EL MUNDO NÚMERO 278 / MARTES 6 DE ENERO DE 2015
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B@LEÓPOLIS EL SUPLEMENTO DE LA INNOVACIÓN EN LAS ISLAS >Investigación / Pesca
Pescares, buceo responsable en las reservas marinas PÁGINA 3
Investigadores del grupo de Epidemiología Nutricional y Fisiopatología Cardiovascular del (IdISPa) y del CIBER-OBN. ALBERTO VERA
Más allá de la dieta mediterránea > Salud/ Un grupo de investigación de Baleares está llevando a cabo diversos proyectos en el ámbito de la dieta mediterránea y la obesidad en colaboración con profesionales de Atención Primaria y de la UIB. Elena Soto Sobre la dieta mediterránea han corrido ríos de tinta y se ha dicho prácticamente de todo. Al principio fueron simples observaciones, parecía que en los países del sur de Europa sus habitantes vivían más y mejor ¿Era así o se trataba de una intuición? Los primeros estudios llevados a cabo en la década de los años 50 y 60 del siglo XX comenzaron a relacionar diferentes aspectos de la alimentación con ciertas patologías y vieron, por ejemplo, que la incidencia de enfermedad coronaria era mucho menor en los países de la ribera del Mediterráneo que en los del norte y centro de Europa o en Estados Unidos. Desde enton-
ces se han realizado numerosas investigaciones para determinar hasta qué punto esta dieta es la responsable de estos efectos beneficiosos y la ciencia lo ha corroborado con datos. El estudio español Predimed (PREvención con DIeta MEDiterránea), el mayor ensayo clínico aleatorio realizado hasta ahora en España y uno de los más importantes del mundo, demostró que una intervención nutricional basada en la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos (nueces, avellanas y almendras) disminuía el riesgo de enfermedad cardiovascular un 30 por ciento. El trabajo, publicado en
2013 en la revista médica de mayor impacto internacional The New England Journal of Medicine, fue elegido como uno de los más relevantes de ese año. El proyecto Predimed Plus pretende ir más allá, busca comparar la dieta mediterránea tradicional con una dieta mediterránea baja en calorías, asociada a la actividad física y la terapia conductual, para determinar cuál de las dos es más efectiva. Este estudio busca disponer de una evidencia experimental suficiente que avale que la pérdida de peso, basada en la dieta mediterránea y un estilo de vida saludable, comporta una menor incidencia de las enfermedades cardiovas-
culares a largo plazo y una disminución de la mortalidad. En Baleares, el grupo de investigación sobre Epidemiología Nutricional y Fisiopatología Cardiovascular del Instituto de Investigación Sanitaria de Palma (IdISPa) y del CIBER-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBER-OBN) está llevando a cabo diversos proyectos de investigación en el ámbito de la dieta mediterránea, la obesidad y la salud, en colaboración con investigadores de Atención Primaria y la Universitat de les Illes Balears (UIB). Este grupo, que ya participó en el primer estudio Predimed en Baleares, está formado por un equipo
multidisciplinar de médicos nutricionistas y epidemiólogos; liderado por el doctor Miquel Fiol, que ha creado un Laboratorio Core de Electrocardiografía para poder procesar y evaluar los cambios menores y mayores en los electrocardiogramas realizados a los pacientes de todo el estudio PredimedPlus a nivel estatal. «Esta segunda parte del proyecto comenzó hace unos seis meses y es mucho más ambiciosa que la anterior», comenta Dora Romaguera, investigadora principal del grupo. «Se pretende averiguar no solo el efecto de la dieta mediterránea per se, sino también el de una intervenSIGUE EN PÁGINA 2 ción intensiva».
EL MUNDO / AÑO XXII / MARTES 6 DE ENERO DE 2015
VIENE DE PORTADA «Es multifactorial e integra tres partes», añade. «A los participantes se les da una dieta baja en calorías con el objetivo de que pierdan peso, complementándola con actividad física y terapia conductual para que no se desanimen. Queremos comparar esta intervención con la que se aplica a los participantes del grupo control, que solo reciben los consejos de dieta mediterránea que se daban en el primer estudio. La otra diferencia es el seguimiento; en el grupo control vemos a los pacientes cada seis meses, mientras que en el de intervención, el dietista los atiende de forma individual una vez al mes, acuden a actividades grupales y reciben llamadas telefónicas periódicamente». «Es muy importante transmitir que no se trata de una dieta de adelgazamiento», aclara Romaguera, «aunque a través de la alimentación hipocalórica y el ejercicio se consiga la pérdida de peso». El estudio Predimed-Plus es largo, de seis años, porque lo que quiere demostrar es que una intervención intensiva en el estilo de vida puede reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, como un infarto de miocardio, una embolia cerebral, o de morir a consecuencia de ello, además de mirar otras patologías como diabetes, cáncer, depresión o alzheimer. Romaguera ha centrado su investigación en el papel de la dieta mediterránea sobre el riesgo de obesidad, adiposidad abdominal y diabetes. En este sentido participó en un estudio europeo en el que se demostró que la dieta mediterránea podría ayudar a prevenir la ganancia de peso asociado a la edad y, específicamente, la acumulación de grasa en la zona abdominal, responsable de los efectos cardiometabólicos más adversos. «No toda la obesidad es igual de mala. En Predimed-Plus estamos iniciando una nueva línea de investigación y evaluaremos si los participantes en el estudio experimentan cambios en la distribución de la grasa corporal», señala. «Puede que no pierdan mucho peso, pero a tra-
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MÁS QUE UNA DIETA, ES UN ESTILO DE VIDA
Imagen de una de las voluntarias que participa en el estudio Predimed-Plus. / REPORTAJE GRÁFICO ALBERTO VERA
Dispositivos que se emplean en el estudio Predimed-Plus.
vés de una densitometría de cuerpo entero, podremos determinar el efecto de la dieta mediterránea sobre la acumulación de la grasa en diferentes zonas». Este grupo está investigando también el papel de la exposición a ambientes denominados obesogénicos, utilizando sistemas de información geográfica. El proyecto, que forma parte de la tesis doctoral
Cartel anunciador del proyecto.
del dietista-nutricionista Antoni Colom, busca evaluar, mediante la aplicación de mapas, cómo el entorno en el que viven los pacientes (acceso a zonas verdes, playas, zonas peatonales o de comida sana) puede influir en su riesgo de obesidad y en el desarrollo de ciertas enfermedades. «Además colaboramos con el doctor Felix Grases e investigado-
res del Laboratorio de Litiasis Renal de la UIB», apunta Romaguera, «ellos toman muestras de nuestros pacientes y están realizando un estudio del efecto de la dieta mediterránea sobre el riesgo de desarrollar cálculos renales de ácido úrico». Sin voluntarios no existiría el proyecto, por este motivo el reclutamiento de pacientes es clave. «En la actualidad, tenemos 130 candida-
tos, pero para que el estudio sea significativo hay que conseguir 300. Esta tarea la realizan sobre todo los profesionales de atención primaria», comenta el nutricionista Manuel Moñino, responsable del reclutamiento de Predimed-Plus. «En cada centro un equipo responsable recibe a los precandidatos y se encarga de revisar los criterios de inclusión o de exclusión. Es un gran esfuerzo porque hay que revisar muchas historias clínicas». El paciente modelo es un hombre entre 55 y 75 años o una mujer entre 60 y 75 que tengan sobrepeso u obesidad y que presente, al menos, tres indicadores de síndrome metabólico, es decir, factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular, pero que no la hayan sufrido, porque se trata de prevención primaria. «Los médicos y enfermeros filtran los candidatos con estos criterios», informa Moñino. «En estos momentos estamos reclutando pacientes de seis centros de salud dependientes del Hospital Son Espases (Son Serra/La Vileta, Son Pizá, Camp Redó/Son Sardina, Sant Agustí, Son Cladera, Arquitecte Bennassar), pero no se descarta que, en el futuro, se sume alguno más». Participar en la investigación tiene muchas ventajas para el paciente; la principal contar con un equipo de profesionales expertos que le aseguran un control de su estado de salud. Cuando comienzan se lleva a cabo un estudio exhaustivo, que consiste en analíticas, cuestionarios sobre dieta, ejercicio físico o estado cognitivo y pruebas con dispositivos como el acelerómetro y el densitómetro. Además, todos los participantes reciben al mes un litro de aceite de oliva y medio kilo de frutos secos. «La intervención va más allá de la nutrición», subraya la dietistanutricionista Rocío Zamanillo, responsable del trabajo de campo de Predimed-Plus, «se realiza un tratamiento conductual positivo que motive a los participantes para que les resulte más fácil cambiar de estilo de vida».
>PROYECTOS CON FUTURO
En marcha, dieciocho rutas saludables en Baleares Por E. S. La Dirección General de Salud Pública y Consumo ya ha puesto en marcha dieciocho rutas saludables en Baleares, Los recorridos tienen su punto de partida junto a los centros de salud y están diseñados para facilitar a los usuarios realizar un recorrido que dure entre 30 y 40 minutos a pie, que es el tiempo que los profesionales sanitarios consideran que una persona debe caminar de media a diario. Ade-
más, estas rutas cumplen unos requisitos mínimos de buena iluminación, buena pavimentación, ausencia de peldaños, seguridad en el tráfico y aceras anchas y sombreadas. La iniciativa de rutas saludables se enmarca en la estrategia de alimentación saludable y vida activa y con este proyecto, la Dirección General de Salud Pública y Consumo pretende fomentar que la gen-
Paseo de la Playa de Palma. / E. M.
te camine, que los usuarios de los centros de salud y la población en general puedan integrar la actividad física en su vida cotidiana y en su entorno. Según la última encuesta de salud, el 45 % de la población adulta residente en Baleares lleva una vida sedentaria. Para la realización de cada una de las rutas se ha contado con la colaboración de las asociaciones de vecinos, asociaciones de personas mayores, pacientes, entidades cívicas y servicios sociales, que son los verdaderos conocedores de la zona. Por el momento, 26 centros de salud, de los 57 existentes en las Islas Baleares, se han adherido a este proyecto.