Mundo kids 44 dic2016

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Nº44 - Año 10 - 2017 Distribución gratuita www.mundokidsweb.com.ar




La La leyenda leyenda de de La La Atlántida Atlántida La leyenda cuenta que la Atlántida era una isla de grandes dimensiones, se podría considerar un continente, según algunas hipotesis en el Mediterráneo, en otras versiones en el Océano Atlántico, fue destruída por un terremoto o tsunami que inundó totalmente sus tierras dejándola por siempre sumergida bajo las aguas y olvidada en el pasado. Sus habitantes poseían una tecnología y cultura muy superior a la de los contemporáneos de su época y fueron decisivos en los avances de todas las culturas mundiales. Su ubicación les permitía el acceso a culturas tan dispares como la egipcia y la Maya y eran consumados viajeros, dominando con sus barcos todos los mares y océanos del planeta. La similitud entre estructuras arquitectónicas como las piramides Mayas y Egipcias, o el parecido fonético de algunas palabras en culturas separadas por aguas y miles de kilómetros de distancia se deben según los partidarios de la existencia de dicha isla o continente y a la influencia que los Atlantes (nombre con el que habitualmente se designa a los habitantes de la Atlántida) gracias a su avanzada tecnología marcaron culturas de todo el mundo.

Nacimiento y Caída de la Atlántida La leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla “más allá de las columnas de Hércules” (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar). Él aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído en Egipto que una isla había sido destruida “al oeste” como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas. En más o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las aguas. Hasta aquí podría parecer la típica historia moralista tan habitual en Mitología griega, pero numerosos estudiosos a lo largo de la historia han

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buscado su significado real pues en gran cantidad de culturas existen mitos similares a los de la Atlátida de Platón, según algunos de ellos existe una especie de memoria histórica o componente real en dicha historia y si bien la mayoría de las hipotesis fueron desestimadas por falta de pruebas o demostrada su invalidez, es cierto que de tratarse de un leyenda fue de gran difusión en una edad tan temprana del hombre que pervivió en diferentes y dispares culturas.

Ubicación de la Atlántida La imagen romántica de una isla fabulosa tragada por el mar, ha significado que su ubicación haya sido buscada desde la época de Platón, aunque nadie está seguro si existió realmente muchos son los investigadores que la buscaron, una empresa no del todo descabellada, pues al fin y al cabo también la Troya de Homero se creía producto de la fantasía, hasta que el arqueólogo Heinrich Schliemann la descubrió en 1903. Las ubicaciones sugeridas para la Atlántida, incluyen lugares diversos a continuación enumeraré algunas de las ubicaciones más nombradas: En el Océano Atlántico - El relato de Platón hablaba de una enorme isla “más allá de las columnas de Hércules” este dato hacia suponer que debía encontrarse en el Océano Atlántico y durante siglos investigadores del tema la situaron en dicho emplazamiento. Dicha teoría fue totalmente rechazada en 1.950 cuando se demostró la tectónica de placas y se


comprobó que no existen ni existieron vestigios de ningún continente sumergido. Hasta que dicho teórico emplazamiento se demostró que no era correcto, investigadores como Ignatius Donnelly, quien publicó su libro Atlantis: The Antidiluvian World en 1882, obra que conocería más de cincuenta ediciones y que sirvió de punto de partida para numerosas teorías posteriores. Donnelly estudió los enigmas de distintas culturas y elaboró a partir de tan misteriosos ingredientes una hipótesis irresistible: la Atlántida fue un continente entre Europa y América que se sumergió y que incluso llegó a constituir un puente terrestre entre ambos mundos. Los principales datos que corroborarían su teoría son los siguientes: la lengua de los aztecas posee asombrosas semejanzas con la de los egipcios. (Esto no es exacto, dicen los escépticos; el parecido procede de una interpretación errónea de los signos de la escritura azteca). Los egipcios no fueron los únicos que construyeron pirámides; también los antiguos pueblos centroamericanos levantaron este tipo de estructuras, de modo que debió existir algún contacto entre ellos. (Tonterías, afirman los detractores de Donnelly; una forma geométrica tan elemental puede inspirar a cualquier arquitecto espontáneamente, sin que tenga que copiar de nadie). Donnelly no ofrecía nuevas pruebas de la existencia de la Atlántida, sino una síntesis tan brillante como persuasiva de las ya existentes, echando mano de informaciones procedentes de campos tan diversos como la arqueología, la oceanografía, la filología, la geología, la historia, la mitología, la etnología, la zoología y la botánica para argumentar la historia de Platón y con la intención de demostrar que sin un continente que hubiera servido de puente las coincidencias que proponía no hubiesen podido darse. La Atlántida en América - Al ser descubierto el nuevo continente surgió como es lógico una nueva teoría, ¿Podría ser América el continente descrito por Platón?, ¿era posible que las tierras descubiertas por Cristobal Colon fueran parte de la isla soñada? La respuesta parecía ser no pues parecía muy improbable con la tecnología de la época que relataba Platón pudiesen realizarse viajes en barco a tan larga distancia y más cuando se describían flotas de 1200 barcos que conquistaban allá por donde pasaban con sus tropas. Un dato cuando menos curioso sobre esta teoría es el siguiente: En una sesión de trance realizada en 1933, el vidente norteamericano Edgar Cayce describió de una forma colorista y fantástica la vida en aquella antigua civilización, prediciendo, además, que una parte de ella sería encontrada en el año 1968. Y en efecto, un año más tarde de lo vaticinado se descubrieron en el fondo marino frente a las Bahamas ciertas estructuras aparentemente realizadas por la mano humana. La localización de la Atlántida en esta zona ya había sido propuesta por otros investigadores, que sin duda se remitían a los datos aportados


por el geógrafo romano Marcelo, del primer siglo antes de nuestra era. Según él, el continente perdido habría estado integrado por siete islas pequeñas y tres grandes, la mayor de ellas de 1.000 estadios de diámetro, lo que equivale aproximadamente a 200 kilómetros. ¿Debemos, pues, buscar los restos de la Atlántida en el Caribe? La mayor de las islas antillanas, La Española, tiene un tamaño que coincide más o menos con el calculado por el sabio Marcelo. Sin embargo, estas especulaciones tienen muy poco que ver con la descripción de Platón. Las formaciones de piedra encontradas son según los expertos tan solo una formación rocosa insólita y no tienen nada que ver con la mano del hombre y aún en el caso de ser estructuras arquitectónicas creadas por el hombre parece muy poco probable que perteneciesen a la Atlántida que relataba Platón y con casi total seguridad serían parte de una cultura megalítica aun desconocida.

Conclusiones La tectónica de placas no deja lugar a dudas, no hay lugar para la Atlántida, ningún continente o isla de dimensiones como las descritas pudo haberse sumergido o inundado sin dejar pruebas de ello. Por lo cual tenemos que pensar que de ser algo mas que un mito deberíamos buscar la Atlántida entre las tierras ya conocidas, probablemente una isla mediterranea, alguna región europea que fuera mal interpretada en los mapas o traducciones de textos antiguos, otras hipotesis barajan la posibilidad de que se tratara de las Azores e incluso en Suecia. Aún así no deja de ser fascinante como durante siglos se ha buscado un continente idílico y existen tal cantidad de textos a lo largo de la historia aportando pruebas de su existencia.


Pasteur, un un pionero pionero

(Dole, Francia, 1822 - Marnes-la-Coquette, id., 1895) Químico y bacteriólogo francés, fundador de la microbiología y pionero de la medicina moderna. Desde los tiempos de Hipócrates (siglo V a.C.) se habían atribuido las enfermedades a abstractos desequilibrios de los humores internos del cuerpo humano. Hubo que esperar al siglo XIX para que, de la mano de geniales investigadores como Louis Pasteur y Robert Koch, quedase firmemente establecida la teoría del origen microbiano de las enfermedades infecciosas, según la cual éstas son provocadas por gérmenes patógenos ambientales que penetran en el organismo sano; la determinación de las causas concretas y seguras de una amplia gama de afecciones supuso el inicio de la actual medicina científica. Pasteur dio asimismo un impulso decisivo al desarrollo de las vacunas, siendo especialmente recordado por el éxito de su vacuna contra la rabia (1885). Su padre, que dirigía una pequeña tenería, se había trasladado a Arbois durante la infancia del pequeño Louis, que realizó sus primeros estudios demostrando más vocación por la pintura que por los libros. A pesar de ello, su padre lo obligó a cursar estudios secundarios en el Liceo de Besançon, donde consiguió el título de bachiller en letras en 1840 y en ciencias en 1842. Ese mismo año fue admitido en la Escuela Normal Superior de París, pero con una baja puntuación, que al año siguiente mejoró. Estudió química bajo la dirección de Dumas y Balard, y en 1847 se doctoró en física y química. Al año siguiente, sus investigaciones sobre el ácido racémico, y a continuación sobre el paratartárico, le llevaron a formular una teoría sobre la disimetría molecular; creía haber descubierto una línea de demarcación entre las sustancias orgánicas elaboradas por seres vivos (con estructura molecular disimétrica) y las preparadas en los laboratorios (con estructura simétrica). Tales estudios han valido a Pasteur la consideración de fundador de la estereoquímica, rama de la química que describe la estructura tridimensional de las moléculas. Hoy sabemos que su concepción era errónea, pero igualmente constituiría el punto de partida para investigaciones de gran trascendencia.

De la fermentación a la generación espontánea En 1848 fue nombrado profesor de física y química en el Liceo de Dijon, y tres meses después suplente en la cátedra de química de la Universidad de Estrasburgo, cátedra de la que sería titular en 1852, para pasar después (1854-1857) a la Universidad de Lille como profesor de química y decano de la Facultad de Ciencias. Con una orientación principalmente práctica, encaminada a resolver algunas dificultades con que topaban las

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industrias vinícolas y cerveceras de la región, Louis Pasteur emprendió en Lille sus conocidos estudios sobre la fermentación. Sus investigaciones le llevaron a corroborar, por un lado, la idea de que las levaduras eran las responsables de la producción de alcohol en la fermentación, y por otro, a descubrir que la producción en el proceso de fermentación de ciertos ácidos y sustancias indeseables (que agriaban el vino o la cerveza) era debida a la acción de microorganismos como las bacterias. Pasteur resolvió el problema con el simple método de someter a altas temperaturas las soluciones azucaradas iniciales; se eliminaba con ello las bacterias, evitando así la acidificación del producto final. El ilustre científico francés aplicaría este mismo sistema al ámbito de la conservación de los alimentos: calentando la leche a alta temperatura antes de embotellarla, se destruyen las bacterias patógenas que pueda contener y se impide su fermentación sin alterar su estructura ni sus componentes. Este prodecimiento, que hoy llamamos pasteurización, complementó las aportaciones anteriores de Nicolas Appert y favoreció el crecimiento de la industria agroalimentaria. Mientras tanto, Louis Pasteur había pasado a París como director del departamento de ciencias de la École Normale (1857-1867), y a continuación como titular de la cátedra de química de la Facultad de Ciencias de la Universidad (1867-1875). Allí, en áspera lucha con el biólogo francés Félix Pouchet y los fisiólogos teologizantes, desarrolló su gran batalla contra la generación espontánea. La antigua idea de que algunos seres vivos no derivan de la reproducción de otros, sino que se forman espontáneamente, se basaba en una observación empírica inexacta (de la carne en putrefacción, por ejemplo, surgen larvas de dípteros) y había mantenido su vigencia durante siglos, al ser sostenida por autoridades como Aristóteles. Aunque los experimentos de Francesco Redi (16261698) confutaron ese ejemplo en concreto, el posterior descubrimiento de los microorganismos resucitó esta polémica, una de las más relevantes de la historia de la biología. Las investigaciones sobre la fermentación habían llevado a Pasteur a preguntarse si aquellos microorganismos que intervenían en la misma se formaban de manera espontánea o procedían del entorno. Para resolver la cuestión, ideó un experimento consistente en introducir material nutritivo esterilizado mediante calor en diversos recipientes; todos ellos fueron sellados para impedir la contaminación por el aire local. Los resultados fueron inequívocos: en los recipientes en los que se introducía aire húmedo se producía una rápida putrefacción de la materia orgánica;

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en cambio, en los recipientes donde el aire introducido contenía poca humedad, prácticamente no había alteración de la materia original. Pasteur dedujo que el aire está cargado de gérmenes de microorganismos que se desarrollan en contacto con la materia orgánica en las condiciones ambientales adecuadas. La publicación de las conclusiones en 1860 supuso la definitiva liquidación de la teoría de la generación espontánea; en la memoria final de 1861, por otra parte, Pasteur intuyó que los estudios realizados podían “preparar el camino a una seria investigación sobre el origen de las enfermedades”. Mayor gloria habían de darle todavía a Pasteur los trabajos que comenzó en 1865, año en que, habiéndose difundido en los alrededores de Alais una grave enfermedad que destruía los gusanos de seda, fue comisionado por el gobierno para que estudiara la epidemia y buscara sus posibles remedios. Tal enfermedad, llamada pebrina, estaba alcanzando proporciones inusitadas y amenazaba con hundir la rica industria de la seda del sur de Francia. Pasteur analizó en profundidad el problema y logró determinar que la afección era causada por unos corpúsculos microscópicos (descritos ya por el italiano Cornaglia) que aparecían en la puesta efectuada por las hembras enfermas; seleccionando y criando huevos libres de la plaga, las explotaciones lograron salvarse del desastre. De este modo fue corroborando su intuición de que muchas enfermedades eran debidas a infecciones de microorganismos patógenos, y se encontraba ya en situación de enunciar los principios de la patología microbiana.

La teoría microbiana y las vacunas Los estudios anteriores, en efecto, sugirieron a Pasteur una analogía entre la enfermedad y la fermentación: del mismo modo que la acción de microorganismos exteriores es la causa, por ejemplo, del deterioro de la leche, esos mismos microorganismos podían invadir un cuerpo sano y causar las afecciones. Llegó así a establecer, como consecuencia de sus trabajos, la llamada teoría microbiana o germinal de las enfermedades, según la cual muchas de éstas se deben a la penetración en un cuerpo sano de microorganismos patógenos. Pese a la incomprensión que suscitó (derivada en cierto modo del sentido común, para el que resulta sorprendente que seres microscópicos puedan matar a otros infinitamente más grandes), los resultados de sus ulteriores investigaciones acabarían avalando su hipótesis. Entretanto, la guerra civil que se ensañaba en París en 1871 obligó a Pasteur a abandonar la ciudad, pero no detuvo sus estudios. En Clermont-Ferrand, donde se refugió, los cerveceros del lugar le invitaron a proseguir y completar las pesquisas sobre la cerveza. Pacificada la ciudad, regresó a París, donde fue elegido socio de la Academia de Medicina (1873) y se le otorgó una pensión vitalicia (1874, aumentada en 1883); recibió luego la Legión de Honor e ingresó en la Academia Francesa (1881). Por esos años y ya hasta su fallecimiento, Louis Pasteur orientó su actividad hacia el estudio de las enfermedades contagiosas (partiendo del supuesto de que eran debidas a gérmenes que pasaban de un organismo a otro), logrando no sólo confirmar su teoría, sino también desarrollar la vacunación como método preventivo. Conocida desde antiguo, el mecanismo de la vacunación es simple: estimular el sistema inmunitario exponiéndolo al microorganismo responsable de una determinada enfermedad, a fin de que en el futuro pueda responder de inmediato ante

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una eventual infección. Sin embargo, su aplicación práctica hubo de enfrentarse a obstáculos insalvables; al no haber un modo seguro de regular la fuerza infecciosa de los extractos, a menudo se causaba la enfermedad que se pretendía prevenir. Sólo un médico rural inglés, Edward Jenner, había logrado en 1796 una prevención eficaz contra la viruela humana, que consistía en infectar a un individuo sano con la viruela de las vacas. La infección estimulaba las defensas del individuo hasta el punto de inmunizarlo contra la viruela humana; al ser la viruela de las vacas inofensiva en el ser humano, el método no comportaba ningún riesgo. En 1879, mientras realizaba experimentos con pollos afectados por el cólera de las gallinas, Pasteur advirtió que unos animales infectados con un cultivo conservado en malas condiciones, y por tanto deteriorado, quedaban protegidos frente a la enfermedad; había descubierto que, en determinadas condiciones, los gérmenes resultaban menos patógenos, pero que al inocularlos en un individuo sano daban igualmente lugar a una respuesta defensiva que protegía contra los gérmenes virulentos. En 1881 inició sus estudios acerca del carbunco, una enfermedad que causaba estragos en el ganado lanar. Pasteur descubrió el bacilo responsable de la enfermedad y llevó a la práctica la idea de inducir una forma leve de la misma en los animales, inoculándoles bacilos debilitados para inmunizarlos contra ataques de variedades más agresivas. Preparó la vacuna y resultó un éxito: todas las ovejas en las que se habían inoculado bacilos débiles resistieron el contagio de los bacilos letales; y todas las no vacunadas perecieron. La continuación de sus investigaciones le permitió desarrollar la vacuna para prevenir la rabia, una enfermedad contagiosa también llamada hidrofobia en el hombre y contra la que no existía paliativo alguno, resultando casi siempre mortal. Después de largos estudios y experimentos ensayados desde 1880, encontró un método seguro para atenuar el virus: inocular la enfermedad en conejos y, tras su muerte, someter a desecación las médulas de los conejos, de las que podían obtenerse extractos cada vez menos virulentos a medida que avanzaba el tiempo de desecación. La efectividad de esta vacuna, su última gran aportación en el campo de la ciencia, se probó con éxito el 6 de julio de 1885 en un niño alsaciano de nueve años, Joseph Meister, que había recibido catorce mordeduras de un perro rabioso y que, gracias a un paciente tratamiento de diez días, no llegó a desarrollar la enfermedad. Este éxito espectacular tuvo una gran resonancia, así como consecuencias de orden práctico para Pasteur, quien hasta entonces había trabajado con medios más bien precarios. El apoyo popular hizo posible la construcción del Instituto Pasteur, fundado en 1888, que gozaría a partir de entonces de un justificado prestigio internacional. Con la salud muy debilitada (venía padeciendo una hemiplejía desde 1868), en 1892 recibió en la Sorbona un solemne homenaje con motivo de su septuagésimo aniversario; tres años después, el insigne científico falleció en Marnes-la-Coquette.


La televisión es un sistema que realiza la transmisión y recepción de imágenes en movimiento y sonido a distancia. La transmisión se puede realizar mediante ondas de radio o por redes especializadas de televisión por cable. El receptor de las señales es el aparato que conocemos como televisor o televisión.

Historia de la televisión: Origen y evolución de la Televisión En el terreno de la transmisión de imágenes a distancia, los precedentes científicos más lejanos en el tiempo fueron la transmisión telegráfica de imágenes, llevada a cabo por Bain en Inglaterra, en 1843, y por Giovanni Caselli en Francia, en 1863, quien con el pantelegrafo de su invención consiguió enviar mensajes autógrafos y dibujos de París a Marsella. A partir de aquel momento las “innovaciones” televisas proliferaron. Entre las más curiosas podría citarse el proyecto del estadounidense Carey, en 1875, tratando de transmitir imágenes desde un emisor formado por 2.500 células de selenio hasta una pantalla formada por otras tantas bombillas, unidas una a una a su célula respectiva por medio de los correspondientes 2.500 cables. Después de todo esto, la televisión nació después de darse una serie inventos y fenómenos simultaneos, pero que se desarrollaron de forma individual. En siglo XIX varios investigadores empezaron a experimentar con la transmisión de imágenes por medio de ondas electromagnéticas. Los que hicieron avances más importantes, fueron el ingeniero alemán Paul Nipkow, que en 1884 patentaria su disco de exploración lumínica, conocido como el Disco de Nipkow; el escocés John Logie Baird, quien desarrollo y perfecciono el disco de Nipkow en 1923 a base de células de selenio; A los norteamericanos Ives y Jenkins, los que basándose en Nipkow consiguieron avanzar bastante; y al ruso Vladimir Sworykin, quien gestiono el tubo Iconoscopio. En julio de 1928 se produciría un hito en la historia de la televisión, ya que es este año cuando se realizan las primeras transmisiones experimentales en USA. Fue en Julio de este año, desde la estación experimental W3XK de Washington, Jenkins (propiedad de Charles Francis Jenkins) empezó a transmitir imágenes exploradas especialmente de películas,


con más o menos regularidad y con una definición de 48 Líneas. Fueron tres los ámbitos científicos que tuvieron que desarrollarse para poder convertir la televisión en una realidad independiente: el primero, la fotoelectricidad; el segundo, los procesos de análisis capaces de descomponer una fotografía en líneas y puntos claro y oscuros, y restituirla después a su forma original; el tercero, los adelantos en la manipulación de los haces de electrones, que harían posible repetir este proceso de descomposición y restitución de imágenes veinticinco veces por segundo. Sería un año después, en 1929, cuando la BBC (British Broadcast Co.) de Londres manifiesta se muestra interesada en las investigaciones de Logie Baird (este había logrado transmitir imágenes desde Londres hasta New York en 1928, además de demostrar también la TV en Color, la TV exterior con luz natural y la TV en estéreo, todo ello obviamente de forma


primitiva). Aunque en un principio la BBC no veía utilidad práctica en la Tv, el 30 de septiembre de 1929 comenzaron las transmisiones oficiales. En último día del año de 1930, el 31 de diciembre, se realizo la primera transmisión de audio y video, y a finales del 1932 ya se habían conseguido vender más de 10.000 receptores (televisores). La televisión de por aquel entonces era mecánica, por lo cual hasta finales de los años 40 no veríamos la verdadera revolución de la televisión electrónica de la mano de Sworykin. Smorykin se unió a la WESTINGHOUSE a principios de los años 20, y seria allí donde empezaría sus investigaciones utilizando un tubo de rayos catódicos para el aparato receptor y un sistema de exploración mecánica para la transmisión. El descubrimiento de Sworkykin sería llamado Tubo Iconoscopio, el cual patentaría en 1923. A finales de los años 40, la TV electrónica inventada por Sworykin había apartado por completo a la mecanización. Fue el mismo Sworykin quien también sugeriría la necesidad de estandarizar los sistemas de TV que se estaban desarrollando por todo el mundo. Gracias esto, a principios de 1940, Estados Unidos creó la National Television System Comitee (NTSC), la cual se encargaba de que las normas de fabricación de los receptores de TV fueran compatibles entre las diferentes empresas estadounidenses que se dedicaban a su fabricación. En julio de 1941 se estandarizó el sistema, que era válido en todos los estados de USA. A principio de 1940, también empezó la carrera por la televisión a color. Al terminar la guerra, se la industria volvió a ponerse en el camino para conseguir hacer llegar esto a los hogares, pero a su vez, los diferentes estudios realizados para el desarrollo de la TV en colores, volvía a poner la cabeza de todos la compatibilidad que el público necesitaba que tuvieran todos los aparatos. Aunque en un principio las grandes compañías presionaron para que realizara un sistema de color no compatible a todos los aparatos, debido a sus intereses económicos. A pesar de esto, los 10 millones de televisores vendidos pesaron más e hicieron que se creara un acuerdo para desarrollar una TV color plenamente compatible. Otro problema que se planteo fue la doble compatibilidad directa e inversa, es decir, que una señal en color se viera en un TV en B/N y una señal B/N se viera en un TV color. Sería en 1953 cuando se logro el sistema de compatibilidad se lograría y se nombraría como el comité regulador, desde entonces se conoce como sistema NTSC. Este sistema de compatibilidad también llego a Europa, aunque estos debido a su orgullo no quisieron adoptarlo. Francia no quiso adaptarse al sistema americano y creó su propio sistema de TV en colores en 1967, el cual llamo SECAM (Sequentiel Couleur A Memorie). También en 1967, Alemania creo el sistema PAL (Phase Alternation Line), desarrollado por la empresa TELEFUNKEN. Según los ingenieros, la de los alemanes es la mejor de todas. Solo habían pasado poco más de 50 años desde las primeras emisiones regulares cuando la televisión ya estaba introducida en los hogares de miles de millones de personas de todo el mundo. Desde los años 50 se ha convertido en el medio de comunicación por excelencia en todo el mundo, está considerado como uno de los grandes hitos del siglo XX.

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Pompeya, curiosidades

Pompeya era una ciudad romana que se hizo famosa por un hecho trágico: la erupción de un volcán. Los pobladores no pudieron huir de la lava y cenizas que cayeron en la ciudad, quedando sepultados para siempre. Hoy es un sitio histórico muy interesante, pero seguramente hay mucha información que hemos pasado por alto. Si quieres saber estas curiosidades sobre Pompeya y el Vesubio, sigue leyendo.

Era un sitio vacacional Pompeya fue fundada en el siglo VII a. E. C. y era una ciudad próspera, muy conocida como sitio de vacaciones para los más poderosos. Se dice que Nerón tenía su casa de vacaciones allí y su segunda esposa era proveniente de la ciudad.

Poca información El Monte Vesubio quedaba muy cerca de Pompeya, pero las personas que vivían allí no sabían que se trataba de un volcán. Es por eso que la tragedia fue algo imprevisto y que nadie hubiera pensado. No podían saberlo tampoco por la experiencia, dado que la última erupción había sido en el 1800 a. E. C.

Vulcanalia La erupción del año 79 d. E. C. se dio en la mañana del 24 de agosto, un día después de festejada la Vulcanalia, festividad de Vulcano, dios romano del fuego. Otros documentos de la época dicen que la erupción fue en realidad en noviembre, así que las opiniones están divididas.

Duración Es probable que la erupción haya durado 24 horas, pero los restos de cenizas y roca siguieron cayendo por dos días hasta cubrirla con una capa de 6 metros de profundidad. Antes de esta erupción la palabra volcán no existía. Se le dio ese nombre en honor al dios Vulcano.

Plinio el Joven Las declaraciones sobre esta tragedia son conocidas gracias a las cartas de Plinio el Joven, un administrador y poeta romano que observó desde lejos la erupción. Habló con algunos sobrevivientes y redactó sus experiencias en documentos de mucho valor histórico. Estas cartas recién fueron encontradas en el siglo XVI.

Lava veloz La lava alcanzó la ciudad a una velocidad de 110 kilómetros por hora, sin posibilidad de que nadie escapara. Cubrió una superficie de 500 kilómetros cuadrados, destruyendo no solo a Pompeya, sino a varias otras

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ciudades y pueblos vecinos. No hay un número correcto en cuanto a la cantidad de muertos, pero se estima que fueron alrededor de 25 mil personas las que perecieron.

Fue un sitio perdido La ciudad permaneció perdida por 1500 años hasta que en 1599 fue encontrada al excavar un túnel subterráneo. El arquitecto Domenico Fontana descubrió algunos frescos de Pompeya con alto contenido sexual, y debido al rechazo en la época a este tipo de representaciones los volvió a enterrar. Pompeya fue redescubierta en 1748 y desde ese momento no se ha vuelto a perder.

Vida romana Debido a las cenizas los objetos de la ciudad permanecieron bien preservados de la humedad, y sin un testimonio excelente de la vida romana en esas épocas. Se usó yeso para llenar los huecos entre las cenizas dejados por los cuerpos, y así saber en que posiciones habían muerto los habitantes.

Erupción cercana El Vesubio tuvo su última erupción en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial. Actualmente 3 millones de personas viven cerca de él, transformándolo en el volcán más peligroso en actividad.


Dalí genial

Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y Doménech nació en Figueras (Girona), el 11 de mayo de 1904, en una familia burguesa, un año después de que muriera su hermano también llamado Salvador. A los diez años ya dibujaba y pintaba con mucha regularidad, sobre todo retratos de miembros de su familia y paisajes. Al igual que en su pintura, fue un prolífico escritor buscando explicar en primera persona los fundamentos de su vida y de su obra. Sus primeros artículos aparecieron en 1919 en la revista local “Studium”; redactó la sección “Los grandes maestros de la pintura” y allí reflejó sus modelos de referencia: Velázquez, Goya, El Greco, Durero, Leonardo da Vinci y Miguel ángel. En 1922 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde estudió hasta 1926, cuando fue expulsado de forma definitiva. Por esos años se instaló en la Residencia de Estudiantes, donde hizo amistad con futuras personalidades como Luis Buñuel, Federico García Lorca, José Bello, José Moreno Villa, etc. Ese grupo era, según Dalí, “estridente y revolucionario”. Desde 1927 su pintura, hasta ese momento influida por el cubismo y la pintura metafísica, se adscribió al surrealismo. En 1929 ingresó en el grupo surrealista parisino, y fue considerado uno de sus miembros más renovadores. Su pintura de esa época se caracterizó por la maleabilidad de los objetos sólidos, las alusiones sexuales y las yuxtaposiciones de formas. Los cuadros de 1928 y comienzos de 1929 fueron de plena experimentación; en ocasiones utilizó arena o corcho. En 1928 colaboró con Luis Buñuel en la película “Un perro andaluz”. En 1929 expuso por primera vez en París; se trató de la muestra individual que le organizó la Galería Goemans, donde presentó entre otros lienzos, “El enigma del deseo” y “El gran masturbador”. Tanto Dalí como los surrealistas mostraron un enorme interés por las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud. Además del interés científico, les atraían las posibilidades artísticas que podía tener así como la importancia del inconsciente como fuente inagotable de imágenes poéticas. Con el tiempo Dalí consideró que el surrealismo estaba demasiado anclado en la


escritura y pintura automáticas; fue entonces cuando desarrolló su propia interpretación del mismo, en el llamado “método paranoico-crítico”, inspirado en un mundo de fantasía onírica y delirante, que definió como “método espontáneo de conocimiento irracional basado en la asociación interpretativa crítica de fenómenos delirantes”.

En el verano de 1929 conoció a Gala (Helena Diakonoff), que había sido invitada a Cadaqués junto a su marido, el poeta Paul Eluard. A partir de ese momento, la relación entre Dalí y Gala se hizo inquebrantable, de modo que ella decidió separarse de su marido. En 1930 colaboró nuevamente con Luis Buñuel en el guión de “La edad de oro”. Por esa década Dalí comenzó a ser un personaje público -famoso ya era desde hacía años- y esa ascensión se pudo reflejar en la portada que le dedicó la revista “Time” el 14 de diciembre de 1936. Su siguiente ámbito de acción fue Estados Unidos; allí, el galerista Julian Levy le organizó, entre 1933 y 1939, cinco muestras individuales. De 1940 a 1948 vivó en ese país, realizando conferencias, diseñando joyas y trabajando para los estudios de Hollywood. Su relación con el grupo surrealista concluyó por esos años. Pero su expulsión definitiva se produjo en 1941, cuando André Breton descalificó su vuelta al clasicismo tildándolo de retórico y académico. En Estados Unidos organizó múltiples actos, que le dieron fama y dinero. Realizó


campañas publicitarias para prestigiosas revistas como “Vogue”, diseñó y creó el pabellón “El Sueño de Venus” para la Feria Mundial de 1939, dibujó figurines y escenarios para obras de teatro, etc. A partir de 1948 desarrolló en Port Lligat casi toda su obra, dedicada en su mayoría a Gala, a quien representó como virgen en la “Madona de Port Lligat”, cuadro que regaló al papa Pío XII. Desde entonces comenzó a hacer una serie de obras repetitivas con el único fin de ganar mucho dinero. En 1951, publicó el llamado “Manifiesto místico”, ensayo donde explicaba su nueva actitud artística, así como el nuevo fervor religioso que estaba experimentando. Ese periodo fue denominado por el artista como “místico-nuclear”, el cual se extendió desde 1949 hasta los años 70. El propio artista reconoció, “la explosión atómica del 6 de agosto de 1945 (Hiroshima) me conmocionó sísmicamente. A partir de entonces el átomo se convirtió en el alimento favorito de mis pensamientos”. A finales de los años 50 se acercó de forma muy personal al Expresionismo abstracto norteamericano, y más tarde, en los años 60, trabajó en movimientos tan conocidos como el pop-art o el arte óptico. En 1966 los norteamericanos le dedicaron una gran retrospectiva en el Museo de Arte de Moderno de New York. Entre sus obras más representativas figuran “La cesta del pan” (1926), “El gran masturbador” (1929), “La persistencia de la memoria” (1931), “Premonición de la guerra civil” (1936), “España” (1938), “Leda atómica” (1949), “Cristo de San Juan de la Cruz” (1951), “última cena” (1955), etc. Sus memorias aparecieron en 1942, “The secret life of Salvador Dalí”, una de sus obras literarias más sugerentes. También cabe mencionar “Diario de un genio” (1964) y “Confesiones inconfesables” (1973). Como ilustrador, los trabajos más destacados de su carrera fueron los treinta aguafuertes de “Los cantos de Maldoror”, del Conde de Lautrémont (1934); las doce litografías para “Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes (1957); y las cien xilografías en color para la “Divina Comedia”, de Dante (1960). Los últimos quince años de su vida fueron marcados por el reconocimiento nacional e internacional a toda su producción. Así, en 1974 se inauguró el Teatro-Museo Dalí en Figueras. En 1982 -año de la muerte de Gala- se inauguró el Museo Salvador Dalí en St. Petersburg (Florida, Estados Unidos). En 1983 se creó la Fundación Gala-Salvador Dalí en Figueras. Luego de la muerte de Gala quedó sumiso en una fuerte tristeza, pero siguió pintando. Aunque hoy está en duda la autoría de muchas de las obras firmadas durante ese periodo, ya que la producción es demasiado grande para el estado de ánimo y de salud con los que vivió sus últimos años. Salvador Dalí, un controversial, exhibicionista y provocador artista murió el 23 de enero de 1989, y fue enterrado en el Teatro Museo de Figueras.



Vikingos, los guerreros del norte

Vikingo es el nombre dado a los miembros de un grupo étnico originario de Escandinavia, de los países nórdicos, que vivió entre los años 789 y 1100. Fueron descendientes de un pueblo de origen germánico que se estableció en la península escandinava hacia el año 2000 a. C. Sus ataques y su aparición en la escena política europea comenzaron con el saqueo del monasterio de Lindisfarne (793) en el norte de Gran Bretaña, al que pronto siguieron ataques a otros monasterios. Los anales y crónicas de los dos siglos siguientes están repletos de relatos aterradores. En grupos más o menos numerosos, los vikingos atacaron con sus barcos las costas europeas, remontaron los ríos de Francia, Alemania y Rusia, conquistaron gran parte del territorio de los pueblos eslavos de la antigua Rusia, las islas británicas Irlanda e Inglaterra y asolaron el Mediterráneo. Su actuar violento aterrorizó a las antiguas comunidades que, aunque acostumbradas a la guerra, no tenían forma de prever cuándo habría una incursión. Estos ataques influyeron de forma indirecta en la creación de un período de inestabilidad que favoreció la descentralización política del feudalismo. Durante los siglos siguientes, los vikingos tuvieron gran influencia en la historia europea: en las Islas Británicas gobernaron durante muchos años hasta ser finalmente conquistadas por los normandos, descendientes de vikingos; en Rusia contribuyeron a la formación del estado ruso; en Francia terminaron recibiendo como feudo la región de Normandía; en Italia fundaron el reino normando de Sicilia e incluso llegaron a influir con sus incursiones en el Califato de Córdoba y en el Imperio bizantino. El último reducto hostil lo representaba el rey Harald el Despiadado, que murió en la Batalla del puente Stamford en el año 1066 cuando intentaba tomar posesión del territorio de Inglaterra. La Era vikinga terminó en 1100, año en que finalizan las incursiones vikingas.

Origen de los Vikingos Se les llama Vikingos a la población de Escandinavia (Noruega, Suecia y Dinamarca principalmente) que aterrorizaron el territorio europeo alrededor del siglo VI al XI y quiere decir “Hombres del Norte”. También


se sostiene que viene le frase “Vik in”, que significa “bahía adentro”, refiriéndose así a sus desembarcos. Aventurados marineros y excepcionales guerreros, establecieron un régimen donde sólo su conversión al cristianismo podría detenerlos, ya que al cabo del tiempo terminaron siendo absorbidos por la cultura de las regiones que conquistaron. Los vikingos poseían veloces naves llamadas “Drakkars” que utilizaban para saquear los pueblos europeos de manera rápida y brutal, antes de que se organizara una resistencia seria. Con el tiempo sus saqueos se convirtieron en conquistas. Los Vikingos atravesaban velozmente el mar asolando las costas desde sus “drakkars” (llamadas así porque las proas y popas de sus naves estaban adornadas con cabezas de dragón). Los vikingos, que significa “hombres del norte”, fueron la última de las tribus bárbaras llamadas germanas por los romanos que aterrorizó Europa. La población se sentía atemorizada por los vikingos debido a su ferocidad y crueldad. Por otra parte, además de buenos guerreros, los vikingos eran diestros artesanos, marineros, exploradores y comerciantes.

Origen y pueblos vikingos Pertenecían étnicamente a la familia de los pueblos germanos y su lengua y cultura eran germánicas, como las de todos los pueblos escandinavos. Los primeros monjes cristianos germanos asociaron a este pueblo con el nieto de Noé e hijo mayor de Jafet llamado Gomer (y su pueblo, los cimerios). Esta comunidad lingüística y cultural de toda el área escandinava ha de tenerse en cuenta a la hora de profundizar en el conocimiento del espíritu que llevaban estos pueblos. Estos pueblos, al igual que los griegos, habitaban una geografía muy segmentada que —junto al clima y los animales carnívoros— hacía muy difícil la comunicación por tierra, lo que les obligó a navegar. El mar se convertiría en su principal medio de comunicación.

Pueden distinguirse tres grupos de vikingos: Daneses: al principio tenían una organización militar muy fuerte, realizaron incursiones piratas rápidas, cuyo único fin era el botín. Era también el pueblo más numeroso de los tres. Habitaban en las penínsulas


de Jutlandia y Escania, aparte de las islas que separan al mar Báltico del mar del Norte entre ambas penínsulas. Esto les daba una gran ventaja estratégica que les permitía dominar las rutas de comercio, al igual que Constantinopla. En Dinamarca se han hallado restos de fortificaciones, de fines del período de apogeo vikingo, donde podía concentrarse gran número de tropas. Las fortificaciones tienen forma circular y están divididas en cuatro cuadrantes, con edificios en cuadro en cada uno de ellos. Los recintos fortificados están concebidos con una precisión que atestigua gran sentido del sistema y del orden por parte de los jefes vikingos, y también que, en el séquito del rey danés, había gente con profundos conocimientos de geometría. Un ejemplo de este tipo de asentamientos es la antigua Haithabu. Noruegos: empezaron surcando los mares y ríos con fines pacíficos, que posteriormente cambiarían por incursiones a mayor escala que las de los daneses, con fines de conquista. Se les conocía por ser muy buenos navegantes y fue también en Noruega donde se conservó mejor la tradición naval. Cabe señalar que los noruegos controlaron el mar del Norte, recorrieron el océano Atlántico y llegaron incluso a competir con la influencia árabe del mar Mediterráneo, surcando grandes ríos al igual que los suecos. Los noruegos colonizaron Islandia, Groenlandia y Vinlandia. Suecos: realizaron grandes viajes a través de los mares entre los siglos VIII y XI. Recorrieron toda la Europa septentrional y meridional, fundando la nueva nación que hoy se conoce como Rusia. Se piensa que pueden haber llegado incluso a tierras budistas, pues entre algunos tesoros vikingos enterrados en Suecia se han encontrado una estatua de Buda y objetos del Lejano Oriente.

El papel de la mujer Las mujeres solían casarse en matrimonios acordados. La esposa era la jefa en el interior de la casa y a menudo se hacía cargo de la marcha de la granja cuando su marido y sus hijos estaban ausentes por motivos guerreros o comerciales. Existía el derecho a divorcio y, en caso de que hubiera hijos de por medio, la mujer tenía derecho a quedarse con gran parte de las posesiones, quedando para el hombre su arma, su caballo y poco más. Sin embargo, numerosas naves normandas eran comandadas y tripuladas en su totalidad por mujeres. Es el caso de Rusla de Noruega, hija del rey Rieg y hermana de Tesandus que fue desposeído de su trono por el rey Omund de Dinamarca. La muchacha primero armó un barco y con el tiempo se hizo con una flota entera, con la que atacó todas las naves danesas que pudo, para vengarse de la afrenta realizada a su hermano. En contra de lo que se podría pensar, fue Tesandus quien la capturó, tras el naufragio de su drakkar, y la sujetó por sus trenzas mientras sus hombres la mataban con los remos (el rey Omund había conseguido atraer bien al príncipe hacia su causa después de adoptarlo).


Las conquistas de los Vikingos La ganadería, la agricultura y la pesca fueron la base de subsistencia de los habitantes de Escandinavia durante siglos. En los siglos VI y VII, se desarrolló el comercio a lo largo del Mar Báltico y con Rusia a través de sus grandes ríos. Repentinamente, a finales del siglo VIII los vikingos comenzaron sus agresivas incursiones sobre las costas de Europa. Las razones pueden ser diversas. La incursiones de los vikingos posiblemente se debieron al descubrimiento de la riqueza de los pueblos del sur por los comerciantes, aunado a la relativa debilidad de éstos y su ventaja como navegantes experimentados y veloces embarcaciones. A finales del siglo VIII, ya realizaban grandes incursiones a través de los ríos de Rusia, estableciendo fortificaciones defensivas. En el siglo IX gobernaban Kiev; y en el 907, una escuadra de 2.000 embarcaciones y 80.000 hombres de los vikingos atacó Constantinopla, aceptando el ventajoso acuerdo comercial que el emperador bizantino les ofreció a cambio de su retirada. Un gran ejército danés de los vikingos invadió Inglaterra en el 865, continuando a lo largo de dos siglos su expansión por la mayor parte de la isla. Canuto, quien gobernó simultáneamente Dinamarca y Noruega, fue uno de los últimos reyes vikingos de Inglaterra antes del año 1066. Una gran flota que atravesó el Sena con la intención de atacar París en el año 871 tuvo sitiada la ciudad durante dos años, hasta que se llegó a un beneficioso acuerdo económico para los vikingos. Este incluía un elevado pago en metálico y el permiso para saquear el oeste de Francia sin impedimento. A cambio del cese de las incursiones y de la conversión de los vikingos al cristianismo en el año 911, el rey de Francia dio el nombramiento de duque al jefe vikingo de Normandía. Del ducado de Normandía, surgieron varios famosos guerreros vikingos. Entre ellos se encuentran: Guillermo I, que conquistó Inglaterra en el 1066; Robert Guiscard y su parentela, que le arrebataron Sicilia a los Árabes entre 1060 y 1091; Balduino I, rey del reino cruzado de Jerusalén. Los Vikingos y sus descendientes controlaron durante algún tiempo la mayor parte de la costa Báltica, gran parte del interior de Rusia, Normandía (Francia), Inglaterra, Sicilia, el sur de Italia y parte de Palestina. En el 825 descubrieron Islandia, donde se asentaron en el 875 (aunque ya estaba habitada por monjes irlandeses). Los Vikingos, al mando de Erik el Rojo, colonizaron Groenlandia en el 985 y se dice que su hijo Leif Erikson llegó al nuevo mundo y exploraron parte de Norteamérica 500 años antes que Colón. guerreros

El arte de la guerra de los vikingos (armas y armadura) Todos los hombres libres disfrutaban del derecho de llevar armas en la época vikinga. Tenían que entrar en las filas cuando se lo pedía su señor o rey. En algunas zonas, notablemente en Suecia central, la gente también era requerida para guarnecerse y armar barcos. Con este propósito, la tierra se dividía en unidades que comprendían un cierto número de


granjas y cada una de ellas tenía que proporcionar un barco totalmente equipado cuando se lo pedían. Los vikingos generalmente combatían a pie. El hecho de que se enterraran caballos junto a algunos vikingos ricos indica que hubo algunos guerreros montados, pero esto sin duda no era corriente. Los buques de guerra vikingos se usaban principalmente para transportar ejércitos a la escena de las batallas campales; los combates marítimos eran menos corrientes, aunque se mencionan algunos en las fuentes escritas. El más conocido es la batalla de Svöld, hacia el año 1000. Las narraciones en fuentes inglesas y francas de las batallas campales libradas por los vikingos en Europa occidental dan fe de la fuerza y habilidad de sus cuerpos combatientes. Los vikingos infundían terror a sus oponentes y lucharon a sangre y fuego por todo el noroeste de Europa. Las armas que hicieron tantos estragos fueron la espada, la lanza y el hacha de combate, y arcos y flechas. Las descripciones en tallas contemporáneas, como las piedras decoradas conmemorativas encontradas en Gotland, nos dan una idea del aspecto de esos guerreros vestidos para la batalla con casco y cota de malla y totalmente armados. Podemos aprender mucho más de las tumbas en los países escandinavos, muchas de las cuales contienen el equipo de los combatientes, que enterraron con ellos. La espada era la mejor de todas las armas, muy apreciada por su poder combatiente y como símbolo de posición social: cuanto más alto era el rango del guerrero, más magnífica era su espada. La empuñadura estaba a menudo ricamente adornada, pero aunque una empuñadura muy elaborada denotaba un dueño poderoso, era la hoja de la espada la parte más importante del arma, porque de ésta dependía la vida de su poseedor. Las hojas de dos filos, con un largo de setenta a ochenta centímetros, eran ligeras y flexibles, fuertes y afiladas. Algunas eran importadas del imperio franco, pero sus empuñaduras se hacían y se montaban en Escandinavia, adornándose a menudo con los estilos artísticos predilectos de los vikingos. La espadería franca más famosa era la de Ulfberth, cuyo nombre figura en muchas hojas de espada. Las espadas de doble filo se usaban para dar un tajo al enemigo, causando sin duda lesiones terribles. Los huesos mutilados de esqueletos desenterrados en Hedeby y otras partes dan una idea de la clase de heridas causadas. Los cuchillos de combate cortos, de un solo filo, estaban concebidos para clavarse en el oponente cuando se entablaba un combate cuerpo a cuerpo y los guerreros vikingos llevaban a veces espada y cuchillo. El arma ofensiva más eficaz de todas era la lanza,


con su hoja de hierro delgada y afilada de hasta cincuenta centímetros de largo, sujetada a un asta de madera por medio de una arandela. Algunas lanzas, lo mismo que las espadas de mejor calidad, tuvieron que ser armas de categoría. Sus hojas eran de soldadura de modelo, con filos y punta afilados y las arandelas estaban damasquinadas con plata o bronce. La mayoría de las lanzas que se han encontrado en tumbas, sin embargo, son más sencillas y no están adornadas, pero no obstante son muy eficaces. Los vikingos se defendían en la batalla con escudos redondos que les protegían el cuerpo desde el hombro hasta el muslo. Estaban hechos de madera, a menudo de tilo, cubierta con cuero. Éste podía luego adornarse con monturas de metal y símbolos y a veces se pintaba con colores vivos. El canto de cada escudo se reforzaba con una tira de hierro y había una protuberancia de hierro en el centro para proteger la mano que lo llevaba. Se ha conservado poco de la madera de los escudos, pero se puede calcular su tamaño y el tipo de adorno que tenían, por los accesorios de metal que han quedado. Los escudos encontrados en la nave funeraria de Gokstad tiene un metro de diámetro y ése era probablemente el tamaño normal.

Los Vikingos Más Conocidos: Uno de los vikingos más famosos es el noruego Erik el Rojo, que colonizó Groenlandia. Su hijo Leif Erikson también está en la lista de vikingos célebres por haber descubierto América antes que Cristóbal Colón. También es bastante conocido Canuto el Grande, rey de Dinamarca, que logró someter todo el este de Inglaterra. Otro de los grandes fue Harald Haardrade (Harald el Despiadado), quien es considerado el último vikingo. Harald huyó muy joven a Constantinopla, donde participó en la Guardia Varega durante diez años, siendo uno de sus mejores líderes. Luego escapó con la hija de la emperatriz hacia Nóvgorod, para enviarla de vuelta a Constantinopla. Compartió el reino de Noruega con su sobrino (Magnus I el Bueno) a cambio de la mitad de su riqueza acumulada en Constantinopla, pero después de un corto tiempo su sobrino falleció en extrañas circunstancias y quedó gobernando en solitario. Cuando Harald supo que Guillermo el Bastardo (quien después de conquistar Inglaterra sería llamado El Conquistador) tenía la intención de apoderarse de Inglaterra, diseñó un árbol genealógico según el cual tenía derecho a ser rey de Inglaterra, reunió un ejército y, junto con Tostig (hermano del rey Haroldo II de Inglaterra) se embarcó a conquistar la isla. Desembarcó en el norte y fue descendiendo hasta llegar a York, encontrando poca resistencia, pues el ejército del rey Harold II se hallaba en el sur de la isla. Y en una rápida y larga marcha, Harold II llegó hasta donde estaba Haardrade, quien ya consideraba que estaba todo bajo control, pero se encontró con una férrea defensa y cayó en la batalla de Stamford Bridge (25 de septiembre de 1066). Otro muy conocido fue Goodrya Lafred, también llamado el «El de la barba larga», que según la historia sería apodado «El que cura» debido a su capacidad de atender a las personas enfermas.








LA BALLENA FRANCA AUSTRAL

Ballena Franca Austral es el nombre común de la especie Eubalaena australis, un mamífero marino adaptado a la vida acuática. Pertenece al orden de los cetáceos, que se cree han evolucionado a partir de mamíferos terrestres que fueron al mar entre 45 y 70 millones de años atrás. Hay evidencias que entre 4 y 5 millones de años ya existían ballenas mysticetos, y odontocetos. Su cuerpo es robusto y ovalado, y se destaca por el tamaño de su cabeza que alcanza casi la tercera parte del largo total del cuerpo. La aleta caudal, que desplaza con movimientos verticales para nadar, mide unos 5 metros de ancho en los adultos, está formada por tejido fibroso con una base esquelética mínima y unida al cuerpo por potentes músculos que configuran el pedúnculo caudal. Los miembros anteriores, convertidos en aletas pectorales, los utiliza fundamentalmente para cambiar de dirección y mantener la estabilidad. Carece de aleta dorsal y de surcos o pliegues ventrales como otras ballenas.

Respiración Como todo mamífero marino, la ballena necesita subir a la superficie para respirar. El aire penetra por la parte superior de la cabeza a través de un par de orificios denominados espiráculos, dotados de potentes músculos que le permiten cerrarlos mientras se sumerge, impidiendo la entrada de agua a los pulmones. Cuando exhala despide dos columnas de aire húmedo y partículas de vapor condensado junto con secreciones de los conductos aéreos y pulmones. Estas columnas de vapor se elevan formando una “V” que puede alcanzar los cinco metros de altura. El tipo de soplido permite distinguir a la ballena franca entre otras ballenas. El tiempo entre las exhalaciones varía de acuerdo a la actividad que esta


desarrollando. En una ballena inactiva puede ser entre 15 segundos a 4 minutos; en una inmersión puede alcanzar los 30 minutos, por lo general permaneciendo luego en superficie para ventilarse y reestablecer el equilibrio de oxígeno (Harris y García, 1986). Las madres con crías son las que permanecen más tiempo en superficie, los individuos solitarios y los grupos de cópula son los que se sumergen por más tiempo. Utilizan el aire en forma eficiente renovando hasta el 80% del contenido pulmonar en cada respiración, en lugar del 15 al 30 % como los mamíferos terrestres.

Alimentación La ballena es un animal filtrador por excelencia. Cuando se alimenta, avanza con la boca abierta, dejando escurrir el agua a través de sus barbas. El alimento queda atrapado en la superficie interna de las mismas. Las barbas son placas rígidas insertadas a cada lado de la mandíbula superior y dispuestas a modo de peine. La longitud de cada barba varía de acuerdo al lugar que ocupa en la mandíbula, alcanzando en individuos adultos los 2 metros. Poseen en su borde interno una importante cantidad de pelos gruesos que hacen más eficiente la filtración del agua. Compensan con eficiencia en la filtración del alimento lo que otras especies de ballenas ganan con mayor velocidad de natación. El alimento consiste principalmente en zooplancton: pequeños invertebrados marinos que se agrupan en grandes masas, distribuidos en el océano en áreas con determinadas condiciones de agua y luz. Las especies más comunes en la dieta de la ballena son el krill (Euphausia superba) y el bogavante (Munida gregaria). Se conocen dos estrategias de captura de alimento: en superficie donde la ballena semisumergida nada a través de la zona de concentración de plancton con la boca entreabierta, permitiendo que se cuele el agua entre las barbas y quede atrapado el alimento. Con movimientos de cabeza y la ayuda de su lengua dirige el alimento hacia atrás de su boca para tragarlo.


La otra estrategia es en profundidad, donde nada con la boca abierta mientras atraviesa el área de concentración de zooplancton.

Ciclo Reproductivo Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los cinco y seis años y tienen un ritmo de reproducción lento con una cría cada tres años. El apareamiento se produce en los grupos de cópula que se forman cuando varios machos compiten por una misma hembra. Gestación: Se estima que tiene una duración aproximada de 12 meses. Nunca se ha observado un nacimiento de ballena franca austral. Nacimiento: Las hembras paren un ballenato por vez. Entre junio y setiembre se concentran la mayor cantidad de alumbramientos. Lactancia: La frecuencia y duración de las mamadas varía de acuerdo al tamaño del ballenato. Los ballenatos permanecen junto a su madre durante el primer año de vida. Crianza: Al poco tiempo de nacer, los ballenatos son capaces de nadar y bucear a poca profundidad a poco de nacer; para amamantar deben sumergirse debajo de su madre. Durante la primera etapa cada ballenato es celosamente cuidado por su madre. Al madurar comienza a alejarse con mayor frecuencia y distancia, para luego volver a mantener contacto con ella. Subadulto: Etapa siguiente al destete y previa a la madurez sexual. Son individuos de menor tamaño que un adulto y que no están acompañados por su madre. Edad: El tiempo de vida de una ballena franca se estima entre los sesenta y setenta años, siempre que sobreviva a la predación natural y a las intervenciones humanas en su ambiente. Se han desarrollado metodologías para averiguar la edad a partir del desarrollo de las barbas y la acumulación progresiva de cera en los oídos; sin embargo estas metodologías son bastante imprecisas y solamente trabajan con individuos muertos. De allí la importancia de realizar estudios de identificación y seguimiento de individuos vivos en su ambiente a largo plazo, los cuales permitirán comprender muchos aspectos sobre el ciclo vital y la biología de las ballenas francas

Comportamiento y Observación Cortejo y Cópula: Es una de las conductas grupales más destacadas, puede observarse entre los meses de junio y noviembre en el área de Península Valdés, Patagonia, Argentina.

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Varios machos rodean a una misma hembra por los lados y por debajo. Esta se mantiene con el vientre hacia la superficie tratando de evitar el acoplamiento y sin poder respirar, cuando se da vuelta para inspirar los machos se empujan hasta que alguno logre aparearse. Las ballenas pueden permanecer horas con sus juegos amorosos, lo que hace probable que todos los machos logren copular con esa hembra. Otra estrategia de las hembras para no ser copulada es buscar aguas de poca profundidad. Las madres con crías no participan de los grupos de cópula.

Salto: La cabeza y dos tercios de la parte anterior del animal salen del agua casi verticalmente, girando para caer sobre su espalda y eventualmente sobre los flancos. Por lo general los adultos repiten estos saltos consecutivamente entre 5 y 8 veces. No se ha podido verificar una razón que explique esta conducta. Se especula que tendría que ver con una muestra de presencia para otros individuos en el área, por el impacto acústico que produce al caer, ya que se han observado saltos reflejos de otros individuos en áreas alejadas. Otras teorías estiman que le permite al individuo eliminar parásitos y restos de piel desechada. Los adultos no saltan en áreas de poca profundidad. Aleta caudal fuera del agua:A menudo las ballenas permanecen con su aleta caudal y pedúnculo fuera del agua y el resto del cuerpo sumergido por unos diez o más minutos. Frecuentemente vuelven a adoptar la misma posición repetidas veces. Este comportamiento, que no es exclusivo de la ballena franca, permite identificar la especie por la forma de su aleta caudal. Golpeteo en la superficie del agua:Golpetear con las aletas pectorales y caudal la superficie del agua es una conducta tanto de los adultos como de los ballenatos. Estos comienzan a realizarlo después del primer mes de vida. Se supone que tienen una función de comunicación, ya que todos producen un fuerte ruido como en los saltos.




Cuidemos la capa de ozono

La denominada capa de ozono es una concentración de este gas que recubre parte de la atmósfera del planeta Tierra, en una franja entre 15 y 50 kilómetros de altura, y lo protege de las radiaciones ultravioletas del sol por el hecho de reunir el 90% del ozono presente en la atmósfera. La acción de los gases clorofluorocarbonados (CFC), presentes en multitud de usos industriales y domésticos, como en los aerosoles destruye las moléculas de ozono y han provocado un agujero en la Antártida del tamaño de Estados Unidos, que aún sigue abierto a pesar de los esfuerzos de los gobiernos por reducir estas emisiones perjudiciales. La capa de ozono se mantuvo constante hasta la llegada de la era industrial y con ella comenzó un descenso sustancial de la cantidad de ozono en los polos, principalmente en la Antártida que fue tal que incluso se lo conoce como “el agujero de ozono”. El problema con el agujero de ozono es que los rayos de Sol pasan sin el filtro de rayos ultravioletas y su capacidad de generar problemas en la piel de los animales (incluidos nosotros los humanos) se eleva a niveles impresionantes, algunos con desencadenantes de enfermedades graves como cáncer de piel o problemas graves en la vista. Estas son algunas recomendaciones sobre medidas que a nivel personal se pueden tomar para protegerla: -Limitar el uso del coche y de aparatos dotados de motor de explosión. Si tenés opción, utilizá el transporte colectivo o desplazate andando o en bicicleta. -Maneja con cuidado. No hagas aceleraciones bruscas ni vayas a gran velocidad, puesto que consumirás más combustible para recorrer la misma distancia. Si vas a estar parado más de un minuto, no dejes el motor en marcha. -No compres botes de spray o aerosoles que contengan gases CFC. Comprueba en el envase que contenga un distintivo o un logo que lo indique, casi todos lo tienen. Así mismo, es necesario evitar consumir alimentos empacados en cajas hechas con espumas de poliestireno y no compres espumas sintéticas que contengan CFC, ya que a veces también se emplean para fabricar estos materiales.


-Compra bombillas de bajo consumo y sustituye las convencionales que tengas en tu casa, ya que necesitan menos electricidad y, por lo tanto, requieren la utilización de menos recursos naturales y emisiones para producir esa cantidad de energía. -Lleva a cabo un buen mantenimiento del congelador y del aire acondicionado, ya que si se averían podrían producir una fuga de estos gases al exterior. Si vas a adquirir un aparato nuevo, compra uno que cumpla con los requisitos de sostenibilidad ambiental y no contengan los mencionados CFC, y si notas que el aparato en cuestión ya no enfría apenas, avisa a un técnico. -Si tienes que comprar extintores, comprueba que no contengan halones, ya que estas sustancias también son perjudiciales para la capa de ozono. -No dejes encendidos los aparatos eléctricos en modo de stand-by, ya que al cabo del año también suponen un importante gasto eléctrico para la casa. Estudiá qué aparatos gastan más electricidad en tu casa e intenta reducir su uso o sustituirlos por modelos más eficientes, si puedes. Tu bolsillo también lo agradecerá. Además de cuidar la capa de ozono es importante el cuidado personal para evitar tener cualquier problema de salud referido a ello, sigue estos consejos y vas a ir bien: Si vas al sol utiliza gafas con protección UV (ultravioleta) Usar sombrero No exponerse al sol entre las 11 y las 15 horas Utilizar cremas con protección solar homologadas -No tires tu viejo aparato de aire acondicionado, refrigerador o congelador a la basura. Llévalo a un punto limpio donde se puedan tratar adecuadamente los residuos contaminantes en su interior. Crea conciencia entre los tuyos, sobre todo entre los más pequeños, para que aprendan a cuidar de su entorno y asuman de forma natural hábitos sostenibles.


Compartimos otro cuento del gran escritor Horacio Quiroga Había una vez en una colmena una abeja que no quería trabajar, es decir, recorría los árboles uno por uno para tomar el jugo de las flores; pero en vez de conservarlo para convertirlo en miel, se lo tomaba del todo. Era, pues, una abeja haragana. Todas las mañanas, apenas el sol calentaba el aire, la abejita se asomaba a la puerta de la colmena, veía que hacía buen tiempo, se peinaba con las patas, como hacen las moscas, y echaba entonces a volar, muy contenta del lindo día. Zumbaba muerta de gusto de flor en flor, entraba en la colmena, volvía a salir, y así se lo pasaba todo el día mientras las otras abejas se mataban trabajando para llenar la colmena de miel, porque la miel es el alimento de las abejas recién nacidas. Como las abejas son muy serias, comenzaron a disgustarse con el proceder de la hermana haragana. En la puerta de las colmenas hay siempre unas cuantas abejas que están de guardia para cuidar que no entren bichos en la colmena. Estas abejas suelen ser muy viejas, con gran experiencia de la vida y tienen el lomo pelado porque han perdido todos los pelos de rozar contra la puerta de la colmena. Un día, pues, detuvieron a la abeja haragana cuando iba a entrar, diciéndole: -Compañera: es necesario que trabajes, porque las abejas debemostrabajar. La abejita contestó: -Yo ando todo el día volando, y me canso mucho. -No es cuestión de que te canses mucho -respondieron-, sino de que trabajes un poco. Es la primera advertencia que te hacemos. Y diciendo así la dejaron pasar.


Pero la abeja haragana no se corregía. De modo que a la tarde siguiente las abejas que estaban de guardia le dijeron: -Hay que trabajar, hermana. Y ella respondió enseguida: -¡Uno de estos días lo voy a hacer! -No es cuestión de que lo hagas uno de estos días -le respondieron-sino mañana mismo. Acuérdate de esto. Y la dejaron pasar. Al anochecer siguiente se repitió la misma cosa. Antes de que le dijeran nada, la abejita exclamó: -¡Sí, sí hermanas! ¡Ya me acuerdo de lo que he prometido! -No es cuestión de que te acuerdes de lo prometido -le respondieron-, sino de que trabajes. Hoy es 19 de abril. Pues bien: trata de que mañana, 20, hayas traído una gota siquiera de miel. Yahora, pasa. Y diciendo esto, se apartaron para dejarla entrar. Pero el 20 de abril pasó en vano como todos los demás. Con la diferencia de que al caer el sol el tiempo se descompuso y comenzóa soplar un viento frío. La abejita haragana voló apresurada hacia su colmena, pensandoen lo calentito que estaría allí dentro. Pero cuando quiso entrar, las abejas que estaban de guardia se lo impidieron. -¡No se entra! -le dijeron fríamente. -¡Yo quiero entrar! -clamó la abejita-. Esta es mi colmena.


-Esta es la colmena de unas pobres abejas trabajadoras -le contestaron las otras-. No hay entrada para las haraganas. -¡Mañana sin falta voy a trabajar! -insistió la abejita. -No hay mañana para las que no trabajan -respondieron las abejas, que saben mucha filosofía. Y diciendo esto la empujaron afuera. La abejita, sin saber qué hacer, voló un rato aún; pero ya la nochecaía y se veía apenas. Quiso cogerse de una hoja, y cayó al suelo. Tenía el cuerpo entumecido por el aire frío, y no podía volar más. Arrastrándose entonces por el suelo, trepando y bajando de los palitos y piedritas, que le parecían montañas, llegó a la puerta de la colmena, a tiempo que comenzaban a caer frías gotas de lluvia. -¡Ay, mi Dios! -clamó desamparada-. Va a llover, y me voy a morirde frío. Y tentó a entrar en la colmena. Pero de nuevo le cerraron el paso. -¡Perdón! -gimió la abeja-. ¡Déjenme entrar! -Ya es tarde -le respondieron. -¡Por favor, hermanas! ¡Tengo sueño! -Es más tarde aún. -¡Compañeras, por piedad! ¡Tengo frío! -Imposible. -¡Por última vez! ¡Me voy a morir! Entonces le dijeron: -No, no morirás. Aprenderás en una sola noche lo que es el descanso ganado con el trabajo. Vete. Y la echaron. Entonces, temblando de frío, con las alas mojadas y tropezando, la abeja se arrastró, se arrastró hasta que de pronto rodó por un agujero: cayó rodando, mejor dicho, al fondo de una caverna. Creyó que no iba a concluir nunca de bajar. Al fin llegó al fondo, y se halló bruscamente ante una víbora, una culebra verde de lomocolor amarillo, que la miraba enroscada y presta a lanzarse sobreella. En verdad, aquella caverna era el hueco de un árbol que habían trasplantado hacía tiempo, y que la culebra había elegido deguarida. Las culebras comen abejas, que les gustan mucho. Por esto la abejita, al encontrarse ante su enemiga, murmuró cerrando los ojos: -¡Adiós mi vida! Esta es la última hora que yo veo la luz.


Pero con gran sorpresa suya, la culebra no solamente no la devoró sino que le dijo: -¿Qué tal, abejita? No has de ser muy trabajadora para estar aquí a estas horas. -Es cierto -murmuró la abeja-. No trabajo, y yo tengo la culpa. -Siendo así -agregó la culebra, burlona-, voy a quitar del mundo aun mal bicho como tú. Te voy a comer, abeja. La abeja, temblando, exclamó entonces: -¡No es justo eso, no es justo! No es justo que usted me coma porque es más fuerte que yo. Los hombres saben lo que es justicia. -¡Ah, ah! -exclamó la culebra, enroscándose ligero-. ¿Tú conoces bien a los hombres? ¿Tú crees que los hombres que les quitan la miel a ustedes son más justos, grandísima tonta? -No, no es por eso que nos quitan la miel -respondió la abeja. -¿Y por qué, entonces? -Porque son más inteligentes. Así dijo la abejita. Pero la culebra se echó a reír, exclamando: -¡Bueno! Con justicia o sin ella, te voy a comer; apróntate. Y seechó atrás, para lanzarse sobre la abeja. Pero esta exclamó: -Usted hace eso porque es menos inteligente que yo. -¿Yo menos inteligente que tú, mosca? -se rió la culebra. -Así es -afirmó la abeja. -Pues bien -dijo la culebra-, vamos a verlo. Vamos a hacer dospruebas. La que haga la prueba más rara, esa gana. Si gano yo, te como. -¿Y si gano yo? -preguntó la abejita. -Si ganas tú -repuso su enemiga-, tienes el derecho de pasar la noche aquí hasta que sea de día. ¿Te conviene? -Aceptado -contestó la abeja. La culebra se echó a reír de nuevo, porque se le había ocurrido una cosa que jamás podría hacer una abeja. Y he aquí lo que hizo: Salió un instante afuera, tan velozmente que la abeja no tuvo tiempo de nada. Y volvió trayendo una cápsula de semillas deeucalipto, de un eucalipto que estaba al lado de la colmena y quele daba sombra. Los muchachos hacen bailar como trompos esas cápsulas, y lesllaman trompitos de eucalipto. -Eso es lo que voy a hacer -dijo la culebra-. ¡Fíjate bien, atención! Y arrollando vivamente la cola alrededor del trompito como un piolín la desenvolvió a toda velocidad, con tanta rapidez que el trompito quedó bailando y zumbando como un loco. La culebra se reía, y con mucha razón, porque jamás una abeja ha hecho ni podrá hacer bailar a un trompito. Pero cuando el trompito, que se había quedado dormido zumbando, como les pasa a los trompos de naranjo, cayó por fin al suelo, la abeja dijo: -Esa prueba es muy linda, y yo nunca podré hacer eso. -Entonces, te como -exclamó la culebra. -¡Un momento! Yo no puedo hacer eso; pero hago una cosa que nadie


hace. -¿Qué es eso? -Desaparecer. -¿Cómo? -exclamó la culebra, dando un salto de sorpresa-.¿Desaparecer sin salir de aquí? -Sin salir de aquí. -¿Y sin esconderte en la tierra? -Sin esconderme en la tierra. -Pues bien, ¡hazlo! Y si no lo haces, te como enseguida -dijo la culebra. El caso es que mientras el trompito bailaba, la abeja había tenido tiempo de examinar la caverna y había visto una plantita que crecía allí. Era un arbustillo, casi un yuyito, con grandes hojas del tamaño de una moneda de dos centavos. La abeja se arrimó a la plantita, teniendo cuidado de no tocarla, y dijo así: -Ahora me toca a mí, señora Culebra. Me va a hacer el favor de darse vuelta y contar hasta tres. Cuando diga «tres», búsqueme por todas partes, ¡ya no estaré más! Y así pasó, en efecto. La culebra dijo rápidamente: «uno… dos… tres», y se volvió y abrió la boca cuan grande era, de sorpresa: allí no había nadie. Miró arriba, abajo, a todos lados, recorrió los rincones, la plantita, tanteó todo con la lengua. Inútil: la abeja había desaparecido. La culebra comprendió entonces que si su prueba del trompito era muy buena, la prueba de la abeja era simplemente extraordinaria. ¿Qué se había hecho? ¿Dónde estaba? No había modo de hallarla. -¡Bueno! -exclamó por fin-. Me doy por vencida. ¿Dónde estás? Una voz que apenas se oía -la voz de la abejita- salió del medio de la cueva. -¿No me vas a hacer nada? -dijo la voz-. ¿Puedo contar con tu juramento? -Sí -respondió la culebra-. Te lo juro. ¿Dónde estás? -Aquí -respondió la abejita, apareciendo súbitamente de entre una hoja cerrada de la plantita. ¿Qué había pasado? Una cosa muy sencilla: la plantita en cuestión era una sensitiva, muy común también aquí en Buenos Aires, y que tiene la particularidad de que sus hojas se cierran al menor contacto. Solamente que esta aventura pasaba en Misiones, donde la vegetación es muy rica, y por lo tanto muy grandes las hojas de las sensitivas. De aquí que al contacto de la abeja, las hojas se cerraran, ocultando completamente al insecto. La inteligencia de la culebra no había alcanzado nunca a darse cuenta de este fenómeno; pero la abeja lo había observado, y se aprovechaba de él para salvar su vida. La culebra no dijo nada, pero quedó muy irritada con su derrota, tanto que la abeja pasó toda la noche recordando a su enemiga la promesa que había hecho de respetarla. Fue una noche larga, interminable, que las dos pasaron arrimadas contra la pared más alta de la caverna, porque la tormenta se había desencadenado, y el agua entraba como



un río adentro. Hacía mucho frío, además, y adentro reinaba la oscuridad más completa. De cuando en cuando la culebra sentía impulsos de lanzarse sobre la abeja, y esta creía entonces llegado el término de su vida. Nunca, jamás, creyó la abejita que una noche podría ser tan fría, tan larga, tan horrible. Recordaba su vida anterior, durmiendo noche tras noche en la colmena, bien calentita, y lloraba entonces en silencio. Cuando llegó el día, y salió el sol, porque el tiempo se había compuesto, la abejita voló y lloró otra vez en silencio ante la puerta de la colmena hecha por el esfuerzo de la familia. Las abejas de guardia la dejaron pasar sin decirle nada, porque comprendieron que la que volvía no era la paseandera haragana, sino una abeja que había hecho en solo una noche un duro aprendizaje de la vida. Así fue, en efecto. En adelante, ninguna como ella recogió tanto polen ni fabricó tanta miel. Y cuando el otoño llegó, y llegó también el término de sus días, tuvo aún tiempo de dar una última lección antes de morir a las jóvenes abejas que la rodeaban: -No es nuestra inteligencia, sino nuestro trabajo quien nos hace tan fuertes. Yo usé una sola vez de mi inteligencia, y fue para salvar mi vida. No habría necesitado de ese esfuerzo, si hubiera trabajado como todas. Me he cansado tanto volando de aquí para allá, como trabajando. Lo que me faltaba era la noción del deber, que adquirí aquella noche. “Trabajen, compañeras, pensando que el fin a que tienden nuestros esfuerzos -la felicidad de todos- es muy superior a la fatiga de cada uno. A esto los hombres llaman ideal, y tienen razón. No hay otra filosofía en la vida de un hombre y de una abeja.”



LA LA TIERRA TIERRA COMO COMO BOLA BOLA DE DE NIEVE NIEVE

Hace 700 millones de años nuestro planeta era muy diferente de lo que es hoy en día, incluso su relación con el resto del Sistema Solar, la Luna incluida. Para comenzar, los continentes que hoy reconocemos sobresaliendo del mar tenían una forma muy diferente, y estaban ubicados en otras regiones. El clima también era distinto: podemos decir que era el opuesto total al que vemos en la actualidad. Para los humanos de hoy puede resultar increíble que la Tierra haya estado cubierta de hielo. Nuestra especie se ha enfrentado a glaciaciones en su historia evolutiva. La última de ellas, y la más fuerte que ha visto, tuvo su punto más frío hace 18 mil años, momento en que los hielos cubrieron gran parte de Europa y también Norteamérica hasta la altura de la actual Nueva York. Pero esta glaciación palidece en comparación con las que ocurrieron en el período geológico conocido como Neoproterozoico, que terminó hace unos 600 millones de años. Obviamente, no existían humanos en aquellos tiempos, ni primates ancestros nuestros, ni mamíferos, ni animales de ningún tipo. La vida antes de esas súper glaciaciones conocidas como Tierra Bola de Nieve era microscópica. Luego de las glaciaciones, la vida multicelular se diversificó de una forma tan rápida que al período se le dio el nombre de Explosión Cámbrica. Claramente, cuando hablamos de velocidad lo hacemos en términos geológicos, ya que la mentada explosión ocurrió entre 575 y 525 millones de años atrás.

La bola de nieve espacial En las últimas décadas se vienen descubriendo evidencias, en rocas de alrededor de 700 millones de años de antigüedad, que apuntan a la presencia de glaciares inmensos y en crecimiento, ubicados en latitudes

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ecuatoriales y al nivel del mar. Con la presencia de glaciación a unos 30 grados del ecuador, los geólogos creen que el resto del mundo debería haberse congelado rápidamente. Esto se debe a que el hielo y la nieve reflejan la luz del Sol; así, la radiación solar, o sea el calor, no es absorbida sino rechazada hacia el espacio. Sin ese calor solar la temperatura mundial bajó mucho. Hoy en día ocurre lo contrario: al perder cada vez más superficie con hielo y nieve en los polos y en las altas cumbres, aparece la tierra oscura que absorbe el calor del Sol en vez de reflejarlo, lo que vuelve cada vez más veloz el calentamiento global. Científicos de la Universidad de Harvard han publicado un estudio en la revista Science que presenta evidencias de glaciares en el ecuador hace 716 millones de años; y no a 5 mil metros de altura como puede llegar a existir hoy en día, sino al nivel del mar. Son parte de la glaciación que se conoce con el nombre de Sturtian, y que ya hace años se creía que podría haber sido una de las que se volvieron globales. Un equipo liderado por Francis Macdonald descubrió pruebas claras de que esta glaciación duró al menos unos 5 millones de años. Las rocas que estudiaron están actualmente en Canadá, pero hace 700 millones de años ese territorio estaba ubicado muy cerca del ecuador.

De cómo se mueven los continentes Terremotos como los recientes de Haití, Chile o Japón son el reflejo del movimiento de las placas continentales; un movimiento lento que, a lo largo de millones de años, puede hacer que los continentes cambien de forma y de ubicación con respecto a los polos geográficos. Gracias al


magnetismo y a la composición de las rocas, los geólogos pueden dar cuenta de la antigüedad que tienen y dónde estaba ubicado el polo norte magnético en aquella época. Así pudieron fechar una formación rocosa del Yukón canadiense en 716 millones de años, y localizarla en el trópico, a 10 grados de latitud norte, o sea donde hoy está la costa caribeña de Colombia o Venezuela. Se cree que por esa época la mayoría de los continentes estaba ubicada cerca del ecuador, o en los trópicos. Esta configuración inusual podría haber precipitado el evento Bola de Nieve, según algunas teorías. Esto es porque cuando los continentes están cerca de los polos, como en la actualidad, el dióxido de carbono en la atmósfera se mantiene en concentraciones lo suficientemente altas como para mantener cálido al planeta. Cuando las temperaturas globales bajan lo necesario como para que los glaciares cubran los continentes de latitudes más altas, como por ejemplo la Antártida o Groenlandia, las placas de hielo previenen la erosión química de las rocas bajo el hielo. Esto evita que el dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, quede atrapado en las rocas por esa misma erosión, entonces se estabiliza en la atmósfera a un nivel lo suficientemente alto como para prevenir que las placas de hielo avancen. Pero si los continentes se ubican en los trópicos, permanecerían libres de hielos por más que el planeta se vuelva cada vez más frío y, al estar libres de hielo las rocas, el dióxido de carbono seguiría siendo atrapado y no habría freno para que los hielos marinos crezcan y crezcan.

La vida en el hielo Antes hablamos de que ya existía la vida compleja en nuestro mundo hace 700 millones de años. Existían lo que se conocen como eukariotas, organismos compuestos por una o máscélulas eucariotas, o sea, con núcleo. Todos los seres vivos que existen en la actualidad pertenecen al dominio Eukarya, que luego se dividen cuatro reinos, dos de los cuales son las plantas y los animales. Pero hace 700 millones de años no existía tal distinción, sólo había seres multicelulares, pero no animales. Las primeras evidencias de animales aparecen justo después de estas glaciaciones globales. Por eso, los científicos se preguntan qué ocurrió con la evolución de estos seres vivos durante los 5 a 10 millones de años en que el planeta pudo haber permanecido cubierto de hielo. Si bien los mares pudieron haberse congelado, desde el fondo oceánico subían gases que evitaban la congelación total del agua, y la luz solar llegaba a algunas de esas zonas. El hielo también era dinámico; se rompía con las mareas creadas por una Luna que, por aquel entonces, estaba más cerca de la Tierra, o abría parches donde existían volcanes, proveyendo así un refugio para la vida.



En teoría, se cree que durante este evento de Tierra Bola de Nieve casi toda la vida debe haber muerto. Pero gracias a los volcanes existieron estos refugios, y también gracias a ellos fue que el planeta cambió y se quitó de encima la cobertura de hielo.

Súper invernadero

El dióxido de carbono (CO2) liberado se acumuló a niveles récord en la atmósfera ya que, al estar todo cubierto de hielo, no había rocas ni nada que consumiera o capturase este gas. Hoy sabemos que el CO2 es un gas que al existir en exceso produce efecto invernadero, razón por la cual en la actualidad estamos sufriendo el calentamiento global. Si hoy nos parece mucho, hace unos 600 millones de años fue peor: la Tierra pasó de ser una pelota de hielo a ser un hervidero en un período de no más de algunos siglos. Geológicamente se lo podría calificar de trepidante. Parece algo improbable, pero no lo es. Hoy tenemos ejemplos de estos extremos en nuestro Sistema Solar: Venus, con su súper efecto invernadero y temperaturas increíblemente altas; y Encelado, luna de Saturno, totalmente cubierta por el hielo, que de hecho es la que se cree podría albergar vida extraterrestre bajo aquella capa helada, como lo hizo la Tierra hace 700 millones de años. Ese frío extremo seguido del súper invernadero le produjo un estrés severo a la vida en nuestro planeta, que desde una perspectiva evolutiva no tiene por qué haber sido malo. Algunos científicos creen que estos eventos podrían haber estimulado la evolución y el origen de los animales. No se sabe con exactitud qué fue lo que causó la glaciación que llegó a cubrir todo el planeta, pero gracias a ella podría ser que algunos millones de años después se produjese una de las más grandes explosiones de vida que se vio en la historia evolutiva de la Tierra: la Explosión Cámbrica, caracterizada por un aumento de organismos multicelulares en el registro fósil, entre los que se destacaron los metazoos, los primeros animales, que luego de cientos de millones de años derivarían en ustedes que están leyendo. Fuente Revista Planetario



Capital Federal Zoológico de Buenos Aires Av. Las Heras y Sarmiento. Tel. 4011-9900. Parque Tierra Santa Av. Rafael Obligado 5790 (Costanera). Tel. 4784-9551. Jardín Botánico Av. Santa Fe 3951. Tel. 4831-4527. Museo de los Niños Abasto Av. Corrientes 3247. Abasto de Buenos Aires. Tel. 4861-2325. Museo Eduardo Sívori Av. Infanta Isabel 555 (frente al puente del Rosedal). Tel. 4772-5628. Museo de la Ciudad Defensa 219. Tel. 4343-2123. Planetario de la Ciudad Galileo Galilei Av. Sarmiento y Belisario Roldán. Tel. 4771-6629 / 9393. Museo Argentino de Ciencias Naturales Angel Gallardo 490. Tel. 4982-6595. Museo Argentino del Títere Piedras 905. Tel. 4304-4376.


Observatorio de la Asociación Amigos de la Astronomía Av. Patricias Argentinas 550. Tel. 4863-3366. Museo Participativo de Ciencias C. C. Recoleta. Junín 1930 Tel. 4807-3260. Jardín Japonés Av. Casares y Figueroa Alcorta. Tel. 4804-4922. Museo Histórico de Cera Del Valle Iberlucea 1261. Tel. 4301-1497. Museo Etnográfico Moreno 350. Tel. 4345-8196. Museo Nacional de Bellas Artes Av. del Libertador 1473. Tel. 4803-0802. Tranvía histórico de buenos aires: Sale de 16 a 19:30 hs. Cada 20 min, Sáb, Dom y Feriados. Emilio Mitre y Bonifacio. Cdad. Aut. De Bs. As. Tel: 4431-1073.

Zona Norte Reserva Ecológica Ribera Norte Camino de la Ribera, entre López y Planes y Almafuerte (Av. del Libertador 15.400). En Acassuso. Tel. 4747-6179 Tren de la Costa Av. Maipú 2.300 (Olivos). Tel. 4002-6000. Museo Mariposas del Mundo Italia 650 (San Miguel). Tel. 4664-2108.


Parque de la Costa Vivanco 1509 (Tigre). Tel. 4793-5986. www.parquedelacosta.com.ar Temaiken Ruta 25 km. 0,700 (Escobar). Tel. (03488) 43-6900 www.temaiken.com.ar Granja Mundo Natural Mermoz 1800 (Escobar). Tel. 4791-4032. Museo Ferroviario Paseo Costanera y Luis Piedrabuena (Campana). Tel. (03489) 43-1513. Reserva Ecológica de Vicente López Paraná y el río (altura Libertador al 4.000, La Lucila). En Vicente López. Tel. 4513-9858. Centro Náutico Delta Río Luján y Canal Benavídez (Tigre). Tel. 4728-0410 /12/15. Museo Municipal Manuel Iglesias Guemes 730 (Campana). Tel. (03489) 43-2783. www.clubprimerautomovil.com.ar Pequeña Holanda Ruta 25 y Río Luján (Escobar). Tel. 4773-5091. www.pequenaholanda.8m.com Museo Ferroviario Paseo Costanera y Luis Piedrabuena (Campana). Tel. (03489) 43-1513.


La Granja Chocolatada Panamericana, Ramal Pilar, km. 47,5 (Pilar). Tel. (02322) 64-4540. www.granjachocolatada.com.ar Reserva Natural del Pilar Calle Savio y Río Luján (Pilar). Tel. (02322) 49-9601. Museo de Arte de Tigre Paseo Victorica 972 - Tigre Tel: (05411) 4512-4528

Zona Sur Ferroclub Argentino Av. 29 de Septiembre 3500 (Remedios de Escalada). Tel. (0221) 475-0018. Parque Hudson Calle El Zaino s/n (Florencio Varela). Tel. 4283-1053. Abremate Av. Hipolito Yrigoyen 5682, Remedios de Escalada Tel. 4247-4485/89/90 interno 106 Zoo Florencio Varela Presidente Perón 800. Tel. 4275-0614. República de los Niños Camino General Belgrano km. 7 (Gonnet). Tel. (0221) 484-1409 / 0800-999-5959. www.republica.laplata.gov.ar Museo de Ciencias Naturales Paseo del Bosque s/n (La Plata). Tel. (0221) 425-9161 / 7744.

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Jardín Zoológico y Botánico Calle 52 y 118 (La Plata). Tel. (0221) 427-3925. www.laplata-argentina.com.ar Granja Loma Verde Ruta 215, km. 44,5 (Brandsen). Tel. (02223) 44-2209 / 44-2937.

Zona Oeste Museo Nacional de Aeronáutica Eva Perón 1.200 (Morón). Tel. 4697-6964 / 9769. Granja La Aurora Av. Gaona y Camino del Buen Ayre (Paso del Rey). Tel. (0237) 401-8303 / 468-2145. Parque Municipal Los Robles D. Juárez y Williams s/n (La Reja, Partido de Moreno). Tel. (0237) 463-9706. Zoológico de Luján Acceso Oeste, km. 58 (Luján). Tel. 4662-4235 / (23232) 49-4218. www.zoolujan.com Granja Educativa Don Mario Vintter y 25 de Mayo (Ministro Rivadavia). Tel. 4279-0069. www.zoogranjadonmario.com.ar






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