688 AMECCDA El boletín semanal El Heraldo • 21 de abril de 2019•El Poder de la Resurrección de Jesús

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BOLETIN OFICIAL DE AMEC • CASA DE ALABANZA 21 de abril de 2019 • Volumen XIV • No. 688

“I agree that ‘the mystery of the crucified Christ rising from the dead calls for a transformation of our world’ and of our reasoning, and of our approach to events in our lives. It is a challenge to respect and believe in the good news of Jesus’s victory over death and its relevance for us today.1” (Estoy de acuerdo con que el misterio del Cristo crucificado levantándose de los muertos llama a una transformación de nuestro mundo, de nuestro razonamiento y de nuestros acercamientos a los eventos (que ocurren) en nuestras vidas. Es un reto a respetar y a creer en las buenas nuevas de la victoria de Jesús sobre la muerte y a la relevancia que esto tiene hoy para nosotros.) Traducción libre.

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l mensaje del Evangelio es el mensaje de las buenas nuevas de salvación que Dios el Padre nos ofrece en su Hijo Cristo, con la intervención del Espíritu Santo. Este mensaje de salvación coloca toda su autoridad, su veracidad e integridad sobre dos (2) eventos únicos en la historia de la humanidad. El primero de ellos es la muerte de Cristo en la Cruz para darnos salvación, porque la Biblia establece que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados (Heb 9:22). El segundo evento es el de la resurrección física de Aquél que murió por nosotros en esa Cruz. Esa resurrección es la prueba “sine qua non” de que Jesús es todo lo que dijo que era, que su mensaje es auténtico e insustituible, que su poder y autoridad es incuestionable y que son veraces y fidedignas todas las Visítenos a: promesas que Él nos hizo. En otras palabras, el Evangelio se mantiene de pie ante la www.ameccda.net historia porque Cristo Jesús resucitó de entre los muertos. Si Cristo no hubiera resucitado, www.ameccda.org Facebook: nuestra fe sería vana. Así lo dice el Apóstol Pablo: Iglesia AMEC Casa de Alabanza https://www.facebook.com/elheraldoameccda “16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. 20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 1 Francis Innocent Otobo. The Power of the Resurrection: Towering Above the Challenges of Life (Kindle Locations 594-597). Xlibris. Kindle Edition.


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21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” (1 Cor 15:16-22)

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a resurrección de Jesús, entre muchas otras cosas, es una validación de los siguientes postulados de nuestra fe en nuestro Señor y Salvador: • Demuestra que Jesús es el Hijo de Dios (Jn 10:17–18). • Demuestra la veracidad y la autoridad de las Sagradas Escrituras (Hch 2:31 y Sal 16:10). • Asegura nuestra resurrección tal y como nos ha sido prometido (1 Tes. 4:13). • Es una prueba indiscutible del juicio futuro (Hchs 17:30–31). • Es la demostración irrefutable de una verdad central del Evangelio (1 Cor. 15:1–8). • Asegura nuestra herencia futura (1 Ped 1:3). • Es la base del Sacerdocio celestial de Cristo (Heb. 7:23–28). • Le confiere virtud y autoridad a la vida Cristiana (Rom 6:4; Gal. 2:20; Efe. 1:18–20).2

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al y como dice Otobo, el peso y el lugar preponderante que posee la resurrección provoca y predica avenidas múltiples de herramientas para la transformación de nuestros ambientes, de nuestro mundo, de nuestro razonamiento y de nuestros acercamientos a los eventos que ocurren en nuestras vidas. Otobo, que es un sacerdote carismático en la diócesis de Otupko en Nigeria, es también misionero en Sale, Australia. Estas herramientas nos permiten acercarnos a enfrentar cualquier escenario en la vida, no solo con la óptica que provee la resurrección de Jesús, sino con el poder que emana de este acontecimiento. “17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál 2 Wiersbe, W. W. (1992). Wiersbe’s expository outlines on the New Testament (p. 99). Wheaton, IL: Victor Books.

es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,” (Efe 1:17-20) “4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;” (Rom 6:4-5)

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sta es una de las sabias razones por la que el Espíritu Santo inspiró varios relatos del mismo acontecimiento. Cada uno de ellos nos permite encontrar e internalizar diferentes herramientas para la vida y para el desarrollo de nuestra fe. Veamos un pequeño resumen de las ópticas que nos regalan los Evangelios:

Evangelio de Mateo

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a óptica de este relato de la resurrección de Jesús está centralizada en la manifestación del poder de Dios manifestado allí. Mateo no está solo en ese énfasis. El Apóstol Pablo hace uso de este enfoque con mucha frecuencia; la resurrección como la manifestación inigualable del poder de Dios, el Dios de la vida. Por ejemplo, Pablo dice que Cristo Jesús es declarado Hijo de Dios con poder por la resurrección de entre los muertos (Rom 1:4). Al mismo tiempo, dice que conocer a Jesús requiere conocer el poder de su resurrección (Fil 3:10). El Apóstol Pedro también hace uso de este enfoque cuando dice que ese poder es el que nos hace renacer a una esperanza viva (1 Ped 1:3).

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l enfoque de este relato incluye un terremoto (Mat 28:2), ángeles que parecen relámpagos y que usan vestiduras blancas como la nieve (vs 2-3). Los soldados presentes caen como muertos por el pavor que experimentan ante la manifestación de este poder.


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odas estas descripciones parecen dirigirnos a comparar lo acontecido en el jardín de la tumba con algunas de las manifestaciones del Dios de Israel en el Monte Sinaí. La revelación de Yavé en el desierto alcanza un grado superlativo en la victoria sobre la muerte que se manifiesta en el Verbo de Dios encarnado. No olvidemos que Pablo dice que el Resucitado posee el nombre que es impronunciable, el que es sobre todo nombre (Fil 2:9): el tetragramatón: el nombre de las 4 letras.

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l saludo de Jesús en el Evangelio de Mateo es uno que invita a regocijarse (vs9). “Salve” es la traducción del concepto griego “chairō” (G5463). Este concepto es usado para describir la alegría de los sabios de oriente cuando vuelven a ver la estrella que les dirige hasta el lugar en el que se encontraba el Niño Dios (Mat 2:10). Es también usado en el Sermón del Monte cuando Jesús invita a los creyentes a gozarse y alegrarse por el galardón que tenemos en los cielos (Mat 5:12). Es usado por el Apóstol Pablo para invitar a los creyentes a gozarse en el Señor (Fil 4:4), para expresar el gozo que siente al poder padecer por la Iglesia (Col 1:24) y para invitar a otra Iglesia a estar siempre gozosa (1 Tes 5:16).

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n otras palabras, el saludo del Resucitado en el relato de Mateo es uno que invita a gozarse y a compartir el gozo. Hay que regocijarse porque la muerte fue derrotada por el Señor de la vida. Esas palabras producen la necesidad de abrazar al Señor y de adorarle. Este es un testimonio de amor y de rendición ante el Vencedor de la tumba. Esta es parte de la agenda de la resurrección en el relato Mateo. Jesús, el Hijo de Dios, es hijo de Abraham. El vino a cumplir las Escrituras. Su poder es el mismo que el demostrado en Sinaí y sus evidencias son aún mayores. Ese poder, el de la resurrección, ahuyenta el temor y produce gozo.

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o hay espacio para el relato de los encuentros posteriores con el Señor de la vida. El relato no oculta que algunos adoran con dudas (vs 17), pero aun así reciben la Gran Comisión con plena confianza porque el Resucitado promete que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (vs 20). El relato de la resurrección en Mateo es enfático en estas tres (3) dimensiones: poder, gozo producido por el amor de Dios y ausencia de temor. El Apóstol Pablo parce beber de estas palabras cuando le recuerda a Timoteo que no nos han dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Tim 1:7).

Evangelio de Marcos

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l profesor Warren Wiersbe resume el relato de la resurrección que nos regala el Evangelio de Marcos de la siguiente manera: • Es un milagro inesperado (anunciado pero no esperado) – Mcs 16:1-8 • Es un mensaje increíble – Mcs 16:9-14 • Es un mandato ilimitado – Mcs 16:15-18 • Es un ministerio inmutable – Mcs 16:19-203

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s muy importante destacar que el énfasis que este Evangelio hace en el relato de la resurrección de Jesús posee entonces 4 elementos: el milagro que ha ocurrido, el mensaje que esto comunica, el mandato que este impone y el ministerio inmutable que confirma. Marcos, que parece escribir todo con mucha prisa, enfatiza que la resurrección puede ser vista y amada desde esta óptica. Reiteramos que el mensaje de Marcos no gira tanto alrededor del poder desatado en la resurrección de nuestro Señor, y sí alrededor de estas cuatro (4) dimensiones. Esto es, la vida puede traer retos insospechados, pero las herramientas provistas por el poder del milagro de la resurrección, del mensaje que proclama, del mandato que impone y del ministerio inmutable que anuncia, son más que suficientes para vencer en la vida.

Evangelio de Lucas

La óptica de la resurrección en este Evangelio no está tanto enfocada en el evento sino en los resultados que este produce. Veamos: • Confusión (Lcs 24:1–12) • Confirmación (Lcs 24:33–45) • Comunión (Lcs 24:13–32) • Comisión (Lcs 24:46–53)

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os lectores se habrán percatado de que el relato lucano se inicia con la perplejidad que arropa a las mujeres (vs 4) al ver la tumba vacía y a los dos (2) ángeles (el Evangelio de Marcos nos menciona la presencia de un (1) ángel, Mcs 16:5). Es singular que los ángeles invitan a estas mujeres a recordar lo que nuestro Señor había dicho acerca de esto (Lcs 24:6-7). Esto es, la Palabra profética cumplida, la de Cristo, y es esta la que disipa la confusión (vs 8). Las mujeres no necesitaron muchas evidencias para creer y disfrutar esta experiencia debido al efecto que esa Palabra (Lcs 9:22; Mat. 17:9, 22–


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23; 20:17–19; Jn 2:19–22) había causado en sus vidas. Ellas fueron transformadas en comunicadoras de las buenas nuevas (evangelio). La resurrección en Lucas es entonces una invitación a ser transformados creyendo en las promesas que nos ha hecho el Señor.

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l pasaje pasa entonces a subrayar la confusión de los discípulos por su incapacidad para creer lo que han dicho las mujeres. La confusión de estos comienza a disiparse al ver la tumba vacía. El testimonio de la tumba vacía vence el temor y provoca la necesidad de un encuentro con el Resucitado. La resurrección en Lucas es entonces una invitación a ser transformados viendo los testimonios del poder de Dios.

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a des-comunión provocada por el temor y la confusión que sufren algunos de los seguidores de Jesús es impactada por el diálogo con el Resucitado. Este impacto abre los ojos (vs 31), hace arder el corazón (vs 32) y disipa el temor. Este encuentro hace que esas vidas vivan la desaparición del temor y el desarrollo de la comunión con el Salvador del mundo y con el mensaje recibido. Estos hombres se encontraban en un estado anímico que les impedía creer la palabra predicada por otros. La Palabra misma, encarnada, el Verbo de Dios, resucitado, provocó la transformación necesaria en estos hombres; de peregrinos desalentados a testigos entusiastas. El pan que se parte en la mesa de la comunión y el diálogo con el Resucitado son centrales a todo esto. La resurrección en Lucas es entonces un invitación a ser transformados mediante el diálogo con Aquél que dijo yo soy la resurrección y la vida (Jn 11:25).

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a revelación del Cristo resucitado provoca la transformación de los once. El mensaje de los caminantes a Emaús es confirmado por la aparición a Simón Pedro (vs 34, Mcs 15:5;1 Cor 16:7). Es allí en donde el Resucitado se aparece a los 11 discípulos dándoles paz, disipando sus temores y mostrando las heridas de sus manos y sus pies. La Biblia dice que el gozo que invade a este grupo es de tal naturaleza que les impedía que pudieran creer lo que habían visto y escuchado (vs 41). Es aquí que Jesús decide comer con 3 Wiersbe, W. W. (1992). Wiersbe’s expository outlines on the New Testament (pp. 141–145). Wheaton, IL: Victor Books.

ellos, para entre otras cosas demostrarles que no se trataba de una aparición espiritual (vs 41-43).

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s entonces que ocurre una experiencia carismática y transformadora; el Resucitado les abre el entendimiento para que ellos pudieran comprender las Escrituras (vs 45). Esta es una agenda de transformación excepcional. La resurrección en Lucas predica que la presencia del Resucitado permite al creyente recibir un entendimiento de las Sagradas Escrituras que trasciende las capacidades y las realidades humanas. Esa palabra revelada produce la confirmación del mensaje y de los mensajeros.

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s por esto que la última sección del relato lucano acerca de la resurrección de Jesús puedeser dedicado a la comisión de aquellos que habían sido transformados. Los creyentes en Cristo que han experimentado estas transformaciones no pueden permanecer callados. Son estas transformaciones las que los convierten en heraldos y en testigos del Resucitado y de su mensaje. Esta comisión es empoderada por la unción del Espíritu Santo de Dios, unción que es descrita en el segundo volumen que escribe Lucas: el libro de los Hechos.4

Evangelio de Juan

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l Profesor Wiersbe argumenta que el relato de la resurrección de Jesucristo en este Evangelio gira alrededor de la capacidad que nos da el Evangelio para ver la gloria de Dios5: “14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.” (Jn 1:14-16)

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n el relato juanino, en el capítulo 20 de ese Evangelio, nos presenta algunas narrativas acerca de las experiencias vividas por los testigos que vieron al Señor resucitado:


• María Magdalena ve al Señor (Jn 20:1-18) • Los discípulos ven al Señor (Jn 19-25 • Tomás ve al Señor (Jn 20:26-31)

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in embargo, hay mucho más que visión y revelación en el relato juanino. Hay preguntas que hace el Resucitado. La Biblia nos dice que hay ocho (8) preguntas que hace el Jesucristo luego de haber resucitado. Cinco (5) de ellas se encuentran en el relato de Juan. 1. ¿por qué lloras? Jn 20:15 2. ¿A quién buscas? Jn 20:15 3. ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, Lcs 24:17 4. y ¿por qué estáis tristes? Lcs 24:17 5. ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Lcs 24:26 6. Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Jn 21:5 7. ¿me amas más que éstos? Jn 21:15 8. ¿Qué a ti? Sígueme tú? Jn 21:22

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a revelación del Resucitado se predica en este Evangelio como la oportunidad de ser confrontados por Dios para que encontremos respuestas a las preguntas que hace el cielo. Sobre este asunto decíamos lo siguiente en la reflexión escrita del día primero de abril del año pasado (2018): “Es por esto que necesitamos la visión del Cristo resucitado; para hacer nuestras esas definiciones bíblicas acerca de la muerte y ser capaces de alcanzar ver lo importante de la vida, su sentido, su perspectiva y su propósito. La Iglesia lo aprendió en la mañana de la resurrección y al hacerlo entendió que el tema de la resurrección le concedía además una perspectiva especial, distinta, acerca de la cruz en la que Cristo Jesús murió por nosotros”. Como decía el inolvidable Pastor Metodista Puertorriqueño, el Dr. Rdo. Domingo Marrero: “… la resurrección de Cristo incendió el alma desvaída y atribulada de aquellos discípulos timoratos. Todos ellos experimentaron la gran experiencia de que estando muertos en delitos y pecados fueron resucitados juntamente con Cristo.” ¡Glorias sean dadas a Dios! La mañana del domingo luego de la pasión y muerte de nuestro Señor sorprendió a la humanidad con un Cristo resucitado y una tumba vacía.

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ás no fue así de primera intención esa primera mañana. Las primeras personas que se acercaron a la tumba vacía no entendieron lo que sucedía. La Biblia dice que María Magdalena lo confunde con el Jardinero (Jn 20:15-16). Ella confunde a Cristo Jesús con el que hace “landscaping” (paisajismo) para que el cementerio se vea bonito. Ella lo confunde con el que adorna tumbas y hace agradable el lugar de los muertos. Hay que admitir que históricamente la iglesia hizo cementerios en sus edificios, probablemente con ese mismo propósito.

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ay que comprender que la Biblia no nos presenta a Cristo como un jardinero de cementerios. Cristo es el vencedor de la muerte. Él no es un adorno para tumbas o ataúdes. La Biblia nos enseña que Cristo canceló todos los funerales por falta de muerto. El Rdo. Dr. Ceclio Arrastía decía que la primera escena resurrecta juanina es la de un Cristo perdido. Arrastía lo ligaba a la necesidad de “la proclamación de un hombre perdido.” Arrastía concluía que Cristo no estaba ni estará perdido; es que María lo buscó en el lugar equivocado. Es como si ella estuviera preguntando: “Hortelano: ¿en dónde luce mejor un Cristo muerto?” Después de haberlo dejado todo, ¿habría futuro y esperanza siguiendo a un carpintero muerto? Se trata de que “las Marías y los Tomás” de todos los tiempos, aquellos con actitudes definidas alrededor del pragmatismo, tan solo pueden creer en lo que ven y en lo que pueden tocar.

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l relato juanino nos deja saber que las Palabras de María Magdalena llevan la tónica espiritual de la pesadumbre: “se han llevado a mi Señor y no sabemos dónde le han puesto” (vs 13). Como decía el Dr. Marrero, María estaba empecinada en llorar un Cristo muerto, a un Cristo desaparecido, a un amigo amado que ya no está presente. Marrero añadía que ella lloraba a un Cristo enlutado y yacente que no tiene imperio sobre la lucha y sobre el quebranto. Sí, Marrero tiene razón, el llanto de María nos conmueve. Es la expresión del dolor de seres que han experimentado unas fuerzas apocalípticas y terribles, torbellinos que arrancan el alma y las cosas que amamos. Por ejemplo, el llanto de una madre que ve que la guerra le lleva al hijo, la enfermedad que le lleva al esposo o el llanto de un hijo que ve partir a su padre.

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lla estaba tan desolada que oyó palabras sin oír y vio imágenes sin ver. La ansiedad el dolor de esta mujer eran tan grandes que el Jesús resucitado le hablaba y ella no podía reconocerle. Cuando Él le habló, la respuesta que ella ofreció es una visceral; “Señor, si tú lo has

4 Wiersbe, W. W. (1992). Wiersbe’s expository outlines on the New Testament (pp. 141–145). Wheaton, IL: Victor Books. 5 Wiersbe, W. W. (1992). Wiersbe’s expository outlines on the New Testament (p. 265-271). Wheaton, IL: Victor Books.


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llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.” El Rdo. Dr. Roberto Amparo Rivera decía que la vida de esta mujer cambió cuando dejar de buscar a Jesús dentro de la tumba para halarlo fuera de ella.

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s la misma reacción de los que caminan a Emaús (Lcs. 24:13-33). Son dos (2) que van huyendo de Jerusalén, procurando escapar del terror de las noticias de los días recientes. Es el dolor que nos hace ir en contra del tránsito, tratar de escapar de la circunstancias de la vida. Ellos escuchaban la misma voz que les había instruido por 3 años y medio y no pueden reconocerle. Ellos conocían de la muerte y de la pasión de su Señor. Ellos habían escuchado el testimonio de las mujeres que acerca de la resurrección (vs. 22-23), pero no habían tenido un encuentro personal con el Resucitado.

de la resurrección nos ofrece la oportunidad de que aparezca Dios encarnado para llamar al ser humano por su nombre. La voz del Resucitado marca la diferencia. Es el mismo que grita Zaqueo y este desciende a prisa y gozoso. Es el que grita Saulo, Saulo y este se postra a sus pies.”

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or último, es en el relato Juanino que encontramos que el Vencedor de la muerte decide soplar con aliento de vida (Jn 20:22) sobre aquellos que se habían convertido en nuevas criaturas en Cristo Jesús (2 Cor 5:17). Así como Adán se convirtió en alma viviente al recibir el soplo de vida (Gn 2:7), así también los creyentes reciben ese soplo de vida que es distinto al de ser investidos con el poder del Espíritu Santo. Este último se describe en el capítulo dos (2) del libro de los Hechos 2.

esta es una verdad inconmovible; al resucitado hay que enfrentarlo personalmente. No bastan los testimonios o encuentros de otros. La transformación de la perspectiva de la vida, encontrarle sentido a esta, hallar el propósito que ella tiene para nosotros, se inicia cuando tenemos un encuentro personal Jesús el vencedor de la muerte.

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esús deja que los caminantes hablen (entrar en catarsis). Ellos han vivido horas de tragedia, viven atemorizados y no desean caminar de noche. Su vida cambió cuando Jesús se sentó con ellos y partió el pan. ¡Bendita mesa es esa en la que se sienta el Maestro! Allí, Jesús les expone las Escrituras, como dice Arrastía, esa sagrada Palabra que descorre el velo del corazón, “la inserción de la vertical divina en la horizontal humana.” Inmediatamente se les acabó el temor y marcharon de noche de regreso al lugar de dónde querían escapar. Ellos descendían de Jerusalén huyendo, más al ver al resucitado subían a Jerusalén a testificar.

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lgo similar le acontece a esta María Magdalena. Las transformaciones de ese escenario y de la totalidad de su vida ocurren cuando el Resucitado la llama por su nombre. Este es uno de los resultados más extraordinarios de la resurrección de Jesús. La mañana

a óptica de la resurrección que nos ofrece Juan es entonces una óptica de revelación del Resucitado, de capacidad para responder preguntas medulares y centrales que surgirán del cielo y la capacidad de experimentar ese nuevo nacimiento del que ese evangelista nos comenzó a hablar en el capítulo tres (3) de su Evangelio.

abemos que hay otros relatos de la resurrección diseminados como fragmentos en todo el Nuevo Testamento. Hemos privilegiado estas cuatro ópticas para realizar este ejercicio porque son las más completas y las más conocidas por todos los creyentes en Cristo Jesús.

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l resultado de este ejercicio confirma los axiomas iniciales de esta reflexión: la resurrección de Jesús provoca y predica avenidas múltiples de herramientas para la transformación de nuestros ambientes, de nuestro mundo, de nuestro razonamiento y de nuestros acercamientos a los eventos que ocurren en nuestras vidas.

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sto es así porque el Vencedor de la muerte está vivo, está con nosotros y nos ha prometido que en Él somos más que vencedores.


Pastor Francisco Parrilla..............................Hospital Auxilio Mutuo José Paniagua.............................................Hospital Auxilio Mutuo Luís M. Sepulveda Bonilla........................................Auxilio Mutuo Roberto Ramírez...................................................................Hogar Eusebio Rodríguez.....................................Hospital Auxilio Mutuo Paula Rosario........................................................................Hogar

Favor de informar si desean que sus nombres continúen en la lista de enfermos del Boletín El Heraldo, pues serán actualizados semanalmente / (787) 256-3331



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