ÁLVARO POMBO y los recuerdos de LA DEHESILLA (Ampudia)



PORTADA:RetratodeÁlvaroPombo–EduardoPascualSanz (óleosobrelienzo).

PORTADA:RetratodeÁlvaroPombo–EduardoPascualSanz (óleosobrelienzo).
ÁlvaroPomboGarcíadelosRíosnacióenSantanderel23dejuniode 1939,hijodeCayoPomboCalleryPilarGarcíadelosRíos,quienesalgo después,hacia1942,setrasladaronaAmpudiaparatransformarunerialque habíanheredadoenelpáramodelosMontesdeTorozosenunafincade regadíoyunaexplotaciónagropecuariaejemplar,LADEHESILLA.
Durantelosañosdesuinfanciayprimerajuventud,yhastalamuerte desupadreel30dediciembrede1964,ÁlvaroPombopasóbuenapartede susvacacionesestivalesenesafincafamiliarylosRECUERDOSdeesas estanciasestánpresentesenmuchosdesuspoemas,novelasyrelatosporlos quehasidogalardonadoconelPREMIOCERVANTES2024.
Identificarcuálessonalgunosdeesosrecuerdosenlaspáginasde“Un GranMundo”y“LosEnunciadosProtocolarios”,prosayversodeÁlvaro Pombo,paraofrecérselosallector,eselobjetivomarcadoparaestetrabajo.
Añadimosaellolamemoriadeotrostrespersonajesilustresdellinaje delosPomboque,porunauotrarazón,handejadoigualmentesuspropios “recuerdos”enlaVilladeAmpudia,asaber,JuanPomboConejo,Anade PomboyCayoPomboCaller.
EpifanioRomoVelasco
ÁlvaroPomboalos17años,cuandopasabalargastemporadasde descansoconsuspadresenLaDehesilladeAmpudia.
LADEHESILLA(AMPUDIA):“Lacasablancadelcaseríoblanco”., residenciahabitualdelafamiliaPombo.
- Álvaro, el recuerdo que tienes de tu madre, ¿Cómo es?
- Oh, es un recuerdo bonito y fuerte. Es un recuerdo muy bueno. Era una mujer espléndida. Era algo que tenía ella y eran muy divertidas mis tías, las cuatro hermanas. Mi madre erauna mujer muy adelantada a su época, muy trabajadora.
Mi padre había heredado del abuelo Cayo Pombo Ybarra una finca en el páramo, en el alto del Monte de Torozos, que era una finca de 500 hectáreas, La Dehesilla. Mi madre y mi padre se metieron allí nada más casarse. Yo nací en el año 1939; yo fui por primera vez a La Dehesilla cuando tenía seisaños,creo,y cogíuna colitis tremenda. Recuerdo la colitis porque entonces no teníamos todavía vacas, luego después sí, pero entonces no teníamos vacas y se bebía la leche de las ovejas…eso es una cosa fuertísima…yo creo que fue por eso que cogí la colitis, no sé.
“Para mí Santander es uno de mis paisajes constantes. El primero es el de la bahía santanderina. Otro es Castilla la Vieja. Por eso me gusta tanto ir a la Casa de Campo en Madrid, me recuerda el monte bajo castellano.
[EL PAÍS, 07-06-2009]
“Cualquier lector de mis novelas y poemas puede ver claramente dos paisajes basales, el santanderino de la bahía y el Alta, y el paisaje desolado del páramo palentino. Tierra de Campos. Ambos son paisajes basales. Y mi familia era, efectivamente, oriunda de Palencia. Y Santander el puerto harinero de Castilla”
[El Diario Montañés.es, 2009]
“Fui lo que se llamaba un niño de buena familia. Era guapo y orejón Hasta los 15 años viví en Santander. Iba al colegio de los Escolapios y en los veranos pasaba largas temporadas en una finca que mi abuelo tenía en Ampudia, un pueblo de Palencia con un castillo y colegiata.”
[Hoy.es, 29- 05-2016]
“Soy de Santander, pero mis padres tenían una finca entre Palencia y Valladolid, al lado de Ampudia de Campos”
[El Norte de Castilla, 09-04-202]
“Aquí [en “La Casa del Reloj”] abordo un paisaje duro y áspero, castellano. No es el paisaje verde y agradable del norte, donde puedes sentarte en la hierba, sino la agreste Castilla donde tienes que sentarte en una manta porque hay abrojos, cardos y piedras. Este es el segundo paisaje que conozco, el primero es el de Santander y el del mar, y el segundo es este de Castilla, que para mí es más importante y tiene más vigor narrativo en mis poemas, por ejemplo, que el norteño. El que yo llamo el paisaje vigoroso, el del alma, o como se quiera llamar, es este de Castilla.
[El Español / El Cultural, 13/09/2016]
“También se habló de la ambientación de sus novelas, donde siempre han estado presentes cuatro escenarios bien definidos: Santander, Madrid, Londres y la finca palentina de la familia Pombo, ha informado en un comunicado la Universidad de Cantabria.”
[ Europa Press, Cantabria,23/08/2018]
La Dehesilla, la finca palentina de la familia Pombo.
Cuando llego a Castilla, esta parte de Castilla donde estamos ahora [Trigueros del Valle (Valladolid)] que está al lado de mi casa donde yo viví de niño, es curioso la cantidad de impregnación emocional, basal, con el paisaje quesequedaen nosotros,por lo menos enmí; esdecir,yanohacemos aquella cosa con el paisaje que se hacía antiguamente en el tiempo del costumbrismo y del realismo, uno copiaba los paisajesy lascosas,pero ahora hay un proceso más interesante, a mí me parece, que es de impregnación.[…]
Mis lecturas favoritas castellanas han sido las clásicas lecturas de la Generación del 98, sobre todo, que fueron personas que, como Unamuno, como DonAntonio Machado, Ortega y Gasset… hicieron realmente, sacaron adelante, convirtieron el paisaje castellano en un paisaje casi universal; pero sin embargo eso no me influyó a mí mucho en mi apreciación de este paisaje castellano donde nos encontramos ahora. Esta finca es la finca de mis padres y de mi abuelo, y entonces yo vine aquí cuando tenía 6 años y 7, y venía los veranos, y a mí no me gustaba este paisaje castellano nada, porque yo venía de Santander, y cuando llegamos aquí y vimos Ampudia, primero, que es el pueblo que está abajo, que era un pueblo de barro, entonces a mí no me gustaba esto porque era durísimo. Este campo cuando yo venía en verano era un sitio durísimo, salvajemente duro, pero luego me fui acostumbrando a este campo y en mis libros he descrito muchas veces, digamos, esta atmósfera, este mundo de, digamos, La Dehesilla, pero no llamándolo así.
AMPUDIA, “un pueblo de barro”.
(n.23-06-1939)
ABUELA: Ana Caller de Donesteve (Ana de Pombo) (+ 1980)
ABUELO: Cayo Pombo Ybarra (+ 1935)
ABUELASTRO: Pablo Olivera Martínez (+ 1975)
MADRE: Pilar García de los Ríos (+ 1989)
PADRE: Cayo Pombo Caller (+ 1964)
PADRASTRO: J.Antonio Marina Torres (n. 01/07/1939)
TÍO: Álvaro Pombo Caller (+ 1936)
En La Dehesilla: Álvaro Pombo en sus años mozos con sus padres, Cayo Pombo Caller y Pilar García de los Ríos
En el año 2015 Álvaro Pombo publica “UN GRAN MUNDO” donde describe en forma novelada la vida de su abuela, Ana de Pombo, un personaje excéntrico y singular que aparece en la novela con el nombre de “Tía Elvira”.
Incluye también en la novela una descripción de la finca de La Dehesilla, clara y precisa, aunque sin citarla por su nombre.
Y en el capítulo final de “Los enterramientos”, la historia tragicómica de dos de ellos.
Álvaro Pombo en 2009, en una de sus visitas a La Dehesilla, “aquel recinto familiar de sueños y desdichas” (Ernesto Escapa).
Álvaro Pombo leyendo “Un gran mundo”, una novela, casi autobiográfica, mal entendida y poco valorada por sus “incondicionales” lectores.
Álvaro Pombo García de los Ríos, Premio Miguel de Cervantes 2024 “por su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración”.
El escritor español y académico de la RealAcademia Española [RAE] Álvaro Pombo (Santander,1939) ha obtenido el galardón más prestigioso de las letras en español, el premio Miguel de Cervantes, según ha anunciado en la tarde de hoy el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
El jurado le ha otorgado el premio por “su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración”. A su notabilísimo nivel como poeta y ensayista se une el ser uno de los grandes novelistas de nuestra lengua, que indaga en la condición humana desde las perspectivas afectivas de unos sentimientos profundos y contradictorios. En sus creaciones muestra el mundo a través de la construcción de un lenguaje en el que las deformaciones de la realidad aparecen reflejadas bajo el disfraz de la ironía y del humor. En su prosa la oralidad se refleja en la voluntad de un estilo que aspira al “escribocomo hablo” valdesiano. Álvaro Pombo ha creado aquello que define a los grandes escritores: “un mundo literario propio, imperecedero e imprescindible que conmueve y conduele”, ha destacado el jurado del galardón.
Este premio se une a una larga lista de reconocimientos que han laureado al escritor santanderino a lo largo de su trayectoria. Entre ellos cabe destacar el Premio Nacional de Narrativa (1997) por Donde las mujeres; el Premio Fastenrath de la RAE por La cuadratura del círculo; el Premio Planeta por La fortuna de Matilda Turpin (2006), o el Premio Nadal (2012) por El temblor del héroe.
Elegido el 19 de diciembre de 2002. Tomó posesión el 20 de junio de 2004 con el discurso titulado Verosimilitud y verdad. Le respondió, en nombre de la corporación, Carmen Iglesias. El escritor Álvaro Pombo es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid y bachelor of Arts en la misma disciplina por el Bikrbeck College de Londres, ciudad en la que residía cuando publicó su primer libro de poemas, Protocolos (1973), escrito en los años sesenta.
Sus obras, traducidas a varios idiomas - como alemán, francés, holandés, griego, inglés, italiano, noruego y portugués -, incluyen tanto títulos de poesía, género que nunca ha abandonado, como de narrativa, dedicación fundamental que ha compartido con su interés por la historia y muy especialmente por la filosofía.
El parecido (1979)
El héroe de las mansardas de Mansard (1983)
El hijo adoptivo (1984)
Los delitos insignificantes (1986)
El metro de platino iridiado (1990)
Aparición del eterno femenino contada por S.M. el Rey (1993)
Telepena de Celia Cecilia Villalobo (1995)
Vida de San Francisco de Asis (1996)
Donde las mujeres (1996)
La cuadratura del círculo (1999)
El cielo raso (2001)
Una ventana al norte (2004)
Contra natura (2005)
La fortuna de Matilda Turpin (2006)
Virginia o el interior del mundo (2009)
La previa muerte del lugarteniente Aloof (2009)
El temblor del héroe (2012)
Quédate con nosotros, Señor, porque atardece (2013)
La transformación de Johanna Sansileri (2014)
Un gran mundo (2015)
La casa del reloj (2016)
Retrato del vizconde en invierno (2018)
El destino de un gato común (2020)
Santander, 1936 (2023)
El exclaustrado (2024)
Protocolos (1973)
Variaciones (1977)
Hacia una constitución poética del año en curso (1980)
Protocolos para la rehabilitación del firmamento (1992)
Protocolos, 1973-2023 (2004)
Los enunciados protocolarios (2009)
Relatos sobre la falta de sustancia (1977)
Cuentos reciclados (1997)
Luzmila (1998)
Tres relatos. La isla de los ratones (1988)
Alrededores (2002)
Verosimilitud y verdad (2024)
La creatividad literaria (2013)
Atropos (2018)
La ficción suprema. Un asalto a la idea de Dios (2022)
VV. AA. - La gracia irremediable. Álvaro Pombo: Poéticas de un estilo (2009)
Martín Pérez, Esteban - Álvaro Pombo. Génesis de un narrador (2014)
Crespo López, Mario - “La memoria fabulada. Santander en la obra de Álvaro Pombo” (2017)
Romo Velasco, Epifanio – “Álvaro Pombo y los recuerdos de La Dehesilla”
La Corredera, Revista Cultural de Ampudia (2018)
Crespo López, Mario - Existir Innumerable. La poesía de Álvaro Pombo (2021)
[JUAN POMBO CONEJO –ANA DE POMBO –
CAYO POMBO CALLER – ÁLVARO POMBO]
Epifanio Romo Velasco
1815 – Nace en Villada (Palencia) Juan Pombo Conejo que casará con Florentina Villameriel Blanco y de cuyo matrimonio nacerán seis hijos: Dolores, Arturo, César, José, Cayo y Everilda. Ellos serán los cabezas de familia de las distintas ramas del aristocrático linaje de los Pombo.
1833 – El guarda del MONTE DEHESA de Ampudia, cuyo “vuelo” es del Duque de Berwick, presenta denuncia contra catorce ganaderos ampudianos que han entrado en dicho monte con unas 2.800 reses.
1872 - (13 de abril de 1872) Juan Pombo Conejo recibe el título de “Marqués de Casa Pombo”, concedido por elreyAmadeo deSaboya “para sí, sus hijos y sucesores legítimos”.
1877 – (4 de febrero de 1877) En virtud de los procesos desamortizadores (Ley de Pascual Madoz de 1/5/1855), Juan Pombo Conejo adquiere la propiedad del Monte Dehesa deAmpudia, de 454 hectáreas.
Ese mismo año, el 17 de mayo de 1877, compra al Duque deAlba el Monte del Esquileo, en el término municipal de Valoria delAlcor. Una puerta de verja que aún se conserva en el Esquileo de Abajo lleva las iniciales J.P. y la fecha de 1878.
Con anterioridad Juan Pombo Conejo ya había adquirido otras propiedades en el término municipal de Ampudia: El Monte de la Torre (Monte de la Cepuda), el despoblado de Rayaces y El Soto (Soto Caballo)
Nombre actual Hectáreas Fecha de adquisición
Monte de la Torre 452 27/04/1866
Rayaces 1192 12/05/1872
El Soto 168 23/06/1875
La Dehesilla 454 04/02/1877
Esquileos 1682 (¿?) 19/05/1877
1889 – Muere Juan Pombo Conejo. Hereda el Monte Dehesa su hijo Cayo Pombo Villameriel, casado con Virginia YbarraArambarri. El Monte del Esquileo, por su parte, pasará a su hermano César Pombo Villameriel, casado con María Cruz Escalante Prieto.
1896 – Nace en La Cavada (Cantabria) Ana Caller de Donesteve, hija de Francisco Caller y Elvira de Donesteve.
Enalgunoslugaressedanparasunacimientootrasfechasposteriores,debido a la obsesión que ella siempre tuvo de no declarar su verdadera edad para quitarse años.
1911 – (11 de noviembre de 1911) Fallece Cayo Pombo Villameriel. Le sucede como propietario del Monte Dehesa de Ampudia su hijo Cayo Pombo Ybarra que en 1913 se casa con Ana Caller de Donesteve, de 17 años, que en adelante tomará su apellido para ser conocida como Ana de Pombo.
Ana, una mujer singular y un tanto estrafalaria, llegará a ser famosa como diseñadora, bailarina y empresaria.
1913 – El 17 de febrero de 1913 el periódico “El Día de Palencia” da noticia de un incidente entre dos vecinos de Ampudia y el dueño del Monte del Esquileo, Don Joaquín Pombo Escalante:
Joaquín Pombo Escalante, heredero del Esquileo, era nieto de Juan Pombo
Conejo e hijo de César Pombo Villameriel y María Cruz Escalante Prieto. Estaba casado con Esperanza Villa, de cuyo matrimonio nacieron al menos dos hijos, Joaquín y Juan Pombo Villa.
1915 – Nace Cayo Pombo Caller, el primer hijo del matrimonio de Cayo y Ana Dos años más tarde, en 1917, nacerá su segundo hijo, Álvaro Pombo Caller.
1921 – Cayo Pombo Ybarra vende a la Diputación de Santander la finca conocida como “Campogiro” (La Remonta), que es hoy una barriada y parque público de la ciudad.
“Allí había aprendido Cayo, mi hijo, el amor al campo y al labrantío, y por eso, a la vuelta de Cambridge, la imitó en La Dehesilla de Ampudia de Campos (Palencia) [ Ana de Pombo:“Mi última condena”]
1924 – Buscando remedio a la enfermedad de Cayo Pombo Ybarra, neurastenia crónica, ambos cónyuges se trasladan a París donde Ana, por consejo de algunos amigos, se separa legalmente de su marido, aunque conservará el apellido.
Los hijos son enviados a estudiar fuera de la casa familiar. Cayo va a un colegio de Cambridge y a Álvaro lo internan en un colegio de Normandía, con solo 7 años de edad.
1929 – Ana de Pombo abre en París una casa de modas, “Casa Elviana”, próxima a la Madeleine. Su fama le lleva a ser contratada primero por Coco Chanel, como su secretaria personal, y después por la Casa Paquin.
1935 – (4 de mayo de 1935) Muere Cayo Pombo Ybarra. Su hijo mayor, Cayo Pombo Caller, hereda el Monte Dehesa de Ampudia, en adelante conocido como “La Dehesilla”.
1935 – La noticia de una boda en El Esquileo, en 1935, nos indica que, anteriormente a esa fecha, los Pombo han enajenado ya esa finca a favor de don Bernardo Samaniego.
1936 – (27 de diciembre de 1936) Muere Álvaro Pombo Caller, a los 19 años, asesinado en el buque mercante “Alfonso Pérez”, donde estaba preso por su condición de falangista. Posteriormente sus restos mortales serán trasladados a la cripta de la Catedral de Santander.
Su biografía novelada puede leerse en “Santander,1936”, escrita por su homónimo sobrino Álvaro Pombo García de los Ríos.
Treinta años después, la esquela funeraria, publicada por su madre en el ABC del 27 de diciembre de 1966, dice textualmente “a la edad de quince años”, anomalía que solo puede explicarse por la ya citada manía obsesiva de Ana de ocultar su verdadera edad.
1938 - Cayo Pombo Caller se casa con Pilar García de los Ríos y Caller, una pariente cercana por ser sobrina deAna.
Ese mismo año de 1938 Ana de Pombo contrae matrimonio civil con su segundo marido, el diplomático uruguayo Fernando Capurro. La vida conyugal será corta divorciándose en 1943.
Ana de Pombo regresa a España y desde 1938 a 1943 se dedica a la danza como “Ana de España”, incluyendo en sus espectáculos los conciertos con castañuelas, faceta artística en la que se le considera precursora.
Ana de Pombo fotografiada por Boris Lipnitzki, junio de 1939.
1939 – (23 de junio de 1939) Nace en Santander Álvaro Pombo García de los Ríos, el futuro poeta y novelista, Premio Cervantes 2024.
1940 – Ana de Pombo da un concierto de bailes españoles en el teatro
María Guerrero de Madrid, espectáculo ampliamente recogido por la prensa.
1942 – Hacia 1942 establecen su residencia en La Dehesilla Cayo Pombo Caller y su esposa, con el propósito de transformarla en una finca de regadío y explotación agropecuaria.
La Casa del Guarda, único edificio de La Dehesilla a la llegada de Cayo Pombo Caller en 1942.
1944 – En 1944 Cayo Pombo Caller y otras cuatro herederas de la familia de los Marqueses de Alonso Pesquera venden al Estado por 550.000 pesetas el llamado “Palacio deVillena” enValladolid. Este palacio había sido adquirido en 1876 por Juan Pombo Conejo quien lo transformó totalmente añadiéndole los dos torreones angulares. Hoy forma parte del Museo Nacional de Escultura de dicha ciudad.
En el momento de la venta Cayo Pombo Caller era propietario de las tres cuartas partes del edificio.
1945 – Según su propio testimonio, Álvaro Pombo llega por primera vez a La Dehesilla a la edad de seis años y coge una colitis tremenda por beber leche de oveja. A partir de entonces, y hasta la muerte de su padre en 1964, Álvaro pasará en esta finca largos periodos de sus vacaciones estivales.
1946 – Ana de Pombo se traslada a Argentina donde, dada su fama, Evita Perón le encarga los vestidos que ha de lucir en su visita a España de 1947.
1947 – (27 de septiembre de 1947) Viviendo enArgentina,Ana de Pombo se casa con Pablo Olivera Martínez, arquitecto y decorador dedicado al mundo del arte y las antigüedades.
Fue su tercer marido y según ella “el amor de su vida”. Ambos cónyuges se trasladarán a España en diciembre de 1949.
1950 – Pablo yAna abren una tienda de muebles, decoración y antigüedades llamada “Tebas” en la calle Claudio Coello de Madrid. Al principio todo va bien, pero, por problemas de financiación, acabarán cerrando en 1957.
1954 – El 20 de agosto de 1954 se produce el hundimiento de las naves Central y del Evangelio de la Colegiata de Ampudia que en los años siguientes serán reconstruidas con bóvedas de ladrillo. Con las piedras sobrantes Cayo Pombo Caller se hará construir en su finca una preciosa capilla.
La iglesia de La Dehesilla, con el ábside hacia el Oeste.
1954 – En la finca de La Dehesilla de Ampudia se hacen interesantes experiencias de siembra de variedades de trigos americanos. [LA VANGUARDIA – Barcelona. Martes 24 de agosto de 1954]
1955 – (19 de febrero de 1955) Se celebra en Madrid, en la Casa de Campo, el II Concurso Nacional de Puesta de Gallinas al que concurren 70 granjas de las consideradas más importantes de España, con diez ejemplares cada granja. Entre ellas figura La Dehesilla, del término municipal de Ampudia, propiedad de don Cayo Pombo Caller. Una de las gallinas de don Cayo, de la raza RIR, resulta ganadora entre las 700 del concurso.
1955 – Una curiosa noticia fechada en Palencia y publicada en ABC el sábado 12 de marzo de 1955 dice textualmente que “Ya hay lechugas en pleno páramo de Ampudia”.
1956 – Álvaro Pombo termina el Bachillerato en el colegio San José de los jesuitas de Valladolid (Cursos 54-55 y 55-56) Posteriormente pasará a estudiar la Licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid.
1957 – Ana de Pombo abandona Madrid en la primavera de 1957 y se traslada a Marbella, a la sazón una pequeña ciudad que ella contribuirá a convertir en la gran urbe que es hoy en día.
Ese mismo año de 1957, ya con 61 años de edad,Ana publica su primer libro de poesía: “37 poemas”. Posteriormente publicará otros dos más, “A tu puerta” (1960) y “La última luz” (1978)
1958 – (25 de abril de 1958) La Dehesilla de Cayo Pombo consigue el título de “Ganadería diplomada”. [B.O.E. – 14 de mayo de 1958]
1958 – PREMIOS DEL CONGRESO SOBRE RENDIMIENTO
GANADERO [ABC - Madrid – 01/06/1958. Página 74]
“Campeonato de rendimiento en carne de ganado porcino: agrupación céltica y tipos mejorados, 8.000 pesetas y Copa de Campeonato, al lote presentado por D. Cayo Pombo Caller, de Ampudia de Campos (Palencia)”
1958 – El 30 de diciembre de 1958 se inaugura en Ampudia una Central Local de Teléfonos, gracias a la suscripción de acciones de sus propios vecinos.A La Dehesilla le corresponde el teléfono Número 5.
1959 - VIAJE POR TIERRA DE CAMPOS: En el Otoño de 1959, por invitación del Gobernador Civil de Palencia Víctor Fragoso del Toro, un grupo de escritores y periodistas recorren los principales pueblos de laTierra de Campos palentina y vallisoletana, y al frente de ellos “el maestro”, César González Ruano, un buen amigo de Ana de Pombo a quien le prologó su último poemario.
César González Ruano enAmpudia (Otoño de 1959)
1960 – César González Ruano se enamora del castillo de Ampudia y decide comprárselo a la Condesa de la Granja, aunque a última hora se echa para atrás y quien lo compra es D. Eugenio Fontaneda Pérez, que inmediatamente comienza los trabajos de restauración.
1960 – Ana de Pombo y Pablo Olivera abren en Marbella una boutique llamada “La Maroma”, que es un salón al que acudirán personas de lo más relevantes.
Al año siguiente, el francésJean Cocteau,poeta,dramaturgo y pintor, realiza cuatro paneles de inspiración flamenca para decorar la boutique deAna.
1960 – Fiesta y refesco por la inauguración de la iglesia de La Dehesilla, con asistencia de gran número de personas deAmpudia y pueblos vecinos.
1964 – (30 de diciembre de 1964) Muere de enfermedad renal en el hospital de Palencia Cayo Pombo Caller, a los 49 años de edad, y es sepultado en el cementerio de dicha ciudad. Tres semanas más tarde, el 22 de enero de 1965, sus restos óseos serán trasladados al cementerio de Ampudia. Ambas fechas pueden leerse en la esquela de su primer aniversario.
1966 – Muerto ya su padre, Álvaro Pombo marcha a vivir a Londres donde permanecerá hasta 1977.
Por esas fechas Ana de Pombo abre un nuevo establecimiento en Marbella en la Plaza de los Naranjos: “La Huerta de los Olivos”.
1967 – Pese a la muerte de Cayo Pombo, La Dehesilla sigue obteniendo premios en los concursos ganaderos. En la campaña de 1966-1967 obtiene dos primeros premios de la Diputación de Palencia por sus rendimientos lecheros.
1968 – La viuda doña Pilar García de los Ríos contrae segundas nupcias con José Antonio Marina Torres, compañero, amigo y de la misma edad que su hijo Álvaro.
1968 – La Dehesilla obtiene el Premio Especial de la Diputación Provincial de Palencia a la oveja campeona. (Campaña 1967-1968)
1970 - Se unen los términos municipales deAmpudia y Valoria delAlcor.
1971- Ante la insistencia de muchos de sus amigos, Ana de Pombo publica sus propias memorias con el título de “Mi última Condena”. El prólogo de la obra va a cargo de Cayetana, la Duquesa deAlba.
1973 – Álvaro Pombo, todavía viviendo en Londres, publica su primer poemario, “Protocolos”, pagado de su propio bolsillo.
1975 – (14 de junio de 1975) Muere en Marbella, víctima de un ataque cardiaco, a los 59 años de edad, el tercer esposo deAna, Pablo Olivera. Sus restos son traídos a enterrar en el panteón familiar deAmpudia.
1977 – Álvaro Pombo gana el premio de poesía “El Bardo” por su segundo poemario “Variaciones”. Ese mismo año publica su primera obra de narrativa, “Relatos sobre la falta de sustancia”.
1978 –Ana de Pombo, impedida y enferma, sale de Marbella para Madrid e ingresa en la residencia de mayores “Santo Duque de Gandía”.
1980 – (14 de diciembre de 1980) Muere en Madrid, a los 84 años de edad, Ana de Pombo. Sus restos mortales son trasladados al cementerio de Ampudia siguiendo sus propios deseos, tal y como lo había dejado escrito en suAutobiografía.
1983 – Álvaro Pombo gana el premio de novela Herralde por su obra “El héroe de las mansardas de Mansard”, Será un premio decisivo para la consecución de su fama como novelista.
1989 – (5 de enero de 1989) Muere en Madrid Pilar García de los Ríos. Es incinerada y sus cenizas depositadas en el cementerio de la ciudad deToledo.
1990 – Álvaro Pombo publica “El metro de platino iridiado”, que es para muchos su mejor novela y con la que consigue el Premio Nacional de la Crítica.
2002 – (19 de diciembre de 2002) Álvaro Pombo es elegido miembro de la Real Academia Española (RAE) para ocupar el sillón “j minúscula. Toma posesión el 20 de junio de 2004 con el discurso titulado “Verosimilitud y verdad” .
2006 – Álvaro Pombo obtiene el Premio Planeta por “La fortuna de Matilda Turpin”.
2009 – Aparecen publicados “Los Enunciados Protocolarios” , el último de los poemarios de Álvaro Pombo hasta la fecha.
2010 – Álvaro Pombo viene a Valladolid para grabar un programa de televisión y pide le lleven a ver de nuevo la finca de La Dehesilla, “aquel recinto familiar de sueños y desdichas”. Volverá a visitarla alguna vez más.
2012 – Álvaro Pombo obtiene el Premio Nadal de novela por “El temblor del héroe”.
2014 – En el número tres de la revista local LA CORREDERA José María Velasco Peinador publica un artículo con el título de “Ana Caller de Donesteve – Ana de Pombo” , sobre la vida de esta ilustre protagonista del mundo de la farándula, cuyo enterramiento en Ampudia era hasta entonces prácticamente desconocido, salvo para unos pocos.
2015 –Estimulado, tal vez, por la publicación del artículo citado, Álvaro Pombo escribe “Un gran mundo” con Ana de Pombo como protagonista, oculta bajo el nombre de “Tía Elvira”.
2016 – Álvaro Pombo publica “La casa del Reloj” donde el protagonista lleva el nombre de “Juan Caller”.
2018 – Epifanio Romo Velasco, en LA CORREDERA, número cinco, publica un primer reportaje de 20 páginas con el título de “Álvaro Pombo y los recuerdos de La Dehesilla”.
El presente trabajo, con el mismo título, pretende simplemente añadirnuevos datos a lo ya publicado.
2020 – Con el título de “Mi última condena” se estrena en el Festival de Cine de Málaga un documental sobre la vida de Ana de Pombo, obra del cineasta marbellí Juan Mata, de 90 minutos de duración. En él se echa en falta noticia alguna sobre la muerte y entierro de la protagonista.
2024 – “Ana de Pombo, de París, de España, del mundo” es el título de una adaptación teatral, dirigida por Esteve Ferrer, que se estrena el 31 de enero de 2024 en la Sala Pereda del Palacio de Festivales de Cantabria.
2024 – (12 de noviembre de 2024) Álvaro Pombo obtiene el galardón más prestigioso de las letras españolas, el Premio Miguel de Cervantes 2024, por su “extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración”, en palabras del jurado. Recibirá el premio y leerá su discurso enAlcalá de Henares el “Día del Libro”, 23 de abril de 2025.
Álvaro Pombo, caricatura de Ramón Palmeral
Hay una vieja fotografía que al aguilucho le gustabacomentar,enlaqueaparecenélysumadre, sujetandoun buitre disecado, elaguilucho tiene una escopeta desmontada bajo el brazo derecho. Alrededor hay un paisaje neutro: es el páramo redondo con una desdibujada atalaya en la distancia. Es mediodía. El humor de la situación es seco y ascético. La situación es humorística. El paisaje, sin embargo, es ralo, agresivamente terrenal, pedregoso, el páramo de Castilla. Los colores eran elementales y la foto en blanco y negro, lavieja foto, virada a sepiapor los años,expresa un momentode buen humormerecido. [“Un gran mundo” p. 132]
Don Juan Pombo Conejo, primer Marqués de Casa Pombo, en cuya residencia de Santander se alojó el reyAmadeo I de Saboya.
JUAN POMBO: “Historia Empresarial del Siglo XIX”
– Pablo Pombo - Universidad de Córdoba, 1999.
Hijo de Pedro Pombo García y de María Antonia Conejo Rodríguez; casado con Florentina Villameriel Blanco. Nació en 1815 en la localidad de Villada (Palencia) y siendo aún muy joven se trasladó a la ciudad de Santander con el encargo de dar salida al trigo y la harina que se producían en la Tierra de Campos. Así comenzó una andadura que le llevaría a lo más alto de la élite industrial y comercial de Cantabria, Valladolid y Palencia.
Industrial harinero, con varias fábricas en las riberas del Canal de Castilla. Banquero, como socio fundador y primer presidente del Banco de Santander. Constructor naviero, con cuatro fragatas de vela y un bergantín, además de otros dos barcos de vapor. Inversionista inmobiliario, propietario, entre otros, del Palacio del Marqués de Villena en Valladolid. Político, como alcalde de Santander y Senador por las provincias de Valladolid y Palencia. En 1872 fue distinguido con el título de primer Marqués de Casa Pombo por el rey Amadeo I de Saboya. Falleció el 27 de mayo de 1889 y fue enterrado en el panteón de hombres ilustres del cementerio de Ciriego (Santander), uno de los camposantos más bellos de España.
Atodaestalistadetítuloshayqueañadirleelqueaquímásnosinteresa que es el de “terrateniente”, con diversas adquisiciones de montes y tierras de labor, a partir de 1862, en las provincias de Valladolid y Palencia, y particularmente en la comarca de los Montes de Torozos:
• En Villalba de los Alcores: Las Cortas de Blas (770 Has. adquiridas en 1862) y Coto de Matallana (203 Has. adquiridas en 1865, más otras 110 Has. en 1877 y 1889).
• En Quintanilla de Trigueros: Monte “El Carrascal” (Los Cabezos) (741 Has. adquiridas en 1871).
• En Corcos del Valle: En el pago del Páramo Grande (14 Has. y cuatro corrales adquiridos en 1878 y 1879).
• En Cigales: Montes de La Mesa y La Mesilla (164 Has. adquiridas en 1869).
• En Mucientes: En las llamadas Medias suertes (393 Has. Adquiridas en 1870).
• En Santa Cecilia del Alcor: En los pagos de La Mesilla y Aguilares (20 Has. adquiridas en 1878 y 1879)
En el término de Ampudia D. Juan Pombo adquirió la propiedad de todos los terrenos donde se asientan los actuales caseríos que forman parte del municipio (con excepción del coto del antiguo Monasterio Jerónimo de Valdebusto):
En Valoria del Alcor adquirió el Monte del Esquileo, de encinas y predominantemente de robles, de 1.682 Has, con dos casas y edificaciones paraelganado, compradas alDuquedeAlba,D.JacoboStuartyVentimiglia, y a su hijo Carlos María Stuart y Palafox el 19 de mayo de 1877.
Estas casas y edificaciones habían sido construidas por el Conde de la Gomera y Marqués de Bélgida en 1772. Con motivo de esta compra Don Juan Pombo mantuvo un pleito, que ganó, con el Duque de Alba por tener la finca una extensión menor de la contratada, casi la mitad.
En el término municipal de Ampudia, el 27 de abril de 1866, adquirió el monte llamado de “La Cepuda” (Monte de la Torre) de 452 Has. que era comuniego de Torremormojón y del Hospital de Santa María de Clemencia. La compra se hizo por cesión del remate a su favor hecha por D. Genaro de Cos.
El 12 de mayo de 1872 adquirió el coto dehesa denominado Despoblado de Rayaces, de 1.182 Has., de prados, tierras de labor, yeseras, laderas de pastos y paramillo de monte bajo. Se lo compró a D. Camilo Sanz Guzmán González, su esposa, D. José Nava Ramírez y D. José Mª Barreda. Posteriormente compró otras 39 tierras en Rayaces por un total de 10 hectáreas.
Este coto de Rayaces disponía de una casa y un molino harinero maquilero de dos piedras. Figuraba arrendado a D. Luis del Barrio por 40 años, hasta el 31 de diciembre de 1901, aunque con posterioridad su viuda llegó a liberar esta carga. Es posible que la casa y el molino fueran los mismos que en 1611 mandó construir D. Luis de Mercado, señor de Santa Cecilia, con trazas y condiciones del famoso arquitecto vallisoletano Francisco de Praves.
El 23 de junio de 1875 adquirió las 168 Has. del coto conocido como “Soto Caballo” (El Soto), con monte de encinas y robles y con un soto de álamos y negrillos y un manantial. Se lo compró al Duque de Alba y como apoderado de D. Juan Pombo actuó D. José Ortueta Gorostiza.
Finalmente, el 4 de febrero de 1877 compró igualmente al Duque de Alba las 454 Has. de roble natural del monte llamado “Dehesa” (La Dehesilla)
En los años siguientes los descendientes de D. Juan Pombo, y particularmente los Pombo Ibarra, se fueron desprendiendo de todas estas propiedades, excepto de La Dehesilla, donde el biznieto, D. Cayo Pombo Caller y su esposa Dª Pilar García de los Ríos se emplearon, a partir de 1942, en convertir la dehesa heredada en una finca de regadío y explotación agropecuaria ejemplar; finca que el 25 de abril de 1958 fue distinguida con el título de “Ganadería Diplomada”
“JUAN POMBO- Historia empresarial del Siglo XIX”
Ediciones Librería Estudio,1999 - 294 pp
“Historia deAmpudia”, José Ignacio Izquierdo Misiego, Ayuntamiento deAmpudia (Palencia) 2004.
El monte perteneciente al Hospital que fue subastado en 1866 fue adquirido inicialmente por Genaro de Cos, escribano residente en Santander y relacionado profesionalmente con el antes citado Manuel Alday, pero inmediatamente cedió sus derechos a Juan Pombo y Conejo, también vecino de Santander; este mismo D. Juan Pombo, “Marqués de Casa Pombo” aparece más tarde, en 1877, pujando en la subasta de la ”Dehesa de roble bajo” cuyo suelo pertenecía a los Propios de Ampudia; se le adjudicó esta Dehesa, a pesar de que hubo mejores ofertas, porque en esta fecha era ya propietario del “vuelo” de la misma (quizá por compra previa al Duque de Berwick, heredero como dijimos de ese derecho desde antiguo).
Don Juan Pombo formaba parte de un grupo de 11 comerciantes que en 15 de abril de 1860 fundó la Sociedad de Crédito denominada “Crédito Cántabroyen3deseptiembrede1862aparecedenuevoentrelosfundadores de otra entidad similar, la “Unión Mercantil de Santander”. […]
Los Pombo emparentaron con otras familias de la burguesía financiera e industrial, como los Ibarra, los Marqueses de Alonso Pesquera y los Garnica; estos enlaces y sucesivas operaciones de compra (en fecha imprecisa debieron de adquirir también parte del antiguo monte señorial en término de Valoria, que fue el origen de los “Esquileos”) tuvieron como resultado en la primera mitad del siglo XX la vinculación a los apellidos Pombo y Garnica de la mayor parte de las grandes fincas surgidas de la desamortización en término deAmpudia y Valoria delAlcor.
• En la adquisición de la “Dehesilla” se puso como condición al comprador la apertura de dos “coladas” para comunicar dos partes del Monte comunal de Ampudia que quedaba cortado por dicha Dehesa, de forma que se permitiese el paso libre del ganado; ambos caminos se abrieron y amojonaron en presencia del Alcalde y del comprador, el mismo día de la toma de posesión de la finca.
La casa del guarda del Monte Dehesa de Ampudia a la llegada de Cayo Pombo Caller en 1942.
La “casona” del Esquileo deAbajo, construida por el Marqués de Bélgida y Conde de La Gomera en 1772.
Puerta de verja en el Esquileo deAbajo, con las iniciales J.P. de Juan Pombo y el año de construcción 1880.
Ana de Pombo en sus bailes, caracterizada como “Ana de España”
Nació en La Cavada hacia el año 1900, a orillas del río Miera y en la zona más pintoresca del pueblo, la desembocadura del río Revilla, cuya cascada, tras pasar el Tarancón, ha servido de inspiración a tantos artistas para plasmar su belleza en óleos y acuarelas, cuando no en multitud de fotografías
Sus padres fueron Francisco Caller de la Vega y Elvira de Donesteve de la Pedraja. Ana pasó una gran parte de su infancia y primera juventud en la casa que la familia Caller tenía, y que aún persiste, frente a los pocos restos que aún quedaban de las antiguas fábricas de cañones Y, por medio, el río Miera, siempre el río, al que recuerda en sus memorias en el ruido inmenso del Miera y del que confesaba que siempre le sirvió de inspiración […]
Se casó con un hombre que la doblaba la edad, perteneciente a una de las grandes familias santanderinas. El novio era Cayo Pombo Ibarra, de treinta y siete años Desde entonces, adoptará el apellido de su marido y ya, para siempre, será conocida como Ana de Pombo.
Desde entonces muy pocas veces habría de retornar Ana Caller a su pueblo y a su río, a los que siempre evocaría tanto en sus memorias escritas como en sus recuerdos personales e íntimos Seguramente el día de su boda nofue un buen día para la jovenAnita; la enfermedad de su esposo no tardaría en llenarla de dolor como recuerda en su biografía: Años más tarde comprendí que yo me había enamorado no del hombre, sino del dolor, aquello tuvo más de compasión que de amor
De su primer matrimonio habría de tener dos hijos, Cayo Pombo Caller y Álvaro. Este último moriría, siendo aún un adolescente, durante la guerra civil Veintiún años después de su muerte, cuando publique su primer libro de poemas en 1957, le recordará en el poema La tormenta de fuego, que lleva esta dedicatoria: A mi hijo Álvaro, asesinado el 27-XII-36. Santander […]
Posteriormente, Cayo Pombo Caller, su hijo mayor, se casaría con Pilar García de los Ríos, de cuya unión nacería el novelista Álvaro Pombo. Este, en su novela Un gran mundo, refleja la vida de su abuela con el nombre de tía Elvira, precisamente el mismo nombre que tenían tanto la madre de Ana como una de sus hermanas mayores.
Eran los años de los veraneos reales en Santander, años en los que Ana sería una de las Damas de la Reina durante la estancia de los reyes en el Palacio de la Magdalena […]
La enfermedad que padecía su marido se agravaba día a día, por lo que se decidió vender la finca que tenían en Campogiro -una finca heredada de mi suegra, una maravilla, donde residían y, de alguna manera, hasta que fue nombrada Dama de la Reina por Alfonso XIII, donde había permanecido prácticamente secuestrada por su marido Dice en sus memorias que allí había aprendido Cayo, mi hijo, el amor al campo y al labrantío y por eso, a la vuelta de Cambridge, la imitó en La Dehesilla, de Ampudia de Campos (Palencia)
Esta localidad palentina, donde su hijo será el propietario de La Dehesilla, será de gran importancia en la hora de su muerte. La finca, de 420 hectáreas, pertenecía a su familia desde que la adquiriera en 1877, Juan Pombo, primer marqués de Pombo por obra y gracia del rey Amadeo de Saboya, en cuya casa del Sardinero se hospedó el rey durante su estancia veraniega en Santander. La finca la heredará su biznieto Cayo Pombo Caller y allí, hacia 1942, habrá de asentarse y poner en marcha sus conocimientos como ingeniero agrónomo, consiguiendo convertir aquellas tierras áridas y pedregosas en tierras de regadío.
A su prematura muerte, el 30 de diciembre de 1964, a la edad de 49 años, la familia se desprendería de la finca
Curiosamente, fue enterrado a toda prisa por su mujer e hijo, con el fin de evitar que viniera su madre, en una tumba de tierra Ana de Pombo habría de mover todas sus influencias para desenterrarlo y darle sepultura como creía que se merecía, más de tres semanas después de su muerte, como se aprecia en la esquela, por lo que fue enterrado dos veces. Los gastos del panteón fueron costeados por un matrimonio amigo de Ana, el médico de Ampudia, Pedro Castillo y su esposa María Teresa Ambos constan en el epitafio que puso Ana de Pombo sobre la tumba […]
Su etapa profesional terminaría en la ciudad marbellí donde, tras ponerse enferma, sería ingresada en la residencia madrileña de ancianos
Santo Duque de Gandía Fallecería el 14 de diciembre de 1980
Al morir, dejó constancia de querer descansar en el cementerio palentino de Ampudia de Campos, junto a la tumba de su hijo mayor Cayo Pombo Caller y junto a su tercer marido Pablo Olivera. Y así se hizo, tal y como lo deja escrito en sus memorias: Mi hijo descansa en el panteón familiar de Ampudia, junto al templo milenario de arte y a la sombra del castillo templario, que fue mucha historia de España. Allí quiero junto a mi hijo Cayito, aunque lejos de la catedral de Santander, donde descansa mi otro ser querido, llegar un día y descansar para siempre Allí mismo, también está enterrado el que fuera su gran amor, Pablo Olivera, que falleció en Marbella, víctima de un ataque cardíaco, el 14 de junio de 1975. Le sobrevivió cinco años antes de ser trasladada al panteón familiar de Ampudia Nadie se ocupó de grabar sobre la lápida una simple inscripción con su nombre
Roberto L. Elissalde. LAPRENSA, 23/07/ 2022
Ana Caller de Donesteve nació en la finca familiar de La Cavada en Santander en el 1900, hija de Francisco, un irlandés asentado en la Cantabria y de Elvira de Donesteve, propietaria de un latifundio en Extremadura y vinculada a la aristocracia. […]
Tenía 17 años cuando se casó con Cayo Pombo Ibarra, miembro de una antigua familia de Santander, matrimonio del que nacieron dos hijos Cayo y Álvaro. Personalidades diferentes nunca congeniaron demasiado, don Cayo veinte años mayor, sufría neurastenias que eran atendidas por los médicos Gregorio Marañón y José Sánchez Covisa, quienes recomendaron la disolución del matrimonio, lo que sucedió en París, donde residían en 1924, y fue el primer divorcio señalado de la alta sociedad española.
Ella continuó en dicha ciudad, vinculada como estaba a la mejor aristocracia de la época y fundó una casa demoda que bautizó con el nombre de Maison Elviana, unión de los nombres de Elvira su hermana, casada con Mr. Chappuis, un directivo de la firma Citroën, y el suyo.
Los contactos de ésta y el hecho de contarAna con el apoyo de la reina Victoria Eugenia de la que había sido dama de honor en Santander, convirtieron el local situado en las cercanías de la Madeleine en uno de los preferidos del momento, cosa que llegó a oídos de la máxima referente de la época: Chanel. […] Poco después pasó a formar parte de la Maison Paquin, una de las casas más legendarias de la costura francesa. […]
Durante esa época volvió a su interés por la música y comenzó a organizar espectáculos, fiestas privadas en las que desarrollaba sus dotes para el baile; ello la llevó a comenzar una carrera artística que la arrastró a importantes escenarios del mundo bajo el nombre deAna de España, además de acercar la cultura española a la moda parisina. Se retiró de las tablas en junio de 1943, durante los actos de la festividad del Corpus Christi en el imponente escenario de laAlhambra de Granada. […]
La guerra mundial acabó con ese mundo de glamour, y muchas casas cerraron.Aunque Paquin resistió, ella se retiró en 1941 y abrió su propia casa en París y Madrid, laque no alcanzóel éxitoesperado. En su paísfue acusada de colaborar con los nazis y fue a papar unos días a la cárcel. Con su inmensa fortuna pensó en América que bien conocía como buen destino, y así abrió sus casas en Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires, adonde llegó en 1945, donde instaló su local en la calle Florida. […]
La española con su simpatía y don de gentes, pronto acaparó la confianza y con tan buenos padrinos logró ser la diseñadora de los vestidos que habría de usar Eva Perón en su visita a España en 1947. […]
Acá conoció a su tercer marido Pablo Olivera Ramos Mejía, un arquitecto y decorador, 22 años más joven que ella, quien la incitaba a volver a Europa, para desarrollar aún más su carrera. Antes había casado con el uruguayo Fernando Capurro, relación de efímera duración.
La pareja con doble nacionalidad hispano-argentina se instaló en 1951 en Madrid, allí abrieron un espacio de moda, decoración, con el nombre de Tebas. […] El negocio sin embargo no funcionó y en 1958 el matrimonio se instaló en Marbella.
Allí abrieron La Maroma, cuyas paredes fueron decoradas por su amigo Jean Cocteau, con seis paneles, con los que correspondía a las atenciones del matrimonio cada vez que los visitaba. […]
Escribió poemas y su autobiografía Mi última condena, donde desfilan personajes que supo tratar a lo largo de su dilatada existencia. Vivió en Marbella en una casa minimalista que había ideado con su marido y el arquitecto Jaime Carvajal, llamada el Huerto de los Olivos, nombre especial ya que había perdido a sus dos hijos.
Ana de Pombo falleció en Madrid el 14 de diciembre de 1980, en la Residencia de Mayores del Santo Cristo de Gandía donde se había instalado dos años antes. Su cuerpo descansa en el panteón familiar deAmpudia, entre su hijo mayor Cayo y su marido el porteño Pablo Olivera, el amor de su vida.
Su nombre casi olvidado, fue un acabado exponente de la alta costura en BuenosAires. Hace 75 años la hizo lucir en España en el viaje de Eva Perón y bien merece este recuerdo, quizás algún día puedan exponerse sus dibujos y bocetos como digno homenaje a una mujer que por amor adoptó nuestra ciudadanía.
Roberto L. Elissalde.
Historiador. Vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.
ANADE POMBO – Círculo deOrellana (VÍDEO) -Ana de Pombo: pionera en danza, moda y decoración. La estirpe de una irreductible, por Lola Gavarrón.
(Apartir del minuto 1:10)
- Pepe Carleton se viene a Marbella en los años setenta y se hace muy amigo deAna, pero la convence al mismo tiempo de que se vaya a una residencia de mayores, puesto que Pablo ya ha muerto, ella está sola en el Huerto de los Olivos, está incluso impedida, y se viene a Madrid a la Residencia Santo Duque de Gandía los dos últimos años de su vida.
- Aquien echa muchísimo de menos es a su nieto Álvaro Pombo, al que las circunstancias de la vida habían hecho que se instalara un grave malentendido entre ellos … Álvaro, que le conocéis porque está vivo y es un grandísimo escritor, tiene una consanguinidad porque es hijo del hijo deAna, o sea de Cayo Pombo, y de su sobrina Pilar García de los Ríos Caller, o sea que es nieto y sobrino-nieto al mismo tiempo.
- No la he leído, pero cuando hablé en Marbella me dijeron que acababa de publicar un libro que se llama “Un gran mundo” en donde él habla un poco de la fascinación que le producía su abuela, a pesar de que no la hubiese tratado apenas… Pero, en fin, una de las lamentaciones que teníaAna en la residencia es que su nieto nofuera a verla… ni siquiera cuando le llamaba ya en el lecho de su muerte.
- Cuando ya estoy llegando al final de su vida, veo que de la Residencia Santo Duque de Gandía se la llevaron a enterrar aAMPUDIA, porque allí estaba enterrado su hijo Cayo, y allí estaba enterrado también Pablo Olivera. AMPUDIA es un pueblo muy pequeño, pero con monumentos históricos importantes y con un castillo templario bellísimo que ahora es propiedad de los Fontaneda, los de las galletas, y allí está el pequeño panteón familiar, sobrio, muy muy sobrio.
- Cuando ella muere hacen dos tipos de esquelas en elABC, una con su nombre y otra como viuda de Olivera y se señala que el funeral va a serenlaparroquiadelosjesuitas…Según mecontóSilviaCoca,había 20 personas en el funeral.
Lola Gavarrón, la biógrafa deAna.
Álvaro Pombo: Un gran mundo (2015)
Tenemos aquí ya el otro funeral, el traslado de los restos mortales de tía Elvira* veinte años más tarde, con el enterramiento, supongo, de Helio* intercalado, que murió de un ataque al corazón. Este asunto de los restos mortales, examinado desde el punto de vista del sujeto-propietario de esos restos cuando aún vive, tiene un punto de comicidad, una proximidad con lo ridículo. Para empezar, estar pendiente en vida del destino de nuestros restos mortales presupone una relativa integridad de losmismos alcabode losaños, una limpia osamenta que descansa en un panteón con nuestros nombres. Una presunción de la burguesía decimonónica Pero no existía en este caso semejante panteón familiar. Lo inauguró la propia tía Elvira con la exhumación del cuerpo del tío Mario* veintidós días después de su fallecimiento. Lo familiar del panteón empezó ahí y a todos los efectos terminó con ella: no había ninguna tradición de panteones familiares. Y la Tía Teresa* fue incinerada. Y descansa, como suele decirse, en otro lado. […]
Conservó su marca registrada, se estableció como una de las renombradas figuras de los buenos tiempos de Marbella. Entró animosa, según parece,en elúltimo tramo de una vejez impecune y apacible,protegida por sus amigos banqueros – cuyas fortunas se tambaleaban esos años – y fue dejando una detallada cuenta en números rojos que se acumuló lentamente hasta su muerte. Ascendía a diecisiete millones, casi dieciocho, de pesetas. El aguilucho*, que se había olido esta deuda, hizo una renuncia simple ante notario, como único heredero de su abuela.De aquí que selibró de esa deuda.
[…]
Regresó a Madrid al final. La instalaron en la Residencia Hidalga del Santo Duque de Gandía, a la orilla del Manzanares. De alguna manera se hizo con el teléfono del aguilucho. […] El caso fue que cuando le avisaron que tía Elvira había muerto pidió el permiso de tres días que se concedía en el banco por la muerte de un familiar próximo y los dedicó a pasearse por Madrid, aunque, eso sí, fue a verla yaciente en el tanatorio encristalado de la residencia y firmó el libro de visitas. Entró y salió en un instante, dejando solo esa constancia de su firma.
La trasladaron al pueblo castellano*, como por lo visto había dejado dicho, y le dieron tierra en el panteón donde yacía su hijo Mario* y Helio* su tercer marido. El aguilucho no hizo el menor gesto de reconocimiento. Y se sintió una vez más ajeno al mundo.
“Quien tenga ojos para ver que vea. Y quien no que disfrute de mi ficción como se ha disfrutado siempre, como un juego, como un trampantojo […]
No cambio los nombres de mis personajes para ocultarlos o para ocultarme, sino solo porque la ficción es más entretenida y más prometedora de felicidad que la realidad”.
[ Álvaro Pombo: Cuadernos Hispanoamericanos, Nº 793-794. JulioAgosto, 2016]
Por supuesto que sí, pero algunos pensamos que con los ojos bien abiertos se puede disfrutar aún más de la buena literatura.
• Tía Elvira - Ana de Pombo
• Tía Teresa - Pilar García de los Ríos
• Tío Mario - Cayo Pombo Caller
• Helio - Pablo Olivera
• El aguilucho: - Álvaro Pombo
• Pueblo castellano -Ampudia (Palencia)
Epifanio Romo Velasco:
LA CORREDERA, Nº 5, Primavera-Verano de 2018.
Cementerio deAmpudia: Panteón familiar de los Pombo.
“Sic transit gloria mundi” (Así pasa la gloria del mundo)
Ana de Pombo regaló a la Iglesia de la Encarnación de Marbella una imagen de un Cristo, románico o gótico, que allí se conoce como “El Cristo de la Pombo”.
“Donó el crucifijo a la parroquial de la Encarnación, después de haberle colocado una plaquita de plata a sus pies, que dice: ‘Recuerdo de Cayo y Álvaro Pombo Caller, fallecidos 27-12-36, 30-12-64. El Cristo fue puesto bajo la advocación de ‘La Paz’, aunque el pueblo siempre lo conoció como el Cristo de la Pombo” [Antonio LunaAguilar, 19 de abril de 2009]
La deficiente restauración de la imagen en 2009 causó cierto revuelo en la prensa local marbellí donde se aseguró que el Cristo procedía de Ampudia (Palencia).
Efectivamente, la imagen había llegado a Marbella procedente de La Dehesilla deAmpudia, envuelta en una manta y sujeta en la vaca de un Seat 1500. Sin embargo, nuestras investigaciones llevadas a cabo al efecto nos han llevado a la conclusión de que el Cristo procedía en realidad del desmantelado convento de Santa María de Matallana en Villalba de los Alcores, propiedad también de la familia Pombo desde que don Juan Pombo Conejo lo comprara en 1887. Y en concreto nos referimos a un crucifijo que presidía el comedor de los obreros que trabajaban en las obras del Canal de Castilla y que antes había presidido el Oratorio que había en la Hospedería del convento. Será difícil probarlo.
“Mi última Condena”. Autobiografía, Taurus Ediciones, 1971. Con prólogo de Cayetana, duquesa deAlba.
“37 poemas” primer poemario publicado en 1957.
“A tu puerta”, segundo poemario, 1960.
“La última luz”, tercer poemario, 1978. Con prólogo de César González Ruano.
Urbaneja Ortiz, Catalina: “Una mujer singular: Ana de Pombo (I y II).
Diario SUR – 14 de Marzo y 11 deAbril, 2010 .
Velasco Peinador, José María: “Ana Caller de Donesteve“ LA CORREDERA N. 3 – 2014.
Gavarrón, Lola: “Ana de Pombo”. Ciclo “Mujeres en la Historia” de las colecciones de EL PAÍS, 2019.
Quevedo, Juan Francisco: “Ana Caller de Donesteve, Ana de Pombo. De La Cavada a la cúspide del glamour”. WordPress.com. PDF.
Elissalde, Roberto L.: “Ana de Pombo, la diseñadora de Evita”. LA PRENSA, 23 /07/ 2022.
LunaAguilar,Antonio: “El Cristo de la Pombo”. DIARIO SUR, 19 de abril de 2009.
“Mi última condena”
Documental del cineasta marbellí Juan Mata, de 90 minutos de duración. Se estrenó en el Festival de Cine de Málaga en 2022.
“Ana de Pombo, de París, de España, del mundo”
Adaptación teatral dirigida por Esteve Ferrer Interpretada por la Compañía
Arte en Escena, se estrenó el 31 de enero de 2024 en la Sala Pereda del Palacio de Festivales de Cantabria.
“Españolas por descubrir: Ana de Pombo”
Vídeo de la conferencia deAna Gavarrón en el Círculo de Orellana.
Resulta extraño que la Wikipedia no recoja aún la biografía de este personaje que pasará a la Historia como hijo de la polifacéticaAna de Pombo y padre del escritor Álvaro Pombo, Premio Cervantes 2024.
También por sus propios méritos, por su labor de ingeniero agrónomo llevada a cabo en la finca de LADEHESILLA(Ampudia), al transformar un erial heredado en elpáramo de losMontesdeTorozos en unafinca deregadío y explotación agropecuaria ejemplar que, en 1958, recibió el título de “Ganadería Diplomada”.
Era hijo del aristócrata santanderino Cayo Pombo Ybarra y de Ana Caller de Donesteve, más conocida como Ana de Pombo. Casado con Pilar García de los Ríos y Caller, de cuya unión nació el ilustre novelista y poeta Álvaro Pombo y García de los Ríos.
Murió prematuramente, a la edad de 49 años, el 30 de diciembre de 1964 y fue sepultado dos veces: la primera en la ciudad de Palencia, en una tumba de tierra, y la segunda en Ampudia, tres semanas más tarde, en un panteón que comparte con su madre, Ana, y con el tercer marido de ésta, el argentino Pablo Olivera.
Lo llamativo de este panteón familiar, calificado por Lola Gavarrón (la biógrafa de Ana) como “sobrio, muy muy sobrio”, es que sobre él no figure inscripción alguna que indique los nombres y fechas de los allí sepultados:
Cayo Pombo Caller (+ 30 de diciembre de 1964)
Pablo Olivera Martínez (14 de junio de 1975)
Ana Caller de Donesteve (10 de diciembre de 1980)
La razón esmuy probablemente queAna, laúltima en fallecer, después de una vida llena de glamour, murió arruinada y casi en el olvido. A su misa de funeral en la capilla de los jesuitas de Madrid asistió apenas una veintena de personas y al entierro en Ampudia algunos menos. Dejó como herencia una deuda de diecisiete millones de las pesetas de entonces.
Sobre la lápida únicamente una curiosa inscripción que lleva el sello inconfundible deAna y reza así:
“AQUÍ YACE CAYO POMBO CALLER, QUE TU SACRIFICIO ARRASTRE A MUCHOS HACIA EL CAMINO DE LAVERDAD, LA JUSTICIA Y EL AMOR, CON FE, ESPERANZA Y CARIIDAD. DESCANSA EN PAZ, CAYITO, YO, TU MADRE, ANA CALLER DE DONESTEVE, PABLO OLIVERA, JOAN CAMPBEL, TERESA Y PEDRO CASTRILLO, PEDIMOS A DIOS, POR INTERMEDIO DE NUESTRA SRA. DEALCONADA, PARA QUEASÍ SEA. + EL30 DE DICIEMBRE 1964.
Es un día nublado de finales de 1934. El Muelle está casi vacío esta tarde. Santander, en cambio, está repleta de agitación a finales de ese año. Será una Navidad agitada por fuera y remansada por dentro. Mercedes, la cocinera, hará una rica cena de Navidad: un pavo asado relleno de manzanas y de pasas. Álvaro y Cayo, su hermano, cenarán en casa de su padre esa noche. Manifestarán una alegría sombría. Una indiferencia por la presente situación familiar que, en el fondo, no sienten. Con veintiún años, Cayo ha vuelto de Inglaterra satisfecho de sí mismo, contento con las copas que ha ganado jugando al tenis allí y también aquí, en Santander. Un chico guapo sin gran interés por nada en concreto. Su máxima aspiración, desde que llegó a Santander, es echarse novia. Una novia de familia adinerada. Una guapa chica de la sociedad santanderina. Ha contado a su hermano que, nada más llegar a Santander, su padre, Cayo Pombo Ybarra, le hizo una lista de chicas posibles, buenos partidos todas. Era un juego irónico y sombrío de su padre, recientemente abandonado porAnita,Ana Caller Donesteve, la madre de los chicos. Esta tarde nublada, mientras pasea con Rafael Mazarrasa y hablan de política, Álvaro piensa con envidia en su hermano Cayo: Ojalá fuese como él, despreocupado, guasón, como todos los Pombo, descreído, arrogante, y a la vez lo contrario, muy capaz de ser encantador y de hacerse querer. Fingirse desvalido con tía Rosa e interpretar ese papel de hijo abandonado, aunque, la verdad, le encanta disfrutar la libertad que da el abandono materno, interesar a las chicas santanderinas a los veintiún años.
Ana de Pombo: “Mi última condena”, 1971.
Un día de alegría - porque yo abría mi boutique en Marbella – me llegó la espantosa noticia. Me quedé sin raíces en el mundo. El telegrama decía: “Cayito ha muerto. Ya le hemos enterrado. No hace falta que vengáis.”
Lo firmaba la mujer y el hijo de Cayito.
No quiero contarte, lector amigo, aquellos días y aquellas noches, aquellos viajes y aquel dolor, aquella pena de un hijo muerto en un hospital, vestido con cuatro andrajos y enterrado, todavía caliente (testimonio del enterrador) en fosa de tierra del cementerio de Palencia. Me lo callo.
Le desenterramos al cabo de veintitantos días y lo trasladamos. Fue una manifestación: todos sus obreros de “La Dehesilla” – donde é había iniciado una resolución ejemplar en España – le lloraron cuanto le querían, que era mucho.
Perdón, quería callarlo; se me fue la pluma tras el dolor. No quisiera propagar tristezas en la vida cuando mi estilo ha sido siempre proporcionar bienes y alegrías.
Un agradecimiento inmenso tengo en mi corazón para Pedro Castrillo y esposa, que ejerce la medicina en la noble tierra castellana deAmpudia de Campos (Palencia) y a su comprensiva hija Tere, quienes le siguieron hasta donde se les permitió y copartícipes de mi dolor hasta donde su gran corazón los lleva. Son los seres más allegados a mi corazón, los corazones con quienes más cuento en mi vida.
Mi hijo descansa en el panteón familiar de Ampudia, junto al templo milenario de arte y a la sombra del castillo templario, que fue mucha historia de España.Allá quiero junto a mi hijo Cayito, aunque lejos de la catedral de Santander, donde descansa mi otro ser querido, llegar un día y descansar para siempre.
Y con mis recuerdos en la mano, aquí me quedo en Marbella, que es remanso de paz tanto como “La flecha” salmantina lo fue para Fray Luis de León.
Cayo Pombo Caller (derecha) con el médico deAmpudia Don Pedro Castrillo (izquierda) y dos miembros de su familia.
José María Velasco Peinador: “Ana Caller de Donesteve, Ana de Pombo” LA CORREDERA, Nº 3, 2014.
“La Dehesilla” siempre tuvo la consideración de “explotación agrícola ejemplar”. En las hemerotecas aparece como premiada en diferentes certámenes nacionales e internacionales. En uno de estos fue primer premio nacional con una gallina ponedora. Una marca comercial de raticida, publica en su anuncio un telegrama de Cayo Pombo, avalando su producto. Bajo su dirección, se perforaron pozos, logrando convertir el pedregal de los Montes Torozos en un vergel, donde se cultivaban hasta lechugas. Doña Loli llamazares, quien fue maestra en la villa en aquellos años, en sus memorias de Ampudia, publicadas en el Nº 2 de “La Corredera”, recuerda estos detalles. Al día de hoy en Ampudia, pasados 50 años, son muchas las personas que aún recuerdan a Cayo Pombo con afecto y cariño. En aquella época, la relación entre “amos” y obreros era casi de esclavitud, cosa que no se conoció en La Dehesila.
TodoslosAmpudianosde ciertaedad recordaránque elfuneralse demoró 20 días tras su muerte. No procede dar detalles, pero quien lea el pasaje de la autobiografía de la madre y el epitafio de su tumba, comprenderá ciertas cosas. Aquel día de enero de 1965, no hubo escuela y todos los niños y el pueblo entero lo acompañó en su último viaje. Fue depositado en una fosa provisional, la cual se tapó con unos tableros, hasta que se terminó el panteón, que se conserva actualmente en el pasillo de entrada del Camposanto.
Álvaro Pombo: “Un gran mundo” (2015)
Así fue como vimos morirse al tío Mario [Cayo Pombo Caller]
Dice el aguilucho que, al principio – durante casi un año -, confundió la enfermedad de su padre con las peplas de su mala vida. Fueron quizá dos años de temporadas en hospitales de Madrid. El aguilucho y tía Teresa [Pilar García de los Ríos] iban de visita por las tardes, y los tres se acomodaban a una tertulia animada, aunque superficial. Tía Teresa se había instalado ya en Madrid, en un piso bonito, en los nuevos barrios de Urbis. […] Para el aguilucho fue un tiempo difícil. La enfermedad paterna dejó equívocamente en suspenso el conflicto matrimonial. Pero la enfermedad, el padecimiento renal, tenía un curso discontinuo. El tío Mario tenía temporadas mejores y peores, dándose, pues de alta y de baja en los sanatorios varías veces al año a lo largo de los dos últimos años de su vida. […]
El desvalimiento del enfermo era profundo e iba en aumento a medida que se deterioraba el funcionamiento de los riñones. No era sin embargo visible: el aguilucho no podía traducir a su experiencia propia, empáticamente, aquel deterioro del tío Mario que se manifestaba, a sus cincuenta, en una mezcla de malestar y chulería. Seguía teniendo la agresividad de la separación. El gusto por referencias irónicas a sí mismo y el prurito de hacer ver que era muy capaz de tomar deportivamente su propia enfermedad. No daba una imagen sufriente sino desafiante. […]
La muerte se vino encima muy deprisa alfinal. El tío Mario, alparecer, entró en coma urémico con una relativa aceleración. El aguilucho dice que se movía en la cama con movimientos inconexos de las manos y los brazos, que eran todavía sus gestos. Sobre la almohada, su cabeza pelada era todavía su cabeza. Pero ya no nosconocía,dijo el aguilucho. Le tuvieron veinticuatro horas abajo en una especie de garaje. El entierro fue al día siguiente en el cementerio provincial. El aguilucho envió a su abuela un telegrama redactado con cierta brusquedad que decía: mi padre ha muerto.Ya le hemos enterrado. No hace falta que vengáis. Añadió el nombre de su madre y el suyo.
Fue un entierro sencillo. Le dejamos el pijama, le amortajamos con sus pantalones de franela y su jersey. El aguilucho dice que le amortajaron como el tío Mario, con característico humor funerario, había dicho que se hiciera: lo elegante es que te entierren con lo puesto: un pantalón de franela gris y el jersey, que es como he ido siempre a todas partes (se refería, según el aguilucho, al modo de vestir que su padre había adoptado en los últimos años de su vida: desenfadado y cómodo, a juego con la vida desenfadada que le recordaba el aire desenfadado de su juventud). La finalidad del telegrama había sido evitar que tía Elvira y Helio [Ana de Pombo y Pablo Olivera]se trasladaran apresuradamente desde Málaga a la finca en un gran turismo, como solían, ahora que ya todo había acabado. Me imagino, conociendo al aguilucho y a tía Teresa, que fue un intento de suprimir la teatralidad que tía Elvira añadiría al entierro de haber estado cerca. Y esto era no conocerla.
En sus memorias escribe: precisamente el día que había inaugurado yo mi nueva boutique en la plaza de los Naranjos, que vino todo el mundo a estar conmigo y verla, me llegó el telegrama de mi nuera y mi nieto como una puñalada. Era un telegrama frío, sin misericordia ni compasión cristiana. Helio y yo cruzamos la Península entera, y una vez en la finca, acompañados de Pedro, el médico, y de su hija y su mujer, el encargado y su mujer y otras personas, fuimos al cementerio provincial y desenterramos a mi hijo Mario.
Le habían dado tierra con cuatro harapos. Nosotros le llevamos al pueblo cercano, que quedaba a diez kilómetros de la finca, y ahí volvimos a enterrarle como era debido, entre los suyos, sus obreros, por quien tanto había hecho y tanto le querían […]
Lo reconozco eso es hacer las cosas bien. Pero no reconozco ni reconoceré nunca en esas pompas fúnebres ningún dolor que no fuese fingido, o imitado o artificiado para la ocasión. No reconoceré nunca que el segundo enterramiento del tío Mario fuese más puro o más religioso, o más adecuado a la voluntad del propio difunto que el primero.
Epifanio Romo Velasco: “Villerías, el Mayorazgo de los Velasco”. Ediciones de La Corredera, (2020)
En febrero de 1505 se celebraron en Valladolid los esponsales de Don Pedro de Velasco y Manrique, el primer Señor de Villerías, con Ana de Rojas, hija de Juan Rodríguez de Rojas, señor de Requena. La madre de Don Pedro, doña Isabel Manrique, le regaló para la ocasión a su hijo 200 doblas de oro y unas casas que tenía en Valladolid “ en la collación de San Pablo”.
Sobre el solar de estas casas, su primogénito, el segundo Señor de Villerías, DonAntonio deVelasco y Rojasse hizo construir una casa-palacio que le permitiera estar cerca de la familia real que habitaba el contiguo Palacio de Pimentel. Encargó la obra al prestigioso arquitecto Francisco de Salamanca (+1573) quien más tarde se ocuparía de la reconstrucción de la Plaza Mayor de Valladolid, tras el incendio de 1561 Los rejeros Francisco Martínez y Llorente de Herreros contrataron en 1557 las rejas de las ventanas del patio central donde aún hoy campean los escudos de la heráldica familiar. […]
La casa permaneció en la familia de los marqueses de Aguilar de Campoo hasta la XIV marquesa, Doña Mariana López Pacheco y Portugal (+1768), casada, en sus primeras nupcias, con Don Francisco López Pacheco y Moscoso, Marqués de Villena, de quien el edificio vino a tomar el nombre con el que ha llegado hasta nosotros.
Como doña Mariana no tuvo sucesión de ninguno de sus dos matrimonios, sus títulos y bienes pasaron a los Duques del Infantado y a esta Casa perteneció el edificio hasta que el 21 de junio de 1876, Don Manuel de Toledo y Lesparre, hijo de Don Pedro Alcátara Toledo, XIII Duque del Infantado, se lo vendió al industrial santanderino Don Juan Pombo por 55.000 pesetas.
Fue Don Juan Pombo Conejo un claro exponente de la nueva burguesía industrial del siglo XIX que en 1872 recibió de D. Amadeo de Saboya el título de Primer Marqués de Casa Pombo. Fuese porque el edificio se encontraba ya en muy mal estado, o tal vez por un deseo de emular a la antigua nobleza, Don Juan Pombo hizo grandes reformas en el palacio:
modificó totalmente la fachada colocando en ella su escudo de armas y añadió los dos torreones laterales para darle un aspecto más parecido al del vecino Palacio de los Pimentel. De la edificación primigenia, obra de Francisco de Salamanca, sobrevivieron el arco de entrada con grandes dovelas, la escalera principal cubierta con un bello artesonado y el espléndido patio interior con dos pisos de arquerías en tres de sus lados.
De Don Juan Pombo (+1889) el palacio pasó por herencia a su hija doña Everilda Pombo Villameriel casada con Don Teodosio Alonso Pesquera, Primer Marqués de Alonso Pesquera. Igualmente por herencia, una parte de la propiedad del edificio vino a caer en las manos de las cuatro hijas de doña Mª Eugenia Alonso Pombo, nietas de doña Everilda, y otra parte en las de Don Cayo Pombo Caller, el dueño de La Dehesilla de Ampudia, que en 1944 llegaron a un acuerdo para vender el edificio al Estado por 550.000 pesetas. Desde entonces y hasta 1982 el palacio sirvió de sede al Gobierno Civil de Valladolid. En la actualidad se integra en el complejo que alberga el Museo Nacional de Escultura, situándose justo enfrente de su sede principal, el Colegio de San Gregorio.
Palacio de Villena, patio interior obra de Francisco de Salamanca (+1573)
Epifanio Romo Velasco: LACORREDERA, Nº 5, 2018.
Caserío (explotación agropecuaria) situado en el páramo de los Montes de Torozos, en el término municipal de Ampudia (Palencia), a 7 kilómetros del núcleo principal de la villa y a mitad del camino entre ésta y Quintanilla de Trigueros (Valladolid) por la carretera comarcal P.904.
Conocida históricamente como “Monte de la Dehesa de la Villa”, o simplemente “Monte Dehesa”,esuna fincade unas 420hectáreascuyo vuelo fue desde antiguo propiedad de los Señores solariegos deAmpudia. En 1752, en el Catastro del Marqués de la Ensenada, figuraba como “La Dehesa”, propiedad del Conde de la Gomera.
En virtud de los procesos desamortizadores del siglo XIX salió a subasta pública y fue adquirida en 1877 por D. Juan Pombo Conejo, industrial santanderino y primer Marqués de Casa Pombo por concesión del rey Amadeo de Saboya. De él pasó por vía de herencia a sus descendientes: Cayo Pombo Villameriel, Cayo Pombo Ybarra y Cayo Pombo Caller. Fue este último quien propició la construcción del actual caserío y la transformación en tierras de cultivo de lo que antes era simplemente una dehesa boyal. Cuenta Ana de Pombo en sus Memorias que lo que su hijo Cayo, ingeniero agrónomo educado en Cambridge, se propuso hacer en esta paramera de Torozos no era sino un remedo de la hermosa finca de Campogiro (La Remonta) que su padre había vendido a la Diputación de Santander en 1921 y ésta lo cedió al ejército para la cría de ganado caballar. Allí pastaron las primeras vacas frisonas que hubo en el territorio de Cantabria y hoy es una barriada y parque público de la ciudad.
El proyecto común del joven matrimonio formado por Cayo Pombo y Mª del Pilar García de los Ríos consiguió transformar de raíz aquellos pedregales hasta convertirlos en tierras de regadío. Un verdadero oasis en medio del páramo. Para ello tuvieron que talar árboles, roturar tierras, abrir pozos y establecer un sistema de acequias de riego que aún hoy, pese a su deterioro, llama poderosamente la atención por lo tecnológicamente avanzado de la empresa para aquellas fechas.
Luego vinieron las casas para los señores y para los obreros, los silos, las naves para las vacas, los palomares y sobre todo los gallineros La producción avícola estaba de moda en aquel momento y La Dehesilla ganó varios premios con sus gallinas ponedoras en la feria que se celebraba anualmente en Madrid en la Casa de Campo.
Los Pombo debieron llegar a La Dehesilla en 1942 cuando en la finca solo existía una casa para el guarda. Las fotos de 1955 muestran ya el caserío blanco prácticamente terminado, aunque se echan en falta uno de los silos y la Capilla. Esta debió ser levantada poco después utilizando en parte las piedras sobrantes de las bóvedas de la Colegiata de San Miguel deAmpudia, que fueron reconstruidas con ladrillo tras el hundimiento de 1954. […]
La muerte temprana de Cayo Pombo en 1964 puso punto final a todo aquel ambicioso proyecto. […] La fisonomía del caserío ha ido con los años perdiendo su blancura y el abandono y la ruina de algunos edificios dan muestra clara de su decadencia
El escritor Álvaro Pombo, el hijo único de la pareja, pasó en esta finca largas temporadas de sus vacaciones estivales de adolescencia. Así aparece en sus recuerdos de “Un gran mundo”. Muchos años después la belleza perturbadora de estos páramos sigue haciéndose presente en algunos de sus versos.
La finca de La Dehesilla, con iglesia y palomar.
“Álvaro Pombo. Génesis de un narrador”.
Los veranos los pasaba en la Dehesilla, en su casa de Ampudia de Campos: “Era horrible abandonar la Bahía en Verano, olvidar El Puntal”
Allí conoció la vida castellana, la vida del arado romano:
“Mi primera experiencia con Castilla fue la de la leche de oveja
Castilla me pareció horrible: pueblos de barro, la casa de mis padres sin muros ni puertas. Aquello era un páramo. Echaba de menos Santander, donde iba a la playa.”
Así describe la que podría ser la finca familiar en la novela “El metro de platino iridiado”:
“Era una finca llana. Un páramo sin una sola casa. Ningún árbol. Todavía la cebada y el trigo y la avena estaban verdes. Llegaron poco antes del atardecer a un caserío blanco, lo único habitado que había en medio de toda aquella tierra llana, de secano
Con quince años trabajabapor las mañanasayudando al señor Benito – un trabajador de la finca - en una obra y en la huerta, y por las tardes iba al gallinero, uno de los primeros en España con gallinas ponederas. Por todo esto le daban una paguilla que ahorraba. La finca de trabajo está narrada también en sus novelas:
“… una finca como esta de Peñacastillo es lo contrario de una finca de recreo, es una finca que podría convertirse en experimental, de rotación agropecuaria. Como finca de recreo es demasiado visible toda de una vez: hay demasiados praos y demasiado poca arboleda, y todo habla de labor, de trabajo, no de recreo.” [“Virginia o el interior del mundo”]
Allí también había tiempo para el juego, sobre todo cuando venían sus tíos y sus primos de visita. Entonces jugar al último mohicano y a hacer cabañas en unas zanjas del campo ocupaba las horas del día.
Aquellas navidades iban a quedarse solos en la finca el aguilucho y Tía Teresa y quedamos en que iríamos a pasar unos días con ellos al principio de las vacaciones siguiendo viaje luego a pasar el fin de año en la provincia con mi madre. Así que fuimos a Valladolid en tren desde Madrid y ahí nos recogió una furgoneta con el volante a la derecha que conducía el aguilucho mismo. Repentinamente, casi como de un salto, pasabas del valle al páramo y desde ahí mismo se veía todo a la redonda: la paramera, y en medio el caserío blanco como un punto blanco entre las tierras. Ya atardecía y viajábamos por una carretera comarcal sin asfaltar que crujía bajo las ruedas. Había mucho bache, pero era todo recto, horizontal y vertical hasta el otro lado del horizonte que atardecía entre azulado y morado, cárdeno, invernal: producía en su misma desnudez una sensación suprarreal como si nos encamináramos a un caserío inverosímil que emerge en medio de la pedregosa nada y se oscurece amoratándose como en el esquematismo de los cuentos.
Repentinamente el aguilucho giró el volante a la izquierda en lo que pareció un ángulo agudo y circulamos unos dos kilómetros por una carreterilla aún más pedregosa y estrecha, dejamos a la derecha un palomar redondo, nos cruzamos y tuvimos que echarnos a la cuneta un poco con un remolque de gente que arrastraba un tractor. El caserío tenía unas luces que parecían portuarias. El aguilucho rodeó lo que según nos dijo era el corral, el centro del caserío y paró el coche enfrente de un jardín rodeado de retamas verdes. Hizo sonar elclaxon tres veces,bajamos y salió tía Teresa a recibirnos.
Fue una buena idea aprovechar aquella finca, aquellas quinientas hectáreas de secano en Tierra de Campos, en un empeño colonizador. Realmente se trataba de eso: de volver fértil y significativo un erial donde se cosechaba como mucho una vez al año el trigo, la cebada y la avena, dejando la mitad de la finca en barbecho para que descansase la tierra. No era buena tierra. Había sido todo monte de robles y de encinas durante los siglos imperiales, que se había ido roturando hasta dejarlo liso y como exánime. Contaba tía Teresa que cuando llegaron, recién acabada la contienda, todavía en plena Guerra Mundial o en sus finales, no había, por no haber, ni pájaros, ni codornices, ni perdices. Hicieron lo primero un palomar y un pozo, los palomos trajeron las palomas, las palomas criaron los pichones y pronto hubo dos pozos. El pozo frente a la casa de los señores a cuya vera se construyó un aljibe en lo alto que resplandecía jalbegado los atardeceres, y otro pozo, el del corral, con un abrevadero rectangular para el ganado. Quizá este segundo pozo existía ya a la vez que el caserío elemental de adobe que fue blanqueándose en unos años cobrando una espectacularidad blanca en la llanura verdeante de las primaveras, y árida y agostada después de las siegas los veranos. Y se hizo un tercer pozo, el de la era, que tenía un arco de hierro por encima y que tenía un cubo atado con una cuerda que se podía soltar todo de golpe y esperar, con gran emoción, el golpetazo del cubo en el redondel remoto del agua caliza del fondo. Lo que se construyó, el caserío, fue durante años una sugerencia o una ocurrencia que iba confirmándose lentamente a sí misma, hasta volverse, con los modestos beneficios iniciales, un convencimiento, una convicción. Como si la tierra y la aridez se doblegaran y dieran la razón a los colonos, los jóvenes padres del aguilucho que reinvertían sus beneficios anuales en la mejora de la finca y en un coche un poco mejor cada dos o tres años.
Ernesto Escapa – Diario de León, 23/06/2019.
• El escritor leonés Ernesto Escapa vivió sus últimos años en el pueblo de su mujer, Trigueros del Valle(Valladolid), muy próximo aLa Dehesilla. Falleció víctima de un cáncer en octubre de 2019.
Los Pombo santanderinos descienden de una próspera y prolífica pareja palentina, ennoblecida en 1872 por el efímero Amadeo I con el marquesado de Casa Pombo. Aquel remoto abalorio harinero supo ser avispado para situar a sus descendientes en órbitas de creciente prosperidad, emparentando en Santander con los Botín, los Escalante o los Polanco. Sucesivas alianzas de provecho se traducen primero en la fundación bancaria del Mercantil, que iba a ser y fue el embrión que alumbrara el pujante Banco de Santander.
El villadino Juan Pombo Conejo alcanzó a ser presidente del banco, alcalde de Santander y senador, en una escala de valores que no lo descuidó de la atención a sus asuntos, apareciendo como ricacho en los Episodios Nacionales de Galdós, por entonces veraneante en el Sardinero. Pero, sobre todo, los ruidos de la fama nunca distrajeron al caporal del mimo de sus negocios, que lo iban a convertir en primer contribuyente de Santander y de Valladolid, con una dedicación variada a la industria naviera, a los hoteles y a la molienda de cereales, alojando sus fábricas de harinas en el Canal de Castilla y en el Besaya.
Los viejos mapas todavía circulantes pregonan el vínculo histórico de los Pombo con el terrazgo, sobre el que volvieron a cultivar provechos con audacia, después de alcanzar la prosperidad naviera y bancaria en Santander. Una mañana fría y transparente del invierno de hace nueve años acompañé a Álvaro Pombo en su regreso a la Dehesilla, la finca que había sido de sus padres, situada en los Torozos, entreAmpudia y Trigueros, El escritor vino a grabar un programa de televisión sobre sus espacios nutricios y pidió visitar de nuevo aquel recinto familiar de sueños y desdichas. Acababa de salir “Los enunciados protocolarios” (2009), su sexto poemario de un género percutiente que Pombo concibe como instrumento para revelar verdades profundas.
El páramo de la Dehesilla albergó durante los años de la postguerra los sueños agrícolas de Cayo Pombo, padre del escritor, un ingeniero que primero rompió el lecho calizo de la finca con maquinaria traída de Madrid, y luego perforó 32 pozos para sembrar los claros del bosque con remolacha. En aquel momento la Dehesilla se convirtió en uno de los modelos del incipiente desarrollismo agrario vallisoletano, cuando el despegue de la provincia se basaba en la quíntuple A: Automóviles, abonos, aluminio, alimentos y avicultura.Así lo enuncia el falangistaWaldo de Mier en su libro “España cambia de piel” (1964). Desde hace unos años, la Dehesilla aparece arbolada con molinos eólicos, que extienden sus palas gigantescas sobre un encinar clareado por tenaces descuajes.
Al regresar a la Dehesilla, pudo Pombo rescatar un tiempo ofuscado por la tristeza de su disolución. El empedrado del jardín, las sendas de almendros, los chozos pedregosos, la precisa memoria de sus habitantes y de cada recinto del caserío, los rígidos barbechos, “el dormitorio de losetas rojas en la casa blanca del caserío blanco”. Un escenario muy nítido en los protocolos de su poesía. El complejo agrario de La Dehesilla tenía frontón, huerto de verduras y pabellón de granjas: una de sus gallinas ganó el primer premio de ponedoras en la Feria del Campo de Madrid. El sueño de aquel paraíso lo truncó la separación de los padres del novelista, que además eran primos: Cayo Pombo Caller y Pilar García de los Ríos Caller. El padre ingeniero murió en Palencia cuando concluía 1964. La madre, una vez viuda, se volvió a casar con JoséAntonio Marina, compañero de estudios del novelista.
Desde su primera novela platónica “El Parecido” (1979, que dedica a Aranguren, la obra narrativa de Pombo aparece jalonada de premios: Herralde por “El héroe de las mansardas de Mansard” (1983); Nacional de la Crítica (1990), por “El metro de platino iridiado”; Nacional de Narrativa (1997), por “Donde las mujeres”; Fundación Lara 2001, por “El cielo raso”; Salambó y Ciudad de Barcelona 2005, por “Contra natura”; Planeta 2006, por “Matilda Turpin”; y Nadal 2012, por “El temblor del héroe”.
“Un gran mundo” (2015) recupera el rastro de la provincia blasonada evocado en Las mansardas: ambas giran en torno a la pesquisa familiar que constituye uno de los ejes de su narrativa. Otros se apoyan en el moralismo de las conductas o en la órbita religiosa. Su novela más reciente, “Retrato del vizconde en invierno”, evoca la creciente decrepitud de un referente de la transición, a través de una prosa trenzada con meandros reflexivos, pero que sigue conduciendo su trama compleja sin perder el cauce.
En aquella visita a la Dehesilla rescató Pombo un viaje con sus padres a visitar a la abuela en Marbella, llevándole como obsequio un Cristo románico envuelto en una manta y sujeto en la baca del Mil quinientos. La abuela paterna, Ana de Pombo (1900-1980), había instalado a fines de los cincuenta con su tercer marido, el decorador argentino Pablo Oliveras, una tienda de modas en la Plaza de los Naranjos. El Cristo no lo vendió: lo donó a la iglesia marbellí de la Encarnación, donde todavía se muestra.Aquel viaje en 1500 lo evoca Pombo en “Un gran mundo” (2015), donde sigue la estela de la abuela bailarina y secretaria de Chanel, espía en Madrid y modista de Evita Perón, amante del argentino y académico francés Héctor Bianciotti (1930 - 2012) y cliente de Cocteau (1889- 1963), quien decora su tienda marbellí de los Naranjos con paneles flamencos recogidos en el Reina Sofía.
Con “Gildo”, uno de los actuales propietarios de la finca en nuestra visita de febrero de 2025.
Fundación José Manuel Lara, 28/02/209.
“Este libro es una única y larga canción de amor”
Las casualidades literarias se agolpan esta vez desde la puerta de un autor reconocido por la crítica y los lectores como una de las voces más prestigiosas de la literatura española contemporánea. Se trata de Álvaro Pombo, de quien podemos ver publicada en Editorial Planeta su última novela, titulada “Virginia o el interior del mundo” en la que vuelve a demostrar su excepcional manejo de la prosa y de la arquitectura narrativa, al mismo tiempo que la Fundación José Manuel Lara pone al alcance de los lectores en su colección Vandalia el libro de poemas “Los enunciados protocolarios”, quinto poemario del autor santanderino, que el autor presentó en Sevilla.
Menos divulgada que su obra narrativa, la poesía de Álvaro Pombo resultadeobligadoconocimientoalahoradeentenderlasraícesdesumundo literario, y a ella regresa después de dieciséis años sin publicar obra nueva. Este quinto poemario del autor santanderino puede leerse como una profesión de fe en el amor, un emocionado recuento que pasa revista a los triunfos y las derrotas, alternando el recuerdo estremecido de los días de plenitud con la melancolía de las pérdidas sucesivas, evocados por una voz personalísima que se cuenta entre las más originales de la poesía española contemporánea.
Bajo su apariencia libérrima, los versos de Pombo siguen un riguroso patrón musical que recuerda el ritmo de la prosodia clásica, pero aplicada a la recreación de un universo lírico cuajado de asociaciones insólitas e imágenes sorprendentes, combinación única que da como resultado una poesía brillante, apasionada, rompedora y heterodoxa, rebosante de fuerza y de belleza […] lo que se percibe con toda claridad si, como acostumbra a hacer el autor, uno lee los pasajes en voz alta.
Que vuelva esa ingrávida noche fraterna y coceen las mulas en las cuadras adoquinadas
hartas de avena loca y de tábanos grises
Que coceen las mulas blasfemas en el páramo cárdeno
Reino de las blasfemias las llagas los palos
¿Emprenderemos entonces hermano de nuevo el viaje inmóvil?
Ahí nos detuvieron las dulces tardes masturbadoras ocultos en los chozos
El estrecho pantalón corto mil rayas las alpargatas tus fuertes piernas oscuras
Recuerdo tus rodillas desnudas como recuerdo las tobas moradas y azules
[LOS ENUNCIADOS PROTOCOLARIOS, p.17]
Las llanuras son mi juventud castellana
Era horrible abandonar la Bahía en verano olvidar El Puntal
Y recuerdo los grávidos trigos y los dos palomares la garganta del estío reseco
Brillante de grasa consistente como un moco rubiáceo
Aquel elegante Massey Fergusson el tractor color rojo.
En Burgos compramos tijeras de acero inoxidable con su azul mango ergonómico.
[LOS ENUNCIADOS PROTOCOLARIOS, p.41]
En el ámbar de las desechadas sábanas blancas y verdes
he sumergido el mes de agosto
Recuerdo el abrevadero rectangular en el corral rectangular y al regreso de las huebras sedientas
Y los renacuajos lábiles como lentejas pseudópodos agazapados en el verdín velludo esperando su hora subacuática
El almorrón torrencial de agua caliza refresca las lechugas recién atadas
[LOS ENUNCIADOS PROTCOLARIOS, p.45]
Oh memoria de nuestras dos camas paralelas
En el dormitorio de losetas rojas en la casa blanca del caserío blanco
en el dormitorio friolento del colegio de Valladolid
Y afuera los rígidos barbechos de noviembre y diciembre
No me atrevo a decir que te amaba porque te amo aún.
[LOS ENUNCIADOS PROTOCOLARIOS, p. 67]
En nuestro corazón ni un día faltó la debida fidelidad la constancia la consistencia del balido trascordado de los rebaños de ovejas que pastorea el señor Miguel a cantazos cuyos perros de orejas rotas y mataduras sangrantes mordían las patas traseras de los mochos carneros recién esquilados carentes de orden de parada que se implan en los prados de alfalfa [LOS ENUNCIADOS PROTOCOLARIOS, p.101]
Oh mi amor recuerdo tu corazón como un canal de riego en la deshilada Castilla
del secano y los silos de maíz fermentado
Recuerdo los chozos pedregosos tus piernas pedregosas y mi amor imposible
como si no hubiera el tiempo sido al fin sino instantáneo instante
que como la flor morada de las tobas explota y dice su color ceniciento
Perdido en el horizonte reseco del mundo yo te amo
[LOS ENUNCIADOS PROTOCOLARIOS, p.101]
El verde había venido de tan lejos
que nosotros no estábamos dispuestos a disfrutarlo a secas en
Castilla
Tendríamos que ver si estaba bien o mal
Si era o no era verde a fin de cuentas
Oh tú madre sagrada en la virtual virginidad del traicionero cielo ¿es verde el verde o no?
Amábamos lo seco lo calizo lo ígneo los rastrojos
Amábamos lo mudo y lo violento y lo joven y el agua
de los almorrones*
LOS ENUNCIADOS PROTOCOLARIOS, (p.105)
*Almorrones (Valladolid): Caballones. Lomos altos de tierra que, desde una noria, acequia u otro depósito de agua, conducen ésta para distribuirla por las regueras.
“Este es un poema en el cual se habla de mis padres y de mí mismo”
Me parezco a mis padres fumo y dejo de fumar como los dos
Desde fuera las manos de mi madre desde dentro son mis propias manos con su anillo
Hereditarios son estos nudillos del esqueleto paterno filial
Y la nariz carnosa corva y la cabeza calva y el corte de la cara excepción hecha de los ojos
Y la ira y la murria y una a ratos cómica energía con abundante sal de mesa
Y un lóbrego final brillante a ratos
Y otro final lluvioso destemplado más último que el último
Deslizadera infértil de la nada donde los tres nos olvidamos solos
LOS ENUNCIADOS PROTOCOLARIOS (p.85)
Introducción.
Álvaro Pombo, Premio Cervantes 2024.
Los Pombo en Ampudia: Cronología.
Los Pombo en Ampudia: Textos Seleccionados:
- Juan Pombo Conejo, el amo de los caseríos.
- Ana de Pombo, la más ilustre de nuestro cementerio.
- Cayo Pombo Caller, el Señor de La Dehesilla.
- La finca de La Dehesilla.
El páramo de La Dehesilla en “Los Enunciados Protocolarios” de Álvaro Pombo.