21 de enero de 2018 • Volumen XIII • No. 623
“ 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.” (Sal 90:12 RV1960)
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a reflexión anterior nos permitió esbozar los objetivos que procuramos alcanzar este año. Decíamos allí que el resumen de estos es el que sigue: - Reposicionar nuestras vidas, las de nuestra familia, la Iglesia, la ciudad y el País en el que vivimos. - Reconstruir y transformar nuestras vidas, las de nuestra familia, la Iglesia, la ciudad y el País en el que vivimos. - Educar nuestras vidas, las de nuestra familia, la Iglesia, la de las generaciones que se levantan, la ciudad y el País en el que vivimos. - Celebrar la vida nueva que tenemos en Cristo.
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n el “tintero” de esa reflexión se nos quedó el análisis inicial de aquello que queremos alcanzar en términos de la educación en nuestra Iglesia. La Biblia es escueta en su acercamiento a aquellas cosas que no se pueden improvisar. Por ejemplo, la paz y la educación de calidad no se pueden improvisar. Acerca de la paz, el Sal 34:14 dice que esta requiere ser buscada (“bâqash,” H1245) y ser seguida (“râdaph” H7291) y para esto hay que apartarse (“sûr,” H5493) del mal. Los tres (3) requisitos expuestos aquí son procesos intencionales muy específicos. Acerca de la paz, Col 1:20 nos dice que Dios decidió hacerla con nosotros y con la creación mediante la sangre de Cristo. Para esto, Dios preparó un plan en el que la Segunda Persona de la Trinidad se convertiría en la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, siendo el principio, el primogénito de entre los muertos, teniendo la preminencia en todo, siendo Aquél en el que el Padre haría habitar toda plenitud y convirtiéndose en el intermediario a través del cual se reconciliarían (consigo
mismo) todas las cosas en la tierra y en los cielos (Col 1:18-19-20a). Es obvio que nada de esto podía ser improvisado.
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a Biblia está llena de aseveraciones y declaraciones acerca de la educación de calidad. Veamos algunas de ellas:
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t 4:9-10 (Destrezas que tienen que ser vividas y enseñadas de generación en generación).
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. 10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;
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t 6:6-7 (Es un modelo de educación familiar que se inserta en el asiento de la personalidad del ser humano y cubre todas las áreas de la vida) 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Lev 10:9-11 (Existen requisitos para que los sacerdotes puedan enseñar). 9 Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones, 10 para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, 11 y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés.
Dt 12:28 (Produce grandes beneficios transgeneracionales) 28 Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre. Isa 54:13 (La enseñanza Cristiana viene de Dios como Maestro) 13 Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos. 1 Cor 2:13 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Isa 59:21 (Es Dios (Su Palabra) quien define lo que tenemos que enseñar)
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l Salmo 90 posee unas declaraciones acerca de este tema que despiertan el interés de todos los que se acercan a estudiar este tema con responsabilidad. Son declaraciones medulares para la vida de cada creyente en Cristo Jesús. Se trata del versículo 12 de este salmo, versículo que encabeza esta reflexión. La versión bíblica que compartimos en el epígrafe es la Reina-Valera de 1960. Estamos convencidos de que las posibilidades de interpretación de este versículo aumentan cuando somos expuestos a otras versiones bíblicas. Veamos algunas de ellas:
Dios Habla Hoy (DHH) Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría.
Nueva Biblia al Día(NBD) Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.
Nueva Traducción Viviente (NTV) Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría.
Nueva Versión Internacional (NVI) Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.
Palabra de Dios para Todos (PDT) Haznos entender que la vida es corta, para así vivirla con sabiduría.
Traducción en Lenguaje Actual (TLA) Enséñanos a pensar cómo vivir que nuestra mente se llene de sabiduría.
Orthodox Jewish Bible So teach us to number yameinu, that we may apply levav unto chochmah.
Tanakh Translation (JPS) Teach us to count our days rightly, that we may obtain a wise heart.
21 Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.
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1 Tim 4:11; 6:3-5 (Se ordena enseñar y el currículo no puede ser cambiado)
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11 Esto manda y enseña. 3 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
l análisis textual de este verso nos permite una mejor comprensión de las variantes que observamos en estas versiones bíblicas. El primer verbo de este versículo es “enséñanos” (yâda, H3045). entro de las interpretaciones de este concepto hebreo se incluyen las destrezas de observar, reconocer, cuidar, designar, ser consciente, comprender, considerar, ser diligente, instruir, percibir, discernir, pronosticar, enseñar y entender. Lo que hace de este concepto uno único en su clase (sui generis) es que este implica una relación de intimidad entre el que enseña y el que es enseñado. O sea, que el Salmista le puede decir a Dios que lo instruya, lo eduque, le enseñe, etc., porque él y Dios se conocen.
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ste verbo da inicio a una súplica. Hans- Joachim Kraus expone que la sabiduría es la única que puede penetrar a los abismos de la condición de un ser humano perdido y condenado a muerte. Él añade que esta sabiduría no es una habilidad inherente al ser humano. Ella tiene que ser obtenida por medio de los procesos de oración a/con Dios. Kraus concluye que sólo Dios puede enseñar a aquellos que oran. 1
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or lo tanto, hay una relación insustituible entre la oración y la educación Cristiana de calidad. Estas aseveraciones nos permiten concluir que la Educación Cristiana de calidad solo puede emanar de la relación que cada creyente posee con Dios. El segundo verbo es “contar” (mânâh, H4487), que además de enumerar implica sopesar, evaluar y asignar el valor correcto de las cosas. El tercer
1 Hans- Joachim Kraus. PSALMS 60-150: A continental Commentary. Minneapolis: Fortress Press, 1993 (pp216-17).
verbo es “traer” (bô, H935) que muy bien puede ser traducido como aplicar, emplear, conceder, asignar, dirigir, caminar sin dudas, etc. Esto implica llegar a conclusiones correctas.
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s un hecho que la brevedad de la vida es uno de los temas centrales de este salmo. De hecho, los rabinos han dicho que este salmo está tan bien escrito que la palabra que sigue a la expresión “nuestros días” (yaméynu) es la palabra “kên” (H3651). Esta palabra tiene un valor numérico de 70, una clara referencia a lo que expone el verso 10 de este salmo respecto al promedio de vida que podemos alcanzar. 2
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s importante entender que las letras en Hebreo poseen valores numéricos y uno puede sumar cada letra para obtener el valor de una palabra. Sobran las conclusiones cuando uno se expone ante tanta riqueza bíblica y literaria. Lo que hemos expuesto hasta aquí nos permite concluir que el salmista reconoce la necesidad que tiene de ser enseñado por Dios. Es por esto que acude a la oración. Él sabe que su vida es breve y que su mente es finita. Es por esto que acude a Dios para poder entender la brevedad de la vida. Él sabe que esta educación es necesaria para poder alcanzar y crecer en la sabiduría necesaria para poder vivir la vida. Es por esto que él le pide a Dios que le enseñe a pensar cómo debe vivir.
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Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas. ...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas... Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz! l
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a educación que el salmista pide posee unos niveles de calidad insuperables. Esta clase de educación no se puede improvisar. Es una clase de educación que impacta la mente y el corazón. El salmista nos dice aquí que alcanzar esto requiere que podamos evaluar cada día con el mayor rigor posible. Esto provocará que cuando lleguemos al final de nuestra jornada en este lado de la vida, podamos levantar la mirada al cielo y ser capaces de repetir las palabras del insigne Amado Nervo: 2 TehiLLim; PSALMS/a new translation with a commentary anthologized from Talmudic, midrashic and rabbinic sources. Brooklyn, NY: Published by Me’sorah Publications, ltd. (Vol. 2 Psalms 72-150, pp 1121-1131, 1995).