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I L N CI N F

Gabriel Izarraraz

Era 1977 en México y Marco, de 22 años, tuvo la fortuna de ser contratado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como dibujante-diseñador para el desarrollo de hidroeléctricas. Aún no terminaba la carrera como ingeniero-arquitecto en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y ya tenía una oferta laboral de ensueño, de envidia para las nuevas generaciones.

“La empresa buscaba que el personal fuera mayormente mexicano. El trabajo cumplió con todas las expectativas: semana laboral de 37 horas y media seguidas. Muy buen salario, todas las prestaciones que te puedas imaginar: vacaciones, tiempos compartidos en Cozumel, Mazatlán, Veracruz, lentes, despensa, era un excelente contrato colectivo”, cuenta el ahora jubilado de la CFE, quien no dimensionaba en ese entonces lo afortunado que era al encontrar ese empleo.

Ruy Xoconostle

Años más tarde, Marco se graduó y conoció a María Hoyos, una joven egresada como cirujana dentista de la UNAM, y como adulto independiente enfrentó su primera crisis económica y un alza de precios en bienes y servicios, en 1982.

“Fue terrible, diario cambiaban los precios, se le agregaban ceros y ceros a los pesos, pasaban de ser miles a millones. Recuerdo el descontento de la gente, en un desfile del primero de mayo le tiraron un petardo a Miguel de la Madrid. Yo no me vi muy afectado, además de la CFE tenía otro trabajo como asesor de seguros y las personas de clase media compraron muchos seguros de vida, para los autos”, cuenta Marco.

Luego de salidas, viajes, obras de teatro, funciones en el cine y dos años de novios, Marco y María decidieron conformar una familia. Con un préstamo de la CFE, Marco compró un terreno y echó a andar la construcción de la que ahora es su casa. “En 1986, después del terremoto, nos vinimos para acá ya con Claudia, nuestra primera hija”, dice María Hoyos.

“Vivimos en crisis todo el tiempo, desde el México prehispánico. Viví la del 82, la del 88, la del 94”, recuerda la cirujana dentista retirada, quien recibe la Pensión del Bienestar para adultos mayores.

En la historia de México, entre las décadas de los 80 y los 90 se vivió una hiperinflación: el alza a tasa anual de precios más alta en ese periodo fue del 180%, en febrero de 1988. Hoy, en el último periodo inflacionario de 2020, cuando inició la pandemia, hasta abril de 2023, el índice más alto fue del 8.7% en septiembre de 2022. Previo al covid-19, en 2019, el índice más alto fue del 4.4% en abril y en diciembre fue del 2.8%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

“No hemos padecido dramáticamente las crisis. Al haber trabajado en la CFE, Marco ha tenido ingresos suficientes para nuestras necesidades, pero sí vemos que está más caro todo; entonces, cambio de marcas, voy a la Central de Abasto, al mercado de San Bartolo. Cuando por algún inconveniente voy al Soriana, me sale al doble, compramos unas cosas y dejamos otras, pero siempre hay”, comenta Hoyos.

Hoy, todas las generaciones: boomers, X, Y y Z sortean el alza de precios que llegó con el covid-19 y que se acrecentó con el conflicto Rusia-Ucrania, y según el contexto histórico-económico-social en el que crecieron, es como cuentan cómo les va.

Los Hijos Del Milagro Mexicano

Los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1970, vivieron su niñez y parte de su juventud en un episodio de prosperidad económica conocido como el ‘Milagro mexicano’ o el modelo económico de ‘Desarrollo estabilizador (1954-1970)’, donde había gran inversión pública para el desarrollo de infraestructura social y económica, explica Harim Gutiérrez, historiador y profesor en la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Esto permitió a los padres de esta generación cambiar el campo por la ciudad. Aunque ganaran poco como obreros o comerciantes, les alcanzaba para comprar terrenos y construir sus casas, y a sus hijos, estudiar en escuelas públicas hasta la universidad.

“Gran parte de esta generación fueron los primeros profesionistas de la familia, los primeros egresados de la UNAM, del Politécnico, quienes consiguieron un muy buen empleo en el sector público, quienes tuvieron el seguro social que no tuvieron sus padres”, agrega Gutiérrez.

Hasta ahora, los recursos de los que se hizo esta generación ayudan a sopesar la situación económica que quedó tras la emergencia sanitaria, pero eso no los exime de cuidar lo que hay.

“Reciclamos, ahorramos, no nos salimos del presupuesto, si se me antoja una pizza, un pastel, yo me lo hago. Pocas veces salimos a comer taquitos, la cosa es hacer las cosas tú”, acota Hoyos.

Los X O Postlatelolco

A diferencia de María, que se prepara un pastel, Ruy Xoconostle, escritor de la generación X (nacidos entre el 70 y el 81), enfrenta la inflación de otra forma. Por ejemplo, redujo gastos para el entretenimiento.

Antes de la pandemia, iba mucho a restaurantes, bares o al cine. “El precio de una cerveza en un bar es una locura cuando tú eres el encargado de hacer el súper. Un six cuesta 115 pesos y una cerveza en un bar, 70, entonces dices: ‘Voy a ir una vez al mes’. (…) Están espantosos los precios. Un súper que era de 1,300 pesos para tres personas en una casa, de repente pasó a 1,800 pesos y ahora está en 2,200, es una sensación de impotencia porque no puedes dejar de hacerlo”, comenta Xoconostle.

Ruy también cambió el cine por plataformas de streaming. “Hoy es una locura lo que te puedes gastar en una salida familiar al cine, unos 1,000 pesos, mínimo, lo lamento porque es bonito ir al cine. Como cabeza de familia, veo más ventajas económicas en meterle 100 pesitos al Paramount, a Disney”.

Como hijo de baby boomers, Xoconostle tuvo la concepción de que sólo con una buena educación y trabajo duro pueden conseguirse las cosas. Estudió en colegios privados, aprendió inglés porque era el “idioma de los negocios”, así le decía su padre.

En el año 97, cuando tenía 24 años, tuvo su primer trabajo formal en Editorial Televisa. Ganaba 4,500 pesos al mes, tenía vales de despensa, servicio de comedor por 10 pesos, caja de ahorro, aguinaldo y seguro de gastos médicos mayores. “Tuve recursos sociales y culturales que no tuvieron mis papás a mi edad”, detalla el egresado de Ciencias y Técnicas de la Información de la Universidad Nuevo Mundo, campus San Mateo.

Pero no todos los X corrieron con la misma suerte. Los recursos y el empleo comenzaron a precarizarse en el transcurrir

Boomers

VEAN LA MANERA DE MEJORAR SUS IDEAS, SIGAN ESTUDIANDO PARA QUE, MEDIANTE LA MISMA JORNADA DE TRABAJO, HAGAN CUATRO O CINCO VECES MÁS ECONÓMICAMENTE.

TODO LO QUE QUIERAS OBTENLO POR TU PROPIO ESFUERZO, ESO DA MÁS SATISFACCIÓN, LO VALORAS Y CUIDAS, A QUE SI TE LO REGALAN.

SER CONSCIENTE DEL DINERO ES MUY BUENO, PIÉRDELE EL ASCO A HACER LAS CUENTAS Y A QUE TE VEAN FEO POR ESO. APAGA LAS REDES SOCIALES, ESO NO TE IMPACTA FINANCIERAMENTE, PERO SÍ AFECTA TU PRODUCTIVIDAD, LA FORMA DE ENFRENTAR AL MUNDO.

del gobierno de Carlos Salinas de Gortari y la privatización de empresas paraestatales, además de la crisis financiera de 1994 conocida como ‘el error de diciembre’; entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y, por ende, aumentó la competencia. “La apertura comercial trajo sus pros y sus contras”, recuerda Gutiérrez.

“En mi caso, por ejemplo, fue hasta después de 15 a 20 trabajos, y hasta los 35 años que logré tener un trabajo totalmente formal, de tiempo completo”, cuenta el profesor de la UAM.

La trayectoria laboral de Xoconostle, con salario y prestaciones sociales, le ayudaron a ahorrar, y fue este ahorro el que le permitió sobrevivir al paro de actividades y a la falta de ingresos en 2020 y 2021 a raíz del confinamiento por la pandemia.

“Ahorita siento que ya no tengo nada. Si no empieza a correr el trabajo, ahora sí va a haber problemas, no puedo imaginar a la gente que no tenía ahorros”, comenta el escritor.

A La Luz Millennial

A un mundo más globalizado llegaron los millennials o generación Y (nacidos entre el 82 y el 94), quienes se unen al sector laboral pasada la crisis de 2009 y la influenza AH1N1 que afectó a las empresas, que redujeron sus gastos para sobrevivir: recortes a sueldos, reducción de prestaciones, desaparición de cajas de ahorro y declaración de ingresos menores que los que realmente pagaban a sus trabajadores se convirtieron en prácticas comunes.

“Parece que fue su ficha de cambio por trabajos más flexibles, emprender, ser tu propio jefe, viajar”, considera Hoyos.

Hace nueve años, el DJ Gabriel Izarraraz, quien también es A&R y productor musical, llegó de Chihuahua a Ciudad de México. Es egresado de Ingeniería en Audio, realiza diversas actividades en la industria de la música electrónica y la mayor parte de sus ingresos proviene de tocar en eventos por México y el mundo. En su estancia en CDMX, apenas el año pasado percibió incrementos en los precios.

CONSIDERA QUE NO TODO VA A IR BIEN SIEMPRE, VIVIMOS EN UN MUNDO CON RECURSOS FINITOS.

“Antes, ibas por fruta y con 100 pesos comprabas tanto, ahora, te llevas menos. Veo que el incremento ya se controló, pero las cosas no van a bajar de precio. Cuando vivía en Juárez, la latota de té Arizona valía 9.90 pesos, hoy cuesta 20, y es una lata más pequeña, así lo veo con otros productos, como el detergente”, comenta el músico.

DJ Gabriel I. vive en la Narvarte, una colonia de clase media en la “cosmopolita y cara CDMX”. En los últimos meses ha notado que las rentas de vivienda y los productos están subiendo de precio por las personas de Estados Unidos que se están mudando. “He visto rentas en 50,000 pesos, ningún mexicano puede pagar eso, pero los gringos sí, entonces creo que van a seguir subiendo”, acota.

Para solventar los incrementos, se ha enfocado en profesionalizarse y diversificar su fuente de ingresos, ya que en la industria musical los artistas se cotizan conforme a sus logros profesionales. DJ Gabriel I. tocó con Hernán Cattaneo en CDMX en su última gira por México, participó en Zamna Tulum, uno de los festivales más importantes de música electrónica, además de firmar música bajo el sello Ranaisse, de Inglaterra, y con Balance Music, y eso le ha permitido cobrar más.

En vez de ahorrar, invierte. “Me asocié con una tienda de vinilos, Discos Forever, estoy llevando la parte de música electrónica. La curaduría está a cargo de Tenampa Recordings (su sello y marca musical) y ha tenido buena aceptación”, añade.

Generaci N Z

Sin ahorros, compartiendo vivienda con roomies , con trabajos informales y en confinamiento, les llega la crisis por el covid-19 y las constantes alzas en los precios que persisten tres años después, a los centennials, los nacidos entre 1995 y 2010.

“Hoy es miércoles de frescura, me dice mi roomie, bajamos la aplicación del Walmart para cazar ofertas. Trabajo en casa, voy al mercado, preparo mi comida, hago

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