Tradiciones urbanas en el contexto del crecimiento inmobiliario de Lima.

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

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EQUIPO Cristina Dreifuss Serrano Angeles Maqueira Yamasaki Carlos Esponda Alva Abel del Pino Hidalgo Franco ร ahui Enriquez Estefanie Quispe Salas Ximena de Olazรกbal Coz

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

3


CONTENIDO índice de figuras

4

08

índice de láminas

09

índice de mapas

11

índice de tablas

12

resumen

14

01 introducción

17

1.1. Antecedentes

17

1.2. Planteamiento del problema

18

1.3. Objetivos

19

1.3.1. Justificación

20

1.4. Hipótesis

21

1.5. Definición de la zona de estudio

22

1.6. Problemas y limitaciones

31


de la 02 revisión literatura

33

2.4.1. De la ciudad física a la ciudad trascendente

45

2.4.2. Geometría y socialización

46

2.2.1. Tradición

34 36 36

2.5. Espacio público en la ciudad contemporánea

48

2.2.2. Costumbre

37

2.2.3. Hábito

37

2.2.4. Memoria

2.3. Tradiciones urbanas

38 39 42

2.3.1. Ciudad y memoria

43

2.4. Crecimiento físico vs. ciudad vivida

45

2.1. Antecedentes 2.2. Definición de términos

2.2.5. Espacio público

2.6. Marco referencial

50

2.6.1. Crecimiento inmobiliario en Lima

50

2.6.2. Crecimiento inmobiliario en la zona de estudio

55

2.6.2.1. El siglo XX 2.6.2.2. El siglo XXI

55 65 5


03 método

77

04 resultados

3.1. Muestra

77

4.1. Mapeos

3.2. Diseño y procedimientos

79

4.1.1. Matriz de variables

3.2.1. Instrumentos de medición

80

4.1.2. Clasificación de elementos físicos

130

3.2.1.1. Entrevistas

80

137

3.2.1.2. Encuestas

80

4.1.3. Espacios públicos identificados

3.2.2. Procedimientos

6

81

3.2.2.1. Recolección de datos

81

3.2.2.2. Análisis de los datos

81

4.2. Entrevistas

125 125 126

140

4.2.1. Extractos de las entrevistas

140

4.2.2. Análisis de resultados

151

4.3 Encuestas

158

4.3.1. Tabla de variedad

159

4.3.2 Gráficos

159

4.3.2 Análisis

160

4.4. Fotografía de lapso

172


05 discusiĂłn

199

06 anexos

213

5.1. Hallazgos Fundamentales

199

6.1. Crecimiento Inmobiliario en el siglo XXI

213

5.2. Conclusiones y recomendaciones

203

6.2 Tabla de Variedad

217

6.3. Articulo de CUI’15

233

07 referencias

235

7


ÍNDICE DE FIGURAS

8

Figura 1: 1964, La Residencial San Felipe y la Av. Gregorio Escobedo (Fuente: Municipalidad de Magdalena del Mar).

24

Figura 2: 1935, Av. Brasil. Lima, en pleno proceso de crecimiento y conurbación (Fuente: Municipalidad de Magdalena del Mar).

55

Figura 3: Vista aérea del Hipódromo de San Isidro (hoy Residencial San Felipe) y la Av. Gregorio Escobedo. Aún se puede observar un gran porcentaje de manzanas lotizadas, sin ocupar (Fuente: Municipalidad de Magdalena del Mar).

56

Figura 4: 1964, vista del malecón (asentamiento humano Medalla Milagrosa) hacia la Av. Antonio Miro Quesada (prolongación de la Av. Juan de Aliaga). El edificio en la foto es el actual convento (Fuente: Municipalidad de Magdalena del Mar).

57


ÍNDICE DE LÁMINAS

Lámina 1: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 1/6. Las secciones muestran la relación entre lo construido y el espacio público aledaño - vías, veredas, retiros, jardines. (Elaboración propia).

26

Lámina 2: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 2/6 (Elaboración propia). Lámina 3: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 3/6 (Elaboración propia). Lámina 4: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 4/6 (Elaboración propia). Lámina 5: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 6/6 (Elaboración propia).

27 28 29 30

Lámina 6: Aerofotografías 1969

58

Lámina 7: Aerofotografías – 1976a

59

Lámina 8: Aerofotografías 1976b

61

Lámina 9: Aerofotografías 1987

62

Lámina 10: Aerofotografía 1992

63

Lámina 11: La zona de estudio en 2000, inicio del crecimiento inmobiliario acelerado. Lámina 12: La zona de estudio en 2005. Lámina 13: La zona de estudio en 2010. Lámina 14: La zona de estudio en 2014.

67 68 69 70 9


ÍNDICE DE LÁMINAS

Lámina 15: Espacios utilizados por los usuarios de la zona, a modo de espacio público.

173

Lámina 16: Time-lapse (fotografía de lapso) de las actividades realizadas en los espacios públicos de la zona de estudio (Elaboración propia)

174

Lámina 17: Time-lapse (fotografía de lapso) de las actividades realizadas en los espacios públicos de la zona de estudio, continuación (Elaboración propia). Lámina 18: Actividades más frecuentes en los espacios públicos de la zona de estudio (Elaboración propia).

10

174

201


ÍNDICE DE MAPAS

Mapa 1: Zona de estudio. Plano de zonificación, por manzana. (Elaboración propia).

132

Mapa 5: Costumbres en el uso del espacio público (Elaboración propia).

136

Mapa 2: Zona de estudio. Plano de usos de suelo actuales, por lote (Elaboración propia).

132

138

Mapa 3: Identificación de barrios, según características físicas y funcionales de la zona de estudio (Elaboración propia).

134

Mapa 6: Identificación de los espacios utilizados por los usuarios de la zona, a modo de espacio público (Elaboración propia).

Mapa 4: Nodos urbanos, direccionalidad y espacios de consumo (Elaboración propia).

134

Mapa 7: Zonas de análisis (Elaboración propia). Mapa 8: Mapeo general actividades realizadas en el espacio público de la zona de estudio (Elaboración propia).

159 201

11


ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1: Costo de los terrenos de la zona por metro cuadrado, en dólares americanos. (Fuentes: Revistas "Poder", "Conexión empresarial" y "América económica"; elaboración propia).

65

Tabla 2: Aumento de la densidad del terreno en metros cuadrados y cúbicos hasta el año 2005 (Elaboración propia).

68

Tabla 3: Aumento de la densidad del terreno en metros cuadrados y cúbicos hasta el año 2010 (Elaboración propia). Tabla 4: Aumento de la densidad del terreno en metros cuadrados y cúbicos hasta el año 2014 (Elaboración propia). Tabla 5: Densificación de la zona en metros cuadrados, período 20002005 (Elaboración propia).

12

69 70 71

Tabla 6: Densificación de la zona en metros cuadrados, período 20052010 (Elaboración propia).

72

Tabla 7: Densificación de la zona en metros cuadrados, período 20102014 (Elaboración propia).

73

Tabla 8: Resumen de densificación de la zona en metros cuadrados (Elaboración propia).

73

Tabla 9: Densificación de la zona en metros cúbicos, período 20002005 (Elaboración propia).

73

Tabla 10: Densificación de la zona en metros cúbicos, período 20052010 (Elaboración propia).

74


Tabla 11: Densificación de la zona en metros cúbicos, período 20102014 (Elaboración propia).

75

Tabla 12: Resumen de densificación de la zona en metros cúbicos (Elaboración propia).

75

Tabla 13: Partes de la imagen ambiental. Categorías de análisis de los elementos en un espacio urbano (Fuente: Lynch, 2001 [1984], p. 17. Elaboración propia).

127

Tabla 14: Elementos en el diseño del entorno físico que promueven situaciones de aislamiento o de contacto (Fuente: Gehl, 2006 [2004], p. 72, 82. Elaboración propia)

128

Tabla 15: Tipos de actividades humanas que se realizan al exterior (Fuente: Gehl, 2006 [2004], p. 17. Elaboración propia). Tabla 16: Cuadro de entrevistas: diagrama general (Elaboración propia)

130 150

Tabla 17: Cuadro de entrevistas: uso del espacio público y tipología de vivienda (Elaboración propia)

152

Tabla 18: Cuadro de entrevistas: actividades de rutina y deportivas y seguridad en la zona (Elaboración propia).

154

Tabla 19: Cuadro de entrevistas: trato y respeto entre vecinos, y satisfacción con la zona (Elaboración propia).

156

Tabla 20: Cualidades de la forma sobre las que puede actuar un diseñador (Fuente: Lynch, 2001 [1984], p. 129. Elaboracion propia).

209

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RESUMEN R e s u m e n

En contextos de desarrollo urbano acelerado, impulsado en su mayoría por iniciativas privadas con un fuerte apoyo del sector público, el espacio público rara vez es considerado durante la transformación de viviendas unifamiliares en edificios multifamiliares. Este proceso de densificación no está acompañado por un desarrollo equilibrado de políticas para el uso, mejora o adaptación de áreas públicas aledañas.

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Sin embargo, los habitantes continuarán utilizando el espacio público existente, de la mejor manera posible, con acciones repetitivas y eventos – tradiciones urbanas – que se convierten en estrategias de apropiación del espacio, mientras que, al mismo tiempo, buscarán satisfacer necesidades específicas, sean estas individuales o colectivas.

Las actividades que se llevan a cabo en espacios públicos son respuesta a dichas necesidades y dependen de las posibilidades físicas que el espacio mismo ofrece, tal y como es percibido por los usuarios. Frecuentemente son procesos informales los que ocurren, que adaptan ligeramente las condiciones dadas en una plaza o camino existente, para que éstas se adecuen mejor a los requerimientos o preferencias de la gente.


Las primeras manzanas del eje ya han sido casi completamente reemplazadas por edificios, mientras que el extremo opuesto aún alberga viviendas unifamiliares tradicionales. Es así que el estudio logra estudiar ambas realidades en una suerte de línea de tiempo, dada por el desarrollo progresivo en el área.

A través de trabajo de campo, entrevistas y encuestas con vecinos nuevos y tradicionales, el estudio se centra en analizar el comportamiento en el espacio público, las variaciones en la composición familiar y en la ocupación del territorio, y la percepción de los usuarios del espacio público con respecto a los cambios recientes. Se busca establecer líneas de acción a considerar al momento de establecer políticas de administración R e s u m e n

El estudio ha seleccionado un eje de dos kilómetros de longitud en un área céntrica de Lima (Avenidas Gregorio Escobedo, y Pardo y Aliaga, en los distritos de Jesús María y Magdalena). Este eje se encuentra aún en mitad de un proceso de densificación, donde grandes viviendas unifamiliares han sido demolidas, y los terrenos, utilizados para construir edificios de vivienda de veinte pisos, con una oferta más económica de apartamentos pequeños. Esto no sólo produce un aumento dramático en la población del distrito, sino también un cambio en la composición familiar y las costumbres sociales. pública, así como estrategias de diseño que apunten a optimizar los espacios públicos existentes.

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1.1 ANTECEDENTES Las tradiciones son parte de la colectividad. Surgen con el asentamiento de poblaciones y se consolidan con el tiempo. Se vuelven esenciales para la construcción de la identidad a través de los lazos que se establecen entre personas de distintos orígenes que, en el evento de la tradición, se encuentran y conviven, aún si por un tiempo limitado 1 .

El objetivo del presente estudio es analizar el impacto del crecimiento inmobiliario reciente en Lima en las tradiciones ligadas al espacio urbano, y verificar de qué manera éste afecta las dinámicas sociales, la cohesión de vecindarios y la percepción de las personas en relación a su lugar de residencia.

Los cambios violentos en el espacio suelen afectar el carácter de dichas tradiciones, alterándolas, eliminándolas y/o planteando nuevos eventos. 1 Para una definición del término, ver subcapítulo 2.2.

01 A través del estudio del desarrollo en tiempos recientes de un barrio consolidado, el mapeo de sus circunstancias actuales y la confrontación de éstas con datos del pasado referidos al uso del espacio, se planteará un estado de la cuestión de las dinámicas sociales colectivas en el área elegida. Posteriormente, se analizará el impacto social de los cambios y los posibles escenarios futuros a anticipar a mediano y largo plazo. El caso de estudio busca, además, plantear una metodología de análisis que pueda ser implementada en otras zonas de la ciudad, de similares circunstancias de crecimiento.

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I n t r o d u c c i ó n

INTRODUCCIÓN


I n t r o d u c c i ó n

1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBELMA El asunto central de esta investigación se plantea en el marco del llamado “boom inmobiliario” que está experimentando la ciudad de Lima, una ciudad que ya pertenece a la categoría de megalópolis y que no cuenta con la infraestructura urbana necesaria para elevar su índice de calidad de vida.

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En términos perceptuales, según la encuesta anual del Observatorio Lima Cómo Vamos, el 56,9% de los limeños creía en el año 2010 que los nuevos edificios y viviendas hacían que la ciudad de vea “más bonita”. Para el año 2014 este porcentaje ha descendido a un 43%. El 64% considera que Lima es una ciudad insegura, mientras que un 41% considera que los robos callejeros son el principal problema de inseguridad. Sólo el 12% considera que la falta de árboles y áreas verdes es un problema importante –Jacobs (2011 [1961]) sostiene que la mejor herramienta para vencer la inseguridad ciudadana es habitar la calle y ocupar el espacio público – y únicamente el 20% afirma que sus salen a jugar a la calle siempre. En general el 54,6% de los limeños considera que tenemos un mal cuidado del espacio público a pesar de que un 70,3% manifiesta tener como principal actividad recreativa ir a pasear a parques (Lima como vamos, 2013).

El espacio público, su uso y apropiación, son evidencia de la forma como se vive una ciudad (y como una ciudad permite ser vivida). La manera cómo las personas habitan estos espacios es una evidencia de cuánto la ciudad se ajusta a las maneras de habitar del hombre, como ser social, político y público. Es en el espacio público donde se manifiestan estas distintas maneras de expresión del ser humano. A raíz del crecimiento inmobiliario, muchos espacios urbanos han cambiado. La densidad ha generado nuevas formas de habitar, en unidades de vivienda más pequeñas y en mayor cantidad, que proponen al usuario nuevos modos de recorrer y vivir la ciudad. Lamentablemente, dentro de este desarrollo acelerado, el desarrollo de lo privado no corresponde con la el desarrollo del espacio público.


A estas actividades les hemos llamado tradiciones urbanas. En un espacio determinado de esta gran urbe en crecimiento, buscamos identificar aquellas tradiciones urbanas contemporáneas que deben permanecer en la vida cotidiana de sus habitantes. Así, propondremos una serie de lineamientos que puedan guiar el futuro (y tal vez corto) crecimiento inmobiliario de Lima.

I n t r o d u c c i ó n

Esta situación plantea a dicho espacio público el reto de un crecimiento acorde. Los entes regularizadores de la ciudad podrían plantear un aporte desde el ámbito de la inversión privada inmobiliaria, para mejorar el equipamiento del espacio urbano. Pero, ¿cuáles son aquellos aspectos de la vida urbana en los que este equipamiento debe enfocarse? Al asumir que el espacio público es necesario para el hombre (Arendt, 2011 [1958]; Jacobs J. , The Death and Life of Great American Cities, 2011 [1961]; Aymonino, 2000), y que una de sus funciones principales es la de albergar actividades individuales y colectivas de trascendencia, debemos entender cómo se utiliza y qué tipo de actividades permite o propicia.

1.3 OBJETIVOS Objetivo 1: Identificar, en la zona elegida, usos individuales y colectivos del espacio urbano que sean considerados por la población local como tradiciones o costumbres del lugar. Distinguir entre las tradiciones consolidadas y las nuevas, y entre aquellas de carácter permanente y las que se encuentran en peligro de desaparición. Objetivo 2: Plantear una clave de lectura que lleve a la comprensión de las variables de uso del espacio público, y a proponer un proyecto de consolidación de nuevas y antiguas tradiciones que haga eco en el proyectar del espacio público y privado y la interrelación de ambos.

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I n t r o d u c c i ó n

1.3.1 Justificación La calidad de vida de una ciudad es un índice que le permite ser competitiva como marca y por lo tanto es determinante para su sustentabilidad (Vanzerr & Seskin, 2011). El uso y la intensidad de uso del espacio público son variables importantes en la manera como se entiende la calidad de vida del ser urbano. El fenómeno urbano, en el campo de la arquitectura, suele estudiarse fundamentalmente desde el aspecto físico tangible, más no desde el ámbito intangible. Son los sociólogos, antropólogos, geógrafos, psicólogos quienes se han enfocado en este ámbito.

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Sin embargo, la arquitectura debe ser capaz también de responder a aquello intangible que conforma la existencia del ser humano: las tradiciones y costumbres como reflejo de la cultura, la memoria y el imaginario. La ciudad conforma un hábitat cotidiano, que empieza a marcar ritmos y cadencias propias. A través de las prácticas de sus usuarios, el espacio adquiere características propias; esta prácticas se vuelven, “maneras de hacer (…) a través de las cuales los usuarios se reapropian del espacio organizado” (De Certeau, 1988). Debe albergar actividades diarias, mensuales o anuales, actividades espontáneas o planificadas, actividades colectivas o individuales.

Hay actividades que se repiten, que se impregnan en el espacio, inclusive lo dibujan; consisten en una apropiación temporal del espacio que lo trasciende dentro del imaginario de la población que participa en ellas. Por lo tanto, son aquellas a las que el espacio público debe orientarse. Son las que permiten que el hombre habite – sea en el mundo, se realice (Heidegger, 1951) –, y no sólo ocupe un lugar en el espacio.

La lectura planteada apunta a una perspectiva arquitectónica de intervención del espacio urbano, que acerque la práctica al ciudadano y responda mejor a sus requerimientos específicos, no sólo individuales – como se ha enfatizado en la gran mayoría de proyectos recientes – sino también y sobre todo como colectividad.


1.4 HIPÓTESIS Hipótesis 1: El incremento de edificios privados, especialmente de vivienda, ha generado cambios en la cantidad y el tipo de población en los distritos de mayor crecimiento. Estos cambios no han tenido eco en la mejora y desarrollo de las áreas públicas a disposición, lo que conlleva a un déficit y genera cambios en su utilización.

I n t r o d u c c i ó n

En una ciudad inmersa en un proceso de crecimiento acelerado y, muchas veces, poco planificado en términos de redes e impacto urbano, es de suma importancia un análisis constante de las dinámicas existentes y proyectadas, con el fin de asegurar la conservación de aquellos aspectos socio-culturales que convierten al espacio urbano en un entorno vivo y enriquecedor para todos los ciudadanos.

Hipótesis 2: El crecimiento acelerado de la ciudad ha afectado la relación de los ciudadanos con su espacio público inmediato; esto ha generado una distancia que se manifiesta en la debilitación de tradiciones colectivas y, por lo tanto, en la pérdida de la identidad colectiva. Hipótesis 3: Adecuados planificación y tratamiento del espacio público pueden colaborar con la consolidación de tradiciones existentes y fomentar la aparición de nuevos eventos que conlleven a una mejor relación entre el habitante y su espacio urbano y, por lo tanto, a una mayor calidad de vida.

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I n t r o d u c c i ó n

1.5 DEFINICIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO El estudio compara el marco teórico presentado con una zona específica de la ciudad. Esta zona ha sido escogida porque tiene, por un lado, la antigüedad necesaria para tratarse de una zona consolidada, y, por otro, un crecimiento constante que data de los últimos 15 años. La zona se encuentra en el límite de los distritos de Jesús María y Magdalena. Se parte del cruce de Jirón Huiracocha con la Av. Gregorio Escobedo. Se continúa a lo largo de dicha avenida en dirección sur-oeste, cruzando la Av. Sánchez Carrión. La avenida cambia de nombre a Juan de Aliaga. El estudio abarca hasta el cruce de esta avenida con la Av. Del Ejército.

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I n t r o d u c c i ó n Lámina 1: Zona de estudio. Plano de zonificación, por manzana. (Elaboración propia).

Lámina 2: Zona de estudio. Plano de usos de suelo actuales, por lote (Elaboración propia).

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I n t r o d u c c i รณ n

Imagen 1: 1964, La Residencial San Felipe y la Av. Gregorio Escobedo (Fuente: Municipalidad de Magdalena del Mar).

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I n t r o d u c c i ó n

En el recorrido de la calle en cuestión reconocemos una zona cambiante, densificada, en la que la vivienda ha pasado de ser una sucesión de unifamiliares en terrenos amplios a edificios multifamiliares densamente poblados. Esto no sólo afecta lo construido (cambios en la volumetría, alturas, retiros y límites de las propiedades) y los usos habituales (incremento de tráfico), sino también la percepción de la zona y el uso que los habitantes hacen de ella.

Donde antes se podía contar con un número reducido de vecinos, lo que aumentaba las posibilidades de contacto y socialización, tenemos ahora una cantidad mayor de habitantes con escasa relación entre sí.

25


I n t r o d u c c i ó n

26

Lámina 1: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 1/6. Las secciones muestran la relación entre lo construido y el espacio público aledaño - vías, veredas, retiros, jardines. (Elaboración propia).


Lámina 2: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 2/6 (Elaboración propia).

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I n t r o d u c c i ó n

Al inicio de la zona de estudio, las secciones viales (Láminas 1 y 2) nos muestran dos situaciones bastante distintas. Por un lado, el barrio de baja densidad aledaño a la Residencial San Felipe, en donde los lotes de gran tamaño siguen siendo ocupados por vivienda de baja altura. Por otro lado, la presencia de dicha Residencial, donde aparece un amplio espacio público entre los edificios de vivienda de gran altura y las avenidas y veredas. Este espacio, arborizado, contribuye a dar una sensación de privacidad y es, al mismo tiempo, utilizado como espacio público tanto por los vecinos de la Residencial como por las personas que habitan los alrededores.


I n t r o d u c c i รณ n

28

Lรกmina 3: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 3/6 (Elaboraciรณn propia).


Lámina 4: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 4/6 (Elaboración propia).

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I n t r o d u c c i ó n

En la Av. Juan de Aliaga (Láminas 3 y 4) encontramos una situación muy distinta. Los edificios son similares en altura a los de la Residencial San Felipe, sin embargo no existe un espacio intermedio entre estos y las veredas. Las secciones viales son, por lo tanto, mucho más estrechas, y no hay un espacio que amortigüe el impacto de los vehículos en las viviendas. La única área libre identificada es la berma central, arborizada en casi toda su extensión, pero que no cuenta con veredas o equipamiento para su uso peatonal.


I n t r o d u c c i รณ n

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Lรกmina 5: Secciones viales en la primera parte del eje de estudio 6/6 (Elaboraciรณn propia).


Encontramos tres situaciones marcadamente distintas. La de la Residencial San Felipe, donde la concepción urbana y arquitectónica del conjunto dota a los habitantes de una cantidad importante de espacio público; la zona de reciente crecimiento en la Av. Juan de Aliaga, donde se percibe una desproporción entre el espacio público y la densidad de los nuevos edificios de vivienda; y la zona final de la avenida, donde aún no se han producido cambios drásticos en la densidad y el uso.

1.6 PROBLEMAS Y LIMITACIONES Las ciudades tradicionales son consideradas como situaciones estáticas, en el sentido que su configuración urbana y arquitectónica suele tener un crecimiento lento que, consecuentemente, produce pocos cambios significativos en el comportamiento de las personas y en las relaciones entre construido y no construido. Sin embargo, en situaciones como el ya mencionado “boom inmobiliario”, esta condición de permanencia se ve amenazada por el crecimiento rápido de edificaciones que no sólo afectan el espacio físico, sino que traen una nueva población, generalmente mayor en número, cuyas nuevas costumbres y hábitos impactarán la zona recientemente ocupada.

I n t r o d u c c i ó n

Finalmente encontramos una zona que aún mantiene las características originales del barrio (Lámina 5) donde si bien la sección vial es estrecha, la ocupación de lotes es de baja densidad. Las viviendas unifamiliares de baja altura tienen en muchos casos retiros frontales que las separan de la vía pública. Además, el tráfico vehicular en esta zona es bastante menos denso.

De cara al estudio, esto plantea el reto de trabajar con una situación que en la actualidad se encuentra en mutación. Nuevos edificios han surgido en la zona durante los últimos años, y es de prever que esta tendencia continúe, por lo que la lectura presentada no tiene un carácter de permanencia. Es importante considerar este punto no como una desventaja, sino como un recurso que nos coloca de cara a una investigación donde la dimensión temporal – los procesos, los cambios, la lenta consolidación – constituyen el nuevo objeto de estudio de la arquitectura. El edificio como objeto estático (Mehrotra, 2012) pasa a un segundo plano frente a las dinámicas que su aparición y consiguiente consolidación producen en el espacio urbano.

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REVISIÓN DE LA LITERATURA La ciudad de Lima, evidentemente, no es una ciudad cohesionada ni con una identidad consolidada. A diferencia de otras ciudades en el mundo, que a pesar de su propia diversidad (morfológica y cultural) mantienen una identidad y una memoria que la constituye, la diversidad poblacional, cultural y material en Lima, resulta en el encuentro de una diversidad de identidades que se traslapan y se entrelazan en el tiempo y en el espacio (Matos Mar, 2011).

Revisión de la Literatura

Abordar el fenómeno urbano desde las nociones de la nueva historia y la memoria no es un tema nuevo. En un momento global en el que la historia urbana empieza a contribuir con la construcción de identidad y por tanto de ciudad, es pertinente involucrarse con la idea de tradición.

02

33


2.1 ANTECEDENTES

Revisión de la Literatura

Desde la arquitectura, los estudios sobre el espacio público se centran en lo construido. Plantean lineamientos para su diseño, posibles lecturas de apreciación y análisis de situaciones actuales. Son relevantes los trabajos analíticos como el de Kevin Lynch (La imagen de la ciudad, 2001 [1984]) o Ciudad Collage, de Colin Rowe y Fred Koetter (1998 [1981]); así como los más descriptivos que incluyen estudios de casos, como la obra de Allan B. Jacobs (Great Streets, 1996 [1993]), Gordon Cullen (1974), Rob Krier (1981), Antoine Bailly (1979), Jan Gehl (2006 [2004]) y Angelique Trachana (2008), quienes se han preocupado por estudiar, clasificar y definir aquellos elementos físicos que conforman la ciudad.

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En la ciudad de Lima, los estudios alrededor del espacio urbano también se centran en el aspecto morfológico: Wiley Ludeña (2004), Elio Martuccelli (2000) y los co-autores Juan Tokeshi y Guillermo Takano (2007) se enfocan en las características físicas y en las carencias de nuestra ciudad, ya sea la Lima consolidada o la Lima periférica. Sin embargo, estudios influyentes sobre el espacio público han sido muchas veces elaborados por profesionales de otras disciplinas. Posiblemente el estudio más relevante de los últimos cincuenta años haya sido el que la periodista Jane Jacobs hiciera sobre el urbanismo de las ciudades de Norte América, partiendo de un estudio de las dinámicas urbanas en Manhattan (The Death and Life of Great American Cities, 2011 [1961]).

Paralelamente, la sociología y la filosofía plantean claves de lectura de la ciudad desde el punto de vista del ciudadano, su identificación con el entorno y la construcción de identidades individuales y colectivas (Arendt, 2011 [1958]; Lefebvre, 1973 [1970]). Armando Silva (2006) y Ana María Moya Pellitero (2011), se han involucrado también con el aspecto inmaterial de las ciudades, explorando al ser humano que la habita. Estas aproximaciones evidencian que el fenómeno urbano no sólo está compuesto de elementos físicos, sino que la variable humana es un fuerte factor determinante en la manera cómo se producen y utilizan las ciudades.


El conjunto de decisiones individuales se traduce en patrones de conducta repetidos, que se estructuran a partir de reglas simples, que pueden (y suelen) tener grandes repercusiones.

“Este tipo de complejidad vive en un nivel superior; describe el sistema de la ciudad en sí mismo y no su recepción empírica por parte del habitante. La ciudad es compleja porque abruma, sí, pero también porque tiene una personalidad coherente, una personalidad que se autoorganiza a partir de millones de decisiones individuales, un orden global construido a partir de interacciones locales” (Johnson, 2001). La ciudad es un fenómeno autoorganizado (Brillenbourg, Feireiss, & Klumpner, 2005; Urban-Think Tank, 2013). Al partir de esta premisa, concebimos la ciudad como una red compleja de decisiones interconectadas. Este enfoque nos permite entender su carácter, su esencia, así como al ciudadano, para poder darle, como arquitectos, la ciudad que requiere. Esta relación causa y efecto se da en ambas direcciones.

La ciudad influye en el habitante, y el habitante en la ciudad, su pensamiento y acciones “han sido inscritos en la textura de los edificios de la ciudad” (Johnson, 2001). Las reglamentaciones y planes urbanos (de cualquier escala) que han triunfado, lo han hecho porque han entendido la interacción entre los individuos que caracterizan a cada colectivo urbano y el impacto de dicha interacción en el espacio público, y viceversa.

Revisión de la Literatura

Las costumbres, la cultura, los imaginarios, la identidad, y la cosmovisión, que para el colombiano Jairo Agudelo Castañeda (2011) conforman el ámbito de lo intangible, son variables que han de considerarse de forma paralela a las variables físicas y morfológicas. En el ámbito local, los estudios de Gary Legget (2006), Javier Protzel (2011) e incluso Rolando Arellano (2004) nos muestran una parte de la ciudad de Lima que pocos arquitectos tomamos en consideración cuando reflexionamos sobre el espacio público en nuestra ciudad.

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2.2 DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

Revisión de la Literatura

2.2.1 Tradición La tradición es producto de las influencias recibidas por individuos o grupos, a través del ambiente social y la repetición de actividades. El modo de ser de la persona tiene una incidencia en la puesta en práctica de la tradición; sin embargo, el componente más fuerte es el social. En este sentido, es un término que puede ser ligado al capital cultural de los individuos (Bourdieu, 2001 [1979]). El conjunto de conocimientos e información, combinado con las condicionantes externas, confluyen para la adquisición inconsciente de comportamientos que trascienden al propio individuo y se diseminan al grupo.

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Con el tiempo, las tradiciones trascienden al propio individuo y a su generación, y se convierten en un hecho intrínsecamente ligado a la colectividad, a su espacio y a su tiempo. Es entonces que hablamos de herencia cultural, “esto es, la transmisión de creencias o técnicas de una a otra generación.” (Abbagnano & Fornero, 2007 [1960], pág. 1047). A nivel del comportamiento en el espacio público, no todo comportamiento repetitivo se constituye en tradición. Es menester que el comportamiento sea reconocido y asimilado como parte de la esencia de la colectividad que lo practique y que, por lo tanto, pase a ser considerado dentro de la memoria del grupo.

Esto implica que dicho comportamiento ha encontrado en el espacio un lugar para ser llevado a cabo. El comportamiento puede adecuarse a las condiciones físicas espaciales, como es el caso de procesiones como la del Señor de los Milagros, cuyo ritmo, participantes y ritos específicos se adecúan al ancho de las vías por las que circula y a los edificios que se visitan. Del mismo modo, la ciudad como infraestructura debe dar cabida a los cambios en las tradiciones y ofrecer infraestructura que permita su desarrollo, de cara a una mayor consolidación de la identidad de los vecinos.


La costumbre es “la repetición constante de un hecho o de un comportamiento, debido a un mecanismo de cualquier naturaleza, físico, psicológico, biológico, social, etc.” (Abbagnano & Fornero, 2007 [1960], pág. 241). Esto implica que el ambiente, sea natural o construido, es de gran importancia en la adopción de costumbres. El cruzar la pista por una cierta intersección, el evitar caminar por una calle, el preferir un establecimiento en lugar de otro, son actividades que, frente a su repetición, tienen el potencial de volverse costumbres.

A diferencia de la tradición, una costumbre no implica el reconocimiento de una colectividad. Puede ser un hecho individual. Por otro lado, tampoco puede considerarse como un elemento de construcción de identidad, puesto que no responde a razones colectivas o culturales. “Aristóteles ve en la costumbre una especie de mecanismo, análogo a los mecanismos naturales, que garantiza en cierta medida la repetición uniforme de hechos, actos o comportamientos, eliminando o reduciendo […] esfuerzos y fatigas y haciéndolos así agradables.” (Abbagnano & Fornero, 2007 [1960], pág. 242). Es así que la costumbre es un mecanismo de adaptación del ser humano, que reduce la constante toma de decisiones en el día a día.

2.2.3 Hábito Consiste en un acto deliberado, con una cierta repetición. “Por ejemplo, el “hábito de decir la verdad” es un acto deliberado, que en este caso resulta el empeño moral de decir la verdad. Y otra cosa es la “costumbre de decir la verdad”, que implicaría un mecanismo adaptado para hacer repetir frecuentemente la acción en cuestión.” (Abbagnano & Fornero, 2007 [1960], pág. 538)

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2.2.2 Costumbre

El hábito es entonces un compromiso del individuo, que puede costar un cierto esfuerzo. No llega a convertirse en costumbre, puesto que cada vez que se ejecuta la acción, hay una toma consciente de decisión.

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En la ejecución de hábitos también entra en juego el capital cultural del individuo y las influencias de su colectividad, es un juicio de valor y una acción premeditada, aún si sucede con frecuencia.

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2.2.4 Memoria Es la capacidad de traer al presente, de manera evocativa, conocimientos pasados. Estos pueden ser hechos vividos, conocimientos adquiridos de manera teórica o la repetición de vivencias ajenas.

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Abbagnano y Fornero reconocen que la memoria “parece estar constituida por dos condiciones o elementos diferentes: 1) la conservación o persistencia, en una determinada forma, de los conocimientos pasados que, por ser pasados, deben quedar sustraídos de la vista: este momento es la retentiva; 2) la posibilidad de reclamar, al necesitarlo, el conocimiento pasado o de hacerlo actual o presente, lo que es, precisamente, el recuerdo.” (Abbagnano & Fornero, 2007 [1960], pág. 700).

En cuanto al espacio urbano, la memoria actúa como agente fundamental para la significación de un determinado lugar. Éste no es sólo su dimensión física, sino la carga afectiva que los usuarios le adjudiquen.

Dicha carga está basada en la memoria de los individuos y en la memoria colectiva. “Cada persona posee una imagen particular del hecho urbano, si bien es posible encontrar similitudes en la lectura de la organización interna de la ciudad entre individuos que tienen una edad semejante, pertenecen a grupos profesionales afines o residen en el mismo barrio.” (Lois Gonzáles, Gonzáles Pérez, & Escudero Gómez, 2012, pág. 58). Las similitudes de lectura de un lugar contribuyen a una percepción unificada del mismo por diversos individuos, que, por lo tanto, se convierten en un grupo en función a dicho lugar. El lugar adquiere una trascendencia y un valor afectivo dependiendo de las memorias que la gente que lo frecuenta – o evita – comparte.


Esta persistencia de la memoria en referencia a sitios específicos se hace tan indispensable que son abundantes los momentos en la historia en los que colectividades han invertido en dar significación o recuperar una significación existente a un lugar dado. Un ejemplo es la reconstrucción del Römerberg en Frankfurt, o del Reichstag en Berlín, después de los bombardeos de la segunda guerra mundial. En ambos casos, la recuperación física del lugar trascendental ayuda a la recuperación de la memoria y, por lo tanto, a la reconstrucción de la identidad, fuertemente afectada por las condicionantes históricas.

Otro caso es la construcción artificial de lugares que evoquen. Es así que los museos o lugares de la memoria, a través de la exposición de objetos históricos o la recreación de hechos del pasado, buscan ser contenedores de la memoria colectiva, que despierten en sus visitantes esa empatía común respecto al hecho que se evoca. Revisión de la Literatura

Dentro del proceso de construcción de ciudadanía, los lugares públicos y las memorias que los grupos comparten sobre estos, son esenciales. Nos referimos a lugares, compartimos un código común cuando nos referimos a ellos y, al sentirlos propios, también nos sentimos pertenecientes al grupo que los reclama. “La memoria del lugar encapsula la habilidad humana de conectarse tanto con ambientes construidos como naturales, que se encuentran entretejidos en el paisaje cultural. Es clave […] el ayudar a los ciudadanos a definir sus pasados públicos: los lugares desencadenan memorias para los lugareños, quienes han compartido un pasado común, y al mismo tiempo los lugares frecuentemente pueden representar pasados compartidos para los foráneos, quienes pueden estar interesados en saber sobre éstos en el presente.” (Hayden, 2007 [1995], págs. 195-196).

2.2.5 Espacio Público Una primera distinción de la producción edilicia divide a los edificios en públicos y privados. Dicha división es bastante relativa, puesto que depende siempre de un punto de vista, el de la colocación del usuario en una postura frente al espacio en cuestión.

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Así, las casas son espacios privados, pero para quienes acceden a ellas – familiares, amigos, trabajadores – la percepción es bastante más abierta. Los edificios comerciales son privados, puesto que pertenecen a una persona o grupo específico, pero son utilizados como espacios públicos, de reunión, paseo o encuentro, por quienes consumen en ellos. La calle, el espacio público por excelencia, presenta también distintas percepciones. Una persona habla de “su” calle, para distinguirla de cualquier otra, y de esto deriva una mayor preocupación por el ornato, una reacción de desconfianza frente a desconocidos o una cierta relación con quienes comparten dicha calle y, por lo tanto, también la consideran “suya”.

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“La estructuración y la identificación del medio ambiente constituyen una capacidad vital entre todos los animales móviles. […] En el proceso de orientación, en vínculo estratégico es la imagen ambiental, la representación mental generalizada del mundo físico exterior que posee un individuo. Esta imagen es producto al mismo tiempo de la sensación inmediata y del recuerdo de experiencias anteriores, y se la utiliza para interpretar la información y orientar la acción.” (Lynch, La imagen de la ciudad, 2001 [1984], pp. 11-13)

Rescatando los conceptos desarrollados líneas arriba de memoria y costumbre, se entiende que lo que hace que un espacio público sea “propio” tiene una relación directa con las vivencias que en éste ocurrieron u ocurren con una cierta frecuencia. “Existe un espacio conocido directamente que convive con el construido a partir de la percepción personal, y el que evocamos en función de nuestra experiencia y conocimiento. La realidad objetiva existe, pero mediatizada por las lectura y construcciones mentales de los individuos.” (Lois Gonzáles, Gonzáles Pérez, & Escudero Gómez, 2012, pág. 57).


Con respecto al espacio público en el sentido más estricto del término, éste comprende los lugares administrados por el estado o las municipalidades, a diferencia de aquellos que pertenecen a un individuo o grupo.

“Dentro de la trama urbana, las plazas y paseos se presentan como los espacios de la ciudad dedicados al recreo y al ocio, al fomento de la relación entre los ciudadanos, y al contacto con la naturaleza, muchas veces en dura competencia con el uso masivo del automóvil privado. Estos espacios públicos son fundamentales para articular correctamente la trama urbana, y su ausencia, mala gestión y conservación o falta de seguridad complica la situación en muchas áreas residenciales de las ciudades del mundo.” (Lois Gonzáles, Gonzáles Pérez, & Escudero Gómez, 2012, pág. 255). Se entiende que las mencionadas autoridades deben velar por el desarrollo, correcto funcionamiento y mantenimiento del sistema de espacios públicos, como elementos fundamentales para la integración de los entornos habitados – vías, veredas, puentes, escaleras –, el esparcimiento – parques, plazas – y el desarrollo cultural – museos, arte urbano, equipamiento.

En la actualidad, debido a la disminución en las dimensiones de las viviendas y al aumento de la ocupación del área del lote, el espacio público tiene la responsabilidad adicional de satisfacer aquellas necesidades que antes eran suplidas dentro del mismo lote. Viviendas unifamiliares con grandes jardines eran utilizadas como parques por sus habitantes.

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La privacidad de un espacio depende más de la carga afectiva que éste posea que de quién sea el dueño o quiénes sean los usuarios. Así, uno catectiza y hace propia una determinada plaza porque en ella alguna vez jugó de niño o porque se encontró con alguna persona especial, y la memoria de estos hechos queda definitivamente ligada al espacio. Del mismo modo, un transeúnte de una calle puede sentir que esta es “suya” aún si no vive en ella, porque tiene la costumbre de recorrerla.

No había necesidad de salir a pasear al perro o que los niños busquen un lugar para jugar. Los complejos multifamiliares no sólo tienen una menor área libre al interior del lote, sino que albergan a una cantidad mucho mayor de individuos. Es así que las funciones que antes podían realizarse al interior deben ahora volcarse hacia el espacio público.

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2.3 TRADICIONES URBANAS

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La combinación de costumbres en el uso del espacio urbano con la adjudicación de significados afectivos a través de la memoria, ayudan a consolidar comportamientos colectivos. Éstos, las tradiciones urbanas, son en primer lugar la respuesta de un grupo de personas a una serie de factores individuales y colectivos entre los que destacan la identidad personal y de grupo, el capital cultural, la repetición de acciones y, por supuesto las condicionantes físicas del lugar geográfico – natural o construido – que permiten el desenvolvimiento de los individuos.

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Es importante considerar no sólo un uso “funcional” del espacio, basado en recorridos y acciones necesarias, sino también el uso ocioso del mismo, a través del paseo, la recreación y el ocio (Gehl, 2006 [2004]). “Existen algunos procesos de sedimentación de las prácticas como tradiciones y de las categorías como identidades que no resultan de las intervenciones políticas delimitables de las elites o de sectores subalternos, sino que son respuestas más o menos espontáneas a los cambios sociales. No siempre las invenciones son producto de personas o grupos identificables. […] una vez que las construcciones sociales han sido exitosas deben considerarse parte de los marcos reales en los cuales las personas viven, piensan, sienten y actúan. Las tradiciones e identidades potencian en ciertas direcciones y limitan en otras la imaginación social acerca de modos de actuar, percibir y significar.” (Grimson, 2011, pág. 18).

Por otro lado, las tradiciones urbanas constituyen una clave de lectura sobre los grupos humanos que las practican y, al mismo tiempo, un mecanismo de análisis del espacio urbano. En primer lugar vemos en las tradiciones una respuesta colectiva, que une aspectos subjetivos y objetivos de una manera recurrente y cargada de significados. ¿Qué nos dice de un barrio el que sus vecinos organicen una pequeña procesión parroquial en una festividad religiosa? ¿Cuál es el significado del cerrado de calles vehiculares para el desarrollo de actividades deportivas? Por otro lado, dichas actividades deben realizarse frente a la realidad tangible del espacio físico. Este, de alguna medida, permite que se dé el evento recurrente, pero al mismo tiempo se ve afectado por éste y, por lo tanto, debe adecuarse – cerrado de calles, cambio de tráfico, desgaste – a la tradición en cuestión.


La ciudad no es sólo una realidad objetiva, sino que se compone de “múltiples imágenes, percepciones y representaciones que también es preciso conocer y comprender.” (Lois Gonzáles, Gonzáles Pérez, & Escudero Gómez, 2012, pág. 69). Las tradiciones urbanas confrontan la realidad objetiva, física y cuantificable, con la realidad subjetiva, no menos importante, que trasciende al espacio y a sus usuarios en el tiempo.

2.3.1 Cuidad y memoria Una manera nueva de abordar el tema de la ciudad, es entenderla como lugar de memoria. La memoria no es una construcción institucional, ni es tampoco una objetivación de lo sucedido. La memoria se construye alrededor de una idea de lugar y de este lugar puede referirse a un pedazo de ciudad cualquiera. La memoria “es un conjunto de fuerzas heterogéneas, y hasta contradictorias, que afectan, alteran, suplementan un objeto o un espacio y lo transforman en lugar” (Sztulwark, 2006). Si nos ponemos a pensar en los distintos grados de relación que puede generar el hombre con su entorno, podemos entender que la memoria adquiere

también

esos

niveles.

Podemos recordar la calle en la que jugábamos cuando niños, seguramente la escala será distinta, la imagen urbana también, pero los recuerdos que evoque esta calle permanecen y se acentuarán cada vez que la visitemos. Este grado de relación tiene que ver con una memoria muy personal y lejana. Revisión de la Literatura

Asimismo la tradición como ideal debe ser llevada a la práctica, dentro de condicionantes espaciales que afectan, positiva o negativamente, su completo desenvolvimiento.

Podemos también recorrer la ciudad en busca de recuerdos no tan lejanos, en este caso, la ciudad se hará más parecida a aquello que tenemos como recuerdo. Probablemente algo de la imagen urbana haya cambiado, pero será más cercana en este caso que en el anterior.

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Muy distinta es la memoria colectiva, que debe producir esta necesidad de evocación de recuerdos en más de una persona y en todo caso, en más de una grupo de personas: en una colectividad. Se trata de un hecho público que pueda generar recuerdos en distintas personas. Son estos hechos públicos los que seguramente pasarán a la historia, de manera veraz o tergiversada. Lograr que un número importante de personas se identifique con un lugar, con un espacio en la ciudad, no es algo gratuito. No bastará, evidentemente con colocar monumentos que evoquen recursos. El lugar debe generar estos recuerdos. Así es como adquiere potencia la memoria urbana, a partir de lo que el lugar genera en las personas. La memoria no puede ser impuesta y mucho menos la identidad. La memoria es espontánea.

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Aparecen distintos grados de relación entre el lugar y los hechos. Una procesión, por ejemplo, de esas que recorren algunas calles de Lima, en algunos distritos consolidados, no sólo evoca recuerdos, sino que los conmemora. El recorrer y hacer de la ciudad un escenario material alrededor de una tradición le impone a esta acción una relación más directa con el tema urbano. Las procesiones son conmemoraciones que permiten al ciudadano relacionarse con la ciudad, con la calle, de manera tangible y directa y evoca, de esta manera algunos temas relacionados con la conmemoración religiosa.

Por otro lado, existen en la ciudad, lugares que tienen una identidad o etiqueta determinadas, que están relacionadas directamente con los hechos en ellos sucedidos, pero con ninguno en particular, sino en general. La Plaza San Martín, es uno de estos lugares. Es el espacio de la manifestación, de la protesta, pero no está identificado con alguna marcha específica, sino con todas ellas en conjunto y a la vez. El lugar, en este caso, le gana a los hechos pues abarca significados mayores que el hecho aislado.


A escala barrial, los eventos que construyen la memoria suelen tener un impacto menor, y su reconocimiento se da por un grupo mucho menor de personas. La esquina donde ocurrió un accidente, la casa de un personaje medianamente famoso, una tienda, son lugares ligados a actividades que, dentro de esta escala menor, cobran relevancia en su cotidianidad.

Como vemos, las relaciones entre lugar y memoria se tiñen de matices muy distintos. En algunos casos gana el hecho conmemorado, en otro el lugar abarca dimensiones mayores, pero en todos los casos, lo importantes es la relación que se genera entre el habitante y el lugar; y más aún, cuando la relación se genera con una colectividad, esta se ve intensificada debido a la pluralidad de esta evocación. Por todo esto, entendemos que la memoria no puede ser suscitada de un momento a otro, en un lugar cualquiera. Del mismo modo, la memoria no puede ser institucionalizada, pues es espontánea y con ella la identidad.

2.4 CRECIMIENTO FÍSICO VS. CIUDAD VIVIDA Revisión de la Literatura

Así también, el Jirón de la Unión o el Jrirón Quilca, tienen una relación tan estrecha con su carácter e identidad que cualquier hecho en el presente no podría arrancarles esta singularidad. Sin embargo, estos lugares de alguna manera evidencian una relación directa entre la capital y su población. En otro plano, totalmente distinto, la relación entre la población de un país entero y un lugar dentro de este país (llámese Pampa de la Quinua, Macchu Picchu o las líneas de Nazca) se relativiza, puesto que son lugares cuya capacidad de identificación en la población excede cualquier frontera.

2.4.1 De la ciudad física a la ciudad trascendente Hemos querido construir la estructura necesaria para la reconstrucción de la historia de esta calle desde tres ángulos distintos: el lente de la ciudad contemporánea, el del espacio público y (el más íntimo) el de lo cotidiano.

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Lo Físico

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El estudio de un espacio urbano desde el punto de vista físico, se involucra directamente con lo material, con lo tangible. Agudelo (2011), propone una serie de elementos que permiten estudiar el entorno físico de la ciudad a partir de los instantes y las situaciones que la morfología permite que se generen, así como la confluencia de acontecimientos y los ritmos de las mismas. Jan Gehl (2006 [2004]), a su vez, plantea una serie de acciones del hombre sobre el espacio (mirar, caminar, estar), así como del espacio sobre el hombre (dispersar, agrupar, sesgar, integrar, atraer, repeler). Todas estas posibilidades que plantea el entorno físico de la ciudad, son variables que, analizadas desde la lupa de la historia, manifiestan la validez o vigencia de un espacio en términos de equipamiento o infraestructura urbana; finalmente, nos permiten construir

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el análisis de la vía en cuestión.

Lo Relatado

El acontecimiento, tanto en el plano urbano como en el histórico, puede llegar a lo mítico, es decir, a generar memoria, a través de una serie de procesos. Cuando el acontecimiento pasa a genera una imagen en el poblador y luego, a identificarse con un lugar, este se convierte en relato (Agudelo Castañeda, 2011). •

Lo Trascendente

Lograr la trascendencia de un mito o relato es, según Agudelo (2011), llevar a un plano superior (para él espiritual) el acontecimiento urbano. Más que espiritual, entenderemos la trascendencia como una experiencia estética, que desde lo cotidiano se involucra con la vida del poblador y se establece en el marco de lo intangible, para permanecer en él.

2.4.2 Geometría y Socialización La morfología de las ciudades modernas ha repercutido enormemente en la falta de intercambio cotidiano en nuestras ciudades. Las ciudades ya no son más un espacio de encuentro, puesto que la misma forma del espacio público en su relación con las nuevas edificaciones no propicia los encuentros entre las personas.


A partir de la modernidad y de la consecuente racionalización de las ciudades, éstas dejaron de ser “humanas”. “Cuando el espacio se fue devaluando en virtud del movimiento, los individuos gradualmente perdieron la sensación de compartir el mismo destino que los demás” (Sennett, 1992 [1970]).

La ciudad dejo de ser pensada para los peatones, para pasar a servir a la máquina (el nuevo paradigma de la modernidad), y por ende, el espacio público perdió poco a poco su carácter de lugar de intercambio, encuentro e identificación. Vega Centeno (2003) se refiere como lugar al espacio de identificación, a un espacio que podemos asociar a algún tipo de referente personal que, por mínimo que sea, podemos relacionar con algún aspecto importante en nuestras vidas. Un lugar es un espacio con significado. Las ciudades tienen una carga subjetiva sustancial. Están conformadas ellas mismas por seres de gran subjetividad: los seres humanos.

No podemos entender el fenómeno urbano únicamente desde el punto de vista morfológico (físico), ya que siempre habrá un complemento no tangible, tan importante como el morfológico, ya que la subjetividad de las personas determinará sus decisiones y son estas decisiones las que determinan el uso del espacio público. Estas decisiones son el encuentro entre la vida y el espacio en la ciudad: “el patrón total, espacio y acontecimientos juntos, es un elemento cultural” (Alexander, 1981).

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El espacio público, a lo largo de la historia, fue siempre un lugar de encuentro: el ágora de la Grecia clásica propicia el cultivo físico e intelectual de los atenienses, las calles orgánicas de la ciudad de la Edad Media era modelada por el uso mismo de sus habitantes, las plazas del Renacimiento eran acogedoras para los peatones, ya que por su escala conformaban espacio intermedios entre los grandes vacío de la ciudad y las áreas de encuentro para las personas.

Para utilizar el espacio público es fundamental identificarse con él, de alguna manera, no necesariamente directa: “generalmente será preciso que tengan un significativo denominador común: un trasfondo común, intereses comunes o problemas comunes” (Gehl, 2006 [2004]).

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“Las rutinas cotidianas, con sus casi constantes interacciones con los demás, estructuran y conforman lo que hacemos. Al estudiarlas podemos aprender mucho de nosotros como seres sociales y de la propia vida social. Nuestras vidas están organizadas en torno a la repetición de pautas de comportamiento parecidas día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año tras año.” (Giddens, 2009, pág. 277). Cuando los ciudadanos se encuentran unos con otros, realizando las mismas actividades en el espacio público, más allá de que la actividad sea compartida o no, ésta se torna más importante.

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La acción, entonces, se liga al espacio, y el espacio conecta a las personas mediante la acción. Identificar estas acciones comunes que puede ir desde sentarse a leer en una banca, salir a jugar a la calle, regar las plantas, o arreglar una bicicleta; es determinante para entender el tipo de espacios públicos que necesita tal o cual sociedad.

2.5 ESPACIO PÚBLICO EN LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA Hablar de espacio es hablar de un punto referencial, y este punto referencial, al margen de ser el contenedor o el continente, es una noción espacial (como es espacial la manera de reconocerse a si mismo del hombre). A partir de esta configuración de un espacio-nodo y un espacio-región, encontramos dos expresiones singulares de las necesidades del ser humano: la privacidad y la sociabilidad.


Un centro comercial, por ejemplo, es un espacio público (tal vez el más concurrido por los habitantes de las post-metrópolis) pero a la vez es un espacio privado, ya que para permanecer en él, uno debe pagar o consumir.

Sin embargo, si echamos una mirada a tipologías actuales como un centro comercial, encontramos que en realidad, los límites entre lo público y lo privado se difuminan (o en todo caso se encuentran y se mezclan constantemente).

Los espacios de la ciudad ultramoderna, han perdido carácter, han perdido consistencia y solidez (Bauman, 2008). Ya no constituyen ese referente necesario, ese espacio permanente al cual podíamos referirnos constantemente los seres humanos.

Es importante entender que, así como el ser humano acude a la arquitectura (o la crea) por su necesidad de un polo de atracción constante y que este polo puede ser el espacio privado (su casa) o el espacio público (su barrio), los límites que diferencian estos distintos polos de atracción se configuran a partir de múltiples variables.

La convivencia entre los hombres se va tornando cada vez más difícil. Preferimos aislarnos que arriesgarnos a interactuar con los demás. Nos sentimos seguros en aquellos lugares en donde sabemos que no tenemos por qué hablar con nadie, a pesar de encontrarnos en el mismo espacio realizando las mismas actividades. Revisión de la Literatura

El límite entre el espacio privado y el espacio público resulta algo ambiguo. Cuando nos remitimos a la idea de casa u hogar, y la confrontamos con la idea de plaza o calle, entendemos claramente cuál es el espacio privado y cual el público.

Y es que estos espacios, en los que nos desenvolvemos, ya no propician la sociabilización. ¿Cómo se puede esperar que aprendamos a sociabilizar, si nuestros entornos no lo permiten? ¿Cómo podríamos sentirnos seguros y libres si la ciudad misma se nos hace hostil?

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Cuando perdemos el control de nuestro entorno, perdemos también las ganas de relacionarnos con él. Nuestras ciudades deberían estar diseñadas para la proximidad, sin la pérdida del control. Una simple plaza en una ciudad Europea, cuya escala no excede nuestro registro visual, enmarcada con arquerías que funcionan como bordes que nos permiten visualizar el entorno y tomar decisiones sin perder el control, es un buen ejemplo de aquella arquitectura urbana pre-moderna que pensaba en el ser humano y en la necesidad de interacción.

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Hemos desterrado de nuestras ciudades los espacios intermedios, aquellos espacios que nos permitían controlar nuestra exposición ante los demás; y con ellos han desaparecido nuestros vínculos con el resto. La identidad es algo que se forja a partir del compartir intereses y necesidades; si anulamos nuestra capacidad de vinculación, anulamos los compromisos, las comunidades y con ellos cualquier tipo de identificación. Nuestras ciudades no propician la identidad.

2.6 MARCO REFERENCIAL 2.6.1 Crecimiento inmobiliario en Lima El “boom inmobiliario” de inicios del siglo XXI en Lima, ha despertado la curiosidad de inversionistas, economistas, políticos, y otra gran diversidad de profesionales. A los arquitectos nos interesa, no sólo porque aumenta la oportunidad de trabajo, sino porque nuestras ciudades se transforman dramáticamente a medida que se aumenta la densidad.


Muy pronto se vería, como era de suponer en una ciudad poco planificada y en la que la realidad normalmente precede a la normativa, una dramática reducción en la cantidad espacios vacíos en la ciudad. En los distritos de Miraflores, San Isidro, Magdalena y Jesús María se empezarían a comprar casonas para poder levantar edificios. “Según Rischmöller, de cada cinco proyectos que se desarrollan en estos distritos, cuatro son ejecutados en terrenos donde hubo una casona. Los terrenos tienen un rango de 400 a 600 metros cuadrados” (López, 2011, pág. 30).

Además de comprar lotes vacíos y lotes ocupados por viviendas unifamiliares, algunas constructoras, incluso, adquirieron edificios antiguos con el fin de demolerlos y construir uno nuevo de mayor altura. Tal es el caso del edificio ubicado en la esquina de la Av. Pardo y Aliaga con la calle José Graña, dentro de la zona de estudio. El proyecto, actualmente en construcción, pretende multiplicar por 8 la cantidad de familias que ocupen el terreno, sin recuperar la generosa área libre que el proyecto inicial tenía en su interior.

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“Estamos atravesando por uno de esos períodos a los que la historia se referirá como el momento en el que se creó un nuevo tipo de ciudad, cuando la capital adquirió un nuevo rostro” (Roca Mora, 2013, pág. 68). El Perú ha atravesado en los últimos años una bonanza económica evidente: entre el 2002 y el 2012 el crecimiento del PIB fue de 6.33%, la tasa de desempleo se había reducido de 9,7% a un 4.5% (Ramos Osorio, 2013). Gracias a esta situación, las entidades bancarias abrieron sus puertas a una gran cantidad de prestamistas: “En el ámbito crediticio el número de sujetos a créditos para el financiamiento de viviendas, en los últimos 10 años, ha crecido a un ritmo de 15% al año en promedio” (Ramos Osorio, 2013, pág. 3).

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Del mismo modo, en Lima norte, las antiguas áreas agrícolas se volcaron a satisfacer la necesidad de la vivienda (López, 2011). Sólo considerar el crecimiento de las alturas de las edificaciones aledañas a las vías, resulta en un cambio dramático en la escala y en la experiencia cotidiana de la ciudad. Circular por calles o avenidas que antes estaban enmarcadas por muchas viviendas de 2 o 3 pisos y algunos edificios de 6 u 8 pisos es muy diferente a circular por estas vías rodeados de edificios de más de 10 pisos de altura.

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Paralelamente, esta densificación en términos de habitación y aumento en alturas y porcentajes de ocupación de los lotes, no ha tenido un equivalente en cuanto a las áreas públicas en los vecindarios afectados: aumenta la vivienda, la cantidad de habitantes y la presencia de lo construido, pero parques, espacios libres entre las viviendas, y vías siguen manteniendo la configuración diseñada para urbanizaciones de vivienda unifamiliar.

Efectivamente la experiencia de la ciudad de Lima se ha transformado, pero no sólo debemos considerar el resultado: el momento después de la construcción. Vivir en una ciudad que está en constante crecimiento también es una experiencia incómoda para sus habitantes: “pasar por cualquier calle de la ciudad hoy implica ver camiones en las veredas e invadiendo la calles, edificios en construcción y otros terminados” (Roca Mora, 2013, pág. 68). La experiencia cotidiana se modifica no solo en el mediano y largo plazo, sino en el futuro inmediato.


La ciudad está conformada por espacio público y espacio privado. Ambos son regulados por la normativa vigente y es ésta la que plantea las posibilidades y los lineamientos para el crecimiento. Es cierto que Lima tiene un déficit de 400 000 viviendas, y sólo una oferta anual de 28 000 (Villahermosa, 2014) y sólo para el 2014 se predecía una oferta de 43 000 unidades de vivienda (Esan, 2014), sin embargo el crecimiento debe considerar muchas otras variables que no son únicamente la satisfacción del espacio privado. El gran déficit siempre se encuentra en la planificación y en cierto grado de desestima al espacio público, que finalmente es aquel que debemos compartir con el resto.

Se percibe, además, que los nuevos proyectos de vivienda ofrecen áreas sustancialmente menores que las unidades a las que reemplazan, por lo que el espacio vital de las familias se ve dramáticamente reducido. Sería de prever que el equipamiento urbano busque suplir esta carencia, a través de la oferta de espacios complementarios.

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A todo esto hay que añadirle que los análisis y las conclusiones respecto del crecimiento inmobiliario en Lima reflejan una actitud positiva ante la continuidad del cambio: afirmaciones como “existe todavía mucho margen para continuar la expansión” (López, 2011, pág. 32) y “aún hay espacio para crecer” (Roca Mora, 2013, pág. 68) evidencian una que continua inversión y posibilidad de adquisición de vivienda propia es un indicador de progreso para muchos limeños. Pero nos estamos olvidando del espacio urbano.

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En relación a lo anterior, una variable importante que concierne al ámbito del espacio público tiene que ver con la noción de área común en la compra-venta de un bien inmueble. “(…) Los edificios hoy tienden a ofrecer departamentos más pequeños pero con espacios compartidos más grandes. La incorporación de gimnasios y áreas verdes es cada vez mayor en grandes proyectos, dándole un plus al valor del inmueble” (Roca Mora, 2013, pág. 70). Esto tiene que ver también con la relación de los habitantes de Lima con el espacio urbano que les ofrece la ciudad. El espacio público, exterior, al aire libre es insuficiente, por lo tanto las empresas que negocian con el habitar necesitan ofrecer un plus que satisfaga la necesidad de espacio libre, compartido, social, se sus posibles compradores.

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Por otro lado, la ciudad suele ser percibida como peligrosa y es común que el espacio público sea considerado como un lugar de riesgo. Ante estas ideas, las familias prefieren espacios semipúblicos – compartidos por los vecinos de un mismo edificio – donde sienten una mayor seguridad debido al control que se tiene sobre dicho espacio. Lo grave es que esta situación es análoga en el resto de ciudades del país como lo vienen anunciando las mismas fuentes que analizan el boom limeño (Esan, 2014, pág. 33). Así como las demás ciudades del Perú están densificándose, también lo están haciendo en detrimento de sus espacios públicos y áreas comunes.


2.6.2.1 El siglo XX El proceso de urbanización de la zona de estudio se remonta las primeras décadas del siglo XX. La zona fue tratada como expansión urbana, de baja densidad, con presencia de equipamiento público, como el hipódromo de San Isidro, ubicado en el terreno de la actual Residencial San Felipe.

Imagen 2: 1935, Av. en pleno proceso de conurbación (Fuente: de Magdalena

Brasil. Lima, crecimiento y Municipalidad del Mar).

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2.6.2 Crecimiento inmobiliario en la zona de estudio


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Para reconstruir la situación de la zona de estudio hemos recurrido a la imagen: la aerofotografías del Servicio Aerofotográfico Nacional de la Fuerza Aérea son un registro contundente de aquellas variables que buscamos en la historia reciente de un sector urbano.

Imagen 3: Vista aérea del Hipódromo de San Isidro (hoy Residencial San Felipe) y la Av. Gregorio Escobedo. Aún se puede observar un gran porcentaje de

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Revisiรณn de la Literatura

Imagen 4: 1964, vista del malecรณn (asentamiento humano Medalla Milagrosa) hacia la Av. Antonio Miro Quesada (prolongaciรณn de la Av.


Lámina 6: Aerofotografías - 1969 0

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LEYENDA: ÁREA INTERVENIDA

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VISTA 1

VISTA 2

1. Aerofotografía oblicua. 1969. Se aprecia la residencial San Felipe en primer plano, y sobre la avenida Juan de Aliaga, algunos edificios destacan en el perfil urbano. Estos pocos elementos de alta densidad se complementan con algunas áreas verdes aún presentes dentro de la trama urbana. Es importante notar que la alta densidad planteada por San Felipe va de la mano a una considerablesuperficie pública de áreas verdes, dentro del mismo terreno de la Residencial.

2. Aerofotografía oblicua. 1969. Se hacen más evidentes las áreas verdes que acompañan la zona de estudio junto con la avenida Salaverry. Al fondo, en San Isidro, algunos edificios de alta densidad se empiezan a construir en una zona que se caracterizaba por las viviendas unifamiliares de uno o dos pisos.

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MARCO REFERENCIAL

AEROFOTOGRAFÍAS - 1969

Revisión de la Literatura

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Se han trabajado las fotografías distinguiendo en amarillo las zonas de baja densidad (en su mayoría, viviendas unifamiliares), en naranja las edificaciones de alta densidad, en verde la vegetación y hemos destacado en magenta el eje comprendido por la avenida Juan de Aliaga y la avenida Gregorio Escobedo.

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

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Se aprecia la residencial San Felipe en primer plano, y sobre la avenida Juan de Aliaga, algunos edificios destacan en el perfil urbano. Estos pocos elementos de alta densidad se complementan con algunas áreas verdes aún presentes dentro de la trama urbana. Es importante notar que la alta densidad planteada por San Felipe va de la mano a una considerable superficie pública de áreas verdes, dentro del mismo terreno de la Residencial.


Lámina 7: Aerofotografías – 1976a 0

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Se hacen más evidentes las áreas verdes que acompañan la zona de estudio junto con la avenida Salaverry. Al fondo, en San Isidro, algunos edificios de alta densidad se empiezan a construir en una zona que se caracterizaba por las viviendas

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AEROFOTOGRAFÍAS - 1976

4. Aerofotografía. 1976. En este sector de la avenida Juan de Aliaga, cerca de la avenida Javier Prado, se mantiene la baja densidad característica de la vivienda unifamiliar de grandes lotes. Sólo se observa, sobre la Javier Prado, un edificio de alta densidad en el distrito de Magdalena.

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

VISTA 2 3. Aerofotografía. 1976. Pocos edificios de alta densidad dentro de un San Isidro aún caracterizado por la vivienda unifamiliar de uno o dos pisos en lotes extensos. La avenida Salaverry (el eje lineal longitudinal al lado izquierdo de la foto) se observa como una línea de verde continua y el resto de áreas verdes son parte de esta baja densidad que aún se mantiene. Los dos edificios que se destacan hacia el lado de San Isidro son un indicio de que lo que sucede en la avenida Juan de Aliaga en el 2000 se inició en San Isidro.

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Revisión de la Literatura

Pocos edificios de alta densidad dentro de un San Isidro aún caracterizado por la vivienda unifamiliar de uno o dos pisos en lotes extensos. La avenida Salaverry (el eje lineal longitudinal al lado izquierdo de la foto) se observa como una línea de verde continua y el resto de áreas verdes son parte de esta baja densidad que aún se mantiene. Los dos edificios que se destacan hacia el lado de San Isidro son un indicio de que lo que sucede en la avenida Juan de Aliaga en el 2000 se inició en San Isidro. En este sector de la avenida Juan de Aliaga, cerca de la avenida Javier Prado, se mantiene la baja densidad característica de la vivienda unifamiliar de grandes lotes. Sólo se observa, sobre la Javier Prado, un edificio de alta densidad en el distrito de Magdalena.

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Sección de la avenida Juan de Aliaga hacia la avenida Del Ejército (límite de la zona de estudio). Se observa una lotización propia de la vivienda unifamiliar, que se intercala con espacios vacíos y algunos espacios verdes. Hacia el lado derecho de la avenida, destaca la geometría de claustro del convento Hijas de la Caridad y el colegio adjunto de la misma congregación “Sor Rosa Larrabure”.


Lámina 8: Aerofotografías - 1976b 0

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AEROFOTOGRAFÍAS - 1976

6. Aerofotografía. 1976. Se verifica el contraste en términos de densidad, vacíos o áreas libres y áreas verdes entre la zona de la residencial San Felipe y las manzanas que se encuentran frente a ésta, sobre la avenida Gregorio Escobedo. Sin duda una de las imágenes más cargadas de contraste en la zona de estudio.

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

VISTA 2 5. Aerofotografía. 1976 Sección de la avenida Juan de Aliaga hacia la avenida Del Ejército (límite de la zona de estudio). Se observa una lotización propia de la vivienda unifamiliar, que se intercala con espacios vacíos y algunos espacios verdes. Hacia el lado derecho de la avenida, destaca la geometría de claustro del convento Hijas de la Caridad y el colegio adjunto de la misma congregación “Sor Rosa Larrabure”.

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Revisión de la Literatura

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Se verifica el contraste en términos de densidad, vacíos o áreas libres y áreas verdes entre la zona de la Residencial San Felipe y las manzanas que se encuentran frente a ésta, sobre la avenida Gregorio Escobedo. Sin duda una de las imágenes más cargadas de contraste en la zona de estudio.

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Revisión de la Literatura

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AEROFOTOGRAFÍAS - 1987 MARCO REFERENCIAL

7. Aerofotografía. 1987. La zona de estudio entra en un período de status quo en la década del ochenta. La residencial San Felipe mantiene su escala particular y al otro lado de la avenida Gregorio Escobedo sólo se pueden distinguir sólo dos edificios en altura.

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

VISTA 1

La zona de estudio entra en un período de status quo en la década del ochenta. La residencial San Felipe mantiene su escala particular y al otro lado de la avenida Gregorio Escobedo sólo se pueden distinguir sólo dos edificios en altura.


Lámina 10: Aerofotografía - 1992 0

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Aún se percibe la baja densidad característica de la zona de estudio hacia la avenida Del Ejército. Sólo destaca un edificio en altura, cerca al cruce entre la avenida Juan de Aliaga y la avenida Javier Prado. A medida que nos acercamos a la avenida La Marina, destacan algunos pocos edificios en altura. La zona de la Residencial San Felipe mantiene su configuración.

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AEROFOTOGRAFÍAS - 1992

9. Aerofotografía. 1992. A medida que nos acercamos a la avenida La Marina, destacan algunos pocos edificios en altura. La zona de la Residencial San Felipe mantiene su configuración.

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

VISTA 2 8. Aerofotografía. 1992. Aún se percibe la baja densidad característica de la zona de estudio hacia la avenida Del Ejército. Sólo destaca un edificio en altura, cerca al cruce entre la avenida Juan de Aliaga y la avenida Javier Prado.

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Revisión de la Literatura

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Revisión de la Literatura

Residencial San Felipe, Jesús María. Lima. Foto: Evelyn Merino Reyna Buchanan, Lima más arriba.

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2.6.2.2 El siglo XXI

Revisión de la Literatura

Nuestra zona de estudio está compuesta por un mismo eje vial que atraviesa dos distritos: La Av. Juan de Aliaga entre Magdalena y San Isidro que se transforma en la Av. Gregorio Escobedo en Jesús María. Al analizar los promedios en los costos de construcción de los distritos de San Isidro y Jesús María, encontramos variaciones considerables: Tabla 1: Costo de los terrenos de la zona por metro cuadrado, en dólares americanos. (Fuentes: Revistas "Poder", "Conexión empresarial" y "América económica"; elaboración propia).

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¿Tendrá esto correspondencia con la oferta de espacio público y áreas verdes en la zona de estudio? ¿Se podrá verificar una mayor sensación de bienestar entre sus habitantes?

Revisión de la Literatura

Hemos recurrido a Google Street View y al registro temporal de Google Earth para hacer un registro, lote por lote, de las alturas que se van modificando en la zona de estudio, dividiendo el tiempo en los siguientes rangos: del 2000 al 2005, del 2005 al 2010 y del 2010 al presente año.

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Las láminas muestran en una planimetría los lotes que conforman la zona de estudio. Se han destacado en celeste las edificaciones demolidas (que existían en el período anterior, pero que ya no existen, “desparecen”. En magenta se han destacado los crecimientos, destacando la cantidad de pisos que se aumentan en relación al período anterior.


Esta primera imagen corresponde al año 2000, período en el que se inicia la densificación de la zona de estudio. Las únicas edificaciones en altura existentes son las correspondientes a la Residencial San Felipe, construida entre 1962 y 1966. Se trata de una zona consolidada, de vivienda de baja densidad.

Revisión de la Literatura

Lámina 11: La zona de estudio en 2000, inicio del crecimiento inmobiliario acelerado.

Es espacio público dentro de la Residencial fue planteado con el fin de no saturar los espacio públicos ya existentes en la zona, con la llegada de una gran cantidad de nuevos habitantes. Sirve, además, como zona de amortiguamiento entre las dinámicas de la vivienda en altura – los edificios de la Residencial – y la de la vivienda de baja densidad existente.

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2005

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

cuadrados y cúbicos hasta el año 2005 (Elaboración propia). albergar edificaciones en altura. Un mismo lote, antes ocupado por una familia, puede ahora llegar a albergar a más de cincuenta. Sin embargo, no se percibe un aumento an·logo en áreas verdes y/o espacios públicos.

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2005

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

En el 2005 se detectan los primeros 2005 cambios de densificación en la zona. Viviendas unifamiliares son metros cuadrados aumentados: demolidas. Los lotes ocupados, por 9,625.00m2 lo general de áreas amplias, van a metros cúbicos aumentados: albergar edificaciones en altura. Un metros cuadrados aumentados: 24,062.50m3 9,625.00m2 mismo lote, Enantes una el 2005 ocupado se detectan lospor primeros cambios de densificación en la zona. Viviendas unifamiliares son demolidas. Los lotes ocupados, por lo general de áreas amplias, van a familia, puede ahora llegar albergar albergar edificaciones en altura. Un mismo lote, antes ocupado por una familia, puede ahora metros cúbicos llegar a albergar a más de cincuenta. Sinno embargo, no se percibe un aumento an·logo aumentados: en áreas más de cincuenta. Sin embargo, verdes y/o espacios públicos. 24,062.50m3 se percibe un aumento análogo en En el 2005 sey/o detectan los primeros cambios de densificación en la zona. Viviendas áreas verdes espacios públicos. Tabla 2: Aumento de la densidad del terreno en metros unifamiliares son demolidas. Los lotes ocupados, por lo general de áreas amplias, van a

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Revisión de la Literatura

Lámina 12: La zona de estudio en 2005.


136,608.00m2 cúbicos aumentados:

341,530.00m3

Entre el período comprendido hasta el año 2010 se da la mayor densificación del área, 3: Aumento la ladensidad del terreno en focalizada casi exclusivamente en lasTabla tres manzanas ubicadasde entre avenida la Marina y la avenida Javier Prado, aunque tambiéncuadrados se construyenyalgunas viviendas altura cúbicos hastamultifamiliares el año 2010en(Elaboración en las dos manzanas sucesivas. En paralelo, también se da un proceso de densificación en la avenida Gregorio Escobedo, en el frente opuesto a la Residencial San Felipe.

metros propia).

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metros cuadrados aumentados: 341,530.00m3

Entre el período comprendido hasta el año 2010 se da la mayor densificación del área, focalizada casi exclusivamente en las tres manzanas ubicadas entre la avenida la Marina y la avenida Javier Prado, aunque también se construyen algunas viviendas multifamiliares en altura metros en las dos manzanas sucesivas. En paralelo, también se da un proceso de densificación en la avenida Gregorio Escobedo, en el frente opuesto a la Residencial San Felipe.

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

metros cúbicos aumentados:

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

136,608.00m2

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metros cuadrados aumentados:

En el período comprendido hasta el año 2010 se da la mayor densificación del área, focalizada casi exclusivamente en las tres manzanas ubicadas entre la avenida La Marina y la avenida Javier Prado, aunque también se construyen algunas viviendas multifamiliares en altura en las dos manzanas sucesivas. En paralelo, también se da un proceso de densificación en la avenida Gregorio Escobedo, en el frente opuesto a la Residencial San Felipe

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Revisión de la Literatura

Lámina 13: La zona de estudio en 2010.

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2014 (Elaboración propia).

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

cuadrados y cúbicos hasta han el año Gregorio Escobedo. Sin embargo, las cuadras m·s cercanas a la avenida Del Ejército mantenido, hasta el momento, la densidad inicial. La alteración de esta zona ha sido casi nula.

REFERENCIAL

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DENSIDADES 2014

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

La imagen de la zona en el 2014 es 2014 bastante distinta. La vivienda el altura se ha consolidado como ipología metros cuadrados aumentados: 69,970.00m2 exclusiva en las primeras cuadras de la avenida Juan de Aliaga, así como metros cúbicos aumentados: metros cuadrados aumentados: 174,925.00m3 en las finales de la avenida Gregorio 69,970.00m2 La imagen de la zona enlas el 2014 es bastante distinta. La vivienda en altura se ha consolidado Escobedo. Sin embargo, cuadras como tipología exclusiva en las primeras cuadras de Juan de Aliaga, así como en las finales de más cercanas a laEscobedo. avenida del Ejército Gregorio Sin embargo, las cuadras m·s cercanas a la avenida Del Ejército han metros cúbicos aumentados: mantenido, hasta el momento, la densidad inicial. La alteración de esta zona ha sido casi nula. han mantenido, hasta el momento, 174,925.00m3 la densidad inicial. La alteración La imagen de la zona en el 2014 es bastante distinta. La vivienda en altura se ha consolidado 4: así Aumento definales la densidad del terreno en metros de como estatipología zonaexclusiva ha sido casi cuadras nula. de JuanTabla en las primeras de Aliaga, como en las de

MARCO REFERENCIAL

Revisión de la Literatura

Lámina 14: La zona de estudio en 2014.


Revisión de la Literatura

A continuación se presenta el resumen del proceso de densificación de la zona, contabilizado en metros cuadrados y metros cúbicos construidos.

Tabla 5: Densificación de la zona en metros cuadrados, período 2000-2005 (Elaboración propia).

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Revisión de la Literatura

Tabla 6: Densificación de la zona en metros cuadrados, período 2005-2010 (Elaboración propia).

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Revisión de la Literatura

Tabla 7: Densificación de la zona en metros cuadrados, período 20102014 (Elaboración propia).

Tabla 9: Densificación de la zona en metros cúbicos, período 2000-2005 (Elaboración propia).

Tabla 8: Resumen de densificación de la zona en metros cuadrados (Elaboración propia).

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Tabla 10: Densificación de la zona en metros cúbicos, período 2005-2010 (Elaboración propia).

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Tabla 11: Densificación de la zona en metros cúbicos, período 2010-2014 (Elaboración propia).

Tabla 12: Resumen de densificación de la zona en metros cúbicos (Elaboración propia).

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El estudio inicia con la identificación de la zona elegida, en base a la antigüedad y el grado de consolidación del distrito, así como del impacto que el crecimiento inmobiliario ha tenido en él durante los últimos cinco a diez años. Posteriormente se realizará un estudio en base a dos ejes: a) Mapeo de los eventos sociales más relevantes de la zona, ligados al uso recurrente de determinados espacios urbanos.

De la información de ambas fuentes se identificaron patrones recurrentes, nuevos eventos, eventos consolidados y eventos desaparecidos. Así se establecieron relaciones entre los espacios arquitectónicos como medio físico y los eventos que se desarrollan en ellos.

03 3.1 MUESTRA El estudio se centra en los hábitos y las percepciones de los usuarios de un área determinada. Entendemos por usuarios aquellas personas que, independientemente de su edad, género, condición social u ocupación, hacen un uso constante de dicha área.

b) Entrevistas y encuestas a usuarios de la zona elegida y a usuarios habituales del espacio urbano. Identificación de tradiciones existentes, antiguas y recientes.

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Se decidió escoger la muestra de esta manera, en lugar de considerar sólo a los residentes, porque es uno de los objetivos del estudio el comportamiento en el espacio. En dicho comportamiento son agentes importantes quienes trabajan en el área o quienes circulan por ella.

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El eje de las Avenidas Gregorio Escobedo y Juan de Aliaga fue dividido en tres zonas. Cada una de estas corresponde a un nivel distinto de consolidación de la trama urbana, usos de suelo y tipos de vivienda. La zona uno corresponde al tramo de la Av. Gregorio Escobedo entre el Jr. Huiracocha y la Av. F. Sánchez Carrión. Observaciones preliminares indicaron que en esta zona podemos encontrar dos tipos de usuarios del espacio público diferenciables: los habitantes y usuarios del espacio de la Residencial San Felipe, quienes suelen vivir en esta o en cercanías, y los clientes de los negocios y oficinas ubicados al otro lado de la calle. Esta primera observación debería confirmarse con los resultados de las encuestas, referidos a la pregunta 1: ¿Cuál es el motivo por el que se encuentra transitando por esta zona?

La zona dos empieza en el cruce de la Av. Juan de Aliaga con la Av. F. Sánchez Carrión y abarca hasta el cruce con la Av. Javier Prado. Esta es la zona donde el desarrollo inmobiliario ha sido mayor. Las viviendas unifamiliares de dos pisos han sido remplazadas casi en su totalidad por edificios multifamiliares de más de quince pisos. En contraste, se encuentra la menor cantidad de espacio público.


3.2 DISEÑO Y PROCEDIMIENTOS Dada la diversidad en el desarrollo y crecimiento inmobiliario del eje de estudio, y en la cantidad de nuevos habitantes llegados a la zona, producto de dicho crecimiento, es necesario partir de los mismos usuarios para indagar sobre las tradiciones urbanas previas y las actuales.

Se elaboró, para este objetivo, una tabla de variedad que incluye todos los posibles espacios públicos de la zona, considerando un amplio radio de acción de 800 metros a la redonda del eje estudiado. Esta distancia contempla la que un peatón estaría dispuesto a caminar en situaciones normales.

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La zona tres abarca desde el cruce de la Av. Juan de Aliaga con la Av. Javier Prado hasta el cruce de la misma con la Av. Del Ejército. Las viviendas son en su mayoría unifamiliares, y la presencia de actores externos es considerablemente menor, por tratarse de una zona con un uso de suelo casi exclusivamente residencial.

El objetivo principal de la encuesta es identificar dichas tradiciones a través de preguntas relacionadas con las actividades de los vecinos en su tiempo libre, y el uso que éstos hacen del espacio público. La noción de espacio público considerada incluye no sólo parques y plazas, sino también calles, veredas, bermas y espacios libres entre los edificios.

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Mé todo

3.2.1 Instrumentos de medición 3.2.1.1 Entrevistas Se utilizó la entrevista como un primer método de aproximación a los usuarios de la zona. Buscando conversaciones no parametradas, con usuarios permanentes y temporales de la zona, el objetivo es establecer un marco de referencia para la elaboración de una encuesta más exhaustiva. Es así que se tiene una idea de la percepción de los vecinos sobre el lugar, las preocupaciones más frecuentes y las costumbres y hábitos relevantes en cuanto al espacio público.

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Dado que la elección de esta muestra no pretendía ser aleatoria ni significativa con respecto al universo, se prefirió entrevistar a personas cuyas actividades fuercen una permanencia en la zona durante largos períodos de tiempo: dueños de locales comerciales, vecinos, personal de seguridad, personal de mantenimiento público.

3.2.1.2 Encuestas La encuesta se plantea como un mecanismo cuantitativo para corroborar la existencia de los patrones mencionados, así como su frecuencia y la posible variación de estos en el tiempo.

El crecimiento de la ciudad, no uniforme ni organizado (Burgess, 2005), trae como consecuencia en los habitantes procesos de adecuación en la apropiación del espacio público. Giddens describe estos procesos como actos creativos, que “configuran continuamente la realidad mediante sus decisiones y acciones. Dicho de otro modo, la realidad no es fija ni estática: la crean las interacciones humanas.” (Giddens, 2009, pág. 278). Ese constante cambiar en las acciones humanas en función a sus necesidades y a lo que el espacio público ofrece, traen como consecuencia que el objeto de estudio sea cambiante (Holland, 1992). Es a través de situaciones actuales y de la memoria colectiva de los usuarios del espacio que se propone reconstruir los procesos de adecuación puestos en marcha en el espacio público de la zona de estudio.


3.2.2 Procedimientos

3.2.2.2 Análisis de Datos

3.2.2.1 Recolección de Datos

Los resultados de la encuesta son comparados con las observaciones realizadas en campo, levantadas en base a fotografías periódicas en distintos espacios públicos identificados en la zona. El cruce de la información recabada con ambas técnicas producirá un mapeo cuyo objetivo es “evaluar la manera cómo las características físicas de las ciudades son experimentadas y entendidas por personas ordinarias” (Groat & Wang, 2002, pág. 227).

El objetivo de las entrevistas y encuestas es conocer la opinión de las personas que transitan por la zona de estudio acerca del uso del espacio público y los establecimientos comerciales y de servicio que frecuentan. Es por esto que se trabajó con un universo que corresponde a todos los transeúntes que frecuentan la zona en diferentes días de la semana y a distintas horas.

Mé todo

Se aplicó un cuestionario por intercepción en la vía pública, elaborado sobre la base del objetivo planteado. Como se verá más adelante, se dividió la zona de estudio en tres sub-zonas, correspondientes a distintas características en densificación y desarrollo, a lo largo del eje escogido. Se encuestaron 100 personas por zona.

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R e s u l t a d o s


RESULTADOS

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4.1 MAPEOS

se

extraen

datos

“Cualquier persona identifica una realidad urbana determinada a través de una serie de elementos, organizados para crear una estructura coherente. Según [Kevin Lynch], las imágenes mentales son representaciones que utilizan informaciones conceptuales y la experiencia perceptiva directa. Estas imágenes tienen dos funciones: referencial, pare reconstruir las percepciones; elaborativa, para organizar relaciones nuevas o experiencias anteriores.

es mentales para comprender la importancia de estas relaciones sobre el sentido del lugar, que constituye la causa de un buen número de acciones humanas.” (Lois Gonzáles, Gonzáles Pérez, & Escudero Gómez, 2012, pág. 57).

R e s u l t a d o s

Las dos etapas del mapeo en la zona tuvieron por objetivo identificar: a) Las características físicas de la zona y, b) Las actividades que se llevan a cabo en esta. El mapeo, como técnica de levantamiento de información, se basa no sólo en análisis cuantitativos (altura de edificaciones, usos de suelo, secciones de vía), sino también en percepciones subjetivas de los investigadores, de donde subjetivos.

125


R e s u l t a d o s

El espacio construido, en sí mismo, constituye el escenario para las funciones del ser humano y, como ya hemos mencionado líneas arriba, es éste y sus acciones en el espacio quienes lo significan y le dan trascendencia. Dicho espacio será detallado en base a mapeos analíticos, en donde la descripción trasciende lo físico y busca asimilar también las percepciones sensoriales. Apoyados en las claves de lectura del espacio público de Kevin Lynch (Lynch, La imagen de la ciudad, 2001 [1984]) y Jahn Gehl (Gehl, 2006 [2004]), se trabaja en función a matrices de variables, que abarcan los diferentes tipos de comportamiento en relación al espacio. Es nuestro objetivo esbozar una relación sistemática entre comportamiento y condicionantes físicas en el entorno de estudio.

126

4.1.1 Matriz de Variables El primer esquema de análisis reconoce que, para cada elemento del espacio urbano, se pueden reconocer tres partes, en relación de este con el entorno en el que se ubica y con la percepción de los usuarios. De esta manera hablamos de identidad, estructura y significado. Esta herramienta de análisis busca incorporar en el mapeo, de manera indirecta, el tamaño, el tiempo y la complejidad. “Para comprender esto no debemos limitarnos a considerar la ciudad como cosa en sí sino la ciudad en cuanto percibida por sus habitantes.” (Lynch, La imagen de la ciudad, 2001 [1984], p. 11)


Tabla 13: Partes de la imagen ambiental. Categorías de análisis de los elementos en un espacio urbano (Fuente: Lynch, 2001 (1984), p. 17. Elaboración propia).

R e s u l t a d o s

Una segunda categorización del espacio, planteada por Jan Gehl (2006 [2004]), se centra en las características físicas del espacio, en función a las actividades que este permite y a cómo las personas se relacionan entre sí cuando ejecutan dichas actividades. La escala de alcance de esta categorización se centra en el trabajo de detalle, y es al mismo tiempo una clave de lectura y una posible herramienta de diseño, al momento de intervenir espacios públicos previamente analizados.

127


R e s u l t a d o s

El autor plantea que, al diseñar el entorno físico, las condicionantes pueden propiciar el aislamiento o el contacto entre los usuarios. Si se aspira a un entorno urbano saludable, en el que la interacción de las personas garantice seguridad y la paulatina construcción de una identidad a través de costumbres, hábitos y tradiciones, es evidente que el espacio debe apuntar a situaciones de contacto entre las personas. En la zona de estudio se ha observado que la primera dificultad para el contacto entre los vecinos la constituyen los muros.

128

Tabla 14: Elementos de diseño del entorno físico que promueven situaciones de aislamiento o de contacto ( Fuente: Gehl, 2006 (2004), p. 72, 82. Elaboración propia).

Mientras las antiguas viviendas unifamiliares fueron concebidas con un retiro frontal – un pequeño jardín – continuo a la vereda o separado de esta por un muro bajo, con el tiempo, las necesidades en términos de seguridad hicieron que se construyan muros perimétricos de gran altura (Dreifuss Serrano, 2007).

Los nuevos edificios que han reemplazado estas construcciones presentan el mismo esquema. Es así que caminar por la zona de estudio fuerza a usuario a veredas estrechas flanqueadas por muros altos. No existe, por lo tanto, un registro visual directo al interior, ni un espacio intermedio que sirva de transición de la calle al espacio privado.


Finalmente, el aspecto de la orientación también plantea un escenario preocupante. Las viviendas tienden a diseñarse dando la espalda a la calle. No sólo con la presencia de los muros perimétricos ya mencionados, sino con la misma configuración de las unidades de vivienda, con balcones estrechos que impiden un aprovechamiento de los exteriores, y con fachadas que buscan la negación de lo público. Es extraño ver personas asomadas a las ventanas o haciendo uso de los pequeños balcones en los edificios. El planteamiento de estos busca, conscientemente, protegerse del exterior por medio del aislamiento. Se entra entonces en una dinámica de círculo vicioso, en la que el exterior ofrece poco o nada, y las viviendas, por lo tanto, lo niegan.

El comportamiento del usuario es analizado de manera más específica por el mismo Gehl (2006 [2004]), quien reconoce tres tipos de actividades que se realizan en el exterior. El primer levantamiento de las actividades de la zona encontró que en la zona se realizan casi exclusivamente actividades necesarias. A lo largo del eje, el espacio público es utilizado para la movilidad de manera preponderante. Sin embargo, también se dan actividades opcionales: paseos a niños o perros, caminatas, deporte. No se han observado actividades del tercer tipo a lo largo del eje.

R e s u l t a d o s

El segundo aspecto resaltante tiene que ver con la velocidad. La Av. Gregorio Escobedo y su continuación en la Av. Juan de Aliaga son vías arteriales de tránsito mediano o alto, dependiendo de la hora. Cuando el tráfico lo permite, los automóviles las utilizan a velocidad. Es por esto que la integración entre las veredas norte y sur se hace muy complicada, así como la incorporación de la berma central a las actividades cotidianas de los usuarios. Dada la escasez de espacios públicos adecuados, el espacio de la berma se utiliza de todas maneras, pero el difícil acceso y la presencia constante de tráfico y contaminación hacen de este un espacio de muy mala calidad.

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El caso excepcional es la Residencial San Felipe. Al interior de sus espacios públicos se da un gran número de actividades opcionales, e incluso una cantidad importante de actividades sociales, como juegos infantiles o conversaciones entre vecinos. El sentido de pertenencia de los vecinos de la residencial, así como el uso constante del espacio, hace posible esta dinámica particular, ajena en la avenida estudiada. R e s u l t a d o s

4.1.2 Clasificación de elementos

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El esquema de análisis planteado por Kevin Lynch (2001 [1984]), y frecuentemente utilizado en la interpretación de los fenómenos urbanos, clasifica los elementos de la imagen de la ciudad en cinco categorías, que dependen de condicionantes tanto físicas como de uso y percepción: sendas, bordes, barrios, nodos y mojones (hitos).

El esquema de análisis planteado por Kevin Lynch (2001 [1984]), y frecuentemente utilizado en la interpretación de los fenómenos urbanos, clasifica los elementos de la imagen de la ciudad en cinco categorías, que dependen de condicionantes tanto físicas como de uso y percepción: sendas, bordes, barrios, nodos y mojones (hitos).

La primera categoría a considerar es la de barrio, entendido este por un conjunto de elementos urbanos con una cierta continuidad formal y funcional, que permiten el reconocimiento y, eventualmente, la construcción de un sentido de pertenencia entre sus habitantes. Generalmente los barrios están delimitados por avenidas de alto tránsito, como se ve a continuación.

Estos elementos son tomados como punto de partida para elaborar una lectura propia que enfatiza en las particularidades de la zona de estudio.

Tabla 15: Tipos de actividades humanas que se realizan en el exterior (Fuente: Gehl, 2006 (2004), p. 17. Elaboración propia.


Por otro lado, la zona identificada como “barrio 2” presenta características particulares, puesto que divide dos áreas muy similares (“barrio 3”) con la presencia de edificios de gran altura. Queda pendiente ver cómo se comportará la zona, una vez que el crecimiento se detenga y se consoliden las dinámicas de uso de nuevos y viejos vecinos.

R e s u l t a d o s

Debido tanto a la densificación de la zona como al cambio de usos en algunos de los lotes, encontramos manzanas cuya característica barrial se pierde. Tal es el caso de dos manzanas frente a la Residencial San Felipe donde la presencia de la Clínica San Felipe y de edificios públicos adyacentes, cambian la dinámica de uso. La atracción a la zona de una cantidad importante de personas que no viven ahí, sino que permanecen por períodos breves y con un fin específico, diluyen la posibilidad de construcción de vínculos interpersonales y con el lugar.

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LEYENDA BARRIO 1 BARRIO 2 BARRIO 3 BARRIO 4 BARRIO 5 BARRIO 6 BARRIO 7

CARRIÓN SANCHEZ

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AV. FAUSTIN O

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Mapa 1: Identificación de barrios, según características físicas y funcionales de la zona de estudio (Elaboración propia).

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La zona comercial de la Residencial San Felipe, por ejemplo, pertenece al primer grupo. Son pocos los usuarios de los negocios que no provienen de la misma Residencial o de zonas aledañas. El centro comercial Real Plaza Salaverry es un ejemplo de un nodo de carácter urbano, al congregar un público de procedencia metropolitana.

Direccionalidad se refiere a los flujos principales de tráfico tanto vehicular como peatonal. Al enfocarnos en las direccionalidades opuestas a la zona de estudio, reconocemos un primer eje en la Av. Sánchez Carrión. El flujo se complementa con otros tres ejes en la misma dirección. El tráfico peatonal y vehicular de las vías adicionales no presenta características dramáticas. Finalmente, los espacios de consumo señalan una direccionalidad menor, generalmente peatonal, y una concentración de personas alrededor del comercio. Llama la atención que gran parte del eje de estudio, en dirección oeste, no presente espacios comerciales.

R e s u l t a d o s

Un siguiente mapa combina tres categorías directamente relacionadas. En primer lugar se identifican los nodos urbanos., entendidos como puntos de referencia físicos y mentales, donde confluyen funciones y flujos, tanto para los vecinos de la zona como para los usuarios de paso.

Esto deriva en el poco recorrido peatonal que se da en la zona, y en una monotonía que aleja a las personas

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LEYENDA NODOS URBANOS DIRECCIONALIDAD DIRECCIONALIDAD INTENSA ESPACIOS DE CONSUMO

CARRIÓN SANCHEZ

AV. GR

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AV. FAUSTIN O

ÉR AV. EL EJ

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Mapa 2: Nodos urbanos, direccionalidad y espacios de consumo (Elaboración propia). 0

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1000m


R e s u l t a d o s

Las actividades realizadas en el espacio público son de tipo variado, pero se centran en pocos espacios específicos. Este mapeo demuestra que los espacios públicos de la Residencial San Felipe constituyen el polo recreativo más importante de la zona, aunque hay una presencia importante también en el parque Juan Pablo Segundo. Las actividades, enfocadas en estos espacios específicos, no se vuelvan a las calles, puesto que estas no plantean características que permitan su adecuado desenvolvimiento. Las secciones de vía son estrechas, el acceso a las bermas, difícil, y la predominancia del automóvil genera en las personas un rechazo a espacios, como las bermas centrales, que podrían aprovecharse de una mejor manera.

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LEYENDA BICICLETA LEER PERIÓDICO PASEAR PERRO DESCANSO JUGAR SKATE TOMAR DESAYUNO TOMAR BUS CAMINAR

N CARRIÓN SANCHEZ

AV. GR

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AV. FAUSTIN O

ÉR AV. EL EJ

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CITO

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PRA

DO

COMERCIO

Mapa 3: Costumbres de uso en el espacio público (Elaboración propia). 0

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1000m


4.1.3 Espacios públicos identificados

R e s u l t a d o s

Las visitas a la zona y el análisis de los mapas elaborados permiten identificar una serie de lugares utilizados como espacios públicos. Algunos de estos son planificados – parques, centros deportivos – otros son utilizados a pesar de un diseño que no contempla los usos observados – bermas, esquinas. Se consideró una distancia de 800 metros a la redonda como un tramo caminable para definir los lugares que podrían ser utilizados como espacios públicos por las personas en la zona de estudio. Se estableció tres grupos: bermas y calles, parques, y espacios privados o comerciales.

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R e s u l t a d o s

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Mapa 4: Identificación de los espacios utilizados por los usuarios de la zona, a modo de espacio público (Elaboración propia).


139 R e s u l t a d o s


R e s u l t a d o s

4.2 ENTREVISTAS

4.2.1 Extractos de las entrevistas

Luego del levantamiento físico – arquitectónico y urbano – de la zona se hace necesario un acercamiento a las variables de uso, preferencias y comportamiento de los habitantes. Antes de la elaboración de encuestas, se elabora un conjunto de entrevistas en clave informal a distintos usuarios del espacio público en la zona de estudio. El objetivo de este acercamiento inicial es el corroborar las hipótesis de trabajo, de cara a una mejor ejecución de encuestas. Los resultados de dichas entrevistas fueron sistematizados en cuadros resumen parciales, cuyos datos orientaron la elaboración de las preguntas de la mencionada encuesta.

Apreciación de la zona en la actualidad con respecto a hace algunos años. “Más que todo creo que ha afectado para bien, bueno. Tengo más ingresos, antes definitivamente vendía solo los menús para la gente de la residencial, ya no ahora vienen gente de otros lugares a comer a pasear por acá y definitivamente como ven el lugar donde yo vendo.” (Comerciante, 23 años, F) “Ahora los niños ya no salen como antes porque han aumentado los edificios y todo está saturado, apretado. Todo está quedando muy chico, antes las casas tenían patios.” (Vigilante, 55 años, M).

140

“Aquí el ambiente se ha vuelto muy cargado, ha aumentado la gente de muchas partes de Lima, por ejemplo del Callao, San Juan, tienen mejor posición económica. Todos ellos tienen un estilo de vida distinto que los de acá, a ellos les gustan las fiestas, el vacilón, usan muchas jergas, y esas cosas no les gustan a los vecinos Magdalenenses.” (Vendedor, 65 años, M). “Por ejemplo antes en Navidad para mí era como mi cumpleaños: me llenaba de regalos. Ahora esta gente nada, ni te saluda. Toda la gente nueva son muy acriollados. Por eso la gente se va. […] Si yo mismo que trabajo aquí no me acostumbro. Yo me he quedado por mi negocio, porque antes, aunque había sólo casas, vendía más.” (Vendedor, 65 años, M).


Problemas: “El tráfico, porque hay mucha bulla. Vivo en el cruce de Juan de Aliaga con Pershing y ahí siempre hay un tráfico maldito”. Opina que el crecimiento de edificios aledaños a la residencial son de buen cambio. Traen mejor calidad de vida e importancia a la zona. (Comerciante, 50 años, M) Le parece muy importante el nuevo centro comercial, pero no lo es que necesitaba la zona. (Ama de casa, 40 años, F)

Integración: “No conozco a los vecinos. El departamento donde vivo tiene una entrada de frente al ascensor y a mi casa.” (Estudiante, 15 años, M). “Me doy cuenta que los vecinos están cansados de las nuevas costumbres de los nuevos habitantes, que ni siquiera saben quiénes son y que aparentemente son los vecinos del costado o del frente. Entonces puedo resumir como un choque de idiosincrasia de la gente originaria de esta zona con la idiosincrasia foránea, y en este acople no se sabe quién llega a más o quién cede, por ejemplo hay gente que se resiste y otros quienes dicen ‘qué se puede hacer’.” (Sereno, 60 años, M).

R e s u l t a d o s

Seguridad: “A raíz que se ha superpoblado, la inseguridad aumenta.” (Comerciante, 53 años, F)

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R e s u l t a d o s

CITAS AV. GREGORIO ESCOBEDO

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143 R e s u l t a d o s


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R e s u l t a d o s


R e s u l t a d o s

CITAS AV. JUAN DE ALIAGA

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147 R e s u l t a d o s


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R e s u l t a d o s


149 R e s u l t a d o s


R e s u l t a d o s

Tabla 16 : Cuadro de entrevistas : diagrama general (Elaboraciรณn propia)

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Aspectos cuantitativos: El primer cuadro, “Diagrama general”, muestra la distribución de los usuarios entrevistados según las razones por las que utilizan el espacio – residentes, trabajadores, otros – y, entre estas categorías, se indaga sobre 6 aspectos, que están detallados en las imágenes posteriores. a) Uso del espacio público b) Tipología de vivienda c) A c t i v i d a d e s de rutina y deportivas d) Seguridad en la zona e) Trato y respeto entre los vecinos f) Satisfacción con la zona

- Uso del espacio público: se indica un uso frecuente por la mayoría de las personas entrevistadas. Se hace necesario indagar sobre los grupos específicos de edad y género. Si bien la gente, en líneas generales, manifiesta hacer uso del espacio público, no siempre logra precisar en qué consiste dicho uso ni qué es lo que se entiende exactamente por “espacio público”. - Tipología en vivienda: Esta pregunta permite definir, en primer lugar, el tipo de residencia de los entrevistados. De este dato se desprende además si los habitantes ocupan una vivienda unifamiliar tradicional o una de las nuevas unidades en viviendas multifamiliares.

Se trabaja con la hipótesis que los segundos, al encontrarse en viviendas con un área menor, hacen un mayor uso del espacio público. De este dato se desprende además si los habitantes ocupan una vivienda unifamiliar tradicional o una de las nuevas unidades en viviendas multifamiliares. Adicionalmente, esto permite identificar las personas que hacen uso de los espacios públicos de la zona, aún si no viven en ella. Entre ellos, se identifican personas que se trasladan a la zona de estudio desde sus viviendas en zonas aledañas y aquellas que trabajan en la zona y hacen uso de la infraestructura durante su tiempo libre.

R e s u l t a d o s

4.2.2 Análisis de los resultados

151


R e s u l t a d o s

Tabla 17 : Cuadro de entrevistas : uso del espacio público y tipología de vivienda (Elaboración propia)

152


- Seguridad en la zona: Esta pregunta está enfocada en determinar la percepción de los usuarios sobre si la seguridad aumentó, disminuyó o se mantiene igual. Se cree que, con la llegada de nuevos habitantes al vecindario en grandes números, y pertenecientes a grupos con costumbre y composiciones familiares diversas, la percepción de los antiguos vecinos con respecto a este punto debe haber variado. R e s u l t a d o s

- Actividades de rutina y deportivas: Este primer sondeo permite determinar qué tipo de actividades los residentes realizan en su tiempo libre y, entre ellas, cuáles se realizan en el espacio público y cuáles no. Este primer sondeo arroja un porcentaje reducido que señala “caminar y/o correr” como actividades del tiempo libre. De la observación de la zona se ha encontrado que el número puede ser mayor. Como se ha indicado líneas arriba, estos datos deberán ser corroborados con una muestra mayor.

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R e s u l t a d o s

Tabla 18 : Cuadro de actividades de rutina y deportivas y seguridad en la zona (Elaboraciรณn propia)

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Si bien el espacio público y su uso son el eje conductor de la investigación, la percepción de las personas es un instrumento de medición fundamental sobre cómo la realidad física – urbana y de habitación – altera la vida. Se trata de una categoría subjetiva, pero fundamental en la planificación y la recuperación de vecindarios y ciudades.

R e s u l t a d o s

- Trato y respeto entre vecinos: La situación de este criterio es similar a la del punto anterior. Se intenta determinar si el uso que algunos de los vecinos hacen del espacio público puede afectar la percepción que otros tengan del vecindario. - Satisfacción con la zona: Las preguntas que se elaborarán de esta categoría permitirán establecer hasta qué punto los cambios en la densidad y la ocupación de la zona han afectado la percepción que las personas tienen sobre vivir en esta.

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R e s u l t a d o s

Tabla 19 : Cuadro de entrevistas: trato y respeto entre vecinos, y satisfacciรณn con la zona (Elaboraciรณn propia)

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- Valoración de los cambios. Las opiniones con respecto a la densificación son variadas. Para algunos de los vecinos, la zona ha mejorado con los nuevos edificios, sobre todo en relación al aumento de movimiento para los negocios. El nuevo centro comercial en la Av. Salaverry es generalmente percibido como una ventaja. Otros se refieren con nostalgia a tiempos pasados donde se daba una mayor sensación de familiaridad y seguridad. Se plantea que en la encuesta se busque comprar la percepción de la zona actual con la que los usuarios recuerdan del pasado. Se entrevistó a vigilantes y personal de seguridad, dado que son posiblemente quienes más observan las actividades de la zona. Están de acuerdo en percibir una mayor inseguridad en la zona. Se establece el vínculo entre el aumento de la población y la inseguridad; se menciona la falta de espacio.

Se confirma que la densificación del área es percibida por los usuarios de diferente manera. Para algunos se trata de un hecho positivo – los comerciantes aumentan sus ventas, por ejemplo – pero muchos consideran que esto conlleva a un aumento en la inseguridad y una saturación del espacio, especialmente en términos de tráfico. La Residencial San Felipe, como lo sugiere su arquitectura, constituye una suerte de mundo aparte, donde los habitantes son conscientes de encontrarse en un ambiente privilegiado. Es, además, visitado por personas que no viven en ella, y se considera un espacio público de uso libre. Dado que no existen otros espacios públicos abiertos en la zona, los vecinos han recurrido a los pequeños jardines entre las casas y la pista, la berma central y un pequeño parque en el cruce con la Av. Javier Prado. En paralelo, la apertura del Centro Comercial Salaverry es considerada como un hecho positivo; sus instalaciones son utilizadas con aparente frecuencia, en lugar del espacio público faltante.

R e s u l t a d o s

Aspectos cualitativos: Profundizando en respuestas específicas de las entrevistas llaman la atención los siguientes puntos: - Consciencia de un cambio en los últimos años. Al entrevistar a personas que llevan más de cinco años viviendo en la zona, una de las primeras cosas a las que se refieren los entrevistados es a los cambios en el uso de la zona, en los vecinos e incluso a “la velocidad con la que se vive”. - Seguridad. Tanto los habitantes de la zona como quienes trabajan en ella o están de paso manifiestan un aumento en la sensación de inseguridad de la zona. Algunos culpan de esto a los nuevos habitantes. Es posible, sin embargo, que esto se deba a una percepción general de aumento de inseguridad en la ciudad.

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4.3 ENCUESTAS

R e s u l t a d o s

Luego del trabajo de campo preliminar y de la investigación bibliográfica centrada en estadísticas elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática y por el observatorio Lima Cómo Vamos, se plantea la aplicación de una encuesta en la zona de estudio, como parte de un estudio correlacional que se centra en el estudio de patrones que ocurren naturalmente, la medición de variables específicas y el uso de estadísticas para clarificar patrones de relaciones (Groat & Wang, 2002; Hernández Sampieri, 2014). Aún si muchas de las variables estudiadas se basan en apreciaciones subjetivas – como la percepción de los usuarios con respecto al espacio público – la encuesta nos permite identificar tendencias o patrones dentro de dichas apreciaciones.

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Las preguntas fueron organizadas en cinco grupos: a) Sobre el tránsito por la zona: permite descartar aquellas personas que no transitan por la zona con la suficiente frecuencia como para hacer un uso significativo del espacio público. Del mismo modo se establecen patrones básicos de uso de la zona: frecuencia, nivel de satisfacción y distancia de desplazamiento. b) Sobre actividades que realiza y lugares y establecimientos que frecuenta: permite establecer la importancia del espacio público en el quehacer cotidiano de los usuarios, así como el tiempo de permanencia en el mismo y las actividades específicas que se realizan fuera de la vivienda. c) Sobre movilidad: evalúa la percepción de los usuarios con respecto a las distancias recorridas y en cuanto a la cercanía de los espacios a utilizar.

d) Sobre la percepción: a pesar de tratarse de variables subjetivas, es de especial interés esta categoría pues nos permite observar cuál es la imagen que el lugar proyecta para sus usuarios. Busca medir niveles de satisfacción, sensación de seguridad/inseguridad y, finalmente, se da un conjunto de preguntas que indagan sobre la memoria de las personas con respecto al lugar y a sus cambios a lo largo del tiempo. e) Sobre el espacio público: en primer lugar, se plantea una pregunta abierta que nos permite obtener definiciones sobre lo que los usuarios entienden por espacio público. Al tratarse de un término impreciso (Low, 2013), muchas veces distorsionado por el lenguaje coloquial, el estudio busca establecer una definición operativa que permita acotar qué es lo que los usuarios consideran un espacio a utilizarse fuera de los límites de sus viviendas.


4.3.1 Tabla de variedad Ver Anexo: descripción públicos

Tabla de variedad, de los espacios a considerar.

4.3.2 Gáficos R e s u l t a d o s

Ver Anexo: Gráficos de encuestas. Los gráficos de las preguntas con resultados más relevantes han sido elaborados con el fin de poner en evidencia no sólo los resultados totales de las preguntas, sino las diferencias entre las diferentes zonas del eje de estudio. Se demuestra así que las tres zonas identificadas para la división del área presentan, en efecto, situaciones variadas. El comportamiento de las personas y las calidades de respuesta son indicadores, como se detalla a continuación.

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4.3.3 Análisis

R e s u l t a d o s

De las preguntas elaboradas en la encuesta se analizan los resultados más relevantes, en primer lugar se detallará, zona por zona, cuáles son los puntos en los que encontramos mayores diferencias. Posteriormente se analizará los rasgos comunes a las tres zonas. Considerando los cinco tipos de preguntas realizadas (Ver subcapítulo 4.3) se reconocen las siguientes distinciones:

Zona 1 Residencial San Felipe; Av. Faustino Sánchez Carrión (hacia el este), Punta del Este, Av. Felipe Santiago Salaverry, Av. Huiracocha, Av. San Felipe, calle Estados Unidos, calle Diego de Almagro y calle Caracas. La característica principal de la zona es la presencia de la Residencial San Felipe; durante la investigación, además, se inaugura el centro comercial Real Plaza Salaverry. Además se consideran los usuarios de la sede San Isidro de la UPC, ubicada frente a la zona. Por otro lado, la presencia de edificios de carácter metropolitano, como lo son la Clínica San Felipe o el Centro Cultural Peruano Japonés, aumentan la cantidad de visitantes de otras partes de la ciudad.

160

La densidad de ocupación de los edificios de la Residencial es considerable, pero contrasta con la cantidad, calidad y amplitud de áreas libres. La configuración espacial, además, promueve el encuentro entre los vecinos y la cohesión social. Se da entonces una situación de contraste, en la que dinámicas urbanas de mediana y pequeña escala al interior de la Residencial San Felipe conviven con un tránsito metropolitano y visitantes externos. La convivencia no siempre es pacífica: vecinos de la Residencial suelen quejarse de la ocupación de sus estacionamientos o de la inseguridad que trae la “nueva gente”, especialmente referida a los clientes del nuevo centro comercial.


b) Sobre actividades que realiza y lugares y establecimientos que frecuenta: Más de la mitad de los encuestados señala que los niños de la zona hacen uso del espacio público. Las dinámicas propias de la Residencial San Felipe propician estas actividades al exterior, a diferencia de lo que sucede en las otras zonas. En cuanto a la preferencia de centros comerciales sobre calles, 67% de los encuestados prefiere los primeros a las segundas.

Los espacios públicos más utilizados por los transeúntes en esta zona son los espacios públicos de la misma Residencial San Felipe; la berma central de la Av. Gregorio Escobedo; el paseo Belaúnde Terry, al interior de la Residencial; y el Centro Comercial Salaverry. c) Sobre movilidad: La mayoría de los traslados en esta zona son a pie, seguidos por el uso del transporte público. En algunas ocasiones se menciona el uso de transporte particular, pero con un porcentaje poco significativo con respecto al total de los traslados. Debido a la cercanía a todo tipo de equipamiento tanto zonal como metropolitano, los vecinos tienen poca necesidad de salir del barrio.

d)Sobre la percepción: La principal razón para preferir la zona es la percepción de tranquilidad y seguridad – esto es común a las tres zonas del estudio (al respecto 79% de los encuestados dicen no haber visto nunca un asalto en la zona. 16% señala haber visto uno en los últimos años; de las tres zonas, en esta el porcentaje de asaltos es mayor, aunque no significativamente). Las siguientes razones son la cercanía a comercio, servicios y áreas verdes. Esta es la única zona en la que se menciona la relación precio/beneficio como una ventaja. Al preguntar más específicamente las razones por las que los transeúntes recomiendan la zona, las principales razones son la presencia de parques y paseos peatonales y los bajos niveles de delincuencia.

R e s u l t a d o s

a) Sobre el tránsito por la zona: 39% de los encuestados transita por la zona porque habita en ella. 17% trabaja en la zona. Un 12% lo hace porque está visitando a familiares o conocidos. Dentro de los transeúntes externos, 19% usa la zona como área de paseo aún si no vive en ella, y un 9% concurre a los locales comerciales aledaños.

En esta zona casi la mitad de los encuestados dicen hacer un uso diario del transporte público.

161


R e s u l t a d o s

Los principales problemas identificados en la zona son la congestión vehicular y el comportamiento de los vecinos. Sin embargo, el principal problema identificado, en común a las tres zonas, es el crecimiento inmobiliario. 90% de los encuestados manifiesta confiar en sus vecinos. 79% de los encuestados señala que la zona ha mejorado en los últimos años. Sin embargo en esta zona tenemos el mayor porcentaje de entrevistados que opina lo contrario. En las entrevistas un tema recurrente en los habitantes de esta zona es la incomodidad frente a la presencia de personas externas a la residencial, lo que puede llevarnos a esta respuesta.

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e) Sobre el espacio público: El uso del espacio público en la zona 1 es en su mayoría formal. La Residencial ofrece una cantidad importante de espacios destinados para la recreación y el ocio – jardines, juegos infantiles, bancas, paseos – y estos son utilizados tanto por los vecinos como por personas de otras zonas. Son casi inexistentes los ejemplos de usos informales del espacio público, como la ocupación de bermas o la parte inferior de los edificios. Casi la mitad de los encuestados hace un uso diario o interdiario de los parques, y una cuarta parte lo hace al menos una vez a la semana. En general, la mayoría de los vecinos está satisfecha con la calidad de los parques del vecindario, aunque hay un 13% que manifiesta lo contrario. Dos terceras partes de los encuestados señalan conocer a buena parte de los vecinos de su edificio o vecindario.

Zona 2 Av. Faustino Sánchez Carrión (hacia el oeste), calle Marcos de Aramburú, calle Félix Dibós y calle Flora Tristán. Esta es la zona en la que el desarrollo inmobiliario ha sido más dramático (Ver subcapítulo 2.6.2.) La ubicación entre las Av. Javier Prado y Faustino Sánchez Carrión, ejes metropolitanos de transporte y nodos de intercambio, hacen de esta zona un lugar atractivo por su fácil conexión a otros puntos de la ciudad; esto se exacerba por la presencia de comercio distrital y metropolitano hacia ambos extremos. Los lotes unifamiliares o multifamiliares de baja densidad han sido reemplazados casi completamente por edificios multifamiliares de alta densidad, sin un aumento o mejora considerable en las áreas públicas. El tráfico es intenso y constante, lo que dificulta mucho la integración entre un lado y otro de la Av. Juan de Aliaga.


b) Sobre actividades que realiza y lugares y establecimientos que frecuenta: Más de tres cuartas partes de los encuestados señalan que los niños no hacen uso del espacio público. Este es uno de los resultados en los que más contrastan las tres zonas, y es en esta zona donde se da la mayor diferencia.

El espacio público más utilizado por los vecinos de esta zona es el Parque Juan Pablo II, seguido por la berma central de la Av. Juan de Aliaga, la berma de la Av. Gregorio Escobedo y los jardines de la Residencial San Felipe. c) Sobre movilidad: Los desplazamientos en esta zona se realizan tanto a pie como en transporte público. Es casi inexistente la mención de transporte particular. Cerca del 70% de encuestados en esta zona hace un uso diario del transporte público.

d) Sobre la percepción: La principal razón por las que se prefiere esta zona es la percepción del vecindario como tranquilo y seguro (el 85% de los encuestados dice no haber visto nunca un asalto; el 10% señala haber visto uno). Ocupan los segundo, tercer y cuarto lugar, respectivamente, la cercanía a parques, el orden y limpieza, y la cercanía a comercio. Es interesante que se considere como una ventaja el que sea una zona bastante transitada, aún si se trata de un porcentaje menor. Las razones por las que los transeúntes recomiendan la zona difieren de lo hallado en la zona 1; se mencionan en primer lugar los bajos niveles de delincuencia y la tranquilidad.

R e s u l t a d o s

a) Sobre el tránsito por la zona: La mayoría de transeúntes en esta zona viven (35%) o trabajan en ella (29%). La presencia de visitantes a locales comerciales (5%) o de personas que utilizan la zona como área de recreación (4%) es bastante menor en comparación a la zona 1.

El porcentaje de personas que prefiere pasear al interior de un centro comercial que en las calles es sólo ligeramente mayor.

163


R e s u l t a d o s

Casi tres cuartas partes de los encuestados consideran que el crecimiento inmobiliario es un problema grave. Un segundo problema es la contaminación del aire, seguido por la congestión vehicular en la zona. 86% de los encuestados dice confiar en sus vecinos. 96% de los encuestados afirma que la zona ha mejorado en los últimos años.

164

e) Sobre el espacio público: En la zona 2 se da el mayor uso informal del espacio público. Al tratarse de una zona cuya consolidación ha sido muy rápida, y en la que originalmente no existía una dotación suficiente de espacios públicos, los vecinos se ven forzados a utilizar la berma central como una especie de parque lineal improvisado para pasear a sus mascotas o salir con los niños. Este espacio es también usado por trabajadores de la zona como área de descanso o para almorzar. Los sumideros de agua cercanos al cruce con la Av. Javier Prado y las ramas bajas de los árboles se utilizan como bancas.

La proporción de personas que asiste a los parques de manera diaria o interdiaria es similar a la zona una. Lo mismo ocurre con quienes lo hacen al menos una o dos veces por semana. Esta es la zona en la que los vecinos manifiestan una mayor satisfacción con los parques del vecindario (95% declaran estar satisfechos) a pesar de contar con la menor cantidad de parques cercanos. La mitad de los encuestados afirma conocer a buena parte de sus vecinos, mientras que la otra mitad niega dicha afirmación, en evidente contraste con lo sucedido en la zona 1. Zona 3 Calle Alberto del Campo, Calle Féliz Dibós, Calle Justo Vigil, Av. Pérez Aranibar, calle Ugarte y Moscoso.

Esta zona es la menos afectada por el crecimiento inmobiliario. Las viviendas unifamiliares siguen sido la principal manera de ocupar los lotes, y prácticamente no existe comercio, ni siquiera de escala barrial. La ausencia de paraderos o puntos de interés deriva en un usuario bastante local, pero con una escasa oferta de puntos de interés que motiven el recorrido de las calles. La presencia de negocios al interior de casas, o de viviendas convertidas en sedes institucionales, trae a la zona un cierto flujo de personas de otras partes de la ciudad, pero su permanencia no es considerable. Si bien la proporción actual entre área privada y pública es correcta, en caso de una eventual densificación del eje, no se contará con las ventajas de tener una berma central en medio de la avenida, o la cercanía a espacios públicos.


b)Sobre actividades que realiza y lugares y establecimientos que frecuenta: Frente a la pregunta del uso que los niños hacen del espacio público, 63% de los encuestados señala que no. Esta es la única zona donde los vecinos prefieren pasear en las calles que hacerlo al interior de un centro comercial.

Los espacios públicos más frecuentados por los encuestados en la zona 3 son la berma central de la Av. Juan de Aliaga, el parque Juan Pablo II, la berma de la Av. Gregorio Escobedo y los jardines de la Residencial San Felipe. Este es el único grupo que no menciona al Centro Comercial Salaverry como un espacio público utilizado, aún si en un porcentaje menor. c) Sobre movilidad: En esta zona la mayor parte de los traslados se dan a pie (entre el 50% y 60%). El resto, sin embargo, se divide casi en proporciones iguales entre transporte público y privado. Por un lado, se trata de una zona con menos acceso a paraderos y rutas de transporte público. Por otro lado, hay una mayor cantidad de vehículos por vivienda. En esta zona se da el menor uso del transporte público. La cuarta parte de los encuestados dice no usarlo nunca, mientras que menos de la mitad lo usa todos los días.

d) Sobre la percepción: En los aspectos por los que a los vecinos gusta la zona, el principal es la percepción de seguridad y tranquilidad, en un porcentaje bastante mayor a las otras dos zonas (al igual que en la zona 2, el 85% de los encuestados dice no haber visto nunca un asalto; el 10% señala haber visto uno.), seguido por la cercanía a parques y a locales comerciales, y la limpieza en porcentajes mucho menores. En esta zona no se menciona en absoluto el que se trate de una zona bastante transitada. Las razones por las que se recomendaría la zona, al igual que en la zona 2, son los bajos niveles de delincuencia y la tranquilidad.

R e s u l t a d o s

a)Sobre el tránsito por la zona: Casi la mayoría de transeúntes de la zona viven en ella (44%), trabajan en las cercanías (28%) o están visitando conocidos (11%). Los establecimientos comerciales son pocos, y sus visitantes corresponden al 3%. El porcentaje que usa la zona como área de paseo es también bajo (8%).

El principal problema percibido en la zona es el crecimiento inmobiliario (más de la mitad de los encuestados lo considera un problema importante o grave).

165


Esta es la zona en donde más se manifiesta la desconfianza hacia los vecinos, sin llegar a ser extremo. 26% de los encuestados manifiesta no confiar en la gente que vive en el vecindario. En general, 77% de los encuestados percibe que la zona ha mejorado en los últimos años, contra un 23% que afirma lo contario. Estos resultados son similares a los obtenidos en la zona 1.

R e s u l t a d o s

e) Sobre el espacio público: El uso del espacio público en la zona 3 es bastante escaso. Por un lado, la densidad poblacional es menor y, como ya hemos visto, al ser el uso de suelo casi exclusivamente vivienda, son pocos los transeúntes. Por otro lado, muchas de las viviendas de esta zona son de baja densidad y poseen jardines privados (Ver mapa 8 para un detalle gráfico de la distribución de actividades en el espacio público).

166

La principal diferencia con las anteriores zonas es que aquí hay un porcentaje significativo de usuarios que dice ir a parques ocasionalmente (17%). Eso se debe a la existencia de jardines privados que hacen que el uso del espacio público no sea una necesidad. Lo mismo ocurre con el uso de las bermas. En las zonas uno y dos los vecinos dicen utilizarlas a diario, sobre todo para pasear a los perros, pero en la zona tres el uso de las bermas es mucho menor. Si bien la mayoría de transeúntes de esta zona dice estar satisfecha con los parques (81%), esta es la zona en donde se da un mayor porcentaje de insatisfacción, con un 19%. El porcentaje de personas que conocen a buena parte de sus vecinos en esta zona es de 62%, superando a la zona 2, sin embargo es también importante el porcentaje de personas que afirman lo contrario.

Análisis comparativo a) Sobre el tránsito por la zona: Un porcentaje importante de los entrevistados recorren la zona porque viven en ella (40%). Esta presencia relativa de visitantes de otras zonas, en un principio, sería un factor positivo para el fortalecimiento de la identidad barrial y es establecimiento de nexos entre los vecinos. Sin embargo, es también alto el porcentaje de personas que se encuentran en la zona por estudio o trabajo (34%), sobre todo en las zonas 2 y 3. Esto trae al barrio un movimiento constante, que demanda mejores condiciones en el espacio público. Sin embargo, esta población flotante es percibida por los vecinos como un elemento de riesgo (Ver 5.2.1.: Extractos de las entrevistas.)


b) Sobre actividades que realiza y lugares y establecimientos que frecuenta: La frecuencia de uso de parques es bastante alta: 72% de los encuestados una vez por semana o más a un parque; 24% lo hace a diario. El uso de plazas nos plantea un panorama dramáticamente opuesto: más de la mitad de los encuestados afirma no utilizarlas nunca. Por un lado, esto puede deberse a que en la zona no hay plazas – exceptuando el ágora de la Residencial San Felipe –; por otro lado, las plazas no permiten muchas de las actividades que se realizan en los parques, como el paseo de perros o el juego de niños.

Por otro lado, las plazas no permiten muchas de las actividades que se realizan en los parques, como el paseo de perros o el juego de niños. En la zona de estudio, las bermas centrales son un caso interesante. A diferencia de lo ocurrido en avenidas como José Pardo, en Miraflores, o Salaverry, tangencial a la zona de estudio, donde este espacio cuenta con un tratamiento de bancas, farolas y ciclovías, la berma central de la avenida estudiada sólo tiene jardín y algunos árboles. Si bien un porcentaje alto de personas dice nunca utilizarla (41%), existe una cantidad considerable que hace uso de esta al menos una vez a la semana (46%); en total, un cuarto de la población hace uso diario de

R e s u l t a d o s

La presencia de las tiendas en la Residencial San Felipe, pero sobre todo del centro comercial Real Plaza Salaverry, ha traído a la zona un nuevo público metropolitano, que va a esta sólo para consumir en los locales comerciales del centro. Este público trae un aumento del tráfico y de la sensación de inseguridad, sobre todo hacia el lado sur de la Residencial San Felipe. Sin embargo, su presencia en la zona es relativa: la mayoría se limita a ingresar – en automóvil – al centro comercial y no recorren el exterior.

167


A raíz de la inauguración del centro comercial Real Plaza Salaverry, un gran porcentaje de vecinos lo utiliza como lugar de paseo con una cierta frecuencia. 30% señala ir una vez por semana, especialmente los vecinos de la zona 1, aunque la diferencia con las demás zonas no es relevante.

c) Sobre movilidad: La pregunta sobre la distancia que se camina en la zona nos plantea un claro radio de entre 2 a 5 cuadras, que la mayoría de encuestados reconoce como la distancia hasta el espacio público más cercano (68%), aunque hay un número importante de personas que no consideraría caminar más de una cuadra (21%).

R e s u l t a d o s

A pesar de las diferencias en las zonas, el uso del transporte público es significativo, así como del automóvil particular. Esto es también se señala cuando los vecinos identifican que la congestión vehicular es uno de los principales problemas de la zona.

168

d) Sobre la percepción: En cuanto a los aspectos positivos de la zona, a pesar de lo expresado en algunas entrevistas, 40% de los encuestados expresa que el vecindario es tranquilo y seguro. Pocos se refieren directamente a la relación con los vecinos (4%), por lo que la percepción de tranquilidad tiene más que ver con el espacio que con las relaciones interpersonales. Sólo un 14% señala los parques y las áreas verdes como un aspecto positivo de la zona.


Contrario a lo que plantean las teorías estudiadas, la falta de equipamiento – juegos para niños, ciclovías, bancas – no se considera como un aspecto especialmente negativo de la zona (0.7%); este factor sólo fue mencionado por los encuestados entre 18 y 27 años.

A pesar de haber considerado el crecimiento inmobiliario como el principal problema de la zona, 75% de los encuestados considera que el vecindario ha mejorado en los últimos años, contra un 18% que opina lo contrario. Este resultado es más dramático en la zona 2, donde 84% está de acuerdo con esta afirmación.

81% de los encuestados dice confiar en la gente que vive en el vecindario. Contrastando con las entrevistas, de hecho, muchos de los problemas de seguridad son achacados a “gente de afuera”, que no pertenece a la zona.

R e s u l t a d o s

Dentro de los aspectos negativos, el principal es la inseguridad (60.7%), percibida de igual manera por personas de diferentes edades. La contaminación ambiental y el tráfico son factores importantes, pero de menor relevancia. Este último es especialmente notado por personas mayores (a partir de 38 años de edad).

169


Sin embargo, esta es también la zona con mayor población nueva, por lo que es posible que la respuesta haya sido dada por personas que no recorrían o habitaban la zona hace 10 años.

R e s u l t a d o s

A pesar de la percepción de seguridad y confianza, manifiesta en preguntas anteriores, cuando se pide a los encuestados que describan qué entienden por espacio público, 53.2% mencionan inseguridad, seguidos de un 15.5% que se refiere a contaminación ambiental/sonora y de un 13.8 que menciona exceso de tráfico alrededor. El concepto de espacio público tiene, pues, claras connotaciones negativas, comunes a todas las edades y zonas.

170

e) Sobre el espacio público: Al referirse a los problemas, los vecinos de la zona no consideran que haya una ausencia de áreas verdes (81% consideran que esto no es un problema). Posiblemente esto se deba a que la suma de bermas, pequeños jardines de retiro, parques y las zonas comunes de la Residencial San Felipe suman una cantidad considerable de área verde, muy contrastante con la mayoría de distritos de Lima. Esta pregunta, sin embargo, no indaga sobre el uso de dicha área; sólo sobre su percepción, que puede limitarse a lo visual. La congestión vehicular, en cambio, sí es un problema relevante (35%), sobre todo en la zona 1.

Sin embargo, el problema más relevante es el del crecimiento inmobiliario, con un 41% de encuestados que considera que se trata de un problema importante, y un 45% que manifiesta que se trata de un problema grave o muy grave. Esto es más dramático en la zona 2, donde se ha dado el mayor proceso de densificación en los últimos años.


En cuanto a la relación con los vecinos, los resultados son altamente contrastantes. El 55% manifiesta conocer a buena parte de sus vecinos, mientras que el 43% está en desacuerdo con esta afirmación. La polarización de esta respuesta se da casi por igual en las zonas 2 y 3. Sin embargo, la zona 1 se distingue con un 65% que dice conocer a sus vecinos, versus un 33% que no. Este contraste también se da frente a la afirmación “Prefiero pasear en un centro comercial que en las calles”, con un 57% de acuerdo y un 43% en desacuerdo. Las razones para la utilización de un determinado espacio público son varias. La principal (36%) es seguridad/ tranquilidad, seguida por proximidad a la vivienda (22.3%), facilidad de acceso (21%) y equipamiento – juegos para niños, ciclovías, bancas (20.7%).

Otros aspectos importantes son existencia de comercio cercano, limpieza y presencia de gente conocida. Este último factor es de especial relevancia para la población joven, entre 15 y 17 años (20%). En oposición, las razones para no usar el espacio público son inseguridad (52.7%), contaminación ambiental o sonora (15.3%), exceso de tráfico alrededor (13.7%) y demasiadas personas usando el lugar (12.3%). También se menciona suciedad, mal mantenimiento de áreas verdes o equipamiento, distancia y presencia de extraños. En todos los grupos de edades la inseguridad es el factor más relevante.

R e s u l t a d o s

Ante la pregunta “¿por qué recomendaría vivir en esta zona?”, la mayoría de respuestas se refieren a los bajos niveles de delincuencia (25%), los parques y paseos peatonales (19%) y la proximidad de servicios básicos (18%). La presencia de parques y paseos es reconocida sobre todo por los habitantes de la zona 1, que hacen uso más extenso de los espacios de la Residencial. El porcentaje es bastante menor en las otras zonas. El 57% de los encuestados manifiesta que en el pasado se jugaba en la calle frecuentemente.

171


4.4 FOTOGRAFÍA DE LAPSO

R e s u l t a d o s

En oposición, las razones para no usar En base a las observaciones in situ y a las respuestas de las entrevistas, se identificaron las zonas públicas más utilizadas al interior del área de estudio. Dichas zonas fueron estudiadas por medio de fotografías tomadas en diferentes momentos del día, durante días distintos de la semana. (Ver anexos, para información más detallada de las fotografías y lugares)

172


R e s u l t a d o s Lámina 15: Actividades más frecuentes en los espacios públicos de la zona de estudio (Elaboración propia).

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Bifurcación Edo VERANO

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VERANO : Sábado, 11/04/15 – 12:05 pm

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VERANO : Jueves, 16/04/15 – 11:56 am

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Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Jueves, 23/04/15 – 12:05 pm

VERANO : Martes, 28/04/15 – 16:15 pm

Av. Del Ejército

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3

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

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TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 1/27

R e s u l t a d o s

N 04


Bifurcación Edo VERANO

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VERANO : Sábado, 25/04/15 – 12:05 pm

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VERANO : Jueves, 30/04/15 – 11:50 am

VERANO : Martes, 21/04/15 – 16:15 pm

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Jueves, 07/05/15 – 11:50 am

VERANO : Sábado, 09/05/15 – 11:05 am

Av. Del Ejército

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

10

R e s u l t a d o s

N 09

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 2/27

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Bifurcación Edo INVIERNO

01

INVIERNO : Sábado, 05/09/15 – 12:10 pm

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INVIERNO : Viernes, 11/09/15 – 11:10 am

INVIERNO : Sábado, 12/09/15 – 12:10 pm

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

INVIERNO : Viernes, 18/09/15 – 13:10 pm

INVIERNO : Sábado, 19/09/15 – 10:10 am Av. Del Ejército

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 3/27

R e s u l t a d o s

N 04


A media cuadra del Starbucks VERANO

01

VERANO : Sábado, 11/04/15 – 12:00 pm

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VERANO : Martes, 14/04/15 – 11:56 am

VERANO : Jueves, 14/04/15 – 11:47 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Viernes, 17/04/15 – 16:10 pm

VERANO : Martes, 21/04/15 – 16:10 pm

Av. Del Ejército

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 4/27

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02

A media cuadra del Starbucks VERANO

06

VERANO : Jueves, 23/04/15 – 11:55 am

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VERANO : Jueves, 23/04/15 – 12:00 am

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Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Sábado, 25/04/15 – 11:50 am

VERANO : Martes, 28/04/15 – 16:20 pm

Av. Del Ejército

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

10

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 5/27

R e s u l t a d o s

N 09


A media cuadra del Starbucks INVIERNO

01

INVIERNO : Sábado, 05/09/15 – 12:15 pm

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INVIERNO : Viernes, 11/09/15 – 11:12 am

INVIERNO : Sábado, 12/09/15 – 12:15 pm

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

INVIERNO : Viernes, 18/09/15 – 13:10 pm

INVIERNO : Sábado, 19/09/15 – 10:17 am Av. Del Ejército

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 6/27

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A media cuadra del Starbucks INVIERNO

06

INVIERNO : Martes, 22/09/15 – 10:10 am

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INVIERNO : Jueves, 24/09/15 – 10:20 am

INVIERNO : Viernes, 25/09/15 – 14:30 pm

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

INVIERNO : Martes, 29/09/15 – 11:10 am Av. Del Ejército

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

Av. Wiracocha

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 7/27

R e s u l t a d o s

N 09


Parque Juan Pablo II VERANO

01

VERANO : Sábado, 11/04/15 – 11:50 am

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VERANO : Martes, 14/04/15 – 16:12 pm

VERANO : Jueves, 16/04/15 – 11:45 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Viernes, 17/04/15 – 16:10 pm

VERANO : Martes, 21/04/15 – 16:08 pm Av. Del Ejército

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 8/27

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Parque Juan Pablo II VERANO

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VERANO : Jueves, 23/04/15 – 11:50 am

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VERANO : Viernes, 24/04/15 – 16:10 pm

VERANO : Sábado, 25/04/15 – 11:45 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Martes, 28/04/15 – 16:18 pm

VERANO : Jueves, 30/04/15 – 11:30 am Av. Del Ejército

0 1

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

10

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 9/27

R e s u l t a d o s

N 09


Parque Juan Pablo II INVIERNO

01

INVIERNO : Sábado, 05/09/15 – 12:12 am

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INVIERNO : Viernes, 11/09/15 – 11:13 am

INVIERNO : Sábado, 12/09/15 – 12:20 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

INVIERNO : Viernes, 18/09/15 – 13:13 pm

INVIERNO : Sábado, 19/09/15 – 10:27 am Av. Del Ejército

0 1

3

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 10/27

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Parque Juan Pablo II INVIERNO

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INVIERNO : Martes, 22/09/15 – 10:15 am

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INVIERNO : Jueves, 24/09/15 – 10:23 am

INVIERNO : Viernes, 25/09/15 – 14:35 pm

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

INVIERNO : Martes, 29/09/15 – 11:00 am

Av. Del Ejército

0 1

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

Av. Wiracocha

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 11/27

R e s u l t a d o s

N 09


A media cuadra del Casino VERANO

01

VERANO : Sábado, 11/04/15 – 11:50 am

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VERANO : Martes, 14/04/15 – 16:15 pm

VERANO : Jueves, 16/04/15 – 11:30 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Viernes, 17/04/15 – 16:15 pm

VERANO : Martes, 21/04/15 – 16:00 pm

Av. Del Ejército

0 1

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 12/27

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A media cuadra del Casino VERANO

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VERANO : Jueves, 09/04/15 – 11:40 am

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VERANO : Viernes, 24/04/15 – 16:09 pm

VERANO : Sábado, 25/04/15 – 11:40 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Martes, 28/04/15 – 16:18 pm

VERANO : Jueves, 30/04/15 – 11:15 am

Av. Del Ejército

0 1

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

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TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 13/27

R e s u l t a d o s

N 09


A media cuadra del Casino INVIERNO

01

INVIERNO : Sábado, 05/09/15 – 12:10 am

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INVIERNO : Viernes, 11/09/15 – 11:10 am

INVIERNO : Sábado, 12/09/15 – 12:20 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

INVIERNO : Viernes, 18/09/15 – 13:10 pm

INVIERNO : Sábado, 19/09/15 – 10:20 am

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 14/27

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A media cuadra del Casino INVIERNO

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INVIERNO : Martes, 22/09/15 – 10:10 am

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INVIERNO : Jueves, 24/09/15 – 10:20 am

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Av. Faustino Sanchez Carrión

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INVIERNO : Martes, 29/09/15 – 11:10 am

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

Av. Wiracocha

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 15/27

R e s u l t a d o s

N 09


Zona Comercial San Felipe INVIERNO

01

INVIERNO : Sábado, 05/09/15 – 12:10 am

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INVIERNO : Viernes, 11/09/15 – 11:15 am

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Av. Wiracocha

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INVIERNO : Viernes, 18/09/15 – 13:20 pm

INVIERNO : Sábado, 19/09/15 – 10:30 am

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 22/27

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Zona Comercial San Felipe INVIERNO

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INVIERNO : Jueves, 24/09/15 – 10:15 am

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Av. Faustino Sanchez Carrión

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10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

Av. Wiracocha

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 23/27

R e s u l t a d o s

N


Pase Belaunde - Residencial San Felipe VERANO

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VERANO : Sábado, 11/04/15 – 11:30 am

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VERANO : Jueves, 16/04/15 – 11:06 am

VERANO : Viernes, 17/04/15 – 16:35 pm

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

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VERANO : Martes, 21/04/15 – 16:00 pm

VERANO : Jueves, 23/04/15 – 11:00 am

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TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

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N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 24/27

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191


07

Pase Belaunde - Residencial San Felipe VERANO

06

VERANO : Sábado, 25/04/15 – 11:00 am

07

08

VERANO : Jueves, 30/04/15 – 10:50 am

VERANO : Jueves, 07/05/15 – 11:00 am

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

VERANO : Sábado, 09/05/15 – 11:10 am

Av. Del Ejército

0 1

192

3

5

10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

Av. Wiracocha

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 25/27

R e s u l t a d o s

N 09


Pase Belaunde - Residencial San Felipe INVIERNO

01

INVIERNO : Sábado, 05/09/15 – 12:15 am

02

03

INVIERNO : Viernes, 11/09/15 – 11:10 am

INVIERNO : Sábado, 12/09/15 – 12:25 am

Av. Wiracocha

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

INVIERNO : Viernes, 18/09/15 – 13:25 pm

INVIERNO : Sábado, 19/09/15 – 10:35 am

Av. Del Ejército

0 1

3

5

10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

05

R e s u l t a d o s

N 04

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 26/27

07

193


07

Pase Belaunde - Residencial San Felipe INVIERNO

06

INVIERNO : Martes, 22/09/15 – 10:25 am

07

08

INVIERNO : Jueves, 24/09/15 – 10:10 am

INVIERNO : Viernes, 25/09/15 – 14:25 pm

Av. Faustino Sanchez Carrión

Av. Javier Prado

Av. Del Ejército

0 1

194

3

5

10km

TRADICIONES URBANAS EN EL CONTEXTO DEL CRECIMIENTO INMOBILIARIO DE LIMA

Av. Wiracocha

TIME-LAPSE. Espacios públicos en estudio 27/27

R e s u l t a d o s

N


Como se ha mencionado líneas arriba, en La humanización del espacio urbano, Jan Gehl (2006 [2004], pág. 17) establece tres categorías para las actividades que las personas realizan en el exterior, en espacios públicos, “cada una de las cuales plantea exigencias muy distintas al entorno físico”: a) Actividades necesarias: aquellas que son más o menos obligatorias, como ir al trabajo, a comprar, hacer recados, etc. A este grupo pertenecen “las tareas cotidianas y los tiempos muertos […] la mayor parte de las relacionadas con la acción de caminar.” (Gehl, 2006 [2004], pág. 17).

b) Actividades opcionales: la participación depende de que exista un deseo o un tiempo y lugar para hacerlo. Se trata de las actividades que normalmente relacionamos con los parques públicos, como dar un paseo, tomar el sol, pasear a una mascota. Dichas actividades “sólo se realizan cuando las condiciones externas son favorables, cuando el tiempo y el lugar invitan a ello.” (Gehl, 2006 [2004], pág. 19). c) Actividades sociales: “dependen de la presencia de otras personas en los espacios públicos. […] incluyen los juegos infantiles, los saludos y las conversaciones, diversas clases de actividades comunitarias.” (Gehl, 2006 [2004], pág. 20). Estas actividades son espontáneas y suceden de la interacción de las personas en un mismo espacio público. Esto implica que un espacio público adecuado, que permita a las personas estar en él con comodidad, permitirá la permanencia y, eventualmente, la interacción.

La observación in situ confirma los datos levantados con el estudio planimétrico: son pocos los espacios públicos en la zona de estudio adecuados en su diseño o dimensiones a las actividades que los habitantes y visitantes quisieran realizar. La mayor parte de actividades en el espacio público corresponden a la primera de las categorías de Gehl y consisten básicamente en desplazamientos cotidianos. Las actividades opcionales y sociales no encuentran espacios suficientes o adecuados para su eficiente realización; sin embargo, existe una cierta necesidad por parte de los vecinos de realizarlas. Es por eso que espacios alternativos – bermas, veredas, cruces – son utilizados como parques .

R e s u l t a d o s

La síntesis de dichas observaciones se ha plasmado también de manera fotográfica; se muestran los usos más recurrentes en diferentes espacios.

195


Se ha identificado en la zona que, además de los pocos parques públicos, los usuarios emplean la berma central a modo de parque lineal para muchas de sus actividades. Es así que en esta zona se observan vecinos paseando a sus perros, niños corriendo, personas durmiendo siesta o almorzando. Incluso en algunas horas del día se ha identificado la presencia de vendedores ambulantes. R e s u l t a d o s

Este espacio cuenta con algunas ventajas que hacen posible su utilización. Se trata de un área verde, con jardín y árboles, que proveen sombra y una cierta comodidad. Sin embargo, al no haber sido diseñada como parque, la berma carece de mobiliario – bancas, losas, luminarias – y el acceso a la misma es complicado en algunas zonas del área de estudio.

196

Además, no hay un adecuado límite de la berma con la vía pública, lo que hace que ésta sea una zona potencialmente peligrosa y bastante contaminada por el humo de los escapes.

Ante la falta de espacios públicos adecuados o suficientes, lo observado es un uso informal de los espacios a disposición (Brillenbourg, Feireiss, & Klumpner, 2005; Potrc, 2005; Urban-Think Tank, 2013). Se entiende informalidad como el uso no planificado ni reglamentado de un espacio determinado. Esta ocurre cuando no existe una solución formal viable – no existe la infraestructura, el marco legal y/o los medios económicos – para la actividad que se necesita o se desea realizar. Aún si la informalidad no puede considerarse una solución ideal, “presenta características y recursos que podrían incluso proponer mejores relaciones entre sus habitantes y una estructura social más sólida” (Dreifuss Serrano, Informality: A Realm for The Autonomy of The User, 2013, pág. 252) que eventualmente podría propiciar la cooperación y el establecimiento de nexos comunitarios.

Por otro lado, creemos que el uso informal del espacio es, en sí mismo, un indicador de las necesidades de la zona y de los recursos que las personas tienen a su alcance para llevarlas a cabo. La situación precaria se vuelve entonces una clave de lectura y una herramienta de diagnóstico.


c) Cambios en el uso de suelo: el cambio de zonificación de vivienda a comercio, en las zonas más cercanas a los cruces de avenidas y el frente de la Residencial San Felipe trae a la zona un nuevo tipo de usuario (Whyte, 1980, que, aún si no vive en ella, hace uso de su espacio público con actividades necesarias y opcionales. La Residencial San Felipe tiene su propia dinámica, pero sus espacios públicos son utilizados como tales. Es decir, que son utilizados no sólo por los residentes de la misma residencial, sino por vecinos y usuarios del entorno.

Muchas de las personas entrevistadas se refieren a las áreas verdes y de juegos de la residencial como si se trataran de un parque público a su disposición, y hacen consecuente uso de estos espacios. La zona comercial al interior de la Residencial aumenta el flujo de usuarios a dichos espacios. Por otro lado, las actividades comerciales en la Av. Gregorio Escobedo generan un flujo de usuarios ajenos no sólo a la Residencial, sino al distrito. El estacionamiento es frecuentemente utilizado por los usuarios de la Clínica San Felipe, las áreas verdes por alumnos de la UPC, los visitantes del policlínico o del centro cultural peruano japonés.

R e s u l t a d o s

El actual uso del espacio público está directamente relacionado a los cambios en zonificación, densificación y usos de suelo de la zona, como ha sido analizado con anterioridad . Estos factores tienen las siguientes consecuencias: a) Cambios en la tipología de la vivienda: de viviendas unifamiliares de baja densidad a conjuntos multifamiliares en altura. b) Cambios en las dimensiones de la vivienda: consecuencia de cambios en la composición familiar y en la nueva oferta de vivienda como respuesta a alza de costos y a nuevas costumbres. pág. 16)

197


198


05

5.1 HALLAZGOS FUNDAMENTALES Si bien la subdivisión del área en zonas y la clasificación de los fenómenos urbanos observados en distintos tipos constituyen herramientas de análisis necesarias para abarcar un fenómeno urbano complejo y en crecimiento, es importante señalar que la ciudad debe entenderse como un sistema en el que la articulación de espacios es fundamental. Una de las principales características del área de estudio es la mencionada diferenciación entre sus partes.

La existencia de barreras en el cruce difícil de las avenidas y el gran contraste entre los usos de suelo hace que este eje, que geográficamente parece unificado y unificador, sea en la práctica un conjunto de barrios poco articulados entre sí. Dicha subdivisión, que inicialmente fue planteada como una herramienta de análisis y diagnóstico, ha demostrado ser en realidad una verdadera división barrial que nos muestras tres situaciones muy distintas entre sí.

Observamos en el uso del espacio público una combinación de prácticas formales e informales. Con informales nos referimos a prácticas espontáneas que se realizan en espacios que no han sido diseñados para ello.

199

D i s c u s i ó n

DISCUSIÓN


D i s c u s i ó n

Las primeras se refieren al uso de espacios definidos para actividades específicas, como lo son el juego de niños en las áreas diseñadas al interior de la residencial, o el paseo en bicicleta por las ciclovías. Sin embargo – especialmente en las zonas 2 y 3 – también hay una importante ocupación informal del espacio a través de la realización de actividades en espacios no diseñados para estas. El caso más resaltante es el de la berma central, que es usada a diario y brevemente para el paseo de perros. Gente que trabaja en la zona también la ocupa, a la hora de almuerzo o de descanso.

200

Esta ocupación informal toma los recursos a disposición para desarrollar las actividades de la mejor manera posible: las tomas de sumideros públicos de agua se convierten en bancas; las sombras de los árboles, en lugares para estar; los jardines, en pequeños parques o espacios para hacer ejercicio.


D i s c u s i ó n Mapa

8:

Mapeo

general

-

actividades

realizadas

en

el

espacio

público

del

área

de

estudio

(Elaboración

propia).

201


D i s c u s i ó n

El gráfico muestra los lugares donde se realizan las actividades mencionadas, distinguiendo si se trata de un uso formal (lugares adecuados) o informal (lugares inadecuados) del espacio. Las encuestas han señalado que los vecinos perciben que el espacio público es adecuado, pero la observación del uso cotidiano nos indica lo contrario. Es posible que esto se deba a que, comparativamente, el área mencionada tiene más y mayores áreas verdes que en otros distritos de Lima. Muchos de los nuevos residentes provienen de lugares en donde la situación es precaria, por lo que se percibe el estado actual como uno de mejora.

202

Sin embargo, dentro de los valores que las personas otorgan a los distintos posibles servicios y equipamientos del espacio público, las actividades ligadas a las relaciones interpersonales tienen escasa presencia. Como lo señalaremos a continuación, esta es una situación que sería deseable revertir.


D i s c u s i ó n

5.2 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Como ya se ha mencionado, el establecimiento de una tradición implica la permanencia en el tiempo de una cierta actividad trascendente. La existencia de tradiciones contribuye a la cohesión social y al establecimiento de una identidad grupal; en esto radica su importancia. Dada la reciente movilidad de vecinos en el área estudiada, las pocas costumbres existentes aún distan mucho de convertirse en tradiciones. Esto se debe, en primer lugar, al hecho de que el barrio aún se encuentre en proceso de cambio: casas siguen siendo demolidas para ser reemplazadas por edificios de viviendas de alta densidad.

Adicionalmente, muchos de los nuevos departamentos son comprados para ser dados en alquiler, por lo que la percepción de los propios vecinos es de una población que no necesariamente se quedará en la zona.

Cuando el proceso de cambio del vecindario finalice, es posible que las familias tiendan a permanecer en los departamentos por períodos largos de tiempo, lo que contribuirá al establecimiento de una identidad barrial.

Ante esta situación poco puede hacer la arquitectura pública. Mientras se dé este proceso de cambio intenso en el vecindario, el establecimiento de tradiciones no se podrá dar, puesto que se requiere una cierta estabilidad que permita la repetitividad.

203


D i s c u s i ó n

Sin embargo existe un segundo factor que previene el establecimiento de tradiciones y este es la ausencia de una infraestructura pública adecuada, que permita a los vecinos desarrollar actividades individuales o grupales al exterior. El actual uso de las bermas, por ejemplo, podría propiciar encuentros e intercambio entre los vecinos si se tratara de un espacio con lugares para estar y desplazarse con comodidad. El que se trate de un espacio improvisado y de difícil acceso peatonal obliga a las personas a limitar su permanencia en este. El diseño urbano y arquitectónico de los espacios ya existentes puede en este caso colaborar, tomando en cuenta las dinámicas ya existentes, con el fin de mejorar las condiciones para que estas se den de una mejor manera.

204

El ejemplo de la Residencial San Felipe nos muestra cómo, luego de un tiempo en el que los vecinos ya logran conocerse, y con espacios públicos adecuados, algunas de las costumbres como festividades religiosas o eventos distritales pueden volverse tradiciones. El adecuado diseño de la infraestructura también tiene una injerencia en el establecimiento de hábitos que redunden en mejoras para el vecindario. El que los peatones crucen por los cruceros peatonales, que la basura esté en los lugares que corresponden, que la presencia de visitantes externos a la zona no interrumpa las actividades cotidianas de los vecinos, puede ser controlado con el diseño adecuado de cruceros, el emplazamiento de basureros, bancas, farolas y mobiliario urbano adecuado y, en general, el entendimiento por parte de diseñadores y promotores que el espacio público puede y debe ser un complemento de la vivienda, en el sentido en el que éste permite realizar distintos tipos de actividades.

El espacio público también juega un papel importante en el establecimiento de una memoria barrial colectiva. Nuevamente la comparación con los vecinos de la Residencial San Felipe nos habla de una memoria del lugar ligada al espacio, que permite establecer grupos e identidades. Cuando el espacio no permite la permanencia, eso es casi imposible. El fenómeno de crecimiento inmobiliario, impulsado por el estado y las municipalidades, cumple la doble función de aumentar los ingresos ediles en una zona y proveer vivienda de calidad aun segmento de la población. Cuando la zona presenta atractivos tales como la cercanía al transporte público, a parques o a equipamiento urbano, el fenómeno de densificación aumenta ante la gran demanda.


La necesidad de dar un mejor tratamiento a los espacios públicos aumenta cuando consideramos que, ante la densificación de los lotes y la dramática disminución del área de la viviendas en relación a las casas unifamiliares que estas reemplazan, ya no se puede confiar que el interior de la vivienda sea suficiente para garantizar el cumplimiento satisfactorio de todas las actividades de los individuos. Si antes los niños jugaban en los patios o jardines traseros de sus casas, en la actualidad deben buscar otros espacios para realizar estas mismas actividades.

Adicionalmente, la tarea del espacio público trasciende cubrir las carencias físicas de un espacio que ya no existe en la vivienda; este debería funcionar como lugar de encuentro y catalizador de actividades sociales. Las actividades humanas colectivas no ligadas al consumismo son, en sí mismas, satisfactorias para los individuos. Promueven además el desarrollo de un sentido de comunidad a través de la negociación y el compartir de los mismos espacios, y el encuentro con el otro. La ciudad contemporánea ha reemplazado estas actividades por un esquema en el que es ideal la falta de contacto entre os individuos. Las viviendas son herméticas e incluso al interior de edificios multifamiliares, las posibilidades de encuentro son pocas.

Tanto la percepción de falta de seguridad, acompañada de ideas sobre la hostilidad del medio exterior, como el diseño formal de los espacios, confluyen a generar estilos de vida en donde el encuentro informal y casual con el otro es prácticamente eliminado de las dinámicas cotidianas de una manera consciente y estratégica. Es así que la ciudadanía va olvidando cómo crear una vida pública informal. El encuentro con el otro es, cada vez, más complicado y menos fluido. Al mismo tiempo, las nuevas tecnologías de información y la omnipresencia de las redes, llevan a que la mayoría de nuestras interacciones cotidianas sean a través de espacios virtuales. Este aislamiento redunda en la falta de conocimiento de costumbres propias y ajenas que permitiría preparar a los individuos para futuros encuentros con el otro, sin mencionar la anulación de posibilidades de enriquecimiento gracias a éste.

D i s c u s i ó n

Dado que la responsabilidad de la ocupación del lote recae en el sector privado, cuya principal motivación es la rentabilidad, es tarea de la administración pública el suplir los espacios complementarios necesarios y el garantizar la calidad de estos.

205


D i s c u s i ó n

La ventaja de la configuración antigua, antes del crecimiento inmobiliario, era la relación proporcional entre espacio público y privado. Sin embargo, con los años, la sensación de inseguridad había llevado a las viviendas unifamiliares a aislarse en sí mismas a través de muros. Esta configuración reducía dramáticamente la posibilidad de encuentro. En la actualidad, las unidades multifamiliares presentan la ventaja de una situación en la que la convivencia y el encuentro son más frecuentes. Sin embargo, la configuración espacial con respecto a la calle, y el diseño arquitectónico de las mismas, lleva a una situación en la que los encuentros son aún menores. Las condicionantes dadas, sin embargo, tienen el potencial de revertirse en aras de una relación grupal más intensa.

206

Dentro de los estudios urbanos, se ha distinguido entre ciudad doméstica y ciudad pública. La primera se refiere a los fenómenos ediles al interior del lote, generalmente referidos a las urbanizaciones periféricas en donde el espacio público es escaso y poco utilizado. En este tipo de ocupaciones, el objeto arquitectónico se vuelve más importante que su emplazamiento o sus condicionantes. La ciudad pública señala espacios urbanos planificados que conceden máxima importancia a lo público en zonas, generalmente, con una alta densificación. Observamos en la zona de estudio una extraña combinación de ambas situaciones; la densificación y la necesidad de compartir espacios nos hace pensar en una ciudad pública, pero el uso real que se da y la falta de equipamiento adecuado, nos llevan a comportamientos más relacionados con la ciudad privada.

¿Cómo revertir la situación dada y dar al espacio público un mayor protagonismo? Proponemos criterios de intervención en base a los tres ángulos mencionados en el capítulo 2: Lo físico Creemos que se debe empezar reconociendo la importancia del espacio público, de modo que las connotaciones negativas manifestadas por la población (Ver subcapítulo 4.3) sean poco a poco reemplazadas por reconocer la necesidad de un espacio público de calidad. Más allá de un canal de tránsito indispensable para la movilidad, la calle es el espacio público por excelencia, puesto que es también el único espacio ineludible.


Al sumar a la calle el diseño de los espacios públicos disponibles, encontramos que son muchos los lugares no percibidos como tales, pero con el potencial de convertirse en espacios de calidad. Se ha mencionado abundantemente el caso de las bermas centrales. Una vez que se garantiza un acceso fácil y diferenciado de los peatones a ésta – a través de pasos a nivel de vereda que, además, fuerzan a los automóviles a disminuir la velocidad – un adecuado aislamiento del tráfico vehicular para aumentar la seguridad y un equipamiento adecuado en forma de bancas, farolas, basureros, etc., se puede disponer de un espacio adecuado y de gran calidad para el desarrollo de actividades cotidianas necesarias, opcionales e, incluso, sociales.

D i s c u s i ó n

Cualquier intervención sobre las condiciones dadas debe, por lo tanto, colocar a la calle como punto de partida, tomando como personaje principal al peatón. Iniciativas recientes, algunas de ellas gestadas por vecinos y usuarios de otras partes de la ciudad, han exigido a las autoridades municipales dar un mayor énfasis en esta dimensión del espacio público. Lejos de vías vehiculares con más carriles, que apuntan a la segregación de las personas entre sí y a la sensación de inseguridad y falta de confort en el espacio urbano, se hace necesario una mejora de las condiciones del peatón y una mayor y mejor dotación de servicios.

TSe requiere, como señala Kevin Lynch (1981), en un primer momento, que las intervenciones planteadas respondan a criterios de eficiencia, no medida sólo por el costo, sino también por las posibles ganancias de una intervención dada, y justicia en relación a los vecinos – nuevos y antiguos – y a los transeúntes del área. Si tomamos estos criterios como puntos de partida, la intervención en espacios públicos de zonas ya consolidadas o en proceso de consolidación empieza por reconocer cuáles son las condicionantes de lo que se tiene. Hasta qué punto el espacio público es administrado de manera equitativa entre las personas, de modo tal que éste sea una alternativa tan o más atractiva que el espacio privado debe ser prioridad.

207


D i s c u s i ó n

Las particularidades identificadas en cada una de las zonas nos dan indicaciones mucho más puntuales con respecto al diseño específico de los espacios. Es importante mencionar cómo la dimensión formal y tangible del diseño debe responder, de manera predominante, a lógicas conceptuales y sociales ligadas a las dinámicas urbanas deseables. Antes de referirnos directamente al proceso formal de diseño, es importante considerar la imagen urbana como una característica primordial de los barrios y asentamientos. Dicha imagen urbana debe estar en sintonía con los códigos estéticos y morales de los usuarios del espacio. Por lo tanto, su diseño debe partir del análisis de costumbres y hábitos de los mismos.

208

Las tradiciones urbanas sólo se consolidarán en espacios en los que la forma física vaya acompañada de una clara lectura de la imagen, que permita la adecuada identificación entre los ciudadanos y su espacio. Los recursos formales a pequeña y mediana escala – mobiliario urbano, texturas de pisos, tratamiento de las áreas verdes, establecimiento de límites entre las diferentes zonas del espacio público – nos permiten una actuación efectiva sobre estos fenómenos que, con pocos recursos, puede revertir parte de las situaciones no deseadas.


Tradiciones urbanas en el contexto del crecimiento inmobiliario de Lima

Cualidades de la forma [urbana] sobre las que puede actuar un diseñador

Singularidad

Claridad de figura-fondo, la manera cómo un objeto puntual se destaca de su entorno

Sencillez de la forma

Claridad en el sentido geométrico, limitación de partes.

Continuidad

De borde o superficie, proximidad de las partes, repetición del intervalo rítmico, similitud

Predominio

De una parte sobre las demás por medio del tamaño, la intensidad o el interés, lo cual lleva a la interpretación del conjunto como un rasgo principal con un racimo asociado.

Claridad de empalme

Visibilidad de empalmes y suturas, interrelación.

Diferenciación de dirección

Asimetrías, gradientes, referencias radiales.

Alcance visual

Aumento del margen y la penetración de la visión, real o simbólicamente; transparencias, superposiciones, perspectivas, panoramas, elementos de articulación, etc.

Conciencia del movimiento

Hacer sensible al observador, a través de los sentidos visuales y kinestésicos, su propio movimiento real o potencial.

Series temporales

Series que se experimentan en el transcurso del tiempo.

Nombres y significados

Características no físicas que pueden realzar la imaginabilidad de un elemento. Los nombres ayudan a cristalizar la identidad.

D i s c u s i ó n

INFORME FINAL

Tabla 20: Cualidades de la forma sobre las que puede actuar un diseñador (Fuente: Lynch, 2001 [1984], p. 129. Elaboracion propia).

209


D i s c u s i ó n

Lo relatado De manera adicional, se sugieren cualidades específicas de la forma de objetos urbanos, que permitan una mejor identificación de los mismos que conlleve a una relación afectiva mayor con el entorno construido. La construcción de la identidad parte del reconocimiento de uno mismo en el lugar en el que uno se encuentra. La adecuación de los espacios públicos para un mejor ejercicio de hábitos y costumbres permite la consolidación de individuos y grupos en el compartir espacios y desarrollar actividades comunes.

210

El diseño del espacio público, cuando añade variables estéticas que permiten la fácil identificación de los elementos y el reconocimiento de zonas o barrios dentro de un área mayor, ayuda a la formación de grupos. Es a través de la imagen visual que se inicia el relato, aún si en un primer momento este ocurre de manera esporádica y en grupos pequeños de usuarios. Con el tiempo, la forma urbana permite el reconocimiento no sólo por propios, sino también por ajenos – por ejemplo lo sucedido con el mobiliario urbano del parque Kennedy en Miraflores – lo que consolida el sentido de pertenencia de los vecinos.

Adicionalmente, los municipios pueden proponer actividades públicas que, por un lado, satisfagan necesidades específicas de los usuarios y, por otro lado, se vuelvan eventos que permitan el encuentro y el intercambio. Iniciativas ligadas al deporte o a las actividades culturales, a la prevención de enfermedades o a la celebración de fechas importantes pueden congregar a vecinos con intereses comunes y servir de catalizador para futuras dinámicas de intercambio espontáneas. El relato se vuelve entonces herramienta de identidad y un vehículo para la consolidación de costumbres.


D i s c u s i ó n

Lo trascendente Cuando estas actividades son interiorizadas y adoptadas de manera grupal como parte de la cultura, podemos hablar de tradiciones y, por lo tanto, de la construcción de una ciudadanía en base a la interacción casual o informal en el espacio. Las experiencias urbanas se vuelven entonces tradiciones y estas trascienden las dimensiones temporales y se vuelven un elemento de identidad del grupo de personas que las realizan. Este debe ser el objetivo de la planificación urbana en entornos construidos, con el objetivo no sólo de una población más comprometida y participativa con su entorno, sino de individuos más satisfechos con sus propias condiciones de vida.

211


212


ANEXOS

06

Anexos

6.1 CRECIMIENTO INMOBILIARIO EN EL SIGLO XXI

213


214

Anexos


215 Anexos


216

Anexos


Anexos

6.2 TABLAS DE VARIEDAD

217


1 BERMA

2 CALLE

Fuente: Google Streetview. Fuente: Google Streetview.

Tipología

Berma central de la Avenida Gonzales Prada, Magdalena

Tipología

Vereda y jardines de aislamiento.

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños y correr.

Actividades principales

Paseo de perros y correr.

Ubicación

Desde el Jr. Daniel Hernández, hasta la calle Riquelme,( 6 cuadras)

Ubicación

Dirección: Espaldas del Hospital Larco Herrera.

AV. JAVIER PRADO

Anexos

AV. BRASIL

1 AV. GONZALES PRADA

218

2 JR. TRUJILLO

HOSPITAL LARCO HERRERA


4 CALLE

3 MALECÓN

Fuente: Google Streetview. Fuente: Google Streetview. Malecón

Tipología

Calle

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr.

Actividades principales

Paseo de perros.

Ubicación

Dirección: Desde Parque La Pera del Amor

Ubicación

Desde Av. Juan de Aliaga, hasta Club Golf Lima.

PARQUE

MALECÓN SAN ISIDRO

AV. GENERAL ANTONIO PEZET

AV. DEL EJÉRCITO

AV. SALAVERRY

3

AV. JUAN DE ALIAGA

4

LA PERA DEL AMOR

Anexos

Tipología

219


6 BERMA

5 CALLE

Fuente: Google Streetview.

Tipología

Berma

Calle

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, y correr.

Actividades principales

Bicicletas y correr.

Ubicación

Desde Faustino Sánchez Carrión, hasta Av. Félix Dibós

Ubicación

Dirección

6 AV. DEL EJÉRCITO

Anexos

Fuente: Google Streetview. Tipología

220

AV. JR. BERNARDO MONTEAGUDO

5


7 BERMA

8 BERMA

Fuente: Google Streetview. Tipología

Berma Paseo de perros.

Ubicación

Desde Jr. Clemente X, hasta Av. Salaverry

Berma

Actividades principales

Paseo de perro, bicicleta y correr.

Ubicación

Desde Cdra. 20 hasta 25

Anexos

Actividades principales

Fuente: Google Streetview. Tipología

7 JR. JUAN POLAR

8 7

221


9 CALLE

10 CALLE

Ó

Fuente: Google Streetview.

Fuente: Google Streetview.

Calle

Tipología

Calle

Actividades principales

Paradero., Compra de periódicos.

Actividades principales

Paseo de perros, correr Compra de periódicos.

Ubicación

Av. Sánchez Carrión cdra. 6

Ubicación

Av. Sánchez Carrión cdra. 8

Anexos

Tipología

9

10

AV. SANCHEZ CARRIÓN

AV. SANCHEZ CARRIÓN AV. JUAN DE ALIGA

222

Ó


11 BERMA

12 PASEO

Fuente: Google Streetview. Fuente: Google Streetview.

Tipología

Berma

Tipología

Actividades principales

Paseo de perros, compra de periódicos y paraderos.

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr.

Ubicación

Desde Av. Sánchez Carrión, hasta Jr. Huiracocha.

Ubicación

Residencial San Felipe.

12

Anexos

11

Calle, Sendero + Parque

RESIDENCIAL SAN FELIPE

223


14 PARQUE

13 PARQUE

Fuente: Google Streetview. Parque + Senderos

Tipología

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr.

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr, venta ambulantes.

Ubicación

Final de la Av. Salaverry

Ubicación

Bajada Marbella.

13

14 PARQUE LA PERA DEL AMOR

224

Parque

AV. DEL EJÉRCITO

Anexos

Tipología


15 PARQUE

16 PARQUE

Á

Tipología

Parque

Tipología

Parque

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta y correr.

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr.

Ubicación

Jr. Acosta, San Isidro

Ubicación

Calle Salazar Bondi, Magdalena.

15

Anexos

AV. GONZALES PRADA

16

AV. SALAVERRY

225


18 PARQUE

17 PARQUE

Tipología

Parque

Tipología

Parque

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños y correr.

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr.

Ubicación

Av. Juan de Aliaga Cdra. 5

Ubicación

Javier Prado Cdra. 5

Anexos

AV. JAVIER PRADO

17 AV. JAVIER PRADO

18

226


20 PARQUE

19 PARQUE

Tipología

Parque

Tipología

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr.

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr,

Ubicación

Pasaje Quiñones Cdra. 1

Ubicación

Jr. Caracas Cdra. 2

Anexos

19

Parque

20

227


22 PARQUE

21 PARQUE

Parque

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, bicicleta, correr.

Ubicación

Av. Cesar Vallejo Cdra.

Anexos

Tipología

21

228

Tipología

Parque

Actividades principales

Paseo de perros, juegos de niños, Actividades deportivas.

Ubicación

Av. Salaverry

22


23 PARQUE

24 CLUB

Í

Tipología

Parque

Actividades principales

Ej. Paseo de perros, juegos de niños, Actividades Culturales.

Ubicación

Av. Salaverry.

Tipología

Espacio Público Privado

Actividades principales

Actividades Deportivas y Sociales

Ubicación

Jr. Justo Vigil Cdra. 2

Anexos

24 23

229


26 CASINO

25 CLUB

Tipología

Espacio Público Privado

Actividades principales

Actividades Sociales y Deportivas.

Ubicación

San Isidro

25

Tipología

Espacio Público Privado

Actividades principales

Casino

Ubicación

Av. Juan de Aliaga Cdra. 1

AV. MIRO QUESADA

Anexos

26

AV. JUAN DE ALIAGA AV. SANCHEZ CARRION

230


28 GRIFO

Tipología

Espacio Público Privado

Tipología

espacio Público Privado

Actividades principales

Comercio de Alimentos

Actividades principales

Estación de Servicios

Ubicación

Av. Juan de Aliga, cruce con Av. Javier Prado

Ubicación

Av. Juan de Aliga, cruce con Av. Javier Prado

AV. JAVIER PRADO

AV. JAVIER PRADO

27 AV. JUAN DE ALIAGA

Anexos

27 STARBUCKS

AV. JUAN DE ALIAGA

28

231


29 CENTRO COMERCIAL

Tipología

Espacio Público Privado

Actividades principales

Centro Comercial

Ubicación

Av. Salaverry Cdra. 25

Anexos

RESIDENCIAL SAN FELIPE

29 AV. SALAVERRY

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USE OF PUBLİC SPACE DURİNG RAPİD URBAN DENSİFİCATİON CRISTINA DREIFUSS-SERRANO, ANGELES MAQUEIRA YAMASAKI Cristina Dreifuss-Serrano, Professor, Universidad de Lima, Angeles Maqueira Yamasaki, Professor, Universidad de Lima.

Anexos

6.3 ARTÍCULO DEL CUI

Abstract In contexts of rapid urban development, driven mostly by private initiatives with strong encouragement of the public sector, public space is seldom considered during the transformation of single-family houses into multi-family buildings. This densification process is thus not accompanied by a balanced development in policies for the use, improvement or adaptation of nearby public areas. Inhabitants, however, will use existing public space at the best of their abilities, with repetitive actions and events – urban traditions – that become an appropriation of space, while seeking at the meantime the satisfaction of specific needs, individual or collective. Activities carried on in public space depend of those needs and of the physical possibilities offered by space itself, as perceived by users. Often, informal processes take place in order to slightly adapt the given conditions of an existing square or pathway, to better suit them to people’s requirements or preferences. The study has selected a two-kilometre axis in a centric area of Lima (Avenues Gregorio Escobedo and Pardo y Aliaga, in the Jesus María and Magdalena districts). This axis is still in the middle of a densification process, where large single-family houses have been demolished, and the land used to build twenty-story buildings which provide cheaper apartments. This does not only produce a dramatic increase on the population of the district, but also a change in the families’ composition and social customs. The first blocks of the axis have been almost completely replaced by buildings, while the opposite end still hosts traditional houses. Therefore the study manages to see both realities in a timeline of sorts given by the progressive development in the area. Through field work, polls and interviews with both new and old inhabitants, centred on analysing behaviour in public space, variations in family composition and in the occupation of the land, and the perception of the users of public space in regard of recent changes, we aim to establish action lines to consider when establishing public administration policies, as well as design strategies that seek to optimise existing public spaces.

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2016 Lima, Perú.

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