Historias de madrugada ejem 8

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narrativa y poesía como saetas. visuales para el insomnio

C l y o

S A l a e m j a a Mn n ó t d r n h a Cruz I C a Leyva K a Gameros I Victorieux

C O n S t A n Z a Caballero Rojas Mendoza Herrera

J u a Beat n

B r u O Ó C nm s a Rodz o a c r Á Fabián r a l n Sandoval r o g J R. Sorroza s e o Cruz Morales l S Capaverde (el seis) é M. Aguilar Orihuela

FANZINE NuM. 7, EJEMPLAR 8 / ABRIL - JUNIO 2016

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B r a u l i o


lista de remitidos y detenidos en la madrugada 8 imagen de portada y 4ª: Spencer Farías Editora / manager invitada: Perséfone. Melusina. María. (tienes todos los rostros...)

Amor, amour ……………………..……………………………

Ki Victorieux

de: nombres de sombra .……………………….…………

clyO MenDoza heRRera

Surimi ……………………………………………....………...….

Constanza Caballero Rojas

Casa de muñecas …………………………………………..….

Mahra Ramos

Poema ……………………………………………….……………..

Mónica Gameros

Rómpeme el corazón ………………………….…………….

Alejandra Cruz

Sexto …………………………………………………….…………..

Samantha Leyva

Donde se vio colgada una nube …………….……………

Ángel Cruz Morales

La grulla negra ……………………….. …………….………….

Braulio M. Aguilar Orihuela

Hell´s Angel …………………………………………….…………

Óscar SandovaL

La sabiduría calza las sandalias de la locura ….…….

CarloS R. SorroZa

Himeneo (Malévolo)……………………………………….……

José Capaverde (el seis)

Mini-súper: OxxO………………………………………...….…..

Bruno Rodz.

Broken tires …………….……………………………………….……. Poema ………………………………………………………………..

colaboraciones, máximo: 3500caracteres@gmail.com

titiche de textos : Yahir Alonso Ortiz FANZINE NuM. 7, EJEMPLAR 8 / abril - junio 2016 AP. 1336, CP. 68000 - Oaxaca, Mexico.

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juAn beaT OmaR Fabián


Clyo Mendoza Herrera

De: Nombres de sombra IV El muchacho del sueño siempre fue distinto a No. Empezando porque tenía el cabello corto, pero un mechón suave cubría a medias el ojo izquierdo. Con su ojo claro podía ver a los muertos y con el otro encontraba los veneros enterrados en la llanura blanca. Dicromía. Verlo a ambos ojos me hacía sentir con un pie sobre el aire. -Yo te seré inútil -No lo entiendes, Nina. Nosotros siempre compartiremos esta enorme casa -Y señalaba el desierto blanco.

V Nuestra historia no fue una historia de amor, fue una historia de sexo. A No lo seguían las hormigas como si fuera agua. Hacía calor entonces. Mucho calor. Pero nunca abría las ventanas de su casa. Estaban cientos de muertes, sangre y diamantina en sus sábanas, en las que dormíamos desde que lo había conocido. Yo dormía y sudaba bajo su pierna de hombre que nunca caminaba. A esa hora en esa fecha mi corazón se dañaba con él. Estaba poseída por su olor a fruta podrida y el sabor agrio de su espalda. Él ponía su pesada pierna en mi cadera y yo dormía bajo su peso gigante, soñando una y otra vez con el que caminaba sobre la tiesa llanura de hueso. historias de madrugada 2


VI Amor, venimos juntos. Juntos a dónde vamos No habían pájaros ni mujeres. No habían montañas o árboles para escalar. No habían secuoyas. No habían muros. Estábamos solos caminando sin saber a dónde. No necesitábamos comer, sólo necesitábamos el agua que él sacaba como una gasa de la tierra. Dormíamos de espaldas o boca abajo con miedo a lo inmenso porque ningún hombre nos tocaba. Estábamos juntos, estábamos solos. Habíamos nacido ahí de pronto y en silencio sobre el hueso gigante del desierto. Déjame sentir el ritmo de tu muerte, dijo. Puso su boca en mi pezón y otro sueño se interpuso.

VII No estaba intentando entrar. –Abre la puerta, abre el vientre– Estaba jugando otra vez a ser la roca. –Vete, No, estaba soñando algo importante-. No ya estaba desnudo, atraía a las moscas. Quité su pierna gigante de mi cuerpo. Pero otra vez me agarró con ella y atrajo mis muslos a su centro. –Ábrete, semillita-. Me sujetó con su pierna de plomo. –Sólo quiero dormir, No. Suéltame-. Mi carne se abrió. Él ya estaba ahí, inundándome. –A-, dijo –Esa es mi chica-.

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Ki Victorieux

Amor, amour: (fragmento)

Un poco más de amor basta para recordarte. Yo Soy nueva; Yo Soy las que en mí habitan, reiteradamente -first, and last and always- con lenguas seductoras que nacen en mi corazón. Yo Soy un instante luminoso; de los mundos absurdos, de la nada, de la eternidad. Bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo. Sor Juana Amado mío, somos alter egos íntimos, contrincantes complementarios. Nuestra flama detona, volcánica, un poco más... para ver la oscuridad de nuestras complicidades. No sé en qué lógica acabe, el que tal cuestión se pruebe, que con él lo grave es leve, y con él lo leve es grave. Sor Juana Habitamos la tensión semántica en mareas seductoras. Desvirgamos las reglas de codificación, parimos cometas que iluminan nuestras órbitas. Somos padres de guerras eróticas, cómplices de los resquicios entre puntuaciones, explosión generadora de los amantes. Beatriz era alta, frágil, muy ligeramente inclinada, había en su andar (si el oxímoron es tolerable) una como graciosa torpeza, un principio de éxtasis. Jorge Luis Borges.


Constanza Rojas Caballero

Hello Moni: Desde que descubrimos el Budismo Juan Carlos y yo, nos hemos vuelto menos aferrados a las cosas materiales, no comemos carne de ninguna especie y consumimos vegetales y frutas libres de químicos, ya los venden en el súper claro más caros que lo normal pero todo tiene su precio. Es la única manera de garantizar que no te va dar cáncer y prevenir las arrugas, eres lo que comes. Me siento tan espiritual desde que hago yoga, soy un ejemplo para mis amigas, ya que ellas también se han inscrito en el “women yoga center”. Las instalaciones son las mejores además cuentan con un asesor espiritual, si andas súper mal cargada existe el servicio de limpia de tus chacras. Me siento tan tranquila y armonizada. Cuando vengas a Guadalajara no vas reconocer nuestra casa, ya que contratamos a una asesora de Feng Shui y la hemos armonizado, ¿te acuerdas de tu cuadro que nos regalaste cuando nos casamos?, lo vendí ya que estaba cargadísimo de malas vibras según la asesora, creo que deberías hacer algo al respeto con tu paz espiritual. Lo compró mi vecino el pintor, el raro, en su lugar tenemos un bello paisaje con una cascada. Por cierto el color para la primavera verano, es el blanco, creo que ahora si tendrás que dejar el negro, para que estés IN fashion.

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raro, en su lugar tenemos un bello paisaje con una cascada. Por cierto el color para la primavera verano, es el blanco, creo que ahora si tendrás que

dejar el negro, para que estés IN fashion. Además, a mi me quedará muy bien, me cargare de buenas vibras todo el tiempo, aunque tendré que comprar más tangas nude, las de Calvin Klein son súper cool. Ya están listas las camisetas para ayudar a la gente de Asia son blancas y dice “I help to Asian

People and I love them”. Tienen una silueta de una ola grandota en azul, quedaron súper nice, cada una cuesta $1000 pesos y claro, más aparte los gastos de envío. Muchos besos, espero ir para México City muy pronto y tomamos un café, claro en el Starbucks.

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Samantha Leyva

El reino invisible I ¿Desde dónde venimos? Estamos separados y ¿en qué aguas, tierras, árboles habitamos como un sólo hombre, unas solas manos, unos solos pies? Partimos de columnas erguidas y polvo. De un techo sólido. La tierra era llamas ardiendo. Partimos y el agua rozaba los pies con que cruzábamos el azul inmenso. Perdimos todo. El sol que vivía dentro de la piel dentro del día dentro de la noche, dentro. El suelo lleno de raíces. La luna envuelta en una gasa. Temblamos al desaparecer. Como una lanza la vida se torna muerte y la muerte se vuelve vida. El desierto se agrandó y los árboles prendieron fuego con el aire. ¿Quién fue la cama, el pasto, la leche que bebí mientras dormía?

La cueva y la oscuridad que forjaron la luz. Como a un altar los animales rodearon nuestra casa. Estallaron los campos, las nubes, las luces llenas de arena. El fuego salpicó el cielo oscuro. El humo se encumbró en la bóveda infinita dejando una señal blanca.

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M贸nica Gameros

V

Dicen que las ratas corren para huir del barco que encalla, que se hunde, pero hay ratas que, estando en el muelle, se suben aunque vean el barco encallado, porque saben que el barco se hundir谩 poco a poco, y al hundirse lenta y ociosa la tragedia, las ratas pierden el espanto, pierden lo miserable de su existencia, y se recubren de un halo heroico del que no son dignas. Pinches ratas, mierdas ratas, se suben y se vuelven heroicas, y justo antes de tocar fondo, saltan para sobrevivir a la tragedia, entonces las pinches ratas "heroicas" se convierten en sobrevivientes

y terminan por contar la historia a su manera.

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Alejandra Cruz

Rómpeme el corazón

Bonito y sin piedad, sin prejuicios ni razones

Rómpeme el corazón, en tantos fragmentos como sea posible Estrújalo entre tus manos, entre tus piernas, entre tus labios Celosa y posesivamente, rómpeme toda Enamórame, llévame a la cama, a la cocina, al sillón, a un baño público Llévame a tomar un café, llévame a las estrellas Arranca de mis ojos los más tiernos suspiros Bésame hasta la agonía, con tu lengua entre mis dientes Destrúyeme la piel a mordidas, a arañones, a caricias Despójame de mi misma, deja que enloquezca Que llore de amor y grite de pasión Déjame sentirte en la paradójica alma, juega en mi piel Sedúceme hasta que me rompa en medio de un gemido estruendoso Enamórame y que cuando te vea, pierda la vista, el piso, el tiempo Engáñame de amor Y ahí, en el final de tu juego En medio de mi salvación

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Donde se vio colgada una nube

Ángel Cruz Morales

Y recuerdo infinidad de rostros poco antes de llegar a Barcelona. Era media noche y el autobús se detuvo en un restaurante a mitad de la nada. De los pasajeros fui el único que descendió. Encontré otros dos autobuses cerca pero no les presté atención. Me dirigí al aseo y vi una fila enorme de chicas que esperaban su turno. Todas me siguieron con la mirada. Llegué al sanitario de hombres y ahí había otra hilera similar, pero las adolescentes parecían más desesperadas por ir al sanitario. Entré y el lugar estaba lleno. No supe cómo reaccionar y sólo me coloqué frente al mingitorio. Ellas tampoco hicieron nada, vacilaron sobre si salirse o no, y no lo hicieron. Bueno, pensé, a lo que vine. Sin embargo, no conseguí nada. Comencé a desesperarme por no poder orinar. Sabía que las chicas no dejaban de verme a mis espaldas. Intenté concentrarme. Pensé en todas ellas, en sus ojos verdes y azules, en sus cabellos trigueños, dorados y negros. La reacción que conseguí fue otra. Algo esta-

ba funcionando mal. Escuché risas y, en lugar de ponerme nervioso, distinguí una similar a la tuya y pensé de pronto en aquella ocasión. No sé si aún te acuerdas: teníamos veintidós, estábamos en las escaleras de Crespo, bajo los árboles. Era una tarde de marzo, buscábamos el paisaje de la ciudad. Nos fuimos por una calle empedrada y mientras avanzábamos con el movimiento de mi brazo tomé tu mano. Aun así no pude evitar que resbalaras y cayeras. Lo siento,

Camil, pero la verdad es que, llegando a casa, me reí mucho. En historias de madrugada 11


tonces comenzó a salir el líquido. Aquellas mujeres se dieron cuenta que los latinos no nos apenamos en el momento de orinar frente a las personas. Quizá hasta creyeron que los mexicanos somos unos verdaderos meones. Barcelona es un lugar bello. No como Madrid; ahí las personas gritan y creen que deben presumir su plaza de to-

ros. Aunque sí hay algunos lugares agradables, como el Museo del Prado, lo molesto es no poder tomar ninguna fotografía. Una noche, cuando vagaba sobre esas calles, se escuchó el altavoz de una patrulla. “Hey, el de la paleta, tírela, tírela.” Las personas voltearon hacia todos lados y no había señales de policías. Entonces el hombre de la paleta, dudando, arrojó el dulce. Después nos dimos cuenta que se trataba de una broma.

Era sólo un grupo de chicos en un auto convertible hablando por un megáfono. Mientras avanzaban le hacían bromas a la gente. “La chica de la gabardina gris, no se mueva, no se mueva. Quédese donde está. Hey, no se vaya, ¿cómo se llama?, ¿me puede dar su número?” Finalmente apareció una patrulla de verdad, los chicos aceleraron y la policía fue a por ellos. Por lo absurdo de la situación, la chica de la gabardina pasó frente a mí sonriendo y, aunque no era como tu sonrisa, hasta la fecha es lo más similar que he encontrado. Sólo duró unos cuantos segundos porque la mujer descendió hacia el metro, pero fue suficiente tiempo para hacerme creer que otra vez estabas conmigo. Camil, tal vez no logré enamorar a tu corazón, pero cómo lo hice reír.

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Con el tiempo la tormenta de tus recuerdos me arrojó hacía el mar. Llegué a Cuba y era una pesadilla desplazarse. Tú sabes que lo mío no es viajar en la guagua. Prefería caminar largas distancias si era necesario. En las orillas no había olas y la arena de las playas era blanca como tu vientre. Quizá por eso las recorrí tanto en los atardeceres. Por las noches asistía al bar más famoso y me quedaba en la mesa observando a las personas bailar salsa. Por supuesto, me recordaban a ti. Te imaginé girando con tu cabello recogido y un vestido que simulaba ser tu piel. Intenté aprender algunos pasos por si llegaba la oportunidad de bailar contigo, pero desesperé a mis maestras. “Así no, papi”, escuchaba entre cada canción. Camil, algún día, tú y yo, en la pista de baile, con nuestra danza, consagraremos nuestro amor a los dioses. La última noche salí con una cerveza en la mano y recorrí el malecón. Algunas mujeres se acercaron para prostituirse. Las mandé al diablo, ¿qué tal si me pedían cerveza? Cuando me detuve, vi al mar estrellarse contra las rocas y algunas nubes al fondo formaron la imagen del Che. Hasta la victoria siempre, pensé mientras bebía. Luego aventé la botella y ya estaba mareado. Me largo de aquí, me dije, sólo estamos rodeados de agua. Los dejé con su victoria: aquella mujer a quien nadie le enseñó a nadar.

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Óscar Sandoval

Hell´s Angel Soy un Hell´s Angel porque mi Harley Davidson es producto del infierno Soy un Hell´s Angel porque mi sexo expulsa navajas Soy un Hell´s Angel porque transito carreteras de la muerte Soy un Hell´s Angel porque atravieso la ciudad en llamas y el fuego de neón me consume Soy un Hell´s Angel porque defeco ceniza veneno látex y polietileno Soy un Hell´s Angel porque derrapo caucho al filo del abismo Soy un Hell´s Angel porque manejo desnudo en la nieve en el sol en la lluvia en la tormenta en el mar huracanado en el desierto de los muertos Soy un Hell´s Angel porque muero resucito me suicido y revivo Soy un Hell´s Angel porque los Hells Angeles me odian y me apuntan con una arma y me matan no me matan y me besan no me besan y me hieren y los hiero y me violan y los violo y disparan con el Joystick de un poema holográfico.

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La sabiduría calza las sandalias de la locura

Podría hablar de todas tus características; de tu figura que se alarga, se derrama, a la menor provocación

Los ingleses, históricamente expertos en asuntos de piratería, emplean el término marooned para designar al que es abandonado a su suerte en un lugar inhóspito o desierto, preferentemente una isla. Un célebre marooned fue Alexander Selkirk, que sobrevivió cuatro años en una isla desierta y en quien se inspiró Daniel Defoe para su Robinson Crusoe (1719). Pero mi favorito es, sin duda, Ben Gunn, el pirata a quien el capitán Flint abandonó en la Isla del Tesoro (1883), donde permaneció durante tres años, y que ocultó el cofre que buscaban a su vez sus antiguos socios, y el caballero Trelawney, el doctor Livesey, Jim Hawkins y todos los que se juntan en la isla. Para un perseguido sólo hay un lugar en el mundo, pero en ese lugar no se vive.

¿Dónde queda la isla? Unos le han dado el nombre de Panquea, pero esa isla se sitúa en el Océano Indico. Abraham Ortelio, en su Theatro de la Tiera Universal, de 1588 negó la existencia de la isla, más que un medio para protegerla, lo hizo para protegerse de ella. Gulielmus Rosseus fue el primero en pasar el secreto a mi familia, perseguido era él también. Quién conozca el secreto se vuelve perseguido, le dijo a mi abuelo luego de un largo trago a su cerveza. Se hicieron amigos y mantuvieron una amistad epistolar. En sus primeras cartas le confesó que él era un Piednoir, palabra desdeñosa para los franceses nacido en África. Sus cartas son como mi recuerdo de él; llenas de arugas inescrutables. Su lectura es una fuga en el tiempo. Cada vez que las leo, volteo a ver al reloj insistentemente para verificar si las manecillas se han detenido. Algunas de ellas parecen como pequeños recados, tratando de continuar una historia que no tiene fin. Los perseguidos huyen de las sombras pero se esconden en los espejos.


La isla se extiende por su parte media. Un estrecho de casi once millas separa los cabos. Las entradas, con sus arrecifes y sus bancos de arena, son peligrosas. Parece, según el aspecto de la isla, que en otros tiempos no estuvo rodeado de mar por todas partes. Se cree que Abraxa fue el primero en llegar ahí y, recién desembarcado, ordenó cortar el istmo que unía la isla del continente… El mundo invisible quería dar a luz a todo simultáneamente como un caos.

Esta isla que buscamos sólo existe en la imaginación de quienes sueñan con ella; como un viajero interplanetario que observa de lejos el rápido envejecimiento de aquellos que siguen sometidos a las leyes del tiempo terrestre. Una candela me alumbra mientras escribo estas líneas. En un viejo arcón de madera apolillada guardo la poca ropa que me queda y las sandalias que me dio mi padre cuando decidí convertirme en un vendedor de alfombras. Sólo las utilizo para escribir. Escribo con un espejo siempre detrás mío. Algún día me atreveré a escribir frente al él, pero ahora no, tengo miedo. Pienso en ti como un mal sueño, irónico para alguien que no puede dormir. Ahora me vuelven algunos recuerdos: la curva especial de una nuca, de unos labios o de algunos párpados, algunos rostros que amé por su tristeza, o por el pliegue de su cansancio o por ese no sé qué de ingenuo que tiene la perversidad de ser joven. Estoy hablando de desconocidos que jamás volveré a ver. No son nuestros vicios los que nos hacen sufrir, es el no poder a vivir con ellos. De mí me quiero olvidar y en ti sólo pensar tras las montañas. Primeros signos del azar; cuando di vuelta a las tres cartas y vi el carro de Hermes, lo supe. Ves, aquí se entra a otro mundo. Pero no era la cuestión de entrar sino de salir. Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. Las fases del alma humana podrían ser como las de la luna. Quise saber qué es lo que habita en ella, qué oculta, pero sólo hubo respuestas vagas. La gente debería evaporarse cuando quisiera, no andar dejando por ahí recuerdos, esqueletos y esos aprietos de corazón que no me dejan dormir. La tarde acaricia con ternura nuestros rostros.


Braulio Aguilar Orihuela

La grulla negra Una grulla negra entró por mi ventana Y se posó con autoridad sobre los libros de poesía. “Tienes mensaje de ella o sólo vienes a perturbar mi insomnio”, le pregunté. “Nunca más”, “nunca más”, Respondió la grulla con voz de cartulina. Me suena a verso leído, pensé en voz alta. “Nunca más”, “nunca más”, Seguía gritando la grulla. Pensé en su sonrisa enmicada, en el brillo de su arete olvidado en la almohada, en el camino de tinta que une sus hombros. Pensé en Edgar Allan Poe, hundido en la alucinación de una desilusión. La grulla no era una despedida, de hecho, la hizo como bienvenida. Pero su voz de cartulina posada en mis libros de poesía suena a un desvelo del humo. “Nunca más” “Nunca más” gritaba con estruendoso aleteo “Me clavas tus letras en la retina para embriagar mis sueños” “Nunca más” “Nunca más”, Repetía como el coro de la vela que dejaste bailando por tus dedos. La grulla de cartulina salió volando rompiendo la noche con su corazón de tinta y labios sabor amnesia. historias de madrugada 17


O XX O

Bruno Rodz

Órale hijo de su pinche madre! Tóme puto! Pa´que aprenda a respetar! !Krack! El sonido que hace un puño al abrir una ceja. Manar la sangre transparente hubiese sido mejor, pero ni roja, negra era como la sombra desde la que sonaba la noche. -En La Crema siempre te va mal mijo, yo no sé pa` que vas... si ya sabe que sale de ahí todo tundido o peor aún. Quemando su reputación... El tipo viene y me pega y yo no pego ni un brinco. Así sentado como recibí su golpe fuerte y seco, bien filoso, permanecí inmóvil. Inmutable ante el desconcierto: qué hago? Comienzo una bronca y me gano el exilio total en la crema? O aguanto sus piteros celos de borracho y me sigo besando con ella? Después el viene a pedirme perdón tomándome la mano. Que ilegal y poco claro fue su comportamiento. Yo podré incendiarme desde el infierno de los celos, pero de ahí a que llegue yo y te agreda? Ni en mis sueños... Con la palabra es suficiente mi chavo, lo entiendo, sí, pero por favor, sáqueseme a la verga ahoritita... !Pero si tú también te quisiste pasar de verga mijo!, robando todo borracho en un OXXO y a la mera hora te descubrieron. Te hicieron sacarte las cervezas de los pantalones porque te las metiste todas frías enfrente casi del mostrador. Y el empleado todo indignado ya quería meterte las manotas en los pantalones y tu argüiste que era solo un juego, que se te hizo fácil intentar crear un truco Y fuiste de rogón a pedirles compañía a los tilcoatles y es-tos, en un día de su cumpleaños te cumplieron. Hicieron la char-la. Menearon, bebieron, hicimos casi chistes y fue como un re-encuentro historias de madrugada 18


para demostrar su visión de malignos vigías ante las cámaras... Luego entonces te hicieron pagar frente a las muchas muchachas y te gritaron, ya tú de espaldas y a la salida: !YA No vuelva más!.... Ahí ni siquiera sospechabas aún que te iban a rajar toda la ceja. Y fuiste de rogón a pedirles compañía a los tilcoatles y estos, en un día de su cumpleaños te cumplieron. Hicieron la charla. Menearon, bebieron, hicimos casi chistes y fue como un reencuentro embebido en un respeto tranquilo. Quizá acaso el fundamento de todo está en la fama? No lo sé pero quisiera averiguarlo, si el meollo de este asunto corre por prohibirte el desasosiego refugiado en las personas o animales, incluso en las plantas. Yo pateo y rehuyo casi de todas ellas, pero desde el tranquilismo: no sería mejor verlas crecer y no tocarlas? Personas bellas con olores nauseabundos, impregnados de dinero o de cultura es lo que nos falta? Entonces no lo creo, aunque desearía, pero no debo, ni quiero compartir esta pureza con nadie, porque al final de todo, quien hurgue en estas huellas, ha de calcinar sus memorias para hacer nacer nuevas otras como estas. Las mías que son de ayer y son de todos... Menos de mí en el futuro cercano.

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Juan Beat

tires Acabo de reventar 2 llantas del viejo spirit, los rines quedaron destrozados y la llanta delantera literalmente salió del rin, solo sentí un golpe del lado izquierdo y así manejé un par de cuadras, con un rin dando vueltas y la llanta trasera ponchada. Todo eso no ha estado bien, un día voy a terminar siendo una estadística de accidente automovilístico, y está bien mientras sea yo solo, pero ir con alguien es mucho peor mi forma de conducir. Con situaciones como esta, me siento más desilusionado de mi, por ejemplo, tengo un título de psicólogo que no me ha servido porque simplemente eché a la basura años de estar enclaustrado en un laboratorio de investigación. Lo que escribo no vale la pena, mis relaciones afectivas no puedo mantenerlas y siempre son amorfas, raras, jodidamente locas o totalmente desapegadas. Ya no quiero más de eso, no sé porqué demonios no me quedé en algún lugar lejos haciendo un trabajo de bajo perfil y olvidándome de mis falsas ilusiones de lo que no soy. Hay momentos en los que debe cambiar algo, y si no de menos regresar a mi antiguo régimen de soledad. A nadie le molesta y le importa mucho si me borro del face fuck o durante meses no hay entradas en un blog. Esto que pasó el sábado ha sido lo último impulsivo, el último berrinche, el último momento de apego a todo, ya no quiero más… Regreso al viejo método de escape que ni si quiera es el alcohol, si no a olvidarme de todo y vivir en el nihilismo total, al fin, que nadie extrañará mi forma de conducir y mucho menos un poema, uno de esos rabiosos, que además, ya ni he escrito.

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José Capaverde *

Ella me dijo en mi oído izquierdo: “no dejes nada (de mí) para mi futuro marido, termina conmigo, hazme tuya hasta que me salga el corazón por la boca, y me desparrame entre tu cuerpo”. No contesté nada, sólo levanté el vestido (inmaculado) de novia, le bajé las bragas, y la penetré. Fue algo así como una cabalgata sexual, donde los gritos, gemidos, susurros, nos hacían ser más dichosos. Nuestros cuerpos se atrapaban se alejaban; sudábamos, respirábamos, gritábamos, mientras allá afuera, preparaban todo lo referente para la ceremonia religiosa. “Todo tu odio descárgalo en mí, en mis carnes, en mis huecos”, me gritaba la mujer, mientras continuábamos haciendo el amor. “Déjame en los puros huesos, que mi sangre fluya como un río embravecido, que el placer sexual me deje iluminada”.

*el “Seis” http://avedemetal.bligo.com.mx/blog

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