Tacticas de infiltracion urbana

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VIVIENDA COLECTIVA | Ensayo

TÁCTICAS DE INFILTRACIÓN

por fernando diez

DIEZ AÑOS DE EXPERIMENTACIÓN EN BUENOS AIRES

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Las tácticas aparecen como opuestas a las estrategias. Mientras estas

la forma de vida de la gente común a través de la arquitectura, había

el deterioro del espacio público, en tanto las grandes torres se

nueva vida en barrios adormecidos. Actuando no solo como

últimas persiguen fines distantes, respondiendo a visiones ideales,

alcanzado proporciones totalmente exageradas. Grandes presupuestos,

rodearon de muros que contribuían a vaciar las calles de interés,

proyectistas, sino también como promotores y constructores,

complejas y totalizadoras, las tácticas proceden por objetivos parciales

centralización de todas las decisiones y poder ilimitado para los

haciéndolas cada vez menos propicias para caminar. Un espacio

aportando la visión de una posibilidad que solo su afinada sensibilidad

y de corto alcance. Se manifiestan en forma de múltiples pequeñas

proyectistas permitieron la demolición de sectores completos de la

público al que se comenzó a mirar con suspicacia, como un territorio

podía poner en evidencia, convenciendo a pequeños inversores

acciones, en contraposición a la estrategia, cuya planificación

ciudad existente, quizá barrios enteros, borrando la historia y los lazos

cada vez más inseguro para las clases acomodadas. Los conjuntos con

y encontrando la manera de dar a conocer nuevos conceptos

es unitaria, centralizada, cerrada.

comunitarios, eliminando las trazas arqueológicas, botánicas y las

remates figurativos constituirían enclaves no menos aislados del

y posibilidades en la vivienda.

Las tácticas no necesitan subordinar los medios a los fines ni el

huellas de acontecimientos sociales para crear en su lugar una

espacio público de la ciudad de lo que habían sido los conjuntos

Para estos jóvenes arquitectos, las tácticas de infiltración fueron,

presente a un futuro lejano. En esta forma de acción fragmentaria

superficie neutra –la tábula rasa– que sería el punto de partida de la

habitacionales. Torres de alta densidad, cuya masa crítica requiere

al mismo tiempo, la manera de encontrar trabajo, creando ellos mismos

y plural, los jóvenes arquitectos han encontrado una manera de realizar

“nueva” ciudad, el sueño tecnológico e higiénico de la ciudad moderna.

de capital intensivo y planificación financiera de largo plazo. Estos

las condiciones con las que realizar su trabajo en sintonía con sus

vivienda experimental en los resquicios del sistema. En algunos casos

Estrategias de largo plazo y gran escala, para cuya ambición todo

emprendimientos estaban caracterizados como pisos de superficies

intereses y sensibilidad arquitectónica. Como consecuencia, estas

infiltrando la arquitectura, construyendo dentro, sobre o alrededor

recurso era siempre insuficiente. Luego de los primeros años de

grandes y medias para los segmentos de mayor ingreso, como la Torre

diversas y múltiples acciones de pequeña escala comenzaron a generar

de edificios existentes, recuperando materiales usados o utilizando

ocupación de estos grandes fragmentos de ciudad construidos ex novo,

Le Parc (57.000 m2, año 1996) o las Torres del Libertador realizadas por

una nueva mirada sobre la geografía urbana, haciendo visibles las

materiales no convencionales. En otros casos infiltrando el mercado,

aquel sueño se convertiría en pesadilla: el gheto del aislamiento social,

Mario Roberto Álvarez y Asociados (36.727 m2, año 1995) o las Torres

ventajosas condiciones ambientales de calles barriales cuya escala

rompiendo los moldes de la convencionalidad inmobiliaria,

las islas de ciudades dormitorio sin vida urbana ni calles con verdadera

Alto Palermo proyectadas por Urgell-Fazio-Penedo-Urgell y Manteola,

peatonal resultaba especialmente atractiva. Ayudando a que más gente

construyendo tipos de edificios innovadores, atentos a la emergencia

vida de barrio, en algunos casos, sin siquiera calles. Sin vida social

Sánchez Gómez, Santos, Solsona y Sallaberry, asociados con E. Cajide,

pudiera reconocer estas cualidades urbanas, y estimulando así

2,

de nuevos estilos de vida. Infiltrando la ciudad, construyendo

y un sentido de pertenencia, en poco tiempo los “conjuntos

E. Minond y M. Mc Cormack (62.300 m año 1994), que serían

un proceso de inversión y recuperación del espacio urbano. Pues

en pequeños terrenos o con formas inconvenientes, encontrando

habitacionales” se convirtieron en el lugar de donde escapar.

sucedidas por emprendimientos como las Torres Las Plazas (70.000 m2,

a medida que estos emprendimientos demostraban su éxito, más

localizaciones marginales con potencialidades urbanas y, a veces,

Encerrados en sí mismos, aislados de la ciudad pública, los habitantes

año 1998) del Estudio Aisenson.

jóvenes arquitectos se embarcaban en el camino experimental de las

cuando estas acciones se potencian recíprocamente y se multiplican,

de los conjuntos habitacionales fueron privados de un sentido

La precondición para ambas maneras de actuar fue la tábula rasa,

tácticas de infiltración, generando una corriente que se hizo visible

dando nueva vida urbana a barrios abandonados. Las tácticas de

de pertenencia al resto de la comunidad al mismo tiempo que

donde un resultado final y completo, cerrado en sí mismo, era visto

en la revitalización de nuevas áreas.

infiltración, operando en los resquicios de la sociedad y la ciudad,

se convertían en víctimas de las bandas del crimen. Confinados a estos

como inmejorable solución. Este modo de pensar se corresponde con

no deben interpretarse como una forma menor o marginal de actuar.

ghetos distantes, también eran forzados a viajar más horas diarias

una “estrategia”, una acción cuya gran escala es el medio para definir

Las tácticas de infiltración exigen tomar riesgos. Como todo avance

Sugieren que es posible, e incluso mejor, trabajar en pequeña escala.

hasta sus lugares de trabajo o para acceder a los servicios públicos

las propias condiciones de lo urbanístico desde la arquitectura. Ya no

sobre fronteras desconocidas, la exploración demanda una dosis de

Que no estamos condenados a seguir las profecías de los brujos del

de la ciudad real.

se eligiría un barrio o una calle, se vive ahora en un “conjunto”,

valentía tanto como cierta prudencia. Valentía y creatividad, trabajando

mercado o los dictados de la burocracia del estado. Por el contrario,

Irónicamente, si la concentración de inversión y el poder de decisión

un “complejo” o en un “edificio” que tiene nombre propio.

en terrenos antes evitados por sus formas inconvenientes o escasas

estas tácticas de infiltración han demostrado ser el paso hacia una

caracterizaron el crecimiento urbano para la vivienda social promovida

Una “táctica”, en cambio, supone un modo más modesto y provisional

superficies, descubriendo nuevas localizaciones en barrios postergados

visión más amplia y más adaptativa, capaz de arrojar luz sobre las

por el estado durante los años 70 y 80, similares condiciones

de actuar, fijándose solo objetivos mediatos y de pequeña escala.

o poco conocidos, proponiendo nuevos tipos de vivienda que rompen

formas de superar el rutinario fracaso de tantos proyectos de vivienda,

de crecimiento urbano caracterizarían la expansión de la clase media

En lugar de sacrificar los medios a los fines, acepta un futuro abierto,

con la partición convencional del espacio doméstico y los espacios

de urbanizaciones sin carácter y de enclaves aislados del espacio

y alta durante los años 90. Aunque muy diferentes en carácter, estas

en tanto es receptiva a la naturaleza cambiante de las circunstancias

comunitarios. Usando materiales baratos o poco probados,

público y la ciudad que los rodea.

urbanizaciones también revelaban la preferencia por eludir la ciudad

o simplemente toma ventaja de ellas. [1]

o recuperando otros que han caído en desuso pero presentan

preexistente, minimizando las posibilidades de vinculación con su

Una serie de acciones llevadas adelante por jóvenes arquitectos

interesantes texturas y terminaciones. Permitiendo que la gente

Planeamiento en gran escala, un comando centralizado y la disolución

espacio urbano: típicamente dos torres de gran altura con sus propios

en los últimos años ha mostrado este espíritu que he descripto como

participe más en la resolución del proyecto, definiendo ellos mismos

de la distinción operativa entre proyecto arquitectónico y proyecto

equipamientos sociales, amenidades recreativas y acceso vehicular,

“tácticas de infiltración”: diferentes maneras de actuar dentro

aspectos de las terminaciones o la distribución. Reciclando edificios

urbano eran consideradas ideas potentes y visionarias, conceptos

que permitirían a sus moradores evitar todo contacto con las calles

de la ciudad existente, intentando sacar ventaja de oportunidades

o estructuras existentes, sacando provecho de su energía contenida,

inherentes y necesarios a la producción de vivienda social en los años

y los parques públicos. A cambio, la prometida vista, idealmente,

desaprovechadas, completando el tejido urbano, encontrando

las cicatrices y huellas del uso con que la historia enriquece la textura

70. Momento en que la noción de reformar la sociedad, y por lo tanto

desde lo más alto posible. Una tendencia que solo ayudó a incrementar

ubicaciones convenientes en localizaciones devaluadas e inyectando

superficial de los materiales. Aceptando también el valor del lugar,

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el sitio y la memoria de las historias que allí acontecieron. [2]

de Villa Crespo en Buenos Aires, Jacubovich construyó sobre un edificio

con el pluralismo y variedad que esta nueva situación les propone.

hecha de toldos tensados que cierran los balcones de doble altura. [8]

Las tácticas de infiltración son llevadas adelante en distintos niveles.

existente, ocupando los resquicios de la legislación urbana y la

Entre los antecedentes de esta actitud experimental debe mencionarse

Contemporáneamente, otros jóvenes arquitectos realizaban

Operando dentro mismo de edificios existentes, en la escala de

propiedad común y explotando el contraste que permite el salvaje

el edificio de la calle Juan María Gutiérrez 3967 que desarrollaron

experimentaciones similares. Blinder y Janches construyen pequeños

la propia arquitectura. Sacando ventaja de sus espacios vacantes,

paisaje de la densa ciudad que sirve de marco a la delicadeza de las

Eduardo Lacroze, José Ignacio Miguens y Luis Maurette ya en 1982,

edificios de departamentos y de oficinas en los barrios de la zona norte

aumentando las superficies de uso, en lo que llamo infiltrando

imaginativas formas de construcción liviana. [4]

explorando una localización urbana emergente tanto como las

de Buenos Aires. En el edificio de la calle Arce 223, realizado junto con

la arquitectura. A una escala mayor, en una suerte de infiltración del

Max Zolkwer trabaja redefiniendo el espacio interior de antiguas casas

posibilidades de distribución y espacios interiores y exteriores que

Kelly-Lestard-Maldonado en 1999, construyen cuatro pisos altos

tejido urbano, jóvenes arquitectos trabajan tanto como diseñadores

mínimas, de las que puede obtener nuevos espacios adaptados

permitía la nueva codificación de Buenos Aires que había sido

de departamentos que se expanden sobre generosos balcones gracias

como promotores de sus propios proyectos, explorando oportunidades

a la vida moderna. Redistribuyendo el volumen de las habitaciones

sancionada en 1977. El edificio incorpora el hormigón y el ladrillo vistos

a los grandes paños de vidrio corredizo. La flexibilidad de la estructura

ocultas en la ciudad, alternativas a la vivienda convencional,

antiguas saca provecho de sus altos interiores. El uso del color

en combinaciones rústicas, que eran entonces novedosas en los

de hormigón reducida a pocas columnas en los bordes permite

encontrando una brecha en el mercado inmobiliario donde

y materiales livianos colaboran para dar tono intimista a pequeños

edificios de propiedad horizontal, inaugurando un área de trabajo que

alternativamente organizar los pisos con departamentos de uno o dos

la experimentación pueda ser llevada adelante y tener éxito. Es lo que

espacios que semejan camarotes de tren por la manera en que

recién hacia fines de los 90 se convertiría en una práctica generalizada.

dormitorios. [9]

llamo infiltrar la ciudad.

se utilizan mínimas inflexiones para alojar el equipamiento. [5]

Más tarde, Lacroze-Miguens-Prati construirían, a la par

AFRA es la sigla que identifica a Pablo Ferreiro y Saturnino Armendares,

de arquitectos más jóvenes, algunos de los edificios más visibles que

cuyo estudio, ubicado en los suburbios pudientes del norte de Buenos

acompañaron el surgimiento de Palermo Viejo, como el edificio de la

Aires, consigue ofrecer alternativas a la casa individual para las nuevas

calle El Salvador 4753 en el año 2002, con departamentos de distintas

generaciones de habitantes suburbanos. Departamentos planteados

superficies, atractivas terrazas accesibles, locales comerciales

como hileras de casitas apareadas, como si fueran un fragmento

INFILTRANDO LA ARQUITECTURA Trabajando dentro de edificios existentes, a veces usando sus propias manos o materiales de descarte, a77 (Gustavo Diéguez y Lucas Gilardi) de Buenos Aires infiltran los resquicios y las oportunidades desaprovechadas donde una vivienda existente puede expandirse, ganando áreas de uso o un espacio aéreo aprovechable. Para hacerlo, crean espacios poco convencionales, se expanden por los techos o dividen el espacio vertical en secciones diagonales, transformando el arriba y el abajo en nuevas dimensiones operativas. A77 saca ventaja del aspecto original de los materiales, a veces reciclando materiales usados, otras utilizando sus texturas, cuyas antiguas marcas son neutrales respecto de su nuevo contexto: una suerte de ready-made de modesta pero idiosincrática apariencia. Pequeños espacios pueden acomodar necesidades precisas que son puestas en escena por la presencia humana, una riqueza en potencia que emerge y habla a través del cuerpo humano, su movimiento y una relación redefinida respecto de la escala del espacio. [3] Ariel Jacubovich trabaja con una táctica similar pero con resultados formalmente muy diferentes. Expandiendo el espacio de uso de pequeños departamentos urbanos, típicamente sobre sus terrazas, combina formas y materiales para producir una expresión libre, dando sentido plástico a la materia, que es a la vez útil y sugestiva. Las formas se encadenan como un discurso narrativo, que refiere a la manera en que fueron concebidas y a la propia construcción, permitiendo que la improvisación sea parte del proceso, donde decisiones sucesivas, cada una influyendo a la siguiente, producen un patrón reconocible. En la terraza de la calle Castillo, en el barrio

INFILTRANDO LA CIUDAD Este tipo de infiltración sobre el territorio urbano y las reglas establecidas de las inversiones inmobiliarias es llevado adelante por jóvenes arquitectos interesados en construir arquitectura experimental, pensando más allá de la demanda estandarizada por las convenciones del mercado. En busca de esa oportunidad, se movilizan para encontrar y reunir sus propios inversores y para conseguir terrenos en localizaciones que presentan una oportunidad, anticipándose a las tendencias inmobiliarias e inclusive generando nuevas tendencias de localización. A veces estas oportunidades consisten en encontrar lotes que son de bajo costo debido a sus formas inconvenientes, en los que otros no son capaces de encontrar la manera de alojar convenientemente los departamentos convencionales. Típicamente, estos edificios se desarrollan en terrenos relativamente pequeños, con alrededor de una docena de departamentos de dos o tres habitaciones, pero enriquecidos por la espacialidad de dobles alturas y la expansión visual a terrazas exteriores. La meditada elección de los materiales permite sumar cualidades visuales tanto como establecer una sugerente continuidad entre interior y exterior. Las innovaciones en términos de ubicación, tipología y diseño se alejan de los viejos signos de estatus social dejando ver la simple expresión de los materiales, con sus colores naturales. Formas simples alternan entre un elementalismo predominantemente abstracto y una expresión más compleja de formas narrativas. La combinación de todos estos aspectos ha ido dando oportunidad al desarrollo de una nueva sensibilidad entre las nuevas generaciones de potenciales habitantes urbanos, más abiertos, interesados en el cambio, y encantados

y su propio estudio profesional en la planta baja. [6]

de terraces inglesas, tienen la cualidad de consolidar tramos de calles

Pero es a fines de los años 90 cuando el proceso de experimentación

en localizaciones relativamente marginales, pero que en poco tiempo

sobre los pequeños edificios de vivienda comienza con visible

ganan visibilidad y se consolidan como localizaciones emergentes. Esta

intensidad para una nueva generación de jóvenes arquitectos

suerte de “townhouses” reciben localmente el nombre de “dúplex”

emprendedores. Es en 1999 cuando Caram y Robinsohn construyeron

debido a que tienen dos o tres plantas y se componen en hileras

un pequeño edificio en la calle Cramer que resultaría un ejemplo

paralelas a la calle, ofreciendo un jardín compartido y terrazas propias.

emblemático de este tipo de experimentación, y cuyo inmediato éxito

En poco tiempo, la práctica de AFRA se diversifica en otros tipos de

alentaría una búsqueda similar en otros jóvenes arquitectos. Está

edificios de pequeña escala, como el edificio de Avenida del Libertador

ubicado en un sector separado por las vías del tren del barrio más

3232 en La Lucila; y llega hasta los barrios centrales, como las

consolidado de Colegiales, con ocho pequeños departamentos de dos

viviendas de la calle Uriarte, en Palermo Viejo. El uso inteligente de los

niveles, todos con terrazas exteriores, y un piso con dos unidades para

materiales, el manejo adecuado de las escalas, el mejor control

oficinas. [7] Sobre la calle, las terrazas exteriores, suficientemente

de la insolación y una sensibilidad que hacen de la reja de frente una

grandes para acomodar una mesa con sillas para comer al aire libre,

sugestiva textura, convierten a este edificio en una pieza

evitan bloquear la luz a los ambientes interiores porque se encuentran

especialmente interesante, que señala la madurez de un proceso que

separadas de la fachada, dando forma a una segunda fachada más

había comenzado años antes.

permeable que se solidariza con la línea de la calle. Hormigón visto

Las altamente restrictivas regulaciones de edificación sancionadas

y materiales rústicos con sus colores naturales se integran a la “piedra

en Buenos Aires en 1977 limitaban las variaciones posibles para el

Paris” de las fachadas tradicionales de la última parte del siglo XX que

proyecto de la vivienda colectiva, favoreciendo una manzana construida

caracterizan el barrio. Departamentos relativamente pequeños

en su perímetro exterior con un corazón vacío en su centro. Aunque

en términos de superficie de planta, pero con habitaciones de doble

este puede ser un excelente esquema para una manzana rectangular, es

altura, espacios exteriores de expansión y generosas transparencias

muy poco apropiado para las grandes manzanas cuadradas de Buenos

que los vinculan a ellos son una constante en la serie de edificios que

Aires. Encontrando una grieta en la zonificación urbana, Julián

Caram-Robinsohn construirían en los años siguientes, como los

Berdichevsky y Joaquín Sánchez Gómez pudieron proponer un nuevo

departamentos de la calle Charcas, con su fachada flexible y plana

patrón de ocupación construyendo en toda la profundidad de un gran

1] A77. Espacio dormitorio para niños. 2] Ariel Jacubovich. Ampliación vivienda Alto Castillo.

4] Eduardo Lacroze, José Ignacio Miguens y Luis Maurette. Edificio Juan María Gutiérrez 3967, Palermo, 1982. 5] Caram-Robinsohn, edificio calle Charcas 5270, Palermo, 2001.

3] Max Zolkwer. Ampliación vivienda PH en Palermo, 2008.

6] Blinder-Janches con Kelly-Lestard-Maldonado, Arce 223, Las Cañitas, 1999.

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lote del barrio de Colegiales. Un bloque más alto, de cinco plantas,

Mariano Clusellas trabaja asociándose con distintos colegas según las

Aunque estos casos pueden considerarse ejemplares, son muchos

enfrenta la calle; un edificio más bajo está en el centro del lote, y una

ocasiones. A su alrededor se genera un círculo estimulado por

más los que merecerían nombrarse, y más numerosos todavía los que

[1]

suerte de casas aún más bajas ocupan su fondo para llenar toda la

antecedentes e intereses comunes. En el edificio de la calle Humboldt

acompañaron la ola de pequeños edificios que dieron nueva vida

the Classical: The End of the Beginning and the End of the End”, Perspecta

superficie en un tejido de alfombra. Esto permite administrar muy

concurren Clusellas, Sebastián Colle, Cristian O’Connor, Daniel

a más de un barrio porteño. El visible éxito de más de una década

21, 1984.

racionalmente la densidad y la proporción de los patios, permitiendo

Szuldman, Mario Zambonini y Rodolfo Croce para realizar un pequeño

de tácticas de infiltración sugiere que no estamos condenados

[2]

una variedad muy grande de tipos de departamentos en términos

edificio de estudios y vivienda donde ponen a prueba su experiencia

a seguir las profecías de los expertos del mercado, que la realidad

modernos en lugar de demolerlos. Puede verse: Plus, la vivienda colectiva,

de tamaño, aunque todos tienen espacios exteriores propios con

común proponiendo espacios de acceso y circulación

unidimensional de las encuestas inmobiliarias o los dictados

territorio de excepción, Frédéric Druot, Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal,

pequeñas piscinas. Algunos en la forma de terrazas, otros como

anticonvencionales para sacar el mayor provecho de las escasas

de la burocracia del estado tienen alternativas. Que las grietas que

Gustavo Gili, Barcelona, 2007.

pequeños jardines, todos tienen una expansión que recrea las

superficies. Una flexibilidad que alcanza un nuevo grado al hacer de los

encontramos en la estructura de la realidad pueden abrirnos paso

[3]

condiciones de vida de la casa y dan cabida a la costumbre argentina

palieres de cada piso amplios espacios semicubiertos que sirven a la

a nuevas y mejores situaciones. Que es posible, e incluso es mejor,

p. 156.

del asado al aire libre. Esta configuración sugiere una manzana que es

vez de expansiones de los departamentos. La innovadora utilización

operar en pequeñas dosis, en pequeña escala. Y que las acciones

[4]

Mauricio Corbalán: “Alto Castillo”, Summa+85, febrero de 2007, p. 70.

más alta en su borde, y cuyo centro está ocupado por edificación más

de los espacios comunes, que incluye el patio de la planta baja, acceso

inteligentes tienden a reproducirse mimética y creativamente para

[5]

Rodríguez, Florencia: “Exploraciones locales”, Summa+100, Buenos

baja, proporcionando una más racional utilización de su gran superficie

y a la vez expansión posible de la galería de arte, propone nuevas

alimentar tendencias reconocibles e influenciar decisivamente

Aires, 2009, pp. 88-89.

y relativamente escaso perímetro y, al mismo tiempo, permitiendo que

situaciones dejando entrar, controladamente, la fricción urbana

en el futuro de un barrio y de una ciudad. Las tácticas de infiltración

[6]

diferentes hogares compartan un espacio común, dando lugar a una

al interior del edificio para crear la oportunidad de ensayar nuevas

no son una forma marginal y secundaria de actuar, una forma

4753, Summa+87, Buenos Aires, junio de 2007, pp. 32-38.

comunidad más integrada en términos de edades e ingreso. [10]

situaciones sociales. [14]

subsidiaria o limitada. La experiencia de la última década en Buenos

[7]

Mariana Cardinale y Hugo Montorfano construyen pequeños edificios

Después de poco más de diez años, período que va aproximadamente

Aires sugiere que son mucho más, son el camino para una visión

septiembre de 2000, p. 60.

bajo el formato de fideicomiso para inversores que buscan satisfacer

de 1999 hasta el presente, las tácticas de infiltración se han afirmado

más amplia, para una comprensión compartida del desarrollo de

[8] Mercé, Cayetana: “Ecuación horizontal”, Summa+64, marzo de 2004, p. 70.

una creciente demanda de extranjeros tanto como el interés local por

como una práctica reconocida y reconocible en el territorio urbano

la vivienda y la ciudad. Aceptando la posibilidad de reciclar viejos

[9]

departamentos pequeños, pero con interesantes especialidades

de Buenos Aires. Produciendo una ciudad de fragmentos discretos, rica

edificios, no solo porque forman parte de entornos urbanos

[10]

Summa+79, Buenos Aires, abril de 2006, pp. 96-101.

y localización. Producen obras de intensa expresión e inconfundible

y variada, al mismo tiempo que adaptada a las cambiantes

característicos, también porque pueden reaprovecharse sus

[11]

“Serie y procedimiento”, Summa+87, Buenos Aires, junio de 2007, pp.

carácter, merced a un trabajo narrativo que explota las mínimas

circunstancias de las demandas sociales. Reconciliando el interés por

materiales y texturas. Lo pequeño es hermoso porque se puede

56-61. En cuanto al término “pintoresco” aquí utilizado, refiere a la apología

variaciones que permiten las regulaciones para dar expresión a las

la experimentación con las condiciones reales de la producción, estos

conseguir más con menos. Menos energía, menos residuos, menos

estética realizada por Iñaki Ábalos en Atlas Pintoresco, Volumen 2, Gustavo

formas rústicas de hormigón visto e instalaciones también a la vista.

pequeños edificios urbanos son el lugar donde se hace posible una

desperdicio. Pero ello requiere más inteligencia, acomodándose

Gili, Barcelona, 2008. También: Diez, Fernando: “Pintoresco y delito”,

En el edificio de Loyola 963, trabajando con María Quattordio, se

arquitectura adaptada a cambiantes modos de vida y contextos

a la ciudad existente y encontrando disposiciones más adaptadas

Summa+101, Buenos Aires, julio de 2009, pp. 116-117.

esfuerzan en producir una variedad que quiebre la lógica ortogonal del

urbanos, que demuestra a la vez ser capaz de transformarlos.

a los modos de vida contemporáneos, estos edificios experimentales

[12]

sitio y el programa, transformando los espacios comunes en un paisaje

Sebastián Adamo y Marcelo Faiden representan la más reciente

son al mismo tiempo receptivos a una transformación cultural

principalmente no en el hecho de proporcionar un placer inmediato a la

pintoresco de intensa sugestión. [11]

generación operando en las tácticas de infiltración. Demostrando que

que se socializa rápidamente, se recodifica y se multiplica.

vista, sino en la idea de turbarla. Dentro de los límites de un complejo

Diéguez y Fridman con Dyzenchauz construyen en el redescubierto

se han consolidado como una práctica cultural de la producción

Reviviendo la atmósfera de barrios antes en decadencia,

de planificada oscuridad estrictamente concebido se presenta una intensa

barrio de Las Cañitas en Buenos Aires un edificio que por primera vez

arquitectónica local. Sus edificios son muy pequeños, pero aun así

revitalizando un espacio público variado y diverso. Produciendo

precisión o una exagerada rusticidad de detalle; y se ofrece un esquema

ofrece en esta escala de operación departamentos de mayor superficie

exploran no solo localizaciones emergentes, sino también las

una ciudad de partes pequeñas pero coordinadas. Momento en que

laberíntico que frustra la vista al intensificar el placer visual de los

y terminaciones que proponen una nueva estética del lujo. El lenguaje

condiciones estéticas de los materiales disponibles en el mercado. En

surge la riqueza de una variedad que, como todo lo cultural, tiene

episodios individuales, que en sí mismos solo serán coherentes como

contemporáneo de intensas transparencias invita a un cierto

la calle Conesa 4560 [15] construyen un edificio de pequeñas unidades

su propia atmósfera y carácter. Haciendo realidad nuevamente

resultado de un acto mental de reconstrucción”, dice Colin Rowe en:

voyeurismo que puede darse en la complicidad de vecinos conscientes

frente a una plaza. La tensión superficial que logran sobre las fachadas

la noción de que la ciudad es una construcción colectiva, un proyecto

Manierismo, Arquitectura Moderna y otros ensayos, GG Reprints, Gustavo

de un estilo de vida que desafía las convenciones anteriores. Pero se

exteriores de vidrio y metal contrasta con la gruesa textura de las

abierto y plural. Cuyo tono cada vez más afinado se hace

Gili, Barcelona, 1999, p. 53.

trata de un lujo basado en la síntesis de recursos, en una percepción

escaleras y pasamanos que dan acceso a cada vivienda en el patio

comprensible para más y más gente, hasta que se transforma en una

[13]

de la forma que exige un acto de reconstrucción mental como el

interior. Esta potente oposición acompaña la expansión y contracción

gran construcción aunque no fue necesariamente planificada.

Central de Arquitectos, Buenos Aires, julio de 2008, pp. 124-125.

adjudicado por Colin Rowe a la arquitectura moderna. [12] Baste como

del espacio y subraya la sintética resolución de los diferentes

Es la magia de lo urbano la que revive después de poco más de diez

[14]

ejemplo la piscina, cuyo rebalse continuo y el vaso de expansión oculto

requerimientos técnicos de ventilación, uniformados en las carpinterías

años en que estas nuevas tácticas de infiltración han venido

apertura”, Summa+101, Buenos Aires, junio de 2009, pp. 80-83.

permiten zambullirse en una superficie sin reflujo. [13]

casi sin relieves de los frentes interiores.

a transformar positivamente la ciudad.

[15]

NOTAS

Esta idea fue previamente analizada por Peter Eisenman en: “The End of

Lacaton y Vassal asumen una actitud similar al recuperar viejos edificios

Mercé, Cayetana: “Chicos grandes”, Summa+82, septiembre de 2006,

“Con esencia palermitana”, Edificios El Salvador 4036 y El Salvador Diez, Fernando: “Edificios discretos, ciudad de fragmentos”, Summa+44,

Summa+60, Buenos Aires, junio-julio de 2003, p. 159.

“El elemento de deleite de la arquitectura moderna parece residir

Diez, Fernando: “Minimalismo y distinción”, Revista 229, Sociedad Diez, Fernando: “Domesticidad y trabajo: de la flexibilidad a la Summa+101, Buenos Aires, julio de 2009.

7] AFRA y Joaquín Leunda. Edificio Uriarte 1719, Palermo Viejo, 2005. 8] Julián Berdichevsky y Joaquín Sánchez Gómez. Edificio Urbanverde, Cramer 1366/90, Colegiales, 2005.

10] Dieguez-Fridman con Dyzenchauz. Edificio calle Clay, Las Cañitas, 2006. 11] Clusellas, Sebastián Colle, Cristian O’Connor, Daniel Szuldman, Mario Zambonini y Rodolfo Croce.

9] Cardinale-Montorfano-Quattordio. Edificio Loyola 963, Villa Crespo, 2006.

Edificio calle Humboldt 1510, Palermo Hollywood, 2008. 12] Adamo-Faiden. Edificio Conesa 4560, Saavedra, 2008.

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