25 de febrero de 2018 • Volumen XIII • No. 628
Parte II
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uestra reflexión anterior nos permitió iniciar el análisis del manejo de pérdidas a la luz de la experiencia del escritor del salmo 90. En esa reflexión nos permitió llegar a algunas conclusiones. La primera de ellas es que Moisés era un veterano en el manejo de pérdidas. La segunda es que este escritor parecía manejar éstas preguntándose cómo puede ser Dios nuestro refugio de generación en generación en medio de las pérdidas. El Nuevo Testamento está lleno de enseñanzas y experiencias acerca de esto. El Apóstol Pablo, el escritor de la mayoría de las cartas de este Testamento era especialistas en el manejo de pérdidas. Un ejemplo de esto es Hechos 27:1724, un pasaje en el que él está inmerso trabajando este tema.
“18 Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar, 19 y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave. 20 Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. 21 Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. 22 Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. 23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, 24 diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.”
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l Apóstol Pablo estaba preso cuando escribió esta carta. La mayoría de los biblistas afirman que este Apóstol sufrió el martirio menos de 4 años después de escribir la misma. Vimos en la reflexión del 31 de diciembre del año anterior que el lenguaje que él utilizó al escribir esta carta es uno en el que él parece un especialista en contabilidad. San Pablo parecía estar realizando una revisión del estado de situación de las finanzas de su alma.
Parte II
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os versos anteriores a la cita que se incluye aquí describen lo que él consideraba que eran sus “activos” y sus “ganancias” antes de conocer a Cristo como Señor y Salvador. Él se ufanaba de poder confiar en aquello que poseía en la carne (v4), haber sido circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo (v5), en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible (v6).
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l declara que todo esto fue estimado como pérdida (“zemía,” G2209) una vez él conoció a Cristo Jesús. El concepto griego que se traduce como pérdida describe el carácter subjetivo del valor de una cosa. Lo que esto significa es que ésta ha perdido su valor en relación a algo más valioso e importante. Por ejemplo, el valor de una botella de agua fría en las manos de alguien que está trabajando en su oficina versus el valor de esa botella para alguien que lleva cinco (5) días cruzando un desierto. O sea, que el Apóstol no está rechazando su nacionalidad. Él está diciendo que ésta ya no está revestida del mismo valor porque ha descubierto una nacionalidad más excelsa, la de los cielos (Fil 3:20-21). ¿Por qué razón San Pablo llega a estas conclusiones? El examen del bosquejo del pasaje citado (Fil 3:7-14) nos ofrece las respuestas. Sus conclusiones: - Estimo todas las cosas como pérdida (v8a) - por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, (v8b) - por amor del cual lo he perdido todo,(v8c) - y lo tengo por basura, (v8d)
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stas conclusiones son cónsonas con el mensaje del Sermón del Monte. Allí se afirma que la conducta de un ser humano es determinada por la valoración que le damos a las cosas (Mt 6:21).
“21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” l Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Ediciendo (Kittel) destaca que el Apóstol Pablo está aquí todas sus actitudes y conductas están determinadas el dato de que absolutamente todo valor está encerrado en Cristo y no en sus presuposiciones (Fil 3:5) ni en los logros (conseguidos a través de su propia justica (v6). ¿Cuáles son las razones que Pablo esgrime que le llevaron a llegar a esta conclusión? Sus razones: - para ganar a Cristo, (“kerdaíno,” G2770) (v8e) - y ser hallado en él (“heurisko,” G2147) (v9a) l Kittel describe que el concepto “kerdaíno” ha E(aprox. sido utilizado desde los tiempos de Homero siglo 8vo antes de Cristo) para describir ganancias y ventajas financieras. De hecho, este recurso académico señala que este concepto es el antónimo del concepto que Pablo usa para describir sus pérdidas (“zemía,” G2209). El lector debe percatarse de que el uso de este vocabulario es una de las razones que nos llevan a concluir que este Apóstol parece que estaba realizando aquí un análisis del estado de situación de su alma.
or otro lado, el diccionario antes citado dice P(“heurisko”) que el concepto traducido como “hallado” literalmente describe lo que se halla
después de una búsqueda. Esto es, no se trata de algo que hallamos al azar o por coincidencia, sino de algo que se halla porque se está buscando. O sea, que Pablo está partiendo de una premisa cristológica establecida en el Sermón del Monte: “7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” (Mt 7:7-8).
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on estas expresiones las que sin duda alguna relacionan este pasaje con las expresiones que realiza Moisés en el salmo 90. San Pablo declara sus razones para estimar como pérdida todo aquello a lo que antes le había asignado la categoría de ganancia. Este hombre afirma que quiere ganar a Cristo y ser hallado en Él. Pablo escoge aquí definir el ganar a Cristo como el objetivo de obtener una ganancia incomparable, un tesoro sin parangón, un activo que hace imperceptible todas las pérdidas que haya podido experimentar.
l lector debe calibrar que esta expresión la está Etanto, haciendo un veterano en el Evangelio. Por lo no debe ser confundida con el deseo de la salvación de su alma y el perdón de sus pecados. Esto va mucho más allá de ese deseo. El Apóstol está diciendo que quiere llegar al cielo para disfrutar de su ganancia a lado de su “tesoro.” Él mismo nos había dicho en Filipenses 1:21 que para los creyentes vivir es igual a Cristo y morir es igual a ganancia.
s esta convicción la que provoca su indignación Eleemos en sus epístolas pastorales. Por ejemplo, lo siguiente en 1 Tim 6:5-7: “5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. 6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.” ¡Extraordinario! Pablo critica a aquellos que ven la piedad (“eusebeia”, G2150) como fuente de ganancia en vez de verla como la ganancia misma. Esta expresión crece en su significado cuando entendemos que la “eusebeia” es un concepto compuesto por el prefijo “eu” (G2095) que significa bueno y el sufijo “sebomai” (G4576) que significa adoración. O sea que la piedad es el resultado de un proceso de adoración que es bueno.
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i aplicamos todo esto aquí podríamos decir que San Pablo está criticando a aquellos que utilizan la buena adoración como un instrumento para lucrarse en vez de ver en ella la ganancia misma, particularmente cuando lo hacemos con satisfacción y con la alegría que sale del corazón. ¿Qué ganamos al adorar? Entrar a la presencia de Dios en Cristo Jesús. El Apóstol dice que hay otra razón para colocar en la columna de pérdidas todo lo que antes consideraba ganancia. Se trata de su deseo de ser hallado en Cristo. Observemos que él no dice ser hallado con Cristo. Reiteramos que estas expresiones son las que sin duda alguna relacionan este pasaje con las expresiones que realiza Moisés en el salmo 90.
l apóstol Pablo no hacía todo esto impulsado Eemocional. por una inspiración romántica o un arranque El análisis de la personalidad de este hombre revela que este era un hombre que se dirigía por metas y objetivos. Sabiendo esto, debemos entender que él ya había definido cuáles eran los resultados que él esperaba obtener al experimentar estas pérdidas. ¿Cuáles son los resultados que el Apóstol perseguía con todo esto? Los resultados esperados: - a fin de conocerle, - y el poder de su resurrección, - y la participación de sus padecimientos, - llegando a ser semejante a él en su muerte, análisis de estos resultados serán el Elobjeto de nuestra próxima reflexión.
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