671 AMECCDA El Heraldo La Aurora de la Salvación: Víspera de la Navidad 2018

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23 de diciembre de 2018 • Volumen XIV • No. 671 NUESTRO HORARIO

Domingo Servicio de Adoración 8:00 am / 10:30 2do Culto Lunes Servicio de Adoración 8:00 pm Martes y Miércoles Reuniones Especiales

Miércoles Ministerio con Pastor Mickey Martínez & Marta Daniels 9:00 am a 12:00 md. Jueves Estudios Bíblicos con el Pastor/Rector Mizraím Esquilín García 8:00 pm Viernes Reuniones Familiares 8:00 pm

“67 Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: 68 Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo, 69 Y nos levantó un poderoso Salvador, En la casa de David su siervo, 70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio; 71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; 72 Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto; 73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, Que nos había de conceder 74 Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos 75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días. 76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; 77 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados, 78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó desde lo alto la aurora, 79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz. 80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel. Lcs 1:67-80

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a historia de la salvación es la historia de la manifestación más grande del amor de Dios (Jn 3:16). Es ese amor divino el que provoca la manifestación del misterio de la encarnación, Dios hecho hombre en el vientre de una virgen. Ese amor permite que Dios, tomando forma de siervo (Fil 2:5-11), naciera en un pesebre, viviera entre nosotros para luego ofrecerse voluntariamente en una Cruz (Jn10:17). Ese amor gesta la resurrección de Jesús, provocando que la Trinidad sea protagonista de esta victoriosa manifestación del amor redentor de nuestro Dios. La Biblia dice que el Hijo se resucita a sí mismo (Jn 10:18), el Padre le levanta de entre los muertos (Hch 2:24; 10:39-40; 13:30), y el Espíritu Santo también le levanta (Rom 8:11).


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sta historia de salvación nos regala unas narrativas acerca de la natividad (el nacimiento) de nuestro Salvador que nunca cesan de impactarnos. Una de las más hermosas, sirve como preludio y como prólogo a todo lo antes dicho. Se trata de la historia del nacimiento de Juan el Bautista, el profeta señalado por Dios para preparar el camino para que Jesús, el Cordero de Dios, hiciera su entrada al ministerio del anuncio de las buenas nuevas de salvación (Isa 40:15). El Evangelio de Lucas nos dice que los padres de Juan el Bautista, Zacarías y Elizabet, formaban parte de las familias sacerdotales de su época y que no podían tener hijos (Lcs 1:5-25). Ese pasaje nos dice que un ángel del Señor se les apareció para darles las buenas nuevas (“evangelio”, vs. 19) de que tendrían un hijo que sería lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de su madre. En este hijo, añadió el ángel, se cumpliría la profecía del regreso del profeta Elías, “para hacer los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto” (vs 17b).

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a primera reacción de Zacarías fue de duda y es por esto que Dios le “recetó” quedarse mudo hasta el cumplimiento de la promesa recibida (vs.2022). El Evangelio de Lucas nos narra el cumplimiento de esta promesa (Lcs 1:57-66) y la reacción de Zacarías, particularmente cuando llegó el tiempo de circuncidar de circuncidar al recién nacido (Lv 12:13). La Biblia dice allí que Zacarías fue lleno del Espíritu Santo y comenzó a profetizar acerca de su hijo y de la relación que este niño tendría con el plan de salvación orquestado por el cielo. Zacarías dijo en esa profecía que Juan el Bautista sería profeta del Altísimo (Lcs 1:76, “hupsistos”, G5310) porque iría delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos. Además de esto, ese niño daría conocimiento de salvación al pueblo del Señor para perdón de sus pecados (vs 76b -77).

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a profecía de Zacarías llega a su clímax cuando anuncia que la llegada de Juan el Bautista precedía la visita de la aurora de lo alto (vs.78). Esta frase poética es una de las mejores definiciones de lo que es la Navidad. En esa aseveración se describe lo que acontecería varios meses después del alumbramiento de Elizabet. Esto es, María daría

a luz a Jesús, el Salvador del mundo. ¡La Navidad es la visita de la aurora de lo alto! La Navidad es la visita de la aurora de lo alto, porque esa visitación proviene del mismo corazón de Dios. Tal y como dice el profeta Isaías, el niño del pesebre que vemos en Belén tiene que nacer allí. En cambio, el Hijo que del Eterno tienen que ser dado (Isa 9:6a). El Niño Dios que nace en Belén trae un principado sobre su hombro y sus nombres son Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz (Isa 9: 6b).

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a definición de la Navidad como la aurora que nos visitó de lo alto es hermosa y poética. Sin embargo, no es esta su función principal. Esta frase cumple un propósito bíblico y profético. La aurora es asociada con el nacimiento de un nuevo día, con la cancelación de la oscuridad y el frío de la noche y con la llegada de la esperanza. Además, la aurora es recogida en el texto Bíblico como la senda de los justos: “18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto. 19 El camino de los impíos es como la oscuridad; No saben en qué tropiezan.” (Prov 4:1819).

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n otras palabras, Zacarías estaba diciendo que la visita de la entrañable misericordia de Dios tomaría la forma de la senda por la que tendrían que andar los justos que querían alcanzar la perfección divina (la salvación). Esto significa caminar en la luz de Dios para poder ser capaces de ver la luz. Esa luz divina es vida (Sal 36:9). Es por esto que la profecía de Zacarías continuó diciendo que esa aurora nos visitaría “para dar luz a los que están en oscuridad y en sombra de muerte, y para guiarnos al camino de la paz” (Lcs 1:79, Nueva Traducción Viviente). Esa aurora, la de la salvación, es provocada por la misericordia entrañable de Dios. Sin lugar a duda que esta es una frase escrita en griego (“splagchna eleous”), pero pensada en hebreo. Hay varios conceptos hebreos que se traducen como misericordia. Entre ellos se encuentra el concepto “racham”(H7356): entrañas que se conmueven. El concepto griego “splagchnizomai” (G4697, G4698) es el más parecido a este concepto hebreo.


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sta es una clase de amor y misericordia que sólo una madre puede entender. Se trata de la capacidad de sentir que sus entrañas se mueven por amor de sus hijos. O sea, que cuando la Biblia dice que Dios es movido a misericordia, realmente dice que a Dios se le conmueven sus entrañas. El concepto “racham”(H7356) se utiliza 86 ocasiones en el Antiguo Testamento. A continuación algunos ejemplos de su uso como entrañas o vientre: Gn 43:30; 1 Rey 3:26; Isa 46:3 o misericordia Gn 43:14; Exo 33:19; Dt 30:3; Sal 25:6; 40:11; 51:1; 69:16; 102:13; 103:4.

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acarías dijo que la aurora nos visitó desde lo alto porque el amor de Dios hizo que se le conmovieran sus entrañas. Es por eso que fue movido a misericordia y nos regaló la aurora que nos visitó desde lo alto. La aurora que nos visitó desde lo alto trae consigo esa iluminación. Es por esto que Jesucristo, nuestro Señor y nuestro Salvador, es la luz del mundo (Jn 8:12). El Dr. Elmer L. Towns escribe en uno de sus libros algunos comentarios muy certeros acerca de las bendiciones que trae consigo la luz de esta aurora. En ese libro, “The Names of Jesus” (Accent Publications, Diciembre 1, 1987), el profesor Towns señala que algunas de las bendiciones que esa aurora trae consigo son las siguientes:

La revelación de nuestro pecado

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acarías dijo que la aurora que nos visitó desde lo alto iluminaría “a los que viven en la oscuridad atemorizados por la muerte. Su luz guiará nuestros pasos hacia el camino que lleva a la paz” (Lcs 1:79 Palabra de Dios para Todos). El pecado nos mantiene en la oscuridad espiritual, en la ceguera e incapacidad de reconocer que estamos lejos de Dios. La luz del amanecer nos permite contemplar todo aquellos que la oscuridad de la noche nos había vedado. Así mismo, la luz de esta aurora nos permite recibir la convicción para aceptar que es en la luz (conocimiento de la gloria de Dios) que está en el rostro de Cristo que podemos entender las verdades espirituales que cancelan la condenación y nos revelan la gloria de Dios. 3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 Porque

Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. (2 Cor 4:3-6)

Nuestra revitalización en medio de las tristezas

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s la luz del día la que entre otras cosas alimenta las plantas, provoca la fotosíntesis para que estas puedan proveernos sus frutos, aumentar la vitamina D en nuestros cuerpos y revelarnos los peligros que se han escondido en el manto de la noche. Así mismo, la aurora de lo alto permitió que el pueblo que andaba en tinieblas pudiera ver gran luz y aquellos que moraban en sombra de muerte pudieran experimentar que la luz resplandeció sobre ellos (Isa 9:1-2). Es por esto que el anhelo del salmista es expresado como el deseo de poder esperar vigilante hasta que llegue la mañana: “6 Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana.” (Sal 130:6)

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owns señala en ese libro que es en medio de nuestras tristezas, dolores y lastimaduras cuando esa Aurora muestra su esplendor. Es cuando atravesamos el valle de sombra de muerte cuando esa Aurora nos ilumina transformando ese valle en un testimonio de bendición. Cuando llegan las tristezas, las noches oscuras que amenazan con extraviarnos y hacernos perder el rumbo, es el amanecer de Dios, la llegada de ese nuevo día, con nuevas misericordias, la que nos anima a no perder la esperanza: “5 Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.” (Sal 30:5)

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l Señor está con nosotros (Emanuel). ¡Dios nos ayuda al clarear la mañana! (Sal 46:5). Es por esto que hay tantas invitaciones en la Palabra para que nos levantemos muy temprano en la mañana a buscar el rostro del Señor (Sal 5:3; 55:17; 57:8; 59:16; 88:13). Esto explica el clamor del salmista pidiendo escuchar la misericordia de Dios cada mañana (Sal 143:8). Es que la Biblia dice que esa Aurora trae en la mañana de salvación la capacidad de saciarnos con la misericordia de Dios (Sal 90:14). Es por esto anunciamos esa misericordia por la mañana (Sal 92:2), porque ellas son nuevas cada mañana (Lam 3:23). Tal y como recoge un programa de consejería Cristiana Norteamericano en una de sus páginas1:


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“Cada amanecer ahuyenta la oscuridad de la noche. El frío de la noche pierde toda su ventaja cuando sale el sol. La oscuridad y el frío no pueden levantar su puño para oponerse a la salida del sol. Estos huyen sin pelear. Nuestro sol produce más energía en un (1) segundo que la que la humanidad ha utilizado en toda su historia. El poder desatado por el sol está por encima de nuestro nivel de comprensión. Aun así, el efecto de su poder es experimentado cada día. Nosotros tomamos de ese poder momento tras momento. Por este, la Tierra es calentada, las plantas son nutridas y la vida es sustentada.

La re-dirección de nuestros pasos

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ste es el tercer beneficio que Towns señala que proviene de la aurora que nos visitó de lo alto. Tal y como dice el verso 79 de Lucas 1, esa aurora vino “para dar luz a los que viven en la más profunda oscuridad, y dirigir nuestros pasos por el camino de la paz” (Dios habla Hoy). La Biblia dice que es el Señor el que endereza los pasos del hombre (Prov 16:9). Jesucristo, esa aurora de salvación, no solo endereza esos pasos sino que Él es el camino (Jn 14:6). Jesucristo, la aurora que nos visitó desde lo alto, es la Palabra de Dios encarnada. Es esa Palabra La luz y el calor siempre han estado en la frontera del la que es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino (Sal 119:105). Caminar en ese camino y estudio científico..... ser dirigidos por esa Palabra garantiza esa paz que El mundo en el que Zacarías vivía era oscuro. La sobrepasa todo entendimiento (Fil 4:7,9). oscuridad que había arropado la Tierra no era el resultado de que el sol se había rehusado a brillar. La redención de nuestras almas Sin embargo, el frío era igual de severo. Además, la owns destaca que la prioridad en la vida situación era peor. Hacía 400 años que Malaquías y el ministerio de Juan el Bautista era “dar había hablado la Palabra de Dios (400 años de conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón silencio). Las narrativas de la interacción de Dios con su pueblo se habían convertido en leyendas. de sus pecados” (Lcs 1:77). Esto era posible solo Las leyendas se estaban convirtiendo en cuentos de por la visitación de la aurora provocada porque a hadas. Dios no se encontraba en medio de ellos como Dios se le habían conmovido sus entrañas por amor sucedía en las épocas del pasado. El pecado del a nosotros (vs 78). O sea, que este plan de salvación pueblo trajo consigo una separación que les dejó en fluía desde el lugar más interno de la santidad y de la un estado desesperado de pérdida. Esto les condujo Persona de Dios. a una trayectoria en la que no había esperanza. En un s muy interesante esta aseveración porque la Biblia momento de claridad profética, Zacarías les profetizó nos dice varias veces que es lo que hay en el acerca de la aurora que daría marcha atrás el curso de los eventos. La posición que ocuparía su hijo (Juan el corazón de Dios. Es importante destacar aquí que Bautista) sería la de preparar al pueblo para la llegada el corazón de Dios no puede ir en contra de su voluntad. Veamos algunos ejemplos: de esta aurora. (Isa 40:3,5).....

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Jesús es la Aurora de todas la generaciones.....Para obtener todo el beneficio de la aurora de Cristo necesitamos admitir nuestra necesidad y tornarnos a él. Este arrepentimiento permite que Su luz y su calor hagan toda la labor que es necesaria para ahuyentar las tinieblas y el frío.”

Dios no quiere la muerte del impío “11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?” (Eze 33:11)

3 Oh Dios, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. (Sal 80:3) (Traducción libre por el escritor de esta reflexión)

Las buenas nuevas de salvación son para todo el pueblo “10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de


David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” (Lc 2:10-11) Dios le da fe a todos y manda a arrepentirse a todos los hombres en todo lugar “30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hch 17:30-31) Dios quiere que todos los seres humanos sean salvos “3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1 Tim 2:3-6)

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ios no quiere que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento “9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Ped 3:9)

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ste es el mejor regalo de navidad. Dios nos regala a su hijo, la aurora que nos visitó desde lo alto. Esa luz penetra hasta los lugares más profundos del alma para que nosotros podamos ver nuestra condición. Es allí que obtenemos la revelación de nuestros pecados y podemos ver con claridad la oferta de que todos y cada uno de estos pueden ser perdonados si le aceptamos como Señor y Salvador. Es en esa aurora que podemos ver la destrucción del reino de la potestad de las tinieblas. Es allí donde obtenemos la capacidad de poder vivir por encima de las tinieblas de tristezas y la oscuridad de los dolores que nos puedan asaltar y la redención de nuestras almas por toda la eternidad.

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l Todopoderoso no retira su regalo; nunca lo hará. Sin embargo, somos nosotros los que podemos aceptarlo o rechazarlo. La Biblia dice que Él quiso cuidar y salvar a Jerusalén como la gallina lo hace con sus polluelos. Jerusalén rechazó esa oferta de gracia (Mat 23:37; Lcs 13:34). La gracia se puede rechazar. No la rechaces tú.

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a invitación para esta Navidad es permitir que esa aurora resplandezca en nuestros corazones y aceptemos el mejor regalo que podemos recibir en nuestra vida. Este regalo es la salvación del alma, el perdón de nuestros pecados y la vida abundante y eterna que Dios nos ofrece en Cristo su Hijo.

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abiendo que esto es lo que está en el corazón de Dios, entonces hay que concluir que somos nosotros los que decidimos si aceptamos o rechazamos el mensaje de la salvación. La aurora que nos visitó desde lo alto ilumina el camino para que veamos y decidamos. En el corazón de Dios no puede haber algo distinto a su voluntad soberana. Como dijo A.W. Tozer,2 Dios manifiesta su soberanía a la perfección permitiendo que seamos nosotros los que escojamos, decidamos si queremos amarle. Un dios que selecciona de ante mano quienes le van amar o no, es un dios imperfecto, porque no puede esperar por nuestra decisión y nos tiene que “obligar” a amarle. En otras palabras, Dios no sería soberano si no puede conceder libertad moral a sus criaturas. No solo esto, un dios que nos permite decidir tendría un problema imposible de resolver entre la voluntad expresa que hay en su corazón, que las expresó en Su Palabra, y las decisiones que toma. ¿Dios manda y no obliga? (Hch 17:30) ¡Tenemos libre voluntad porque Dios es soberano!

Sor Villanueva Rodríguez.............. Hosp. Aux. Mutuo Rosalina Juarbe Jiménez....................................Hogar Madelyn De la Cruz..................... Hosp. Aux. Mutuo Frandiego Romero Parilla................................. Hogar Pastora Rebeca Parrilla......................................Hogar Evelyn Quiñonez..............................................Hogar Ilia Serra.......................................................... Hogar Noemí Velázquez........................................... Hogar Keila Hernández ..............................................Hogar José Álvarez “Kuquín”..................................... Hogar


A los que cumplen años en diciembre, ricas y abundantes bendiciones para todos: • Carmen Jeannette Quiñonez • Wilfred Morneau • Lydia M. Rosario • Augusto C. Aquino • Krista Encarnación • Vilma Rodriguez • Annie Román • Maggie Viera • Carmelina Garcia

Viernes 28 de Diciembre


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