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2. Clasifiquemos la basura de nuestra aula

Introducción

Diariamente depositamos basura en nuestra casa o en nuestro establecimiento educativo. Hay diferentes tipos de residuos que desechamos: • Residuos orgánicos: son todos aquellos que tienen un origen biológico, como por ejemplo: papel, hojarasca, restos de alimentos, etc. • Residuos inorgánicos: son todos aquellos que no provienen de un ser vivo, que tienen origen industrial o provienen de un proceso no natural, como por ejemplo: vidrio, plástico, latas, etc. • Residuos peligrosos: son los que constituyen un peligro a la salud humana, como por ejemplo: bioinfecciosos (que provienen de hospitales), radiactivos, químicos, etc. Una de las claves para evitar la contaminación de nuestro planeta, es utilizar la regla de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar. Al reducir, nos referimos a acciones como utilizar ambos lados de una hoja de papel, para no desperdiciarlo; utilizar un pachón de agua, en lugar de comprar botellas plásticas (que contaminan el ambiente) o utilizar bolsas de tela para no utilizar bolsas de plástico al ir al mercado o supermercado. Sin embargo, una vez generados los desechos, tenemos tres opciones: desecharlos, reutilizarlos o reciclarlos.

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Muchos de los residuos que producimos pueden ser reutilizados, como por ejemplo, un envase de vidrio, que puede servir para almacenar azúcar o café. Otros pueden ser reciclados, para lo cual existen empresas que se dedican a la recolección de materiales (como papel, cartón, latas o vidrio) y lo reciclan.

Durante esta experiencia, conoceremos qué tipo de residuos se producen en nuestra aula, los clasificaremos y reciclaremos uno de ellos.

FASE 1: Conozcamos los desechos que producimos en el aula

¿Qué necesitas?

• • • Basurero de la clase Guantes de látex Cuaderno y lápiz

Procedimiento:

1. Formen grupos de trabajo. Al final de cada día, un grupo revisará el basurero de la clase, para observar qué tipos de residuos se producen durante una semana. El basurero constituirá su muestra universal.

2. Con los guantes puestos, y bajo la supervisión de su profesor/a, saquen cuidadosamente toda la basura del basurero, y clasifíquenla en los siguientes grupos: plásticos, aluminio, vidrio, desecho orgánico, otro. 3. Tomen una fotografía de cada grupo de desecho.

4. Observen en qué porcentaje del total de basura se encuentra cada tipo de residuo y completen el siguiente cuadro:

Día

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Total

Porcentaje

Plásticos Latas de aluminio Vidrio Orgánico Otros

5. Al tener completo el cuadro, sumen los porcentajes diarios, para obtener un total. Respondan: ¿Qué tipo de desecho es el que más se produce en mi aula? Ahora que ya sabemos qué tipo de desechos son los que más se utilizan, escriban una propuesta sobre cómo poder reducirlos, reciclarlos o reutilizarlos, para evitar que sean desechados y contaminen el ambiente.

FASE 2: Clasifiquemos los desechos

¿Qué necesitas?

• Cinco recipientes de basura de los siguientes colores: • Amarillo para plásticos • Gris para aluminio • Anaranjado para desechos orgánicos • Azul para papel • Verde para vidrio

Procedimiento:

1. Colócales un rótulo a cada basurero, que identifique el tipo de desecho que se puede depositar. 2. Coloquen los basureros en un sitio concurrido de su centro educativo. 3. Hagan una campaña educativa, que invite a sus compañeros y compañeras a depositar la basura en su lugar, y explique por qué es importante clasificar la basura. 4. Con la ayuda de su profesor/a, contacten una empresa que se dedique a reciclar desechos, de manera que cada cierto tiempo lleguen a retirar la basura, y puedan aprovecharse, para no ser echados a un basurero. De esta manera le damos utilidad a los desechos, evitando la contaminación por basura.

FASE 3: Reciclemos desechos

¿Qué necesitas?

• Papel usado • Recipiente grande • Agua caliente • Escurridor • Batidora eléctrica • Bastidor con rejilla • Dos trozos de manta • Una paleta grande

Procedimiento:

1. Del basurero destinado a recolectar papel, toma una muestra (varias hojas). 2. Corta el papel en trozos pequeños y colócalos en el recipiente grande con agua caliente, hasta cubrir el papel con una proporción del doble de agua. 3. Bate con la batidora, hasta obtener una pasta. Déjala reposar durante una mañana completa. 4. Elimina el exceso de agua con la ayuda de un escurridor. 5. Coloca la pasta resultante dentro del recipiente, pero en esta ocasión, agrégale agua fría. 6. Déjala reposar y vuelve a eliminar el exceso de agua con la ayuda del escurridor. 7. Con la ayuda de la paleta, distribuye una capa fina de la pasta sobre el bastidor. 8. Coloca la manta sobre la pasta, dale vuelta al bastidor, de manera que caiga la pasta sobre la manta. Cúbrela con otro pedazo de manta, para que quede en medio. 9. Coloca algún objeto pesado sobre la tela, de manera que la pasta quede bien aplastada, y la hoja de papel que obtengas sea lo más fina y recta posible. 10. Cuando la tela haya absorbido toda el agua, deja secar durante un día completo la lámina de papel, la cual puedes colocar bajo el Sol para que seque más rápido. 11. ¡Listo! Haz obtenido papel reciclado.

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