Programa de mano, OSUG, 3 - 1ra Temp, 2023

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Viernes 10 de marzo | 20:00 h

Teatro Principal, Guanajuato

SÁBADO 11 DE MARZO | 19:00 H

TEATRO DEL BICENTENARIO, LEÓN

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Roberto Beltrán Zavala, director titular
CONSULTA LAS NOTAS AL PROGRAMA

Viernes 10 de marzo | 20:00 h

Teatro Principal, Guanajuato

Obertura El holandés errante

1840 - 41 / Rev. 1860

Richard WAGNER

1813 - 1883 13’

Cuatro interludios marinos, Op. 33a De la ópera Peter Grimes (1943 - 44)

Benjamin BRITTEN

1913 - 1976 17’

I. Dawn (Amanecer)

Lento e tranquillo. (attacca)

II. Sunday morning (Mañana de domingo)

Allegro spiritoso. (attacca)

III. Moonlight (Luz de luna)

Andante comodo e rubato. (attacca)

IV. Storm (Tormenta)

Presto con fuoco

El Mar

Tres bocetos sinfónicos (1903 - 05 /Rev. 1908)

Claude Achille DEBUSSY

1862 - 1918 23’

I. De l’aube à midi sur la mer (Del amanecer al mediodía en el mar)

Très lent – modèrè, sans lenteur

II. Jeux de vagues (Juego de las olas)

Allegro

III. Dialogue du vent et de la mer (Diálogo del viento y el mar)

Animé et tumultueux

INTERMEDIO

ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO

Tradición y vanguardia

La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ocupa un lugar privilegiado en el panorama musical de México como uno de los ensambles orquestales de mayor prestigio en el país y con una sólida proyección internacional. Desde su fundación, importantes solistas y directores han participado en los programas de la orquesta, entre ellos Francesca Dego, Yuja Wang, Brodsky Quartet, Shlomo Mintz, Dmitri Hvorostovsky, Neeme Järvi, Cyprien Katsaris Christian Lindberg, Eduardo Mata, Jorge Federico Osorio, Leif Segerstam, y el Trío Altenberg.

En razón de su alta calidad interpretativa, la OSUG es la orquesta residente del Festival Internacional Cervantino, el festival dedicado a las artes escénicas más importante de América Latina, mismo en el que ha participado con programas de gran trascendencia como el estreno en México de la Sinfonía no. 4 de Lutoslawski, las Sinfonías no. 4 y 7 de Shostakovich, Das Lied von der Erde de Mahler y decenas de estrenos y ejecuciones de obras de compositores tales como Mario Lavista, Joaquín Gutiérrez Heras, Phillip Manoury, Igor Stravinsky, Anton Bruckner, Silvestre Revueltas. Gracias a su enorme repertorio, dinamismo y personalidad, la OSUG ha sido invitada a diversos festivales nacionales y ha realizado múltiples giras internacionales.

Esta orquesta es testimonio vivo de la larga tradición cultural del estado de Guanajuato y es la primera orquesta profesional permanente de una universidad mexicana. Su concierto inaugural ocurrió el 25 de abril de 1952 bajo la batuta del maestro José Rodríguez Frausto, quien estuvo al frente de ella por 34 años. En 1986 asumió la dirección el maestro Mario Rodríguez Taboada y para 1992 la OSUG se fusionó con la Filarmónica del Bajío para crear un solo organismo, del cual

asumió la titularidad Héctor Quintanar. Durante este periodo, la orquesta desarrolló un valioso proyecto de difusión de la música nacional con la grabación de seis discos compactos de la colección Compositores Mexicanos, integrada por 32 obras inéditas de 23 autores.

En 1997 José Luis Castillo asumió el cargo de director titular y expandió notablemente el repertorio de la orquesta, recorriendo todas las etapas del vasto espectro musical con un acento particular en lo contemporáneo. De 2005 a 2011 Enrique Bátiz asumió el cargo de director invitado y asesor musical, con quien la OSUG realizó giras por China y Egipto.

En 2012, año en que la OSUG cumplió sesenta años de existencia, se designó como director titular al maestro Juan Trigos, quien continuó la idea de difusión de la música nacional impulsada en la OSUG por Héctor Quintanar. Entre 2012 y 2014 se efectuaron giras por México, Estados Unidos e Italia.

En junio de 2015 Roberto Beltrán Zavala fue nombrado director titular de la OSUG. Con una sólida carrera internacional y una nutrida agenda de conciertos su enfoque en el sonido Orquestal y en el repertorio post-romántico ha dado a la OSUG una profunda personalidad como ente artístico..

En mayo y junio de 2017, con motivo de sus 65 años de fundación, la OSUG realiza exitosamente una gira por Europa, donde compartió escenario con, el Cuarteto Brodsky, Francesca Dego y Shlomo Mintz, en importantes salas de conciertos y teatros de España, Francia e Italia donde se culminó con un exitoso concierto en la prestigiada sala Verdi en Milán.

RICHARD WAGNER (1813-1883)

Obertura El holandés errante

Existen en la historia de la música varias óperas que, al menos en su origen, fueron conocidas con dos títulos. Así, la ópera Oberon de Carl Maria von Weber (1876-1826) también lleva el título de El juramento del rey de las hadas. De igual manera, el Don Giovanni de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) fue conocido como El disoluto castigado. Y la ópera Martha de Friedrich von Flotow (1812-1883) se titula también El mercado de Richmond. En el mismo caso está la ópera de Richard Wagner El holandés errante, que es conocida igualmente con el título de El buque fantasma Como en prácticamente todas las óperas compuestas por Wagner, en El holandés errante hay una fuerte carga de leyenda y mitología. Si nos acercamos a las fuentes de esa mitología, nos enteramos de que este holandés errante es el capitán de un barco fantasmagórico que ronda las aguas del Cabo de Buena Esperanza; los marinos consideran su aparición como una premonición de desastre. La versión más aceptada de esta fascinante leyenda dice que el capitán del barco, un tal Vanderecken, ha sido condenado por blasfemo a navegar para siempre alrededor del cabo, incapaz de tocar puerto. Este es el germen básico de la leyenda adaptada por Wagner en su ópera, cuyo título original es Der fliegende Holländer. Una versión alemana de esta leyenda indica que el capitán se llama Von Falkenberg y que está condenado a navegar por toda la eternidad en el Mar del Norte, en un buque sin timón ni timonel, jugando a los dados con el diablo para salvar su alma. En su novela

Rokeby, Sir Walter Scott retoma este mito y le añade un interesante elemento: las bodegas del buque están llenas de lingotes de oro. Según Scott, se ha cometido a bordo un asesinato y ha brotado entre la tripulación una epidemia de peste que ha cerrado todos los puertos a la desdichada nave. Todo este contexto mítico y legendario era más que suficiente para inspirar a Wagner a componer una ópera, pero lo cierto es que aún hay más. Quienes han estudiado a fondo el asunto de este barco espectral afirman que tiene que ver de manera directa con otro mito importante: el del judío errante. Este mito, a su vez, parece haber derivado del mito de Ulises. Y por si todo ello fuera poco, Wagner tomó para esta ópera un trozo de la realidad, una realidad que en su momento lo impresionó fuertemente.

Durante la década de 1830, Wagner pasó una temporada particularmente gris de su vida, dirigiendo pequeñas y mediocres compañías de ópera en ciudades como Magdeburgo, Königsberg y Riga. En 1836, en Königsberg, dirigió el muy fallido estreno de su segunda ópera, La prohibición de amar, y ese mismo año, en la misma ciudad, se casó con Minna Planner, actriz de una compañía teatral de Magdeburgo. Hacia 1839 Wagner tuvo que movilizarse, un poco por sus propias inquietudes musicales y un mucho por el asedio de sus acreedores. Así, en el verano de ese año Wagner hizo el trayecto de Königsberg a Londres en un barco que fue sorprendido por una tormenta en alta mar, al grado de que la nave fue a dar a las costas de Escandinavia. No es difícil imaginar a Wagner, muerto de miedo en medio de la tormenta, tratando de disipar su terror inventando imágenes míticas y poéticas. Dicen los expertos que fue du-

rante ese viaje que Wagner conjuró la imagen del legendario holandés errante, y que esa experiencia influyó decisivamente en la composición de esta ópera.

El libreto fue escrito por Wagner en París en 1841, y estuvo basado en primera instancia en un libro de Heinrich Heine que recogía y sintetizaba los fragmentos dispersos de la leyenda: Memorias de Herr von Schnabelewopski. Al año siguiente, en el tranquilo pueblo de Meudon, Wagner compuso la música de la ópera en un lapso de seis semanas. El holandés errante se estrenó el 2 de enero de 1843 en Dresde bajo la dirección del compositor y con la notable cantante Wilhelmine Schröder-Devrient en el papel de Senta.

El holandés errante del título, condenado a vagar sin cesar por los mares del mundo hasta hallar la redención de su alma a través de una mujer fiel, debe dejar pasar siete años entre cada intento. Han pasado los últimos siete años, y el desdichado, milenario marino va a dar con su fantasmal barco a las costas de Noruega, donde queda anclado junto al barco del capitán Daland. Este capitán noruego tiene una hija, Senta, que se convierte en el amoroso objeto de redención del holandés errante. Desdeñando a su pretendiente Erik, Senta se enamora del holandés, pero Erik se interpone entre ellos. Temeroso de que Senta le sea infiel y frustre su redención, el holandés errante decide partir. El buque fantasma zarpa y Senta, para probar su lealtad al holandés, se arroja al mar desde un peñasco. El buque desaparece y finalmente llega la redención para la atribulada alma del holandés errante, que sube al cielo en compañía del alma de Senta.

En esta breve síntesis del argumento es posible hallar algunos temas fundamentales del pensamiento operístico de Wagner: la mitología, la maldición, el destino, la búsqueda de la redención, la muerte como única certeza. Por otra parte, fue en El holandés errante que Wagner utilizó sistemáticamente por primera vez el concepto del leitmotiv (motivo conductor), es decir, un tema musical específico asociado a cada personaje, idea, lugar o situación. A partir de entonces, el leitmotiv habría de ser uno de los pilares del proceso creativo de Wagner. De hecho, en la obertura de El holandés errante es posible hallar una inteligente síntesis de los temas principales de la ópera, como es tradicional en las buenas oberturas. No está de más recordar, a manera de colofón, que entre las mejores interpretaciones del papel del holandés errante han quedado como muestra las del desaparecido barítono mexicano Guillermo Sarabia, apreciado en las mejores casas de ópera del mundo entero.

BENJAMIN BRITTEN (1913-1976)

Cuatro interludios marinos, de la ópera

“Amanecer”

“Mañana de domingo”

“Luz de luna”

“Tormenta”

Desde su origen allá por el siglo XVII la ópera se ha caracterizado en general por subordinar el contenido textual y narrativo a la música, y más específicamente, a las dotes de virtuosismo pirotécnico de los cantantes de todos los tiempos. Así, en el gran repertorio de la ópera es posible encontrar obras con música muy bella que, por desgracia, está al servicio de textos que dejan mucho que desear, llenos de amores imposibles, tragedias inverosímiles, conflictos emocionales y morales bastante insulsos y esquemáticos, y en general, una palidez argumental que no suele estar a la altura de la música en cuestión. Por supuesto, han existido notables excepciones a este triste estado de cosas, y entre ellas podrían mencionarse, por ejemplo, algunas de las mejores óperas de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y de Richard Wagner (1813-1883). Sin embargo, puede decirse que fue apenas en las últimas décadas del siglo XIX cuando los creadores de ópera comenzaron a preocuparse en serio por el contenido y el alcance de sus argumentos y sus libretos. Los textos que parecían dignos de la más cursi telenovela comenzaron a ceder el paso a libretos en los que se exploraban rincones más interesantes del alma humana. Nacieron así otros modos de concebir y escribir la ópera, modos que cristalizaron en las obras operísticas de Alban Berg (1885-1935), Claude Debussy (1862-1918),

Richard Strauss (1864-1949), Kurt Weill (1900-1950) y otros compositores. En esta categoría de creadores de ópera que pusieron en música argumentos sólidos e interesantes, el inglés Benjamin Britten ocupa un lugar importante.

Precoz, inteligente y muy prolífico, Britten inició su contacto profesional con la música componiendo partituras para el teatro, el cine y la radio. Muy pronto, Britten destacó por su maestría en la escritura vocal, haciendo de la ópera un terreno muy suyo, al grado de que puede decirse sin exagerar que la producción operística de Britten es la más importante de la historia de la ópera en inglés, y una de las más importantes del siglo XX.

Entre 1940 y 1973, Britten compuso sin cesar para la escena, produciendo una serie de óperas muy importantes entre las que destacan Albert Herring, El rapto de Lucrecia, Billy Budd, Gloriana, El hijo pródigo, Owen Wingrave, Muerte en Venecia y La vuelta de tuerca. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Britten se hallaba en los Estados Unidos donde produjo algunas obras importantes de su catálogo. En 1942 el compositor regresó a Inglaterra con el encargo de la Fundación Koussevitzki para escribir una ópera. El producto de ese encargo fue Peter Grimes, ópera que desde su estreno en Londres en junio de 1945 fue aclamada como una obra maestra y señalada como el inicio de una nueva era en la ópera inglesa.

Peter Grimes fue compuesta por Britten sobre un libreto de Montagu Slater, basado a su vez en un poema de George Crabbe. La historia transcurre en un pueblo de pescadores en la costa oriental de Inglaterra al inicio del siglo XIX. Como en ninguna otra obra en la historia de la música, Britten logró en Peter

Grimes hacer del mar un protagonista de tanta importancia como los personajes de carne y hueso. A través de su brillante y evocativa música, Britten plantea no sólo el conflicto personal del protagonista, Peter Grimes, sino el de todo un pueblo de pescadores que depende del mar y, al mismo tiempo, está a su merced. Por ello, los interludios orquestales que Britten escribió para Peter Grimes son de una gran importancia, tanto musical como dramática, pues representan auténticas pinturas tonales que definen y marcan continuamente las relaciones de los personajes con el mar. El primer interludio, “Amanecer”, establece el ambiente sonoro de la ópera, describiendo de un modo casi impresionista la relación del pueblo con el mar. El segundo, titulado “Mañana de domingo”, nos deja oír las campanas del pueblo y los preparativos de sus habitantes para entregarse a la oración dominical. El tercer interludio, de nuevo contemplativo, “Luz de luna”, es una exploración del destino inexorable al que se enfrenta Peter Grimes. Finaliza con “Tormenta”, una descripción musical dual del conflicto de la naturaleza y el conflicto interno del protagonista de la ópera. Con estos Interludios marinos y con la música de toda la ópera, Britten nos permite asomarnos al alma de un Peter Grimes solitario, necesitado de dar y recibir afecto, de espíritu feroz y turbulento, violento a veces, visionario y poético siempre, aún en medio del terrible conflicto que lo enfrenta al mar, a sus conciudadanos, a su destino y a sí mismo. ¡Qué diferencia con tantos héroes y heroínas de la ópera, que no son más que figuras unidimensionales de cartón puestas en el escenario para el lucimiento de tales o cuales voces virtuosas!

CLAUDE DEBUSSY (1862-1918)

El mar

I. “Del amanecer al mediodía en el mar”

II. “Juego de las olas”

III. “Diálogo del viento y el mar”

Si nos preguntáramos cuál ha sido el tema fundamental de la poesía a lo largo de los siglos, quizá la respuesta sería el amor. Si quisiéramos saber cuál ha sido el sujeto tratado con más frecuencia en la pintura, diríamos que el hombre, la mujer y la naturaleza han sido pintados con más frecuencia que ningún otro tema. Y en ambos casos, el de la poesía y el de la pintura, tendríamos que colocar al mar en un lugar muy alto en el pensamiento de los artistas. Sus insondables misterios, su terrorífica fuerza, sus cualidades míticas y sus incalculables riquezas han hecho que, desde tiempo inmemorial, el mar haya sido alternativamente héroe y villano, dios y demonio, amigo y enemigo, y, sobre todo, un tema recurrente en el pensamiento creativo de artistas de todas las épocas. No es extraño, pues, que existan numerosas composiciones musicales dedicadas al mar o a temas marinos, lo cual no deja de ser interesante porque plantea, una vez más, el añejo conflicto entre quienes abordan la música como una expresión sonora abstracta y quienes han intentado describir cosas concretas a través de sonidos organizados. ¿Qué podemos encontrar en el ámbito de las músicas marinas a través del tiempo? Una breve revisión de la historia de la música descriptiva nos permite descubrir, entre muchísimas otras obras, las siguientes:

- Sinfonía Océano, de Anton Rubinstein (1829-1894)

- Sinfonía del mar, de Ralph Vaughan Williams (1872-1958)

- Tempestad en el mar, nombre que llevan dos conciertos de Antonio Vivaldi (1678-1741), uno de Lorenzo Zavateri (1690-1764), y una sinfonía de Ignaz Holzbauer (1711-1783)

- Y Dios creó a las grandes ballenas, de Alan Hovhaness (1911-2000)

- Océanos, de Robert Erickson (19171997)

- Mar en calma y viaje próspero, de Felix Mendelssohn (1809-1847)

- Interludios marinos, de Benjamin Britten (1913-1976)

Como es de suponerse, la lista es mucho más larga. De todas las músicas de concierto que se refieren al mar, sin duda la más notable por su fuerza expresiva es la que lleva por título, simplemente, El mar, obra maestra del catálogo de Claude Debussy. El compositor fue desde niño un apasionado admirador del mar, al que llamaba “su viejo amigo, siempre innumerable y hermoso”. El mar, que Debussy presentó como tres bosquejos sinfónicos, es prácticamente una compacta sinfonía en tres movimientos, en la que el compositor logra una unidad interna al repetir algunos temas del primer movimiento al final de la obra.

El mar se estrenó en París el 15 de octubre de 1905, bajo la dirección de Camille Chevillard, en uno de los conciertos de la famosa Orquesta Lamoureux, y se dice que buena parte de los ataques críticos que Debussy recibió por su obra se debieron a razones extramusicales. En 1899 Debussy se había casado con Rosalie Texier, y en 1904 la había dejado para fugarse con Emma Bardac. Acto seguido, Rosalie intentó suicidarse sin éxito, y con

ello se ganó la simpatía de los círculos artísticos de París. Así, con el estreno de El mar, mucha gente vio la oportunidad de “hacer pagar” a Debussy el artista los errores de conducta que le imputaban a Debussy el hombre. Como suele ocurrir con mucha frecuencia, entre las críticas que se hicieron a esta gran obra orquestal de Debussy hay algunas que con el paso del tiempo se convirtieron en meras descripciones. El crítico W. L. Hubbard escribió lo siguiente en un periódico de Chicago en 1909:

No hay temas suficientemente fuertes y claros para ser llamados temas. No hay siquiera un breve motivo que pueda ser tomado por el oído y el cerebro como una guía a través del laberinto tonal. Hay un sinfín de extraños efectos en la orquestación, un sinfín de combinaciones y progresiones armónicas tan poco usuales...

¿Se daría cuenta el señor Hubbard de que lo que escribía era ni más ni menos una buena descripción funcional del impresionismo musical? Respecto al posible éxito de Debussy en su intento de describir el mar a través de sus pinceladas musicales impresionistas, no hay que olvidar como referencia el hecho de que uno de los temas predilectos de los pintores impresionistas fue, precisamente, ese mar innumerable y hermoso del que Debussy fue tan amigo.

Considerado unánimemente por orquestas, público y prensa especializada como uno de los directores más interesantes de su generación, Roberto Beltrán-Zavala ha desarrollado en los últimos años una sólida reputación internacional como artista del más alto nivel: Excepcional comunicador y músico altamente calificado, Beltrán – Zavala establece relaciones sólidas e intensas con las orquestas con las que trabaja y es muy respetado por su compromiso entusiasta y devoto con las obras que dirige.

En sus últimas temporadas, la actividad del maestro Beltrán-Zavala incluyó debuts exitosos con orquestas en Holanda, Bélgica, Italia, Alemania, Suiza, Francia, Rumanía, Polonia, Malta, Argentina y México, dirigiendo piedras angulares del repertorio como los ciclos integrales de las sinfonías de Dmitri Shostakovich y Gustav Mahler, así como obras capitales del siglo XX de compositores como Stravinsky, Varese, Boulez, Messiaen, Bartok y Ligetti.

Director titular de la emblemática Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) desde 2015, Beltrán-Zavala es también director artístico de la re:orchestra de Rotterdam, considerada por la prensa especializada como una de las mejores orquestas de cámara de Europa, y recientemente ha sido nombrado director musical del prestigioso Festival Internacional Palermo Classica en Italia.

Ha dirigido, entre otras a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, Orquesta del Siglo XVIII, Orquesta Sinfónica Nacional de México, Orchestre d’Auvergne, Filarmónica de Silesia, Holland Sinfonia, Orquesta Nacional de la Radio Rumana, Orquesta de Cámara de Bélgica, Opera de Bremerhaven, Sinfonica di Sanremo y Orquesta Filarmónica de Malta.

En el otoño de 2016, BIS Records lanzó su álbum debut europeo como parte de una serie llamada Essential Music. La grabación recibió un reconocimiento extraordinario por parte de la crítica especializada (The Strad, Gramophone, Klassik Heute, Amadeus, etc.), así como una excelente acogida por parte del público. Asimismo, en diciembre de 2019 la OSUG lanzó su grabación en vivo de la Tercera Sinfonía de Gustav Mahler y en Junio del 2022 un album con la décima sinfonía de Dmitri Shostakovich para el sello francés Evidence Classics

Roberto Beltrán Zavala tiene nacionalidad mexicana y holandesa y vive en Rotterdam, Países Bajos.

1° TEMPORADA 2023

Director titular

Roberto Beltrán Zavala

Violines Primeros

Dmitry Kiselev - Concertino

Héctor Hernández Pérez –

Asistente de concertino

Maksim Smakkev

Jorge Luis Torres Martinez

Luis Enrique Palomino

Katherine Giovanna Ramírez

Urpi Dainzú Holguin

González

Yessica Melgar

David Jesús Viña

Pedro Zayas***

David Pérez***

Israel Lugo***

Violines Segundos

Sergio Andrés González * (-)

Valeria Blanco Mota ** (-)

Elizabeth Martínez Ramírez

Maria Camila Florez

Andrés Idelfonso Gallegos

Rodríguez

Carlos Alberto López García

Moab Alberto González

López

Fidel Berrones Goo

Oscar González

Abraham Quintanilla***

Sandra Jaqueline Solís***

Luz Aida Ponce***

Violas

Alexander Applegate *

Lydia Bunn **

Augusto Antonio Mirón

Pleitez

Betsabé Jiménez Valencia

Carlos Reyes Hernández

Anayantzi Oropeza Silva

Víctor Manuel Rufino

Figueroa

Oscar Pinedo Nava

Violonchelos

Michael Severens *

Bruno Mente ** (-)

Luis Gerardo Barajas Bermejo

Fernando Melchor Ascencio

Fortunato Rojas Francisco

Omar Barrientos

Omar Sánchez ***

Diego Pineda Pineda***

Contrabajos

Russell Brown *

Óscar Argumedo González *

Jorge Preza Garduño

Rodrigo Mata Álvarez

Pedro Álvarez Vigil

Guillermo Caminos López

Andrés Peredo Plascencia

Jonathan Rivera ***

Flautas

Cuauhtémoc Trejo *

Baltazar Diaz **

Laura Gracia

Eva Nogueira***

Oboes

Héctor Fernández *

Jorge Arturo García Villegas

Fernanda Guerra Salgado***

Clarinetes

Hugo Manzanilla *

Heather Millette ** - Clarinete

Piccolo

Citlali Rosas ***

Fagotes

Katherine Snelling *

Ariel Rodríguez Samaniego

Alan Monahan ***

Andres Félix Granados***

Cornos

Claire Hellweg *

Darío Bojórquez **

Michelle Pettit

Daniel Norman

Apolinar Alavez Salas

Trompetas

Macedonio Pérez Matías *

Juan Cruz Torres Díaz **

José Cayetano Hernández

Díaz

Byron Yount***

Rafael Ancheta***

Trombones

Louis Olenick *

Gil Martínez Herrera

Edgardo Jiménez ***

Trombón bajo

John Swadley

Tuba

Salvador Pérez Galaviz *

Timbales

Óscar Samuel Esqueda

Velázquez *

Percusiones

Mario Alonso Gómez Sosa **

Octavio Zapien González

Alan Sánchez Sánchez

Ulises Hernández

Arpa Betuel Ramírez Velasco***

Joana Tellez ***

Piano Iván Hugo Figueroa **

*Principal **Co-principal ***Invitado (-) Temporal

Personal Administrativo

OSUG

Alejandro Guzmán Rojas

Gerente

Carolina de la Luz Pérez

Cortés

Coordinadora de personal

Lilian Bello Suazo

Coordinadora de producción

Juan Carlos Urdapilleta

Muñoz

Coordinador de Biblioteca

Atziri Joaquin Ramos

Coordinadora de relaciones

públicas

Zugehy Alejandra Soto

Vázquez

Administradora

Paulina Torres Ordaz

Servicio profesional

Cuauhtémoc Vega

Gustavo Emilio Espinosa

Rodríguez- Auxiliar técnico

Auxiliares técnicos

Corrección de estilo: Fabiola

Correa

Diseño gráfico: Lilian Bello

Suazo

DR. LUIS FELIPE GUERRERO AGRIPINO Rector General

DRA. CECILIA RAMOS ESTRADA Secretaria General

DR. SERGIO ANTONIO SILVA MUÑOZ Secretario Académico

DR. SALVADOR HERNÁNDEZ CASTRO Secretario de Gestión y Desarrollo

DR. JOSÉ OSVALDO CHÁVEZ RODRÍGUEZ Director de Extensión Cultural

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