SUPLEMENTO GASTRONÓMICO
Gourmet s E L
P E R I Ó D I C O
D E
C A T A L U N Y A
junio del 2010
E S P E C I A L V I N O S Y C AVA S
EL PERSONAJE
EL REPORTAJE
LA CATA
EL ANÁLISIS
ANDREA ALONSO SE PROCLAMA
NORA LÓPEZ Y JOSEP BARJUAN
LOS IMPITOYABLES SE REÚNEN
CADA TIPO DE UVA DESPRENDE
VENCEDORA DE LA EDICIÓN 2010
SON DOS DE LOS ARTISTAS QUE
PARA CATAR A CIEGAS SIETE VINOS
UN AROMA FLORAL ESPECÍFICO,
DEL CONCURSO LA NARIZ DE ORO
TRABAJAN LA ENOPINTURA
DE LA BODEGA CORONA DE ARAGÓN
DEL MÁS SUTIL AL MÁS INTENSO
sumario NÚMERO 46 I EDITA: Ediciones Primera Plana, SA. Grupo Zeta. PUBLICIDAD: Zeta Gestión de Medios. Consell de Cent, 425-427, 6ª planta (08009) Barcelona. Tel. 93.265.53.53. Fax: 93.246.92.49. www.zetagestion.com. REDACCIÓN: Alberto Larriba, Alberto González, Eduard Palomares y Pilar Enériz. MAQUETACIÓN: Fátima García, Adolfo Alonso, Estela Piñeiro y Nuria Martín. IMPRESIÓN: Gráficas de Prensa Diaria SA. Parets del Vallès. COORDINACIÓN: Anna Riera.
el personaje
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PLATOS SENCILLOS Víctor Gómez, chef del Tribia, elabora y marida tres tapas con Emmentaler AOC
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LA BODEGA Por su historia, copaje y versatilidad, Anna de Codorníu es uno de los cavas más emblemáticos
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COOPERATIVAS
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Las catedrales del vino mezclan barricas con arquitectura modernista
LA COCTELERÍA Harry’s Bar ofrece un clima de relax edulcorado con suaves notas de piano
PORTADA Imagen del fondo de algunas botellas de colores. Fotografía realizada por Fernando Bagué. Idea y diseño de portada: Federica Sala.
Andrea Alonso
Ganadora de la edición del 2010 de La Nariz de Oro
TEXTO EDUARD PALOMARES
“Asocio los aromas a vivencias” EL MUNDIAL de fútbol ya se está disputando en Suráfrica, y todo el mundo ha consensuado previamente la lista de los principales favoritos para la victoria final: España, Brasil, Argentina, Inglaterra… No obstante, siempre se debe dejar un hueco para la posible revelación del campeonato, aquella selección que acaba demostrando que es infinitamente mejor de lo se pensaba a priori. Pues algo similar ha sucedido con la edición del 2010 del concurso La Nariz de Oro (valga, por una vez, el símil futbolístico). En el historial de vencedores suelen aparecer sumilleres de grandes restaurantes, desde David Seijas de El Bulli hasta María José Vázquez, del Guggenheim de Bilbao. Pero en esta ocasión, cuando todos los focos estaban centrados en los integrantes de los locales de prestigio, Andrea Alonso, sumiller del Makro de Alicante, ha demostrado con un examen impecable –según ha remarcado la organización–, que lo que realmente importa es lo que sucede en el terreno de juego. Una victoria que, según la propia sumiller, se sustentó en su capacidad de controlar el enemigo número uno de cualquier aspirante a Nariz de Oro, es decir, los nervios. “En los momentos previos a todos los participantes le entran los temblores, pero debes serenarte y centrarte en lo que tienes que hacer, abstraerte de todo, incluso de las decenas de cámaras que te apuntan”, explica Andrea Alonso. Una vez conseguido parar el primer impacto, llega el momento más difícil de los dos días de concurso, identificar cinco bebidas alcohólicas presentadas en una copa negra, sin información previa ni pauta alguna de por dónde van a ir los tiros. “Es como buscar una aguja en un pajar”, apunta. En el 2010, la organización ha reservado para los finalistas un vino tinto de Nueva Zelanda elaborado con la variedad syrah, un vi-
no de licor tempranillo de Castilla La Mancha, un blanco viognier de la VT Castilla, un vodka de Polonia y un ron blanco de Santa Lucía. “Es muy fácil confundirse”, recalca. Pero ella no lo hizo o, al menos, se equivocó menos que los demás.
SENSIBILIDAD AFINADA La explicación se debe a una mezcla de “conocimiento, estado de ánimo, suerte y habilidades naturales”. En este último caso se trata de una sensibilidad a los aromas por encima de la media y una afinada memoria olfativa. “Tengo la manía de oler detenidamente todo. Luego guardo todos estos registros en mi memoria y los utilizo posteriormente en las catas”, comenta. Es decir, cuando en milésimas de segundo los olores desbordan la copa de vino y cruzan por el cerebro, comienzan a aflorar los recuerdos, que se convierten luego en imágenes: “Asocio los aromas con las vivencias, con determinadas experiencias. Miles de recuerdos se acaban fusionando en una imagen final”. Ahora, con el título de La Nariz de Oro bajo el brazo, se abre una nueva etapa en su carrera como sumiller, aunque ella tiene claro sus orígenes. “Estoy muy a gusto donde trabajo, me siento valorada y soy partícipe del proyecto constante de mejora de las bodegas”, asegura. En este sentido, los centros Makro, un cash & carry orientado al sector de la hostelería, han emprendido en los últimos años un proceso de revalorización de su sección vinícola mediante un equipo de sumilleres propio. “Tenemos incluso más responsabilidad que en cualquier restaurante. Debemos recomendar vinos a un gran número de hosteleros, orientar su compra, renovar su carta… No damos la cara por un único local, sino por muchos a la vez”, concluye, orgullosa, la flamante Nariz de Oro del 2010.
“La clave para ganar fue dominar los nervios, centrarme solo en la cata” Gourmets
Recuerdos olfativos de ambos lados del ‘charco’ Una de las cualidades fundamentales que debe poseer un buen sumiller –y más si se presenta a un concurso como el de La Nariz de Oro– es una agudeza y memoria olfativa a prueba de bombas. Andrea Alonso solo tiene 34 años, pero su sentido del olfato ya ha tenido tiempo de almacenar un buen número de olores a ambos lados del océano Atlántico. Nacida en Uruguay, pero formada en Argentina, comienza a interesarse por el mundo del vino después de acudir a una cata de Sabatino Arias. “Participé en uno de sus encuentros sin saber absolutamente nada de vinos y se me despertó de inmediato la curiosidad”, recuerda. A partir de aquí comienza su proceso de formación, que culmina en la sala del Hotel Sheraton de Buenos Aires, cuando el oficio de sumiller no era algo demasiado habitual. Luego, en el 2005 decide atravesar el charco y se instala en Alicante, donde termina los estudios de sumiller, comienza a trabajar en la bodega del centro Makro y se presenta al concurso La Nariz de Oro. Y lo gana.
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I la técnica I fusión artística I
EXPOSICIÓN
RETRATOS CON LA ESENCIA DEL PRIORAT EL VINO LIGADO AL ARTE, LA CULTURA Y EL TERRITORIO
EXPERIENCIAS DE ENOPINTURA
Nupcias con Baco TEXTO ALBERTO GONZÁLEZ
FOTOGRAFÍA FERNANDO BAGUÉ
“¿LA ÚNICA? Sería pueril afirmar algo así”. El mundo es demasiado grande, demasiado inabarcable como para que uno se crea tan original en una técnica. “Es más, si nos ponemos puntillosos, todos somos únicos, porque nadie pinta como lo hace otro”. No estará sola, pero Nora López Millán es rara es su especie. Esta mendocina afincada en Barcelona desde hace siete años se introdujo en la enopintura por bendita casualidad. “Moví el lienzo por accidente y derramé sobre él una copa de vino. Entonces pensé: ¡qué color! Y en ese momento decidí casarme con Baco para siempre”. Han pasado ya diez años de aquel anecdótico matrimonio, pero Nora sigue enamorada de los marrones, los rosados y los lilas que el vino le regala. Desde su pequeño estudio y sala de exposiciones del distrito barcelonés de Gràcia (Astúries, 78) la argentina se rinde diariamente ante un proceso de investigación basado en el ensayo y el error, que busca “sobre todo la permanencia y la variedad de colores y texturas”. Sobre el lienzo blanco, previamente tratado con barnices ecológicos para mantener estable la obra, vierte un chorro de vino de forma intermitente, dibujando pequeños retazos. La presencia del fotógrafo y el
Gourmets
periodista le han traído suerte: “Me gusta esta mancha”. A partir de ese momento se dedica a alargarla y expandirla, a darle forma y descubrir qué susurra cada pincelada. Durante una década de investigación su técnica ha evolucionado: “Ahora realizo un mayor trabajo previo, de concentración y meditación. Me tranquilizo, huelo el vino y recuerdo. Luego, la realización de la obra es mucho más espontánea. La mancha de vino me va diciendo cuál va a ser el tema”. Utiliza también azucarados posos de barrica, “que se estiran, demoran mucho en secar y, como el óleo, dan unos excelentes marrones”, así como vinagre y carboncillo, “que no deja de ser un producto natural, pues es el sarmiento quemado”.
METÁFORA Nora compara la enopintura con el sexo: “Comienzas y, poco después, te encuentras en un estadio a medio camino entre el lugar del que venías y al que te diriges. Luego puede darse la magia o no”. La artista ha aprendido a no frustrarse si las musas no están de su lado, pero reconoce que en esta profesión hay más dolor que placer: “Te pones muchas metas, cada vez más. Y puedes llegar a sentirte muy torturado”.
Eso sin contar el difícil trance de decidir cuándo se da por acabada una obra. “Eso lo peor”.
NO A LO COMERCIAL Como le ocurría a Picasso, su principal inspirador, Nora escapa de lo comercial, de la corriente mayoritaria. “La pintura costumbrista seduce y vende, pero a mí no me compra. Yo tengo que hacer algo que me emocione. Y lo que me atrae es el desafío de los tonos y semitonos. Es como escuchar la radio. Es sugerente, poético”. Así es como nacen sus motivos, que muchas veces aluden al mundo onírico del vino, con algunas referencias a las personas, a los animales, a las plantas. A veces, cuando el cuadro está acabado, lo enmarca con duelas de barricas. “Así sigue la crianza, pero de forma visual”. Algunas de sus obras han ido a parar a manos de “gente del espectáculo y personas que buscan un regalo muy original para algún amante del vino”. Entre ellos, hay nombres importantes, que prefiere no revelar. “Ojalá vendiera más, para poderle dedicar más tiempo. No puedo parar; necesito pintar”. Y así debe ser: “Que cuando llegue la inspiración, te coja con el pincel en la mano”. Por si acaso, Nora agacha la cabeza y sigue con la faena.
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LOS ACABADOS
AL ENMARCAR LOS CUADROS CON DUELAS DE LAS BARRICAS, CONTINÚA UNA ‘CRIANZA VISUAL’
Sería raro que una tierra de grandes vinos, como es Catalunya, no fuera cuna de iniciativas enopictóricas. Una de ellas tuvo lugar recientemente en el municipio de Falset, donde a comienzos de mayo se organizó una original exposición compuesta por 20 dibujos elaborados por Josep Barjuan con lápiz y vino. Las obras eran “retratos de algunas de las personas del Priorat que han dado su vida por el vino ”, explica el artista. Entre ellos hay payeses de toda la vida –“algunos ya entrados en años, como Dolores o Emilio”–, comerciales, enólogos o bodegueros. Además, participaron también en la muestra diez escritores –mitad de la comarca y mitad de fuera de ella– que aportaron su visión poliédrica del mundo del vino a través de diferentes textos: Pere Audí, Jordi Coca, Fede Cortés, Agustí Masip, MariaAntònia Oliver, Toni Orensanz, Maria Mercè Roca, Màrius Serra, Emili Teixidor y Roser Vernet Anguera. Observando la calidad de los dibujos, lo más sorprendente es que Barjuan no se dedique a esto. De hecho, él es arquitecto y la pintura solo una de sus aficiones. Aún así, esta ha sido una colaboración –“de entrada, deficitaria”– que le ha salido del corazón. “Y cuando las cosas se hacen con ilusión, salen bien”. Diez horas invirtió en cada dibujo, que iluminaba utilizando vinos de las DO Montsant y Priorat, utilizando una técnica similar a la acuarela. “Los vinos más viejos me daban los colores marronosos y los jóvenes, los tonos azules o lilas”, resume.
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I la bodega I análisis I ‘GOURMETS’ SE ALÍA CON EL PRESTIGIOSO GRUPO DE CATADORES LOS IMPITOYABLES Suelen utilizar siempre en sus catas el taster impitoyable, un vaso con dos hendiduras para los dedos, especialmente diseñado para catar; un recipiente considerado “duro”, pues a veces oculta las virtudes de los vinos, pero casi siempre descubre hasta los más pequeños defectos. Haciendo honor a su nombre (pues el término francés impitoyable significa despiadado), Los
Impitoyables son conocidos como una grupo de cata incisivo y minucioso. El prestigio de estos expertos sumilleres se une ahora a Gourmets, estableciendo una colaboración habitual. En esta sesión, el grupo se ha enfrentado, sin información alguna, a siete vinos de la bodega Corona de Aragón, perteneciente a la DO Cariñena.
Buscando sensaciones. Los miembros de Los Impitoyables, durante la cata. Arriba a la derecha, el taster impitoyable. Abajo, Ignasi Torralba, presidente de la agrupación.
LOS SIETE VINOS DE CORONA DE ARAGÓN PRESENTES EN LACATA ROZAN EL NOTABLE ALTO
Descubrimiento a ciegas TEXTO ISABEL ACEVEDO
FOTOGRAFÍA LEO FACCIO
POSIBLEMENTE, para el experto en vinos no hay nada más excitante que enfrentarse a una cata a ciegas. Probablemente, para el enólogo, no hay nada más inquietante que enfrentarse a las opiniones de un ilustre grupo de catadores en una cata a ciegas de sus vinos. Esta es la experiencia que vivió el grupo de cata Los Impitoyables y la Bodega Corona de Aragón, en una sesión celebrada en el restaurante Amaya de Barcelona. Ya lo dijo el presidente y fundador de la agrupación de catadores, Ignasi Torralba: “Quien escucha sus males oye; porque hay pocas cosas más agradables que oír un comentario desinteresado, que le sirva para reflexionar sobre su trabajo y cómo es percibido por los demás”. Desde hace casi dos décadas Los Impitoyables se reúnen todos los lunes para catar y descubrir vinos, siempre a ciegas. En esta ocasión, Gourmets los congregó para enfrentarse a un interesante reto: una cata de siete caldos, un blanco y seis tintos, con la garnacha como protagonista, una de las uvas más de
Gourmets
moda entre los enólogos y consumidores. Como en todas sus catas, cada uno de los miembros del grupo aporta sus sensaciones, sus percepciones, algunas muy coincidentes, otras no tanto. Todo es detalladamente anotado. En esta ocasión, rozaron “el notable alto”, con una media de casi 14 sobre 20 puntos. “Para alcanzar los 18-20 puntos tienes que oír música sin que haya músicos”, convinieron.
UN BLANCO DE AUTOR La cata se inauguró con el Anayón Chardonnay 2009, una añada que en breve saldrá al mercado y que representa el blanco de autor de la bodega, “un vino amarillo dorado con notas limón, límpido y brillante; de entrada cítrico, punzante, potente, con notas de hierba cortada, y con cierta calidez”. Este caldo obtuvo una de las mejores calificaciones por parte del grupo. Continuaron con el Corona de Aragón Tinto Joven Garnacha 2009, un monovarietal que denotó cierta rusticidad, pero que, sin embargo, posee “una nariz seduc-
tora”. De hecho, Los Impitoyables lo valoraron con un precio incluso superior al real, “y eso es una magnífica percepción”, según puntualizó Torralba. El tercer vino de la cata fue un Corona de Aragón Viñas Viejas 2009, también un garnacha con cuatro meses en barrica, elaborado con uvas de viñas de más de 40 años de antigüedad, un caldo “con muy buena estructura en boca”. El siguiente fue el Selección Especial 2008, elaborado con un 85% de garnacha y un 15% de cariñena, un vino que destacó por su “textura agradable” y su “buena acidez”. El punto de inflexión de la sesión la marcó el quinto vino, un Corona de Aragón Crianza 2007. Elaborado con un copaje de tempranillo, cariñena, cabernet sauvignon y garnacha. Este caldo logró la mejor puntuación del grupo, un 14 unánime. Un vino cuyo “paso en boca es untuoso, con fruta madura y taninos frescos, maduro y fundido, con ciertos contrastes”. Un caldo que consigue un carácter fresco gracias a que “cada variedad ha sido vinificada
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individualmente”. Finalmente, se cataron dos tintos de autor: el Anayón Garnacha Selección 2008, un vino “serio, con nariz seductora y buena intensidad”, con una entrada en boca “golosa” y “cierta complejidad”; y el Anayón Barrica 2006, un copaje de tres uvas, tempranillo, cabernet sauvignon y syrah, y de tres maderas distintas, ya que cada variedad ha sido ensamblada tras su crianza en barricas de roble navarro, francés y americano. Solo al acabar la cata y tras resumir Los Impitoyables sus percepciones, se desvelaron los nombres de los caldos que la Bodega Corona de Aragón había seleccionado para este interesante reto. Fue entonces cuando Marcelo Morales, director técnico y enólogo de la casa, pudo explicar algunos datos relevantes de esta firma de vinos, que está experimentando una interesante entrada en el mercado catalán. No en vano, la bodega, fundada en 1997 en Cariñena, está consiguiendo una modernización de sus caldos, algo que cada vez gusta a más a los consumidores.
LA VARIEDAD
LA GARNACHA SE CONVIRTIÓ EN LA PROTAGONISTA DEL ENCUENTRO
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somos lo que comemos
TEXTO EDUARD PALOMARES
FOTO ANNA ALEJO
Tribia: cocina de autor vinculada a la tierra La esencia del Tribia, el restaurante de cocina de autor del Can Bonastre Wine Resort, se debe buscar en la tierra que lo acoge, que tiene su reflejo en cada uno de los platos que nacen de la cocina del chef Víctor Gómez. Primero de todo, por la innegable vinculación que se establece entre el restaurante y la bodega. “Estamos rodeados de viñedos, y esto influye mucho. En el 80% de las recetas aplicamos un elemento, una observación o un concepto vinícola”, explica. El eje de Can Bonastre es el vino que se elabora en la finca, y esto se remarca en su gastronomía, orientada a lograr que el comensal se sienta más involucrado en todo este mundo. Pero al mismo tiempo, los campos que rodean el complejo otorgan al restaurante una “enorme capacidad de improvisación” a partir de los productos disponibles en cada momento, en cada temporada y a su debido tiempo. Y esta es una de las claves de su coci-
na de autor, que fusiona la tradición gastronómica catalana, el firme respeto por la materia prima y la voluntad moderna e innovadora. “Para nosotros es una cosa normal salir al campo y ver qué tenemos a nuestro alcance. Ya sean setas, hortalizas, frutas o hierbas aromáticas. No es algo que hemos construido artificialmente”, apunta Víctor Gómez. De esta forma, si ahora es tiempo de cerezas o albaricoques, es muy posible que los platos incorporen una pequeña referencia a ellos. Pero solo mientras dure su temporada, sin artificios, según marca el territorio. Es así como se construye una cocina asentada sobre “la tradición y el producto, redondeada a nivel conceptual y tecnológico”. Para ello, el chef considera básico conocer “el producto, su temporalidad y cómo sacarle el máximo provecho mediante la técnica”. Es decir, primero la materia prima; luego la reinterpretación.
TAPAS DE GEOMETRÍA ELEMENTAL
Ensalada de gallo del Penedès con cerezas y Emmentaler AOC
‘Foie’ ligeramente escabechado con frutos secos y Emmentaler AOC
Emmentaler AOC marinado con vino tibio, guisantes y múrgulas
La primera propuesta en forma de tapa de Víctor Gómez busca el contraste entre untuosidad y frescura. La primera sensación la ofrecen el queso suizo Emmentaler AOC y el gallo del Penedès. Para conseguir la segunda, opta por productos muy de temporada, en especial las cerezas, a las que se unen las aportaciones de productos de su huerta. Así, consigue resaltar en gran medida el sabor del queso que, bocado tras bocado, interactúa con un contraste diferente, logrando cada vez un efecto diferente. Como maridaje, el sumiller Pablo Vilches elige el Can Bonastre Rosat 2008, un vino que, gracias a su buena estructura, acompaña bien al gallo y que, por su frescor, conecta con la cereza.
El segundo plato no busca el contraste, sino una regularidad en la sensación de untuosidad. Por eso, recurre a un foie ligeramente escabechado y muy suave para acompañar al Emmentaler AOC, y disfrutar de todos sus matices en estado puro, sin ningún ejercicio de extremos. Recurre además, a tres elementos que interactúan muy bien con el queso, es decir, el pan, el vino y los frutos secos. Aprovecha el primero, además, para establecer un juego visual, que el chef define como de geometría elemental. En cuanto al segundo, aconseja un Erumir Blanco 2009, un vino con un copaje multivarietal, joven, fresco y ácido, que limpia la boca y la prepara para la siguiente degustación.
En la última tapa, Víctor Gómez buscaba observar la respuesta del Emmentaler AOC cuando se le aplicaba un poco de temperatura. Y el queso salió bien parado de la prueba. El chef recurrió a una receta clásica catalana, como es la marinada, utilizando vino tibio. Como resultado, el Emmentaler AOC gana en pigmentación, pero conserva bien todo su sabor, adquiriendo nuevos aromas. Para aumentar la consistencia, añade guisantes al natural, múrgolas y un punto de regaliz, que se ensambla de forma sorprendente con el queso. El sumiller se decanta por un maridaje con el mismo vino utilizado para la marinada, un Can Bonastre Pinot Noir, que mantiene la estructura y potencia el sabor.
Gourmets
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I viticultura I Anna de Codorníu I PRIMER ESPUMOSO CON CHARDONNAY Uva de reconocida calidad y prestigio, la chardonnay aporta un aroma y buquet intenso. Su uso para el cava se autorizó en 1975 y Anna de Codorníu se lanzó en 1984. La elección de este nombre para el primer espumoso de la marca realizado con chardonnay es un homenaje no solo a la pubilla Anna, sino también al papel vital de las mujeres en la historia del grupo, entre ellas Montserrat Fatjó, primera presidenta, y María del Mar Raventós, que actual-
mente desempeña ese mismo cargo. El cava Anna de Codorníu, cuidado y mimado como un tesoro, ha conseguido posicionarse en la actualidad como el espumoso más vendido en el mercado español y alcanzar asimismo una presencia relevante en el internacional. Por su historia, su copaje y sus enormes posibilidades de maridaje se ha convertido en el producto más emblemático de la firma.
LA VERSATILIDAD DEL CAVA LO HACE IDÓNEO PARA DISFRUTARLO EN TODO MOMENTO
Burbujas para el verano TEXTO MARÍA TORRES FOTO FERNANDO BAGUÉ
ELABORAR cava no es fácil. Exige un dominio de la técnica que arranca con la selección de la tierra para las vides y finaliza con el cuidado delicado en la bodega. Saborearlo es más sencillo, sobre todo, si uno se deja llevar por las nuevas propuestas –un claro quiebro a la tradición– de los expertos. Codorníu apuesta y aconseja disfrutar de este producto de calidad en cualquier momento de año: bajo el sol, en los espacios abiertos de las terrazas y rindiéndonos a su tentadora frescura. El cava es un vino exquisito, fruto de más de siglo y medio de investigación y mimo, idóneo para el verano y excelente para acompañar multitud de platos, especialmente aperitivos. Es al lado de este tipo de alimentos cuando el placer se hace más intenso, ya que el paladar está limpio de sensaciones y se potencian al máximo los sabores. Para los irrenunciables aperitivos son recomendables los brut nature (sin azúcar añadido), el extra brut (hasta 6 gramos de azúcar por litro) y brut (hasta 15 gramos), ya que son muy refrescantes. Y, por supuesto, el rosé, ejemplo de la creatividad de las bodegas y apuesta singular por la renovación de estos espumosos.
MAR DE SABORES La variedad rosé, tanto por su frescura como por su exuberancia, resulta perfecto para consumir en verano. La marca Codorníu propone Anna Brut Rosé por su elegancia y sutileza, que viene dada, en buena parte, por la utilización de un 70% de la variedad más prestigiosa para la elaboración de los rosados: la pinot noir. Con tonos de cereza y fresa, de burbuja fina y persistente, nos hallamos ante un cava aromático, ligero y apetecible, con un color que trae agradables recuerdos de frutas rojas a nuestro paladar. En boca es fino y ligero con un buen equilibrio entre acidez y azúcares, lo que le proporciona un final muy refrescante, apreciado en épocas de calor. Las uvas pinot noir y chardonnay, utilizadas en la elaboración de este cava, proceden de los viñedos propios de la marca situados en Lleida. “Allí se consigue una acidez fantástica y única, que mantiene la vitalidad del cava”, explica Bruno Co-
Gourmets
Al fresco. Dos mujeres toman una copa de Anna de Codorníu en la terraza del Hotel W de Barcelona.
lomer, enólogo del grupo. Es pues una elección ideal para aperitivos y como copa entre horas.
TRADICIÓN Anna debe su nombre a la primogénita de la familia y heredera de la masía Can Codorníu, que se casó con el viticultor Miquel Raventós en 1659. Desde entonces, la familia ha sido la propietaria de Codorníu y ha mantenido el nombre de Anna como denominación para una marca de prestigio reconocida en todo el mundo. Por su historia, su copaje y su versatilidad, Anna se ha convertido en el cava más emblemático de la firma. En la actualidad todos los cavas Codorníu despliegan una gran riqueza de aromas, ya sean blancos o rosados (primarios, frescos y afrutados; secundarios, intensos y florales; terciarios, complejos y especiados), lo que permite que siempre exista uno ideal para casi cualquier plato y para celebrar los momentos más especiales. El brut Anna de Codorníu ha sido recientemente galardonado con la medalla de oro en el Concurso Mundial de Bruselas 2010. Fue el primer cava en introducir la variedad chardonnay en su copaje, cuyo porcentaje es hoy de un 70%, lo que le confiere unos aromas delicados, frescor inconfundible y una personalidad única que deja huella. Incluye también las variedades xarel·lo, macabeo y parellada que proceden de viñedos seleccionados por sus equipos de viticultura y enología en la zona del Penedès, donde estas variedades muestran todo su carácter: un adecuado nivel de acidez, frescura y aromas cítricos y florales. De color amarillo pajizo pálido, es un cava de burbuja fina y con rosario continuo y corona persistente. En nariz destacan sus aromas delicados entre los que predomina la fruta tropical como la piña y los cítricos, pomelo y lima. En boca es suave, equilibrado y refrescante. Su delicadeza y frescor lo convierten en ideal como aperitivo y también para acompañar platos de marisco o pescados, así como elaboraciones en base a carne blanca. Resulta excelente al saborearlo con el sushi y los sashimis o con carpachos poco condimentados.
EVOLUCIÓN
NUEVA IMAGEN Para la nueva temporada, Anna se presenta con una estética más estilizada y elegante, con un collarín en forma de pico y una cápsula gofrada blanca. En el centro, un medallón que informa de las variedades utilizadas en su copaje, y en la etiqueta el tradicional busto y unos pocos elementos básicos para conseguir una presencia más nítida. Además de la botella estándar de 0,75 litros, Anna ofrece una versión mini de 0,20 litros, la botella de 0,375 litros, así como la mágnum de 1,5 litros, además de la variedad rosé. Todos presentan la nueva imagen, más sofisticada, diseñada para potenciar su estilo y personalidad.
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va de vinos
TEXTO ALFREDO PERIS
FOTOGRAFÍA ANNA ALEJO
La parte más subjetiva de la degustación suele ser la que hace referencia al olfato, ya que es a través de este sentido que se despiertan las emociones más personales. Aromas conocidos e interiorizados que, muchas veces, aparecen en forma de sutiles perfumes florales, tanto en blancos como en tintos
VINOS QUE REMITEN AL AROMA DE LAS FLORES
El placer del olfato LOS MEJORES vinos son aquellos que ofrecen aromas limpios, nobles, intensos, nítidos y naturales; que nos hablan sin gritos, sin invadir el espacio, sin pesadez. Por eso, los mejores vinos se caracterizan por su complejidad e intensidad aromática, es decir, por cuantos aromas ofrece, de distintas familias, con intensidad precisa y claridad nítida, apareciendo y superponiéndose, y, al mismo tiempo, evolucionando en la copa hacia multitud de matices. El olfato es un sentido ligado a las emociones y a la experiencia sensorial de cada persona, por lo que identificar aromas se sitúa en la parte más subjetiva de la degustación. En las cualidades aromáticas de un vino tienen gran influencia las levaduras empleadas en la fermentación del mosto y el método de elaboración, pero sobre todo la variedad de uva y su estado de maduración en el momento de la vendimia. Hay ciertas variedades de uvas blancas y tintas que tienden a ofrecer aromas peculiares, y entre ellos los más sutiles perfumes florales. Dentro de la familia de las flores blancas se encuentran los aromas de azucena, jazmín, jacinto, flor de azahar, lirio, espino blanco o clavel blanco, mientras que en
la selección
la familia de las flores amarillas –que se encuentran preferentemente en los vinos blancos dulces naturales o muy maduros– resaltan los aromas de madreselva, retama, mimosa, tilo, rosa blanca, alhelí, cardillo o hoja de geranio. Por su parte, las flores rojas o violáceas evocan los aromas de la lila, violeta, verbena, rosa roja, clavel de poeta… y son más propios de los vinos tintos. Estos aromas florales se pueden detectar con mayor o menor precisión e intensidad en los vinos, pero nunca se encuentran solos, ya que se entremezclan con los otros aromas propios del vino, sobre todo frutales y vegetales.
A CADA UVA, SU FLOR Una de las uvas blancas que propone vinos más florales es la variedad alsaciana gewürztraminer, implantada muy bien en el Penedès y el Somontano. Su aroma floral recuerda a la rosa y, a veces, a la hoja del geranio, aunque su riqueza va más allá, con notas de frutas exóticas, especias, minerales e incluso hidrocarburos cuando evoluciona algunos años en la botella. Otra familia aromática por excelencia es la del moscatel, sobre todo la variedad muscat de Frontignac o moscatel de grano menu-
do. Sus vinos proponen un aroma que recuerda a la flor del saúco y también al geranio, mientras que los de zonas más cálidas huelen a flor de viña y los dulces a rosa blanca y flor de espino, también asociados a la vainilla y la miel. Las variedades riesling, chenin blanc o sauvignon blanc, presentan el fino perfume de la flor de acacia, y los chenin blanc maduros y concentrados remiten a la flor del tilo. Generalmente, este aroma de flor de acacia se mezcla con el del pomelo en los vinos blancos muy jóvenes y se funde en olores de dulce de membrillo y de cera de abeja en los vinos de larga crianza. También ciertos tintos ofrecen los perfumes inesperados de flores blancas, como la tila blanca y el jacinto en el cabernet franc, mientras que en otros vinos tintos de crianza aparecen las embriagadoras exhalaciones del jazmín y el narciso. Además, variedades nacionales como la mencía del Bierzo y la tempranillo de Rioja Alavesa evocan la violeta y las lilas en sus tintos jóvenes, preferentemente los elaborados bajo la maceración carbónica. Las internacionales syrah y pinot noir proponen aromas de violeta, incluso esta última remite muchas veces al geranio.
EVOCACIÓN FLORAL VIOLETA: TILENUS Bodegas Estefanía. Tinto joven. Variedad de uva : mencía. Denominación de Origen Bierzo. PVP: 6,80 euros.
ROSA: ENATE Viñedos y Crianzas Alto Aragón. Blanco joven seco. Tipo de uva: gewürztraminer. DO Somontano. PVP: 9,75 euros.
LILA: MILFLORES Bodegas Palacio. Tinto joven. Variedad: tempranillo. DO calificada Rioja PVP: 5,90 euros.
JAZMÍN: GESSAMÍ Cavas Gramona. Blanco joven. Tipo: sauvignon blanc, muscat de Frontignan, muscat de Alejandría y gewürztraminer. DO Penedès. 7,50 €.
ACACIA: WALTRAUD Bodegas Miquel Torres. Blanco joven. Variedad: riesling. DO Penedès. PVP: 14,25 euros.
Gourmets
El olor a violeta en los vinos no solamente recuerda al de la flor, sino también al de las hojas, con notas más verdes y ácidas que a veces evocan el aroma de las hojas de tabaco.
Está muy próximo al olor de la frambuesa, que puede considerarse una mezcla de violeta y casís, y en muchas ocasiones se detecta la violeta en forma de caramelo ácido y dulce.
El perfume de la rosa describe un arco iris olfativo, que va desde el aroma de la rosa de la mañana o de la del atardecer, a la rosa que acaba de abrirse o de la flor marchita. Estos aromas aparecen en es-
pecial en vinos blancos jóvenes de gewürztraminer y algunos moscateles maduros, así como en algunos tintos de gran calidad envejecidos correctamente en botella.
La lila más generalizada y conocida es a menudo de color malva. La nota aromática de la lila malva se encuentra frecuentemente en el fondo de la copa unos minutos después de haberse producido la
degustación del vino, sobre todo en algunos vinos tintos jóvenes de tempranillo, y suele recordar a una mezcla de pan de especias con perfume de violeta.
Todas las uvas que intervienen en este vino son altamente perfumadas y florales. Su aroma recuerda a un ramillete de flores blancas, donde destaca el jazmín junto a la rosa blanca y el azahar.
El aroma de jazmín se define generalmente como muy floral, ligeramente cálido, algo especiado, incluso licorado, y es la flor blanca más utilizada en el sector de la perfumería.
Bodegas Torres fue pionera en el cultivo de la variedad alsaciana riesling en nuestro país, concretamente en la comarca del Penedès, y en comercializar su vino monovarietal. La flor de acacia posee
un aroma delicado, casi dulce, muy femenino, y a veces se encuentra también en los grandes vinos blancos dulces, mezclada con miel, tilo o bien naranja confitada.
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CON LA COLABORACIÓN DE LA FEDERACIÓ DE COOPERATIVES AGRÀRIES DE CATALUNYA (FCAC)
WEB www.fcac.coop
TEXTO TONI MONNÉ
NUEVOS ESPACIOS MULTIFUNCIONALES Son auténticos templos del vino, vestigios arquitectónicos de un modernismo tardío. Fueron diseñados incorporando todos los avances técnicos y con un criterio estético que aunaba el funcionalismo con la belleza. Además del interés que ofrecen para el
aficionado, los edificios de las cooperativas modernistas constituyen un patrimonio cultural que bien merece una visita. Gracias a la reciente aprobación de una importante ayuda pública, algunos de estos edificios, considerados de interés ar-
tístico y cultural, se reconvertirán próximamente incorporando espacios multifuncionales, en los que se integrarán museos dedicados al vino, aulas para talleres y catas e incluso salas en las que puedan celebrarse conferencias y conciertos.
EL MODERNISMO EN LAS COOPERATIVAS VITIVINÍCOLAS CATALANAS
‘Catedrales’ del culto al vino DURANTE EL primer tercio del siglo XX, superada definitivamente la crisis de la filoxera que arrasó las vides catalanas, las cooperativas agrícolas dieron un gran impulso a la producción de vinos y cavas, un sector considerado tradicionalmente como uno de los principales recursos agrícolas del país. La importancia de las cooperativas, cuyo desarrollo promovió la Mancomunitat de Catalunya, se vio dinamizada por el avance de los conocimientos técnicos aplicados al mundo del vino y por la creación de unos impresionantes edificios agrícolas. Estas maravillosas edificaciones modernistas, que alojan aún hoy día a numerosas bodegas, se conocen como las catedrales del vino. Una denominación que se refiere a las cooperativas de Gandesa y el Pinell de Brai (Terra Alta), L’Espluga de Francolí, Pira y Montblanc (Conca de Barberà), Vila-rodona i Nulles (Alt Camp) y Falset (Priorat), entre otras.
UN ARQUITECTO SINGULAR Entre estos templos del vino destacan la cooperativa de L’Espluga de Francolí, obra de Pere Domènech i Roure, hijo de Domènech i Montaner, y sobre todo, los numerosos edificios que proyectó César Martinell i Brunet. Este arquitecto, nacido en Valls en 1888, se especializó en construcciones agrícolas y fue un apasionado seguidor y amigo personal de Gaudí. Por este motivo, las construcciones que llevan su firma se encuentran a caballo entre un gusto estético muy gaudiniano, un modernismo tardío y una concepción arquitectónica muy avanzada y que
Gourmets
prácticamente se podría definir como novecentista. Martinell trabajó mano a mano con el ingeniero Isidre Camplloch para estudiar y aplicar soluciones arquitectónicas técnicas a las necesidades del mundo rural. Así, encontramos que estas catedrales del vino son básicamente naves de gran volumen y muy bien aireadas, con depósitos de vino en los que se introdujeron cámaras de aireación para evitar la transmisión del calor y aberturas para asegurar la evacuación de los gases de la fermentación.
ENOTURISMO
UNA OFERTA ATRACTIVA El enoturismo está de moda. Las cooperativas vitivinícolas lo saben y aúnan sus esfuerzos para mejorar día a día y ofrecer una oferta más atractiva. Aunque no pertenezcan al grupo de bodegas modernistas, las cooperativas de Empordàlia (Pau), Celler Masroig (El Masroig) y Celler Capçanes (Capçanes) proponen visitas a sus instalaciones y a los viñedos, además de catas guiadas. A su vez, ofrecen un surtido de productos selectos en agrotiendas ubicadas en las propias instalaciones. Las reservas para visitas se hacen a través de las oficinas de turismo. En algunos casos, proponen paquetes turísticos con visitas guiadas a museos, así como a otros lugares de interés. Para obtener más información, se puede consultar sus páginas web: www.empordalia.com, www.cellermasroig.com y www.cellercapcanes.com.
PRIVILEGIO DIARIO Joan Maria Riera, gerente del Celler Cooperatiu de Gandesa se siente orgulloso de trabajar en una de estas catedrales: “Me siento un privilegiado al venir cada día a un edificio así. Es un patrimonio tan grande y valioso que debe ser tratado con orgullo y satisfacción por todo el pueblo, la comarca y el país”. Junto a esta vertiente arquitectónica y cultural, la importancia de las cooperativas como productoras y elaboradoras de vino continua muy vigente. Como recalca Josep Pere Colat, presidente de la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya: “Las cooperativas constituimos una proyección de futuro y representamos un sector moderno y dinámico, interesado al mismo tiempo en la conservación de un patrimonio arquitectónico y vitivinícola que forma parte de nuestra cultura. Además, múltiples galardones –nacionales e internacionales– reconocen las calidad de los vinos y cavas cooperativos”.
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la justa medida
TEXTOS JORDI CATALÀ
FOTOS FERNANDO BAGUÉ
LAS PROPUESTAS
MOSCOW MULE
Matrimonio de interés
Versatilidad. Joaquín Ayoro, barman, aunque también confesor, asesor espiritual y psicólogo.
El MM nacido en los años 40 popularizó el vodka en EEUU. Se ideó en el restaurante Mule de Hollywood, aunque también se dice que lo creó en 1947 Jack Morgan del Cock’n’Bull, elaborador de ginger beer, cuando conoció a John Martin y a su recién adquirida marca Smirnoff. Se prepara directamente en una copa de vodka, el zumo de media lima o limón y hielo. Se llena el vaso con Ginger Beer y se decora con piel de limón.
COMBINADO MUSICAL EL HARRY’S BAR de Barcelona se encuentra en el epicentro del cocktails town, en el 143 de la calle de Aribau. Es un centro de peregrinación cuyos mojitos –para algunos, los mejores de la ciudad– solo se rinden ante el rey de la noche: el gintónic, que se puede elaborar en este local a partir de 25 ginebras premium diferentes. Este templo del combinado se envuelve en una decoración coctelera clásica estilo Manhattan a base de maderas nobles y cromatismo relajante que obliga, más que sugiere, a un clima de relax edulcorado con suaves notas del piano, joya de la corona, a las que se van añadiendo paulatinamente instrumentos de viento, guitarra, bajo y lo que haga falta, que, de miércoles a sábado, obsequian in crescendo con inolvidables jam sessions mientras se saborean los clásicos de la coctelería. Al frente de la nave Joaquim Ayoro, figura señera de la casa, uno de los barman más legendarios de la ciudad, de los que más secretos conocen y de los que disponen de más registros en el arte de la mezcla. “Mi gran escuela fue Boadas, don-
PREMIUM GINGER BEER (FEVER-TREE)
Un lujo de ‘mixer’ Jengibres puros que subliman las cualidades de los destilados de alto nivel
Gourmets
de aprendí el 90% de lo que sé, en una época en la que solo había cuatro o cinco coctelerías importantes. Allí crecí durante 13 años, de los 14 a los 27’’. Joaquim acabó de madurar en otros locales de referencia como el Ideal o el Tandem, hasta recalar en su mejor creación, el Harry’s. De su verbo se extrae una respetuosa admiración hacia el mundo del cóctel: los grandes locales no son sus competidores sino compañeros de oficio. Solo habla con indiferencia de aquellos bares –hoy son muchos– que no trabajan con códigos de calidad. “Desde los años 70 este mundo empezó a crecer y hoy puede considerarse que Barcelona es una de las capitales de la coctelería’’.
MOMENTO DE AUGE Joaquim se expresa con sobrado optimismo. ‘’El cóctel está en su punto más alto, goza de muy buena salud’’. La clientela del Harry’s va desde los incondicionales de mediana edad –que a partir de las 13.00 horas acuden al local y practican unos hábitos ya clásicos, casi rituales– a los pro-
fesionales que cierran un negocio saboreando un trago largo, pasando por el grueso de los consumidores, los nocturnos que, después de cenar, ávidos de disfrutar, de aprender, de dejarse asesorar, saborean uno de los centenares de cócteles con los que Joaquim sorprende. ‘’De jueves a domingo acude mucha gente joven, con mucho interés, muy respetuosa, clientes que han entendido que es mejor beber poco pero bueno, por unos pocos euros que ya les cobran en cualquier lugar’’. La tendencia actual para el propietario del Harry’s está en el trago largo, con mixer, con poco alcohol, que se pueda saborear durante algo de tiempo. ‘’El cliente que viene aquí casi siempre sabe donde va y lo que quiere’’. Este inventor de sabores se despide confesando la guinda de un buen profesional, ese obligado triple cometido en la barra una vez servida su creación: “Un barman ha de ser a la vez, un asesor espiritual, un confesor y un psicólogo. Y todo ello mezclado con una gran cantidad de discreción’’.
La marca Fever Tree (que significa árbol de la fiebre) nació con el siglo XXI, y se propuso redefinir la esencia del mixer, desterrando los conservantes, los aromas artificiales y los edulcorantes presentes en esas bebidas, para ofrecer productos naturales frescos, limpios y puros. Actualmente, seis de los mejores restaurantes, entre ellos El Bulli y Fat Duck, han apostado por esa marca, presente ya en 20 países. El Ginger Beer surgió en el siglo XVIII, en el Reino Unido, como un refresco popular y medicinal. Se popularizó en norteamérica y tuvo su mayor auge
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DESERT HAZE
Calidez envuelta en frescor La neblina, también bruma, del desierto combina dos medidas de ginebra, una de brandi de cerezas y otra de zumo de naranja. Una vez agitadala esta mezcla, se añade hielo y Ginger Beer. Se decora con una rodaja de naranja. Este cóctel presenta una intrigante amalgama de sabores: desde el más seco (gracias a la ginebra), el botánico-afrutado (del brandi), el amargo (la naranja) y el picante (el Ginger Beer).
con la ley seca. En Estados Unidos se le conoce como la nueva menta, ya que le da ese rasgo a combinados como el Moscow Mule o el Dark & Stormy’s. El Ginger Beer se elabora con agua mineral, azúcar de caña y tres tipos de jengibre: el nigeriano (riqueza y aroma terroso), el de Cochin (aroma semejante a la soja) y el de Costa de Marfil (toque de limones frescos). El jengibre, visible en la botella, respeta, aunque potencia, las características de los destilados premium a los que dirige hacia una eclosión final de los sentidos.
NOTA DE CATA Color: Turbio, con poso de jengibre natural Aroma: Explosión de frescura y suma de jengibres Sabor: Fresco y limpio a jengibre natural y azúcar natural de caña Retrogusto: Llena totalmente la boca, dejando en la parte posterior del paladar un punto picante
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BG
Bazar
MAETIERRA LANZA SU SPANISH WHITE GUERRILLA
Los vinos blancos revolucionan las tierras riojanas
Gastronómico
LA RIOJA VIVE días de agitación. En una tierra dominada por los vinos tintos, se ha hecho fuerte un grupo que incita a la revolución. Se trata de la Spanish White Guerrilla, una agrupación de ocho vinos monovarietales elaborados con las variedades blancas de mayor prestigio (albariño, gewürztraminer, riesling, sauvingnon blanc, verdejo, chardonnay y viognier), impulsada por la bodega Castillo de Maetierra (www.castillodemaetierra.com) y amparada por la IGP Valles de Sadacia.
EL RESTAURANTE
EL RON
Renovación arquitectónica y culinaria DOS TORRES DIRECCIÓN
Via Augusta, 300 Barcelona. TELÉFONO
93.206.64.80 WEB
www.restaurantedostorres.com HORARIO
De 13.00 a 16.00 horas y de 20.30 a 23.30 horas. CIERRE
Domingo noche y lunes COCINA
Creativa y mediterránea
Después de cinco años de gestación, el restaurante Dos Torres ha presentado su nueva propuesta, que se sustenta en un trabajo de renovación de sus dos puntos clave: la arquitectura y la gastronomía. En el primer caso, la restauración ha logrado configurar un espacio que respira modernismo y luz, gracias al diseño global del interiorista Fernado Salas. En el segundo, el chef Carles Cases ha apostado por una cocina basada en el equilibrio entre aromas, sabores, texturas y productos de la tierra. El Dos Torres ofrece diferentes posibilidades. Desde tomar un buen desayuno hasta paladear una copa de noche. Y, entremedio, picar algo en la terraza-jardín, como unas croquetas de jamón de bellota y ceps o unas patatas bravas de la casa. O, por supuesto, comer o cenar en base a una carta en la que sobresale el arroz caldoso de rape y cigalas al azafrán, la tagliatta de ternera al whisky Islay o el tartar de atún macerado con soja, aceite de sésamo y mantequilla de anchoa.
LA EXPEDICIÓN
EL CONCURSO
El cava seduce a Japón
Maestro tirador
Matusalem envejece para EL LIBRO mostrar toda Efectos del vino su solera
En tiempos de crisis, toca redoblar esfuerzos para buscar nuevos mercados. Por eso, la Confraria del Cava organizó el pasado mayo una expedición a Kioto y a Tokio para presentar ante unos 450 profesionales los dos principales argumentos que refuerzan las buenas perspectivas del cava en tierras japonesas: la buena relación calidad-precio y su versatilidad para maridar con la gastronomía nipona. De hecho, según anunció el presidente de la cofradía, Pere Bonet, el consumo de cava en Japón podría aumentar
Una buena cerveza se aprecia mejor si está bien servida. Por eso, la compañía checa Pilsner Urquell ha convocado un concurso para encontrar al mejor tirador de España, que llega el 22 de junio en Madrid a su gran final. El vencedor obtendrá un pase a la fase internacional de Plzen y Praga, para intentar convertirse en el mejor tirador de cerveza del mundo. El representante catalán será Eduardo Cros, de la Cervecería Cros, que ganó la semifinal celebrada en Barcelona el pasado 1 de junio.
Edmundo de Amicis detalla en este libro publicado por Ediciones Trea (www.trea.es) las múltiples y contradictorias repercusiones que el vino produce en la mente. Desde la euforia compartida hasta el sentimiento de plenitud, pasando por el triunfo de la inspiración y, para finalizar, el exceso.
un 50% en los próximos cinco años. En el 2009, gracias a la exportación, se vendieron casi cinco millones de botellas.
LA BODEGA MAR DE FRADES Bodega: Mar de Frades DO: Rías Baixas Uva: Albariño
Añada: 2009 Maceración: Entre 42 y 50 horas en frío
MANZANILLA MACARENA Bodega: Emilio Lustau Uva: palomino fino DO: Jerez- Manzanilla de Crianza: Solera Sanlúcar de Barrameda Alcohol: 15% vol.
NORA DA NEVE 2006 Bodega: Viña Nora DO: Rías Baixas Variedad: Albariño
Tipo: blanco fermentado en barrica Crianza: 7 meses
VINTAGE RESERVA MASET DEL LLEÓ Bodega: Maset del Lleó DO: Cava Añada: 2005
Uva: macabeo, parellada, xarel.lo Crianza: 36 meses
RESERVA FAMILIAR JOSEP COCA Bodega: Castellroig DO: Cava Añada: 2004
Gourmets
Uvas: xarel·lo Tipo: Gran Reserva Formato: mágnum
Un vino que ofrece toda la expresividad de la uva albariño, con toques frutales y recuerdos marinos. Aromas primarios muy frescos, con notas de frutas maduras y flores blancas. Tiene una buena acidez que le aporta una fina frescura. 13 euros.
Grupo Caballero estrena una manzanilla completamente seca, ligera, fresca, joven y limpia en el paladar. Delicada y con una acidez refrescante, refleja en su aroma la brisa marina. Se debe servir fría y es ideal para el aperitivo. 5 euros.
El vino mantiene todos los matices clásicos de su expresión varietal y, además, gana en complejidad aromática. Fino, elegante y franco, con presencia nítida de la fruta. Muy fresco, rico en matices y con longitud de sabores en boca. 21 euros.
Un cava fino, aromático y seco, que tanto por su equilibrio como por su estructura ha sido alabado por la crítica especializada. En nariz es aromático, profundo y complejo. En boca es seco, sabroso, fresco y con un buquet personal. 11,70 euros.
El crítico Robert Parker otorgó el pasado abril 93 puntos al Reserva Familiar Josep Coca-Magnum, situándolo en primera posición en el ránking de espumosos catados para la ocasión y en el segundo más alto en la historia para un cava. 32 euros.
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Ser más viejo que Matusalem no es nada malo, al contrario, sobre todo si se está hablando de un ron. La última novedad de la compañía nacida en Santiago de Cuba en 1872 mira al pasado para ofrecer un ron ultra premium elaborado según la esencia y la tradición cubana para convertirse en un codiciado objeto de deseo y seducir a los paladares más inconformistas. El Ron Matusalem Solera 23 es fruto del exclusivo método artesanal de mezcla y envejecimiento conocido como solera, inicialmente desarrollado para la producción de vinos de jerez y brandi. El sistema emplea una combinación única de distintas variedades de rones añejos, cuyo promedio de edad se refleja en el número indicado de solera y que hace posible reunir las mejores características de cada uno de sus componentes. Una combinación que permite que el destilado adquiera la singularidad y la complejidad que le aporta la barrica. Con una graduación de 40 grados y un precio de 49 euros, saltan a la vista sus profundos e intensos tonos dorados. En nariz, se aprecia la determinante presencia de la madera, mientras que en boca resulta suave, a la vez que vibrante. Sus múltiples matices hacen que su final sea largo y gratificante, de suave e intensa textura. Y todo él remite a la antigua Cuba, bendecida por el sol, el clima y la calidad de la caña de azúcar que crece en sus campos, que se combina con los altos niveles de exigencia que caracterizan a la casa Matusalem (www.matusalem.com).
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