BOLETIN OFICIAL DE AMEC • CASA DE ALABANZA 1ero de julio DE 2018 • Volumen XIII • No. 646
L
a reflexión anterior nos permitió iniciar el proceso de interpretación y aplicación práctica de algunos de los planteamientos que realiza Eliú cuando esboza su teología acerca del dolor (Job 32-37). En esta reflexión continuaremos este proceso procurando visitar otra de las dimensiones que nos ofrece el análisis del pasaje que escogimos en la reflexión anterior para este ejercicio; Job 34:22.
R
eiteramos que estos análisis no pretenden cubrir todas las posibilidades hermenéuticas que puede tener el pasaje escogido. El propósito principal de este ejercicio es provocar a los lectores a insertarse en los procesos de sus propias investigaciones y sus análisis de lo que hemos compartido hasta aquí sobre la teología que Eliú formula en el libro de Job. Solo así podrán llegar a conclusiones que puedan abrazar con absoluta certeza. La versión Reina Valera de 1960 del capítulo 34 y verso 22 del libro de Job dice lo siguiente: “22 No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se escondan los que hacen maldad.”
Y
a vimos que Eliú escoge la frase que aparece en “negrillas” porque Job la utiliza siete (7) veces como parte de sus defensas antes los planteamientos que le formularon Elifaz, Bildad y Zofar.1 Repetimos, Eliú parece haber escuchado a Job utilizar tanto esta expresión que decide hacer uso de ella para confrontar al patriarca. Job no solo usa con frecuencia la frase sombra de muerte en sus alocuciones. Él también se aferra al uso de las sombras constantemente. Una de las ocasiones más reveladoras la encontramos en el capítulo 17 de su libro: “6 Él me ha puesto por refrán de pueblos, Y delante de ellos he sido como tamboril. 7 Mis ojos se oscurecieron por el dolor, Y mis pensamientos todos son como sombra.” (Job 17:6-7).
HERALDO DIGITAL Búscanos en Boletín El Heraldo AMEC Casa de Alabanza
a Biblia nos ofrece algunas explicaciones acerca de esta propensión que tenemos a querer abrazar las sombras en medio de situaciones que no podemos controlar. Uno de los pasajes más intensos acerca de esto lo encontramos en la profecía del libro de Isaías:
L
En otras, porque nuestra naturaleza no quiere ser confrontada con la luz, porque amamos las tinieblas, porque aborrecemos la luz. O sea que esta es una lucha que tenemos que enfrentar mientras estemos en este lado de la eternidad.
“1 ¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! 2 Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. 3 Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión.” (Isa 30:1-3).
E
O
tro pasaje similar lo encontramos en algunas de las definiciones que ofrece Jesucristo acerca de nuestra naturaleza pecaminosa: “18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21 Más el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” (Jn 3:18-21)
L
as aseveraciones que estos dos (2) pasajes formulan son reveladoras y dolorosas. El libro de 1 Job 3:5; 10:21-22; 12:22; 16:16; 24:17; 28:3. Isaías y el Evangelio de Juan describen así que la propensión de irnos a las sombras es uno de los productos de nuestra naturaleza pecaminosa. En ocasiones no titubeamos para buscar la sombra de Egipto; metáfora que define nuestra inclinación a buscar refugio fuera de la Presencia, del cuidado y de la voluntad de Dios.
sta realidad es tan escueta que es común encontrarla en las expresiones de escritores seculares. En muchas de estas ocasiones cuando éstos procuran describir en qué cosa nos convertimos cuando nuestra mala mayordomía nos lleva a dañar a la Creación que se nos ha encomendado administrar. Veamos un ejemplo de esto: “Mario no tenía humor para la chabacanería y había superado hacía años cualquier tendencia a la promiscuidad. Pertenecía a la familia de once hijos de un minero del carbón. Nació y creció en un pueblo gris donde el polvillo de la mina cubría cuanto había con una impalpable y mortal pátina de fealdad y se pegaba en los pulmones de los habitantes, convirtiéndolos en sombras de sí mismos.” 2
“En sombras de sí mismos”; ¡qué poderosa expresión la que utiliza Isabel Allende! Lo mismo sucede cuando Allende nos regala el intento que realiza el Profesor Leal de traer alegría a Irene y a Francisco: “Durante un rato hicieron el esfuerzo de parecer festivos, alabaron los refinados guisos y agradecieron las atenciones de ese noble amigo, pero pronto el desaliento se extendió como una sombra, cubriéndolos a todos. En el comedor sólo se oía el sonido de los cubiertos y el cristal.”3
E
lmer Towns se acerca al uso de esta expresión cuando analiza el Salmo 23.4 A continuación algunos de los planteamientos más importantes que él hace sobre la expresión que usa el salmista para hablar de la sombra de muerte: Esos valles de sombra son elección nuestra; el Pastor no nos lleva hasta allí.
2 Allende, Isabel. De amor y de sombra (Spanish Edition) (Kindle Locations 1183-1184). Penguin Random House Grupo Editorial España. Kindle Edition. 3 Ibid. (Kindle Locations 4055-4057). 4 Elmer L. Towns. 2001. Praying the 23rd Psalm. Regal Books: Ventura, California, pp 62-66.
HERALDO DIGITAL Búscanos en Boletín El Heraldo AMEC Casa de Alabanza
• Towns establece una diferencia entre enfrentar la muerte de nuestros seres queridos y decidir caminar por el valle de sombra de muerte.
É
l plantea que Adán y Eva escogieron la muerte y por ende las sombras (Rom 5:12). Luego explica que esta es una costumbre muy común de las ovejas (Isa 53:6). • Porque no perciben el peligro. • Porque las dirige el hambre y la inclinación a seguir hacia donde se encuentra su alimento (sus necesidades básicas). • Porque son animales indefensos.
T
owns añade que las ovejas son egoístas por naturaleza (Isa 53:6). Ese valle nos atemoriza por las siguientes razones: • Casi siempre tememos a lo que no conocemos. • Reconocemos, a un de manera inconsciente, que las sombras cubren la maldad de la mala naturaleza que poseemos (Jn 3:19). • Las sombras nos pueden hacer tropezar y caer. • Las sombras han sido identificadas en muchas ocasiones como parte del reino de Satanás. - La sombra produce confusión porque nos hace creer que es un valle de muerte, cuando en realidad se trata de un valle de sombra. - Algunas de las definiciones de esas sombra son las siguientes: • Memorias de culpa. • Nuestra inclinación para imaginar lo peor y no lo mejor. • Nuestra propensión al auto-castigo. - Ellas no nos lastiman, pero pueden provocar que nosotros nos lastimemos a nosotros mismos. • El ladrón de la felicidad y de las ilusiones.
E
xiste una diferencia abismal entre la oferta de Dios y la que hace el Reino de las tinieblas:“16 Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.” (Stgo 1:16-21)
E
ste pasaje nos dice que en el Padre de las luces “no hay sombra de variación.” Es de Él de quien proviene todo don perfecto. ¡Nada puede oscurecer la Presencia de Dios, ni su misericordia! Ahora bien, el pasaje añade la necesidad que tenemos de activar la fe; “ser prontos para oír.” No olvidemos que le fe es un don acústico; viene por el oír (Rom 10:17). Lo otro que este pasaje hace es que nos recuerda la necesidad que tenemos de batallar con nuestra naturaleza para desechar la inmundicia y la abundancia de malicia. Hay que hacer esto echando mano de la palabra implantada en nosotros.
L
a Biblia hace algo más a favor de nosotros. Ella permite el uso de esta metáfora para describir las transiciones que podemos realizar en medio de las tribulaciones y los dolores que enfrentamos. Al hacerlo, nos está señalando que este es un proceso decisional que nosotros tenemos que enfrentar. En otras palabras, así como podemos decidir irnos a habitar bajo las sombras equivocadas, podemos decidir movernos, habitar bajo las sombras correctas. Veamos algunos ejemplos de ello: Sal 91:1-2 “1 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.”
HERALDO DIGITAL Búscanos en Boletín El Heraldo AMEC Casa de Alabanza
Sal 17:6-9 “6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. 7 Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, De los que se levantan contra ellos. 8 Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas, 9 De la vista de los malos que me oprimen, De mis enemigos que buscan mi vida.” Sal 36:7-9 “7 ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. 8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. 9 Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.” Sal 63:7 “7 Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. 8 Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.” Isa 25:3-4 “3 Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas. 4 Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro.” Isa 49:2 “1 Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. 2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; 3 y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré.” Isa 51:16 “16 Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú.”
H
ay que contrastar estas expresiones con las que Job utiliza.5 Estas expresiones distan de las que el Espíritu Santo le inspira a los escritores que citamos en los párrafos anteriores. Job había cometido algunos errores tácticos al enfrentar sus tragedias. Uno de ellos fue haber decidido irse a morar bajo las sombras equivocadas. Sus dolores y sus aflicciones le llevaron a tomar esa decisión. Otro error táctico fue pretender y exigir que Dios tenía que responderle. Esto le llevó a experimentar una deformación de sus conceptos de Dios, de la fe, de la oración y de la soberanía divina. Por último, Eliú entendió con mucha razón que Job había decidido que podía esconderse en estas sombras.
T
odas estas decisiones eran incorrectas. Es por esto que Eliú le sale al paso con la expresión que encontramos en Job 34:22. Nadie puede esconderse de Dios; ni siquiera dentro de la sombra de muerte. Conociendo todo esto podemos concluir que el salmista está reconociendo la misericordia de Dios cuando realiza la expresión que leemos en el Sal 23:4.
E
l salmista sabe que no fue Dios el que lo dirigió allí. Reiteramos que una cosa es enfrentar la muerte de aquellos que amamos y otra cosa es irnos al valle de sombra que esto puede crear. El salmista está entonces declarando que aunque está en un lugar que Dios no escogió para él, será capaz de atravesarlo sin temer mal alguno. Lo podrá hacer porque Dios estará con él y le acompañará con su vara y su cayado.
J
ob ha escuchado de la boca de Eliú todos estos planteamientos resumidos en un verso. Job no ha podido responder. Sus procesos para la toma de decisiones han sido cuestionados y desarmados. Pero este no es su problema más grande. Eliú no ha concluido con sus presentaciones y todavía le falta ser confrontado por Dios. 5 Job 3:5; 10:21-22; 12:22; 16:16; 24:17; 28:3.
HERALDO DIGITAL Búscanos en Boletín El Heraldo AMEC Casa de Alabanza
Oración por los enfermos Nuestra oraciones por equipo de Misioneros en Cuba, compuesto por: Pastor Ernesto Vélez, Angel de la Matta, Janet Santana y Angel Martínez. Que Dios les cubra con su presencia, les dé mucha salud, que quite todo obstáculo de sus caminos y puedan realizar el trabajo que el Señor les ha encomendado.
Ana Santos................................Centro Médico Miguel Antonio Martínez............Hospital Pavía Dianne Suárez..............Hospital Auxilio Mutuo Evelyn Parrilla.........................................Hogar Madeli Quiñonez.................................Virginia Pastora Rebeca Parrilla...................Washington Pastora Jenny Rivera..........................California
AMEC Juventud CDA
ADORANDO BAJO LAS ESTRELLAS
Viernes 6 de julio de 2018 / 7:00 PM CARR.185 KM. 11.2 CANOVANAS SUBIENDO HACIA EL BO. FILIPINAS. SEGUNDA ENTRADA A LA DERECHA. PARA INFO. HNA. LINETTE JIMENEZ (939) 717-0945
¡Pronto nuestra Librería abrirá nuevamente sus puertas! ¿Quieres ser parte de este ministerio? La Librería solicita personas de compromiso y bien responsables que le dediquen varias horas a la semana antes y después de los cultos de forma voluntaria. Si estas interesado envía tu resumé a: ameccda@gmail.com. ¡Con tu servicio estarás nutriendo el alma y el intelecto de tu familia en Cristo!