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ORGULLOSA DE SU CRECIMIENTO EN LA INDUSTRIA LÁCTEA

Desde su fundación, Mexicana de Industrias y Marcas (MIYM) ha mantenido un crecimiento sostenido, lo cual la ha llevado a posicionarse como una de las empresas líderes en nuestro país dentro de su sector.

Con más de 15 años de experiencia en la elaboración y envasado de leches, productos lácteos, bebidas orgánicas y funcionales, MIYM se consolida como una empresa líder debido a un plan de negocio bien definido, con metas claras y una visión basada en calidad y disponibilidad de sus productos y servicios.

Su primera planta inició operaciones en 2007 en Tlaxcala. En 2016 inauguraron su segunda planta en Puebla. Ambas cuentan con fuertes inversiones en tecnología y procesos, lo que le ha permitido alcanzar una capacidad productiva de 45 Mio/Lit mensuales. En 2019 inauguraron sus oficinas centrales ubicadas en Puebla.

La Fortaleza Est En El Interior

A la par de su crecimiento en infraestructura MIYM ha implementado cambios internos que han transformado su forma de operar y tomar decisiones. Además de adoptar normas de certificación en inocuidad alimenticia como FSSC 22000, implementó un robusto modelo de Gobierno Corporativo que ha atraído la atención de importantes instituciones financieras y bursátiles.

En su búsqueda por mejorar sus procesos internos de gestión y toma de decisiones, instauró un Consejo de Administración que actúa bajo las mejores prácticas de gobierno corporativo, lo que le ha facilitado el acceso a más y me- jores fuentes de financiamiento.

Una fortaleza competitiva de MIYM es su modelo de negocio diversificado en distintas categorías: sus más de ocho marcas propias de productos lácteos, su modelo de maquilas y alianzas estratégicas con marcas líderes y su línea de productos dirigidos al sector gobierno (desayunos escolares del DIF). Este modelo es apoyado por una política de investigación bien definida y el desarrollo de productos y servicios basados en nuevas tecnologías que buscan satisfacer las cada vez más variadas necesidades de sus consumidores.

Este modelo ha probado su efectividad a través de un crecimiento continuo por más de 15 años, generando valor para sus inversionistas y aliados: clien- tes, proveedores e instituciones financieras estratégicas, y a lo largo de toda la cadena de valor. Esto la vuelve más resiliente y flexible para enfrentar los grandes retos de la industria, los mercados y la economía en general.

Está claro que los directivos de MIYM continuarán buscando una estrategia de proyección y posicionamiento en el mercado mexicano y latinoamericano dentro de su industria. A su vez, reafirman su compromiso de avanzar en una agenda basada en garantizar calidad en sus productos, aportando valor nutricional al alcance de más consumidores, con procesos más ágiles y flexibles y formando a su personal bajo una política de inclusión, diversidad y protección del medio ambiente.

Adriana Gallardo Propietaria De Agi Business Group

PREGUNTAMOS A LOS ‘TIBURONES’ QUE SE ESTRENAN EN LA NUEVA TEMPORADA DE SHARK TANK (A PARTIR DEL 7 JULIO, POR SONY CHANNEL)

CÓMO AFRONTAR UN FRACASO,

ESPECIALMENTE, AL EMPRENDER TU PROPIA EMPRESA. ESTO NOS CONTESTARON:

OSO TRAVA INVERSIONISTA, EMPRENDEDOR Y BUSINESS PODCASTER

Creo que es bien importante hablar de esto más, porque no es un ‘si fracaso’, es ‘cuando fracases’. Siempre vas a fracasar en algún momento de tu camino. Y tal vez implica cerrar la empresa completa, pero eso no significa que ya te moriste. Como decía Kenny Rogers en su canción ‘The Gambler’: ‘Nunca cuentes tus fichas hasta que el dealer haya terminado de jugar’. Si te paras de la mesa, entonces acabas de jugar, pero si sigues jugando, un fracaso puede ser lo que te acomoda para un éxito subsecuente.

Ahora, ¿qué es un fracaso? Si cuando fallas tienes un resultado subóptimo y no aprendes, no tomas la lección y no utilizas esa experiencia para mejorar tus posibilidades de éxito la siguiente vez. Yo veo que muchos de los grandes emprendedores hoy son personas que han fracasado en el pasado y aprendieron de eso. Por eso no es de: si fracasaste en el pasado, estás con la letra escarlata y nadie te va a volver a ver; al contrario, dime qué aprendiste y por qué fallaste. Muchos fracasos construyen a la gente más resiliente, más fuerte… Si alguien después de fracasar está dispuesto a volverlo a hacer, habla muy bien de él.

Un fracaso, aunque se escuche básico, es aprendizaje, siempre aprendes. Si tienes una mente abierta, estás dispuesto a tomar riesgos. Desde el momento en que emprendes, tomas riesgos y uno de los más grandes es fracasar, pero un ‘no’ no significa que ya nunca más lo puedas volver a hacer, es simplemente prepararte mental, física y emocionalmente para enfrentar el miedo, el fracaso, los ‘no’, todo lo que viene con esta parte de emprender. Porque es un camino duro, donde no todo el mundo persiste. Así que [lo importante] es la mentalidad, enfocarse y [decir]: ‘Ok, hoy me dijiste no, pero un no lo consigue cualquiera, el chiste aquí es ir por el sí’”.

Lo que pasa, y eso es algo bien grave, es que como humanos a veces cometemos el error de definirnos por lo que hacemos. Si te digo ‘¿tú quién eres?’, y me contestas con tu puesto y te corren de esa empresa, ¿entonces, ya no eres nadie? Seguro que eres alguien más rico que eso. Y los emprendedores tendemos a hacer eso mucho más, a definirnos como emprendedores y a definir nuestra valía como personas en base a si levantamos una ronda, si salimos en Expansión, si vendimos la empresa, de qué tamaño es nuestra valuación… cuando la realidad es que somos mucho más. Y cuando estás poniendo tu valía como persona en algo que tiene 95% de probabilidades de fallar, de ahí es que vemos tanta depresión y tantos problemas de salud mental en los emprendedores. Creo que tenemos que hablar de que trabajamos para vivir y no vivimos para trabajar y que el emprendimiento no es diferente. No es que vayas a trabajar de nueve a cinco, porque los emprendedores mezclamos mucho nuestra vida personal por pasión, pero tampoco podemos creer que si el emprendimiento termina o si lo vendemos, dejamos de ser quienes somos”.

KARLA BERMAN INVERSIONISTA ÁNGEL, EXPERTA EN MARKETING Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Yo creo que es muy bueno que hablemos de fracaso y, últimamente, hablamos mucho de ello, creo que hasta el punto de glorificarlo y a veces se nos olvida que los fracasos se siguen sintiendo muy jodidos. Yo, en los que he tenido, [lo primero que he hecho] ha sido darme el espacio para sentirlos. Porque todos decimos: ‘Hay que aprender del fracaso’. Sí, pero antes de aprender, tienes que darle chance a tu cuerpo de sentir el fracaso, tienes que llorar el fracaso, sentir la vergüenza de un fracaso porque si no, te vuelves como un cínico, si nada más es: ‘¡Yei!, volví a fracasar, ¿qué aprendí?’.

Creo que hay que darse ese espacio y ser buenos con nosotros mismos y también reconocer que, a veces, el fracaso sí es por cosas que hicimos mal. Y, entonces, y sólo entonces, se puede realmente aprender del fracaso. Hoy hay dos tipos [de personas]: los que no se dan el espacio y sólo es de ‘¿qué aprendí?’, y creo que se vuelve un acercamiento un poco cínico ante el fracaso; o los que se hunden y entonces nunca salen de él. Hay que tomar lo mejor de los dos y ahí es cuando podemos aprender. Pero yo no creo que realmente podamos aprender del fracaso si no lo sentimos y lo sufrimos”.

Brian Requarth

Cofundador De Latitud Y Fundador Y Socio De Latitud Ventures

El fracaso es parte de aprender. Si me consigues un emprendedor que ya ha logrado cierto nivel de éxito y no haya fracasado en nada, estaría sorprendido. Muchas veces no hablamos de eso, pero es parte del proceso de aprendizaje. En términos de consejo a emprendedores que se están sintiendo derrotados o pasan un momento difícil, yo me acuerdo cuando tenía 87 dólares en la cuenta, 25 personas en la nómina y parecía que todo iba a terminar. Fue muy difícil, sentía que iba a fracasar, pero creo que toca seguir dándole. Rendirse era una opción, pero al minuto 92 del juego encontramos a alguien que apostó por nosotros y esta inversión que hicieron en el último minuto resultó en una empresa que valía 600 millones de dólares. Yo creo que la persistencia, la perseverancia y la mentalidad de seguir adelante son lo normal y básico de emprender. Tienes que tener eso en tu sangre desde el principio y tienes que aprender a amar esos momentos difíciles para salir adelante, adaptar y superar los desafíos en el camino porque vienen hoy o mañana”.

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