1 minute read

LAS EMPRESAS MUESTRAN CADA VEZ MÁS COMPROMISO CON LA DIVERSIDAD Y LA INCLUSIÓN. LOS GRUPOS DE AFINIDAD Y LOS ALIADOS RESULTAN CLAVES PARA LOGRARLOS.

En los últimos cinco años, la comunidad LGBT+ ha experimentado los matices y contrastes que México brinda día a día. Si bien se logró que el matrimonio igualitario sea legal en todo el país, que se garanticen los derechos políticos y se respete la identidad trans en las credenciales para votar, o que se hayan sentado las bases para la adopción y formación de familias homoparentales; también se siguen padeciendo altos niveles de violencia, ubicándonos como el segundo país en Latinoamérica con más crímenes de odio, impulsados, en muchas ocasiones, por discursos intolerantes desde círculos políticos, civiles, religiosos y más.

Este año se cumple el 5º aniversario de nuestro especial ‘41+1 LGBT+ de los negocios’, un esfuerzo de visibilización que realizamos en conjunto con ADIL y Love4All, siendo testigos de este juego de Serpientes y Escaleras en el que, cuando pensamos que ya estamos llegando a una meta, viene un resbalón que nos roba peldaños y entonces hay que seguir luchando.

Nos damos cuenta de que falta mucho para lograr un verdadero entorno de diversidad e inclusión, no sólo en las empresas, sino en la sociedad. Y de eso nos hablan los protagonistas de estas páginas, cuyas historias, casi siempre, comienzan por miedos, inseguridades y agresiones, o peor, todo junto. Pero que también son motivo de inspiración, pues reflejan cómo han allanado el camino profesional y personalmente en las empresas y cómo las presionan para que genuinamente se involucren en la causa.

Y de ahí la insistencia de seguir avanzando. Hay inaplazables, como la creación y la consolidación de cada vez más grupos de afinidad en todas las esferas, públicas y privadas, pues es cómo, desde la educación, la capacitación y la difusión de boca en boca, se podrá ir aminorando la discriminación y la violencia, y se conseguirá la verdadera inclusión. Y tenemos un reto mayor: visibilizar a cada vez más personas trans y a las mujeres, quienes enfrentan un doble techo de cristal, el de género y el de orientación sexual. En esta edición llegamos a una participación del 35% de mujeres, con el objetivo de seguir elevando esa cifra.

This article is from: