¿Votar nulo? CARROLL RÍOS
La palabra voto viene del latín votum, o deseo ardiente. Usualmente no tenemos un "deseo ardiente" de que uno de los candidatos nos gobierne. La oferta no refleja nuestras preferencias y nos frustra no poder trasladar esta información a la clase política. Como electores tenemos tres alternativas: votar por un contendiente, anular el voto o abstenernos de votar. Supongamos que un votante marca la casilla por el candidato Z. Su acto refleja cualquiera de las siguientes preferencias, todas incompatibles unas con otras:
Z me encanta
Z me es indiferente
Z es preferible a sus contendientes.
Z es aceptable
Voté al azar.
Al votar por Z, castigo al principal contrincante.
Pese a los diferentes razonamientos tras el voto, la lectura única por la sociedad es “ese votante prefiere a Z”. En otras palabras, el voto no comunica lo que realmente demandamos.
UFM.EDU
@EPRIUFM
|
EPRI_UFM
EPRI UFM
Anular el voto deliberadamente busca comunicar la insatisfacción del votante con las reglas del juego electoral o con las acciones de los partidos políticos durante la campaña. Sin embargo, la mayoría de sistemas, incluyendo el guatemalteco, toman el voto nulo como un voto inválidamente emitido. Quien deliberadamente anula su voto se confunde con quienes lo hacen por equivocación o para perpetrar un fraude electoral. El mensaje que quiere enviar el votante pasa inadvertido. El porcentaje de votos nulos tiene que ser lo suficientemente elevado e inusual como para comunicar la frustración ciudadana. Al ser la elección determinada por los votos válidos emitidos, ganará quien obtenga mayoría simple o absoluta contando los votos válidos. Aún si los votos nulos superan los votos válidos se decretará un ganador; NUNCA GANA NULO. La abstención razonada tiene un efecto parecido al voto nulo deliberado. El votante desinteresado o indiferente se suma al votante que protesta para conformar el total de abstenciones. Nuevamente, la comunicación es imperfecta. Ciertamente, si queremos un sistema electoral que permita al votante comunicar mejor sus preferencias reales, y darle un peso real al voto nulo deliberado, hay que reformar las actuales reglas del juego. Admitir la elección uninominal de los diputados y optar por elecciones por preferencias o rondas simultáneas, por ejemplo.
LIDERA EL CAMBIO El graduado de Ciencia Política y Relaciones Internacionales es capaz de coordinar equipos de trabajo, con el fin de resolver problemas existentes en el ámbito público o privado. Se anticipa a los conflictos, los analiza con rigurosa capacidad crítica y, con habilidades interpersonales y de comunicación, diseña soluciones viables. TIENE EN SUS MANOS EL PODER DEL CAMBIO.
CIENCIA POLÍTICA Y RELACIONES INTERNACIONALES Licenciatura y BA en 3.5 años
UFM.EDU UFM.EDU
@EPRIUFM
|
EPRI_UFM
EPRI UFM