22 de octubre de 2017 • Volumen XII • No. 610
Num 20:1-11 1 Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada. 2 Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. 3 Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! 4 Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? 5 Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber. 6 Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos. 7 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias. 9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. 10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? 11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
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himon Peres fue uno de los fundadores del Estado de Israel. Esta nación cumplirá el año entrante (2018) sus primeros 70 años de existencia como una nación soberana. Shimon ocupó en varias ocasiones el cargo de Primer Ministro de ese País y sirvió como el noveno Presidente de ese Estado del 2007 al 2014. Algunos de nosotros nos encontrábamos en Israel el día en que Shimon Peres fue llamado a la presencia del Señor; 28 de septiembre de 2016.
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na de sus últimas obras literarias fue titulada “ No room for small dreams: courage, imagination and the making of modern Israel ” (Custom House, n/d). En esa obra Shimon resume su vida de servicio desde su nacimiento hasta su muerte. Luego de leer este libro uno puede concluir que hay personas que Dios escoge para formar un País y desarrollarlo de tal manera que este pueda ser capaz de hacerle frente a cualquier vicisitud que la vida pueda traer. La vida de este hombre de Estado fue ensamblada siguiendo los pasos o el modelo del Primer Jefe de Estado que tuvo Israel: Moisés. Este personaje bíblico tuvo en sus manos una tarea multifactorial. En primer lugar, tenía que desarrollar las estructuras necesarias para sacar al pueblo de Israel del cautiverio en Egipto y hacerlo con orden. En segundo lugar, Moisés tenía la responsabilidad de tomar una organización de clanes o tribus familiares e iniciar su transformación en una Nación. Esta, para mí, era la tarea más difícil porque se trataba de una transformación de la identidad de ese pueblo. El pasaje bíblico del epígrafe narra una de las muchas complicaciones que Moisés y Aarón tuvieron que enfrentar en la búsqueda de esa meta. El pasaje resume la historia de cerca de 3 millones de Israelitas que vienen peregrinando desde Egipto, buscando llegar a la tierra prometida. Esta narrativa se alza cuando ellos llegan a un lugar en el desierto de Zin que se llamaba Cades.
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a Biblia dice que la tierra prometida comenzaba en la frontera de ese desierto hasta Rehob en Galilea (Nm 13:21). En realidad ese desierto se extiende desde Cades-Barnea hasta el Mar Muerto. Es en ese lugar que Dios confronta al pueblo de Israel permitiendo que ocurran unos eventos que transformarían la vida y el corazón de ese pueblo. En primer lugar, en ese lugar se muere María la hermana de Moisés y de Aarón y hay que sepultarla allí. María es sin duda alguna uno de los personajes bíblicos más emocionantes que encontramos en el Antiguo Testamento. La conocemos cuando la Biblia nos relata que es ella la que se asegura que la canastilla en la que su madre colocó a su hermano Moisés haya llegado a un lugar seguro (Exo 2:1-4). Es María la que le sugiere a la hija del Faraón la idea de una nodriza que pudiera hacerse cargo del niño (Exo 2:7-8). O sea, que María es en gran medida responsable de que el líder escogido por Dios para las tareas antes descritas estuviera vivo.
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uego encontraremos a María, profetisa de Dios, provocando que Israel cantara y danzara frente a un Mar Rojo convertido en escenario para la demostración del poder del Altísimo (Ex 15:20-21). En otras palabras, María parecía ser indispensable para que el pueblo pudiera conseguir alcanzar la primera meta; salir de Egipto. Todo esto sucede en un desierto llamado Zin (H6790), cuyo nombre significa “plano” (“flat”), “pinchar” y/o peñasco. El lugar específico se llamaba Cades (H6946), que significa “santo”. Para que Israel comenzara a ser transformado necesitaba llegar a un lugar en el que pudiera ser colocado en un desierto. María fue en gran medida responsable de que Israel llegara allí. Ese pueblo tenía la necesidad de llegar a un lugar en el que los “pincharan” (como un halón de orejas) para poder comenzara experimentar la transformación que Dios quería realizar en ellos. María fue en gran medida responsable de que se encontraran en ese lugar. Israel tenía que estar en la frontera de un peñasco para comenzar a experimentar esta transformación.
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aría se muere allí y hay que enterrarla en ese lugar. El pueblo de Dios no podía empezar a ser transformado si María no desaparecía. Dios la había usado para conseguir unos propósitos específicos con el pueblo. Una vez completada esa tarea, María tenía que extinguirse y ser sepultada. No creo que esta historia bíblica necesite de mucho análisis para comprender la amplia colección de aplicaciones que ella nos regala. En primer lugar, el huracán María es responsable de traernos cantando y confiando hasta el desierto al que hemos llegado como pueblo Puertorriqueño. Es en este desierto que hemos sentido que nos han aplanado (nos han dejado “flat”), nos han halado las orejas y nos han colocado frente a un peñasco que parece insuperable. Y es hasta aquí que llega la vida de María.
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sto tenemos que repetirlo una y otra vez, el Huracán María se ha extinguido y hay que sepultarlo. No podemos seguir arrastrándolo como se arrastra un cadáver. Negarse a hacerlo es condenarnos a vivir en el ostracismo y en una amargura eterna.
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enemos que levantarnos como pueblo y sepultar a María. María es sepultada en un lugar que se llama santo, o separado. No hay duda alguna que el Huracán María será sepultado en un lugar reservado, separado en nuestra historia. Nunca lo olvidaremos, pero no seguiremos cargando un muerto. María nos permitió llegar a una encrucijada en la que podemos redefinir lo que somos como País, pero tenemos que sepultar a María.
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n detalle extraordinario que nos ofrece este pasaje (Núm. 20) es que el primer problema que surge cuando María muere y es sepultada, es un problema con el suministro del agua. ¿Será esto una coincidencia? El pueblo de Israel estaba tan desesperado que le dijo a Moisés que hubiera sido preferible morir bajo el juicio de Dios desatado cuando se les ocurrió adorar un becerro de oro (Exo. 32), a tener que aguantar la sed. Las expresiones de este pueblo son comprensibles. El agua es una necesidad básica y vital para la existencia de los seres vivientes. Es un axioma absoluto: cualquier persona que sufre de sed aguda puede ser capaz de perder sus inhibiciones y hasta su confianza en Dios.
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s aquí donde Dios comenzó a insertar otras experiencias que procuraban transformar a Israel. Dios presentó como axioma que el pueblo pudiera aprender a confiar en el Señor para ser suplido de las cosas esenciales. Es el poder de Dios el que provee el agua. Nosotros vivimos exactamente la misma situación. Es un secreto a voces que muchas de nuestras fuentes de aguas están altamente contaminadas. Además, hay muchos lugares en Puerto Rico en los que no hay agua potable para el consumo humano. Estoy convencido que Dios nos ha colocado en esta encrucijada luego de haber sepultado al Huracán María. La sed del pueblo es una realidad cruda, pero la vara de Dios no ha perdido su poder.
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ecesitamos varios Moisés y Aarón que sepan decirle al pueblo que Dios no ha perdido su poder y que es capaz de sacar aguas frescas y puras de donde no hay. Es una temporada en la que los Shimon Peres de este tiempo nos invitan a comprender que no hay espacio para sueños pequeños cuando se tiene que transformar a un País. Se requiere de valentía, de imaginación santa y de la motivación para la acción. Es a esto que vamos de camino. La invitación es una sencilla, sepultemos al Huracán María y aprovechemos esta oportunidad para redefinirnos como País. Hagamos esto reconociendo que es Dios el que hará los milagros y hasta las cosas básicas que necesitamos para la vida serán provistas de forma milagrosa.