31 de diciembre de 2017 • Volumen XII • No. 620
“13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” RV 1960 “13 Brothers and sisters, I do not consider myself yet to have taken hold of it. But one thing I do: Forgetting what is behind and straining toward what is ahead, 14 I press on toward the goal to win the prize for which God has called me heavenward in Christ Jesus.” NVI (Inglés).
E
l año 2017 está a punto de finalizar. Hay muchas personas postulando que será imposible olvidarlo porque una catástrofe de proporciones apocalípticas afectó el Terruño Borincano durante el mismo. ¿Qué podemos hacer para impedir que esos recuerdos sean los que controlen nuestras vidas en el año que está a punto de comenzar? La Biblia nos ofrece en los versos del epígrafe de esta reflexión algunas herramientas para lograr hacer esto. Esos versos bíblicos necesitan ser analizados en su contexto para poder desarrollar una interpretación correcta de estos. Cuando Warren Wiersbe analiza el capítulo tres (3) de la carta a los Filipenses nos hace saber que es cierto que hay circunstancias y hay personas que pueden robarnos el gozo. Así también, añade él, hay “cosas” que pueden presentarse como ladrones de nuestras alegrías. Basta perderlas para comprobar esto.1 En ese análisis, el Dr. Wiersbe destaca que el capítulo tres (3) de esta carta puede ser bosquejado de la siguiente manera: vv. 1– 11 vv. 12– 16 vv. 17– 21
El pasado de Pablo- el Contador que rinde cuenta- “cuantas cosas eran para mi ganancia” (adquirió nuevos valores). El presente de Pablo- el Atleta que corre la carrera –“prosigo la meta” (nuevo vigor) El futuro de Pablo- el Extranjero con otra ciudadanía- “esperamos al Salvador” (nueva visión).
P
ablo ha usado ese capítulo tres (3) para hablar acerca de su pasado, de su presente y de su futuro. Estos datos exegéticos nos ofrecen una plataforma más firme para el análisis de los versos 13 -14 de ese capítulo. Pero Wiersbe hace algo más; decide describir cinco (5) claves esenciales que según él definen los versos del 12 al 15 del mismo capítulo. O sea, un verso antes y un verso después de los versos que hemos citado en el encabezado de esta reflexión. A continuación un resumen de esta claves esenciales 2: Insatisfacción ( Fil 3: 12– 13a) “No que lo haya alcanzado ya…” sta expresión apunta a lo que otros teólogos han llamado la “insatisfacción inspiradora” que todo creyente debe experimentar. Esto es, reconocer a Cristo como el Señor y Salvador es solo el inicio de unos procesos en los que solo encontraremos plena satisfacción cuando lleguemos al cielo. Cristo
E
1 Wiersbe, Warren W.. Be Joyful (Philippians): Even When Things Go Wrong, You Can Have Joy (The BE Series Commentary) (p. 95). David C Cook. Kindle Edition. 2 Ibid. pp 111-117
nos satisface y de eso no hay duda, pero todo creyente genuino ser descalificados. Ese es el énfasis paulino en Fil 3:15-16. Hay debe levantarse cada día abrazado al sentimiento de que debe ejemplos de corredores olímpicos que ganaron competencias y luego fueron despojados de sus premios por haber sido haber mucho más en la compañía del Amado. indisciplinados y violentar algunas reglas.
Devoción (3: 13b) “Una cosa hago…”
W
iersbe argumenta que esta es una frase muy importante en la vida Cristiana. Por ejemplo, Jesús le dijo al joven rico que le faltaba “una cosa te falta” (Mcs 10: 21). Además, Jesús usó con Marta una expresión similar: “solo una cosa es necesaria” (Lcs 10: 42). “Una cosa sé” fue la expresión del ciego de nacimiento que Jesús sanó (Jn 9:25). “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré” es la frase testimonial del salmista en su búsqueda para satisfacer la sed del Señor (Sal 27:4). Esta frase implica devoción, el compromiso de no sustituir esa búsqueda por otra cosa.
Dirección (3: 13c)
E
l Dr. Wiersbe destaca que aquellos que no han aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador viven controlados por su pasado. Sin embargo, los lavados con la sangre de Cristo corren la carrera mirando hacia el futuro prometido. Aquellos que han puesto su mano en el arado saben que está prohibido volver atrás (Lcs 9:62). Ahora bien, el concepto traducido como “olvidando” no implica que no se recuerde lo sucedido. Se trata del vocablo griego “epilanthanomai” (H1950) que filológicamente es definido como desatender o abandonar. O sea, que no se trata de que borrar de la memoria histórica lo que hemos vivido. Pablo está diciendo que hay que abandonar, no prestarle atención y hasta rechazar lo que queda atrás. Esto provee dirección porque elimina de la ruta todo aquello que puede convertirse en una distracción.
Determinación (3: 14) “Prosigo (I press on)”
E
stos datos provistos por una de las mentes más privilegiadas en el campo de la teología bíblica y la teología pastoral, nos permite acercarnos a Filipenses 3:13-14 con mucha confianza. El año que comienza en pocas horas va a convertirse en instrumento para desatar las bendiciones más grandes que hayamos recibido en muchos años. Esto va a requerir que seamos aplicados: hay que aplicarnos para proseguir sin dilación alguna. Hay que hacer resoluciones; entre ellas dejar atrás los sinsabores y los malos ratos que experimentamos en el año que hoy se acaba. Hay que ensanchar el sentido de expectación que tenemos. Tenemos que extendernos hacia lo que Dios nos ha propuesto como metas para nosotros como Cristianos, como miembros de una familia, como hombres y mujeres activos en labores profesionales, vocacionales o educativas. Hay que hacer esto con santa expectación. Hay que correr el 2018 con los ojos puestos en la meta (Heb 12:2). Y hay que anhelar la recompensa, el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
D
e cara a un año nuevo, no podemos permitir que los recuerdos de los efectos causados por el huracán María nos roben el gozo. No podemos permitir que los sucesos que acontecieron en el 2017 nos cohíban de alcanzar las metas que el cielo ha dibujado para nosotros. Se acerca un año nuevo y debemos prepararnos para disfrutar un año de grandes bendiciones y grandes retos.
E
s mi oración que el Señor mantenga en cada uno de ustedes un alto nivel de Insatisfacción; que cada día haya hambre y sed por más de la presencia de Dios. Oro para que el Señor eleve el nivel de Devoción y compromiso y que estos alcancen las dimensiones más altas en vuestras vidas. Ruego a Dios que la Dirección divina no pueda ser obstaculizada por cosa alguna. Pido que la Determinación para alcanzar la meta propuesta predique experiencias personales y profundas con el Dios de los cielos. Oro al Señor que nos transforme cada día hasta que la Disciplina con la vivimos nuestras vidas se convierta en a motivación del creyente para lograr esta determinación sermones elocuentes que traigan a otros a los pies del Señor. proviene de las promesas del Señor: “separados de mi nada l 2018 va a ser un año hermoso y lleno de la gloria de Dios. podéis hacer” (Jn 15:5b). Esta motivación debe crecer según Preparémonos para disfrutarlos. aumenta nuestra madurez como creyentes en Cristo Jesús. Dios trabaja en nosotros para hacernos madurar en la fe y así poder hacernos capaces de trabajar a través de nosotros.
E
s la segunda vez que Pablo usa ese concepto (vs 12) en ese capítulo. Wiersbe argumenta lo que se deprende del análisis filológico del mismo. Los griegos usaban este concepto para definir el esfuerzo intenso y apasionado de un cazador buscando su presa. Wiersbe dice bien cuando señala que esta clase de determinación, la de un atleta, no se obtiene a través de conferencias, leyendo libros o viendo películas. Esto requiere compromiso y esfuerzo.
L
E
Disciplina (3: 15– 16)
W
iersbe concluye diciendo que no es suficiente con que corramos con fuerza y que ganemos la carrera. Se requiere que los corredores de esta carrera obedezcan las reglas que han sido establecidas; reglas que procuran la perfección del creyente. Sin disciplina no hay premio, porque podemos
2 0 1 8