El pan de cada día

Page 1

El pan de cada día

I.E.C.A.

“INICIACIÓN EN CADA ALMA” Inés Elvira Carvajalino Arévalo


Fecha de creación: 1999 Primera edición: Marzo de 2009 Segunda edición: Noviembre de 2015 Diagramado por: Camilo Ahumedo

©Copyright Noviembre de 2015


El pan de cada día “Lloviendo o haciendo sol el pan de cada día es el Amor y la Sabiduría”

Inés Elvira Carvajalino Arévalo



Dedicatoria Dedicado a todos aquellos que se sienten solos e incompletos, que se encuentran tristes y que se sienten perdidos en la vida. Esta es una voz de esperanza y de consuelo para empezar la marcha de regreso a casa. Sólo debes buscar en tu corazón; en él esta grabado el mapa que te indicará el camino a casa.



Introducción El cuerpo humano para el espíritu, es como el guante para la mano; un vestido, un vehículo, un empaque que utilizamos mientras permanecemos en este plano material y físico, pero que abandonamos al culminar nuestro proceso de aprendizaje, para regresar al plano del que provenimos y que comúnmente conocemos cómo plano espiritual. Pero, no sólo de PAN vive el hombre, necesita de nutrientes más específicos que le permitan no sólo alimentar su cuerpo, sino también alimentar su ALMA. Básicamente

él

“ser

espiritual”

se

alimenta

de

dos

ingredientes fundamentales para crecer y evolucionar: AMOR Y SABIDURÍA.



Cuando el hombre vive bajo leyes de amor, comprensión, respeto y tolerancia, convierte sus experiencias diarias en fuente de sabiduría, que le permiten no sólo beneficiarse, sino también ayudar a otros. Pero cuando por el contrario vive bajo conceptos de desamor, odio, violencia y no respeto hacia sí mismo y

hacia

los

demás, se expone a tropezar y caer muchas veces; como consecuencia del error, se

lastima y lastima a los demás

y al final viene el sufrimiento. El sufrimiento tiene por objetivo hacernos ver que ese no es el camino, que estamos equivocados y cuando lo comprendemos y cambiamos, actuando a través del Amor, adquirimos conocimiento y cuando lo aplicamos en beneficio nuestro y de los demás lo convertimos en Sabiduría.



La leyenda de los seres de luz

En el principio de los tiempos donde las tinieblas reinaban

y la nada era el todo, un rayo de luz permanecía encendido. Era el hogar de Papá y Mamá: DIOS. Ellos en su Amor y Sabiduría, inundaban ese “todo” a pesar de existir la nada, y poco a poco en su infinito proceso creador, llenaban la oscuridad con luz y la nada con todo. Era tanto su Amor y tanta su Sabiduría, que en un instante de absoluta entrega, alcanzando el éxtasis total, explotaron en enellones de millones de partículas de luz, y así fue, como se crearon los hijos. El hogar de Papá y Mamá se multiplicaba día tras día, llenándose de risas y juegos, de sueños y ensueños; mientras tanto... los hijos crecían. Y así, un buen día, los hijos mayores decidieron hablar con Papá y Mamá; querían conocer el todo, querían recorrer la nada.


Sentían que el hogar se había quedado pequeño y que necesitaban la libertad para poder conocer por sí mismos el todo y la nada, y sobre todo para poder ser lo que cada uno era. Papá y Mamá escucharon atentos, comprensivos y amorosos; deseaban la felicidad de sus hijos... Y al parecer, ellos ya no se sentían a gusto en casa. Así es, que comprendiendo los anhelos de sus hijos les permitieron partir, no sin antes explicarles, que el recorrido sería en DESCENSO y que tendrían que estar atentos y dispuestos a superar obstáculos. Les explicaron que al terminar cada etapa o nivel que fueran conociendo y al disponerse a descender al siguiente, deberían recoger y llevar consigo las herramientas adquiridas en cada una, (lecciones aprendidas). Estas herramientas serían útiles, necesarias e indispensables en el momento de querer retornar a casa, sin ellas sería prácticamente imposible el regreso.




Antes de despedirse, Papá se acercó a sus Hijos diciéndoles: -”Llevad con vosotros una parte de mí”- y tomando de sí un poco de su propia esencia (Sabiduría),continuó diciendo: - “Contiene el conocimiento que os traerá de regreso a casa, en él estaré siempre presente” y diciendo esto, les bendijo. Mamá a su vez, llevando la mano a su corazón, prácticamente lo entregó todo. -”Mí amor os acompañará por siempre”-, dijo mientras abrazaba y soltaba tiernamente a cada uno de sus hijos. Y fue así, cómo con un poco de Sabiduría y un poco de Amor que sus padres les dieron como herencia, que los Hijos emprendieron el camino del aprendizaje. Los Hijos estaban felices, por fin harían realidad su sueno... La irreflexión, producto del ímpetu de la juventud, sumada a la inexperiencia y a la audacia, ante esta nueva aventura, rondaba temerariamente en el camino que iniciaban. Parecían tener prisa, como si fuera una carrera que indicara campeones y perdedores.



En medio del afán y la alegría, muchos no tuvieron en cuenta las instrucciones de Papá y Mamá; ya que al dejarlos atrás, se sentían invencibles y ahora, ponían en tela de juicio las enseñanzas y recomendaciones que les habían dado al partir. Tenían prisa, mucha prisa..., y fue así como muchos, en el afán de llegar primero, se saltaron los diferentes niveles del descenso y prescindieron de llevar las herramientas que encontraban en el camino; querían estar livianos para avanzar más y más rápido en el descenso y prefirieron recogerlas al regreso... Fue así como los Hijos llegaron al nivel de los hombres, olvidando la lupa y los binoculares para ver de cerca y de lejos; olvidando la luz y la llave para pasar por cada una de las etapas; olvidando las herramientas que les permitirían subir de nuevo. Quedaron sumidos en la oscuridad y en el sueño profundo de la ignorancia, olvidando su origen y el propósito de su recorrido, olvidando a sus padres y por lo tanto el camino de regreso a casa... Pasaban los días y las noches dormidos y cuando de vez en cuando despertaban, una sensación extraña hacía latir más fuerte sus corazones y una luz que no sabían de donde provenía, les anunciaba que algo faltaba...


Pero Papá y Mamá no les habían dejado, permanecían siempre con ellos vigilantes y amorosos, pero respetando la decisión de sus hijos. La LIBERTAD les había sido concedida, y con ella, LA CAPACIDAD DE ELEGIR y de SER. No obstante esta situación de aparente caos, algunos Hijos habían seguido las instrucciones de Papá y Mamá y a su propio ritmo iban descendiendo nivel tras nivel, llevando consigo las herramientas adquiridas. Al llegar al nivel de los hombres se encontraron con la triste realidad de ver a sus hermanos sumidos en el sueño profundo de la ignorancia. Trataron de mil maneras de hacerles recordar, pero ellos simplemente no les reconocieron, tampoco les entendieron. Fue así como algunos de los Hijos decidieron quedarse entre los hombres con el fin de ayudar a sus hermanos a volver a casa.



Les acompañarían en el tiempo y el espacio, ayudándoles a superar las pruebas y a aprender las lecciones, pues sólo así adquirirían las herramientas necesarias para iniciar el ASCENSO. Y a pesar de la ignorancia y el rechazo de sus hermanos, les guiarían en el camino. Los Hijos habían crecido y madurado. El amor y la sabiduría que sus padres les habían dado como herencia, se había incrementado con la experiencia del descenso paso a paso y de acuerdo a las recomendaciones de los padres. Por lo tanto, el AMOR y la SABIDURÍA les permitirían ayudar a sus hermanos. Desde entonces los hombres y los Hijos conviven como uno, en el sencillo deseo de regresar a casa, los Hijos guiando a los Hombres y los hombres despertando a su consciencia. En esta búsqueda por encontrar su origen, los hombres han buscado siempre fuera de sí, pues al olvidar la HERENCIA que les dieron sus padres al partir han vivido como huérfanos y mendigos, siendo hijos de Reyes, y han gastado casi toda su vida en buscar en el lugar equivocado; olvidaron que lo que anhelan se encuentra escondido en su propio corazón.




Moraleja El amor y la sabidurĂ­a, es la herencia que nos llevarĂĄ de vuelta a casa para retornar a la UNIDAD a la que pertenecemos todos.



Taller de reflexión

1. ¿Qué relación encuentra entre esta pequeña leyenda

y su propia historia?

2. ¿Qué es el AMOR y la SABIDURÍA para el hombre y

en el hombre?

3. ¿Con qué otro nombre conocemos esta herencia?

4. ¿En qué aspectos esta corta historia le ayudó?

5. ¿Cómo se siente ahora?



Amor y Sabiduría Alma y Espíritu El Amor ES PARA SIEMPRE TODO LO DA, TODO LO COMPRENDE, TODO LO PERDONA ES A PESAR DE TODO NO ESPERA NADA A CAMBIO



Amor y Sabiduría Alma y Espíritu Representa la huella de Dios en el hombre, su presencia constante en nuestras vidas y el anhelo infinito que tenemos por sentirnos de nuevo completos. Al dejar el hogar - Dios - para iniciar el recorrido del aprendizaje, nos hemos sentido de repente incompletos y anhelamos volver a completarnos. El alma es ese sentimiento de Amor eterno que nos acompaña siempre, haciéndonos volver nuestros ojos hacia Dios, como el Padre amoroso que es, consuelo a nuestras penas y Paz en nuestra tribulación. El espíritu, por su parte, representa la sabiduría, o sea el conocimiento que adquiere el alma en su experiencia de vida y que luego al ser capitalizado por el espíritu le permite no sólo enriquecerse sino crecer y evolucionar en su proceso de aprendizaje.


Si comparáramos el papel del alma en la vida, con el papel que representa un actor, diríamos que el alma representa el personaje de una obra y el espíritu al actor. Por ejemplo: Margarita Rosa de Francisco a representado varios papeles como: la Niña Mencha, Gaviota, La Madre, etc., cada uno de estos papeles han requerido que ella olvide el papel anterior con el fin de no encasillarse, pero todos la han enriquecido como actriz. Así mismo sucede en la vida, donde la representación del alma (personaje), enriquece la experiencia, el crecimiento y el aprendizaje del espíritu (actor).



EL AGUA NO ES EL MAR, PERO ES PARTE DEL MAR. El agua es parte del mar, pero no es el mar ya que el agua está compuesta solamente por dos elementos: Hidrógeno y Oxígeno = H2O, mientras que el Mar posee agua como elemento principal, pero también posee muchos otros elementos como: hierro, fósforo, potasio, magnesio, calcio, sodio, hierro, peces, algas, plantum, etc.


EL HOMBRE NO ES DIOS. PERO ES PARTE DE DIOS. El hombre es parte de Dios, pero no es Dios. Creemos que Dios es espíritu y que debe poseer un alma, el hombre también es un ser espiritual y posee un alma, que le hace semejante a Dios; Sin embargo el hombre no es Dios, pero una parte de Dios ha quedado en él recordándole siempre su origen y su destino. El Alma y el Espíritu también pueden compararse con el Amor y la Sabiduría, ingredientes básicos para estar en sintonía con Dios y para retornar a Él.



EL CONOCIMIENTO “ES LA RECOPILACIÓN DE LA INFORMACIÓN QUE VAMOS ADQUIRIENDO A LO LARGO DE LA VIDA”

LA INTELIGENCIA “ES LA CAPACIDAD PARA ASIMILAR ESA INFORMACIÓN”

LA SABIDURÍA “ES LA CAPACIDAD PARA UTILIZAR ADECUADAMENTE EL CONOCIMIENTO EN BENEFICIO DE UNO MISMO Y DE LOS DEMÁS”


“El agua no es el mar, pero es parte del mar... El hombre no es Dios, pero es parte de Dios”

I.E.C.A.

“INICIACIÓN EN CADA ALMA” Inés Elvira Carvajalino Arévalo


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.