Escuelita de Ciudadanía by Escuela Superior de Gobierno

CUADERNILLO DE PROYECTO

síntesis Esta iniciativa propone formar a los jóvenes estudiantes de educación media sobre la base de los valores de la participación ciudadana, el compromiso social y la construcción colectiva, mediante la instrucción de contenidos teóricos y el acercamiento de algunos debates que forman parte de la vida política y democrática en nuestro país. La tarea será desarrollada con el fin de complementar su educación formal, incluyendo criterios éticos y ciudadanos, comprometidos con los derechos humanos y la participación política como herramientas imprescindibles para el fortalecimiento de la democracia y sus instituciones, a fin de contribuir a que las nuevas generaciones aseguren la continuidad y profundización del sistema democrático de Gobierno. El programa se realizará complementando contenidos teóricos con algunos talleres prácticos, ambos relacionados al concepto de democracia y participación ciudadana y política juvenil además de trabajar sobre historia e integración comercial latinoamericana y el concepto de Patria Grande.

objetivo Acercar una mirada crítica y algunas herramientas teóricoprácticas para trabajar sobre algunos conceptos como democracia, ejercicio de ciudadanía, participación política y ampliación de derechos.

objetivos específicos ù Favorecer la construcción de miradas que acompañen el proceso político que atraviesa el país y la región. ù Fomentar el compromiso con el sostenimiento de los valores democráticos y las cuestiones cívicas, políticas y culturales. ù Promover el interés por la organización estudiantil y en otros ámbitos, promocionando el valor de la política como herramienta de transformación.

fundamentos Sergio Friedemann escribió el Martes 11 de Septiembre último en el diario Página 12 con respecto al debate sobre el Proyecto de Ley de Aníbal Fernández que se está discutiendo en el Congreso de la Nación y permite el voto optativo desde los 16 años: “La formación política no es ‘adoctrinamiento’ y el pluralismo de las ideas está en la práctica del diálogo antes que en el ocultamiento de la política. Los docentes que adhieren al carácter neutral y aséptico de la educación brindarán seguramente una formación cívica deficiente, no podrán enseñar que la política es siempre conflicto de intereses, no podrán enseñar algo más que las reglas básicas para votar y la división de poderes, y así seguramente, no podrán formar ciudadanos responsables, ni de 16 ni de 18 años. Son muchos los jóvenes que, de hecho, ya participan en política”. El Proyecto de Ley 2290/12 presentado en el Congreso además modifica la Ley 346 y convierte a los mayores de 16 (dieciséis) años en ciudadanos argentinos que gozan de todos los derechos políticos “conforme a la Constitución y a las leyes de la República”. Dice en Fundamentos:

“Las personas desde su nacimiento son concebidas como sujetos plenos de derechos, reconocidos en nuestra Constitución Nacional, la Convención sobre los Derechos de los Niños y otros Tratados Internacionales ratificados por nuestro país en la Ley 26.061. Desde esta perspectiva, se reconoce el papel futuro, las responsabilidades, la participación de los jóvenes en la sociedad, y su función activa. Ya no se los considera como meros objetos de socialización y control. Los jóvenes van internalizando el ejercicio de la política y de la democracia de manera progresiva, en función de su compromiso, de su práctica y su militancia”

Pero no sólo el Proyecto se ampara como justificación en la “creciente politización juvenil” o la militancia, sino que también utiliza otros argumentos tales como: el derecho de asociación, libertad de expresión y opinión o la ampliación de derechos civiles y sociales que se ha llevado a cabo a lo largo de estos años, como también el derecho comparado y la sintonía con la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por la Ley 23.849 –e incorporada al bloque constitucional por el artículo 75 inc.22 de nuestra Constitución Nacional- donde se detalla el “respeto a la autonomía progresiva de los niños, niñas y adolescentes” así como el pedido de que “sus opiniones sean tenidas en cuenta conforme a su madurez y desarrollo”.Asimismo, no es poco importante destacar que Brasil, Ecuador, Cuba, Uruguay y Chile ya han incorporado dentro de sus respectivas legislaciones este derecho para los jóvenes.

Es muy curioso, pero también interesante para analizar, el grado de conexión que existe entre los argumentos y fundamentos del citado Proyecto de Ley y algunos objetivos del Programa vigente de la asignatura Formación Ética y Ciudadana para 1° y 2° año del Ciclo Básico de Educación Secundaria aprobado por el Consejo Federal de Educación. Dicho programa constituye los NAP (Núcleos de Aprendizaje Prioritarios) que se imparten en todo el país. Entre otros, allí destacamos: ù La construcción de argumentos ético-políticos que formen subjetividades críticas para la discusión y la participación democrática y solidaria, en el marco valorativo de los derechos humanos universales. ù El aprendizaje y la comprensión de la ciudadanía como construcción sociohistórico y como práctica política. ù La comprensión de las prácticas políticas como manifestación de relaciones de poder y formas de resolución de conflictos. ù El reconocimiento de la escuela como un espacio de participación, respeto y exigibilidad de los derechos, que educa y favorece el ejercicio ciudadano. ù El reconocimiento de la escuela como espacio de participación, respeto y exigibilidad de los derechos, promoviendo entre otras, las instancias de representación estudiantil. ù La construcción de proyectos cooperativos, mutuales y solidarios, de alcance grupal, institucional y/o comunitario.

La Escuela Nacional de Gobierno tiene como principal función, desde sus diversas herramientas, la formación de cuadros político-técnicos, la participación ciudadana y la generación de dirigentes sociales, en todo el territorio nacional, que se desempeñen con el fin de promover la democracia participativa y generar instancias de compromiso social. A efectos de lograr ese objetivo, los estudiantes secundarios resultan un actor trascendental puesto que -como futuras generaciones- serán los encargados de consolidar y profundizar los procesos democráticos y hacerse cargo de la cosa pública. En ese contexto surge el interés por acercar a los jóvenes este proyecto de Escuelita de Ciudadanía. Creemos que toda pedagogía y toda enseñanza es política en tanto se asume la no-neutralidad del docente y, desde este lugar, es que podemos ver y reconocer a la escuela como el último eslabón del Estado desde una mirada territorial, o como el espacio para formar sujetos libres, críticos y socialmente responsables. Pero además, consideramos que la ciudadanía se construye en los sujetos; es una necesidad indispensable hacerlo para vivir en sociedad. Y es por eso que acercamos algunas herramientas desde un marco de taller para trabajar desde el aula con la promoción del debate, la reflexión crítica de los estudiantes y la concientización sobre distintas temáticas, desde el reconocimiento de experiencias político-sociales e históricas en Latinoamérica hasta el valor del sufragio como práctica democrática y política.

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