BOLETIN OFICIAL DE AMEC • CASA DE ALABANZA 28 de abril de 2019 • Volumen XIV • No. 689
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n esta edición retomamos el ciclo de reflexiones sobre el capítulo dos (2) del libro de los Proverbios. En esta ocasión analizaremos los resultados que se obtienen cuando seguimos los consejos que nos ofrece ese capítulo dos, particularmente los versos del 1 al 10. Veamos una vez más lo que dice ese pasaje de las Sagradas Escrituras:
1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3 Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, 5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. 6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. 7 El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente. 8 Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos. 9 Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y todo buen camino. 10 Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, 11 La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia, 12 Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades, 13 Que dejan los caminos derechos, Para andar por sendas tenebrosas; 14 Que se alegran haciendo el mal, Que se huelgan en Visítenos a: las perversidades del vicio; 15 Cuyas veredas son torcidas, Y torcidos sus caminos. 16 www.ameccda.net Serás librado de la mujer extraña, De la ajena que halaga con sus palabras, 17 La cual www.ameccda.org Facebook: abandona al compañero de su juventud, Y se olvida del pacto de su Dios. 18 Por lo cual Iglesia AMEC Casa de Alabanza https://www.facebook.com/elheraldoameccda su casa está inclinada a la muerte, Y sus veredas hacia los muertos; 19 Todos los que a ella se lleguen, no volverán, Ni seguirán otra vez los senderos de la vida. 20 Así andarás por el camino de los buenos, Y seguirás las veredas de los justos; 21 Porque los rectos habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán en ella, 22 Más los impíos serán cortados de la tierra, Y los prevaricadores serán de ella desarraigados. (Prov 2:1-22, RV 1960).
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ste pasaje señala que el primer resultado que obtenemos cuando seguimos el consejo que nos ofrece la Palabra de Dios es la capacidad de entender el temor de Jehová. El concepto que se traduce aquí como entender es el vocablo hebreo “bîyn” (H995). Este concepto puede ser traducido entre otros como la capacidad para separar mentalmente un argumento o razonamiento de otro, la capacidad de entender, de discernir, de considerar, de ser diligente y directo en el análisis, la capacidad para instruir, ser prudente, y/o la capacidad de ser elocuente.
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lgunos ejemplos del uso de este concepto en la Biblia nos permiten ampliar un poco más el significado del mismo. Hay que destacar que “bîyn” (H995) se usa 159 veces en el Antiguo Testamento. Es obvio que es imposible analizar todos y cada uno de sus usos. Un ejemplo de ellos lo encontramos en Gn 41:33 cuando este es utilizado por José para destacar la prudencia que debía tener la persona que Faraón habría de escoger para organizar a Egipto en los años de abundancia. Esta prudencia para la organización sería la que prepararía a Egipto para ser capaz de enfrentar el período de “vacas flacas.” En Gn 41:39 es Faraón el que lo vuelve a utilizar para describir el nivel de entendimiento observado en José que lo hacía meritorio de esa posición. Destacamos aquí que el Faraón reconoció que esa capacidad era el producto de tener el espíritu de Dios.
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n el libro del Deuteronomio es utilizado para invitar al pueblo a repasar su historia considerando (Dt 32:7) varias generaciones de la misma y cómo Dios instruyó al pueblo (Dt 32:10) en el desierto mientras lo guardaba como a la niña de sus ojos. En 1 Samuel es utilizado para describir el entendimiento (discernimiento) de Elí (1 Sam 3:8) para comprender que era Dios el que estaba llamando al niño llamado Samuel. En el libro de 2 Crónicas es utilizado para describir la capacidad que tenía Zacarías para entender las visiones de Dios (2 Cro 26:4), característica que lo hacía apto para ser consultado por un rey muy joven llamado Uzías. En ese mismo libro es utilizado para describir a aquellos que eran entendidos (2 Cro 34:12) en los instrumentos de música.
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n el libro de Esdras es utilizado para apuntalar que Joiarib y a Elnatán eran hombres doctos (Esd 8:16). En el libro de Nehemías es utilizado para describir a algunos levitas que podían conseguir que el pueblo pudiera entender (Neh 8:7-8) la lectura de la Ley. En el libro de Job es utilizado para describir una petición de Job, querer entender (Job 6:24) cuáles habían los errores que él había cometido para encontrarse sufriendo sus tragedias. Es usado también allí por Eliú para destacar que es Dios el que hace que tengamos esta capacidad para entender (Job 32:8) y que este tipo de entendimiento no se adquiere con el pasar de los años (Job 32:9). En ese mismo libro, Job vuelve a usar este concepto para confesar que cuando él presentó sus planteamientos, realmente no entendía (Job 42:3) lo que estaba diciendo.
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l mismo tiempo, en el libro de los Salmos es utilizado para describir la incapacidad que tenemos los seres humanos para entender nuestros propios errores (Sal 19:12). El salmista lo vuelve a utilizar cuando nos indica que pudo ser capaz de comprender lo que le acontecía después de haber entrado en el santuario (Sal 73:17). Por último, es el profeta Isaías el que lo utiliza para describir la incapacidad que tenía el pueblo para conocer a Dios (Isa 1:3).
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os lectores se habrán percatado que el uso que se le da a este concepto (“bîyn” (H995), trasciende las capacidades humanas del conocimiento y apunta a una capacidad espiritual, divina, revelada de aquello que hay que entender. En otras palabras, la capacidad para entender que este concepto procura describir vas más allá de las capacidades intelectuales que uno pueda poseer.
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reemos que es de aquí que beben algunos escritores del Nuevo Testamento cuando insisten que hay una sabiduría celestial y una inteligencia espiritual. Esto es, más allá de la
discusión acerca de los dones espirituales. Esos escritores neotestamentarios añaden que esta clase de sabiduría y esta inteligencia son necesarias para poder caminar agradando a Dios. Veamos algunos ejemplos de esto: 9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; (Col 1:9-12) 13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable,
benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. (Stgo 3:13-18). La lectura del capítulo dos (2) de Proverbios nos deja saber que esta capacidad para entender es celestial y que se adquiere entre otras cosas mediante la obediencia a las instrucciones ofrecidas en los versos anteriores al verso cinco (5). Es interesante que el proverbista indique que es el temor de Jehová aquello que se va a poder discernir, entender, razonar, considerar, tratar con diligencia y prudencia, etc. Este concepto, el temor de Jehová es un tema central en los libros de sabiduría. Los libros de Job, Salmos y Proverbios lo utilizan en 27 de las 43 ocasiones en la que aparece en el Antiguo Testamento.
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l concepto hebreo es “yir’âh” (H3374) y más que temor significa reverencia moral o temor reverente. Algunas versiones bíblicas lo traducen de la siguiente manera: • obedecer a Dios (Traducción en lenguaje actual-TLA) • respeto del Señor (La Palabra Hispanoamérica- BLPH) • honrara al Señor (Dios Habla Hoy- DHH)
Veamos algunos de sus usos en el libro de Proverbios: Prov 1:7
Es el principio de la sabiduría.
Prov 1:29
Su ausencia aleja las respuestas de Dios.
Prov 8:13
Es sinónimo de aborrecer el mal.
Prov 9:10-11
Añade días de vida.
Prov 10:27
Añade días de vida. Prov 14:26-27 En este está la confianza fuerte y es manantial de vida.
Prov 15:16
Es más satisfactorio que la abundancia en donde no lo hay.
Prov 15:33
Es enseñanza de sabiduría
Prov 16:6
Hace que los hombres se aparten del mal
Prov 19:23
Es para vida, llena de reposo al que lo tiene y le guarda del mal.
Prov 22:4
Produce riquezas, vida y honra al que lo tiene con humildad.
Prov 23:17
Hay que perseverar en él en todo tiempo.
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Los lectores deben haberse percatado que el primer resultado, la primera bendición que se obtiene, es una multifactorial. ¡Alabado sea Dios por todas estas bendiciones! Consideremos una vez más lo que se nos pide hacer en los primeros versos del capítulo dos de Proverbios: 1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3 Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros (Prov 2:1-4) ontrastemos estos requisitos con el primer resultado o bendición prometida. Lo que descubrimos es que la obediencia a la Palabra de Dios produce resultados gloriosos.
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a obediencia a la Palabra de Dios nos permite discernir y entender con sabiduría celestial e inteligencia espiritual lo que es el principio de la sabiduría. Nos permite mantener accesibles las respuestas de Dios. Nos enseña a aborrecer aquello que no agrada a Dios. Nos alarga la vida y convierte nuestra existencia en un manantial refrescante. Nos enseña a confiar y nos permite vivir con honra.
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ste mismo ejercicio hay que desarrollarlo con los resultados expuestos en el verso nueve (9) del capítulo dos (2) de Proverbios: 9 Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y todo buen camino.
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ste ejercicio será el eje de nuestra próxima reflexión.
Pastor Francisco Parrilla..............................Hospital Auxilio Mutuo José Paniagua.............................................Hospital Auxilio Mutuo Luís M. Sepulveda Bonilla........................................Auxilio Mutuo Roberto Ramírez...................................................................Hogar Eusebio Rodríguez.....................................Hospital Auxilio Mutuo Paula Rosario........................................................................Hogar
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