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Signos La democracia revocatoria del jefe máximo

SignoS

LA DEMOCRACIA REVOCATORIA DEL JEFE MÁXIMO

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Ha pasado ya el relajo de la farsa de-

mocrática de la revocación del mandato presidencial.

En realidad ha sido otra muy costosa edición del tipo de propaganda que tan bien sabe montar, para fortalecer la popularidad de su liderazgo, el jefe máximo. El pueblo le ratifica su veneración. Y él consolida la base política, social y electoral que requieren los proyectos esenciales de su gestión, y sus intenciones de permanencia en el poder supremo del Estado nacional más allá del término de su

Gobierno. No, no habría de reelegirse. O no por la vía de su reinscripción electoral directa. Su propósito es seguir tomando decisiones fundamentales para el país más allá del término constitucional de su administración, a través de un sucesor incondicional y al estilo del anterior ‘Jefe Máximo’, Plutarco Elías Calles, fundador del partido emanado de la Revolución Mexicana y del llamado Maximato, o el sistema fáctico de ese totalitarismo que le posibilitaba imponer y manipular Presidentes a su absoluto albedrío, y por medio del cual pudo controlar a cuatro de ellos, con los que sumó dos décadas de caudillismo puro, hasta que le falló el cálculo con el general Cárdenas, que le fingió sumisión para que lo eligiera, y luego lo expulsó del poder y del país, e hizo posible la segunda transformación del partido de la usurpación revolucionaria.

La intención de la propaganda revocatoria es la de un neomaximato, aunque los tiempos de la rebatinga partidista y la caducidad inevitable de la adoración y el culto obradoristas no den para

más de un títere presidencial a merced de las disposiciones transexenales del actual jefe máximo.

Y en esa intención se incluyen la ulterior consolidación de sus reformas constitucionales y sus obras esenciales de inversión: la política constitucionalizada de becas y pensiones, la reforma eléctrica -dentro del espectro ampliado de la reforma energética-, por ejemplo, y los proyectos en curso tras el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Corredor Transístmico y el aeropuerto de Tulum, entre los de mayor envergadura; todas, por supuesto, necesarias para el país, más allá de las disputas de interés en torno a las llamadas ‘energías limpias’ (y por demás sucias en sus entrañas corporativas globales y domésticas) y a los falaces activismos ambientalistas, convenientemente tardíos por su instrumentación opositora y oligárquica. (Porque el de Andrés Manuel es un liderazgo bipolar o que se bifurca entre sus buenos saldos sociales y del necesario control estatal del sector energético -como tanto ambicionarían algunos pueblos europeos, dependientes de la capitalización rapaz de los dueños privados de la electricidad-, y sus contrastantes fracasos en sectores como el de la seguridad y la educación.)

La propaganda del revocacionismo del mandato presidencial, desde la certeza de un éxito cifrado en la fidelidad electora masiva y los dividendos militantes de los subsidios populares de la política del Bienestar, tiene esa dimensión estratégica. Y en ella se incluyen los beneficios del contagio proselitista para los candidatos en campaña del partido presidencial y de sus socios, por delictivos y punibles que sean, como la candidata verdemorenista al Gobierno quintanarroense, propiedad de la mafia del Niño Verde, pero disparada por encima de sus competidores hacia el objetivo gubernamental, por la dicha fuerza evangélica del jefe máximo.

Tienen, claro, fundamentación democrática, esas convocatorias selectivas a la participación ciudadana directa en torno a iniciativas de interés para la jefatura del Gobierno federal y del Estado nacional. Pero en una cultura del sufragio tan incivil, tan deficiente y tan poco cultivada en las aulas y en valores educativos cada vez más elevados, suelen advertirse, más bien, como utopismos maniqueos y maquinaciones oportunistas orientadas a la conveniencia y al utilitarismo políticos.

Porque mientras se apela a la decisión soberana de la gente, se impone el previsible y decisivo poder de la fanaticada presidencialista, donde el sentido crítico de las mayorías y la democracia, por tanto, sucumben en mayor medida.

Y, claro, hay proyectos nacionales necesarios que se fortalecen. Pero hay una simulación del derecho autogestivo y democrático, favorable a una deriva autoritaria de perfiles callistas, que también lo hace.

La marginalidad expansiva, la deshumanización generacional y la conciencia juvenil del fracaso, garantizan la descomposición. Como nunca, Cancún está ahora en el mapa mundial como uno de los focos más visibles de la violencia organizada. Más grave que eso, sin embargo, es que la violencia organizada produce menos víctimas y más deterioro humano y civilizatorio que la violencia espontánea convencional. Más grave es que en el deterioro general de la urbe turística más emblemática de México se incrementen las reservas de mano de obra de las bandas criminales del ‘narco’ y la extorsión; que la inmigración inagotable y el poblamiento caótico incontenible y sin controles institucionales de la indigencia multipliquen a diario las fuentes abastecedoras de sicarios y consumidores de drogas; que mientras más adictos locales y extranjeros amplifiquen el mercado y multipliquen las disputas de los grupos delictivos, por una parte, por la otra se extienda a toda prisa el mercado disponible de habitantes del inframundo dispuestos a todo merced a su circunstancia irremediable de miseria espiritual y material, donde matar y morir tienen una frontera cotidiana muy permeable y muy al margen del interés superior de líderes políticos, gobernantes, funcionarios y demás miembros privilegiados de las cúpulas de decisión de la vida pública; que los hechos de sangre y las cifras fatales de la violencia organizada sean mucho menores que las de la delincuencia común; y que mientras estos sucesos y estos números espeluznante de la letalidad ordinaria de quien ataca y mata por cualquier cosa sigan subiendo en la escala nacional y haciendo de Cancún una de las ciudades más sangrientas por crímenes de ese tipo, la violencia del hampa organizada tendrá su contexto ideal para seguir creciendo y el reino de la descomposición total será el paisaje inevitable del futuro próximo. Porque el factor propiciatorio del crecimiento de la violencia y la inseguridad en la ciudad es la deshumanización progresiva, la destrucción de los valores de la solidaridad y la cohesión comunitaria, la ignorancia y la incultura, la perversión de la conciencia crítica y la insensibilidad refractaria a emociones y sentimientos, la indigencia absoluta, que va consumiendo el entorno generacional y haciendo presa, sobre todo, de los jóvenes. La juventud va asumiendo la normalidad de la irresponsabilidad y la agresividad; la de golpear a la pareja, por ejemplo, y humillar a compañeros y vecinos, o participar en actos vandálicos, robar, no respetar a nadie y entender que la única forma de hacerse vivir en la selva de la ingobernabilidad y la corrupción es la ilegalidad y el crimen. Representantes de organismos internacionales y asociaciones civiles señalan que Cancún es igual de violenta que una ciudad muy violenta de Colombia, pero “En Colombia, si escuchas que masacraron a puñaladas a una mujer, es porque fue un ajuste de cuentas entre los cárteles. En Cancún se debió a una riña entre la pareja por celos”.

Armando Galera

Los principales protagonistas de la vio-

lencia e inseguridad en Cancún no son las organizaciones criminales, sino los adolescentes y jóvenes, advierten asociaciones civiles y organismos internacionales. Y es que los medios de comunicación dan mayor cobertura a las ejecuciones por ajuste de cuentas entre los cárteles, relegando al niño de tres años que fue abusado sexualmente por un par de adolescentes, o al joven de 18 años que apuñaló 23 veces a su pareja de 16 por una discusión mientras se emborrachaban, o al suicida víctima del abandono, la desesperación del hacinamiento, el desempleo, la miseria y el fracaso. “El problema es que la gente se aterra por una balacera en la Zona Hotelera donde perdieron la vida unos sicarios, pero considera como algo normal que la joven vecina haya cometido suicidio por problemas con su novio, o que un grupo de adolescentes participe en una riña callejera con saldo de varios heridos”, dice

Alejandro Alvarado Hernández, coautor del libro “Violencia juvenil y acceso a la Justicia en América Latina”. Alvarado es doctor en Ciencias Sociales, catedrático del Centro de Estudios Sociales del Colegio de México, y coordinador del Observatorio de la Violencia en Quintana Roo. El entrevistado revela que en Cancún casi el 45 por ciento de los jóvenes se han visto involucrados en algún hecho violento, desde peleas callejeras, violencia familiar o de pareja, robos, vandalismo, delitos en la escuela, portación de armas, bullyng y otras situaciones delictivas. “En nuestra sociedad actual, el éxito de una comunidad depende de la lógica del trabajo entre el esfuerzo y el logro. Mientras más oportunidades tengan de lograr el éxito, con un empleo bien remunerado que permita la satisfacción de las necesidades básicas, mayor es el esfuerzo de los jóvenes para sobresalir. Pero en sociedades como la de Cancún, donde por un lado está el desempleo estructural y la precarización de las relaciones laborales, mientras por el otro está el aumento de las familias disfuncionales, los jóvenes no tienen ningún incentivo para superar las condiciones adversas. Así que las adicciones, la violencia y su potencial reclutamiento por la delincuencia, serán su salida”, sentencia Roberto Guzmán.

Además, el 60 por ciento de los jóvenes benitojuarenses han sufrido algún tipo de maltrato físico o sicológico. Pero ése no es el único dato que exhibe la situación de vulnerabilidad que enfrentan los cancunenses de entre 10 y 21 años, pues el 89 por ciento de este sector de la población consume alcohol, drogas o ambos. En 2011 estaban identificadas 101 pandillas, concentradas en cinco de las regiones más marginadas de la ciudad (94, 75, 99, 100 y 102); pero hacia finales de 2021 el número de estas bandas juveniles violentas había aumentado a casi 350, apareciendo incluso en las zonas donde impera la clase media-alta. “Hasta hace diez años, ocho de cada diez jóvenes de Cancún vislumbraban su futuro insertados en el mercado laboral del turismo. Su meta era ganar la suficiente para tener una familia, casa y coche. Pero hoy, sólo tres de cada diez tiene esa visión. La mayoría es pesimista sobre lo que depara el mañana, así que ha perdido interés en prepararse y mejor opta por satisfacer su necesidad de alcohol, fiesta y drogas.

Se está perdiendo el sector joven de la sociedad, y de continuar con esta tendencia, la ciudad de Cancún está condenada al colapso social, y entonces ningún programa o estrategia podrán salvarla”, sentencia Alvarado.

El verdadero origen de la violencia

Nidia L., a sus escasos 16 años ya había sido víctima de violación por parte de su padrastro. Con tal de

huir del infierno en que vivía, decidió escaparse a la casa de su novio, E.R.P, de 17 años, con quien ya tenía un bebé de un año. Seis meses después de juntarse, la adolescente fue asesinada de cinco puñadas por su pareja luego de una discusión motivada por los celos. Hace unos año, un niño de apenas tres años y medio fue víctima de abuso sexual en los sanitarios del Colegio Mano Amiga Cancún. Los primeros sospechosos fueron sus maestros, pero las investigaciones revelaron que los culpables fueron dos adolescentes, de 12 y 14 años, cuyo motivo, según su confesión, fue sólo que les pareció “divertido”. María R.T. y Sofía J.C. caminaban rumbo a su escuela cuando fueron sorprendidas por dos muchachos con uniforme de otro plantel. Sus gritos e intentos de escapar no impidieron que fueran violadas por los adolescentes en un lote baldío. Cuando ‘terminaron’, los agresores les dijeron que se trataba de un mensaje para el hermano de María, miembro de una pandilla rival. Roberto C.H. se encuentra en rehabilitación y los doctores piensan que pasarán tres años para que vuelva a caminar, luego de una brutal golpiza que le propinaron cinco compañeros de su escuela porque ‘coqueteó’ con la novia de uno de ellos. Carlos M.C., de 17 años, es un pandillero de la Región 101. Fue arrestado por vender drogas a las afueras de la Secundaria Técnica 25. Cuando le preguntaron el porqué de su actividad, respondió que su interés era escalar hasta llegar a ser sicario, “porque pagan hasta 20 mil pesos sólo por matar a los otros tiradores”.

Estos hechos tienen en común que sucedieron en Cancún en el último año, que todos fueron protagonizados por adolescentes y que se trata sólo de una muestra menor del universo de atrocidades juveniles que se expande a la velocidad de una demografía pa-

Los datos son escalofriantes: la violencia está presente en seis de cada diez parejas jóvenes. El 70 por ciento de los adolescentes identifica situaciones de conflicto o peleas entre miembros de su familia. El 60 por ciento ha sufrido algún tipo de maltrato en la escuela por parte de sus compañeros. 55 por ciento de los adolescentes de entre 12 a 16 años consumen bebidas alcohólicas y el 20 por ciento se drogan. El 10 por ciento de los jóvenes entre 14 y 20 años ha portado un arma, y el 38 por ciento ha tenido algún problema con la policía. Pero la cifra más dura es la de que ocho de cada 10 jóvenes consideran que cometer algún acto violento es algo ‘común’ y no es mal visto ni es malo “a menos que te atrapen”. Siete de cada 10 muchachos no tienen ningún interés en su futuro; sólo les preocupa “vivir el momento”, pues consideran que no tendrán ninguna oportunidad de sobresalir laboralmente, mucho menos desarrollarse de manera plena. No les interesa formar una familia. Sólo quieren “tener una novia(o) para pasar el rato. Si de su relación queda embarazada la mujer, el 70 por ciento creen que pueden separarse y vivir cada quien por su lado.

Hace quince años Cancún no figuraba en la listas de la ciudades más violentas e inseguras del país. Hoy encabeza los primeros lugares de Latinoamérica, según el libro “Violencia juvenil y acceso a la Justicia en América Latina”.

so y de la mala vida como alternativa de su existencia.

De acuerdo con la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (Ecopred), el 76 por ciento de los delitos en el Municipio son cometidos por personas de entre 13 a 22 años, mientras que en ocho de cada 10 casos donde se reportó algún tipo de hecho violento (bullyng, violencia familiar, agresiones de pareja, etcétera) fueron adolescentes los protagonistas. “Si se considera que el 38 por ciento de la población benitojuarense pertenece a este rango de edad, podemos llegar a dos conclusiones: primero, que la juventud cancunense es propensa a la violencia, y, segundo, que si continúa esta tendencia, dentro 10 años más de la mitad de la población de la ciudad (cuando los jóvenes de hoy formen parte de la comunidad adulta) tendrá algún tipo de inclinación hacia este tipo de desorden”, afirma el doctor Alejandro Alvarado.

El factor del inmigrante

Hace veinte años Cancún no figuraba en la listas de la ciudades más violentas e inseguras del país. Hoy encabeza los primeros lugares de Latinoamérica, según el libro “Violencia juvenil y acceso a la Justicia en América Latina”. “Cancún fue concebida y diseñada originalmente como una pequeña ciudad al servicio del principal polo de desarrollo turístico de México. Pero el éxito de la economía fue un imán para la población del resto del país, principalmente la gente de escasos recursos y con menos preparación. Esto ha generado un crisol de contrastes: de bonanza económica para un pequeño sector, frente al rezago y exclusión de las nuevas oleadas de personas que llegan cada año”, dice Alvarado, uno de los autores del estudio.

Explica que diariamente se incorporan a Cancún 110 personas, lo que se traduce en 15 familias nuevas que requieren 15 viviendas, 11 automóviles, 42 plazas laborales, así como 300 mil pesos de inversión pública para servicios de salud, escuelas, recoja de basura, seguridad pública y otros.

“Es una demanda casi imposible de atender para cualquier Gobierno. Ocho de cada 10 familias que llegan a la ciudad nunca llegan a satisfacer sus necesidades básicas, lo que genera ansiedad y depresión entre sus miembros, y que al poco tiempo se manifiesta en violencia”, puntualiza el experto. Añade que si bien la ola de crímenes y ejecuciones entre narcos que ha sacudido en los últimos cinco años a Cancún, aún no se puede comparar con el panorama de ciudades con mayor presencia del crimen organizado como Juárez, en el norte de México, o Medellín, en Colombia, o San José de Costa Rica, sus índices delictivos y de violencia casi están a la par de estas urbes gracias a los propios cancunenses.

“En Colombia, si escuchas que masacraron a puñaladas a una mujer es porque fue un ajuste de cuentas entre los cárteles. En Cancún se debió a una riña entre la pareja por celos”, concluye Alejandro.

De acuerdo con la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (Ecopred), el 76 por ciento de los delitos en el Municipio son cometidos por personas de entre 13 a 22 años, mientras que en ocho de cada 10 casos donde se reportó algún tipo de hecho violento (bullyng, violencia familiar, agresiones de pareja, etcétera) fueron adolescentes los protagonistas. “Si se considera que el 38 por ciento de la población benitojuarense pertenece a este rango de edad, podemos llegar a dos conclusiones: primero, que la juventud cancunense es propensa a la violencia, y, segundo, que si continúa esta tendencia, dentro 10 años más de la mitad de la población de la ciudad (cuando los jóvenes de hoy formen parte de la comunidad adulta) tendrá algún tipo de inclinación hacia este tipo de desorden”, afirma el doctor Alejandro Alvarado.

Cancún, camino a la ruina

La asociación civil Red Posithiva, de Quintana Roo, que preside Roberto Guzmán Rodríguez, presentó un diagnóstico sobre la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran la juventud de Cancún y sus alrededores municipales. Los datos son escalofriantes: la violencia está presente en seis de cada diez parejas jóvenes. El 70 por ciento de los adolescentes identifica situaciones de conflicto o peleas entre miembros de su familia. El 60 por ciento ha sufrido algún tipo de maltrato en la escuela por parte de sus compañeros. 55 por ciento de los adolescentes de entre 12 a 16 años consumen bebidas alcohólicas y el 20 por ciento se drogan. El 10 por ciento de los jóvenes entre 14 y 20 años ha portado un arma, y el 38 por ciento ha tenido algún problema con la policía. Pero la cifra más dura es la de que ocho de cada 10 jóvenes consideran que cometer algún acto violento es algo ‘común’ y no es mal visto ni es malo “a menos que te atrapen”.

Siete de cada 10 muchachos no tienen ningún interés en su futuro; sólo les preocupa “vivir el momento”, pues consideran que no tendrán ninguna oportunidad de sobresalir laboralmente, mucho menos desarrollarse de manera plena. No les interesa formar una familia. Sólo quieren “tener una novia(o) para pasar el rato. Si de su relación queda embarazada la mujer, el 70 por ciento creen que pueden separarse y vivir cada quien por su lado. “En nuestra sociedad actual, el éxito de una comunidad depende de la lógica del trabajo entre el esfuerzo y el logro. Mientras más oportunidades tengan de lograr el éxito, con un empleo bien remunerado que permita la satisfacción de las necesidades básicas, mayor es el esfuerzo de los jóvenes para sobresalir. Pero en sociedades como la de Cancún, donde por un lado está el desempleo estructural y la precarización de las relaciones laborales, mientras por el otro está el aumento de las familias disfuncionales, los jóvenes no tienen ningún incentivo para superar las condiciones adversas. Así que las adicciones, la violencia y su potencial reclutamiento por la delincuencia, serán su salida”, sentencia Roberto Guzmán.

LA EPIDEMIA DE LA OBESIDAD, MÉXICO OCUPA EL 2° LUGAR MUNDIAL

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, se estima que desde 1975 esta enfermedad se ha triplicado, tanto que en 2016 incrementó a 1900 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes.

Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha detectado que, por primera vez en la historia del mundo, la población con exceso de peso superó a quienes están desnutridos. ¿Qué es la obesidad?

El sobrepeso y la obesidad se padecen cuando existe un exceso de acumulación de grasa que puede acarrear otras enfermedades crónicas que son factores de riesgo para la salud, como son la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño y el cáncer.

Puede provocar, además, trastornos mentales o estados depresivos de diferente magnitud derivados de un elevado peso.

Actualmente, 800 millones de personas viven con la enfermedad, y millones más están en riesgo.

Se calcula que las consecuencias médicas de la obesidad costarán más de un billón de dólares para el 2025, y se espera que la obesidad infantil aumente en un 60 por ciento en la próxima década, alcanzando los 250 millones en 2030.

De acuerdo con la OMS, cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas a causa de la obesidad o el sobrepeso.

En tanto, especialistas consideran que el incremento en la obesidad y sobre peso se encuentra estrechamente relacionado con los hábitos alimenticios, el consumo de comida chatarra y la vida sedentaria de las grandes urbes.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, en México el 74.1 por ciento de la población adulta y 38.2 por ciento de la población infantil tienen sobrepeso u obesidad, cifras que irán en aumento durante los próximos años ya que el 34 por ciento de los mexicanos ha subido de peso durante la pandemia.

En los últimos dos años los mexicanos aumentaron su peso durante la pandemia un promedio de 8.5 kilos por persona, la cifra más alta comparada con otros países reveló el estudio ‘Las implicaciones del Covid-19 en nuestra dieta y salud’.

México es actualmente detrás de Estados Unidos el segundo país del mundo con mayor índice de personas obesas, y es el primer país del mundo con niños que padecen sobrepeso.

EMITEN CONVOCATORIA PARA DESIGNAR A COMISIONADO DEL IDAIPQROO

CHETUMAL.- La presidencia de la Mesa Directiva de la XVI Legislatura del Estado de Quintana Roo, emitió la convocatoria a la ciudadanía en general, organizaciones no gubernamentales, centros de investigación, colegios, barras y asociaciones de profesionistas, instituciones académicas y medios de comunicación, para que presenten postulaciones a ocupar el cargo de comisionado o comisionada del Instituto de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales de Quintana Roo (Idaipqroo).

El procedimiento de designación establecido en la convocatoria, que ya fue publicada en el Periódico Oficial y se encuentra disponible para consulta en la página web del Poder Legislativo www. congresoqroo.gob.mx, procurará privilegiar la experiencia en materia de acceso a la información pública y protección de datos y garantizará la igualdad de género.

La convocatoria se emite en virtud de que el próximo 27 de julio del presente año concluye el periodo para el cual fue designado el comisionado José Orlando Espinoza Rodríguez.

Entre los requisitos que establece el artículo 21 en relación al artículo 101, ambos de la Constitución local y el artículo 35 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para el Estado, se encuentran: tener ciudadanía mexicana y contar con 35 años de edad el día de su designación y en ejercicio de sus derechos políticos y civiles; tener la ciudadanía quintanarroense, haber residido en el Estado durante los diez años anteriores al día de la designación.

También se requiere: estar inscrito en el padrón electoral y contar con credencial para votar; poseer, al día de su designación, título y cédula profesionales de nivel licenciatura; gozar de buena reputación, y no haber sido condenado por delito que amerite pena corporal de más de un año de prisión, mediante sentencia que haya causado ejecutoria; pero si se tratare de robo, fraude, falsificación, abuso de confianza, peculado y cualquier otro que lastime seriamente la buena fama en el concepto público, lo inhabilitará para el cargo, cualquiera que haya sido la pena.

Además, los interesados no deben estar inhabilitados para el desempeño de funciones públicas por falta grave; no ser ni haber sido miembro de comités directivos o equivalentes, sean nacionales, estatales o municipales, en algún partido político, durante el año previo al día de su designación; no pertenecer al estado eclesiástico, ni ser ministro de algún culto religioso, a menos que se haya separado cinco años anteriores, y no haber sido gobernadora, gobernador, titular de una secretaría de despacho o su equivalente, titular de la Fiscalía General del Estado, senadora, senador, diputada o diputado federal o local, ni titular de la presidencia municipal, durante el año previo a su designación.

La Comisión Anticorrupción, Participación Ciudadana y Órganos Autónomos, será la encargada de verificar que las propuestas cumplan con los requerimientos establecidos en la convocatoria, así como de emitir el dictamen con la relación de nombres de las personas que satisfagan los requisitos de ley.

La misma Comisión procederá a la revisión y análisis de las propuestas, entrevistando de manera pública a cada una de las personas aspirantes que hayan cumplido con los requisitos, para que expongan las razones que justifiquen su idoneidad al cargo.

La convocatoria establece que la Comisión Anticorrupción, Participación Ciudadana y Órganos Autónomos, a través de su presidencia, deberá invitar a participar en el desarrollo de las entrevistas que se lleven a cabo a investigadores, académicos, a organizaciones de la sociedad civil y/o especialistas en las materias de acceso a la información, transparencia, datos personales, fiscalización y rendición de cuentas, y en general, en todo lo concerniente a gobierno abierto.

ALERTA PARA USUARIOS DE ANDROID: PELIGROSA APP ROBA DATOS BANCARIOS

Una aplicación disponible en el sistema operativo Android encendió las alarmas debido a denuncias por ciberdelitos. Esta app, denominada “PDF+”, que es muy popular debido a su supuesta utilizad para problemas específicos, especialmente para estudiantes universitarios, utiliza los datos del dispositivo y comete un robo virtual, vaciando las cuentas bancarias y obteniendo otros datos sensibles.

Sitios especializados advirtieron sobre una aplicación de Android que se encargaba de absorber todo tipo de información desde el celular del damnificado. La app es un falso editor de documentos PDF, una funcionalidad que muy pocos dispositivos móviles tienen, por lo tanto el timo se iniciaba cuando la persona confiaba en que este software lo ayudaría a modificar archivos en PDF y, contrariamente a lo pensado, se iniciaba el proceso de robo.

El dato alarmante es que la aplicación ideada para comer el delito cibernético estuvo por un largo tiempo en el listado de apps más populares en Google Play. El malware permitió a los malvivientes adjudicarse de permisos especiales e iniciar el robo. Por lo tanto, aquellos clientes con Android han sido víctimas de millonarias sustracciones.

El procedimiento iniciaba con una descripción idéntica que PDF+ había copiado de otra aplicación de iOS, incluyendo sus imágenes. Es por ello que sorteó los obstáculos y pudo ingresar fácilmente a la tienda que tiene Android para que sus usuarios la descargaran gratuitamente. Una vez que el sujeto había instalado la app, el servicio requería una supuesta actualización. Y es ahí donde la autorización que le daba el dueño del dispositivo también permitía la infección con un troyano bancario. Una vez que la aplicación ya contaba con el malware instalado en el smartphone, comienza el robo. En consecuencia, los usuarios de Android perdían el control de la pantalla del celular, como así también de otras apps, lo que le permitía a los ladrones acceder a las cuentas bancarias y robar dinero, como así también datos específicos hallados en redes sociales.

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