Revista de Deportes y Actividad Física UMAG (nro. 22)

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deportes y actividad física

Ejercicio es

GACETA DIGITAL Nº22

Medicina


EJERCICIO ES MEDICINA Es la nueva iniciativa de salud global que gestiona el American College Of Sport Medicine (ACSM). “es hacer la evaluación de la actividad física y promoción de un estándar en la atención clínica, la conexión de cuidado de la salud con la actividad física basada en la evidencia.


EIM alienta a los médicos y otros profesionales de atención clínica a incluir la actividad física al diseñar planes de tratamiento, y a derivar a los pacientes a programas de ejercicio basados ​​en la evidencia y a profesionales calificados del ejercicio (ya sean del área de la salud o de la educación física). EIM está comprometida con la creencia de que la actividad física promueve una salud óptima y es integral en la prevención y el tratamiento de muchas afecciones médicas”. (ACSM, 2020). Un ejemplo de aquello es un estudio realizado en Canadá por Jonathon R Fowles en 2018, donde compararon las percepciones y prácticas de los médicos en torno al asesoramiento sobre actividad física y la prescripción de ejercicios después de participar de los talleres de la iniciativa de EIM, logrando como resultado un aumento en la proporción de médicos que entregan recetas de ejercicio por escrito como si fuera un medicamento (aumentó del 20% al 74%). El EJERCICIO ES MEDICINA.

Es muy importante que tanto profesores de educación física, como médicos y otros especialistas del área de la salud se especialicen en la prescripción de ejercicio físico como parte del mejoramiento del estado de salud de las personas, ya que son los primeros en atender de una u otra forma a nuestra población. Por un lado, el profesor de educación física debiera velar en sus clases que las actividades sean lo suficientemente adecuadas para poder llegar a umbrales de esfuerzo óptimos, que mejoren y mantengan en el tiempo la condición física de sus estudiantes, además de entregar los correspondientes conocimientos de autocuidado e importancia de mantener una buena

condición física, y por otro los médicos deben encargarse de velar por proteger a la población evitando que las personas se enfermen, “brindar educación para la salud, enseñándole a la población a evitar los factores de riesgo para enfermar, como el licor, el tabaco, las drogas, el exceso de velocidad, la obesidad, las relaciones sexuales promiscuas, y apoyar todas las medidas preventivas necesarias, desde las vacunas, el agua potable, los embarazos no deseados, hasta hacer ejercicios, controlarse el azúcar, la presión arterial, entre otros” (Antillón, 2017) y, al mismo tiempo, detectando tempranamente trastornos que eventualmente puedan presentarse.


CONDICIÓN FÍSICA COMO INDICADOR DE SALUD Es muy importante que tanto médicos, como profesores de educación física y otros profesionales de la salud, consideren dentro de los parámetros para determinar la salud la condición física. De esta forma es más sencillo darse cuenta de que, una persona que se mantiene inactiva físicamente tiene más riesgo de enfermar y morir tempranamente, sin importar su peso corporal, y se podrán tomar los cuidados adecuados respectivos. La condición física corresponde “a una medida de la capacidad de realizar actividad física y/o ejercicio físico que integra la mayoría de las funciones corporales (del aparato locomotor, cardiorrespiratorias, hematocirculatorias, endocrinometabólicas y psiconeurológicas) involucradas en el movimiento corporal. La condición física históricamente ha sido conceptualizada en tres componentes: la capacidad cardiorrespiratoria (CCR), la fuerza y la habilidad motriz. Con el tiempo, este concepto ha pasado de estar dirigido principalmente a los componentes de fuerza y habilidades motrices a centrarse

en los componentes más directamente relacionados con la salud, y se habla de condición física relacionada con la salud (health-related physical fitness)” (Vicente Martínez-Vizcaíno, 2008). En este sentido debe comprenderse que una mala condición física conlleva hacia una funcionalidad metabólica inadecuada, provocando en el largo plazo diversas enfermedades, como obesidad, síndrome metabólico, enfermedades autoinmunes e incluso cáncer.


¿Cómo medir la condición física? Para fines científicos y profesionales es muy importante aplicar preferentemente test de evaluación física validados, al igual que utilizar maquinarias que nos permitan recopilar información lo más fidedigna posible. Algunos de los métodos que se utilizan son:

Calorimetría indirecta (para obtener información sobre el funcionamiento metabólico y condición física del sujeto): Con ella podemos obtener información como:

1 2 3

VO2 máx: que corresponde al volumen de oxígeno máximo que puede procesar el organismo durante el ejercicio (Rodolfo de Alkmim Moreira Nunes, 2017).

Cociente Respiratorio (R): Parámetro que determina qué sustrato energético está utilizando el individuo principalmente, yendo desde 0.7 a 1.4. De esta manera un cociente respiratorio de 0.7 al catabolismo de las grasas y 1.0 al catabolismo de los carbohidratos (J. W González Murueta, 2001). Tasa Metabólica Basal (TMB): es la energía indispensable para el desarrollo y mantenimiento de las funciones orgánicas básicas (Eleni Pavlidou, 2018)

Además, este método puede medir la frecuencia cardíaca, con ayuda de monitores cardíacos. Cuando utilizamos este tipo de medición para determinar la condición física del sujeto, es muy importante que se realice aplicando algún protocolo diseñado

para tales efectos, como el protocolo Balke o protocolo Bruce (existen muchos más), que nos permitirá conocer los umbrales de esfuerzo del individuo y de esta manera poder desarrollar prescripciones de ejercicio físico adecuadas para cada individuo.


Baterías de Evaluación Física: Alpha Fitness: para niños y adolescentes. (J. R. Ruiz, 2011)

a)

Test de ida y vuelta de 20 metros para evaluar la capacidad aeróbica.

b)

Test de fuerza de prensión manual.

c)

Test de salto de longitud a pies juntos para evaluar la capacidad musculoesquelética.

d)

El IMC.

e)

El perímetro de la cintura.

f)

Los pliegues cutáneos (tríceps y subscapular) para evaluar la composición corporal.

Batería AFISAL – INEFC: para adultos diseñada por (Ferran A. Rodriguez, 1998).

a) b) c) d) e) f) g)

Cuestionario de aptitud para la actividad física (C-AAF). Valoración de la composición corporal (IMC, ICC y porcentaje graso estimado). Fuerza máxima de prensión. Equilibrio estático monopodal sin visión. Fuerza-resistencia abdominal. Flexibilidad del tronco. Fuerza explosiva del tren inferior. Prueba submáxima de predicción del consumo máximo de oxígeno (caminar 2 km).


Senior Fitness Test: para adultos mayores (DiseĂąada por Rikli y Jones en 1999).

a)

Peso y Talla, para luego calcular el Ă?ndice de Masa Corporal (IMC).

b)

Sentarse y Levantarse de una silla (chair stand test)

c)

Flexiones de brazo con peso (Arm curl test)

d)

Sentado y alcanzar el pie extendido (Sit and reach test)

e)

Alcanzar manos tras la espalda (Back scratch test)

f)

Ida y vuelta (8-foot up-and-go test)

g)

Minutos paseo (6 min walk test)


Para realizar una correcta prescripción de ejercicio físico con fines médicos y rehabilitadores de deben considerar además de la condición física, el peso corporal, circunferencia de cintura/cadera y el porcentaje de grasa (Hidalgo, 2011), datos que se pueden obtener con test de pliegues cutáneos o bioimpedanciometría (Gil, 2016), a parte de otros parámetros de salud, los cuales deben ser solicitados y revisados por el médico tratante, como niveles de insulina y glucosa post pradial o post carga, niveles de lipoproteínas y triglicéridos, niveles de enzimas hepáticas, entre otros. Por lo anterior es que es muy importante la conformación de equipos multidisciplinarios para lograr abordar desde todas las aristas cada uno de los casos y realidad de las personas, debido a que “las enfermedades no transmisibles son una de las principales amenazas para la salud mundial, de hecho, la inactividad física contribuye en gran medida a este problema. Incluso la OMS lo clasifica como el cuarto factor de riesgo principal de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Desafortunadamente, la mayoría de los médicos no evalúan o prescriben ejercicio físico con regularidad como parte de la atención de rutina, e incluso cuando se comenta, pocos brindan recomendaciones específicas. La prescripción de ejercicio tiene el potencial de ser un importante agente terapéutico para todas las edades en la prevención primaria, secundaria y terciaria de enfermedades no transmisibles. (Jane S Thornton, 2016)


EL EJERCICIO ES MEDICINA, FUNCIONA COMO UN MEDICAMENTO El ejercicio físico nos entrega una infinidad de biomarcadores que confluyen hacia un efecto terapéutico sobre aquello que está funcionando de manera poco adecuada en el sistema. Los resultados sobre parámetros de salud varían según la “posología” que utilicemos para llevar a cabo la sesión de

dependiente” directamente proporcional, es decir a mayor carga (intensidad) existe una mayor nivel de efectividad, sin olvidar que es muy importante saber dosificar esta carga según cada caso (Dubnov-Raz, 2019).

ejercicio, es decir según la intensidad, metodología, volumen y frecuencia semanal, recordando que la calidad de una sesión de ejercicio físico no tiene que ver con el tiempo total de la sesión, sino más bien con el tiempo en que duran los estímulos y la intensidad de estos, haciendo alusión a lo que las ciencias del ejercicio físico y la salud mencionan sobre que los efectos benéficos del ejercicio se adquieren con una mayor significancia en una modalidad “carga

En este sentido metodologías de ejercicio físico como HIIT (High Intensity Interval Training) y sobrecarga (ejercicio con pesas), ambos de alta intensidad, entregan umbrales de esfuerzo suficientes como para restablecer, gracias a sus efectos agudos y crónicos, las funciones orgánicas logrando la rehabilitación metabólica, incluso sin la necesidad de tomar medicamentos, esto último SIEMPRE debe ser manejado por un médico.

Si usted padece alguna patología cardio metabólica y desea rehabilitación, No retire la medicación por decisión propia. Lo primero que debe hacer es ir con su médico de cabecera para poder iniciar con todos los tratamientos que necesita.

Si usted padece alguna patología cardio metabólica y desea rehabilitación, No realice ejercicio físico por su cuenta, puesto que los ejercicios de alta intensidad pueden provocar sintomatología poco deseada (mareos, por ejemplo) y esta debe ser manejada por un profesional especializado en ejercicio físico para la rehabilitación metabólica. sin embargo, es muy adecuado otro tipo de actividades como caminar a una intensidad media a vigorosa, andar en bicicleta y si es posible trotar.


Efectos de los ejercicios de alta intensidad sobre patologías cardiometabólicas: Respecto al entrenamiento de resistencia muscular hay evidencia que muestra los beneficios de esta metodología para el control de la insulino sensibilidad y el control glucémico en pacientes con diabetes tipo 2 (Holten, 2004 - F. Dela, 2014 - Dalmazzo.V, 2019). Sumado a lo anterior, el trabajo muscular localizado a través de la resistencia muscular ha sido estudiado en sus efectos con o sin fallo muscular, mostrando grandes beneficios en la condición de este tejido y su eficiencia energética (Izquierdo, 2006), por lo tanto, esta metodología ha demostrado por medio de la evidencia que puede mejorar biomarcadores alterados en pacientes cardiometabólicos en la actualidad (Vásquez, 2013). Por otra parte, HIIT se ha convertido en

una herramienta eficiente no sólo para la mejora del rendimiento deportivo, si no que actualmente tiene un rol protagónico en la prevención y el control de las enfermedades cardiometabólicas (Gillen, 2016), sobre todo efectos crónicos y agudos en el aumento de las secreciones de catecolaminas en cada uno de los sprint, preferentemente en bicicleta estática, realizados en sus diversas modalidades de intervalos y descansos, siendo estos últimos activos o pasivos (Abderrahmane., 2013) En la última década se han estudiado los efectos generados por este tipo de entrenamiento en los biomarcadores, sobre todo en pacientes con alguna patología cardiometabólica, siendo los ejercicios de tipo


continuos y de baja intensidad uno de los más revisados. En este contexto los cambios producidos por ambas metodologías son efectivos para regular biomarcadores como insulinemias y glicemias, sin embargo el HIIT comprende un modelo más efectivo y adaptado a las necesidades de la población actual, tanto en condición física como en estilos de vida contemporáneos (Gallo-Villegas, 2019) Contrario al sedentarismo y la inactividad física, el ejercicio físico provoca una serie de efectos metabólicos benéficos para el funcionamiento de los órganos. Es gracias a la contracción y estímulo muscular que producen un sinnúmero de sustancias que fortalecen, rehabilitan y protegen a las células de patologías cardiometabólicas como DM2, hipertensión, además de otros eventos como infarto, accidente vascular, etc. (Xiao, 2017). En este sentido el ejercicio físico provoca cambios a nivel energético en el músculo esquelético. Uno de los primeros sucesos en ocurrir es el aumento de la temperatura, además de cambios en el ph, en las concentraciones de calcio e hipoxia. También, a partir de estas reacciones es que ocurre un aumento de la relación ATP/AMP, como consecuencia de la

demanda energética que el ejercicio produce y, en donde, se rompe (desfosforila) el ATP hasta AMP para que a partir de este último se pueda resintetizar ATP (Hardie, 2004). Gracias a esto y a la activación de las unidades Ser/Thr (serina/ treonina) es que aparece una proteína kinasa maestra que es capaz de regular y controlar el funcionamiento metabólico y energético general de todo el sistema, su nombre es Adenosin Monofostato Kinasa (AMPK) (I.P. Salt, 2012 - S. Bijland, 2013) Esta enzima genera cambios a nivel tisular, celular y epigenético, es decir tiene la capacidad de modificar expresiones genéticas, ya que responde a los estímulos que el individuo reciba desde el exterior (Grazioli, 2017) Una de las primeras reacciones corresponde a la fosforilación de proteínas objetivo, para la regulación de las concentraciones de ATP, esto por medio de la estimulación de las vías de síntesis de ATP como la oxidación de ácidos grasos, la biogénesis mitocondrial y el transporte de glucosa muscular, al mismo tiempo que se inhiben las vías de consumo anabólico de ATP, esto incluye la traslación proteica y la síntesis de ácidos grasos y colesterol (I.P. Salt, 2012 - S. Bijland, 2013). Adicionalmente, AMPK suprime


la adipogénesis, y la síntesis de ácidos grasos y triglicéridos (S. Bijland, 2013).

En general, los estudios experimentales miden los cambios en el estado de fosforilación de las proteínas de señalización, tales como Ca2+, proteína cinasa II dependiente de calmodulina (CaMKII), AMPK, proteína quinasa activada por mitógeno p38 (p38 MAPK), entre otras (V. Ljubicic, 2009) También la expresión génica, cumple un rol fundamental como parte del aumento de las tasas de síntesis proteica mitocondrial, por medio

2011). La biogénesis mitocondrial se refiere al efecto que se produce por aumento de la cantidad y la calidad de mitocondrias que se encuentran en el citoplasma celular, entregando mayor actividad a nivel oxidativo y energético. Esta síntesis es posible gracias a la estimulación de factores de respiración nuclear (NRF) que produce la síntesis de PGC-1α (Hood, 2001) A partir de lo anterior, es que los estudios de entrenamiento generalmente evalúan el volumen o el área de las mitocondrias, además de la actividad o el contenido proteico de las enzimas mitocondriales y que su vez generan procesos como fosforilación oxidativa (OXPHOS) dentro de ellas. Si bien la respiración mitocondrial a veces se considera una medida de la función mitocondrial y no del contenido, la capacidad de OXPHOS es un biomarcador de densidad mitocondrial (Larsen, 2012). Además, la actividad enzimática

de una mayor expresión del receptor activado por proliferador de peroxisoma 1-α (PGC-1α) (Larsen, 2012), lo cual induce hacia la proliferación y regulación preponderante de la biogénesis y funciones mitocondriales (P.J. Fernández-Marcos,

y la capacidad de fosforilación oxidativa generalmente aumentan de manera similar en los estudios de entrenamiento, lo que sugiere que la función mitocondrial (es decir, la respiración por unidad de mitocondrias) no se altera a

Por otra parte, es a partir del concepto de epigenética que podemos explicar los procesos de síntesis proteica y biogénesis mitocondrial, por medio de estímulos externos, como el ejercicio físico y su relación con las alteraciones conductuales del estilo de vida moderno (Grazioli, 2017).


corto plazo (Jacobs, 2013 - MacInnis, 2017) y por el contrario, la función mitocondrial se correlaciona con la capacidad aeróbica en los estudios transversales (R.A. Jacob, 2013), lo que indica un posible efecto crónico del entrenamiento. En cuanto al metabolismo glicolítico (de la glucosa), la activación de AMPK logra estimular eficientemente la fosforilación de la proteína transportadora de glucosa GLUT4 (Hardie, 2004) generando una vía alterna e independiente de la hormona insulina y, por consiguiente, la normalización de la glicemia, aunque también se ha registrado la mejora de la función de las células beta del páncreas y un mayor control glicémico por medio de la intervención en diabéticos tipo 2 con la metodología HIIT (Madsen, 2015). A su vez, el estrés muscular genera el aumento de las secreciones de hormonas como adrenalina por parte de las glándulas suprarrenales, noradrenalina a partir del estímulo del sistema nervioso parasimpático (en conjunto llamadas catecolaminas), péptido natriurético a partir de los bombeos del corazón (Y. Castro-Torres, 2015), y en donde todas estas inducen la movilización de la grasa ectópica y del tejido adiposo subcutáneo por medio de la lipólisis, ya que propician la fosforilación de la lipasa hormono sensible (HSL), cuyo fin es el rompimiento de los triglicéridos convirtiéndolos en ácidos grasos libres (AGL)

y glicerol. Estos AGL viajan por el torrente sanguíneo, gracias a la proteína albúmina, y posteriormente entra a tejidos como el músculo esquelético, debido a la intervención de la Lipoproteína Lipasa (LPL) que separa el AGL de esta proteína en la membrana celular, para ser oxidados en la mitocondria o ser almacenados en el tejido adiposo u otro órgano de forma ectópica (Sánchez., 2006) Las catecolaminas son responsables de muchos procesos adaptativos tanto en reposo como durante el ejercicio. De hecho, estas hormonas son conocidas por afectar la regulación del metabolismo intermedio, que afecta la producción de glucosa, la movilización de glucógeno muscular, además de la lipólisis, afectando el metabolismo energético y el rendimiento durante el ejercicio. La evidencia debate sobre cuál metodología de HIIT es más eficiente, si con pausas de tipo activas o pasivas, ya que ambas han demostrado altos niveles de catecolaminas post sesión de entrenamiento (Abderrahmane., 2013). En la medida que los AGL logran ser oxidados eficientemente en la mitocondria la cantidad de ácidos grasos, que interrumpen la cascada de señalización que produce insulina una vez que se une a su receptor en la membrana celular, disminuye. Logrando la normalización de la glicemia tanto postprandial como basal, provocando la rehabilitación de patologías como la


insulino resistencia sus progresiones. Un estudio publicado por Dalmazzo.V et al en 2019, compara los efectos de las metodologías HIIT y Sobrecarga en el control glicémico en adultos obesos con insulino resistencia, concluyendo que ambas metodologías logran

Estos efectos de normalización de personas prediabéticas e hipertensas también se muestran en estudios de Cristian Álvarez en 2012, Rodrigo Mancilla en 2014, A. García‐ Hermoso en 2016 y María Angélica Olea en 2017, entre muchos otros. Otro concepto importante es factor endocrino del ejercicio, que se basa en el hecho de que la contracción del músculo esquelético es mediadora de las respuestas metabólicas y fisiológicas en otros órganos, que no están mediadas, necesariamente, por el sistema nervioso. Está claro que la contracción del músculo esquelético permite su comunicación con otros órganos a través de factores humorales, que se liberan en

disminuir significativamente las variables plasmáticas de insulinemia/glicemia pre y post carga en un periodo de tres meses de intervención, en adultos sin farmacoterapia.

la circulación durante actividad física. Dichos factores podrían influir directa o indirectamente en la función de otros órganos, como el tejido adiposo, el hígado, el sistema cardiovascular y el cerebro. Estas sustancias son las miokinas, provenientes del tejido muscular (Información que puedes encontrar con mayor profundidad en la edición de nuestra revista llamada “Músculo Esquelético como órgano Endocrino), cuyas funciones son variadas dependiendo de la miokina y en que órganos actúe. Uno de los efectos principales que ejerce el músculo a través de ellas es la función antiinflamatoria sobre todo en el tejido adiposo (Pedersen, 2013).


EJERCICIO FÍSICO: EL MEJOR MEDICAMENTO Un metaanálisis publicado por (Huseyin Naci, 2015) en donde fue comparada la eficacia de los fármacos más utilizados para las patologías cardiometabólicas, como estaminas, betabloqueantes, diuréticos, anticoagulantes, antiplaquetarios, inhibidor de la Enzima Convertidora de Angiotensina (ECA), etc. con el ejercicio físico para reducir los índices de mortalidad, concluye que los efectos del ejercicio físico sobre la salud son iguales o mejores que la terapia convencional farmacológica, ya que presentaron resultados equivalentes. “Más concretamente, este interesante estudio meta-epidemiológico concluye que las intervenciones mediante ejercicio físico son de hecho más eficaces para reducir la mortalidad que el tratamiento y rehabilitación mediante fármacos para sujetos

que sufren de accidentes cerebrovasculares (dicho de otra forma, aquellos que hubiesen sufrido un infarto cerebral mostraban un menor riesgo de morir de ello si hacían ejercicio que si sólo se medicaban)” (Guillermo Peña, 2020) . Para las demás patologías el ejercicio físico por sí solo y las intervenciones medicamentosas sin ejercicio son similares en cuanto a los beneficios sobre la mortalidad en la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares, así como también en la rehabilitación después de accidentes cerebrovasculares (ACV), el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, y la prevención de la diabetes. Por otra parte, solamente el tratamiento con diuréticos tendría mayor eficacia sobre enfermedades coronarias en comparación con el ejercicio físico.


Lo anterior quiere decir que las aquellas personas que sufren de estas patologías, que realizan ejercicio físico sin farmacoterapia, tienen similares probabilidades de fallecer que aquellos que no realizan ejercicio físico, pero que si se tratan con medicamentos. Lo cual deja entrever la ganancia gigantesca que existe al preferir el ejercicio físico como tratamiento por sobre los medicamentos, tomando en cuenta que: • • • • •

• • •

Los medicamentos traen consigo múltiples efectos secundarios a largo plazo Los medicamentos sólo son un “parche curita” sobre el problema. Los medicamentos se deben consumir de por vida en la mayoría de los casos. Conforme progresa la enfermedad se deben aumentar las dosis de medicamentos. El ejercicio físico bien prescrito ataca la génesis de las patologías (la inflexibilidad metabólica y la disminuida eficiencia muscular) El ejercicio físico bien prescrito no provoca daños colaterales ni efectos secundarios. El aumento de las “dosis” de ejercicio físico se deben a la mejora de las capacidades físicas y funcionales. El ejercicio físico posee iguales y mejores efectos que el consumo de un conjunto de fármacos, siendo considerado el ejercicio como una especie de policomprimido o “polimedicamento”.

De hecho una revisión con más de 500 referencias, publicada por Carmen Fiuza-Luces en 2013, concluye que existe “una fuerte evidencia epidemiológica sobre los efectos beneficiosos del ejercicio regular, que van probablemente más allá de la reducción de los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular. Además, los beneficios del ejercicio pueden superar los de medicamentos comunes, ya que combina efectos preventivos, multisistémicos con pocas consecuencias adversas y a menor costo”. También mencionan que “el músculo esquelético, es una fuente de numerosas moléculas parecidas a medicamentos con efectos beneficiosos en todos los aspectos y que el ejercicio


regular es probablemente la intervención en el estilo de vida con el efecto de regulación positiva más profundo en cientos de genes involucrados en mantenimiento de tejidos y homeostasis. Entonces, realizar ejercicio físico de forma regular es uno de los principales determinantes de la salud. Los estudios demuestran los beneficios del ejercicio en el tratamiento y la prevención de la mayoría de los problemas médicos comunes que se observan en la actualidad. Está claro que el ejercicio es beneficioso no sólo para personas sanas y jóvenes sino también para los pacientes con enfermedades

PARA FINALIZAR…

Desde hace décadas la ciencia viene demostrando el efecto terapéutico del ejercicio físico sobre parámetros alterados de salud de diferentes tipos, actuando mejor que los fármacos convencionales en controlar y rehabilitar patologías, sobre todo aquellas que derivan del sedentarismo, inactividad física y mal nutrición, dejando en claro que EL EJERCICIO ES MEDICINA y que es urgente su aplicabilidad sobre la población. Sería excelente que todos los centros de salud de atención primaria tengan recintos equipados y especializados para el tratamiento de las enfermedades no transmisibles con ejercicio físico, no sólo porque la evidencia demuestra que puede llegar a ser más efectivos que los medicamentos, sino porque contribuye a un ahorro monetario importante para la población y también para el país. Lamentablemente, en muchas ocasiones, esta importante información es escondida o poco tomada en cuenta puesto que las farmacéuticas sacan cuentas desbordantemente alegres con la venta de medicamentos, la cual crece aún más en aquellos que se utilizan para “enfermedades crónicas” que se les quita lo crónicas cuando nos ponemos a hacer ejercicio (EL EJERCICIO ES MEDICINA)… ¿Cuál sería tu elección entonces?, no lo olvides, ¡¡¡EL EJERCICIO ES MEDICINA!!!.

cardiometabólicas, de otros tipos y también para las personas mayores, incluso, los pacientes que se involucran en una forma de vida activa y en forma, viven vidas más largas, saludables y mejores. El médico tiene la obligación de evaluar los hábitos de ejercicio de cada paciente e informarle de los riesgos del sedentarismo. Por otra parte, con la evaluación y el asesoramiento adecuados, el ejercicio se puede realizar de forma segura. Este enfoque es fundamental para ayudar a detener la creciente ola de muertes en todo el mundo debido a enfermedades no transmisibles (G N Levine, 1993 - Sallis, 2015 - Rachel L Hechanova, 2017).


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deportes y actividad física Equipo Editorial: Javier Albornoz Guerrero M.Sc. Entrenamiento competencia y alto Rendimiento deportivo Verenna Dalmazzo Rocamora M.Sc. Educación Física, Ejercicio y Salud

Colaboradores: Daniel Hernández Sáez:Prof. Educación Física José Valdebenito Santana:Nutricionista Francisco González Villarroel. Kinesiólogo Misael Hernández Sáez: Prof. Educación Física Priscila Lemus Barría: Est. Educación Física José Gómez Ampuero: Est. Educación Física

Diseñadora gráfica: Andrea Barría Villarroel

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