DUCADORES espacio de ideas y proyectos educativos
DIRECTOR José Antonio Solórzano SUBDIRECTORA Irene Arrimadas REDACTORA JEFE Loli García DIRECTOR DE ARTE Siro López
CONSEJO DE REDACCIÓN Óscar Alonso Íñigo Arranz José Mª Bautista Manuel Borrego Ciro Caro Gregorio Casado Luis Centeno Rodrigo Ferrer Alberto Mayoral Juan Luis Mediavilla Mª Victoria Moya Carmen Pellicer Javier Poveda Leonor Prieto Fernando Vidal PRECIOS 2015 Suscripción nacional: 35€ Suscripción al extranjero: 75€ Número individual: 10€
ADMINISTRACIÓN Escuelas Católicas C/ Hacienda de Pavones, 5 – 1º 28030 MADRID Teléfono: 91 328 80 00 Fax: 91 328 80 00 Correo electrónico: administracion@ferececa.es
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SUMARIO
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La(s) crisis como oportunidad o peligro
a RTÍCULOS 8
En busca de la reputación perdida María Victoria Moya
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Las crisis de comunicación, ¿una oportunidad? Eva Díaz
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Orientaciones jurídicas ante situaciones de riesgo Luis Centeno
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¿Quién quiero ser como persona y como sociedad? Irene Arrimadas, Loli García y Ángela Matallanos
f IRMAS 56
La rutina y la crisis Carmen Pellicer
58
Cotidianidad y crisis José María Alvira
e XPERIENCIAS 60
El silencio no es la solución Felisa Ferraz
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La resolución de conflictos María Luisa Barrenechea
r ECURSOS 66
Recursos
Fe de erratas en el número 253 de la Revista Educadores: En la página 56, la fotografía de Luis Fernando Vílchez no corresponde al profesor universitario y psicólogo. En una página interior no apareció la publicidad de Colabora:
la empresa Seral, anunciante durante todo el año 2015.
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DUCADORES = Abril - Junio 2015
La(s) crisis como Y después, ¿qué? “En las grandes crisis, el corazón se curte o se parte”
Honoré de Balzac
“El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo”
Antoine de Saint-Exupéry
N
unca una palabra como
Junto a “crisis”, emergió la palabra
“crisis” ha estado durante
“gestión”. Gestionar una crisis, la
tanto tiempo en boca de
crisis, se ha convertido en un arte
tantos millones, de tal forma que ya
de esgrima. Dicen que los chinos
parece grabada a fuego en actitu-
con dos pinceladas la ideograman
des vitales, propuestas inmediatas
y con ella expresan “cambio/peli-
y programas de futuro. Se ha reba-
gro” y “oportunidad”.
jado hasta límites preocupantes el optimismo generalizado de hace
Lo cierto es que es de esas
unos años; optimismo bobalicón,
palabras polisémicas y poliédricas,
desmedido y oportunista, pues a
que pueden valer igual para un roto
poco que se pensase, y se piensa
que para un descosido; pues lo que
poco, era evidente que nada o todo
realmente importa es la “actitud”
podía continuar de tal manera. La
que se adopte ante la situación o
esperanza como virtud y como va-
momento crítico. Y la actitud de-
lor, y sobre todo como tensión, casi
pende muchas veces del carácter
había desaparecido del horizonte.
no solo de la crisis como tal, sino
oportunidad o peligro
del carácter personal que se tenga y con el que uno
abusos, acusaciones, que unas veces pueden tener
se enfrenta. Por eso, la actitud y aptitud van tan
fundamentación y otras no, pero en los que siempre
parejas. Las dos citas iniciales que me sirven de
hay un interés que va desde la preservación y res-
apoyo, se complementan.
peto a la dignidad hasta los intereses económicos
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más rastreros. Los daños son evidentes en un alto Nuestro ámbito educativo no es ajeno a mu-
porcentaje. Aquí no caben los “daños colaterales”;
chos procesos de crisis. Son típicas las crisis ado-
siempre quieren dar en el centro de la diana. Y para
lescentes, pero de esas ya sabemos todos por ex-
ello hay que estar preparados.
periencia. Las que se han añadido en estos años tienen mucho que ver con los avances tecnológicos
Mark Twain decía: “Hay tres clases de men-
que los más jóvenes manejan con precisión y no
tiras: las mentiras, las malditas mentiras y las esta-
pocas veces con marcados intereses maliciosos.
dísticas”. En muchos casos, en la parte educativa
Otras tienen que ver con actitudes comportamen-
que en este número de Educadores nos concierne,
tales a las que no son ajenos profesores y alumnos,
suelen darse “malditas mentiras”, pero no siempre:
con o sin razón, con intencionalidad clara o sin ella.
a veces, por desgracia, hay verdad. No importa cuál
Y los centros educativos se ven desbordados en
sea la estadística. Con un solo caso cierto y proba-
muchas situaciones por nuevas formas de acoso,
do o con un caso interesado y malévolo, bastaría.
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Los centros, los educadores en general, los
que se quiera paliar, siempre alguien sale herido;
responsables directos de las instituciones educati-
con ello hemos de contar. Y aunque el tiempo dice
vas y de las personas, cualquiera sea su edad, de-
que lo cura todo, no siempre es verdad.
ben estar preparados. “Es un error capital teorizar antes de poner datos. Uno comienza a alterar los
La visión poliédrica -también pastoral-
hechos para encajarlos en las teorías, en lugar de
de las crisis
encajar las teorías en los hechos” (Sherlock Holmes). Es algo muy común, sobre todo cuando los
Los autores de los artículos del nº 254 de
intereses periodísticos -hay “lobbies” interesados-
Educadores son muy conscientes de ello y no quie-
quieren hacer leña del árbol caído.
ren obviar ninguno de los problemas y situaciones de crisis que están ya produciéndose en muchos
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No es cuestión de simple pedagogía preven-
centros. No quieren ser una colección preventiva
tiva, sino de esa pedagogía que sabe de la suge-
de artículos a modo de advertencia “por si aca-
rencia, de la preparación de un terreno -escenarios,
so”. No hay “por si acaso” que valga. Las cosas
dicen ahora- previsibles para que cualquier mancha
están como están y cerrar los ojos o mirar hacia
de aceite no se extienda más de lo irremediable.
otro lado sería no ya cobardía, sino cinismo, uno de
No debe mover a las instituciones el simple miedo
los grandes males de nuestro tiempo. Las escuelas
a que estalle entre sus manos una acusación de
católicas no quieren pecar de tal cinismo, sino de
cualquier tipo por mantener su “buen nombre”. No,
valentía y coraje con hondo sentido evangélico. No
debe ser algo más hondo, más educativo y cris-
solo hay aspectos jurídicos, pedagógicos, proto-
tiano, porque la persona o las personas están en
colos a seguir o estrategias de comunicación im-
juego. Atajar una situación dolorosa cuando ya se
prescindibles; hay ante todo sentido evangélico de
ha producido requiere valentía, sinceridad, recono-
actuación. Hay veracidad y justicia, hay misericor-
cimiento y probación de los hechos para que la he-
dia y apoyo, hay perdón y restitución, hay condena
rida producida no se infecte más y más. Por mucho
e indulgencia, hay preguntas y respuestas con la
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mirada puesta en la actuación de Jesús, pues no
intelectuales, a veces, no pocas, aportan solucio-
es lo mismo cuando Jesús dice: ¡Ay de vosotros si
nes; otra cosa distinta es que apenas se les haga
escandalizarais a uno solo de estos pequeños; más
caso. Sin intelecto, sin pensar sosegadamente, sin
le valdría que le atasen…!, que cuando dice a la
un análisis detenido, de tal o cual crisis, es posible
mujer: Mujer, nadie te ha condenado. Vete y no pe-
que se tomen decisiones erróneas.
ques más. O al centurión romano, quien parece ser que vivía bajo sospecha de conducta reprochable,
También es cierto que si por pensarlas en ex-
y que al poner toda su confianza en Jesús, éste le
ceso se posponen sine die, queriendo que la pru-
dice: Nunca he visto tanta fe en Israel.
dencia sea lo más conveniente (suele serlo, pero no para estos casos donde están en juego famas,
Si es verdad, y lo es, que nada de lo que es
daños psicológicos, dignidades, y todo lo que ya
humano nos es ajeno, nunca se puede ni se debe
conocemos) pero creyendo que con el paso de los
mirar hacia otro lado, silenciar las situaciones de
días amainará la tormenta… es una equivocación.
dolor, angustia y vejaciones que se sufran en los
Por eso este nº 254 de Educadores, escrito con sin-
centros. Tampoco los centros pueden convertirse
ceridad, prudencia y apoyado en la experiencia de
en campos de bonanza comportamental. Sabemos
algunas situaciones que nos han llegado y consul-
de los juegos de marginación a los que muchos
tado, quiere ser un “aviso para navegantes”.
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alumnos/as se ven sometidos por parte de compañeros prepotentes y malévolos. No siempre son
No deje de leer los artículos-reflexión, no
evitables. Sabemos de desviaciones conductuales
deje de acudir sin miedo a quienes saben, no deje
soterradas que afloran inesperadamente en educa-
de buscar ayuda para la mejor solución si en su
dores y que pueden producir giros enfermizos en
centro educativo se diesen situaciones de crisis,
su acción educativa, abusos de autoridad, actua-
no espere a crear “gabinetes de crisis” cuando ya
ciones violentas, manipulaciones afectivas, juegos
está avanzando por pasillos y patios. Y lo que se-
malhadados. No es algo nuevo todo esto.
ría peor: no piense “A nosotros, eso no nos va a pasar”. A lo mejor le está pasando ya cual termitas
Una cosa es el runrún que pueda existir y
silenciosas. Abórdelo en los claustros, sin miedo ni
otra la comprobación/acusación fehaciente. Hay
tapujos, imparta formación e información al respec-
que abordarlo, atajarlo, salir lo menos “touché” po-
to, hable con delicadeza y firmeza con quien fuese,
sible (siguiendo el símil de la esgrima) sin hacer un
con los más implicados sobre todo; si fuera preciso
ápice de concesión a la tolerancia. Dice Umberto
y si existe algún runrún malsano, atájelo antes de
Eco que “los intelectuales no resuelven las crisis,
que estallen esas cargas de profundidad que sote-
más bien las crean”. Verdad muy a medias. Los
rradamente van minando la vida escolar.
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Nada más lejos de nuestra visión educati-
En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos
va que el catastrofismo. Quiero ser esperanzado y
de una vez con la crisis amenazadora: que es la
conmigo los colaboradores de este número de Edu-
tragedia de no querer luchar por superarla”.
cadores: no por eso dejo/dejamos de oír las sirenas de advertencia. Quiero terminar con una cita ya
Alguno puede decir: “sí, como teoría está
clásica que atribuyen a Albert Einstein (1879-1955),
muy bien, pero en mi centro está pasando…” Sue-
aunque parece ser que no es suya, sino que la toma
lo decir que no hay nada más práctico que una
de otros. Se encuentra en su libro “The world as I
buena teoría. Si tu centro está atravesando por un
see it”. También la tomo prestada.
momento de crisis, la que fuere -¡cuidado con los medios que se acercan para informar (se) de lo que
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“No pretendamos que las cosas cambien si
ellos toman por verdad!- no dejes que te hunda ni
siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor
te hundan. Míralo como la oportunidad que se te
bendición que puede sucederle a personas y paí-
brinda para ganar en transparencia, para quitarte
ses, porque la crisis trae progreso. La creatividad
del medio ese quiste que no acababas de ver cómo
nace de la angustia como el día nace de la noche.
extirpar y, sobre todo, no dejes que la bola del bulo
Es en las crisis donde nacen los inventos, los des-
o de la realidad se haga tan grande como un alud
cubrimientos y las grandes estrategias. Quien su-
de nieve que os sepulte en las heladoras aguas del
pera la crisis se supera a sí mismo sin quedar “su-
desprestigio.
perado”. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y sus penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina. Una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque en crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
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José Antonio Solórzano Pérez
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a RTÍCULOS
En busca de la reputación perdida 8
De cómo salvaguardar nuestra reputación en una crisis en redes sociales María Victoria Moya Segura Directora del Departamento de Comunicación de Escuelas Católicas @victoriamsegura
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a identidad digital es la imagen que proyectamos de nosotros mismos en los soportes digitales (foros, redes sociales,
blogs…) y la imagen que los demás perciben de nosotros en esos mismos soportes. Todo lo que se asocie a nuestro nombre contribuye a que los demás se hagan una idea de cómo somos y por tanto, irá configurando nuestra reputación digital. Obviamente lograr una identidad digital en sintonía con nuestro centro, su proyecto educativo y
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su carácter propio es de vital importancia, como también lo es contribuir activamente a preservar nuestra reputación digital. Julio Alonso, experto en contenidos en Internet, asegura que “dedicar esfuerzo a construir tu propia identidad digital ya no es opcional. Es un acto de pura responsabilidad. Si no lo haces, tu reputación on-line vendrá determinada exclusivamente sobre lo que otros opinen sobre ti”. Así de rotundo se muestra y por eso me gusta especialmente esta cita. Nuestra presencia en Internet como instituciones y centros educativos es ineludible a estas alturas. La incertidumbre, el miedo o la desconfianza han llevado a muchas de nuestras instituciones a no abrir la puerta de las redes sociales o a lo sumo a pasar de puntillas por las mismas, despacito, sin hacer mucho ruido, no vaya
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a RTÍCULOS
Las crisis de comunicación, ¿una oportunidad? Eva Díaz Fernández Asesora del Departamento de Comunicación de Escuelas Católicas @evadiazfer
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“Una crisis puede y seguramente sucederá. ¿Cuándo? Esa es la pregunta”. Fearn-Banks
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uchos de los directores y responsables
todos los casos. Quizá esta cuestión, aunque pare-
de centros educativos y, en general, de
ce de sentido común, resulte la más difícil, sin em-
cualquier empresa asocian la palabra
bargo debe ser el punto de partida para gestionar
crisis a caos, problemas, desgracias… pero hay
cualquier crisis.
otros muchos que estamos convencidos de que las crisis pueden ser una oportunidad para crecer, para
Pero... empecemos por el principio: ¿qué
aprender e incluso, por increíble que parezca, para
entendemos por crisis? Interpretamos crisis como
mejorar la visibilidad pública y mediática del centro
un cambio repentino que amenaza la imagen y el
educativo. Eso sí, siempre que la crisis se gestione
equilibrio natural de una organización frente al que
de manera adecuada y sobre dos principios irre-
hay que reaccionar. La palabra crisis viene del grie-
nunciables: transparencia y veracidad. Estas dos
go “krisis” y ésta del verbo “krinein” que significa
premisas invariables obligan a las instituciones a
“separar” o “decidir”. Podemos decir entonces que
expresarse abiertamente a sus públicos internos
la crisis es un momento de cambio o ruptura para
y externos sin ocultar información y aportando un
tomar una decisión sobre el camino a escoger: el
testimonio veraz y pertinente que sea preciso en
camino del peligro o el camino de la oportunidad.
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a RTÍCULOS
ORIENTACIONES JURÍDICAS ANTE SITUACIONES DE RIESGO Luis Centeno Caballero Director del Dpto. Jurídico Económico de Escuelas Católicas @lcentenoc
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as situaciones de crisis en los centros educativos pueden provenir de un amplio catálogo de situaciones y circunstancias:
acoso escolar entre iguales, maltrato infantil (abusos y agresiones hacia el menor), emergencias médicas o enfermedades con tratamiento crónico, accidentes o situaciones de riesgo, etc. Toda la sociedad tiene la obligación de velar por el respeto a la integridad física y moral de los menores, especialmente aquellos que se encuentran en contacto directo con ellos y por tanto cuentan con una mayor facilidad para detectar aquellos factores que puedan repercutir en un adecuado desarrollo del menor. No podemos olvidar que los profesores, debido a su trato diario con los alum-
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nos, se sitúan en una posición privilegiada en este sentido, y una adecuada actuación puede servir como freno a situaciones especiales que vulneren la integridad física o moral de dichos menores. Ante estas situaciones de riesgo, los centros deben disponer de protocolos jurídicos de actuación que les guíen de forma clara en su forma de proceder. Especialmente en dos casos que han tenido, por desgracia, importancia mediática creciente: el acoso escolar y el abuso de menores. Asimismo, analizaremos una cuestión de relevancia para muchas familias, como es la relacionada con los protocolos médicos en el ámbito escolar. La importancia de estos protocolos o procedimientos de actuación reside, en primer lugar, en la acción preventiva que reduzca el riesgo todo lo
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a RTÍCULOS ¿Quién quiero ser como persona y como sociedad?
Acompañamiento pedagógico y emocional
Irene Arrimadas Directora del Dpto. de Innovación Pedagógica de Escuelas Católicas @iarrimadas
Loli García Asesora del Dpto. de Innovación Pedagógica de Escuelas Católicas @loligarciaXXI
Ángela Matallanos Directora de Adolescenter
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“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad” Karl A. Menninger
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o es falso afirmar que los niños reflejan
queremos actuar en educación frente a realidades
lo recibido del contexto, lo que el medio
que reflejan nuestro lado más oscuro? Porque, le-
y sus referentes siembran consciente o
jos de lo que se pueda pensar o creer, no puede de-
inconscientemente. Es así como reconocidas teo-
cirse que la violencia, el acoso o el abuso no sean
rías psicológicas y sociológicas subscriben que la
realidades palpables…
personalidad de cada niño tiene dos componentes: uno, de base genética, el temperamento; y otro,
El Informe Cisneros X, dirigido por Araceli
que se desarrolla en contacto con el ambiente y la
Oñate (directora del Instituto de Innovación Edu-
sociedad, que llamamos carácter.
cativa y Desarrollo Directivo), e Iñaki Piñuel (pro-
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fesor en la Universidad de Alcalá y director del En este último, la familia y la escuela juegan
“Mobbing Research”, la investigación del acoso de
el papel principal, desarrollando virtudes, habilida-
mayor dimensión en esta materia realizado hasta
des, hábitos o competencias que muestran la for-
ahora en Europa), fue realizado con 25.000 niños
ma única y personal de actuar, pensar o mostrar
de 14 comunidades autónomas de centros públi-
afectividad de cada individuo. Es la educación del
cos, privados y concertados, y concluye que 1 de
carácter y lo que conlleva en la relación con los
cada 4 alumnos sufre violencia o acoso en las au-
otros, en la autoestima, el autocontrol, el respeto,
las. Ambos profesionales señalan que la mitad de
la tolerancia y la fraternidad, lo que marcará la dife-
las víctimas presentan consecuencias psicopatoló-
rencia, sine qua non, en lo referente al ser humano
gicas como la tendencia al suicidio, daño crónico
que queramos educar y que eduquemos.
posterior o mayor vulnerabilidad a otras formas de acoso; y tal como advierte Iñaki Piñuel, la “triviali-
Sin embargo, últimamente la sociedad actual
zación” de la violencia psicológica, a través de tó-
nos devuelve una fotografía amarga de cómo es-
picos como “son cosas de niños” o “ya pasará, es
tamos educando; nos está lanzando una pregunta
temporal”, el silencio o el conocido “matar al men-
cada vez que suceden casos de acoso, de violen-
sajero” hace de la víctima la (injusta) responsable
cia o de abuso dentro de nuestros colegios: ¿cómo
de lo que está viviendo.
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