendió todo para ayudar a quienes lo necesitaban. Le comento que cada 8 de agosto lo recordamos con diferentes celebraciones. Viene a mí el recuerdo en este momento la canción de los 125 años creada por el profe de música y que la cantamos todos juntos. Brindamos honores como lo hacemos hacia Nuestra Bandera y su Creador todos los 20 de junio. Luego continuamos recorriendo las galerías y le muestro la distribución. Le señalo dondeestaba el kiosco que funciona en los recreos, seguimos con el recorrido de los salones, le voy leyendo que cada uno tiene un nombre en honor a un Santo Dominico. 179


Así hasta que llegamos a la biblioteca que tiene sus puertas abiertas y al ver tantos libros, le gusta, entramos y le cuento que las seños están siempre trabajando ahí y cuando vamos a buscar libros nos orientan, nos ayudan y orientan. Observaba atento las estanterías y leía los pizarrones alegrándose mucho: - ¡Nunca dejen de leer un libro por más tecnologías avanzadas y novedosas que existan!, me dijo. El silencio invadía el colegio, la pandemia nos envolvía aún más, no se escuchaba nada de risas, corridas, gritos, voces… lo invito a recorrer silenciosamente la dirección contando el nombre de la señora directora, María Gabriela y de las secretarias Sandra y Karina que trabajan en el mismo sector. Al salir de ahí lo invito a conocer la Capilla. Al entrar, nos arrodillamos y rezamos cada uno en las dos filas de bancos frente al altar. Nos tomamos unos minutos en silencio para orar. Al finalizar realizamos la señal de la cruz y nos retiramos.Cuando íbamos por el pasillo para la galería él me mira y dice: - Alma, te confieso que recién agradecí el momento vivido hoy y pedí insistentemente por toda la Comunidad Educativa, para que pronto podamos salir de éste flagelo mundial. Para Dios nada es imposible, agregó. Seguimos recorriendo las galerías, veíamos las carteleras vacías, todo muy triste. Le indiqué dónde se ubica la oficina de la vice dirección, con el nombre de la hermana Ascensión. A continuación llegamos al extremo de la galería y nos encontramos con el comedor escolar. Le nombré que hay varias seños ahí trabajando atendiendo a todos los niños que asisten para desayunar, almorzar o merendar. Él se asoma por la ventana y dice: - ojalá nunca les falte nada para atender a todos aquellos niños que aquí asisten. 180


¡Gran y arduo trabajo seguro realizan todas estas personas a diario! Elevando un gesto en su rostro de felicidad… Más tarde el recorridocontinúa por la galería, nos sentamos en el borde de un cantero y me cuenta de su amor por la patria y de las travesías en cada campaña por defender las fronteras del ataque de los españoles. Muchas historias escucho, mucha pasión de este gran hombre. En ese mismo instante, un sacudón me sorprendió. -Alma, dijo mi mamá, - terminó la hora de la película Quedé pensativa, dubitativa sin entender mucho y me doy cuenta que me había quedado dormida. -¡Cuánto aprendí mamá! le dije. Mamá, no entendía nada.

ALMA ATAIDE

6º Grado, Escuela Nº 1096

181


Espléndida en lo alto Era un día de invierno en la ciudad de San Cristóbal, el sol me calentaba el cuerpo y la brisa me daba un cosquilleo en la cara. Iba caminando a sacar unas fotocopias, para las tareas que me mandaron, cuando miré hacia arriba y vi flameando la bandera de mi escuela. Entonces decidí pasar por la vereda de enfrente. Así, desde la esquina, en el banco ubicado en la entrada, vi sentado a un señor algo extraño mirando hacia arriba, que al pasar cerca de él me intimidó tanto que no me animé a saludarlo, y seguí caminando. Saque las fotocopias y al regresar, él aún estaba allí y esta vez, al pasar por su lado, me atreví a hablarle… -¡Buen día señor! ¿Vio qué linda es la bandera de mi escuela? -¡Sí, es lo más hermoso que pude crear! Un poco confundida le pregunte: -¿Cómo? ¿Usted hizo la bandera? -¡Así es! Yo soy Manuel Belgrano, y vine porque me llamó mucho la atención que esta bandera esté tan espléndida como si fuera un día patrio. Me sentí muy orgullosa y dije: -Es la bandera de mi escuela, la más alta de esta pequeña ciudad. ¡Siempre está reluciente! Muchas veces me toca izarla. Hay que hacer mucha fuerza y el cable, para elevarla es bastante grueso, que a veces en las mañanas de invierno, me arden las manos, pero no lo hago sola, recibo la ayuda de otros dos compañeros. De todos modos, es siempre un honor llevarla hasta lo alto. 182


Con una sonrisa en la cara me dijo: - ¡Qué lindo lo que me cuentas! ¿Y tú, cómo te llamas? -Me llamo Tania, y estoy en séptimo grado. Este año es el más importante para mí ya que es el último que voy a compartir con todos mis compañeros. Bueno, ya me tengo que ir porque mi mamá me dejó solo un ratito. ¡No puedo creer, haber conversado con Ud., mi General, el Padre de la Patria! - Espera no te vayas, quiero contarte Tania, que mi espíritu va a todos los lugares donde las banderas están flameando. Quiero pedirte un favor, que les hables a tus compañeros, a tu familia, y a todos, de este encuentro que tuvimos, y trata de hacer que la bandera siempre sea honrada en tu vida y en la vida de tus seres queridos. No todas las personas son capaces de verme, debes ser una niña muy especial. -Bueno, muchas gracias. ¡Para mí fue un placer! ¡Siempre lo voy a recordar! ¡Hasta pronto! Me fui caminando pero cuando miré hacia atrás, él ya no estaba más. No sabía si lo que había pasado era verdad o si era mentira. Fui corriendo rápido a mi casa a contarles a mis padres lo que me había sucedido. Hasta ahora nadie me cree, dicen que tengo una gran imaginación. Pero yo sé muy bien que eso fue real y siempre lo voy a guardar en mi corazón.

Tania Liz Furlani

7º Grado, Escuela Nº 409 183


Cuando descubrí el fraude en Santa Fe Hola soy Manuel Belgrano, hoy voy a contarles una rara historia que me ocurrió en Santa Fe. Después de haber izado la bandera viajé hacia el norte con mis soldados, allí encontramos una laguna que estaba en el medio del campo, unos paisanos que pasaban nos dijeron que le decían laguna La Verde, nosotros acampamos en ese lugar.En la escasez de comida, teníamos que pescar toda la noche. Yo por otro lado estaba organizando unos documentos, uno de ellos me indicaba que debía volver al sur de la provincia, pero al ver el otro decía que siguiéramos hacia el norte. Encontré ciertas irregularidades en esos documentos,no tenían ningún sello y les faltaban ciertas características comparándolo con los oficiales, estos documentos eran más informales. Al siguiente día mis soldados y yo al no tener órdenes específicas fuimos al oeste de la provincia buscando recursos y nuevas noticias. En el viaje le escribí una carta al general San Martín, informándole lo que nos había ocurrido con los documentos que nos enviaron, le dije que si seguíamos sin órdenes teníamos que improvisar e ir a luchar contra los realistas que estaban en el norte, cobrándose paso hacia el sur de la provincia y así llegarían hasta Buenos Aires y debilitarían nuestra rebelión. Al llegar al río Paraná encontramos muchos recursos y cazamos toda la mañana. A la tarde escuchamos varias explosiones y fuimos a investigar con nuestras armas preparadas. Al 184


llegar encontramos una batalla entre los gauchos y los realistas. Nosotros al estar tan lejos lo único que podíamos hacer era empezar a rodearlos. Después de ganar la batalla los obligamos a que hablen y habría piedad, ellos nos dijeron todo lo que sabían de los planes del virrey y los mandamos aque le den un mensaje al que los comandaba. Al otro día el mensajero me trajo una carta. Antes de leerla le pregunté qué pasaba en Buenos Aires que le habían falsificado unos documentos, él me dijo que leyera la carta y lo vea yo mismo y se fue. Después de leer la carta me sorprendí al ver que no respondía ninguna de mis preguntas, solo creaba un enigma más y les dije a mis soldados que tendríamos que abrir paso hacia el norte a terrenos desconocidos. Cuando el mensajero volvió ya nos encontrábamos más al norte de la provincia, él nos dijo que tenía nuevas órdenes que nos enviaban desde Buenos Aires. Al leerlas inmediatamente me di cuenta que estaban falsificadas porque no tenían el sello oficial. En fin las órdenes decían que debíamos volver a Buenos Aires a proteger el puerto. Yo supe que el único que podía falsificar las órdenes tenía que haber sido el mensajero porque era el único que tenía contacto con ellas al salir de Buenos Aires y llegar a su destino. Después de unos días volvió diciendo que traía más órdenes. Una de ella decía por qué no habíamos ido a proteger el puerto en Buenos Aires. Mis soldados y yo lo interrogamos amenazando su vida y él nos dijo que tenía órdenes del virrey y que si decía algo lo mataban. Le dije que no se preocupara que lo iba a arreglar y mandé algunos de

185


mis soldados con el mensajero. Al regresar nos dijeron que habían capturado al virrey. Lo único raro que encontré en el asunto fue que el mensajero no sacara los sellos oficiales y los pegara en las cartas falsificadas para hacerlo más increíble. -Adiós chicos saludos cordiales a todos ustedes que viven en Santa FeP.D: - Protejan al aguará guazú, un pequeño animal, similar a un zorro, que encontré en mi cruzada

Tomás Ezequiel Ramos Gómez 6º Grado

186


Hijo de la Patria Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, sí, no te sorprendas, así de largo fue su nombre, nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, en su casa paterna, un barrio de casas importantes.Aprendió sus primeras letras gracias a su madre y a los curas del convento. Él era un niño como todos, tenía una gran imaginación y gracias a ella, algunos días podía ser un líder, un jefe. Manuel era un niño alto, ojos cafés, cabello castaño, siempre era buena persona, amistoso, cariñoso, y una sonrisa tierna en su rostro siempre lo acompañaba. Su padre era de origen italiano, era un comerciante autorizado por el rey de España. Años después el padre de Manuel falleció, por ese motivo se dedicó al estudio más que nunca, él sabía que sus sueños se iban a poder lograr con esfuerzo y dedicación. Belgrano fue el fundador en el Virreinato del Río de la Plata de la corriente llamada carlotismo. Anhelando la libertad, a principios del mes de mayo de 1810, se convirtió en uno de los principales dirigentes de la insurrección que se transformó en la Revolución de Mayo. Este hombre, con sus sueños de niño firmes aún, fue sintiendo orgullo de sí mismo y de su pueblo. Pensó que nada pasa por sí solo, todo se puede alcanzar, pero debemos afrontar nuestros deseos con esfuerzo, dedicación y esmero. Viendo de a poco los frutos 187


de su estudio y de su lucha. Una mañana fría de mayo, Manuel veía por la ventana de su habitación los naranjos con sus grandes frutas brillantes. Esta vez como había una reunión importante vistió elegante. Participó en el cabildo abierto del 22 de mayo y él ya decidido, votó por el reemplazo del Virrey por una Junta. El 25 de mayo fue elegido vocal de la Primera Junta de Gobierno, poniéndose feliz por cumplir otro de sus sueños, a pasos de ser libres. Años después,Manuel Belgrano continuó como jefe del Regimentó de Patricios y para recomponer la disciplina, el regimiento fue enviado a Rosario a vigilar el Río Paraná contra avances de los realistas de Montevideo. Allí, a las orillas del río, un día cálido de febreroelevó por primera vez la Bandera Argentina, creada por él con los mismos colores de la escarapela, inspirándose en los colores del manto de la Virgen. Antes de dormir,Manuel pensó en todo el camino que transitó para estar el ahí, recordó todo. Salieron lágrimas que humedecieron su rostro, aún joven. Lágrimas de felicidad, ya que cumplió todos sus sueños.

Tiziana Santillán

6º Grado, Escuela Nº 1096

188


Manuel Belgrano visita la Laguna La Verde Un elegido, defensor de valores, Manuel Belgrano, que nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Fue abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar. En toda su trayectoria, tuvo una visión, conocer cada lugar de la república, cada provincia, cada rincón. Fue así que visitó la Laguna La Verde, ubicada en el departamento San Cristóbal de la provincia de Santa Fe. Y así fue que conoció ricas historias. Puntualmente investigó que este territorio no tuvo fundadores sino que fue creciendo gracias a criollos de pueblos vecinos e inmigrantes españoles e italianos, que en la actualidad cuenta con 903 habitantes, que se encuentra en el cruce de las rutas provinciales 2 y 38, las cuales la vinculan al norte con Las Avispas, al sur con la localidad de La Cabral, Santurce y al oeste con Ambrosetti. 4 kilómetros al noroeste se halla una reconocida “Laguna La Verde”, donde se sitúa un balneario que depende de esta comuna. Una vez al año, Manuel Belgrano viajaba a dicha localidad a visitar sus antepasados, reencontrarse, compartir anécdotas pasadas con los vecinos que lo vieron crecer, también, investigar la historia de la Laguna La Verde, que tanto le llamaba la atención y visitaba en cada viaje que hacía. Así fue, cuando el 16 de noviembre de 1811, invitó a compartir unos meses en el balneario para conocer, investigar, aprender características de ese lugar a todo el Ejército Argentino, compuesto por un grupo de valientes que lo habían acompañado a la 189


guerra a defender nuestro país. Los soldados sorprendidos por la propuesta decidieron arribar al distrito con sus respectivos caballos. Llegaron a la localidad y se reencontraron con la familia de Manuel Belgrano, luego conocieron parte de la historia y por último, recorrieron estancias vecinas llegando hasta la reconocida Laguna. Cuando se encontraron en el lugar, los soldados quedaron asombrados por la naturaleza que albergaba dicho territorio. Al percibir tranquilidad, se relajaron y se recostaron sobre la sombra de los árboles autóctonos quedando dormidos. Al día siguiente, el sol comenzó a asomarse calentando sus cuerpos y el viento al mover el agua de la Laguna provocó un leve ruido, el cual logró despertar a los soldados argentinos. En ese preciso instante, Manuel Belgrano tuvo la idea de invitar a los alumnos de la escuela primaria Nª 6042 “25 de mayo” de la localidad de Huanqueros para que ellos sean los protagonistas de esta historia y les cuenten al Ejército la historia del lugar. Al día siguiente, los alumnos se presentaron, brindaron información muy emotiva y significativa a los soldados. Luego de esta experiencia, mientras escuchaba el relato de los niños, Manuel Belgrano, se sentó mirando la Laguna, siguiendo un punto fijo y fue en ese momento que se motivo para crear una bandera que identifique a los soldados como argentinos. Antes de comunicar la noticia, envió una carta al Triunvirato del Río de la Plata para solicitar que le dieran permiso para crear dicho símbolo patrio. Luego de haber tenido la autorización, eligió los colores, inspirándose en el cielo, en el agua y en los guardapolvos blancos de los alumnos. Cuando comunicó la noticia,

190


sorprendió a todas las personas que estaban con él y fue el 27 de febrero de 1812 a orillas de la Laguna de la Verde que flameo la bandera argentina por primera vez. Inicialmente la bandera era un distintivo para su división del Ejército, pero luego la adoptó como símbolo de independencia que hoy nos identifica a todos los ciudadanos como argentinos. También le regalo a la escuela primaria Nª 6042 “25 de mayo“ de la localidad de Huanqueros, la bandera que fue en el segundo lugar donde flameo como agradecimiento de la información brindada. Manuel Belgrano muere el 20 de junio por eso se conmemora el “Día de la Bandera”, rindiendo homenaje a su creador, que dio todo por su patria y a partir de ese momento el Balneario Laguna La Verde lleva su nombre. Una historia mezclada en tiempos, escenas y sucesos, una historia que en mis fantasías me hubiese gustado que ocurra, porque mi Santa Fe, Mi departamento tiene tanta belleza, tanta riqueza que me enamora cada día más.

Eleonora Ramírez.

6º Grado, Escuela Nº 1096

191


SIN RUMBO Una cálida tarde de otoño, Manuel Belgrano se dirige a buscar a su familia que se encontraba en la ciudad de Rosario. Transitaba por un camino de tierra, desparejo y desconocido. Desde la ventana podía ver arbustos verdes, flores silvestres, y las hermosas colas de zorro. De repente se le rompe la carreta, y no puede repararla. Decide ponerse a caminar en busca de ayuda. Cansado y con sed, descansa bajo la sombra de un algarrobo, mientras a su lado las iguanas disfrutan del sol y los teros revolotean en el cielo azul. El galope de un caballo, lo despierta. Ve a un hombre con sombrero de paja, acercarse. El paisano le indica que a unos kilómetros de allí, se encuentra un pueblito llamado San Cristóbal, donde podría encontrar la ayuda que tanto buscaba. Al llegar al pueblo, las personas lo miraban extraño por su elegante forma de vestir. Las calles angostas, las casas de barro y madera, los robustos algarrobos que albergan en sus ramas a los cardenales, horneros y gorriones, era el paisaje que sus ojos veían acompañado de la fragancia de los chañares florecidos, el olor a tierra mojada y a pan casero. Un joven se acercó, le preguntó si necesitaba ayuda, Manuel le contó lo sucedido, este niño era el hijo del herrero. Fueron juntos en busca de su padre para poder reparar la carreta. 192


Después de varias horas de trabajo, repara el eje de la rueda. Era de noche para continuar el viaje. Entonces el herrero lo invitó a quedarse en su casa y saborear unas ricas y jugosas empanadas de carne. De sobremesa, sentados al costado del fogón, les contaba historias sobre sus batallas, sus victorias y derrotas, los amigos que extrañaba y los lugares visitados. A los soldados caídos los recordaba con profundo respeto, el silencio se hizo presente en la noche estrellada y las lechuzas se encargaron de romperlo. A la mañana siguiente, Manuel les agradeció la ayuda recibida y continuó su viaje.

Máximo Cesari

6º Grado, Escuela Nº 1096

193


Un día histórico en la virgen de itati Un día de mucho calor del año 1812, llega Manuel Belgrano a las tierras donde hoy está enclavado el santuario a la Virgen de Itatí, con gran sorpresa uno de sus soldados descubrió una imagen de la virgencita grabada a fuego en un tronco de una tusca añosa. Hoy en día se encuentra el santuario imponente con sus colores celestes y blancos, que se localiza a diecisiete kilómetros de San Cristóbal. El General decide descansar con sus tropas después de un largo viaje. Sus soldados estaban muy cansados de luchar y necesitaban curar sus heridas. Don Manuel, siendo muy devoto de la virgen María y Santo Domingo de Guzmán aprovechó la imagen encontrada para elevar plegarias para que no los abandonen y protejan en las batallas. Cuando se recostó sobre el pasto verde y tupido, bajo la sombra de los árboles, como los frondosos algarrobos que con su verde intenso lo protegían del sol y de las altas temperaturas de febrero, abrió los ojos y observó el manto celeste y blanco de la virgen que lo inspiró para hacer nuestra bandera que nos representa ante todo el mundo. El lugar, de pasturas abundantes del tipo espartillos les permitió alimentar a sus caballos que estaban muy debilitados tras caminar varios kilómetros. El arroyo San Antonio, como se llama en la actualidad, caudaloso por las lluvias de un verano llovedor, fue utilizado para buscar agua y pescar moncholos y dientudos para comer. El reflejo del sol en el río 194


le dió una idea, colocar el sol en la bandera . Después de varios días de descanso decidieron partir hacia las fronteras para luchar contra los realistas. El espíritu de las tropas estaba fortalecido por las oraciones realizadas que le permitían marchar con la autoestima alta y frente en alto sintiéndose orgullosos y llenos de fe.

Máximo Rodriguez

6º Grado, Escuela Nº 1096

195


Domingo de aventuras Los domingos son los días que más me gustan... y hoy fue excepcional, nos encontrábamos compartiendo un asado con mi mamá, abuelo y tío en el quincho de la estancia San Cristóbal, ¡el día estaba hermoso! cálido y un sol radiante¡! De pronto nos sorprendió el ruido de unos cuantos caballos que llegaban a trote lento. Recibimos a los visitantes q se veían sucios y agotados, al saludar nos quedamos anonadados. Se trataba de una persona muy valiente y luchadora, la cual nos comenzó a contar como llegaron … Hacía varios días que Manuel Belgrano y sus soldados recorrían a caballo una zona de campos llanos, donde solo se observan chañares, algarrobos, tuscas y se escucha el trinar de algún gorrión o cardenal ... Agobiados x los días calurosos, las noches frías y la falta de alimentos decidieron pedir asilo en la próxima casa que hallaran en el camino. Lo primero que le ofrecimos fue se pusieran cómodos y sintieran como en su casa, luego se dieran un baño relajante. Compartimos entre muchas anécdotas y risas un rico asado ... Belgrano se encontraba maravillado x la hermosa estancia que si bien tiene signos del paso del tiempo conserva su gran esencia …que fue creada a finales de 1800 y cuenta con una superficie de 3000 mts2. Recorrimos sus galerías techadas prestando atención a cada detalle de cada rincón hasta que llegamos al centro del patio interno, nos 196


sentamos sobre un viejo aljibe a observar los imponentes eucaliptos que en sus copas se encontraban unos cuantos nidos de ruidosos loros que no se percatan de nuestra presencia. Continuamos nuestro recorrido y nos encontramos con una enorme biblioteca, nos invadió una curiosidad y decimos investigar, tomamos unos viejos libros de hojas amarillas x el tiempo en el cual encontramos infinidades de relatos de batallas de él y sus hombres, leía con una gran alegría y ahí me di cuenta lo que significaba para él. Pasaron varias horas de historias y retomamos el paseo, esta vez al aire libre, pasamos por la pulpería luego de caminar un poco bajo el sol y sobre un césped prolijamente cuidado llegamos a un enorme galpón de paredes llenas de musgo verde x la humedad y techos con filtraciones por el paso de tiempo, en su entrada se encontraba un hermoso búho que al notar nuestra presencia emprendió un vuelo rápido. Una vez adentro encontramos una hermosa carreta, nos subimos y entre risas simulamos un paseo, los adoquines de maderas desprendidos fueron el detonar de los saltos y caídas. Luego descubrimos unos rieles que formaban una vía ese viejo galpón no era más que la vieja estación *La forestal* Agotados por tan hermoso paseo x la espléndida estancia nos alojamos en la gran sala a disfrutar un rico chocolate con tortas; sabiendo que terminada la merienda Belgrano retomaría su viaje y yo volvería a mi casa con mamá, mi tío y abuelo.

Matheo Hidalgo

6º Grado, Escuela Nº 40 197


DON MANUEL Y DON CRISTÓBAL Don Manuel Belgrano un alto general del ejército argentino, nacido el 3 de Junio de 1770 en Buenos Aires, de profesión abogado y periodista, junto a su ejército decidió emprender un viaje hacia tierras santafesinas para custodiar el avance de los españoles desde Montevideo. Con 42 años de edad Don Manuel soñaba conla ideade idear un símbolo que identificara a su país y asípoder dejar un legado importante para su ejército. Durante los últimos días del mes de febrero de 1812 llega a Rosario y decide crear una hermosa bandera con los colores dela escarapela, celeste y blanca. El 27de ese mes ya orillas del río Paraná junto a sus dos baterías de artillería, a las que llamó “Libertad” e “Independencia”,iza por primera vez la bandera argentina, frente a la mirada orgullosa de sus soldados, quienes jurarían defenderla hasta la muerte. Todos estaban muy contentos, se abrazaban y festejaban la creación de este nuevo símbolo patrio que utilizarían como estandarte para la lucha. Día tras día, crecía entre los soldadosuna fuerte admiración por su General, a quien respetaban y confiaban hasta el final de sus vidas. Era sabido que los esperaba un largo viaje de más de 700 kilómetros hasta llegar al Norte y reunirse con otra parte del ejército en Tucumán y Salta. Manuel y sus soldados salieron de Rosario y partieron rumbo al norte,unos 2000 soldados, 300 cañones, unas 200 carretas, 400 caballos y 200 mulas recorrieron más de 300 kilómetros a paso agigantado, los tiempos se acortaban y había que llegar lo antes posible para 198


preparar las batallas. El calor era agobiante, pero sin embargo, Manuel y su ejército avanzaban por las rutas del norte de Santa Fe. Lo que nunca imaginarían era que se encontrarían con un bello y atractivo lugar para descansar, alimentarse y reunir fuerzas. Tal es así que llegaronhasta una hermosa Estancia llamada “San Cristóbal”. El lugar se destacaba por unpaisaje de grandes campos con pasturas donde había una gran cantidad de vacunos. Todo el lugar estaba rodeado de enormes eucaliptos que aportaban una fresca sombra, ideal para el descanso. El casco de la estancia era deestilo colonial, con grandes ventanales y habitaciones amplias. Allí fueron recibidos por su dueño, un señor llamado Cristóbal, quien tenía rasgos españoles, cabello bien oscuro, una gran barba blanca y un grave tono de voz. Cristóbal fue el primero en recibir a Manuel y darles la bienvenidaa sus soldados con mucha alegría.Rápidamentelos llevó a un bonito y cómodo lugarpara descansar y ordenó a sus empleados que faenaran muchas vacas para darles un buen festínalos valientes luchadores por la independencia de la patria. Más tarde, llegada la noche y comenzada la fiesta, hubo una gran cena, donde los gauchos comenzarona tocarguitarras y bombos y a cantar zambas y chacareras para levantar el ánimo de don Manuel y sus soldados. Pasaban las horas y el entretenimiento continuaba con juegos de cartas y dados, mientras que Manuel y Cristóbal cerca deun gran fogón, se contabanlargas y entretenidas anécdotas del pasado. Manuel le narró a Cristóbal cómo había sido su vida en España, cómo decidió ser militar y luchar por la libertad de nuestro

199


país. Después de unos días de descanso, Manuel retomó su viaje a Tucumán y en el camino siempre les recordaba a sus soldados que dejaran de lado el miedo a pelear,que la fuerza y el valor debían ser sus armas principales para el combate, que debían luchar por una patria libre e independiente.En Septiembre de 1812 y luego de haber triunfado en las Batallas de Tucumán y Salta, Manuel recordó a su gran amigo Cristóbal, a quien decidió escribirle una carta de agradecimiento, dedicándole las victorias obtenidasen honor albondadoso gesto de ayuda y colaboración con el ejército argentino.-

FELIPE LICINIO 6º Grado

200


El Misterioso portal Allá por el año 1912 el General Manuel Belgrano se encontraba ideando la Bandera de Argentina, en este momento fue cuando un portal misterioso apareció de repente llevándose al General. Belgrano reapareció en el año 2020 en medio de la cuarentena… desconcertado y desesperado miraba a su alrededor. Observaba muchas cosas extrañas y complejas; como autos, celulares, edificios…, edificios diferentes a los de aquella época y a mucha gente con barbijo. No se imaginaba en que lugar y en que época estaba. Angustiado se acercó a una persona y le preguntó: ¿en qué lugar estoy?, ¿qué año es este?La persona lo miró con desconfianza y le dijo: está en San Cristóbal, en el año 2020. Intrigada esta persona le pregunta: ¿lo conozco? Belgrano, confundido le hace una última pregunta. ¿Por qué la gente lleva esas cosas en la cara? ¿Tienen miedo de verse unos a otros? La señora, con paciencia, le explicó: estamos en cuarentena por un virus llamado covid-19. Tenemos que protegernos usando barbijos y lavándonos las manos, de esta forma nos cuidamos y cuidamos al otro sin contagiarnos. Belgrano, quedó perplejo, aturdido con todo esto que escuchaba y lo que veía, todo tan extraño. Como todo un caballero le dio las gracias a la señora y caminó hacia una escuela que se encontraba cerca de ese lugar, para ver si allí obtenía más respuestas de lo que estaba pasando. Al llegar a la escuela vio que estaba cerrada, con cara de enojo grito al aire, ¡por qué cierran las escuelas si yo luché para que las personas tuvieran 201


educación! Al escuchar este grito, una señora mayor se le acercó y le dijo: los niños y niñas si están recibiendo educación, no presencial en las escuelas pero sí, por clases virtuales. Belgrano con gran alivio le dijo a la señora, gracias por sacarme el gran enojo que sentía. La señora le dijo que gracias al gran avance tecnológico podemos tener educación fuera del edificio de la escuela. El General sentía que debía ver con sus propios ojos para creer lo que le decía la señora. Camino por un largo tiempo, observando las calles, las casas, autos que iban y venían…De pronto, comenzó a tocar las puertas, casa por casa para ver si alguien lo invitaba tener una clase virtual…, nadie quería dejarlo entrar… le decían estamos en cuarentena, no recibimos visita. De pronto llegó a mi casa. Belgrano tocó a la puerta con sutileza y mi mamá abrió, enseguida lo reconoció y dijo:¡General Manuel Belgrano! No es posible, ¿qué hace usted aquí? El General explicó con detalle lo ocurrido y mamá lo invitó a pasar. Yo estaba a punto de iniciar mi clase virtual, entonces lo vi y me sorprendí… no podía creerlo. Belgrano se me acercó y me dijo: - niño por tu Patria déjame estar en tu clase virtual, quiero saber de qué se trata. Acepté y les mostré a mis compañeros que Manuel Belgrano estaba en mi casa. Pasaron dos horas y la clase había terminado… El General, perplejo, no podía

202


creer que a través de una pantalla podíamos aprender. Y los libros, ¿Dónde están? ¿Cómo investigan? ¿Cómo se relacionan con sus compañeros? Entre tantas preguntas, apareció el portal llevándose a Belgrano a su era. Ya instalado en su época, todos sus soldados corrieron para ver si su general estaba bien y cuando todo se tranquilizó empezó a contar lo que había vivido en esa experiencia. Les contó que había viajado en el tiempo, al año 2020, llegando a un lugar de la provincia de Santa Fe, llamado San Cristóbal. Este lugar era acogedor,, agregó de casas amplias, de distintos colores, muchas plazas con espacios verdes. Gente muy alegre…Es una ciudad ferroviaria… ¿Saben cómo se llama la línea ferroviaria que la atraviesa? Es el Ferrocarril General Belgrano, mi nombre está ahí, lo pueden creer… Leí por ahí: “Pueblo con eco de pitadas y latidos de máquinas. Pueblo de nubes fabricadas con suspiros de trenes en la playa… Con un puente de escaleras pintada… un puente con alambres de jaula… Y con nombre de parque: …¡Pasarela!... Una Pasarela…, un sueño, une al pueblo que es cortado por las vías del ferrocarril, donde los peatones se trasladan del lado E al lado O y viceversa. Restaurada, iluminada y siempre esperando a los niños, adolescentes que la transiten. También les contó a sus soldados que todo era diferente en esa época. En las plazas

203


había plantas de todo tipo, como: lapachos, jacarandás, timbó y olmos, entre otros y que además el Bustos de Manuel Belgrano reposa fernte a una escuela que lleva su nombre. Nostálgico, el General contó que lo más sorprendente era el avance tecnológico y la nueva educación que reciben los niños. Todos sus soldados estaban atónitos, por el viaje que había emprendido su general. Belgrano no estaba seguro de lo que pasó, pero de algo estaba seguro, eso fue muy real.

Brandon U. Moll

7º Grado, Escuela Nº 40

204


El sombrero de Belgrano En una tarde de domigo el General Manuel Belgrano se encontraba en la orilla de la Laguna La Verde cerca de Huanqueros . Allí estaba sentado debajo de un algarrobo, como es el paisaje del lugar, campos poblados de frondosas especies de estos árboles, mientras vigilaba su caña de pescar. Esa tarde había mucho viento pero como estaba en el reparo del algarrobo el viento no lo molestaba pero cuando fue a ver su caña de pescar porque estaba picando se le voló el sombrero y se le fue al agua. Como él estaba muy enojado levantó todo y se fue a su casa. Al llegar a su casa ve una carta en el portón, cuando la abre era una invitación de San Martín para ir a pescar a la laguna el dientudo. Después de leer esa invitación le escribió una carta diciendo que no podía porque estaba en la laguna la verde y también le dijo que cuando vuelva de la laguna el dientudo pase por la verde y le cuente cómo le fue. Belgrano decidió ir a pescar el día siguiente y de repente alguien le toca el hombro. Él, gira a ver quién era. San Martín estaba con su sombrero, lo saluda, le pregunta cómo le fue y todo sobre su día en la laguna el dientudo. De repente le pregunta donde compró su sombrero, éste le cuenta que lo vio sobre el agua y fue en su canoa en su búsqueda. Belgrano le cuenta que cuando estaba pescando se le voló el sombrero al agua y que era muy parecido. En un momento se acordó que le había puesto su nombre en la banda, y efectivamente, 205


tenía escrito su nombre. Después dejaron las cañas tiradas y se fueron a tomar mates a la casa de Belgrano , cuando volvieron a la costa a ver las cañas y Belgrano pierde nuevamente el sombrero .San martín decide meterse al agua a buscar el sombrero y se lo lleva para la casa, busca un cordón le hace dos agujeros a los bordes del sombrero , y con las puntas de los cordones, resuelven el problema haciendo un sostén. Dos grandes amigos, no sólo para la defensa de grande ideales, sino también para compartir momentos tan simples como un día de pesca. Cuando los valores son comunes, cualquier circunstancia, se presenta y arma una gran historia. Sus sombreros son puntos en común, quien no conoce los sombreros de estos grandes héroes, si son parte de sus hazañas.

Genaro Cortes Barberis

6º Grado, Escuela Nº 40

206


AMBROSETTI

207


Un sueño cargado de emoción En esta página les narro un suceso sorprendente y muy emocionante que me pasó. 20 de junio un día más como cualquiera de esta cuarentena, como de costumbre por la mañana y en horas bien tempranas, tipo siete, salí al campo con mi papá a recorrer y ver a los animales. Estando en medio del campo el sol comienza a asomar, su reflejo lo siento en mi rostro, pero siento que algo más me atrae la atención, de pronto visualizo un paño, parece de color celeste o blanco. La curiosidad es cada vez más, cuando me acerco a él, decido bajar del caballo, para mí asombro, cuándo lo levanto entre mis manos, noto que se es un paño tan hermoso con los colores del cielo mezclado con algunas nubes. Lo observo y me pregunto… ¿A quién se le habrá caído? ¿Será a su creador? ¿Don Manuel Belgrano habrá pasado por aquí? Solo pienso y me emociono de tan bella creación, esa combinación de colores es como plasmar el cielo en una paleta de colores. Vuelvo a mi casa con el paño en mis manos temblorosas, dispuesto a saber qué es lo que me causó tanta emoción. De repente me despierto agitado, transpirado y me doy cuenta que soñaba con este 20 de junio que no va a ser igual a los otros años donde realizábamos un acto en honor al creador de ese paño que me encontré en mi sueño. 208


Si soñaba con este año 2020 tan especial para todos, tan especial porque pensaba en el acto virtual, sabía que mucha gente me iba a escuchar y ver. Gracias Manuel Belgrano porque seguro que soñaste como Yo, con ese paño celeste y blanco que te inspiró y creas. Gracias Manuel Belgrano porque a partir de esa inspiración los argentinos tenemos una identidad. Gracias Manuel Belgrano por tener tanto valor, coraje y hacer visible tu convicción. Gracias Manuel Belgrano porque ese paño nos representa ante el mundo. Gracias Manuel Belgrano porque ahora entiendo mi emoción. Gracias Manuel Belgrano porque mi sueño se hizo realidad al ver a ese paño soñado flamear con orgullo y libertad.

Thiago VILLALVA

6º Grado, Escuela Nº 6129

209


2020 año de Belgrano Entre las cuatro paredes y todavía en cuarentena pienso que Dios nos mandó a que seamos tan valientes como vos.

Tu creación flamea en el mástil de mi escuela. Ahí la veo desde mi ventana camuflarse con el cielo.

Año 2020, año de Belgrano los argentinos conmemoramos orgullosos de tu patriotismo y valentía con alegría tus 250 años.

Muchas palabras de grandeza se necesitan para describirte supiste luchar sin miedo por la libertad y la igualdad sin rendirte.

En mi corazón te llevo como una escarapela por haber creado nuestra identidad que es nuestra bella bandera.

Vladimir OJEDA

7º Grado, Escuela Nº 6129 210


monte OSCURIDAD

211


Un encuentro casual Una tarde, buscando fotos familiares, encontré una fotografía del viaje que realizamos con mi familia a Rosario. Como no podía ser de otra manera, la típica foto en el Monumento a la Bandera, estaba allí. Pensé por un momento: “Qué importante es tener un símbolo que nos representé ante todo el mundo. ¡Qué orgullo, sentirse Padre de la Patria! Esa noche, sin dudas, algo había quedado dando vueltas en mi cabeza, y al dormirme apareció: ¡el mismísimo Manuel Belgrano en mis sueños! _ Hola - le dije confundido. _ ¡Hola! – respondió. Era el momento para preguntarle tantas cosas y contarle de mi vida también… _ ¿Cómo te llamas y dónde vives? - empezó. _ Me llamo Ignacio y vivo en una colonia rural llamada Monte Oscuridad, en la provincia de Santa Fe. _ ¿Vas a la escuela? - preguntó. _ Sí, estoy en séptimo grado de la escuela N° 461 “General José de San Martín”. _ ¡Tu escuela lleva el nombre de mi gran amigo! - dijo con tono nostálgico. _ ¿Cómo se llaman tus padres? ¿Tienes hermanos? - preguntó. _ Mis padres se llaman Néstor y Natalí, y tengo un hermano menor, Santino. _ Mis padres se llamaban Doménico y María Josefa y tuve varios hermanos - agregó, y

212


enseguida quiso saber - ¿Cómo es la vida en el lugar dónde vives? _ La vida aquí es muy tranquila, y la gente, muy cordial; todos dedicados al trabajo rural: la agricultura y la ganadería – respondí. Mis padres trabajan para darnos un futuro, eso implica tener una buena educación, y de mi parte, retribuirles siendo buen estudiante agregué. _ ¡Claro! Siempre quise que todos los jóvenes tengan acceso a la educación, y luché por ello - me dijo. _ ¿Qué te gustaría ser cuando seas grande? - preguntó enseguida. _ Me gustaría ser periodista. También me gusta mucho el deporte, aquí hay un club donde juego al fútbol con mis amigos - le dije. _ ¡Soy periodista!, además de abogado – contestó, y luego continuó - ¿Tienes algún sueño? ¿Sabes?, el mío era ver libre a nuestro país y por eso participé en la lucha por su independencia. Yo creo que la vida no es nada si la libertad se pierde, y que los hombres no entran en razón mientras no padecen. _ Sí, el mío es llegar a jugar en la primera del fútbol profesional – le comenté, y de inmediato quise saber - ¿Por qué creó la Bandera y en qué se inspiró para crearla? _ Porque nuestros soldados no tenían una insignia que los identificara y los diferenciara del ejército español y de las demás naciones, entonces, inspirado en los colores de la Escarapela, creé la Bandera - contestó. _ ¿Sabe? Mi corazón explota de orgullo cuando en un acto me toca portarla. El mismo

213


orgullo que usted debe sentir al ser considerado “Padre de la Patria” - comenté. _ ¡Te felicito! Yo me siento muy orgulloso de ese honor, pero me contentaría con ser un buen hijo de ella…- respondió sonriendo. Y así, tan fugaz como llegó, desapareció de mis sueños. Me premió con sus palabras enseñándome, como el gran maestro que fue, que hay que luchar por nuestros ideales.

Ignacio Bianciotto

7º Grado, Escuela Nº 461

214


Un encuentro soñado En mi sueño, me encontré con Manuel Belgrano. Estaba caminando por la calle, yo me acerqué hasta él y le dije: _ Hola Manuel Belgrano. Él me saludó y me preguntó: _ ¿Quién sos? Yo le respondí: _ Soy una estudiante y estuvimos hablando sobre vos. Necesito que me cuentes un poquito más de tu vida. Y él me respondió: _ ¿Y qué querés que te cuente? _ ¿Qué te llevó a crear la Bandera? _ Decidí crear la Bandera porque nuestros soldados necesitaban algo con qué identificarse. Y así elegí los colores celeste y blanco para hacerla - contestó. _ ¿Tuviste amigos que te ayudaron a confeccionarla? – quise saber. _ Sí, mi vecina, llamada María Catalina, me ayudó a hacerla. La cosió con sus propias manos.

215


_ Gracias por contarme, y por hacer una Bandera que nos identifique como argentinos. También te cuento que en mi escuela la izamos todos los días y la portamos con mucho orgullo. Estamos muy agradecidos con vos por tu regalo.

Florencia Vargas

7º Grado, Escuela Nº 461

216


Una tarde rara en Monte Oscuridad La sequía empezaba a notarse, la gramilla del patio crujía de seca. Mi papá, en la noche, me había pedido que, por la mañana, después de hacer las tareas de la escuela, fuera al campo a juntar leña, ya que el frío había llegado temprano esta vez, y no había suficiente leña para la estufa. Eran los primeros días de mayo, y mi maestra de Lengua y Ciencias Sociales nos había contado que el año 2020 fue declarado el “Año del General Manuel Belgrano”. Para mí, era un año particularmente raro. Iba de camino al montecito, pensando en todo esto y me dije: “Pobre Belgrano, ¡qué año más raro! Con esto del COVID-19, ni siquiera podremos ir a la escuela para homenajearlo.” Y de repente, ya estaba dentro del montecito, junté toda la leña que pude, y cuando salí de aquel lugar, me sentí extraño. La camioneta de mi papá no estaba donde la había dejado. No estaban los alambrados, y había más árboles. Solamente vi un camino natural, o sea, hecho a paso de personas… Me asusté… Y de pronto vi a un grupo grande de personas y caballos, ¡y hasta carretas! Pensé que sería una procesión en honor a algo… Cuando pasaban delante de mí, la carreta más destacada se detuvo y un hombre bajó de ella, vestido de una forma muy diferente. Se dirigió hacia mí, preguntándome: _ Joven, ¿se encuentra perdido? Y no supe qué contestarle. Me volvió a preguntar: 217


_ ¿Se siente bien? Y le dije que sí. Me sonrió y me señaló el norte diciendo: _ Acamparemos en ese lugar. ¡¡Necesitamos descansar!! El viaje al Alto Perú es muy largo… No comprendía nada de lo que decía ese hombre, pero me quedé con ellos. Especialmente lo seguía a él, porque me hablaba como si me conociera. Les ayudé a armar el campamento. Encendieron una fogata y usaron la leña que yo había juntado. Un paisano cebaba mate, y comimos torta asada. Todos se dirigían hacia ese hombre llamándolo “General”. Me di cuenta de que era el jefe principal, y comencé a hacerle preguntas: _ ¿Cómo se llama usted? Me miró y me contestó: _ Mi nombre es largo… Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, pero con General Belgrano, ¡es suficiente para usted! Me quedé un rato en silencio, no podía ser, estaba soñando, tal vez… Pero no despertaba, y todo era tan real… Me contó muchas cosas: que se dirigían hacia el norte, a sacar de una vez por todas a los realistas; de los planes que tenía para nuestra Nación; de sus ideales. Y agregó: _ Sin que se ilustren los habitantes de un país, sin enseñanza, nada podríamos adelantar. La Patria necesita de ciudadanos instruidos. - y me lo dijo señalándome con una ramita que tenía en la mano. 218


Era muy oscuro, todos teníamos sueño. Nos dispusimos a dormir al lado del fuego. Desperté y todo seguía igual, los gauchos y soldados estaban levantando el campamento, y el General tomaba algo humeante de una taza enlosada, bastante maltratada. Me saludó con los buenos días, y prosiguió diciéndome: _ Necesito un último favor de usted: que junte leña para nuestro viaje… Me fui nuevamente al montecito, y cuando entré, los pájaros volaron asustados. Sentí de nuevo la extrañeza, salí apresurado de aquel lugar. Y para mi sorpresa, el General y su tropa ya no estaban más… Estaba la camioneta de mi papá en el lugar que la había dejado, todo había vuelto a la normalidad… “¡¡Seguramente me dormí y soñé con la tarea que tenía que hacer!!”- me dije. Y cuando fui a la camioneta, en el suelo vi una brújula marcándome el norte, junto a un papel muy amarillento, escrito con una tinta negra que decía:

Pedro Boscarol Taller Literario

219


ARRUFO

220


Belgrano en mi casa Era una cálida tarde de verano, estábamos con mis amigos tomando tereré, cuando de repente sentimos que golpeaban las manos en la puerta de casa. Pensando como siempre que sería alguien que buscaba a mamá o a papá fui desganada y preparada para decirles que ellos no se encontraban en la casa ya que habían salido para hacer sus mandados. Me encontré con un señor muy elegante, vestido de camisa blanca, pantalón y saco negro con adornos dorados en los hombros. Una vestimenta que no coincidía en nada con el clima del lugar. Saludé y pregunté, -¿a quién buscas? Me contestó educadamente que buscaba una niña que cursaba 6to grado, llamada Giovanna y que le habían dicho que vivía en esta casa. Asombrada dije,.. ¡Soy yo! El extendió su mano y se presentó. Soy Manuel Belgrano, ¿podemos hablar?, agregó. Yo, había olvidado a los amigos que me acompañaban, moría de curiosidad por lo que vendría a charlar conmigo semejante personaje. Nosotros conocimos a este señor más profundamente este año, cuando en clases de Ciencias Sociales aprendimos mucho de él y su vida. Junto a la seño Lore recorrimos toda su vida y lo mucho que representó para nuestra patria. Si hasta nos dio una bandera que nos identifica como argentinos. Lo invite a pasar, nos sentamos a la sombra de un árbol que tengo en mi patio, y me di

221


cuenta que asombrado miraba hacia la copa que nos daba sombra; pregunté si había algo que lo molestaba, dijo… no, solo que ¡no sé porque este árbol hace tanto ruido! Me causó mucha gracia, pero pude contener mi risa y expliqué que era el canto de la cigarra o chicharras que teníamos en época de verano y que en plantas como el sauce y el aromito, autóctonas de este lugar, estas se cobijaban y nos brindaban largas hora de su canto. Dada la explicación… extendí un tereré, a lo que me preguntó si siempre compartíamos el mate así de frio! , nuevamente expliqué, que así acostumbrábamos a hacerlo aquí cuando hace calor y las temperaturas supera los 40º. Es muy común entre los niños que reemplazan el agua por el jugo de diferentes gustos y mucho hielo. Éramos varias las amigas que estábamos esa tarde reunidas y esto también le llamó la atención a Belgrano. Le dijimos que era costumbre que nos reuniéramos aquí o en cualquier otra casa ya que nos conocíamos de toda la vida, habiendo solo aquí una escuela primaria, una secundaria, un solo club y una iglesia, lo que hace que nos conozcamos un montón, incluso todas nuestras familias se conocen. Él nos dijo que en Buenos Aires no se acostumbraba a estas reuniones, pero le gustaba que acá fueran de esta manera. Compartida nuestra tarde con este gran personaje nos despedimos no sin antes escuchar lo agradecido que estaba por haberlo recibido, nos dijo que nos sintiéramos orgullosas de nuestro pequeño pueblo (solo somos 2173 habitantes) ya que podemos disfrutar de

222


estos pequeños placeres como el compartir un mate, escuchar el canto de las chicharras, conocer a nuestros vecinos y jugar entre todos. Por su puesto, en este pequeño pueblo de Arrufó, al día siguiente, no se habló más que de la visita del Sr. “Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano” a mi casa, porque esto también pasa en un pueblo chico.

“Miguel Ángel SOSA”

6º Grado, Biblioteca Popular

223


USINA vI


tostado

225


El sombrero de Belgrano En la ciudad de Tostado, departamento 9 de Julio, vive Manuel Belgrano. Él es el intendente de la ciudad, en estos momentos el país se encuentra atravesando una situación muy difícil, por esta razón, Manuel decidió dar una entrevista a una reportera local sobre los cuidados que deben tomarse para evitar el contagio del Covid-19. Estamos al aire en 5… (grito una señora) 4, 3, 2, 1… Buenos días queridos habitantes de la ciudad de Tostado, hoy nos encontramos con el intendente Manuel Belgrano. Buenos días señor… Muy buenos días Cristina, como siempre es un placer hablar con vos. Bien, tenemos entendido que quiere transmitirles un mensaje a nuestros queridos televidentes. (indagó la reportera con curiosidad). Asi es Cristina – afirmó el intendente- debido a esta pandemia hemos decidido tomar medidas drásticas. ¿y cuáles serían esas medidas? En primer lugar, no se podrá salir si no es por algo importante y si lo hacen, deberán usar el tapabocas. ¿Y por cuanto tiempo aproximadamente será esto? No está definido todavía. Bueno, muchísimas gracias señor intendente por la entrevista. Un placer como siempre Cristina, y recuerden que ¡juntos, podemos! 226


En ese momento, detrás del intendente, apareció un símbolo que contenía dos manos abiertas y en el centro un corazón con la parte superior de una casa, este símbolo representa la solidaridad y la unión que debemos tener. Luego de la entrevista, Manuel Belgrano se despidió y se dirigió a su auto dispuesto a hacer lo que sea por sus ciudadanos.

Victoria Nuñez

7º Grado, Escuela Nº 418

227


La creación Hace unos días atrás, en Tostado, a un hombre llamado Manuel Belgrano, se le ocurrió crear un símbolo, una bandera con los colores del cielo. Muchos se oponían a que la cree, pues a él no le importó, Manuel quería crearla para que sus soldados se identifiquen, entonces tomó medidas, la creo en secreto. Después de un tiempo, cuando la terminó, se la mostró a sus soldados, a ellos les gustó. Manuel la llamó “Bandera Argentina”. -Como dije, algunos se oponían, por lo que decidieron quemarlaCuando Belgrano se enteró de esto, se preparó con sus soldados, fueron a donde estaba guardado el símbolo, capturaron a los malos y lograron levantar la bandera por primera vez. Manuel y sus soldados, estaban muy feliz de haberlo logrado.

SOFÍA

7º Grado, Escuela Nº 418

228


MANUEL BELGRANO En el año 2020, en la ciudad de Tostado, Santa Fe, junto a su familia vivía Manuel Belgrano, un joven que le gustaba luchar por los demás. Un día, estando en su casa, escuchó en la radio que los ingleses iban a atacar sus tierras, así que decidió armar un ejército, para ello, paseo por toda la ciudad buscando gente que lo ayudará. Al día siguiente, ya tenía a todos sus soldados; por semanas entrenaron muy duro, hasta que lograron estar bien armados. Días después, llegaron los ingleses… inmediatamente, Manuel Belgrano hizo una bandera con una cruz y le dijo a sus soldados que cuando la levantará debían atacar y así fue, como fueron al campo de batalla, él alzo la bandera y empezó la guerra. Los ingleses atacaron primero muy violentamente, pero Belgrano no se rindió. Luego de horas de lucha, Manuel y sus soldados, ganaron la guerra.

Nijhat Rey

7º Grado, Escuela Nº 418

229


El Cumpleaños de Tostado Cuenta la historia que en el año 2020, en la ciudad de Tostado, se encontraba un muchacho llamado Manuel Belgrano. Él era muy inteligente y por eso, todos pedían su opinión sobre problemas, entre otras cosas, que la gente tenía. Un día Manuel estaba sentado en el patio de su casa cuando un grupo de personas intervinieron su descanso. Pedro y Alfonso, eran los encargados de realizar un festival para festejar el cumpleaños de la ciudad, pero no podían ponerse de acuerdo con el lugar y los colores que iban a utilizar. Pedro, por un lado, quería que el festejo sea en un club y usar los colores azul, verde y blanco; Alfonso, por su parte, decía que esos colores eran feos y quería realizar el festival en la plaza central y adornar con caballos, ya que este era lo representativo del lugar. Manuel, escuchó atentamente a Pedro y Alfonso, les propuso juntar sus ideas y les recomendó que el festejo sea en un lugar donde todos los habitantes de la ciudad puedan ir. Así, Pedro y Alfonso decidieron realizar una bandera con los colores azul, verde y blanco y en el medio un caballo y con esas banderas, adornarían la plaza central. Belgrano estaba

230


muy contento de poder ayudarlos. Cuando llegó el gran día, Manuel se alegró de ver la plaza adornada con las banderas y llena de gente. Así fue, como todos contentos, celebraron el cumpleaños de Tostado.

Isaias Ybarra

7º Grado, Escuela Nº 418

231


Manuel en el 2020 En estos momentos, Manuel Belgrano, está pasando por una situación muy dura y difícil… sí, por la pandemia del COVID 19. Manuel, tiene que informar a los habitantes de la ciudad de Tostado, cómo pueden cuidarse y prevenir esta enfermedad, además, debe principalmente dirigirse a los jóvenes, ya que ellos son los que pueden transmitir la enfermedad a los adultos. Para poder hablar a todos, Belgrano decidió realizar un comunicado, en el cual explicaba la importancia del distanciamiento social, desinfectar los ambientes, el uso del alcohol en gel y tapabocas, entre otras cosas. Finalmente, Manuel Belgrano lucho y pudo solucionar el gran conflicto, gracias a la ayuda de las personas que hicieron caso y la utilización de un símbolo grande que dice CUIDADO con un triángulo rojo, el cual representa el virus, doctores que ayudaron y realizaron sus aportes en contra de este virus, gracias a este símbolo, todos los ciudadanos fueron advertidos de esta

Daiana Perez

7º Grado, Escuela Nº 418 232


USINA VII


LAS GARZAS

234


EL GENERAL MANUEL BELGRANO CONOCE AL CORONAVITRUS Y LO ENFRENTA Un día el General Manuel Belgrano después de un largo viaje decide volver a Argentina, a su país natal, precisamente a la provincia de Santa Fe, en el departamento General Obligado, a un pequeño pueblito llamado Las Garzas, donde al llegar allí no encontró a nadie y entonces pensó _ ¿ dónde estarán todos?, estaban todos escondidos, así comenzó a caminar por las veredas y allí encontró a una persona , a un niño más o menos de 10 añitos, pero estaba usando algo en la boca y le pregunto el General Manuel Obligado -¿qué tenía en la boca, qué significaba y el mismo le respondió: _¡Hola!. Me llamo Saimon lo que uso se llama tapaboca y es para no contagiarse de un virus, llamado covid 19, el cual es muy contagioso, que nos hizo cuidarnos y protegernos más,Entonces Manuel Belgrano le pregunta:_¿ cómo se contagia ese virus llamado covid19? Y ¿Cómo se lo puede evitar? Y Saimon le contestó: _el virus se contagia cuando las gotas de la saliva de una persona con ese virus entra en la boca, los ojos o en la nariz de otra, o también en lugares transcurridos por mucha gente pero también por objetos como por ejemplo; vasos, servicios, celulares, alimentos, etc. es por eso que también es muy importante usar mucho alcohol en gel, lavarse mucho las manos y usar el tapaboca siempre, así

235


podemos evitar el contagio y que deje de expandirse este virus. Manuel Belgrano entonces entendió que esta guerra contra el coronavirus no se gana con espadas ni con caballos si no quedándose en casa y tomando todas las medidas de precauciones posibles y JUNTOS.

GONZALEZ LUZ MILAGROS

6º Grado, Escuela Nº 6105

236


ENTE CULTURAL CORDOBÉS


Cruz Alta

238


El día que ví a los soldados de Belgrano Los ví venir de lejos; era una maraña de patas y acero brillante, hombres curtidos montados a caballo y otros, en mulas. Se los veía agotados por la pesada travesía, pero con un “ no sé qué” que me impedía dejar de mirarlos. Me imaginaba qué aventuras escondían esos rostros cansados. Luego de un rato (que parecieron horas) me acordé que tenía que llevar los pescados para el guiso que pensaba hacer esa misma noche la vieja “Tata”. Corrí rápido pa’ lo del Panchito antes que Doña Tata empezará otra vez con la cantinela de “Miguelito cuántas veces te tengo que decir que no vuelvas tarde a casa, por esos lugares hay muchos peligros…”.

Valentín Arange

1º Año, I.P.E.M Nº 276

239


CIELITO MIO Hace muchos años , en Buenos Aires, nació un niño llamado Manuel. Vivía con su madre Josefa y su padre Domingo. Creció en una familia muy numerosa, tenía muchos hermanos. A Manuel le gustaba demasiado mirar el cielo, se pasaba horas tirado en el pasto observando sus colores. En ese tiempo, ir a la escuela no era fácil; pero él lo logró porque todo lo que se proponía lo cumplía . Estudió varios años y viajó a España cuando se hizo grande, en Buenos Aires no podía seguir con sus estudios universitarios. Y así, viajó en barco por primera vez y observó el cielo que ahora parecía moverse . En España estudió abogacía y cuando tenía tiempo miraba el cielo pero extrañaba su cielo. Entonces, cuando se recibió, volvió a Buenos Aires; contento e ilusionado con muchas ganas de trabajar por la grandeza de su país. Tuvo muchos trabajos, en un periódico, como jefe de un ejército… Con sus soldados luchó contra los españoles, a veces ganaron; otras, perdieron… Sus ideas eran en blanco y celeste, siempre dando todo por su país, por su patria, por ese suelo que lo vió crecer… “Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro.”

240


Y; un día, para diferenciarnos, para que se diferencie su ejército del rojo de los españoles, creó nuestra bandera con los colores de sus ideas, con los colores más lindos, los colores que lo acompañaron siempre acá y allá, en sus triunfos y en sus derrotas; esos colores que tanto miró, los colores del cielo argentino.

Sofía Sueldo

1º Año, I.P.E.M Nº 276

241


A LA VERA DEL CARCARAÑÁ …”Y así estoy, doctor” -le dijo el General al Dr Manuel Antonio de Castro, …- _... “afiebrado y sin resuello, pero con las ansias de seguir luchando contra esos desgraciados caudillos.” _ “Pero debe cuidarse mucho mi General”… - le dijo el Gobernador. _”La Patria lo necesita aún…”. Manuel Belgrano lo miró de reojo y se sonrió. Él sabía que el buen doctor tenía razón. Se sentó sobre el sillón improvisado debajo del viejo algarrobo y miró hacia en río con ojos soñadores. Mucho había pasado desde que partió de Tucumán con 5000 hombres a lomo de caballos, mulas o en carros. Mucho calor en esa marcha… y ahora apretaba el frío con gélidos lazos a esta hora de la mañana. Dormir en una tienda de campaña no lo ayudaba demasiado. Miró hacia el campamento y le avisó al cabo Pereyra que lo tuviera al tanto cuando llegaran los soldados que había enviado para anoticiarse del estado de las tropas Camino Real arriba (desde el Chañarcillo de los Loros) y Camino Real Abajo (hasta Candelaria). Tenía que saber que, a pesar de no recibir del Directorio ni dineros ni nada para asistir a sus hombres, estos soldados de la Patria se encontraban bien. Venían mal vestidos y mal alimentados pero todavía con su ánimo entero… o eso creía… Era 26 de mayo. Había pasado un día desde que tuvo que jurar, y hacer jurar a su

242


Ejército del Norte, la Primera Constitución de la Patria. Constitución con la que no estaba para nada de acuerdo ya que denotaba el carácter unitario del Gobierno central. Pero, respetuoso como siempre, lo hizo en Cruz Alta, rancherío de posta ubicado en límite de frontera. El aire matinal era penetrante, tiritaba de frío… pero su enfermedad no lo derrotaría. Daría pelea. A pesar de tener afectada su respiración y con dolor en el pecho… esas ansias de libertad que lo impulsaban desde que era un crío, estaba intacta: _” Pucha… parece que este cuerpo me quiere dejar…” le dice al doctor en un tenue aliento. Y el río, en su susurro constante se lleva sus sueños hasta más allá de sus deseos.

Ma. Alejandra Prado

Preceptora 1º Año, I.P.E.M Nº 276

243


índice USINA I ................................................................................................................................ 5 María Juana ....................................................................................................................... 6 UNA AVENTURA EN LAVARROPAS ................................................................................. 7 EL SUEÑO DE MANUEL .................................................................................................... 9 UNA FALLA MAGNÍFICA ................................................................................................. 12 BELGRANO LLEGÓ A MARÍA JUANA ........................................................................... 15 ALGO MÁS QUE UN LUGAR .......................................................................................... 18 LOS PENSAMIENTOS DE MANUEL BELGRANO ......................................................... 23 244


BELGRANO Y MI SUEÑO ............................................................................................... 24 Casas ............................................................................................................................... 26 UN SUEÑO HISTÓRICO DE LOCOS ............................................................................. 27 Tortugas .......................................................................................................................... 28 DON BELGRANO ............................................................................................................. 29 UN VIAJE DISTINTO ........................................................................................................ 31 Bouquet ........................................................................................................................... 33 LOS PATRIOTAS ............................................................................................................... 34 DON MANUEL EN EL SIGLO XXI .................................................................................... 37

245


Centeno ........................................................................................................................... 39 EL NIÑO MANUEL .......................................................................................................... 40 MANUEL BELGRANO, FIGURA PATRIA ......................................................................... 43 UN NIÑO LLAMADO MANUEL ...................................................................................... 46 Las Parejas ...................................................................................................................... 47 CON TAN SOLO UNA CHARLA ..................................................................................... 48 EL JOVEN MANUEL BELGRANO Y SU CONVIVENCIA CON EL COVID-19 ............... 50 Ricardone ........................................................................................................................ 52 ENTRE CELESTE Y BLANCA ........................................................................................... 53 USINA II ............................................................................................................................ 55 246


Felicia .............................................................................................................................. 56 EL NACIMIENTO DE LA INSIGNIA PATRIA .................................................................... 57 Ataliva ............................................................................................................................. 60 EL SECRETO DEL COLOR DE MI BANDERA ................................................................. 61 Pilar .................................................................................................................................. 63 BELGRANO EL PROFESOR ............................................................................................ 64 Lehmann .......................................................................................................................... 65 NACE UN NUEVO SOL ................................................................................................... 66 EL ÚLTIMO ALIENTO ...................................................................................................... 68 LA SAGRADA VICTORIA CONTRA FRANCIA Y ESPAÑA .............................................. 70 247


USINA III ............................................................................................................................ 72 Álvarez ............................................................................................................................ 73 BELGRANO Y SUS SUEÑOS .......................................................................................... 74 Soldini ............................................................................................................................. 76 SE LE PINCHÓ LA RUEDA A BELGRANO ....................................................................... 77 Piñero .............................................................................................................................. 80 MI ADOLESCENCIA Y LOS CABALLOS ......................................................................... 81 Uranga ............................................................................................................................. 82 BANDERA VIAJERA ......................................................................................................... 83 Pérez ................................................................................................................................ 86 248


BELGRANO Y UN DESEO CELESTE Y BLANCO ........................................................... 87 BELGRANO DE MORTAL A DIOS ................................................................................... 92 Wheelwright .................................................................................................................. 95 LA ISLA MISTERIOSA ...................................................................................................... 96 Acebal .............................................................................................................................. 99 LA ISLA MISTERIOSA .................................................................................................... 100 UN HÉROE MUY ESPECIAL .......................................................................................... 102 UNA ANTIGUA ESCARAPELA ....................................................................................... 103 BELGRANO Y SU FAMILIA ............................................................................................ 106 BELGRANO ..................................................................................................................... 108 249


UN SUEÑO CELESTE Y BLANCO .................................................................................. 110 UN SUEÑO CASI REAL .................................................................................................. 112 SOÑANDO CON MANUEL BELGRANO ...................................................................... 114 SUEÑO CUMPLIDO ....................................................................................................... 116 SUEÑOS DE LIBERTAD ................................................................................................. 117 LA VIDA DE MANUEL BELGRANO ............................................................................... 119 LA PASIÓN POR LA BANDERA ..................................................................................... 121 UN SUEÑO CASI REAL .................................................................................................. 122 LA ESFERA DE BELGRANO .......................................................................................... 112 LA GRAN TRAYECTORIA .............................................................................................. 123 250


LA HISTORIA DE UN GRAN HOMBRE ........................................................................ 124 LA BANDERA ................................................................................................................. 126 QUIERO SER EL NIÑO AQUEL ..................................................................................... 127 UNA ANTIGUA ESCARAPELA ...................................................................................... 129 LA HISTORIA DEL PADRE DE LA PATRIA .................................................................... 132 LA VIDA DE MANUEL BELGRANO ............................................................................... 119 LA SUPER MÁQUINA DEL TIEMPO .............................................................................. 134 UN CUENTO SIN CUENTOS .......................................................................................... 136 EL SUEÑO DE MANUEL BELGRANO ........................................................................... 138

251


EN EL TÚNEL DEL TIEMPO ........................................................................................... 139 UN PRÓCER DE CUARENTENA ................................................................................... 141 DESCUBRIENDO MI IDENTIDAD ................................................................................ 142 CONOCIENDO A MANUEL BELGRANO ..................................................................... 146 Gödeken ........................................................................................................................ 147 EL LARGO VIAJE POR EL BOSQUE .............................................................................. 148 UNA HISTORIA DETRÁS DE LA VIDA DE MANUEL BELGRANO .............................. 149 EL SUEÑO DE MANUEL BELGRANO .......................................................................... 154 Santa Teresa ................................................................................................................. 155 LOS LIBROS NO MUERDEN ........................................................................................ 156 252


Pueblo Muñoz .............................................................................................................. 159 BELGRANO MILENIAL .................................................................................................. 160 USINA IV ........................................................................................................................ 162 Recreo ......,,................................................................................................................... 163 VALIENTE Y HUMILDE CORAZÓN .............................................................................. 164 200 AÑOS DE EMOCIÓN ............................................................................................. 165 NACE UN PATRIOTA ...................................................................................................... 166 CARTA PARA BELGRANO .............................................................................................. 167 USINA V ........................................................................................................................ 169 San Cristobal ......,,........................................................................................................ 170 253


EL SUEÑO DE MANUEL BELGRANO ........................................................................... 171 CUANDO EL TIEMPO VALE ORO ................................................................................. 173 CUANDO PIENSO EN MANUEL BELGRANO .............................................................. 176 ¿SUEÑO O REALIDAD? ................................................................................................ 178 ESPLÉNDIDA EN LO ALTO ........................................................................................... 182 CUANDO DESCUBRÍ EL FRAUDE EN SANTA FE ........................................................ 184 HIJO DE LA PATRIA ....................................................................................................... 187 MANUEL BELGRANO VISITA LA LAGUNA LA VERDE ................................................ 189 SIN RUMBO .................................................................................................................... 192 UN DÍA HISTÓRICO EN LA VIRGEN DE ITATI ............................................................. 194 254


DOMINGO DE AVENTURAS ........................................................................................ 196 DON MANUEL Y DON CRISTÓBAL .............................................................................. 198 EL MISTERIOSO PORTAL ............................................................................................. 201 EL SOMBRERO DE BELGRANO ................................................................................... 205 Ambrosetti .................................................................................................................. 207 UN SUEÑO CARGADO DE EMOCIÓN ........................................................................ 208 2020 AÑO DE BELGRANO ........................................................................................... 210 Monte Oscuridad ....................................................................................................... 211 UN ENCUENTRO CASUAL ........................................................................................... 212 UN ENCUENTRO SOÑADO .......................................................................................... 215 255


UNA TARDE RARA EN MONTE OSCURIDAD .............................................................. 217 Arrufo ............................................................................................................................ 220 BELGRANO EN MI CASA .............................................................................................. 221 USINA VI ............................................................................................................................ 224 Tostado .......................................................................................................................... 225 EL SOMBRERO DE BELGRANO .................................................................................. 226 LA CREACIÓN ................................................................................................................ 228 MANUEL BELGRANO .................................................................................................... 229 EL CUMPLEAÑOS DE TOSTADO ................................................................................. 230 MANUEL EN EL 2020 ................................................................................................... 232 256


USINA VII ................................................................................................................... 233 Las Garzas ......................................................................................................................... 234 EL GENERAL MANUEL BELGRANO CONOCE AL CORONAVITRUS Y LO ENFRENTA ............................................................................................................ 235 ENTE CULTURAL CORDOBÉS .....................................................................................237 Cruz Alta ....................................................................................................................... 238 EL DÍA QUE VÍ A LOS SOLDADOS DE BELGRANO ................................................... 239 CIELITO MIO .................................................................................................................. 240 A LA VERA DEL CARCARAÑÁ ....................................................................................... 242


258


259


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.