N°3 /2019
Ilustración: Manuel Ortiz S.
BOLETÍN EXPLORA MAULE CIENCIA CIUDADANA
BOLETíN EXPLORA MAULE n°3/2019 La Ciencia Ciudadana es un concepto en boga actualmente y se entiende como la entrega de datos por parte de ciudadano para que la comunidad científica las utilicen en sus investigaciones. Esta relación se presenta de forma permanente en la historia. En tiempos pasados, Charles Darwin, recibió ayuda de miles de personas quienes por correspondencia le enviaron evidencias que sirvieron para realizar su teoría de la evolución. Otro ejemplo histórico es el de Louis Pasteur, quien se fue al campo en Pouilly-le-Fort a las
afueras de París, para montar un laboratorio y junto a los campesinos trabajar en una vacuna para la enfermedad del ántrax.
a personas comunes y corrientes a tomar espacios que antes solo estaban destinados al saber experto.
Las nuevas tecnologías de la información en la actualidad permiten que este encuentro entre científicos y ciudadanos se profundice. Espacios de co–creación e investigación como los makerspaces, FabLabs o aplicaciones de teléfonos móviles para compartir evidencias, están cambiando la forma de hacer ciencia, movilizando
En esta edición del Boletín Explora Maule, mostraremos algunos ejemplos de ciencia ciudadana en la Región, y como está junto con la divulgación científica, nos permiten ir democratizando el acceso al conocimiento. Diego Golombek , gran divulgador científico argentino, nos dice que la ciencia está en todas partes, incluso a la vuelta de la esquina. Quizás es hora de atreverse y pasarse a la autopista del conocimiento.
EQUIPO Director: Pablo González Editor: Claudio Pereira Arte y diseño: Manuel Ortiz Colaboradores: Karen Pérez, Álvaro Müller, Valeria Retamal
noticias
Por: Claudio Pereira
PROTECTORES DE LA CIENCIA GANA EL PREMIO A MEJOR JUEGO EDUCATIVO Un nuevo reconocimiento sumó el videojuego desarrollado por la Universidad de Talca y Run Rana Games, esta vez fue el premio a “Mejor Videojuego Educativo” que les otorgó la Asociación Chilena de Empresas de Videojuegos (VG Chile).
POSTULA A LOS CLUBES CIENTÍFICOS DE EXPLORA MAULE Promover el desarrollo de competencias científicas en niñas y niños del primer ciclo básico y fomentar la creatividad por medio de la generación de proyectos científicos es la propuesta de los Clubes de Ciencia y Tecnología del PAR Explora de CONICYT Maule. En esta tercera versión se busca acercar las ciencias naturales, sociales y la tecnología a los estudiantes, en ese sentido las novedades son los clubes de Jardines Botánicos Escolares y de Patrimonio Escolar, además de la continuación de los clubes de Robótica para Niñas, experiencia única en el País. La convocatoria está abierta a todos los colegios del Maule, independiente su régimen administrativo (Municipal, Subvencionado o Privado), y su aplicación es sin costo para los establecimientos beneficiarios. Los docentes interesados deben postular en www.explora.cl/maule
El juego que fue lanzado el año 2018, enseña de manera didáctica e innovadora los pasos del método científico. “Estamos muy orgullosos porque se destaca el trabajo que se realiza desde regiones y que busca ser aporte en el proceso de aprendizaje de los escolares del País”, indica Zoraya López, académica del instituto de Química de los Recursos Naturales y directora del proyecto. La aplicación, que fue financiada por el Programa Explora de CONICYT, está disponible para su descarga gratuita en www.protectoresdelaciencia.cl y en Google Play.
EXPLORA MAULE PRESENTÓ EXPOSICIÓN SOBRE EL CUIDADO DE LA BIODIVERSIDAD Cientos de personas visitaron durante las vacaciones de invierno, la exposición “Maule Natural: explora de la biodiversidad de la zona central”, experiencia interactiva diseñada por el PAR Explora de CONICYT Maule, que se presentó de forma gratuita en el Centro Cultural Municipal de Talca. La exposición incluyó módulos interactivos que enseñaron las interacciones insecto – planta, juegos sobre reforestación y plantación, además de un Game Center con los videojuegos Poliniza Bichos, Animalix de Katión vs Los G7 y Protectores de la Ciencia: Método Científico, recientemente premiado como mejor videojuego educativo del año 2018. Otras experiencias fueron: la exhibición de la colección entomológica del Laboratorio de Sanidad Vegetal, una selección de árboles nativos del vivero del Jardín Botánico y parte del Herbario de la UTalca. La exposición contó con la asesoría científica de investigadores y académicos del Instituto de Ciencias Biológicas, de la Facultad de Agronomía y del Jardín Botánico de la Universidad de Talca.
recomendados
Por: Claudio Pereira / Álvaro Müller
Libro: ¡Todos Sabios!
Charla TED: Tanya Harrison
En tiempos donde los descubrimientos científicos impactan la vida diaria de la población, los autores Joaquín Rodríguez, Antonio Lafuente y Andoni Alonso, invitan a la comunidad a ser sujetos activos en la co-gestión de la ciencia y el conocimiento. La revolución digital y su promesa de democratización del conocimiento, implican tanto el deber de capacitarse y la obligación compartir los saberes. El trabajo colaborativo es la clave para que el conocimiento sea de todas y todos. Disponible en las librerías Byblos y Qué Leo Talca.
Desde los tiempos de Charles Darwin, los ciudadanos cooperan voluntariamente con los científicos con datos útiles para sus investigaciones. La Dra. Tanya Harrison, antes de convertirse en científica, era una apasionada voluntaria que ayudaba a la NASA con sus fotografías para estudiar el espacio. Revisa como un hobbie, puede ser fundamental para la ciencia en esta inspiradora charla.
Científicos de la Basura
FAB LAB UTalca
Uno de los grandes problemas en el litoral del País, es la contaminación de sus playas. Para estudiar y además, disminuir la cantidad de basura, científicos de la U. Católica del Norte, crearon un programa educativo, que busca que escolares apliquen el método científico para estudiar la contaminación marina. Tras 10 años, muchos de los datos de los estudiantes han sido parte de investigaciones y de estrategias para la mitigación de desechos marinos. http://www.cientificosdelabasura.cl
Una de las tendencias actuales en tecnología es el movimiento Maker, personas que diseñan y crean sus propios productos con la ayuda de programas de diseño e impresoras 3D. Los espacios para realizar estos proyectos se llaman Fab Labs y en Maule, la Universidad de Talca a través de su Facultad de Ingeniería, generó este laboratorio de ideas para que las personas desarrollen su creatividad apoyados por académicos. Todas y todos podemos ser creadores! http://www.fablabutalca.cl
eBird Observar aves es una afición que apasiona a cientos de personas. Cada fin de semana, se organizan grupos para salir a recorrer la ciudad y reconocer aves. eBird es un proyecto del Laboratorio de Ornitología de la U. de Cornell, que busca que personas compartan sus observaciones y registros en una plataforma, para crear un repositorio de datos y ayudar a los científicos con sus investigaciones. Crea tu cuenta en: ebird.org/content/chile/
n o c C e t i e a n c ia M Diálogos entre científicos y ciudadanos para debatir sobre problemas de la comunidad
Científicos y ciudadanos comparten sus puntos de vista en una relación horizontal.
¿Qué se hace?
Se entrega información científica para afrontar de manera simétrica el progreso científico Se realiza en la Regíon del Maule, que presenta uno de los índices más bajo de acceso al conocimiento
Se discuten controversias científicas-técnicas que afectan a la comunidad
Democratización de la ciencia al alero de un mate y una churrasca ¡!
Fuente: MateconCiencia, PAR Explora de CONICYT Maule, Universidad de Talca
CONOCI MIENTO COLEC TIVO
La ciencia ciudadana une a científicos con la comunidad, quienes se encuentran en un proyecto común de investigación. En el Maule, un grupo de profesionales de la Universidad de Talca, practica esta forma de hacer ciencia para acercar a las personas al conocimiento.
La ornitología es una de las ciencias que mueve a más aficionados en el mundo. Ya resulta cotidiano ver expediciones o grupos de personas que recorren senderos o espacios públicos cercanos como el Jardín Botánico en Talca. “Vemos mucho interés por las personas por identificar aves, observarlas y conocer las características de las diversas especies, la ornitología es una ciencia que apasiona”, dice Diego Miranda, Biólogo y Ornitólogo aficionado. Diego, junto a sus colegas Cristian Muñoz y Luis Araya, todos profesionales de la Universidad de Talca, crearon la Agrupación Raíces de Lircay. Cada mes realizan salidas gratuitas hacia diversos sitios del Maule para que el público, los acompañe a observar y admirar la naturaleza, sobre todo mirar la avifauna presente en la Región. “Nosotros buscamos democratizar el acceso al conocimiento, además de canalizar las inquietudes científicas de las personas a traves de actividades colectivas que les permitan conocer a otras personas de similares inquietudes y sobre todo cuidar y admirar el medio ambiente”, indica Miranda. Uno de los lugares habituales que visitan para la observación de aves, son los humedales de la ciénaga del Name, ubicado al interior de Cauquenes y último humedal existente en el secano interior de la zona central del país. Ahí realizan caminatas por senderos habilitados para censar aves, actividad que complementan con charlas sobre la biodiversidad del lugar. “Realizamos llamados por nuestras redes sociales, generalmente se suman una veintena de familias, quienes aprovechan las jornadas para compartir al aire libre y aprender más sobre el patrimonio natural de la Región”, comenta Cristian Muñoz, integrante del grupo. Clubes de Ornitología El grupo empezó a pensar la forma de hacer ciencia participativa en los colegios. Buscar la forma de promover la enseñanza de las ciencias de forma lúdica en niños y niñas, junto con fomentar vocaciones científicas. De esta búsqueda nace el proyecto “Celebra las aves Urbanas”, que contempló actividades con escolares de zonas rurales del Maule. “Se realizaron salidas a terreno para observar y conocer las especies presentes en las distintas comunas”, explica Luis Araya.
El proyecto, que fue financiado por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell de Estados Unidos, contempló una segunda etapa que fue la implementación de clubes de ornitología escolar en diez colegios del Maule. El programa “Ornitólogos escolares del Maule” se ejecutó junto al PAR Explora Maule, y enseñó el método científico para conocer e investigar las diversas especies de aves. “Salimos todas las semanas a observar pájaros. Observábamos gorriones, treiles, zorzales y los registrábamos en un cartilla para enumerar sus características”, explica Claudia Rojas, estudiante del Complejo Educacional Pencahue, que participó en la experiencia. Otra de las aristas fue la investigación científica escolar, un grupo de estudiantes junto a la profesora Miriam Letelier y la asesoría científica de Diego Miranda, estudió la presencia de plástico en los nidos de las aves. “Nos dimos cuenta que en los nidos hay mucho plástico y metales, la basura causada por el hombre ya es parte del ecosistema natural”, indica la profesora. Maulinos aportan a la ciencia mundial Una de las acciones que profesionalizó el trabajo de divulgación científica que realiza la Agrupación Raíces de Lircay, fue la utilización de la plataforma eBird. La Aplicación creada por el Laboratorio de Ornitología de la U. de Cornell, permite que ciudadanos suministren datos a científicos para que estos generen investigaciones. “Al participar con sus datos, las niñas y los niños, se involucran activamente en ciencias, ayudando a la comunidad científica a realizar investigaciones y generar nuevo conocimiento”, indica Cristian Muñoz, del grupo Raíces de Lircay. La Ciencia Ciudadana que practica el grupo de divulgación científica “Raíces de Lircay” de Talca, es una tendencia mundial que llegó para quedarse en el País. Sobre su experiencia en este tipo de proyecto, Diego Miranda, reflexiona “Nos permite la democratización del conocimiento, vincular a los científicos con las personas de una forma horizontal, una nueva relación que permite contribuir a desarrollar un cambio social que mejore la vida de todas y todos con el medio ambiente”. Por: Claudio Pereira
La Reina del Arroz La ingeniera agrónoma Karla Cordero, ostenta este título por su trabajo en genética vegetal que permitió incorporar dos nuevas variedades de este cereal en el País, el que hoy ocupa el 85% de los cultivos a nivel nacional. La visión de una genetista, y su rol en el desarrollo de una zona rezagada como el Maule Sur, es vital para comprender la ciencia como una herramienta para el desarrollo productivo y social.
En Chile se cultiva arroz desde 1925. Los chilenos consumen diez kilos por año, y lo preparan entre tres o cuatro veces por semana en sus casas. El arroz está presente en las comidas típicas del país y en las foráneas más consumidas como el sushi.
magíster en Horticultura, en el curso del programa empezó a experimentar con el mejoramiento de plantas, la biotecnología y los marcadores biomoleculares. “Aquí dije esto es lo mío, nació mi amor y comencé a realizar mis primeros pasos en la ciencia”.
“En Chile se produce el arroz japónico que es el de grano largo y ancho. Entre sus características se encuentra su alto rendimiento y gran calidad”, comenta Karla Cordero, investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y una de las expertas del tema en el País.
Pasó una temporada en España en el Centro Nacional de Biotecnología de la Universidad Autónoma de Madrid, donde obtuvo nuevos conocimientos y una mirada actualizada sobre el mejoramiento genético de plantas y la productividad de los alimentos en el mundo. Al llegar a Chile, se adjudica un puesto de planta en el Instituto de Investigación Agropecuaria (INIA) y trabaja con el trigo en una primera etapa. “Sin pitutos y contactos, yo creo que quedé por mis conocimientos teóricos, por mis cinco años de trabajo en genética y la base que me entregó la universidad”.
La región del Maule es protagonista en el mercado nacional del Arroz, ya que el 80% de la producción nacional se enraíza entre las comunas de Retiro y Parral, siendo el sustento principal y una fuente de trabajo importante en la zona. “El arroz que se produce en territorio nacional es el más austral del mundo, y tiene una resistencia mayor al frio. Como Pasteur, cuando trabajaba con los campesinos en la cura de la enfermedad del ántrax. Karla traslada su laboratorio al campo para trabajar junto a los agricultores en la inducción de nuevas variedades de arroz “Después de 30 años que no se sacara al mercado una variedad que destronara al diamante, el 2010 liberamos con mi equipo, la variedad zafiro y cuarzo, que hoy en día representan al 85% del cultivo nacional”. Por este trabajo en el mejoramiento genético e innovación en los cultivos, además de ofrecer mayores posibilidades de consumo a los chilenos, Karla comienza a ser reconocida en el mundo agrícola como la Reina del Arroz. Eligiendo a una reina Karla Cordero nació en 1980 en Talca. Estudió en la Escuela Villa El Edén, donde destacó por sus buenas notas. Al terminar los estudios básicos, cursó secundaria en el Liceo Marta Donoso Espejo, donde sobresalió de inmediato por sus buenas calificaciones y además, la integraron a un curso piloto con las mejores estudiantes de su promoción. “Los profesores fueron un gran motor, ya que nos instaban a estudiar para llegar a la Universidad”, explica. Desde este tiempo empiezan sus logros, primero se gana una beca interna en el liceo para cursar un preuniversitario. Tras salir del colegio y lograr un buen puntaje en las pruebas de ingreso, entra a la Universidad de Talca a estudiar Agronomía, becada durante toda la carrera. “Nunca me gustó estar encerrada, necesitaba una carrera “outdoor” por eso elegí agronomía”. Al tercer año de estudio tuvo su primer flechazo, la genética, principalmente la vegetal. “Me gusta porque es una mezcla entre química, bioquímica y matemática. Es todo mágico, el cruce de dos plantas, los genes y los colores, me llamó mucho la atención”. Su romance con la ciencia, la llevó a estudiar un
Después de recorrer toda la zona central durante un año trabajando en el mejoramiento genético del trigo, se abre una plaza en el programa de arroz, postula, la obtiene y comienza a dirigir su propio reino. “Me enamoré del cultivo de arroz porque es una planta modelo a nivel internacional, fue la primera de las que, se secuenció su ADN y la mitad de la población mundial depende de este alimento, es un grano fundamental”, dice. Tras una pasantía en el Instituto de Internacional del Arroz en Filipinas, experiencia que abrió su mente , ya que vio todas las formas imaginables de investigación sobre el arroz, decide estudiar un doctorado. Esta vez postula a una Beca Chile, se la gana y se va a la UC Davis en California (USA), la mejor escuela de agronomía del planeta. “Muchas veces no pude dirigir mis propios proyectos de investigación por no tener el grado académico. En INIA siempre me apoyaron para estudiar, saqué mi doctorado en los cinco años y regresé a mi trabajo”. La Dra. Karla Cordero, lidera el programa de mejoramiento genético de arroz del INIA, es la única mujer en el equipo. Junto con liderar la búsqueda y creación de nuevas variedades de arroz, también deja tiempo para compartir su experiencia con la comunidad. En Talca, estuvo con más de 300 estudiantes que ingresaron a la Academia Maule Ciencia 2019, espacio formativo del PAR Explora de CONICIYT Maule ejecutado por la Universidad de Talca, donde escolares junto a científicos co-crean proyectos de investigación en el ámbito estudiantil. “Es crucial trabajar con los jóvenes porque en manos de ellos y ellas, está el desarrollo futuro de la tecnología y la investigación, sobre todo en el ámbito que yo me desarrollo que es la alimentación”. Para Karla, el conocimiento no tiene límites, uno puede y debe encontrar las oportunidades en todos los ámbitos académicos “En Chile es difícil estudiar y hacer investigación científica, pero con pasión todo se puede. Mi meta es sumar a más gente en la investigación sobre el arroz y que divulgue los beneficios de este cereal en la población”, palabra Real. Por: Claudio Pereira
¿Qué es la
Ciencia Ciudadana? Este enfoque participativo permite que cualquier persona se integre en los procesos científicos, aportando con datos experimentales, planteando nuevas preguntas y creando, en conjunto con los investigadores, una nueva cultura científica. La participación ciudadana agrega valor a los proyectos de investigación, los ciudadanos adquieren nuevos conocimientos y habilidades, así como una comprensión más profunda y atractiva del trabajo científico. El resultado de este escenario abierto, en red, y transdisciplinar produce una mejora en las interacciones ciencia-sociedad-política, que conduce a una investigación más democrática. (White Paper on Citizen Science for Europe, 2016). En la Ciencia Ciudadana se considera voluntarios a todas las personas que participen de la investigación sin que ésta sea parte de su empleo, por lo que un científico de otra área, un artista, un estudiante, padres o niños pueden ser voluntarios de proyectos que se abran a la participación.
Cuáles son las ventajas de la ciencia ciudadana? Beneficios para la ciencia Inspira nuevos temas de investigación Crea grandes conjuntos de datos Aumenta la aceptación pública de los resultados de la investigación
Beneficios para la sociedad Genera y comunica temas de investigación socialmente relevantes Permite a la sociedad asumir la responsabilidad de la investigación Democratiza el significado de la ciencia
5
tipos de participación
Cada nivel cumple objetivos distintos, pero todos ellos están orientados a trabajar activamente con la ciudadanía. Compartiremos algunos casos de proyectos reales asociados a su nivel de participación ciudadana.
Los proyectos de Ciencia Ciudadana se pueden clasificar según su nivel de participación. Proyectos contributivos Los proyectos son creados por “científicos profesionales”, y luego los voluntarios contribuyen principalmente con datos.
Proyectos contractuales Las comunidades le piden a los científicos que realicen una investigación específica e informen sobre los resultados.
Proyectos co-creados
Diseñados por científicos y miembros del público trabajando juntos, y para los cuales al menos alguno de los voluntarios participa activamente en la mayoría o en todos los aspectos del proceso de investigación.
Proyectos independientes Estos proyectos son dirigidos por ciudadanos sin la participación de científicos profesionales. En algunos casos aprovechan el proceso científico con un objetivo pedagógico.
Proyectos colaborativos
Son generalmente diseñados por científicos, con voluntarios que aportan datos, pero que también ayudan a perfeccionar el diseño del proyecto, analizar datos, y/o difundir hallazgos.
Fuente “Guía para conocer la Ciencia Ciudadana”, Fundación Ciencia Ciudadana, Universidad Autónoma de Chile
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