EL MUNDO NÚMERO 202 / MARTES 14 DE MAYO DE 2013
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B@LEÓPOLIS EL SUPLEMENTO DE LA INNOVACIÓN EN LAS ISLAS >Entrevista/ Alessandro Vespignani
«Los datos son la nueva minería de oro y de diamantes» PÁGINA 3
Vista superior de las antiguas canteras de marés de S’Hostal, próximas a Ciutadella. / LAETITA LARA
Laberintos, jardines y canteras > Patrimonio/ El proyecto ‘Laberint dels Vergers’ de Líthica restaura las antiguas pedreras de S’Hostal, en Ciutadella, creando un paisaje único en el que el hombre interactúa con la naturaleza. Elena Soto Hace más de 200 años se comenzó a extraer piedra de marés de las canteras de S’Hostal, en Ciutadella. Los picapedreros menorquines, conocidos popularmente como trencadors, fueron rompiendo la roca y tallando manualmente el paisaje a medida que avanzaban. Con el paso del tiempo empezó a surgir del hueco un inmenso laberinto de formas caprichosas, con pasadizos, recovecos, columnas y escaleras imposibles. Esculpido entre paredes, este espacio hundido albergó tradicionalmente huertos y árboles frutales que crecían frondosos en los agujeros de la
tierra protegidos del viento de Tramuntana. Hasta que a mediados del siglo XX se introduce la extracción mecánica con grandes sierras circulares, todo el material se arrancaba a golpe de escoda, una herramienta semejante al martillo con filo en ambos lados, que dejaba en la superficie surcos irregulares. En este tipo de explotación manual el cantero ‘escuchaba la piedra’ y seguía las vetas de buena calidad guiándose por el sonido agudo que emitían las rocas. Cuando la pedrera se agotaba y era abandonada, se iniciaban los trabajos en otro lu-
gar y el antiguo espacio era usado como suelo de cultivo aprovechando la humedad concentrada en las zonas excavadas. «La reutilización de las canteras con fines agrícolas fue una práctica habitual en Menorca», explica Lluïsa Seguí, secretaria de Líthica, «pero a partir de los años 60 con el abandono definitivo de la extracción manual también se abandonan los huertos y la vegetación silvestre empieza a colonizar los antiguos espacios». La llegada de las máquinas trajo consigo una nueva forma de explotación del marés; las vago-
netas montadas sobre raíles y provistas de dos discos de sierra (uno horizontal y otro vertical) dejan huecos profundos, de paredes rectas y grandes dimensiones que nada tienen que ver con los espacios de antaño. En esta etapa, que se prolonga hasta la clausura de S’Hostal en el año 1994, muchos lugares de las viejas excavaciones en los que se había ido abriendo paso la vegetación silvestre se rellenan con residuos de la cantera moderna y el recinto corre peligro de degradarse y acabar convertido en una escombrera. En esta época se funda la aso-
ciación Líthica con el objetivo de salvar las canteras de marés de S’Hostal y comienza a aplicarse un proyecto integral de recuperación que busca potenciar este espacio como paisaje de piedra, laberinto y jardín; en definitiva, preservarlo como patrimonio cultural de la Isla. «Las primeras intervenciones se llevan a cabo en la zona moderna», explica Seguí, «pero desde el principio una de las ideas fue rehabilitar la parte antigua siguiendo los métodos tradicionales de los canteros agricultores que se encargaban de recuperar las áreas SIGUE EN PÁGINA 2 excavadas».
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VIENE DE PORTADA «Cuando finalizaba la actividad minera los huecos se rellenaban con una capa de escombros sobre la que se depositaba tierra vegetal, creando un suelo fértil al abrigo del viento, añade». En el año 2.000 comienza el proyecto Laberint dels Vergers (Laberinto de los Vergeles), que se lleva a cabo desde entonces de forma gradual. Ideado por José Bravo, responsable de los jardines de Líthica, esta iniciativa concibe el espacio de las viejas canteras como un gran jardín creado por la interacción del hombre y la naturaleza, donde las intervenciones se abordan desde una perspectiva integrada que respeta la dinámica natural. Cantera en construcción En la actualidad Líthica continúa siendo una cantera en construcción, que crece imparable desde su interior, recuperando nuevos espacios, manteniendo la comunidad vegetal ya existente, repoblando con frutales y creando nuevos jardines. En la zona superior se ha plantado bosque mediterráneo y dentro del recinto antiguo frutales autóctonos. «La intervención es mínima», informa Bravo, «se mantienen los senderos para facilitar el paseo, pero las plantas silvestres no se arrancan. Se trabaja respetando al máximo la naturaleza y sus ciclos». Como resultado de esta labor pueden visitarse en Líthica diferentes pedreras de especial interés, como la de los naranjos, los acebuches o los almendros. Son lugares en los que los árboles antiguos plantados por los canteros se mezclan con la vegetación espontánea y con los sembrados en fechas más recientes dando una cierta sensación de abandono que potencia la magia del recinto. Otra de las intervenciones que se ha llevado a cabo es la del circuito botánico y de la biodiversidad que se extiende a lo largo del paseo por las canteras antiguas y
EL MUNDO / AÑO XXII / MARTES 14 DE MAYO DE 2013
LA INTERACCIÓN DEL HOMBRE Y LA NATURALEZA
Antigua cisterna y circuito Botánico.
/ LAETITA LARA
Escaleras en las canteras antiguas.
Jardín medieval evoca el claustro de un monasterio. / JUAN GARCÍA PONS
Cantera de las Proas. / MAURA HAZELDEN
Viveros de plantas autóctonas / LAETITA LARA
Cantera de los Naranjos.
/ JOSEP TALTAVULL
dispone de paneles informativos. Durante el recorrido puede verse una representación de la vegetación autóctona menorquina, con especies como la ‘Paeonia cambessedesii’, el ‘Hypericum balearicum’ o la ‘Lysimachia minoricensis’, entre otras. Las pedreras poseen una gran diversidad de hábitats a diferentes alturas y con distintas condiciones – espacios soleados, sombríos, húmedos, secos–, esta geomorfología tan especial genera nichos ecológicos que pueden ser aprovechados por cada una de las especies. En el marco de este proyecto, que tiene sobre todo una finalidad educativa y divulgativa, se creó un vivero en el que se realiza una labor de producción propia de planta autóctona para abastecer el circuito botánico y otros proyectos de jardinería en las canteras. En el corazón de la cantera Pero Líthica oculta más secretos y uno de los mejor guardados es su jardín medieval, un espacio ubicado en la zona conocida como la Cantera de las Proas. Este recinto dispone de una sola entrada y está separado del resto de las instalaciones por paredes de piedra evocando el ambiente del claustro de un monasterio. «El jardín es un microcosmos», destaca Bravo, «y el alma y los sentidos están simbolizados por los diferentes elementos, como son la fuente central de marés, las rosas olorosas, los parterres de plantas medicinales y aromáticas o el huerto». Con motivo del Día Internacional de los Museos, el 18 de mayo, Líthica realiza una jornada de puertas abiertas en la que se llevarán a cabo diferentes actividades. Esta visita puede aprovecharse para conocer a fondo los jardines de las canteras, fotografiarlos y participar en el III Concurso de les Pedreres de s’Hostal que este año esta dedicado al Laberinto de los Vergeles.
>PROYECTOS CON FUTURO
‘Nubes y Claros’, el corto ganador del Concurso de Windows Phone Por E. S. El filme Nubes y claros, producido por Marta E. Martín, Kiko Sánchez y Víctor Coll, ha resultado el ganador de la segunda edición del Concurso de Cortometrajes Windows Phone, organizado por el Centro de Innovación de Microsoft en Tecnologías Turísticas (MICTT ). Más de una veintena de jóvenes de Mallorca ha participado en esta convocatoria, que
se ha celebrado del 3 al 10 de mayo en el marco del Festival Internacional de Cine y Mar, MareMostra. El objetivo de esta iniciativa ha sido ofrecer a los participantes la oportunidad de descubrir otras maneras de utilizar el móvil y conocer cómo contar historias a través de imágenes grabadas con un teléfono; incentivando, así, las filmaciones con dispositivos
Acto de entrega de premios en el Festival Internacional Maremostra.
móviles, una especialidad actualmente en auge. A propuesta de la organización, el tema central de las filmaciones debía girar en torno al mar, eje central de la muestra, y la nube (Cloud). De esta forma, este concurso ha servido a Microsoft, además de para promocionar Windows Phone, para introducir las múltiples posibilidades que ofrecen los servicios en la nube. El cortometraje narra la historia de Marchelo, que se siente muy desgraciado porque ha perdido a un gran amigo. Su situación cambia cuando conoce a una pequeña nube que le devolverá las ganas de vivir.