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¿Por qué 2023 será más débil?

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A pesar de un 2022 convulso, la economía mundial resistió relativamente bien el año, con un crecimiento del 2,6% en el PIB, alineado con las tendencias de largo plazo.

¿Por qué hay entonces menores expectativas en 2023?

En su Global Outlook Overview 2023, Fitch Ratings observa que el año pasado el mundo recibió un importante shock inflacionario.

La economía creció por reactivación de los rubros de servicios y el turismo tras la pandemia, los niveles de ahorro y un mercado laboral saludable, con un desempleo del 3,5% en Estados Unidos, este último dato de la Oficina de Análisis Económico.

“Los consumidores también pudieron sobrellevar parte del impacto de la inflación gracias al gran colchón de ahorros que se acumuló durante la pandemia y los mercados laborales se mantuvieron bastante bien”, observa Brian Coulton, director general de Soberanos de Fitch Ratings.

La Inflaci N Se Queda

“Ahora vemos recesiones en la Eurozona, el Reino Unido y los Estados Unidos en los próximos 6 a 9 meses”, delinea. Desafortunadamente este año no cuenta con mayores respaldos. “Será un año en el que la economía real tendrá problemas para responder al impacto del choque inflacionario y las respuestas de ajuste de la política monetaria que están demostrando ser necesarias para enfrentarlo”, vaticina. Entre marzo y diciembre de 2022, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció siete subidas de tasas de interés que las llevaron desde 0% al 4,25%.

En el mismo sentido avanzaron otros bancos centrales. Estas subidas agresivas aún no se han transmitido del todo en la economía global.

“No vemos un giro hacia los recortes de tasas en la Eurozona, en Estados Unidos o el Reino Unido en el transcurso de 2023”, apunta. “No creo que la Fed cambie de rum- bo hasta 2024”.

La guerra entre Rusia y Ucrania sorprendió el año pasado al mundo y provocó una cadena de efectos económicos globales, sobre todo la agravación de un proceso inflacionario que ya venía gestándose.

Todos los países de Centroamérica emprendieron medidas de contención de precios, entre ellas, subsidios, sobre todo en rubros estratégicos como combustibles y alimentos. Esto significó nuevos esfuerzos de gasto público, justo cuando el Covid-19 venía atenuando sus efectos y los países comenzaban a eliminar las restricciones de viaje.

En 2023 la inflación se atenuará con respecto a los altos niveles del año pasado, pero sus efectos no se desvanecen, puesto que continuarán siendo más elevados que los niveles previos a la pandemia del Covid-19.

¿Cómo impactarán a los mercados de Centroamérica las tasas más altas de interés?

Sergey Ishkov, director gerente y socio de Boston Consulting Group para Centroamérica y el Caribe, afirma que los bancos centrales de la región seguirán la misma dirección. El proceso desencadenará mayores costos en los préstamos para las empresas y minoristas. “Como resultado, se endeudan menos, generando menos ingresos por intereses para los bancos”, proyecta.

A pesar de que diversas fuentes advierten de una alta probabilidad de recesión en 2023, el posicionamiento de los inversores no parece alinearse a esta expectativa, plantea por su lado Pablo Gil, jefe de Análisis de XTB en España.

“Los mercados financieros no están cotizando un escenario generalizado de futura recesión, lo que hace que los riesgos potenciales sigan siendo importantes”, valora.

“Esperamos que este año la inflación se mantenga en niveles más altos a los percibidos antes de la pandemia, lo que sugiere que recuperar la estabilidad de precios conllevará un tiempo”, analiza Philip George Kenworthy, economista del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.

El especialista augura una inflación más moderada a lo largo del año, motivada por la caída en los precios de la energía y otras materias primas. El incremento en las tasas de interés a escala global también atajará parte de la inflación, dado que reducirá presiones por el lado de la demanda.

Centroamérica esperaba registrar una inflación promedio del 7,4% en 2022, por encima del 4,5% de la del año 2021, a partir del estimado del Fondo Monetario Internacional en su World Economic Outlook de octubre.

Especial Pron Sticos 2023

Para este 2023, el promedio inflacionario bajaría de revoluciones al 5,4%, menor que el año pasado, pero todavía más alto que el de 2021. Cuatro países de la región experimentarían la misma tendencia: Honduras (8,5%), Nicaragua (7%), Costa Rica (5,4%) y Panamá (3,3%).

Al contrario, El Salvador gozaría de la inflación más baja en la región: 2,7% en el promedio y 2% al cierre de diciembre; seguido de Guatemala, con 3,5% en el promedio, con la diferencia que espera finalizar 2023 acelerando al 4,5%.

¿Qué factores podrían complicar el año que apenas comienza? Aunque en el panorama pinta una inflación moderada, si vuelve al descontrol y se combina con economías débiles, terminará por profundizar la pobreza y alimentaría tensiones sociales, debilitando la confianza y las inversiones.

“Es necesario el diseño e implementación de políticas públicas que prioricen el apoyo a los grupos más vulnerables, dentro del contexto actual en el que los recursos fiscales son muy limitados”, recomienda Kenworthy.

Eso sin contar que hay eventos inesperados que podrían sumarse al panorama, tales como las crisis financieras y los desastres naturales.

LAS OPORTUNIDADES

Que se avecine un año de oportunidades limitadas no quiere decir que no existan. Centroamérica no puede detenerse en la tarea de alcanzar mayores niveles de inversión privada con el fin de mejorar las perspectivas de crecimiento de largo plazo.

Sergey Ishkov, director general y socio de Boston Consulting Group para Centroamérica y El Caribe, identifica que la región está bien posicionada para aprovechar el turismo y los viajes como una oportunidad de inversión.

“Otra opción podría ser la reubicación de varias fábricas de Estados Unidos, fuera de China, que permitiría un crecimiento en la región. Asimismo, incrementando el número de talentos digitales que trabajan de forma remota para recuperar el comercio internacional”, plantea.

Por su lado Kenworthy se manifiesta en igual dirección hacia el nearshoring, un proceso de relocalizar procesos productivos hacia geografías más cercanas a Estados Unidos. “Estos beneficios podrán materializarse solo si la región es vista como un destino atractivo para la inversión”, matiza.

Pensando en el futuro no pueden dejarse de lado los esfuerzos sostenidos en mejorar el entorno empresarial, invertir en las capacidades de la población, y combatir la violencia y corrupción, agrega el experto del Banco Mundial

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