22 de abril de 2018 • Volumen XIII • No. 636
“Trust the past to the mercy of God, the present to His love, and the future to His providence.” St. Augustine “Confía el pasado a la misericordia de Dios, el presente a Su amor, y el futuro a Su providencia” (traducción libre)
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harles R. Swindoll dice en uno de sus libros que no hay nada como la esperanza en la verdad de Dios para clarificar nuestra perspectiva y conseguir que sigamos hacia adelante. Él añade a esto que no hay nada como la falta de seguridad para minar nuestros esfuerzos y paralizarnos en el camino con temor. Swindoll concluye su tesis aseverando que la adoración es la mejor herramienta para conseguir lo primero y vencer lo segundo.1
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as definiciones y perspectivas posmodernista acerca de lo que es el éxito nos alejan de esta clase de consejos. Los seres humanos que han sido atrapados por las definiciones posmodernas han aprendido a definir el éxito a base de los “likes” que se reciben en las páginas de las redes sociales. Para muchos de nosotros una vida de éxitos es sinónimo de una vida “maravillosa”, confortable, saludable, con todas las obligaciones económicas al día, sin deudas, nunca enfermos, felizmente acompañados, con un buen trabajo, con hijos inteligentes, tranquilos y saludables, sin problemas, que son exitosos y prósperos. Esta es la definición posmoderna de una persona exitosa.
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na nota editorial importante es que la versión Reina Valera de 1960 recoge el concepto “éxito” tan solo cuatro (4) veces (1Sam 18:30; 1 Rey 22:13; Neh 1:11; Dan 11:17). En la primera ocasión es la traducción de un concepto hebreo que describe ser “circunspecto” (sâkal, H7919). En la segunda referencia es la traducción de un concepto hebreo que debe ser traducido como “bueno” (tôb, H2896). En la tercer referencia es la traducción de un concepto hebreo que debe ser traducido como “misericordia” o “entrañas maternas” (racham, H7356). En la última referencia es la traducción de un concepto hebreo que debe traducirse como “estar”, “estar firme” o “confirmar” (tehareg,
1 Charles R. Swindoll. “Job: a man of heroic endurance: profiles in character from Charles R. Swindoll.” (Nashville: World Publishing Group, 2004.
sin clasificar). Al mismo tiempo, no aparece este concepto en el Nuevo Testamento. O sea, que podemos afirmar que nuestro concepto del “éxito” no aparece en la Biblia. Las definiciones bíblicas de lo que es el éxito se distancian de lo expuesto en la modernidad. De hecho, estas definiciones bíblicas son compartidas por la inmensa mayoría de las escuelas de pensamiento y los estudiosos de la historia y la sociología humana. Como diría Swindoll: “Great people who accomplish great things often come from tragic beginnings”. 2
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ermítame compartir el mejor ejemplo que valida esta aseveración. Se trata de la historia del hijo de un carpintero. Su padre decidió darle su apellido; él sabía que ese hijo no había sido procreado por él. Este padre desaparece bien temprano de la vida de este niño, dejando su cuidado en las manos de su madre, quien nunca se volvió a casar. Este niño nunca fue a la escuela, no se destacó en las artes ni en la literatura. Es de conocimiento general que no se destacó en el campo de la política ni en los escenarios socio-económicos. No conocemos himnos que haya escrito y tampoco tenemos ensayos escritos de su mano que podamos analizar. Este hombre no era una personalidad en Facebook, no era reconocido por sus tweets y tampoco poseía un canal en Youtube. Lo que sí se sabe acerca de él es que a los 30 años decidió crear un movimiento religioso revolucionario que lo llevó a ser condenado a muerte; fue ejecutado a los 33 años de edad. Nunca se casó, y no dejó hijos.
hombre ha formado parte de las discusiones y los análisis de casi todos los grupos sociales que han existido en la humanidad. Esto es, aun antes del nacimiento de Jesús, nuestro Señor y Salvador. El final de la historia de este hombre convierte toda su vida en prototipo singular del camino a lo que hoy llamaríamos éxito. ¿Qué enseñanzas nos ha dejado la vida de este hombre?
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ara empezar, el libro de Job nos permite conocer algunos aspectos de la personalidad de este. La personalidad de Job poseía características de algo que llamamos rebeldía pasiva. En algunas de sus actitudes frente al dolor encontramos una gran dicotomía respecto a la voluntad de Dios. Esto es, cuando creemos que afirmamos y queremos la voluntad divina, pero nuestra voluntad es otra. Es similar a cuando decimos “si Dios pusiera esto en orden, la vida sería más fácil….saldríamos adelante con más facilidad, sin esto, sin lo otro…sin fulano…sin mengano….sin la iglesia…sin la intromisión de Dios.”
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l final del camino nos convenceremos de que no merecemos las bendiciones de la vida. Sin embargo Job creía que sí las merecía. Por otro lado, en ese libro también podemos recopilar algunos datos acerca de su conocimiento de Dios. Al final del libro descubrimos que esa es una dimensión que nunca se agota. El libro enseña algo más; que todos seremos probados y retados en esto y nos quitarán el piso de ser necesario para que lo aprendamos.
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s obvio que esta es una descripción secular de la vida de Jesús de Nazaret; sin duda alguna el ser humano más exitoso de la historia de la humanidad. Su vida, su mensaje y los efectos de ambos han transformado la historia de la humanidad por cerca de 2 mil años. Es absolutamente cierto que Jesús el Cristo resucitó de entre los muertos, pero no es menos cierto que no podemos adaptar las definiciones de éxito que obtenemos de este tiempo a lo que conocemos de la humanidad de Jesús de Nazaret, el Señor y Salvador del mundo. tro ejemplo monumental que da al traste con las definiciones posmodernas acerca del éxito es un hombre llamado Job. Es indiscutible que la historia de este
l mismo tiempo, el libro nos introduce a los escenarios de las batallas en el mundo espiritual. Por un lado Satanás aparece descrito como un ser real con personalidad propia y con capacidades para hacer preguntas y lanzar retos. Por otro lado aparecen los relatos de escenarios que nos sorprenden porque podemos conocer lo que está detrás y diferenciarlo de lo que creemos aparente (tentaciones y pruebas). stas son tentaciones para que perdamos el control y dejemos de confiar en el Señor. Ellas vienen en diferentes sabores, colores y olores. Leyendo el primer 2 Ibid. p 55.
capítulo algo que no podemos pasar por alto. Vemos allí que los procesos para enfrentar los problemas de la vida se pueden convertir en la mejor herramienta para descubrir que no nos pusieron aquí para que la pasemos bien. Es cierto que Dios nos da tiempos buenos, pero esto es por gracia y no porque lo merecemos. Entre otras cosas, nosotros estamos aquí para glorificar a Dios. Estamos aquí para triunfar sobre cada intento del diablo que quiere desgraciar y destronar a Dios. Estamos aquí para triunfar sobre cada uno de sus intentos por tomar el control de nuestras vidas. Somos nosotros los que decidimos bajo qué orden y que tipo de reglas queremos vivir. El análisis del libro de Job nos permite recoger una serie de enseñanzas muy poderosas y especiales acerca de lo que la Biblia define como una vida bendecida. De primera impresión, en los primeros escenarios de sus tragedias, Job nos enseñó el valor de la adoración. Sin importarle su situación, Job decide adorar (Job 1:20): “20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,”
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sta es otra gran enseñanza; todo tiempo es bueno para adorar a Dios. No se trata de que Job tuvo un mal día y que aun así decidió adorar a Dios. La historia que el libro presenta describe que la vida de Job se arruinó por completo y aun así Job decidió que era un buen momento para adorar.
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a historia de Job también elabora las enseñanzas del valor de la expresión de su fe. En el momento en que las tragedias arreciaron, él decidió expresar verbalmente sus convicciones acerca del eterno (Job 1:21). Esta es otra gran enseñanza: tenemos que expresar nuestras convicciones y nuestra fe. Hay que verbalizar lo que creemos, en quién creemos y a quién le hemos creído Tal y como dice el Apóstol Pablo:
“12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” (2 Tim 1:12).
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ob nos enseña (inicialmente) que no hay por qué acusar a Dios (ni al diablo) por lo que nos acontece. Él no peca contra Dios con sus palabras y no usa a ninguno
de ellos como muletilla, ni como excusa. En adición, Job decide no atribuir despropósito alguno a Dios por lo que le acontece (Job 1:22).
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n otras palabras, él cree (inicialmente) que Dios no anda detrás de la gente para maltratarla y si algo malo sucede, debe haber algún propósito celestial para ello. Esto es expresar su confianza en los propósitos divinos, aunque no los entienda. Es por esto que Job puede hacer expresiones contundentes de su fe en medio de sus crisis. A continuación un par de ejemplos de esto:
“25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.” (Job 19:25-27) “10 Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro. 11 Mis pies han seguido sus pisadas; Guardé su camino, y no me aparté. 12 Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida. 13 Pero si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar? Su alma deseó, e hizo. 14 El, pues, acabará lo que ha determinado de mí; Y muchas cosas como estas hay en él.” (Job 23:10-14)
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l final del libro, Job enfatiza en este punto, añadiendo que lo puede seguir haciendo. Es más, él pide excusas por algunas de las expresiones que hizo en medio de sus pruebas admitiendo que lo hizo por ser ignorante o incapaz de comprender los designios divinos (Job 42:3). O sea, que Job nos enseña que no debemos intentar entender todas las cosas que nos acontecen. El libro de Job nos permite recibir otra enseñanza: la necesidad de abrir el corazón a Dios. Dentro de las expresiones que Dios realiza al inicio de su discurso (Job 38-40), encontramos la siguiente: “yo preguntaré y tú me contestarás…” (Job 38:3b).
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esponder a Dios es parte de un proceso de diálogo que llamamos oración. Este proceso requiere que seamos capaces de reconocer que somos seres finitos en diálogo con el Dios infinito. La Biblia señala que hay que orar en todo tiempo.
“17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;” (Efe 6:17-18)
“36 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” (Lcs 21:36)
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tra enseñanza de ese libro es que los procesos de dolor revelan quienes son nuestros verdaderos amigos: hay amigos y hay amigos. Algunos de los amigos de Job no fueron necesariamente su mejor compañía. Veamos algunos de los parlamentos que los amigos de Job usaron con este patriarca: Elifaz (le responde con visiones de fantasmas) Job 5:14-17 14 Me sobrevino un espanto y un temblor, Que estremeció todos mis huesos; 15 Y al pasar un espíritu por delante de mí, Hizo que se erizara el pelo de mi cuerpo. 16 Paróse delante de mis ojos un fantasma, Cuyo rostro yo no conocí, Y quedo, oí que decía: 17 ¿Será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo hizo? Bildad (le dice que Dios mató los hijos de Job por ser pecadores) Job 8:3-4 3 ¿Acaso torcerá Dios el derecho, O pervertirá el Todopoderoso la justicia? 4 Si tus hijos pecaron contra él, El los echó en el lugar de su pecado.
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ofar (le dice a Job que merece un castigo más fuerte que el que ha recibido) Job 11:4 6 Y te declarara los secretos de la sabiduría, Que son de doble valor que las riquezas! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece Alguien ha identificado que una de las más grandes diferencias entre Job y Abraham está precisamente en este renglón. Cuando Job sufre, le visitan 3 amigos y luego Dios sale a encontrarle. En cambio, cuando Abraham tiene problemas, Dios le visita junto a dos (2) ángeles y luego le encuentran los amigos. ¿Quién tuvo resultados superiores y de manera inmediata?
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l libro de Job destaca que cualquier experiencia religiosa que nos haga sentir superiores a los demás, es artificial e hipócrita. Aquellos que se consideran a sí mismos o se llaman espirituales, en verdad no lo son. Los tres amigos que rodean a Job están vestidos de este tipo de espiritualidad. Dios está buscando gente que no tenga reparo en admitir cuanto necesitan de Él. La Biblia nos enseña que el propósito divino, no siempre representa éxitos humanos (ver Jeremías 20 ayudará a entenderlo mejor). Además, hemos visto que Dios no nos condena
cuando preguntamos ni cuando expresamos las dudas y/o los dolores que nos asedian. En el capítulo 3 hay varios “por qué” que Job presenta. Job levanta este mismo cuestionamiento en innumerables ocasiones en todo el libro.
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l análisis del libro de Job nos permite aprender que “estar completos” en el Señor y recibir el cumplimiento de sus promesas no se consigue entendiendo sino obedeciendo. Veremos, al final del libro, que Dios nunca le contesta las preguntas a Job. Todo lo contrario, en el texto original aparece que son 64 las preguntas adicionales que Dios el formula a Job, preguntas que este no las había considerado. Un dato interesante es que cuando el libro concluye Job ya no tiene preguntas.
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or último, hemos aprendido hasta aquí que nuestras victorias se consiguen orando por los demás y comportándonos con temor a Dios. Job ora por sus amigos (Job 42:7). Si queremos victorias, tenemos que orar por aquellos que nos producen y causan angustias. Si queremos bendiciones (no éxitos) necesitamos conducirnos en el temor de Dios. “17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,” (1 Ped 1:17-19)
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abemos que en el camino encontraremos experiencias que no nos gustará enfrentar, pero si oramos por aquellos que creemos responsables de ellas, Dios nos dará la victoria. Las enseñanzas del libreo de Job pueden ser resumidas con la siguiente expresión de un Pastor presbiteriano y profesor en el Seminario Teológico Reformado en Jackson Mississippi: “La sabiduría (que da Dios) nos lleva a rendirnos ante Su providencia en vez y de pelear contra el Eterno.” 3 Derek Thomas 3 Derek Thomas. “Mining for wisdom.” Evangelical Press: Auburn, Mass. (2002), p41.