YA NO SUEÑO CONTIGO AUGUSTO SEBASTIÁN VENEGAS
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“El hombre virtuoso se contenta con soñar lo que el perverso realiza en la vida” Platón
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YA NO SUEÑO CONTIGO AUGUSTO (Libreto) Sebastián Osmani Venegas Novakovic Registro Propiedad Intelectual Inscripción Número: 142.774 Prohibida su reproducción
Índice YA NO SUEÑO CONTIGO AUGUSTO ................................................. 9
ACTO PRIMERO: LA GALA .......................................................... 11 Disputa de las lenguas en la ilusión ACTO SEGUNDO: LA FORTUNA .................................................. 24 Farsa de la reconciliación y trifulca del Castigo Primer cuadro.............................................................................. 25 Diálogo Tiempo-Espera
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Segundo cuadro........................................................................... 27 Diálogo Loca de Fortuna y de Justicia Tercer cuadro .............................................................................. 31 Diálogo Fuerza y Locas Cuarto cuadro.............................................................................. 34 Diálogo Fuerza y Castigo Quinto cuadro ............................................................................. 38 Diálogo Castigo y Espera Sexto cuadro ............................................................................... 40 Diálogo de Todos Séptimo Cuadro .......................................................................... 52 Dialogo final del Tiempo y la Espera
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ACTO TERCERO: EL SUEÑO ........................................................ 54 Ritual de la liberación inconsciente / Muerte onírica de Augusto Primer Cuadro ............................................................................. 55 Diálogo Familiar y Masa Segundo Cuadro .......................................................................... 57 Diálogo Soñador y Padre Tercer Cuadro ............................................................................. 59 Diálogo Familiar y Soñador Cuarto Cuadro ............................................................................. 61 Diálogo Soñador y Fantasma
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Quinto Cuadro............................................................................. 66 Diálogo Familiar-Soñador y Masa Sexto Cuadro............................................................................... 69 Diálogo de Todos Entierro Fantasma .................................................................... 78
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Ya no sueño contigo Augusto: Crítica y blanqueo de los modelos ideológicos de poder La composición de la obra tendrá la estructura de un tríptico (3 actos "independientes" ligados por un hilo conductor), donde cada acto funcionará como una miniobra. El hilo conductor será el cambio demencial de los políticos y sus discursos. Los modelos de poder y la muerte de Augusto en el inconsciente. En cada acto la escenografía y el vestuario cambiarán al igual como lo hace el zoológico de los caníbales de la oratoria (políticos y militares). También cambiará el rol asignado. Por ejemplo: La que era La Madre en el Acto de la Gala se transformará en La Loca disfrazada de Justicia en el Acto de la Fortuna y en La Masa en el Acto del Sueño. De este modo aparece la fiesta de los disfraces donde todos son "amigos" o "enemigos" en función de la conveniencia. 9
Por lo mítico y legendario del tema de la obra, los espacios y el tipo de lenguaje utilizado tendrán un acento en lo antiguo. Cuestión que tenderá a diluirse poco a poco en los últimos actos a través de un estilo más coloquial. Los Actos y sus personajes Acto Primero: La Gala Disputa de las lenguas en la ilusión Personajes: Madre Padre Hijo Polola Nana Comodín
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Acto Segundo: La Fortuna Farsa de la reconciliación y trifulca del castigo Personajes: La Fuerza Loca de la Fortuna Loca de la Justicia La Espera El Castigo El Tiempo
Acto Tercero: El Sueño Ritual de la liberación inconsciente / Muerte onírica de Augusto
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Personajes: Chamán Padre Familiar Soñador Masa Fantasma
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YA NO SUEÑO CONTIGO AUGUSTO ACTO PRIMERO: LA GALA Disputa de las lenguas en la ilusión Cena de Gala en Noche Buena: Familia de cinco vampiros con capas y antifaz puesto (Una capa negra y cuatro capas rojas). Mesa con cinco sillas, cinco copas con sangre y fuentes con tapa de banquete. En pared fotografía del Conde Augusto. A un costado, al fondo, un árbol de Navidad iluminado.
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Personajes Madre Capa negra y antifaz Padre Capa roja y antifaz Hijo Capa roja y antifaz Polola Capa roja y antifaz Nana Capa roja y antifaz Comodín Vestido de Juglar
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Apertura de Gala dicha por Comodín (En primer plano inmóvil con el rostro iluminado, dice en ritmo marcial... Tras él, al fondo y a oscuras están los comensales, dispuestos para cenar). Todos los comensales se identifican con los vampiros, lo único que quieren es tu sangre. Ahora todos se visten igual y se sientan en la misma mesa. Vampiros e invitados vampirizados hacen pactos de sangre cuando les conviene. Todo sea por el milenario mercado de vampiros. (El Comodín se retira, se encienden las luces y comienza la Gala).
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Disputa de las lenguas en la ilusión
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Ya no sueño contigo Augusto
Madre: ¡Amados comensales, hagamos un brindis por nuestros ancestros! ¡Alcen las copas y bebamos! Hijo: ¡Qué aroma! ¿Tiene un cuerpo, qué sangre es? Madre: ¿Cómo, no lo notas? Es aquella de las noches más gloriosas de nuestra historia. Padre: ¡Pero qué dices, tú estás loca! No habíamos quedado en que... Madre: Calla hombre calla, deja los escrúpulos para otra ocasión. Nana: Don, por lo visto la Señora no tiene remedio. Ha perdido sus tierras, derrochado toda herencia y aún lo desprecia. Madre: Pobre entrometida hija de mortal, baja el tono sino quieres caer como sangre dentro de la copa. Mis colmillos chorrean siglos y siempre se satisfacen en cuello enemigo. Polola: ¡Qué intolerante es usted, Bernardita Villagrán de Grajales! Esa actitud es propia de una hacendada explotadora de la colonia. Madre: Mira mocosa, lo de intolerante hasta por ahí no más, he aprendido a negociar. ¿No es cierto papito? Padre: Ya lo creo. Madre: Además comienza por tener modales, hace un segundo en el brindis tuviste el descaro de no alzar la copa. Deshonras a tu amado y a los hijos de la noche. Polola: No exagere, es sólo que sobre aquel que bebe sangre cae una maldición. Madre: ¡Maldiciones, yo no se de maldiciones! Todo proviene del colmillo vampiro y de la mano del hombre. Sólo gloria trae consigo la sangre enemiga que degustamos en este solemne banquete. Polola: Pero la etiqueta dice cosecha del 73, Bodega Murciélago de Oro. El horrendo pasado está presente en nuestra mesa. ¡Sangre criminal!, me niego a consumir vivificante líquido, hecho brebaje mortal por colmillo asesino. Gracias por todo, me retiro. No la soporto... (Se pone de pie). Padre: (Poniéndose de pie). ¡No, espera por favor! Se paciente, es un malentendido nada más, uno de sus tantos accesos de locura. No
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empeores más las cosas, por favor, no empeores las cosas, por favor quédate con nosotros. Madre: (Se para de golpe y en tono de discurso, dice... Padre y Polola de pie se vuelven a ella sorprendidos). Dijo el Conde: Venceremos y vencimos. Hijos de la noche, enfrentaremos a los estacadores del libertinaje. Aquí estamos esta noche, hijos de sangre, para conmemorar una vez más nuestra inmortalidad. Nana: Señora, ¿A quién va dirigida esa proclama? Que yo sepa, este no es un campo de batalla. Madre: Esta noche, aquí con nosotros, vencen los que invocaron la mano de los espíritus de la noche para salvarnos de la masacre de vampiros con estacas y crucifijos. (Madre queda por un instante en silencio en estado de trance con los ojos desorbitados). Polola: ¡Pero qué le ocurre, hagan algo! Padre: Pierde cuidado, a veces se va de aquí y retorna a sus gestas militares. Comienza a parlotear como un dictador. Polola: ¿Y sus ojos? Padre: Si, sus ojos fijos imaginan extensas tierras y batallones de chupasangres enarbolando el estandarte imperial. Polola: Lo que pasa, es que está enferma de pasado y repite todo de memoria. Se siente venida a menos, impotente frente a la libertad del reino. Enfurecida por el posible juicio en contra de su familia por sanguinaria. Por eso, añora a la bestia y su séquito. Padre: ¡Pero silencio!, recuerda que pese a todo ella es la que manda, mide tus palabras, cualquier locura echaría por tierra el pacto contraído. A propósito, lo del brindis no era sangre, era el más fino licor. Tan sólo sigue el juego. Madre: (Reanuda su oratoria luego de un corto trance). ¡De los vampiros es la victoria! ¡Basta de estacadores, basta de humanoides, basta de rojos anémicos! Esta noche, nos reunimos aquí para conmemorar nuestra victoria, la victoria de los hijos de la noche, y también para señalar el camino de la eternidad.
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Nana: ¡Oiga Señora, termine con sus mentiras, escuche por una vez en la vida! Madre: Sólo recordaba mi genealogía, para noche buena me viene nostalgia de tatarabuelos. Nana: ¡Usted es el Fascismo! Madre: ¿La escuchaste papito?, esta pobre diabla siempre tergiversa mis palabras, ¿Acaso no has escuchado mi fraterna intervención? Sólo justicia y sueños de futuro salen de mi boca. Nana: Usted sueña con el pasado porque se cree eterna, pero el tiempo de gloria para su familia está llegando a su fin. Madre: ¿La escuchan? ¡Soñar con el pasado, que idiotez! El pasado no existe, sólo la conciencia del progreso. Nana: Una conciencia condenada sin justicia, no puede progresar. Es sólo presencia del pasado opresor. Madre: No ves que me casé con un humanoide para olvidar y buscar la paz anhelada. Padre: Guarden la compostura por favor, sólo les pido respeto, de ello depende la armonía familiar. Nana: Usted siempre tan conciliador. Es claro que su mujer es hija de vampiros. Madre: Lo ves, esta gente siempre sembrando el odio y renegando de su reino. Polola: De qué odio, de qué reino, cuando es usted la que levanta orgullosa la sangre por los caídos. Madre: Que dices, sólo vino he tomado y he pedido por la hermandad entre nosotros. Nana: Usted cambia de lengua como un camaleón de color. Padre: Les pido cordura, les pido que vean las semejanzas y no las diferencias. Nana: El agua y el aceite nunca se unen. Con el respeto de su autoridad, la señora Grajales representa un estómago que come con dientes de acero, no hay nada que escape a su digestión. Madre: ¡Insolente, calla hija del... Padre: Escucha, si quieres una familia feliz.
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Madre: ¡Y la defiendes, como te atreves! Nana: Si quiere reconciliación en su hogar, que sus amados vampiros devuelvan lo que se chuparon. Si gusta le refresco su frágil memoria, amada Condesa. Madre: Olvídalo, olvida toda esa porquería del pasado. Nana: (Poniéndose de pie en tono de guerrillera centroamericana dice...) Dijo el reino antivampiro, Venceremos y vencimos. Hijos de la justicia, enfrentaremos a los cobardes vampiros. Aquí estamos hoy compañeros, para conmemorar el comienzo de nuestro triunfo. Madre: Amor mío, ¿De qué lado estás? ¡Cállala, calla a esa mocosa! Nana: ¡Del reino unido es la victoria! ¡Basta al monopolio vampiro, basta al latifundio vampiro, basta al opresivo vampiro…! Madre: ¡Apágala papito, apaga ese fuego! Mejor te hallas entre los platos, empleaducha. Nana: Esta es la gran tarea que la historia nos entrega. Para acometerla los convoco hoy, hermanos del reino. Sólo unidos hombro a hombro, todos los que amamos a este reino, los que creemos en el, podremos romper con el hechizo maligno de estos pájaros de la noche. Madre: Pobre ilusa, la victoria que alcanzaron fue victoria de un día. Nadie creyó en ustedes humanoides de falsos sueños, matemáticos de la libertad, sus ecuaciones cayeron al primer intento. Nana: Sólo por la fuerza nos robaron el sueño. Madre: El puño alzado tiene más razón que la utopía. Nana: El puño de sus señores feudales nunca ha enfrentado nada, ni siquiera su propio destino. Los hermanos que eliminaron, se están volviendo justicia y ustedes están volviendo la justicia en olvido y glorioso futuro. Armados de cobardía triunfan sobre un niño desnudo. Madre: Los arteros y traidores humanoides no merecían derecho a defensa. Son unos maquiavélicos. Nana: Ya llegará el día de la condena. La luz del mediodía iluminará el rostro de los carniceros y torturadores de la noche, comprometidos en masacres, asesinatos, torturas y mutilaciones a hermanos del reino. Madre: Pecadora, hablas de poner en tela de juicio los sagrados dictados de nuestro Gran Conde. (En estado de trance repentino, alucina una sala de
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tortura. Realiza una tortura haciendo dos voces e interpelando al público) Da la corriente. Estas ratas van a tener que hablar, ¡Sube el voltaje, mas, mas! Díganme, ¿Dónde pusieron las bombas?, (Otra voz) bajo la cama de un enemigo del Conde, así está mejor. Me han dado una respuesta muy caballerosa, pero quiero saber lo que en realidad ocurrió, (Otra voz) nuestro plan era eliminar a un aliado del Conde, perfecto. ¡Trasladen los electrodos a la bañera, ahora! Polola: Esta Señora ha perdido los estribos ¿Qué significa todo esto? He venido a una hermosa velada no a una sesión de tortura. Me duelen sus palabras, me duele que imagine algo tan terrible. Madre: Según un informe, ustedes buscaban desmantelar el régimen vampiro. A continuación quiero todos los detalles de la misión. (Otra voz) no diremos nada. Si no lo hacen, traeremos a sus hijos aquí y los haremos pasar por esto y mucho más. Padre: ¡Termina con eso! ¡Detente, te lo ordeno! Madre: Borraremos de la superficie del globo a todo humanoide holgazán. Padre: ¡Como es posible, qué cantidad de brutalidades has dicho!, no sigas por favor. No olvides que el régimen de sangre terminó porque se hizo un escándalo intolerable para todos. Además mi familia ostenta por ahora el poder, ten un mínimo de respeto por nuestra querida asistente. Pensé que seria una cena de noche buena, pero al parecer... Madre: Al parecer estás de parte de esta gente. Padre: No te hagas la desentendida, acabas de relatar una tortura. Madre: Sólo he dicho que hay que controlar el pasado. Padre: En un reino justo prevalece la libertad a opinar. Madre: Si eres justo con el futuro del reino, respeta nuestro pacto de fidelidad conyugal. Lo olvidaste, mantener la familia unida cueste lo que cueste. Padre: No puedo respetar nuestro pacto mientras hables de ese modo. Apareces defendiendo lo indefendible. Madre: ¿Es una amenaza?
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Padre: Tan sólo digo que si no pones de tu parte, me separaré de ti y haré que lleven a tus familiares a la corte. Madre: ¡Por nada del mundo, la separación es una aberración! Quiero creer en tu cordura, en que sabrás dilucidar la verdad del engaño. Ya que si no lo haces y te opones a mí, tendré que perjudicar a tu familia y tu reino haciendo uso de mis influencias. Padre: Por favor no caigamos en estas odiosidades. Madre: Lo ves, es lo que te digo. Si remueves los males de antaño desentierras venganza y muerte. Padre: Lo se mi amor, no era mi intención que discutiéramos. Sólo que a veces exageras y eso me parece mal. Madre: Si proteges a los hijos de la noche tendrás días de paz para siempre. Padre: Todo sea por un futuro sin guerras. Nana: ¡Qué descarado!, ni siquiera te atreves a contrariar sus caprichos. Eres de los esposos sometidos, de los cristianos tibios cómplices de los vampiros. Traidores del reino, no hacen nada por miedo al Conde, se resignan a los mandatos del Conde y prefieren la aparente armonía a la justicia. En el pasado acusaron a nuestro padre de falso y títere del humanoide libertino, creyeron que el vampiro mordería por una noche y ahí quedó aferrado al cuello de la frágil doncella para siempre. Padre: Con que derecho vienes a juzgar nuestras nobles intenciones, traidores en su propia casa. Se dedicaron a orar y abusaron de la libertad que les otorgó la historia, dividieron al reino y sus líderes soberbios se atribuyeron la representación de nuestro destino. Todos se encerraron en sus egoísmos y traicionaron a su propio padre Salvador, el quería la unión para su familia pero esta no lo escucho. Ya es tarde para señalar a cualquiera. Nana: Y usted señora tiene la desfachatez de seguir borrando el pasado. Usted y los suyos son los peores, ¡Oportunistas! Cuando nuestro padre llamó al reino para elegir nuestro camino, ustedes acertaron un golpe mortal y con sus bocas de fuego quemaron nuestros sueños. Se apropiaron del reino y en nombre del reino expropiado, combatieron a nuestros hermanos opositores al Régimen vampiro. Traidores del reino, chupa sangres cobardes.
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Madre: Sobre tus necias palabras prevalecerá la indestructible unidad. Hijo: Prevalecerá una opereta ridícula. Desde que comenzó la gala que disputan no se que ansiado botín. Madre: Por fin has hablado hijo de los ejecutores de la historia. ¿Qué te ha pasado?, pareces un poeta perdido. Hijo: Es sólo que no tengo parlamentos en este cuento. Toda esa batahola de discursos no tiene nada que ver con mi vida. Yo sólo tengo la visión de una buena situación junto a la mujer que amo. Nana: Tu visión es estrecha y cómoda, porque no arriesgas nada. Padre: Es cierto, para progresar hay que comprometerse con grandes ideales. Hijo: Sus grandes ideales son infante de corral, intentan saltar pero siempre parlotean lo mismo. Madre: Hijo, se trata de dar con una justa interpretación del pasado. Hijo: Ustedes sólo son calculistas de la escurridiza oportunidad. Interpretan de acuerdo a sus antojadizas pasiones. Polola: Mi amor, termina con eso. Hay algo importante que quiero decir. Basta con esa guerra de lenguas inútil, con todo ese desfile de vampiros, piojos rojos y zánganos parásitos. Hijo: Adelante, te escuchamos. Polola: Sólo le quiero decir a esta gente que te amo y que me casaré contigo. Madre: ¿Cómo que a esta gente? Me siento muy orgullosa de ti, ¡Lo ven, la familia crecerá y vendrán nuevas generaciones! Esto merece una gran celebración, invitaremos a la boda a nuestro Benefactor y en la Gran Catedral bajo el velo de la Virgen María, serán casados. Hijo: No habrá ninguna ceremonia religiosa. Madre: ¡Pero como!, hablan de rectitud y amor y desprecian lo más sagrado, ¿Acaso no creen en la Virgen Maria? Polola: Por supuesto que no creo. Además la religión me asusta, habla de libre albedrío y luego condena al juicio a los voluntariosos. Madre: ¡Que inmundicia!, dudas primero del Conde y luego insultas a Nuestra Madre.
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Polola: Yo estoy en el amor, no en la trampa. Cuando beso a su hijo no tengo necesidad de hablar, estoy mas allá del tiempo, es como un pulso de otro mundo. Madre: Déjate de niñerías estúpidas. Polola: Este amor que sentimos no lo pueden clasificar. Intenten traducir mis besos con sus tristes palabras. Madre: Eres una pobre jovencita que cree en los mágicos amores ¡Qué tonta soy! ¡Qué acto más inútil el de fijar esperanzas en ti, hija de la fantasía! Es una pérdida de tiempo. (Hay un lapso de silencio en el comedor). Polola: ¿Lo notaron? (En tono de preocupación). Nana: ¿Qué cosa? Polola: Nos están observando. Hijo: ¿A qué te refieres? Polola: A la presencia. ¿No sienten su mirada? Padre: No creo en los espíritus, que yo sepa los fantasmas no existen. Madre: No es un fantasma, es nuestro Conde protector que nos cuida a toda hora. Polola: ¿Pero cómo, dónde está? ¿Acaso ha venido a visitarnos? Padre: Es sólo su retrato en la pared. A tus espaldas. Polola: (Se voltea hacia la pared). ¡Pero cómo es posible, aun conservan la imagen de Augusto! Madre: En esta casa el Conde Augusto es el Jefe. Lo colgamos por fidelidad a su obra. Polola: Al parecer en la casa de tus padres no se ha roto el hechizo. Tendré que consultar a mis cartas. Padre: Por favor, deja de lado esas supersticiones. Los signos esotéricos confunden prometiendo zonas mágicas. Madre: Nuestro Conde es nuestra divinidad y sobre nosotros posa su mano cual espíritu santo. Polola: ¡Qué terrible figura, esa del retrato! ¡Sáquenla de aquí!, por favor. Madre: Nuestro Augusto, radiante y precioso como ninguno, aparecía en sueños para satisfacer nuestros deseos.
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Polola: Sólo un alma tenebrosa y corrupta pudo someter de tal manera a su gente. Madre: Que poco lo conoces. Las iniciativas del Conde alimentaban al reino. El no hizo negocios con fines de lucro, él siempre pensó en el progreso del reino. El amaba a los débiles y miserables, era un encanto. Polola: El sólo seducía a los pobres con unas cuantas limosnas. Así, los mantenía obedientes. Madre: ¡Qué sabes tú! Al Gran Conde, lo único que le importaba, era purificar los lazos de sangre con su pueblo. Soñaba con una raza de elite, llena de gloria. Polola: Con que precio llevó a cabo su misión. Manchando de sangre sus radiantes colmillos. Cuantos padres e hijos desaparecidos en el océano, cuantos prisioneros y torturados. Madre: La historia le reconocerá haber hecho un reino próspero. Cuando el reino se perdía en el libertinaje, el intervino y con nuestra ayuda evitó su caída. Nuestro Conde mandó vampirizar cuando era estrictamente necesario. Murieron inocentes, pero recuperamos nuestra eternidad. Polola: Ese retrato con capucha les quitó a los hombres su libertad. Hasta los ricos, para seguir siendo ricos debían aliarse al gran vampiro. ¡Qué tremendo, se dan cuenta! ¡Pero basta, basta! Diles que lo saquen mi amor. Hijo: ¿Cómo dices? Polola: Lo que escuchas, que saquen el retrato. Hijo: Mira mi amor, yo no puedo... Madre: Claro que no puedes, yo determino que se saca y que no. Eres un ser muy mínimo para comprender a tan noble espíritu. El Conde fue creado con elementos estelares. Se decía que su sangre tenía Uranio y que contenía una energía sobrenatural. Polola: Mire, yo soy pacífica y no me interesan las disputas, menos las de orden militar. Pero imagino que muchos habrán deseado hacer un tiranicidio. Terminar con el Conde y con toda la hez sobrante de vampiros. ¡Cuántos habrán anhelado amanecer en libertad! Madre: ¡Y fallaron!, fallaron en su intentona. ¡Esos malagradecidos! A Dios gracias y la Virgen iba protegido. ¡Esos cobardes!, le salieron al
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paso y abrieron fuego cerrado sobre los carruajes. Estuvieron cerca de consumar su Vil venganza en defensa de unos cuantos rufianes. Polola: ¡Qué escándalo! Recuerde que mientras algunos desaparecían, su Excelencia gastaba una fortuna festejándose a si mismo. Madre: ¡Qué riqueza ni qué riqueza! El Conde trabajó incansablemente durante años por el bien del reino. Todo acto realizado bajo su imperio, tenía como objetivo celebrar el bienestar del reino. Polola: ¡Diles que la saquen, por favor! ¡Que se la lleven! Palabras, sólo palabras. No olvide que hace tiempo su amado Conde está prisionero en otro reino donde será juzgado. Madre: Estás loca. Nuestra Providencia lo protegerá. Justicia, ¡Injusticia es lo que quieren juzgando a un pobre anciano inocente! Hijo: No madre, tranquila. Hace unos días determinaron su libertad y hoy ha llegado a nuestro reino rodeado de un gran batallón. Y esto en gran medida gracias al nuevo gobierno que abogó por su retorno. Madre: ¡Lo sabía!, él es muy bueno. Sabía que habría justicia para él. Polola: ¡Qué vergüenza!, la justicia no respeta fronteras. ¡Qué absurdo!, todavía pretende atemorizar, está acabado. En todo caso el mundo entero condenó su Régimen. ¡Amor, hasta cuando! Saca esa imagen de una vez. Hijo: Ya que insistes, yo mismo la sacaré. Madre: Si hijo, llévatelo, ya no es necesario. El está con nosotros en cuerpo y alma. Y eso de que lo condenaron es falso, por algo lo dejaron libre. Ahora sólo espero que la memoria del reino sea leal con la obra de nuestro Gran Conde. Nana: Mientras halla gente anhelando la sangre de los suyos, la benigna posteridad de su excelencia es sólo un sueño. Polola: Por fin se ha ido el visitante extraño. Desde que vi ese retrato que caí en la trampa de la lengua y olvidé mi camino. En esta morada escucho insultos del día a la noche. Tal vez no se percaten que al oído del oyente suenan como un montón de pulgas deslenguadas. Todas las lenguas concurren al parloteo, la del traidor, la
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del oportunista y la del cómplice. Todas parecen lenguas distintas, pero si escuchan bien, son la misma lengua amarga y mentirosa. (Mirando hacia Hijo). ¡Amor, sácame de aquí y llévame al paraíso de tu amor!, ¡Allí es donde quiero estar! Preciado tiempo pierden hablando de vampiros, humanoides y cristianos tibios, que con esto, sólo logran matar el tiempo. Pretenden guiar al reino con sus palabras, pero el reino nunca entiende.
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Acaso no gritaron en tiempos antiguos, ¡Venceremos, los liberaremos! Dijeron libertad y surgieron calabozos, dijeron amor y surgió el odio. Sus disputas son ilusión. Un puro duende de mis mundos mágicos, al reírse es más real. Por eso lo puedo ver, porque me río de todo. ¡Acaso no se han visto! Todos se visten igual y se sientan en la misma mesa. ¡Supuestos enemigos, en que espejo fallido se están mirando! Olvídense de las máscaras y hablen con el rostro descubierto. Seguimos en estado de guerra, en perpetuo estado de guerra. Cuantos guerreros han gritado ¡Victoria!, sobre su enemigo derrotado. Vana fantasía la de la victoria, mil veces gritarán victoria y la guerra seguirá. Ya es hora que cambien de lengua, que en nombre de sus pobres palabras están matando y dejándose matar. Extraña familia, que se une y se traiciona cuando le conviene.
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ACTO SEGUNDO: LA FORTUNA Farsa de la reconciliación y trifulca del Castigo La escenografía cuenta con una estrella circense en el suelo. Al centro un banquillo de oración donde se pide por la unidad. Tras él se oculta una cesta llena de oro y al fondo a la derecha el trono del añoso tiempo. Personajes
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La Fuerza Payaso condecorado y con casco militar. Loca de la Fortuna Bebé de celeste con gorrita y babero dorado. En su cola lleva impreso el signo del dólar. Loca de la Justicia Bebé de rosado con gorrita y babero dorado. En su cola lleva impreso el signo del dólar. La Espera De blanco con lágrimas pintadas acompañada de su vitrola añeja. El Castigo Payaso con capa roja y garrote. El Tiempo Payaso con sombrero de copa, sotana multicolor y reloj de bolsillo.
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Primer cuadro Diálogo Tiempo-Espera
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Ya no sueño contigo Augusto
Tiempo: (Aparece bailando y cantando en círculos en torno a la Espera, mientras Espera cabizbaja ocupa el centro de la estrella circense) Han pasado milenios, han pasado centurias, ahora mis favoritas son las décadas. 73 de diez en diez, 83 de diez en diez, 93 de diez en diez, 2003. Treinta años ya y aun aquí. Espera: Espero la paliza. La fuerza aun se pavonea campante y no pasa nada. Tiempo: Persiste colega, no desesperes, no lloriquees y por sobre todas las cosas no moquees. Espera: ¿Cuál es el motivo de tanta alegría? Hace tiempo no te veía tan... Tiempo: Tan en buena querrás decir, en positivo, en onda, en ¡Qué se yo!, se me terminan los sinónimos. Espera: No hay remedio, tú también te estás volviendo loco. Tiempo: ¿Cómo dices? Espera: Lo que escuchas, que estás loco, que para el tiempo no hay término. Tiempo: ¡Rayos!, se me olvidaba. Tengo tantos años que se me olvida que soy el tiempo. Espera: Eres un plato amo de las horas. Tú no tienes necesidad del olvido, tú no esperas nada, tú no pierdes nada. Vas de año en año sin dar ventaja, ¡Párale! Tiempo: ¿Qué puedo hacer? Lo mío es cantar números y he cantado tantos que se me confunden. ¡Pero tú me necesitas! ¡Siempre todos abusan de mí! Espera: Cuando apareciste cantabas mis años. Tiempo: Tus años de dolor, se que esperas con ansias uno de mis días. Espera: Sólo el día del castigo espero, el de la cresta, de la surra, de la zumba, es el que espero. Tiempo: Si aquel día no está en mi repertorio al menos puedo remediar tu dolor. Recuerda, no te latees, no te canses y por sobre todo no moquees.
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Recuerda que yo soy el tiempo que quita la memoria y que todo se lo lleva. Soy la gomita perfumada del padrecito santo. Espera: No, no, no, eso no sirve, es mejor la espera a que me lleves antes de ver el castigo de la burlesca fuerza. Tiempo: ¿Cuál es tu problema? Parece que las noches en vela te han puesto medio dura. El mejor remedio para tu mal es un alzaimher o un infarto, antes que la queja redundante. Espera: Bendito dolor que me mantiene vivita y coleando. Estando viva y quejándome podré ver al gorila gorilón encarcelado. Tiempo: Al parecer no tengo receta para todo. Ojalá pueda cantar junto al Castigo tu día añorado. Espera: Menos me sirve que borres con tu gomita mágica al mago de la muerte. Tiempo: Me refería al que reina en lo alto. ¿Sabes?, mi lado flaco es que tanto unos como otros sacan partido de mí. Espera: Por eso te digo que no me sirve que borres la fuerza antes de propinarle el castigo merecido. ¡La borras y se lleva la verdad al hoyo! ¡Te la llevas y con ella te llevas mi querido difunto! Me lo callaron para siempre. Tiempo: A ellos no pienso callarlos. Tú me simpatizas. Espera: ¿Tú crees? No se nota, me has hecho esperar demasiado. Tiempo: Debes tener confianza, apostar a mis buenas intenciones, a mis secretas artimañas... (Mueve los dedos con malicia) Espera: ¿Tiempo inmortal, que traes entre manos? Habla de una vez. Tiempo: Al parecer, las locas juegan sin querer a nuestro favor. ¡Hoy se reconcilian! (En tono amanerado). Espera: ¡Las locas! Qué ingenuo eres ¿Acaso no sabes que llevan catorce años poniéndose en buena? Tiempo: Según se comenta buscan un acuerdo para conmemorar tu día. Espera: Ellas sólo buscan el día de la interesada paz. Tiempo: Se dice que te harán una propuesta. Espera: Querido colega, en caso de que eso de las paces sea cierto, a mi no me incumbe, qué de los amantes son estos afanes. Hablas de una propuesta. ¡Insolentes, acaso pretenden que me encame con ellas!
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Tiempo: Tal vez sólo quieran ayudar. Espera: Locas con doble personalidad, desnaturalizadas sin remedio. Dudo que conmemoren algún día el castigo que nunca llega. Tiempo: No desesperes, no lloriquees y por sobre todo no moquees. Sólo confía en mis buenas intenciones, en mis secretas artimañas. Espera: En el pasado creí en una de las locas pero a estas alturas del partido se ha vuelto requetecontraloca, se le pegó el síndrome de las monedas. Tiempo: Hasta aquí llegamos. Vamos, sígueme, que ahí vienen las locas. Espera: Llegan con bombos y platillos. Una disfrazada de Fortuna y la otra de Justicia. Será mejor que me vaya antes que me vean. ¡Aguarda, no me dejes sola, amo de las horas! Segundo cuadro Diálogo Loca de Fortuna y de Justicia
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Ya no sueño contigo Augusto
(Las Locas se visten con ropa de bebé, una de celeste y otra de rosado y llevan un gorrito y un babero dorado. En el culo tienen impreso el signo del dólar y de tanto en tanto se ponen de espaldas y mueven la colita). (Entran Locas cantando) Juntas: ¡Fortuna y justicia hermanas son de la paz de la paz, de la paz hermanas son, de la paz de la paz! Fortuna: ¡Qué hermoso día!, nuestro circo se ve mejor que nunca. Justicia: Yo tuve una excelente noche. Tenía tantas ansias de llegar al nuevo día que me dormí como un ángel. Fortuna: Además se trata de un día muy especial para nosotras. Espero que lo tengas presente. Justicia: Querida Fortuna, nunca olvidaría algo tan sagrado, como el día de nuestra tan esperada reconciliación. Fortuna: Espero que nuestra participación tenga una buena acogida. Anoche llegaron a mis oídos rumores de sospecha. Justicia: ¿Quieres decir que dudan, de nuestros sinceros deseos de paz? Fortuna: Se comenta que somos unas pelacables irreconocibles. Qué nuestros afanes de concordia no tienen fundamento. A mí sin ir más
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lejos, me achacan el haber cambiado la fiesta imaginaria en que nos divertíamos antes de la aparición de la fuerza, por salones con sillones de millonario. Se rumorea, que he tomado modales de gringuito con aires de patrona mandona. Qué prefiero acurrucarme en los brazos de la poderosa fortuna a mostrar mi verdadera naturaleza. Justicia: Ten confianza, compañera de alianza. Si amaneces creyendo, los milagros te acompañaran durante el día. Fortuna: Les molesta que coleccione avioncitos de guerra de juguete y que intercambie monedas y comida chatarra con los gringuitos. Qué según los pelambres superan con mucho nuestra locura, matando turbantes malignos por allá por el Oriente. Justicia: Yo a diferencia de ti no he recibido quejas. Fortuna: Tal vez no quieras oírlas. Justicia: Esto de abogar por la justicia no es nuevo en mí. Lo que ocurre es que me adelanté a ti en la propuesta de la paz, y esto la Espera lo valora. Fortuna: No hables tonterías mi estimada Justicia. Qué eso de pretender figurar en un mutuo acuerdo de paz es de muy mal gusto. Justicia: Sólo digo que cuento con el mérito de la ocurrencia. Fortuna: El mérito es de ambas. Imagina los titulares: “Las locas revolucionan de palomas multicolores, de una vez para siempre el Gran Circo Estrella” Justicia: (Sacando un papel). Fortuna: ¿Qué haces, acaso se trata de una declaración de amor? Justicia: No seas tonta, se trata de algunos versos para la ceremonia de la unión. Pon atención. Fortuna: (Se aproxima a Justicia y se inclina en actitud de veneración). Que honor, ser la primera en enterarme de gestos tan dulces. Justicia: ¡La paz ahora, la paz ahora! ¡Yaaa! (Se voltea y mueve la colita de acá para allá mostrando el signo del dólar) ¡Hay que borrar rencores, borrar rencores! ¡Ya! (Se vuelve a voltear). Que mis primeras palabras sean de perdón y no de rencor. Que nuestros primeros sentimientos sean de amor y no de odio ¡Icemos la bandera de la paz! ¡Terminemos con las rencillas! ¡Iluminemos el futuro! ¡Borremos el dolor! Fortuna: (Arrodillada y suspirando le ruega) ¡Repítelo, repítelo!
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Justicia: Borremos el dolor. Fortuna: ¡Repite! Justicia: Borremos el dolor. Fortuna: ¡De nuevo! Justicia: ¡Borremos el dolor! Fortuna: (Aliviada y suspirando) Gracias. Justicia: Unámonos en un ardoroso ánimo y voluntad de perdón. Fortuna: ¡Qué hermoso, me complaces con tanta humanidad! Justicia: Sólo cumplo con la tarea de invocar la anhelada paz. Pero vamos bella Fortuna enséñame tu oferta. Fortuna: No traigo nada preparado, pero no hay problema que aquí voy. Justicia: (Mirando al público) ¡Prodigiosa memoria, no necesita de la escritura! Fortuna: Lo que pasa es que siempre parto igual. Dice así: “Hoy iniciamos, con la última primavera del siglo, una segunda gran batalla. La batalla por la igualdad”. ¡Qué con la igualdad terminará la desigualdad! ¡Qué con la igualdad terminará la desigualdad! Justicia: Pero que sutil poesía, la igualdad terminará con la desigualdad. Nunca antes escuché tan magnífico verso. Fortuna: Debemos terminar con las desigualdades, antes que ellas terminen por derribar nuestro querido circo. Justicia: Pero qué maravilla. Igualdad, querido, circo. Que vocablos más nobles. Fortuna: Siento un tremendo orgullo por nuestro circo y estoy segura que con buena visión, imaginación, esfuerzo y algo de fortuna, haremos de este circo, la nueva estrella de la región. Justicia: Me sobrecoge eso de la igualdad, que con la paz, son por sobre todos los dones los mejores. Fortuna: Pero la paz es la superior. Bajo su resplandor todo crece y se eleva. Justicia: Me alegra saber que quieras jugar nuevas cartas de fortuna con los del Norte, que lo mismo quiero yo. Con ellos nuestros sueños se harán realidad.
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Fortuna: En cambio tú, me halagas poniéndote del lado de la Espera. Que con la Espera en paz creceremos aun más. Justicia: Verás como abrazarán nuestra oferta. Todos se alegrarán, celebrando con cánticos y trompetas. Fortuna: No olvides que están los anticuados, para los cuales todo lo que crece es motivo de molestia y desigualdad. Justicia: Guarda cuidado, que unas cuantas voces nunca frenarán la fuerza del crecimiento. Que los que pierden la cuenta de los días se quedan atrás. Fortuna: Tu claridad me conmueve querida Justicia. Justicia: (Sonriendo) Fortuna: ¿Por qué sonríes? Justicia: Lo que pasa, es que recordé una creencia popular que dice que nosotras no sólo perdimos la razón, sino que padecemos de deformaciones causadas por terribles aumentos de tamaño, algo parecido a una elefantiasis general. ¿Lo puedes creer? No sólo eso, además se dice de nuestro cerebro, que cuenta con tumores que crecen y crecen a costa de la poca cordura que nos queda. Fortuna: En ellos sólo crece la exageración. ¡Extremistas, acaso no saben que un gran árbol acoge muchas aves y da muchos frutos! Justicia: Ellos dirán que en los bosques todo árbol crece en armonía. Que nunca habrá uno que rapte al sol, dejando al resto sumido en las sombras. Fortuna: Nuestras necesidades son mayores. Crecer grandemente para todos compartir. Crecer grandemente para todos respirar. Justicia: También dirán que no todos disfrutan de este crecer. Que algunos crecen tanto que pierden de vista a los demás. Fortuna: Para continuar necesitamos de los más fuertes hombres. Justicia: Dirán, no sólo la fuerza nos hará perdurar. Fortuna: El sobrevivir tiene un alto precio. Crecer grandemente es lo que cuenta. Justicia: Para todo tienes respuesta condenada Fortuna.
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Fortuna: Soy optimista sobre nuestro futuro. Todo marcha como los dioses, funciones a tablero vuelto bajo cielos transparentes. Todo funciona como un reloj. Justicia: Se aproxima el momento del reencuentro. Fortuna: Terminemos con la Espera que tanto nos pesa. Justicia: Que con las manos colmadas de fortuna y paz nuestra invitada de honor quedará complacida. Juntas: ¡Icemos la bandera de la paz! ¡Terminemos con las rencillas! ¡Iluminemos el futuro! ¡Borremos el dolor! ¡Unámonos en un ardoroso ánimo y voluntad de perdón! Justicia: ¿Qué vestirás para el memorable evento? Fortuna: Algo sencillo para no ofender a Espera, que la Fortuna tiene clase y a nadie pasa a llevar. Además, no quiero deslumbrar con mis virtudes que de la Espera es la ocasión. Justicia: (A Fortuna). ¡Ponte en posición! Fortuna: ¿Qué me qué? Justicia: Qué te cuadres, que aquí llega la Fuerza. Tercer cuadro Diálogo Fuerza y Locas
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(Entra la Fuerza marcando los ritmos en tono marcial) Fuerza: ¡Uno, dos, tres, cuatro! ¡Uno, dos, tres, cuatro! (Fuerza frente a las locas). ¡Atención, alistarse, posición, firmes! Juntas: ¡Buenos días mi capitán, diga mi capitán! Fuerza: Descansen. ¡Todo en orden! Juntas: ¡Si mi superior, hemos cumplido con nuestras tareas como usted lo ordenó señor! Fuerza: Así me he enterado por los informes recibidos. (Se aproxima a Fortuna). Eres muy hábil para manejar los tiempos del batallón, obediente Fortuna. ¡Pero puedes mejorar! ¡Disciplina, más entrega, necesito más! He sabido que has reconocido algunos errores cometidos.
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(Se aleja y les dice a las Locas) ¡Esa es valentía, que sirva de ejemplo para todos, eso es tener cojones! Pero sepan mis loquitas sometidas que bajo mi supervisión no toleraré ningún tipo de accidente, equivocación, error, falla u o desobediencia. (Acercándose a Justicia). Para usted subalterna Justicia no tengo más que congratulaciones. Esa compasión que tiene con los que esperan enternece mi corazón. Grande es tu fidelidad al mando, amada Justicia. Hasta ahora estoy conforme con el desempeño de ambas. (Hace una pausa pavoneándose de aquí para allá). Como autoridad máxima de la fuerza he reconocido las escasas equivocaciones cometidas por la antigua fuerza, con los que esperan. Y esto, ya es bastante. No olviden queridos soldados que los resentidos anticuados validaron la fuerza bruta el siglo pasado. (Dirigiéndose a Fortuna). Bien sabe de lo que hablo tesorero de la fuerza. Pero su mérito es grande, ha sabido alejarse de prácticas malsanas y ha recapacitado en favor del buen juicio. (Dirigiéndose a ambas) No pierdan de vista que durante la era de la benigna fuerza la situación de la Espera fue aliviada. (Dirigiéndose a Fortuna). Preciada Fortuna, por catorce años has sabido cautelar la elite de la fuerza, velando por su ostentosa belleza y ejemplares acciones, que del batallón has llegado a ser la mejor. (Se da unos giros y luego se dirige a ambas). De este modo, nuestra infantería asumiendo sus errores cumple grandemente con lo exigido por la Espera. Rodeado de tan fiel amistad avizoro el éxito de nuestra empresa (Se mueve de un lado a otro). ¡Glorioso batallón de la paz, guardianes del amor, los necesito prestos para la acción! Hoy por la mañana he recibido un reporte que dice que el Castigo amenaza con propinar un nuevo golpe, no he de extrañar proceder tan ruin en tan cobarde enemigo. Valiente Fortuna, atrevida Justicia, es vuestra misión asegurar en todo momento la estabilidad de la fuerza. ¡Guerra preventiva contra el Castigo! ¡Repitan conmigo! Juntas: ¡Guerra preventiva contra el Castigo! Fuerza: Y la amenaza es contra mi, gran guerrero y jerarca de la ley. El dedo acusador y fanático del Castigo apunta hacia mi.
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Juntas: ¡Guerra preventiva contra el Castigo! ¡Guerra preventiva contra el Castigo! Fuerza: A ustedes leales subalternas las acusa de zalameras y cómplices. Juntas: ¡Guerra preventiva contra el Castigo! ¡Guerra preventiva contra el Castigo! Fuerza: Para mi tiene reservado el calabozo. Juntas: ¡Guerra preventiva contra el Castigo! Fuerza: Dice que nuestra bondadosa Fortuna es interesada. Juntas: ¡Guerra preventiva contra el Castigo! Fuerza: Que por sobre todas nuestra anhelada paz es la mejor. ¡Rotunda condena para el Castigo! ¿Lo pueden creer?, el egoísmo del Castigo no tiene parangón, prefiere la discordia a la concordia coronada de diamantes. ¡Qué con la Espera en paz creceremos aún más! Pero sépanlo bien, no basta con las tácticas de guerra. Con el Castigo deben ser cautelosas y actuar con inteligencia. Que siempre seduce a la Espera con sus promesas de condena, incitándola al odio y la venganza. Pero confió en sus destrezas para tornar infértil al Castigo. Supongo que la propuesta preparada para la Espera será lo bastante abundante como para convencerla. Justicia: No hace falta convencerla, que la oferta no sólo es abundante en oro, también lo es en homenajes, memoriales, duelos y nunca mases. Fuerza: Grandioso ¡Por fin ha llegado la hora del duelo final! Todo indica que estoy bajo protección. Fortuna: ¡Bajo total protección mi capitán! Fuerza: Supongo que una vez hecho el pacto de paz, la Espera renunciará a sus acusaciones. Justicia: Renunciará dejando de lado su loca memoria, que sólo tristeza sin fruto es. Fuerza: ¡Exijo ser absuelta de toda culpa! Fortuna: El impaz de la Espera lo despejará la clarividente Justicia. Justicia: Ella verá si castiga o no. Fuerza: Muy bien, la Justicia la mayor de las veces esta conmigo. (Haciendo una pausa). Ninguno de nosotros sépanlo bien mis
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subalternas posee la verdad, o la justicia. ¡Nadie tiene la verdad, nadie tiene la justicia! ¡Repitan conmigo! Juntas: ¡Nadie tiene la verdad, nadie tiene la justicia! Fuerza: ¡Nuestras culpas compartimos! ¡Repitan! Juntas: ¡Nuestras culpas compartimos! Fuerza: Respetada Fortuna, luces radiante gracias a los bienes que te he entregado. Siento honor de asistir contigo al anunciado encuentro. (Hace una pausa y se aleja). ¡Atención pelotón de infantería, alistarse, prepararse, atención, firmes! Juntas: ¡Como diga mi capitán! Fuerza: (Sonriendo, se pone de espaldas a las Locas y dice...) “A la una, a las dos y a las tres, estamos todos reconciliados, el que se mueve se va a la cárcel” (Se voltea) Juntas: (Tiemblan inmóviles) Fuerza: Guarden calma fieles aliadas, que era sólo una de mis bromas. Ahora pueden retirarse ¡Marchen!, que el tiempo apremia. (Salen las locas. La Fuerza se pavonea disfrutando de su broma) Cuarto cuadro Diálogo Fuerza y Castigo
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Fuerza: Que ingenuas ¡El que se mueve se va a la cárcel! (Se pone inmóvil y pega una carcajada). Con el Castigo lejos, ganaremos cualquier juego. Pobre Castigo sometido a la justicia, siempre merodea en la oscuridad preparando su asalto. (La Fuerza va de aquí para allá pensativa, mientras el Castigo sale de la penumbra en puntillas con actitud de amenaza). Hasta la Espera dejará de requerir tus servicios. Castigo: (La Fuerza está distraída, el Castigo se pone tras ella un instante, la toca y cuando esta se voltea, se agacha y dice) Aquí estoy. Fuerza: ¡Dónde! Castigo: ¿No reconoces mi voz? Fuerza: ¡Da la cara! Castigo: (La vuelve a tocar y se esconde) Soy yo. Fuerza: ¡Aparece de una vez!
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Castigo: ¿Pero cómo, no me recuerdas? Fuerza: ¡Muéstrate de una vez, necio! Qué conmigo nadie juega. Castigo: Soy el correctivo necesario para tramposos como tú. Fuerza: No faltaba más, nuevamente tú. Lo imaginaba, sólo el impotente Castigo se vale de tantos rodeos. Castigo: De mi no podrás deshacerte jamás. Será mejor que te vayas acostumbrando. Fuerza: Acostumbrarme a ti, a un empleado necesitado de la justicia. Pero de que hablas fracasado Castiguito. Me buscabas, aquí me tienes, me has encontrado, estoy frente a ti. (Comienza a pavonearse). Sólo te resta atraparme ¡Vamos, demuéstrame tus talentos! (Saltando y girando en círculos) ¡Atrápame Castiguito, corre Castiguito! No era que tenías tanto poder ¡Unas palmaditas, no, no me pegues, no, hay que duele! Hablas mucho y haces poco fracasado Castiguito. Castigo: No pienso caer en tus jueguitos. Fuerza: Sólo me burlaba de tu imaginación. Además, nunca jugaría con un tramposo carbonero como tú. Castigo: Te escondes en la risa de puro miedo. Los que esperan te conocen como el fantasma de las desapariciones. Que a todos engañas con tu pirotecnia circense. Quita el humo y déjanos ver. Fuerza: ¿De qué truco hablas instigador? Lo imposible se cumplirá estimado Castigo. Los que esperan serán beneficiados con la paz conseguida. Castigo: Hay mucha expectación en relación a la convocatoria de las locas. Confió en que la oferta incluirá duras sanciones para ti. Fuerza: El poder sobrenatural de la justicia me favorecerá. Castigo: Esa paz de la que hablas me huele a repartija, a sucias transacciones. Fuerza: ¡Acusas a nuestras representantes de sacar partido de la riqueza por encima de sus nobles propósitos! Castigo: Tan sólo dudo del poder que declara postulados de convivencia, sin saber de que habla. Las locas muchas veces han caído en el gusto por la ambición. Sintiéndose a gusto en la prisión del poder, donde trafican sus engaños.
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Fuerza: Bestia ponzoñosa que te revelas a la Fortuna, que desprecias a la paz. Abominable, desaparece de una vez. Castigo: Algo de tus hábitos habrán heredado las locas, que dicen escuchar los pedidos de los que esperan sin prestarles atención. Recogen el pedido y lo pierden en los pasillos de su conveniencia. La espera vuelve a golpear pero el pedido sigue extraviado hasta desaparecer. Son como un extraterrestre repartiendo limosnas desde otro planeta. Escuchan sin escuchar y dan sin dar nada. Fuerza: Desmemoriado, olvidas acaso que en un tiempo fuimos aliados, condenando a la muerte a cientos de ladrones. Castigo: Mientes farsante. Condena sin justicia es maldita cobardía. Fuerza: Perviertes a la Espera con tus afanes de venganza. Castigo: Esta vez no escaparás. Se abrirán las puertas de la verdad y la sanción, cautelando a la humillada Espera. Fuerza: Lo ves, no te conformas con nada miserable carbonero, instigador de la Espera. Perdonaremos, moriremos y tu dedo acusador seguirá apuntando a la nada. Castigo: Memoria y olvido hijas del tiempo son. Yo soy la memoria y tú el olvido. Borras y yo marco, omites y yo digo. Yo perduro, tú, dejas de existir. Fuerza: ¡Que idiotez! Sólo la Fuerza prevalecerá. No pierdas de vista querido contrincante, que la memoria sólo remueve el odioso pasado, matando toda esperanza. Bórrate del mapa viejo anticuado. El futuro es un horizonte sin límites y a él apostaremos. Castigo: No descansaré, no me callaré, hasta verte caer. El tiempo quitará la fortuna de tus manos. Fuerza: Al parecer estás fuera de la cuestión de la ceremonia. Que disputa no hay ninguna, sólo anhelo de hermandad. Castigo: Yo no busco pleito alguno. Sólo castigo es lo que quiero. No te fíes de las locas, que esta vez fallarán a mi favor. Me niego a creer en semejante evento, que la convocatoria es otra de tus rutinas de ilusión. Fuerza: Mírate lorito. Bla, bla, bla, que sin la venia de las locas y la justicia, nada vales. Castigo: Lo que no comprendo es quienes se reconcilian.
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Fuerza: Todos sin excepción nos reunimos con la paz. Piénsalo que a ti también te conviene. Como un rey sin trabajar vivirás, tiempo libre y tranquilidad. Castigo: No te quieras pasar de listo seduciéndome con tus ofertas, que el provecho la mayoría de las veces se disfraza de amistad. Fuerza: Acaso no lo entiendes, que con la Espera en paz, creceremos aun más. Castigo: Termina con tus actos de malabarismo, reconoce tus faltas cometidas. Abre tu tarasca cerdito hambriento y desentierra los muertos. Fuerza: Y tu Castiguito aniñado deja tus rimbombancias y atrápame de una maldita vez. Castigo: Pierde cuidado que en el momento menos pensado te alcanzaré. Fuerza: Atrápame Castiguito, venga, venga, que apetitoso hueso te espera. ¡Vamos, corre, atrápame! Castigo: A los que ordenaron como tú, condenaré sin piedad. Fuerza: No puedes, me tienes a tu lado y no haces nada. En esto sólo estás, pedirás ayuda y no la obtendrás. Castigo: Tú fuerza está dividida, se están delatando unos a otros. Llegó la hora de pagarla y con hombría. Tengo en mente condenar a tus mejores ejemplares. Fuerza: Los padres de todo progreso son intocables. Castigo: Al parecer se te olvida que la fuerza de todo dictador es la misma mierdita. Toda fuerza es cobarde, golpea a los indefensos y a la hora de pelear por los que esperan, huyen como gallinas. Fuerza: (Girando en torno al Castigo) ¡Bate y bate su lengüita, habla y habla, bla, bla, bla, perdón y olvido son la libertad! (Bis) Castigo: Ya verás, te quitaré las ropas de la inocencia, te azotaré, te avergonzaré, te insultaré y te forzaré a trabajos sin fin, odiosa Fuerza. Fuerza: Lamentable Castiguito que sólo vives de los sueños. Castigo: ¡Culpable, culpable! Pagarás con la peor pena. Fuerza: Será mejor que me marche, estoy harta de tu monótono sonsonete. Castigo: Hasta pronto, que en la ceremonia nos vemos. Fuerza: Ni se te ocurra asomarte. Castigo: Que ocultas supuesta aliada de la paz detrás de la amenaza.
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Fuerza: Es sólo que no eres bienvenido, enemigo de los que esperan. Hasta nunca. (Fuerza se retira bailando y cantando) ¡Bate y bate su lengüita, habla y habla, bla, bla, bla, perdón y olvido son la libertad! (Bis) Castigo: (Queda al centro de la estrella circense, de brazos cruzados, suspirando y diciendo). ¿Reconciliación? ¡Justicia! ¿Hermandad? ¡Castigo! (Se sienta en silencio. Pausa. Y aparece lentamente la Espera). Quinto cuadro Diálogo Castigo y Espera
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(Espera ingresa con pasos de baile y un pañuelo blanco alzado. Música de guitarra)
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Castigo: ¿Qué haces corazón mío? Espera: Es la danza del desaparecido, al que siempre busco y nunca encuentro. Y tú, que tienes, pareces molesto. Castigo: Claro que lo estoy. La Fuerza se ha burlado de mí. Espera: Frente a la Fuerza las rabietas no sirven de nada. Castigo: También me amenazó, diciendo que no seré bienvenido en la tan anunciada ceremonia de las paces. Espera: Esta vez las locas son el anfitrión, de suerte que la Fuerza tendrá que ceñirse al protocolo. Castigo: Dice ser intocable, que saldrá invicta nuevamente. Las pagará, ya verás como nos suplica clemencia. Espera: Cuidado con los catecismos, preciado compañero. Recuerda que todo poder se corrompe cuando se torna moralista, demonizando al mundo entero en nombre de su bondad. Castigo: Yo sólo digo que hay unos que comen en exceso y otros que sienten hambre. Unos con santa sepultura y otros botados por ahí. Espera: Eso lo entiendo, pero no dejes que el odio te impida ver. Castigo: Los cabecillas de la Fuerza se han librado de mi mano. Sólo queda un manojo de cobardes amparados por la estricta ley, ganando resquicio tras resquicio, precioso tiempo y libertad.
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Espera: Al igual que tu espero la sanción. Pero no te esmeres demasiado, que en estos casos hasta el peor de los castigos es relativo. Hay cierta justicia que nunca nadie ha visto, con el poder de resucitar a un muerto, de hacer aparecer a un desaparecido cuyo cuerpo fue triturado y echado al mar, que sólo la fe puede vislumbrar. Castigo: Sólo consuelos querida, son sólo consuelos. Bien es sabido que estos asuntos entre los hombres se resuelven. Espera: Te digo que ningún castigo alcanza, que la falta que ocasiona el daño supera con creces cualquier castigo. Que sólo el tiempo con sus incansables horas puede borrar. Castigo: Tal vez tengas razón. Además sospecho de las intenciones de las locas, hace tiempo no requieren de mis servicios y aun no me ha llegado invitación. Espera: No desesperes, no lloriquees y por sobre todo no moquees. Aliado de largas jornadas, cuando venía hacia acá, se me vino a la memoria el día en que desapareció. De un día para otro me vi envuelta sin quererlo en disputas con la Fuerza, en los vericuetos de la justicia y el poder. Aquel día todo parecía desaparecer, se deshacían los nombres, las calles y la gente. Me sentía a morir. A cada instante tocaba mi cuerpo por temor a desaparecer, quedando fuera de la historia. Castigo: Los sueños, sueños son querida amiga. Que aquí en la tierra impera sólo la voluntad. Un hombre lo hizo desaparecer y un hombre responderá por ello. Espera: Bien has dicho. Lo que ocurre es que estas impresiones no me han abandonado. Incluso el veterano Augusto aparece de vez en cuando en mis visiones. Querido aliado, a propósito de voluntad, justo ahora recuerdo una idea. Castigo: Adelante, pero apresúrate que los amantes de la paz nos esperan. Espera: Para los amantes de la paz no existe la demora. (Espera recita) Nuestros muertos viven en nuestra respiración, en nuestra mente y corazón. Castigo: Mis felicitaciones compañera. Que hermosa visión, aunque como todo verso, peca de poco práctico. Pero vamos, dejemos de lado estas cavilaciones. Apresúrate que llegaremos tarde.
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Espera: Vamos, veamos que dicen las locas con su tan anunciada propuesta. (Salen) Sexto cuadro Diálogo de Todos
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La escenografía cuenta con una estrella circense en el suelo. Al centro un banquillo de oración donde se pide por la unidad y al fondo a la derecha el trono del añoso tiempo. Se escucha la música de una marcha militar en la oscuridad. El volumen comienza a ascender y al fondo en la penumbra la figura del tiempo se ilumina anunciando la apertura del acto.
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Tiempo: (Somnoliento se levanta de su trono algo molesto). ¡Quién se atreve a interrumpir mi siesta! Música a esta hora de la tarde, que se han creído, ineptos, acaso se olvidan que soy el más viejo entre los viejos (Se devuelve refunfuñando y arrastrando los pies hacia el trono, da unos pasos, se detiene y grita). ¡Idiota, burro, necio! Pero que diablos me pasa, todo se me olvida. Que la hermandad del mundo se avecina. (Llega al trono, se pone su sombrero de copa y mientras consulta su reloj dice). Ha llegado la hora de actuar, me dispondré para recibirlos. Ha llegado el momento de la unión, que adorables, se reconcilian. Que las locas se han vuelto a enamorar. (Avanza hacia el primer plano, cayendo arrodillado se saca el sombrero, lo pone en su pecho y dice nerviosamente en actitud de oración). En nombre del espíritu, del hijo y del padre santo, amen. Bendice este reencuentro Señor mío, bendice sus nobles almas. Lo ves papito mío, las locas se unen por el bien de los que esperan. (Se persigna). Ilumina cada uno de sus pasos (Se vuelve a persignar). Te pido que les des sabiduría para no desperdiciarme, que suelen malgastarme sin motivo. Has de todos uno, encaminados hacia la misma meta. Has que sus lenguas no repitan como loros. En nombre del padre, del espíritu y del hijo santo amen. Te ruego que lleves la empresa a buen término, que ya estoy harto del oficio de borrador (Mirando al cielo se persigna y grita). ¡Por la verdad (Se
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persigna y así), por la verdad, por la verdad!, ¡Por la justicia, por la justicia, por la justicia!, ¡Por el castigo, por el castigo, por el castigo! (Se sienten las locas aproximarse). Están cerca (Se incorpora poniéndose el sombrero de copa). Mama mía. (Se mueve de un lado a otro). No se qué hacer, ya llegan. (De un lado para otro). Santa María ¡Ya sé, me ocultaré! (Se sitúa en su trono en la penumbra). (Entran Locas cantando) Juntas: ¡Justicia y Fortuna hermanas son, de la paz, de la paz! ¡De la paz hermanas son, de la paz, de la paz! (Ingresan por un costado y guardan silencio mirándose maliciosamente). Tiempo: (El tiempo se ilumina en su trono y dice...) Bienvenidas al circo de la paz. Espero sepan valorar mis humildes servicios. Juntas: No faltaba más, amo de las horas. (Se adelantan) Tiempo: Pero antes se persignan, que al espía del poder hay que evitar. Juntas: (Se persignan rápidamente). Pierde cuidado, que hoy hemos venido a saldar cuentas con la historia que espera. Tiempo: Son las primeras en llegar. Juntas: Pensamos que la Espera se adelantaría a nosotras, pero al parecer se ha retrasado. Tiempo: Piensan mal queridas, que como anfitrionas están obligadas a ser puntuales. (Entrando Espera con pasos de baile y pañuelo en mano) Juntas: Aquí llega. Tiempo: Bienvenida Espera al día de tu libertad. (Dicho esto retorna a su trono presuroso) Fortuna: (Haciendo una venia) Adelante, invitada de honor. Justicia: Pide lo que quieras, que para servirte estamos. Espera: He venido a cobrar la palabra empeñada. Entiendo que me harán una propuesta. Justicia: (Haciéndose la desentendida). Claro, la oferta, si. Me preocupa la demora de la Fuerza, que del todo necesaria es su presencia. Fortuna: No se te olvide que invierte muchas horas en su renovación. Pero no te preocupes que no faltará. Necesita de la paz tanto como nosotras.
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Espera: Espero que la tan necesaria Fuerza, esta vez colabore. Fortuna: Así será. Espera: ¿Y el Castigo, supongo que lo invitaron? Juntas: (Se miran con complicidad). Por supuesto. Fortuna: (Mirando a Justicia). ¿Enviaste el mensaje? Justicia: Sí claro, la invitación fue despachada ¿Y tú?, supongo que también la enviaste. Fortuna: ¡Sí claro, sí, sí! ¿Y tú? Justicia: ¿Acaso no me escuchaste?, claro que lo invité. (Se escuchan gritos de la Fuerza persiguiendo al Castigo) Fuerza: ¡Te atraparé miserable! ¡Esta vez no te salvas! Castigo: ¡Socorro, auxilio, ayuda! Fuerza: ¡Hasta cuando! Castigo: ¡Culpable! ¡No por favor, déjame, auxilio, auxilio! Fuerza: ¡Deja de avivar el fuego carbonero! (Hasta aquí fuera de escena) (Ingresan a escena corriendo despavoridos en torno a los presentes). Castigo: ¡No, no, no por favor, que me sueltes te digo! Fuerza: Ya verás Castiguito. (Logra atraparlo) Castigo: (Forcejeando con la Fuerza) ¿A que le temes, acaso no eres inocente? Fuerza: Estoy para velar por el orden. Espera: (A locas) ¿Qué significa esto? Juntas: Ehh... (Las Locas quieren responder pero la Fuerza las interrumpe) Fuerza: ¡El dilema es con el Castigo, que sus ánimos son de guerra! Castigo: Mientes, yo sólo vengo a escuchar. Juntas: (Cínicamente). Con esos modales sólo empañan el acto. Fuerza: Me acusa de tender una trampa. Cuando lo único que quiero es ayudar. Nuestra ceremonia corre peligro. No lo soltaré hasta demostrar mi buena voluntad. (Queda forcejeando con el Castigo a un costado) Fuerza: (Al tiempo) Amo de las horas, te pido le des prioridad a las intervenciones. Tiempo: (Se ilumina). Tus palabras son razonables. Por respeto a mis servicios, no pierdan más tiempo y demos inicio al Tedeum. (Se apaga).
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(Locas se arrodillan en el banquillo. Se forman tres grupos: Las Locas en el banquillo al centro con la Espera al frente, el Tiempo al fondo a la derecha y el Castigo con la Fuerza a un costado) Fortuna: Si así lo pides, que así sea. (En actitud ceremoniosa haciendo venias). Público presente, respetado Tiempo, nobles Fuerza y Justicia, sagrada Espera, Castigo (Entre dientes). Llegó la hora de juntar nuestras voluntades. De hacer lo necesario para darle justicia a los que esperan. Como una familia crezcamos juntos. Recuperemos la paz y ganemos el futuro. No perdamos de vista el fin que nos convoca. No defraudaremos a nadie, cumpliremos con lo prometido. Lucharemos contra los enemigos de la justicia con los medios de la justicia. Funcionaremos y creceremos con igualdad. Todo esto en homenaje a la paciente Espera. Juntas: (Se miran y gritan) ¡Creceremos con igualdad! (Bis) Justicia: Fortuna, me alegra que hayas comprendido que nadie puede tener el monopolio de la justicia. Como nuestra representante máxima, te apoyaremos en cada una de tus iniciativas. Por las futuras generaciones ¡La paz ahora, la paz ahora! Que nuestras primeras palabras sean de perdón y no de rencor. Que nuestros primeros sentimientos sean de amor y no de odio. ¡Icemos la bandera de la paz! ¡Terminemos con las rencillas! ¡Iluminemos el futuro! Fuerza: Me sumo en el respaldo a la Fortuna. En el respeto irrestricto a su gestión. Nos sumamos a la Espera haciendo nuestro su dolor. Reconociendo los abusos del Augusto fracasado. La fuerza tiene una deuda con la historia y responderá por ella. ¡Nunca más a los tonos subidos! ¡Nunca más al crimen justificado! ¡Nunca más a los boinazos! ¡Nunca más a los bombazos! ¡Nunca más, nunca más! Espera: Les agradezco el gesto que han hecho. Al parecer los ánimos son propicios. Aunque eso de paz ahora, me parece prematuro por decir lo menos. Castigo: (A Espera) No te anticipes a la propuesta. (Locas juntas hacen una ronda y van diciendo en cada giro) Juntas: ¡Nunca más, nunca más! ¡Por la paz, por la paz! Tiempo: (Se ilumina). Es hora de pasar a los perdones queridos clientes. Adelante Fortuna, que tienes la preferencia.
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Espera: Yo paso, que por sobre todo persigo la justicia. Castigo: Bien dices querida aliada. Fortuna: (Se arrodilla y mientras se persigna va pidiendo perdón). Gracias por la posibilidad de curar mis culpas. Perdón diosito (Se persigna, llora) ¡Pido perdón por lo ocurrido, perdón, perdón! Justicia: (Murmura como un ventrílocuo un insulto en voz baja). Marxistas, palomas de mentira. Fortuna: (Extrañada mira en todas direcciones) ¡Perdónennos por haber hecho de todo una barricada, no fue nuestra intención! ¡Por favor entiéndalo! Justicia: Págala abusadora (Muy rápido). Fortuna: (Moviendo su cabeza con molestia). Nuevamente esa voz, ¿La escucharon?, ¿De dónde proviene? (Mira a Justicia y dice). ¿Acaso eres tú, con una de tus bromas? Justicia: Estás loca, nunca haría algo así. Fuerza: Es el instigador Castigo el que murmura. Tiempo: Confiemos en que la voz se irá. Prosigue respetada Fortuna. Fortuna: Mil veces perdón por haber maldecido a la fortuna en el pasado. ¡Qué necia fui! Justicia: Se les va acabar la mamada. Espera: ¿A qué vienen esos insultos, acaso se trata de una nueva campaña por el poder? Tiempo: (Se ilumina al fondo). Alguien al entrar olvidó la oración y el poder aprovechó de meter sus narices. Lo mejor, es no prestarle oídos. Fortuna termina tu perdón. Fortuna: ¡Absuélvanme por haber instigado con incendios verbales, se los ruego! Justicia: Fanática del frente. Fortuna: ¡Perdón por mi ceguera, la utopía, perdón! Justicia: Sinvergüenzas vandálicas. Fortuna: ¡Te pido perdón sagrada Espera por haber postergado tus derechos! ¡De corazoncito te lo pido! Justicia: Le tienen terror a la paz.
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Fortuna: Pero no todas son culpas, que con lo prometido hemos cumplido. Hemos dicho crecer con igualdad. Justicia: Frasecitas para el bronce. Fortuna: Y así lo hemos hecho. Hemos dicho, no cerraremos las puertas de la verdad, y así lo hemos hecho. Justicia: Corruptos, la abandonaron. Fortuna: Hemos dicho si a los procesos y si a los beneficios de la Espera. Justicia: Hacen gárgaras con la Espera. Fortuna: Y así lo hemos hecho. Y hemos dicho, agilizaremos la búsqueda de los cuerpos. Justicia: Se van a quedar sin ni uno. Fortuna: Y así lo hemos hecho ¡Perdón, mil veces perdón a todos! ¡Les pido disculpas! (Se pone de pie junto con Justicia, se toman de los brazos y comienzan a gritar y a girar) Juntas: ¡Nunca más, nunca más, por la paz, por la paz, nunca, nunca, nunca más por la paz, por la paz...! (Se detienen y vuelven arrodillarse) Tiempo: Te toca, nunca bien ponderada Justicia. Justicia: Estamos aquí para asumir con entereza nuestro pasado. ¡Perdónennos por haberlos abandonado a su suerte! Fortuna: Fascistas hipócritas. Justicia: ¡Por no borrar los rencores a tiempo! Fortuna: Ratas, vuelvan a sus trincheras. Justicia: ¡Por haber postergado la reparación de los que esperan! Fortuna: Pide perdón matapiojos. Justicia: ¡Pedimos por el cierre de las heridas! Fortuna: Tus hemorroides palpitan por el trono. Justicia: ¡No teman, que no los abandonaremos! Fortuna: Ahora vienen al show, fariseos caníbales. Juntas: (Se miran sonriendo y nuevamente hacen la ronda) ¡Por la paz, por la paz, nunca más, nunca paz, por la paz, paz, paz, nunca más! Espera: (Se dirige a Justicia interrumpiendo). ¿De qué se trata todo esto? ¿No era que...?
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Justicia: (Sonriendo cínicamente). Sí, la propuesta, sí, una propuesta, claro. Te la haremos. La oferta, claro. Lo que pasa es que según el protocolo el discurso y el perdón son primero. Espera: En todo caso eso del perdoncito a la fortuna; de borrar rencores y de cerrar heridas no es lo que espero de ustedes... Justicia: Controla tu ansiedad, que ya viene la oferta. Castigo: (A Espera). Te lo dije, este es un montaje. Fuerza: No lo escuches, el sólo busca provocarte. Justicia: Terminemos con el perdón y desatemos el nudo. Querida Fuerza, antes de dar lectura a la propuesta, ¿Tienes algo que agregar? Fuerza: Sólo pedir por una justicia no exenta de clemencia. Castigo: (Forcejeando). ¡Descarada!, clemencia contigo, ¡Rata! ¡Clemencia, clemencia! ¡Caradura!. A mi no me engañas. Tiempo: (Iluminado) ¡Silencio por favor! Demos lectura a la carta de paz. Justicia: (Majestuosamente). Roguemos hoy día por la paz obtenida, que mucha alegría nos dará Dios. El reencuentro está cerca. Hermanos míos, es posible la reparación y la concordia, sin condiciones y promesas. Espera: (Mirando a Castigo). ¡Pero que dice, sin condiciones, cómo! (Castigo le hace una seña). Justicia: Sabemos que el dolor no se puede medir. Pero 30 años es tiempo suficiente para cerrar esas heridas abiertas una y otra vez. Espera: ¡Pero estás loca, tiempo suficiente, imposible, esto es...! Justicia: Guarda la calma que aún no has visto el brillo de la oferta. Castigo: Fascista, déjate de rodeos y suéltala. Justicia: (Se aproxima a Espera y la toma de las manos). Querida Espera, cierra tus ojos, confía en mí y ya verás como te alivias. Confía en mi, respira con suavidad, así, cierra los ojos, ciérralos, muy bien, respira, 1, 2, 3, bien, quédate así. (Va en busca del cesto con monedas y con el vuelve a su lado y dice muy suave y despacio). Unámonos en un ardoroso ánimo y voluntad de perdón. Repite conmigo, unámonos en un ardoroso ánimo y voluntad de perdón (Bis). 1, 2, 3, muy bien. Desde ahora perdonarás y no recordarás y así te liberarás. Repite conmigo. Desde ahora perdonarás y no recordarás y así te liberarás. Castigo: ¡Despierta, despierta, te han hipnotizado!
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Fortuna: Silencio, que arruinarás la oferta. Justicia: (A Espera). Nuevamente. Espera: Desde ahora perdonarás y no recordarás y así te liberarás. Justicia: (Comienza a vaciar las monedas sobre la cabeza de la Espera). Por última vez. Espera: Desde ahora perdonarás y no recordarás y así te liberarás. Justicia: (Ya lanzó todo el oro). Estupendo, te has portado muy bien, ahora... Castigo: (Pega un gran grito). ¡Despierta, es un engaño, caerás en la trampa! Justicia: A la cuenta de tres... (No alcanza a terminar y la Espera se despierta disparando golpes en todas direcciones) ¡Pero qué haces, aún no he terminado! Espera: (Después del ataque, recuperándose y mirando todas las monedas en el suelo, dice) ¿Qué significa todo esto, acaso pretenden comprarme? Qué ingenua he sido, ahora comprendo eso de la oferta y su brillo. ¡Para que lo sepas no estoy en venta! Justicia: La oferta de paz consiste en un tratamiento completo para lograr la cura total (Se pone frente a Espera y haciendo la señal de la cruz, dice). A la cuenta de tres renunciarás al castigo de los culpables. A la una, a las dos y a las tres. Espera: Has perdido la cabeza, no cabe duda. Justicia: A la cuenta de tres renunciarás a la búsqueda de los cuerpos. A la una, a las dos y a las tres. Perfecto ya estás curada. Sentirás unas pequeñas molestias y al cabo de un día o dos no sentirás nada, ya verás. ¡Ahora abracémonos como hermanas que somos! Espera: (Rechazándola). En el espejo de la codicia, los rostros cambian a cada instante. ¡Jamás abrazaría a una farsante como tú! Justicia: Es que no lo comprendes. He dicho paz y con fortuna has sido curada. Lo menos que exijo es un abrazo de gratitud. Fuerza: ¡Lo ven, se los dije! La Espera no se conforma con nada. ¡Pedimos disculpas!, que más quieren, ya sé, ahora quieren que hagamos limpieza. ¡Qué quieres obsesiva Espera!, ¿Colgar a los cabecillas y encarcelar a sus hijos?
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Espera: ¡OH Fuerza, indigna de toda piedad!, ¿Qué es lo que dices?, ¡Puerta de todos los males! Fuerza: No los matamos porque si, ladrones de la libertad. Castigo: (Forcejea y la Fuerza lo suelta). No era que estabas tan triste, si es así, dinos el nombre de los culpables, que la Espera sólo será curada hasta que el último responsable sea sancionado. Fuerza: Calla Castiguito, que en esto nada puedes hacer. Castigo: Usted no es el obispo de la justicia, cierra tu piquito dulzón. No juegues con el dolor, diablito con alitas de arcangelito. Espera: Ustedes hicieron viajar a mis muertos como fantasmas de fosa en fosa. Fuerza: Eso lo determinará la justicia. Espera: ¿Y tú, qué piensas de todo esto silenciosa Fortuna? He sido burlada con una oferta inútil que no contempla el castigo ¿Acaso no lo ves?, lo que se ha realizado aquí, no es más que una farsa, que lo único que busca es seguir alimentando la cobardía. Fortuna: La propuesta de la Justicia merece respeto como aporte a la verdad. Además alivia a la que espera. Castigo: No hay negocio por justicia. La vida no se repara, las monedas se pueden devolver. Espera: La reconciliación es un invento para evadir justicia. Fortuna: Me acusan de poner mi lucro personal por encima de mis convicciones más sagradas, pero esto no es así. Sepan que estoy de corazón con los que esperan, pero no pueden negarme el derecho a estar de parte de mis colegas. Espera: Sepan todos hoy que la Fortuna a todos miente. Castigo: Tu compañera te tiene cercada. Tanto la una como la otra desean la interesada paz. Justicia: Tú no sabes quién es la paz y sus mañas, sus condiciones y entrañas, que de alegría ya las aves la cantan. Fortuna: Sepan que yo no soy veleta de nadie, que por mi misma decido. Mide tus palabras respetada invitada, te pido el mínimo respeto. La Fortuna jamás miente, jamás.
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Espera: Si es así, reconoce que le ofreciste oro a uno de los nuestros a cambio de rechazar otra de las ofertas de tu colega, poniendo nuestra integridad en tela de juicio. Fortuna: ¡Insolente, cómo te atreves! Espera: Acaso creen que somos burreros. Justicia: Basta, deja en paz a quién nos protege. Vengativa, no olvides que los desaparecidos desaparecieron por promover la destrucción del orden. Espera: No aceptaremos que culpen a nuestros difuntos por los crímenes cometidos. (Indicando a Fuerza). Que para eso, está ella, ¡Pregúntenle, adelante, pregúntenle! Castigo: ¿Por qué eluden el pasado exigiéndonos olvidar? Fortuna: Entiendo tu pesar querido Castigo. Pero no estamos para administrar las nostalgias de nadie. Castigo: (A Fortuna). Tú dejaste de lado a la que espera. (A Justicia). Tú te la quieres comprar. Espera: (A Fortuna). No castigas por miedo, mientras cuidas tus arcas y el poder. (A Justicia). No castigas por conveniencia, mientras compras muertos y buscas el poder. Fortuna: ¡Malagradecidos, acaso no ven que nuestro poder no mata! Castigo: No me vengas con eso del mal menor. Tus defensores sugieren un perdonazo a las gallinas de la Fuerza. ¡Condena para el que mató! Reconoce al menos que tu aliada, de ladrona se transformó en cínica Justicia. Fortuna: Esas gallinas, están colaborando con el proceso de unidad. Los extremismos no sirven. Los diálogos con la Fuerza deben continuar. Les pido abandonen los partidismos, que en esto somos tan culpables como la Justicia. Fuerza: (Burlándose del Castigo). Castiguito, termina con esa rabieta ridícula. Ten consideración al menos con tan espléndidas anfitrionas. Castigo: Aquí hay sólo gentes incapaces de pensar en el bien común. Esos que a los cuatro vientos gritan reconciliación, esos que hablan de perdón sin sentirlo, aquellos mentirosos de antes, de ahora y de mañana no tienen moral.
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Fuerza: (A Castigo) ¡Bate y bate su lengüita, habla y habla, bla, bla, bla! ¡Perdón y olvido son la libertad! Castigo: (A Fuerza). Tus gallinitas de la Fuerza nunca han enfrentado a un ejército extranjero. Será mejor que cierres tu pico, sino quieres ganarte un garrotazo. Fortuna: Desde ahora en adelante quién agreda a la Fuerza, recibirá una pena ejemplar. Espera: El mundo del poder se divierte a costa de nuestras ilusiones. Castigo: Atacando a las locas no conseguiremos nada. Siguen riéndose de nuestros ataques. Fortuna: ¡No saben lo que hacen, o es que están ciegos! ¡Vean como todo funciona bajo el poder que no mata! Espera: Ya no sirven tus discursos rimbombantes. Repites y repites tus mensajes, pero no escuchas a nadie. Además reconciliados no estamos, reconcagados, reconcabreados, reconfrustrados y aplastados, eso si. Reconciliación no. Para terminar en los mismos acomodados de la Concerta y reconvagos de la Fuerza. Queda claro que he sido burlada por el poder. Además, sólo requetecontralocas como ustedes pueden avalar la condena sin justicia y la justicia sin castigo. Fuerza: Hasta aquí has llegado perverso instigador. Lo ves, nada puedes hacer, aún estando libre impotente Castiguito. Que patético, tu propia aliada ha reconocido que el justo castigo no existe. Castigo: No cantes victoria antes de tiempo, que algún día caeré sobre ti, aniñada Fuerza. Fuerza: (En actitud de desprecio pavoneándose de un lado a otro). Convéncete de una vez. Las locas están conmigo porque me temen, míralas. Son fieles a mí. ¡Cae en la cuenta que aquí sobras! ¡Te obligamos a reconciliarte ahora! (Ordenando al Castigo). ¡Reconcíliate Castiguito, ahora, ahora, reconcíliate! (Pega unas tremendas carcajadas y comienza a retirarse a medida que se burla del Castigo) ¡Ja, ja, ja!, todos me temen, todos me sirven, ridículo Castiguito ¡Bate y bate su lengüita, habla y habla, bla, bla, bla, perdón y olvido son la libertad! (Bis y alejándose) ¡A la cuenta de tres todos reconciliados! ¡A la una, a
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las dos y a las tres, estamos todos reconciliados, el que se mueve se va a la cárcel! (Y se voltea) (Sale del escenario y se escucha a lo lejos) ¡El que se mueve se va a la cárcel! (Bis), ¡Ja, ja, ja! (Cuando la Fuerza se retira, la Espera se desplaza a un costado cabizbaja y en silencio. El Castigo queda golpeando enrabiado el suelo con sus pies. Mientras las locas hacen sus rondas por la paz) Juntas: ¡Fortuna y Justicia hermanas son, de la paz, de la paz, de la paz hermanas son de la paz, de la paz! Justicia: ¡La paz ahora, la paz ahora! ¡Ya! (Junto con Fortuna se voltean moviendo la colita) ¡Borrar los rencores, borrar los rencores! ¡Ya! Fortuna: ¡Crecer con igualdad, crecer con igualdad! ¡Ya! (Justicia la acompaña). Todo marcha sobre ruedas, funciones a tablero vuelto bajo cielos transparentes. (El Castigo mira a las locas con molestia) Justicia: ¡Nuestras culpas compartimos, nuestras culpas compartimos! (En eso el Castigo comienza a aproximarse) ¡Ya! (Junto a Fortuna) Juntas: (Se toman las manos y hacen la ronda) ¡Nunca más, nunca más, por la paz, por la paz, nunca, nunca, nunca más! (Bis) Castigo: (Frente a ellas inmóvil a punto de estallar). ¡Terminen con el escándalo! ¡Acaso no lo escuchan, he dicho silencio, sordas de remate! Juntas: (En actitud de preocupación) Castigo: ¿Qué pasa con ustedes dos? Acaban de ocasionar un desastre humillando a la Espera y hacen rondas de alegría. Celebran, gritan, festejan, saltan, suspiran las perlas, mueven la colita requetecontralocas de remate. No tienen perdón de Dios, me han traicionado y pagarán por eso. Fortuna: Cálmate Castiguito, ¿A qué viene tanto enojo? Todo salió como estaba previsto. Te ruego te calmes estimado Castigo. Castigo: ¡Cómo osan pedirme cordura! Justicia: Acaso no entiendes que lo que hicimos, lo hicimos por el bien de nuestro circo. Castigo: Circo de farsantes, han dejado libre al culpable. Juntas: ¡No por favor Castiguito, no, no, lindo, precioso castiguito, únete a nosotras, no, no, no!
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Castigo: ¡Ustedes merecen la paliza, locas de remate! Justicia: ¡Qué con la Espera en paz, creceremos aún más! Castigo: Crecerán hasta reventar, ¡Cerdas! Vayan a repartir su afrecho. Zalameras, transparenten sus cerebros y verán tumores. Querían paz las perlas sedientas de fortuna. (Comienza a golpearlas con su garrote). ¡Esta paz no la olvidarán jamás! Juntas: No nos hagas daño te lo suplicamos. Castigo: ¡Tomen, ahí tienen y tomen, farsantes y otra y otra! (Entre patadas y garrotes) ¡Y no vuelvan al circo nunca más, nunca más...! (El Castigo entre golpes y burlas sale junto a las Locas despavoridas de escena) (Se escucha a lo lejos) ¡Perdón y olvido son la libertad! (Bis) Séptimo Cuadro Dialogo final del Tiempo y la Espera
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(Quedan Espera a un costado y el Tiempo al fondo) 52
Tiempo: (Iluminado, se aproxima a Espera). Paciente Espera, lamento que mis secretas artimañas no hayan servido para aliviar tu dolor. Todos se han ido, la Fuerza invicta y las Locas perseguidas por el Castigo. Y aquí estamos nuevamente en el punto de partida, solos tú y yo. Espera: Siempre sospeché de la oferta de las locas. Farsa disfrazada de noble propuesta. Tiempo: Querida aliada, contigo tengo la sensación de no avanzar jamás. Espera: Si estás aburrido de mi, puedes marcharte. Tiempo: Si me... (Espera lo interrumpe) Espera: ¡Que te marches te digo! Tiempo: Si me necesitas estoy a tus servicios. Espera: Márchate de una vez. Tiempo: (Alejándose). ¡No olvides que soy el Tiempo que quita la memoria y que todo se lo lleva! (Bis, se apaga y vuelve a su trono) Espera: (Se aproxima al centro de la estrella, hace una pausa, toma su pañuelo y se pone a danzar) Esta es la danza del desaparecido al que
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siempre busco y nunca encuentro (Bis). El símbolo de mi perpetua espera (Dicho esto se arrodilla frente al público y dice) Soy una luz que vibra en la soledad. Y que vela por los desaparecidos del mundo. Sepan bien, que no guardo resentimiento con las locas, que en este entuerto ellas son las perdedoras. Ellas son minotauros en el laberinto. Se dan vueltas y vueltas como un ebrio que no sabe adonde va. Machacan y machacan. Se suben a la balsa y esta se vuelve a hundir. La cosa les quedó grande, tanto que lo único que crece es un hambre sin límite. Terminemos con el espíritu de dominación. Con ese que estruja el sudor, que compra y vende, que mata y mata robando funerales. Amemos el límite, que formador del mundo es (Queda en silencio, hace una pausa, se aproxima al público y dice) Nunca digan nunca más, que al laberinto hemos de volver. Nunca digan nunca más. 53
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ACTO TERCERO: EL SUEÑO Ritual de la liberación inconsciente / Muerte onírica de Augusto Escenografía Primer plano: Mitad izquierda, mesa con dos sillas. Plano medio: Mitad derecha, puerta corredera japonesa para entrar a pieza de Soñador. Interior de la pieza (Volumen rectangular como cama y una vela para alumbrar las apariciones) Último plano: Fondo, imagen de la Moneda con cielo celeste de día y de noche, cielo negro y Moneda iluminada.
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Personajes Chamán Gorro de plumas, collar de huesos, vestuario ligero con tambor Padre (Orlando) Entero de blanco con malla de lycra y rostro pintado de blanco Familiar (Isabel) De trabajadora y dueña de casa Soñador (Salvador) De pijama, gorrito y pantuflas llevando una velita Masa (Lucía) Vieja vestida de jeans (usando un mp3)
Fantasma (PIN 8) Entero de negro con malla de lycra y rostro pintado de rojo. También aparecerá con gorra verde de militar, con un falo como látigo y guantes blancos.
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Primer Cuadro Diálogo Familiar y Masa
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(Sentadas a la mesa de la terraza)
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Familiar: Está nuevamente con sus pesadillas. Ya no se que hacer. Masa: ¿No era que se le habían quitado? Familiar: Si claro, lo que pasa es que ahora le pasa despierto. Masa: ¿Cómo así? Familiar: Lo que escuchas. De noche no cierra pestaña y alucina. Masa: Esto se pone color de hormiga, es hora que lo vea un psiquiatra. Familiar: Ni lo pienses, tarados necesitados sobran en el mundo. Además se trata de algo delicado. Masa: Si es una obsesión, cuidado, que es como un virus que todo lo carcome. Familiar: Si tan sólo pudiera romper el círculo. Masa: Lo que tu hijo necesita es un baño de aire puro. Salir de su autismo y divertirse. Familiar: Claro, una tipa consumista como tú lo cura todo con algo de diversión. Masa: Es mejor contar con algunas mentirillas a terminar amargado. Familiar: No me gustan tus castillos en el aire, son puro engaño. Pintan un muro de plumavit y lo nombran como algo magnífico. Masa: Ya empezaste a sermonear como evangélica, no seas latera Isa. (Interrupción por ruidos en habitación. Salvador cae de la cama y se pone a gatear como si correteara algo) Voz de Soñador: ¡Puta el bicho cargante, donde te metiste, si te pillo te mato! ¡No, no quiero hablar, no te dicen! ¡Dejen dormir por la cresta, hasta cuando! (Vuelve a la cama dando tumbos y refunfuñando) Masa: Es Salvador. Familiar: Si, está soñando. Masa: Se ve mal tu regalón. No estará enamorado, dicen por ahí que cuando te agarras mucho de una mujer, sueñas para olvidar.
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Familiar: No, nada que ver, es su depresión. Se acuerda de puras cosas malas y en la noche sueña que lo violan. Masa: Mucho encierro. Mira, mientras tu hijo pase metido en ese cuartucho está perdido. Familiar: Tú no entiendes nada. El Salva, hace mucho que tiene estas crisis nocturnas y ahora de remate está cesante ¿Qué quieres que haga? No entiendes nada. Masa: Bueno, pide un préstamo y sácalo de shooping. Dale alguna alegría al chaval. Y aprovecha de verle un loquero. Familiar: Tú estás loca, con que plata. Hoy por hoy, los sueldos son miserables. Esas sesiones cuestan un ojo de la cara, sólo el bolsillo de un viejo clueco puede pagarlo, yo no. Masa: Todo lo ves gris, todo. No ves que ahora las tarjetas de crédito son la varita mágica para el auto, Cancún y la casita con jardín. Familiar: Las deudas me pondrían como el Salvador. Además, tendría que trabajar como perra toda la vida para soñar que soy rica. Eso no es para mí. Masa: Estás equivocada, gracias a estas cosas tengo lo que quiero. Familiar: Tú vives bien porque tienes amigos de apellidos vinosos y porque un familiar ministro te puso en un buen cargo público. No me vengas con cuentos, lo que pasa es que no tienes escrúpulos. Masa: No seas ingenua, la decencia paso de moda. Familiar: Mira, emperifollada, los dólares se los comen los de arriba, nosotros somos una verdad numérica, una mera cifra en un informe de la Moneda. Soñador: (De súbito) ¡Mamá, mamá, viejita querida, ahí está, ahí, ven, ven a verlo, es horrible! Familiar y Masa: (Se paran abrir la puerta corredera del Soñador quién está a un extremo de la cama aterrado) Familiar: ¡Salvador, hijo, despierta, no es nada! Aquí está tu mamita hijito, ¡Tranquilo, tranquilo! (Abraza fuerte a su hijo mientras Masa permanece de pie a un costado de la puerta) Soñador: ¡Miren, ahí está como una estatua de cara roja! Lo escuchan, me dice que soy un cobarde y un mal hijo.
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Masa: Es tu imaginación, mucha tele. Cierto Isa que no hay nada, lo tuyo es pura sugestión Salva. Familiar: Lucía, Lucía, esto no es broma. Su cabecita es un basurero, su memoria está llena de cosas feas. El pasado se le aparece como una bestia zalamera de mano enguantada. Soñador: Lo veo todas las noches. ¿Pero existe lo que veo o estoy perdiendo la razón? Tengo miedo de morir en un sueño terrible. Familiar: No tengas susto Salvador nada de eso te va a pasar. (Se pone de pie junto a Masa) Un ángel te está cuidando hijito, ahora a dormir. Deja la vela prendida y la puerta abierta. Hasta mañana, no tengas miedo, intenta dormir. (Se retiran) Soñador: (Una vez solo, se incorpora en su cama mirando al público) Estoy cagado de miedo, tanto que hasta en el día ando perseguido. Si mi padre estuviera vivo todo sería distinto, tal vez nadie me visitaría en las noches, quizás no sería esta rareza que soy. (Levantando la vela a la altura de su cara). Ahora intentaré dormir. Ah y por favor cuídenme el sueño. (Sopla la vela). No dejen entrar a nadie. Segundo Cuadro Diálogo Soñador y Padre
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(Por un instante todo queda en oscuridad y silencio, Salvador duerme. Sonido de pasos al fondo. Lentamente en la terraza emerge iluminándose una figura entera de blanco) Soñador: (Despertándose, sale de la cama y se aproxima al umbral). ¿Y esos ruidos de donde vienen?, les dije que vigilarán. ¿Quién anda ahí?, ¡Da la cara ladronzuelo, donde estás, muéstrate! Padre: Aquí estoy. Soñador: (Encendiendo la vela) En este lugar los intrusos no son bienvenidos. Padre: He vuelto. Soñador: (Petrificado en el umbral con la vela prendida). ¡Fuera de aquí te dicen!
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Padre: Pensé que me estabas esperando. Soñador: Esa voz, me parece conocer tu voz. ¿Quién eres y donde estás? Padre: Aquí en la terraza. Soñador: (Camina tembleque hacia la terraza en actitud de temor) ¿Pero cómo entraste?, ¿Cómo, si estaba todo cerrado? Padre: Para los muertos no existen obstáculos. Soñador: ¡Un muerto mama mía, qué hago, grito, me quedo, salgo corriendo, salgo corriendo! Padre: ¡No que haces, no, no!, acércate, nada malo te pasará. Soñador: La dulzura de tu voz me confunde. Padre: Acércate, ¡Más! No temas, acércate más, eso, así ¡Un poco más! Soñador: (Acercando la vela al rostro del muerto). ¡Padre!, ¿Eres tú? No, no es posible, mis ojos me engañan. Padre: Soy Orlando, tu padre. Soñador: ¡Qué felicidad, sabía que podía contar contigo! ¡Gracias Padre Celestial por traerlo de regreso! (Extiende sus brazos para abrazarlo) Padre: (Lo detiene con un brazo, alejándolo). No Salvador, aún no. Estoy aquí por otros motivos. Soñador: Pero, si soy tu hijo y eso es lo único que importa ahora. Abrázame. Padre: (Lo vuelve alejar). Vengo a encomendarte una tarea. Soñador: ¿Cuál padre mío? Pídeme lo que quieras. Padre: Que te hagas cargo del intocable. Que registres todo lo que sabe esa rata de uniforme que me dio muerte. Soñador: Pero eso está fuera de mi alcance. Me pides lo imposible. Padre: Lo siento hijo. Sólo si lo juzgas podrás unirte a mí. Sólo así obtendrás mi perdón. Soñador: Padre, no me castigues así. Si te delaté fue sin quererlo y tú lo sabes. Ellos me obligaron a hablar, me dijeron que si les decía dónde estabas mi cuerpo no tendría más dolor. Padre: Lo siento, pero primero quiero una confesión de ese chupador rastrero. Soñador: Nada puedo hacer. Ellos me obligaron a golpes.
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Padre: Salvador, esa bestia nos pertenece y tu deber es cumplir con mi pedido. Soñador: Mis fuerzas no pueden con esta empresa, pero haré lo que pueda. Padre: Te quiero hijo y espero buenas nuevas. (Comienza a retroceder hacia la oscuridad) Soñador: No me abandones padre, quédate conmigo, te necesito. Padre: No lo olvides: Sólo si lo juzgas podrás unirte a mí. Sólo así obtendrás mi perdón. Soñador: (Avanza hacia el fondo iluminando con la vela en todas direcciones). Ha desaparecido, ya no está, se escabulló por la pared. (Camina resignado al umbral de su cuarto. Se voltea para cerrar las puertas y mirando hacia arriba dice…) Padre mío, fuente de toda culpa, ¿Por qué has venido a avivar mi esperanza? (Apaga la vela y cierra la puerta)
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Tercer Cuadro Diálogo Familiar y Soñador
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(Amanece, todo iluminado. Familiar con una escoba barriendo la terraza. Soñador abre la puerta de su cuarto y se acerca a su madre) Familiar: Buenos días Salva. Soñador: Buenas, anoche estuve con mi padre. Familiar: Salvador, hasta cuando con tus pesadillas. Soñador: Hablo en serio. Familiar: Pero si tu padre está muerto. Soñador: Mamá, te digo que hablé con él, aquí mismo en la terraza. Familiar: Está bien Salvador, hablaste con él ¿y qué te dijo? Soñador: Me dijo que si juzgaba a ese chupador volvería junto a mí. Familiar: Sigues repitiendo el trauma de tu pasado. Trata de olvidar hijo, por último acepta tu destino, no luches contra el. Soñador: No sería correcto. Se trata de mi padre y su perdón, además le debo lealtad a mi familia. Pero esto está fuera de mi alcance. Familiar: No te martirices así, necesitas descansar.
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Masa: (Mientras el Soñador habla, aparece silenciosa por un costado acercándose al público y dice con burla) A este se le arranca la moto. Al loco se le salió el encéfalo. (Se queda escuchando desde ahí) Soñador: Estoy perdido. No puedo juzgarlo, no me acuerdo de nada, se me borró el nombre y la cara de ese marica. A esos cobardes nadie los toca. Además no tengo decisión, no sé si esto es verdad o mentira, no sé lo que me pasa, ando como en una nube de vapor. Isa, viejita querida, dame una manito, ayúdame con esto, no entiendo nada, este es un chiste al revés, una broma mal hecha. Por favor, dime ¿Qué es lo que se juzga y en qué mundo están esos tribunales? Familiar: Salvador, estás volviéndote loco. Aunque mataras a esa pulga, aunque juzgaras a ese chupador no sacarías nada. Es tu seso flaquito, es el vértigo en tu testera lo que te marea. Hay que darte un laxante para botar pesadillas. Mira hijito, el cuco no existe, olvídate de esas cosas feas y santo remedio. Soñador: Tiene que haber una forma de terminar con esto. Vieja, tú que todo lo puedes, busca un modo de… Masa: (Acercándose escandalosamente al Soñador y agarrándolo). Oye, oye, para un poquito, mira a tu vieja parece un loquero, para el revoltijo, date cuenta de una vez. Salva, tu drama es que le pones mucho encéfalo, mucho encéfalo. Sale a gozar un poquito (Golpeándole el hombro). Recapacita flaco, te hace falta y harta. En todo caso Isa, si el flaco no entra en razón, llámate a un psiquiatra. Familiar: Hasta cuando Lucía sigues con eso. No estoy en condiciones de pagar eso. Es hora Lucía que caigas en la cuenta que por estos lugares de la tierra, todo hiede a mierda, acuerdos y dinero. En esta época abundan los ganapanes y los clubes de familiares. Ese grupito de pobres diablos con corbata que hablan de orden público y que cuando pueden abultan sus chequeras, esa elite, esos encopetados pagan por cada hijo un loquero. Soñador: ¿Y una querella?, tal vez esa sea una forma de…
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Familiar: Y en cuanto a ti Salvador. Dame un respiro hijo, estoy muy cansada con todo esto. Y deja de soñar con ese juicio, que por estos lados no existen tribunales. (Telón) Cuarto Cuadro Diálogo Soñador y Fantasma
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(Oscuridad. Cuarto de Soñador con la puerta abierta. Soñador se levanta como sonámbulo, enciende la vela y camina hasta la terraza con los brazos extendidos)
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Soñador: (Habla como fantasma alargando las frases) ¡Se va a desenterrar, la teleserie va acabar! (Da vuelta en círculos como mareado) ¡Se va a desenterrar, la teleserie va acabar! ¡Se va a desenterrar, la teleserie va acabar! (Vuelve a su cuarto dando vueltas en círculo. Mientras entra a su cuarto, entra el Fantasma, le corre la cama y se oculta) Soñador: (Apaga la vela, se acuesta y cae al suelo gritando y pataleando). ¡Se destapó, se destapó la olla, se destapó, se destapó! (Parándose escandalosamente se toma la cabeza) ¡Pero qué hago aquí, tirado en el suelo! Me estoy volviendo loco ¡O soñé que volaba o me corrieron la cama! (Corrió la cama, la puso en su lugar y se recostó. Por un instante intenta conciliar el sueño pero no lo consigue. Se incorpora sentándose al borde de la cama y enciende la vela) ¡Qué raro es todo esto! Este es el precio que estoy pagando por mi error, un insomnio sin concesión por mi mala acción. Pero sea lo que sea todo esto, me lo merezco. El castigo es el único consuelo para esta culpa que me carcome (Se escucha la voz del Fantasma oculto hablando como Pinochet) Fantasma: ¡Usted es un mal hijo, un cerdito traidor, soplaré, soplaré hasta hacerlo caer! Soñador: Estoy alucinando, tanto espero mi merecido, que escucho voces como cachetadas. Fantasma: ¡Usted es un mal hijo, un cerdito traidor, soplaré, soplaré hasta hacerlo caer!
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Soñador: (Poniéndose a llorar) Hasta hacerlo caer cada vez más bajo. Sí, un cerdito, un bodrio de hijo, lo peor de lo peor, eso es lo que soy, una nada andrajosa que vaga purgando sus culpas sin fin. ¡Qué me parta un rayo! Fantasma: (Con un salto de rana el Fantasma con la voz de Pinochet queda en cuclillas sobre la cama, situado detrás del Soñador) ¡Hijo mío he vuelto! Soñador: (Tomándose la cabeza como un loco mira al público aterrado sin voltearse) He caído en un dulce engaño, lo viviré como si fuera real. Qué locura, la voz de mi padre la siento como ajena. Fantasma: (Tocando el hombro del Soñador) Soy tu padre, tu amigo fiel. Soñador: Pero, ¿Es mi Padre el qué me llama y ahora me toca? (Se voltea aterrado y lo mira) ¡Pero Padre, su cara, que le pasó! Fantasma: Nada, sólo la pinto roja como el símbolo de mi bandera. Soñador: ¡Pero ha vuelto muy pronto!, es muy poco tiempo para cumplir con su encargo. Fantasma: ¿De qué habla hijo?, no se lamente más. Soñador: ¡Pero cómo!, ¿Acaso se le olvidó eso de juzgar al chupador para obtener su perdón? Fantasma: Yo no tengo nada que perdonarle Salvador. Soñador: Aquí hay un error. Usted nunca cambia de opinión. Fantasma: No ha cambiado nada. Últimamente lo he visto muy arrepentido y con eso basta. Soñador: ¡Pero si te delaté y ahora de un plumazo…! Fantasma: Quiero que sepas, que yo morí feliz por mis ideales. Además, hablaras o no igual me iban a matar y por favor no te culpes más, que se me ablanda el corazón. Soñador: Hablas muy extraño Padre, ¿Qué le pasó a tu voz, apenas se te entiende? Fantasma: No es nada hijo, lo que pasa es que estoy un poco afónico. Ayer grité a toda voz por nuestros derechos. Soñador: Y el juicio, ¿No era qué querías las confesiones de esa…? Fantasma: Tranquilo hijo, deja en paz a esa gente, perdónalos. Entiende, ellos no sabían lo que hacían, no guardes más rencor en tu corazón. Soñador: ¿O sea qué…?
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Fantasma: Sí, estaremos juntos para siempre. Soñador: (Lo abraza) ¡Esperé tanto este momento, al fin todo a terminado! (Poniéndose de pie y alejándose) ¡Padre mío, déjame verte, pero si estás igual de buen mozo y tus ojos, tus ojos brillantes están llenos de amor! ¡Quiero fijar este momento en mi memoria y no olvidarlo jamás! Fantasma: Eres el mejor hijo del mundo, siempre dulce y amoroso con tu viejo. Soñador: (Mirando con curiosidad su ropa) ¿Pero Viejo, qué haces vestido de negro en un momento tan alegre? Fantasma: La noche es muy peligrosa y así nadie me ve, además estoy muy anciano para defenderme. Soñador: Ahora que te tengo, pienso en el daño que nos hicieron y siento mucho odio. Fantasma: Ama a tu enemigo hijo, el odio te traerá más sufrimiento. Soñador: Me aterra sentir ese ensañamiento sin freno del odio. Fantasma: Hijo mío, recuerda, el honor, la moral y la integridad son nuestros valores. Guiados por el sendero de Cristo. Soñador: Me siento muy bien junto a ti, todo es más claro. Fantasma: Hijo, ahora puedes dormir en paz, te deseo dulces sueños. Soñador: Padre, espera aquí, llamaré a la mamá, estará feliz de verte. Espera, no te vayas. (Se retira ansioso en busca de su madre). ¡Mamá, mamá ha vuelto, el papá volvió, mamá despierta! Fantasma: (Se aproxima al público en cuatro patas como un animal, maliciosamente) Al parecer cayó en la trampa. Ahora debo retirarme a mis labores. (Pega unas risotadas acercándose aun más) Soy guardián de batallones armados, cuidador de las riquezas del cielo. Mis queridos servidores, los dejo, se me ha hecho tarde. (Rápido, a saltos en cuatro patas desaparece por el fondo del cuarto) (De pronto aparecen de la mano por un costado el Soñador y Familiar) Soñador: (Apurado, tirando del brazo de su madre) ¡Apura, está en la pieza! ¡Apúrate, muévete, ven, rápido antes que se vaya! Familiar: Pero hijo, ¿Qué haces?, no ves que tengo sueño. Soñador: (Entrando al cuarto) ¡Ahí está madre, sobre la cama en carne y hueso, lo puedes creer!
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Familiar: (Refregándose los ojos). Pero hijo, ahí no hay nada. Soñador: (Sorprendido) ¡Pero si recién hablé con él! Familiar: Es tu imaginación Salvador y ahora si me disculpas me voy acostar que tengo mucho sueño. Soñador: ¡Te equivocas, era real, tengo la certeza que era él y aquí mismo sobre la cama me perdonó! Familiar: (Retirándose) Hijo, esos sueños no me gustan nada, hay que hacer algo al respecto, mañana buscaremos ayuda. Y ahora a dormir. (Sale por un costado) Soñador: (Da unos pasos de aquí para allá) Hace un instante estaba aquí y ahora no está (Se apoya a ambos lados del umbral mirando al público) Tengo la impresión de haber visto un ángel. Si ha sido un sueño, es el más hermoso que he tenido. (Suspira y dice mirando al cielo) Mañana será otro día. Gracias Padre… Fantasma: (Mientras habla el Soñador, el Fantasma aparece a saltitos y en silencio por detrás. Ahora lleva un gorro de General, un falo enorme que lacea como un látigo y guantes blancos. Todo lo olfatea. De un gran salto lo agarra del cuello) Sigo aquí hijo mío. Soñador: ¡Pero padre, suéltame que me haces daño! Fantasma: Siempre estaré contigo hijo. Soñador: Tú sabes que estas bromas me dan susto, ya déjate. Fantasma: No temas, estás en buenas manos. Soñador: ¿Qué hice ahora para qué me trates así? Fantasma: (Apretándolo más y laceando su falo con la otra mano) Dime hijo, ¿Quién es el más bello, el más bueno y el más sabio entre los sabios? Soñador: Usted papito, usted. Pero, ¿Por qué está tan enojado, qué le pasa, usted no es así? Fantasma: Y el más fiel entre los fieles, ¿Quién es amigo mío? Soñador: Usted papito, usted. ¿Y de cuándo le bajó la vanidad?, usted parece otra persona. Fantasma: Ese que controla el movimiento de las hojas y de todo lo demás, ¿Soy yo no es cierto? Soñador: Sí papito, sí papito es usted, quién más va ser.
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Fantasma: Mis amigos más cercanos no lo creen así, ellos me han traicionado. Soñador: ¿Es eso lo que te tiene tan molesto? Está bien, ahora suéltame. Fantasma: Aún no. Quiero saber si estás dispuesto a vengarme. Soñador: No lo reconozco Padre, me asusta, parece un agitador de hombres. Fantasma: Salvador, tú puedes hacerlo. Soñador: Creo percibir en usted la respirante presencia del mal. Fantasma: Tan sólo elimina a esos viejos cluecos y ya. Soñador: No eres mi padre, eres una pesadilla. Fantasma: No te confundas hijo. De todas las almas que conozco la tuya es la más parecida a mí. Soñador: ¡Suéltame fantasma de la sangre, mi cuello, suéltame te dicen! Fantasma: Aún no he terminado. Pon atención a mis palabras, tus apetitos al igual que los míos son enormes como las grandes obras. Sólo te hace falta un poquito de instinto asesino y unas gotitas de crueldad para lograr la venganza que tanto espero ¡Anda hijo, hazlo! Soñador: Está bien, está bien me vengaré, pero suéltame ¡Me vengaré, me vengaré te dicen! Fantasma: (Lo suelta. Queda en cuatro patas laceando su falo y olfateando en todas direcciones) Soñador: (Se zafa y agachado se lleva las manos al cuello, mirando al Fantasma) Algo me decía que no eras mi padre, al contrario eres una triste y horrible bestia. Fantasma: No me busques el odio, te puede salir muy caro. Soñador: (Se lleva las manos a la cabeza y grita) ¡No lo haré, ya no doy más, me escuchaste, no lo haré! ¡Perdón, culpa, traición, venganza, todos los males han caído sobre mi! ¡No lo haré y ahora vete de aquí perro maldito! Fantasma: ¡Qué lástima, pobre de ti! ¡Qué poca cosa eres, compañero de cuarto! Soñador: ¡Vete, mosca de mierda! Déjame dormir de una vez por todas. Y no me vengas con esas burradas de amiguitas de camarote. Ángel negro que me quitas el sueño. Dicen que te sueño hasta despierto, y sin
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embargo, te veo nítido, clarito como el agua. ¿Qué hacer contigo grosero Gasparín?, sólo yo te puedo ver, por tu culpa me dicen el chiflado y en un tiempo más me mandarán con las locas. Fantasma: Bien dices sobre mi realidad, que aquí el soñado eres tú. Soñador: Te daré muerte dentro de mis ojos. Fantasma: Qué dices pobre hijito. Mi rostro se transforma cada día en algo diferente. Nunca sabrás quien soy. A veces me amarás, a veces me odiarás, pero no podrás quitarme del fondo de tu mente. Yo soy tú y tú eres yo. No hay más. Soñador: Claro, sólo un espectro aparece en los sueños y te pica como una pulga en la herida invisible. Fantasma: Te acosaré con pesadillas una y mil veces hasta hacerte uno de los míos. Soñador: ¡Vete de una vez! Fantasma: ¡Con qué no lo harás, tú te lo buscaste hijito! (Dando círculos en torno al Soñador) Soñador: ¡Aléjate de mi bestia horrible! Fantasma: (Laceando su falo) ¿Qué prefieres, qué te viole, qué te ahorque o qué te tire a la calle? Tú eliges, dime que prefieres. Soñador: (Retrocediendo con las manos en la cabeza) Este es el infierno, no hay duda ¡Mamá, mamá, el diablo, socorro, mamita, socorro! Fantasma: (Mofándose) Hay la guacha, ¡Mamita, mamita! ¡Entonces te violo por marica! Soñador: (Sale corriendo) ¡Mamá, mamá, te lo ruego sálvame! Fantasma: (Se acerca al público y dice) Puta, parece que me falló la Operación Cóndor. (Se escabulle en cuatro patas por el fondo del cuarto) Quinto Cuadro Diálogo Familiar-Soñador y Masa
Ya no sueño contigo Augusto
(Entran por un costado Soñador, Familiar y Masa muy agitados) Familiar: ¡Dónde hijito querido, dónde!
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Soñador: Aquí en la terraza. No sé lo que era. A veces se parecía a mi padre y a veces a un verdugo. Masa: (A Familiar) Se ha vuelto loco. Soñador: (Cayendo al suelo de rodillas) ¿Qué está pasando conmigo? Me he vuelto completamente loco. Familiar: (Acariciando la cabeza del Soñador) Pobre hijo mío, tus sueños te están matando. Soñador: Ya no se quién soy, dónde estoy y qué hago aquí. Ya no puedo más con esta pesadilla. (Mirando desde el suelo a su madre) ¡El verdugo y mi padre eran la misma persona, lo oyes, el verdugo y mi padre son lo mismo! (Llorando y doblando su cuerpo) ¡Ya no puedo más, no puedo, no puedo…! (Se queda hablando solo, como un loco, mientras Familiar y Masa se acercan al público en actitud de alarma sin saber que hacer) Familiar: Lucía, ¿Qué hacemos ahora? Esto va de mal en peor. Masa: Según dicen lo mejor en estos casos es llamar a un curandero. Familiar: ¿Acaso crees que está poseído? Masa: Claro, puede ser un maleficio o de frentón se le metió el diablo. Familiar: Pura superstición nomás. No me vas a salir con que crees en los exorcismos. Masa: Toda tu mala suerte se debe a que no crees en nada. Familiar: Mira, todo eso de que los muertos te penan en la noche, de personas con el poder del milagro, de no derramar la sal, todo eso son puras tonteras. Masa: Yo por mi parte creo en todo. En el gato negro, en la famosa escalera y en los brujos, sobre todo en los brujos, en esos que vuelan y se transforman en animales. (Soñador se pone a caminar en círculos haciendo cosas sin sentido alguno) Familiar: No estoy muy segura, tiene que haber otro modo de… Masa: (Indicando al Soñador) ¡Míralo!, a perdido la cabeza o te decides o el Salva se te muere. Familiar: Ojalá tengas razón. (Mira a su hijo) Está bien, por el bien de mi hijo me pongo en tus manos. Sólo por esta vez, me oíste, sólo por esta vez.
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Masa: ¡Bien hecho Isa, así se habla! Quédate con Salvador, que yo voy por el brujo. Se de uno que vive junto a la parroquia. Enseguida vuelvo. Familiar: (Camina abatida hacia el público con la mirada perdida, quedando en primer plano, al centro) Estamos solos. Nadie escucha nuestro lamento. Para los amiguitos del imperio somos escoria barata. Ningún negocio nos quitará la pena. Solos yo y mi hijo frente al curso de la historia. Estamos solos. Ya no espero nada de nadie. Estoy vieja y mi único hijo se ha vuelto loco. (Desde ahí mira a su hijo por un rato, tapándose la boca en actitud de angustia. Su hijo continúa en sus cavilaciones) Masa: (Entrando apresurada como trayendo una noticia) ¡Llegué, ya estoy de vuelta! ¿Paso algo? Familiar: No, nada. Masa: ¿Y, cómo sigue? Familiar: Así como lo ves, hablando con la nada y girando sin parar. Bueno, ¿Pero cómo te fue, diste con el brujito ese? Masa: ¡Por supuesto!, ¿Qué crees?, yo cumplo con lo que prometo. No hay problema, asunto resuelto, en un segundo está por aquí. Lo que pasa es que el doctor estaba en trance, en busca de un alma perdida. Familiar: ¿Crees qué de resultado? Masa: Los actos de magia nunca fallan Isa. (Familiar y Masa se van ubicando una a cada lado del escenario mirando hacia el público, en primer plano. Quedando de brazos cruzados en actitud de espera) Familiar: Eso espero. (Hablan de lejos volteando la cabeza) Masa: Confía en la trampa del brujo, que de espíritus sabe más que nadie. ¡Ah, se me olvidaba!, necesitamos una piel de yegua, un vaso de agua y un plumero. Familiar: ¿Y todo eso para qué? Masa: Para el ritual de curación. Familiar: Dicen que los brujos mediocres practican el mal de ojo. Masa: Quién te entiende Isa. Dudas de lo bueno y crees en lo malo. (En actitud de broma) ¡Espirilito, espirilito, sácale el diablito! ¡Espirilito, espirilito, sácale el diablito!
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Familiar: ¡No me causa ninguna gracia, déjate de bromas! Masa: Sólo trato de animarte. ¡Brujito, brujito dale la dura al diablito! ¡Brujito, brujito, te cocinaste diablito! ¡Brujito, brujito, cúrale el sueño al loquito! Familiar: ¡Ya no sigas, córtala! Masa: Tranquila Isa, no empeores las cosas. Santo remedio al brujito, que diga, Santo remedio al loquito. Familiar: ¿Te han dicho que eres insoportable? Masa: Pierde cuidado, me han dicho tantas cosas que ya me da igual. Familiar: Tu santo remedio al loquito se está demorando. Masa: Ten calma, ya debe estar en camino. Espérame, voy por las cosas. (Familiar espera). Masa: (Con el plumero, el vaso de agua y la piel de yegua. Pone la piel de yegua en el suelo) Listo, santo remedio. (Familiar y Masa se quedan esperando mientras el Soñador le da de patadas al aire) 69
Sexto Cuadro Diálogo de Todos
69 Ya no sueño contigo Augusto
(Familiar y Masa se miran expectantes mientras el Chamán grita fuera de escena) Chamán: ¡Espirilito, espirilito, vengo a sacarte el diablito! ¡Cuerpito, cuerpito fuera el diablito! ¡Vengo a sacarte del sueño con cachitos! ¡Diablito, diablito sal del sueño diablito! (El Soñador vuelve al suelo de rodillas) Masa: Ha llegado. Familiar: (Se persigna en forma exagerada) Señor mío, que nada malo le pase a Salvador. En tus manos encomiendo su espíritu. Masa: No temas, hasta un muerto se levanta con su poder. (El Chamán con trapos ligeros de plumas y huesos, irrumpe con su tambor dando saltos y gritos)
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Chamán: ¡No contaban con mi astucia! ¡Aquí estoy para ayudarlos! ¡Vengo del país de los muertos, vengo de recorrer el territorio sobre una nube azul! ¡Vengo hacerlo bailar y cantar hasta hacerlo recagar! Angelito travieso, mis ojos de fuego llegan a los confines de la tierra. No podrás escapar. (El Chamán se pone a tocar suavemente el tambor. Se ubica al centro sobre una piel de yegua tras el Soñador. Oscuridad y luz intensa sobre Chamán. Después de un rato la cabeza le cae sobre el pecho y sus ojos casi se cierran, luego Masa le da agua de beber y comienza a escupirla hacia los 4 puntos cardinales. Llega el silencio y cae la oscuridad completa, luego de un lapso un grito y el silencio. Luego siempre en la oscuridad comienza a realizar ruidos misteriosos, bostezos nerviosos y gritos terribles cambiando las entonaciones de la voz. Se detiene y vuelve el silencio, salvo un leve zumbido. Luz sobre Chamán y Soñador. Comienza a cantar y a tocar su tambor.) Chamán: ¡Espirilito, espirilito, vengo a sacarte el diablito! ¡Cuerpito, cuerpito fuera el diablito! ¡Vengo a sacarte del sueño con cachitos! ¡Diablito, diablito sal del sueño diablito! (De pronto el Chamán muge lamentos y silbidos penetrantes, de pronto cambia el ritmo de su tambor. Luego el Chamán invoca a los espíritus auxiliares) Chamán: ¡Gran Huemul de las cumbres, ven a mi encuentro! ¡OH! ¡Gran Cóndor guardián, que traes contigo el trueno de las alturas! ¡Tu ojo agudísimo verá nuestras presas! (Con una voz distinta). ¡Aquí estoy para ayudar a esta pobre gente! (Salta con ademanes rápidos y violentos, luego vuelve a bailar y tocar su tambor, brinca en el aire y delira gritando. Luego se aproxima al Soñador y pone sus manos sobre él) Chamán: ¡Energías solares, acudid a la cacería! ¡Dadme luz para poder ver a los que yacen en las tumbas! (Masa le entrega el plumero al Chamán y este comienza a expulsar al espíritu maligno. Le ordena que se retire o bien recoge el mal, lo impreca, lo expulsa, lo escupe por la boca, lo acosa a puntapiés o lo echa fuera de la mano soplando. El Soñador se duerme y se contorsiona)
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Chamán: (Agitando el plumero sobre el cuerpo) Calma su espíritu enfermo, arranca de su memoria las malas visiones. Dale la pócima de la muerte ¡Te ordeno te retires hombre malo! ¡Fuera fantasma de sangre, fuera, fuera! ¡Te devoraré engendro del sueño! ¡Ayahuasca, ayahuasca, limpia el cuerpecito, limpia el espirilito! ¡Sale, sale cochino, sale! ¡Ya te pillo chupador! ¡Te condeno a salir de los sueños! ¡Márchate Intruso, déjalo, déjalo, déjalo! ¡Sal de aquí pulga infernal! ¡Ayahuasca, ayahuasca, limpia el cuerpecito, limpia el espirilito! ¡Te condeno a salir de los sueños! ¡Vuelo, vuelo, voy alcanzarte, voy a cogerte, no podrás escapar de mí! ¡Lo tengo, lo tengo, salió a la superficie! No tengáis miedo, miro desde todas partes. (El espacio se ilumina suavemente. Familiar y Masa en silencio toman al Soñador somnoliento y por un instante lo mantienen sentado). Chamán: (De pie más tranquilo, dirigiéndose al grupo) En este caso bajo el alero de la mentira sagrada haremos un juicio mágico. El ya no está dentro de Salvador, pero sigue aquí. Lo primero es saber que cuco es para que todos lo podamos ver, luego juzgarlo y darle muerte. (Chamán poniendo la voz de Pinochet, mientras ponen de pie a Salvador algo repuesto) Chamán: ¡Ven ante nosotros nieto de Gepeto, saltaparedes chupador, muéstrate, que en nombre de los muertos vengo a juzgarte! ¡Ven ante nosotros, muéstrate de una vez! (Desde el fondo emerge una figura de espaldas algo encorvada con capa, bastón y sombrero) Soñador: (Sonriendo como iluminado y forzando los ojos para ver mejor) ¡Miren, lo ven, mi superhéroe favorito! ¿Lo pueden creer?, es Superman ante nosotros. (Se aproxima unos pasos). No, no, es el chascón, claro, ¡Cómo no me di cuenta, es el capitán cavernícola! Masa: Parece que la curación no te hizo efecto, nada que ver Salva, es un militar. Soñador: (Se aproxima aún más) ¡No miento, es Pinocho el muñeco! Masa: Lo que queda del muñeco. Familiar: Acaso están ciegos, es el General. Al fin se nos aparece. Soñador: (Pone su mano sobre el hombro del Fantasma y este se voltea)
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Fantasma: (Pinochet, hablando con su voz y vestido de General en Jefe. Soñador se aleja sorprendido uniéndose al grupo) ¿Quién es el marxista leninista que se atreve a imitarme? Ese que me suplanta no tiene derecho a vivir. Chamán: (Riéndose) Pierde cuidado, que yo estoy muerto y tengo miles de años. Fantasma: (Apuntando con su bastón a Masa) ¡Y tu traidora!, ¿Para qué llamaste a un brujo?, ¡Necia, estúpida! ¡Me reconocieron y me cagaron! Masa: Yo a usted no lo conozco caballero. Fantasma: ¡Demasiados malos modos, a los pequeños no les conviene tanta insolencia! ¡Ya te enterarás lo caro que sale ofender a un General! (Comienza a caminar hacia el público). Familiar: Nadie te teme pobre vejete. Fantasma: Chilenos todos, soy Augusto Pinochet. Soy Comandante en Jefe del Ejército de Chile. Soñador: Mírenlo, ¿Escucharon bien? Se cree jefe el muy cabrón. Fantasma: Soy el dios del silencio, el dueño de los cuerpos. Soñador: Anda y guárdate vejete encorvado, das lástima. Vuelve a tu letrina. Fantasma: Yo de aquí no me muevo, hasta recobrar mi cargo. Chaman: Te puedes quedar, pero si pierdes, no salgas llorando. Fantasma: Esto no tiene nombre Señores. Familiar: (Acercándose a Fantasma) Claro, tu eres el que degolló a mi finao, claro, tu eres, pensaste que me había olvidado, claro que sí. ¿Qué hacías intruseando el encéfalo de mi niño? Mira lo que son las cosas. Si pues viejo lindo, te cocinaste solito. Donde te vengo a encontrar cochinín. De esta no te salvas. Fantasma: Nadie mancha mi nombre Señores. Soñador: De qué honor me habla viejo tramposo, usted y su familia son unos matones. Fantasma: Cuidado joven, cuidado, que te puedo devorar. Chamán: Sin autoridad no eres nada vejestorio decrépito. Como nadie te considera en la realidad, ejerces tu mandato en las pesadillas.
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Fantasma: Mi mandato no termina nunca Señores. Mi poder no tiene límite. Soñador: Eso lo dice porque apostó con el poder en la mano. Chamán: En su expediente dice que se reunía en aquelarres presididos por el demonio, que realizaba maleficios matando niños, desenterrando muertos y bebiendo sangre humana. (El grupo comienza acorralar al Fantasma) Familiar: ¡Niégalo, niégalo! Fantasma: Yo no merezco esto Señores, goberné lo mejor que pude Señores. Soñador: (Mirando a Fantasma) Nunca te pude sacar de aquí, entiendes, nunca. (Indicando su cien) En los muros de mi cerebro decía: Pin 8, tus crímenes no tienen fronteras. Mira chupador, ha llegado tu hora, te llevaré bajo la tierra, te juzgaré y te haré humo hasta en los sueños. Fantasma: (Atemorizado) ¿Pero qué es esto Señores? ¡Qué se han creído!, ¡Soldados, alisten las filas y formen la tropa! Masa: ¿Donde crees que estás? Familiar: En tu aniversario. (El Chamán le quita su bastón al Fantasma y junto al Soñador lo detienen) Fantasma: ¡Suéltenme traidores! ¡Fieles soldados, sáquenme de aquí! Soñador: (Pegándole al Fantasma en la mejilla) Triste y pobre chupador, nadie vendrá por ti, estás en una pesadilla. Fantasma: ¡Ahora, ahora el boinazo! ¡Estúpidos, acaso están sordos! ¡Les digo que saquen los tanques y den el golpe! ¡Ahora, ahora, obedezcan soldados idiotas! Soñador: Te ha llegado el momento del quién es quién. Fantasma: No me abandonen Señores. Chamán: Los muertos resucitan y te vienen a buscar. Fantasma: Y ahora, ¿Quién vendrá a defenderme? Masa: Somos tu espejo castigador. Fantasma: (Llorando) Tengan piedad ¿Dónde me llevan moscas de mierda? ¿Qué harán conmigo? Soñador: Para el escándalo viejo cagón, que solito te enterraste. Masa: Con tus viajes y cuentas por el mundo te soplaste solito.
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Chamán: (Con el bastón del Fantasma) ¡Espirilito, espirilito, hagamos cagar al viejito! ¡Espíritus auxiliares, únanse para limpiar el territorio! ¡Congregaos para matar al viejito! ¡Te condeno a desaparecer cerdito del sueño! ¡Y ahora, que comience el juicio! ¡Adelante compañeros! Fantasma: ¿Pero qué pasa Señores?, se han vuelto locos. Necesito de un abogado, les digo que traigan un abogado. Amigo, ¿Me escuchas? compadre has algo. Hijito lindo sácame de aquí. Familiar: Puta el viejo maricón. Todos: (Mirando hacia el público) ¡Vamos hacerlo bailar, vamos hacerlo cantar, a este huevón lo vamos hacer recagar! Chamán: En este juicio no hay derecho a defensa. Fantasma: Este es un montaje político para dañar mi imagen. Chamán: No necesitamos pruebas para declararte culpable, con la denuncia nos basta y sobra. Fantasma: Andan complotando Señores. Yo no tengo pito que tocar en esto. Soñador: (Toma al Fantasma por detrás y lo pone de rodillas. Le saca el sombrero, la capa y se los pone) ¡Ya, ya, ya! Tanto berrinche, me tienes hasta la corona viejo pedófilo. Fantasma: (Agarrándose de las mechas) Todo lo que se diga es mentira Señores. Soñador: (Pavoneándose frente al Fantasma humillado) Silencio, cualquier cosa que diga será usada en su contra. Fantasma: Soy inocente Señores. Soñador: Silencio te dicen chupador. Fantasma: (Todo despeinado y desfalleciendo) Por la razón y la fuerza Señores. Soñador: La fuerza la impongo yo, miserable gusano. Adelante Gran Brujo del sueño. Chamán: (Frotando sus manos) Este será un juicio sencillo, rápido y definitivo. Familiar: Demos curso a las acusaciones. Masa: Pasemos a los hechos. Chamán: ¿Juras soltar la verdad chupador?
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Fantasma: No le rindo cuentas a nadie Señores. Soñador: Eso está por verse. Chamán: Se te acusa por degollar, quemar y descuartizar personas. Fantasma: Nada de eso ocurrió Señores, nada. (Todos mirando al público con ironía) Su Eminencia dice que nada ocurrió, mira tú, ¿Qué creen ustedes? (Soñador, Familiar y Masa reparten insultos) ¡Cretino! ¡Voz de ano! ¡Ya no te quedan lenguas para mentir! Chamán: ¿Es cierto que te nombraste presidente y senador vitalicio, que separaste al rico del pobre, al corazón de su pecho y que hiciste creer al vulgo en el dinero y el perdón de los pecados? Fantasma: ¿Por qué siempre piensan lo peor de mí? No me gustan las divisiones Señores. Se los ruego, créanme. Soñador: No te queremos creer desgraciado. Familiar: Sólo queremos creer en tu inevitable condena. (Todos mirando al público con ironía) Su Santidad dice que no le gustan las divisiones, ¿Qué les parece, una frescura, no cierto? (Soñador, Familiar y Masa reparten insultos) ¡Atorrante! ¡Cara de chancho! Chamán: Se dice que mentiste sobre tu estado mental para no declarar, que tu fortuna bancaria se estima en mil millones de dólares y que paraste empresas de fachada con platas mal habidas. Fantasma: Siempre tuve sueldo de empleado público Señores. Soy inocente, se los juro y terminen con esto que mi cabeza va a explotar. (Todos mirando al público con ironía) Su Excelencia dice que tenía sueldo de peón y que su cabecita va explotar. ¿Habían visto a viejo más mentiroso? Soñador: ¿Desde cuándo andas con ese daño multifocal en el cerebro? Déjate de fabular viejo infeliz. Familiar: Araña usurera. Entiende, te queremos cagar. Nosotros condenamos, no tapamos hoyos como Mister Straw. Masa: Yo nunca pondría las manos al fuego por un vejete acusete y ladrón como tú ¿Supiste que el Gran Chupador del Norte revisa tus cuentas? Soñador: Ladrón de la sangre para de chupar.
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Chamán: Se te condena por encubrir homicidios, hacer exhumaciones ilegales, por hacer del ciudadano un cliente y por haber creado la competencia y la obsesiva protección. Fantasma: Son puras presunciones Señores. A lo más errores de cálculo Señores. (Todos mirando al público con ironía) Su Majestad dice que a lo más fue un error de cálculo. Te cosiste por huevón. Soñador: Sigues pasándonos por el culo. Y la Operación Cóndor getón. Ni hablar debieras vampiro desdentado. Familiar: Guarda silencio, no nos interesan tus respuestas. Chamán: ¿Saben lo que pasó con el botín de joyas de la servidumbre? (Lapsus de silencio) Yo se los diré. Las usó para engalanar a las ricachonas. Fantasma: Nada fue intencional Señores. Soñador: No hay más vueltas que darle. Todo en ti es encanto diabólico. Familiar: Falso Chapulín Colorado, no tienes salida. Chamán: ¿Saben lo que hizo con los senadores después del golpe? (Lapsus de silencio) Yo se los diré. Les quitó sus carros con placa y todo. Fantasma: No lo escuchen Señores, está soñando. Soñador: Déjate de manipular viejo inútil. Familiar: Que felicidad siento, por fin pierde el muy cabrón. Fantasma: A ustedes debieran juzgar, coimeros y pedófilos de mierda. Chamán: ¿Y sabían que cuándo allanaba, aparte de sacar los muertos, se lo robaba todo y se lo repartía a los militares? Fantasma: ¿Por qué ahora que todos estamos bien, arman esta trifulca Señores? Soñador: El muy descarado. Familiar: Cuanta burla eyaculó sobre sus restos el muy ladrón. Chamán: El viejo tiene lo que le pidan. Es cierto, sí. Con decirles que convirtió el ahorro en corrupción, que evadió impuestos con los pinocheques y que hasta se robó los cuadros de los Allende. Fantasma: Yo también sufro y tengo derechos Señores. Soñador: ¿Cuántas veces te persignaste de indiferencia?, viejo maricón.
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Chamán: Y eso no es todo Señores. Mientras defendían al chupador de los españoles, su yerno se comía los bosques del sur. Fantasma: ¡Ya discúlpenme! ¡No sean rencorosos! Masa: No tienes perdón de Dios. Soñador: No le sirve de nada retractarse. Sexo lacio de huesos robados. Fantasma: ¡Suéltenme de una vez! Soñador: ¡Cobarde asesino, me das asco, aparta tus ojos de lapa! Chamán: Ordeno que se embarguen de inmediato todas las propiedades y cuentas bancarias de la Chusma Pinochet. Fantasma: ¡Qué es esto, me han robado un gran tesoro! ¿Y ahora quién podrá defenderme? ¿A quién voy a quejarme? ¿Quién me devolverá lo que me pertenece? Soñador: Déjate de chillar. Masa: El arrepentimiento no te librará de la muerte. Fantasma: He sido engañado. Chamán: Es una medida urgente, no echaré pie atrás. Fantasma: ¡Dejen de huevearme! (Todos mirando al público) ¡Lo vamos hacer bailar, lo vamos hacer cantar, a este huevón lo vamos hacer recagar! (Risotadas) Chamán: (Poniendo un pie sobre el Fantasma) Pasemos al veredicto. Primero: Asesino. Segundo: Ladrón. Tercero: Corrupto. Cuarto: Cobarde. Quinto: Traidor. Sexto: Zalamero. Séptimo: Torturador. Octavo: Chupador rastrero. Noveno: Militar y Décimo: General. Fantasma: ¡No me vengan con huevadas! Chamán: Según las consideraciones anteriores y lo dispuesto en el Código Penal, se declara al acusado culpable de todos los cargos. Mantenemos la posición inicial de dictar Pena de Muerte, a los delitos de genocidio imputados al cabrón. Fantasma: ¡No pienso morirme Señores! Soñador: ¿Cómo te consolarás con tus hermanos fantasmas, sin nosotros, tu predilecta puta barata? Fantasma: ¡Santo Padre, ayúdame, muévete, ocupa tu cruz y tus dólares y sácame de aquí! Soñador: Tú, el que mató por la paz debe ser eliminado.
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(Todos encima de Fantasma y apuntando) ¡Lo vamos hacer bailar, lo vamos hacer cantar, a este huevón lo vamos hacer recagar! (Risotadas) ¡Pena de Muerte al Tirano, Pena de Muerte, que Pena, que Pena, que Muera el Tirano, Pena de Muerte, Pena de Muerte! (Todos después de los gritos empiezan a alejarse del Fantasma y dicen algo hasta dejarlo solo) Masa: El viejo parece un pobre caballo inocente. Soñador: Esto queda entre nosotros, que aquí no ha pasado nada. Familiar: Y Colorín Colorado este cuento se ha acabado. Chamán: (Se retira dando saltos y tocando su tambor en torno al Fantasma y dice) ¡Síganme los buenos, por aquí, síganme, síganme los buenos, vengan, vengan, síganme! Fantasma: (Llorando y aullando de rodillas. Mirando al cielo dice) ¡No me olvidarán jamás! ¡Se los prometo, no me olvidarán jamás! (Cae el Telón) 78
Entierro Fantasma (En la noche con la Moneda iluminada. Ataúd vació y abierto al centro. Mientras el Chamán estrena el entierro fantasma, Familiar y Masa conversan sobre el muerto y Soñador con Padre se abrazan felices en primer plano a un costado) Chamán: Señoras y Señores. Bienvenidos al funeral más novedoso del mundo. Tengo el placer de presentar a ustedes, lo que quedó del más Grande Matador de Chile. Aunque Ustedes no lo crean, directamente del Melocotón. Gracias al gentil auspicio del Riggs, banco de ladrones. Al ataúd sin calavera. A la más grande atracción de la noche. El entierro fantasma. Hasta nosotros, ¡Sin persona! Pinocho el muertito, el gran Muñeco Diabólico.
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Masa: (A Familiar) ¿Y el muerto, resucitó? Familiar: Te equivocas. Los entierros fantasmas son sin calavera. Masa: ¡Qué extraño, nunca había visto algo así! Familiar: Lo que pasa es que el supuesto fallecido nunca nació, por lo tanto nunca existió su cuerpo. Ni siquiera lo pueden velar, como al getón de Reagan. Masa: ¡Qué entretenido! Somos los pioneros de un nuevo tipo de funeral. (Chamán, Familiar y Masa quedan un rato riendo, saltando sobre el ataúd y llevando la tapa del ataúd de aquí para allá. Mientras Padre y Soñador en primer plano dicen en voz alta sonriendo) Habéis hecho todo por el amor al poder, pero por los sueños del corazón no habéis hecho nada. (Dicho esto, se suman al grupo y en medio de la trifulca de gritos cae la oscuridad. Cae el Telón y Fin de la Obra) 79
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TerminĂŠ de dar a luz la pesadilla de Augusto en el invierno del 2004, un 15 de Agosto bajo un frĂo abrasador.
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“El hombre virtuoso se contenta con soñar lo que el perverso realiza en la vida” Platón
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